04 junio, 2024

Las series más destacadas de 2024: Mayo-Junio

Este fin de semana se han celebrado dos entregas de premios nacionales en Canadá e Italia, que reconocen la producción cinematográfica y de televisión en estos países. Los Canadian Screen Awards se conceden a lo largo de una semana en seis eventos que premian diferentes categorías hasta la gala principal que se celebró el 31 de mayo, presentada por el comediante Mae Martin, creador y protagonista de la serie Feel good (Netflix, 2020-2021), quien apareció interpretando una versión de la canción "I'm just Ken" de la película Barbie (Greta Gerwig, 2023), pero cambiando la letra a "I'm just They", haciendo referencia a su género no binario. La retransmisión de esta ceremonia principal ha estado rodeada de cierta polémica por la decisión de la cadena pública CBC de no ofrecerla en directo, sino sólo un resumen de una hora, algo parecido a la transmisión pregrabada de los BAFTA Awards en Gran Bretaña. Actores como Eugene Levy ya mostraron su desacuerdo el año pasado con esta forma de resumir una cita importante para la industria cinematográfica y de televisión canadiense, que vive una profunda crisis.


Los premios de este año marcaron un récord histórico en cine y televisión, tanto para la comedia satírica sobre la fabricación de uno de los primeros teléfonos inteligentes, Blackberry (Matt Johnson, 2023), que CBC en Canadá y AMC en Estados Unidos estrenaron posteriormente como serie limitada de tres episodios, como para el drama sobre los secuestros institucionales de niños indígenas por parte del gobierno canadiense, Little bird (Crave, 2023), que en España fue premiado en la pasada edición de Serielizados Fest. En la gala del viernes, Blackberry logró tres estatuillas pero en los eventos anteriores había conseguido once premios, lo que suman un total de 14, la mayor cantidad que ha logrado una película o serie en los Canadian Screen Awards, entre ellos Mejor Película, Dirección, Música y varios premios de interpretación, que en estos galardones son neutros, no están divididos por géneros. Se da la circunstancia de que el propio director Matt Johnson estaba nominado como Mejor Interpretación Secundaria de Comedia, pero finalmente ganó Glenn Howerton, también por esta película. Entre los pocos galardones que no fueron para Blackberry, el de Mejor Interpretación Principal en Drama recayó en Amrit Kaur por The queen of my dreams (Fawzia Mirza, 2023), que también logró el de Mejor Canción. La actriz pronunció un discurso de aceptación muy viralizado sobre la censura a la libertad de opinión de los artistas en temas como el genocidio de Gaza: "A aquellos que nos decís que no opinemos por miedo a perder nuestro trabajo, por miedo a perder nuestras carreras o por miedo a perder nuestra reputación, nos estáis diciendo que no seamos artistas. Me niego a permanecer en silencio". Piscina infinita (Brandon Cronenberg, 2023) se conformó con los de Maquillaje y Efectos Visuales. El premio al Guión Original fue para la comedia Vampira humanista busca suicida (Ariane Louis-Seize, 2023), que se estrena este mes en España. En llamas (Zarrar Kahn, 2023), una coproducción con Paquistán que representó a ese país en la carrera por los Oscar y se pudo ver en el Festival de Sitges, fue considerada la Mejor Película Novel, y el premio al Mejor Documental fue para Twice colonized (Lin Alluna, 2023).

En televisión Little bird (Crave, 2023) consiguió en la gala principal dos premios, que se suman a los once logrados en eventos anteriores para un total de 13 galardones, el mayor número que ha conseguido una serie en la historia de los Canadian Screen Awards, entre ellos Mejor Drama, Dirección e Interpretación Principal y Secundaria. El premio a Mejor Serie de Comedia fue para Bria Mack gets a life (Crave, 2023-), sobre una joven de raza negra que se enfrenta a un mundo mayoritariamente blanco junto a su amiga invisible, y la sitcom familiar Children ruin everything (CTV, 2022-) logró en su tercera temporada los de Interpretación Principal y Secundaria de Comedia. Las sorpresas fueron la ausencia de premios para Essex County (Filmin, 2023) y el único galardón a Mejor Canción para Más o menos (Movistar+, 2021-), mientras que en las categorías de series digitales, la favorita How to fail as a popstar (CBC, 2023) logró el de Mejor Serie. 


En Italia, el sábado 1 de junio se entregaron los Nastri d'Argento - Grande Serie, que reconocen la producción de televisión en una gala celebrada en Nápoles. Estos premios, que comenzaron a entregarse hace cuatro años, son el anticipo de los galardones de cine que concede el Sindicato Italiano de Periodistas Cinematográficos desde 1946, que tendrán su ceremonia este mes de junio y para los que ya se ha seleccionado como Mejor Película del Año Siempre nos quedará mañana (Paola Cortellesi, 2023), que anteriormente había ganado seis premios David di Donatello de la industria del cine italiano. También previamente se dio a conocer el Nastro d'Argento a la Mejor Serie del Año que recayó en el conmovedor drama La storia (RAI, 2024), dirigido por Francesca Archibugi y basado en la novela escrita por Elsa Morante La historia (1974, Ed. Lumen), protagonizado por una profesora de escuela que es violada por un soldado nazi y debe sobrevivir con su hijo durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un drama histórico que se desarrolla a lo largo de varios años sobre la solidaridad y el espíritu de comunidad frente al fascismo italiano y el nazismo, que tiene la textura de la narración clásica, con una excelente interpretación de la actriz Jasmine Trinca. Estos galardones tienen cuatro categorías principales divididas por géneros: El Nastro d'Argento a la Mejor Comedia fue para la segunda temporada de Call my agent - Italia (Sky, 2023), remake de la conocida serie francesa; como Mejor Serie Criminal ganó la segunda temporada de El rey (AMC+, 2022), que también logró el premio a Actriz Protagonista, Isabella Ragonese; Mejor Drama fue considerado Los leones de Sicilia (Disney+, 2023), que recibió asimismo el premio a Actor Protagonista, Michele Riondino, como el patriarca de la familia Florio; la categoría de Dramedia fue para la segunda temporada de Un professore (Rai, 2021-), remake de la serie española Merlí (RTVE Play, 2015-2018); y la Mejor Película para Televisión fue Napoli Milionaria (RAI, 2023), la habitual adaptación navideña que ofrece RAI de una obra de Eduardo De Filippo. 

El premio al Mejor Guión recayó en la serie Antonia (Prime Video, 2024), nacida de una idea de su protagonista, Chiara Martegiani. Otros galardones especiales que se dieron a conocer con anterioridad, los denominados Protagonisti dell'anno (Protagonistas del Año), recayeron en la actriz Sabrina Ferilli por su regreso a la televisión con la miniserie Gloria (Rai, 2024), los actores Alessandro Borghi y Adriano Giannini por su interpretación en Supersex (Netflix, 2024) y el director Gabriele Muccino como actor invitado en la primera temporada de Call my agent - Italia (Sky, 2023-) y también en la segunda temporada de La vida de Carlo (Prime Video, 2021-). El compositor Leo Gassman recibió el premio a la Mejor Música por la tv movie Califano (RAI, 2024), biopic del popular cantante Franco Califano, mientras que los Premios Revelación fueron para la actriz Letizia Toni por el drama musical Te llevo en el alma (Netflix, 2024) y el actor Giacomo Giorgio por sus intervenciones en cuatro series, entre ellas el popular drama médico DOC  (AXN, 2020-). La crítica especializada también otorgó premios especiales a la miniserie true crime Per Elisa - Il caso Claps (RAI, 2023), para su director Marco Pontecorvo y su protagonista Gianmarco Saurino. 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Un caballero en Moscú
 
★★
SkyShowtime, 18 de abril-23 de mayo
Reino Unido, 2024 - 8x55'
Creada por Ben Vanstone
Dirigida por Sam Miller, Sarah O'Gorman 

La segunda novela escrita por Amor Towles (1964, Boston) se convirtió en un éxito de crítica y una de sus obras más vendidas. Un caballero en Moscú (2016, Ed. Salamandra) surgió a partir de la experiencia del autor norteamericano en algunos hoteles de lujo en Suiza en los que encontró huéspedes que vivían permanentemente, imaginando la representación de la revolución bolchevique desde dentro de uno de los hoteles más antiguos de Moscú, el Hotel Metropol, inaugurado en 1905 y que tuvo relevancia durante la revolución de 1917, cuando seguidores del régimen derrocado se refugiaron allí y lo fortificaron, aunque por poco tiempo. En la historia imaginada por el escritor, el conde Alexander Rostov (Ewan McGregor) es recluido en 1921, cuatro años después del estallido de la revolución bolchevique, en el hotel donde vivía como una prisión de la que tiene prohibido salir. A pesar de que la mayor parte de los aristócratas han sido condenados a muerte, a él se le perdona la vida debido a la intervención del sector más moderado, que le atribuye la autoría de un poema a favor de la revolución, pero Metropol se convertirá en una cárcel permanente, vigilado por el temido jefe de policía Osip Glebnikov (Johnny Harris). Como la novela, la historia transcurre a lo largo de 35 años en los que en cierta manera dentro del hotel se reproduce la auténtica revolución proletaria, en la que Rostov pasa de ser tratado como "Su excelencia" a cenar en compañía de los camareros y cocineros del hotel. En el episodio El último de los Rostov (T1E3) se introduce un panal de abejas que cuida el anciano Abram (Dermot Crowley) en el tejado del edificio, como una metáfora política de lo que está ocurriendo en Rusia. Abram explica que la desaparición de los jardines en los que encontraban el polen ha provocado que la colonia se rebelara contra la reina, pero que esto supondrá la desaparición de la colmena. Los apuntes de carácter político se mantienen a lo largo de la serie siempre como un trasfondo de una historia que habla sobre las relaciones humanas. En Tiempos de prosperidad (T1E4), un viejo amigo de Alexander Rostov, Mishka (Fehinti Balogun) describe la realidad falsa que se difunde mientras la población tiene problemas para sobrevivir: "Realmente pensé que estábamos construyendo un mundo mejor". Resulta curioso que, una vez más, algunos comentarios se sorprendan por la introducción de actores de raza negra como personajes rusos en una historia que es una ficción y que está protagonizada por un actor escocés y algunos actores norteamericanos, filmada en Manchester y hablada en inglés. Pero son las incongruencias de nuestros tiempos.  

La adaptación de la novela de Amor Towles consigue equilibrar bien estos apuntes políticos manteniendo la esencia de una historia conmovedora y apasionante sobre la supervivencia del protagonista dentro del hotel. Un caballero en Moscú (SkyShowtime, 2024) es una espléndida fábula que mejora conforme se desarrolla y el personaje principal encuentra una manera de mantener la humanidad dentro de sus circunstancias adversas. En los primeros episodios conoce a Nina (Alexa Goodall, Leah Balmforth) hasta que ella misma comienza a sentirse atraída por el concepto abstracto de la lucha proletaria. La miniserie mantiene algunos elementos destacados de la novela, como la utilización del vino como representación de las clases sociales. Mientras celebra un cumpleaños algo decepcionante en El último de los Rostov (T1E3), el principal tema de discusión con Nina es la defensa que Alexander hace del privilegio de elegir el mejor vino: "Una botella de vino captura un momento de la historia. Su sabor cuenta la historia de un lugar, de un periodo, de la tierra bajo los pies del enólogo, pero ahora parece que eso ya no importa". Pero frente a la desigualdad social y el hambre para Nina se trata solo de un testimonio de privilegio. En la entrada del hotel, el personal espera la llegada anunciada de Stalin, entre ellos la actriz Anna Urbanova (Mary Elizabeth Winstead), con la esperanza de que su carrera resurja dentro del cine propagandístico que se está produciendo en el país. Y así se construye una fantasía que representa el hotel como una especie de domo de nieve, aquellos que al agitarlos parece nevar sobre reproducciones de edificios turísticos, un espacio aislado en el que se reproducen en menor medida los conflictos del exterior, especialmente a través del principal antagonista, Bishop (John Heffernan), un camarero que va ascendiendo de posición gracias a su ferviente defensa revolucionaria.

La adaptación de Ben Vanstone, guionista de Todas las criaturas grandes y pequeñas (Filmin, 2020-) es rica en matices, construyendo una historia en la que los personajes adquieren cada vez más humanidad, especialmente a partir de la aparición de Sofia (Billie Gadsdon, Beau Gadsdon), que se revela como la principal protagonista desde el episodio La llegada (T1E5), y de alguna manera convierte a Alexander Rostov en una figura paternal, lo que tiene consecuencias imprevisibles. Se ha despertado cierta controversia sobre el cambio en el final de la miniserie, en el episodio Adieu (T1E8), que es más claro y optimista en el libro, mientras que en la adaptación está rodeado de incertidumbre, pero es un desenlace coherente con la forma de contar esta historia como si se tratara de una fábula en la que también hay elementos de irrealidad y fantasía. En todo caso, Un caballero en Moscú puede haber pasado algo desapercibida, sobre todo para aquellos que la han juzgado solo por los primeros episodios, y sin embargo es una serie llena de momentos de tensión, de sentido del humor y de secuencias muy emocionantes que consigue crear uno de los relatos más conmovedores que se han estrenado recientemente. Hay que mencionar en esta capacidad para conseguir la emoción el trabajo sobresaliente del compositor hispano-argentino Federico Jusid, que ha realizado algunas espléndidas incursiones en la producción internacional con series como The English (Max, 2022) y logró recientemente el Premio Feroz por la música de Cerrar los ojos (Víctor Erice, 2023). Su banda sonora está llena de momentos de gran belleza y es una de las mejores composiciones melódicas que hemos escuchado este año. Iniciada como una producción que iba a protagonizar Kenneth Branagh, Un caballero en Moscú encuentra sin embargo su mejor intérprete en Ewan McGregor, que asume el personaje con un afecto que resulta apasionante, estableciendo con su "carcelero" Osip Glebnikov una relación particular que encuentra el elemento humano a pesar de la diferencia ideológica. Y demuestra que es una de las series más infravaloradas de esta temporada.

The Jinx (El gafe) - Parte 2
 
★★
Max, 22 de abril-27 de mayo
Estados Unidos, 2024 - 6x48'
Creada por Andrew Jarecki, Sam Neave, Zac Stuart-Pointer
Dirigida por Andrew Jarecki 

Si en algunas ocasiones las continuaciones de documentales true crime de éxito transmiten una sensación de inutilidad, en otros casos parece casi una necesidad para poder dar un cierre completo a las historias. Lo hemos visto recientemente con Lucía en la telaraña II (RTVE Play, 2021-2024), que de alguna manera necesitaba concluir un relato que parecía dejar en la impunidad a los asesinos de Lucía Garrido. Y también es el caso de The Jinx (El Gafe) - Parte 2 (Max, 2015-2024), que no se siente una continuación gratuita sino un imprescindible enfoque en el último juicio al que se sometió Robert Durst por el asesinato de Susan Berman, que tuvo lugar en 2020, cinco años después del impactante final de la primera parte. Resulta curioso que, ahora que Warner Bros. Discovery ha enterrado definitivamente la televisión de prestigio, escondiendo HBO entre los Hubs de la plataforma Max, uno de sus estrenos más importantes de este año sea precisamente una de las propuestas más destacadas de docuserie true crime que le dieron este prestigio. El primer episodio ¿Por qué sigues aquí? (T2E1) es un adecuado resumen de la repercusión que consiguió la serie cuando guardó en secreto un final que había puesto en conocimiento de la policía mucho antes. La estructura narrativa introducía recursos como el giro de guión con el que el mismo director había transformando el género documental con la película Capturing the Friedmans (Andrew Jarecki, 2003), dando paso a un estilo que tuvo otro ejemplo decisivo con la serie Making a murderer (Netflix, 2015). La reunión de familiares de Kathie McCormack y algunos investigadores para ver el último episodio de The Jinx (El gafe) es un momento especialmente intenso. Esta segunda entrega se pregunta qué llevó a Robert Durst a participar en un documental que cuestionaba su inocencia, en contra de algunos consejos de personas cercanas. Porque fue él quien se puso en contacto Andrew Jarecki para ser entrevistado tras ver su película Todas las cosas buenas (2010), una endeble versión ficticia de la historia, e incluso participó en los audiocomentarios de la edición en DVD, como se revela en The Official Jinx Podcast (HBO, 2024). Aunque en realidad abandona pronto este planteamiento para ampliar el enfoque hacia el círculo de lealtades que se creó a su alrededor. La conclusión de la serie es que sin el silencio y la ayuda directa de algunos de sus amigos, y especialmente de su esposa Debrah Charatan, con la que se casó un día antes de asesinar a Susan Berman, el heredero de una gran empresa de bienes raíces no habría conseguido evitar la justicia con tanta facilidad. Hay muchas referencias a la lealtad como justificación de determinados comportamientos, pero también hay ciertos beneficios económicos en estas relaciones. 

Los primeros episodios se centran en el juicio celebrado en 2020 por el que Robert Durst fue acusado de asesinar a Susan Berman en 2000, mientras que los otros dos asesinatos que se le adjudican, el de Kathleen McKormack en 1982 y el de su vecino Morris Black en 2001, quedaron sin condena. El primero porque nunca se encontró el cadáver y el segundo porque fue absuelto en 2003 por un jurado que dio por buena su alegación de que actuó en defensa propia, aunque confesó haber desmembrado el cadáver. Es interesante que Andrew Jarecki ponga el foco en la pesadilla de cuarenta años que ha vivido la familia de Kathie McCormack, que nunca ha encontrado un cierre definitivo, incluso debido a un sorprendente giro que se muestra en el episodio Todos colaboraron (T2E6). Pero quizás en su ampliación del abanico de culpabilidades algunas recreaciones ficticias parecen de trazo grueso, como una escena de una actriz interpretando a una supuesta Debrah Charatan disfrutando de una gran mansión a orillas del mar, como un personaje malvado que ha acabado saliéndose con la suya. A pesar de estos ataques de histrionismo por parte de Andrew Jarecki, la serie tiene una estructura cuidada, manejando con acierto el suspense y guiándose principalmente por dos entrevistados solventes: el fiscal adjunto del condado de Los Ángeles, John Lewin y el periodista de The New York Times Charles Bagli, que había estado en contacto durante mucho tiempo con Robert Durst., proporcionando nuevos personajes que aportan cierto entusiasmo contagioso, como los mellizos David y Michael Belcher, que fueron asistentes de John Lewin en el juicio, o Nick 'Chinga' Chaven, amigo personal de Robert Durst y promotor de un estilo musical llamado Country Porn, con éxitos como "Cum stains in the pillow" (Manchas de semen en mi almohada). El contrainterrogatorio de éste a Robert Durst que duró varios días, conforma uno de los mejores episodios de la serie, Casi toda la verdad (T2E5), que tiene una intensidad notable. 

The Official Jinx Podcast (HBO, 2024) es una interesante ampliación de la serie en la que se revelan algunas curiosidades, como la participación del actor Greg Kinnear en el proceso de producción de la primera temporada, incluso realizando algunas grabaciones en la segunda. Casi todo el tiempo, Robert Durst es mostrado en el juicio, cada vez más envejecido, o a través de las conversaciones con las visitas que fueron grabadas en la cárcel. Pero progresivamente el protagonista va ocupando un segundo plano para que la atención se centre en su círculo de lealtades, algunos obligados a testificar, otros considerados como traidores después de que hubieran ayudado al magnate y en algunos casos impulsados por los beneficios económicos que la amistad podría provocar. Particularmente exasperante es la frialdad de los miembros de la familia Durst respecto a los familiares de Kathleen McKormack, una absoluta falta de empatía que solo se puede explicar desde su posicionamiento de superioridad. Ahí es donde The Jinx (El gafe) - Parte 2 se distancia de la primera entrega: no es ya la investigación en torno a un posible culpable, sino la constatación de un círculo de silencio y privilegios que hizo posible que el asesino pudiera perpetuar su impunidad durante tantos años. 

Elsbeth
 
★★☆☆
Movistar+, 23 de abril-18 de junio
Estados Unidos, 2024 - 10x43'
Creada por Michelle King, Robert King
Dirigida por Robert King, Ron Underwood, Rosemary Rodríguez, Rob Hardy, Nancy Hower, Fong-Yee Yap, Tyne Rafaeli, Kevin Rodney Sulllivan

Mientras se estrena en Estados Unidos la última temporada de Evil (SyFy, 2019-2024), el matrimonio formado por Michelle King (1962, Estados Unidos) y Robert King (1959, Estados Unidos) puso en marcha otro procedimental más clásico que recupera un personaje que apareció regularmente en The good wife (SkyShowtime, 2009-2016) y ocasionalmente en The good fight (Movistar+, 2017-2022), y que le valió a Carrie Preston el premio Emmy a la Mejor Actriz Invitada en 2013. Esta abogada singular a la que vimos por primera vez en el episodio Simulación (T1E20), apareciendo en el apartamento de Alicia Florrick (Julianne Margulies) para resolver una situación embarazosa, estuvo presente en catorce episodios de la serie original y cinco de su spin-off, pero siempre marcando su presencia. Elsbeth Tascioni (Carrie Preston) desplegaba una personalidad despistada y entrometida, pero realmente incisiva y observadora, además de un estilo en la elección de su vestuario algo particular, que de hecho en esta serie se convierte en tendencia en el episodio Un final apropiado (T1E10), dedicado al mundo de la moda. Elsbeth (Movistar+, 2024-) construye una narrativa diferente a la de The good fight, que progresivamente se fue obsesionando con la representación de los peligros de una administración presidida por Donald Trump, hasta el punto que en su segunda temporada el título de cada episodio correspondía cronológicamente a los días que se mantuvo en la presidencia. Ahora la abogada de Chicago es enviada a Nueva York  como observadora externa del trabajo policial, pero sobre todo para investigar en secreto la posible implicación del Capitán C.W. Wagner (Wendell Pierce) en casos de corrupción. En realidad, la propuesta supone el regreso a un procedimental ingenioso y divertido, que se refleja de nuevo en Colombo (Prime Video, 1971-2003), como ya lo hiciera también Poker face (SkyShowtime, 2023-). Excepto en el episodio final, la atención no está puesta en descubrir quién es el culpable del crimen, cuya identidad conocemos desde el principio, sino en saber cómo Elsbeth va a conseguir descubrirlo, utilizando una mezcla de perspicacia y acoso, como le dice la detective Connelly (Molly Price), que no está muy en sintonía con su estilo de investigación: "Nosotros hacemos el trabajo de la policía, basado en las evidencias, y usted haga eso de ser amable con el sospechoso. No lo respeto, pero es eficaz". 

El episodio piloto, escrito por el matrimonio King y dirigido por Robert King, describe una divertida llegada de la protagonista a la Gran Manzana, con referencias a series como Sexo en Nueva York (Max, 1998-2004), y resulta una excelente presentación del personaje, marcando la estructura tradicional de los procedimentales: tramas conclusivas en cada episodio y una trama horizontal en torno a las sospechas de corrupción del capitán Wagner. The good wife fue una inteligente reinvención de los dramas judiciales, y The good fight tenía componentes más pesados en torno a la política desde el punto de vista demócrata. En un perfil que The New Yorker dedicó a Robert y Michelle King se les describía adoptando "una política electoral demócrata", aunque son antiabortistas y pro-israelíes (The New Yorker, 13/6/2022). Pero en el caso de Elsbeth han creado un simple divertimento que funciona bien en su estructura de casos semanales, aunque se haya elaborado un giro en el personaje para convertirlo de hecho en una investigadora de homicidios, pese a que conceptualmente Elsbeth ejerce como abogada. Da la impresión de que la idea de enfrentar a un personaje tan peculiar a todo tipo de antagonistas ha pesado más para sacarla de los tribunales y lanzarla a diferentes escenas del crimen. Pero el resultado funciona lo suficientemente bien, y separa esta serie de las dos anteriores, de manera que no parece haber intención de introducir cameos de otros personajes, como ha afirmado el showrunner Jonathan Tolins, quien anteriormente había trabajado en The good fight. Digamos que Elsbeth aspira a ser una serie autónoma sin conexiones directas con las otras, como parece ya interpretarse del final de la primera temporada.  

Carrie Preston, que también forma un matrimonio duradero con el actor Michael Emerson, al que podemos ver como secundario en Evil, es la que impulsa realmente la serie a través de su personaje. Y lo hace con un sentido de la diversión francamente contagioso, aunque la impresión final es la de una serie que está bien escrita pero sigue una fórmula demasiado marcada. Con actores invitados como Stephen Moyer, Jane Krakowski, Keegan-Michael Key, Gina Gershon o Linda Lavin, que también fue actriz invitada en The good wife, pero no repite su personaje, los episodios son entretenidos pero algo triviales, y el recurso de una investigadora que tiene la suficiente intuición como para detectar al culpable desde el primer momento resta eficacia a la historia, algo parecido a lo que ocurría con Poker face. En este sentido, la serie se enriquece cuando se introducen algunos cambios, como en el episodio Un final apropiado (T1E10), que está construido como un "whodunit" en el que, esta vez, no conocemos al culpable. Renovada para una segunda temporada, Elsbeth consigue sin embargo ser inteligente cuando aborda más directamente el género de la comedia, pero al margen de ser un entretenido ejercicio de escapismo, su huella acaba siendo demasiado intrascendente. 

Hacks (Temp. 3)
 
★★
Max, 2-30 de mayo
Estados Unidos, 2024 - 9x30'
Creada por Lucia Aniello, Paul W. Downs, Jen Statsky 
Dirigida por Lucia Aniello, Jeff Rosenberg, Jessica Brunetto, Paul W. Downs

Este comentario contiene spoilers de las anteriores temporadas

Se podría decir que la única gran aportación que ha hecho la marca HBO Max al mundo de las series es esta comedia, porque el resto de producciones relevantes siguen proviniendo de HBO. Con seis premios Emmy conseguidos con sus dos temporadas anteriores, ha demostrado ser una de las producciones más consistentes que mantiene todavía ese pulso de comedia perspicaz, y posiblemente también su concepto como una de las más relevantes series queer del panorama audiovisual actual. Hannah Einbinder ha comentado en alguna entrevista que llegó a pensar que su personaje Ava desaparecería de la historia cuando al final de la segunda temporada es despedida (en lo que en realidad es un acto de respeto que demuestra el cambio que ha sufrido Deborah), pero lo cierto es que es difícil imaginar Hacks (Max, 2021-) sin la dinámica de estos dos personajes. Un año después, ambas han seguido sus caminos con éxito, pero surge la posibilidad de que Deborah (Jane Smart) consiga salir del círculo vicioso de las actuaciones de Las Vegas, tan exitoso como acomodaticio, para ser considerada como presentadora del programa de entrevistas nocturno Late night, una oportunidad que perdió hace años cuando cierta mala prensa se puso en medio de su ya decidida elección, como explica en el último episodio una aparición especial del actor de 93 años Hal Linden, conocido por su papel en la clásica serie Vida y milagros del capitán Miller (ABC, 1974-1982). Por extraño que parezca, las mujeres presentadoras de programas nocturnos en la televisión norteamericana han brillado por su ausencia, a pesar de que el primer programa de entrevistas que se emitió, The Faye Emerson Show (CBS, 1949) fue presentado por una mujer. Cuando Emma Thompson protagonizó la película Late night (Nisha Ganatra, 2019), interpretando a una exitosa presentadora de un programa nocturno, la actriz la definió como "una película de ciencia-ficción". 

Establecida la trama horizontal de la temporada, esta posibilidad consigue que Ava (Hannah Einbinder) decida retomar su relación profesional con Deborah, aunque su novia Ruby (Lorenza Izzo) le dice en Better late (T3E2): "Siento que la tomas más en serio a ella que a tu trabajo, a tu vida y a mi... Te abofeteó, te demandó. Tú misma dijiste que era tóxica". Pero la serie ha establecido de manera inteligente una relación de dependencia en la que ambas son mejores cuando trabajan juntas, aunque a nivel personal tengan poco en común. La producción de esta tercera temporada sufrió algunos altibajos que retrasaron su estreno: primero fue una cirugía cardíaca a la que se sometió la actriz Jean Smart y posteriormente el rodaje fue afectado por las huelgas del año pasado, pero Hacks se mantiene firme como una gran comedia que confía en sus posibilidades, sin caer en una repetición de fórmulas que puedan haber funcionado en el pasado. También tiene ese aliciente de mirar a la industria de la televisión desde dentro, de manera que construye discursos efectivos en torno a algunas cuestiones relevantes. El episodio The roast of Deborah Vance (T3E3) se desarrolla durante la preparación de este brindis cómico que es un clásico en Estados Unidos, popularizado por Dean Martin desde 1968, un tributo que se sostiene sobre chistes e insultos en torno a la personalidad homenajeada, que tanto ha dado que hablar este año alrededor del programa The roast of Tom Brady (Netflix, 2024). Uno de los temores de Deborah es que su hija DJ (Kaitlin Olson) intervenga en el homenaje, infravalorando su capacidad para ser divertida. 

Hay sin embargo una menor presencia de algunos personajes secundarios que destacaron en las temporadas anteriores, como los managers Jimmy (Paul W. Down, uno de los creadores y directores) y Kayla (Megan Stalter), o el administrador Marcus (Carl Clemons-Hopkins), que sin embargo protagoniza uno de los mejores momentos de la temporada, cuando en Yes, and (T3E8) siente que Deborah ha defraudado a sus fans por no acudir a la Marcha del Orgullo en Palm Springs como estaba previsto, pero uno de ellos, Reggie (Tim Bagley) habla sobre lo que significa ser seguidor de una artista desde hace años aceptando sus contradicciones: "A veces sentirse abandonado es bueno. Cher lanzó su album Believe a los 55 años. ¿Y crees que fue a la Marcha del Orgullo ese año? No. Pero seguimos amando ese disco". En ese mismo episodio, surge el tema de la cancelación y el legado de los chistes del pasado que ahora son considerados inapropiados, cuando Deborah está a punto de recibir un homenaje en la Universidad de Berkeley pero los estudiantes se rebelan contra algunas de sus rutinas xenófobas y racistas. A lo que Deborah contesta: "Nunca pediré perdón por un chiste", una respuesta que recuerda a la prepotencia con la que Dave Chappelle y Netflix afrontaron las críticas contra chistes ofensivos para el colectivo transexual. La relación entre Ava y Deborah sigue evolucionando y enriqueciéndose, como en el episodio One day (T3E5) en el que ambas se pierden en el bosque y comparten sus retos sobre la edad y sobre la identidad sexual, de una manera en la que nunca se habían sincerado, pero que establece la base de una transformación que veremos en un final que abre atractivas posibilidades para una cuarta temporada ya confirmada. También siguen apareciendo conocidos actores invitados como Christopher Lloyd, Helen Hunt, Christina Hendricks, J. Smith-Cameron, de Succession (Max, 2018-2023) interpretando a Kathy Vance, la hermana de Deborah, y el regreso de Jane Adams, nominada dos veces a los Emmy como actriz invitada por las dos temporadas anteriores. Hacks demuestra ser una de las más inteligentes comedias del actual panorama, incisiva en su representación del mundo artístico y reflexiva en la descripción de una relación que cambia conforme se desarrolla, desembocando en una especie de discípula que aprende más de lo que su maestra hubiera imaginado. 

Bodkin
 
★★
Netflix, 9 de mayo
Estados Unidos/Irlanda, 2024 - 7x50'
Creada por Jez Scharf
Dirigida por Nash Edgerton, Bronwen Hughes, Johnny Allan, Peddy Breathnach
IFTA Awards '24: Premio Screen Ireland Rising Star (Siobhán Cullen)

Los pódcast de investigación sobre crímenes reales han venido teniendo éxito especialmente en Estados Unidos, y en documentales como Citizen Sleuth (Chris Kasic, 2023) hemos visto ese universo particular y la obsesión por el true crime que se ha extendido en los últimos años. De manera que los podcasters se han convertido en personajes de historias que implican una investigación criminal, lo que ha dado lugar a  comedias populares como Solo asesinatos en el edificio (Disney+, 2021-) o más irregulares como Basado en una historia real (Movistar+, 2023-). El británico Jez Scharf ha creado una historia que reflexiona precisamente sobre la responsabilidad del podcaster a la hora de investigar un crimen, y la manera en que su intervención puede afectar a toda una comunidad. El presentador de un popular pódcast norteamericano viaja a Irlanda tras el rastro de tres personas desaparecidas hace 25 años. Gilbert Power (Will Forte) aborda sus investigaciones con una cierta humanidad forzada, afirmando que "no me interesan los cadáveres, me interesa la empatía. Dicen que los true crime son sensacionalistas, pero lo sensacional es escuchar las historias de la gente". Aunque desde que llega a la pequeña localidad de Bodkin se da cuenta de que quizás hay gente que no quiere compartir sus historias. Le acompaña la investigadora Emmy Sizergh (Robyn Cara), que se enfrenta por primera vez a un trabajo de campo con absoluta admiración por Gilbert. Y les sirve de guía la periodista Dove Maloney (Siobhán Cullen), que considera a los podcasters como unos intrusos amateurs, y a la que su jefe en The Guardian le sugiere que mantenga un perfil bajo después de que su informador en un trabajo de investigación acabara suicidándose. La serie juega en Un misterio de verdad (T1E1) con la tradicional incursión de tres forasteros en una pequeña localidad donde parece reinar el silencio respecto a determinadas cuestiones y donde las miradas provocan escalofríos. E ironiza sobre esa perspectiva de guiri norteamericano que ve Europa como una tierra llena de belleza y de misterios: "Se cree que Irlanda es como Disneylandia", dice Dove a su jefe. Las desapariciones tuvieron lugar durante el Samhain, una fiesta gaélica que celebra el fin de la temporada de cosechas y coincide con el Día de los Muertos el 1 de noviembre, y la recuperación del Festival Samhain sirve de contexto. Aunque no llega a adentrarse en cuestiones de rituales o misterios místicos como The Red King (Alibi, 2024), tiene ese aliento de las tradiciones paganas. 

Porque Bodkin (Netflix, 2024) en realidad no está construida solo alrededor de la investigación en torno a esas desapariciones, que por supuesto hace aflorar otros secretos, sino que se centra más en la interacción de los protagonistas. De hecho, los tres actos de la historia están planteados como una introducción de los personajes en el ambiente rural de una Irlanda desconocida para Gilbert y Emmy y que supone un regreso incómodo para Dove, un segundo acto que se enfoca más en explorar las historias de los tres protagonistas en relación a cuál es la razón por la que se han embarcado en esta aventura y un acto final que regresa a la investigación en el entorno del Festival Samhain. Lo que hace particularmente interesante a una serie que no se circunscribe solo a la narrativa criminal, sino que la utiliza para explicar a los personajes. Cuenta Jez Scharf que la idea surgió en una época en la que tuvo que viajar frecuentemente desde Londres hasta Irlanda y en la que tuvo esa sensación de ser un extranjero en un lugar del que no conocía casi nada. Durante esos viajes escuchaba pódcast de investigación, lo que le proporcionó el tema central de la historia. Pero al mismo tiempo que los habitantes del pueblo se muestran como personajes indescifrables, como la amable pero misteriosa Madre Bernadette (Fionnula Flanagan), los propios protagonistas también tienen secretos. La personalidad carismática de Gilbert Power tiene un trasfondo más calculador y en cierta manera tóxico, que se revela cuando recibe la visita de su esposa en Los fines justifican los medios (T1E6). Mientras que Dove tiene razones de fondo para sentirse incómoda en Irlanda, con una visión radical de su entorno que se confronta con la personalidad de Gilbert, mientras que Emmy se encuentra en un término medio que ofrece la perspectiva desde el exterior, mostrando las contradicciones de ambos.

La serie evita caer en la repetición cuando introduce algunos personajes secundarios que adquieren más protagonismo, como Seamus Gallagher (David Wilmot), que casi se roba el show a partir del episodio Una especie de veneno (T1E4), y que introduce una subtrama que enriquece la historia. Las conversaciones entre Seamus y Gilbert cuando están solos son de lo mejor del programa, pero al mismo tiempo la separación de los protagonistas permite también desarrollar más la relación entre Dove y Emmy. Bodkin no es una serie destacada por cómo construye un misterio, sino por cómo conforma las historias personales. Y plantea una reflexión sobre la manera de indagar en las vidas de una comunidad desde una perspectiva egoísta y mercantilista: "Los abres y les extraes lo que necesitas. Todo para crear otro contenido empalagoso que no cambia nada, no aporta nada, no dice nada. Tú no eres periodista, Gilbert. Eres un pornógrafo", le dice Dove. Siobhán Cullen interpreta con profundidad a este personaje en un año en el que ha recibido el premio IFTA 2024 de la Academia de Cine y Televisión de Irlanda como Estrella Emergente por sus recientes trabajos en esta serie, The dry (ITV, 2022-) y Obituary (AMC+, 2023), mientras que Will Forte cambia adecuadamente de registro después de El último hombre en la tierra (Disney+, 2015-2018). 

El universo conspira
 
★★
YouTube/Filmin, 9 de mayo
Uruguay, 2023 - 8x15'
Creada por Leonardo Pintos 
Dirigida por Leonardo Pintos
Séries Mania '23: Competición Formatos Cortos 
DieSeriale '23: Mejor Música

La juventud de Montevideo está representada en esta serie de formato corto co-producida por el canal UN3, plataforma on demand que pertenece a la Universidad Nacional Tres de Febrero de Argentina. El canal viene desarrollando desde 2014 una intensa actividad en la producción de webseries, consiguiendo ampliar su catálogo hasta el centenar de producciones propias enfocadas a un público juvenil, que han logrado estar presentes en numerosos festivales internacionales. Tras presentarse como la primera serie uruguaya seleccionada en la Competición de Formatos Cortos en el festival Séries Mania '23, donde vimos los primeros episodios, El universo conspira (YouTube/Filmin, 2023) ha participado también en el festival de series digitales DieSeriale, en Alemania, así como en la pasada edición de Bilbao Seriesland, y finalmente se ha estrenado simultáneamente en UN3 TV y en su canal de YouTube, donde se puede visionar de forma gratuita, aunque en España también ha llegado a la plataforma Filmin. La reducida producción audiovisual uruguaya refleja los recursos modestos de un país pequeño, y esta serie recoge la tradición de un cine que se enfoca en las historias locales, a través de la descripción del entorno montevideano, desde las excelentes 25 watts (Pablo Stoll, Juan Pablo Rebella, 2001) y Whisky (Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll, 2004) hasta En la puta vida (Beatriz Flores Silva, 2001), que inauguraron una etapa de repercusión internacional del cine uruguayo. Recientemente hemos visto también el documental Para no olvidar (Laura Gabay, 2023), una coproducción con Suiza que es una mirada a Uruguay desde la distancia. El universo conspira se desarrolla durante el día de la Marcha por la Diversidad, y se centra en relatos cruzados que cuentan ese día desde diferentes puntos de vista de ocho jóvenes veinteañeros. Dos de ellos comparten el nombre de Bruno y de alguna manera sobrevuela esa conspiración del título que parece destinarlos a encontrarse. La Marcha por la Diversidad que se celebra en Montevideo en septiembre se diferencia de las habituales Marchas del Orgullo LGTBIQA+ que tienen lugar a finales de junio en otros países, en que no solo se enfoca en la diversidad sexual, sino que se refiere a diversidad en un amplio sentido que aglutina demandas de los colectivos afrodescendientes, los jóvenes, las mujeres y las personas con discapacidad. El primer episodio tiene lugar casi todo el tiempo en el interior de un autobús en el que Bruno B. (Bruno Brandolino) se encuentra casualmente con Nicolás (Nicolás Tapia), un treintañero que afirma no entender las citas anónimas a través de aplicaciones de móvil, aunque conforme avanza la trama descubriremos que también oculta algunas circunstancias personales. Bruno B. no tiene intención de participar en la Marcha por la Diversidad, y se dirige a casa de su amigo Rodo (Rodolfo Agüero), pero a lo largo del trayecto se produce una situación incómoda que muestra la homofobia latente, quizás el momento en el que de forma más clara se describe una situación de intolerancia. 

Cada uno de los episodios de la serie está dedicado a un personaje concreto, como Rodolfo (T1E2) o una pareja, como Cecilia y Santiago (T1E6), pero hasta el tercero no conocemos a Bruno A. (Bruno Acevedo Quevedo), un joven que se resiste a tener una relación duradera y casi se espanta cuando encuentra en su cama a Camilo (Camilo Ripoll) porque ni siquiera se acuerda de cómo ha llegado hasta allí. Para él la situación ideal sería que Camilo se hubiera marchado esa misma noche, pero no precisamente que también conozca a su amiga Cecilia (Cecilia Yáñez). En realidad, el universo no solo conspira para los dos Brunos, sino también para otros personajes, a través de encuentros que a veces parecen casuales en situaciones que los conectan. Se trata de un grupo de protagonistas que refleja una parte de la juventud de Montevideo, principalmente estudiantes universitarios, y que no solo muestran la incertidumbre sobre su futuro, en ese paso indeciso hacia la madurez, sino que reflejan también el vértigo de una vida que quizás no resulte del todo satisfactoria. Es por tanto una mirada local, pero que permite la identificación del espectador, porque habla de temas universales, descrita por su creador como "un ensayo sobre el amor". Cuando Lula (Lula González) le dice a Rodolfo que tiene suerte de dedicarse a lo que le gusta por trabajar como dibujante, él le responde: "¿Sabes? Creo que antes me gustaba más lo que hacía". Los ocho personajes coinciden todos únicamente en el episodio Un mes atrás (T1E5) en el que una fiesta provoca que determinados conflictos del pasado hagan su aparición. Con la estructura fragmentada en la que se repiten algunas escenas para situarnos en el momento del día en el que se desarrolla cada relato, se consigue una narración fluida que no necesita ser lineal. La diferencia generacional entre el guionista y director Leonardo Pintos y los protagonistas veinteañeros sin embargo refleja un carácter cíclico de las relaciones amorosas, definidas de diferentes formas pero básicamente similares. Y también muestra un rasgo que transmite una cierta melancolía uruguaya, como cuando Bruno B. afirma: "A mi me pasa que este tipo de fiestas me genera una sensación de soledad. Como que al final todos nos volvemos a casa, solos...". 

Leonardo Pintos había estrenado anteriormente la serie Feriados (Prime Video, 2016) para la Televisión nacional de Uruguay, en la que entrelazaba nueve historias a lo largo de un año, a través de los encuentros de nueve jóvenes en diferentes días festivos. Eran personajes más cercanos a la generación de Leonardo Pintos, que interpretaba también a uno de los protagonistas, reflexionando sobre la llegada a la treintena sin una definición clara de su futuro, que en España se puede ver en Prime Video. Esta nueva propuesta se creó primero en un formato más corto pensado para Instagram TV, pero la entrada de UN3 transformó el formato a un mayor número de episodios de más duración. Hay también una destacada utilización de músicas principalmente de cantantes uruguayos como Andy Falcone, artista trans de Montevideo que el año pasado publicó su primer album Grimorio (2022, SKBM), además de canciones originales de Rodolfo Agüero, uno de los actores, y del compositor Valentín Ferreira, que logró el premio a la Mejor Música en el festival DieSeriale '23. El universo conspira construye una sólida propuesta sobre la diversidad de las relaciones amorosas, sin circunscribirse necesariamente a los vínculos sexo-afectivos. 

Ciclos (Trying) (Temp. 4)
 
★★☆☆
Apple tv+, 22 de mayo-3 de julio
Reino Unido, 2024 - 8x30'
Creada por Andy Wolton
Dirigida por Ellie Heydon

Este comentario contiene spoilers de las anteriores temporadas 

El final lógico de esta serie hubiera sido la anterior temporada, cuando los protagonistas consiguen aquello por lo que han estado luchando durante años, intentando ser padres (Trying es su título original) y finalmente logrando ser aceptados por los servicios sociales británicos como adoptantes de una pareja de hermanos, Princess (Eden Togwell), de 12 años, y Tyler (Mickey McAnulty), de 6 años. Para la cuarta temporada, sin embargo, el creador y guionista de la serie, Andy Wolton abre las posibilidades de explorar la paternidad en sí misma, pero planteando un salto en el tiempo de seis años que evita la linealidad de mostrar a Jason (Rafe Spall) y Nikki (Esther Smith) enfrentándose a la niñez de sus hijos, y directamente enfocándose en la adolescencia de Princess (Scarlett Rayner) y la pre-adolescencia de Tyler (Cooper Turner). De manera que ya no son los padres los que impulsan las tramas principales, sino que son los hijos. Princess descubre una pista que puede llevarle a contactar con su madre biológica, mientras que Tyler trata de encajar dentro de un grupo de amigos que acepten su peculiar personalidad. Es una decisión arriesgada que ya estaba prevista desde la tercera temporada, pero que funciona bien para desarrollar otros planteamientos que hacen avanzar la historia y reflexionar ahora sobre la responsabilidad de ser padres cuando los hijos también buscan su propio espacio. En el camino sin embargo se pierde la fortaleza que proporcionan los dos protagonistas, cuya química ha traspasado literalmente la pantalla: Rafe Spall y Esther Smith se han convertido en pareja en la vida real y han anunciado recientemente el nacimiento de un hijo. Por eso los mejores episodios de esta cuarta temporada son aquellos en los que comparten espacio y recuerdan a la dinámica de las anteriores, como Ghosting (T4E2), con una conmovedora interpretación de Jim Broadbent. Otra de las fortalezas de la serie, un elemento imprescindible en una buena comedia, es haber sabido crear un plantel de personajes secundarios que son muy consistentes, de manera que las subtramas escritas para ellos enriquecen la historia principal. En esta temporada, algunos se enfrentan a momentos complicados en sus vidas, como Victor (el gran Phil Davis) el padre de Jason. Mientras que Karen (Siân Brooke, a la que también podemos ver en Blue lights (Movistar+, 2023-)) afronta un cambio profesional junto a su marido Scott (Darren Boyd), quien se enfrenta a la crisis de los cincuenta en el divertido episodio Asesinato en la mansión Puentematanza (T4E3). Todo ello desde una mirada siempre optimista, convirtiendo a Ciclos (Apple tv+, 2020-) en la definición perfecta del concepto de feel good serie.

El problema de esta cuarta temporada proviene de una trama principal que se centra en la búsqueda de Princess de su madre biológica, Kat (Charlotte Riley), deseando un lazo de conexión con ella más que una explicación a su abandono. Al margen de ser una trama demasiado previsible para lo que suelen ser las historias que se cuentan en la serie, Scarlett Rayner, a la que hemos visto también en la serie juvenil Silverpoint (BBC, 2022) y en Sexy beast (SkyShowtime, 2024) es el eslabón más débil de la temporada, con demasiada tendencia a la gestualidad y las muecas en los momentos de comedia. Princess es un personaje que adquiere tal relevancia que necesitaba una interpretación mucho menos superficial, aunque posiblemente parte del problema sea la propia debilidad de la trama de búsqueda de madre perdida, que acaba derivando la serie hacia lo que siempre supo evitar: la cursilería. Es cierto que supone un reverso del tema principal de la historia (padres que buscan hijos en las tres temporadas  anteriores y ahora hija que busca a su madre), lo que permite cambiar el punto de vista, pero no está claro si esto beneficia a una serie que por otro lado mantiene su escritura precisa y su profunda mirada hacia las relaciones humanas. Algo que se muestra perfectamente en Día de la Madre (T4E5), un episodio "botella" que transcurre en dos espacios cerrados: un salón de masaje para Princess, Nikki, Karen y su madre Jilly (Marian McLoughlin) y un Escape Room para Jason y Tyler. Un poco más azucarada de lo que es habitual, esta cuarta temporada lleva a una de las protagonistas a Mallorca en Mentiras blancas (T1E7), que ha contado con los servicios de Palma Pictures, que trabaja habitualmente con producciones británicas como The Crown (Netflix, 2016-2023) o Criminales (Disney+, 2024). Es un episodio interesante que habla de la maternidad deseada y coloca el deseo de Nikki de ser madre frente a otras realidades, como cuando en la temporada anterior su hermana Karen le anunció que estaba embarazada.

Desde la segunda temporada, esta producción de BBC para Apple tv+ ha encargado a diferentes músicos la composición de canciones originales: la cantautora Maisie Peters en la segunda y el grupo Bear's Dean en la tercera, mientras que en esta cuarta las canciones han sido escritas e interpretadas por la cantante BEKA. Ciclos consigue iniciar un nuevo camino transformando el enfoque de su planteamiento, que ahora comparten tanto los padres como los hijos, lo cual es una manera inteligente de cambiar manteniendo el espíritu inicial. Aunque algunas subtramas acaban resultando más divertidas y complejas que la principal, como la crisis personal de Scott, que por otro lado demuestra ser un excelente padre, lo que se resuelve en un divertido episodio final Scott of the Atlantic (TeE8), que propone un desenlace dejando abiertas muchas posibilidades para una nueva temporada. 

Coach
 
★★
Pr1meran, 23 de mayo
Islandia, 2023 - 8x50'
Creada por Halldór Laxness Halldórssom, Hafstein Gunnar Sigurđsson
Dirigida por Hafstein Gunnar Sigurđsson, Elsa Maria Jakobsdóttir, Gagga Jondsdóttir

Entre los estrenos escandinavos de mayo en Pr1meran, la plataforma autonómica que más apuesta por estas producciones, se encuentra la segunda temporada de la serie dramática sueca Leva Life (Vive la vida) (Pr1meran, 2023-), en la que Nora (Hannah Ardéhn) siente el miedo de una llamada telefónica que le enfrente a la posibilidad de una reproducción de su cáncer, que permanece inédita en Suecia debido a la crisis de Viaplay, y la segunda temporada del thriller noruego Furia (Filmin, 2021-), que en el territorio nacional estrenó hace unos meses Filmin. También ha llegado a la plataforma la producción islandesa Coach (Pr1meran, 2023-), protagonizada por el actor Ingvar E. Sigurðsson, que abandona sus habituales personajes dramáticos en películas como Un blanco, blanco día (Hlynur Pálmason, 2019) o Godland (Hlynur Pálmason, 2022) para embarcarse en una comedia deportiva en la que interpreta a un alcoholizado ex-jugador de balonmano que triunfó en los años noventa, y que tiene una nueva oportunidad regresando como director técnico del equipo de la localidad de Mosfellsbær. Su carrera ha llegado tan bajo que incluso ha intentado vender a través de internet la medalla de oro que consiguió en sus mejores tiempos. Esta anécdota está basada en una historia real, cuando se descubrió que el jugador de balonmano Sigfús Sigurðsson había empeñado la medalla de plata conseguida en los Juegos Olímpicos de Pekín debido a los problemas económicos que afrontaba. 

Sin embargo, Skarphéðinn (Ingvar Sigurðsson) se encuentra con la sorpresa de que en realidad ha sido considerado como director técnico del equipo femenino, lo que él considera que no está a la altura de su prestigio, aunque se ve obligado a aceptar para salir de la crisis. Es un club tan pequeño que el director Eysteinn (Þorsteinn Bachmann) utiliza prácticas sorprendentes y a veces ilegales para conseguir financiación. La serie juega con los tópicos de las historias deportivas de entrenadores que se enfrentan a nuevos equipos, pero en este caso Skarpi no es tan simpático como Ted Lasso, y sus primeras indicaciones al equipo son incluso ofensivas: "Esa morsa con mono de entrenamiento no puede ser portera, le tiene miedo al balón" o "en el asilo de ancianos se juega a la petanca todos los martes, estarías mejor allí", son algunos de los insultos que les lanza a sus jugadoras. El enfrentamiento principal se produce con Brynja (Svandís Dóra Einarsdóttir), la capitana y máxima estrella del equipo, que tiene tendencia a resolver todas las jugadas sin tener en cuenta a sus compañeras. Ella está viviendo el que posiblemente sea su último año como profesional, después de haber triunfado en un equipo en Noruega, y se enfrenta a la educación de un hijo de siete años que tiene un trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Otra de las jugadoras principales es la tiradora Hekla (Saga Garðarsdóttir), cuya madre Run (Steinunn Ólína Þorsteinsdóttir) tuvo una relación hace tiempo con Skarphéðinn. 

Afturelding (Coach), que toma su título original del nombre del equipo, es divertida en los primeros episodios gracias al carácter irascible y una cierta confusión de un machista que se enfrenta a un mundo diferente, cuyo éxito considerado como heroicidad ya no tiene la relevancia que tuvo en los años 90, en un entorno femenino que no acepta las órdenes sin discutirlas. El contraste entre los personajes y una construcción interesante de sus entornos familiares, desarrolla historias diversas que mantienen la atención, aunque la serie va adoptando un tono progresivamente más dramático en la segunda mitad, cuando aborda temas como las adicciones y las apuestas deportivas por internet, con una rebelión de las jugadoras que recuerda a la de la selección española de fútbol. La serie ha sido creada por Halldór Laxness Halldórsson y Hafsteinn Gunnar Sigurðsson, director de la premiada película Buenos vecinos (2017) y del que este año también se ha estrenado en España su primer largometraje británico, Mayday Club (2023), protagonizado por Timothy Spall. Coach mantiene bien el equilibrio entre la comedia y el drama para construir principalmente una historia sobre personajes que se enfrentan a las dificultades de la vida. 

Archie
★★★☆☆
Filmin, 4 de junio
Reino Unido, 2023 - 4x45'
Escrita por Jeff Pope
Dirigida por Paul Andrew Williams

Uno de los estrenos más destacados de finales del año pasado en Gran Bretaña fue esta miniserie cuyo título ya indica que tiene la intención de acercarse a la figura de Cary Grant, no desde la perspectiva de la popular estrella de Hollywood, sino desde un punto de vista más personal, el de Archie Lester, su verdadero nombre, una persona marcada por una infancia en la extrema pobreza y una evolución como intérprete que podría encajar perfectamente en la frase de "hecho a sí mismo", aunque también ayudado por un atractivo físico que llamó la atención de actrices como Mae West (Lolly Jones), quien le dio la oportunidad de protagonizar Lady Lou. Nacida para pecar (Lowell Sherman, 1933). Pero Archie (Filmin, 2023) no es un biopic del personaje, dedicando más tiempo en el Episodio 1 a su pasado que en el resto de la serie. El joven Archie Lester (Dainton Anderson) es un niño que crece en una familia con pocos recursos, sufriendo acoso escolar y viendo desde la escalera de su casa la desesperación de su madre Elsie (Kara Tointon) mientras friega de rodillas el suelo de la cocina y espera la llegada de un marido violento, Elias (Henry Lloyd-Hughes), del que se sugiere que pudo tener alguna responsabilidad en la muerte por meningitis de un hermano mayor al que el actor nunca conoció. Cuando su padre toma la decisión de internar a su madre depresiva en un manicomio, haciendo creer al adolescente Archie (Oaklee Pendergast) que está muerta, el joven decide unirse a un grupo de teatro que le llevará hasta Nueva York, donde comienza su carrera artística. Adaptada por Jeff Pope y dirigida por Paul Andrew Williams, responsables también de la miniserie The walk-in (Filmin, 2022), esta producción se basa en parte en el libro Querido Cary (2011, Ed. Timun Mas), escrito por su cuarta esposa, la actriz Dyan Cannon, y parece recoger algunos de los recuerdos que mostraba su hija Jennifer Grant en el libro publicado el mismo año, Good Stuff: A Reminiscence of My Father, Cary Grant (2011). 

Este es quizás uno de los principales problemas de una serie que está producida precisamente por Dyan Cannon y Jennifer Grant, y que se ve restringida por la perspectiva de una persona que posiblemente se adjudique mayor relevancia en la vida de Cary Grant que la que realmente tuvo. Aunque con ella el actor tendría su única hija, Dyan Cannon solo estuvo casada con él durante tres años, muchos menos que los trece años que compartió con la actriz Betsy Drake, su anterior esposa, a la que se menciona solo de pasada y ni siquiera aparece en la serie. La historia se cuenta en retrospectiva a partir de una de las actuaciones en solitario que protagonizó Cary Grant (Jason Isaac) en los ochenta poco antes de su muerte. El one-man-show A conversation with Cary Grant proyectaba fragmentos de sus películas y posteriormente el actor respondía a preguntas del público, convirtiéndose en una especie de confesión honesta sobre su vida que le llevó a una gira por diferentes teatros. El guión ofrece el retrato de un actor convertido en una estrella de Hollywood, en pleno rodaje de Con la muerte en los talones (Alfred Hitchcock, 1959), pero en cierta manera cansado de la imagen que proyectaba como Cary Grant frente a su verdadera personalidad como Archie Lester, marcado por el trauma de haber vivido durante 25 años pensando que su madre estaba muerta, para descubrir que en realidad seguía viva en el manicomio en el que su padre la internó. Elsie (Harriet Walker) es ahora una anciana que tiene problemas mentales, provocados más por su larga estancia en la residencia que por su propia enfermedad depresiva. Pero la historia se centra sobre todo en la relación con Dyan Cannon (Laura Aikman), treinta y tres años más joven que Cary Grant, en la que los celos y algunas limitaciones hacia su carrera como actriz muestran la dificultad de equilibrar las personalidades, pública y privada, de su marido. 

Para los aficionados al Hollywood clásico, por la serie pasan personajes como Alfred Hitchcock (Ian McNeice), Stanley Donen (Jamie Chapman), Grace Kelly (Lily Travers) o Danny Kaye (David Keeling), pero en realidad solo como apuntes de la trayectoria profesional de Cary Grant, sin que realmente ninguno de ellos tenga demasiada relevancia en la historia, lo cual es algo sorprendente. Lo curioso tanto del libro escrito por Dyan Cannon como de la propia miniserie, es que, a pesar de ciertos reproches y de retratarle como un hombre demasiado posesivo y caprichoso, hay una intención de mantener una mirada positiva, como si la influencia de los traumas de la infancia de alguna manera justificaran ciertos comportamientos. Jason Isaac, también productor de la miniserie, compone una perfecta recreación de Cary Grant/Archie Lester, no solo con un increíble parecido físico que funciona menos cuando le interpreta más mayor, sino con la profundidad que requiere un personaje complejo, que a veces puede tener comportamientos detestables y claramente machistas pero siempre rodeado de cierta amabilidad enternecedora. De alguna manera, se siente como una especie de redención la decisión que tomó el actor de abandonar su carrera para dedicarse a su hija, algo que Jennifer Grant le agradece constantemente en su libro. Y seguramente Archie está limitada por un punto de vista que no puede evitar ser demasiado restringido, aunque esta breve incursión en la personalidad de Cary Grant tiene elementos de interés. 

Segunda muerte
 
★★☆☆
Movistar+, 6 de junio-4 de julio
España, 2024 - 6x50'
Creada por Agustín Martínez
Dirigida por Óscar Pedraza, Álex Rodrigo

El nuevo thriller rural que se estrena este mes lleva la firma de Agustín Martínez (1975, Lorca), autor de algunas novelas adaptadas a la pantalla como Monteperdido (2017, Ed. Plaza & Janés), que se trasladó a la televisión como La caza. Monteperdido (RTVE Play, 2019), recientemente adaptada en Francia en la serie Rivière perdue (TF1, 2024), y que posteriormente se convirtió en una trilogía en la que su autor continuaba la historia de Sara Campos al margen del libro. Agustín Martínez también es uno de los tres escritores que bajo el seudónimo de Carmen Mola publicaron las novelas protagonizadas por la inspectora Elena Blanco, llevadas a la pantalla en las series La novia gitana (Atresplayer, 2022) y La red púrpura (Atresplayer, 2023), y co-creador de Feria. La luz más oscura (Netflix, 2022). De manera que el estilo de esta serie policíaca está bien definido por su precedentes, especialmente por La caza, en la utilización de los entornos naturales para servir como un trasfondo que es al mismo tiempo atractivo pero también asfixiante. Segunda muerte (Movistar+, 2024) es un thriller ambicioso que puede recordar a la primera temporada de Rapa (Movistar+, 2022-2024) y que utiliza los paisajes de Cantabria como una geografía que envuelve a los protagonistas para resultar cada vez más un espacio del que no es posible escapar. Bien aprovechadas por los directores Óscar Pedraza y Álex Rodrigo, las aldeas pasiegas del valle del Miera se convierten en un escenario particularmente misterioso para los primeros momentos de la historia, cuando la auxiliar de policía Sandra Ortiz (Georgina Amorós) descubre el cadáver de Juliana Cobián, una mujer que había sido enterrada siete años atrás. Sandra tiene una memoria fotográfica única que la lleva a ser perspicaz en una investigación en la que se ve cada vez más involucrada, lo que le permite utilizar en el Episodio 5 el Teorema de Bayes, una teoría de la probabilidad muy utilizada en las herramientas de Inteligencia Artificial, para resolver determinadas pistas. A Sandra la vemos por primera vez en un edificio de oficinas en Madrid mirando hacia el horizonte, y pronto descubrimos que renunció a una brillante carrera profesional en una multinacional tecnológica para regresar a Liérganes (Cantabria) y dedicarse a su hijo de seis años Daniel, aunque a lo largo de la serie casi nunca la vemos ejerciendo de madre. 

El regreso de Sandra ha supuesto una decepción para su padre Tello Ortiz (Karra Elejalde), un agente de la UCO retirado de 61 años y al que recientemente han diagnosticado un principio de demencia senil. La investigación sobre la aparición del cadáver de Juliana, que parece haber tenido una "segunda muerte", y un posterior asesinato se convierte en una forma de mantener vivas sus capacidades antes de que la enfermedad comience a hacer desaparecer sus recuerdos, y también una cierta reconexión con su hija Sandra, para la que nunca ha sido un padre cercano. El otro vértice de la historia es Castro Sañudo (Joel Bosqued), padre del hijo de Sandra, que permanece en prisión después de haber sido condenado a siete años por tráfico de drogas. Su salida de la cárcel y el intento de conectar con su hijo Daniel, para quien resulta un desconocido, no consigue dar cierta profundidad a un personaje que simplemente parece ser utilizado como un elemento conveniente para determinados recursos de guión. Porque, efectivamente, Segunda muerte es un thriller que utiliza los frecuentes giros de guión para tratar de mantener la atención del espectador, especialmente a partir del tercer episodio, que obliga a los protagonistas a implicarse más en una investigación paralela a la que llevan a cabo los guardias civiles Irene Puebla (Paula Morado) y Juan Navarro (Antonio Navarro). Pero la serie comparte algunos de los problemas que tenía la trilogía de La caza. Monteperdido, especialmente una tendencia a complicar tanto la trama que en realidad nunca parece enfocada en un camino concreto.

El guión de Agustín Martínez e Isa Sánchez, que también ha participado en la miniserie Ni una más (Netflix, 2024), se enfoca en la relación entre Sandra y su padre Tello, pero los personajes nunca se sienten lo suficientemente desarrollados. Hay una cierta tendencia a utilizar algunos elementos de una manera conveniente, como el diagnóstico de demencia senil de Tello, que tiene importancia o no dependiendo de lo que sirva a la trama, y que nunca parece tener demasiada trascendencia dentro de la historia, sobre todo porque hay algunos aspectos del personaje que resultan demasiado previsibles. En Segunda muerte permanece una línea temática principal en torno a la relación entre los padres y los hijos: Tello respecto a Sandra, Castro respecto a Daniel o el regreso obligado de Claudia Cobo (Aria Bedmar), otro personaje conveniente con escaso desarrollo, en relación con su padre, el doctor Cobo. Pero siempre es el thriller el que empuja la historia, obligando a los personajes a tomar decisiones que están más impulsadas por avanzar la trama policíaca que por la coherencia de sus acciones. En un momento de la historia, los protagonistas siguen los consejos de Tello, que no parece el personaje más confiable teniendo en cuenta su diagnóstico de demencia senil pero, como decimos, este elemento se utiliza por conveniencia. De manera que el thriller acaba predominando como género y enturbiando el drama, sobre todo debido a una cierta obsesión por acabar todos los episodios en cliffhanger. A pesar de su paso por series de Carlos Montero como Élite (Netflix, 2018-2024) y Todas las veces que nos enamoramos (Netflix, 2023), Georgina Amorós interpreta de una manera convincente a su personaje, aunque Sandra sufra cierta falta de desarrollo, mientras que Karra Elejalde aporta algunos matices a Tello, aunque en modo Jonás de Kepler Sexto B (Alejandro Suárez Lozano, 2023), pero peor dirigido. En los últimos años, los escritores españoles han adoptado una cierta apropiación de género haciendo que sus protagonistas sean femeninos, sobre todo por razones de marketing, pero adoptando una mirada androcéntrica en la descripción de éstos. Segunda muerte sigue esa tendencia sin poder evitar la sensación de que Sandra no tiene tanta consistencia como personaje, lo que desemboca en un thriller que pierde por el camino las posibilidades que proponía en su planteamiento. 

Bienvenido al Wrexham Football Club (Temp. 3)
 
★★★★
Disney+, 12 de junio
Estados Unidos, 2024 - 8x45'
Creada por Ryan Reynolds, Rob McElhenney

En el episodio Tan cerca y tan lejos (T3E6) se cuenta una interesante historia sobre la emigración de galeses en 1865 a la Patagonia argentina, donde establecieron una colonia en la localidad de Chubut en la que permanece una población de 50.000 argentinos-galeses. Esta conexión permite acercarnos a David Mardones, uno de los mayores fans del Wrexham Football Club en Argentina, y a Rocío Fernández, una joven que ha querido aprender la lengua galesa (aunque de vez en cuando tiene que preguntarle a su madre alguna palabra). Esto es lo que mejor hace una serie que utiliza la narrativa sobre el recorrido de un equipo de fútbol modesto hacia el ascenso por diferentes categorías de las ligas inglesas, para extenderse hacia temas tangenciales como los conflictos laborales, las raíces mineras de la localidad de Wrexham o el orgullo galés frente a la imposición cultural de las islas británicas. Este mes también se estrena otra serie como The way (Filmin, 2024) que muestra esta confrontación a través de una distopía. Y es el principal valor de una serie que ha sabido ser más que la crónica de un equipo de fútbol para ofrecer una mirada humana, en la que sin embargo también tiene un peso importante la autopromoción de los dos actores inversores. Ya comentamos en su momento que Bienvenidos al Wrexham Football Club (Disney+, 2022-) es al mismo tiempo un documental sobre el espíritu deportivo, pero también una inteligente campaña publicitaria que les ha permitido conseguir patrocinadores y, como vemos al comienzo en Bienvenidos a la EFL (T3E1), incluso realizar giras por Estados Unidos jugando (y perdiendo) con equipos de primera fila. La tercera temporada de la serie plantea esta dicotomía entre la fama que ha logrado el Wrexham F.C. y la dificultad de alcanzar grandes objetivos. El episodio Jugársela mucho (T3E4) deja claro que ascender progresivamente es una tarea casi imposible, no solo por el propio nivel deportivo del equipo, sino por el coste que supone, según las estimaciones de un asesor financiero: "Ascender a la League One supone un coste de 10 millones de dólares, pasar de la League One a la Championship son otros 10 millones de dólares, y ascender desde la Championship hasta la Premier League supondría una inversión de 150-200 millones de dólares". Y se compara con el valor neto de sus propietarios, 50 millones de dólares en el caso de Rob McElhenney y 350 millones en el de Ryan Reynolds, lo que deja clara las posibilidades reales de hasta dónde puede llegar el Wrexham F.C., con la Championship como principal objetivo. 

Al margen de la serie, el último balance financiero del equipo publicado el pasado mes de marzo, indicaba que el club tiene una deuda con sus propietarios de 9 millones de libras (11,4 millones de dólares) frente a las 3,7 millones de libras (4,67 millones de dólares) que debía en 2022. Se trata por tanto de una inversión aparentemente deficitaria, aunque tanto Ryan Reynolds como Rob McElhenney reciben otros beneficios económicos como productores ejecutivos de la serie, confirmada para una cuarta temporada por John Landgraf, presidente de FX Networks y amigo personal de Rob McElhenney. En todo caso, su incursión en el fútbol no debe haber sido tan negativa cuando ambos acaban de invertir hace un mes en otro equipo, esta vez como socios minoritarios del Club Necaxa de México, del que también es propietaria la actriz Eva Longoria. Si las anteriores temporadas de Bienvenidos al Wrexham Fútbol Club eran esperanzadoras en la capacidad del equipo para sobrellevar sus dificultades, esta tercera temporada les enfrenta a una realidad en la que no solo es importante ascender sino estar al nivel necesario. Lo mejor de la serie es cuando se detiene en los detalles y esos personajes tan carismáticos como el fotógrafo local Oliver Stephen en Objetivos (T3E2): "La mayoría de los fotógrafos captan imágenes del campo de fútbol, pero a mi me interesa más el exterior. Los ritos culturales que rodean al fútbol". Es una definición perfecta de por qué esta producción es exitosa en la manera de dedicar espacio a lo que rodea al fútbol, aunque parezca que el equipo femenino también está considerado como un elemento tangencial, porque solo aparece ocasionalmente. Se abordan temas importantes como la salud mental en Notts otra vez (T3E3) y la manera de afrontar los éxitos y los fracasos, pero es más interesante cuando adopta una mirada internacional que cuando resulta una serie que parece solo enfocada al público norteamericano, explicando nociones tan básicas como qué son las tarjetas amarillas y las tarjetas rojas. 

También hay elementos incómodos en la serie, principalmente por la necesidad de servir como vehículo promocional. Cuando en el episodio Es temporal (T3E5) se introduce un segmento claramente publicitario dedicado a la película Deadpool y Wolverine (Shawn Levy, 2024), con la excusa de la participación de Rob McElhenney en un cameo, lo hace entre dos momentos tremendamente humanos: el 100 cumpleaños de Arthur Massy, el seguidor del Wrexham F.C. más veterano, y una experiencia terriblemente triste de uno de los jugadores en el nacimiento de su hijo. De manera que hay ocasiones en las que parece que estamos viendo un programa matinal de televisión, de esos que introducen publicidad en medio de noticias desgarradoras. Pero la maquinaria de la serie requiere este tipo de manipulaciones, entre otras cosas porque Ryan Reynolds necesita que su próxima película sea un éxito después del reciente fracaso en taquilla de Amigos imaginarios (John Krasinski, 2024). La tercera temporada incorpora también un cambio importante en cuanto a su formato: si las anteriores estaban compuestas por 18 y 15 episodios de 30 minutos respectivamente, esta solo cuenta con 8 episodios, pero de 45 minutos cada uno. Es una manera interesante y creemos que lograda, de condensar varias historias en un solo capítulo, haciéndolos más dinámicos, pero quizás también una forma de reducir las temporadas para conseguir pegarse más a la actualidad, porque de hecho esta tercera llega hasta abril de 2024. Bienvenidos al Wrexham Fútbol Club mantiene esa capacidad para encontrar el equilibrio entre un documental deportivo y una mirada más humana que puede atraer a espectadores no especialmente interesados en el mundo del fútbol. Los cinco premios Emmy que consiguió el año pasado indican que, finalmente, sí ha sido una inversión rentable. 

Lina, la mujer espectacular  ★★☆☆
Movistar+, 17 de junio-1 de julio
España, 2024 - 3x50'
Escrita y dirigida por Israel del Santo

Tras el éxito conseguido con Lola (Movistar+, 2021), el siguiente encargo de la plataforma a la productora 100 Balas, fundada por Enrique Arias 'Flippy' y Alejandro Flórez en 2015, aunque el primero abandonó la compañía en 2018, cuando pasó a formar parte de The Mediapro Studio, fue el de realizar otra miniserie documental sobre Lina Morgan, una de las actrices cómicas más populares de nuestro país, cuya trayectoria, igual que la de Lola Flores, también se desarrolló en paralelo con una profunda transformación en España, desde el tardofranquismo hasta la llegada de la democracia. De manera que la descripción de la carrera artística de la actriz y vedette es también un recorrido por cómo los españoles fueron cambiando progresivamente su manera de acercarse a los espectáculos cómicos, y cómo el cine y la televisión también reflejaron nuestra sociedad. Israel del Santo es un director especialmente capacitado para trazar estas narrativas paralelas entre el relato biográfico y la descripción general del país. Los comienzos de la artista madrileña se describen en el episodio La tonta del bote (T1E1), a través de su incorporación al cuerpo de baile de algunas revistas musicales, un género que triunfaba en los años cincuenta y sesenta, y que Andrés Peláez, director del Museo Nacional del Teatro, describe así: "La revista no era ni zarzuela ni musical, pero estaba camino de todo". Sin un físico comparable al de las vedettes, ella era colocada habitualmente en la última fila, pero su gestualidad cómica destacó tanto que Martín Colsada, el mayor productor teatral de España, la echó de su compañía y no permitió que trabajara en teatro. El documental ofrece una variada lista de entrevistados, algunos muy infrautilizados como Paco Mir o Albert Boadella, abundando en dos problemas importantes de los documentales hechos en España: la excesiva cantidad de entrevistados y la famositis, introducción de personajes populares que en realidad no tienen mucho que decir sobre el tema. 

Lina. La mujer espectacular (Movistar+, 2024), sin embargo, adopta un planteamiento arriesgado que no siempre sale bien pero que ofrece una perspectiva original: contar la vida de Lina Morgan desde la mirada de los cómicos, de manera que el tono de la serie es humorístico y desprejuiciado, incluso cuando aborda temas más serios. La idea en este sentido es proponer a 17 intérpretes elaborar su propia versión de Lina Morgan, imitando una escena famosa de su trayectoria. Algunas son brillantes como Silvia Abril (si se hiciera un biopic de ficción sería una perfecta protagonista), mientras otras lo son bastante menos, y José Mota y Joaquín Reyes hacen lo de siempre. Pero es un planteamiento interesante que funciona gracias a un montaje paralelo en el que se mezclan las escenas imitadas y las que son representadas por los cómicos. José Sacristán y Manolo Zarzo aportan algunas experiencias personales, especialmente en los primeros años de la carrera de la actriz. En El pirata Morgan (T1E2) se aborda su primer éxito en televisión, principalmente interpretando a la hija de Juanito Navarro: "Ella siempre decía que lo pasó muy bien con él. Pero no es verdad. Juanito Navarro la explotó todo lo que pudo y luego la plantó", comenta Andrés Peláez. Y el productor José Luis Dibildos le dio su primer papel importante en cine, Soltera y madre en la vida (Javier Aguirre, 1969), a la que seguiría La tonta del bote (Juan de Orduña, 1970) que definió su humor cercano al clown y al slapstick, como lo define Pepe Viyuela. Aunque la película fue un fracaso en taquilla, la emisión en TVE la convirtió en un éxito absoluto. Uno de los aspectos interesantes de este episodio es cómo la progresiva popularidad de Lina Morgan fue paralela al desarrollo del destape en el cine, del que siempre se mantuvo alejada, aunque trabajó con actrices como Bárbara Rey, que recuerda una escena en La llamaban La Madrina (Mariano Ozores, 1973) en la que los actores participaron en una complicada secuencia de persecución de coches. 

El tono de humor de la serie permite abordar temas como la ideología política de Lina Morgan con cierta despreocupación, aunque Andrés Peláez la define como "más de derechas que la Divina Pastora". Pero incluso participó en una película tan singular como Una pareja... distinta (José María Forqué, 1974), en la que ella interpretaba a la mujer barbuda de un circo que tenía una relación con José Luis López Vázquez, que era un travesti. "Es una subversión máxima del momento que se vivía en España. Es una película trans", dice Mónica Gozalbo, autora de la tesis "Para una tipología de la actriz cómica del cine español", publicada en la Universidad de Valencia. El director teatral Lluís Pasqual define la técnica de Lina Morgan como "una cuestión de ritmo. Con Lina Morgan el público se reía cuando decía Buenos días, pero ella sabía exactamente en qué momento tenía que decir Buenos días". En La rompe-taquillas (T1E3) se muestra cómo sus primeros esfuerzos por convertirse en empresaria, creando su propia compañía teatral, fueron un fracaso, hasta que José María Íñigo presentó en TVE una escena musical de su espectáculo y el público comenzó a acudir. A Lina Morgan se la define en la serie como la primera mujer que compró un teatro, el famoso Teatro La Latina en la que representaba catorce funciones semanales, sucediéndose éxitos como Vaya par de gemelas (1981-1983), Sí al amor (1986) y El último tranvía (1987-1991). Pero en su vida personal se enfrentó a tragedias como la muerte de su hermano José Luis, víctima del SIDA, un fallecimiento que ella ocultó durante dos meses, aunque también se recuerda su intervención telefónica en un programa de ¡Hola Raffaella! que recaudaba fondos para los enfermos del SIDA, en el que habló sobre su hermano. El último contrato firmado por José Luis como manager de Lina Morgan fue el de la serie Hostal Royal Manzanares (TVE, 1996-1998), que sería también su último gran éxito. Como en Lola, en esta docuserie no se hacen muchos descubrimientos nuevos sobre el personaje, sino que se acerca con un tono desenfadado, proponiendo algunas ideas arriesgadas que no siempre dan buenos resultados, y con demasiados entrevistados que tienen poco que aportar. Pero como reflejo de una transformación social de España desde la perspectiva de los espectáculos humorísticos es una interesante aproximación que debería haber profundizado más. 

Fuimos los afortunados
 
★★★★
Disney+, 19 de junio
Estados Unidos, 2024 - 8x54'
Creada por Erica Lipez
Dirigida por Thomas Kail, Amit Gupta, Neasa Hardiman 

Este mes se estrenan, una vez que han concluido su emisión semanal en Estados Unidos, dos recientes producciones de Hulu y FX: por un lado, el mediocre thriller de espionaje de Steven Knight The veil. Red de mentiras (Disney+, 2024), con un desenlace más ridículo incluso que el resto de la serie, y este drama sobre el Holocausto que coincide también con el estreno de El tatuador de Auschwitz (Movistar+, 2024) basado en la exitosa novela de Heather Morris (1953, Nueva Zelanda) cuya veracidad ha sido puesta en duda. En un informe Fact-checking del Centro de Investigación Conmemorativo de Auschwitz se concluía que "este libro no puede recomendarse como un título valioso para personas que quieran explorar y comprender la historia de KL Auschwitz.(Wanda Witek-Malicka, Auschwitz Memorial Research Center, 11/2018). La serie, anunciada como una gran producción, acaba cayendo en todos los tópicos de la representación nazi, con un oficial desquiciado y una poco creíble inmunidad del protagonista, aderezada con escenas de violencia que resultan sonrojantes, con alemanes riendo malvadamente mientras golpean a niños. El guión introduce a Heather Morris (Melanie Lynskey) y cómo le afectan emocionalmente sus conversaciones con Lali Sokolov (Harvey Keitel), pero indicando continuamente que se trata de un anciano que tiene pesadillas y alucinaciones, una forma poco sutil de desvincularse de las críticas a la veracidad de la historia. Con mucho menos aparato mediático pero mejores resultados, Fuimos los afortunados (Disney+, 2024) es una aproximación que aborda mayores complejidades en torno al relato de la represión contra los judíos, narrada desde la experiencia de la familia de la escritora Georgia Hunter (1978, Massachussets). Basada en su novela Fuimos los afortunados (2017, Ed. Umbriel), esta miniserie ha sido creada por Erica Lipez, productora de The Morning Show (Apple tv+, 2019-) y Julia (HBO Max, 2022-2023). La historia se centra en la familia judío-polaca Kurc, que vive de una forma acomodada en la ciudad de Radom (Polonia), reuniéndose para la celebración de la Pascua en 1937, alrededor de los progenitores Sol (Lior Ashkenazi) y Nechuma (Robin Weigert), propietarios de una próspera tienda de telas. Los cinco hermanos tienen también una vida resuelta: el mayor, Genek (Henry Lloyd-Hughes) acaba de comenzar una relación con Herta Seifert (Moran Rosenblatt), mientras que Jakob (Amit Rahav) es fotógrafo y Mila (Hadas Yaron) se enfrenta con incertidumbre a la maternidad. Aunque la historia se centra más en los hermanos menores, el músico Addy (Logan Lerman) y la joven Halina (Joey King), que trabaja en la tienda de sus padres. Lo que se presenta en los primeros episodios es un amplio núcleo familiar que se rompe cuando las primeras noticias sobre la represión antisemita llegan a esta pequeña ciudad, y cada vez resulta más difícil salir de Polonia para buscar refugio en otros lugares. De manera que la familia queda dividida entre diferentes países (cada episodio tiene el nombre de una ciudad), con un primer intento de Haina de huir hasta Leópolis (Ucrania), mientras Addy consigue llegar a Francia e iniciar un largo trayecto hacia el exilio. 

Muy pronto, la familia Kurc se convierte en una visualización de la diáspora judía, representando diferentes experiencias provocadas por la represión nazi, y Fuimos los afortunados se conforma como un relato clásico muy emotivo sobre la ruptura y la opresión, pero evitando algunos lugares comunes y el habitual retrato esquizoide de los alemanes. Por el contrario, los diferentes miembros de la familia viven una experiencia desigual, como la libertad siempre teñida de preocupación e incertidumbre por parte de Addy, que pasa por Casablanca hasta llegar a Río de Janeiro (curiosamente, muchos judíos fueron recibidos por países como Argentina y Brasil, los mismos que terminarían acogiendo a los nazis huidos tras la guerra). Mientras que Jakob, Generk, Mila y Halina se enfrentan de una manera más directa a la imposición del antisemitismo, a veces ayudando a los grupos de la resistencia. La serie construye bien este crecimiento progresivo de las coacciones y la represión, con momentos de tensión constante que enfrentan a los protagonistas a situaciones muy dolorosas. En el episodio Casablanca (T1E4), el camión en el que intenta huir Mila es interceptado por soldados alemanes y sus ocupantes son obligados a cavar sus propias tumbas. Conociendo su destino inevitable, la madre es capaz de cualquier cosa para que su hija Felicia se salve, en uno de los momento más sobrecogedores de la serie. Porque Fuimos los afortunados no es una historia fácil de ver, a pesar de que renuncia inteligentemente a la explicitud de la violencia. Más bien, transmite una idea mucho más aterradora, y es que la sombra del nazismo es una amenaza que parece perseguir a la familia, no importa donde traten de escapar. Es una idea poderosa que refleja asimismo una complicidad callada por parte de otros países que restringen los visados para quienes intentan salir de Europa. 

Los caminos emocionales que deben recorrer los protagonistas a lo largo de estos ocho episodios suponen también una transformación. Halina pasa de ser una joven despreocupada que quería renunciar al matrimonio al que aspiraban muchas mujeres judías como su hermana Mila, a encontrar el amor a través de la resistencia y del orgullo. Mientras que Genek cambia desde una actitud de de playboy hasta una personalidad mucho más realista intentando sobrevivir al invierno en un gulag siberiano. Los directores Thomas Kail, responsable de la adaptación del musical Hamilton (Disney+, 2020), Amit Gupta, conocido por La materia oscura (HBO Max, 2019-2022) y Neasa Hardiman, directora de The Power (Prime Video, 2023), mantienen bien el equilibrio entre tensión y emoción, logrando una narración que recuerda a las películas clásicas, con una hermosa banda sonora de Rachel Portman que aporta esa delicadeza humana que transmite la historia. El nivel de producción es notable, creíble y lo suficientemente ambicioso como para construir una aproximación épica pero al mismo tiempo muy íntima. La serie se rodó en Rumanía, mientras que los escenarios de Brasil fueron rodados en la provincia de Málaga y algunas escenas en la costa de Cádiz. Fuimos los afortunados termina con un poderoso episodio, Rio (T1E8), que a pesar de su duración de una hora y cuarto, es uno de los más emocionantes de la serie, el retrato de una familia que acaba como empezó, reencontrándose en la Pascua de 1945, pero en un estado completamente diferente al del comienzo, incapaz de participar en las celebraciones por la derrota de Alemania, ensombrecida la esperanza de un futuro con la pérdida de los que quedaron atrás. Cuando regresan a Radom solo para comprobar que su casa está ahora ocupada por otra familia que la ha alquilado "legalmente", es inevitable pensar en los territorios ocupados de Palestina y cómo la Historia ha convertido a los reprimidos en represores.  

Tor. Una historia de Carles Porta
 
★★★★
atresplayer, 23 de junio
España, 2024 - 8x55'
Creada por Carles Porta
Dirigida por Carles Porta

Atresplayer acaba de cumplir cinco años desde que en 2019 inició su andadura como una plataforma que apostaba por la ficción propia, incluso con cierta independencia respecto a los canales lineales Antena 3 y La Sexta, que en los últimos meses ha vuelto a ser algo dependiente, estrenando en la plataforma series que tienen un marcado perfil lineal. Según los datos ofrecidos por el grupo de comunicación, atresplayer supera la barrera de los 600.000 abonados, con una media de más de 5 millones de usuarios únicos al mes, a pesar de la reciente subida de precios y la inclusión de publicidad. Aunque cuenta con una amplia producción de ficción, la plataforma ha tenido solo algunos éxitos puntuales como Veneno (atresplayer, 2020), pero suma más de 4.500 horas de contenido nuevo cada mes, con un calendario de producción que actualmente trabaja en más de 20 proyectos. Series como Cardo (atresplayer, 2021-2023) y La Ruta (atresplayer, 2022-) han conseguido premios y otras como Déjate ver (atresplayer, 2023) han tenido más repercusión internacional que en España. Recientemente, en los L.A. Screenings se ha alcanzado un acuerdo con Warner Bros. Latam para emitir Vestidas de azul (Max, 2024) en Max Latinoamérica, aunque ya esta plataforma la estrenó hace unos meses en otros países europeos. Este mes, Atresplayer estrena la última producción de Carles Porta para 3Cat, algo llamativo teniendo en cuenta que el periodista ha estrenado sus anteriores series en Movistar+, como Crímenes (Movistar+, 2020-) y Luz en la oscuridad (Movistar+, 2023). Actualmente en emisión en 3Cat y TV3, Tor (atresplayer, 2024) es sin embargo el proyecto más personal del conocido director catalán especializado en docuseries true crime. Esta historia que comienza con un asesinato en 1995 en un pequeño pueblo montañoso de Pallars Sobirà (Lleida), ha mantenido la atención del periodista desde que en 1997 realizara un reportaje de 30 minutos para TV3 (que también se puede ver en 3Cat), y posteriormente le dedicó un podcast y el libro Tor. Tretze cases y tres morts (2017, Ed. La Campana), que en castellano se publicó como Tor. La montaña maldita (2019, Ed. Salamandra). Recientemente también se ha editado Tor. El fuego que no se apaga (2024, Reservoir Books, 2024), que está más relacionado con la serie. Tor se estrenó en TV3 a finales de abril con un share de audiencia del 18% (509.000 espectadores), más que algunas series recientes de TVE, y está logrando récords de reproducciones en la plataforma digital 3Cat, por lo que su llegada a atresplayer y posteriormente a La Sexta permitirá ampliar aún más su cobertura. 

La crónica negra de este pueblo del Pirineo catalán recuerda a las tensiones que pudimos ver en la película As bestas (Rodrigo Sorogoyen, 2023), por citar un referente reconocible. Porque esta historia que gira en torno a la extraña muerte de Josep Montané, apodado Sansa, pero que está marcada también por otros dos asesinatos, incluye disputas territoriales, decisiones judiciales controvertidas, una posible inversión extranjera para construir unas pistas de esquí y, sobre todo, unos personajes muy particulares: desde un grupo de hippies que habitaron algunas de las trece casas de las que estaba compuesto el pueblo hasta una especie de vaquero amenazador llamado Jordi Riba y apodado Palanca, que contaba con dos guardaespaldas igualmente siniestros, como se muestra en el episodio Palanca (T1E3). Como suele ser habitual en las producciones de Carles Porta, Tor es una serie que narra de una forma exhaustiva todos los acontecimientos e investigaciones que se han sucedido a lo largo de veintisiete años en una zona en la que ya durante la Guerra Civil hubo enfrentamientos entre la Guardia Civil y los maquis. Uno de los aciertos de la serie, con el que consigue mantener la atención, es la decisión de no llevar a cabo una narración cronológica, sino detenerse en cada episodio en personajes concretos, como en Los hippies de Tor (T1E2) o Rubén y los ingleses (T1E5), lo que le permite desarrollar diferentes líneas argumentales que se superponen en el tiempo, pero que ofrecen una visión más amplia de los numerosos acontecimientos que se sucedieron. Pero al mismo tiempo estos relatos acaban desembocando en el principal crimen no resuelto, el de Josep Montané, al que se regresa en todos los episodios. También ayuda la utilización de una maqueta que reconstruye el pueblo y sus habitantes, un recurso que recuerda al de la docuserie sueca Reza, obedece, mata (SkyShowtime, 2021), con el que el maquetista Eduard Grau crea diferentes atmósferas que ayudan a la narración a ser más inmersiva y representa algunas de las descripciones que ofrecen los entrevistados evitando las recreaciones con actores.

Carles Porta utiliza imágenes de archivo, grabaciones descartadas de su reportaje de 1997, entrevistas grabadas a lo largo de la investigación judicial y nuevas entrevistas realizadas para la serie, de manera que compone un mosaico que enriquece un relato complejo que toma como principal elemento metafórico el fuego que no deja de crecer, utilizando el fondo de las hogueras y las chimeneas rurales como un motivo permanente. En este sentido, Tor funciona como un true crime modélico, una narración que no pierde fuerza en ningún momento y que siempre depara algunas sorpresas. A veces, sin embargo, parece alargarse innecesariamente incorporando versiones de los hechos que finalmente fueron descartadas, y que posiblemente podrían haberse evitado. Pero también es cierto que esta serie tiene algo de completista, de resumen final de una historia sobre la que todavía hay muchas preguntas sin respuesta. Coproducida por Goroka, Ikiru Films, la productora de Saben aquell (David Trueba, 2023) y Segundo premio (Isaki Lacuesta, 2024), y True Crime Factory, fundada por Carles Porta, la historia parece abierta a otras posibilidades como la realización de una serie o película de ficción. El interés que ha despertado Tor provocó que varias plataformas negociaran su emisión, hasta que finalmente se estrena en atresplayer y posteriormente en La Sexta. La serie ha tenido especial cuidado en mantener ciertos acentos autóctonos como el pallarés que se habla en algunos testimonios de vecinos de la zona, respetando esta manera de hablar incluso en los subtítulos, en los que no se ha utilizado el catalán neutro, pero estas particularidades lingüísticas se pierden en la versión en castellano para el territorio nacional.


The way
 
★★★★
Filmin, 25 de junio
Reino Unido, 2024 - 3x60'
Creada por James Graham, Michael Sheen, Adam Curtis
Dirigida por Michael Sheen

Uno de los últimos dramas estrenados por BBC se convirtió en una de las series más divisivas en lo que llevamos de año, siendo calificada como un "desastre" por unos y como una "propuesta rompedora" por otros. Lo que al menos la sitúa en un lugar interesante en el que el grado de implicación con la historia depende de la intención del espectador de dejarse llevar por uno de los más originales planteamientos visuales que hemos visto recientemente. La historia comienza haciendo referencia a una muerte por accidente en la planta siderúrgica de Port Talbot (Gales), lo que provocará otros acontecimientos que conducen a una revuelta por parte de los trabajadores, que se hace cada vez más grande hasta que todo Gales acaba siendo aislada por el ejército. Se trata de una colaboración curiosa entre el actor Michael Sheen, que en esta ocasión ejerce como director, el escritor James Graham y el director de documentales Adam Curtis. Y la mezcla de talentos acaba dando como resultado una serie extraña y fascinante al mismo tiempo, especialmente en un primer episodio que es lo más arriesgado que se ha hecho en televisión en los últimos años. Michael Sheen es conocido por sus actividades relacionadas con la ayuda a las personas sin hogar. En 2019, participó activamente en la organización de la Copa Mundial para Personas sin Hogar en Cardiff, pero la falta de financiación provocó que decidiera vender sus dos casas en Estados Unidos e Inglaterra para que el encuentro benéfico se pudiera celebrar. A partir de entonces, Michael Sheen ha vuelto a vivir en su Gales natal y se ha declarado "actor sin ánimo de lucro", con la intención de dedicar el dinero que gana a organizaciones benéficas como las que él mismo ha fundado. Este regreso le enfrentó a la realidad de las fábricas siderúrgicas de Port Talbot,  y a partir de ahí nació una historia en la que implicó a James Graham (1982, Reino Unido), creador de series como Quiz, el escándalo de "¿Quién quiere ser millonario?" (ITV, 2020) y Sherwood (Filmin, 2022-), y también a Adam Curtis (1955, Reino Unido), un reconocido documentalista que ha ganado 4 premios BAFTA TV a lo largo de su carrera, y que introduce mucho material de archivo para construir una narrativa que refleja la realidad. 

De manera que The war (T1E1), el poderoso primer episodio de The way (BBC, 2024) contiene todos estos elementos, mezclando imágenes documentales con una textura casi apocalíptica, subrayada por la música experimental de Cian Ciaran, para contar una historia que hace referencia a la transformación de la siderurgia en ciudades que dependen de ella como Port Talbot, el peligro de los inversores extranjeros que compran fábricas para desmantelarlas y la revolución sindical que los acontecimientos acaban provocando. Pero también tiene en común con Sherwood, y en este aspecto el trabajo de James Graham parece haber influido especialmente, la conexión con el pasado, reflejando la relación de las fábricas con antiguos monasterios a través de la figura de monjes con capucha roja que se convertirán en un símbolo para la rebelión, la espada fabricada con el primer acero forjado en la ciudad o los relatos tradicionales que terminan haciéndose realidad. "Hay quien dice que si la llama que sale de la chimenea de la fábrica se apaga, todo el pueblo se derrumbará", le dice Geoff Driscoll (Steffan Rhodri) a un grupo de niños a los que cuenta el pasado histórico de Port Talbot. Y, efectivamente, cuando la llama se apaga es cuando estalla el caos y los enfrentamientos, que se convierten en una realidad distópica en la que la familia Driscoll acabará teniendo un especial protagonismo. Geoff es el representante sindical que parece demasiado confiado en un fondo de inversión asiático, su ex esposa Dee (Mali Harries), que mantiene el espíritu de la disidencia, su hijo Owen (Callum Scott Howells), que trapichea vendiendo drogas y haciéndose fotos sexuales para aplicaciones de citas, y la hija mayor Thea (Sophie Melville), que es agente de policía.  

Quizás porque el primer episodio es tan contundente, los dos restantes funcionan con menor capacidad de fascinación, pero mantienen un buen nivel. Sobre todo cuando convierten a la familia Driscoll en refugiados dentro de su propio país, teniendo que buscar la manera de traspasar la frontera cerrada por el ejército como si fueran inmigrantes ilegales, lo que aporta una perspectiva diferente sobre una familia occidental que adopta las estrategias de supervivencia de cualquier familia de refugiados. Y conectando de camino con las políticas anti-inmigración del gobierno del primer ministro Rishi Sunak, obligado a convocar elecciones anticipadas por su desastrosa gestión económica. Hay tantas buenas ideas en la serie que no todas terminan de estar bien desarrolladas, especialmente cuando la explosión visual del principio se detiene y la sorpresa del planteamiento se asienta, lo que también provoca que se desarrolle de una manera más convencional, introduciendo la figura de un perseguidor siniestro al que llaman The Welsh Catcher (El Cazador Galés) (Luke Evans). Al centrarse en la dinámica familiar, con reproches del pasado que se manifiestan a través del padre de Geoff como una figura fantasmal, interpretado por Michael Sheen, The way pierde fuerza. Pero elabora interesantes reflexiones sobre el poder de los Estados, las políticas de inmigración y la falta de humanidad frente a situaciones extremas con las que solo nos identificamos cuando afectan a la comodidad de nuestras vidas.   

Split
 
★★
SundanceTV, 28 de junio
Francia, 2023 - 5x18'
Creada por Iris Brey
Escrita por Iris Brey, Clémence Madeleine-Perdrillat
Dirigida por Iris Brey
Séries Mania '23: Mejor Música Original (Maud Geffray, Rebeka Warrior)

Conocida por sus artículos sobre la representación de la sexualidad y el género en los medios audiovisuales, la periodista y ensayista Iris Brey (1984, Francia) publicó el libro Sexo y series (2016. Ed. Héroes de Papel), un ensayo que repasaba la evolución de la presencia de las sexualidades desde Sexo en Nueva York (HBO Max, 1998-2004) hasta Transparent (Prime Video, 2014-2019), derivando también en la miniserie documental Sex and the séries (OCS, 2017). Pero en esta ocasión aborda por primera vez una historia de ficción que explora, en un formato desprovisto de tabúes, el cambio que sufre su protagonista en relación con sus deseos sexuales, en una propuesta que juega con las duplicidades y las pantallas divididas a las que hace referencia en un doble sentido el título Split (SundanceTV, 2023). La serie plantea esta representación dual desde el propio escenario, el rodaje de una adaptación de la vida de la actriz Musidora, protagonista de Los vampiros (Louis Feuillade, 1915), que fue utilizada también como trasfondo del largometraje Irma Vep (Olivier Assayas, 1996) y posteriormente en la adaptación en formato de miniserie Irma Vep (Max, 2022). En este caso, Anna (Alma Jodorowsky) es la doble de riesgo de la popular actriz Eve Callac (Jehnny Beth), en un rodaje en el que trabaja su novio Natan (Ralph Amoussou), el director de fotografía de la película. El acercamiento entre ambas provoca que Anna comience a plantearse su sexualidad, sintiendo una atracción especial por Eve. La serie rompe la habitual representación del descubrimiento de una nueva sexualidad que se adjudica tradicionalmente a personajes en su adolescencia, para construirla en una joven de treinta años que nunca se había planteado esta posibilidad. De manera que hay un proceso de deconstrucción que afecta a los personajes principales: Anna accediendo a otro tipo de placer, pero también Eve transformando su mirada femenina y la forma en que aborda una relación: "El amor es sentirse abandonada en algún momento", dice en el episodio Ex, hétero, etc... (T1E2), para posteriormente plantearse un tipo de compromiso más profundo, especialmente a partir de un giro de los acontecimientos. Incluso Natan, aunque los personajes masculinos tienen una posición secundaria, también debe adaptar sus perspectivas sobre el futuro que esperaba tener con Anna. 

Proponiendo una forma diferente de acercarse a la sexualidad lésbica, Iris Brey, que dirige y co-escribe el guión junto a Clémence Madeleine-Perdrillat (1988, Francia), guionista de series como Las gotas de Dios (Apple tv+, 2023) e Irresistible (Disney+, 2023), defiende que la mirada femenina está mal representada en el cine y la televisión, ofreciendo más atención a los detalles y a las actividades cotidianas, pero también una visión optimista sobre la sororidad, en episodios como One way to dyke land (T1E5), en el que algunas mujeres reconocen enseguida una problemática personal de una de ellas y tienen un gesto inmediato de comprensión y solidaridad. También hay un momento del rodaje en el que Anna tiene un gesto de atención cuando se ofrece para sustituir a Eve en una escena íntima con un actor en la que parece sentirse especialmente incómoda. Pero asimismo evita plantear grandes conflictos en torno a la separación de Anna y Natan, aunque se produzca en un momento especialmente emocional, cuando se conmemora un año de la muerte del hermano de éste. Split muestra en su título la separación de la pareja, pero también refleja un estilo visual que utiliza la pantalla dividida para mostrar las interacciones de los personajes, estableciendo que el deseo surge de una forma de compartir. En las escenas de sexo, esta ruptura de la imagen permite mostrar ambos cuerpos y sus gestualidades, con sensibilidad a la hora de presentar la intimidad de la pareja: "Tu clítoris parece un corazón que late", dice Anna, mientras que para Eve, que ha tenido una experiencia de abuso, "el cuerpo de la mujer no supone una amenaza". Pero la serie propone una mirada optimista, una manera de convertir la felicidad en una forma de transmitir un mensaje político, que se refleja no solo en el final, sino en una breve escena post-créditos en el último episodio, que fue la primera escena que se rodó. 

Aunque no es sexualmente explícita, Split incluye en Des petites morts qui font une vie (T1E4) un squirting que ha sido clasificado en Francia para mayores de 16 años, por lo que el visionado de este episodio está restringido a un horario nocturno. La actriz Alma Jodorowsky explica en un video adicional que "El episodio no está recomendado para menores de 16 años según el reglamento de programación de Arcom (Le Régulateur de la Communication Audiovisuelle et Numérique), y en France tv los contenidos con esta calificación solo están disponibles entre las 22:30 y las 5:00", proponiendo varias actividades que se pueden realizar durante el día antes de ver el episodio: "Puedes leer o descubrir tu propia sexualidad". La serie ha contado con la coordinadora de intimidad española, residente en Bruselas, Paloma García Martens, que también ha trabajado en la segunda temporada de Marie Antoinette (Canal+, 2022-) y en la tercera temporada de Les invisibles (France 2, 2021-2023). Producida por France.tv Slash, la primera plataforma completamente digital que inició una televisión pública en Francia, enfocada principalmente en historias para espectadores jóvenes, Split consiguió el premio a la Mejor Música en la edición de 2023 de Séries Mania. Se trata de una banda sonora electrónica de Maud Geffray, con canciones escritas e interpretadas por Rebeka Warrior, que envuelve a las escenas de una atmósfera etérea que nos acerca a los personajes, incluyendo algunas composiciones previas de su album Free fall (2021, Warriorecords). Split fue estrenada en España dentro de la programación de la XIII Muestra de Cine Lésbico de Madrid. 


Vampira humanista busca suicida se estrena en cines el 21 de junio.
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Películas mencionadas: 

Barbie se puede ver en Max.
Piscina infinita, Godland, Cerrar los ojosLa tonta del bote y Saben aquell se pueden ver en Movistar+.
Siempre nos quedará mañana se puede ver en Netflix. 
Todas las cosas buenas se puede ver en Acontra+, Filmin y Prime Video. 
25 watts, En la puta vida, Un blanco, blanco día se pueden ver en Filmin. 
Buenos vecinos y Soltera y madre en la vida se pueden ver en Filmin y Prime Video. 
La llamaban la madrina se puede ver en FlixOlé.
Una pareja... distinta se puede ver en FlixOlé y Movistar+.
Irma Vep se puede ver en Mubi. 


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