25 julio, 2007

Verano 2007

Llegaron las vacaciones, el calor, las escapadas a cualquier lugar que nos haga olvidar nuestras responsabilidades diarias y el descanso. Nuestras emisiones radiofónicas, sin embargo, seguirán ahí, como todos los años, acompañando durante todo el verano con programas especiales monográficos que tendrán como protagonistas a los mejores musicales de Broadway de la temporada (cada verano os traemos los musicales triunfadores en los premios Tony, y las obras más destacadas de compositores importantes). Lo dicho, sin descanso y con mucho contenido.

A continuación os ofrecemos las emisiones previstas para este verano. Ya sabéis que podeis escucharnos a través de vuestra emisora local (si emitís la programación de la Onda Local de Andalucía) y desde la página web de EMA RTV (cuyo enlace encontráis en el lateral derecho de este blog). También ahí podéis enlazar directamente con las páginas web de los musicales y compositores protagonistas de nuestro Verano 2007.

En Primera Fila en verano:

Miércoles 1 de agosto / Sábado 4 de agosto:
Spring awakening
El gran triunfador de los premios Tony de esta temporada. Un musical sobre adolescentes en plena pubertad que ha sido todo un acontecimiento, al nivel de Rent.

Viernes 3 de agosto / Domingo 5 de agosto:
Grey gardens
Otro musical que tuvo numerosas nominaciones en los premios Tony, consiguiendo 3 de ellos, basado en un documental en torno a dos parientes de la familia Kennedy que vivían en una mansión en ruinas.

Miércoles 8 de agosto / Sábado 11 de agosto:
Curtains
Protagonizado por David Hyde Pierce (el hermano de Frasier), ganador del premio Tony. El último musical escrito por John Kander y Fred Ebb, creadores de Cabaret y Chicago.

Viernes 10 de agosto / Domingo 12 de agosto:
Evil dead. The musical
Pues sí, una versión musical de Posesión infernal en la que los espectadores son, literalmente, salpicados de sangre.

Miércoles 15 de agosto / Sábado 18 de agosto:
Hairspray
Ya os ofrecimos la banda sonora del musical que triunfó en los Tony hace cuatro años. Ahora escuchamos la versión llevada al cine con John Travolta travestido.

Viernes 17 de agosto / Domingo 19 de agosto:
The prayer cycle
La mejor obra musical de Jonathan Elias, compositor de la banda sonora de Pathfinder. El guía del desfiladero. Recordamos una obra coral que contaba con Alannis Morrisette, John Williams, Ofra Haza, James Taylor y Linda Rondstadt como colaboradores de lujo.

Miércoles 22 de agosto / Sábado 25 de agosto:
Susumu Hirasawa
Colaborador del director Satoshi Kon (Millenium actress, Paranoia agent), os traemos sus primeros trabajos, su última banda sonora (la inédita Paprika) y su último album en solitario.

Viernes 24 de agosto / Domingo 26 de agosto:
Alejandro Jodorowsky
Aprovechamos la edición de un magnífico pack que incluye sus películas Fando y Lis, El topo y La montaña sagrada para conocer la trayectoria y la música de este singular artista a través de sus propias palabras.

Miércoles 29 de agosto / Sábado 1 de septiembre:
Estrenos DVD
Los últimos lanzamientos en DVD correspondientes al mes de agosto: Elia Kazan, Marlon Brando, Joh M. Stahl, Robert Siodmak, Martín Berasategui, Ferrán Adriá y Sergi Arola. ¡Vaya mezcla de sabores!

Viernes 31 de agosto / Domingo 2 de septiembre:
Nicholas Hooper
Repasamos parte de la filmografía del nuevo compositor de la saga de Harry Potter, tras su destacado trabajo en la última entrega: Harry Potter y la Orden del Fénix.

Miércoles 5 de septiembre / Sábado 8 de septiembre:
Screaming masterpiece
Un repaso por la última música finlandesa a través de la banda sonora y las entrevistas de un DVD que ha sido protagonista especial en nuestro programa.

Viernes 7 de septiembre / Domingo 9 de septiembre:
Bajofondo Tango Club
Recorremos los sonidos de la formación que lidera el compositor cinematográfico Gustavo Santaolalla, que se encuentra actualmente de gira por Europa.


20 julio, 2007

El niño mago y las exclusivas

La parafernalia literaria que rodea a Harry Potter coincide con el éxito que está cosechando la versión cinematográfica de la quinto aventura. Para colmo, la pesada de J.K. Rowling lanza en su página web las típicas memeces sobre lo disgustada que está porque se han desvelado secretos inconfesables del último libro.


Estos días volvemos a vivir la estúpida parafernalia en torno a la publicación del ¿último? libro de Harry Potter. Vuelven los secretismos, las campañas de marketing que convierten una promoción publicitaria en noticia saltándose todas las normas legales establecidas en cuanto a la inclusión de publicidad en espacios no publicitarios, y los cuentos sobre las medidas de seguridad (¿De qué estamos hablando? ¿De un secreto de estado?) Para colmo, la pesada de J.K. Rowling lanza en su pág
ina web (muy bien diseñada, por cierto) las típicas memeces sobre lo disgustada que está porque a los lectores se les están descubriendo pasajes y “secretos” del libro (sin ir más lejos, periódicos como el New York Times). Ella misma afirma que no se trata de asegurarse las ventas del libro, sino de preservar el placer de la lectura. Si ella lo dice...

La parafernalia literaria coincide con el éxito que está cosechando la versión cinematográfica del quinto libro (todavía quedan dos más), Harry Potter y la Orden del Fénix. Sinceramente, no conozco la obra literaria de J.K. Rowling y asumo con agrado su contribución a devolver el interés por los libros a los jóvenes, aunque todo lo que rodea a este personaje huele a estrategia comercial y uno se cree menos de ella que lo que se pueda creer de lo que cuente Stephen King, por ejemplo. Pero lo cierto es que las películas siempre me han parecido soberanamente aburridas. Me importa un bledo Harry Potter, Hermione (o como coño se escriba), y los mil magos que les rodean. Con esta última entrega me pasa lo mismo. Comienzo la película con cierto interés, pero a los 20 minutos ya estoy harto del pijo éste y estoy deseando que lo maten de un varazo mágico. Cierto es que hay que reconocer que en las películas de Harry Potter está la creme de la creme de la interpretación británica: Emma Thompson, Gary Oldman, Alan Rickman, Brendan Gleeson, David Thewlis, Maggie Smith, Ralph Fiennes, Michael Gambon y, ahora, la siempre magnífica Imelda Staunton. El protagonista, sin embargo, es Daniel Radcliffe, que consigue empeorar su sosa interpretación con el paso de los años. O quizás habrá que ir a ver su trabajo en la obra teatral Equus para encontrar algún atisbo de talento interpretativo, porque yo no lo he hallado aún.

Hablando de otra cosa, menuda gamba le ha metido Disney a los exhibidores españoles. Resulta que vas a unos multicines y te anuncian un concurso “exclusivo” para Cinesur relacionado con el próximo estreno de Ratatouille. Y al día siguiente te metes en otros cines de la competencia y te anuncian el mismo concurso, en “exclusiva” para Unión Cine Ciudad. ¿En qué quedamos? Afortunadamente, el premio del concurso es un viaje a Disneyland París para celebrar su 15 aniversario, que debe ser lo más estomagante que te puedas echar a la cara. Así que al menos no tendremos dudas sobre con qué empresa participar “en exclusiva”.

Lástima del primer trailer de la última película de Julio Medem, Caótica Ana porque, realmente, no anima precisamente a verla. Y eso de que desde Lucía y el sexo se nos venda a Medem como un director erótico (como si fuera Tinto Brass) es una equivocada estrategia publicitaria y puede llegar a ser también un peligroso talón de Aquiles para el director vasco. El cine de Julio Medem, aunque me despierta curiosidad, nunca me ha llegado a traspasar, pero desde luego no tiene nada que ver con el erotismo soft que se le atribuye, por mucha teta que saque.

Se nos vende como el "novamás" del último cine de terror El orfanato, que parece más una versión de Los otros que una película con personalidad propia (y desde luego, Belén Rueda no saldría muy bien parada en la comparación con Nicole Kidman). Pero en el Festival de Cannes parece que gustó mucho y la crítica norteamericana (que es a la única a la que se hace referencia en la promoción de la película, como si de verdad tuviera cierta credibilidad) la ha puesto por las nubes. Esperemos que no pase como con Cuatro minutos, que se nos ha vendido como la película alemana de la temporada y a mí sinceramente me ha parecido un producto comercial, previsible, tópico y tan "políticamente correcto" (la profesora lesbiana se encuentra con la alumna rebelde) que da grima. Atentos a la escena final, porque es de juzgado de guardia.

13 julio, 2007

Sicko: Lo increíble es cierto

Sicko será una película polémica y sorprenderá a muchos, pero es tan manipuladora, tendenciosa y superficial como todo el cine panfletario de Michael Moore.


Michael Moore presentó en el pasado Festival de Cannes su último documental, anunciado desde
hacía ya tiempo debido a las peticiones realizadas por su productora para que los afectados por el sistema de sanidad estadounidense enviaran sus historias por email (labor por cierto que ahorró a este director acusado de roñoso un importante trabajo de documentación, ya que las historias le venían dadas). Michael Moore sin duda ha seleccionado las más impactantes, las más dramáticas, las que se acercan mejor al planteamiento que pretende difundir. Es así cómo los documentales de Moore se denominan “documentales” por cierta deformación del lenguaje. Sin entrar en las disquisiciones huecas e inútiles del documental “objetivo” (el que no existe) o “subjetivo” (siempre lo son y así es asumido por los documentalistas), lo cierto es que Michael Moore lleva al extremo la condición de realidad mostrada y casi podríamos acabar definiendo sus películas como “panfletos” o “libelos” con los que se puede estar más o menos de acuerdo, pero que por supuesto incumplen cualquier regla establecida dentro del género.

Las películas de Michael Moore son discursos demagógicos en contra de ciertos modos establecidos, pero realizados con herramientas cinematográficas. Así lo fueron Roger and me, Bowling for Columbine y Fahrenheit 9/11; y no lo es menos su última propuesta, que acaba de estrenarse en Estados Unidos. Hay que decir en descargo del director que él mismo asume la condición de anfitrión al ser el principal protagonista de las películas, dotándolas por tanto de cierto aire ficcional.

Sicko es, básicamente, un documental hecho para el público norteamericano, y con el objetivo primordial de presionar a un estamento político y social para que el intento de universalizar la sanidad que promovió Hillary Clinton (ella tampoco sale muy bien parada de las diatribas de Moore) acabe siendo planteado con seriedad y al margen de los intereses económicos del sector. En Estados Unidos no hay Seguridad Social, y eso provoca situaciones de auténtico drama (uno de los momentos más emotivos de la película se produce cuando una enferma, exvoluntaria de los atentados del 11 de septiembre, comprueba que la medicina que le cuesta 120 $ en Estados Unidos sólo vale 5 centavos en Cuba).

Especialmente elegidas para asombrarnos, los ejemplos que se plantean en el documental son escalofriantes. Y así, desde el punto de vista de quienes asistimos a un estado del bienestar que nos permite (mal que bien) estar dotados de una seguridad sanitaria “gratuita”, el asombro es inevitable. Hasta ahí bien. Pero Michael Moore se empeña en comparar la situación estadounidense con la de países como Canadá, Inglaterra, Francia o Cuba, y entonces es cuando su maniobra tendenciosa se hace más palpable. Porque la realidad sanitaria de estos países no es tan paradisíaca como la cuenta (es fácil encontrar en algunos foros comentarios de ciudadanos canadienses que se ríen del “paraíso” que muestra Moore en su película). En Francia debe ocurrir lo mismo, porque plantear como una familia media francesa a un matrimonio que gana 8000 $ al mes nos haría pensar que Michael Moore es el típico yanqui idiota, si no fuera porque ha demostrado que no lo es. Y esa tendenciosidad acaba restando valor a las propuestas del documental.

Sicko será una película polémica y sorprenderá a muchos, cuenta con esas bravuconadas marca de la casa que tanto nos divierten (viaja hasta Guantánamo para que le den medicinas a un grupo de exvoluntarios del 11-S), pero se le va mano cuando, en su empeño por justificar sus planteamientos, acaba manipulando la realidad hasta extremos insultantes.

El documental entró en la taquilla norteamericana con mal pie, muy lejos del interés que despertaron sus anteriores propuestas. Pero el esfuerzo de Michael Moore por montar la polémica durante esta semana en la CNN (intervención en directo para arremeter contra un reportaje de la cadena que cuestionaba las informaciones del documental), y el cara a cara con el autor del reportaje, el doctor Sanjay Gupta en el show de Larry King (que acabó quedando en empate porque ni Moore logró salir de su discurso demagógico, referencias a la guerra de Irak incluidas, ni Gupta logró convencer de algo que ni él mismo se cree), han reactivado el debate en torno al sistema sanitario en Estados Unidos, que es lo que Sicko pretende, y podría darle mejores resultados en taquilla, si Harry Potter se lo permite.

07 julio, 2007

Más allá de la música de cine

Esta semana hemos podido asistir en Sevilla a un magnífico concierto de Bajofondo Tango Club, a orillas del Guadalquivir. Bajofondo hacen un directo potente, perfecto en su ejecución, con un Gustavo Santaolalla saltarín y enérgico.

Muchos compositores de música de cine tienen una carrera paralela no menos interesante (en algunos casos más) que sus admirados trabajos cinematográficos. Es el caso, por ejemplo, de Jonathan Elias y su magnífica obra coral The prayer cycle, de 2003, que podremos escuchar íntegra este verano en nuestra emisión radiofónica. Y es el caso también del argentino Gustavo Santaolalla, destacado productor musical antes que músico de cine pero que, por el éxito de las películas de Alejandro González Iñárritu y sus dos Oscars consecutivos (Brokeback mountain y Babel) ha acabado ocultando esta faceta musical.

No es de extrañar por tanto que Santaolalla se sienta especialmente a gusto en la gira europea de su formación Bajofondo Tango Club, una propuesta nacida de la colaboración con su amigo Juan Campodónico y el dj uruguayo Supervielle que acaba atrapando el sonido del tango fronterizo del Río de la Plata, y lo convierte en una coctelera de tonalidades diversas que se mueven con soltura en la frontera de distintos géneros musicales.


Esta semana hemos podido asistir en Sevilla a un magnífico concierto de Bajofondo
Tango Club, a orillas del Guadalquivir. Puede que una formación como Bajofondo tenga más sentido en un recinto cerrado (de hecho, falta en el exterior ese ambiente “porteño”, nebuloso, que ellos suelen dar a sus conciertos), pero sin duda se trata de otra forma de ver-escuchar a este grupo de excelentes músicos, con el puente de Triana como telón de fondo y las luces del despertar de una de esas noches sevillanas de verano que tanto bien nos hacen. Sin demasiado público, con espectadores de excepción como el alcalde de Sevilla, pero en una comunión perfecta entre músicos y espectadores (cada vez más entregados, gracias a la energía que desprendían los que estaban en el escenario).

Comenzó el concierto con los sonidos porteños fusionados con ritmos percusivos y electrónicos. A Gustavo Santaolalla no le gusta que le llamen a su música “tango electrónico” y casi da la sensación de que incluso le molesta. Él, desmarcándose de ese subgénero que han puesto de moda los de Gotan Project, prefiere decir que no sabe bien cómo denominar a esta mezcla de dj y tangueros. Sea como fuere, es música electrónica que suena a tango (muy bien bailado, por cierto, por un grupo de argentinos que estaban entre el público disfrutando del trabajo de su compatriota).
Bajofondo Tango Club hacen un directo potente, perfecto en su ejecución (les sobra experiencia a algunos de los mejores músicos de estudio que forman este grupo), mezclado con imágenes que lanza la Vj Verónica Loza. Gustavo Santaolalla, saltarín empedernido, disfruta mientras toca la guitarra y sobre todo cuando modula la ronca voz de un cantante de tango platense. Una auténtica delicia de ritmos que al final logró atrapar incluso a quienes pasaban por allí sin saber que tenían encima del escenario al ganador de dos Oscar.

Para septiembre se anuncia su segundo album, con colaboraciones de Morrisey, el bandoneonista japonés Ryota Komatsu y hasta de Mala Rodríguez. Habrá que estar atentos.

Bajofondo Tango Club son:
Gustavo Santaolalla – Guitarra, Percusión, Voz
Juan Campodónico – Secuenciador, Dj set
Luciano Supervielle – Piano, Secuenciador, Dj set
Martín Ferrés – Bandoneón
Javier Casalla – Violín
Gabriel Casacuberta – Bajo
Verónica Loza - Vj