22 marzo, 2023

CPH:DOX 2023 - Parte 4: La fe y la humanidad

Hablamos en nuestra nueva crónica del Festival Internacional de Documentales, CPH:DOX, de la relación entre la religión y el ser humano, a través de tres historias que implican a estos conceptos, bien de forma directa o desde una perspectiva más simbólica. Esta relación que puede llevarnos hasta un análisis de las influencias en la política o a la representación casi sacralizada del cuerpo humano, es también un punto de reflexión sobre la forma en que encaja lo que no pertenece a la definición normativa en una sociedad que parece definirse solo a través de las etiquetas tradicionales. 

Praying for Armageddon

Tonje Hesse Schei, 2023 | F:ACT Award | ★★★★☆


Al margen de su condición de ex-presidentes que no aceptaron los resultados de las elecciones que les expulsaron de sus posiciones de poder, Jair Bolsonaro y Donald Trump tienen un elemento en común especialmente relevante: detrás de sus carreras políticas cuentan con un apoyo decisivo por parte de grupos de influencia evangélicos. Coincidentemente, Estados Unidos y Brasil son los dos únicos países del ámbito occidental que han sufrido asaltos literales a sus principales instituciones democráticas. El documental Praying for Armageddon (Tonje Hesse Schei, 2023) es un perturbador thriller que analiza el sistema político estadounidense y las ramificaciones que dentro de los estamentos gubernamentales y militares han ido construyendo los principales líderes de organizaciones evangélicas. Pero lo más inquietante es la forma en que estos grupos no solo influyen en las políticas internas del país, sino sobre todo en las decisiones que se toman en relación con la política exterior, especialmente la que está relacionada con el conflicto israelí-palestino, con un especial enfoque en la disputa por Jerusalén. Durante el mandato de Donald Trump, no solo se trasladó la Embajada de Estados Unidos de Tel-Aviv hasta Jerusalén, sino que por primera vez se estableció una base militar estadounidense en ese territorio. La película relaciona estas decisiones con los argumentos de los líderes evangélicos sobre la segunda venida de Jesucristo, que profetiza el Antiguo Testamento, en conexión con la ocupación total de Jerusalén por parte del Estado de Israel. Puede parecer una cuestión relacionada con un grupo de fanáticos, pero el documental realiza un clarificador recorrido por las zonas de influencia de estos grupos dentro de la administración norteamericana. 

En el año 2014, el general retirado William "Jerry" Boykin, que entonces ejercía como vicepresidente ejecutivo de la organización evangélica Family Research Council (FRC), afirmó que: "En el Apocalipsis 19 se dice que Jesús regresará como un guerrero. Un poderoso guerrero al frente de un poderoso ejército, montado en un caballo blanco con una túnica blanca manchada de sangre y una espada en la mano. Y creo que la espada que llevará cuando regrese es un fusil AR-15", una descripción que ha sido utilizada por el diseñador Marcel Weisheit para elaborar el impactante cartel de la película. Precisamente fue en 2014 cuando la directora Tonje Hesse Schei (1971, Noruega) comenzó a grabar a grupos evangélicos en Estados Unidos, un país que ha sido objeto de diferentes análisis en sus propuestas anteriores, como Drone (2014), que trata sobre el programa de drones de la Fuerzas Aérea norteamericana, o iHuman (2019), sobre las consecuencias políticas y sociales del desarrollo de la inteligencia artificial. El periodista de investigación Lee Fang, que también participó en este último documental, ha indagado desde hace años sobre la influencia de los grupos evangélicos, y una parte de la película se centra en sus intentos por entrevistar a John Hagee y Robert Jeffries, dos de los pastores evangélicos más influyentes de Estados Unidos, hasta el punto que Donald Trump asistió a un servicio en la Iglesia Episcopal de este último como invitado especial el día antes de su toma de posesión. Pero este segmento se siente como el menos interesante de una película que adquiere mayor relevancia cuando se enfoca directamente en la forma en que la influencia evangélica se implica en la situación política de Oriente Medio. 

El barrio de Sheikh Jarrah en Palestina es uno de los que ha venido sufriendo la política de desalojo de sus vecinos por parte del gobierno israelí, que ha cedido las casas desalojadas a ocupantes israelíes. El periodista y poeta Mohammed El-Kurd, que en 2021 fue nombrado por la revista TIME como una de las personas más influyentes del mundo debido a la resonancia internacional de sus publicaciones en torno a la ocupación de los territorios palestinos, explica cómo el gobierno de Israel apoya a organizaciones que tienen como objetivo facilitar los desalojos en una zona convertida en símbolo de la ocupaciòn del Este de Jerusalén: "Estas organizaciones están financiadas por grupos evangélicos de Estados Unidos", comenta. Entre ellas, la Fundación Ciudad de David que gestiona las excavaciones arqueológicas que se realizan desde hace años en el parque City of David, que está económicamente relacionada de forma directa con la organización norteamericana Christians United for Israel, fundada por John Hagee. Praying for Armageddon es un thriller político intenso y alarmante que coloca en primer plano cuestiones que, conectadas, elaboran un discurso perturbador sobre la influencia religiosa en la política estadounidense, que se encuentra en un límite peligroso con una forma de gobierno teocrático. Resulta significativa y sorprendente la presencia de citas bíblicas en el armamento y de símbolos cristianos en los uniformes del ejército, como advierte el coronel retirado Lawrence Wilkerson: "Al final de los entrenamientos de reclutas en Fort Jackson se pueden haber producido cada año unos 70 bautismos", lo que pone de manifiesto el adoctrinamiento religioso permitido por el estamento militar. Una advertencia poderosa y escalofriante. 

Who I am not

Tünde Skovrán, 2023 | Highlights | ★★★★☆


Tras el estreno mundial en el Festival de Tesalónica, donde ganó el Alexander de Plata como Mejor Documental, el Mermaid Award al mejor Documental de temática LGBTIQ+ y el premio de la asociación WIFT  (Women in Film & Television), y su paso por la Sección Oficial del Festival SXSW, el debut como directora de la actriz Tünde Skovrán (1982, Rumanía), que participó en la película Puzzle (Andrei Zincã, 2013), es un emocionante viaje que reflexiona sobre conceptos en torno a la clasificación binaria de los géneros a través de la experiencia personal de dos personas nacidas intersexuales. Tras un proceso de investigación, la directora trabajó durante cuatro años con Sharon-Rose Khumalo (pronombre ella), una reina de la belleza sudafricana, y Dimakatso Sebidi (pronombre elle), activista que parece tener una identificación con el género masculino, aunque a lo largo de la película descubrirá algunas revelaciones importantes. El camino es diferente en ambos casos, porque se encuentran en un proceso de aceptación personal en el que no existe espacio para las etiquetas binarias, y aunque actualmente resulta mucho más aceptada la identificación no binaria, la intersexualidad se presenta como una de las cuestiones más incomprendidas en nuestra sociedad, y especialmente en las sociedades africanas, aunque ambas tienen la ventaja de vivir en uno de los países menos intolerantes del continente. A pesar de ello, Dimakatso sufrió la amputación de lo que se identificó como el órgano genital masculino cuando era bebé, de forma que los médicos asignaron el género femenino. Sin embargo, no hay en las conversaciones que mantiene con su padre ningún rasgo de rencor, y éste solo puede explicar que fue una decisión tomada junto a su madre, pero impulsada por los consejos de los médicos. De alguna manera, la ignorancia actúa como una forma de exculpación para sus padres. 

A pesar de su contagioso optimismo, Sharon también se enfrenta a un viaje complicado, lo que se manifiesta cuando tiene una cita con un hombre. Ella siempre se ha identificado como mujer, pero a los 20 años una visita al ginecólogo le reveló que no tenía los cromosomas XX que definen el género femenino, pero aunque parece vivir un proceso menos doloroso emocionalmente que Dimakatso, también se enfrenta a problemáticas que surgen en las relaciones personales, como tener que abordar la imposibilidad de tener hijos biológicos desde la primera cita, porque sabe que se convertirá, casi con toda seguridad, en una barrera infranqueable, especialmente para los hombres africanos: "Me resulta más fácil decirle a una persona directamente que no puedo tener hijos, porque no tengo útero ni ovarios. No les diría que tengo cromosomas XY. Pero a veces siento que no soy suficiente para otra persona", comenta Sharon. La directora de Who I am not (Tünde Skovrán, 2023) propone un tono diferente para ella, que es más reflexivo y simbólico, aunque a veces pueden resultar metáforas demasiado simples, como cuando nada en una piscina y la cámara se enfoca en una representación de Sharon en posición fetal en el agua, que la determina en relación a su propio proceso de identificación personal. En su actitud, casi siempre positiva y alegre, se vislumbra la vulnerabilidad que surge especialmente cuando habla directamente con Dimakatso, y en su propio espacio vital, un apartamento que parece impersonal, se representa esa sensación de indefinición que está en el fondo del descubrimiento tardío de su intersexualidad. Sin embargo, estos momentos de pseudo-ficción funcionan con menos eficacia que aquellos que recogen la naturalidad de las experiencias personales. 

Cuando Dimakatso y Sharon conversan en la mitad de la película, se desprende la verdadera esencia de este recorrido profundamente emocional sobre la forma en que encajan como seres humanos, teniendo en cuenta que parecen tener un profundo sentimiento religioso, aunque también haya conceptos que pueden resultar contradictorios: "Sé que la palabra de Dios dice que fuimos hechos a su imagen y semejanza", dice Dimakatso. "Y entonces pienso que si estamos hechos a su imagen, tanto los hombres como las mujeres, ¿en qué le convierte eso?". Aunque elle tiene una novia que le apoya en todo momento, y Sharon parece disponer de un trabajo que le proporciona estabilidad, también hay un trasfondo que representa el tipo de sociedad en la que no es posible encajar como persona. Cuando Dimakatso acude a una entrevista de trabajo en una fábrica, el encargado le dice que no puede invertir dinero en transformar aspectos básicos como los baños para una persona intersexual; incluso cuando aborda temas espirituales acudiendo a una chamán, que identifica dos espíritus dentro de su cuerpo, que es también una forma de indefinición. Pero también se muestran imágenes de un predicador evangélico que habla de expulsar a los demonios o de una escuela en la que se abordan los temas de género de una forma únicamente binaria. Lo que establece un trasfondo que parece dificultar las posibilidades de que una persona intersexual puede sentirse plenamente integrada dentro de la sociedad.

Queer futures

Sasha Wortzel, Twiggy Pucci Garçon, Britt Fryer, Noah Schamus, 2023 | Sesión Especial | ★★★☆☆


Mientras estamos alternando la cobertura del festival Séries Mania y la de CPH:DOX, que coinciden en las mismas fechas, también hay algunos puntos de conexión entre ambos, y el formato de series se introduce asimismo en la programación del Festival de Documentales a través de algunos estrenos como Queer futures (2023), una propuesta que se puede interpretar como una serie o bien como una recopilación de tres cortometrajes de diferentes creadores que abordan la representación LGTBIQ+ de una forma que trata de subvertir las expectativas normativas de género a partir de la creación de mundos especulativos. En este sentido, la historia que mejor se adapta a esta definición es How to carry water (Sasha Wortzel, 2023), un retrato en forma de cuento de hadas del fotógrafo Shoog McDaniel, que se define como "artista sureño, queer, no binario y gordo que vive en Tallahassee, Florida". Desde que consiguió aceptarse a sí mismo se ha especializado en representar cuerpos y vidas que a menudo son pasadas por alto por la sociedad. El cortometraje dirigido por Sasha Wortzel se desarrolla durante una sesión de fotos que realiza Shoog McDaniel en medio del bosque cerca de su casa, con una tonalidad cromática de colores básicos que comienza con el protagonista en el agua: "Aquí, mi cuerpo no es algo con lo que tengo que cargar. El agua me lleva a mi". Junto a algunos amigos organiza puestas en escena para sus sesiones fotográficas que muestran el orgullo de unos cuerpos que parecen no solo aceptados sino incluso sacralizados. "Estoy tratando de disfrutar de este cuerpo en el que estoy ahora, que me ha llevado tan lejos y ha estado conmigo en cada paso del proceso", como representación de una hermosa celebración de la aceptación personal. 

En el cortometraje MNM (Twiggy Pucci Garçon, 2023) se propone por su parte un retrato de las hermanas Mermaid y Milan, dos jóvenes divas que forman parte de la escena drag ballroom en Nueva York, y que se han hecho populares a través de las redes sociales. Ellas se  han convertido en hermanas elegidas por pertenecer a la conocida House of Garçon, una de las más relevantes familias de los concursos de baile de drag queens. Ellas son auténticos torbellinos de personalidad que realizan sesiones de fotos en Manhattan o participan en los concursos que se celebran en diferentes locales de Nueva York: "Al principio, cuando pensaba en drag queens siempre tenía esa idea de hombres fuertes que interpretaban a mujeres, pero somos muy diferentes entre nosotras". Dirigida por la artista Twiggy Pucci Garçon, que participó en el documental de HBO Lejos del armario (Timothy Greenfield-Sanders, 2013), se trata de un retrato de una nueva generación de drag queens que abraza su identidad personal con una vitalidad que siente también el orgullo de ser diferentes. Por último The script (Brit Fryer, Noah Schamus, 2023), juega con la ficción y la realidad a través de la puesta en escena de un supuesto rodaje en el que se recrea una escena que refleja la dificultad de comunicación entre una persona transgénero y no binaria con un médico en el proceso de reasignación de sexo. Con dos protagonistas que interpretan alternativamente al paciente y al doctor, se trata también de una representación de un proceso por el que han pasado en la realidad, y de alguna forma contiene esa doble visibilidad de lo ficticio y lo documental. Pero al mismo tiempo se muestra a través de este juego experimental la necesidad de establecer unos protocolos más humanos que faciliten una comunicación más cercana en un proceso tan difícil desde el punto de vista psicológico. 


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Películas mencionadas: 

Drone se puede ver en Filmin. 
Puzzle se puede ver en Netflix. 


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