08 septiembre, 2023

Las series más destacadas de 2023: Agosto-Septiembre

A pesar de algunos aparentes acercamientos entre la Alianza de Productores de Televisión y Cine (AMPTP) y el Sindicato de Escritores de América (WGA), lo cierto es que la distancia entre ambos sigue siendo insalvable, y mucho tienen que cambiar las posturas para llegar a un acuerdo, cuando se cumplen ya cinco meses de la huelga de guionistas que comenzó el 2 de mayo y casi dos meses desde que se unieron el 13 de julio el Sindicato de Actores de Cine y la Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA). La falta de estrellas de Hollywood para promocionar las películas ya ha afectado a festivales como la Mostra de Venecia, cuya repercusión en los medios de comunicación ha sido notablemente inferior a otros años, y el Festival de Toronto, especialmente necesitado de estrellas de Hollywood. A pesar de que Cameron Bailey, CEO del festival, se ha prodigado en medios norteamericanos para afirmar que Toronto tiene una programación lo suficientemente sólida, lo cierto es que la ausencia de estrellas vaticina que el festival será menos brillante este año y podría perder oportunidades de ventas en su mercado cinematográfico, como se afirma en el reportaje ¿Tiempos convulsos en TIFF? Cómo las huelgas de Hollywood podrían afectar al Festival de Cine de Toronto (Variety, 6/9/2023). En algunos casos se han producido ciertas estrategias para evitar la promoción directa y sin embargo estar presentes, sobre todo entre aquellos actores y actrices a los que interesa más la autopromoción de cara a la temporada de premios. Emma Stone, protagonista de Pobres criaturas (Yorgos Lanthimos, 2023), se dejó ver en el Festival de Telluride, donde casualmente se presentaba su película, pero dejando claro que asistía al festival como una espectadora más. Mientras, Bradley Cooper no asistió a Venecia para promocionar su película Maestro (Bradley Cooper, 2023), pero curiosamente publicó unas fotografías en sus redes sociales sobre sus vacaciones, coincidiendo con la proyección de su largometraje en el festival. Quienes sí se acogieron a la controvertida excepción que SAG-AFTRA ha concedido a determinadas producciones independientes fueron Adam Driver, que asistió a la Mostra de Venecia para defender la película Ferrari (Michael Mann, 2023), mal acogida por la crítica, y Julia Louise-Dreyfus, quien visitó Telluride no como una espectadora, sino para promocionar Tuesday (Daina Oniunas-Pusic, 2023), producida por A24, que también ha obtenido otras excepciones para películas como Priscilla (Sofia Coppola, 2023). La estrategia de SAG-AFTRA con las producciones independientes se manifestó en los discursos parecidos de Adam Driver y Julia-Louis Dreyfuss, defendiendo que estas excepciones demuestran que las productoras independientes pueden aceptar las condiciones laborales que pide el sindicato, dejando en entredicho a los grandes estudios y streamers. Pero es una estrategia que ha sido criticada por algunos miembros del sindicato, que no consideran que realmente suponga una medida de presión efectiva para los estudios que forman parte de la AMPTP
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Los Prix Europa se entregan durante la celebración del Festival de Cine y Televisión en Berlín del 22 al 27 de octubre, y están dedicados a las producciones de radio y televisión de toda Europa. En la categoría de Ficción para Televisión, dos producciones españolas han sido nominadas: la tv movie Miró (TV3, 2023), ya estrenada en la televisión pública de Cataluña, y la serie Esto no es Suecia (3Cat, RTVE, 2023). Las producciones españolas competirán con otras diecinueve series y películas de televisión, entre las que se encuentran algunas estrenadas en nuestro país como la belga 1985 (Filmin, 2023) o la italiana Exterior noche (Filmin, 2022), y próximos estrenos como la serie noruega Power play (Filmin, 2023), que llegará a España en diciembre, precedida por los premios a Mejor Serie de formato largo y Mejor Música obtenidos en la pasada edición de Canneseries. 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Lo que hacemos en las sombras (Temp. 5) *****

HBO Max, 17 de julio-12 de septiembre
Estados Unidos, 2023 - 10x27'
Creada por Jemaine Clement
Dirigida por Yana Gorskaya, Kyle Newacheck, Tig Fong
Emmy '23: Nominada Mejor Vestuario, Diseño de Producción, Montaje, Sonido

Tras una cuarta temporada que resultó decepcionante para muchos seguidores, aunque introducía la excelente idea de Baby Colin (Mark Proksch) creciendo progresivamente, basada según el director Kyle Newacheck en la comedia Pequeño pero matón (Keenen Ivory Wayans, 2006), la nueva temporada de Lo que hacemos en las sombras (HBO Max, 2019) supone un regreso a sus mejores momentos, centrándose en la relación entre los habitantes de la mansión en Staten Island y ofreciendo una representación de cierto grado de camaradería que se refleja a lo largo de los episodios en los que, a pesar del carácter perverso de los vampiros, encuentran siempre la manera de servir de apoyo a los demás, como en Urgent care (T5E6), en el que a pesar de que Nadja (Natasia Demetriou) descubre el gran secreto de Guillermo (Harvey Guillén), no duda en ayudarle frente a una situación francamente complicada. La serie aborda finalmente el gran anhelo del único ser humano que habita la casa, quien desde el principio ha mostrado su deseo de ser convertido en vampiro por su amo, Nandor (Kayvan Novak), aunque la decisión que toma le lleva a una perspectiva poco alentadora. Lo que permite desarrollar la relación entre ambos, siempre envuelta en cierta ambigüedad, pero también acercarle a otros habitantes de la mansión, especialmente Laszlo (Matt Berry), quien trata de encontrar una solución demostrando de nuevo que hay un sentimiento de solidaridad por encima de su condición de vampiro. La temporada también convierte a The Guide (Kristen Schaal) en un personaje principal, introduciéndola incluso en los títulos de crédito. Ella apareció como personaje invitado en el episodio The trial (T1E7), pero a partir de la tercera temporada ha ido estando cada vez más presente, hasta que en la cuarta ya aparecía en todos los episodios junto a Nadja. Y aunque a veces parece demasiado forzada su intervención dentro del círculo vampírico, tiene su propio momento brillante, A weekend at Morrigan Manor (T5E9), que sirve también para que se desencadene el clímax final. 

El desenlace de la quinta temporada en el espléndido episodio Exit interview (T5E10) también ha tenido un recibimiento ambivalente por parte de los espectadores, sobre todo por su propuesta de cambiarlo todo para, en realidad, no cambiar nada. Pero también tiene cierta lógica dentro del desarrollo de la historia principal que hemos estado viendo a lo largo de las temporadas anteriores, y de alguna manera supone una transformación importante en la forma en la que Guillermo adopta un punto de vista frente a la condición de vampiro, que no se limita a transformarse y disfrutar de la eternidad, sino que también lleva implicadas otras responsabilidades y necesidades que, digamos, no son tan agradables. La serie sigue manteniendo su humor irreverente en medio de situaciones caóticas, pero en esta temporada impulsa aún más la interrelación de los vampiros con su entorno, como cuando ayudan a su vecino Sean (Anthony Atamaniuk) a organizar un desfile del Orgullo que termina de forma caótica, en Pride Parade (T5E3) uno de los episodios más divertidos de la serie, cuando Colin se postula para un cargo público en The campaign (T5E4), o la rotura de una tubería de agua en el barrio acaba provocando que los vampiros aparezcan en las noticias locales en Local News (T5E5), y por supuesto la extravagante visita por primera vez a un centro comercial en The mall (T5E1). 

Confirmada ya una sexta temporada, necesaria para ver cuál es el camino que seguirá en la relación entre Guillermo y los vampiros, Lo que hacemos en las sombras sigue manteniéndose como  una de las propuestas más divertidas y una de las que mejor usa el formato de mockumentary, que tras una etapa destacada ha ido perdiéndose progresivamente en el género de la comedia televisiva. Con Matt Berry como principal responsable del equipo de guionistas, y una cada vez menor presencia de Jemaine Clement y Taika Waititi, una de las mejores decisiones del programa es la de mantener a un equipo de directores desde la tercera temporada, aquella en la que Scott Rudin fue apartado de la producción ejecutiva de la serie por parte de FX a dejar la producción debido a acusaciones de comportamiento abusivo. De esta forma, repiten como los únicos tres directores de la serie Yana Gorskaya, Kyle Newacheck y Tig Fong, lo que permite una cohesión narrativa y visual, aunque siguen siendo los episodios dirigidos por Yana Gorskaya los que ofrecen mayores dosis de caos y diversión.  

Minx (Temp. 2 y Final) ****
Starz, 21 de julio-8 de septiembre
EE.UU., 2023 - 8x30'
Creada por Ellen Rapoport
Dirigida por Max Winkler, Fernando Frías, Anna Ramey Borden, Shiri Appleby, Pete Chatmon, Rachel Lee Goldenberg, Ellen Rapoport
Inédita en España

La trayectoria de esta serie ha sido una de las más accidentadas de los últimos años. Tras ser estrenada en HBO Max, la reordenación del catálogo de la plataforma por razones económicas, iniciada por David Zaslav en Warner Bros. Discovery, supuso su cancelación cuando la segunda temporada ya había entrado en la fase de producción. La productora Lionsgate mantuvo los derechos de la serie, de forma que pudo comercializarlos y fue adquirida por sus habituales socios Starz, que continuaron con la segunda temporada. Pero la situación actual de Starz, con una reducción de su departamento de producciones originales, parece anticipar que no tendrá una tercera oportunidad. Creada por Ellen Rapoport, quien firmó en 2022 un acuerdo exclusivo (Overall Deal) con Lionsgate para crear contenidos para la productora, Minx (Starz, 2022-2023) es el nombre de una revista ficticia para mujeres que la activista Joyce (Ophelia Lovibond) consigue publicar en 1973 con la ayuda del editor de revistas pornográficas Doug (Jake Johnson), incluyendo desnudos masculinos. Aunque la revista no es real, está inspirada en otras publicaciones eróticas para mujeres que sí existieron en la época, especialmente Viva, publicada entre 1972 y 1979. Creada por Bob Guccione, el fundador de la revista Penthouse, sobre una idea de su editora Guy Bryant, aunque la administración diaria correspondía a su esposa Kathy Keeton, la revista incluía fotografías eróticas de hombres junto a artículos de escritores como Gore Vidal, Gail Sheehy o Sheila Weller, y temas como la guerra de Vietnam o el derecho de las mujeres a decir "no". Pero tras varios años tratando de conseguir rentabilidad, finalmente publicó su último número en enero de 1979.

Si la primera temporada de Minx terminaba con el éxito de la revista, y una claudicación de Doug, quien al parecer está inspirado en Bob Guccione, la segunda explora precisamente las consecuencias de este éxito, y la forma en que los diferentes personajes se reivindican. De hecho, podría decirse que en esta ocasión el resto del reparto adquiere una mayor importancia frente a las habituales discusiones entre Doug y Joyce, que sin embargo se solucionan con un trabajo colaborativo. En el caso de ésta última, hay una aceptación de una posición de poder recién adquirida que la lleva a ser demasiado controladora pero al mismo tiempo insegura, como cuando en el episodio It's okay you like it (T2E3) huye de una entrevista con Simon Michaels (Joshua Gómez), un reportero que se caracteriza por escribir reseñas destructivas, temiendo que la revista sea su próximo objetivo. Pero mientras ella lucha contra esa inseguridad de considerarse una mujer de éxito por sí misma, los otros personajes también tienen sus propios recorridos de autodescubrimiento: Richie (Oscar Montoya) trata de reivindicarse como fotógrafo artístico con ideas propias, incluso aunque éstas deriven la revista hacia una mirada más queer, como cuando propone un set situado en una sauna como zona de cruising en God closes a door, opens a glory hole (T2E7). Bambi (Jessica Lowe) quiere ser reconocida como algo más que una mujer sexualmente explosiva, mientras Shelly (Lennon Parham) y su marido Lenny (Rich Sommer) exploran un mundo de sexualidad nuevo organizando orgías swingers con parejas de desconocidos. Los guiones de Minx tienen la habilidad para desarrollar a unos personajes secundarios que enriquecen a los principales. La relación de Joyce con Richie y Bambi enfatiza, por ejemplo, la constante búsqueda de un equilibrio entre el contenido feminista y la representación cosificada masculina. Joyce sigue teniendo problemas para entender que buena parte de sus lectores se sienten sobre todo atraídos por las fotografías de pollas y culos, no por el contenido reivindicativo, aunque una cosa pueda llevar a la otra. 

Porque uno de los hallazgos de la segunda temporada es la incorporación de Constance Papadopoulos (Elizabeth Perkins), una adinerada inversora que decide apostar por la revista apoyándola económicamente y a través de sus contactos sociales, pero que parece tener una agenda oculta, lo que la convierte en una aliada poco confiable, que protagoniza un desenlace que podría haber abierto la puerta a una interesante tercera temporada. La serie además se divierte en la representación de los años setenta y algunos de sus iconos, como cuando el episodio I thought the bed was gonna fly (T2E2) se desarrolla en un accidentado estreno de Garganta profunda (Gerard Damiano, 1972), que supuestamente es distribuida por Doug: "Es un cuento feminista. Se trata de una mujer en busca de un orgasmo", es su particular descripción de la película. A lo que Joyce contesta irónicamente: "Que consigue a través de un clítoris convenientemente situado en el interior de su boca". Y a lo largo de la temporada aparecen representaciones de personajes como el científico Carl Sagan (Josh Fadem), la cantante Linda Ronstadt (Caroline Arapoglou) o la fotógrafa Annie Leibovitz (Samantha Ressler). Hay que reconocer que Minx no ha sido tanto un gran éxito sino más bien una serie valorada por la crítica, lo que seguramente ha contribuido a su dificultad para encontrar estabilidad, pero desde el principio ha sido una mirada divertida y también crítica a la explosión del feminismo en los años setenta, que en su segunda temporada mejora en la construcción de un entorno alrededor de los personajes interpretados por Ophelia Lovibond y Jake Johnson, cuya dinámica personal sostiene una trama principal sólida, sin caer en los estereotipos de las parejas protagonistas. 

How to with John Wilson (Temp. 3 y Final) ****

HBO Max, 29 de julio-1 de septiembre
Estados Unidos, 2023 - 6x30'
Creada por John Wilson
Dirigida por John Wilson

En el momento en el que el cineasta John Wilson (1986, Nueva York) pasó de colgar los videos que grababa en su canal de Vimeo a convertir su obsesión por grabarlo todo en una serie para HBO nació una de las propuestas más bizarras y al mismo tiempo fascinantes de la televisión. How to with John Wilson (HBO Max, 2020-2023) llega a su conclusión en la tercera temporada porque, según su creador, director y narrador, "no quería extender demasiado el trabajo. No quería que la calidad de las imágenes pareciera obsoleta. Siento que lo mejor que puedes hacer es dejar a la gente con ganas de más" (The Guardian, 7/8/2023). A lo largo de estos años, en buena medida coincidiendo con la pandemia del coronavirus de la que todavía hay algunos resquicios en la última temporada, la cámara de John Wilson ha ido captando la vida diaria en una ciudad como Nueva York y, como no podía ser menos, acaba ofreciendo una visión poco turística de una urbe que parece estar constantemente consumiéndose a sí misma. En un comienzo algo escatológico, John Wilson se pregunta Cómo encontrar un baño público (T3E1) sin tener que consumir obligatoriamente cualquier producto en algún bar o cafetería para conseguir la contraseña o la llave del tan ansiado WC. Pero conforme se desarrolla el episodio, descubrimos que la ciudad está llena de rastros de necesidades satisfechas en medio de la calle, como cuando un taxista revela la verdadera naturaleza de las botellas de plástico con orina que se encuentran en algunos rincones de la ciudad. Como suele suceder en cada episodio de la serie, lo que comienza de una forma acaba desembocando en algo totalmente distinto, y el primer episodio termina mostrando algunos búnkeres construidos durante la Guerra Fría, como el que se mantiene intacto bajo un hotel en Washington D.C., que estaba destinado a proteger a los congresistas en un eventual ataque nuclear. 

Lo que hace diferente a esta serie es la forma en que traslada el punto de vista hacia un aspecto determinado de una cotidianeidad más o menos reconocible, para finalmente acabar hablando de las relaciones personales, y de lo difícil que resulta para un ser humano convivir con otros seres humanos. En Cómo limpiarte los oídos (T3E2), lo que comienza como una exploración de los problemas de ruidos que una gran ciudad puede provocar en la convivencia, acaba en Green Bank, Virginia, un espacio carente de transmisiones electromagnéticas, en el que se refugia una comunidad de personas con hipersensibilidad electromagnética, una condición médica que hay quien pone en duda y califica como una simple hipocondría. Pero lo que demuestran las conversaciones es que incluso en este lugar de tranquilidad y silencio, la convivencia entre los vecinos sigue siendo compleja. How to John Wilson nos ha dado momentos especialmente memorables, como el episodio Cómo encontrar aparcamiento (T2E3) que reflejaba una absurda reglamentación en Nueva York sobre los aparcamientos que solo una ciudad saturada de vehículos y carente de espacios públicos podría elaborar, para acabar reflexionando sobre la búsqueda de la felicidad. En los episodios finales de esta tercera temporada, la sombra del productor Nathan Fielder, creador de El ensayo (HBO Max, 2022-), otra de las series más bizarras de los últimos años, se alarga para introducir algunos elementos en los que la realidad y la ficción se entremezclan, sobre todo en Cómo observar pájaros (t3E5), una sorprendente vuelta de tuerca que bromea sobre la incredulidad en torno a la veracidad de las situaciones que presenta el programa, convirtiendo una tranquila incursión en la observación ornitológica en las ciudades, en una especie de thriller conspiranoico en el que ha servido como consultor el director Steven Soderbergh. 

Efectivamente, hay quien ha puesto en duda la veracidad de algunas de las imágenes que se han mostrado a lo largo de la serie. Y, si bien es cierto que el trabajo solitario de John Wilson, que comenzó a grabar todo lo que veía desde que era niño, se ha transformado con la serie en un equipo de "cazadores de imágenes" cuya misión ha sido la de capturar los momentos más surrealistas de la vida diaria de Nueva York, y que un equipo de guionistas ha ido conformando el ensamblaje de los temas en cada episodio, de forma que en realidad no se trata de una evolución natural, sino de una construcción narrativa, no se le puede negar a How to with John Wilson su capacidad para explorar realidades que resultan absolutamente creíbles. John Wilson a veces introduce aspectos de su vida personal, y en el episodio Cómo ver un partido (T3E4), que comienza tratando de disfrutar de los partidos de diferentes deportes como hacen sus amigos, para acabar en una convención de coleccionistas de aspiradoras, describe con melancolía una relación difícil con su abuela que contrasta con la dulce relación que mantuvo con su anciana casera en temporadas anteriores. Pero también confiesa el narrador en Cómo observar pájaros (T3E5) que en la primera temporada llegó a recrear en un estudio una escena que le habían mostrado a través de un móvil pero que no había conseguido grabar. El final de la serie de alguna manera concluye que "es bueno saber que nada cambiará", como si la condición humana estuviera destinada a convivir con dificultad con los de su especie, pero encontrando un equilibrio que es tan difícil de explicar como fácil de reconocer. 

Las flores perdidas de Alice Hart ****
Prime Video, 4 de agosto-1 de septiembre
Estados Unidos, 2023 - 7x60'
Creada por Sarah Lambert
Dirigida por Glendyn Ivin

La autora de la novela Las flores perdidas de Alice Hart (2018, Ed. Salamandra), recibió el premio ABIA al Mejor Libro Australiano de Ficción, consolidando el éxito internacional que obtuvo. Holly Ringland (1981, Australia) creció en el entorno de un jardín tropical que su madre cuidaba en la costa este australiana, y su relación con el mundo de las plantas continúa hasta la fecha, presente en otras publicaciones posteriores como The seven skins of Esther Wilding (2022). Es fácil entender por qué un personaje como el de June Hart ha atraído a Sigourney Weaver, dotado de todos los elementos de ambigüedad y contradicciones que una actriz con carácter es capaz de afrontar. Y sin duda puede situarse a la altura de otros soberbios personajes como Dian Fossey de Gorilas en la niebla (Michael Apted, 1988), Paulina Escobar de La muerte y la doncella (Roman Polanski, 1994) o Alice Goodwin de Mi mapa del mundo (Scott Elliott, 1999). Hay en cada momento en el que aparece a lo largo de la miniserie, especialmente en los primeros episodios, una transmisión compleja de la fortaleza y al mismo tiempo la fragilidad de June Hart (Sigourney Weaver) cuando decide hacerse cargo de Alice (Alyla Browne), una nieta con la que no ha tenido contacto durante años y que ha sufrido el horror de un hogar marcado por el maltrato. La madre que comprueba cómo su hijo Clem (Charlie Vickers) se ha convertido en un monstruo se transforma en la abuela que trata de proteger, con decisiones a veces equivocadas, a una niña que ha perdido la comunicación verbal debido al trauma pero a la que es fácil adaptarse al lenguaje de los flores, una forma de comunicación privada que permite a las habitantes de Thornfield establecer una vinculación especial con la naturaleza. 

La adaptación que ha realizado la actriz y guionista Sarah Lambert (1970, Australia), autora también de la espléndida miniserie Lambs of God (Foxtel, 2019), captura la esencia vitalista de la novela a través de una estructura que narrativa que mantiene los secretos de la familia como un ligero soporte de suspense para ir construyendo a los personajes. La historia habla sobre el peso del trauma y sobre los relatos vitales que seleccionamos y aquellos que decidimos ocultar, pero también sobre la resiliencia, convirtiendo Thornfield en un lugar de acogida para mujeres que han sufrido maltrato y que debe permanecer oculto para evitar que sean descubiertas por sus depredadores. Pero que tienen en June Hart a una defensora imperturbable dispuesta a sacrificar su propio físico para revelar al lobo bajo la piel de cordero. Este mundo de mujeres en el que los hombres no son necesarios y son vistos bajo un prisma de violencia y desconfianza es un retrato muy certero, pero al mismo tiempo profundamente triste, de la sororidad frente a una sociedad que sigue adoptando posturas de complicidad con los maltratadores. Pero no es una visión unidimensional, sino que profundiza en las cicatrices que puede provocar el miedo, representado sobre todo en la equivocada decisión que June toma respecto a Charlie (Jeremy Blewitt). 

Las flores perdidas de Alice Hart (Prime Video, 2023), dirigida con gran delicadeza por Glendyn Ivin, director de la irregular película La familia Bloom (2020), pierde fuerza cuando se produce el salto en el tiempo que también establece un importante punto de inflexión en la novela. Queda un vacío de varios años en los que también se han tomado decisiones complejas que marcan a una Alice Hart que ahora está interpretada con convicción por Alycia Debnam-Carey, a la que hemos visto en Fear the walking dead (AMC+, 2015-2023), pero cuyo arco narrativo acaba siendo demasiado obvio y previsible, especialmente en la relación con Dylan (Sebastián Zurita). La propuesta radica en la incapacidad para desembarazarse de un cierto destino vital, el círculo vicioso de una violencia que acaba regresando como una fatalista visión de la vida, pero la trama de Alice en los últimos episodios resulta demasiado repetitiva en su esfuerzo por reforzar un mensaje que ya estaba claro desde el principio. Sin embargo, Las flores perdidas de Alice Hart es una miniserie muy hermosa, que se beneficia de la excelente fotografía de Sam Chiplin y de la melancólica banda sonora compuesta por Hania Rani (1990, Polonia), que el próximo mes de octubre publica su tercer álbum en solitario, Ghosts (2023, Gondwana Records), que cuenta con colaboraciones de Ólafur Arnalds y Patrick Watson. 

Cruel summer 2 ****

Prime Video, 11 de agosto
Estados Unidos, 2023 - 10x45'
Creada por Bert V. Royal | Escrita por Elle Triedman
Dirigida por Bill Purple, Laura Nisbet-Peters, Ben Hernández Bray, Hiromi Kamata

Hay tantas series protagonizadas por jóvenes en medio de tramas inverosímiles de suspense, que encontrar alguna que realmente sepa introducir giros de guión sin que parezcan forzados y personajes desarrollados con cierta profundidad acaba siendo toda una proeza. En su primera temporada, Cruel summer (Prime Video, 2021), sorprendió por ser una historia con una narrativa original que contaba tres períodos diferentes en las relaciones de las protagonistas, construyendo una sólida trama de suspense. Pero tras la salida de su creador Bert V. Royal justo después de rodar el episodio piloto, según algunos medios debido a enfrentamientos continuos con uno de los productores, la serie parecía enfrentarse a un futuro incierto, a pesar de que Freeform, la empresa productora, se precipitó a renovar la serie por una segunda temporada. Que ésta haya llegado dos años más tarde y sin la que fuera showrunner de la primera temporada, Tia Napolitano, no parece indicar que el ambiente se hubiera relajado demasiado. Lo cierto es que Cruel summer (Prime Video, 2021-2023) se presenta ahora como una serie de antología en la que cada temporada cuenta una historia diferente, en este caso con Elle Triedman como showrunner y guionista principal. La historia se desarrolla ahora en la ciudad costera de Chatham a lo largo de tres períodos diferentes entre los años 1999 y 2000, con el trasfondo del temido Efecto 2000, aunque funciona más para la creación de una cierta atmósfera de inquietud. La llegada de Isabella LaRue (Lexi Underwood) como una estudiante de intercambio invitada por Debbie (KaDee Strickland), la madre de Megan Landry (Sadie Stanley), es recibida con cierta animosidad porque el carácter abierto de aquella eclipsa todavía más la personalidad tímida de ésta. Y también porque Isabella comienza a interesarse por Luke Chambers (Griffin Gluck), un amigo del que Megan se siente atraída pero hacia el que nunca termina de dar un paso adelante. 

Establecido el trío protagonista, el misterio se revela en las siguientes líneas de tiempo, que ahora se desarrollan en un período de un año, marcadas por diferentes tonalidades de color, azulada para el invierno de 1999 y verdosa para el verano de 2000, dos momentos en los que se producen los acontecimientos catalizadores del drama. La serie utiliza los mismos elementos que la primera historia, a través de giros de guión, algunos más forzados que otros, que establecen diferentes tipos de culpabilidad en los personajes. Lo interesante de esta propuesta producida por la actriz Jessica Biel, a la que vimos recientemente protagonizando Candy: Asesinato en Texas (Disney+, 2022) y quien también produjo la serie The sinner (Netflix, 2017-2022), es que consigue desarrollar unos personajes que siempre se mueven en un cierto grado de ambigüedad, y acaban siendo responsables desde diferentes puntos de vista de los acontecimientos que se producen. No obstante, ciertamente el misterio de esta temporada se siente más endeble que el de la primera, y quizás le hubiera venido bien reducir el número de episodios para evitar las vueltas innecesarias en torno a algunas tramas menos consistentes. Pero hay que reconocerle al guión de Elle Triedman que sabe dejar las cartas boca arriba respecto a algunos personajes, sembrando información que finalmente resulta primordial para entender determinados comportamientos. [Spoiler] Pero el final de la temporada parece plantearse más como un reinicio, cuya historia continuaría en una posible nueva entrega aún sin confirmar, que realmente como una serie de antología [Fin del Spoiler]. 

Cruel summer abarca algunos de los temas habituales en las historias sobre jóvenes, con un enfoque mucho más inofensivo que el de otras producciones internacionales como Delete me 2 (Viaplay, 2023), pero con un interesante tratamiento sobre cierto grado de obsesión en la construcción de las amistades. Si bien las protagonistas no tienen personajes tan complejos e interesantes como los de la primera temporada, se produce una evolución en la relación entre Megan e Isabella que acaba resultando el eje central de la serie (en realidad, Luke no es más que un elemento de fricción). Y desde este punto de vista se trata de un planteamiento mucho más elaborado y complejo de lo habitual, que explora los daños emocionales y psicológicos que pueden provocar las relaciones tóxicas, pero envolviéndolo en el género de suspense. Entre los directores, Bill Purple regresa como principal responsable de la serie junto a Laura Nisbet-Peters, repartiéndose más de la mitad de la temporada entre ambos, pero con algunos directores invitados como Hiromi Kamata, que ha participado también en la serie Monarch: Legacy of monster (Apple tv+, 2023), el homenaje a las películas kaijū que se estrenará próximamente. 

La torre (Temp. 2) ****

HBO Max, 20 de agosto
Gran Bretaña, 2023 - 4x60'
Creada por Patrick Harbinson
Dirigida por Faye Gilbert

La propuesta de serie criminal que ITV inició en 2021 acertó en una primera temporada planteada como una historia conclusiva que sin embargo dejaba algunos hilos abiertos en la relación entre los personajes principales. Encargada al guionista Patrick Harbinson, nominado al Emmy por Homeland (Disney+, 2011-2020), la serie adapta la tetralogía escrita por la antigua oficial de policía Kate London que tiene como protagonistas a la detective Sarah Collins (Gemma Whelan) y la agente Lizzie Adama (Tahirah Sharif), y de la que se ha publicado en España solo la primera entrega, Post mortem (2015, Ed. Trini Vergara Ediciones), aunque este mismo año se ha editado ya en Gran Bretaña la cuarta parte, The misper (2023). Confirmada para una tercera temporada, que presumiblemente adaptará el tercer libro, en The Tower: Death message (HBO Max, 2021-) los personajes se sitúan en departamentos diferentes y les reúne un nuevo caso, pero siempre se ciernen sobre ellos las consecuencias de la historia original, la muerte de la adolescente inmigrante Farrah Mehenni (Lola Elsokari) y el oficial de policía Hadley Matthews (Nick Holder) tras saltar ambos inexplicablemente de Portland Tower, en el sureste de Londres. Menos incisiva que la primera temporada, en la que el interés se centraba en cómo se iba creando un estado de desconfianza en el entorno de una comisaría de policía dirigida, con un discutible sentido de la lealtad, por el inspector Kieran Shaw (Emmett J. Scanlan), la segunda camina por terrenos algo más convencionales, pero se apoya en las complejas relaciones personales para salvar los lugares comunes de este tipo de producciones policiales. 

Por circunstancias casuales, las trayectorias de Lizzie Adama y Sarah Collins se vuelven a cruzar en una investigación que tiene relación con un caso de maltrato, y de nuevo las diferentes perspectivas que ambas tienen sobre la implicación con la víctima acabará produciendo una confrontación. Lizzie sigue siendo una agente novata que a veces tiene dificultades para discernir los límites de su responsabilidad como policía, mientras que Sarah Collins representa el rigor y el respeto a la ley como la única manera de que el trabajo policial consiga sus objetivos, aunque para ello tenga que enfrentarse a las intrigas de despacho que llevan las investigaciones por terrenos más políticos que criminales. Es ahí donde radica el principal acierto de una serie que a veces tiene demasiada tendencia a buscar el giro de guión, quizás proveniente de la propia narrativa de los libros en los que se basa, y a la que pueden perjudicar algunas comparaciones demasiado entusiastas con otras producciones destacadas de la televisión británica como Line of duty (RTVE Play, 2012-2021) o Happy Valley (Movistar+, 2014-2023). Pero The Tower: Death message sabe mantener la intriga mientras continúa desarrollando las relaciones entre los personajes, cuyas personalidades son lo suficientemente ambiguas como para evitar cierta previsibilidad, lo que alimenta el suspense. 

Compuesta por cuatro episodios en lugar de los tres que conformaban la primera temporada, The Tower: Death message construye algunas subtramas interesantes en torno a la principal que contrasta las consecuencias de un caso de maltrato torpemente manejado por la policía Lizzie Adama, y subraya la confrontación entre el punto de vista femenino de las investigadoras implicadas con un ambiente policial eminentemente masculino. En esta ocasión, la temporada está dirigida por Faye Gilbert, director del largometraje de suspense Zero (2022), y nominado al BAFTA por su cortometraje Perdie (1999), quien aporta oficio pero menos personalidad que el veterano Jim Loach, encargado de dirigir la primera temporada. The Tower: Death message es una propuesta policial bien construida que consigue desarrollar personajes complejos, y que mantiene abiertas algunas cuestiones no resueltas que la conectan con la primera temporada. 

El manipulador ****

Filmin, 29 de agosto
Suecia, 2022 - 8x45'
Escrita por Ulf Kvensler, Sophie Jahn 
Dirigida por Molly Hartleb, Julia Lindström 

Uno de los estrenos más destacados del año pasado en Suecia fue Nattryttarna (C More, 2022), una miniserie que está basada en el relato que hizo la joven deportista Sophie Jahn en su blog describiendo los abusos y el maltrato que llevó a cabo su padre, un instructor de una prestigiosa escuela de equitación en Suecia, a varias de sus alumnas y a su propia familia. El texto escrito por la joven artista se puede encontrar completo en la página web de #WeRideTogether, una organización sin ánimo de lucro que nació en 2021 para denunciar el problema endémico del abuso sexual en los deportes juveniles, y es absolutamente sobrecogedor no solo por la experiencia personal sino por la descripción de la atmósfera de complicidad y silencio que rodea en muchas ocasiones a los perpetradores. De hecho, ese es precisamente uno de los elementos más interesantes del guión escrito por Ulf Kvensler (1968, Suecia), creador de la conocida serie The Restaurant (Filmin, 2017-), en colaboración con la propia Sophie Jahn. Los hechos que describe la serie se remontan a 1991, cuando el instructor Tommy Land (Jonas Karlsson) dirige una escuela de equitación que acepta algunas jóvenes sin recursos que utilizan las instalaciones como una especie de hogar de acogida al mismo tiempo que entrenan para competir en prestigiosos concursos hípicos. 

En su primera mitad, la historia está contada desde el punto de vista de estas adolescentes, especialmente Molly (Saga Samuelsson) y Frida (Amanda Jansson). Ellas son dos de las jóvenes alumnas que han sido acogidas en la escuela, y que comienzan a notar comportamientos inapropiados del instructor, que se hacen cada vez más perturbadores. En principio, los primeros episodios hacen esperar una historia más o menos tradicional sobre un abusador que es finalmente denunciado por sus víctimas, pero la serie adopta una perspectiva más cercana a la de la miniserie Creedme (Netflix, 2019), en la que una adolescente es acusada de mentir cuando denuncia su violación, comenzando un calvario en el que es la víctima la que tiene que demostrar que está diciendo la verdad. La capacidad de Tommy Lund, interpretado con una ambigüedad inquietante por el actor Jonas Karlsson (1971, Suecia), protagonista de la película El acusado perfecto (Mikael Håfström, 2019), para manipular a su entorno le permite provocar el cuestionamiento de las acusaciones, y a lo largo de la serie se pone en duda la capacidad de la justicia, los medios de comunicación y la sociedad suecas para proteger realmente a las víctimas de abusos.

Particularmente resulta significativo el tratamiento en torno a la cadena pública SVT, que realizó un documental en los años noventa en el que mostraba a Tommy Lund como una víctima inocente. Si bien en ocasiones el guión impulsa demasiado el retrato antagónico del abusador, la serie consigue mantener cierto grado de distanciamiento respecto a la relación entre Tommy y su familia, especialmente cuando sus hijas Victoria (Hanna Ardéhn) y Agnes (Tehilla Blad) son mayores, y sobre todo en torno a la esposa Lotta (Malin Persson), a la que quizás se retrata de una manera demasiado extrema en la primera parte de la serie como para que la segunda parte nos permita empatizar del todo con ella. Pero el principal valor de El manipulador es su intención de centrarse, no tanto en la figura del abusador, al que no puede evitar presentar como un personaje siniestro, sino en tratar de entender a las víctimas, especialmente aquellas que no atesoran el valor para unirse a la denuncia. Amanda Jansson, una de las protagonistas de La delgada línea azul (Filmin, 2021-), cuya segunda temporada se estrenó el mes pasado en España, tiene un personaje especialmente complicado porque expresa su malestar interno mientras es manipulada por Tommy Lund para que participe en su defensa. Es por tanto el retrato de las víctimas a lo largo de más de veinte años lo que consigue que la serie se eleve por encima de las tradicionales historias de abusos. Y ciertamente provoca sentimientos encontrados hacia la complicidad de algunas víctimas y del entorno del abusador, aunque el último episodio intenta ofrecer algunas respuestas.  

Justified: Ciudad salvaje ****

Disney+, 6 de septiembre
Estados Unidos, 2023 - 8x48'
Creada por Dave Andron, Michael Dinner
Dirigida por Michael Dinner, Jon Avnet, Gwyneth Horder-Payton, Kevin Rodney Sullivan, Sylvain White, Katrelle N. Kindred

El regreso de uno de los personajes televisivos más reconocibles de la década de 2010 es un arma de doble filo, porque el desenlace de Justified: La ley de Raylan (Disney+, 2010-2015) es posiblemente uno de los mejores finales de serie de los últimos tiempos. Con el creador Graham Yost comprometido en exclusiva con Apple tv+, desarrollando series como Slow horses (Apple tv+, 2022-) y Silo (Apple tv+, 2023-), la propuesta de los nuevos showrunners, Michael Dinner y Dave Andron, que también formaron parte del equipo creativo de la versión original, escoge un camino diferenciador abordando uno de los libros de Elmore Leonard (1925, Nueva Orleans-2013, Detroit) que en realidad no está protagonizado por Raylan Givens, quien apareció por primera vez en la serie literaria en la novela Pronto (1993, Ediciones B). City primeval: High noon in Detroit (1980), por el contrario, cuenta una historia en la que el investigador principal es el comisario Raymond Cruz, y solamente el hijo de Elmore Leonard introdujo a Raylan en la ciudad de Detroit posteriormente en Raylan goes to Detroit (2018), en la que retomó el personaje creado por su padre. Así, Justified: Ciudad salvaje (Disney+, 2023) introduce a Raylan Givens (Timothy Olyphant) en un entorno urbano hostil en el que el protagonista de la novela, el detective Raymond Cruz (Paul Calderón, quien ya interpretó este mismo personaje en la película Un romance muy peligroso (Steven Soderbergh, 1998), otra adaptación de un libro de Elmore Leonard), tiene un papel más secundario. Se podría considerar un reinicio del personaje si no fuera porque el final de temporada parece indicar una vuelta a los inicios, y si se confirman nuevas historias se podrían acercar más a la serie original. 

Contaba Michael Dinner en una entrevista en The Hollywood Reporter (25/07/2023), que su intención era ser más fiel a la novela original, pero Timothy Olyphant le convenció para que la convirtiera en un regreso a su personaje, una idea que había conversado con Quentin Tarantino durante el rodaje de Érase una vez... en Hollywood (2019). De hecho, el director estuvo a punto de adaptar City primeval: High noon in Detroit antes de decidirse finalmente por Rum punch (1992) que se convirtió en Jackie Brown (1997), y también estuvo a punto de dirigir uno de los episodios de la serie, Traidores (T1E3), aunque finalmente Tarantino no pudo hacerlo por razones personales y cayó en manos del veterano Jon Avnet, uno de los habituales directores de Justified: La ley de Raylan. Hay algunos elementos novedosos que estorban en el comienzo de esta séptima temporada, como la introducción de Willa Givens (Vivian Olyphant), la hija de Raylan que, efectivamente, está interpretada por una de las hijas de Timothy Olyphant. Más aparentemente como un personaje catalizador, cuando la historia se centra en la investigación algunas de estas flaquezas se difuminan para crear una sólida trama muy característica del género, sobre todo a partir del enfrentamiento con un antagonista destacado. Es cierto que el psicópata y estrella del rock frustrada Clement Mansell (Boyd Holbrook) no llega a tener el carisma de Boyd Crowder (Walton Goggins), el eterno contrincante de Raylan, pero lo cierto es que conforme se desarrolla la historia y su aparente inviolabilidad le hacen más peligroso, Mansell se convierte en uno de esos personajes antagónicos que al mismo tiempo son absolutamente disfrutables, junto a su compañera de estafas Sandy Stanton (Adelaide Clemens). A lo que también contribuye una personalidad traviesa que le aporta el actor Boyd Holbrook, al que recientemente hemos podido ver en Indiana Jones y el dial del destino (James Mangold, 2023). Como suele suceder en las historias que provienen de la literatura de Elmore Leonard, de alguna forma, la trayectoria del protagonista y su antagonista tiene algunos paralelismos que en este caso hablan del final como un nuevo principio (al menos para aquellos que sobreviven al último enfrentamiento). 

Justified: Ciudad salvaje tiene la ventaja de asumir su propia asincronía con el tipo de series que forman parte del universo televisivo actual. Lo hace desde un punto de vista temporal, porque aunque se desarrolla en la actualidad, algunos elementos parecen más propios de los años ochenta o noventa. Y también en cuanto a la representación de la propia ciudad, un Detroit que Elmore Leonard reinventó para sus novelas, y que en la serie es una ciudad que parece impersonal, que no se reconoce tampoco como la Detroit real en la que vivió el escritor. Es una propuesta que se sostiene en diálogos llenos de ironía y humor a pesar de las circunstancias adversas y violentas en las que se desarrollan. Cada una de las muertes importantes viene precedida por una conversación que casi tiene una tonalidad filosófica, que habla de cierta fatalidad del destino, o se refiere a aspectos del pasado que delimitan a los personajes. El propio Clement Mansell se construye a partir de su propia versión de la muerte de su madre, o de su especial interés en que Sweetie (Vondie Curtis-Hall) escuche una grabación que demuestra su capacidad para convertirse en una estrella de la música. Así que Ciudad salvaje regresa con las características intactas de su antecesora, como una propuesta retro que sin embargo introduce algunos elementos actualizados, como una cierta tendencia a la violencia más explícita, o la acertada elección del veterano compositor Mark Isham (1951, Nueva York), que aporta la cadencia urbana del jazz pero introduciendo en el espléndido tema principal el banjo como un instrumento que conecta con el entorno de Kentucky del que proviene el personaje principal. Justified: Ciudad salvaje podría ser una acertada miniserie que complementa a su antecesora, pero los últimos minutos de la temporada parecen indicar una vocación de continuidad, algo a lo que Timothy Olyphant, que encarna de nuevo los silencios de su personaje con rotunda expresividad, ya ha declarado que está más que dispuesto. 

Dreaming whilst b\@*k
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Paramount+, 8 de septiembre
Reino Unido, 2023 - 6 x 26'
Creada por Maximilian Evans, Natasha Jatania, Adjani Salmon, Laura Seixas
Dirigida por Koby Adom, Joelle Mae David, Jermain Julien, Sebastian Thiel
Inédita en España

Una de las comedias más sugerentes que se han estrenado en los últimos meses proviene de la adaptación de la webserie Dreaming whilst black (YouTube, 2018), sobre un joven de origen jamaicano que aspira a ser cineasta en Londres, y consiguió la suficiente repercusión como para que la BBC encargara un episodio piloto en 2021 que derivó en una temporada completa contando con socios tan relevantes como la productora norteamericana A24, que este año se ha lanzado al mundo de la televisión con series como Bronca (Netflix, 2023), Such brave girls (BBC 3, 2023) y The curse (SkyShowtime, 2023). El co-creador y protagonista de Dreaming whilst b\@*k (Paramount+, 2023) es Adjani Salmon, ganador de uno de los Breakthrough BAFTA Awards 2023, que premian a los nuevos talentos británicos del cine y la televisión, y ha basado sus propias experiencias tratando de introducirse en la industria para conformar la historia de Kwabena (Adjani Salmon), un joven que trabaja en una oficina de empleo pero cuyo sueño es contar sus propias historias en el cine. Estrenada en la BBC en el mes de julio y posteriormente adquirida por Showtime/Paramount+, el primer episodio The dream (T1E1) puede llegar a ser desconcertante, porque baraja algunos tropos de humor que parecen desfasados mezclados con otros irreverentes, como cuando su compañero de trabajo Adam (Alexander Owen) le pide consejo sobre películas para una cita con una joven negra: "¿Crees que El color púrpura estaría bien?", a lo que Kwab responde: "Es una buena película, pero para una primera cita no deberías elegir una película que contiene escenas de violación". Pero no hacen falta muchos minutos para comprobar que precisamente la serie pretende abordar la forma en que los estereotipos sobre la raza negra permanecen todavía impregnados en la sociedad, por mucho que se haya extendido una especie de trauma blanco por la esclavitud y la colonización, pero que al final acaba desembocando en actitudes que tienen un tono igualmente racista.  

El episodio The pitch (T1E5) comienza con una secuencia de animación que menciona la Ley de Imparcialidad Política en las Escuelas de 2022, una propuesta del gobierno británico muy criticada por sectores educativos como la National Education Union, que mencionaban que "nos están obligando a dar el punto de vista opuesto, incluso en temas como la colonización y el racismo. El Imperio Británico no se puede enseñar desde la imparcialidad". En la secuencia, cuando una de las alumnas hace referencia a que Gran Bretaña esclavizó a millones de africanos, la profesora responde: "Sí, pero les enseñamos a jugar al cricket". Iniciativas gubernamentales como ésta demuestran que la perspectiva de la serie es más realista de lo que parece, y que la sociedad británica en particular, y la occidental en general, parece incapaz de confrontar los constantes microrracismos que se producen en la vida cotidiana, lo que se describe especialmente a través del personaje de Amy (Dani Moseley), que acaba de regresar de Lagos y ha comenzado a trabajar en una productora donde ella es la única mujer negra, recordando a otro tratamiento similar, aunque más irregular, en la serie La otra chica negra (Disney+, 2023). Amy se enfrenta a la condescendencia de sus compañeros y de su jefe, que tratan de ser especialmente amables pero acaban siendo singularmente racistas. Hay momentos divertidos cuando la serie se refiere a la propia industria del cine y la televisión, como cuando en The friends (T1E3) Kwabana conoce en una fiesta a Timothy Easley (Angus Wright), un cineasta blanco que solo escribe historias sobre negros, y que parece una referencia bastante clara al guionista Ronan Bennett, creador de la excelente serie Top boy (Netflix, 2011-2023). 

Dreaming whilst b\@*k también explora temas como el sentimiento de  comunidad, especialmente en un entorno en el que se mezclan los personajes de diferentes procedencias, desde Jamaica hasta Nigeria, a los que se les supone una especie de fraternización especial, a pesar de tener trasfondos culturales diversos. Esta idea se representa en la relación entre Maurice (Demmy Ladipo), el hermano del protagonista, y su esposa Funmi (Rachel Adedeji), que está embarazada. Pero ambos entran en conflicto en The pitch (T1E5) cuando ella pretende llevar al bebé a una ceremonia de circuncisión, una tradición nigeriana, a la que Funmi no da demasiada importancia, pero Maurice, de origen jamaicano, sí: "Que le corten la mitad de la polla sí es un problema para mi".  La web serie estaba enfocada principalmente a espectadores que pertenecían a ese grupo de población de segundas generaciones de inmigrantes, pero la serie amplía necesariamente esa perspectiva para abarcar un entorno mucho más complejo. Al establecer en paralelo la historia de Kwabena y de Amy, él aspirante a entrar en la industria audiovisual y ella formando parte de una productora, se determina que el objetivo no es solo aspiracional, sino que una vez dentro, hay que seguir haciendo sacrificios. Cuando Kwabana ofrece un pitch sobre su proyecto Jamaica Road, una historia de amor basada en sus abuelos, no recibe demasiado entusiasmo. A veces el sentido del humor puede llegar a ser algo perezoso, como cuando el protagonista recibe la visita de sus otros "yoes" que discuten sobre sus decisiones, pero es más divertida cuando adopta un tono surrealista. Hay un final agridulce que refuerza la idea de que estamos ante una serie que prefiere no tomar el camino más fácil y que reflexiona con profundidad sobre las concesiones que debe hacer un sector de la sociedad para ser admitido en algunos círculos profesionales. 

The changeling ****
Apple tv+, 8 de septiembre-13 de octubre
Estados Unidos, 2023 - 10x47'
Creada por Kelly Marcel
Dirigida por Melina Matsoukas, Jonathan van Tulleken, Dana Gonzales, Michael Francis Williams

Una de las reseñas de los lectores en Goodreads describía la novela The changeling (2017) como una historia que "comienza como Love actually (Richard Curtis, 2003), continúa como La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968) y termina como Parque jurásico (Steven Spielberg, 1993)". Esta descripción es lo suficientemente intrigante como para dar una oportunidad a la compleja novela del escritor Victor Lavalle (1972, Hawai), que no se ha editado en España. Los personajes de sus libros suelen quedar atrapados en un entorno de pesadilla, como en The ballad of Black Tom (2016), que también se está produciendo en formato serie. La adaptación a la pantalla a cargo de Kelly Marcel (1974, Reino Unido), guionista de la interesante Al encuentro de Mr. Banks (John Lee Hooker, 2013) y de Cincuenta sombras de Grey (Sam Taylor-Johnson, 2015), intenta introducir la mayor parte de los elementos con los que Victor Lavalle construye una fábula que se convierte en aventura terrorífica. La adaptación pretende ser tan fiel a la novela que el propio escritor sirve como narrador, pero la estructura opta por la narración no lineal para contar el encuentro de Apollo Kagwa (Lakeith Stanfield), un vendedor de libros de segunda mano, y la bibliotecaria Emma Valentine (Clark Backo), su posterior relación y el nacimiento de su primer hijo en un vagón del metro de Nueva York. Pero también se interesa, lo cual puede confundir al espectador al principio, por la relación abusiva entre Brian West (Jared Abrahamson) y Lillian (Adina Porter), los padres de Apollo, ella una inmigrante de Uganda católica que está empeñada en bautizar a su nieto porque "a menos que uno nazca del agua y del espíritu no puede estar a salvo… de las criaturas oscuras del mundo". 

Milena Matsoukas, responsable de la premiada película Queen & Slim (2019), dirige un primer episodio que introduce con habilidad parte de los elementos principales de la serie, aunque puede ser algo frustrante para quienes esperen que el misterio haga su aparición desde el primer momento. De hecho, la introducción que involucra a un barco de inmigrantes noruegos en 1825 se siente como una propuesta algo aislada, aunque en el último episodio de la temporada vuelve a hacerse referencia a las vicisitudes de este barco. Y seguramente puede ser aclaratoria la descripción del título de la serie The changeling (Apple tv+, 2023), que hace referencia a los llamados "niños cambiados", una tradición del folclore escandinavo según la cual un niño cambiado era el hijo de un hada, un troll o una criatura fantástica, dejado secretamente en lugar de un niño robado. En los países nórdicos, los padres colocaban unas tijeras o un cuchillo sobre la cuna de un bebé no bautizado para evitar que fuera "cambiado" porque se creía que la mayor parte de las criaturas fantásticas le tenían miedo al acero. Cuando Emma tiene a su hijo, y la historia aborda el vértigo de la maternidad, ella comienza a recibir extraños mensajes en el móvil que desaparecen misteriosamente. Pero no queda demasiado claro si la obsesión de la madre por un bebé que no reconoce como suyo es solamente una compleja consecuencia de la depresión postparto. Es acertado que el estreno de la serie se haya producido con los tres primeros episodios, porque a partir del tercero se introduce la oscuridad en la narración. En una breve referencia a un viaje que Emma hizo a Brasil, que más tarde se desarrollará en el Episodio 6, una supuesta bruja le regala una pulsera de hilo advirtiéndole que nunca deberá ser cortada si quiere que se cumplan sus deseos. El episodio, como la mitad de la temporada, está magníficamente dirigido por Jonathan van Tulleken, responsable del renacimiento de la serie Top boy (Netflix, 2013-2023). 

The changeling es una serie de una textura espléndida, llena de simbolismos que a veces parece no tener demasiado interés en explicar, lo que limita en ocasiones sus aciertos visuales. Pero sabe concentrar la atención en un cierto antagonismo hacia Emma para, a lo largo de su desarrollo, revelar que en realidad es Apollo quien sirve como catalizador de los acontecimientos más aterradores. En la búsqueda de Emma y su bebé, el descubrimiento de una edición rara de Matar a un ruiseñor (1960, Ed. B de Bolsillo), de Harper Lee, servirá para conectar con otros males que se encuentran alrededor de la costa de Nueva York, pero también ofrece una reflexión sobre la paternidad. En cierta manera The changeling puede recordar a Servant (Apple tv+, 2019-2023) en su narrativa de rompecabezas misterioso en el que las piezas no parecen encajar del todo, aunque posteriormente se transforma en algo diferente. Y este constante movimiento de una narrativa cambiante acaba resultando mucho más efectiva en la novela que en la pantalla, quizás por un exceso de ambigüedad. Por ejemplo, el Episodio 7, dirigido por Michael Francis Williams, es uno de los más sobrecogedores que hemos visto este año, enfocado exclusivamente en el personaje de Lillian, con una interpretación soberbia de Adina Porter, que se desarrolla en Elk Hotel en Times Square, que representa a la ciudad de Nueva York en los años ochenta. A través de la historia de Lillian, la narración habla de la inmigración, del sentimiento de no pertenencia, de los difíciles años ochenta con la aparición del SIDA y de la transformación de una ciudad que acaba siendo hostil. Es un magnífico episodio que sin embargo se siente como si no terminara de encajar del todo con el resto de la serie, aunque en su esencia traslada la importancia de las decisiones que tomó Lillian y que afectarán a la vida de Apollo. Tras esta historia de una hora parece excesivamente breve que el desenlace del último episodio dure solamente 30 minutos. The changeling es una propuesta que está realizada con una calidad formal extraordinaria, pero que a veces puede resultar frustrante en el desarrollo de su narrativa. Destaca especialmente la banda sonora de Dan Deacon (1981, Nueva York), que aporta constantemente sonoridades perturbadoras mezcladas con elementos afroamericanos, creando una ambientación musical que aporta una textura inquietante y al mismo tiempo hipnótica. También sobresale el ensoñador uso del clásico "Stormy weather", una canción escrita por Harold Arlen y Ted Koehler, que interpretó por primera vez Ethel Waters en el mítico The Cotton Club en 1933, y que se convirtió en un tema recurrente para las grandes voces del R&B. Que el final plantee una segunda temporada no confirmada (Kelly Marcel y Victor Lavalle idearon la serie como dos temporadas), es al mismo tiempo una decisión arriesgada pero también francamente valiente. 

Miracle Workers. El fin de los tiempos (Temp. 4 y Final) ****
Warner TV, 11 de septiembre-6 de noviembre
Estados Unidos, 2023 - 10x25'
Creada por Simon Rich
Dirigida por David Wain, Heather Jack, Bill Benz, Steve Buscemi, Blake McClure, Claire Scanlon

Posiblemente estamos ante una de las pocas comedias surrealistas no animadas que sobreviven en una televisión cada vez más convencional, lo cual convierte a Miracle workers (Warner TV, 2019-), dentro de sus altibajos, en una de las propuestas más singulares que podemos encontrar actualmente. Si las dos primeras temporadas estaban basadas en relatos de Simon Rich (1984, Nueva York), la segunda, Miracle workers: La edad Media (Warner TV, 2020) ya apostaba por un planteamiento de antología, cambiando los escenarios pero con los mismos protagonistas. Sin embargo, la serie ha sufrido numerosos contratiempos, a pesar de ser una apuesta sólida por parte de TBS (Turner Broadcasting Television), con la salida del creador Simon Rich como showrunner para la tercera temporada, a partir de la cual tomaron las riendas, ya sin referencias a obras literarias previas, Dan Mirk y Robert Padnick, guionista de las últimas dos temporadas de The office (SkyShowtime, 2005-2013), para extender el carácter antológico y convertir la serie en una especie de parodia de géneros cinematográficos, lo que ha permitido renovar en cierta manera el concepto original. Así, la primera temporada a cargo de los nuevos showrunners, Miracle workers: La ruta de Oregón (Warner TV, 2021), estaba llena de referencias a las películas del Oeste, mientras que esta cuarta temporada que se estrena ahora, Miracle workers: El fin de los tiempos (Warner TV, 2023) adopta las formas del cine postapocalíptico, empezando con una broma sobre Mad Max: Furia en la carretera (George Miller, 2015) y revisitando elementos reconocibles de películas futuristas como Matrix (Lana Wachowski, Lilly Wachowski, 1999) y otras muchas. Pero esta última temporada también sufrió los problemas de la fusión de Warner Bros. Discovery, con la incertidumbre sobre el futuro de canales como TBS, lo que ha retrasado su estreno hasta el verano de este mismo año. 

La historia de El fin de los tiempos comienza en un mundo destruido en el que la supervivencia se limita a aquellos que consiguen ser más fuertes y despiadados. Al contrario que en las anteriores temporadas, en las que había un juego de seducción entre los dos protagonistas, en este caso los guerreros Sid (Daniel Radcliffe) y Freya (Geraldine Viswanathan) se conocen en los primeros minutos del episodio Welcome to Boomtown (T4E1) para comenzar su aventura más difícil: sobrevivir como pareja en los suburbios y mantener una vida más o menos estable. Sid consigue trabajo junto a un adinerado comerciante de chatarras sin escrúpulos, Morris Rubinstein (Steve Buscemi), mientras Freya intenta encontrar pasatiempos junto a su perro de batalla Scraps (Jon Bass), que en algunos momentos se roba el show con sus intervenciones, y tiene un divertido encuentro con otros perros algo más pijos en Olympus (T4E6), cuando la pareja visita a los padres de Freya, quienes tienen un objetivo poco agradable con Sid, a quien no consideran merecedor de la compañía de su hija. La serie combina los habituales lugares comunes de las comedias de parejas con las referencias a las películas de ciencia-ficción, como en The MatriXXX (T4E3), dirigido por Heather Jack, en el que los protagonistas utilizan los servicios de TI-90 (Karan Soni), un robot que hace referencia directa a Terminator (James Cameron, 1994), quien les introduce en una especie de Matrix de los deseos sexuales, que revela sus fantasías más ocultas. Y se permite introducir a destacados cómicos como David Dastmalchian o Quinta Brunson de Colegio Abbott (Disney+, 2021-) y Lolly Adefope de Fantasmas (Movistar+, 2019),  para los amantes de los cameos insólitos.  

Miracle workers: El fin de los tiempos no tiene el menor problema en plantear un sentido del humor loco, absurdo, a veces incluso ridículo, pero que permite crear situaciones muy divertidas, siempre que el espectador se deje llevar por el surrealismo de la propuesta. Como en Jim Carrey in the Park (T4E5), en el que Morris Rubinstein pretende poner en marcha su habitual obra de teatro homenajeando a las películas de Jim Carrey, y al mismo tiempo reivindicando a Ace Ventura: Un detective diferente (Tom Shadyac, 1994) como una obra de arte del humor, y de camino permitiendo a Geraldine Viswanathan realizar una de sus interpretaciones más divertidas. También hay que reconocer el compromiso absoluto de los actores con la propuesta, dispuestos a hacer todo lo que les propongan sin un atisbo de duda, de forma que igual podemos ver a Steve Buscemi follando con un esqueleto que a Daniel Radcliffe protagonizando un espectáculo travestido o desplegando sus deseos sexuales por una roca. La valentía de ambos es uno de los soportes de la serie, e incluso Steve Buscemi dirige el episodio Roland Proudheart (T4E7), tras haber dirigido otros capítulos en las dos temporadas anteriores y estrenar recientemente el irregular drama The listener (2022). Para algunos quizás Miracle workers encontraba una mayor coherencia narrativa en la etapa controlada por Simon Rich, pero este nueva trayectoria que comenzó la temporada anterior se siente más libre a la hora de plantear situaciones absurdas y de encontrar un vehículo para la parodia sin que sea excesivamente ostensible.  

Buena gente
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SundanceTV, 14 de septiembre
Bélgica, 2022 - 6 x 48'
Creada por Stéphane Bergmans, Benjamin d'Aoust, Matthieu Donck
Dirigida por Stéphane Bergmans
Séries Mania '22: Panorama Internacional
Festival TV de Luchon '23: Grand Prix Mejor Serie

Uno de los grandes éxitos de la televisión belga en el otoño de 2022, tras su paso por el Festival Séries Mania, fue este thriller de humor negro cuyo primer episodio muestra claramente que el punto de vista puede cambiar en cualquier momento, cuando nos damos cuenta de que el protagonista no es el héroe, sino el antihéroe. Desde el principio, vemos cómo Tom (Lucas Meister) ha escenificado la muerte de su esposa Linda (Bérangère McNeese) simulando un accidente, mientras él se provoca heridas para demostrar que logró sobrevivir. En un pequeño pueblo de la frontera entre Bélgica y Francia, el jefe de la policía Roger (Dominique Pinon) no tiene razones para sospechar que ha habido algo extraño en el accidente, pero el gendarme Philippe (Michaël Abiteboul) parece no estar convencido de la versión de Tom, sobre todo porque él mismo fue amante de Linda, y piensa que ha podido ser un asesinato provocado por los celos. Pero este solo es el comienzo de una bola de nieve que se va haciendo progresivamente más grande hasta construir una de las más divertidas muestras de humor negro que hemos visto este año. En realidad, Buena gente (SundanceTV, 2022) no inventa nada nuevo, e inmediatamente puede recordar a los hermanos Coen en películas como Tres anuncios en las afueras (2017), sobre todo por el uso de la canción de tonalidad folk "Diggin' a grave" (2006) interpretada por Micah P. Hinson como sintonía de inicio de cada episodio. Pero hay una idiosincrasia particular en el retrato de este pueblo fronterizo de las Ardenas, en cierto modo abandonado por el progreso (uno de los agentes de policía le presenta a Roger un detector de mentiras, aunque el jefe de la policía local no parece muy convencido de que tenga algún uso donde realmente nunca ocurre nada especial). Mientras que la serie comienza como un thriller más o menos clásico, la historia de Linda y Tom contada en flashbacks nos acerca progresivamente al día del accidente y se envuelve de una cadena de hechos fortuitos que provocan situaciones cada vez más absurdas, acercándola más al cine de Quentin Dupieux. 

Los creadores de Buena gente, Stéphane Bergmans, Benjamin d'Aoust y Matthieu Donck ya ofrecieron una interesante muestra de policíaco en La tregua (RTBF, 2016-2018), en un tono más serio, pero que igualmente se desarrollaba por caminos narrativos cada vez más complejos. Al margen de la historia principal y los giros de guión que ofrece continuamente, la serie consigue construir un entorno que es particularmente absurdo en algunas situaciones, como cuando un granjero francés denuncia que está sufriendo incendios provocados en sus tierras, situadas en terreno fronterizo. La policía francesa decide no investigar porque, aunque la granja se encuentra en Francia, los terrenos incendiados están en Bélgica, por lo que el caso debería pasar a los gendarmes belgas. Detrás del carácter ciertamente absurdo de una investigación que nunca se lleva a cabo porque nadie se responsabiliza de ella, hay una lectura irónica y muy incisiva sobre la falta de sentido de pertenencia en las localidades fronterizas. Hay quien ha mencionado también la "belgitude" de la historia, ese retrato de personajes desquiciados y de situaciones alocadas que caracterizan las narraciones belgas, siempre al borde la esquizofrenia. Y lo es en el caso de Tom, interpretado con una gestualidad que ya de por sí es divertida por el actor belga Lucas Meister, conocido especialmente por sus trabajos en teatro, y algo reticente a aparecer en cine o televisión, aunque interpretó un pequeño papel en La tregua. Pero también hay que reconocer el trabajo del reparto, formado por actores belgas y franceses, y con la aparición de algunos nombres conocidos como Peter van den Begin, al que hemos visto en la excelente serie El jurado (SundanceTV, 2019-2023), que interpreta a un inquietante personaje recién salido de la cárcel que precipita los acontecimientos. Buena gente funciona perfectamente dentro de la locura de unas situaciones y unos personajes que llegan al límite en giros de guión sorprendentes como el final del último episodio, y que consigue mantener siempre el nivel de humor sarcástico sin decaer en ningún momento.  

Wolf ****

HBO Max, 14 de septiembre
Gran Bretaña, 2023 - 6x58'
Creada por Megan Gallagher
Dirigida por Kristoffer Nyholm, Lee Haven Jones

Una de las series de las que más se ha hablado este verano en Gran Bretaña llega con sorprendente rapidez a través de HBO Max, que sigue adquiriendo producciones de BBC e ITV para su catálogo. Este thriller algo extravagante de humor negro adapta Wolf (2017), la última de las siete novelas protagonizadas por el inspector Jack Caffery. La autora británica Beatrice Claire Dunkel (1962-2021, Inglaterra) adoptó el seudónimo de Mo Hayder para publicar sus libros, y el de Candy Davis cuando actuó como actriz en las últimas temporadas de la sitcom Are you being served? (BBC, 1972-1985) y cuando escribió la adaptación de sus novelas The treatment (2001) y Ritual (2008) para las películas belgas El tratamiento (Hans Herbots, 2014) y Ritual (Hans Herbots, 2022). A la escritora se la acusó tras la publicación de sus primeros libros de ser demasiado violentos y perturbadores, y lo cierto es que sus historias introducen elementos como la tortura o la pedofilia. Algo de eso hay en esta serie adaptada por Megan Gallagher, creadora de la miniserie noruega Grenseland (Zona fronteriza) (TV2, 2017), pero que ha sabido mantener las características más perturbadoras de la obra original. Como ésta, la historia se divide en dos tramas diferentes que en principio no parecen tener demasiada relación. El inspector Jack Caffery (Ukweli Roach), está obsesionado con la desaparición de su hermano hace años, y ha regresado a su antiguo barrio para vigilar a su vecino, un pedófilo que él cree que ha tenido algo que ver con aquella desaparición. Pero al mismo tiempo comienza a investigar un caso aparentemente resuelto sobre un asesino que fue encarcelado pero cuya culpabilidad empieza a poner en duda. Mientras tanto, en una línea temporal anterior, la familia Anchors-Ferrers, que se vio involucrada en una investigación en torno a los llamados asesinatos de Donkey Pitch, regresan a su antigua casa en Gales. Matilda (Juliet Stevenson), Oliver (Oewn Teale) y la hija de ambos Lucia (Annes Elwy) acaban siendo protagonistas de una situación que parece sacada de la película Funny games (Michael Haneke, 1997).  

Estas tramas se desarrollan con habilidad a lo largo de los seis episodios para confluir finalmente, pero con tratamientos diferentes. En el secuestro que sufre la familia Anchors-Ferrers, y especialmente tras la aparición de los policías Honey (Sacha Dhawan) y Molina (Iwan Rheon) hay elementos de humor negro y cierta extravagancia que a veces roza el absurdo, construyendo una tonalidad extraña en la que no está claro quién es la víctima y quién es el culpable. A lo largo de las dos historias hay un cúmulo de elementos inquietantes, desde conspiraciones hasta secretos ocultos, que van saliendo a la superficie conforme se desarrollan, envueltas en algunas escenas violentas, una cierta recreación en la tortura, intestinos colgados de un árbol y un nido de serpientes venenosas. Si todo esto parece incongruente, no lo es en absoluto y la historia consigue de alguna manera hacer que todo tenga sentido dentro del tono sorprendente y por momentos fascinante que adopta la narración. La serie puede ser de todo menos previsible. Los dos veteranos directores consiguen precisamente que el tono de la propuesta sea coherente y mantenga un difícil equilibrio. Kristoffer Nyholm ha sido nominado al BAFTA por la tercera temporada de The killing (DR, 2007-2012) y por la miniserie El caso Enfield (Sky, 2015), y ha dirigido episodios de Taboo (AMC+, 2017). Mientras que Lee Haven Jones ganó el BAFTA Galés por las series The Indian doctor (BBC, 2010-2013) y 35 Diwrnod (S4/C, 2014-), y este año ha sido nominado por la película Y Swn (2023). El primero sienta las bases del misterio en la primera mitad, mientras que el segundo se encarga de ir desenredando el ovillo para presentar las soluciones en los tres últimos episodios. De hecho, al final del tercero ya hay algunos elementos claros y la serie se adentra en un terreno mucho más oscuro y desasosegante. Posiblemente no sea una serie para todos los gustos, dada su tendencia a ofrecer un tratamiento humorístico de la violencia (una escena dramática protagonizada por Oliver en Scary man (T1E3) termina con las burlas de sus torturadores), pero al mismo tiempo es una de las propuestas más singulares que se han estrenado este año. Especialmente notable es el episodio Night terror (T1E4) en el que, con la etérea versión de Blondie y Philip Glass de la canción "Heart of glass" (2016, Blondie Music) de fondo, descubrimos que nada es lo que parece: "Las verdades que han estado enterradas durante tanto tiempo, parecen muchas veces un sueño. Pero la hora de soñar ha acabado. Es el momento de admitir quienes somos en realidad", dice uno de los personajes. Aunque quedan algunos hilos sueltos, como la explicación del título Wolf (HBO Max, 2023), que es mucho más explícita en la novela que en la serie. 

Poker face ****
SkyShowtime, 15 de septiembre-10 de noviembre
Estados Unidos, 2023 - 10x58'
Creada por Rian Johnson
Dirigida por Rian Johnson, Iain B. MacDonald, Janicza Bravo, Tiffany Johnson, Natasha Lyonne, Lucky McKee, Ben Sinclair
Emmy '23: Nominada Mejor Actriz (Natasha Lyonne), Actriz invitada (Judith Light), Diseño de producción, Coordinación de especialistas

Rian Johnson ha creado una continuación de las exploraciones de los revivals detectivescos que ha venido realizando desde su película Brick (2005) y que ha desarrollado cada vez con mayor precisión, aunque Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion (2022) haya sido un paso decepcionante. Y tiene a una protagonista inmejorable, Natasha Lyonne, creadora y actriz principal de Muñeca rusa (Netflix, 2019-2022), que consigue dar a su personaje ese aire de "me importa un huevo todo" que su propia actitud física demuestra desde su primera aparición. Poker face es una serie procedimental que tiene tramas conclusivas, lo que permite además introducir una lista extraordinaria de estrellas invitadas a la manera de las series de misterio de los años ochenta como Se ha escrito un crimen (SkyShowtime, 1984-1996) o Colombo (SkyShowtime, 1971-2003), que forman parte del catálogo de la plataforma. Adrien Brody, Chloë Sevigny, Ellen Barkin, Ron Perlman, Judith Light, Tim Blake Nelson, Cherry Jones, Nick Nolte o Joseph Gordon-Levitt son algunos de los nombres que protagonizan las diferentes historias, lo que supone un atractivo adicional. La propia Charlie Cale (Natasha Lyonne) asume su condición de personaje secundario en algunos episodios, en los que sus intervenciones son menos destacadas, lo cual resulta positivo para la serie. 

Porque en realidad su capacidad para detectar las mentiras es un recurso que tampoco resulta tan decisivo de cara al espectador, que desde el prólogo de cada uno de los episodios sabe exactamente lo que ha ocurrido. No se trata tanto de descubrir quién es el culpable, sino de elaborar una trama de giros en forma de rompecabezas con tono de comedia que resulta generalmente acertado. Porque, aunque como suele suceder en este tipo de series con historias independientes, unas son más interesantes que otras, en general se mantiene un nivel de escritura de guión notable, con ideas fabulosas como la del proceso de conversión de un experto en barbacoas en vegetariano después de ver la película coreana Okja (Bong Joon-ho, 2017), lo cual nos da una idea de hasta qué punto se hila fino en la escritura de los guiones. El episodio Dead man's hand (T1E1), dirigido por Rian Johnson, establece las pautas de una huida que llevará a Charlie a su particular odisea por distintos lugares, resolviendo crímenes que se encuentra a su paso. Y aunque pudiera parecer aleatorio y forzado el hecho de que acabe siempre en el lugar menos indicado (o el más indicado para las víctimas), en realidad es una fórmula divertida porque, tras el prólogo, generalmente se nos revela la presencia de Charlie en el momento en que ocurren los acontecimientos principales. Lo que lo convierte en un divertimento particularmente logrado. 

Poker face no es una serie para ver en un atracón, sino que es mejor disfrutarla en su formato clásico de episodio semanal, aunque ni siquiera Peacock se diera cuenta de eso cuando estrenó los primeros cuatro episodios al mismo tiempo. En el caso de SkyShowtime, se ha optado por una fórmula más clásica con los dos primeros episodios dirigidos por Rian Johnson. Se trata por tanto de una serie que juega a la contra de esta ansiedad por consumir cuanto antes las novedades, y esa también es una de sus virtudes: la reivindicación de disfrutar de las series de forma pausada. Cada espectador puede encontrar la historia con la que más conecte, pero son muy disfrutables la tensión absurda de The night shift (T1E2), escrita por Alice Jiu, que ya escribió algunos episodios de Muñeca rusa; la maravillosa pareja de ancianas rebeldes que forman Judith Light y S. Epatha Merkerson en Time of the monkey (T1E5); el rompecabezas teatral que protagoniza Ellen Barkin en Exit stage death (T1E6); o el homenaje al cine en The Orpheus syndrome (T1E8), protagonizado por Nick Nolte y Cherry Jones, y dirigido por la propia Natasha Lyonne, que aporta algunos dosis de surrealismo como las que tenía su serie Muñeca rusa. También es interesante encontrar esas referencias a los clásicos a lo largo de la serie, y este episodio es el más claro, que parece dedicar un guiño a las producciones stop-motion de Ray Harryhausen. Las productoras de la serie, Nora Zuckerman y Lilla Zuckerman, se permiten incluso una vuelta de tuerca a la fórmula en Escape from Shit Mountain (T1E9), que también dirige Rian Johnson como un homenaje a El resplandor (Stanley Kubrick, 1980), con Joseph Gordon-Levitt volviendo a trabajar con el director después de Brick. Y el último episodio, The hook (T1E10) que escribe Rian Johnson y dirige Janicza Bravo, directora de la interesante película Zola (2020), aunque está demasiado plagado de casualidades, acaba siendo una brillante vuelta al comienzo. La serie ha encontrado una fórmula perfecta para seguir acudiendo al personaje de Charlie Cale ocasionalmente en los próximos años.

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Películas mencionadas: 

Maestro se estrena en cines el 22 de noviembre.
Pobres criaturas se estrena en cines el 26 de enero de 2024.
Ferrari se estrena en cines el 9 de febrero de 2024.

Pequeño pero matónPuñales por la espalda. El misterio de Glass Onion y Okja se pueden ver en Netflix.
Gorilas en la niebla, El acusado perfectoEl tratamientoRitual se pueden ver en Filmin.
Un romance muy peligroso se puede ver en Filmin, Movistar+ y SkyShowtime.
Érase una vez... en Hollywood se puede ver en Movistar+, Netflix y Prime Video. 
El color púrpura y El resplandor se pueden ver en HBO Max y Movistar+.
Love actually, Ace Ventura. Un detective diferente y Brick se pueden ver en Movistar+.
Al encuentro de Mr. Banks se puede ver en Disney+ y Movistar+.
Cincuenta sombras de Grey se puede ver en Movistar+ y Netflix. 
Parque jurásico se puede ver en Movistar+, Netflix, Prime Video, SkyShowtime y Tivify. 
Mad Max. Furia en la carretera y Matrix se pueden ver en HBO Max, Movistar+, Prime Video y Tivify.
Terminator se puede ver en Filmin y Prime Video. 
Funny games se puede ver en Acontra+.

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