Esta nueva crónica del Festival CPH:DOX 2023 nos lleva hasta África, a través de cuatro documentales que ofrecen diferentes perspectivas del continente, desde la que tiene relación con la ciencia y la arqueología, hasta los conflictos armados, pasando por el fraude en torno al robo de identidades en internet y la realidad del mundo laboral. Sudáfrica, Marruecos, Repúblic Centroafricana y República del Congo son los países donde se desarrollan estas historias.
!AitsaDane Dodds, 2023 | Science | ★★★★☆ |
En esta sorprendente película la ciencia de alta tecnología se da la mano con las antiguas tradiciones tribales en una de las regiones más singulares del planeta. El Karoo es una vasta región desértica de Sudáfrica en la que apenas hay precipitaciones a lo largo del año, pero que alberga en las rocas y fósiles encontradas las huellas bien conservadas de un extenso ecosistema que albergaba la zona hace millones de años. Pero El Karoo también se ha convertido en un lugar en el que la ciencia espacial ha desarrollado uno de los más complejos sistemas de telescopios del mundo, denominado SKA (Square Kilometer Array), que está construyendo desde 2018 miles de telescopios en una extensión de un kilómetro cuadrado, aprovechando la visibilidad que proporciona una zona apenas afectada por la polución y por las radiaciones electrónicas. Aprovechando esta conexión singular entre la prehistoria presente en las rocas y la incorporación de la alta tecnología espacial, !Aitsa (Dane Dodds, 2023) presenta una estructura sinuosa en la que se mezcla el pasado con el presente, nuestro planeta con el espacio exterior. El profesor Russ Taylor, del Observatorio de Astronomía de Sudáfrica, avanza las posibilidades que permiten a este proyecto la observación de millones de kilómetros en el espacio, mientras el pastor Hoorn comenta que el pequeño pueblo de Carnarvon, el más cercano a la zona del Karoo, no había recibido nunca ninguna atención hasta que llegaron los científicos.
Pero algunos habitantes de este pequeño pueblo no han recibido con el mismo interés este proyecto, y permanece todavía la manifestación de los antiguos colonizadores. Con inteligencia, el director sudafricano Dane Dodds dedica un segmento del documental a la llegada de los primeros colonizadores holandeses a la región, cuando África no tenía fronteras. Fueron precisamente los occidentales los que establecieron el concepto de posesión de la tierra, el mismo que ahora utiliza la comunidad científica para establecerse en la zona, llegando a un acuerdo con el Consejo local. Pero la relación con la tierra en las tribus indígenas ha sido diferente, desarrollando un vínculo que está tallado y dibujado en las rocas, incluso con figuras que algunos habitantes de la región consideran que representan a seres extraterrestres. En la pequeña ciudad ferroviaria de Nelspoort los arqueólogos han encontrado hasta 150 kilómetros cuadrados con grabados rupestres y artefactos de los antiguos pobladores de la zona, las primeras naciones de cazadores y recolectores. Las llamadas "rocas de gong" poseen propiedades de resonancia naturales, y se cree que se utilizaban para comunicarse. La banda sonora del documental, compuesta por Simon Kohler, utiliza sonoridades de estas rocas para crear una especie de música etérea que subraya cierta tonalidad mágica.
!Aitsa está construido sobre una estructura que fluye en la relación de unos temas con otros, igual que el desierto ha acogido diferentes intereses para el ser humano, una zona casi inhabitada que sin embargo ha atraído a civilizaciones por distintos motivos. Aunque se afirma en la película que el proyecto SKA preservará la zona de un mayor desarrollo, también se apunta que el cambio climático ha provocado que el Karoo aumente su temperatura a una velocidad dos veces mayor que el resto del planeta. El documental consigue utilizar las posibilidades que presenta la región sudafricana para científicos y arqueólogos para establecer una conexión con las tradiciones indígenas antiguas, en una reflexiva propuesta sobre la relación entre el ser humano y el planeta.
Fragments of heavenAdnane Baraka, 2022 | Artists & Auteurs | ★★★☆☆ |
Hay también una mirada más allá del cielo de África en este documental estrenado en el Festival de Locarno, y que utiliza las vastas extensiones del desierto marroquí, para situar al hombre en el contexto del universo. El suroeste de Marruecos se ha convertido en una especie de mina a cielo abierto en la que los pastores nómadas han encontrado una fuente adicional de ingresos, buscando restos de meteoritos caídos en nuestro planeta, cuyo valor puede alcanzar entre 200 y 600 euros el kilo, aunque la mayor parte de ellos solo pesan unos cuantos gramos. En 2014, una roca que estaba datada en 1.400 millones de años alcanzó en la casa de subastas Sotheby's la cantidad récord de 70.000 euros. Fragments of heaven (Adnane Baraka, 2022) tiene como protagonistas a dos hombres que están interesados en estos fragmentos por razones muy diferentes: Mohamed Oubakha es un pastor nómada que vive en el desierto con su familia, y que cada vez tiene más problemas para encontrar agua para sus cabras, así que participa en grupos de hombres contratados para recorrer kilómetros de arena buscando ese tesoro procedente del espacio exterior, muchas veces de forma infructuosa. Tanto, que la cámara es testigo de una especie de huelga de los buscadores debido al calor sofocante y la escasez de agua. Por su parte, Abderrahmane Ibhi es un profesor del Departamento de Geología de la Universidad Ibn Zhor, de Agadir (Marruecos), que está interesado en descubrir si estas rocas pueden contener rastros de vida, lo que no es tan descabellado como parece. El pasado mes de enero, un equipo de investigadores internacionales publicó en la revista Science Advances un estudio que reveló una diversidad de compuestos orgánicos inédita en un meteorito que cayó en el desierto marroquí de Tissint en julio de 2011, expulsado del planeta Marte hace 700.000 años.
El profesor Abderrahmane pregunta a sus alumnos universitarios si es posible que se pueda crear materia de la nada, una cuestión que él define como filosófica. Ante las dudas de los jóvenes, que acaban recibiendo la atención de la cámara mientras la figura del profesor queda en segundo plano, vuelve a preguntar qué creen que había antes del Big Bang, exprimiendo aún más la capacidad de raciocinio de los alumnos. El científico Stephen Hawking respondía a esa pregunta de una forma sencilla: antes del Big Bang no existe nada porque las leyes de la física, como el concepto espacio-tiempo, no son aplicables al universo. Para Mohamed, las leyes de la física consisten en sobrevivir en medio de la sequía y las temperaturas cada vez más altas del desierto marroquí. El director Adnane Baraka (1987, Marruecos) comenzó este proyecto en 2014, grabando entre 2017 y 2019, en un proceso de desarrollo que modificó su perspectiva, descategorizando la película dentro del género documental y convirtiéndola, no en una doble búsqueda, sino en una búsqueda triple, en la que él mismo lleva a cabo su propia indagación, como afirmaba en la presentación en Locarno: "Estaba muy interesado en la búsqueda del lenguaje cinematográfico. Entendí que esta expresión cinematográfica podía trascender los límites entre ficción y realidad". De esta forma, Fragments from heaven adopta una visión del ser humano desde esta idea de encontrarse a sí mismo como sujeto en la inmensidad del desierto y a su vez en la inmensidad del universo. La película va revelándose con una textura poética que surge de los rezos susurrados y la planificación elaborada, que a veces puede resultar demasiado etérea y reflexiva, un poco desenfocada en su narrativa sobre la pregunta constante sin responder a nada.
Comentaba también el director que la última parte de la película, que propone una especie de regreso a los orígenes mediante efectos visuales, surgió después de una pausa y una reflexión sobre cómo concluirla. Es un segmento que de alguna manera conecta con el documental filosófico Voyage of time (Terrence Malick, 2016) en torno al origen del universo, pero es mucho menos efectivo que el subtexto que se desprende a lo largo de la película, que transmite una imagen mucho más certera de la relevancia de los orígenes de la ciencia árabe, asimilada por los cristianos en el siglo XII.
Eat bitterPascale Appora Gnekindy, Ningyi Sun, 2023 | Dox:Award | ★★★☆☆ |
A través de la historia de dos hombres que trabajan en la República Centroafricana, la película Eat bitter (Pascale Appora Gnekindy, Ningyi Sun, 2023) se acerca a dos formas diferentes de entender las relaciones laborales y la familia. El centroafricano Thomas se dedica a extraer arena del fondo del lago para ser utilizada en la construcción, mientras que el emigrante chino Jianmin “CC” Luan se ha labrado una reputación como gerente de obra que negocia con los proveedores locales que le proporcionan precisamente la arena que necesita para los trabajos. El retrato de estos dos personajes se convierte en el centro de una historia que tiene como trasfondo las amenazas de una posible nueva guerra civil en la República Centroafricana, con un toque de queda impuesto por el gobierno. A diferencia de otras producciones que ponen su mirada en este país, lo que hace particularmente singular a este documental es que no tiene tanto interés en retratar los conflictos sociales, sino que se centra principalmente en dos personajes y la forma en que, sin conocerse, comparten algunas similitudes en la construcción de su propio futuro. El impacto de la inmigración de trabajadores calificados chinos a Bangui ha sido significativo para el país africano que ha ido resurgiendo tras décadas de guerra civil y pobreza prolongada. Pero también establece una diferencia clara entre ellos y los trabajadores locales. Ambos son los que proveen a sus familias de la estabilidad económica que necesitan, con mayor o menor éxito. Mientras Thomas tiene una vida sentimental complicada, Luan mantiene comunicaciones a distancia con su mujer, que está en China y espera el regreso de su esposo. Thomas dejó a una de sus esposas y sus hijos por otra novia, pero comienza a arrepentirse de la decisión y trata de recuperar a su primera mujer. En realidad, no parece tener él mismo demasiada madurez emocional como para mantener una familia. La esposa de Luan es un personaje que parece tener ciertos problemas mentales, lo que se hace más evidente cuando viaja a África para reunirse con su marido después de un intento de suicidio, pero está retratada con cierta superficialidad.
El título Eat bitter está extraído de un proverbio chino que dice: "Primero amargo, después dulce", en referencia a la necesidad de hacer frente a las dificultades para poder recoger después los frutos del trabajo. Se podría decir que Thomas está en la primera etapa, tratando de encontrar todavía la forma de sobrevivir, mientras que Luan se encuentra ya en la segunda, con una empresa floreciente que le permite gestionar varias construcciones en la zona, aunque a veces tenga que enfrentarse a dificultades como el accidente de un trabajador. Aunque su actitud es particularmente amable y mantiene una buena relación con los centroafricanos de la zona, parece claro que los frutos de su trabajo también provienen de la explotación laboral. Con un estilo verité que acompaña a estos dos personajes a lo largo de sus relaciones personales, la película dirigida por la realizadora china Ningyi Sun y la congoleña Pascale Appora Gnekindy, residente en la República Centroafricana, parece especialmente interesada en el retrato de las mujeres africanas, las que de alguna manera soportan las infidelidades y desplantes de Thomas y aquellas que salen a las calles para reclamar paz frente a una posible guerra civil. Ellas al final parecen ser los soportes principales de una historia que evita los lugares comunes para reinterpretar la mirada tradicional respecto a la realidad africana.
The other profileArmel Hostiou, 2023 | Dox:Award | ★★★☆☆ |
El director Armel Hostiou (1976, Francia) propone un ejercicio cinematográfico interesante en su último documental, que comienza como una especie de thriller de investigación en el que él mismo trata de encontrar el origen de una cuenta falsa de Facebook que utiliza su imagen y su nombre para captar a mujeres congoleñas para un supuesto casting, y poco a poco deriva en una reflexión sobre la verdad y la mentira, que tiene ramificaciones en el legado del colonialismo. The other profile (2023) es el título internacional, mucho menos elocuente que el original francés Le vrai du faux (La verdad de lo falso). Porque si bien el interés del director parece estar en la primera parte de la película en seguir las pistas del origen de esa cuenta falsa, lo que le lleva a la República del Congo, en realidad el tema principal tiene que ver con la idea de la doble moral colonialista respecto a los países africanos, aunque en este caso el Congo es un reducto colonial de Bélgica, no de Francia. Los autores de este perfil falso utilizan los nombres de directores de cine franceses para captar la atención de jóvenes a las que les solicitan una cantidad de dinero para poder acceder a un casting para una película que nunca se producirá. Y en este viaje, el director Armel se convierte en un torpe turista que no termina de encajar en las calles de Kinshasa, aunque consigue ayuda de un grupo de congoleños que forma parte de la cooperativa Ndaku ya La Vie est Belle, un colectivo de artistas callejeros que convierte la basura en obras de arte.
La investigación de Armel Hostiou termina de forma más o menos fácil, pero es cuando el documental adquiere otra dimensión en la que están presentes las huellas del colonialismo, que es puesta de manifiesto por algunas de las jóvenes que colaboran con el director para encontrar al hacker responsable de su perfil falso. Pero de alguna manera la película también parece adquirir una tonalidad falsa, construida y puesta en escena, lo que al final acaba haciéndola cada vez menos creíble, especialmente en los momentos en los que Armel interactúa con el supuesto hacker. Sin embargo, esta especie de falsedad que puede desprenderse de algunas escenas al final acaba formando parte del propio discurso de la película. No importa demasiado si se ha partido de una anécdota para crear una especie de ficción, o si la realidad ha terminado deformando tanto el objetivo principal que el director ha decidido cambiar el enfoque en la sala de montaje. Lo que plantea The other profile es un atractivo juego entre lo real y lo falso a partir del encuentro del original con su doble, una especie de referencia al doppelganger que ya no es una figura corpórea sino que habita en las redes sociales. Cuando el doble adopta la posición del director grabando diferentes escenas con su cámara, la película directamente remite a textos como El doble (1846, Ed. Alianza Editorial) de Fiodor Dostoievski. Pero tiene un trasfondo particular que mantiene un cierto tono político en torno a la identidad de los congoleños y las consecuencias de un colonialismo que les lleva a utilizar internet para cometer fraudes precisamente a través del robo de las identidades de otros. Es en esos momentos en los que The other profile deja de ser un divertimento para convertirse en una propuesta mucho más seria.
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Películas mencionadas:
Fragments of heaven se proyectará en el Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger. FCAT (28 de abril al 7 de mayo).
Voyage of time se puede ver en MUBI.
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