28 diciembre, 2018

Las mejores bandas sonoras de 2018 (y 4ª parte)

Último de nuestros repaso las bandas sonoras más interesantes que se han publicado a lo largo del año, ahora repasando las ediciones que se han producido en los tres últimos meses. Esta es la música de cine que nos parece más destacada en 2018. 


The predator - Henry Jackman
Lakeshore Records  28 / 9 / 2018

Desde los primeros momentos de la banda sonora, enseguida apreciamos esa reminiscencia a los interesantes trabajos que Alan Silvestre realizara para las dos primeras entregas de la serie cinematográfica: Depredador (John McTiernan, 1987) y Depredador 2 (Stephen Hopkins). Ese aire marcial que predomina en temas como "Project Stargazer" tienen la contundencia y la sonoridad que nos recuerdan a las bandas sonoras creadas en los años ochenta por Silvestri y Jerry Goldsmith, y juegan a favor de ese aire de déjà vu que encontramos aquellos espectadores que vivimos los estrenos de aquellas primeras películas. Afortunadamente, si en el terreno estrictamente cinematográfico la película decepciona como segundo intento de reboot, no ocurre lo mismo con la música de Henry Jackman, uno de los compositores más camaleónicos del actual panorama. Su trabajo funciona perfectamente en dos vertientes: por un lado, y la principal, en el enfoque hacia los monstruos alienígenas, con pasajes de acción que al mismo tiempo tienen un trasfondo oscuro, como en "Out of the cage". Es en este punto de vista en el que encontramos las referencias más notables a Alan Silvestri, y sin duda resultan mucho más acertadas que el intento que realizó John Debney en el primer remake, Predators (Nimród Antal, 2010). En segundo lugar, y en este caso como la principal aportación no referencial, están los pasajes más intimistas, centrados en el niño autista ("Rory"), y sobre todo en un leit motiv de personaje, especialmente desarrollado en "The good soldier", primero como introducción introspectiva para luego expandirse hacia un tono más heróico en referencia al grupo de soldados en "Team McKenna". Al margen de las reminiscencias a la música de Alan Slvestri, esta aportación es la más notable de una interesante banda sonora, que encuentra su momento más destacado en el espléndido tema "Alien abduction", que introduce voces corales que le impregnan de mayor contundencia al conjunto.


El reino - Olivier Arson
Quartet Records  4 / 10 / 2018

El trabajo del compositor francés para la película de Rodrigo Sorogoyen es una banda sonora poco convencional. Si en su anterior colaboración, Que Dios nos perdone (Rodrigo Sorogoyen, 2016) y en la serie de televisión La zona (Movistar+, 2017) los sonidos electrónicos eran utilizados de una forma más "tradicional", adaptándose al uso convencional de la composición para cine, en El reino (Rodrigo Sorogoyen, 2018), el planteamiento es más ambiental, y más descriptivo en la escenificación general de la corrupción como podredumbre de la sociedad, sin elaborar ningún discurso especialmente identificativo con los personajes. De esta forma, la construcción ambiental de estas suites electrónicas, que se presentan en la edición discográfica en seis partes que no hacen referencia a momentos determinados de la película, se convierte en una suerte de descripción repetitiva y hasta en algunos momentos claustrofóbica del "estado de las cosas" que plantea la película. La música es constante en la puntualización de los momentos de tensión y de acción, pero poco a poco se va difuminando conforme se desarrolla la historia, dejando a los personajes en una especie de vacío atmosférico que contribuye también, por ausencia, a remarcar su mezquindad. En este sentido, se trata de uno de los trabajos más acertados del año, porque contribuye a elaborar un discurso que ya está sobre el guión, pero que se enriquece con la sonoridad electrónica, y se convierte por tanto en una composición inteligente y original.   

306 Hollywood - Troy Herion
Lakeshore Records  5 / 10 / 2018

Uno de los documentales más destacados de 2018, el primero que ha inaugurado el Festival de Sundance a comienzos de año, es esta película dirigida por los hermanos Elan y Jonathan Bogarin, que elaboran una interesante incursión en el terreno de los recuerdos y la memoria a través de esta especie de búsqueda arqueológica en los objetos que encuentran en la casa de su abuela fallecida. Este recorrido es al mismo tiempo sentimental y también tiene algo de indagación detectivesca que lleva a los cineastas a reproducir el pasado. En este sentido, la música compuesta por el neoyorquino Troy Herion es también una suerte de indagación sonora que ensaya diferentes propuestas de tonalidades diversas y contrapuestas, pero todas ellas conectadas con cierto aire de elegancia. Encontramos por un lado una apertura, ese "Model House Opening", que tiene cierto aire de cuento, para introducirnos inmediatamente en los sonidos del pasado, con un excelente tema principal de aires añejos, "Grandma interviews", que luego escucharemos desarrollado con la incorporación de efectos de sonido y diálogos, en el maravilloso "Catalogues". Por otro lado, encontramos músicas que nos recuerdan a las composiciones de Jon Brion en los temas más contemporáneos como "What we found - Part 1", que incorpora también una voz solista que le da cierto aire de ensoñación. Lo más interesante de este recomendable trabajo de Troy Herion es su constante capacidad de experimentación que convierte cada tema en un continuo descubrimiento de instrumentaciones originales y fascinantes, especialmente en los pasajes que tienen cierto aire antiguo como los magníficos "Fashion dance" y, sobre todo, ese "Grandma archive" que uno no se cansa de redescubrir.  

  
Night of the l¡ving dead - Bird Peterson
Teenage Riot Records  5 / 10 / 2018

En la versión original de la película La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1968), el director utilizó mayormente música de archivo ya que, según confesaba en la edición de la banda sonora Night of the living dead (1982, Varèse Sarabande), ninguno de los que pusieron en marcha el proyecto sabían nada de música y no tenían presupuesto para contratar a un compositor. Así que gastaron poco más de 1500 dólares en música preexistente de Capitol Production Music Library, el catálogo de Capitol Records, con la colaboración de Karl Hardman, responsable del archivo, que seleccionó músicas preexistentes de Spencer Moore, Philip Green o William Loose, finalmente incorporadas por George A. Romero en distintas escenas de la película. Aunque en conjunto el resultado fue más que aceptable, siempre ha quedado pendiente la duda de saber cómo hubiera funcionado una composición original para la película. A lo largo de los años, se han creado diversas bandas sonoras "alternativas", siendo la más interesante la aportación "ochentera" del británico Robert Ogden, OGRE y el norteamericano Dallas Campbell en lo que llamaron un rescore de Night of the living dead (2016, Lakeshore Records). Ahora es el DJ Bird Peterson, que este mismo año ha publicado su album de dance Infinity Molasses (Teenage Riot Records, 2018), el que se ha involucrado en la recreación musical de esta icónica película de terror. Utilizando como base los sintetizadores, Bird Peterson construye una banda sonora de cierto aire hipnótico al principio, como anticipando el horror que se avecina, y poco a poco va resultando cada vez más asfixiante. Este experimento, cuyo resultado en la propia película se puede ver en internet
 (aunque con decisiones discutibles como la eliminación de algunas escenas), funciona especialmente bien en los momentos de los ataques de los zombis, ofreciendo un sonido repetitivo y amenazador, como en la primera aparición de los muertos vivientes, "They're coming to get you, Barbara" o en el extenso "From worse to worser", de 17 minutos, que suena en la secuencia del sótano y las primeras noticias en torno al origen de la epidemia, donde Peterson realiza un ejercicio de ambientación sonora clautrofóbica que conecta bien con la pesadilla que viven los protagonistas. En este sentido, aunque ciertamente puede ser más o menos innecesaria, la nueva banda sonora consigue dotar a la película de una cierta modernidad que sin embargo no resulta molesta, sino que mantiene con elegancia un constante desasosiego que ofrece una lectura si cabe más opresiva en la revisitación de una película que marcó el género de terror.  

Happy New Year, Colin Burstead - Clint Mansell
Lakeshore Records  5 / 10 / 2018

Esta comedia dramática que utiliza la celebración del Año Nuevo como elemento de fractura familiar tiene como aspecto primordial ese toque de comedia dramática que su director, Ben Wheatley, atesora de su experiencia como realizador en series como Doctor Who (BBC, 20014-). Para su banda sonora el compositor Clint Mansell ha escogido un acercamiento de instrumentaciones sencillas, casi formada por una orquesta de cámara, potenciado además por un trabajo realizado en tiempo récord. Si la película se rodó en tan solo 11 días, la banda sonora se grabó y mezcló en un solo día. Pero es este carácter de minimalismo, casi diríamos que apresurado, el que confiere a la música ese íntimo acercamiento al centro familiar manteniendo al mismo tiempo un distanciamiento que le confiere esa sonoridad a música medieval. Especialmente notables son las composiciones que tienen también un cierto sabor céltico, como en "[enter, drum & colours]" o "[flourish, with spoils]". La filmografía del director, con trabajos de cierta violencia explícita como la recomendable Kill List (Ben Wheatley, 2011), sin duda establece el carácter inusual de esta propuesta. Y en este sentido, Clint Mansell acierta en el desarrollo, cada vez más disonante, de la banda sonora, especialmente en tema como "[music still, with shouts]", que al principio introduce incluso algunos cánticos de nuevo con aire céltico, para ir desembocando poco a poco en un diálogo disfuncional entre la flauta y el violín, que acaba resultando inquietante. Aunque la banda sonora, incluso en los propios títulos de los temas, está formada casi por interludios musicales, Clint Mansell concluye con una espléndida composición de 8 minutos, "[re-enter, with rabble]" que aporta cierta luminosidad.

Werk ohne Autor - Max Richter
Deutsche Grammophon  5 / 10 / 2018

La intensa actividad musical del compositor Max Richter, entre conciertos por todo el mundo, grabaciones de nuevos trabajos autónomos y reediciones de sus álbumes, le permite sin embargo, trabajar en el cine con una o dos bandas sonoras cada año. 2018 ha sido un año especialmente prolífico, con composiciones para películas como White boy Rick (Yann Demande, 2018) o la serie L'amica geniale (HBO, 2018-). Pero nosotros destacamos especialmente dos de estas bandas sonoras. Por un lado, el thriller alemán Werk ohne autor (Florian Henckel von Donnersmarck, 2018), centrado en la vida del pintor Gerhard Richter, que consiguió pasar de la Alemania del Este a la Alemania occidental. La música de Max Richter aquí es introspectiva esencialmente, algo que maneja con excelencia gracias al uso de sus habituales creaciones minimalistas, que afloran especialmente en intensos temas como "Enemy Lines". Al contrario que otros trabajos suyos para el cine, aquí Max Richter nos regala extensas composiciones que le permiten elaborar frases musicales que se van construyendo a fuego lento, como en "Your Pen, your word", que acaba desembocando en un ostinato que prácticamente se acopla a la siguiente composición, "A way out", como parte de una suite continua en la que se desarrollan las líneas de tensión de la historia. 


Mary, Queen of Scots - Max Richter
Deutsche Grammophon  7 / 12 / 2018

En un ámbito completamente distinto al que comentábamos anteriormente, nos encontramos la banda sonora de María, reina de Escocia (Josie Rourke, 2018), un trabajo más centrado en la mirada externa hacia unos personajes de relevancia histórica. Para este drama de época, Max Richter bucea en la música del Renacimiento, siguiendo en cierta manera la estela de su trabajo autónomo Recomposed by Max Richter: Vivaldi, The Four Seasons (2014, Deutsche Grammophon). El leitmotiv principal, centrado en la reina María Estuardo a la que da vida la actriz Saoirse Ronan, presente ya en los primeros compases de "The shores of Scotland", contrasta con la más romántica utilización del harpa para la reina Isabel I, interpretada por Margot Robbie, en temas como ""Elizabeth's portrait". En todo caso, ambos temas aportan esa dosis de lirismo que predomina en una película que adopta principalmente el punto de vista femenino. Por contra, la visión masculina está aquí representada por la guerra, con la percusión como principal elemento, como en "The claim to the Throne". Estamos ante uno de los trabajos más ambiciosos y complejos de Max Richter, que incorpora también voces (bellísimo ese coral "If ye love me") y elementos electrónicos, que aportan una tonalidad más moderna a temas como el fúnebre "Pray for me". Regio y espectacular en ocasiones, lírico y colorista en general, estamos ante uno de los mejores trabajos de su autor. 


Girl - Valentin Hadjadj
Deutsche Grammophon  5 / 10 / 2018

La valiente película del director Lukas Dhont en torno a la transexualidad es posiblemente una de las visiones más emocionantes sobre la condición humana que se han estrenado este año. La música corre a cargo del compositor francés Valentin Hdjadj, del que ya hemos escuchado interesantes bandas sonoras, sobre todo en el género de animación, en películas como Avril et le monde truqué (Christian Desmares, Franck Ekinci, 2015). Lo interesante de la propuesta, para esta película que ganó el premio al Mejor Actor en la sección Un Certain Regard y la Caméra d'or al Mejor Director en el Festival de Cannes, es que Lukas Dhont no se centra tanto en el bullying o las amenazas externas, sino que está más interesado en el conflicto interior de la protagonista, y de esta forma, la descripción del sentimiento transgénero en realidad es una transposición de los cambios en la pubertad. Ese planteamiento es importante, porque permite a Valentin Hadjadj elaborar una banda sonora esencialmente introspectiva, que se apega a los sentimientos del personaje principal, pero sobre todo transmite las emociones que la protagonista no expresa externamente. La música se convierte así en la expresión íntima del personaje, y contribuye a transmitir su evolución, estructurada sobre dos temas, "Summer", más íntimo, con el violín como elemento principal, y "Winter", más abierto a la sección de cuerdas, más emocionalmente expresivo. Hasta llegar a ese revelador y liberador "Lara", que muestra el descubrimiento de la auténtica personalidad.     

The sisters brothers - Alexandre Desplat
Lakeshore Records  12 / 10 / 2018

La incursión del francés Jacques Audiard en el género western le ha valido el León de Plata al Mejor Director en la Mostra de Venecia. De nuevo colaborando con el realizador, Alexandre Desplat elabora una espléndida lectura contemporánea del género, desde el tema principal, "The Sisters Brothers", que incorpora un piano a modo jazzístico, contundente y efectivo. Este es precisamente uno de los hallazgos de la partitura que propone Desplat, utilizando el piano como instrumento que lidera buena parte de las composiciones, pero también con el uso del combo, que le da un aire más moderno y casi diríamos que cercano al universo sonoro de John Cage. De hecho, el compositor huye del uso de los instrumentos de viento, tan presentes en el género, para realizar una banda sonora más acústica, que despega en algunos momentos con sonidos más cercanos al género, como en "To Jacksonville", pero que encuentra su lugar más cómodo en la introducción de sonoridades más contemporáneas, especialmente con la utilización del violín eléctrico (interpretado por su esposa, Dominique  Lemonnier), como en "Two brothers, two friends". Especialmente interesante es la introducción de la guitarra eléctrica en temas como "To San Francisco", que casi podría ser una composición para una película que se desarrolla en la actualidad, más que en el género del western. Hay algunos usos comunes en la música de Desplat, como la utilización de percusiones únicamente para temas de acción como "Gun fight", especialmente viniendo de otro trabajo en el que el compositor prácticamente solo utilizaba instrumentos de percusión, como Isla de los perros (Wes Anderson, 2018). En realidad, la banda sonora de Alexandre Desplat está más cerca del cine noir que del propio cine del oeste, y es sin duda uno de sus mejores trabajos en 2018. 

Le jeu - Christophe Julien
Editions Milan  12 / 10 / 2018

La película italiana Perfetti sconosciuti (Paolo Genovese, 2016) ha traspasado eu propio éxito internacional para convertirse en una de las películas más versionadas, en posteriores producciones como la española Perfectos desconocidos (Álex de la Iglesia, 2017), la mexicana Perfectos desconocidos (Manolo Caro, 2018) y ahora la francesa Le jeu (Fred Cavayé, 2018). Esta comedia negra y malsana en torno a un grupo de amigos que descubren la falsedad de su relación cuando comienzan un juego de revelación de secretos ha trascendido el éxito en su propio país, quizás con no tan buenos resultados como la versión original, espléndida comedia de personajes que planteaba un final abierto no presente en otras versiones, como la española. De todas ellas, el mejor planteamiento musical es el que propone Christophe Julien en esta banda sonora que se estructura en torno a un excelente tema principal, "Le jeu", que propone una base melódica retentiva, pero al mismo tiempo incorpora ese tono negro que tiene la historia, aún más presente en composiciones como "Phone dark side". Hay también momentos de tonalidad cómica como en esos pizzicatos de "Strangers du tango", pero en general predomina un tono más sórdido a lo largo de la banda sonora. Es interesante sobre todo el uso del piano y el acordeón en "L'aveu de Ben", una especie de tema liberador que tiene sin embargo un poso de melancolía.  

Capharnaüm - Khaled Mouzanar
Decca Records  12 / 10 / 2018

La película libanesa Cafarnaúm (Nadine Labaki, 2018) es una de las más premiadas a lo largo de este año: Presentada en Cannes y San Sebastián, está nominada al Globo de Oro como Mejor Película Extranjera y tiene serias posibilidades de cara a los Oscar. Esta historia sobre un niño de 12 años que decide demandar a sus padres en el Tribunal Internacional de Justicia, es una historia conmovedora en torno a la pobreza, pero al mismo tiempo genera cierta polémica por su mirada algo condescendiente con la desoladora vida de muchos niños obligados a trabajar en las calles de Beirut. Músico y directora, marido y mujer, ya habían colaborado juntos en Caramel (Nadine Labiki, 2007) e ¿Y ahora adónde vamos? (Nadine Labiki, 2012), y por tanto ambos se entienden perfectamente en la transposición musical de las historias que cuenta. Esta quizás sea la banda sonora menos estrictamente melódica de las tres, porque el compositor se centra más en el aspecto documental que plantea la directora en buena parte de las secuencias. En este caso, se trata de un trabajo que, utilizando una pequeña formación orquestal, no renuncia del todo a la construcción de frases melódicas, como en el tema dedicado al niño protagonista, "Zeyn", pero con un planteamiento algo más minimalista. Así ocurre también con el tema principal, "Capharnaüm" que se construye progresivamente con sonoridades étnicas e introducción de voces que van creando un sentimiento de desolación. Este sentimiento también está presente en otro de los temas principales, el hermoso "Eye of God", que suena mientras vemos una toma aérea cenital de la ciudad de Beirut, y a la que la música le otorga un sentimiento desgarrador. 

First Man - Justin Hurwitz
Back Lot Music  12 / 10 / 2018

Uno de los mayores aciertos del director Damien Chazelle es hacer una película que habla de un acontecimiento histórico rodeado de cierta épica, pero utilizando en buena parte planos cerrados y reconvirtiendo la historia de la llegada del primer hombre a la luna en un acercamiento íntimo, más humano, pero al mismo tiempo sin eliminar completamente el aspecto heroico. Ganadores ambos del Oscar el año pasado por La La Land (Damien Chazelle, 2016), músico y director sin duda merecen al menos otra nominación este año. Porque, como ocurría en aquella, la parte musical juega aquí un papel fundamental, y está desarrollada con eficacia y originalidad. En el aspecto melódico, la banda sonora se estructura principalmente sobre dos temas principales: uno intimista y familiar, y otro relativo a la misión espacial, que expresa la soledad y la belleza que experimentan los astronautas. Este intimísimo, expresado por el uso de instrumentos como el harpa, encaja perfectamente con esas imágenes de una familia marcada por el dolor de la pérdida de una hija, y se desarrolla con gran belleza en temas como "The Armstrongs".  En el aspecto relativo a la misión, está marcado por el uso de sintetizadores "retros" de finales de los sesenta, como el sintetizador Moog o el Echoplex, que Jerry Goldsmith utilizó en la banda sonora de El planeta de los simios (Franklin Schaffner, 1968). Pero sobre todo destaca el uso del theremin, instrumento que patentó el inventor ruso Léon Theremin en 1928, que aporta ese aire de película espacial de los años 50, como Ultimátum a la Tierra (Robert Wise, 1951), en cuya banda sonora Bernard Herrmann le dio un papel protagonista. El instrumento, que el propio Justin Hurwitz aprendió a tocar, va apareciendo levemente a lo largo de la película, hasta convertirse en elemento principal en la última parte, la del viaje lunar, especialmente notable en temas como "Crater". Y es donde aparece también la épica, con el uso más destacado de la orquesta, presente en espectaculares composiciones como "Apollo 11 launch" o "The landing", quizás el tema más representativo de la excelencia de esta banda sonora.

What they had - Danny Mulhern
Varèse Sarabande  19 / 10 / 2018

Compositor y multinstrumentista, Danny Mulhern tiene tras de sí una extensa lista de colaboraciones, especialmente en televisión, que combina con sus trabajos autónomos como el recientemente editado Safe house (2018, 1631 Recordings AB). Su estilo, que tiene referentes minimalistas pero se sostiene sobre todo en logrados pasajes melódicos, tiene ese aire intimista que encaja perfectamente con esta película sobre una crisis familiar, basada la experiencia real de su debutante directora, la actriz Elizabeth Chomko. El trabajo de Danny Mulhern, que utiliza el piano como principal instrumento, consigue crear una atmósfera íntima que al mismo tiempo se mueve por pasajes que tienen un cierto aire jazzístico como "Come for a run with me", aunque en ciertos momentos recurre a la utilización de instrumentos de viento como la trompa, en temas como "This was the perfect time", que otorgan una intimidad especial a determinadas escenas, en las que los personajes se sinceran.  El trabajo de Danny Mulhern está dotado de una extraordinaria sensibilidad y refleja la desolación de unos personajes que se tienen que enfrentar a una enfermedad como el Alzheimer. En este sentido, la banda sonora funciona como una especie de suite en torno a la memoria que incorpora tonalidades emocionales gracias a temas que están dotados de una gran carga emocional, como ese sutil "Bridget and Emma", en el que se introduce de forma puntual el sonido del violonchelo, casi difuminado conforme se desarrolla el tema. Sensible y emocionante, estamos ante una de las más bellas composiciones del año.


Buñuel en el laberinto de las tortugas - Arturo Cardelús
Rosetta Records  19 / 10 / 2018

Yo galgo - Arturo Cardelús
Skinny Dog International  16 / 11 / 2018

El compositor madrileño Arturo Cardelús se dio a conocer en con la banda sonora de In a heartbeat (Esteban Bravo, Beth David, 2017), cortometraje de animación que introducía una trama romántica gay en una historia para niños. Su trabajo como concertista es más conocido, y desde hace algunos años reside en Los Angeles, sin perder la conexión con el cine español. Sus más recientes composiciones tienen que ver precisamente con el cine de animación y con el género documental. Por un lado, la película Buñuel en el laberinto de las tortugas (Salvador Simó, 2018), cuyo estreno se ha pospuesto hasta el próximo año. Se trata de una historia de animación que muestra el trabajo de Luis Buñuel mientras preparaba el rodaje del documental surrealista Las hurdes (Luis Buñuel, 1933), pero se centra sobre todo en la personalidad del genio de Calanda. Grabada en Londres, la banda sonora tiene como eje principal un hermoso vals dedicado al personaje protagonista, "Luis Buñuel", y sobre él se van tejiendo el resto de composiciones, en las que el leit-motiv está muy presente. Hay temas de gran belleza como "La lotería", que establece un diálogo entre la guitarra solista y una base coral, y momentos que tienen un aire más de ensoñación, como "Laberinto", en el que los coros, primero infantiles y después marcados por las voces masculinas, resultan casi religiosos. Es un trabajo de tono romántico, con pasajes especialmente bellos y que nos muestra la experiencia de Arturo Cardelús en el trabajo de orquestación. 

Por otro lado, el documental Yo galgo (Yeray López Portillo, 2018) se centra en la utilización de perros galgo en las cacerías, pero sobre todo refleja ese enfrentamiento entre la tradición cruel y la modernidad en los pueblos más olvidados. Se trata de un trabajo más oscuro que el anterior, porque parte de la historia tiene que ver con las terribles consecuencias que tiene la utilización de estos galgos en la práctica de la caza. Así, encontramos temas de etérea tristeza como "Little did I know", en el que la utilización de los sonidos electrónicos predomina para construir sonoridades dramáticas. Y hay composiciones desgarradoras, como "Tú no eliges la liebre", en la que el violonchelo subraya la desolación y el dolor. Si en la anterior banda sonora la base melódica era importante, aquí predominan las sonoridades atonales, en algunos casos discordantes, que como en "Discarded" adquieren un tono especialmente dramático. Una de las protagonistas del documental es una galgo hembra que, tras criarse en Dinamarca, regresa a España. Y a ella, que quizás por haber tenido la posibilidad de criarse apartada de la crueldad de la tradición cetrera, ha podido sobrevivir, es a la que se dedican los temas más luminosos de la banda sonora, como "Bacalao".  

Un día más de vida - Mikel Salas
919703 Records DK  19 / 10 / 2018

El documental de animación es ya una forma habitual de contar historias reales pero con la libertad creativa que ofrece trabajar con imágenes generadas por ordenador que, como en este caso, permiten incluir escenas de ensoñación casi abstractas que, en buena medida, funcionan mejor como reflejo del caos de la guerra que las propias escenas de acción. Para la película codirigida por el español Raúl de la Fuente, ganadora del Premio Europeo, la música corre a cargo de Mikel Salas, colaborador del director también en su anterior documental, I am Haití (Raúl de la Fuente, 2014). A la película le perjudica la constante comparación con Vals con Bashir (Ari Folman, 2008), quizás porque no se conocen otras muchas muestras de animación documental que se han realizado posteriormente, pero en esta comparación sí sale beneficiada la banda sonora, que toma un camino más épico y de acción que la que creara Max Richter para aquella. El compositor navarro consigue aquí un espléndido trabajo que combina perfectamente la música frenética de las escenas de guerra, como "A soldier", con aquellas que describen con emoción los desastres humanos que provoca el conflicto angoleño. Destaca especialmente el uso de las voces solistas en esa hermosa evocación de la esperanza que es la canción "O meu menino". Mikel Salas es un músico que se mueve con comodidad en el género de acción, con trabajos anteriores como [Rec]3: Génesis (Paco Plaza, 2012), y sabe combinar con acierto las sonoridades electrónicas con una orquesta de cuerda, lo que resulta especialmente efectivo en las escenas más interesantes y hermosas de la película, aquellas que evocan las ensoñaciones del protagonista, como en ese frenético comienzo "Luanda", que introduce elementos de jazz. Sin duda, una banda sonora que, aunque acabe pasando desapercibida entre la lista de premios de este año, es uno de los mejores trabajos españoles de 2018. 

The nutcracker and the four realms - James Newton Howard
Walt Disney Records  26 / 10 / 2018

James Newton Howard es uno de esos compositores con capacidad para adaptarse a proyectos de gran envergadura con resultados habitualmente acertados. Sus últimas bandas sonoras están muy marcadas por la tradición sinfónica clásica, especialmente con referencias a Prokofiev en Gorrión rojo (Francis Lawrence, 2018), y ahora en esta adaptación al cine del ballet El Cascanueces, obra máxima de Piotr Chaikovski basada en el cuento "El cascanueces y el rey de los ratones", de E.T.A. Hoffmann. La banda sonora de James Newton Howard es obviamente referencial a la gran composición del músico ruso, con una presencia constante en temas como "Clara's new world", y en cierto modo el trabajo de Newton Howard pasa por hacer más "cinematográfica" la música original del ballet, incorporando elementos novedosos como las voces corales, y esa cadencia de gran sinfonismo que el compositor sabe manejar con especial soltura. En este sentido, las mejores composiciones que consiguen esa unión perfecta entre la música de Chaikovski y la incorporación más fílmica de Newton Howard son "The Machine Room fight" y "Queen Clara", éste último especialmente logrado en un desarrollo brillante que tiene la firma del mejor James Newton Howard. 


Fantastic beasts: The Crimes of Grindewald - James Newton Howard
WaterTower Music  9 / 11 / 2018

El compositor ya nos ofreció un excelente trabajo en la película Animales fantásticos y dónde encontrarlos (David Yates, 2016). y ahora en su continuación consigue también una notable banda sonora de gran espectacularidad. Y ciertamente en una tesitura diferente, ya que se trata de un trabajo mucho más oscuro que el de la primera parte, pero que contiene excelentes temas de extensa duración como "The thestral chase" con el que se abre, y en el que incorpora con maestría elementos tan dispares como las voces corales o los sintetizadores que, siempre en el caso de James Newton Howard están usados con precisión. Los nuevos temas creados para esta película son especialmente interesantes, primero un desenfadado y romántico tema para el personaje de Leta en "Newt and Leta", que tiene algo de esa sonoridad de la música rusa a la que hacíamos referencia antes, y después el mágico "Dumbledore", con cierto aire volátil, que marca en buena medida el tono de parte de esta banda sonora. Sin duda estamos ante un año especialmente inspirado para un compositor que, a pesar de su presencia en proyectos de gran presupuesto, merecería un mayor reconocimiento. 

Possum - The Radiophonic Workshop
The Radiophonic Workshop  26 / 10 / 2018

The Radiophonic Workshop es toda una institución en el mundo de la televisión. Creada en 1958 para crear efectos de sonido y música para las producciones de radio y televisión de la BBC, acabó siendo una influencia notable para la música electrónica. Pero sus trabajos, aunque presentes en la mayor parte de las producciones televisivas y radiofónicas de las últimas décadas, casi nunca han conocido ediciones discográficas. Quizás su obra más conocida fue la creación del tema principal de la serie Doctor Who (BBC, 1963-1989), principalmente compuesto por sonidos de manipulación de cintas y osciladores, algo así como un preludio del posterior trabajo de los DJ. Curiosamente, en estos cincuenta años de existencia, The Radiophonic Workshop nunca había participado en la banda sonora de una película, por lo que es especialmente interesante la edición de la música de Possum (Matthew Holmes, 2018), una pesadilla kafkiana que ciertamente es una rara avis en el género de terror de este año, pero también uno de los proyectos más interesantes. Tratándose de una creación de The Radiophonic Workshop, es lógico que la banda sonora esté compuesta principalmente por efectos de sonido que ciertamente ofrecen una visión introspectiva del personaje principal, excelente Sean Harris, un tipo oscuro y traumatizado por acontecimientos de su infancia que resulta al mismo tiempo patético y desasosegante. Y esta falta de convencionalismo de la banda sonora es lo que la hace especialmente interesante, porque provoca una cierta inquietud constante, pero al mismo tiempo incorpora elementos melódicos con flautas, como en los "Main Titles" o en "A demonstration". Parte de la banda sonora se ha creado con sonidos del archivo de Delia Derbyshire, productora responsable de The Radiophonic Workshop desde su nacimiento hasta 1973, ofreciendo una mezcla de turbación e instrospección que son perfectos para el ambiente tenso y casi absurdo de la película dirigida por Matthew Holmes. 

Boy erased - Danny Bensi, Saunder Jurriaans
Back Lot Music  26 / 10 / 2018

El trabajo conjunto de Danny Bensi y Saunder Jurriaans suele deparar casi siempre resultados interesantes. Su capacidad para generar sonoridades que tienen al mismo tiempo una intensa base melódica pero al mismo tiempo contribuir con instrumentaciones singulares que transmiten sonidos diferentes a los habituales, son algunas de sus mejores contribuciones a la música de cine. En este caso ambos vuelven a colaborar con el actor y director Joel Edgerton tras su interesante trabajo en El regalo (Joel Edgerton, 2015), para esta película centrada en la terapia de conversión a la que debe someterse el protagonista para "curar" su homosexualidad. El acercamiento musical a esta historia de tono intimista en la que es importante la evolución interior del personaje principal se sostiene en una pequeña formación orquestal que permite una sonoridad más intimista. Y se construye en base a algunas orquestaciones singulares, como uno de los temas principales, interpretado por dos violines y un órgano de pedal, que se escucha en momentos de introspección como "Assembly", y en momentos íntimos como "The funeral", aquí introduciendo un elemento de distorsión a través de la percusión. Es este lado intimista el que funciona especialmente bien en la banda sonora, con algunos momentos de luminosidad, representados por el piano en temas como "Cameron", y con pequeñas referencias a la condición cristiana de la familia del protagonista, introduciendo voces corales de niños que también representan la inocencia, como en "Between us". Es destacable también la canción "Revelation", precioso tema escrito por el sudafricano Troye Sivan y el islandés Jonsi, nominada al Globo de Oro. 

The extraordinary journey of the Fakir - Nicolas Errèra
ENKA  1 / 11 / 2018

Basada en la novela del escritor francés Romain Puértolas, esta película se acerca a la dura realidad de la inmigración, pero adoptando en la figura de su protagonista un aire de cuento con cierto aire optimista. La historia de un joven indio que decide viajar a París para cumplir el sueño de su madre, y que acaba metido en un rocambolesco trayecto que le lleva desde Francia hasta Inglaterra, España e Italia, ofrece una mirada irónica que el compositor francés Nicolas Errèra describe con acierto en una banda sonora ecléctica, variada en su mezcla de estilos pero compacta en su estructura. La música mantiene como eje principal al protagonista, un personaje optimista y aventurero que vive aventuras inimaginables, y en torno a él se centra un hermoso tema principal, "Aja's Theme", que lo hace cercano y cordial.  Y en general las composiciones de Nicolas Errèra mantienen ese tono vitalista, a pesar de las circunstancias adversas que rodean al protagonista, identificándose con la propia actitud del personaje. Lo es en los pasajes que tienen lugar, por ejemplo, cuando la policía persigue a los inmigrantes ilegales, y que la música suaviza, o en ese número musical que protagoniza el jefe de policía (Ben Miller) en la irónica canción "Send them to Spain". Hay también, en los pasajes que tienen lugar en Italia, simpáticas referencias a la música de Nino Rota, como en "You're in love". Nicolas Errèra consigue en definitiva, una banda sonora de múltiples aristas que funciona perfectamente dando el tono adecuado a una película más interesante de lo que en principio podría esperarse.    

If Beale Street could talk - Nicholas Britell
Lakeshore Records  9 / 11 / 2018

Resulta interesante comprobar las dos colaboraciones director-músico que el año pasado destacaron en los Oscar: Damien Chazelle-Justin Herwitz y Barry Jenkins-Nicholas Britell, han vuelto a ofrecer este año dos películas de gran calidad tanto en la pantalla como en la música. Los primeros con First man (Damien Chazelle, 2018) y los segundos con El blues de Beale Street (Barry Jenkins, 2018), una historia de amor basada en la novela del prestigioso escritor norteamericano James Baldwin. El acercamiento a esta apasionada búsqueda de la justicia por parte de la protagonista tiene, por razones obvias, una textura con raíces jazzísticas que esta presente a lo largo de toda la banda sonora, y especialmente en temas de sonoridades complejas como "Ya who enter here". Pero lo más interesante de la banda sonora es su construcción en base a instrumentos de metal y los instrumentos de cuerda. En un principio, la idea del director consistía en solo usar instrumentos de viento, pero Nicholas Britell aportó la necesidad de introducir las cuerdas para mostrar el carácter romántico de la relación. Así, en el primer encuentro sexual entre la pareja protagonista se introducen los violonchelos para reflejar la pasión corporal y el romanticismo, como podemos escuchar en "Eros". Muchos de los temas de la banda sonora, por cierto, tienen como título diferentes referencias griegas que describen el amor y la pasión, como "Eros, "Agape" o "Encomium". En la utilización de los instrumentos de viento hay también una cierta sonoridad al cine "noir" clásico, como en "Mrs. Victoria Rogers", que aporta también una textura cercana a la música de Dmitri Tiomkin o Franz Waxman. Estamos, como en Moonlight (Barry Jenkins, 2016), ante una excelente banda sonora repleta de hallazgos y complejas texturas superpuestas que conectan, casi de forma epidérmica, con la pasión que describen las imágenes del director. 

Evelyn - Patrick Jonsson
Air-Edel Records  26 / 11 / 2018

El director británico Orlando von Einsidel ha sido nominado al Oscar en dos ocasiones, por el largometraje documental Virunga (Orlando von Einsidel, 2014) y por el corto documental The White helmets (Orlando von Einsidel, 2016), por el que consiguió la estatuilla. En sus proyectos cinematográficos ha contado con la colaboración del compositor sueco Patrick Jonsson, que ha creado excelentes trabajos musicales. Ahora, en su último documental, el director se aleja de los escenarios violentos del tercer mundo para acercarse a una historia más personal, contada en primera persona, sobre un hermano que se quitó la vida cuando tenía 22 años. Esta historia, Orlando con Einsidel cuenta desde su propia experiencia junto a su familia, funciona como una especie de duelo que en su momento no existió, por el shock que supuso la noticia. En este sentido, la banda sonora de Patrick Jonsson es también un lamento, hermoso y lleno de sensibilidad, que pone los vellos de punta. Desde se emotivo y sincero tema "I can barely say his name" con el que se inicia la banda sonora, Patrick Jonsson dispone ya los instrumentos principales de la música, un piano de tonalidad triste, y los violines como contrapunto melódico. Pero sobre todo consigue momentos de gran emotividad, de belleza etérea, como en "He was here", que se refieren a esa figura casi fantasmal que ha permanecido en la memoria familiar. Hermoso trabajo del compositor para un documental doloroso.   
Rémi sans famille - Romaric Laurence
Editions Milan  7 / 12 / 2018

Esta es una superproducción francesa de género infantil estrenada estas Navidades, en torno al viaje que inicia un niño sin familia junto a una troupe de artistas a lo largo de Francia. Película de estética preciosista y personaje extrovertidos, cuenta con la partitura del compositor francés Romaric Laurence, experimentado en películas de acción de gran presupuesto. Pero aquí encontramos su faceta más heterogénea, con una partitura eminentemente melódica que está formada por temas de gran belleza como el coral "Une comptine, ma comptine". Para la banda sonora, el compositor ha contado con una gran orquesta que le permite elaborar pasajes de gran espectacularidad, que subrayan las imágenes de una película repleta de paisajes de ensueño. La utilización de la voz solista del niño Thibault Sallès es recurrente a lo largo de la partitura, que también se sostiene en las voces corales como elemento de ensoñación, que dan ese aire de cuento que tiene la película, como en el tema "Rémi Seul chez les Driscoll", que contiene también momentos de acción. Pero es en el lado melódico en el que la banda sonora gana, especialmente en hermosos temas como "La dame de l'auberge et joli-cœur", de tonalidad romántica, que en algunos momentos nos recuerda a la música de Jean-Claude Petit. Sin duda se trata de un trabajo maduro que permitirá a Romaric Laurence acceder a otro tipo de producciones. 

Aquaman - Rupert Gregson-Williams
WaterTower Records  14 / 12 / 2018

El músico británico nos ofreció el año pasado un interesante trabajo para la película Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017) y ahora vuelve a hacerse cargo de la música de una adaptación del universo DC, en la esperada y bien acogida por la crítica Aquaman (James Wang, 2018). Su acercamiento, como el de la propia película, es maravillosamente retro, con la introducción de sintetizadores con sonido de los ochenta que ciertamente es uno de sus mayores aciertos. Nuevamente, el compositor introduce la guitarra eléctrica, como ya ocurriera en Wonder Woman, como instrumento que subraya las escenas de acción, y maneja con acierto la mezcla de sonidos electrónicos con la gran orquesta y los coros. El conjunto es en definitiva un trabajo notable, que ya desde el tema principal "Arthur" nos introduce en esa ambientación, que tiene sus principales referentes en los sonidos de maestros de la música electrónica como Vangelis y especialmente Jean-Michel Jarre. En las escenas de acción, como "Atlantean soldiers", Rupert Gregson-Williams hace uso de las percusiones y los instrumentos de viento como elementos marciales que funcionan como preparativo para el combate, con una contundencia certera. El músico británico acierta especialmente en las escenas de acción, con un inteligente uso de la orquesta, apabullante en  algunos casos como en "Suited and booted". Estamos sin duda ante una de las mejores bandas sonoras para películas de superhéroes de este año. 


L'Empereur de Paris - Marco Beltrami, Marcus Trumpp
Gaumont  14 / 12 / 2018

El joven compositor alemán Marcus Trumpp es uno de los que forman parte del equipo habitual de Marco Beltrami, que suele realizar músicas adicionales para la mayor parte de las bandas sonoras del compositor. Pero en algunas ocasiones, como ocurre con los colaboradores de Hans Zimmer, el ayudante adquiere protagonismo en la elaboración de algunos trabajos. Es el caso de este producción francesa que supone una nueva colaboración de ambos con Jean-François Richet tras las dos partes de Mesrine (Jean-François Richet, 2008), de nuevo con Vincent Cassel como protagonista. Aunque suponemos que buena parte del trabajo corre a cargo de Marcus Trumpp, también encontramos en algunos pasajes el sello característico de Marco Beltrami. En general, se trata de una banda sonora de tono grandilocuente y que bucea al mismo tiempo en las sonoridades románticas, ya desde ese intenso y espectacular tema principal, "1805", que recrea con vehemencia el París napoleónico de principios del siglo XIX. La contundencia de los violines y la energía de los instrumentos de viento ya generan la tensión que está presente en esta historia de mafias, también presente en temas como "One after the other". El piano toma protagonismo en los momentos románticos, como en el tema dedicado a uno de los personajes femeninos, "Annette". Es una banda sonora que abunda en la espectacularidad pero al mismo tiempo , como en ese contundente "Revenge", que es de una gran belleza pero al mismo tiempo sobrecogedor. 






Girl y El blues de Beale Street se estrenan el 25 de enero

María, reina de Escocia se estrena el 8 de febrero
Cafarnaúm se estrena el 15 de febrero
El Emperador de París se estrena el 29 de marzo

Identidad borrada se estrena el 5 de abril
Obra sin autor se estrena el 12 de abril
Buñuel en el laberinto de las tortugas se estrena el 26 de abril









21 diciembre, 2018

Primeras bandas sonoras premiadas del año

Comienza la temporada de premios y ya se han dado a conocer las primeras bandas sonoras con nominaciones para los galardones más destacados. Premios del Cine Europeo y Globos de Oro, y en España Premios Feroz y Premios Goya son algunos de los galardones que despiertan mayor interés. Nuestra atención se centra aquí en las nominaciones y galardones para las composiciones más destacadas, según los miembros de las correspondientes academias y asociaciones, del año 2018:

PREMIOS DEL CINE EUROPEO
Sábado 15 de diciembre
Sevilla

Aunque la ceremonia tuvo lugar en Sevilla el pasado sábado, los reglamentos de la Academia de Cine Europeo establecen que solo 10 categorías tienen el formato habitual de nominaciones y posteriores galardonados. Por su parte, un jurado de ocho miembros de la Academia eligen directamente el premio en otras ocho categorías. Entre ellas, la de Mejor Compositor Europeo, que este año ha recaído en:

3 tage in Quiberon
Christoph M. Kaiser, Julian Maas

La película, centrada en una entrevista que dio la actriz Romy Schneider en una clínica de rehabilitación, tenía también una nominación para la actriz Marie Bäumer. En el aspecto musical, la banda sonora discurre entre canciones de corte jazzístico, creadas expresamente para la cinta, y composiciones que tienen al piano como instrumento solista. El jurado de la Academia destaca el carácter "nostálgico, romántico, sensual y melancólico" de la música original, y ciertamente la partitura tiene un aire nostálgico que, junto a la fotografía en blanco y negro, dan a la película una cierta textura de Nouvelle Vague. El tema principal, "3 tage in Quiberon" sobre el que pivota toda la banda sonora, es un hermoso vals que lanza una mirada introspectiva hacia la protagonista, y en algunos momentos las composiciones de Christoph M. Kaiser y Julian Maas recuerdan, en temas como el melancólico "Und das Wind inmmer so bleiben", nos recuerdan a la música Max Richter. Hay otros momentos destacados, como el precioso tema "Abschied in Quiberon", que incorpora la guitarra como elemento principal, o ese aire funesto y desgarrador de "Jeder für sich".

GOLDEN GLOBES
Domingo 6 de enero
Los Angeles

Marco Beltrami, Un lugar tranquilo
Alexandre Desplat, Isla de perros
Ludwig Göransson, Black Panther
Justin Hurwitz, First man (El primer hombre)
Marc Shaiman, El regreso de Mary Poppins



Las nominaciones a los Globos de Oro han acabado siendo algo decepcionantes en general, porque destacan trabajos que resultan más aparentes que acertados, e incluyen entre los nominadas al menos a dos bandas sonoras que para nosotros están entre lo peor del año. En este sentido, reconocer el trabajo de Marco Beltrami para Un lugar tranquilo (John Krasinski, 2018) resulta sorprendente, porque es una de las bandas sonoras menos logradas del compositor. De hecho, la película de John Krasinski funciona mejor en las escenas en las que no hay música que en las que la contienen, porque las composiciones de Marco Beltrami y su equipo, también hay que decir que posiblemente por indicación del director, discurren por caminos convencionales del género de terror y ciertamente la banda sonora no destaca ni en su estructura formal ni en su contenido. Se trata por tanto de una composición decepcionante, más por su irrelevancia dentro de la propia película, en la que los silencios juegan un papel fundamental, que por el valor intrínseco de las composiciones. 

Otro de los nominados menos interesantes, aunque no precisamente por su falta de ambición, es el trabajo de Ludwig Göransson para la película Black Panther (Ryan Coogler, 2018). Para esta épica película de superhéroes afroamericanos, con resultados incluso ridículos en algunos momentos, el compositor sueco ha creado una banda sonora de tonos espectaculares y grandilocuentes en la que mezcla una gran orquesta con sonoridades de coros y percusiones africanos, construyendo una partitura que al final acaba siendo más ruidosa que realmente eficiente. Esta mezcla, que podía haber dado lugar a una banda sonora interesante (aunque ciertamente la idea resulta tan obvia que no termina de resultar original), sin embargo acaba siendo tan pomposa que ni siquiera termina de acoplarse con eficacia a las imágenes de una película que resulta igualmente fallida. 


Es lógico el reconocimiento a un compositor veterano y ya algo apartado del cine como Marc Shaiman, pero ciertamente su trabajo para El regreso de Mary Poppins (Rob Marshall, 2018) no acaba de resultar todo lo interesante que nos hubiera gustado. Aunque sus esfuerzos por recrear en buena parte ese sonido característico que los hermanos Sherman crearon para la película original resultan loables, lo cierto es que Marc Shaiman, por lo demás un excelente compositor de musicales, no consigue aquí ninguna canción que realmente resulte trascendente, y que termine aportando cierta novedad. Al contrario, los temas compuestos para esta secuela son en general anodinos y poco relevantes, y casi ninguno de ellos consigue quedarse en nuestra memoria. En la parte de música instrumental, la banda sonora tampoco encuentra un sonido personal, y se limita a subrayar las escenas con menos eficacia de la que se podría esperar de un compositor veterano como Marc Shaiman. 


Para nosotros, los dos únicos trabajos musicales que nos parece que consiguen una justa nominación son los de Alexandre Desplat y Justin Herwitz. El músico francés crea para Isla de perros (Wes Anderson, 2018) una partitura casi exclusivamente sostenida sobre la percusión oriental, con especial mención a las breves pero contundentes aportaciones de Kaoru Watanabe en el tambor Taiko. El homenaje al cine de Akira Kurosawa, muy palpable en la película, también está presente en la música de Alexandre Desplat, con referencias a trabajos del compositor Fumio Hayasaka para el director japonés. Se trata en general de un trabajo que mantiene la estructura de anteriores colaboraciones entre Desplat y Wes Anderson, pero aprovecha con singular eficacia las reminiscencias orientales tan presentes en la propia película y por supuesto en este interesante trabajo del compositor. 


Por su parte, la música de Justin Hurwitz para First man (Damien Chazelle, 2018) vuelve a ser una de las composiciones más interesantes del año. En el aspecto melódico, la banda sonora se estructura principalmente sobre dos temas principales: uno intimista y familiar, y otro relativo a la misión espacial, que expresa la soledad y la belleza que experimentan los astronautas. Este intimísimo, expresado por el uso de instrumentos como el harpa, encaja perfectamente con esas imágenes de una familia marcada por el dolor de la pérdida de una hija.  En el aspecto relativo a la misión, la música está marcada por el uso de sintetizadores "retros" de finales de los sesenta, como el sintetizador Moog o el Echoplex. Pero sobre todo destaca el uso del theremin, instrumento que el propio Justin Hurwitz aprendió a tocar, y que va apareciendo levemente a lo largo de la película, hasta convertirse en elemento principal en la última parte, la del viaje lunar. Y es donde aparece también la épica, con el uso más destacado de la orquesta, presente en espectaculares composiciones que marcan la que es una de las mejores bandas sonoras del año. 

CRITICS CHOICE AWARDS
Domingo 13 de enero
Los Angeles

Kris Bowers, Green book
Nicholas Britell, El blues de Beale Street
Alexandre Desplat, Isla de perros
Ludwig Göransson, Black Panther
Justin Hurwitz, First man (El primer hombre)
Marc Shaiman, El regreso de Mary Poppins

Las nominaciones de las asociaciones de Críticos de Estados Unidos abundan en buena parte a en la selección realizada por los Globos de Oro, pero añadiendo dos trabajos que nos hemos comentado todavía. 

Por un lado, se trata de la banda sonora de una película tan musical como Green book (Peter  Farrelly, 2018), uno de los títulos que suenan con fuerza de cara a los Oscar, y de hecho ha logrado cinco nominaciones a los Globos de Oro. Esta historia de amistad entre un conductor italoamericano y un famoso pianista, interpretados por Viggo Mortensen y Mahershala Ali, cuenta con el joven pianista Kris Bowers como compositor. Bowers sigue la estela del personaje al que interpreta Mahershala Ali, el pianista Don Sherley, y de hecho la banda sonora está compuesta por canciones de los años sesenta, y por temas del Don Sherley Trio, que reinterpreta al piano Kris Bowers. En la parte de música incidental, el compositor vuelve a tener al piano como instrumento principal, pero acompañado de creaciones orquestales que a través de las cuerdas refleja la relación de amistad entre los dos protagonistas. Son temas de corta duración, casi como preludios que lo que hacen es envolver con sonoridades jazzisticas los momentos más íntimos del viaje que inician juntos. 

También el jazz está muy presente en el excelente trabajo de Nicholas Britell para El blues de Beale Street (Barry Jenkins, 2018), nueva colaboración de músico y director tras la ganadora del Oscar Moonlight (Barry Jenkins, 2016). El acercamiento a esta apasionada búsqueda de la justicia por parte de la protagonista, que es también una apasionada historia de amor, tiene esa textura de raíces jazzísticas que envuelve a los personajes protagonistas. Pero lo más interesante de la banda sonora es su construcción en base a instrumentos de metal e instrumentos de cuerda. Así, en el primer encuentro sexual entre la pareja protagonista se introducen los violonchelos para reflejar la pasión corporal y el romanticismo. En la utilización de los instrumentos de viento hay también una cierta sonoridad al cine "noir" clásico, que aporta asimismo una textura cercana a la música de Dmitri Tiomkin o Franz Waxman. Es sin duda uno de los mejores trabajos de este año.  


PREMIOS FEROZ
Sábado 19 de enero
Bilbao

Lucas Vidal, El árbol de la sangre
Olivier Arson, El reino
Nico Casal, La enfermedad del domingo
Alberto Iglesias, Quién te cantará
Alberto Iglesias, Yuli

Los premios de la crítica, que entrega la Asociación de Informadores Cinematográficos de España, una especie de Globos de Oro a la española, ha reconocido sobre todo lo valores del thriller El reino (Rodrigo Sorogoyen, 2018), con 10 nominaciones y el drama Quién te cantará (Carlos Vermut, 2018), con 8 candidaturas. En el apartado musical no hay grandes novedades (en eso también se parece a los Globos de Oro), con la presencia doble de Alberto Iglesias, el joven Lucas Vidal, ya habitual de estos premios, y la incorporación de dos nombres nuevos, Olivier Arson y Nico Casal. 


Como decíamos, Alberto Iglesias hace doblete de nominaciones con sus trabajos para las películas Quién te cantará (Carlos Vermut, 2018), y Yuli (Icíar Bolláin, 2018). En el primer caso, se trata de un trabajo casi minimalista, en el que Iglesias utiliza pocos instrumentos, contraponiendo la flauta y una voz solista femenina para establecer la dicotomía entre la Lila persona y la Lila estrella de la música. Alberto Iglesias elabora una partitura ascética, de sonoridades evocadoras, con referencia a las composiciones de Toru Takemitsu, que tiene un sonido poco habitual en el compositor. Curiosamente, esta banda sonora ni siquiera fue propuesta por la productora en las candidaturas a los Goya, por lo que su nominación no era posible. En el caso de Yuli, nueva colaboración de compositor y directora, su partitura es más característica del universo sonoro de Alberto Iglesias, y quizás por ello algo más convencional. Lo que hemos oído hasta el momento es un hermoso tema melódico sobre piano y orquesta que no evoca los aires cubanos de La Habana en la que se desarrolla la historia del bailarín Carlos Acosta, sino que en cierta manera define con elegancia al personaje principal. 


Lucas Vidal es otro de los habituales ya en los premios de la crítica y la Academia de Cine. Curiosamente, los trabajos de Alberto Iglesias para las otras películas y algún proyecto internacional le han impedido colaborar con el director Julio Medem en su última película, El árbol de la sangre (Julio Medem, 2018), y ha sido el músico afincado en Los Angeles el que ha tomado el relevo. En este sentido, encontramos ciertas referencias a la música de Alberto Iglesias en esta partitura que se sostiene sobre un tema principal que nos evoca a la banda sonora de Vacas (Julio Medem, 1992) en algunos momentos. Es una banda sonora básicamente introspectiva, centrada sobre todo en los personajes de este drama profundo que nos devuelve a un Medem apegado a sus raíces vascas. Nos gusta especialmente la capacidad de Lucas Vidal para la construcción melódica, y en este sentido, la música consigue, al menos en su tema principal, esa cadencia de drama casi folletinesco que sin duda contribuye positivamente a la película. 

Las composiciones del francés Olivier Arson para la película El reino (Rodrigo Sorogoyen, 2018)  tienen la valentía de incorporar sonoridades electrónicas a una historia de intriga y corrupción que consigue afianzar la posición de su director como un excelente narrador. Lo más interesante de la música es su condición de constante subrayado del carácter mundano de los personajes principales, y la inteligente aplicación de las sonoridades electrónicas a una trama de acción, a la que contribuye otorgando un ritmo continuado y repetitivo, pero precisamente por eso también acertado en su descripción ambiental de un mundo podrido. No es ésta una banda sonora convencional en el sentido de construirse en base a personajes o situaciones determinadas, sino que va desarrollándose al compás de la película hasta casi desaparecer en la última parte de la historia. Y es en este sentido uno de nuestros trabajos favoritos, por ser poco convencional, para conseguir los principales galardones de este año. 

Una de las sorpresas de los Premios Feroz es la incorporación a las nominaciones del joven compositor Nico Casal, del que ya habíamos escuchado su interesante trabajo para el drama familiar María (y los demás) (Nelly Reguera, 2016), por su partitura para la película La enfermedad del domingo (Ramón Salazar, 2018), sobre todo porque se trata de una banda sonora que se incorpora de forma muy sutil a la historia. Construida con pocos elementos, instrumentos solistas como violonchelo y piano y un cuarteto de cuerda, la elaboración de la partitura está realizada casi más en base a la ausencia que a la presencia. De esta forma, la música era más constante al principio del montaje que al final, y compositor y director decidieron prescindir de ella en varias escenas de la película, porque esta relación de tensión constante entre madre e hija reencontradas tras años de ausencia, resultaba muy potente ya en sí misma. Por eso resulta más certera y valiente la utilización de la música en un plano muy secundario, más para sostener esa tensión entre los personajes principales que para embellecer  o subrayar excesivamente las escenas. 


PREMIOS GOYA
Sábado 2 de febrero
Sevilla

Olivier Arson, El reino
Iván Palomares, En las estrellas
Manuel Riveiro y Xavi Font, La sombra de la ley
Alberto Iglesias, Yuli

Las nominaciones a los Premios Goya no han deparado grandes sorpresas, con El reino (Rodrigo Sorogoyen, 2018) y Campeones (Javier Fesser, 2018), con mayor número de nominaciones, seguidas en posibilidades por Todos lo saben (Asghar Farhadi, 2018) y Carmen y Lola (Arantxa Echevarría, 2018), ésta última la principal sorpresa que ha conseguido estar presente en las principales categorías. 

En el apartado musical, encontramos también nominaciones esperadas, com las de Olivier Arson y Alberto Iglesias, que ya hemos comentado, y se introducen dos novedades, una merecida, según nuestro criterio, y la otra menos interesante. Por el camino, han quedado trabajos que deberían haber tenido mayor reconocimiento, como la música de Mikel Salas para Un día más con vida (Damian Nenow, Raúl de la Fuente, 2018), que solo ha conseguido una nominación a Mejor Película de Animación, la de Gerard Pastor para Jean-François i el sentit de la vida (Sergi Portabella, 2018), película injustamente ausente de las nominaciones, o la de Zeltia Montes para Desenterrando Sad Hill (Guillermo de Oliveira, 2018), nominada a Mejor Documental. O la compleja partitura de Roque Baños para El hombre que mató a Don Quijote (Terry Gilliam, 2018), aunque sí está nominado por la canción principal. 


Aunque pasó algo desapercibida por la cartelera, En las estrellas (Zoe Berriatúa, 2018) es una de las películas más interesantes de la temporada, y no se entiende su ausencia en el resto de nominaciones. Al menos sí ha conseguido ser finalista, para nuestra grata sorpresa, la espléndida partitura compuesta por Iván Palomares. La banda sonora pivota en torno a un "Tema principal" que está presente a lo largo de todo el trabajo en breves pinceladas, hasta que finalmente se nos muestra al completo en los "Créditos finales", planteando una especie de continuación a una historia que no termina, sino que tiene por delante una lectura mas allá de la propia película. La banda sonora está formada por hermosos pasajes melódicos que tienen a veces un cierto aire de patetismo, especialmente aquellos que se refieren a la figura del padre, y consolida al recién llegado Iván Palomares como un compositor con talento al que sin duda será interesante seguir su trayectoria. 


Para nosotros, ésta es la nominación más prescindible porque, aunque el trabajo de Manuel Riveiro y Xavier Font para La sombra de la ley (Dani de la Torre, 2018) requiere un notable esfuerzo para recrear musicalmente la tensión dramática y esa Barcelona de principios del siglo XX, lo cierto es que la banda sonora resulta tan enfática como lo es la propia película, irregular intento del director español por conseguir reminiscencias bastante obvias al universo de Érase una vez en América (Sergio Leone, 1984), pero con resultados poco satisfactorios y un retrato de la lucha anarquista inverosímil. Tan es así, que en la banda sonora encontramos referencias claras a la música de Ennio Morricone, con ese aria que interpreta la soprano Ainhoa Arteta. Xavier Font es el encargado de recrear musicalmente el interior del cabaret, también más cercano a la iconografía del cine norteamericano que a la realidad española. Por su parte, es responsabilidad de Manuel Riveiro la partitura más dramática, con un tema principal interesante pero con una composición intrascendente en términos generales, que no destaca ni siquiera en la creación de un tema romántico que tenga algo de sustancia. 













El regreso de Mary Poppins se estrena el 21 de diciembre
El blues de Beale Street se estrena el 25 de enero
Green book se estrena el 1 de febrero

La enfermedad del domingo se puede ver en Netflix
Un lugar tranquilo y Black Panther se pueden ver en Movistar+