Continuamos con nuestro repaso a los documentales que parecen tener mayores posibilidades de estar nominados al Oscar, según hemos recogido en las más recientes predicciones de distintos medios de comunicación y blogs especializados. Si en nuestro anterior post hablábamos de aquellos documentales que ocupan el frontrunner de las predicciones, los siguientes no hay que desecharlos, puesto que han pasado con éxito por diversos festivales, entre ellos el IDFA (International Documentary Film Festival Amsterdam), que se celebra estos días.
En parrilla de salida:
I am not your Negro, Raoul Peck (Magnolia)
The eagle huntress, Otto Bell (Sony Pictures Classics)
Miss Sharon Jones!, Barbara Kopple (Starz)
Cameraperson, Kirsten Johnson (Janus Films)
Lo and behold, reveries of connected world, Werner Herzog (Magnolia)
Into the inferno, Werner Herzog (Netflix)
Zero days, Alex Gibney (Showtime/Magnolia)
En nuestro post anterior hablábamos de la importante presencia de películas con temática afroamericana que parece que estarán presentes en los Oscar de este año, casi como respuesta a la ausencia de ellas en la anterior edición. Otro de los documentales que destacan en este sentido es I am not your negro (Raoul Peck, 2016), dirigido por el activista haitiano Raoul Peck, que recibió una excelente acogida en el Festival de Toronto, donde logró el Premio del Público. Basado en el libro inacabado del autor James Baldwin Remember this house, en el que hacía un repaso a la historia del movimiento afroamericano en Estados Unidos, se trata de un documental lleno de imágenes poéticas que sostiene su narración, más que en el uso de las típicas imágenes de archivo, en la voz de Samuel L. Jackson leyendo las palabras escritas por James Baldwin, uno de los autores más determinantes como voz literaria de los derechos de los negros en Estados Unidos, pero también como representante de la visibilidad de la homosexualidad en la comunidad afroamericana.
El público de IDFA tiene entre sus favoritos al hermoso documental The eagle huntress (Otto Bell, 2016), que se acerca a una niña de 13 años que sueña con ser la primera mujer "cazadora" de águilas de Mongolia. Rodado en los impresionantes paisajes de ese país, se trata de un espectacular, pero al mismo tiempo intimista, reflejo de una de las tradiciones más enraizadas del Asia Central. Tras su proyección en el Festival de Sundance, Sony Classics adquirió los derechos para su distribución y parece que apuesta fuerte por esta película de cara a los Oscar, incorporándole posteriormente la narración de la actriz Daisy Ridley, la protagonista de Star Wars: El despertar de la fuerza (J.J. Abrams, 2015), que también ejerció como productora ejecutiva tras enamorarse de esta historia, y la canción "Angel by the wings", escrita e interpretada por Sia, que podría ser una de las nominadas al Oscar en su categoría.
Otra historia de superación femenina es la que protagonizó la cantante Sharon Jones, una de las voces del soul más arrebatadoras de los últimos años, en su lucha contra el cáncer. Barbara Koppel, ganadora de los Oscar a Mejor Documental por Harlan County U.S.A. (Barbara Koppel, 1976) y American Dream (Barbara Koppel y Cathy Caplan, 1990), nos cuenta la historia de esta luchadora en Miss Sharon Jones! (Barbara Koppel, 2015), que se centra en el regreso de la cantante a los escenarios tras someterse a un tratamiento por cáncer, que finalmente volvió a reproducirse tras el estreno del documental, provocando su muerte el pasado 18 de noviembre. Miss Sharon Jones! se convierte así en un homenaje póstumo a una de las grandes voces de la música negra, y a la lucha contra una enfermedad aún no vencida.
Podríamos decir que Cameraperson (Kirsten Johnson, 2016) es un documental dentro de un documental, una visión particular y especialmente lúcida del proceso creativo en este género cinematográfico. La directora, Kirsten Johnson, ha sido responsable de la fotografía de numerosos documentales, entre ellos Los censores de Hollywood (Kirby Dick, 2006) o el ganador del Oscar Citizenfour (Laura Poitras, 2014), y ahora plantea como directora un repaso a algunas de esas imágenes que, en muchos casos, se quedaron en la sala de montaje, pero al mismo tiempo plantea una interesante reflexión sobre su trabajo, mientras traza un recorrido autobiográfico que acaba resultando intenso y emotivo. Kirsten Johnson ha sido también directora de fotografía de otro de los documentales que podría estar nominado al Oscar: Trapped (Dawn Porter, 2016), en torno a las clínicas de abortos en Estados Unidos.
Werner Herzog un director prolífico que, especialmente en los últimos años, se ha revelado mejor como realizador de documentales que de películas de ficción. Su acercamiento personal (en la mayor parte de las ocasiones narrado por él mismo) a diversos temas, con un cierto sentido del humor y una especial atención por la captación de momentos y personajes singulares, hace que sus películas sean casi siempre atractivas. Este año ha dirigido dos documentales y un film de ficción, y son aquellos los que mejores críticas han tenido. En Lo and behold, reveries of the connected world (Werner Herzog, 2016), plantea una serie de reflexiones en torno a internet y la dependencia cada vez mayor hacia las nuevas tecnologías, no sin llamar la atención sobre ciertos peligros que nos puede deparar el futuro. El documental es, en su narración algo caótica, como una especie de conversación en grupo en la que se va pasando de un tema a otro sin apenas coherencia, pero precisamente ahí radica el mayor acierto del director, construyendo al final un planteamiento original sobre el mundo y su relación con internet.
Por su parte, Into the inferno (Werner Herzog, 2016), que distribuye Netflix, conecta directamente con otras dos películas del director: el también documental Encuentros en el fin del mundo (Werner Herzog, 2007), en cuyo rodaje conoció al vulcanólogo Clive Oppenheimer, que le acompaña en este recorrido por algunos de los volcanes que permanecen en activo a lo largo de nuestro planeta; y el film Salt and fire (Werner Herzog, 2016), protagonizado por Michael Shannon y Gael García Bernal, cuya trama gira precisamente en torno a la eclosión de un volcán en Sudamérica, y que por cierto ha recibido críticas muy adversas. Into the inferno es otro de esos documentales muy característicos del director alemán afincado en Los Angeles, que parece más interesado en los aspectos mágicos que otorgan las tribus indígenas a los volcanes que a su concepción científica, y vuelve a plantearnos una visión insólita de un tema otras veces tratado, a través de entrevistados insólitos óque parecen sacados de un guión de ficción.
Mientras Werner Herzog reflexiona en Lo and behold, reveries of the connected world (Werner Herzog, 2016) acerca del futuro que nos deparará nuestras interconexiones a través de internet, el destacado realizador Alex Gibney, ganador del Oscar por Taxi to the dark side (Alex Gibney, 2007) y nominado por Enron: los tipos que estafaron América (2005), plantea una realidad actual en torno a la guerra cibernética entre estados en Zero days (Alex Gibney, 2016). Tomando como pretexto la operación de ciberterrorismo que montaron Estados Unidos e Israel contra centrales nucleares en Irán, el documental que formó parte de la Sección Oficial del pasado Festival de Berlín, habla sobre las consecuencias que la guerra cibernética puede tener en los países que comienzan a practicarla. Cierto que el último film de Alex Gibney no tiene el ritmo de otros de sus documentales, lastrado especialmente por explicaciones algo farragosas, y que la teoría expuesta hay que tomarla con cierta distancia, sobre todo porque quienes la exponen, aunque sea implicando al gobierno de los Estados Unidos, son precisamente representantes de ese mismo gobierno o técnicos de la empresa Symantec, que según algunas fuentes pudo haber sido parte esencial en el desarrollo del gusano Stuxnet. Pero, al margen de los hechos concretos, plantea reflexiones interesantes (y aterradoras) sobre el futuro que nos espera.
En boxes:
Mapplethorpe: look at the pictures, Fenton Bailey y Randy Barbato (HBO)
Cada vez es más clara la controversia en torno a qué tipo de documentales deben formar parte de la carrera hacia el Oscar. No hay duda que las plataformas digitales han optado por reconvertir sus producciones, destinadas principalmente al circuito televisivo, en largometrajes estrenados durante tiempo limitado solo para poder optar a los premios anuales. Como ha ocurrido precisamente con O.J.: Made in America (Ezra Edelman, 2016) que es realmente una serie producida por el canal ESPN, o con Enmienda XIII (Ava DuVernay, 2016), de Netflix. Y no es menos cierto que este tipo de estrategias suponen una competencia imprevista para documentales de distribución más clásica, como The Beatles: Eight days a week - The Touring years (Ron Howard, 2016), que ya se han visto afectados en sus posibilidades incluso en las propias predicciones. Ciertamente, el documental de Ron Howard no aporta gran cosa a la historia del grupo británico, y acierta solo en parte a transmitir el constante estado de ansiedad que fueron los primeros años de la banda, pero en otras circunstancias menos acaparadas por la inclusión de las televisiones y plataformas, sería una apuesta casi segura de cara a ganar el Oscar.
The Beatles: Eight days a week - The touring years, Ron Howard (Hulu/Abramorama)
Before the flood, Fisher Stevens (National Geographic)
Newtown, Kim Snyder (Abramorama)
Tickled, David Farrier y Dylan Reeve (Magnolia/HBO)
Trapped, Dawn Porter (ITVS/Abramorama)Mapplethorpe: look at the pictures, Fenton Bailey y Randy Barbato (HBO)
Sky ladder: The art of Cai Gun-Qiang, Kevin Macdonald (Netflix)
Voyage of time: Life's journey, Terrence Malick (Wild Bunch/Plan B)
Voyage of time: Life's journey, Terrence Malick (Wild Bunch/Plan B)
Cada vez es más clara la controversia en torno a qué tipo de documentales deben formar parte de la carrera hacia el Oscar. No hay duda que las plataformas digitales han optado por reconvertir sus producciones, destinadas principalmente al circuito televisivo, en largometrajes estrenados durante tiempo limitado solo para poder optar a los premios anuales. Como ha ocurrido precisamente con O.J.: Made in America (Ezra Edelman, 2016) que es realmente una serie producida por el canal ESPN, o con Enmienda XIII (Ava DuVernay, 2016), de Netflix. Y no es menos cierto que este tipo de estrategias suponen una competencia imprevista para documentales de distribución más clásica, como The Beatles: Eight days a week - The Touring years (Ron Howard, 2016), que ya se han visto afectados en sus posibilidades incluso en las propias predicciones. Ciertamente, el documental de Ron Howard no aporta gran cosa a la historia del grupo británico, y acierta solo en parte a transmitir el constante estado de ansiedad que fueron los primeros años de la banda, pero en otras circunstancias menos acaparadas por la inclusión de las televisiones y plataformas, sería una apuesta casi segura de cara a ganar el Oscar.
Algo parecido ocurre con Before the flood (Fisher Stevens, 2016), pese a que se trata de una producción de National Geographic estrenada simultáneamente en televisiones de todo el mundo y con escasa carrera comercial. Pero la apuesta de Leonardo Dicaprio por la alarma medioambiental que supone el cambio climático está lejos de colocarse entre las favoritas como lo fue en su momento otro documental sobre parecida temática, Una verdad incómoda (Davis Guggenheim, 2007), que consiguió dos Oscar. Con un despliegue más convencional, su principal baza está en la fuerza que pueda tener la presencia en la producción de cineastas como Martin Scorsese o Bret Ratner, éste último ganador del Oscar por El renacido (Alejandro González Iñárritu, 2015) y productor de otro documental con aspiraciones, Author: The JT LeRoy story (Jeff Feuerzeig, 2016).
Estrenado directamente en cines, Newtown (Kim A. Snyder, 2016) se rodó durante tres años en los que el director se acercó a las consecuencias emocionales de la masacre que tuvo lugar en el Sandy Hook Elementary School de Newtown, Connecticut, en diciembre de 2012, considerado el más grave en la historia de Estados Unidos, con veinte adolescentes muertos a manos del joven Adam Lanza. Bien recibido en su paso por el Festival de Sundance, este documental ha pasado por los principales festivales norteamericanos.
Cuando uno se dispone a ver un documental que toma como planteamiento inicial un concurso de cosquillas, especialmente si el protagonista es un conocido periodista neozelandés especializado en narrar historias insólitas, uno se imagina que va a ver ese tipo de documentales que plantean con humor el absurdo de la vida. Pero Tickled (David Farrier y Dylan Reeve, 2015) pronto nos sorprende con un giro inesperado que lo convierte en un auténtico thriller de investigación que incluye chantajes, acoso y demandas. Desde su pase en el Festival de Sundance, este documental financiado a través de la plataforma Kickstarter y con el apoyo del actor británico Stephen Fry, ha sonado con fuerza para la nominación al Oscar, aunque el transcurso del año le ha colocado en una posición menos confortable. Los responsables de Tickled se han tenido que enfrentar también a las acusaciones, por parte de algunos de los implicados en la historia, de falsear y manipular las entrevistas. De hecho, tanto en su pase en Sundance como en un coloquio posterior a una proyección en Los Angeles, el director fue interpelado por uno de los protagonistas en una surrealista sesión que difundió en internet la propia productora.
Tras sus incursiones en el terreno de la ficción, el director Kevin Macdonald regresa al género documental que le dio un oscar por el excelente One day in September (Kevin Macdonald, 1999). En Sky ladder: the art of Cai Guo-Qiang (Kevin Macdonald, 2016) realiza un retrato del artista chino que da título a la película, estrenado en Netflix el pasado mes de octubre. También se centra en un artista reconocido el documental Mapplethorpe: Look at the pictures (Fenton Bailey y Randy Barbato, 2016), un recorrido por la trayectoria del controvertido fotógrafo que no resulta especialmente revelador, pero sí consigue transmitir el poder de fascinación que tiene su obra. Producido por HBO, el documental se presentó en los festivales de Sundance y Berlín, y fue nominado a dos premios Emmy: Documental y Fotografía.
Cada año destaca algún documental centrado en uno de los temas recurrentes, y aún no resueltos, de la sociedad norteamericana, el aborto. En esta ocasión, es el director Dawn Peters el que trata el tema, ahora desde el punto de vista de los doctores que, entre 2011 y 2013, se enfrentaron a las propias leyes anti-abortistas de algunos estados para practicar abortos a sus pacientes. Tras su pase, envuelto en polémica, Trapped (Dawn Peters, 2016) en el Festival de Sundance, obtuvo un Premio Especial del Jurado.
Cada año destaca algún documental centrado en uno de los temas recurrentes, y aún no resueltos, de la sociedad norteamericana, el aborto. En esta ocasión, es el director Dawn Peters el que trata el tema, ahora desde el punto de vista de los doctores que, entre 2011 y 2013, se enfrentaron a las propias leyes anti-abortistas de algunos estados para practicar abortos a sus pacientes. Tras su pase, envuelto en polémica, Trapped (Dawn Peters, 2016) en el Festival de Sundance, obtuvo un Premio Especial del Jurado.
El director Terrence Malick presentó su primer documental este año: Voyage of time: Life's journey (Terrence Malick, 2016), que formó parte de la Sección Oficial del Festival de Venecia. Se trata de un viaje experimental y sensorial que celebra la vida en nuestro planeta, con la narración de la actriz Cate Blanchett en su versión de noventa minutos para salas, mientras que Brad Pitt pone voz a la versión de cuarenta y cinco minutos para salas IMAX. Aunque quizás se trata de una propuesta excesivamente experimental para la Academia de Cine, el nombre de Terrence Malick, junto al del propio Brad Pitt en la producción, sin duda puede ser una buena tarjeta de presentación. El documental contiene imágenes muy espectaculares y de gran belleza, y en cierto sentido se puede considerar como una especie de continuación del segmento de la creación, la parte más poética de su película El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011), y el lógico final de una etapa en la que el cineasta ha ido eliminando de su cine el aspecto narrativo para acercarse cada vez más a la elaboración de experiencias emocionales.
Esta lista ha sido elaborada con las predicciones que se han publicado en las últimas semanas en las revistas Hollywood Reporter y The Guardian, así como en las webs especializadas Indiewire, Awardswatch, The Film Experience y Awardscircuit.
The eagle huntress se ha presentado en la sección Oficial del IDFA.
Cameraperson se ha presentado en la sección "Best of Fests" del IDFA.
Zero days se ha presentado en la sección "Masters" del IDFA.
Dentro del infierno se puede ver en Netflix.
The Beatles: Eight days a week se edita en DVD el 13 de diciembre.
Before the flood se estrenó en Mega el 30 de octubre.
Mapplethorpe: Look at the pictures se estrena en Movistar Xtra el 12 de diciembre.