En nuestro repaso a la programación del DOK.fest Munich hacemos nuestra habitual incursión en las producciones que proceden de autores españoles o latinoamericanos, que en este caso se refleja a través de documentales presentes en diferentes secciones del festival. Desde la reconocida cineasta peruano-holandesa Heddy Honigmann, hasta el cineasta hispano-alemán Enrique Sánchez Lansch, pasando por las películas de producción española que han sido seleccionadas.
DOK.international
Heddy Honigmann es una reconocida directora nacida en Perú pero que ha desarrollado casi toda su carrera en Holanda junto al productor Pieter van Huystee. Después de vivir en algunos países como Israel o España, se casó en Amsterdam y se nacionalizó holandesa, pero siempre ha tenido en su cine una mirada dedicada a su tierra natal. A pesar de su prestigio como directora de documentales, en España no se le ha prestado demasiada atención. Tan solo su película Crazy (1999) ganó el Premio al Mejor Documental en la Seminci de Valladolid y Forever (2006) fue seleccionada en San Sebastián. Pero ha sido más reconocida en festivales internacionales como Hot Docs, que le concedió el Premio Honorífico en 2007 o este mismo DOK.fest, que le dedicó una Retrospectiva en 2019.
Esta edición del festival programa sus dos últimas películas: 100up (2020), en la sección DOK.panorama y No hay camino (2021) en la sección oficial. Aunque siempre ha tenido una salud delicada, hace dos años se le diagnosticó un cáncer incurable, lo que se ha convertido en la razón principal por la que Heddy Honigmann ha realizado por primera vez en su vida un documental en el que ella es la protagonista. Se trata de un viaje que realiza a su Perú natal para reencontrarse con viejos amigos, con su familia y con lugares donde residió. Pero el espíritu optimista de la directora previene de una mirada melodramática, en un trayecto lleno de humor, de recuerdos y de amor a la vida. La idea original era que otro director hiciera una película sobre ella, pero comenta el productor que era imposible que se dejara dirigir, y al final terminó siendo un proyecto familiar, con su hijo como operador de cámara (ella a veces le da instrucciones sobre dónde colocarse) y su actual marido como acompañante.
El título está tomado de los Proverbios y cantares de Campos de Castilla (1912) escrito por Antonio Machado: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar". Y es un viaje que circula de forma imprecisa, de alguna forma desestructurada, pero también por ello mucho más rico en su incorporación de ideas brillantes que van surgiendo paulatinamente. La película comienza con una conversación por los canales de Amsterdam con el director José Luis Guerín, amigo y admirador. "Me preguntas qué estoy haciendo. No lo sé", dice Heddy. Pero esa indefinición es la que hace que el documental sea algo más que una despedida (quizás relativa, porque está preparando su próxima película), sino más bien una especie de reencuentro con las huellas que el pasado han dejado en ella.
En Perú, habla con su hermana de los recuerdos familiares y entonces surge un tema tabú: la mala relación de Heddy con su padre, de la que su hermana no quiere hablar. Superviviente del campo de concentración de Mauthausen, del que consiguió huir para refugiarse en Rusia, Witold Honigmann emigró a Perú y allí se convirtió en un conocido dibujante de cómics, españolizando su nombre como Victor Honigmann y creando algunos personajes famosos como Supercholo. Para Heddy su padre, sin embargo, era "un hombre horrible porque había vivido cosas horribles". Pero poco a poco parece que la percepción que tiene de su padre ha acabado siendo más personal que objetiva. Cuando visita a un admirador de Victor Honigmann, que ha coleccionado buena parte de su obra, ella menciona que "siempre hay algún elemento de crueldad en sus dibujos". Conversando con un antiguo amigo de la infancia, rememora cómo su padre le prohibió jugar con él, porque solo era el hijo de un carpintero. Pero su amigo, sin embargo, le recuerda como un segundo padre.
No hay camino no es un biopic, pero se incluyen algunos fragmentos de sus documentales más conocidos, especialmente aquellos que mostraban la realidad peruana, como Metal y melancolía (1994), O amor natural (1996), que fue su primer trabajo producido por Pieter van Huystee, o Crazy (1999), pero más como conexiones con su vida personal que como retrospectivas de su trabajo. Hay momentos muy emotivos y algunos ciertamente conmovedores en esta despedida de Heddy Honigmann (lo es claramente de Perú, donde no regresarça más debido a su enfermedad), pero se trata de una película que celebra los años vividos. "Siempre he intentado encontrar a las personas buenas", comenta sobre su intención al hacer documentales. Tan maravillosamente anárquica es la película que incluso se incluye un cortometraje que ha dirigido José Luis Guerín como homenaje a Heddy Honigmann.
DOK.horizonte
La conquista de las ruinas (Eduardo Gómez, 2021) es una coproducción entre Argentina, Bolivia y España que supone el debut de su director en el largometraje. A través del proceso de construcción de un edificio, desde la extracción de piedras en una cantera hasta la propia edificación en la ciudad, se establece una reflexión sobre el pasado del hombre y lo que quedará para el futuro. Esta línea narrativa se desvía hacia otros personajes como un paleontólogo que trabaja en la recuperación de huesos de dinosaurios o una comunidad de indígenas que ven cómo se construye un barrio para ricos en lo que fueron sus antiguas tierras. Rodado en diferentes espacios, desde el delta del Paraná hasta la Patagonia andina, el documental se presenta como un ensayo audiovisual que también habla de la relación entre el hombre y su entorno.
Esta conquista que indica el título tiene también una conexión con la colonización, con las huellas de un pasado que conforman la identidad diversa de los países latinoamericanos, que se construye sobre las ruinas de la historia. Hay una constante reflexión sobre cómo ese pasado se representa en la actualidad, que en algunos casos conecta con elementos sobrenaturales, como la presencia de fantasmas en el esqueleto del edificio, sobre la que hablan los obreros, o la existencia de un antiguo cementerio en lo alto de la cantera donde se extraen las rocas. La fotografía en blanco y negro, que realiza el propio Eduardo Gómez, también tiene que ver con esa representación del paso del tiempo, de una especie de indefinición temporal que marca el tono de la película.
Lo que consigue el director boliviano es crear una coherencia narrativa entre las muy diferentes experiencias de sus protagonistas, una especie de conjunto coral que se transforma en una voz única a través de las imágenes y de un relato bien elaborado. La posición de la cámara busca casi siempre el espacio amplio, la visión de la magnificencia del paisaje, que adquiere un protagonismo esencial. La construcción supone también una destrucción, la superposición de conquistas sobre conquistas, de ocupación de un entorno desocupado, de invasión del pasado por un presente que también será invadido.
DOK.focus Empowerment
También se acerca a la realidad de las comunidades indígenas el documental mexicano La vocera (Luciana Kaplan, 2021), que se centra en la figura de Marichuy, María de Jesús Patricio, que fue elegida por el Congreso Nacional Indígena como su representante para las elecciones presidenciales de 2018 en México, convirtiéndose en la primera mujer indígena que se postulaba para el cargo. La intención no era tanto la de conseguir ser elegida sino la de utilizar esta plataforma que ofrecía la campaña electoral para difundir la problemática de los pueblos indígenas, representada por el levantamiento zapatista que tuvo lugar en los años noventa, pero que al final ha ido consiguiendo avances muy lentos.
La postulante a las elecciones recorre buena parte de las poblaciones indígenas tratando de recabar las firmas necesarias para poder ser candidata a la presidencia, y de alguna forma esto sirve a la directora para establecer una perspectiva más global de la problemática, menos enfocada en la protagonista. De hecho, en realidad tampoco hubo muchas oportunidades de enfocarse en Marichuy, porque una de las condiciones para poder grabar todo el proceso era que se no se hiciera un documental centrado solo en su persona. Pero, aunque la directora trata de ampliar la mirada, ofreciendo testimonios de otros personajes en los que se tratan temas como los abusos o los encarcelamientos injustos, se sienten como elementos añadidos que no terminan de cohesionar adecuadamente con la narración principal.
Presente también en la programación de Hot Docs 2021, el documental consigue exponer nuevamente la difícil situación difícil que viven las comunidades indígenas, a veces enfrentadas a engaños por parte de patronos o grandes empresas que literalmente ocupan tierras que no son suyas mediante engaños o largos procesos legales en los que el tiempo y las instituciones juegan a favor de los nuevos ocupantes. Pero la presencia de representantes indígenas en los procesos políticos les permite utilizar el propio sistema para reivindicar sus necesidades y sus posesiones.
DOK.panorama
Las tres representantes españolas en la programación del festival DOK.fest se encuentran en esta sección. De Passion (Maja Borg, 2021) ya hablamos en nuestra crónicas de CPH:DOX, pero también se incluyen otros dos documentales. El niño de fuego (Ignacio Acconcia, 2020) ganó una Mención Especial en la Seminci de Valladolid 2020, y tiene como protagonista a Aleixo, un joven a punto de cumplir 18 años que en 2009 sufrió un accidente cuando viajaba con su padre en un camión, que acabó ardiendo y provocándole quemaduras en el 90% de su cuerpo. De alguna forma, esto ha supuesto una especie de pérdida de su infancia, sometido a numerosas intervenciones quirúrgicas para tratar de paliar los efectos de su piel quemada.
Pero el documental, que acompaña a Aleixo durante el año anterior a su mayoría de edad, está más interesado en la evolución como persona de este joven cuya vida se transformó de forma drástica. Se puede decir que las heridas que tiene no son solo superficiales, sino que principalmente se trata de heridas interiores, de una inseguridad y un sentimiento de soledad que se une a la propia zozobra emocional de un adolescente. A pesar de que está rodeado por una familia y un grupo de amigos que le apoyan, Aleixo tiene una especie de desencanto vital que parece impropio de su edad, un sentimiento de desolación del que solo puede huir a través de la música rap. Esta es su forma de expresar sus sentimientos, un desahogo que le permite dejar salir todas sus incertidumbres vitales.
El director consigue un acercamiento esencial al protagonista, que es capaz de mostrar su pesadumbre interior de forma más clara que su propio físico. Quizás por tratarse de un director debutante, algunas escenas "construidas" para el documental (como la entrega de currículums, o algunas conversaciones con su madre), no terminan de encontrar el tono de naturalidad adecuado. Pero se trata de un interesante acercamiento a la realidad de un adolescente que se ve obligado a madurar antes de tiempo.
Cuando hablábamos del documental Silênzio - Voices of Lisbon (Judit Kalmár, Céline Coste Carlile, 2020) comentábamos la gentrificación de las grandes ciudades europeas. Pero esta transformación urbanística basada en los fondos de inversión también se traslada a los barrios obreros. En Perifèria (Xavi Esteban, Odei A.-Etxearte, 2020), los directores toman como base el libro "De suburbio a ciudad. El Plan Popular de Santa Coloma de Gramenet", escrito por Odei A.-Etxearte, para construir un relato desde la particularidad del municipio barcelonés hacia el reflejo de una realidad extrapolable a muchas otras ciudades.
Frente a la especulación que en los años setenta se creó en torno a este municipio, un arquitecto del barrio, Xavier Valls i Bauzá, creó un Plan Popular que fue apoyado por los vecinos para desarrollar una ciudad humana, no especulativa. Sus hijos inspeccionan muchos de los documentos y planos que formaron parte de este plan que consiguió dar a los vecinos la facultad de elegir cómo querían que fuera su barrio. Porque la fatalidad hizo que Xavier Valls fuera una de las víctimas del atentado de ETA contra Hipercor en 1986. Desde este rescate de los archivos de su padre, la película construye una crónica de la evolución de este municipio a lo largo de los años. Y se trata en cierto modo de una crónica con cierto aire de melancolía, porque la victoria conseguida en el pasado no ha permanecido en el presente.
En una reunión vecinal en la que se plantea volver a retomar la lucha frente a la especulación, se dice que "hay que dar la enhorabuena por lo que se consiguió, pero después se bajó la guardia". Porque, efectivamente, el municipio ya parece abocado a la maquinaria de las inversiones, el cemento y la deshumanización. De alguna forma, sin embargo, el documental trata de reconstruir el concepto de urbanismo como planificación de la convivencia humana a través de iniciativas juveniles que tienen que ver con la cultura y la música, con la solidaridad. Pero da la impresión de que ya es demasiado tarde.
DOK.music
El director Enrique Sánchez Lansch, nacido en Gijón pero afincado en Alemania, nos propone un recorrido por la música del compositor inglés Matthew Herbert en A symphony of noise (Enrique Sánchez Lansch, 2021), que estuvo en la programación de CPH:DOX 2021 y ahora encontramos en esta sección dedicada a documentales musicales. A Matthew Herbert se le conoce en los últimos años especialmente por sus trabajos para el cine, como responsable de las bandas sonoras de películas como Una mujer fantástica (Sebastián Lelio, 2017), Gloria Bell (Sebastián Lelio, 2018) o The cave (Feras Fayyad, 2019), pero no parece éste el aspecto que más le interesa de la creación musical: "Creo que el lenguaje musical no funciona actualmente. Cuando me siento en el piano mis diez dedos solo abarcan la misma combinación de notas que se han usado durante cientos de años. Para mí es una manera torpe de expresar mis sentimientos, cuando hay tantos sonidos y tantas posibilidades".
Esta aproximación a la música ha llevado al compositor a una investigación constante en los últimos años, explorando sonidos nuevos que extrae de la naturaleza. Así ha surgido por ejemplo la trilogía de discos formada por One One (2010, Accidental Records), One Club (2010, Accidental Records) y One Pig (2011, Accidental Records). En este último utiliza grabaciones de la vida de un cerdo desde su nacimiento hasta que es llevado al matadero, usando instrumentos fabricados como un "órgano de sangre de cerdo" o un tambor con piel de cerdo. A lo largo del documental el director le acompaña en su búsqueda de sonidos nuevos como el del interior de un árbol vivo y posteriormente talado. La vida y la muerte se fusionan en su concepto musical.
Lo interesante de esta búsqueda es que está siempre ligada a una idea de reflexión en torno a los sonidos. Para la preparación de un concierto en Berlín, por ejemplo, trabaja con un grupo de voluntarios que representen a las personas que han fallecido ese mismo día. Una rápida búsqueda en internet indica una cifra de 79 personas, y entonces pide a los voluntarios que exhalen una especie de último suspiro, que utilizará en el concierto en contraposición con un instrumento que representa a los niños nacidos. La película también muestra su proceso creativo del libro The music: A novel through sound (2018, Unbound), en el que expresaba sus ideas en torno a los sonidos y la música, que son también ideas en torno a la vida.
Cuando le pidieron que participara en el proyecto Recomposed del sello Deutsche Grammophon, reinterpretando la Sinfonía nº 10 de Gustav Mahler, que fue la última del autor austriaco, utilizó grabaciones captadas desde el interior de un ataúd y también grabó dentro de un crematorio. En uno de sus últimos proyectos, la Brexit Big Band, grabó los sonidos de un local de Fish & Chips en un pequeño pueblo pesquero para tratar de encontrar los sonidos que reflejaran la identidad británica, aunque la Big Band estaba formada por músicos de diferentes partes de Europa. A symphony of noise sin duda consigue reflejar esta experimentación constante, esta búsqueda de sonoridades que definen un proyecto musical más allá de la composición más o menos tradicional. "Es como intentar cocinar una tortilla en una barbacoa", afirma Matthew Herbert, "tienes que pensar de forma diferente, tienes que enfocarlo desde otra perspectiva. Claro, si me pides que te haga una tortilla te la voy a hacer de la misma forma que siempre, pero si me ofreces otras herramientas, entonces me obligas a pensar cómo tendría que hacerla".
El niño de fuego se puede ver en Movistar+.
Una mujer fantástica se puede ver en Filmin.
Gloria Bell se puede ver en Netflix.
No hay comentarios:
Publicar un comentario