19 abril, 2019

Rufus Wainwright: 20 años del artista completo

Rufus Wainwright ofrece estos meses una gira que le ha llevado por buena parte de Europa y próximamente a Estados Unidos. Estos días se presenta en Escandinavia con conciertos en algunos delos grandes escenarios de Noruega, Dinamarca o Suecia, como el Oslo Konserthus, donde ofreció uno de esos momentos de intimidad musical que solo grandes artistas saben construir. 

Rufus Wainwright celebra entre 2018 y 2019 sus 20 años de presencia en la música. Lo hace con la gira "All these poses Tour", que hace referencia a sus dos primeros albumes, Rufus Wainwright (1998, DreamWorks) y Poses (2001, DreamWorks), que lo colocaron en el primer plano del panorama musical con canciones imprescindibles como "Danny Boy" o "Barcelona", un hermoso homenaje a una de las ciudades preferidas del artista, un enamorado de España, a la que vuelve cada vez que puede para ofrecer su arte musical a los numerosos seguidores que tiene. Precisamente a principios de abril Gijón, Madrid y Barcelona fueron protagonistas de tres actuaciones incluidas dentro de su gira "All these poses Tour", con llenos absolutos.

El cantante y compositor canadiense es un artista completo, que sorprende con lanzamientos insólitos y tours de force que le han convertido en uno de los grandes músicos del momento. Antológico fue ese convierto que ofreció en el Carnegie Hall interpretando fielmente un legendario recital de Judy Garland, y que quienes no pudimos asistir al menos pudimos disfrutar en el CD titulado Rufus does Judy at Carnegie Hall (2007, Geffen) y el DVD Rufus! Rufus! Rufus! does Judy! Judy! Judy! (2007, Geffen), uno de los momentos más sublimes de su poliédrica trayectoria musical.

Porque a lo largo de estos 20 años Rufus Wainwright ha tenido oportunidad incluso de escribir dos óperas, Prima Donna (2007) y Hadrian (2018), y convertir los sonetos de William Shakespeare en recitales musicales con Take all my loves - 9 Shakespeare Sonnets (2016, Deutsche Grammophon), para celebrar el 400 aniversario del nacimiento del autor inglés.

Como se puede comprobar, la carrera musical de Rufus Wainwright es todo menos lineal, y los que somos seguidores del compositor canadiense estamos siempre preparados para cualquier sorpresa. En el caso de sus conciertos, no lo es menos. Al margen de aquel antológico homenaje a Judy Garland, el cantante ha sorprendido en varias ocasiones con su puesta en escena, como aquella ocasión en la que apareció en escena vestido de negro y pidiendo al público que no aplaudiera entre canciones, en un homenaje luctuoso a su recientemente fallecida madre, la también artista Kate McGarrigle. 

Para esta última gira, que estos días interpreta Rufus Wainwright en Oslo, Estocolmo y Copenhague, y el próximo 21 de abril le llevará al Royal Albert Hall de Londres, la puesta en escena es más clásica, pero siempre desbordando con la personalidad del autor. Porque los conciertos de Rufus Wainwright, y éste en el que celebra sus 20 años en el mundo de la música, más aún, son actuaciones íntimas, con una iluminación cerrada y acogedora que convierte la actuación en un espacio de conversación entre el autor y su público. El músico gusta además de interactuar con los espectadores, contando anécdotas divertidas o desgranando sensaciones entre canción y canción. Como el que vivimos hace unos días con esa maravillosa versión de "Both sides now", de Joni Mitchell, que interpretó Rufus Wainwright con un top de lentejuelas. 


La estructura de este concierto es sencilla: una primera parte en la que interpreta con su banda la mayor parte de las canciones que formaron parte de su primera album, Rufus Wainwright (1998, DreamWorks), en el que están presentes canciones clásicas de su repertorio como "April Fools", y una segunda parte en la que aparece en escena con un vestuario que en algunos moments recuerda a aquel genio de las lentejuelas que fue Liberace. En esta segunda parte, en la que Rufus Wainwright se apodera del escenario en solitario, escuchamos algunas de sus canciones más conocidas, salidas de su segundo album Poses (2001, DreamWorks), con grandes logros musicales como "Cigarettes and chocolate milk" o "Poses" que le convirtieron en una de las figuras fundamentales del panorama musical internacional. 

Pero en el repertorio que ofrece Rufus Wainwright no faltan tampoco algunos de esos grandes hallazgos musicales que ha conseguido a lo largo de su carrera. Ahí está la espléndida versión de "Hallelujah!" que interpretaba Leonard Cohen, el abuelo de su hija, que tuvo por embarazo subrogado con la hija del poeta canadiense; o ese magnífico "Going to a town", primer single de su album Release the stars (2007, Geffen), en el que el compositor manifiesta toda una declaración de intenciones, "I'm so tired of you, America" (Estoy cansado de ti, America). Canción que por cierto tuvo una genial versión de George Michael en su disco en directo titulado Symphonica (2014, Virgin EMI). Y, ya en los bises, Rufus Wainwright ofreció uno de sus últimos covers de la canción "Across the universe", que incluyeron The Beatles en su disco Let it be (1970, Abbey Road Studios), y que se ha unido a la lista de grandezas del autor canadiense. 


Asistir a un concierto de Rufus Wainwright se convierte siempre en uno de esos momentos en los que el espectador acaba intimando con el músicos sobre el escenario. Lejos de las impersonales actuaciones de otros cantantes, Rufus Wainwright se compenetra con el público en una suerte de colaboración artística que va más allá de la música. Y eso es de agradecer en un autor que siempre está dispuesto a compartir sus sentimientos. Es la grandeza de uno de los genios musicales del momento. 


15 abril, 2019

Nuevas propuestas audiovisuales

Hay vida más allá de Juego de tronos (HBO, 2011-2019). Al margen del estreno de la última temporada de una de las series que más han influido en la televisión de los últimos años, hablamos hoy de dos propuestas que también acaban de llegar a las multipantallas de todo el mundo, demostrando que el concepto de visionado de producciones audiovisuales va más allá de la tradicional forma de acercarnos a ellas. 

Guava Island, mejor videoclip que película

El pasado fin de semana el actor y músico Donald Glover estrenaba en el Coachella Valley Music and Arts Festival una de sus últimas producciones, tanto en el terreno audiovisual como en el campo musical, en el que se presenta con el nombre artístico de Childish Gambino. Guava Island (Hiro Murai, 2019) es un largometraje creado por los responsables de la premiada serie Atlanta (FX, 2016-), con Stephen Glover, hermano de Donald Glover, como guionista y Hiro Murai como director. Guava island se presentó en el Festival Coachella, una de las citas más importantes dela música en Estados Unidos, pero al mismo tiempo se estrenó gratuitamente en Amazon Prime durante el pasado sábado por tiempo limitado. La película, de poco menos de una hora de duración, cuenta con Rihanna como estrella invitada, pero para decepción de sus fans, solo actúa, sin interpretar ninguna de las canciones que suenan en ella. En realidad, Guava Island, rodada en medio de gran secretismo en Cuba, es se define como un thriller tropical, pero es también una envoltura musical a algunos de los últimos sencillos que ha venido publicando Childish Gambino en los últimos meses. La película está plagada de números musicales, entre ellos una revisión de la galardonada canción "This is America", cuyo viodeoclip ganador del Grammy también fue dirigido por Hiro Murai. Pero aquí encontramos una versión más light, y aporta el momento más surrealista de la película. 


La historia es sencilla: en una isla tropical que está gobernada por un tirano que obliga a sus habitantes a trabajar todos los días de la semana, uno de ellos decide organizar un festival de música. Pero con ello provocaría que los asistentes se tomaran el día siguiente libre, cansados tras la fiesta, y esto no puede ser permitido por el tirano Red Cargo, interpretado por el actor inglés Nonso Anozie, uno de los protagonistas de la serie Zoo (CBS, 2015-2017), que acaba amenazando de muerte al protagonista si se atreve a organizar este festival. En realidad, Guava Island funciona mejor como un largo videoclip musical que como largometraje. En el primer caso, introduce alegres y optimistas números musicales que están bien rodados y resultan atractivos; en el segundo caso, la historia resulta anodina y demasiado sencilla para tener la consistencia de un largometraje con verdadera esencia. Si se hubiera estrenado como película con otros actores, Guava Island habría pasado in pena ni gloria, como uno más de las decenas de largometrajes mediocres que aparecen cada semana. 

La recopilación de canciones que aparecen en el largometraje, que se puede encontrar en plataformas digitales, incluye buena parte de las canciones que suenan en la película, pero curiosamente no están algunas de las canciones inéditas, y además se completa con otro ramillete de éxitos de Rihanna, Kanye West y el propio Childish Gambino que tampoco aporta nada más que completar una recopilación más o menos atractiva para seguidores de estos cantantes. Como curiosidad, aparece también en este recopilatorio el "101 Rap", breve tema cantado en español con el que Donald Glover y Danny Pudi cerraban el segundo episodio de la primera temporada de la serie Community (NBC, 2009-2015), un divertido guiño a una de las primeras apariciones de Donald Glover en televisión. 

Wisting, el Fargo nórdico

A finales de la pasada semana también llegaba a las pantallas de Noruega una de sus producciones televisivas más caras, el thriller Wisting (Viaplay, 2019-). Creada por Trygve Allister Diesen y Katarina Launing, el estreno de sus dos primeros episodios el pasado jueves a través de la plataforma digital Viaplay, responsable de su producción, y del canal de televisión TV3, se convirtió en uno de los más vistos de los últimos años. En TV3 consiguió una media de 127.000 espectadores, un 19% de share, convirtiendo a la cadena en la más vista de la noche. Por su parte, en Viaplay se convirtió en el estreno con mayor número de visionados en toda la historia de la plataforma.

Pero ¿qué tiene Wisting para haberse convertido en uno de los mayores éxitos de la televisión noruega? La serie cuenta como protagonista con el actor Sven Nordin, al que hemos visto en otras series nórdicas como Valkyrien (TV3, 2017-), encarnando al investigador William Wisting, jefe de policía de una pequeña población noruega, Larvik, donde pocos sucesos ocurren. Pero la comunidad se convierte en objeto de atención cuando aparece un cadáver que lleva a pensar que es la víctima de un asesino en serie norteamericano, perseguido por el FBI, que se ha refugiado en Noruega para huir de la policía. En el aspecto de thriller, la serie es menos oscura de lo que hubiéramos querido, y en este sentido aporta escaso morbo a la lista de innumerables series policíacas que hemos visto a lo largo de los últimos años. Su publicidad se hecho apuntaba a que iba a ser una serie con aspectos especialmente truculentos, pero al menos en estos primeros episodios no han aparecido. 

Lo mejor que tiene la serie, en todo caso, son ciertos momentos de humor que tienen algo del espíritu de Fargo (Joel Cohen, Ethan Cohen, 1996), especialmente cuando aparece en escena una pareja de investigadores del FBI, entre ello la actriz Carrie-Anne Moss, a la que vimos en Jessica Jones (Netflix, 2015-2018), y que ponen de manifiesto la diferente forma de enfrentarse a la investigación que tienen las autoridades norteamericanas y las noruegas. Este choque de temperamentos (más mundano y hogareño en el caso noruego), introduce algunos momentos que resultan divertidos. 

En cuanto a producción, Wisting es sin duda una de esa series realizadas con medios y con un buen sentido del ritmo. Y los dos primeros episodios pasan volando gracias a la interesante composición de los personajes, más que a la elaboración de la trama de investigación. En esta Semana Santa que los noruegos celebran con días festivos desde el jueves hasta el lunes, sin duda la serie volverá a ocupar los primeros puestos de audiencia, y tiene visos de convertirse en uno de los grandes éxitos de la televisión noruega de los últimos años.