10 febrero, 2025

Las series más destacadas de 2025: Enero-Febrero

El sorprendente desenlace de los Premios Goya, con victoria ex-aequo de las películas La infiltrada (Arantxa Etxebarria, 2024) y El 47 (Marcel Barrena, 2024), consiguió salvar la ceremonia más larga en la historia de los Goya, casi empatando con aquella gala que se le fue de las manos a Dani Rovira en 2017. En esta ocasión simplemente se dio una circunstancia insólita al producirse un empate de votos para ambas películas, algo que solo se había producido en 1991 en la categoría de Mejor Cortometraje. El resultado, aunque El 47 logró en total cinco premios y La infiltrada solamente dos, reconoció a dos películas que han logrado el favor de la taquilla, aunque considerar que la Academia de Cine Español premia a las películas más industriales es un error, porque si fuera así Padre no hay más que uno 4 (Santiago Segura, 2024), la película española más taquillera de 2024 con una diferencia de 5 millones de euros más respecto a La infiltrada, hubiera estado nominada en alguna categoría. Se mencionó de hecho que las películas de Santiago Segura permitían embarcarse en proyectos más arriesgados. 2024 fue un año bueno en taquilla para el cine español, aunque irregular para el resultado de las películas, de manera que los Goya premiaron los aspectos más interesantes de títulos de calidad media. Hubo tres premios para Segundo premio (Isaki Lacuesta, Pol Rodríguez, 2024), rompiendo la tradición de que las películas que triunfan en el Festival de Málaga tienen poco recorrido en la temporada posterior. Se reconoció a Pedro Almodóvar como guionista y a Alberto Iglesias como compositor por La habitación de al lado (2024), este último recibiendo su Goya número doce que simplemente le reconoce como el gran músico del cine español. Y hubo alguna pedrea para La estrella azul (Javier Macipe, 2023), la mejor película de las nominadas, que astutamente dejó pasar la edición de los Goya de 2024 para llevar a cabo una campaña de promoción larga y lenta, pero muy fructífera. El premio a Emilia Pérez (Jacques Audiard, 2024) como Mejor Película Europea supuso la única mención de los distribuidores españoles a Karla Sofía Gascón y al escarnio impulsado sobre todo por la revista Variety. En los Critics Choice, ninguno de los compañeros de la actriz hicieron mención alguna, siguiendo la campaña de borrado de toda promoción por parte de Netflix. Al menos en la alfombra roja de los Goya, las respuestas de los invitados mostraban sorpresa por la hipocresía que ha rodeado a todo este asunto.

La ceremonia fue lo que son todas las ceremonias de premios, tediosa y excesiva, en la que las presentadoras tuvieron poca presencia y fueron demasiado solemnes, aunque cada una con un momento destacado: el recorrido de Leonor Watling por los nominados, correcto y simpático, y la presentación de Maribel Verdú del Goya de Honor a su amiga Aitana Sánchez-Gijón, que fue incluso más emocionante que el encorsetado discurso de la receptora del premio. Precisamente los discursos de los ganadores acabaron alargando demasiado la gala, un problema común a todas las ceremonias que es difícil de atajar porque no es posible limitar la alegría y los nervios de quien recibe un premio tan reconocido en la industria, incluso aunque sean discursos elaborados como los de Eduard Sola, guionista de Casa en llamas (Dani de la Orden, 2024), que en cada premio que ha recibido esta temporada parecía querer sentar cátedra. Algunos premiados sin duda deberían haber seguido el consejo de Ricky Gervais en su última presentación de los Globos de Oro: "Si ganas un premio, no utilices esto como una plataforma para dar un discurso político. A nadie le interesa. Si recibes un premio, recógelo, dale las gracias a tu agente y a tu dios, y vete a tomar porculo". Pero independientemente de los discursos largos y la obsesión de TVE por imponer una especie de sucedáneo del Benidorm Fest introduciendo varios números musicales, la gala tuvo problemas de estructura, situando homenajes como el de Mar adentro (Alejandro Amenábar, 2004) alejado del premio a la Mejor Película, para hacer regresar de nuevo a los invitados a presentar el último Goya. Lo que parece ilógico es que durante una retransmisión en directo se produzcan fallos de sonido e imagen, que TVE explicó culpando a la señal del satélite y los inhibidores de señal de los servicios de seguridad, o la utilización de IA para traducir el discurso de Richard Gere, que estuvo mal traducido y con poca sincronía, demostrando que ahorrar presupuesto para no contratar un traductor profesional no fue la decisión más acertada. El resultado en audiencia ha sido bueno, con un 24,4% de share (2.340.000 espectadores), líder de la noche del sábado, incluso con la competencia de un partido de fútbol. Aunque la audiencia de la ceremonia ha ido disminuyendo progresivamente, este es el mejor resultado desde el año 2020. 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Asura 
 ★★
Netflix - 9 de enero
Japón, 2025 - 7x60'
Creada por Kuniko Mukōda, Hirokazu Kore-eda
Dirigida por Hirokazu Kore-eda

Hubo un tiempo en que Netflix quiso ser el hogar de los grandes directores de cine, ofreciendo presupuestos altos a proyectos soñados de cineastas como Alfonso Cuarón, Martin Scorsese, David Fincher, Paolo Sorrentino, Ethan y Joel Coen, Spike Lee o Bong Joon Ho. Uno de los últimos en aparecer en la lista de grandes directores fue Hirokazu Kore-eda (1962, Japón), con la hermosa miniserie Makanai: La cocinera de las maiko (Netflix, 2023), aunque en ella solo ejerció como productor ejecutivo y dirigió los dos primeros episodios. El director de excelentes películas como Nadie sabe (2004), Un asunto de familia (2018) o Monstruo (2023) se ha involucrado más en la serie Asura (Netflix, 2025), escribiendo el guión y dirigiendo todos los episodios. La historia está basada en la serie Asura no gotoku (NHL, 1979-1980), escrita por la autora Kuniko Mukōda (1929-1981, Japón), que ella misma publicó después como un libro y que más tarde sería adaptada en el largometraje Like Asura (Yoshimitsu Morita, 2003). Ambientada en 1979, se trata de un drama familiar protagonizado por cuatro hermanas que se reúnen cuando descubren que su padre, Kôtarô Takezawa (el gran actor japonés Jun Kunimura) ha tenido una amante durante muchos años, sin que su madre sepa nada, aunque en el Episodio 3 (T1E3) queda claro que estaban equivocadas: "Cuando una mujer lo reconoce, es ella la que sale perdiendo", dice la madre Fuji (Keiko Matsuzaka) a una de sus hijas. La relación entre las cuatro hermanas se convierte en el soporte principal de una miniserie que trata un tema recurrente en el cine de Hirokazu Kore-eda: la familia. Pero el descubrimiento de la relación extramatrimonial del padre también sirve para mostrar las mismas debilidades en las relaciones que tienen las hermanas. Takiko (Yû Aoi), es una tímida bibliotecaria que ha tomado la iniciativa de contratar al detective privado Shizuo (Ryûhei Matsuda) para confirmar la infidelidad de su padre, después de haberlo visto paseando junto a otra mujer y un niño pequeño, pero su vida tranquila se complica cuando comienza a salir precisamente con el detective. Las hermanas se toman de diferente manera el descubrimiento, más aceptado por la menor, Sakiko (Suzu Hirose), que tiene una relación con un conocido boxeador del que sabe que también le es infiel. Mientras que las hermanas mayores, se enfrentan a sus propios problemas: Makiko (Machiko Ono), está felizmente casada, con dos hijos adolescentes, pero sabe que su marido Takao Satomi, interpretado por Masahiro Motoki, el protagonista de la espléndida película Despedidas (Yōjirō Takita, 2008), también tiene una amante; mientras que Tsunako (Rie Miyazawa), es viuda y ella misma se ha convertido en la amante de un hombre casado. El planteamiento del excelente primer episodio está servido para que Hirokazu Kore-eda construya esa narrativa serena que se equilibra bien entre el drama familiar y algunos toques de humor, y en la que brillan especialmente los momentos en los que las cuatro hermanas comparten la preparación de una comida familiar o el arreglo del jardín de la casa con su madre. 

De hecho, Asura tiene dos partes claramente definidas que se separan al final del tercer episodio, que podría ser un desenlace perfecto para una historia que hasta entonces se puede definir como uno de los mejores trabajos de Hirokazu Kore-eda. Y no es que los cuatro episodios restantes sean menos interesantes, pero al desarrollarse a partir de una elipsis y enfocarse en las historias personales de las hermanas durante varios años, tiene una estructura algo más dispersa. Se suceden las rupturas, las bodas y las incertidumbres de las hermanas en su relación con sus respectivas parejas o amantes, y las figuras masculinas están retratadas como un reflejo del machismo en la sociedad japonesa a principios de los años ochenta, en la que conviven las costumbres tradicionales con las esperanzas puestas en una sociedad moderna, diez años antes de que se produjera la llamada "década perdida" en Japón, cuando estalló la burbuja inmobiliaria que provocó la mayor crisis económica del país a principios de los noventa, la época en la que se desarrolla la trama más moderna de la serie Pachinko (Apple tv+, 2022). Hirokazu Kore-eda retrata el principio de los ochenta con cierto optimismo, y aunque se produce un hecho dramático en el Episodio 6 (T1E6) que cambiará completamente la vida de Sakiko, evita cuidadosamente caer en el melodrama, pero regala al personaje uno de los monólogos más emocionantes de la serie: "¿Por qué me desahogo con un desconocido? ¿Por qué dejé que me sedujera y le seguí? No me reconozco". El sentimiento de culpabilidad por un desliz refleja en esta emotiva escena las diferencias de percepción entre géneros en la sociedad japonesa. En el episodio final, Takao explica a Shizuo por qué define a las mujeres como "asuras", entidades sobrenaturales de la espiritualidad india que se caracterizan por estar sedientas de poder y en constante guerra, consideradas a veces como demoníacas: "Por fuera representan lo virtuoso, pero también son desdeñosas". Sin embargo, al mostrar la historia desde el punto de vista femenino, el director niega esta definición, reflejando cómo los convencionalismos de una sociedad machista se convierten en los obstáculos que deben superar las hermanas para mantener la familia unida. 

Lejos de tener la textura única de un drama cercano a la telenovela, Asura tiene un carácter divertido, que se refleja a través de la interacción de las protagonistas, y resulta mucho más compleja y profunda de lo que parecería si se la mirara solo como un melodrama familiar. Los créditos finales son un hallazgo divertido, con cada una de las hermanas lanzando objetos a sus respectivas parejas masculinas, un acto de liberación y de rabia que refleja todo aquello que durante la historia mantienen en su interior: permanecer calladas, mantenerse al margen de infidelidades que resultan evidentes, establecer un vínculo de silencio y negación para evitar que la familia se desmorone. Pero el personaje del padre, Kôtarô Takezawa, es una excelente muestra de esa figura que ha decepcionado a la familia pero se mantiene cercano, acepta que su hija y su yerno convivan con él, cambia el semblante cuando se encuentra con el hijo pequeño que ha tenido con su amante pero toma la decisión de cortar lazos con él sin remordimientos. En una carta escrita a un periódico, una autora anónima se pregunta: "¿Vivir sin hacer olas es como las mujeres se mantienen felices?". Las protagonistas se sienten tan identificadas con su historia, en la que la autora menciona que recientemente ha descubierto junto a sus hermanas que su padre tiene una amante, que piensan que ha podido escribirla una de ellas. Nunca sabemos quién ha sido, pero la descripción de unas mujeres que tratan de evitar que su entorno se vea enturbiado por los secretos que conocen, es una realidad con la que muchas se podrían sentir identificadas en la sociedad de su época. 

Dostoyevsky
  ★★★☆
SkyShowtime - 20 de enero
Italia, 2024 - 6x60'
Creada por Damiano D'Innocenzo, Fabio D'Innocenzo
Dirigida por Damiano D'Innocenzo, Fabio D'Innocenzo
Festival de Berlín '24: Berlinale Special

Si a principios de 2024 la producción francesa de series ofrecía algunos títulos notables, este año es Italia la que introduce algunas de las propuestas más impactantes de 2025: M. Il figlio del secolo (Sky, 2024), recién estrenada en Italia y Gran Bretaña, es una poderosa incursión en el nacimiento del fascismo italiano a través de un Benito Mussolini (Luca Marinelli) que interpela directamente al espectador, con música electrónica y la denuncia de un lenguaje de odio que tiene escalofriantes paralelismos con la actualidad, dirigida por Joe Wright y producida por Pablo Larraín. Mientras tanto, en España SkyShowtime ha estrenado sin ninguna promoción una de las mejores series italianas del año pasado, con permiso de This is not Hollywood (Disney+, 2024). Incluida en la sección Berlinale Special del pasado Festival de Berlín, Dostoyevsky (SkyShowtime, 2024) es la primera serie creada y dirigida por los hermanos Damiano D'Innocenzo y Fabio D'Innocenzo, dos de los cineastas más personales del panorama internacional, responsables de películas como Queridos vecinos (2020) y America Latina (2021), propuestas que pueden ser tan fascinantes como exasperantes. Pero su particular mirada es tan personal que recientemente el cantante Kanye West les eligió para dirigir el videoclip de la canción "Talking/Once again", de su album Vultures 1 (YZY, 2024). En el episodio El contenedor (T1E3), el jefe de policía Antonio Bonomolo (Federico Vanni) comenta: "Hace veinte años que tenemos el mal encima. Cualquiera que limpie un sótano acaba ensuciándose. Y nosotros estamos sucios desde hace veinte años. Quiero encontrar a Dostoievski para quitarme esta peste de encima". Puede servir como definición de una serie que está protagonizada precisamente por personajes sucios en lugares sucios, y no solamente en el sentido superficial de la palabra. Al policía Enzo Vitello (Filippo Timi) le encontramos por primera vez en Dostoevskij (T1E1) tumbado en el suelo, con resaca y vomitando. Más tarde, la cámara se introduce literalmente en sus intestinos cuando se somete a una colonoscopia, de manera que los hermanos D'Innocenzo plantean desde las imágenes una incursión al lado más oscuro del protagonista, sin que en este caso se trate de una metáfora. Pero es la esencia de una serie que muestra la fealdad de los alrededores de Roma y de los personajes que habitan estos espacios periféricos. Cuando un asesino en serie comienza a actuar, Enzo Vitello sale de su estado de permanente resaca para tratar de encontrar a un criminal que deja cartas escritas con una literatura que quiere ser elaborada pero es casi infantil: "Os he librado de esta enfermedad absurda que es la vida", escribe en el episodio La ciudad de los niños equivocados (T1E2). La policía le llama Dostoyevsky por su afición a esta literatura epistolar, y encontrarle se convierte en una obsesión para Vitello porque le enfrenta a un espejo de sí mismo. 

Si estamos acostumbrados a series criminales protagonizadas por policías de moralidad dudosa, el protagonista de Dostoyevsky supera todos los límites, especialmente en la relación complicada que tiene con su hija Ambra (Carlotta Gamba), una joven drogadicta a la que está dispuesto a comprarle las pastillas a las que es adicta para poder tener una mínima relación paterno-filial. Pero la revelación del episodio Puertas (T1E4) en el que el protagonista explica por qué decidió abandonar a su hija cuando era pequeña, es una clara intención de mostrar que no hay redención posible para Enzo Vitello, que su viaje es un descenso a los infiernos sin billete de vuelta. Esta incursión en la sordidez sin concesiones puede no ser del gusto de muchos espectadores, una característica que también ha servido como crítica para la estupenda película La chica de la aguja (Magnus von Horn, 2024), y aunque hay que reconocer que se requiere cierto estómago para dejarse llevar por el viaje de oscuridad que propone esta historia, tampoco está exenta de cierta ironía en los diálogos que de alguna manera se burlan de esa misma decrepitud que refleja. Cuando Enzo Vitello decide llevar a cabo la investigación por sí mismo, al llegar a un hotel de mala muerte pide la habitación más barata y sucia que tengan, a lo que la encargada responde: "Está ocupada". "Entonces deme la suite de lujo", le dice él. Por supuesto, la habitación en la que se instala es tan mugrienta como cualquier otra. El título de los dos últimos episodios (en España la serie se ha estrenado sin títulos) también parece ironizar sobre la propia percepción que el espectador pueda tener de la propuesta: Nunca vi una temporada peor (T1E5) y No seas cruel con el final (T1E6). Cuentan los hermanos D'Annunzio, que crearon esta serie a partir de un encargo del director de contenido de Sky Italia, que pretendían que el físico de Enzo Vitello fuera tan escarpado y desnudo como el paisaje en el que se desarrolla la historia. Y que la introducción en la atmósfera para implicar al espectador de una manera activa requería también involucrarle en un ambiente en el que se encontrara perdido. La cámara a veces acompaña en plano secuencia al protagonista, como en la escena en la que busca a su hija en uno de esos tugurios a los que suele acudir para drogarse, pero sobre todo se acerca mucho a los rostros y las expresiones de los personajes. Se podría comparar Dostoyevsky con la primera temporada de True detective (Max, 2014-), pero la oscuridad en la que nos sumerge es incluso más profunda. 

La serie se estrenó como un largometraje de dos partes en las salas de cine italianas (en total son unas 4 horas y media) y en noviembre del año pasado llegó a la plataforma Sky Italia, lo que muestra en cierta manera ese planteamiento de estructura narrativa que utiliza los tres actos habituales de un largometraje más que una forma de contar la historia marcada por los episodios. Pero al margen del absurdo debate sobre si algunas series son películas alargadas, en un panorama audiovisual en el que los límites de la narrativa que establecen las diferencias entre cine y televisión son prácticamente inexistentes, no se siente que la historia se cuente en más tiempo del que es estrictamente necesario. Enzo Vitello no solo se enfrenta a la búsqueda de un asesino en serie que tiene conexión con el pasado, o a su propia definición como padre con deseos oscuros, sino que también tiene un antagonista en el agente de policía Fabio Bonocore (Gabriel Montesi), que le reta desde el principio como una especie de macho alfa que disputa su territorio al más veterano. Dostoyevsky es una serie policíaca que utiliza ciertos elementos comunes al género para desvirtuarlos y retorcerlos en una narración que está más interesada en explorar la psicología del investigador que la naturaleza del criminal. Lo que permite que se coloque en un terreno diferente y novedoso, en un drama psicológico que se alimenta de su propia suciedad, de los lugares infectados por la mugre, tan pringosa como el interior de los personajes. No es un relato de salvación sino de condena, y el camino inevitable hacia la perdición del protagonista, pero también de unos personajes que siguen impregnados de esa peste a la que se refería el jefe de policía. Con un montaje de Walter Fasano que corta planos a veces de manera brusca manteniendo un ritmo constante, y una banda sonora de Michael Wall que subraya la oscuridad, Dostoyevsky es un policíaco que trata de encontrar caminos diferentes, con un protagonista reflejado en las descripciones del asesino, que se refieren a una vida de sufrimiento que necesita ser liberada. En su posible pretenciosidad, resulta una de las descripciones más sórdidas del alma humana y uno de los acercamientos más personales y originales al género policíaco. 

Prime target 
 ★★☆☆
Apple tv+ - 22 de enero-5 de marzo
Reino Unido, 2025 - 8x45'
Creada por Steve Thompson 
Dirigida por Brady Hood 

Hay dos elementos que parecen atraer especialmente a Morgan Wandell, el Jefe de Contenido Internacional de Apple tv+ desde que se lanzó la plataforma en 2017: el thriller y las nuevas tecnologías. El primero es uno de los géneros más visitados por el catálogo de Apple, y el segundo es casi una obligación porque la inversión audiovisual de la compañía sirve como vehículo de autopromoción para sus principales avances tecnológicos. En el caso de la nueva serie Prime target (Apple tv+, 2025), que usa en su título una doble referencia a los números primos tan importantes en el desarrollo de la historia, estos dos elementos conforman una solvente propuesta que resulta tan entretenida como algo superficial en la descripción de los personajes. Tras un prólogo que muestra una explosión de gas en Bagdad que deja al descubierto un importante yacimiento, el comienzo de la historia se desarrolla en la Universidad de Cambridge en la que el profesor Robert Mallinder (David Morrissey) recuerda a los alumnos que allí se iniciaron algunos grandes avances científicos: "Isaac Newton revolucionó las matemáticas. Darwin expuso por primera vez su teoría de la selección natural. Crick y Watson encontraron los componentes básicos de la vida". En medio de este discurso el adelantado estudiante Edward Brooks (Leo Woodall) hace la primera (no será la última) de las referencias en la serie a Robert Oppenheimer, el científico que hizo avanzar la ciencia creando un arma destructiva. El planteamiento sobre los posibles límites que debería tener la investigación científica si ello supone la posibilidad de ser utilizada contra el hombre, es uno de los temas principales de la serie. El protagonista es una especie de John Nash, el matemático que le proporcionó el Oscar a Russell Crowe por Una mente maravillosa (Ron Howard, 2001), con una capacidad natural para descifrar los números, y su foco está puesto en lograr lo que hasta el momento es imposible: encontrar la fórmula para deducir el origen numérico de una cifra, lo que es la base de la criptografía, el sistema de seguridad que utilizan los bancos y la comunicación tecnológica. El éxito de su teorema supone encontrar una especie de llave maestra que daría acceso a cualquier contraseña, y el yacimiento encontrado en Bagdad tiene algo que decir sobre eso. Escrita por Steve Thompson (1967, Inglaterra), creador de entretenidas series policíacas como Vienna Blood (Movistar Plus+, 2019-) y guionista de algunos episodios de Sherlock (BBC, 2010-2017), Prime target no tiene demasiado interés en explicar las fórmulas matemáticas, lo cual se agradece, quedándose en un concepto general que se puede entender fácilmente, pero tampoco en desarrollar demasiado a sus personajes, lo que convierte el planteamiento sobre la discutible intervención de la ciencia en la creación de auténticas armas de destrucción, en una cuestión algo superficial. La serie vuelve a referirse a Oppenheimer en el episodio final, La llave (T1E8), cuando Edward menciona la frase "The destroyer of the worlds (El destructor de mundos)", que pronunció el científico en su famoso discurso de 1945 repudiando su propia creación. 

El personaje que más insiste en recordar a Edward su responsabilidad moral es Taylah, interpretada por la actriz no binaria Quintessa Swindell. Lo que resulta curioso porque a esta experta en tecnología la conocemos precisamente trabajando para la NSA invadiendo la vida privada, mediante sistemas de vigilancia remota, de expertos en matemáticas de todo el mundo que trabajan en descifrar los números primos. Aunque el guión parece tener especial cuidado en no cuestionar demasiado el trabajo de la NSA, excepto por algunos responsables individuales: la directora de la agencia en París, Jane Torres (Martha Plimpton) y su superior Andrew Carter (Harry Lloyd), que en su condición de personajes arquetípicos, son los mejor perfilados de la serie  especialmente el segundo, al que el actor que recordamos de la primera temporada de Juego de tronos (Max, 2011-2019), pero también la voz de Viktor en la serie de animación Arcane (Netflix, 2021-2024), proporciona un perfil de antagonista educado pero muy odiable que le hacen muy atractivo. A partir de La secuencia (T1E3), Edward y Taylah unen sus destinos, entre otras cosas porque se da cuenta de que quienes persiguen al joven estudiante son los mismos que están intentando matarla a elle, y que su inicial confianza en Jane Torres, que alguna vez fue una especie de protectora, no parece una salvación. De esta colaboración entre ambos surge la pregunta principal que nos plantea la serie: ¿para qué se preocupa todo el mundo en que Edward encuentre la solución de un teorema que descifra todas las contraseñas, si Taylah es capaz de acceder a cualquier sistema de seguridad con un ordenador? Incluso en el túnel del Canal de la Mancha en El último enlace (T16), que es un episodio de acción bien realizado pero bastante inverosímil. Brady Hood (1985, Inglaterra) es un experto en series de acción que ha dirigido algunos episodios de Top boy (Netflix, 2011-2023), aunque también varios de la nefasta miniserie Grandes esperanzas (Disney+, 2023). Su formación como matemático  pero en general mantiene un buen ritmo a lo largo de los entretenidos ocho episodios, incluso aunque utilice algunas referencias visuales que resultan algo obvias, como las escaleras circulares. 

Para alegría de muchos, el actor Leo Woodall, principalmente conocido por sus papeles protagonistas en la segunda temporada de The White Lotus (Max, 2022-) y en el drama romántico Siempre el mismo día (Netflix, 2024), interpreta en esta ocasión a un personaje homosexual, cuya vida privada y su relación con el camarero Adam Mellor (Fra Free) se compagina difícilmente con la conspiración en la que se ha visto envuelto. Y también para alegría de muchos, encontramos algunos destacados actores en personajes secundarios, que adquieren mayor o menor importancia a lo largo de la trama: Stephen Rea como el profesor James Alderman, y la actriz danesa Sidse Babett Knudsen, la primera ministra de Borgen (Netflix, 2010-2022), como la profesora Andrea Lavin, esposa de Robert Mallinder, especialmente interesada en el yacimiento encontrado en Bagdad, una referencia a la Casa de la Sabiduría, la antigua biblioteca islámica perdida que se considera el lugar donde se iniciaron las matemáticas, y que es fundamental en la aplicación al teorema que está desarrollando el protagonista. Aunque se hubiera agradecido una mejor escritura de este personaje que a veces se siente demasiado utilitario dentro de la historia. Lo mejor que tiene Prime Target es que es una serie protagonizada por personajes que están pensando constantemente, sobre todo en el episodio Prime finder (T1E7), pero que no requiere que como espectador pensemos demasiado, sino que nos dejemos llevar por un thriller bastante solvente cuyas reflexiones sobre los límites de la investigación científica pueden resultar algo inocentes y convencionales. 

El mejor infarto de mi vida 
 ★★★☆
Disney+ - 24 de enero
Argentina-Uruguay-España, 2025 - 6x35'
Creada por Pablo Bossi, Beda Docampo Feijoo | Escrito por Lucas Figueroa 
Dirigida por Pablo Bossi, Mariana Wainstein

En una de las camisetas que lleva puestas el protagonista de esta serie se puede leer una famosa frase de Paulo Coelho: "Un error repetido más de una vez es una decisión", que podría ser una perfecta definición de la situación en la que se encuentra Ariel (Alan Sabbagh), un escritor frustrado al que le gustaría publicar libros de poesía pero que se encuentra atrapado en una editorial multinacional como escritor fantasma de biografías de tipos que no se las merecen. Su estilo de vida y la tensión de la separación de su pareja Isabel (Eleonora Wexler) son la mezcla perfecta para que su corazón le de un aviso en algún momento, y el infarto, que inevitablemente se produce mientras se encuentra en Montevideo, acaba cambiando radicalmente su vida. Es lo que ocurrió en la realidad al escritor Hernán Casciari (1971, Argentina), que sufrió un ataque al corazón en el año 2015. Fundador de la llamada Comunidad Orsai, una sociedad de autogestión cultural formada por artistas para poner en marcha proyectos literarios y audiovisuales, de la que surgió la película La uruguaya (Ana García Blaya, 2022), las circunstancias que rodearon a este infarto fueron tan sorprendentes que acabó contándolas primero en su columna en el periódico español El Mundo y más tarde en una recopilación de sus textos en el libro El mejor infarto de mi vida (2017, Ed. Orsai). Pero fue una entrevista que realizó a los dueños del Airbnb en el que se había hospedado, y que fueron quienes le salvaron la vida al llevarle rápidamente al hospital, la que se acabó viralizando y llamando la atención de diversas plataformas de streaming. La historia se ha convertido en una serie que cuenta además con la participación en la adaptación del director español Beda Docampo Feijóo (1948, Pontevedra) y del productor Pablo Bossi (1962, Argentina), que ha producido algunos de los mayores éxitos del cine argentino como Nueve reinas (Fabián Bielinsky, 2000) y El hijo de la novia (Juan José Campanella, 2001), además de títulos españoles como Cerrar sus ojos (Víctor Erice, 2023) y series como El grito de las mariposas (Disney+, 2023) y Bellas Artes (Movistar Plus+, 2024). Hay por tanto un equipo destacado que ha convertido la historia real en una ficción en clave de dramedia, en la que los puntos de vista se modifican conforme se desarrolla la trama central para ramificarse en otras tramas igual de importantes. Porque lo destacado del infarto no son solo las consecuencias en la vida de Ariel, sino cómo transforma la de sus anfitriones uruguayos: Javier (Rogelio Gracia) y Alejandra (Romina Peluffo), protagonistas absolutos del episodio Alejandra y Javier (T1E3), que cambia la perspectiva de la historia. 

Situada en el año 2017, la visita de Ariel a Montevideo se produce el mismo día en que la selección de Uruguay está a punto de clasificarse para el Mundial de Fútbol de Rusia, un dato importante para el desarrollo de esa noche en la que se produce el infarto. La estructura de la serie que convierte en personaje secundario durante algunos episodios al protagonista, proporciona una narrativa más ágil que transforma una historia particular en una colectiva, como una especie de efecto mariposa que acaba afectando a muchos más personajes. Antes de que se produzca el infarto, Ariel conoce a una bailaora flamenca llamada María de las Conchas (Olivia Molina), aunque en Argentina se hace llamar solo María por razones evidentes, mientras actúa en un tablao de Buenos Aires. En el episodio Concha, Joni y Los Chungos (T1E5), el menos interesante de todos, se cuenta la historia de fondo de este personaje, que se inicia con la muerte de su padre (Manolo Caro) y la implicación de su tío El Yayo (Imanol Arias) en la formación de su sobrina. Pero la parte española no es precisamente la más brillante de la serie, envuelta en tópicos sobre la comunidad gitana a través de la imposición de un compromiso con Joni (Javier Holguín) y una puesta en escena que se siente pobre. Aunque es cierto que Hernán Casciari tiene una pareja y una hija españolas, y de hecho vivía y trabajaba en España en 2015, la trama española que rodea al personaje de Concha se siente algo forzada y poco integrada en la historia, incluso los actores parecen demasiado agarrotados en sus personajes. Funciona mejor la parte uruguaya en la que Javier y Alejandra se viralizan gracias a su intervención salvando a Ariel, y hasta reciben la visita del fundador de Airbnb Joe Gebbia (Brian Maya), lo que en algunos momentos parece un product placement de la popular plataforma de alquileres, aunque está extraído de la realidad. 

El mejor infarto de mi vida (Disney+, 2025) funciona bien gracias a un sentido del humor sutil sin demasiadas estridencias que brilla especialmente cuando vemos en pantalla al actor Alan Sabbagh, con un sentido del tempo cómico perfecto y una capacidad de generar simpatía, incluso aunque su personaje tome decisiones equivocadas. Al actor argentino le hemos visto en algunos episodios de División Palermo (Netflix, 2023-) y El encargado (Disney+, 2022-), pero es en esta serie en la que tiene la oportunidad de demostrar su talento para crear un personaje que tiene algo del tipo de protagonistas de Woody Allen. Se trata de una historia sencilla, aunque contada con una estructura menos lineal de lo que suele encontrarse en estas series, que subraya sobre todo la confianza en la bondad de las personas y en la capacidad de transformar vidas a través de la solidaridad con el prójimo. Ese tono optimista que puede contrastar con una actualidad en la que solo escuchamos historias de enfrentamientos y conflictos, acaba siendo la principal virtud de una serie pequeña pero muy efectiva en su planteamiento y desarrollo. Esta idea de encontrar el lado positivo a un hecho eminentemente dramático como un infarto se repite estas semanas en otra de las comedias estrenadas, la española A muerte (Apple tv+, 2025), de manera que parece una curiosa coincidencia la de presentar dos historias que parten de problemas médicos relacionados con el corazón para construir relatos románticos alrededor de sus personajes. Si bien la serie venía precedida por la mediocre película Más respeto que soy tu madre (Marcos Carnevale, 2022), que contaba con guión de Hernán Casciari, las posibles alarmas que podía provocar acaban siendo sustituidas por una comedia amable de mensaje positivo que termina transmitiendo una agradable sensación de confianza en la humanidad. 

Matlock 
 ★★★☆
Movistar Plus+ - 26 de enero-23 de marzo
Estados Unidos, 2024 - 10x45'
Creada por Jennie Snyder Urman
Dirigida por Kat Coiro, Brad Silberling, Marie Jamora, Tessa Blake, Yangzom Brauen, Daniel Willis
Critics Choice '25: Mejor Actriz de Serie Dramática (Kathy Bates)
Screen Actors Guild Awards '25: Nominada Actriz Dramática (Kathy Bates)

La reposición de series que triunfaron en los años ochenta y noventa se ha convertido en una recurrente forma de desarrollar lo que se ha llamado como Propiedad Intelectual (IP), que es el recurso principal (casi único) de las líneas de programación de las plataformas de streaming. El toque nostálgico mezclado con una mirada más actualizada permite que series como Juzgado de guardia (Warner TV, 2023-) o Frasier (SkyShowtime, 2023-2024), tengan una segunda oportunidad. El problema es que ya no hay tiempo para que los proyectos adquieran ritmo, especialmente las comedias sitcom, y la impaciencia provoca que se cancelen antes de que hayan engrasado su maquinaria, como ha ocurrido con esta última. Matlock (NBC, 1986-1995), fue un procedimental legal de éxito en Estados Unidos, que se emitió primero en NBC y posteriormente en ABC, con una estructura parecida a la de la más conocida en España Perry Mason (NBC, 1985-1993), y de hecho Dean Hargrove, el responsable de la recuperación del personaje en una serie de tv movies protagonizadas por Raymond Burr en los años ochenta, fue uno de los creadores de Matlock. Esta nueva versión de la serie original podríamos denominarla reboot con cambio de género, pero realmente establece un juego interesante con su precedente, al que la protagonista Madeleine Matlock (Kathy Bates) se refiere directamente cuando dice su nombre: "Matlock, como la antigua serie de televisión", de la que el resto de los personajes más jóvenes ni siquiera han oído hablar. En la superficie, Matlock (Movistar Plus+, 2024-), que ya ha sido renovada para una segunda temporada, tiene todos los elementos del procedimental tradicional de cadena de televisión por cable. Pero hay un trasfondo más interesante que se revela al final del episodio Piloto (T1E1). El regreso de Madeleine Matlock a la carrera legal después de 30 años sin ejercer como abogada no está motivado por las deudas, como ella cuenta, sino que tiene una razón más dramática. Ella no es la anciana que se ve obligada a volver a trabajar a sus 76 años, sino que tiene una agenda personal muy clara. Matlock está creada por Jennie Snyder Urman (1975, New York), la responsable de la exitosa Jane the virgin (CW, 2014-2019), sobre una mujer católica que descubre que ha sido inseminada accidentalmente, y por tanto la apariencia de procedimental tradicional y de evasión en realidad esconde el tratamiento de temas muy relevantes: en el episodio Un tipo llamado Greg (T1E3) se aborda el acoso sexual, y en Las entrañas de la bestia (T1E7), Matty debe defender las malas prácticas de una gran empresa farmacéutica. La crisis de los opioides está presente de manera permanente en la serie, y es una de las razones por las que Kathy Bates afirma haber aceptado el personaje. El año pasado, 81.000 personas murieron por sobredosis de opioides en Estados Unidos, un 80% de las muertes por sobredosis relacionadas con las drogas que se produjeron en 2024. Kathy Bates tuvo cierto contacto con los opioides cuando pasó por un cáncer de ovario en 2003 y un cáncer de mama en 2012, pero evitó la adicción.

La serie también aprovecha el protagonismo de un personaje maduro para afrontar temas como la invisibilidad social de las personas de la tercera edad, lo que se ha dado en llamar el edadismo, la discriminación por razones de edad. Pero Matty Matlock aprovecha precisamente esta circunstancia para poder acceder a determinada información o colarse en algunas reuniones en las que nadie le presta atención. Hay algunas divertidas referencias a la diferencia generacional, como cuando en el episodio No, no hay monstruos (T1E8), la protagonista está escuchando junto a su nieto Alfie (Aaron D. Harris), que la ayuda a manejarse con las nuevas tecnologías, la conversación procedente de un micrófono oculto, y menciona: "A esto en mi época le llamábamos televisión". Las series están prestando mayor atención a los personajes de más edad, consiguiendo resultados interesantes como la reciente Un hombre infiltrado (Netflix, 2024-), lo que permite abordar cuestiones como la soledad. Matty también puede ser más cálida y empática que su jefa Olympia Lawrence (Skye P. Marshall), una abogada dura y eficiente, cuya interpretación le ha valido a la actriz una nominación a los Critics Choice Awards. La relación entre ambas, que comienza de manera tensa, se desarrolla con una progresiva comprensión y respeto, lo que se convierte en uno de los elementos destacados de la serie. Olympia se enfrenta además a un proceso de divorcio de su marido Julian (Jason Ritter), mientras el socio principal del prestigioso bufete Jacobson Moore, Senior (Beau Bridges) intenta dar un giro hacia defensas relacionadas con la justicia social, más por una cuestión de imagen de marca que porque se sienta identificado con las causas que defiende. Matlock maneja un difícil equilibrio entre el caso semanal y el misterio serializado, y lo consigue en muchos momentos (es una serie concebida estrictamente para su consumo semanal, porque el visionado más cercano de sus episodios puede desvelar los flecos repetitivos de su estructura). Pero en este sentido es honesta con su planteamiento, al mismo tiempo que introduce un elemento que la diferencia: la mirada externa que ofrece Matty Matlock desvela la artificiosidad de los procedimientos judiciales, y por tanto la artificialidad de los procedimentales legales, de manera que la serie también tiene algo que decir respecto a la estructura narrativa del propio género que abraza. Si únicamente valoramos los casos que se suceden en cada episodio, no sería demasiado destacable, aunque consigue que la protagonista siempre encuentre una manera de ganar manteniendo una cierta calidez humana. Pero el principal motor de la serie es Kathy Bates, 76 años en plena actividad, que consigue ese proyecto en el que parece encontrarse cómoda, con un personaje que le permite estar presente en la televisión, aunque tiene pendiente el rodaje de la película Thelma (Ken Kwapis, 2026), otra protagonista fuerte, la madre del escritor ganador del Pulitzer John Kennedy Toole, que consiguió publicar la novela La conjura de los necios (1980, Ed Anagrama) veinte años después de que su hijo se suicidara por no lograr publicarla. 

Consuelo 
 ★★★☆
ViX/atresplayer - 27 de enero
México-Colombia, 2024 - 10x35'
Creada por Juan Carlos Aparicio, Mateo Stivelberg
Dirigida por Kenya Márquez

La llegada de los contenidos de la plataforma latinoamericana ViX, que se formó a partir de la fusión entre las grandes empresas de comunicación Televisa y Univision en 2022, se ha producido como una especie de canal propio dentro de atresplayer, al que se puede tener acceso mediante una suscripción adicional sin publicidad. Lo que demuestra la tendencia del audiovisual a tratar de encontrar espacio a través de colaboraciones con compañías ya consolidadas en sus territorios, frente a los intentos que se habían venido produciendo hace unos años de adentrarse en otros mercados de manera independiente, y que ha costado hasta la casi desaparición de plataformas como la escandinava Viaplay tras el fracaso de su incursión en los mercados anglosajones. No está claro hasta qué punto este tipo de colaboraciones son rentables, pero al menos aprovechan las infraestructuras ya existentes para evitar inversiones desproporcionadas. Por el momento, la llegada de ViX a España no ha hecho demasiado ruido, y eso que ofrece miles de horas de contenido que pertenecen al antiguo catálogo de Televisa y de Univision, pero también las series recientes que ha puesto en marcha ViX, muy activa en la producción audiovisual. Entre ellas se encuentran éxitos en Latinoamérica como El extraño retorno de Diana Salazar (ViX, 2024), una telenovela erótica en la que el alma de una antigua bruja se reencarna en la actualidad, o El gallo de oro (ViX, 2023-), que está basada en el relato corto del escritor Juan Rulfo (1917-1986, México). Pero entre su contenido destacamos una serie que ha provocado mucha conversación en su país de origen, y que ofrece una amable comedia de contenido feminista que no es tan habitual en México, a través de una ama de casa que en los años cincuenta inicia un negocio de venta de consoladores, pero ocultando su identidad por las repercusiones que puede traer a su familia en una sociedad principalmente machista. Consuelo (ViX, 2024-), de la que se ha anunciado ya una segunda temporada, está ambientada en 1955 y protagonizada por Consuelo de Portillo (Cassandra Sánchez Navarro), una mujer dedicada a su principal cometido como esposa y madre, las funciones asignadas al sexo femenino, hasta que su marido Carlos (Julio Palomeque) la abandona, desapareciendo sin dejar rastro, lo que la deja en una situación complicada, sin fuente de ingresos en medio de una comunidad de esposas conservadoras, y teniendo que enfrentarse a la próxima boda de su hija Martha Patricia (Sofía Monarrez). La situación se hace más insostenible conforme pasa el tiempo, hasta que Consuelo descubre la posibilidad de incorporarse como vendedora de un producto especial que se anuncia como una batidora pero que en realidad es un consolador para esposas que no encuentran demasiado placer en las relaciones sexuales con sus maridos.

Creada por Juan Carlos Aparicio (1982, Colombia), y Mateo Stivelberg (1983, Colombia) responsables de series como Las Villamizar (Caracol TV, 2022), se trata de una coproducción entre México y Colombia, pero que está desarrollada a través de la sede latinoamericana Mediapro México de la productora española The Mediapro Studio. El territorio americano se ha convertido en un mercado clave para la expansión de esta empresa audiovisual, que ya ha producido allí series como Iosi, el espía arrepentido (Prime Video, 2022-2023), Las Bravas F.C. (Max, 2022-) o Barrabrava (Prime Video, 2023-). A través de una comedia sencilla que se ha rodado principalmente en interiores, Consuelo tiene cosas que decir sobre el papel tradicional de las mujeres dentro de la sociedad mexicana, aunque desarrollar la historia en los años cincuenta permite ofrecer una representación mucho más expuesta del carácter conservador que rodea a la protagonista, que no solo está representado por los hombres, sino sobre todo por otras mujeres, como su vecina moralista Olga Pontón de Acevedo (Catherine Siachoque). Cuando surgen los rumores sobre la distribución de juguetes sexuales entre las mujeres de la comunidad, es el grupo de vecinas el que se esfuerza por encontrar el origen de esas ventas, y la serie aprovecha también para abordar algunos temas transversales como la primera participación de las mujeres en las votaciones electorales de México, que se produjo el 3 de julio de 1955, dos años después de que se reformara la Constitución para permitirles acceder al voto. En esas votaciones federales, que forman el trasfondo del episodio Voto de castidad (T1E9) también fueron elegidas las primeras diputadas federales del país. 

Aunque la industria audiovisual mexicana sigue marcada por un predominio de los autores y productores masculinos, Consuelo rompe cierto tópicos, contando con la participación de Larissa Andrade como jefa de guiones, después de trabajar también en la segunda temporada de Las Bravas F.C., y con la directora Kenya Márquez (1972, México), responsable de las películas Asfixia (2019) y Nada que ver (2023). Aunque el personaje de Consuelo acaba siendo menos independiente de lo que sugiere la historia, estando de nuevo relacionada con una pasión amorosa por el médico Fernando Palomares (Erik Chapa), lo que en cierto modo contradice el desarrollo personal de la protagonista. Pero dentro de una habitual mirada condescendiente, Consuelo consigue abrir nuevos caminos respecto a la representación de las mujeres protagonistas, a través de una comedia sencilla que ha logrado el éxito suficiente como para estar a punto de estrenar su segunda temporada, después de un episodio final, Noche de bodas (T1E10) que se desarrolla en la boda de Martha Patricia, y que termina en un cliffhanger para la protagonista.

Oriana Fallaci 
 ★★☆☆
Movistar Plus+ - 28 de enero
Italia, 2024 - 8x45'
Creada por Alessandra Gonnella, Diego Loregian
Dirigida por Alessandra Gonnella, Giacomo Martelli, Luca Ribuoli

Oriana Fallaci (1929-2006, Italia) fue una de las periodistas italianas más populares en las décadas de los 50 y 60, cuyo reconocimiento se ha ido consolidando a lo largo de los años, y que ahora tiene un nuevo resurgir gracias a la labor de su sobrino y heredero Edoardo Perazzo. De hecho, en España se están reeditando algunos de los libros que escribió: el año pasado se publicó Un hombre (1979, Alianza Editorial), sobre la relación que mantuvo con el héroe de la resistencia griega Alekos Panagulis, y este mes de enero se ha reeditado Tan adorables. Mis Fallaci a la conquista de Hollywood (2023, Ed. Alianza Editorial), una recopilación de los artículos que escribió durante su estancia en Los Angeles y Nueva York. En los próximos meses, Alianza Editorial tiene previsto publicar otros de sus libros, como el conmovedor Carta a un niño que nunca nació (1975, Ed. Alianza Editorial). Al mismo tiempo, el Festival de Roma acogió el año pasado la presentación de los primeros episodios de las erie Oriana Fallaci (Movistar Plus+, 2024), una producción de Paramount+ y RAI que se estrenará en la televisión pública italiana el próximo 28 de febrero, de maneta que, curiosamente, la serie se puede ver en España antes que en Italia. La periodista tenía fama de no callarse e incluso ser demasiado impulsiva, tan crítica con el islamismo que algunos políticos de extrema derecha como Matteo Salvini han tratado de apoderarse de su discurso como si ella pudiera participar de las políticas extremistas en la actualidad. De hecho, quienes defienden la teoría de que se está produciendo una islamización de Europa consideran algunos de sus libros como una anticipación de lo que ocurriría en años posteriores. En unas cartas privadas que se publicaron hace unos años en el libro La paura è un peccato (El miedo es un pecado) (2016), escribió sobre los reyes de España: "Almorzar con Juan Carlos y Sofía es lo peor. Conozco a esos dos idiotas. Los entrevisté en Atenas antes de su estúpido matrimonio, y están hechos del mismo molde que Franco". La serie comienza con una entrevista al Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger en 1972, quien dijo de ella que "se las arregla para conseguir que la gente diga cosas que no quiere decir". Pero es un prólogo para situarnos en la relevancia de sus entrevistas políticas después de que se iniciara con artículos dedicados al mundo de Hollywood y de la moda. Trasladándonos hasta el año 1956, la redacción del la revista L'Europeo es un espacio predominantemente masculino en el que Oriana Fallaci (Miriam Leone) trata de encontrar un espacio en la sección política que el editor Attilio Battistini (Francesco Colella) le niega constantemente. Hasta que promete conseguir una entrevista con Marilyn Monroe si la  envían a Nueva York, donde permanece recluida. Los primeros episodios, La apuesta (T1E1) y Figuras de cera (T1E2) cuentan su incursión en el mundo del cine, tratando de encontrar a la famosa actriz a través de directores que trabajaron con ella, como Jean Negulesco (Tim Daish), pero la infructuosa búsqueda de la entrevista (llega incluso a hablar con su marido, el escritor Arthur Miller (Philipp Christopher)), la acaba convirtiendo en el centro de su primer artículo, que se convertirá en un éxito de ventas para L'Europeo. 

Este primer contacto con el mundo de Hollywood es lo mejor de la serie: conoce a Orson Welles (el actor islandés Jóhannes Haukur Jóhannesson, que tiene un asombroso parecido con el director de cine), quien se convierte en uno de sus aliados, y más tarde prologuista de su primer libro. También es encantadora su relación con Giovanna Corsi (Francesca Agostini), hija de un diplomático que ejerce primero como su traductora y se convierte más tarde en su mejor amiga en Estados Unidos. Con un buen nivel de producción, sorprende que la serie se ha rodado íntegramente sin salir de Italia, incluso todas las escenas que transcurren en diferentes ciudades del mundo como Nueva York o Londres que se recrearon en los estudios Cinecittà World, mientras que las escenas en Los Angeles fueron rodadas en localizaciones de la costa del Lacio. Oriana Fallaci se introduce en las fiestas de sociedad de Hollywood donde los invitados no bailan ni se divierten por temor a ser fotografiados por la prensa sensacionalista, representada en la famosa cronista Louella Parsons (Debi Mazar), que muestra cierto desprecio por la joven periodista italiana. Basada en sus primeros libros, Los siete pecados de Hollywood (1956) y Penélope en la guerra (1962), la serie ha sido creada por Alessandra Gonnella y Diego Loreggian, y de hecho tiene un precedente en el cortometraje A cup of coffee with Marilyn (Alessandra Gonnella, 2019), que ganó el Nastro d'Argento al Mejor Corto de Ficción, centrado en los días en los que Oriana Fallaci, también interpretada por Miriam Leone, intentaba entrevistar a Marilyn Monroe. De manera que sirvió como una especie de carta de presentación para el proyecto más ambicioso, y quizás por eso también acaba siendo la mejor parte de una serie que hacia la mitad adopta un cierto tono sentimental que resulta menos atractivo. 

Una de las relaciones más importantes de Oriana Fallaci fue con el también periodista Alfredo Pieroni (Maurizio Lastrico) de Il Corriere della Sera, con el que vivió un amor apasionado que al principio no establecía límites para seguir teniendo una cierta libertad sentimental, que la periodista establecía como una norma de vida. Pero se acabó convirtiendo en un drama sentimental que terminó en un embarazado no deseado (y la pérdida del bebé), hasta el punto que Oriana Fallaci cuenta que prometió no volver a enamorarse nunca (promesa que no cumplió porque tuvo otras relaciones). La serie dedica demasiado tiempo a esta relación, especialmente en El gran amante (T1E4) y La orquídea (T1E5), de manera que se vuelve una historia sentimental que deja en segundo plano el trabajo de la periodista, como cuando viaja a LOndres para entrevistar a la actriz Ingrid Bergman (Giulia Lippi) para dedicar espacio a la depresión y el estado mental de la protagonista. El episodio retrospectivo Las chicas no lloran (T1E7) cuenta la adolescencia de Oriana Fallaci junto a su padre, Edoardo Fallaci (Giordano De Plano), un activo partisano, y su participación en la lucha antifascista, que aporta cierto trasfondo al personaje. Pero la serie es más interesante cuando se vuelve a enfocar en su trabajo, a partir de su regreso a la revista L'Europeo tras varios meses de ausencia, en la que se han producido cambios importantes. A la espera de una segunda temporada no confirmada, Oriana Fallaci se queda en el inicio de un viaje por el mundo que daría como resultado su libro El sexo inútil (1961), una exploración de la situación de la mujer en diversos países de Oriente Medio, y deja sin abordar algunas de sus relaciones más importantes, como la amistad que mantuvo con el director de cine Pier Paolo Pasolini. Es por tanto una crónica incompleta que funciona bien en el retrato de un personaje controvertido, como le dice el periodista Carlo Morganti (Leonardo Lidi): "Eres la mujer más insoportable, arrogante y odiosa que he conocido". Aunque pierde fuerza cuando a mitad de temporada se centra en una descripción más sentimental. 

Secrets
 ★★★★
Filmin, 4 de febrero
Dinamarca, 2024 - 8x34'
Creada por Lone Hørslev, Kaspar Munk
Dirigida por Kaspar Munk
Serielizados Fest '24: Sección Oficial

El panorama audiovisual en los países nórdicos ha cambiado drásticamente en los cinco últimos años, motivado por dos razones principales, que ya hemos comentado en otros reportajes: por un lado, la retirada de inversiones de algunas multinacionales como Warner Bros. Discovery y la disminución de producciones en la zona por parte de plataformas como Netflix, debido a la reducción de coste a la que se enfrenta el deficitario streaming. Por otro lado, la crisis sufrida por la corporación sueca Viaplay, que era una de las que realizaba una apuesta más firme y numerosa por la producción original. Durante unos años, la irrupción de las plataformas norteamericanas supuso un impulso notable para las industrias locales, pero al mismo tiempo la introducción de géneros y temáticas más globales, que en cierta manera desplazaron las idiosincrasias de las historias nórdicas y la forma de contarlas. La exigencia de un contenido globalizado que puede convencer a un público y parte de la crítica más adocenado, supone la pérdida de una identidad propia, aunque eso no quiere decir que no se puedan realizar incursiones en géneros como el terror o el cine de acción. La parte positiva de esta leve retirada de las multinacionales es que se está volviendo a un tono más cercano a la personalidad local que al reflejo internacional. Secrets (Filmin, 2024), que se estrenó el año pasado en la plataforma Pr1meran del País Vasco antes de formar parte de la programación del Serielizados Fest '24, es un ejemplo perfecto de este tipo de historias familiares que se enfocan en el retrato psicológico de los personajes, un poco a la manera de autores clásicos como Ingmar Bergman. Su creador, Kaspar Munk (1971, Dinamarca), ha dirigido películas comerciales familiares como Wild witch (2018), pero también series más cercanas a ésta como la imprescindible Algo en que creer (DR, 2017-2018), o la miniserie Kamikaze (SkyShowtime, 2021). Curiosamente, la crisis de Viaplay ha provocado que Secrets no se haya estrenado todavía en Dinamarca.

Con un título original, Den gode stemning (La buena atmósfera) que parece tener un tono más irónico, Secrets aborda una relación tóxica entre dos hermanos ya adultos. Mads (Pilou Asbæk) es un profesor de música que está envuelto en todo tipo de adicciones para aliviar su frustración por no haber podido ser un músico de rock y para evitar sus responsabilidades como padre, y como marido de Kristina (Evin Ahmad), quien está cansada de darle segundas oportunidades. Mientras tanto, su hermana Eva (Iben Hjejle) ha heredado el estudio de arquitectura que levantó su padre, pero se encuentra a punto de perder el contrato que podría salvar de la quiebra al tambaleante negocio. Su socio Mikael (Thomas Hwan) está cada vez más convencido de que las decisiones de Eva son la causa principal por las que el estudio no termina de funcionar, entre ellas tener una aventura con Mark (Darren Pettie), el responsable de que el estudio consiga el contrato para diseñar la sede de la empresa Black Keys. Si Mads no puede desembarazarse de las adicciones a la cocaína y el alcohol, para Eva su principal adicción es su hermano, de quien está constantemente pendiente para que no arruine definitivamente su vida, aunque con una actitud de condescendencia que no parece la más adecuada. Tampoco ayuda que Mads viva en una casa frente a la de Eva y ella pueda observar desde su ventana lo que ocurre al otro lado. Su marido Jacob (Rasmus Botfot) le reprocha la obsesión que tiene por Mads, incluso dejando la puerta abierta para los arrebatos depresivos que le llevan a pasar algunas noches en casa de su hermana. Como un claro personaje autodestructivo, Mads está continuamente inmerso en problemas económicos y nunca cumple sus promesas, pero su hermana se ha convertido en su continua tabla de salvación. Para el cumpleaños de Kristina, en Boom, comprado y pagado (T15), él ha decidido regalarle un viaje a Milán que había deseado siempre, pero como nunca tiene dinero, le pide a Eva 20.000 euros que ella le proporciona a pesar de que su empresa está en ruinas. Aunque finalmente el regalo se queda en una tarjeta que es otra promesa.

Pero al mismo tiempo Mads tiene la capacidad de ser tan encantador que sus pecados se mantienen en secreto o se olvidan dentro de su familia. En el espléndido episodio El payaso (T1E3), Eva organiza con dedicación el 70 cumpleaños de su madre Thorid (Tammi Øst) en la casa de verano familiar, pero Mads se niega a participar. Sin embargo, cuando aparece al final de la fiesta, consigue atraer la atención de todos y su madre parece más complacida por estos breves minutos en su presencia que por el esfuerzo que ha hecho Eva durante todo el día. Esta relación de hermanos está construida con un desarrollo ejemplar, elevando progresivamente el nivel de dependencia y la ausencia de límites que provoca que Eva se vea arrastrada hacia la inestabilidad de su hermano, en vez de ser ella la que consiga atraerle hacia un cierto equilibrio. Incluso aunque sea Eva la que reciba los mayores reproches, como cuando Kristina descubre en Reunión familiar (T1E6) que ella ha estado cubriendo a Mads permitiéndole dormir en su sofá después de sus noches de fiesta. Pero incluso en esos momentos hay un tono de humor sutil que permite que la historia no acabe siendo un melodrama demasiado intenso, apoyándose en una escritura muy hábil de Kaspar Munk y Lone Hørslev (1974, Dinamarca), que es su pareja en la vida real. El tratamiento de la historia se asemeja al de un largometraje que está dividido en episodios, cada uno de media hora de duración, creando una relación tóxica que está profundamente arraigada en la propia memoria familiar de los protagonistas. La serie se apoya en dos intérpretes excelentes:  Pilou Asbæk es uno de los actores daneses más internacionales, recordado sobre todo por su participación en Juego de tronos (Max, 2011-2019), mientras que Iben Hjejle es una actriz muy popular en Dinamarca, de la que siempre quedará en la memoria cinéfila su destacado papel en la película Alta fidelidad (Stephen Frears, 2000). Ambos crean personajes de una profunda carga psicológica, dos hermanos dependientes, una más desinteresada que el otro, que han convertido su relación en una coadicción.  

A muerte 
 ★★★☆
Apple tv+ - 5 de febrero-12 de marzo
España, 2025 - 7x40'
Creada por Dani de la Orden 
Escrita por Oriol Capel & Natalia Durán
Dirigida por Dani de la Orden, Oriol Pérez

Podría parecer que esta serie es una consecuencia del éxito de la película Casa en llamas (Dani de la Orden, 2024), que ha refrendado a su director con nominaciones en casi todos los premios recientes, aunque se ha quedado siempre como finalista, por esto de que la comedia es reconocida por la crítica y la industria solo hasta cierto punto. A muerte (Apple tv+, 2024) se rodó en verano de 2023, mientras que Casa en llamas lo hizo en noviembre de ese mismo año, pero las circunstancias han intercambiado sus fechas de estreno, lo que ha acabado teniendo un efecto positivo. Y se da la curiosidad también de que se trata de un proyecto original de Atresmedia que fue adquirido por Apple tv+ en diciembre del año pasado, seguramente para cumplir con la obligación de las plataformas internacionales de invertir en producciones nacionales a raíz de la introducción de la Tasa Netflix, lo que asimismo llevó a la compañía a comprar los derechos de la serie Tú también lo harías (Disney+, 2023) para incluirla en su catálogo. Al menos esto permite que A muerte tenga una proyección internacional que no hubiera tenido con su estreno en atresplayer, que se convierte así en la segunda ventana de transmisión, una vez que finalice un primer plazo de visionado en Apple tv+. También es la segunda comedia estrenada en estos meses que parte de una enfermedad relacionada con el corazón para construir una comedia romántica, pero al margen de su tono amable no hay otras coincidencias con El mejor infarto de mi vida (Disney+, 2025), que comentamos anteriormente. La historia ha sido escrita por Oriol Capel, habitual colaborador de Nacho G. Velilla en comedias comerciales como Que se mueran los feos (2010), Villaviciosa de al lado (2016) y Mañana es hoy (2022), y Natalia Durán, que ha participado en el equipo de guionistas de series como Bienvenidos a la familia (Netflix, 2018-2019) y en el guión de Heavies tiernos (Joan Tomás Monfort, Carlos Pérez-Reche, 2023), pero también el año pasado fue la responsable de la mediocre comedia ¿A qué estás esperando? (atresplayer, 2024). A pesar de contar con una filmografía un tanto irregular, la conjunción de ambos ha conseguido un guión sólido con ese equilibrio de ironía y comicidad que Dani de la Orden sabe manejar perfectamente. La pareja protagonista está formada por los personajes tradicionalmente opuestos que acaban encontrándose, pero en este caso con un elemento adicional de ruptura en sus vidas: a Raúl (Joan Amargós), un empleado de RRHH en un concesionario de coches con una vida normal le han diagnosticado un tumor en el corazón que debe ser extirpado en una operación con ciertos riesgos; mientras que Marta (Verónica Echegui) es una creativa de publicidad juerguista que descubre que está embarazada, posiblemente de su jefe (Julián Villagrán). Que su reencuentro después de que fueran al mismo colegio se produzca en un funeral es el tipo de situaciones muy características del estilo de su director, pero lo que sobresale de la serie es cómo es capaz de aprovechar todas las posibilidades de una historia romántica más o menos convencional para conseguir una comedia especialmente brillante. 

Hay mucha responsabilidad de este acierto de la serie en el trabajo de los dos protagonistas, sobre todo en el espléndido Joan Amargós, que ya demostró sus cualidades cómicas en la miniserie Déjate ver (atresplayer, 2023), que está teniendo una gran trayectoria internacional, pero también en Verónica Echegui que entre sus cuatro nominaciones al Goya fue finalista como Mejor Actriz Secundaria por Explota, explota (Nacho Álvarez, 2020), pero que en la comedia suele tener cierta tendencia al histrionismo. Ahí se nota la mano de un buen director que sabe colocar a los actores en el punto justo para no traspasar los límites. También ocurre con la construcción de los personajes secundarios, que complementan bien a los dos protagonistas: en el lado de Raúl, la conmovedora relación con su mejor amigo Edu (Cristian Valencia) y la tirantez con su ex-novia Georgina (Paula Malia), ambos muy divertidos; y en el caso más desequilibrado de Marta, la tensión que mantiene con su hermana embarazada Ana (Clàudia Melo). Es cierto que hay situaciones un poco forzadas, como cuando Raúl se introduce como extra en la grabación de un anuncio publicitario en el que está implicada Marta en el episodio El arte de la publicidad (T1E3), pero otros momentos son de una comicidad sobresaliente, como el quinto episodio que se desarrolla en el concesionario de coches durante el Día sin IVA o la fiesta de antiguos amigos de Marta durante la Noche de San Juan en La noche más corta del año (T1E6), con actores invitados como Leticia Dolera y Berto Romero. Casi se podría interpretar el personaje de Neus (Emma Vilarasau), la madre de Raúl, como una proyección de la madre que la actriz catalana interpreta en Casa en llamas, por la que fue nominada al Goya. 

Entre las comedias simplonas estrenadas en estas primeras semanas del año, como Custodia repartida (Disney+, 2025), esta serie consigue encontrar un punto equilibrado de comedia romántica que recurre a ciertos recursos tradicionales del género, pero al mismo tiempo tiene la capacidad de crear personajes creíbles y relaciones conmovedoras. Al final, las diferencias entre Raúl y Marta no son tantas, sino que son dos formas de enfrentarse a un cierto sentimiento de soledad y de incomprensión. "La gente pensará que mi vida es aburrida, que es monótona, pero a mi me gusta. No sé, simplemente me gusta", dice Raúl. Aunque dentro de esa conformidad de una vida tranquila, sin altibajos, monótona si se quiere, tampoco vendría mal algún momento de ruptura y de locura. Mientras Marta, quien "podría escribir 37 folios con todas las cosas malas que me han ocurrido", quizás necesita hacer una pausa de vez en cuando. Al final, A muerte no es tanto una comedia negra que se centra en las posibilidades porcentuales de morir en un quirófano o en el reto de ser madre soltera, sino un reflejo de la necesidad de encontrar el equilibrio adecuado para estar conformes con nuestra forma de vivir. La serie termina con un cliffhanger que plantea la posibilidad de una segunda temporada que, tratándose de una producción de Atresmedia, es muy probable que se lleve a cabo.

La agencia 
 ★★★☆
SyShowtime - 10 de febrero-7 de abril
Estados Unidos-Francia, 2024 - 10x45'
Creada por Jez Butterworth, John-Henry Butterworth 
Dirigida por Joe Wright, Philip Martin, Zetna Fuentes, Grant Heslov, Neil Burger 

Para quienes no han visto la extraordinaria Oficina de infiltrados (Canal+, 2015-2020), el origen francés de esta adaptación, que traspasó sus fronteras hasta convertirse en un gran éxito en los países escandinavos, por ejemplo, la primera advertencia sería que no estamos ante un thriller de espías como los que se han venido estrenando en los últimos meses, más centrados en la acción a lo largo de y ancho de Europa. La particularidad de Oficina de infiltrados era que se desarrollaba casi exclusivamente dentro de las oficinas de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE), de manera que incluso las intervenciones de fuerzas militares francesas en países islámicos se mostraban desde la perspectiva de los funcionarios, un punto de vista que más tarde se ha adoptado también en la miniserie Les espions de la terreur (M6, 2024), centrada en la persecución internacional de los culpables de los atentados de París de 2015. Hay un acercamiento mucho más psicológico a los personajes, que se refleja precisamente en esa claustrofobia que desprenden las oficinas aisladas sin apenas acceso al exterior. La ventaja de la adaptación realizada por los hermanos Jez Butterworth (1955, Inglaterra) y John-Henry Butterworth (1976, Inglaterra), creadores de la serie Britania (SkyShowtime, 2018-2021) y guionistas de Indiana Jones y el dial del destino (James Mangold, 2023), es que se han mantenido fieles (muy fieles) a la serie original pero al mismo tiempo le han aportado una personalidad propia que se apoya sobre todo en la elección de los protagonistas. La historia original era la de un espía llamado Malotru (Mathieu Kassovitz), al que después de seis años infiltrado en Siria le asignan de nuevo a la oficina central en París, donde sufre las consecuencias de la readaptación, amplificada por una relación amorosa que mantuvo (iniciada por interés profesional, pero convertida en algo personal). En el remake, Martian (Michael Fassbender) es un agente de la CIA extraído de su misión encubierta en Etiopía, donde incluso llegó a tener una vida sentimental estable con Samia Zahir (Jodi Turner-Smith) quien casualmente (o no) está participando en unas reuniones secretas que se celebran en un hotel de Londres, de manera que retoma el contacto con Martian. El protagonista inicia un proceso de adaptación a través de sus sesiones de terapia con la Dra. Rachel Blake (Harriet Sansom Harris), con la que tiene una relación tensa, incluso arrastrándola a un encuentro clandestino en Polonia en el episodio Pato de madera (T1E2): "Quería que sintieras lo que es ser otra persona. Eso fue durante cinco segundos, yo estuve seis años", le dice. Martian  sufre una especie de jetlag psicológico respecto a su personalidad ficticia durante su duradera misión en Etiopía, ocultando la verdadera naturaleza de su relación con Sami a su jefe directo, Henry Ogletree (Jeffrey Wright) y al malhumorado director de la oficina de Londres, Bosko (Richard Gere), mientras en su vida privada trata de recuperar el contacto con su hija Poppy (India Fowler). 

El comienzo de la serie puede parecer algo disperso en el posicionamiento de las tramas que se van a desarrollar a lo largo de la temporada, y hay un cierto cambio de tono en los dos primeros episodios que están dirigidos por Joe Wright, un director que este mismo año ha estrenado el excelente retrato de Benito Mussolini M. El hijo del siglo (Sky, 2025), con un estilo visual completamente distinto. En este caso utiliza zooms alejados que acercan a la serie al estilo de los thrillers británicos de los años setenta, y establece un tono grisáceo, como si todas las imágenes estuvieran mostradas desde cámaras de vigilancia, en el que destaca el uso de la luz y los reflejos por parte del director de fotografía sueco Jakob Ihre, responsable de películas como Oslo, 31 de agosto (Joachim Trier, 2011) y ganador de un Emmy por Chernobyl (Max, 2019). El tercer episodio resulta más expositivo, con largas conversaciones que muestran el origen como dramaturgo de Jez Butterworth, ganador de un premio Olivier por su obra Mojo (1995), que él mismo adaptó al cine en la película Mojo (1997), pero también enfoca mejor las tramas paralelas de la serie: el rescate de un agente que ha desaparecido y la relación de Martian con Samia, que irá confluyendo hacia su propia misión como agente de la CIA. A lo largo de la temporada, sin embargo, hay subtramas que quedan algo más aisladas, como el entrenamiento de una nueva agente, Daniela, interpretada por la actriz anglo-española, nacida en Países Bajos, Saura Lightfoot-Leon. Hija de la coreógrafa cordobesa Sol León, Premio Nacional de Danza en 2021, la hemos visto recientemente en la peculiar película Los excesos (Luna Carmoon, 2024) y en la serie Érase una vez el Oeste (Netflix, 2025). Si Martian es el agente veterano que ya está marcado por las huellas psicológicas de su trabajo durante años, ella representa la nueva incorporación, el proceso de despersonalización que supone convertirse en otras personas. Pero si en Oficina de infiltrados el protagonista Malotru estaba relacionado de manera directa con el entrenamiento de Marina (Sara Giradeau), en esta versión no hay tanta relación entre Martian y Daniela. Ella adopta varias identidades falsas, como el de la Sra. Acosta, una profesional nacida en Sevilla y criada en Sanlúcar de Barrameda, en el episodio El Rubicón (T1E9). Su historia parece algo dispersa, aunque también es cierto que en la versión francesa el personaje adquiere mayor importancia en temporadas posteriores. 

La Agencia (SkyShowtime, 2024-) va construyendo lentamente un intrincado tejido narrativo que conforme se consolida resulta más claro, estableciendo tramas paralelas que confluyen de una manera segura en torno al personaje protagonista, con dos excelentes episodios finales, dirigidos por Neil Burger, en los que el protagonista mantiene en equilibrio varias situaciones de peligro que pueden afectar a la Seguridad Nacional, pero también a personas cercanas a su vida privada. Beneficiada por un reparto espléndido, lleno de nombres solventes, a lo largo de la temporada se incorporan también ocasionalmente Dominic West como el Director de la CIA que continuamente presiona a Bosko, y Hugh Bonneville como un maquiavélico agente del MI5 británico. Uno de los encuentros entre Martian y Samia en el episodio Pato de madera (T1E2), se produce durante la proyección en el British Film Institute de la película Trampa 22 (Mike Nichols, 1970), que fue adaptada y protagonizada en formato de miniserie por George Clooney, productor también de esta serie, en Tranpa-22 (SkyShowtime, 2019). La historia giraba en torno al capitán de un bombardero que se hace pasar por loco para no ser enviado a una misión suicida durante la 2ª Guerra Mundial, lo que en cierto modo es un buen reflejo de cómo la cordura no es precisamente la mejor aliada en según qué profesiones de riesgo. 


So long, Marianne 
 ★★☆☆
Movistar Plus+ - 11 de febrero
Noruega-Canadá-Reino Unido-Grecia, 2024 - 8x45'
Creada por Ingeborg Klyve, Øystein Karlsen, Tony Wood
Escrita por Øystein Karlsen, Jo Nesbø, Myanna Buring
Dirigida por Øystein Karlsen, Bronwen Hughes
Séries Mania '24: Competición Internacional

Uno de los proyectos internacionales más ambiciosos del canal público noruego es esta coproducción con Canadá, Reino Unido y Grecia, que fue seleccionada en el Festival Séries Mania 2024, donde ya ofrecimos nuestras primeras impresiones, y se lanzó a finales del verano pasado como uno de los grandes estrenos de NRK, aunque con resultados de audiencia bastante decepcionantes. So long, Marianne (Movistar Plus+, 2024) toma su título de una de las canciones que Leonard Cohen dedicó a Marianne Ihlen, una joven noruega a la que conoció en la isla griega de Hydra en 1960, antes de comenzar su carrera como músico, y con la que mantuvo una relación intermitente de siete años durante la que también vivieron en Oslo y Montreal. La canción fue incluida en su primer album, Songs of Leonard Cohen (1967, Sony Music) y era una especie de despedida, aunque una fotografía de Marianne Ihlen aparece en la contraportada de su segundo disco, Songs from a room (1969, Sony Music). Se cuenta que fue la familia Ihlen la que contactó con el guionista y director Øystein Karlsen (1971, Noruega), uno de los creadores de la popular serie Exit (Filmin, 2019-2023), que actualmente está dirigiendo para Netflix la adaptación de la novela La estrella del diablo (2003, Ed. Reservoir Books), la quinta de la colección protagonizada por el personaje de Harry Hole, del reconocido escritor Jo Nesbø (1960, Noruega). Precisamente, Øystein Karlsen y Jo Nesbø fundaron en 2021 la productora Redpoint Productions, que ha puesto en marcha, bajo la supervisión de Ingeborg Klyve, esta coproducción internacional. Ella misma nos contaba algunas de las circunstancias que rodearon el complejo desarrollo de la serie en la última edición de Oslo Series Days 2024, como el problema que supuso la entrada en vigor del Brexit, que provocó que Reino Unido casi se retirara de la producción. Hay otros proyectos que también abordan esta misma historia: el libro So long, Marianne. Una historia de amor (2014, Ed. Next Door Publishes), escrito por la periodista Kari Hesthamar, que se editó en España en 2022, el soso largometraje británico So long, Marianne (Paul Wiffen, 2023) y, sobre todo, el conmovedor documental Marianne y Leonard: Palabras de amor (Nick Broomfield, 2019), que es el homenaje a Marianne Ihlen que esta serie no consigue elaborar, a pesar de contar con más tiempo de ejecución y la ventaja emocional que ofrece la ficción. 

Hydra (T1E1) comienza mostrando el éxito de Leonard Cohen mientras suena la canción "Hallelujah" y la voz en off del protagonista: "Sé que has escuchado esta canción antes. La escribí yo. Solo quería captar tu atención". Acompañado por el poeta Irving Layton (Peter Stormare) en una limusina, disfruta de su éxito como músico y con las mujeres, pero se pregunta sobre el amor: "¿Qué es el amor, de todos modos? Es aquel que va y viene sin dejar rastro. Pero existe otra clase. Aquel que permanece durante toda tu vida". Cuando vemos la imagen de una anciana Marianne Ihlen en Oslo en 2016, el año que falleció, empezamos a entender que la serie adoptará el camino clásico de los biopics que imaginan el pasado desde la memoria del lecho de muerte. Porque, aunque Leonard Cohen es el reclamo, la auténtica protagonista de la serie es Marianne Ihlen (Thea Sofie Loch Næss). Entre 1958 y 1960, hay algunos saltos en el tiempo que funcionan como prólogo para mostrar a los dos personajes en los años previos: ella recién casada con el escritor Axel Jensen (Jonas Strand Gravil) y él, envuelto en una fotografía en blanco y negro, recién llegado a la casa familiar en Montreal después de haber abandonado la universidad y sin saber qué hacer con su vida. La introducción de los dos protagonistas es tan solvente como convencional, pero hay decisiones creativas que no se entienden bien, como el uso de algunas canciones de Leonard Cohen en determinadas escenas, como "Happens to the heart" de su último album, Thanks for the dance (2019, Sony Music), en el episodio Foreskelt (Enamorado) (T1E2). También tiene problemas en la construcción de personajes como Axel Jensen, a quien se le muestra como un infiel crónico, incluso cuando Marianne está convaleciente en un hospital, un retrato que parece más destinado a subrayar la empatía hacia Marianne que en darle al personaje cierta entidad propia. Ocurre también con otros, como la escritora australiana Charmian Clift (Anna Torv), que parece más construida para completar a Leonard Cohen que para alimentar su propia personalidad. 

La serie se impulsa cuando se desarrolla en la isla griega de Hydra, describiendo un ambiente bohemio en el que conviven el marido de Charmian Clift, el también escritor George Johnston (Noah Taylor) o el autor sueco Göran Tunström (Simon Lööf), y donde Leonard decide comprar una casa "que tiene 200 años, que es la edad que siento que tengo la mayor parte del tiempo", escribe él a su madre. En las reuniones en los bares hay conversaciones sobre la vida, la muerte y Dios: "¿Crees en el diablo?", le preguntan a Cohen, quien responde: "El diablo es Dios cuando está borracho". Hay que agradecer al guión que no intente convertir a Leonard Cohen en un poeta permanentemente melancólico, y la interpretación de Alex Wolff trata de ampliar su especificidad sin que parezca una imitación, incluso cuando interpreta sus canciones. Pero So long, Marianne acaba siendo decepcionante porque nunca deja de ser un biopic previsible y convencional, nunca se desvía del camino asfaltado, siguiendo el piloto automático que nos llevará a su destino, pero sin demasiada pasión. Las continuas discusiones de pareja entre Marianne y Axel, o los ataques de celos de George Johnston durante una reunión de amigos, suenan a drama desganado y no muy emocionante. Incluso cuando en el episodio Oslo (T1E4) surge la oportunidad de que Leonard y Marianne compartan un viaje en coche desde Grecia hasta Noruega, sin elementos externos que les distraigan de su relación, la serie no consigue evitar la inanidad. Se cuentan historias personales, recuerdan sus infancias, comparten noches de amor y cenas románticas, incluso Leonard Cohen canta "Sisters of mercy", una de las canciones de su álbum de debut Songs of Leonard Cohen (1967), pero nunca consigue que sus sentimientos, forjados en dolor y decepciones, ("ese coche es como una nave lunar. Es temporal. Funciona porque sabemos que no durará siempre"), terminen de traspasar la pantalla. Los dos últimos episodios, uno de ellos escrito por Jo Nesbø, se centran en el comienzo de la carrera musical de Leonard Cohen, su estancia en el Hotel Chelsea de Nueva York y su contacto con representantes de la contracultura neoyorquina como Lou Reed, Andy Warhol o Judy Collins, la primera que interpretó su éxito "Suzanne" (1966). Pero los retrata con una tristeza sorprendente, mientras el guión no sabe muy bien qué contar de Marianne, que permanece en la isla de Hydra con su hijo Axel. La serie se olvida de reflejar la libertad de las relaciones sentimentales de la época (aunque su relación duró siete años, Leonard Cohen tuvo otras amantes y la propia Marianne Ihlen mantuvo una relación con un jovencísimo Nick Broomfield). En la serie, ella es retratada como una víctima constante del abandono de sus parejas en vez de como una mujer independiente, tal como la muestra de una manera más apasionada el documental Marianne y Leonard: Palabras de amor, precisamente dirigido por su ex-amante Nick Broomfield.

Shetland (Temp. 7) 
 ★★★☆
Filmin - 11 de febrero
Reino Unido, 2023 - 6x58'
Creada por David Kane 
Dirigida por Andy Newberry, Giulia Gandini
BAFTA Scotland '24: Nominada Mejor Serie

La recuperación de la serie Shetland (Filmin, 2014-) el verano pasado, con la emisión progresiva de sus nueve temporadas, fue una decisión acertada que llevó a este policíaco tranquilo a encabezar la lista de las series más vistas en la plataforma Filmin durante el año 2024, que se suele publicar a principios de diciembre. Ya hemos comentado que hay una diferencia entre el recuento de temporadas que tiene la serie en Gran Bretaña y el que tiene a nivel internacional y en su edición en DVD, porque en estos últimos las temporadas 1, que estaba formado por solo dos episodios, y la 2, compuesta por seis, se unieron como una única. De manera que la temporada 7 que anuncia Filmin para el mes de febrero en realidad es la temporada 8 en su estreno británico. En todo caso, la emisión de la serie en España está a punto de ponerse al día, y lo hace con una de las particularidades más curiosas de esta propuesta: la ausencia de su protagonista, Jimmy Perez, que ya no es el investigador principal porque el actor Douglas Henshall tomó la decisión en 2022 de dar por terminada su participación en la serie, simplemente porque estaba interesado en continuar su carrera con otros proyectos. Recientemente le hemos podido ver como secundario en el lánguido nordic noir La oscuridad (SkyShowtime, 2024) y ha protagonizado la película de misterio One of us (Stefan van de Graaf, 2025). No es habitual que una serie sobreviva a la ausencia de su principal protagonista, y en esta ocasión ni siquiera se ha tomado la decisión de sustituir al actor por otro que interprete al mismo personaje, como ha ocurrido en muchas otras series. De hecho, algunos espectadores no encontraron en esta nueva temporada que se estrenó en 2023 el tono que le proporcionaba el personaje de Jimmy Perez, defendiendo que Shetland perdía su personalidad particular con la ausencia de éste. Hay otro cambio importante que se produjo a partir de esta temporada, y es que el creador de la serie, David Kane (1961, Gran Bretaña) no fue el guionista principal, embarcado desde 2023 en la adaptación de las novelas de Denise Mina protagonizadas por la detective Alex Morrow para una serie de varias temporadas. Por el contrario, el escritor Paul Logue, quien recientemente creó la serie Ellis (Channel 5, 2024), se encargó de la historia principal, aunque ya había trabajado en el equipo de guionistas de Shetland en las temporadas 3, 4 y 5.     

Al final de la anterior entrega, el personaje de Meg Pattison (Lucianne McEvoy) decía: "No quiero vivir en un mundo sin Jimmy Perez", pero éste ya había tomado la decisión de retirarse porque "no voy a seguir escondiéndome en la comisaría", eligiendo una nueva relación y una nueva vida. Fue un desenlace optimista para el personaje principal, que conseguía dejar atrás el recuerdo de su anterior esposa, pero siempre queda la esperanza de que pueda regresar a la serie, aunque sea como secundario. A partir de ahora, la inspectora principal es la agente Alison McIntosh (Alison O'Donnell) también conocida como Tosh, aunque por el momento ocupa el cargo de manera provisional. Un nuevo caso comienza en Londres cuando Ellen (Maisie Norma Seaton), una joven que pertenece a una familia cuyo pasado en relación con unas tierras traspasadas contiene algunos elementos oscuros, roba una bolsa de dinero a una banda de mafiosos. Perseguida por dos sicarios que parecen sacados de una película de los hermanos Coen, regresa a Shetland, lo que se convierte en una investigación sobre su desaparición para el recién estrenado nuevo cargo de la agente Tosh, pero también supone el regreso a la isla de la inspectora Ruth Calder (Ashley Jones), que vivió allí en su juventud. Frente a la ausencia del protagonista principal, Tosh es un personaje con el que el espectador siente cercanía, especialmente a raíz de un acontecimiento ocurrido en la temporada 2, mientras se mantienen en la comisaría otros personajes habituales como Sandy Wilson (Steven Robertson, un actor escocés que nació en las islas Shetland) y el policía Billy McCabe (Lewis Howden). De manera que no hay grandes modificaciones en una trama que, como suele ser habitual, se mantiene durante toda la temporada con giros de guión que abren nuevas vías de investigación, pero que quizás en este caso no es tan fluida como en las anteriores. Hay algunos recursos de pistas falsas y callejones sin salida que en este caso se exponen más como dispositivos argumentales, pero una de las características que la diferencian (lo veremos también en la siguiente temporada), es que se introducen elementos más perturbadores, especialmente cuando se revelan algunos de los secretos que se ocultan en el pasado de la familia local.

Como ya es habitual en la serie, esta temporada cuenta con algunos actores invitados, especialmente la veterana Phyllis Logan, a quien recordamos de Downton Abbey (RTVE Play, 2010-2015), que interpreta a la matriarca de la familia Bain, y a la que también hemos visto en la serie Guilt (BBC, 2019-2023), que ha sido un habitual cruce de actores con Shetland. Si uno de sus protagonistas, Mark Bonnar, aparecía como personaje recurrente hasta la temporada anterior, en ésta se incorpora el otro protagonista de Guilt, Jamie Sives, que interpreta un personaje secundario que tiene relación con el pasado de Ruth Calder. Precisamente, la exploración del reencuentro de la inspectora con el lugar que forma parte de su vida anterior es uno de los aspectos más interesantes de esta historia, y en cierto modo sustituye a la trama familiar de Jimmy Perez, aunque algunos personajes se echan de menos. Shetland consigue sobrevivir a un cambio tan profundo como la ausencia de su principal protagonista, y logra establecer una relación diferente entre las dos inspectoras, que ya no es de jefe y subordinada, sino que se mantiene al mismo nivel (en este caso, Ruth Calder no puede ejercer algunas funciones policiales como los interrogatorios porque no se encuentra en su jurisdicción). Es cierto que el trasfondo familiar de Jimmy Perez era lo suficientemente particular como para mantener el interés al margen de la investigación principal, lo que hacía que la serie tuviera una tonalidad especial, sobre todo cuando el inspector regresaba a esa casa tan característica en el puerto que se convirtió en un escenario acogedor. Falta esa calidez que no termina de estar bien sustituida por la vida familiar de Tosh, mucho más convencional, ni con el pasado de Ruth Calder, demasiado intrincado y melancólico. Pero Shetland sigue siendo una interesante muestra de policíaco que mantiene el tono de manera adecuada. Tras el estreno de esta temporada en 2023, BBC confirmó que habría dos nuevas temporadas: una que se estrenó el pasado mes de noviembre en Gran Bretaña y otra prevista para este año. 

Panda 
 ★★☆☆
Cosmo - 13 de febrero (Temp. 1) / 27 de Marzo (Temp. 2)
Francia-Bélgica, 2023-2025 - 12x50'
Creada por Thomas Mansuy, Mathieu Leblanc
Dirigida por Jérémy Mainguy, Nicolas Cuche

Fiel a su especial interés en las comedias policíacas francesas, Cosmo ofrece en febrero la primera temporada de Panda (Cosmo, 2023-), una serie que juega con el concepto de la pareja de policías con métodos completamente opuestos, desarrollando sin embargo una cierta atracción romántica. En este caso, el contraste se produce entre la agente de policía Lola (Ophélia Kolb) y el ex policía Victor "Panda" Pandolini (Julie Doré), que ha decidido retirarse, después de una actuación policial traumática, para trabajar en el bar Le Flamant Zen en una playa de Camarga, una localidad costera del sur de Francia. Ha renunciado a todo tipo de violencia para llevar una vida zen, relajada y pacifista, lejos de la actividad policial, lo que le permite ocuparse de Roman (Mathis Bour), el hijo adolescente de un compañero muerto en acto de servicio. La persecución de un criminal que accede a su bar provoca que regrese a su antiguo trabajo, empujado por el comisario Messina (Gustave Kervern), que conoce el pasado de Panda y su especial habilidad para resolver casos. De manera que se convierte en el compañero de Lola, aunque sus métodos son muy diferentes: Panda suele dormir hasta tarde y las chanclas no son especialmente apropiadas para perseguir criminales, así que deja que lo haga Lola. La primera temporada de la serie, estrenada en diciembre de 2023 en Francia, logró una buena audiencia de 5,7 millones de espectadores, con una media de 4,6 millones durante toda la temporada. Un éxito que provocó que la serie haya conseguido una segunda temporada que se estrenó el pasado 9 de enero como una de las apuestas destacadas de TF1, y que Cosmo estrenará en España en marzo. Para los conocedores de este género policial francés que es una especie de procedimental light, sin demasiada violencia, con un sentido del humor algo tonto pero divertido por momentos, en la línea de series como la reciente Ley y desorden (Cosmo, 2024), que utilizan el contraste entre dos personajes para desarrollar investigaciones poco complicadas, Panda tiene todos los elementos necesarios. Pero también es cierto que plantea un personaje tan particular que consigue ofrecer un juego entretenido en el que las peculiaridades del protagonista se van haciendo cada vez más relevantes, y al final acaba resultando el mejor hallazgo de la propuesta. La segunda temporada refuerza la representación de ese mundo particular de Panda, que no es solo realista, sino que se refuerza en algunas de sus fantasías filosóficas, lo que consigue algunos de los mejores momentos de la serie. En la primera temporada también está presente: a veces comienza a tener fantasías románticas con Lola, un estado de meditación que le ayuda a resolver los casos, pero que en ocasiones también le confunde, como cuando en el episodio Panda'splash (T1E5) tiene una de estas fantasías con un joven monitor de gimnasia, sospechoso de asesinato. Cuenta la productora de la serie, Nathalie Laurent, que también produjo la película Asesinato en Saint-Omer (Laurence Katrian, 2019), que el personaje de Panda se escribió pensando en Julien Doré como protagonista. El cantante es conocido principalmente por su faceta musical y social, pero destacó tanto interpretándose a sí mismo en la segunda temporada de la popular comedia Call my agent! (TF1, 2015-2020), que en la tercera temporada apareció en casi todos los episodios. Aunque Julien Doré se ha declarado descendiente del clásico ilustrador Gustave Doré (1832-1883, Francia), algunas investigaciones genealógicas lo han desmentido, pero sí es tataranieto del compositor Émile Waldteufel (1837-1915, Francia), considerado el Johann Strauss francés.

En todo caso, el personaje encaja perfectamente con el artista, no solo por su propio físico sino por su filosofía de vida, y él mismo ha incluido algunas citas propias en los diálogos que provienen de autores a los que admira, como el poeta libanés Khalil Gibran. Panda es un tipo de personaje que en cualquier momento suelta una cita filosófica: "¿Qué es la tristeza? Un muro entre dos jardines sublimes. Y tú pones alambres de espinas entre ellos", le dice a Lola en una de sus continuas referencias al sentido de la vida. Aunque Panda tiene esa textura de las comedias francesas televisivas de fotografía algo plana, funciona muy bien gracias a sus personajes, incluso cuando introduce algún elemento algo más dramático, como el misterio sobre la muerte del padre de Roman, que permanece como una especie de trama horizontal en la que Panda trata de evitar que el joven conozca la verdad. Pero nunca llega a ser demasiado cursi y a veces tiene un cierto punto de extravagancia en el personaje principal que consigue algunos episodios muy divertidos, como en Zéro Zéro Zen (T1E6), cuando se infiltra dentro de un retiro de meditación zen para averiguar quién es el culpable de la muerte de un joven, pero no está muy conforme con la forma de abordar la meditación por parte del maestro, estableciéndose cierta rivalidad. Hay algunos personajes secundarios que aportan frescura, como el joven policía Stan (Maxence Lapérouse), que a veces es demasiado entregado. La serie utiliza demasiado el recurso de la oposición de caracteres para provocar las situaciones cómicas, sobre todo en los interrogatorios a los sospechosos en los que Panda a veces tiene una actitud demasiado cercana. Y la segunda temporada pierde con frecuencia la personalidad del protagonista, sobre todo esa positividad zen que se muestra en la primera, porque aparece permanentemente enfadado, enfrentado a su papel como padre y a sus sentimientos por Lola, lo que la hace más convencional. Aunque recupera el tono más divertido en Encuentros en la tercera edad (T2E5), el mejor episodio de la segunda temporada, una especie de Un hombre infiltrado (Netflix, 2024), en el que tiene mayor protagonismo el comisario Messina (el gran Gustave Kervern, tres veces nominado al Premio César). El carácter procedimental de la serie permite la incorporación de actores franceses reconocidos en diferentes episodios como Bernard Ménez, veterano actor que trabajó en El avaro (Louis de Funès, Jean Girault, 1980), en  Encuentros en la tercera edad (T2E5), Philippe Duquesne, al que hemos visto en la comedia Parlement (France tv, 2020-) en Entrante, primer plato, muerte (T2E6), o el cantante de origen egipcio Joseph Kamel en Asesinato en el huerto (T2E3). La segunda temporada de Panda, que estrenará Cosmo el 27 de marzo, ha tenido en Francia un buen promedio de 3,3 millones de espectadores, siendo en enero líder de la noche de los jueves. 

Rompehielos
  ★★★☆
AMC+ - 13 de febrero-20 de marzo
Finlandia, 2025 - 6x45'
Creada por Mya Ylönen | Escrita por Mya Ylönen, Nuutti Sihvonen, Tuuli Kanervanallio
Dirigida por Pete Riski
Miptv '24: Premio MIPDrama Buyer’s Coup de Coeur

Tras pasar por el Mercado de Televisión Miptv 2024, esta producción finlandesa fue considerada como la que mayor impacto tuvo en los compradores internacionales, recibiendo el premio MIPDrama Buyer's Coup de Coeur. Precisamente uno de esos compradores ha sido AMC Networks International Southern Europe, que ofrece este mes el estreno internacional de Rompehielos (AMC+, 2025), antes incluso de que la serie llegue a su país, con un estreno previsto para otoño en Finlandia. La historia se plantea como un thriller de misterio que comienza cuando un rompehielos queda atrapado en medio del mar Báltico, acudiendo en su rescate los guardacostas Sanna Tanner (Jessica Grabowsky) y Joonas Kapanen (Mikko Leppilampi). Pero cuando exploran el interior del rompehielos, encuentran a la capitana Helena Antola (Riitta Havukainen) y a los miembros de la tripulación encerrados, en un estado casi paranoico en el que se sienten amenazados por el comportamiento de uno de ellos. Según los tripulantes, el jefe de máquinas Eemil Kauranen (Eero Milonoff) ha sido el responsable de encallar el barco y romper el cuadro de máquinas, dejando el rompehielos atrapado en medio de la oscuridad, aunque parece que existen amenazas más sobrenaturales. Situándose en un término medio entre The head (Max, 2020-2025) y la primera temporada de The terror (AMC, 2018-2025), esta producción finlandesa introduce elementos de misterio que funcionan dentro de la tradicional estructura narrativa que se sostiene en un aumento progresivo de la tensión. Durante seis días, que corresponden a cada uno de los seis episodios de la temporada, se producen algunas muertes extrañas mientras Sanna Tanner trata de encontrar al desaparecido Eemil, ayudada por un miembro de la tripulación, Toni Muurikka (Roderick Kabanga). La serie ha sido creada por Mya Ylönen para Helsinki-filmi, que también fue la responsable del thriller Codename: Annika (SkyShowtime, 2024), y está dirigida por Pete Riski (1974, Finlandia), con experiencia en thrillers de éxito como Musta valo (A good family) (C More, 2022-). Si bien a lo largo de los primeros episodios Rompehielos se mueve por terrenos conocidos, por no decir convencionales, manteniendo cierto suspense, la influencia cada vez mayor de los acontecimientos en la propia protagonista, Sanna Tanner, introduce un elemento atractivo. Hija de un marinero que ha desaparecido recientemente, hay algunos asuntos que no ha podido resolver con su padre Kari (Carl-Kristian Rundman), y algunas frases mencionadas por Eemil parecen hacer referencia a expresiones que su padre utilizaba con ella cuando era niña. 

De manera que Rompehielos se mantiene con cierto equilibrio entre el thriller sobrenatural y el psicológico, tomando elementos de la tradición pagana finlandesa sobre los límites entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Estas tradiciones que se desarrollan sobre todo durante el solsticio de invierno mencionan un mundo inferior situado en un océano helado y oscuro llamado Pohjola (el Lugar del Norte), que es el acceso a la tierra de los muertos, conocida como Tuonela, dando la impresión de que Pohjola y el inframundo son una misma cosa. En el episodio La noche más larga (T1E3) se menciona también la figura de La Nocturna, una pescadora ahogada en el mar hace más de 500 años, pero que se sigue apareciendo cada solsticio de invierno. La introducción de estas tradiciones aportan una conexión con la mitología que diferencian esta historia de otros thrillers nórdicos, estableciendo alrededor de los personajes un espacio aislado que no solo funciona como un entorno opresivo que les afecta psicológicamente, sino que tiene una sustancia sobrenatural que aporta un tono de historia de terror, especialmente en el episodio Navidad (T1E4), en el que se produce una exploración hacia el exterior, ante la imposibilidad de utilizar un deslizador para salir de esa zona helada. Pero lo interesante de la serie es que mantiene un suspense que no deja claro si las referencias paganas hacia el mundo de los muertos son reales o se trata también de una consecuencia de cómo ha afectado el aislamiento a la psicología de los personajes. La historia se mueve en un terreno turbio que se representa en el mar helado y la oscuridad constante. 

Rompehielos también se beneficia de un reparto destacado de actores y actrices finlandeses que aportan solvencia a sus personajes, aunque algunos de ellos puedan estar menos desarrollados. A Jessica Grabowsy la hemos visto recientemente en la miniserie En tus manos (Netflix, 2024), y es la protagonista de la película Raptures (Jon Blåhed, 2025), premiada hace unos días en el Festival de Rotterdam. Pero también encontramos en el reparto a Seidi Haarla, que protagonizó la premiada película Compartimento nº 6 (Juho Kuosmanen) junto al actor nominado al Oscar Yura Borisov; Mikko Leppilampi, protagonista de la serie Muerte bajo cero (AMC+, 2021); Riitta Havukainen, que ha interpretado junto a Fran Perea las tres temporadas de la exitosa coproducción con España Kosta: The paradise (Orange TV, 2020-2024); o al carismático actor Eero Milonoff, al que recordamos sobre todo de la película Border (Ali Abbasi, 2018), pero al que recientemente hemos visto también en la comedia de terror anglo-finlandesa Get away (Steffen Haars, 2024), seleccionada en el Festival de Sitges. Ambientada en el Golfo de Botnia, al Oeste de Finlandia, Rompehielos se ha rodado en espacios naturales de las regiones de Oulu y Raahe, y la ciudad de Turku, lo que le proporciona cierta autenticidad, aunque buena parte de la historia se desarrolla en un paraje inhóspito y con un horizonte grisáceo que le da, a pesar de situarse en el exterior, un carácter claustrofóbico. También se han combinado decorados y proyección digital en unos estudios de cine para crear el escenario donde sucede parte de la acción, con el trasfondo del rompehielos varado. La historia está bien estructurada y funciona adecuadamente dentro de ese tono de terror que últimamente no está muy presente en el formato de series, de manera que Rompehielos acaba siendo un thriller nórdico, pero que incorpora elementos sobrenaturales, aportándole una textura que la diferencian del género tradicional.  

Wolf Hall. El trueno en el reino 
 ★★
Movistar Plus+ - 24 de febrero-7 de marzo
Reino Unido, 2024 - 8x60'
Adaptada por Peter Straughan | Sobre la novela de Hilary Mantel
Dirigida por Peter Kosminsky

Han pasado diez años desde Wolf Hall. En la corte del lobo (Movistar Plus+, 2015), que se acaba de reestrenar en España. Aquella miniserie, que es muy recomendable volver a ver antes de adentrarse en esta última continuación, adaptaba los dos primeros libros de la trilogía que la escritora Hilary Mantel (1972, Inglaterra) dedicó a la figura del político Thomas Cromwell (1485-1540, Inglaterra): En la corte del lobo (2009, Ed. Booket) y Una reina en el estrado (2012, Ed. Booket), resumidos magistralmente por el dramaturgo Peter Straughan, nominado este año al Oscar por el guión de la película Cónclave (Edward Berger, 2024). La dificultad de volver a reunir a todos los implicados en aquella adaptación ha provocado un retraso en el que algunos actores han sido sustituidos: Gregory Cromwell, uno de los hijos del político, al que interpretaba Tom Holland, ahora envuelto en su carrera como estrella de Hollywood, ha sido sustituido por Charlie Rowe, mientras que el némesis del protagonista, el duque de Norfolk, está ahora encarnado por el gran Timothy Spall, ganador del BAFTA TV por El quinto mandamiento (Filmin, 2024), sustituyendo a Bernard Hill, que falleció el año pasado. Pero son cambios menores que no afectan al resultado, una excelente crónica de la última etapa de Thomas Cromwell (Mark Rylance) como consejero personal del rey Enrique VIII (Damian Lewis), que adapta el último libro: El trueno en el reino (2020, Ed. Booket), que curiosamente también se publicó ocho años después del segundo, como si esta última etapa necesitara más reposo tanto en el aspecto literario como en el audiovisual. Sin embargo, el paso del tiempo ha beneficiado a la serie, incluso al presentar a unos actores más envejecidos y curtidos, como sus personajes. Aunque el relato comienza inmediatamente después del final de la miniserie anterior, en mayo de 1536, con Ana Bolena (Claire Foy) "decapitada en un abrir y cerrar de ojos, a manos de un verdugo francés", como indica el libro. Thomas Cromwell es ascendido a Lord del Sello Privado del rey, desplazando a Tomás Bolena (David Robb), lo que provoca las suspicacias de los caballeros de la Corte, y se le encarga una de las misiones más importantes del cruel reinado de Enrique VIII: la disolución de los monasterios y abadías, un proceso que se llevó a cabo entre 1536 y 1540 por el que se confiscaron los bienes de la Iglesia Católica para reforzar la figura del rey como cabeza de la Iglesia de Inglaterra. Pero este Thomas Cromwell, que lleva a cabo el cometido con su perseverancia característica, esconde algunos de sus principales fantasmas, sobre todo el peso de la traición al cardenal Wolsey (Jonathan Pryce), que de hecho se le aparece como una figura espectral a lo largo de esta serie. Una de esas abadías acoge a la hija ilegítima de Wolsey, la monja Dorothea (Hannah Khalique-Brown), con la que trata de tranquilizar sus remordimientos incluso proponiéndole matrimonio en Obediencia (T2E2), pero de la que solo recibe un rechazo que se convierte en su principal inquietud. 

Wolf Hall. El trueno en el reino (Movistar Plus+, 2024) no describe solo el proceso de desestabilización de la figura política de Thomas Cromwell, sino que es una descripción de un alma atormentada que Mark Rylance refleja con esa expresividad silenciosa que caracteriza al personaje. Humanista pero al mismo tiempo inhumano en su enfrentamiento con sus enemigos o aquellos que no aceptan el camino establecido por el rey, y hábil negociador al que se le encarga en los primeros episodios que intente romper la fidelidad de María Tudor (Lilit Messer) a su madre Catalina de Aragón y acepte la obediencia a su padre, lo que supondría su regreso a la Corte. Se introduce en la historia un cierto aliento romántico en la relación entre Thomas Cromwell y María Tudor que no está demostrado históricamente, pero que refuerza los rumores a su alrededor y siembra las semillas de su vulnerabilidad frente a unos consejeros que murmuran a sus espaldas. Pero Wolf Hall. El trueno en el reino, de nuevo escrita por Peter Straughan (1968, Inglaterra), utiliza estas concesiones como recurso dramático sin desviarse del relato del libro, y sobre todo elabora una magnífica representación de las intrigas palaciegas sin hacer uso del presentismo, usando un lenguaje clásico que es un placer escuchar en su versión original. Sin grandes alardes de producción, se trata de una serie que se mueve entre pasillos y cuartos poco iluminados, reforzado por un trabajo de dirección nuevamente espléndido por parte de Peter Kosminsky y por una banda sonora excelente de Debbie Wiseman, que retoma las instrumentaciones de cámara de su trabajo anterior, pero introduciendo elementos nuevos como una voz soprano que permanece constantemente como un recuerdo de los remordimientos de Thomas Cromwell. El desarrollo de la historia va construyendo de manera maestra el progresivo deterioro de las relaciones de Cromwell, cada vez más sumido en su conversaciones privadas con el fantasma del cardenal Wolsey, y cada vez más consumido por su propia soledad. Incluso cuando conoce a su hija ilegítima, Jenneke (Ellie de Lange), que le recuerda sus viajes y su amada Italia. Pero la frustración del rey, una sólida y amenazante interpretación de Damien Lewis, porque no consigue un heredero de su nueva esposa, Jane Seymour (Kate Phillips), provoca que cada vez sienta mayor desconfianza por las intrigas de su consejero, lo que se refleja en el episodio Jenneke (T1E4) cuando le dice a Thomas Cromwell: "¿Crees que te ascendí por el encanto de tu presencia? Te mantengo porque eres una serpiente. Pero no seas una víbora en mi pecho". 

Conforme Thomas Cromwell se debilita, también se humaniza, aunque las falsas acusaciones y los interrogatorios hostiles a los que es sometido sean muy parecidos a los que él mismo ha utilizado sistemáticamente con sus enemigos. Pero la serie nunca se ha enfocado específicamente en lo despiadado que pudo ser el político (y al parecer lo fue), sino que siempre ha encontrado un vínculo personal a través de su familia o de algunas de sus relaciones, como la cercanía que mantiene con su mano derecha Rafe Sadler (Thomas Brodie-Sangster). Si bien es conocido el final del político en el mismo cadalso en el que cayó la cabeza de Ana Bolena "en un abrir y cerrar de ojos", los episodios Espejo (T2E5) y Luz (T2E6) llegan a ser incluso conmovedores. De hecho, la serie introduce un cambio respecto al libro, que describe la ejecución de Thomas Cromwell en paralelo con las palizas que recibió de su padre abusivo. En la adaptación para la pantalla, los pensamientos de Cromwell se dirigen a ese lugar idílico con el que soñaba en retirarse, la abadía de Launde, en el corazón de Inglaterra: "El aire siempre es fresco y tranquilo allí. Un pequeño paraíso en la Tierra". Para quienes disfrutaran de la primera parte, Wolf Hall. El trueno en el reino es incluso más sólida en la construcción de una historia que refleja las intrigas y las traiciones, pero también los remordimientos y los anhelos en un mundo de políticas crueles y enfrentamientos religiosos. Los doce episodios de las dos partes conforman una de las mejores series de la última década, una muestra magistral de concisión y de utilización del lenguaje, que se desarrolla a contracorriente del tipo de historias que se estrenan habitualmente, enfocada en la construcción de unos personajes complejos y de moralidad retorcida. 

Lockerbie: En búsqueda de la verdad 
 ★★★☆
SkyShowtime - 28 de febrero-21 de marzo
Reino Unido, 2025 - 5x60'
Creada por David Harrower
Dirigida por Otto Bathurst, Jim Loach

El ataque terrorista de Lockerbie está considerado como el peor que ha sufrido Gran Bretaña en toda su historia. El 21 de diciembre de 1988, el avión Pan Am 103 con pasajeros principalmente norteamericanos, que volaba desde Frankfurt hasta Detroit, con escalas en Londres y Nueva York, explotó a causa de una bomba sobre la pequeña localidad escocesa de Lockerbie, de manera que los restos cayeron en un grupo de casas y provocaron una explosión de gas que arrasó un barrio entero. Murieron los 259 pasajeros del vuelo y 11 víctimas que vivían en la zona donde cayó el fuselaje del avión. Se han realizado numerosos documentales sobre este suceso, entre ellos la miniserie de Sky Atlantic Lockerbie (SkyShowtime, 2023), que recibió un premio BAFTA y que es posiblemente la mejor descripción de los complejos  acontecimientos que siguieron a la tragedia, aunque si se prefiere ver esta serie de ficción sin conocer los sorprendentes giros que provocó la investigación, es recomendable verla después de haber visto la ficción. Lockerbie: En búsqueda de la verdad (SkyShowtime, 2025) está coproducida por Peacock y de nuevo Sky Atlantic, pero un año después de que se anunciara esta colaboración para llevar la historia a la ficción, BBC y Netflix anunciaron en 2023 su alianza para producir, a través de World Productions, la productora de Line of duty (Netflix, 2012-2020), otra serie de ficción en torno al ataque terrorista. La miniserie que comentamos ahora está basada en el libro The Lockerbie bombing: A father's search for justice (2021), escrito por Jim Swire y Peter Biddulph, siguiendo la búsqueda de una justicia que no está de acuerdo con la versión oficial, llevada a cabo de manera casi obsesiva por el médico Jim Swire, cuya hija Flora fue una de las víctimas del atentado. La miniserie comienza con un impactante primer episodio que muestra cómo se produjo la explosión y la caída de los restos del avión sobre las afueras de la ciudad de Lockerbie, y ofrece una incursión en el impacto de la tragedia para Jim Swire (Colin Firth) y su esposa Jane (Catherine McCormack) en dos primeros episodios muy dramáticos. Pero la miniserie se centra posteriormente en su objetivo principal: mostrar los años de investigación que llevó a cabo el propio Jim Swire y su convencimiento de que el gobierno británico ocultó información y los sospechosos libios que fueron llevados ante la justicia no eran los auténticos responsables del atentado. El sospechoso Abdelbaset al-Megrahi está interpretado de manera muy conmovedora por el actor sueco Ardalan Esmaili, al que hemos visto en series como Asalto en helicóptero (Netflix, 2024), En tus manos (Netflix, 2024) y Escenas después de una boda (Pr1meran, 2024). 

El problema de Lockerbie: En búsqueda de la verdad es que se siente demasiado apegado al libro, que al fin y al cabo era una descripción del trabajo de investigación que llevó a cabo Jim Swire durante 15 años, de manera que la historia que se cuenta quiere ser tan detallista como el relato escrito, lo que provoca una narración a veces descompensada y afectada por los saltos en el tiempo de un largo período en el que se barajaron varias posibilidades, desde la implicación directa del mandatario libio Muamar el Gadafi hasta la culpabilidad del gobierno iraní, aunque en realidad ninguna organización llegó a responsabilizarse de la colocación de la bomba. La serie ha provocado cierto debate entre los familiares de las víctimas al apoyar claramente la teoría de Jim Swire sobre la inocencia de los acusados libios, que para muchos siguen siendo los culpables del ataque terrorista, sin ninguna duda. Aunque el documental Lockerbie dedica más tiempo a explicar cuáles son las razones por las que los servicios secretos británicos y estadounidenses se enfocaron en Libia, la miniserie de ficción trata de resolver los intrincados caminos que siguió Jim Swire para llegar a defender otra teoría. Pero en este enfoque más centrado en las conspiraciones, la serie dirigida principalmente por Otto Bathurst (1971, Reino Unido), que ha participado en series como Peaky blinders (Netflix, 2013-2022), Billy el niño (Movistar Plus+, 2022-) y El rey del invierno (Movistar Plus+, 2023), se va decantando por el thriller con implicaciones políticas, en el que el protagonista cuenta con la ayuda del periodista Murray Guthrie (Sam Troughton), y abandonando en parte el drama familiar que quedó marcado como un trauma permanente, dejando en un personaje secundario a Jane Swire, que está espléndidamente encarnada por Catherine McCormack, cuando tiene la oportunidad de profundizar en el dolor de una madre, sobre todo en los primeros episodios. La escena en la que Jane hace referencia a unos decisivos "quince segundos" al final del primer episodio, el guionista David Harrower (1966, Escocia) confiesa haber pensado en eliminarla porque le parecía demasiado dramática. 

Lockerbie: En búsqueda de la verdad está producida por el veterano director Jim Sheridan (1949, Irlanda), responsable de películas como Mi pie izquierdo (1989) y En el nombre del padre (1993), o de la miniserie documental Asesinato en Schull (Max, 2021), y su hija Kirsten Sheridan. El Episodio 3 (T1E3), el único dirigido por Jim Loach (1969, Reino Unido), que dirigió el año pasado varios episodios de Historial delictivo (Apple tv+, 2024-), se centra principalmente en el juicio celebrado contra los dos principales sospechosos del atentado, que tuvo lugar en un terreno neutral en Suiza, pero bajo la jurisdicción de las autoridades escocesas, y en el que Jim Swire comienza a dudar de la versión oficial. El actor Colin Firth, que permanece constantemente en pantalla, consigue trasladar esa especie de obsesión que se apoderó del protagonista, un padre que ha tratado de cerrar las heridas emocionales enfocándose en la búsqueda de la verdad en torno al atentado que mató a su hija. Lockerbie: En búsqueda de la verdad quizás tiene dificultades para equilibrar la parte más humana con la trama político-criminal, pero la interpretación de Colin Firth refleja de manera espléndida la integridad de un personaje que se centra tanto en la investigación que acaba convirtiendo a su familia en una parte secundaria de su vida. De hecho, la serie deja a un lado algunos aspectos más controvertidos que se han puesto de manifiesto en recientes entrevistas con otra de las hijas de Jim Swire, en torno a cómo esta obsesión rompió la vida familiar. El tema central sobre cómo el padre de una víctima de un atentado se puede sentir engañado y traicionado por su propio gobierno aflora de manera contundente en los últimos episodios. La miniserie se estrena en un momento en el que todavía está pendiente un juicio contra otro sospechoso de haber participado en el atentado, que se celebrará bajo la justicia norteamericana el próximo mes de mayo. El pasado 9 de diciembre de 2024, una parte del fuselaje del avión fue trasladado a Estados Unidos como evidencia para el juicio contra Abu Agila Masud, sospechoso de fabricar la bomba. Y el próximo estreno de la serie producida por BBC y Netflix, protagonizada por Connor Swindells, Peter Mullan y Merritt Weaver, ofrecerá otra perspectiva de un ataque terrorista en el que todavía hay muchas preguntas pendientes de resolver.  


La chica de la aguja se estrena en cines el 21 de marzo.
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Películas mencionadas:

Nadie sabe se puede ver en Acontra+ y Filmin.
Un asunto de familia se puede ver en Filmin y Movistar Plus+.
Monstruo y Marianne y Leonard: Palabras de amor se pueden ver en Movistar Plus+.
Queridos vecinos, Los excesos, Compartimento nº 6 y En el nombre del padre se pueden ver en Filmin. 
Una mente maravillosa, Villaviciosa de al lado, Mañana es hoy y Explota, explota se pueden ver en Prime Video. 
Nueve reinas se puede ver en Acontra+. 
El hijo de la novia se puede ver en FlixOlé, Movistar Plus+ y Prime Video. 
Alta fidelidad se puede ver en Disney+ y Filmin. 
Casa en llamas se puede ver en Netflix. 
Que se mueran los feos se puede ver en Prime Video y SkyShowtime. 
Indiana Jones y el dial del destino y Asesinato en Saint-Omer se pueden ver en Disney+.
Border se puede ver en Filmin y Prime Video. 
Mi pie izquierdo se puede ver en Filmin, FlixOlé y Prime Video. 

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