La posibilidad de convertir internet en un catálogo inacabable de cine de todos los estilos es ya una realidad que estos últimos días vuelve a la actualidad con los rumores de fusión entre los dos principales portales de cine online de nuestro país y el anuncio del próximo desembarco de una nueva oferta que ya ha logrado asentarse con éxito en los países nórdicos.
El recientemente nombrado presidente de la Academia de Cine, Enrique González-Macho, por sus primeras declaraciones a medios de comunicación no parece precisamente un conocedor de la realidad de internet como una alternativa ya presente a la exhibición tradicional del cine. Y eso que su productora, Alta Films, es una de las componentes de una de las iniciativas más destacadas en esto de ver películas online. O lo que es lo mismo, la posibilidad de disponer de un catálogo virtual inabarcable al que podemos acceder, previo pago mensual o unitario, en cualquier momento.
Los aficionados al cine disponemos actualmente de una buena oferta que parece diversificarse cada vez más, lo cual no se sabe si es bueno o malo, porque tener que pagar por cada portal de estas características unos 10/15 € mensuales no parece asequible para los aficionados que quieran abarcar varias de estas ofertas, tan dispares entre sí. Mientras en otros países parecen disponer de un catálogo amplio, no solo de películas sino también de series de televisión, en España se van ampliando las posibilidades, pero con ciertas limitaciones. Vamos a repasar algunas de estas propuestas:
LAS QUE ESTÁN
Filmotech. Es, digamos, el portal oficial de la industria, por su estrecha relación con EGEDA, la entidad que gestiona los derechos de los productores. Fue, de hecho, una de las primeras que surgieron en nuestro país. Dispone de un amplio catálogo de títulos más cinéfilos que comerciales, que están disponibles por 2 €, y también ofrece la posibilidad de ver cortometrajes de forma gratuita. Sin embargo, se ha quedado algo anquilosada y su streaming es deficiente en ocasiones. Últimamente, debido al auge que ha logrado su más directa competidora, Filmin, parece haber despertado de su letargo y ha comenzado a organizar eventos interesantes como el Festival de Cine Online que, según fuentes del portal, han acumulado 100.000 vistas a la web y 15.000 visionados. (También se podría pensar que si solo el 15% de los visitantes a la web han acabado viendo una película, el festival no ha sido un éxito precisamente).
Filmin. Nació con el apoyo de las principales distribuidoras "independientes" del cine español (Cameo, Alta Films, Golem...) y recientemente han firmado acuerdos con Versus y Avalon. En este sentido, es una de las ofertas más activas, con un catálogo que ya casi llega al millar de títulos, la mayor parte de cine español y cine independiente. Su streaming es quizás uno de los que mejor funcionan actualmente en España, y su apertura a otras plataformas como la posibilidad de ver sus películas en iPhone, iPad y Playstation 3 (aunque con algunas deficiencias aún) le han permitido colocarse en una posición privilegiada en el panorama actual. Una de sus propuestas más interesantes es la posibilidad de acceder a una tarifa plana mensual que por 10/15 € al mes da acceso a todo el catálogo.
Hay quien dice que las productoras/distribuidoras españolas que gestionan estos portales tienen ante sí un futuro incierto y que veremos movimientos decisivos en este sentido ante el muy próximo desembarco de las multinacionales a través de sus propias plataformas o de iniciativas internacionales como Voddler. Tan es así, que se ha venido rumoreando una posible fusión entre Filmotech y Filmin que Juan Carlos Tous, uno de los fundadores de Filmin, nos ha desmentido: "No hay nada de cierto en ello. Te aseguro que ni tan siquiera hay conversaciones encaminadas a ese objetivo". Pero entonces, ¿cuál es el futuro de estos portales frente al desembarco de las nuevas competidoras? La respuesta de Juan Carlos Tous es más bien aséptica y aclara bien poco: "Nuestros planes de futuro pasan por obtener una mayor confianza de los tenedores de derechos así como de la normalización del uso de Internet en el consumo de cine de forma legal y de pago". O lo que es lo mismo, nos ha dejado igual que estábamos.
Cineclick. Es otra de las propuestas de cine online más "veteranas". Ofrece principalmente cine comercial, pero precisamente su dependencia de las grandes multinacionales hace que no puedan proponer iniciativas atractivas que se salgan de los cauces habituales. Esta dependencia, suponemos, debe ser también la que les obliga a alquilar las películas a 4 €, cantidad excesiva para los precios que manejan otros portales o plataformas, lo que resta eficacia a su alternativa, junto a la imposibilidad de ver las películas en versión original.
Waki. Es una iniciativa no ligada directamente a la distribución que nace en Cataluña y que se encuentra actualmente en fase Beta, ofreciendo un catálogo aún en fase de consolidación. Sus alquileres están entre los 2 € y los 4 €, aunque ofrece también ofertas semanales de títulos destacados a 1 €. A diferencia de Filmin o Mubi, sigue más bien la spautas de una especie de videoclub online, pero no parece que esa sea precisamente la tendencia que mejor se consolide entre los aficionados. Actualmente tratan de refinanciarse para adaptar la oferta a plataformas móviles que, ésta sí, es una de las claves del futuro.
Mubi. Ha venido precedida de una gran expectación gracias a un catálogo sorprendente y arriesgado que ha conseguido a nivel internacional una fidelidad cinéfila. Es, junto con Netflix, el modelo de portal online en el que deberían reflejarse las iniciativas surgidas en España. Actualmente, por ejemplo, ofrecen una amplia oferta de películas de todas las épocas que han pasado por la Semana de la Crítica del Festival de Cannes. Son sus acuerdos de colaboración con grandes festivales como Cannes o Sundance o fundaciones como la Martin Scorsese los que les permiten ofrecer periódicamente ciclos de gran interés, aunque de ámbito específicamente cinéfilo. Su colaboración con Sony para integrarse en la plataforma Playstation 3 le ha permitido ampliar su mercado. El problema que plantea es que solo ocasionalmente ofrece subtitulado en español, lo cual hace que dentro del mercado hispano su recepción sea más bien anecdótica. Si no consiguen adaptarse a los mercados en los que se implantan, seguirán siendo una interesante propuesta, pero solo apta para angloparlantes.
LOS QUE LLEGARÁN (O NO)
Netflix. Para todos los aficionados al cine y las series de televisión, es el ejemplo claro de cómo debe ser un portal de cine online. Asentado principalmente en Estados Unidos, se estima que el 60% de las películas que se pueden ver en internet en aquel país lo hacen a través de Netflix. Grandes gurús del alquiler de cine como Blockbuster minimizaron en sus principios las posibilidades de esta plataforma de cine online. ¿El resultado? Blockbuster es una sombra de lo que fue y Netflix sigue en expansión. Recientemente han firmado un acuerdo con Apple para extenderse a las plataformas móviles, lo que se une a las más de 250 plataformas (incluidos reproductores de bluray y DVD) a través de las que se pueden ver las películas que ofrece Netflix. Lo que diferencia a Netflix es que, más que como un videoclub online, funciona como un gran canal de televisión donde elegir a gusto de cada uno lo que se quiere ver. A pesar de sus beneficios, no tiene intención de extenderse a Europa por el momento.
Hulu. Es el más directo competidor de Netflix en el mercado anglosajón. Desde finales de abril ofrece su catálogo también a través de la plataforma Xbox 360, lo cual le puede restar algo de mercado a Netflix. En este tipo de plataformas funcionan especialmente los contenidos de canales de televisión como ABC, Fox, NBC o MTV, y una tarifa plana bastante más asequible que en España, ya que por 8 € mensuales se tiene acceso a un mayor contenido.
Voddler. Algunos se han arriesgado a llamarles los Spotify de las películas. Pero ¿qué diferencia a esta empresa sueca de los portales españoles que hemos mencionado antes? En realidad poca cosa, excepto que su catálogo está más enfocado a la oferta comercial y que el 80% de su programación es gratuita... pero con publicidad al comienzo de cada película. ¿Será esta fórmula asequible para el espectador español igual que lo ha sido en los mercados escandinavos? Aunque también ofrecen el consabido alquiler por 24 horas. Voddler tiene previsto llegar a España en versión Beta para el mes de junio y en septiembre desembarcarán con toda su artillería (unos 4.000 títulos en el catálogo).
El pastel del cine online parece atractivo y tendrá que repartirse entre muchos. Youtube ya ofrece un catálogo de películas online, mientras empresas de exhibición españolas como Yelmocineplex han venido anunciando una iniciativa de portal que no termina de concretarse. Las redes sociales Twitter y Facebook también tienen disponible o se están planteando competir en el mercado. Hace unos meses, Hollywood (Warner, Fox, Paramount, Sony y Universal) anunciaban la puesta en marcha de Ultraviolet, su particular tajada en el mercado online, que todavía tampoco ha terminado de concretarse del todo. ¿Demasiadas novias para un mercado no definido del todo aún? Posiblemente. Pero teniendo en cuenta que internet parece consolidarse cada vez más como el emisor cultural del futuro próximo, los movimientos que se están produciendo parecen destinados a no quedarse fuera de un negocio que, eso sí, en España (por la experiencia de portales como Filimin y Filmotech) no es especialmente rentable.