13 junio, 2024

Annecy '24 - Parte 2: Viajes

Ya metidos en la segunda mitad de la celebración del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, al margen de las historias que se pueden ver en las pantallas de las salas, también hay una actividad intensa en torno a la industria de la animación, sobre todo en el mercado MIFA, que asimismo se ve afectado por acontecimientos recientes. Estos días se habla mucho en Annecy de la ruptura de las negociaciones en torno a la compra de Paramount por parte de Skydance, que parecía la oferta más clara. Precisamente Skydance Animation ha presentado en el festival su último proyecto, la película Spellbound (Vicky Jenson, 2024), sobre las aventuras de Ellian, la hija de un gobernante que pretende salvar a su familia y su reino después de que un hechizo misterioso les haya convertido en monstruos. Aunque el argumento no parece demasiado original, la presencia en las voces de Nicole Kidman, Javier Bardem, John Lithgow o Nathan Lane ya es un aliciente, de nuevo bajo la producción de John Lasseter. La película forma parte del paquete de producciones de animación que presenta entre ayer y hoy la plataforma Netflix, en el que también se incluyen los largometrajes Ultraman: Rising (Shannon Tindle, John Aoshima, 2024), que se estrena esta semana, That Christmas (Simon Otto, 2024), que adapta la trilogía de libros para niños escrita por el director de cine Richard Curtis, The Twits (Phil Johnson, 2025) y una nueva película de Wallace & Gromit. Así como la segunda temporada de Arcane (Netflix, 2021-2024) y la esperada serie creada por Zack Snyder El ocaso de los Dioses (Netflix, 2024-). 

Wes Anderson en la presentación de sus películas de animación

El director Wes Anderson (1979, Texas) es el protagonista del festival como Invitado Especial y ha presentado durante el día de ayer los dos largometrajes de animación que ha realizado hasta la fecha, que posiblemente son también sus mejores películas: Fantastic Mr. Fox (2009), que recibió en Annecy el premio Cristal al Mejor Largometraje, e Isla de perros (2018). En un encuentro con estudiantes de cine de animación, Wes Anderson mencionó que acababa de terminar el rodaje de su nueva película, The Phoenician scheme (2025), rodada en Alemania, y de nuevo con un reparto de rostros conocidos que ya han participado en sus películas, desde Benedict Cumberbatch hasta Scarlett Johansson o Tom Hanks, y por supuesto Bill Murray. El director hizo referencia a que los actores que trabajan por primera vez con él requieren de un proceso de adaptación a su sistema de trabajo, recordando que cuando James Caan participó en la película, Bottle rocket (Ladrón que roba a ladrón) (1996), se plantó en medio del rodaje y llegó a preguntar: "¿Qué están haciendo ustedes?". En nuestro repaso a la programación del festival, tanto largometrajes como cortometrajes, hablamos hoy de buenos ejemplos de historias que se centran en viajes, aventuras que acompañan a sus protagonistas en un proceso que también supone una profunda transformación personal.

Flow

Gints Zilbalodis

Letonia, Bélgica, Francia 2024 | Oficial Largometrajes | 

Técnica: Animación 3D

Annecy '24: Premio del Jurado, Premio del Público, Premio Gan Foundation a la Distribución,

                     Mejor Música Original (Rihards Zalupe, Gints Zilbalodis)


Una de las películas que fue recibida con mayor entusiasmo en Un Certain Regard del Festival de Cannes fue la segunda incursión del director Gints Zilbalodis (1994, Letonia) en la animación, tras haber ganado el premio a la Mejor Película en la Competición Contrechamp del Festival de Annecy con Away (2019), un debut que realizó prácticamente en solitario cuanto tenía 24 años. Su nuevo largometraje ha ganado en presupuesto y supone su primer trabajo colaborativo realizado con un equipo de animadores, principalmente en Francia. Él mismo describe las dos historias como una representación de su propia trayectoria: mientras el protagonista de Away se encuentra en una isla, reflejando su trabajo en solitario, en Flow (Gints Zilbalodis, 2024) un pequeño gato debe aprender a colaborar en comunidad con un grupo de animales para poder sobrevivir. El viaje que lleva a cabo tiene lugar en un mundo en el que quedan vestigios del ser humano pero en el que solo han sobrevivido los animales. Cuando se produce una gran inundación que sumerge la casa donde vive, el gato inicia una aventura que le acabará reuniendo con un perro, un lémur y un capibara en un barco que les lleva a través de paisajes naturales y ruinas que muestran las huellas de una antigua civilización. Es un viaje extraordinario que convierte a Flow en una admirable película de animación, que combina una gran belleza formal a través un diseño cuidado de los paisajes naturales en los que el director se recrea, conformando un mundo casi distópico pero singularmente hermoso, con una gran fluidez en los constantes movimientos de cámara. En cierto modo, el título se puede interpretar con un doble sentido como referencia a la inundación, pero también al propio estilo de la narración. De hecho, Gints Zilbalodis se confiesa admirador del cine de Alfonso Cuarón y sus planos secuencia que dan la sensación de ser espontáneos a pesar de estar diseñados hasta el mínimo detalle, y algo de eso hay en el trabajo de dirección de esta película. 

Entre sus primeros cortometrajes, el director contó la historia de un gato que tenía miedo al agua en Aqua (2012), que se puede considerar como un precedente de esta película. Como cualquier road-movie, el trayecto que lleva a cabo el protagonista es también un viaje interior que le cambiará radicalmente, desde un animal temeroso que habitualmente trepa a grandes alturas como recurso para evitar los problemas, como cuando al comienzo de la película le persigue una manada de perros, hasta desplegar su inteligencia y aprender que solo a través de la colaboración con los otros animales puede sobrevivir en ese mundo extraño que le rodea. Aunque curiosamente la descripción de este entorno es generalmente pacífica, no hay grandes enemigos y conflictos, sino que se desarrolla con la naturalidad con la que el agua inunda lentamente el paisaje. Evitando cuidadosamente humanizar a los animales, la película se desarrolla sin diálogos, lo cual no quiere decir que no sea profundamente expresiva y maravillosamente poética. Pero los protagonistas también tienen comportamientos que se pueden traducir como reflejos de nuestra sociedad, como cuando el lémur parece obsesionado con acaparar objetos, una especie de sentido de pertenencia a través de los bienes materiales. El perro comienza siguiendo torpemente al gato, pero cada vez es más independiente, y el capibara aparentemente es el que menos cambia a lo largo de la historia, siempre ocupado con su descanso, pero también adquiere un sentido de comunidad y contribuye a mantener al grupo unido. La última escena de la historia es una hermosa representación de este sentimiento de colectividad. 

Es interesante cómo esta película utiliza con habilidad los recursos limitados de una producción que no cuenta con un gran presupuesto. El diseño de los animales no pretende ser realista, sino que se enfoca principalmente en las expresiones faciales, sobre todo en los grandes ojos del gato protagonista, mientras que hay más detalles en el entorno natural que a veces consigue imágenes absolutamente hermosas. Y la producción ha logrado mantenerse al margen del monopolio habitual del software en el sector de la animación, al que hacía referencia Nico Matji (1974, Madrid), productor de Tadeo Jones (Enrique Gato, 2004), en las pasadas III Jornadas sobre IA en el audiovisual, organizadas por la Academia de la Televisión. El productor español comentaba que el software en la industria de la animación había sido monopolizado por la empresa Autodesk, pero que existían softwares libres de generación 3D como Blender que sin embargo no eran estándares en la industria. Flow está realizado precisamente con este software creado en Europa y que es totalmente gratuito, lo que ha permitido que la película tenga un presupuesto por debajo de la media. El propio Gints Zilbalodis menciona en las notas de producción que "una gran ventaja de Blender es que viene con un software de renderizado en tiempo real llamado Eevee. Blender y Eevee me permitieron probar diferentes ángulos de cámara y renderizarlo muy rápidamente para ver si funcionaba o no. Y, por supuesto, es genial que sea un software gratuito porque la película tiene un presupuesto moderado, al menos para los estándares franceses". Al margen de tratarse de una de las mejores películas de animación de este año, Flow es un paso importante para demostrar que, fuera del monopolio de la empresa norteamericana Autodesk, es posible realizar grandes trabajos con software libre. 

Spermageddon

Rasmus A. Sivertsen, Tommy Wirkola

Noruega 2024 | Midnight Special | ★☆

Técnica: Animación 3D


Mientras Walt Disney ha presentado dentro de la sección Screening Events la película Del revés 2 (Kelsey Mann, 2024), mostrando de nuevo dos historias paralelas que se centran en la vida exterior de la protagonista, ahora una adolescente, y en el mundo interior de sus emociones, la que ha conseguido despertar la atención de esta edición del Festival de Annecy es una producción noruega que está muy inspirada en la estética de Pixar y también establece esta doble línea argumental, pero desde una perspectiva mucho más extravagante y atractiva. Spermageddon (Rasmus A. Sivertsen, Tommy Wirkola, 2024) aborda el encuentro entre Jens (Christian Mikkelsen) y Lisa (Nasrin Khusrawi), dos adolescentes que van a experimentar su primera relación sexual. Pero en realidad la historia comienza dentro del escroto de Jens, y la aventura principal será el extraordinario viaje que llevan a cabo dos espermatozoides, Simen (Aksel Hennie) y Cumilla (Mathilde Storm) cuando se produce el "espermagedón" del título, el momento de la eyaculación en el que millones de espermatozoides inician una carrera hacia el óvulo, que para ellos se compara a un Valhalla, una especie de paraíso que le da sentido a su existencia. Mientras el relato relacionado con los espermatocitos se cuenta como un viaje lleno de aventuras, especialmente cuando el camino hacia el óvulo resulta algo inesperado, la parte dedicada a los jóvenes está necesariamente centrada en su encuentro sexual. Es interesante en este sentido que, al margen de la diversión que pueden provocar los continuos juegos de palabras en los que se apoya parte del sentido del humor de la película y las situaciones más o menos caóticas, se abordan temas importantes. El conocimiento que tienen Jens y Lisa del sexo, por ejemplo, proviene principalmente de páginas de internet como Pornhub, de manera que el preámbulo sexual está lleno de frases vulgares y pornográficas que se dicen mutuamente. Los directores de la película afirman que se plantearon siempre ir todo lo lejos que pudieran en el tono de grosería y vergüenza ajena que pudieran conseguir. Y efectivamente el guión parece querer acariciar el límite de lo embarazoso, sin llegar a la vulgaridad simple de La fiesta de las salchichas (Conrad Vernon, Greg Tiernan, 2016). Pero es cierto que algunas veces pueden ser muy incorrectos, como en la letra de la canción "Abortsangen (La canción del aborto)": "Yo también tuve un aborto cuando era joven y cachonda. Era una pollaholic pero no estaba preparada para tener un hijo". 

Los responsables de la película son dos veteranos del cine noruego: por un lado, Rasmus A. Sivertsen (1972, Noruega) ha dirigido trece largometrajes de animación, entre los que se encuentran éxitos como Louis & Lucas and the snow machine (2013) y Kurt no es malo (2009), que compitió en el Festival de Annecy. Mientras que Tommy Wirkola (1979, Noruega) se dio a conocer con su película Zombis nazis (2009) y desde hace unos años trabaja en Hollywood, estrenando títulos como El viaje (2021) y Noche de paz (2022). Este último afirmaba en una entrevista que llevaron el proyecto a Estados Unidos, pero nunca encontraron el apoyo final de las productoras, así que decidieron regresar a Noruega donde, por cierto, hay un rico vocabulario para elaborar juegos de palabras relacionadas con esperma. De hecho, quizás el guión utiliza en exceso este recurso como elemento cómico, desde los propios nombres de los personajes, como el profesor Saltsmak (Sabor salado) (Bjørn Sundquist) o el malvado Jizzmo (Christian Rubeck), un antagonista que resulta algo simple en su concepto y que inventa el Eyaculador 9000, con el que tendrá ventaja sobre el resto de espermatozoides en la carrera hacia el óvulo. A lo largo de su aventura, en la que tendrán que enfrentarse a peligros como cremas espermicidas, los protagonistas encuentran a E-Coli (Stig Frode Henriksen), una bacteria intestinal que tiene forma de trol, pero que resulta menos divertida de lo que pretende. De hecho, el interior del cuerpo humano está diseñado tomando como referencia el mundo de la película Trolls (Mike Mitchell, Walt Dohrn, 2016) y sus secuelas. 

Hay un buen diseño de personajes y una estética que, efectivamente, recuerda a Pixar, sin esconder referencias directas, incluyendo algunos números musicales pegadizos escritos por el compositor Christian Wibe (1981, Noruega) y uno de los guionistas, Jesper Sundnes. Aunque no hay datos sobre cuántos millones de espermatozoides murieron durante la realización de esta película, hay muchos que mueren en pantalla, incluso de manera muy violenta, un poco al estilo de Kenny en South Park (Pluto TV, 1997-). Pero el enfoque de Spermageddon es claramente adulto, dentro de una tradición de películas y series de animación en los países escandinavos que tienen un target menos infantil, como el largometraje danés Terkel en problemas (Kresten Vestbjerg Andersen, Thorbjørn Christoffersen, Stefan Fjeldmark, 2004), que trataba el tema del acoso escolar, o la serie noruega Fanthomas (VG TV, 2009-2010), que dirigió también Rasmus A. Sivertsen. Precisamente falta, al tratarse de una mirada adulta, algo más de profundidad en los personajes, que son en general muy básicos, representando a Cumilla como una joven valiente y a Simen como un chico acobardado ante la perspectiva de la aventura, a Lisa como una adolescente que da el primer paso y a Jens como un chaval algo torpe y tímido. Pero es lo suficientemente irreverente como para ser muy entretenida, y posiblemente una de las películas que más se va a recordar de esta edición del Festival de Annecy.

Diplodocus

Wojtek Wawszczyk

Polonia, República Checa, Eslovaquia 2024 | Annecy Presents | ☆☆

Técnica: Animación 3D, Imagen real


Cuando ha llegado a su estreno en Annecy, esta película ya había conseguido ser vendida a más de un centenar de países, entre ellos España, donde será distribuida por Vértigo Films. Se trata del primer largometraje de este estilo de animación producido en Polonia, y está basado en el cómic El viaje del dragón Diplodocus (2005), del dibujante Tadeusz Baranowski (1945, Polonia), considerado una de las grandes leyendas del mundo del tebeo en su país, quien protagoniza un cameo al final de la película. De hecho, la historia comienza como un relato más o menos tradicional sobre una familia de dinosaurios que viven en una ciénaga, aunque el joven Diplodocus (Mikołaj Wachowski) tiene la aspiración de explorar el mundo exterior, algo contra lo que sus padres le advierten porque se trata de un lugar inhóspito y peligroso. Sin embargo, el peligro acecha cuando unas grandes manchas blancas comienzan a aparecer a su alrededor, engullendo todo lo que le rodea y haciéndolo desaparecer, entre otros a los padres del protagonista. Rápidamente comprobamos que los personajes son dibujos de un cómic creado por el artista Tadek (Piotr Polak), que está constantemente presionado por su agente (Helena Englert) para que diseñe personajes más convencionales. De manera que ha comenzado a borrar los paisajes y los personajes que había dibujado, creando ese caos en el mundo de ficción de Diplodocus quien, no obstante, adquiere la extraña capacidad para viajar entre los diferentes mundos que permanecen en la imaginación del dibujante. Y en su extraño viaje conoce a personajes singulares como Hocus Pocus (Boris Szyc), un mago que no controla adecuadamente sus poderes, el profesor Nervekowsky (Arkadiusz Jakubik) y su ayudante Entomology (Małgorzata Kożuchowska). La película mezcla acción real y animación 3D en los dos planos narrativos en los que se desarrolla, y funciona como un homenaje a la creatividad frente a la monotonía de los personajes entrañables, que está representada con la aparición de un gato en el tercer acto que tiene la capacidad de modificar al resto de los personajes para hacerlos más adorables. 

Es una idea interesante, aunque en realidad el propio Diplodocus está diseñado siguiendo las pautas que precisamente cuestiona, aunque consigue algunos momentos divertidos cuando mezcla el plano de la realidad y el mundo de la animación, introduciendo al propio dibujante dentro de este entorno. Es precisamente cuando Diplodocus (Wojtek Wawszczyk, 2024) se vuelve más caótica cuando resulta más atractiva, desplegando imaginación y personajes casi surrealistas, como un asno (Mariusz Szczygieł) que se dedica a lanzar peroratas filosóficas interminables. Aunque hay que reconocer que supone un reto tratar de equilibrar el enfoque destinado a un público infantil a través de una narración más simple con el despliegue de secuencias mucho más imaginativas, que se desarrollan en el plano del caos y la anarquía. Y en este sentido, la película consigue encontrar un punto intermedio que la hace interesante desde el punto de vista del diseño visual y al mismo tiempo arriesgada en su desarrollo, que directamente evita los convencionalismos. Son menos convincentes las secuencias en imagen real, porque tratan de conseguir la comicidad a través de la exageración casi teatral, con unas interpretaciones que resultan algo histriónicas, a pesar de contar con los reconocidos actores polacos Piotr Polak, al que hemos visto en la serie Warszawianka (Todavía aquí) (SkyShowtime, 2023) y Helena Englert, protagonista de #BringBackAlice (Max, 2023), aunque afortunadamente ocupan un lugar secundario dentro de la trama. Sin llegar a ser tan convincente como ese homenaje al mundo de los cómics que parece plantear, Diplodocus es adecuadamente entretenida y se agradece que siga caminos más arriesgados en el desarrollo de la historia, consiguiendo al final un resultado que puede llegar a ser muy atractivo para los espectadores más jóvenes. 

Margarethe 89

Lucas Malbrun

Francia 2024 | Competición Cortometrajes | ★☆

Técnica: Dibujo en papel

Cannes '24: Quincena de Realizadores


La historia se desarrolla en la ciudad de Leipzig en el año 1989, cuando la protagonista ha sido recluida en un centro psiquiátrico tras manifestarse contra el régimen de la República Democrática Alemana, del que consigue escapar para reunirse con su pareja Heinrich, un cantante punk. Aunque ya se encuentra al borde de la ruptura social y política que provocará la caída del muro de Berlín, la temida Stasi continúa presionando a los sectores más revolucionarios. Uno de los métodos más utilizados por el Ministerio para la Seguridad del Estado es el denominado "Zertsetzung" (disolución), inspirado en la psiquiatría, pero no como una forma de tratamiento sino como una herramienta para quebrar a los opositores. La época en la que se desarrolla la historia es el momento de agonía de un régimen que sin embargo continúa su estado de opresión en la población, utilizando el miedo para crear una red de confidentes. El director Lucas Malbrun (1990, Alemania) ha estudiado en Francia y posteriormente se trasladó a Munich, su ciudad de nacimiento. La intención inicial fue la de construir a Margarethe como una representación del personaje de Gretchen en la novela Fausto (1800, Ed. Alianza Editorial), de Goethe, pero finalmente amplió su mirada a la descripción de la resistencia de las mujeres en la Alemania del Este, con referentes como Cornelia Schleime, Ulrike Poppe o Bärbel Bohley. 

Es una excelente pieza corta con dibujos realizados a mano con lápiz y pluma sobre papel, que consigue una estética muy colorista que al mismo tiempo transmite cierta opresión alrededor de los protagonistas, con decorados que se mantienen alejados de los rostros para resaltar éstos. El estilo está inspirado en la pintura figurativa de la Nueva Escuela de Leipzig (Neue Leipzig Schule), un movimiento creado a partir de un colectivo de artistas contemporáneos que surgieron en el contexto posterior a la reunificación de Alemania en la década de 1990, de manera que proporciona ya una mirada profundamente política a los propios diseños de los decorados. Hay una especial atención a describir la arquitectura megalómana del régimen socialista, creando un entorno que parece impedir cualquier escapatoria para la protagonista. Y refleja de una manera muy sutil al final de la historia cómo las huellas de las torturas psicológicas a las que fueron sometidas las opositoras permanecen todavía después de más de treinta años. 

Tennis, Oranges

Sean Pecknold

Estados Unidos 2023 | Competición Cortometrajes | ★☆

Técnica: Objetos animados, marionetas, stop-motion

Estocolmo '23: Mejor Cortometraje


Después de pasar por numerosos festivales norteamericanos como SFSW Festival, esta historia contada mediante stop-motion traslada parte de la sensación de soledad que se vivió durante el confinamiento del coronavirus, y de hecho comenzó a producirse en el año 2020. Explorando el tema de la circularidad y la repetición, precisamente a través de objetos circulares como un robot aspirador que habla en chino, pelotas de tenis, naranjas, un reloj de pared o un ventilador en el techo, ofrece a lo largo de diez minutos una historia que va adquiriendo progresivamente una tonalidad más surrealista y simbólica. La idea surgió después de que el director Sean Pecknold y su esposa Adi Goodrich, diseñadora de producción del cortometraje, se trasladaron al barrio de Chinatown en Los Angeles, que sirvió de inspiración para recrear el entorno de la historia, con personajes característicos de la calle Chung King Road como el de una mujer china que permanece todo el día sentada frente a su tienda de regalos. El protagonista es un antiguo bailarín ya anciano que está representado como un conejo, recordando al cuento de Lewis Carroll Alicia en el país de las maravillas (1865, Ed. Edelvives), atrapado en una constante repetición del tiempo. Y conforme adquiere una tonalidad más cercana al ensueño, a través de la imaginación del protagonista, se introduce en un entorno inspirado en el Parque Nacional de Redwood. Con el Preludio a la siesta de un fauno (1894), de Claude Debussy como tema central, el cortometraje tiene una textura mágica que resulta hipnótica, pero al mismo tiempo funciona como una propuesta descriptiva de un entorno realista, con la idiosincrasia de los habitantes de un barrio, pero también una mirada singularmente poética en torno a la muerte. 

Aunque no se trata de una adaptación propiamente dicha, el tono de la historia y su mirada hacia el entorno y sus personajes tiene como principal referencia el cuento corto de Sherwood Anderson Winesburg, Ohio (1919, Ed. Acantilado), en el que un reportero del periódico local observa la vida de los habitantes de su pequeño pueblo. Transmitiendo también ese tono de realismo mágico que hay en el cuento, la historia de Tennis, Oranges (Sean Pecknold, 2023) se impregna de una calidad humana que apela a las sensaciones que provocan más que a la comprensión de los acontecimientos. Es asimismo un hermoso relato melancólico que se refiere a los seres humanos aunque ellos no sean estrictamente los protagonistas. 


Ultraman: Rising se estrena en Netflix el 14 de junio.
Del revés 2 se estrena en cines el 19 de junio. 

El ocaso de los Dioses se estrena en Netflix, el 19 de septiembre.
Spellbound se estrena en Netflix el 22 de noviembre.
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Películas mencionadas: 

Fantastic Mr. Fox e Isla de perros se pueden ver en Disney+.
Bottle rocket se puede ver en Filmin. 
La fiesta de las salchichas y Noche de paz se pueden ver en Movistar+.
Kurt no es malo y El viaje se pueden ver en Netflix.


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