14 febrero, 2025

Las series españolas de 2025: Parte 1

En esta temporada de premios que se suelen suceder a lo largo de los primeros meses de cada año, mencionamos dos de los que se han celebrado en los últimos días. El pasado 5 de febrero se entregaron los AACTA Awards, que concede la Academia Australiana de Cine y Televisión (AACTA), fundada en 2011 después de que los galardones fueran entregados hasta entonces por el Instituto de Cine Australiano (AFI). La ficción-documental sobre el cantante Robbie Williams Better man (Michael Gracey, 2024) fue la sorprendente vencedora en las categorías de cine, con 13 premios: Mejor Película, Director, Actor principal, Actor secundario, Actriz secundaria, Guión, Fotografía, Montaje, Vestuario, Diseño de producción, Banda sonora, Sonido y Reparto. Esto dejó sin demasiadas opciones a las otras candidatas principales, sobre todo la espléndida película de animación Memorias de un caracol (Adam Elliot, 2024), que se conformó con los premios a Mejor Actriz principal (Sarah Snook) y Mejor Actriz secundaria (Jacki Weaver). Pero también se fueron con las manos vacías Furiosa (George Miller, 2024) y la interesante El último late night (Cameron Cairnes, Colin Cairnes, 2023). Algo parecido ocurrió en las categorías de televisión, con la miniserie Chico come universo (Netflix, 2024) acaparando hasta 12 premios: Mejor Miniserie, Actriz principal, Actor principal (para el joven de quince años Felix Cameron), Actriz secundaria, Actor secundario, Dirección, Guión, Fotografía, Montaje, Diseño de producción, Sonido y Reparto. Esto dejó sin muchas opciones a otras candidatas con numerosas nominaciones como la espléndida No robarás (Thou shalt not steal) (Filmin, 2024), que se estrena en España en marzo. Como Mejor Drama fue elegida la serie juvenil Los rompecorazones (Netflix, 2022-2025), mientras que como Mejor Comedia se premió a la veterana Fisk (ABC, 2021-) en su tercera temporada. Otras series australianas nominadas fueron The artful dodger (Disney+, 2023), Total control (Filmin, 2019-2024), The twelve: El caso Cenicienta (Sundance tv, 2024), la miniserie House of Gods (ABC, 2024) o las comedias Bump (Stan, 2021-2024) y la segunda temporada de Colin de Cuentas (Movistar Plus+, 2022-). 

En los premios de la Academia de Cine y Televisión Irlandesa (IFTA), los galardones cinematográficos ha sido repartidos: Small things like this (Tim Mielants, 2024), ha ganado como Mejor Película y Mejor Actor principal (Cillian Murphy), aunque no el de Mejor Actriz secundaria por la que Emily Watson recibió el Oso de Plata en el Festival de Berlín del año pasado. En este apartado la vencedora ha sido Seoirse Ronan por Blitz (Steve McQueen, 2024), que ha hecho doblete ganando también como Mejor Actriz principal por The outrun (Nora Fingscheidt, 2024). La excelente Kneecap (Rich Peppiatt, 2024) se ha conformado con el premio al Mejor Director, Mejor Reparto y Mejor Diseño de vestuario. Cónclave (Edward Berger, 2024) ha logrado los premios a Mejor Película Internacional, Mejor Actor Internacional (Ralph Fiennes) y Mejor Actor secundario (Brian F. O'Byrne). El premio al Mejor Documental ha sido para el favorito, el espléndido The flats (Alessandra Celesia, 2024), sobre la permanencia del trauma del conflicto norirlandés The Troubles en un barrio periférico de Belfast. En las categorías de televisión, Bad sisters (Hermanas hasta la muerte) (Apple tv+, 2022-) se puede considerar la principal vencedora con tres premios: Mejor Serie, Dirección (Dearbhla Walsh) y Guión (Sharon Horgan), pero empatando con la miniserie No digas nada (Disney+, 2024), que ha logrado los de interpretación: Actriz en Drama (Lola Petticrew), Actriz secundaria (Hazel Doupe) y Actor secundario (Tom Vaughan-Lawlor). El de Mejor Actor principal ha sido para Colin Farrell por The Penguin (Max, 2024). 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

La vida [breve]

Miniserie | Ficción, 6x30' | Movistar Plus+ |  

Creada por Cristóbal Garrido, Adolfo Valor

Dirigida por Diego Núñez Irigoyen, Cristóbal Garrido

South International Series Festival '24: Mejor Reparto


Hay cierto empeño en promocionar esta serie como un tipo de historia que no se ha hecho antes, aunque el tono y la relación entre los personajes recuerda mucho a The Great (MGM+, 2020-2023), incluso en la intención de dar un trasfondo de gran producción histórica cuidando los detalles de puesta en escena y vestuario como si se tratara de un drama. Pero lo que en aquella se construía a partir de un excelente guión del dramaturgo Tony McNamara que hacía fluida la incorporación de elementos anacrónicos en los diálogos y algunas referencias, en La vida [breve] (Movistar Plus+, 2025) termina cayendo en la astracanada de recursos facilones como utilizar música actual como efecto humorístico, por ejemplo en la presentación del personaje de Farinelli (Carlos González) o en la primera relación sexual entre el joven Luis I (Carlos Scholz) y su esposa Luisa Isabel de Orleans (Alicia Armenteros) en el episodio Il Castrato (T1E3). Esta contemporaneización del relato histórico establece un diálogo interesante entre el pasado y el presente, que en muchas ocasiones funciona como una analogía acertada sobre cómo el presente se refleja en el pasado, a veces repitiendo sus defectos. Pero en esta serie creada por Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, el efecto es insustancial porque se queda en la superficie de una comedia que nunca termina de ser tan divertida como pretende. El actor Javier Gutiérrez, que interpreta al rey Felipe V, antecesor y sucesor de Luis I, comentaba en la presentación de La vida [breve] en el South International Series Festival, donde la serie recibió el premio al Mejor Reparto, que lo más complicado era encontrar el tono de la propuesta, pero lo cierto es que, si bien aparece claramente desde el principio, los personajes están definidos de una manera tan histriónica y bufonesca que solo llevándolos hasta el límite podrían tener algo de singularidad. En este sentido acaba siendo demasiado moderada, prefiriendo las referencias generales sobre el carácter de España como un pueblo en permanente conflicto, antes que indagar en las peculiaridades de los Borbones y su dificultad para encajar en la corte española. El tratamiento de los temas relacionados con la realeza sigue siendo una asignatura pendiente para nuestra ficción, y el recurso del humor satírico sirve para abordarlo manteniendo cierta distancia, como en la serie Su Majestad (Prime Video, 2025), que también se estrena este mes. Cristóbal Garrido y Adolfo Valor ya conocen las consecuencias de tratar cuestiones incómodas, como en Reyes de la noche (Movistar Plus+, 2021), que a pesar de ser la serie más vista en la plataforma, fue cancelada por presiones externas.

El tratamiento del llamado "reinado relámpago", en general muy desconocido, es un punto de partida interesante. Felipe V (Javier Gutiérrez), un rey de origen francés que apenas conocía la lengua española (aunque en la serie se obvia esta circunstancia), abdicó en enero de 1724 en medio de una de sus muchas depresiones, en favor de su hijo Luis I (Carlos Scholz), que tan solo contaba 17 años. Pero la permanencia en el trono de éste duró apenas siete meses, porque murió de viruela en el mes de agosto, volviendo al trono su padre. Una de las razones que se han argumentado para la abdicación de Felipe V es que trataba de posicionarse para poder ser elegido como rey de Francia, al renunciar a la corona española, lo que en la serie está planteado como una estrategia de su esposa, Isabel de Farnesio (Leonor Watling), que nunca tuvo el reconocimiento de los españoles. Luis I se sentía preparado para reinar a pesar de su juventud y de su relación distante con Luisa Isabel de Orleans (Alicia Armenteros), que en realidad tenía solo trece años y un comportamiento poco adecuado para el protocolo de palacio. Mientras que el guión de la serie la presenta como una adolescente con poco interés en dedicarse a sus obligaciones como reina, básicamente limitadas a proporcionar un heredero al trono: "Luisa, literalmente es lo único que tienes que hacer. Tampoco te pedimos mucho", le dicen sus padres en el episodio ¡Regocijaos, jóvenes! (T1E5). La vida [breve] se estrena en dos partes: los tres primeros episodios, dirigidos por Diego Núñez Irigoyen, el 13 de febrero y los tres últimos, dirigidos por Adolfo Valor, el 20 de febrero. La elección del realizador argentino, responsable de la exitosa comedia División Palermo (Netflix, 2023-) indica el tratamiento que se le quiere dar a la historia, pero no termina de equilibrar bien el tono, en parte debido a un guión poco acertado, en el que hay una intención de extraer el carácter absurdo de las situaciones reales que los creadores insisten que están literalmente sacadas de los documentos históricos. Pero no importa que se defienda el reflejo de la realidad cuando acaba siendo mostrada de una manera tan histriónica, especialmente en el caso de Javier Gutiérrez. En este sentido, son más acertados algunos de los actores secundarios, como Carlos González, Jorge Usón o Pepe Viyuela, que consiguen controlar con mayor acierto el tono de comedia absurda. 

De hecho, La vida [breve] funciona mejor cuando los acontecimientos no le permiten ser tan bufonesca, como en el episodio Quella pace gradita (T1E6), que tiene un humor más moderado y establece mejor el diálogo entre la mirada contemporánea y el punto de vista tradicional del relato histórico, por ejemplo cuando Luisa le dice a Luis: "La verdad es que es fuerte, que nosotras siempre seamos las locas y vosotros siempre sois los bienamados, hermosos, sabios, hechizados. Si estamos tan locas, pues mira, es normal que reinéis vosotros". Hay que reconocer que al menos la serie luce en sus aspectos técnicos, con la dirección artística de Jorge Fernández de Soto, habituado a series de época como Velvet (atresplayer, 2013-2016) y Beguinas (atresplayer, 2024), que ha trabajado también en la película El reino de los cielos (Ridley Scott, 2005), y el vestuario de Helena Sanchís, nominada al Goya por Días contados (Imanol Uribe, 1994), que realizan un trabajo ejemplar en la recreación de la época para que el aspecto visual tenga la credibilidad necesaria, a pesar de tratarse de una comedia. El acuerdo de colaboración entre Movistar Plus+ y Patrimonio Nacional también ha permitido rodar la serie en localizaciones reales, como el Palacio y Jardines de la Quinta del Duque (El Pardo), el Palacio Real y los Jardines de Aranjuez (Madrid) y el Palacio Real y los Jardines de la Granja de San Ildefonso (Segovia), construido por el rey Felipe V, y donde está enterrado junto a Isabel de Farnesio. Hay apuntes sobre la soledad del poder y la forma en que un gobernante no consigue tener la independencia para gobernar, siempre manejado por quienes le rodean, pero son apuntes leves que se pierden a lo largo de la historia. La serie está producida por Zeta Studios, de la que Cristóbal Garrido y Adolfo Valor son guionistas habituales, con un acuerdo alcanzado en 2019 que les permite desarrollar sus propios proyectos con libertad creativa, y de donde han surgido otros proyectos como Reyes de la noche (Movistar Plus+, 2021) y Días mejores (Prime Video, 2022-2023). 

El minuto heroico. Yo también dejé el Opus Dei

Miniserie | Documental, 4x50' | Max |  

Escrita y dirigida por Mònica Terribas Sala


En 2025 está previsto que se terminen los nuevos Estatutos que rijan la organización del Opus Dei, según indicaba esta misma semana el prelado Monseñor Fernando Ocáriz. El motu proprio "Ad charisma tuendum" es una carta apostólica escrita por el Papa Francisco en 2022, en la que pedía a la organización creada por el español José María Escrivá de Balaguer, que "facilitara una evangelización eficaz" y entablara un diálogo constructivo con todos. En El minuto heroico. Yo también dejé el Opus Dei (Max, 2024), el periodista Gareth Gore, autor del libro Opus (2024, Ed. Editorial Crítica), afirma que "el primer motu proprio surgió unas semanas después de que un grupo de numerarias auxiliares argentinas presentaran quejas ante el Vaticano. Y tengo la certeza de que estos dos hechos están relacionados". No solamente eso, sino que se inició una investigación judicial que ha acabado acusando en 2024 a cuatro antiguos cargos del Opus Dei a los delitos de reducción a servidumbre y trata de personas, en un caso que está pendiente de juicio. Uno de los aspectos resaltados en esta miniserie es la manera en que la organización ha utilizado a las numerarias auxiliares como esclavas durante muchos años, sin pagarles sueldo alguno o ingresando nóminas que los propios reglamentos exigen que sean devueltas como una contribución a la causa. En este sentido, tiene mayor interés el último episodio, Que nos miren a los ojos (T1E4), en el que se relata cómo la salida de la organización supone un auténtico abismo para las numerarias o auxiliares, no solo porque se enfrentan a una vida no reglada en la que pueden tomar decisiones propias, sino porque se dan cuenta de que han sido estafadas y esclavizadas, con licenciaturas en "Ciencias Domésticas" que son papel mojado y ausencia de altas en la Seguridad Social que les permita afrontar una nueva vida laboral. A lo largo de cuatro episodios, el testimonio de 13 mujeres que formaron parte del Opus Dei muestran los entresijos de una organización opaca que muchas veces a lo largo del documental se describe de forma similar al funcionamiento de una secta. Especialmente en el episodio La llamada de Dios (T1E1) en el que se describen las estrategias de captación de adolescentes a las que se les pedía que no informaran a sus padres, lo que se denomina dentro de la organización mujeres "pitables", que puedan ser fácilmente convencidas de alcanzar un compromiso absoluto con el Opus Dei. La abogada Marina Pereda, que fue agregada en España e Inglaterra, afirma que: "El abuso psicológico del Opus Dei va más allá, es un abuso de conciencia, un abuso espiritual". Sin embargo, la miniserie pretende ser más terrenal y deja de lado los aspectos relacionados con las necesidades espirituales de las entrevistadas. 

Hace unos años, la televisión pública alemana estrenó el documental Los misterios del Opus Dei: Fe, poder, manipulación (ZDF, 2021), que abordaba también la praxis interna de esta organización católica ultraconservadora, haciendo hincapié en los aspectos religiosos y políticos. El problema que tiene El minuto heroico es que aquel documental se siente incluso más actual que esta miniserie, porque aborda aspectos más estructurales y por tanto más permanentes. Las 13 entrevistadas que han accedido a dar su testimonio directo fueron miembros del Opus Dei entre los años setenta y 2000, de manera que su experiencia, aunque impactante, a veces no está demasiado actualizada. De una u otra forma, la organización ha realizado cambios a lo largo de los años en los que han desaparecido algunas prácticas de abusos que se relatan en el documental, aunque la esencia de una estructura que se sostiene en el control psicológico se mantiene. El minuto heroico se centra además en un grupo reducido de miembros de la Obra, mujeres célibes que fueron numerarias, auxiliares o agregadas, pero el propio Opus Dei cuantifica en un 70% el número de miembros que están casados, de manera que parece un enfoque demasiado reducido, lo que perjudica a la perspectiva. La serie, escrita y dirigida por Mònica Terribas Sala, una conocida periodista catalana que fue directora de TV3 y forma parte de la asociación independentista Òmnium Cultural, se ha desarrollado a lo largo de varios años e incluso fue rechazada por la misma plataforma en la que ahora se emite, antes de que se produjera la fusión entre Discovery+ y HBO Max. Después de los cambios que se produjeron en la plataforma hasta convertirse en Max, la serie ha tenido un apoyo absoluto de los nuevos directivos, incluso para su estreno a nivel internacional. Uno de los aspectos más interesantes e impactantes es la descripción de la forma en que el Opus Dei aisla psicológicamente a sus miembros, separándoles del contacto con sus familias y círculos de amistades, al estilo de las sectas. Precisamente, Laura Merino, psicóloga especializada en sectas, afirma en Vidas atrapadas (T1E3): "Yo he tenido pacientes para las que quedarse era un infierno, pero salir también les parecía un infierno". El minuto heroico es una denuncia necesaria, pero de resultado irregular, que introduce recreaciones protagonizadas por la actriz Claudia Traisac, para situar al espectador en las situaciones descritas por las entrevistadas y de camino aliviar la sucesión de testimonios dentro de una estructura de reportaje para televisión. Pero resulta menos relevante de lo que pretende porque está demasiado enfocada en un grupo determinado sin que haya una confrontación con la realidad actual de la organización.  Por parte del Opus Dei se ha emitido un comunicado de respuesta al documental en el que niega que las acusaciones correspondan a su modo de operar en la actualidad, y estos días la secretaria central de la Asesoría del Opus Dei, Isabel Sánchez, ha concedido una entrevista a medios cercanos a la organización en la que analiza el papel de las mujeres dentro de ésta. Pero, casi como una respuesta temprana, el propio Opus Dei publicó a principios de febrero una serie titulada En singular, que muestra 60 testimonios de miembros de los cinco continentes.

A muerte

Temporada 1 | Ficción, 7x40' | Apple tv+ |  

Creada por Dani de la Orden | Escrita por Oriol Capel & Natalia Durán

Dirigida por Dani de la Orden, Oriol Pérez


Podría parecer que esta serie es una consecuencia del éxito de la película Casa en llamas (Dani de la Orden, 2024), que ha refrendado a su director con nominaciones en casi todos los premios recientes, aunque se ha quedado siempre en la posición de finalista, por esto de que la comedia suele ser reconocida por la crítica y la industria, pero solamente hasta ciertos límites. En realidad, A muerte (Apple tv+, 2024) se rodó en verano de 2023, mientras que Casa en llamas lo hizo en noviembre de ese mismo año, pero las circunstancias han intercambiado sus fechas de estreno, lo que ha acabado teniendo un efecto positivo. Y se da la curiosidad también de que se trata de un proyecto original de Atresmedia que fue adquirido por Apple tv+ en diciembre del año pasado, seguramente para cumplir con la obligación de las plataformas internacionales de invertir en producciones nacionales a raíz de la introducción de la Tasa Netflix. Al menos esto permite que A muerte tenga una proyección internacional que no hubiera tenido con su estreno en atresplayer, que se convierte así en la segunda ventana de transmisión, una vez que finalice un primer plazo de visionado en Apple tv+. A partir de una idea original de Dani de la Orden, la historia ha sido escrita por Oriol Capel, habitual colaborador de Nacho G. Velilla en comedias comerciales como Que se mueran los feos (2010), Villaviciosa de al lado (2016) y Mañana es hoy (2022), y Natalia Durán, que ha participado en el equipo de guionistas de series como Bienvenidos a la familia (Netflix, 2018-2019) y en el guión de Heavies tiernos (Joan Tomás Monfort, Carlos Pérez-Reche, 2023), pero el año pasado fue la responsable de la mediocre ¿A qué estás esperando? (atresplayer, 2024). A pesar de contar con una filmografía un tanto irregular, la conjunción de ambos ha conseguido un guión sólido con ese equilibrio de ironía y comicidad que Dani de la Orden sabe manejar perfectamente. La pareja protagonista está formada por los personajes tradicionalmente opuestos que acaban encontrándose, pero en este caso con un elemento adicional de ruptura en sus vidas: a Raúl (Joan Amargós), un empleado de RRHH en un concesionario de coches con una vida normal, le han diagnosticado un tumor en el corazón que debe ser extirpado en una operación con ciertos riesgos; mientras que Marta (Verónica Echegui) es una creativa de publicidad juerguista que descubre que está embarazada, posiblemente de su jefe (Julián Villagrán). Que su reencuentro después de que fueran al mismo colegio se produzca en un funeral es el tipo de situaciones muy características del estilo de su director, pero lo que sobresale de la serie es cómo es capaz de aprovechar todas las posibilidades de una historia romántica más o menos convencional para conseguir una comedia especialmente brillante. 

Hay mucha responsabilidad de este acierto en el trabajo de los dos protagonistas, sobre todo en el espléndido Joan Amargós, que ya demostró sus cualidades cómicas en la miniserie Déjate ver (atresplayer, 2023), que está teniendo una gran trayectoria internacional, pero también en Verónica Echegui que entre sus cuatro nominaciones al Goya fue finalista como Mejor Actriz Secundaria por Explota, explota (Nacho Álvarez, 2020), pero que en la comedia suele tener cierta tendencia al histrionismo. Ahí se nota la mano de un buen director que sabe colocar a los actores en el punto justo para no traspasar los límites. También ocurre con la construcción de los personajes secundarios, que complementan bien a los dos protagonistas: en el lado de Raúl, la conmovedora relación con su mejor amigo Edu (Cristian Valencia) y la tirantez con su ex-novia Georgina (Paula Malia), ambos muy divertidos; y en el caso más desequilibrado de Marta, la tensión que mantiene con su hermana embarazada Ana (Clàudia Melo). Es cierto que hay situaciones un poco forzadas, como cuando Raúl se introduce como extra en la grabación de un anuncio publicitario en el que está implicada Marta en el episodio El arte de la publicidad (T1E3), pero otros momentos son de una comicidad sobresaliente, como el quinto episodio que se desarrolla en el concesionario de coches durante el Día sin IVA o la fiesta de antiguos amigos de Marta durante la Noche de San Juan en La noche más corta del año (T1E6), con actores invitados como Leticia Dolera y Berto Romero. Casi se podría interpretar el personaje de Neus (Emma Vilarasau), la madre de Raúl, como una proyección de la madre que la actriz catalana interpreta en Casa en llamas, por la que fue nominada al Goya. 

Entre las comedias simplonas estrenadas en estas primeras semanas del año, como Custodia repartida (Disney+, 2025), esta serie consigue encontrar un punto equilibrado de comedia romántica que recurre a ciertos recursos tradicionales del género, pero al mismo tiempo tiene la capacidad de crear personajes creíbles y relaciones conmovedoras. Al final, las diferencias entre Raúl y Marta no son tantas, sino que son dos formas de enfrentarse a un cierto sentimiento de soledad y de incomprensión. "La gente pensará que mi vida es aburrida, que es monótona, pero a mi me gusta. No sé, simplemente me gusta", dice Raúl. Aunque dentro de esa conformidad de una vida tranquila, sin altibajos, monótona si se quiere, tampoco vendría mal algún momento de ruptura y de locura. Mientras Marta, quien "podría escribir 37 folios con todas las cosas malas que me han ocurrido", quizás necesita hacer una pausa de vez en cuando. Al final, A muerte no es tanto una comedia negra que se centra en las posibilidades porcentuales de morir en un quirófano o en el reto de ser madre soltera, sino un reflejo de la necesidad de encontrar el equilibrio adecuado para estar conformes con nuestra forma de vivir. La serie termina con un cliffhanger que plantea la posibilidad de una segunda temporada que, tratándose de una producción de Atresmedia, es muy probable que se lleve a cabo.

Custodia repartida

Temporada 1 | Ficción, 8x30' | Disney+ |  

Creada por Juanjo Moscardó Rius, María Mínguez

Dirigida por Javier Fesser


Hay una cierta tonalidad francesa en esta primera serie dirigida por Javier Fesser (1964, Madrid), que remite a las tradicionales comedias sobre la separación, muy recurrentes en el país vecino, como Papá o mamá (Martin Bourboulon, 2025), que tuvo un remake español de éxito en la película Mamá o papá (Dani de la Orden, 2021) o, en un sentido más dramático, la excelente La batalla de Solférino (Justine Triet, 2013), una visión muy frenética de los conflictos por la custodia de los hijos. Quizás sea porque se utiliza como tema principal, que incluso se apodera de la música original, la canción "Toi+Moi", primer single del álbum de debut del cantante francés Grégoire, Toi+Moi (2008, MyMajorCompany), que consiguió lanzar después de una financiación colectiva en la web My Major Company, y que se convirtió en un gran éxito en países de habla francesa. En todo caso, Custodia repartida (Disney+, 2025) incide en el relato de la separación de una pareja, en la que el principal obstáculo se encuentra en la necesidad de compartir el tiempo de custodia de una hija. Los protagonistas han establecido una dinámica familiar en la que Cris (Lorena López) es quien mantiene económicamente a la familia gracias a un buen empleo como arquitecta, mientras que Diego (Ricard Farré), con un trabajo "home office" algo inestable como community manager, adopta el cometido de cuidar a la hija de ambos, Cloe (Lucía de Gracia), realizando las tareas del hogar. Pero el equilibrio entre la conciliación que no consigue Cris y cierta complacencia de Diego acaba rompiéndose en una pareja que, sin embargo, hace un primer intento de mantener una buena relación por el bien de su hija. Pero con el añadido, más característico de la sociedad española, de que también s  ven obligados a regresar a casa de sus padres porque no se pueden permitir un piso en solitario. Entre ambos se encuentran los abuelos, que en cierto modo obstaculizan esta buena relación, especialmente los padres de Diego, Susana (Adriana Ozores) y Alberto (Francesc Orella), ella muy tradicional y él incapaz de mantenerse al margen del bufete de abogados que heredaron sus hijos, y decepcionado con la decisión de Diego de no seguir la tradición familiar. La serie se mantiene siempre en un terreno resbaladizo dentro del tópico más profundo (nuera y suegra mal avenidas), pero consigue en pocas ocasiones salirse del cliché, construyendo el desarrollo de una separación con todos los checklists de este subgénero. Cuando intenta establecer un balance entre la comedia y el drama resulta mucho más efectiva, lo que da pie a Javier Fesser para introducir un elemento de complicidad con el espectador al terminar todos los episodios con una ruptura de la cuarta pared. Es interesante este posicionamiento, porque generalmente es Cris quien mira al espectador, excepto en Malcriar (T1E4), que es Diego (fue en el rodaje de este episodio cuando surgió la idea de usar este recurso), y en el último, Cumpleaños (T1E8), que es Cloe. Porque de alguna forma hace que el espectador empatice más con el lado femenino de la pareja que con el masculino, es decir, el director toma partido claramente. 

Custodia repartida está creada y escrita por Juanjo Moscardó Rius (1980, Valencia) y María Mínguez (1982, Valencia), que trabajaron juntos en la comedia Amor en polvo (Suso Imbernón, Juanjo Moscardó Rius, 2019), que tuvo incluso un remake austríaco, Der vierer (Iván Sáinz-Pardo, 2024), aunque ella había escrito en solitario el guión de Vivir dos veces (maría Ripoll, 2019). Tras unos primeros episodios más convencionales pero efectivos, especialmente La barbacoa (T1E3), que fue el primero que se rodó, la historia cae en muchos lugares comunes, especialmente en los episodios centrales, Salir (T1E5) y Ligar (T1E6), en los que crea un paralelismo entre las vidas de solteros de Cris y Ricardo, que recuerdan a numerosas comedias de este estilo. Hay una recuperación desde esas tramas más anodinas en Convenio (T1E7), un episodio botella que es con diferencia el mejor de la temporada, porque logra ese punto medio entre humor y drama que se echa en falta en el resto de la serie. Y porque está presente uno de los mejores personajes, la abogada alcohólica Francisca Franco, a la que en la Universidad apodaban La Caudillo, que sin embargo tiene las ideas muy claras: "Si la niña va a hacer la Secundaria en pública o privada, convenio. Si le pones la vacuna o no, convenio. Si lleva el pelo largo o corto, convenio", le dice a Cris en La barbacoa (T1E3). El tono de la historia se deja influir de manera consciente por Togetherness (Max, 2015-2016), creada por Jay y Mark Duplass sobre las relaciones entre cuatro amigos que alcanzan la cuarentena. Y hay un trasfondo de diferencias de clases entre los dos protagonistas, que en cierto se intercambia el ser Diego, el que viene de buena familia, el que ejerce las tareas del hogar, y Cris, que proviene de una familia más modesta,que es la que mantiene a la familia con su trabajo. Pero al final no está demasiado aprovechado, y no termina de influir demasiado en el tipo de relación que mantienen ambos, a pesar de los reproches. El principal problema de Custodia repartida es que no aprovecha las posibilidades del conflicto de pareja para profundizar demasiado o ser más incisiva, manteniéndose en un espacio cómodo de dramedia superficial, con cierta tendencia a la sensiblería más característica de las películas de Javier Fesser. La serie está producida por The Immigrant, fundada en 2019 por la productora colombiana Camila Jiménez y la peruana Silvana Aguirre, que fueron las responsables de la serie El Chapo (Netflix, 2017-2018) cuando trabajaban en Univision. The Immigrant, que también ha producido recientemente la interesante producción mexicana Nadie nos va a extrañar (Prime Video, 2024), tiene su sede central en Los Angeles, pero cuenta con oficinas en Madrid, Miami y México, y ha establecido una alianza estratégica con la multinacional Fremantle para poner en marcha al menos dos series y un largometraje al año. 

La chica de nieve 2: El juego del alma

Temporada 2 | Ficción, 6x50' | Netflix |  

Creada por Jesús Mesas Silva, Javier Andrés Roig

Dirigida por David Ulloa, Laura Alvea


El escritor Javier Castillo (1987, Málaga) ha venido publicando cada vez más asiduamente desde que se auto-publicara su primera novela, El día que se perdió la cordura (2014, Ed. Suma), cuyo éxito en Kindle acabó llamando la atención de las mismas editoriales que la habían rechazado. Mientras la adaptación de su bilogía El día que se perdió la cordura y El día que se perdió el amor (2018, Ed. Suma), cuyos derechos fueron adquiridos por DeaPlaneta y The MediaPro Studio en 2020, se encuentra todavía en proceso, ha sido más rápida la producción de sus novelas protagonizadas por la periodista Miren Triggs (en la serie se llama Miren Rojo): La chica de nieve (2020, Ed. Suma) y El juego del alma (2020, Ed. Suma). El año pasado, Javier Castillo presentó la que anunció como última entrega de la trilogía protagonizada por esta joven periodista que trabaja en el periódico neoyorquino Manhattan Press, La grieta del silencio (2024, Ed. Suma), aunque todavía no está confirmada su adaptación como serie. La que sí se estrenará posiblemente este año es la adaptación, también a cargo de Netflix, de otra novela reciente del autor malagueño, El cuco de cristal (2023, Ed. Suma). De manera que casi toda las obras del escritor van a acabar llevándose a la pantalla en un formato o en otro. Tras el éxito que consiguió La chica de nieve (Netflix, 2023), esta segunda parte era inevitable, manteniendo la acción trasladada desde Nueva York, donde se sitúa en las novelas, hasta la ciudad de Málaga, e introduciendo algunos cambios importantes en El juego del alma (Netflix, 2025) con respecto a los libros, especialmente en relación con uno de los principales colaboradores de la protagonista, el profesor de periodismo Eduardo Vergara (José Coronado). Pero básicamente, esta segunda entrega sigue una narrativa y una estructura similar a la anterior, en este caso partiendo de la desaparición de la joven estudiante Allison Hernández (Francisca Aronsson), cuya relación con la muerte de Laura Valdivia (Clare Durant) diez años atrás, solo es capaz de verla la periodista Miren Rojo (Milena Smit), ahora convertida en una autora conocida gracias al éxito de la publicación de un libro sobre el caso anterior. Esto podría introducir una especie de reflejo de la propia experiencia como autor de best-sellers de Javier Castillo, pero en realidad es una circunstancia poco aprovechada en la serie. 

De nuevo, la investigación sobre estas dos jóvenes tienen algún tipo de conexión con el trauma por la violación que sufrió la protagonista, que se presenta como una especie de personaje autodestructivo que no puede evitar involucrarse en investigaciones que le recuerdan a su propia conmoción, pero pretender que la historia desarrolle un estudio psicológico más profundo no encaja con el tipo de novelas que escribe Javier Castillo. Ya hemos comentado en alguna ocasión que el problema de la ficción negra en España es que su base es demasiado inestable, principalmente adaptando libros de gran éxito pero de escasa calidad. Las novelas de Javier Castillo o de Carmen Mola son perfectamente intercambiables, lo que se traslada a las propias adaptaciones en formato de series. Además, suelen ser historias protagonizadas por personajes femeninos que están contados desde perspectivas masculinas, y por tanto siempre sufren traumas relacionados con su sexualidad. Y el tono que se traslada a las series es igualmente oscuro, de diálogos susurrados para transmitir intensidad a los personajes, como una especie de nordic noir mal entendido. Hay algunos elementos más destacables en esta segunda parte, como la incorporación del periodista Jaime Bernal (Miki Esparbé) que al menos duplica el punto de vista de la investigación. En realidad es un recurso que ya aparece en las novelas, representado en el agente del FBI Ben Miller, más colaborativo que la policía Belén Millán (Aixa Villagrán), pero que se dejó a un lado en la adaptación de la primera novela. Sin embargo, aunque la subtrama que rodeaba a Santiago Vallejo (Julián Villagrán) era más interesante en la anterior adaptación, aquí se intenta sustituir con los padres de Laura Valdivia sin conseguirlo. Uno de los problemas de las series españolas es la elección de un reparto que suele dar pistas sobre los personajes solo con los actores escogidos: de manera que, si en El juego del alma se incorporan intérpretes como Vicente Romero y Luís Callejo, ya se puede anticipar desde el principio que sus personajes van a tener elementos oscuros. Pero este no es el mayor problema de una serie que tiene un pulso desequilibrado de dirección, que utiliza recursos muy predecibles y que toma decisiones de guión discutibles e inverosímiles. Si alguien pensaba que esta segunda entrega era innecesaria, el final abierto sugiere que el tercer y último libro, que parte de la crítica consideró el peor de los que ha escrito Javier Castillo, tendrá también su correspondiente adaptación. 

A coral

Miniserie | Ficción, 13x15' | A Galega |  

Escrita por Ricardo Llovo Otero, Marcos López

Dirigida por Ricardo Llovo Otero

Versión en gallego con subtítulos en gallego


La Televisión Autonómica de Galicia, a través de su plataforma de streaming AGalega, que comenzó a emitir en enero de 2024, ha ido alcanzando una cuota de penetración de mercado del 2,8%, incorporando series en las que ha participado como Operación Marea negra (Prime Video, 2022-2024), pero apostando también por producción propia como Na Gloria (AGalega, 2024). En los primeros meses de este año ha estrenado nuevas ficciones, principalmente dentro del formato de las microseries, un tipo de producciones por las que las plataformas autonómicas están apostando, lo que es una buena forma de apoyar historias realizadas con medios más modestos, como es el caso reciente de Itsatsita berriz (Pr1meran, 2024), en la plataforma del canal autonómico del País Vasco. Entre las últimas incorporaciones se encuentran E logo, quen foi? (AGalega, 2024), un policíaco que se sostiene en interrogatorios de unos ocho minutos por episodio, en el que la agente Rodríguez (Cristina Maró) está investigando un robo cibernético de 2 millones de euros en la empresa Conxelare. Aunque mantiene el ritmo, el formato de interrogatorios llega a ser demasiado repetitivo. También se ha incorporado a la plataforma la más interesante A arte de ser (mal) pai (AGalega, 2024), una producción independiente creada por Óscar Cruz que ha tenido una destacada carrera en festivales, que comenzó ganando el Premio al Mejor Piloto en el Showcase de Serielizados Fest 2023, para posteriormente conseguir el Premio Mestre Mateo de la Academia Gallega a la Mejor Serie Web, dos premios en el Carballo Interplay (Mejor Serie en gallego y Premio del Público) y ser seleccionada en el Marseille Web Fest. La historia cuenta en tres episodios los últimos días que pasa César (Xosé M. Esperante), un padre separado, con su hija Clara (Jacoba de Llano Maseda), antes de que se instale en Londres junto a su madre. La relación entre ambos hace resurgir en cierto modo las razones de la separación, dejando entrever que César se ha visto envuelto en un estado de inapetencia que le impide dar un giro a su vida, aferrándose a la depresión. Se trata de una comedia dramática que establece gradualmente la evolución de esta relación paterno-filial, y que se podría definir como un coming-of-age para Clara, que encuentra esa conexión que no había tenido con su padre, pero sobre todo un coming-of-age para César, una evolución paralela que le acaba definiendo como padre en relación con su hija. Hay mucha ironía en tres episodios sencillos, que se sostienen en conversaciones entre personajes, y que se revela de manera acertada como un retrato de la paternidad en nuestros días. 

El estreno más reciente, con un formato de producción más tradicional, es la comedia A coral (AGalega, 2025), de la que se han estrenado siete de sus trece episodios. La historia comienza cuando Manuel Merino (Carlos Blanco), un reconocido director de un coro, es despedido después de un altercado con un espectador en su último concierto. Su amigo Suso (Marcos Pereiro), concejal de cultura del pequeño pueblo de Ribadeabaixo, le ofrece un trabajo como director de un coro amateur formado por algunos de los vecinos, que no tienen ninguna experiencia con la música: "Lo único que tienes que conseguir es que parezca que cantan", le dice. De manera que la comicidad surge del contraste entre un director con malos humos y los componentes del coro, a los que las técnicas de afinación, los pentagramas y los ejercicios vocales les parecen innecesarios, y prefieren improvisar y cantar canciones populares. Algunos de los componentes de este coro amateur tienen sus peculiaridades, como Silvia (Eva Iglesias), que afirma haber sido ex-corista de Beyoncé, Pintos (Jesús Suárez), al que a veces le resulta difícil seguir el ritmo debido a su ceguera, o Lois (Manu Casal), que solo está en el coro por mantenerse cerca de Ana (María Pérez, componente del grupo Fillas de Cassandra). En el reparto también destaca la presencia de la soprano Teresa Nova, que debuta como actriz. A coral tiene un humor sencillo que surge sobre todo del carácter difícil del protagonista, interpretado por Carlos Blanco, al que hemos visto en series como Rapa (Movistar Plus+, 2022-2024) o El caso Asunta (Netflix, 2024), y ganador del Premio Mestre Mateo al Mejor Actor secundario por la película Heroína (Gerardo Herrero, 2006). Cuando le llama su psicóloga (Elba Pedrosa) para comprobar que sigue las pautas que le ha marcado para controlar su irritabilidad, él le dice: "Estoy relajadisimo. Si me relajo más voy a acabar siendo vegano o hablando andaluz". Creada por Ricardo Llovo Otero y Marcos López, A coral tiene en su modestia su principal virtud, manejando bien el ritmo de los diálogos, aunque moviéndose en terrenos cómodos de humor simple y familiar. 

Jo Mai Mai

Temporada 2 | Ficción, 8x30' | 3Cat |  

Creada por Sergi Pompermayer, Mar Picó, Uri García, Marc Roma

Dirigida por Román Parrado, Uri García

Versión en catalán con subtítulos en castellano


Las televisiones públicas generalistas tratan de ganarse a un perfil de espectadores que en los últimos años han ido abandonándolas, con una audiencia que principalmente se sitúa por encima de los 50 años. No se trata de un esfuerzo que se produce solo en España, sino en muchos de los países con televisiones públicas, y en algunas ocasiones se logra esa trascendencia más allá de los targets habituales que siguen estos canales. El año pasado, TV3 estrenó la serie Jo mai mai (3Cat, 2024-), un planteamiento más o menos tradicional en torno a un grupo de jóvenes que pasan parte del verano en unas colonias, bajo la supervisión de la monitora Mai (Clàudia Riera), en una estructura parecida a la de otras series como HIT (RTVE Play, 2020-): tratar temas que se supone que les interesan a los adolescentes, pero con una figura adulta como referente, aunque ésta no sea precisamente el modelo más apropiado para seguir. Al tratarse de unas colonias de verano, las temporadas pueden incorporar a nuevos grupos de jóvenes, aunque en este caso regresan varios de los personajes de la primera temporada, que terminó con un cliffhanger que a muchos espectadores de la serie les molestó. Jo mai mai fue muy criticada en algunos sectores catalanes por tratarse de un encargo de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) a Abacus, la productora de Oriol Soler, vinculado al independentismo a través de ERC, pero sobre todo porque, a pesar de ser una serie relativamente sencilla, se convirtió en la más cara en la historia de la corporación, con un presupuesto de 2,6 millones de euros. A lo que se unió un relativo fracaso de audiencia, perdiendo un 43% de espectadores desde los que vieron el primer episodio hasta los que permanecieron hasta el último. En todo caso, la nueva temporada comienza en el mismo punto en el que terminó la primera, en un momento de tensión, para desplazarse rápidamente hasta el verano siguiente, con la reapertura de las colonias Les Guilles, una masía del siglo XIX que regentan los padres de Mai, Pere (Pere Ponce) y Eva (Mireia Aixalà). Pero las colonias han recibido un expediente administrativo, por lo que en principio piden a Mai que se mantenga realizando trabajos de oficina, aunque ella prefiere irse de fiesta todas las noches. Aunque regresan muchos personajes de la primera temporada, como Billy (Biel Rossell Pelfort), Rita (Maria Morera Colomer) y Noor (La Imèn), el verano trae consigo nuevos grupos de jóvenes, y se incorporan nuevas tramas como la que protagoniza Guim (Adrià Salazar), que mantiene una relación tóxica con su novia. 

A esta nueva temporada se le ha criticado que incluya demasiado contenido sexual, aunque una de las creadoras, Mar Picó, se ha defendido afirmando que fue la propia TV3 quien sugirió que se subiera el tono de un guión que era bastante más suave en sus primeras versiones: "Los guionistas habíamos sido bastantes tranquilos, con unas colonias tranquilas, jugando, tocando el ukelele y nos dijeron: tienen que follar más" (TVeo, 13/2/2025). Siguiendo una estructura tradicional, cada episodio aborda temas relacionados con la juventud, como las expectativas de los padres en la subtrama de Èlia (Berta Rabascall) en Fràgil (T1E4), pero destaca el tratamiento más horizontal de la relación posesiva de Guim, aparentemente aceptada por su novia, que también contamina al personaje de Billy, quien tiene cierta atracción por una chica de otro grupo, Gio (Júlia Padonou), pero no sabe cómo acercarse a ella, en el episodio Seducció (T1E3). La serie mantiene las pautas de la temporada anterior, aunque comienza de una manera algo lenta, con la presentación de los personajes y el establecimiento de las tramas que configuran la historia principal. Mai sigue siendo una especie de adolescente adulta que no termina de comprometerse del todo con nada y con nadie, y que se refugia en las salidas nocturnas para afrontar el trauma sufrido el año anterior. Manu (Alberto Salazar, hermano de Adrià Salazar), es un nuevo monitor que no se siente muy cómodo cuando le obligan a compartir las actividades con Mai. Y Pere y Eva reciben una buena oferta económica de una cadena de hoteles para vender la masía, lo que comienzan a plantearse porque las colonias están en peligro de ser clausuradas. También se mantiene un tono musical, incorporando una coreografía en cada episodio, que permite introducir versiones de Figa Flawas, Txarango o Juls junto a algunas canciones originales. Pero este acercamiento musical se siente algo forzado, y se nota que tiene más una intención de expansión transversal de la serie (se incluye el album en las principales plataformas de streaming), que una incorporación orgánica de la música dentro de la historia. Jo Mai Mai tiene claro a qué público está dirigida, pero no se sabe si realmente una propuesta tan convencional como ésta puede conseguir atraer la atención de su target objetivo. Como es habitual, 3Cat utiliza una traducción automática para los subtítulos en castellano, francés e inglés; pero, como comentamos hablando de la ceremonia de los Goya, las televisiones públicas siguen empeñadas en ahorrar presupuesto a través de una IA que no es capaz de hacer traducciones con un mínimo nivel de calidad. 


No robarás se estrena en Filmin el 25 de marzo.
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Películas mencionadas:

Días contados  se puede ver en FlixOlé y Movistar Plus+.
Casa en llamas y Vivir dos veces se pueden ver en Netflix. 
Que se mueran los feos se puede ver en Prime Video y SkyShowtime. 
Villaviciosa de al lado, Mañana es hoy y Explota, explota se pueden ver en Prime Video. 
Mamá o papá se puede ver en Max y Movistar Plus+. 
La batalla de Solférino y Amor en polvo se pueden ver en Filmin. 
Heroína se puede ver en FlixOlé. 

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