A partir de esta semana publicamos los comentarios de un cinéfilo perdido, una experiencia única para conocer los entresijos del mundo del cine, si es que os interesan.
A los exhibidores les ha dado esta semana por hacer boicot a una gran multinacional, vamos, la Disney, en el estreno de su posible megaéxito "Scary movie 4", negándose a estrenarla en sus salas. La multinacional de marras ha contraatacado "regalando" más copias a los exhibidores "amigos" y consiguiendo mantener así el número que tenían previsto para su estreno. El problema es que las empresas de exhibición no se pongan de acuerdo entre sí y las medidas de protesta de unos (ojo, si consiguen algún beneficio será para todos, y entonces habrá que nombrar a los esquiroles con todas sus letras) acaben cayendo en terreno baldío por la sumisión de los demás.
Por ejemplo, en Sevilla poco se ha notado el boicot, porque las dos principales empresas de exhibición, Cineciudad y Cinesur, pertenecen al grupo de los sumisos, de los que se han dejado meter tres y cuatro copias de la misma película a cambio de no se sabe qué contrapartidas. Claro que una de las empresas "rebeldes", Cinebox, acaba de abrir en Sevilla un multicines (auténtico suicidio tal y como está el patio). Y ya hay que tener mal ojo comercial para inaugurar un cine en la misma semana en que el estreno estrella ha sido boicoteado.
Así las cosas, se ha convertido en protagonista extracinéfilo un peliculón de esos que te arrepientes de ir a ver en cuanto ya estás en la cola del cine. Porque "Scary movie 4" es lo que es, o mejor dicho, lo que no debería ser. Recordemos que la saga la comenzaron unos hermanos "black power" (los hermanos Wayans) pretendiendo mofarse de "Scream" y de las pelis de terror adolescentes. Y lo hacían como solo los cómicos negros saben hacer: a base de eruptos, pedos, tetas y culos, e imitando las películas de parodias de los 80. Pero tras la segunda entrega los mandamases de Miramax (¿esta no era una productora de cine independiente de calidad?) decidieron que eso de hacer parodias para mayores de 18 años no molaba, y se les ocurrió contratar precisamente a David Zucker (uno de los responsables de "Aterriza como puedas" y todas las películas cuto título terminan en "...como puedas") para infantilizar los gags. Y así nació esta nueva etapa en la que, llegados a la cuarta parte, parece que la tendencia va a ser dejar de un lado el cine de terror y seguir exprimiendo lo que sea hasta que siga teniendo éxito. A mi solo me salió una sonrisa cuando aparece Leslie Nielsen (al final este tío con tan poca vergüenza me ha acabado cayendo bien) como presidente (cómo no) y en la parodia de "Million dollar baby" (por cierto, nadie la nombra como película parodiada en sus crónicas).
Un poco barriobajera e infantil ha sido la reacción de Disney España al boicot de los exhibidores, lanzando una campaña en la que se anuncia el estreno de la películas "en los mejores cines (no en todos, solo en los buenos)". ¿Qué pasa, que los otros son los "malos"? ¿Esto qué es, una película de aventuras? ¿Y el tesoro cuál es, tener una película Disney de éxito a cambio de ser obligados a estrenar cuatro chorradas de relleno? Lamentable.
Entre los otros estrenos, para no hacer demasiado larga esta primera crónica cinéfila perdida, solo puedo recomendar "Una historia de Brooklyn", una película semiautobiográfica de su director (colaborador de Wes Anderson, del que nunca he entendido su humor). Pero esta película, que a veces me recuerda a una mezcla entre Woody Allen y Jim Jarmusch, tiene su gracia (y sus buenas dosis de sarcasmo). Por lo demás, poco destacables los estrenos: una de terror tailandés, "Shutter", que para muchos aficionados es una pasada, pero que a mí me parece otra más de sustitos copiando las fórmulas del cine de terror oriental de los últimos años (¡qué harto estoy de la musiquilla efectista para asustar!), y una película chilena que aún no sé de qué va, aun después de haberla visto. "Mujeres infieles" es una de las mayores chorradas que he visto en mucho tiempo.
Y esto es lo que hay, por ahora. Procuraré estar por aquí al menos una vez a la semana. Me acaba de llegar una invitación para el estreno de dos cortometrajes andaluces. Espero que a los exhibidores no se les ocurra boicotearlos, coño!!
Por ejemplo, en Sevilla poco se ha notado el boicot, porque las dos principales empresas de exhibición, Cineciudad y Cinesur, pertenecen al grupo de los sumisos, de los que se han dejado meter tres y cuatro copias de la misma película a cambio de no se sabe qué contrapartidas. Claro que una de las empresas "rebeldes", Cinebox, acaba de abrir en Sevilla un multicines (auténtico suicidio tal y como está el patio). Y ya hay que tener mal ojo comercial para inaugurar un cine en la misma semana en que el estreno estrella ha sido boicoteado.
Así las cosas, se ha convertido en protagonista extracinéfilo un peliculón de esos que te arrepientes de ir a ver en cuanto ya estás en la cola del cine. Porque "Scary movie 4" es lo que es, o mejor dicho, lo que no debería ser. Recordemos que la saga la comenzaron unos hermanos "black power" (los hermanos Wayans) pretendiendo mofarse de "Scream" y de las pelis de terror adolescentes. Y lo hacían como solo los cómicos negros saben hacer: a base de eruptos, pedos, tetas y culos, e imitando las películas de parodias de los 80. Pero tras la segunda entrega los mandamases de Miramax (¿esta no era una productora de cine independiente de calidad?) decidieron que eso de hacer parodias para mayores de 18 años no molaba, y se les ocurrió contratar precisamente a David Zucker (uno de los responsables de "Aterriza como puedas" y todas las películas cuto título terminan en "...como puedas") para infantilizar los gags. Y así nació esta nueva etapa en la que, llegados a la cuarta parte, parece que la tendencia va a ser dejar de un lado el cine de terror y seguir exprimiendo lo que sea hasta que siga teniendo éxito. A mi solo me salió una sonrisa cuando aparece Leslie Nielsen (al final este tío con tan poca vergüenza me ha acabado cayendo bien) como presidente (cómo no) y en la parodia de "Million dollar baby" (por cierto, nadie la nombra como película parodiada en sus crónicas).
Un poco barriobajera e infantil ha sido la reacción de Disney España al boicot de los exhibidores, lanzando una campaña en la que se anuncia el estreno de la películas "en los mejores cines (no en todos, solo en los buenos)". ¿Qué pasa, que los otros son los "malos"? ¿Esto qué es, una película de aventuras? ¿Y el tesoro cuál es, tener una película Disney de éxito a cambio de ser obligados a estrenar cuatro chorradas de relleno? Lamentable.
Entre los otros estrenos, para no hacer demasiado larga esta primera crónica cinéfila perdida, solo puedo recomendar "Una historia de Brooklyn", una película semiautobiográfica de su director (colaborador de Wes Anderson, del que nunca he entendido su humor). Pero esta película, que a veces me recuerda a una mezcla entre Woody Allen y Jim Jarmusch, tiene su gracia (y sus buenas dosis de sarcasmo). Por lo demás, poco destacables los estrenos: una de terror tailandés, "Shutter", que para muchos aficionados es una pasada, pero que a mí me parece otra más de sustitos copiando las fórmulas del cine de terror oriental de los últimos años (¡qué harto estoy de la musiquilla efectista para asustar!), y una película chilena que aún no sé de qué va, aun después de haberla visto. "Mujeres infieles" es una de las mayores chorradas que he visto en mucho tiempo.
Y esto es lo que hay, por ahora. Procuraré estar por aquí al menos una vez a la semana. Me acaba de llegar una invitación para el estreno de dos cortometrajes andaluces. Espero que a los exhibidores no se les ocurra boicotearlos, coño!!