La huelga iniciada por el Sindicato de Escritores de América (WGA) duró 148 días, al límite del récord de duración que llegó a 154 días en 1988, mientras que la planteada por el Sindicato de Actores de Cine y la Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) sí ha superado a cualquier otra que han realizado hasta la fecha, llegando a 118 días, lo que finalmente ha supuesto una paralización parcial de la industria de Hollywood durante seis meses. Que los usos de la Inteligencia Artificial (IA) hayan sido uno de los principales obstáculos para alcanzar un acuerdo, más allá de los derechos de autor por producciones de éxito, es una muestra no ya de la transformación que ha sufrido la industria audiovisual, sino de la que está por venir. Las voces críticas han planteado en el caso de SAG-AFTRA algunas lagunas en el acuerdo final sobre IA que permiten a los estudios obligar a los actores a firmar consentimientos para escaneos digitales si quieren trabajar en las películas, y deja la puerta abierta a la producción de títulos con intérpretes virtuales. Los más críticos plantean que debería haberse conseguido un compromiso de que la IA en ningún caso sustituiría a los seres humanos, algo que sí consiguió el sindicato de directores DGA sin necesidad de hacer huelga. Pero el acuerdo ha sido ratificado definitivamente esta misma semana con un 78,33% de apoyo, con una participación del 38,15%, que puede parecer escasa pero es notablemente superior a otras votaciones anteriores. La existencia de la AMPTP tal como está planteada es la que ha sufrido el mayor debilitamiento en estas huelgas, tanto es así que algunos de los streamers principales se han unido en la Streaming Innovation Alliance (SIA), un lobby tecnológico para impulsar que las políticas federales y estatales en Estados Unidos no sean contraproducentes con el crecimiento de las tecnologías, aunque en esta alianza están ausentes actores importantes como Amazon y Apple. Llaman la atención las declaraciones recientes de David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery, afirmando que estaba de acuerdo con las reivindicaciones de ambos sindicatos, pero si esto no es solo una posición hipócrita del ejecutivo, demuestra las divisiones internas en la AMPTP. Por parte de los sindicatos, surge la reflexión sobre si su estrategia de negociación ha impulsado la larga duración de las huelgas, siguiendo en parte un modelo que ya no existe en las plataformas de streaming. La responsabilidad de la paralización de medio año en Hollywood ha puesto de manifiesto que el modelo de negociación trianual sobre el que se apoyan tanto sindicatos como empresarios no encaja especialmente bien con el desarrollo que está viviendo la industria audiovisual en los últimos años.
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Las nominaciones a los Independent Spirit Awards 2024, que se entregarán en una ceremonia presentada por la actriz cómica Aidy Bryant el próximo 24 de febrero, se han dado a conocer hace unos días, proporcionando la agradable sorpresa de la presencia de la película española Upon entry (Alejandro Rojas, Juan Sebastián Vasquez, 2022), en las categorías de Ópera Prima, Primer Guión (Alejandro Rojas, Juan Sebastián Vasquez) y Montaje (Emanuele Tiziani). Por tercer año, estos galardones incluyen categorías dedicadas a televisión y streaming, además de las cinematográficas, y por segundo año las categorías de interpretación son de género neutro. En este apartado, Jury duty (Prime Video, 2023) ya tiene asegurado el Premio al Mejor Reparto, mientras que el resto de las nominaciones son las siguientes:
MEJOR SERIE CON GUIÓN
Bronca (Netflix, 2023)
MEJOR SERIE DOCUMENTAL
Deadlocked; How America shaped the Supreme Court (Paramount+, 2023)
Murder in big horn (Showtime, 2023)
Juventud robada: Secta en el campus (Disney+., 2023);
Wrestlers: Lucha libre, pasión y sacrificio (Netflix, 2023)
MEJOR INTERPRETACIÓN PRINCIPAL
Emma Corrin - Asesinato en el fin del mundo (Disney+, 2023)
Dominique Fishback - Enjambre (Prime Video, 2023) Jharrel Jerome - Soy virgo (Prime Video, 2023) Zoe Lister Jones - Slip (Roku, 2023) Ramón Rodríguez - Will Trent: Agente especial (Disney+, 2023)
Ali Wong - Bronca (Netflix, 2023)
Steven Yeun - Bronca (Netflix, 2023)
MEJOR INTERPRETACIÓN DE REPARTO
Billie Eilish - Enjambre (Prime Video, 2023) Luke Tennie - Terapia sin filtro (Apple tv+, 2023)
Olivia Washington - Soy virgo (Prime Video, 2023) Jessica Williams - Terapia sin filtro (Apple tv+, 2023)
MEJOR INTERPRETACIÓN NOVEL
Aria Mia Loberti - La luz que no puedes ver (Netflix, 2023)
Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.
Fantasmas (Temp. 5 y Final) ★★★★★ Movistar+, 6-20 de noviembre
Reino Unido, 2023 - 6x30'
Creada por Mathew Baynton, Jim Howick, Laurence Rickard, Martha Howe-Douglas, Ben Willbond, Simon Farnaby
Dirigida por Simon Hynd
Posiblemente esta es una de las comedias más sólidas y bien engrasadas de la BBC, ese espacio de relajación para el espectador que parte de una idea excelente que se desarrolla con absoluta consistencia a través de un grupo de fantasmas de personas que han ido muriendo en diferentes épocas en Button House, una casa señorial heredada por Alison Cooper (Charlotte Ritchie) y Mike Cooper (Kiell Smyth-Bynoe), una pareja a la que nunca te imaginarías que podrías encontrar en un sitio como ese. Manteniendo una solidez sorprendente, que la acercan a grandes clásicos que apetece revisitar de vez en cuando, como La víbora negra (Filmin, 1982-1983), esta serie ha llegado al final sin elementos especiales, con el episodio El último recurso (T5E6) que parece un episodio más, aunque se revela un secreto que conecta con el comienzo de la serie en ¿Quiénes creéis que somos? (T1E1), mientras una amenaza se cierne sobre Button House (en realidad, falta el especial de Navidad que concluirá definitivamente la historia). El divertido podcast Inside Ghosts (BBC Sounds, 2023) repasa cada uno de los capítulos de esta última temporada con la presentación de Nathan Bryon, que interpreta a Obi, el primo de Mike, que ha ido apareciendo desde la segunda temporada. Es un podcast (solo en inglés) muy divertido y recomendable de escuchar conforme se va viendo la temporada, en el que se comenta la razón de concluir la serie: "Podríamos haber seguido durante siete, ocho o nueve temporadas. Pero cuando decides parar, la gente ni siquiera se da cuenta de que lo haces porque en ese momento te sientes como parte del mobiliario", comenta Mathew Baynton, guionista e intérprete del personaje de Thomas. Ben Willbond, guionista e intérprete del Capitán, revelaba que dejar la historia de la muerte de su personaje para el episodio Carpe Diem (T5E5) fue una decisión prevista desde el principio porque era el que necesitaba más tiempo para contarla a sus compañeros fantasmas. Cada temporada hemos visto cómo han muerto cada uno de ellos, y en esta última se revelan las muertes de Kitty (Lolly Adefope) y el Capitán (Ben Willbond). También contaba que ha habido siempre ideas sobre introducir un nuevo fantasma, y el que más cerca estuvo fue el de un monje borracho, pero finalmente decidieron mantener el grupo.
En realidad, el final de Fantasmas (Movistar+, 2019-2023) es una puerta abierta a poder retomar la historia en cualquier momento, y quizás podamos encontrar a estos personajes cada año por Navidad, porque sus episodios especiales son uno de los grandes éxitos de la programación navideña de la BBC (el de 2022 fue visto por seis millones de espectadores en Gran Bretaña). El de este año, titulado Un regalo de Navidad (T5E7) está planteado, según Martha Howe-Douglas, guionista e intérprete de Lady Fanny Button, como un homenaje a una serie que ha conseguido mantener siempre un equilibrio entre ciertos momentos de humor absurdos y una calidez que convierte a cada personaje en un elemento esencial. La historia al fin y al cabo habla del concepto de familia, la que no hemos elegido, como Alison no eligió tener la capacidad de ver a estos habitantes sobrenaturales de la casa. Incluso el comienzo de la temporada, Inocentes (T5E1) juega con la posibilidad de que la protagonista no posea esta percepción, lo que hace que la mansión parezca solitaria y desolada. En general, la serie ha mantenido un buen equilibrio entre los personajes espectrales (a los que se les puede sacar más humor) y los vivos, sobre todo la pareja formada por Mike y Alison, que esta temporada tienen algunos momentos sobresalientes, como cuando ella trata de gastar una broma a los fantasmas mientras él recibe la visita de una compañía de seguros en Inocentes (T5E1) o cuando ambos se preparan para una noche de fiesta que no se desarrolla como pensaban en Carpe Diem (T5E5). Puede ser un humor algo tonto, pero se reafirma en el mérito de mantenerse estable, sobre todo si se la compara con el remake norteamericano Fantasmas (Movistar+, 2021-), que traslada la historia con más altibajos. También es cierto que, mientras la versión británica se beneficia de temporadas cortas de seis episodios, la estadounidense debe asumir la dinámica de las sitcom en los canales lineales con dieciocho episodios. El estreno de la tercera temporada está previsto para febrero de 2024, mientras CBS acaba de estrenar en Estados Unidos la serie original.
La temporada final incluye algunos momentos importantes para el conjunto de la serie, como el flashback de la muerte del Capitán, a un nivel conmovedor que está a la altura de la partida del personaje de Mary (Katy Wix) en el episodio Gone gone (T4E4), o la forma de descubrir lo que hay debajo del intrincado peinado de Lady Fanny. Fantasmas (Movistar+, 2019-2023) termina aclarando algunos aspectos de las relaciones entre los personajes, aunque se mantiene casi como una temporada tradicional, que podría continuar en cualquier momento. Dejar que la serie concluya sin que se sienta demasiado prolongada y agotada es una decisión inteligente, aunque deja a los espectadores con ganas de más. Eso sí, el desenlace de la historia se reserva principalmente para Un regalo de Navidad (T5E7), el especial navideño que en cierta manera contradice el final del episodio El último recurso (T5E6), pero de alguna forma ofrece una conclusión definitiva.
SundanceTV, 7 de noviembre
Suecia, 2023 - 6x50'
Creada por Fredrik T. Olsson
Dirigida por Erik Leijonborg, Daniel di Grado
En 1981, el escritor Jan Guillou (1944, Suecia) publicó una novela autobiográfica que le convirtió en uno de los escritores más reconocidos de su país. Su estancia en prisión por espionaje tras escribir una serie de artículos que revelaban información sobre una agencia de inteligencia secreta del gobierno sueco, le llevaron a crear el personaje de Carl Hamilton, un espía que protagonizó una decena de novelas y ha sido llevado al cine y la televisión en numerosas ocasiones, aunque en España se ha editado principalmente su Trilogía de las Cruzadas (1998-2000, Ed. Pamies). Durante su estancia en la cárcel también publicó La gran revelación (1974), en la que el personaje principal era un joven periodista llamado Erik Ponti, alter ego del escritor al que regresaría en diferentes libros como Ondskan (El mal) (1981), que estaba basado en la experiencia de Jan Guillou en un internado sueco. Al igual que Thomas Hughes (1822-1896, Reino Unido) denunciaba en su novela Tom Brown's schooldays (1857) la brutalidad de los internados en la Inglaterra del siglo XIX, Jan Guillou mostraba también un sistema que se basaba en dar el poder a los propios alumnos para hacer cumplir las reglas a través de comités de estudiantes que en muchas ocasiones practicaban la violencia y el abuso. La descripción de este sistema en los años cincuenta, poco después de terminar la guerra, tenía paralelismos con la posición colaboracionista nazi que adoptó Suecia, aportando un trasfondo político muy destacado. La novela se trasladó al cine con Evil (Mikael Håfström, 2003), una interesante propuesta que mostraba el círculo vicioso de la violencia que rodeaba al protagonista, y que tuvo un gran éxito internacional, logrando una nominación al Oscar.
La versión en formato de seis episodios permite al guionista Fredrik T. Olsson (1969, Suecia), responsable también de la serie Hamilton (C More, 2020-) basada en el espía creado por Jan Guillou, un mayor desarrollo de la historia para entender mejor la rebeldía de Erik Ponti (Isac Calmroth), expulsado de la escuela por liderar un grupo de jóvenes que extorsionaba a otros alumnos, y enviado al internado de Stjärnsberg, donde los profesores han establecido una disciplina basada en el control de los propios estudiantes a través de un comité formado por alumnos de grados superiores. Erik Ponti pasa de ser un abusador a pertenecer a un sistema disciplinario que mantiene un control absoluto sobre el resto de los alumnos. La reflexión sobre si la maldad está dentro de uno mismo o es forjada a través de la violencia ejercida, se refleja en la propia vida familiar del protagonista, en la que su madre Karin (Ruth Vega Fernández) sufre el maltrato de su marido abusador Åke (Gustaf Skarsgård), quien ejerce también una brutal violencia contra su hijastro Erik, a través de latigazos en la espalda. Ruth Vega Fernández es una actriz hispano-sueca nacida en Canarias a la que hemos visto en series como Cannes Confidential (AMC+, 2023), mientras que Gustaf Skarsgård, hijo de Stellan Skarsgård, más conocido por su personaje de Floki en Vikingos (Netflix, 2013.2020), fue uno de los jóvenes actores de la película de 2003, interpretando en aquella ocasión al líder del comité de disciplina del internado.
La adaptación parte del libro autobiográfico de Jan Guillou, del que su madre y algunos compañeros de la escuela negaron la veracidad de muchos de los relatos que se narraban, pero la serie parece inspirarse sobre todo en la película, incluso en esa representación de Erik Ponti con chaqueta de cuero como una especie de Marlon Brando en Salvaje (Laslo Benedek, 1953), que remarca el desarrollo de la historia en los años cincuenta. Comparada con aquella, la serie incorpora menos violencia física, excepto en una escena algo innecesaria en la que el padre del protagonista la ejerce sobre un perro, pero consigue una atmósfera mucho más opresiva, y dibuja mejor personajes como el de Otto Silverhielm (Christian Fandango Sundgren), el principal antagonista, que aquí es mucho más sórdido y complejo, gracias a un excelente trabajo del actor que lo interpreta, al que también podemos ver en la miniserie Una familia normal (Netflix, 2023). También el casi debutante Isac Calmroth, que protagonizó el drama juvenil Allt som blir kvar (SVT, 2022), compone con mayor profundidad a un protagonista que transmite más rotundidad cuando describe, en el excelente episodio retrospectivo Maktkamp (T1E3), la violencia que está a punto de ejercer: "Empezaré por romperte la nariz. Luego te romperé algunas costillas. Y por último, te destrozaré el ojo izquierdo. Te dejaré sano el ojo derecho para que puedas mirarte al espejo". Hay algunas decisiones discutibles como el mayor protagonismo que se le da a Marja (Thea Sofie Loch Næss), una asistenta de la que Erik se enamora que en la historia original tiene un papel mucho más secundario. Convertida en la narradora (tanto la novela como la película están narradas en primera persona por el protagonista), establece reflexiones y un tono pausado que contrasta de una manera demasiado obvia con la brutalidad de las imágenes. Pero su mayor presencia en la historia a veces lleva a la serie a escenas de romanticismo juvenil que no terminan de funcionar dentro de un contexto en el que son mucho más interesantes los paralelismos con los sistemas totalitarios. En el episodio Mästerskap (T1E5), alguien comenta: "Os podéis negar, sois muchos más que ellos", mostrando la opresión que provoca un miedo irracional.
NASA Explorers: OSIRIS-REx ★★★☆☆
NASA+, 8 de noviembre
Estados Unidos, 2023 - 30x25'
Creada por James Tralie
Dirigida por James Tralie
Artemis I: Path to the pad ★★★☆☆
NASA+, 8 de noviembre
Estados Unidos, 2022 - 4x13'
La NASA se ha unido al universo del streaming desde principios de noviembre con el lanzamiento de su nuevo servicio de transmisión bajo demanda y la renovación de su página web oficial, que se interrelacionan para ofrecer una variada cantidad de contenido original formado principalmente por documentales en torno a los diversos proyectos de la agencia, así como eventos en directo de sus lanzamientos. NASA+ no necesita una suscripción, aunque la creación de un perfil permite un uso más personalizado, con la posibilidad de guardar contenidos favoritos para acceder con mayor facilidad a ellos, es gratuita y sin publicidad. El principal problema de la plataforma es que la mayor parte del contenido está en inglés, aunque dentro de la estructura temática se incluye un apartado de videos en español, que se limita a algunos documentales para niños, el mini-documental de cinco minutos Yo soy Artemis (NASA+, 2023) y cuatro piezas breves dedicadas a perfiles de científicos latinoamericanos en la NASA. Entre los estrenos que se incluyen con el lanzamiento de esta plataforma se encuentra la serie Space Out (NASA+, 2023) que ofrece una experiencia relajante mostrando imágenes de la superficie de Marte, las fases lunares o el planeta Urano, una especie de salvapantallas de 30 minutos cada episodio. También se incluye el episodio de NASA Explorers: OSIRIS-REx (NASA+, 2023) dedicado al lanzamiento en 2016 de la sonda espacial que tenía como objetivo alcanzar el asteroide Bennu para extraer una muestra por primera vez. La serie está dedicada a las diferentes fases de esta misión que culminó con el regreso de la sonda el pasado mes de septiembre tras haber logrado con éxito su objetivo. La misión ahora se ha renombrado como OSIRIS-Apex, volviendo a enviar la sonda para llegar a Apophis, una roca espacial que pasará a 32.187 kilómetros cerca de la Tierra en 2029. Other worlds (NASA+, 2023) que, como el anterior está dirigido por James Tralie, es otra serie documental de la que se ha estrenado su primer episodio dedicada a las imágenes captadas por el telescopio espacial James Webb, que lleva más de un año y medio consiguiendo fotografías sorprendentes del espacio, la última de ellas llegó a principios de noviembre cuando capturó una estructura denominada HH212, ubicada en la constelación de Orión, que se considera una consecuencia del nacimiento de una estrella. El episodio Planets (T1E1) se centra en los seis científicos que recogen las fotografías y las interpretan, principalmente en Heidi Hammel, una astrónoma planetaria que trabaja en la NASA desde 1988.
La plataforma de streaming también permite recoger en formato de series algunos de los videos lanzados por la NASA en relación con sus más recientes programas, como Artemis I: Path to the pad (NASA+, 2022), cuyos episodios se fueron estrenando el año pasado coincidiendo con el lanzamiento del cohete Artemis 1 y la cápsula Orion. El episodio The rocket (T1E1) se centra en el gigantesco cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), repasando el complejo proceso de ensamblaje y las estadísticas del vehículo de lanzamiento más impresionante que la NASA haya construido jamás. El objetivo principal es probar la capacidad de la nave espacial Orión, que servirá como cápsula principal para vuelos tripulados en las fases Artemis 2, que tiene previsto realizar un sobrevuelo lunar en 2024, y Artemis 3, que llevará a cabo un aterrizaje lunar tripulado por primera vez cinco décadas después de la que llevó a cabo el Apolo 17 en 1972. La serie de cuatro episodios, que se ha podido ver en Hulu y en YouTube, repasa principalmente los aspectos técnicos de uno de los programas más ambiciosos de la NASA. Con una interface que sigue el patrón de las tradicionales plataformas de streaming, NASA+ se convierte en el servicio de transmisión que recogerá las principales producciones audiovisuales de la agencia espacial, y desde donde se podrán ver asimismo sus retransmisiones en directo. NASA+ está disponible en su versión web, así como en los dispositivos de iOS, Android y Apple tv.
Para toda la humanidad (Temp. 4) ★★★★☆Apple tv+, 10 de noviembre-12 de enero
EE.UU., 2023 - 10x60'
Creada por Ben Nedivi, Matt Wolpert, Ronald D. Moore
Dirigida por Lukas Ettlin, Dan Liu,
Esta reseña puede contener spoilers de la cuarta temporada.
La coincidencia (si lo fuera) del lanzamiento de la plataforma NASA+ solo unos días antes del estreno de la última temporada de esta serie que reimagina la carrera espacial es, cuanto menos, curiosa. Lo que supone uno de los principales logros de esta propuesta de ciencia-ficción que sabe encajar aspectos de la actualidad dentro de una reinvención de la historia, como se refleja en el montaje inicial del episodio
Glasnost (T4E1). Si en la
Temporada 3 la ex-astronauta Ellen Wilson (Jodi Balfour) derrotaba a Bill Clinton en las elecciones de 1992, convirtiéndose en la primera presidenta de los Estados Unidos, durante los 8 años que transcurren hasta el comienzo de esta cuarta temporada, que se sitúa en 2003, se han producido otros cambios geopolíticos: Al Gore se convierte en el sucesor de Wilson en la presidencia de los Estados Unidos y Mijail Gorbachov continúa como líder de la Unión Soviética, en un mundo alternativo en el que los ataques terroristas del 11 de septiembre no han sucedido. Pero lo más importante es que el siglo XXI comienza con la colonia en Marte, donde se ha creado una comunidad de trabajadores que poco a poco irá reflejando las mismas inquietudes y problemas que las que existen en cualquier espacio laboral en la Tierra. El nombre Happy Valley que recibe la colonia marciana es una utopía que se hace cada vez más difícil de sostener, y que provocará enfrentamientos incluso entre personajes habituales de la serie como Edward Baldwin (Joel Kinnaman), quizás el menos convincente como una persona de 70 años que sigue trabajando para Helios, y Danielle Poole (Krys Marshall), que se incorpora a la misión en el planeta rojo. Si en la temporada anterior temíamos que algunos personajes tomaran un relevo de los que comenzaron la serie (el salto temporal de casi diez años entre las temporadas hace poco probable que continúen), con deficientes arcos de personajes como el de Danny Stevens (Casey W. Johnson) o Aleida Rosales (Coral Peña), que cumple todos los estereotipos latinos, en ésta parece que se ha corregido el rumbo.
De forma que la historia se centra por fortuna en los protagonistas conocidos, y la más interesante es la de Margo Madison (Wrenn Schmidt), que lleva una vida clandestina y monótona en Moscú, hasta que diversas circunstancias le hacen adquirir una mayor relevancia. Por mucho que la Unión Soviética ganara la carrera espacial, la representación de Rusia sigue siendo tan gris y oscura como es habitual, en las escenas que fueron rodadas por primera vez fuera de Los Angeles, concretamente en Bulgaria.
Para toda la humanidad (Apple tv+, 2019-) siempre ha sido más interesante en su planteamiento como ciencia-ficción que en los dramas personales que plantea, por lo que la incorporación del nuevo personaje Miles Dale, interpretado por el protagonista de
Servant (Apple tv+, 2019-2023) Toby Kebbell, como un trabajador que aspira a mantener a su familia aceptando trasladarse al asentamiento de Marte para encontrarse con una realidad decepcionante, es un elemento interesante porque tiene menos relación con los dramas familiares que con la propia esencia de una ciencia-ficción ligada a problemáticas sociales. Se trata de un personaje que aspira a permanecer varias temporadas más, según indicaban los creadores en una amplia entrevista reciente
(Collider, 27/10/2023). Y plantea la posibilidad de que los viajeros espaciales sean cada vez menos ingenieros y científicos, sobre todo cuando se consigue reducir drásticamente la duración de los viajes: un día hasta la luna y un mes hasta Marte.
Manteniendo la estructura de un comienzo potente con especial énfasis en la acción, la serie propone planteamientos interesantes sobre el desarrollo de una minería en asteroides, con una misión central que abarca parte de la temporada en torno al asteroide Kronos, rico en minerales, pero en realidad no se centra en el tema principal hasta Goldilocks (T4E5) tras algunas subtramas demasiado irrelevantes. Y es en este terreno en el que se mueve con especial solidez, por ejemplo cuando propone un progresivo descontento de los trabajadores en el momento en que cambian las condiciones de sus contratos en Leningrado (T4E6), o cuando se acerca a las negociaciones entre NASA, Rocosmos, Helios con Corea del Norte, Japón, Francia, Italia y Reino Unido uniéndose a la Alianza M-7. El nuevo director de vuelo de la NASA, Eli Hobson (Daniel Stern) y la responsable de Star City en Rusia Irina Morozova (Svetlana Efremova), dos personajes que pueden ser algo instrumentales y poco elaborados dentro del habitual contexto de la serie, tendrán que hacer frente a una posible huelga en el ya no tan "happy valley". Más allá de la representación de héroes o villanos, Para toda la humanidad hace un buen trabajo en la transmisión del sentido de comunidad y colaboración planetaria, aunque para que esto sea creíble haya tenido que inventar una realidad paralela. Planteada con un arco narrativo de siete temporadas, en el que alcanzarían una actualidad alternativa, todavía no está confirmada oficialmente la quinta, debido a los retrasos por las huelgas de escritores y actores, pero la serie mantiene un nivel elevado en una cuarta temporada en la que comienza a tener problemas para justificar la presencia de los personajes principales.
BritBox, 15 de noviembre
Reino Unido, 2023 - 8x57'
Creada por Debbie O'Malley
Dirigida por Jennie Darnell, Andrew Cumming
Inédita en España
Resulta tan tentador vender esta producción como la última serie del creador de Line of duty (RTVE Play, 2012-2021) que es casi imposible resistirse, aunque en realidad Jed Mercurio solo ejerce como productor ejecutivo, mientras que la creadora es Debbie O'Malley, que ha escrito guiones para series menos desenfrenadas como Todas las criaturas grandes y pequeñas (Filmin, 2020-) y ¡Llama a la comadrona! (BritBox, 2012-), que lleva ya doce temporadas. Pero también es cierto que la trama está más cerca de las habituales propuestas policíacas del primero que de las aproximaciones de época que ha realizado la segunda. Lo que la diferencia de otras muestras del género es que adopta el punto de vista de Lexie Noble (Morven Christie), una mujer que no solo tiene que enfrentarse a la muerte de su marido Jared (Thoren Ferguson), asesinado por un grupo de jóvenes en plena calle, sino que se ve envuelta en una trama de suspense que la lleva a relacionarse con el magnate mafioso Carl Morris (Peter Mullan). Jared manejaba las cuentas opacas de los negocios sucios del empresario a través de una intrincada red de empresas offshore, pero en realidad había estado robando en los últimos meses, hasta hacer desaparecer la nada desdeñable cantidad de 28 millones de libras, y ahora es Lexie quien debe encontrar ese dinero para devolverlo. Al mismo tiempo, es investigada por la inspectora de policía Jean Royce (Andy Osho) como posible sospechosa del asesinato de su marido, debido a las contradicciones de su testimonio, y vigilada por los agentes de investigación financiera Jibran Khan (Prasanna Puwanarajah) y Adam Guthrie (Derek Riddell), por sus contactos con Carl Morris. De forma que la protagonista tiene que tratar de equilibrar su vida entre las amenazas de la mafia, las sospechas de la policía y las mentiras de su marido, cuyas actividades secretas han puesto en peligro a toda su familia, además de costarle la vida.
Los tres primeros episodios están dirigidos por Jennie Darnell, que ha trabajado con Jed Mercurio en
Line of duty y en la adrenalínica
Trigger Point: Fuera de control (Movistar+, 2022), lo que aporta un ritmo creciente en un primer episodio en el que se plantean todas las presiones que recibe Lexie Noble, a quien la policía financiera también quiere utilizar como infiltrada en los negocios sucios de Carl Morris. Pero la serie tiene un tono mucho más tranquilo, aunque intenta colocar en cada episodio a Lexie en medio de alguna situación tensa, bien sea a través de las amenazas del mafioso, bien a partir de los contactos que establecen los investigadores. Hay constantes giros de guión, no todos verosímiles, como para que los seis episodios de
Payback (BritBox, 2023) se desarrollen sin prisas, pero sin grandes pausas. Morven Christie, habitual de los policíacos británicos como
The bay (ITV, 2019-) o
Grantchester (Filmin, 2014-2023) y protagonista del drama de Peter Cattaneo
The A word (BBC, 2016-), consigue mantener al personaje principal en un estado de confusión por los descubrimientos que hace sobre su marido, pero con un arco que la irá transformando en una madre que necesita mantener a sus hijos fuera del alcance de las amenazas que la rodean. Esta transformación mantiene el interés de la historia, apoyada también en un amenazante Peter Mullan, habituado a personajes antagónicos, y un reparto de secundarios solventes que incluye a Steven MacKintosh, quien interpreta a la mano derecha de mafioso, o Derek Riddell, al que hemos visto recientemente en
Cadáveres (Netflix, 2023).
Payback es, como decíamos, otro de los dramas policiales escoceses que se han producido recientemente, junto a Shetland (BBC, 2013-), Irvin Welsh's Crime (BritBox, 2021-) o Karen Pirie (BritBox, 2022). Pero su interés principal está en que se centra en actividades financieras que podrían ser más complejas a la hora de trasladarlas a la pantalla. La historia tiene su origen como idea en un caso ocurrido hace 18 años que nunca ha llegado a resolverse, el asesinato de un banquero escocés en la puerta de su domicilio. La guionista Debbie O'Malley ha afirmado en varias entrevistas que "lo que se quedó en mi pensamiento fue la imagen de la esposa que estaba en la casa, bañando a sus hijos, y cómo de pronto encuentra a su marido muerto en la puerta, haciendo que su vida cambie de manera radical". La idea de enfrentar a una mujer normal con una organización criminal se convierte en el elemento esencial de una serie que tiene como principales referentes los thrillers de los años setenta y en especial la forma de abordar temas relacionados con la vigilancia, de ser observados y al mismo tiempo ser observadores, y que reconoce la influencia de películas como La conversación (Francis Ford Coppola, 1974).
Disney+, 15 de noviembre
Alemania, 2023 - 5x55'
Creada por Annette Hess
Dirigida por Isa Prahl, Randa Chahoud
Para muchos, los juicios llevados a cabo por el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg son los más conocidos de la posguerra, por ser los primeros que se desarrollaron entre 1946 y 1949, y en torno a ellos se han producido numerosas películas y series, entre las que National Geographic (Disney+) ha estrenado recientemente el muy interesante documental El juicio de Nuremberg (Liz Relph, 2022), un título poco apropiado para traducir el original Nazis at Nuremberg. The lost testimony (Nazis en Nuremberg. El testimonio perdido), que, con la narración de Richard Dreyfuss, recoge grabaciones originales de los juicios que provienen de discos de vinilo. Pero a lo largo de los años otros tribunales en países como Polonia o Checoslovaquia han juzgado a algunos de los responsables de los crímenes nazis. Sin embargo, el denominado Juicio de Frankfurt o Juicio de Auschwitz, que se celebró en 1963, casi veinte años después del final de la 2ª Guerra Mundial, supone la primera vez que Alemania debía enfrentarse al recuerdo del Tercer Reich en pleno proceso de recuperación, el llamado "milagro económico". La escritora Annette Hess (1967, Alemania), que pertenece a esa nueva generación que miraba con horror el pasado de su país, describió en el libro La casa alemana (2019, Ed. Planeta) a una sociedad que prefería mirar hacia otro lado, utilizando el silencio para evitar tener que afrontar determinados secretos y comportamientos de los que sus hijos no se sentirían orgullosos. Por eso cuando la protagonista Eva Bruhns (Katharina Stark) decide trabajar como traductora de polaco junto al equipo de la fiscalía, su familia no parece acogerlo con entusiasmo. Ellos regentan un restaurante en Frankfurt llamado Deutsches Haus (La casa alemana), y están teniendo una buena recepción, aunque entre los comensales se encuentren alemanes con un pasado nazi. La idea del silencio que olvide el pasado flota en el ambiente mientras 22 acusados, la mayor parte oficiales de las SS, son llevados a juicio como responsables de la seguridad en el campo de exterminio de Auschwitz, entre ellos Robert Mulka (Heiner Lauterbach), que en un juicio anterior fue puesto en libertad por su menor responsabilidad en el campo de exterminio.
Annette Hess, que fue la responsable de la fallida adaptación en formato de serie Los niños de la estación del Zoo (Prime Video, 2021), ha adaptado su propia novela en La casa alemana (Disney+, 2023), una miniserie de cinco episodios que se centra en los juicios de Frankfurt, pero sobre todo establece un trasfondo interesante sobre la vergüenza de una sociedad alemana que participó, por acción u omisión, en el Holocausto, y cuyas víctimas también se convirtieron en ciudadanos que acabaron siendo negados para impulsar el desarrollo económico de Alemania. El descubrimiento que hace Eva en torno a su propia familia le confronta con el pasado de unos padres que tomaron decisiones difíciles que pesan en su conciencia, y cuando trata ingenuamente de pedir perdón a una de las víctimas, la actitud de éste suena tan clara como significativa: "Solo quieren que les consolemos". La generación nacida cuando ya apenas quedaban rastros de la guerra se enfrenta sin embargo a las decisiones tomadas por sus padres, cómplices en mayor o menor medida de las persecuciones que practicaron los nazis contra judíos, gitanos y homosexuales. Las directoras Isa Prahl y Randa Chahoud, quien dirigió Deutschland 89 (UFA, 2020), tercera y última secuela de Deutschland 83 (UFA, 2015), mantienen en todos los momentos del juicio las descripciones en polaco de los testigos, supervivientes de Auschwitz, y la traducción que hace Eva, de forma que los relatos se repiten, un recurso narrativo que reafirma la necesidad de escuchar con detenimiento hasta donde llegan los límites de la depravación humana.
Alrededor del juicio, la serie ofrece una detallada representación de un país que se recupera de forma sorprendente, abierto a los nuevos avances tecnológicos que a veces pueden llegar a ser abrumadores. Cuando la madre de Eva recibe una lavadora que le permitirá tener más tiempo libre, ella solo consigue decir: "Todo está cambiando. No puedo seguir el ritmo". Pero los cambios vienen acompañados de los recuerdos y de un pasado que pesa tanto como el futuro que parece avanzar demasiado rápido. A pesar de sus cinco episodios de casi una hora de duración, La casa alemana mantiene una tensión constante, apoyándose en personajes secundarios que tienen subtramas robustas, como el fiscal David Miller (Aaron Altaras), que se aferra al comienzo de una relación con una prostituta como forma de evadirse del juicio (hasta que descubre que algunos de sus clientes son ex-oficiales de las SS), y que se derrumba psicológicamente en El lugar (T1E4) cuando acude junto a los miembros del tribunal a una visita al campo de exterminio de Auschwitz. Cuando en El veredicto (T1E5) el abogado defensor trata de llevar su estrategia hacia la falta de testigos que puedan dar testimonios directos, pregunta: "¿Dónde están los testigos que estuvieron frente a frente con el acusado?", recibiendo una respuesta improvisada entre el público: "¡Están todos muertos!". Perjudicada por una intención de ser excesivamente rigurosa, aunque Eva Bruhns es un personaje de ficción, lo que a veces difumina los elementos emocionales, La casa alemana ofrece una perspectiva diferente sobre la posguerra y el olvido intencionado.
Dark winds (Temp. 2) ★★★★☆ AMC+, 16 de noviembre
EE.UU., 2023 - 6x49'
Creada por Graham Roland
Dirigida por Chris Eyre, Michael Nankin, Billy Luther
Esta propuesta que nos llega nuevamente se encuentra entre las series policiales más interesantes de los últimos años, pero a pesar de estar producida por dos nombres tan reconocidos como Robert Redford y George R.R. Martin, Dark winds (AMC+, 2022-) no ha tenido la resonancia que se podría esperar. Pero consigue en su segunda temporada dirigirse hacia un estilo más sólido como historia de género negro sin depender tanto, aunque sigue siendo un factor importante, de los elementos indígenas, para acercarse más a una especie de True detective (HBO Max, 2014-) en sus mejores momentos. El escritor Tony Hillerman (1925, Oklahoma-2008, Alburquerque) desarrolló entre 1970 y 2006 dieciocho novelas en las que estaban presentes sus personajes principales, los policías navajos Joe Leaphorn y Jim Chee, primero como secundarios, después como protagonistas en solitario y posteriormente como compañeros de investigación a partir del libro Skinwalkers (1986). Robert Redford compró los derechos de las novelas y durante algunos años ambos personajes fueron interpretados por diferentes actores como Fred Ward y Lou Diamond Phillips en Tempestad en la llanura (Errol Morris, 1991), y Wes Studi y Adam Beach en la miniserie Skinwalkers: The Navajo mysteries (PBS, 2022) y las tv movies A thief of time (Chris Eyre, 2003) y Coyote waits (Jan Egleson, 2003). Pero la mejor adaptación de ambos la hizo Graham Roland para esta serie, basándose en la novela Listening woman (1978), que curiosamente todavía no había incorporado al personaje de Jim Chee. La propuesta por tanto es una inspiración que toma elementos de las diferentes historias escritas por Tony Hillerman para reinterpretar las narrativas originales.
De hecho, esta segunda temporada amplía el desarrollo de El pueblo de las sombras (1980, Ed. Grijalbo), que fue la que protagonizaron por primera vez los dos policías navajos, y donde los elementos místicos se hacen más evidentes. La historia comienza con ambos personajes separados: Joe Leaphorn (Zahn McClarnon) continúa ejerciendo como sheriff en la reserva india de Kayenta, Arizona, mientras que Jim Chee (Kiowa Gordon) ejerce ahora como investigador privado, lo que permite a la historia dividirse en dos tramas que llevan a ambos a diferentes caminos, pero que lógicamente acabarán uniéndose. Mientras que el segundo se adentra en un caso de corrupción, el primero se enfrenta a uno de sus mayores traumas cuando tiene que perseguir al sociópata Colton Wolf (Nicholas Gordon), un asesino tan implacable e inquietante como Anton Chigurh (Javier Bardem) en No es país para viejos (Ethan Coen, Joel, 2007). Su caza se convertirá en un asunto personal para Leaphorn, relacionado con un evento del pasado, especialmente en el sangriento episodio The march (T2E4), dirigido por Michael Nankin, que adopta un tono de western similar al de otras series en las que ha trabajado el director, como El pájaro carpintero (Showtime, 2020) y Billy el niño (Movistar+, 2022). Uno de los aspectos más interesantes de la serie es el protagonismo de la agente Bernadette Manuelito (Jessica Matten), y quizás por eso resulta algo decepcionante que en esta segunda temporada se reduzca su presencia. Manuelito fue un personaje secundario en las novelas de Tony Hillerman que cobró mayor presencia cuando su hija Anne Hillerman (1949, Oklahoma) continuó las historias escritas por su padre. Y desde la primera de sus novelas, Spider woman's daughter (2013), dejó en un segundo plano a Leaphorn y se centró en Chee y Manuelito. Al final de esta segunda temporada se intuye que en la tercera, que ya ha sido confirmada, el personaje femenino volverá a tener mayor protagonismo.
En contraposición, adquiere más relevancia una subtrama sobre Emma Leaphorn (Deanna Wilson), la esposa del jefe de policía, que tiene una conexión más clara con las tradiciones de las tribus navajas, cuando ayuda a Sally Growing Thunder (Elva Guerra) en su maternidad, lo que permite que la serie desarrolle una variedad de comentarios sociales sobre la esterilización forzada de las mujeres en las comunidades indias y sobre los traumas persistentes de la colonización. Como cuando Joe Leaphorn recuerda que su tatarabuelo participó en la marcha hacia Fort Sumner, una reserva donde el ejército norteamericano reubicó a 9.000 indios, pero sin las condiciones necesarias de salubridad: "Después de haber sobrevivido al hambre y el frío, mi tatarabuelo murió después de comer las raciones podridas que les dieron los soldados. Los monstruos no son nuevos". Es en estos aspectos en los que Dark winds aporta una mayor profundidad, en línea con la otra gran serie sobre indígenas, Reservation dogs (Disney+, 2021-2023), cuya última temporada también se estrena este mes, y con la que comparte el excelente talento interpretativo de Zahn McClarnon. Pero, en su perfil de género policíaco con elementos místicos, la serie consigue momentos muy logrados a la hora de crear una atmósfera de suspense, como en la amenaza de Colton Wolf en un hospital durante el episodio Antigonish (T2E3), dirigido también por Michael Nankin, que casi adquiere un tono de película de terror. El título proviene del poema "Antigonish" (1899), escrito por el educador Williams Hughes Mearns y basado en el relato de un fantasma que deambulaba por las escaleras de una casa encantada. Dark winds amplía su reflejo sobre la inevitabilidad y sus protagonistas no tratan de entender todo lo que ocurre a su alrededor, sino que lo aceptan con la sensación de que hay aspectos de la vida que no se pueden explicar. Pero al mismo tiempo mejora en la construcción de una trama sólida de género policial que está entre lo mejor de esta temporada.
Monarch: El legado de los monstruos ★★★★☆Apple tv+, 17 de noviembre-12 de enero
EE.UU., 2023 - 10x46'
Creada por Matt Fraction, Chris Black
Dirigida por Matt Shakman, Julian Holmes, Mairzee Almas, Hiromi Kamata, Andy Goddard
Entre tantos multiversos, la supervivencia de la franquicia creada por Legendary Pictures en lo que se ha denominado el MonsterVerse parece tener su razón principal en la hábil estrategia de mantener la atención sobre pocos títulos (solo cuatro películas hasta la fecha) desde que adquirió los derechos de varios personajes propiedad de la empresa de entretenimiento japonesa Toho. La idea inicial era crear una franquicia centrada en la corporación gubernamental secreta Monarch, que empleaba al Dr. Ishiro Serizawa (Ken Watanabe) y Vivienne Graham (Sally Hawkins) en Godzilla (Gareth Edwards, 2014), la primera de las películas del MonsterVerse. Cuando Legendary inició el proyecto de Kong. La isla Calavera (Jordan Vogt-Roberts, 2017) muchos asumieron que los derechos de King Kong eran de Universal, que había producido anteriormente King Kong (Peter Jackson, 2005), pero lo cierto es que son de dominio público, y esto permitió a Legendary regresar a una colaboración con Warner Bros. para continuar la franquicia que, tras Godzilla: Rey de los monstruos (Michael Dougherty, 2019), finalmente reuniría a los dos monstruos en Godzilla vs. Kong (Adam Wingard, 2021). Pero, para la primera serie de ficción con actores reales del MonsterVerse, el protagonismo principal gira precisamente en torno a la formación de la corporación Monarch, una idea inteligente que permite desarrollar una historia paralela que al mismo tiempo conecta con los acontecimientos y personajes de las películas, antes de que el próximo año se estrene el quinto título, Godzilla x Kong: The new Empire (Adam Wingard, 2024). Mientras tanto, el resurgir del género kaijū se ha producido con el estreno de Godzilla: Minus One (Takashi Yamazaki, 2023), que por primera vez se desarrolla en un Japón recién derrotado tras la II Guerra Mundial, diez años después que Japón bajo el terror del monstruo (Ishirô Honda, 1954), y que se ha convertido en la película extranjera con mayor recaudación estrenada en Estados Unidos este año.
La estrategia de diversificar la distribución del MonsterVerso por parte de Legendary Pictures le ha llevado a estrenar la serie animada La isla Calavera (Netflix, 2023) y la serie de ficción Monarch: El legado de los monstruos (Apple tv+, 2023) en dos plataformas diferentes, al margen de la habitual distribuidora de la franquicia cinematográfica Warner Bros. Discovery. Desarrollada por Chris Black, productor de Separación (Apple tv+, 2022-) y Matt Fraction, guionista de cómics y videojuegos del universo Marvel, la historia se desarrolla alrededor de la creación de Monarch en los años cincuenta, mientras en la actualidad establece una trama generacional en la que Cate (Anna Sawai) descubre, cuando visita Japón tras la muerte de su padre, que éste tenía otra familia y que ella tiene un hermano, Kentaro (Ren Watabe). Es precisamente esta relación la que conduce el drama humano que mejor funciona en la serie, aunque se le añade el personaje de May (Kiersey Clemons) que parece tener menor entidad, incluso cuando en episodios flashback como Will the real May please stand up? (T1E7) se introduce una subtrama que trata de darle mayor consistencia, pero que se resuelve de una manera demasiado precipitada. Dentro del MonsterVerse, la historia de Monarch: El legado de los monstruos se sitúa en 2015, después de la destrucción de la ciudad de San Francisco que se mostraba en la película Godzilla (2014), pero se inicia con un prólogo protagonizado por Bill Randa (John Goodman), el personaje al que vimos en Kong. La isla Calavera (2017), y que también tiene una breve aparición en el último episodio. Las investigaciones de Cate, Kentaro y May les llevan al final de Departure (T1E2) a encontrarse con Lee Shaw (Kurt Russell), que pertenecía al ejército antes de que existiera Monarch, y del que se hacen comentarios sobre su edad, no solo porque el actor se mantiene en forma a sus 72 años, sino también por una circunstancia que se explicará en el episodio Axis Mundi (T1E9).
La segunda línea de tiempo de la serie se desarrolla en los años cincuenta, cuando precisamente el joven Lee Shaw (interpretado por Wyatt Russell, hijo de Kurt Russell) sirve como contacto entre el ejército y los científicos Bill Randa (ahora Anders Holm) y Keiko Miura (Mari Yamamoto), que a veces se mantiene en un difícil equilibrio. La escena de los militares en la playa del episodio Secrets & lies (T1E3) hace referencia a las animaciones que se reproducían en los títulos de crédito iniciales de Godzilla (2014). Esta doble narración permite establecer paralelismos interesantes entre las dos historias, como el final del episodio Terrifying miracles (T1E6), que es uno de los momentos más espectaculares de la temporada y, todo hay que decirlo, el único que realmente ofrece las dosis de monstruos que los aficionados podrán encontrar. Lo que entienden bien los responsables de la serie es que el formato de televisión no les permite apariciones constantes de estos monstruos, por lo que están diseminados a lo largo de la temporada para centrarse más en una historia de acción e investigación que, por otro lado, funciona con buen ritmo y algunos momentos divertidos, sobre todo cuando Tim (Joe Tippett, al que hemos visto recientemente en The morning show (Apple tv+, 2019-)) se incorpora a la búsqueda del padre de Cate y Kentaro. En general, la serie aprovecha bien a unos personajes principales que son empáticos y a sus actores, sobre todo en una franquicia que ha desaprovechado tanto a grandes nombres como Juliette Binoche, Bryan Cranston o Tom Hiddleston. La mezcla funciona lo suficientemente bien, gracias a un buen equilibrio que aportan directores como Matt Shakman, que dirigió Bruja Escarlata y Visión (Disney+, 2021) o Hiromi Kamata, que anteriormente había dirigido varios episodios de Los enviados (SkyShowtime, 2021-). Monarch: El legado de los monstruos no es exactamente el espectáculo de monstruos que muchos podrían esperar, con un final cuyos episodios Axis Mundi (T1E9) y Beyond logic (T1E10) seguramente serán controvertidos, porque se acercan más a la ciencia-ficción de realidades paralelas que a los kaijū propiamente dichos. Pero al asumir sus propias limitaciones al menos establece una reflexión llamativa sobre cómo podría ser la vida del minúsculo ser humano (alarmas, señales de advertencia...) en un mundo amenazado por gigantescos titanes. Un mundo que sin embargo, en palabras de Lee Shaw, no ha cambiado demasiado: "Es el mismo viejo mundo de siempre, ya sabes, los mismos conflictos, las mismas relaciones entre madres, padres, hijos...".
Netflix, 17 de noviembre
México, 2023 - 8x27'
Creada por Big Drama, Santiago Limón
Dirigida por Analeine Cal y Mayor, Pato Safa
Alexis Arroyo se convirtió en un comediante popular en México a partir de su aparición en 2015 en un especial de Comedy Central en el que desplegaba su sentido del humor negro que básicamente expone hacia el exterior un tipo de bromas que tratan desde el interior las problemáticas de las personas con discapacidades, pero resaltando sobre todo la manera en que la sociedad tiene dificultades para ser realmente inclusiva. En una de sus rutinas, ironizaba sobre su experiencia en un aeropuerto llegando solo como una persona ciega, y los protocolos de inclusividad que llevan a que incluso para alguien sin problemas de movilidad se le adjudique una silla de ruedas. En la propia serie, cuando los protagonistas se acercan a Protección Civil en el episodio Un ciego debe hacer lo que un ciego debe hacer (T1E5), la ingeniera Lupita Balderas (Luz Aldán) muestra su frustración: "Son demasiadas discapacidades, así que todo lo solucionamos con rampas", revelando el tipo de política de accesibilidad que está más interesada en aparentar que en atender adecuadamente a las complejidades de los diferentes tipos de discapacidad. Este es el verdadero valor de una serie como Ojitos de huevo (Netflix, 2023-), cuyo título proviene del apodo que Alexis Arroyo ha adoptado como comediante en sus monólogos. A veces los chistes que se despliegan a lo largo de esta propuesta fresca y divertida parecen caer en los tópicos, pero lo hace para reflejar precisamente cómo son percibidas las personas con disfuncionalidades.
La serie ha sido un éxito en México, manteniéndose todavía en el Top 10 en 17 países latinoamericanos, aunque en España no ha logrado interesar demasiado a los suscriptores de Netflix. Pero es una propuesta que consigue, a pesar de las limitaciones de un tipo de producción algo amateur, romper determinadas barreras sobre la representación de la discapacidad, sabiendo utilizar los estereotipos y los tópicos para, en realidad, proponer una dura crítica hacia una sociedad que parece no estar preparada para aceptar aquellos que se salen de una normalización impuesta. En su humor políticamente incorrecto que recuerda a otras series recientes como la argentina División Palermo (Netflix, 2023), la historia se centra en Alexis (Alexis Arroyo), un joven que quiere triunfar como comediante en la capital de México, adonde se dirige desde el pueblo de Querétaro junto a su amigo y posterior manager Charly (Kike Vázquez), un joven que tiene parálisis cerebral y que se empeña en concertar citas con otros chicos por Grindr aunque siempre acaba sufriendo el rechazo. El viaje permite a Alexis salir de la zona de confort que le han proporcionado durante toda su vida Yuyo (Alejandro Calvo), un padre demasiado protector, y Lolis (Verónica Merchant), una madre que ha intentado proporcionarle algo más de capacidad de autosuficiencia.
Ojitos de huevo ha sido creada por Big Drama y Santiago Limón, quien este año también ha estrenado la comedia de terror juvenil Pinches momias (ViX, 2023), sobre un grupo de adolescentes que se enfrentan a la resurrección de las momias de Guanajuato. La dirección se alterna entre Analeine Cal y Mayor, que debutó recientemente en el cine con El libro del amor (2022), y Anwar 'Pato' Safa. Es inteligente la asignación del carácter de los protagonistas, siendo el personaje ciego el más impulsivo, mientras que el personaje que sufre parálisis cerebral es precisamente el más reflexivo de ambos: "¿Sabes lo difícil que es para mi explicarle a cada puta persona que no soy tonto, solo porque no tienen la pinche iniciativa de buscar en su telefonito lo que significa la frase parálisis cerebral?", se queja. Y la serie tampoco evita que a veces Alexis sea demasiado egoísta en relación con su entorno, lo que aporta complejidad a un personaje cuyas vicisitudes están basadas en algunas experiencias reales de Alexis Arroyo, como cuando un monologuista comienza a hacer bromas en el escenario sobre su ceguera en el episodio Un ciego debe hacer lo que un ciego debe hacer (T1E6). Esta anécdota está tomada de la realidad, como reveló el propio Alexis Arroyo hace unos días en una divertida entrevista en el podcast Farándula021 (Acast, 2023) con el presentador Horacio Villalobos: "Esta escena representa a muchos 'standuperos' mamones. Está Gon Curiel, está Paco Maya, hay varios", comentaba. Una de las curiosidades de la serie es una idea brillante de Alexis Arroyo, harto del tono monotemático y robótico de las audiodescripciones para espectadores con discapacidad visual. En este caso, el actor Oscar Flores se convierte en la voz de la audiodescripción, pero aportando un punto de vista como narrador que participa con comentarios, chistes propios y hasta odios particulares hacia determinados personajes, lo que hace que el visionado de la serie audiodescrita se convierta en una experiencia diferente al visionado tradicional. Con sus ocho episodios de veinte minutos, Ojitos de huevo es una apuesta por la comedia ácida con un trasfondo social que enriquece sus diálogos, siendo una de las series más entretenidas de este final de año.
SkyShowtime, 19 de noviembre-7 de enero
EE.UU., 2023 - 8x58'
Creada por Ron Nyswaner
Dirigida por Daniel Minahan, Destiny Ekaragha, James Kent, Uta Briesewitz
Globos de Oro '24: Nominada Miniserie, Actor
Critics Choice '24: Nominada Miniserie, Actor, Actor de reparto
Desarrollada a lo largo de cuatro décadas, la novela de Thomas Mallon Los Lavanda (Fellow travelers) (2007, Ed. Plata) describe una historia de amor entre dos hombres que siempre se mantiene en secreto, sometida a las diferentes amenazas que la rodean, pero también impulsada por las propias decisiones de sus protagonistas. Mientras que la historia literaria comienza en los años noventa y se traslada después a los cincuenta, la adaptación como serie utiliza el habitual formato de los tiempos paralelos para describir esta relación en sus diferentes etapas, con sus altibajos, sus encuentros y sus separaciones. Al mismo tiempo que la persecución anticomunista bajo la presidencia de Dwight D. Eisenhower, conocida como Terror Rojo, se produjo otra caza de brujas para impedir, mediante Orden Ejecutiva del gobierno, que personas que practicaran "perversiones sexuales" pudieran trabajar para el Estado, lo que en la práctica se convirtió en una persecución contra gays y lesbianas, en lo que se denominó Terror Lavanda, que provocó que entre 5.000 y 10.000 trabajadores perdieran sus puestos de trabajo. En este contexto, se conocen Hawk Fuller (Matt Boomer), un funcionario del Departamento de Estado, y Tim Laughlin (Jonathan Bailey), un joven aspirante a periodista que mantiene sus creencias religiosas, lo que le provoca una cierta desafección con sus deseos sexuales. Para Hawk, sin embargo, llevar una doble vida forma parte de su propia personalidad, un arribista que ha sabido adaptarse a la vida pública de heterosexual mientras mantiene discretos encuentros esporádicos con hombres y que, por suerte o por inteligencia, consigue salir siempre bien librado, incluso cuando se levantan sospechas de sus actividades privadas, lo que él denomina "tener un chaleco antibalas".
Tras conseguir a Tim un trabajo en la oficina de Joe McCarthy (Chris Bauer), del que este último es un gran admirador por su lucha contra el comunismo, ambos comienzan una relación que para Tim acabará siendo obsesiva, incapaz de librarse de sus sentimientos por mucho que Hawkins tenga tendencia a hacerle daño emocionalmente. Sus encuentros sexuales, más explícitos y realistas de lo habitual, mantienen los roles de la dominación y la sumisión, un sometimiento por parte de Tim que es paralelo a su entrega a la fe. La sensualidad que desprenden Matt Boomer y Jonathan Bailey, conocido por su participación en Los Bridgerton (Netflix, 2020-), parece natural, y el manejo de las contradicciones de sus personajes a lo largo de una historia de amor en la que nunca se pronuncia la palabra "amor", es sobrecogedora. La representación de una sexualidad violenta y sucia, también en los encuentros de cruising en servicios públicos y parques, consigue expresar la radicalidad de la relación. Pero lo interesante es el retrato de unos personajes imperfectos que a veces toman decisiones a favor de sus propios intereses. En paralelo a los protagonistas, se narra también la relación entre el periodista Marcus Hooks (Jelani Alladin), quien siempre está temeroso de ser detenido y tirar su carrera por la borda, y Frankie (Noah J. Ricketts), sobre el que se añade la transfobia de la propia comunidad homosexual. Mucho más romántica, esta relación también está marcada por los secretos y el dolor, incluso cuando Frankie reprocha a Marcus su falta de compromiso en un entorno más solidario como el San Francisco de los años 70. Aunque también se incluye una relación lésbica, hay poco espacio para las mujeres en esta historia, excepto por el excelente retrato de Lucy (Allison Williams), una esposa que conoce y acepta con dificultad los deseos sexuales de su marido.
La novela de Thomas Mallon llegó a convertirse en una ópera, Fellow travelers (2016), con música de Gregory Spears, lo que subraya una cierta épica en esta descripción de dos amantes en medio de persecuciones (en los 50) y abandonos (en los 80) contra la comunidad homosexual por parte del gobierno. La adaptación de Ron Nyswaner, ganador del Oscar por la rompedora película Philadelphia (Jonathan Demme, 1983) y guionista también de Mi policía (Michael Grandage, 2022) se detiene más que la novela en la epidemia del Sida y la falta de acción del gobierno de Ronald Reagan que provocó la muerte de miles de personas. Hay en esta crónica ambiciosa en torno a las amenazas que ha sufrido durante décadas la homosexualidad, ciertas reminiscencias de la gran Ángeles en América (HBO Max, 2003), aunque sin llegar a ser tan relevante en su construcción de una atmósfera de auténtico terror. A veces puede ser algo densa en los episodios dedicados al macartismo, prácticamente la primera mitad de la temporada, mientras que el retrato de los años sesenta con la guerra de Vietnam como trasfondo en el episodio Más allá de toda medida (T1E6) consolida una historia de amor imposible, para desembocar en un espléndido reflejo de las consecuencias del asesinato de Harvey Milk en Noches en vela (T1E7). Quizás con un final demasiado sentimental, aunque al menos hay que otorgarle a estos personajes algún toque de romanticismo, Compañeros de ruta (SkyShowtime, 2023) es un excelente drama que traza una mirada política a los momentos históricos más importantes de la comunidad gay en Estados Unidos.
The newsreader (Temp. 2) ★★★★☆ Cosmo, 20 de noviembre-18 de diciembre
Australia, 2023 - 6x52'
Creada por Michael Lucas
Dirigida por Emma Freeman
Esta reseña contiene spoilers de la primera temporada.
Una de las series australianas que mejor recorrido internacional ha tenido en los últimos años, después de una primera temporada que reunió una media de 1,5 millones de espectadores en su país y, sobre todo, a raíz de su buena acogida de público y crítica en Gran Bretaña. The Newsreader (Cosmo, 2021-) consiguió también ganar cinco premios de la Academia Australiana de Artes Cinematográficas y de Televisión (AACTA) en la edición de 2021, entre ellos Mejor Serie Dramática, Mejor Dirección y Mejor Actriz (Ana Torv), compitiendo con otras producciones conocidas en España como Mr. Inbetween (Disney+, 2018-2021), Total control (Filmin, 2019-) o Wakefield (Filmin, 2021). La serie se desarrolla en el ambiente de un canal de televisión ficticio alrededor del programa de noticias estrella de la cadena, News at Six, pero al margen de estar ambientada en la década de los ochenta, hay notables diferencias con el tono más telenovelesco de The Morning Show (Apple tv+, 2019-), por ejemplo, y la descripción de la información periodística en el pasado le permite abordar algunas realidades sociales de una forma mucho más profunda. Aunque se centra sobre todo en la relación entre los presentadores Helen Norville (Anna Torv) y Dale Jennings (Sam Reid), que al comienzo de la segunda temporada parece más consolidada, una vez que ambos se han confesado sus íntimos secretos y han estado de acuerdo en dejarlos escondidos mientras se convierten en la pareja de moda del canal de televisión. Pero esos mismos secretos les pondrán a prueba a lo largo de la temporada, especialmente en los episodios Codicia y miedo (T2E3) y Fuegos artificiales (T2E6). El perfil de unos periodistas que se convierten en noticia es uno de los temas recurrentes de esta segunda entrega, regresando de nuevo en Una hija modélica (T2E5), pero esta vez afectando al veterano presentador Geoff Walters (Robert Taylor), que aún sigue enfrentado con Helen Norville.
Ambientada en esta ocasión en 1987, The newsreader sabe cómo desembarazarse del peligro de ser un drama sentimental, con alguna otra pareja formada dentro de la redacción y la aparición de un nuevo personaje, el cómico Gerry Carroll (Rory Fleck Byrne), que parece desestabilizar la fachada externa de la pareja principal. Pero el enfoque de la historia central se amplía hacia acontecimientos relevantes sucedidos en Australia a finales de los ochenta. Algunos pueden resultarnos algo distantes o poco conocidos, pero son utilizados hábilmente para plantear reflexiones más universales, como la masacre de Hoddle Street, un suburbio de Melbourne, ocurrida el 9 de agosto de 1987 en la que el cadete de 19 años Julian Knight mató a siete personas e hirió gravemente a otras diecinueve, en lo que se consideró la más sangrienta de la historia de Australia, y que en Personas como tú y como yo (T2E2) plantea un debate sobre la ética periodística. O la celebración del bicentenario de la llegada del capitán Arthur Phillip al Puerto de Sidney en 1788, que en La verdad hambrienta (T2E4) desarrolla cuestiones relacionadas con los derechos de los aborígenes y la innecesaria conmemoración de una invasión. Alrededor de las tramas principales de cada episodio, regresan temas como la homofobia de las instituciones durante la pandemia del SIDA, la estigmatización de las enfermedades mentales, el control de la información o la misoginia en salas de redacción, junto a cuestiones nuevas como la crisis de la heroína. En este sentido, uno de los personajes más interesantes sigue siendo el jefe de redacción Lindsay Cunningham (William McInnes), que resulta tan maleducado y conspirador que incluso provoca ternura, y que en esta ocasión tiene que lidiar con un nuevo propietario, Charlie Tate (Daniel Gillies), con una perspectiva de las noticias más comercial que realmente informativa.
Hay un gran trabajo de actores en
The newsreader, y precisamente la relevancia internacional que han adquirido en los últimos meses sus dos protagonistas principales hacían albergar dudas al creador de la serie Michael Lucas de poder llevar a cabo una tercera temporada. Anna Torv ya es una actriz reconocida por series como
Fringe (Prime Video, 2008-2013) y
Mindhunter (Netflix, 2017-2019), pero este año participó en el espectacular éxito de
The last of us (HBO Max, 2023-), mientras que Sam Reid fue el vampiro Lestat en
Entrevista con el vampiro (AMC+, 2022-). Sin embargo, la cadena australiana ABC confirmó a principios de octubre pasado que se había dado luz verde a una tercera temporada, por lo que será necesario ajustar las agendas de los actores. Posiblemente una de las mejores series sobre el mundo de la televisión,
The newsreader regresa con una segunda temporada que brilla al mismo nivel que la primera, que también está disponible bajo demanda en Cosmo On.
SundanceTV, 23 de noviembre
Finlandia, 2023 - 8x52'
Creada por Timo Varpio, Olli Haikka, Olli Tola Kristiansen
Dirigida por Teppo Airaksinen
Una de las propuestas más interesantes procedentes de Finlandia este año ha sido esta serie rodada en la región de Rovaniemi, la capital administrativa de Laponia que está considerada como el hogar oficial de Papá Noel. La historia ofrece una vuelta de tuerca al procedimental policial, proponiendo casos diferentes en cada episodio que deben investigar la agente de policía Maria Pudas (Saara Kotkaniemi) y su compañero Samu Pajala (Karim Rapatti) en una de las regiones más hostiles desde el punto de vista climático. Los casos están basados en hechos reales, pero adaptados desde el punto de vista de la ficción narrativa, aunque no se enfoca tanto en la dificultad que supone encontrar al culpable, al que conocemos casi desde el principio, sino en mostrar a personas normales que, empujadas por determinadas circunstancias, se convierten en criminales. El hecho de que la serie esté dirigida por Teppo Airaksinen, más habituado a la comedia, que ganó una Mención Especial en Cannes por su cortometraje The celling (2017), indica el tono que se desprende de la serie, con un sentido del humor seco muy característico del carácter finlandés. Pero la aportación más singular de la serie, que ha sido coproducida por AMC Networks International, lo que garantiza su estreno internacional, es que mezcla la estructura procedimental con una trama horizontal que también tiene a Maria Pudas como protagonista. Ella fue campeona de boxeo pero se retiró cansada del mundo del deporte para dedicarse a su trabajo como policía y a su familia, formada por su esposa Essi (Iina Kuustonen) y sus dos hijos. Pero cuando su madre Anna-Liisa (Katiriina Kaitue) le revela que su padre Esko (Eero Saarinen) ha acumulado una deuda de 500.000 euros, la única opción que le queda a Maria es volver a entrenar para organizar un combate especial cuyas ventas de derechos le permitirán pagar la deuda de su familia. De forma que Puños de hierro (Sundance TV, 2023) se acaba convirtiendo en una mezcla peculiar entre un procedimental policial y una historia deportiva, manteniendo el equilibrio con sorprendente eficacia. Resultan igual de interesantes los casos conclusivos de cada episodio que las vicisitudes que debe afrontar Niko (Heikki Ranta), el hermano de Maria, para conseguir negociar el mejor acuerdo posible con los agentes de la rival de la boxeadora para asegurar su regreso al ring.
La serie ha sido creada y escrita por Timo Varpio, responsable del thriller periodístico Enemiga del pueblo (Filmin, 2022) junto a Olli Haikka y Olli Tola, que trabajaron juntos en Ártico (Cosmo, 2018-), y cuenta por tanto con la veteranía de tres de los guionistas finlandeses de mayor éxito internacional. Aunque resulta algo decepcionante que alguna trama no termine de resolverse, dejando abierta la posibilidad de una nueva temporada, Puños de hierro consigue mezclar el sentido del humor en la descripción de una comisaría de policía en la que no hay demasiada prisa por resolver los casos, con una cierta ruptura narrativa de los thrillers policiales y al mismo tiempo la introducción de los elementos de superación personal en torno al mundo del deporte. De forma que se consigue construir una propuesta original utilizando elementos tradicionales.
La espada de diamante ★★★★☆ XTRM, 24 de noviembre
Kazajistán, 2019 - 10x40'
Creada por Smagul Yelubai, Timur Zhaksylykov, Rustem Abdrashev
Dirigida por Rustem Abdrashev
La ambiciosa adaptación que traslada a la pantalla los orígenes de Kazajistán a partir de la escisión de diversas tribus túrquicas descendientes de Gengis Khan se estrenó inicialmente como el largometraje Diamond sword (Rustem Abdrashev, 2016), pero se rodó con la clara vocación de ofrecer una versión ampliada en formato de serie de diez episodios. La historia está basada en el libro Khan Ken (1969), primer volumen de la trilogía Nómadas (1969-1973), escrita por Ilʹjas Esenberlin (1915-1983, Kazajistán), considerada una de las aproximaciones históricas más certeras en torno al nacimiento del país. Con la intención de ofrecer una visión épica, el Ministerio de Cultura aportó unos 3 millones de dólares para la producción, aunque fueron insuficientes para una serie que necesitaba el doble de presupuesto y los responsables iniciaron una campaña de crowdfunding para implicar a los ciudadanos de Kazajistán, consiguiendo casi un millón de dólares más. De forma que esta versión de casi seis horas se centra en la formación del denominado Kanato Kazajo (reino kazajo), que comenzó en 1459 cuando varias tribus uzbekas, insatisfechas con el gobierno central, fueron lideradas por los sultanes Janibek (Yerkebulan Dayirov) y Kerey (Kairat Kemalov), a los que se considera los fundadores de la actual Kazajistán. Enfrentados con el Gran Kan Shaybanshah (Doskhan Zholzhaksynov), quien intenta tenderles una trampa en La cacería del Kan (T1E2), ambos lideran a un amplio grupo de nómadas en lo que se ha denominado El gran Éxodo (T1E6), llegando hasta Mogolistán, donde se asentaron y establecieron un Estado independiente. En los últimos años otros directores se han especializado en una línea de películas históricas que tratan la formación de Kazajistán a través de sus grandes protagonistas heroicos, como Tomiris (Akan Satayev, 2019), en torno a la que es considerada reina de la estepa, o Dawn of the Great Steppe (Akan Satayev, 2022), centrada en el sultán Kasym Khan.
La serie ofrece una puesta en escena suntuosa que se beneficia de los amplios paisajes de la estepa kazaja y de algunos palacios que permanecen en pie, pero sobre todo de un vestuario colorista de Sabit Kurmanbekov y Umirzak Shmanov que representa los tradicionales ornamentos de los soldados y los elaborados vestidos de las mujeres. Con la participación de varios centenares de extras, el director Rustem Abdrashev (1970, Kazajistán), conocido internacionalmente por su película El regalo de Stalin (2008), trata de ofrecer una visión épica en los enfrentamientos entre las diversas tribus nómadas, pero sobre todo en los primeros episodios se nota demasiado el presupuesto ajustado y es mucho menos espectacular de lo que quiere ser. Funciona mejor cuando se centra en las intrigas internas entre los diferentes reyes o en las maniobras de una de las esposas (Zhanar Sahat) del Kan Shaybanshah dentro del palacio, quien incluso trata de malmeter a su propio hijo contra su nieto para usurparle su futuro trono, en el episodio El gran Éxodo (T1E6). A veces la historia se ralentiza deteniéndose en demasiadas secuencias largas de soldados atravesando la estepa o de los nómadas protagonizando el éxodo que se produjo en 1465, tratando de incorporar un tono de gran espectáculo, y en algunas ocasiones hay sonoros fallos técnicos en los efectos visuales.
Da la impresión de que la serie se podría haber beneficiado de una mayor concreción en los diez episodios de los que está compuesta, aunque la larga duración de los créditos iniciales y finales contribuye a que los capítulos no sean excesivamente largos. La espada de diamante (XTRM, 2017) es una serie hermosa en los aspectos artísticos y está adecuadamente interpretada por algunos de los actores más populares de Rusia, Mongolia y Uzbekistán, con una presencia algo más anecdótica de los personajes femeninos, reducidos a mujeres intrigantes en el interior de los palacios. Aunque su presencia también destaca en el campo de batalla, especialmente en los enfrentamientos con los oirates en los episodios La tierra prometida (T1E8) y El duelo (T1E9), que están mucho mejor elaborados a nivel de planificación y de espectacularidad. La serie introduce a un narrador que sirve para aclarar los hechos históricos, lo cual a veces resulta necesario, pero cuyas intervenciones parecen querer impulsar el sentimiento patriótico. La espada de diamante es una producción interesante que recupera un tono de serie histórica que últimamente no se suele encontrar de forma habitual, se beneficia de sus elementos artísticos y aprovecha en buena medida su bajo presupuesto con cierta mirada ambiciosa. Esta temporada solamente adapta la historia que se contaba en la película Diamond sword (Rustem Abdrashev, 2016), de la que posteriormente se realizó una secuela titulada Golden Throne (Rustem Abdrashev, 2019), presentada por Kazajistán como su candidata a los Oscar en 2020, que a su vez se convirtió en la segunda temporada de la serie.
RTVE Play, 28 de noviembre
España, 2023 - 8x35'
Creada por Aina Clotet, Sergi Cameron
Escrita por Aina Clotet, Valentina Viso, Daniel González
Dirigida por Aina Clotet, Mar Coll, Celia Giraldo, Sara Fantova
Prix Europa '23: Mejor Serie de Ficción
Premios Feroz '24: Nominada Serie de Comedia
Las dos parejas más "cringe" del año, las que se acomodan en la provocación de vergüenza ajena, posiblemente sean los personajes que interpretan Nathan Fielder y Emma Stone en The curse (SkyShowtime, 2023) y los dos protagonistas que encarnan Aina Clotet y Marcel Borràs en Esto no es Suecia (RTVE Play, 2023). Ambas parejas encajan perfectamente en la definición de pijoprogres o ecopijos, una generación que tiene una mentalidad que pretende ser solidaria (el personaje de Emma Stone con los indígenas y los hispanos en el barrio de La Española y Aina Clotet con su negocio de alfombras artesanales marroquíes), pero tergiversando los elementos de la solidaridad en su propio beneficio. En el caso de los segundos tiene más mérito porque en cierta manera Marian (Aina Clotet) y Samu (Marcel Borràs) son reflejos irónicos de la propia experiencia como padres de sus intérpretes, pareja en la vida real, que también decidieron mudarse fuera de Barcelona para educar a sus dos hijos en un entorno menos urbano y más cercano a la naturaleza. La pareja protagonista acaba de llegar a Vallvidrera, un barrio en las afueras que vive con la contradicción de estar rodeado de bosque pero al mismo tiempo verse representado por la alta Torre de Collserola, una torre de telecomunicaciones construida en 1992 que parece un monumento a todo aquello de lo que huyen Marian y Samu. Él ha renunciado a su carrera profesional para dedicarse a educar a sus hijos en casa, mientras que ella trata de poner en marcha un negocio de alfombras marroquíes elaboradas en una zona de inmigrantes, mientras se enfrentan a las inseguridades como padres.
Marian es una mujer insatisfecha que trata de reemplazar sus decepciones con la construcción de una vida supuestamente idílica en la que quiere convertirse en la madre que nunca ha tenido, marcada por el reproche hacia la educación que le dieron sus propios padres. "¿Tú crees que se puede ser una buena madre si no has sido una buena hija?", pregunta a su amigo Curro (Iván Massagué) cuando hace una escapada en la que intenta recuperar algo de la vida despreocupada que tenía antes de tener hijos en el episodio La familia (T1E5). El título de la serie hace referencia a esa mirada de admiración que desde el sur de Europa se tiene hacia los países nórdicos en relación con la educación, cuyo alto grado de efectividad se muestra como un objetivo difícil de alcanzar, aunque esté lleno de tópicos y de realidades que no son exactamente ciertas. Marian convierte en una especie de referente a su vecina Annika (Liv Mjönes, actriz de series como
Händelser vid vatten (Blackwater) (SVT, 2023)), una mujer sueca que vive con sus dos hijos y su madre Frida (Ia Langhammer), pero un suceso inesperado la lleva a obsesionarse cada vez más con ella, sintiendo la necesidad de conocer mejor su entorno y su vida, en algo que parece cercano a un enamoramiento.
Esto no es Suecia se toma a broma la tendencia a las comparaciones a partir de conocimientos parciales de la realidad de determinadas sociedades (países como Finlandia o Suecia tienen tasas de suicidios entre jóvenes muy superiores a las de España). Y en este sentido consigue mantener un equilibrio acertado entre el drama de unos padres que incluso como pareja están rodeados de dudas y la mirada satírica hacia determinados comportamientos que pueden ser discutibles por irreflexivos, aunque a veces pierde pie tratando de hacer demasiado evidentes algunas situaciones cómicas.
Cada episodio de la serie está dedicado a temas como el sexo, la familia o la conciliación, y parte de un prólogo que muestra unas sesiones de terapia de padres a las que Aina Clotet y Marcel Borràs asistieron en la vida real. De hecho, la terapeuta de estas sesiones fue una de las terapeutas que tuvieron ambos en realidad, así como las madres que aparecen en estos encuentros son vecinas de los dos actores. Es un interesante planteamiento en el que se revelan determinados miedos y actitudes relacionados con la maternidad y la paternidad, como en Conciliación (T1E6) cuando las madres hablan de la dificultad de armonizar sus vidas con la responsabilidad que tienen hacia sus hijos: "Yo cuando me he divorciado, he pensado que ahora mismo lo que mejor me vendría es irme de fiesta, drogarme, no saber ni cómo me llamo y luego ponerme a llorar cinco días seguidos de la resaca. Pero no es posible, tengo que amamantar", dice una de ellas. Mezclando estas realidades con la ficción de una pareja que está descrita desde la ironía, el guión de Aina Clotet, que también ejerce la dirección creativa junto a Mar Coll, logra que unos personajes que se distancian del espectador al comienzo por su capacidad para cometer errores continuamente, especialmente en las decisiones que toman hacia su hija Lia (Violeta Sanvisens), acaben siendo lo suficientemente cercanos como para solidarizarnos con sus dudas y sus inseguridades. Esto no es Suecia, que cuenta además con colaboraciones en papeles secundarios con un buen plantel de reconocidos actores catalanes como Nora Navas, Iván Massagué, Tomás del Estal, Mabel Ribera, Pol López o Enric Auquer, acaba siendo una comedia que, a través de un humor soterrado, reflexiona sobre el vértigo que provoca la educación de los hijos.
Reservation dogs (Temp. 3 y Final) ★★★★★ Disney+, 29 de noviembre
EE.UU., 2023 - 10x30'
Creada por Sterlin Harjo, Taika Waititi
Dirigida por Danis Goulet, Tazbah Chavez, Blackhorse Lowe, Devery Jacobs, Erica Tremblay, Sterlin Harjo
Podría parecer que el final de la segunda temporada era lo suficientemente cerrado como para que esta serie creada por Sterlin Harjo (1980, Oklahoma) concluyera de forma adecuada, con una despedida que en cierta manera suponía una asimilación del trauma como una experiencia vital para el grupo de amigos que protagoniza la historia. En realidad, la serie estaba concebida originalmente para cuatro o cinco temporadas, pero el creador ha afirmado en varias entrevistas que el final siempre había sido pensado en relación con el sentido de comunidad, por lo que esta tercera temporada necesitaba contar el regreso de los protagonistas a Okern (Oklahoma). A lo largo de sus tres temporadas han estado presentes en Reservation dogs (Disney+, 2021-2023) temas como la amistad, la familia y, sobre todo, el sentido de comunidad, no solo como una representación de la identidad indígena que reivindica la serie, sino sobre todo como un sentimiento de unidad que se ha visto reflejado en aquellos episodios en los que la muerte (los funerales) han estado presentes, como el hermoso Mabel (T2E3) y, en este caso, el episodio final Ahonda (T3E10). Aunque siempre ha estado presente el peso de los antepasados, representado en el divertido William Knifeman (Dallas Goldtooth), el espíritu de un indio que murió en la batalla de Little Big Horn, y que se aparece de vez en cuando a Bear (D'Pharaoh Woon-A-Tai). Pero es en esta última entrega donde el pasado está mucho más presente, consiguiendo algunos de los mejores momentos de la serie, y por tanto redondeando el equilibrio perfecto entre comedia y drama que ha conseguido a lo largo de su desarrollo.
De hecho, una de las posibles temporadas no realizadas de Reservation dogs iba a desarrollarse completamente en los años setenta, contando la historia de los personajes mayores cuando eran jóvenes, como el tío Brownie (Gary Farmer), Bucky (Wes Studi), Mabel (Geraldine Keams), la abuela Irene (Casey Camp-Horinek) y Fixico (Richard Ray Whitman), ahora en relación con el nuevo personaje de Maximus (Graham Greene). pero al final se quedó en un único y espléndido episodio, La casa hecha de bongs (T3E5), dirigido por Blackhorse Lowe, uno de los habituales de la serie, que tiene lugar en 1976. Esta relevancia del pasado en las vidas presentes se representa a través de este nuevo personaje, interpretado por el veterano Graham Greene, que aparece por primera vez en Maximus (T3E2), un episodio de revelación para Bear, en el que este anciano solitario, obsesionado con los extraterrestres, protagoniza uno de los momentos más surrealistas y mágicos de la serie, pero que está conectado con otro trauma que se aborda por primera vez: la brutalidad de los internados para niños indígenas. Está presente sobre todo en Mujer ciervo (T3E3), que supone el regreso del personaje mitológico de esta mujer ciervo (Kaniehtiio Horn) a la que hizo referencia Big (Zahn McClarnon) cuando le contó a Cheese (Lane Factor) por qué se hizo policía en el episodio de la primera temporada Ven por amor (T1E5). Se trata de una representación de la cultura indígena que no solo está conectada con el pasado, sino también con una realidad actual. El Centro de Recursos sobre Ley Indígena de Estados Unidos publicó un estudio en el que concluía que "cuatro de cada cinco mujeres indígenas americanas ha sufrido violencia, y una de cada dos ha sufrido violencia sexual".
Si a lo largo de la serie los personajes principales han sentido la necesidad de marcharse de la pequeña reserva en la que viven, esa juventud que necesita salir de su entorno para desarrollarse,
Reservation dogs va situando a cada uno de ellos como una parte esencial de su entorno, con hermosos episodios de amistad como
Bocata de Frankfurter (T3E6), en el que los veteranos llevan a Cheese de acampada al bosque, recuperando el espíritu de las antiguas reuniones. La implicación de la joven actriz Devery Jacobs como guionista de la serie ha ido aumentando desde la primera temporada, especialmente aportando el desarrollo de su personaje Elora, y ella es la guionista principal de
El padre de Elora (T3E9), que cuenta con un invitado especial, y que supone también el reencuentro con el pasado y la confrontación de ciertas ideas preconcebidas, en un episodio que es nuevamente una reivindicación de la familia en su sentido más amplio. La huella que ha dejado
Reservation dogs, especialmente en la forma que la comunidad indígena está manifestando la necesidad de contar ellos mismos sus propias historias, seguramente será relevante en un Hollywood que tradicionalmente les ha dado la espalda o les ha representado de una forma torticera. El último episodio de la serie se emitió el mismo día que terminaba la huelga de guionistas, a finales de septiembre, en cuyos piquetes se celebró un Día Nativo, lo que expresa en cierta manera el cambio que se ha estado produciendo en los últimos años. Pero sobre todo
Reservation dogs se ha manifestado, como otras series recientemente concluidas de FX, en el caso de
Atlanta (Disney+, 2016-2022) o
Better things (Disney+, 2016-2022), como una propuesta que ha ido desplegando una libertad creativa sorprendente y desinhibida, que incluso le permite concluir el episodio
Viernes de encierro (T3E4), el más relajado de toda la temporada, con una divertida toma falsa. Si al comienzo de la serie Okern era un lugar del que los amigos sentían la necesidad de escapar, el arco emocional de los personajes les ha llevado por un viaje personal hacia la madurez, y aunque algunos de ellos siguen sintiendo esa necesidad, todos están definitivamente comprometidos con el sentido de comunidad. Es la perfecta conclusión de una serie sobresaliente.
Slow horses (Temp. 3) ★★★★★ Apple tv+, 29 de noviembre-27 de diciembre
Reino Unido, 2023 - 6x45'
Creada por Will Smith
Dirigida por Saul Metzstein
BAFTA Awards '24: Mejor Edición, Mejor Sonido
La maquinaria de una de las mejores series de espías de los últimos años está lo suficiente engrasada como para que funcione casi sin esfuerzo, aunque la trama de esta tercera entrega contenga demasiados clichés y el personaje de Jack Lamb (Gary Oldman) empiece a correr el riesgo de convertirse en una caricatura de ese rebelde de comportamiento zafio y tendencia a mirar la ducha desde la distancia. En el libro en el que está basado esta temporada,
Tigres de verdad (2016, Ed. Salamandra), se describe el olor a calcetines sucios del despacho de Jack Lamb como "
el cuarto peor olor de cuantos Louisa recordaba haber percibido en aquella estancia". Se trata de la tercera novela de la serie de La Casa de la Ciénaga que ha escrito Mick Herron (1963, Reino Unido), y de la que el pasado mes de septiembre se editó la última parte por el momento,
The secret hours (2023), que todavía no está publicada en España. La historia introduce una trama principal en la que el secuestro de Catherine Standish (Saskia Reeves) esconde una amenaza interna dentro del MI5, secretos encubiertos y un posible asesinato ocurrido en el pasado. Uno de los elementos nuevos en la temporada es la introducción del personaje de Sean Donovan, que permite contar como estrella invitada con el actor Ṣọpẹ Dìrísù, conocido sobre todo por su papel protagonista en
Gangs of London (Sky, 2020-). Aunque en el libro este personaje tuvo una relación personal en el pasado con Catherine que explica mejor que en la serie la razón por la que decide secuestrarla a ella precisamente. El comienzo de la temporada en Estambul incluye una persecución que demuestra unos mayores niveles de producción, pero al mismo tiempo parece parodiar las habituales secuencias de acción pre-créditos de las películas de James Bond, porque
Slow horses (Apple tv+, 2022-) es una serie que muestra el lado más mundano, a veces sucio, de los espías.
El trasfondo más interesante de esta temporada, que se coloca en paralelo a esta Casa de la Ciénaga formada por agentes "defectuosos" pero a los que la dirección central prefiere mantener controlados, es la forma en que el mundo de los espías ha cambiado en las últimas décadas. El personaje de Diana Taverner (Kristin Scott Thomas) lo describe de una forma particularmente certera en el libro: "
Antes las cosas eran bastante más simples, estaba el servicio secreto y estaban los enemigos de Gran Bretaña. Ahora estamos demasiado ocupados en monitorizar las llamadas telefónicas del país entero". La línea divisoria entre enemigos y amigos se ha difuminado tanto que ni siquiera son capaces de distinguirlos, y la trama de espionaje interno y secretos que describe esta nueva historia abunda en esta idea. La serie tiene una especial habilidad para construirse como un juego divertido que al mismo tiempo deriva hacia temas más serios, como en el episodio
Negotiating with tigers (T1E3). Y desemboca en una emboscada en
Cleaning up (T1E5) que, junto a la presencia de Ṣọpẹ Dìrísù, nos hace pensar que estamos viendo una nueva entrega de
Gangs of London, pero con sentido del humor. Aunque lo más destacado es que todos los componentes de la Casa de la Ciénaga acaban formando parte de la acción: no solo River Cartwright (Jack Lowden, que este año ha estado igualmente espléndido en la serie sobre atracos
The gold (BBC, 2023-)), sino incluso con la incorporación de Roddy Ho (Christopher Chung), habitualmente pegado a la pantalla del ordenador.
La contraposición entre los diferentes caracteres de River Cartwright y Jack Lamb (en realidad, el primero es una representación joven de lo que alguna vez fue el segundo) sigue funcionando perfectamente, pero las "intrigas palaciegas" dentro del MI5, con la mayor presencia de la Directora General Ingrid Tierney (Sophie Okonedo), a la que habíamos visto en dos episodios en la primera temporada, permiten una dinámica paralela con Diana Tavernier que demuestra la veteranía de dos grandes actrices. Pero como contrapunto funcionan bien el resto de los componentes de la Casa de la Ciénaga, con Luisa (Rosalind Eleazar), recuperándose del trauma de la segunda temporada, y la pareja de espías formada por una drogadicta y un ludópata, Shirley (Aimee-Ffion Edwards) y Marcus (Kadiff Kirwan), que tienen su propia subtrama. Slow horses siempre se ha beneficiado de la escritura llena de cinismo de Will Smith (1971, Reino Unido), lo que en este sentido la acerca a las comedias paródicas que ha escrito junto a Armando Iannucci como Veep (HBO Max, 2012-2019) o Avenue 5 (HBO Max, 2020-2022), pero en este caso suele enfrentarse a los guiones en solitario. Esto permite una robustez dramatúrgica que hace que incluso cambiando al director principal cada temporada, en esta ocasión en manos de Saul Metzstein (1970, Reino Unido), responsable de algunos episodios de la popular comedia Brassic (Filmin, 2019-), la historia fluya con absoluta eficacia. El planteamiento de producción que consiste en rodar dos temporadas de forma continuada permite al final de ésta se muestren imágenes de la siguiente entrega, basada en el cuarto libro, La calle de los espías (2017, Ed. Salamandra), que comienza nada menos que con una explosión en un centro comercial.
SIDA: Testimonios en primera persona ★★★★★ Movistar+, 1-15 de diciembre
Reino Unido, 2022 - 3x58'
Creada por Mark Henderson
Dirigida por Mark Henderson
Sin apenas promoción, casi como un documental de catálogo para cubrir el Día Mundial del SIDA, a Movistar+ se le ha colado uno de los documentales más conmovedores sobre los años de la pandemia del SIDA que se han realizado recientemente. Estrenada en junio de 2022 en Inglaterra,
SIDA: Testimonios en primera persona (Movistar+, 2022) presenta el relato de cómo llegó la enfermedad a Gran Bretaña a partir de entrevistas con quienes vivieron esos momentos de auténtico terror que tan acertadamente describió Russell T. Davies en su miniserie
It's a sin (HBO Max, 2021), que podría ser un complemento perfecto para este documental. Pero la propuesta de la BBC tiene una particularidad interesante: los principales relatos provienen de grabaciones en audio de entrevistas que realizaron investigadores independientes entre los años ochenta y los noventa, en medio de la eclosión de la pandemia, que han sido archivadas en la Biblioteca Británica. Al tratarse de audios solamente, se han utilizado actores para interpretar a las personas entrevistadas, sincronizando sus labios con las voces originales, en una técnica parecida a la que posteriormente se utilizó (de una forma más compleja) en la docuserie
El poltergeist de Enfield (Apple tv+, 2023). Esto provoca esa sensación extraña al estar escuchando voces de personas que suponemos que fueron finalmente derrotadas por una enfermedad cruel y devastadora, lo que añade una emoción constante a lo largo de la serie. Es cierto que hay actores que encajan mejor las voces y los gestos que otros, particularmente Luke Hornsby, el protagonista del cartel de la serie, que ha participado en películas como
1917 (Sam Mendes, 2019), hace un excelente trabajo al interpretar el relato de John, uno de los principales protagonistas de estas grabaciones. La falta de interés de Movistar+ hace que en la versión en castellano se doblen precisamente las intervenciones de estos actores, por lo que se ocultan las voces originales, que es uno de los principales puntos de interés de la serie. Es, por tanto, más recomendable verla en versión original subtitulada.
El título original,
AIDS: The unheard voices, hace referencia a unos relatos que no se habían escuchado hasta ahora, pero que tienen el interés de hablar desde el momento de la pandemia, desde el presente de una enfermedad que en aquella época estaba considerada una sentencia de muerte. También hay otro tipo de testimonios, el de los supervivientes que hablan desde la actualidad, algunos de ellos parejas sentimentales de quienes murieron, como Terry Higgins, que está considerado como una de las primeras víctimas del SIDA en Gran Bretaña. Algunos de sus amigos le recuerdan como el alma de las fiestas de Heaven, uno de los más populares locales de ambiente gay de los años ochenta en Londres, un espacio de libertad donde el sexo furtivo y las drogas eran habituales, pero recordando que en el exterior existía la posibilidad de ser arrestado, aunque la homosexualidad estuviera despenalizada desde hacía años. Narrado por el actor Russell Tovey, al que hemos visto recientemente en la serie
Juice (BBC, 2023), los relatos comienzan en 1982, y muestran cómo las noticias de un extraño cáncer que estaba afectando a la comunidad gay en Estados Unidos se veían desde Inglaterra como algo lejano. A partir de la muerte de Terry Higgins, su pareja Rupert Whitaker, uno de los entrevistados del documental, creó junto a Martyn Butler un fideicomiso en su nombre que se convertiría en la primera organización benéfica para responder a la epidemia del VIH. Estructurada en tres partes bien definidas, el episodio
Ignorancia (T1E1) ofrece un contexto certero que acaba con la irrupción de la enfermedad de una forma devastadora, mientras que en
La generación del sida (T1E2), que comienza en 1986, se describe la manera en que el desinterés de la administración pública y la homofobia presente en los medios de comunicación contribuyeron a una desinformación que solo era contrarrestada por las organizaciones independientes cuyas centralitas estaban saturadas de llamadas telefónicas. El SIDA tuvo a los dos peores gobernantes que pudo tener en los países más influyentes: Ronald Reagan y Margaret Thatcher, cuyas ideologías conservadoras frenaron la respuesta que hubiera sido necesaria. Cuando el gobierno británico decidió lanzar una campaña de información en los medios de comunicación, lo hizo con un spot que dirigió Nicolas Roeg, quien había sido el responsable de una película de misterio y terror como
Amenaza en la sombra (1973). La campaña se basaba en dos spots titulados
SIDA: Monolith (1987) y
SIDA: Iceberg (1987), y se concibió como una amenaza terrorífica. "
Fue menos ofensiva de lo que podría haber sido, pero aún sí seguía estigmatizando. Era una campaña aterradora", comenta la activista Lisa Power.
El último episodio, Lázaro (T1E3) comienza en 1992, cuando el activismo de la comunidad LGTBIQ+ frente a la inacción del gobierno británico había desarrollado una red de información que contrarrestaba las campañas aterradoras oficiales y la homofobia de los titulares de los periódicos. Dos acontecimientos, sin embargo, cambiaron la percepción en torno al VIH: la visita en 1987 de Lady Di al principal hospital especializado en tratar a enfermos de SIDA, donde la fotografía de la princesa dando la mano a un paciente fue un salto cualitativo en la percepción que se tenía sobre una enfermedad que muchos creían que se contagiaba con el simple contacto, y también la muerte de Freddie Mercury en 1991, que mostró asimismo el alcance de la pandemia. Curiosamente, sin embargo, el gobierno de Margaret Thatcher seguía dando pasos para desarrollar leyes anti-homosexualidad, aprobando en 1988 la llamada Section 28, que prohibía la "promoción de la homosexualidad" en las escuelas, impidiendo de camino la información sobre las medidas para evitar la propagación del SIDA. "Yo estaba en mi turno de guardia viendo personas morir, y el gobierno estaba sacando una ley anti-gay en medio de todo eso", recuerda el enfermero Leigh Chislett. La llegada de los primeros tratamientos en 1995 también estuvo rodeada de controversia, especialmente por los efectos devastadores del AZT, que acabó matando a muchos enfermos. Si bien SIDA: Testimonios en primera persona puede abundar en una crónica de la epidemia que hemos visto otras veces, la utilización de las entrevistas originales le da una perspectiva diferente porque cuenta experiencias personales que no solo estaban marcadas por el dolor o el miedo, sino también por la alegría y cierto hedonismo de unas personas que se liberaban en clubes nocturnos. Y tiene momentos auténticamente emocionantes sobre cómo el ser humano pudo construir redes de solidaridad frente al desinterés y la reacción tardía de los gobiernos.
Filmin, 5 de diciembre
Reino Unido, 2022 - 5x45'
Creada por Jeff Pope
Dirigida por Paul Andrew Williams
En las últimas semanas se vienen estrenando varias series con la participación de Stephen Graham, aunque con una presencia más o menos secundaria, como
Cadáveres (Netflix, 2023) o
Boiling point (BBC, 2023), inédita en España. Mayor protagonismo tiene en esta producción estrenada en Gran Bretaña en octubre de 2022 que se inspira en hechos reales para abordar la problemática del auge de la extrema derecha.
The walk-in (Filmin, 2022) es una miniserie que adapta en parte dos libros escritos por Matthew F. Collins, quien fue miembro en su juventud de organizaciones fascistas británicas como el Frente Nacional, para posteriormente desligarse de estos grupos y convertirse precisamente en un activista que denuncia el perfil peligroso y violento de sus miembros. Su bio
grafía Hate: My Life in the British Far Right (2012) y el libro
Nazi terrorist - The story of the National Action (2019) son las obras que han inspirado una serie que, al finalizar, deja algunos datos importantes para la reflexión que contradicen la imagen tradicional en torno al terrorismo que podemos tener. Sobre los créditos finales, se afirma que en Gran Bretaña "
2021 fue el cuarto año consecutivo en el que fueron arrestados más miembros de extrema derecha por terrorismo que islamistas", y que "
el supremacismo blanco supone más del 50% de los arrestos por terrorismo". Esta realidad, ahora que personajes extremistas como Meloni en Italia y Milei en Argentina han conseguido el apoyo popular, advierte precisamente sobre los populismos a partir de las acciones de grupos que se encuentran cada vez más cómodos en las sociedades occidentales. La advertencia se extiende a la idea de que algunos de los actos violentos que se pueden producir son obra de lobos solitarios, planteando que son precisamente los discursos de odio y racismo que promueve la extrema derecha los que cultivan la violencia.
La historia comienza adoptando dos puntos de vista irán convergiendo conforme se desarrolla: por un lado, las actividades de Matthew Collins (Stephen Graham) como activista en una publicación anti-fascista y en sus clases como profesor, y por otro lado, la atracción cada vez mayor que siente el joven Robbie Mullen (Andrew Ellis) por Acción Nacional, una asociación neonazi, en cuyas reuniones comienza a sentir ese grado de camaradería y amistad que le falta en su vida personal. Para poder acceder al grupo debe desconectar todas sus redes sociales y comunicarse solo a través de aplicaciones internas, lo que crea esa burbuja necesaria para que ninguna influencia externa pueda introducir elementos de reflexión sobre los discursos que se promueven dentro del grupo. El problema surge cuando se producen acciones de violencia, como el ataque real que sufrió el dentista Sarandev Bhambra en 2015, cuando el neonazi Zack Davies (condenado a 14 años por intento de asesinato) le produjo heridas con un machete y un martillo cuando se encontraba en un supermercado. Y sobre todo el asesinato en plena calle en 2016 de la parlamentaria Jo Cox a manos de Thomas Mair (sentenciado a cadena perpetua), miembro del Frente Nacional. Estas dos acciones de violencia con clara ideología supremacista son descritas en el primer episodio de The walk-in como un punto de partida muy emocional en torno a la responsabilidad de los discursos de odio. Es precisamente Matthew Collins quien denuncia que no se trata solo de ataques aislados como defiende la policía, sino que hay un caldo de cultivo que los alimenta.
El guionista Jeff Pope (1961, Reino Unido) había abordado anteriormente temas relacionados con la violencia en la serie El crimen de Liverpool (ITV, 2017), que también estaba protagonizada por Stephen Graham, y en este caso plantea algunas ideas interesantes sobre cuál es la forma de actuar sobre este tipo de grupos neonazis. Cuando el gobierno decide ilegalizar las actividades de Acción Nacional, Matthew Collins afirma que "esto no los va a detener", porque la victimización es una de las herramientas que utilizan este tipo de organizaciones para justificar sus discursos de odio en contra del Estado. Mientras en la primera parte de la serie hay un enfoque más directo hacia el activista, constantemente amenazado y habitualmente obligado a cambiar de casa junto a su familia debido a los artículos que escribe a través de la revista que publica su organización Hope Not Hate, la serie se va derivando hacia la figura de Robbie Mullen cuando comienza a sentirse incómodo con la forma en que los miembros de Acción nacional justifican la violencia, sobre todo cuando uno de sus líderes, Jack Renshaw (Dean-Charles Chapman), plantea la posibilidad de atacar a otro parlamentario. Robbie Mullen acude a Matthew Collins y la serie adopta el enfoque del infiltrado, pero al mismo tiempo dibuja un perfil más complejo de un joven que sigue teniendo una ideología racista, en parte para justificar su propia incapacidad para conseguir un trabajo decente, pero que no justifica la necesidad de la violencia. Aunque pierde algo del impacto de los dos primeros episodios, The walk-in se mantiene firme en su denuncia de un rebrote de los pensamientos extremistas que a veces es subestimado por la propia policía. La serie está dirigida por Paul Andrew Williams (1973, Reino Unido), del que Filmin también ha estrenado este mes el drama sobre venganza Bull (2023).
BritBox, 7-14 de diciembre
Reino Unido, 2023 - 4x46'
Escrita por Jeff Pope
Dirigida por Paul Andrew Williams
Inédita en España
El estreno más importante de BritBox para estas Navidades es una miniserie de cuatro episodios cuyo título ya indica que tiene la intención de acercarse a la figura de Cary Grant, no desde la perspectiva de la popular estrella de Hollywood, sino desde un punto de vista más personal, el de Archie Lester, su verdadero nombre, una persona que estuvo marcada por una infancia en la pobreza y una evolución como intérprete que podría encajar perfectamente en la frase de "hecho a sí mismo", aunque también ayudado por un atractivo físico que llamó la atención de actrices como Mae West (Lolly Jones), quien le dio la oportunidad de protagonizar Lady Lou. Nacida para pecar (Lowell Sherman, 1933). Pero Archie (BritBox, 2023) no es un biopic del personaje, dedicando más tiempo en el Episodio 1 a su pasado que en el resto de la serie. El joven Archie Lester (Dainton Anderson) es un niño que crece en la pobreza, sufriendo acoso escolar y viendo desde la escalera la desesperación de su madre Elsie (Kara Tointon) mientras friega de rodillas el suelo de la casa, esperando la llegada de un marido violento, Elias (Henry Lloyd-Hughes), del que se sugiere que pudo tener responsabilidad en la muerte de un hermano de Archie. Cuando Elias toma la decisión de internar a Elsie en un manicomio, pero haciendo creer a un Archie adolescente (Oaklee Pendergast) que ella está muerta, éste decide unirse a un grupo de teatro que le llevará hasta Nueva York, donde comienza su carrera artística. Adaptada por Jeff Pope y dirigida por Paul Andrew Williams, responsables también de la miniserie que hemos comentado The walk-in (Filmin, 2022), esta producción se basa en parte en el libro Querido Cary (2011, Ed. Timun Mas), escrito por su cuarta esposa, la actriz Dyan Cannon, y parece recoger algunos de los recuerdos que mostraba su hija Jennifer Grant en el libro publicado el mismo año, Good Stuff: A Reminiscence of My Father, Cary Grant (2011).
Este es quizás uno de los principales problemas de una serie que está producida precisamente por Dyan Cannon y Jennifer Grant, y que se ve restringida por la perspectiva de una persona que posiblemente se adjudique mayor relevancia en la vida de Cary Grant que la que realmente tuvo. Aunque con ella el actor tendría su única hija, Dyan Cannon solo estuvo casada con él durante tres años, muchos menos que los trece años que compartió con la actriz Betsy Drake, su anterior esposa, a la que se menciona solo de pasada y ni siquiera aparece en la serie. La historia se cuenta en retrospectiva a partir de una de las actuaciones en solitario que protagonizó Cary Grant (Jason Isaac) en los ochenta poco antes de su muerte. El one-man-show A conversation with Cary Grant proyectaba fragmentos de sus películas y posteriormente el actor respondía a preguntas del público, convirtiéndose en una especie de confesión honesta sobre su vida que le llevó a una gira por diferentes teatros. El guión ofrece el retrato de un actor convertido en una estrella de Hollywood, en pleno rodaje de Con la muerte en los talones (Alfred Hitchcock, 1959), pero en cierta manera cansado de la imagen que proyectaba como Cary Grant frente a su verdadera personalidad como Archie Lester, marcado por el trauma de haber vivido durante 25 años pensando que su madre estaba muerta, para descubrir que en realidad seguía viva en el manicomio en el que su padre la internó. Elsie (Harriet Walker) es ahora una anciana que tiene problemas mentales, provocados quizás más por su larga estancia en la residencia que por su propia enfermedad depresiva. Pero la historia se centra en la relación con Dyan Cannon (Laura Aikman), treinta y tres años más joven que Cary Grant, en la que los celos y algunas limitaciones hacia su carrera como actriz muestran la dificultad de equilibrar las personalidades, pública y privada, de su marido.
Para los aficionados al Hollywood clásico, por la serie pasan personajes como Alfred Hitchcock (Ian McNeice), Stanley Donen (Jamie Chapman), Grace Kelly (Lily Travers) o Danny Kaye (David Keeling), pero en realidad solo como apuntes de la trayectoria profesional de Cary Grant, sin que realmente ninguno de ellos tenga demasiada relevancia en la historia, lo cual es algo sorprendente. Lo curioso tanto del libro escrito por Dyan Cannon como de la propia miniserie, es que, a pesar de ciertos reproches y de retratarle como un hombre demasiado posesivo y caprichoso, hay una intención de mantener una mirada positiva, como si la influencia de los traumas de la infancia de alguna manera justificaran ciertos comportamientos. Jason Isaac, también productor de la miniserie, compone una perfecta recreación de Cary Grant/Archie Lester, no solo con un increíble parecido físico que funciona menos cuando le interpreta más mayor, sino con la profundidad que requiere un personaje complejo, que a veces puede tener comportamientos detestables y claramente machistas pero siempre rodeado de cierta amabilidad enternecedora. De alguna manera, se siente como una especie de redención la decisión que tomó el actor de abandonar su carrera para dedicarse a su hija, algo que Jennifer Grant le agradece constantemente en su libro. Y seguramente Archie está limitada por un punto de vista que no puede evitar ser demasiado restringido, aunque esta breve incursión en la personalidad de Cary Grant tiene elementos de interés.
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Películas mencionadas:
Evil, Salvaje, La conversación, Amenaza en la sombra y Bull se pueden ver en Filmin.
Godzilla se puede ver en HBO Max y Prime Video.
Kong. La isla Calavera y Godzilla vs. Kong se pueden ver en HBO Max.
Godzilla. Rey de los monstruos se puede ver en HBO Max y Netflix.
Philadelphia, El libro del amor y Con la muerte en los talones se pueden ver en Movistar+.
Mi policía se puede ver en Prime Video.
1917 se puede ver en HBO Max, Netflix y Prime Video.
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