Aprovechando el intermedio entre el Festival de Cannes y el Festival de Annecy, que cubriremos a partir de la semana próxima, echamos un vistazo a las últimas producciones estrenadas en Francia, pero ampliándolo a otras series de lengua francófona que han conseguido un notable éxito en sus países de origen: Canadá y Bélgica. Precisamente en el día de hoy se ha confirmado la adquisición por parte de Filmin, para España y Portugal, de la espléndida serie belga Putain (Filmin, 2025), que recibió la Mención Especial del Jurado en el Festival Séries Mania. Una buena noticia, porque se trata de una de las mejores series que hemos visto este año, un retrato de la juventud de Bruselas a través de una narrativa que se hace meta en algunos momentos y un planteamiento visual muy contundente, que consigue transmitir a través del multilingüismo, con una mezcla de francés, flamenco, inglés y árabe, la multiculturalidad que define a los barrios de Bruselas que conforman la auténtica ciudad, que vive de espaldas a la imagen internacional del Parlamento Europeo. Putain se convirtió en un gran éxito en Bélgica cuando se estrenó en noviembre en el canal Streamz, especializado en producción propia en lengua flamenca. Si en el reportaje Series Made in France nos centramos solo en las producciones de Francia, en esta crónica ampliamos nuestra mirada hacia otras series habladas en francés.
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EmpathieTemporada 1 | Canadá, 10x45' | Crave | ★★★★★Creada por Florence LongpréDirigida por Guillaume LonerganSéries Mania '25: Competición Internacional |
Entre la selección de producciones internacionales de la pasada edición de Séries Mania, una de nuestras preferidas fue este drama quebequense de la que decíamos que "sabe mantener un equilibrio preciso entre la comedia y el drama desgarrador gracias a sus personajes". A pesar de que la crítica francesa también tuvo grandes elogios hacia la serie, sorprendentemente el jurado no le otorgó ningún premio, aunque tenía difíciles competidoras como el drama español Querer (Movistar+, 2024), que ayer se estrenó en la plataforma de streaming de Arte France y desde el 12 de junio se emitirá en su canal lineal. Sin embargo, ya estrenada en Canadá al completo, Empathie (Crave, 2025) se revela, más allá de los dos primeros episodios que se proyectaron en Séries Mania, como una de las grandes series de este año, con capacidad para crear una atmósfera conmovedora dentro del entorno del Instituto Psiquiátrico Mount Royal en el que encontramos a pacientes emocionalmente traumatizados, pero no menos que los médicos que les atienden. La serie creada y protagonizada por Florence Longpré (1983, Quebec) puede recordar a la película Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975) pero amplía su mirada más allá del centro psiquiátrico. En el episodio Déséquilibre (Desequilibrio) (T1E1) la protagonista Suzanne Bien-Aimé (Florence Longpré), una ex-criminóloga que abandonó su trabajo después de una experiencia traumática, no puede empezar de peor manera su primer día como psiquiatra jefe en Mount Royal, un centro en el que se ingresa a condenados por diferentes delitos que tienen patologías psiquiátricas. Se despierta tarde, no encuentra los tampones, su coche no arranca y acaba metida en la reunión de trabajo con un aspecto algo accidentado, en una actitud desastrosa que parece inspirada en la protagonista de Fleabag (Prime Video, 2016-2019). Como la nueva psiquiatra jefe, acompañada por el enfermero Mortimer Vallant (Thomas Ngijol), con el que establece desde el principio una conexión cercana, se enfrenta a los desafíos de pacientes con patologías complejas: Carole Moisan (Brigitte Lafleur), condenada por asesinar a su hermana, tiene constantes ataques de ira y ha sido enviada desde prisión para su evaluación psiquiátrica; el pirómano Jacques Dallaire (Benoît Briėre) tiene visiones de soldados a los que llama "hermanos de armas"; Charles Villeneuve (Jean-François Nadeau) es un egocéntrico que tiene una especial habilidad para seducir a mujeres a las que abandona después de estafarlas, y parece que ha encontrado a su próxima víctima en Mount Royal.
Cuando Suzanne comienza a cambiar algunos de los tratamientos, encuentra la oposición de compañeros de trabajo como el criminólogo Émilien Delcourt (Adrien Bletton), pero ella prefiere que pacientes como Jacques Dallaire, con una interpretación magistral del actor Benoît Briėre, tenga más contacto con la realidad para poder afrontar su enfermedad con una mayor precisión. A lo largo de la temporada, conocemos los antecedentes de los pacientes y sus historias de fondo, la única forma de establecer esa empatía que necesitan. Suzanne tiene un método particular de tratar a sus pacientes, y suele leer los informes completos de todos ellos, muchos con más de setenta páginas, en vez de los resúmenes a los que suelen acudir los médicos: "¿Se puede resumir la vida de una persona en un solo párrafo?", le dice a Mortimer. Empathie es una serie absolutamente conmovedora y al mismo tiempo muy divertida, con elementos de humor que encajan perfectamente como la afición de Mortimer por los musicales como Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen, Gene Kelly 1952), que escucha en su coche en una selección de CDs grabados. También tiene toques de ese surrealismo que tenía la anterior serie de la creadora, Audrey est revenue (Club Illico, 2021), que ganó el Gran Premio en Canneseries, como un conjunto de bailarinas vestidas con tutús negros que representan la depresión que acompaña a Suzanne y la necesidad de equilibrio en su vida. Para ella, el trabajo se convierte en una manera de olvidarse del estado depresivo que sufre, como le dice a su hermana Astryd (Sofia Blondin): "Es como si formara parte de mi. Siempre está conmigo. Como una especie de peso insoportable, como una carga llena de tristeza. Y no importa lo que haga, con quién me encuentre, siempre está ahí siguiéndome". Desde el episodio Chantons sous la pluie (Cantemos bajo la lluvia) (T1E2), que se inicia en 1981, comenzamos a conocer la historia de Suzanne cuando era un bebé encontrado en un contenedor de basura por la exitosa abogada Guylène Bien-Aimé (Linda Malo), con la que tiene una relación distante. Pero es el episodio Porte-patio (T1E5) el que refleja con mayores matices la angustia y el sentimiento de culpa de Suzanne, que en su vida privada se entrega a la bebida y de hecho recibe una queja formal en el centro psiquiátrico por el olor a alcohol que desprende.
El enfermero de urgencia Mortimer, interpretado por el actor francés Thomas Ngijol, también tiene una historia de fondo en la que se muestra cómo los profesionales poseen una mayor capacidad para resolver los problemas de los demás que los suyos propios. Pronto descubrimos que convive con su madre, quien padece alzheimer y tiene ataques violentos cuando no reconoce a su hijo que a veces dejan cicatrices en su rostro. Florence Longpré ha escrito con anterioridad varias series como la excelente Le temps des framboises (Trio Orange, 2022) o la miniserie ¿Me oyes? (Netflix, 2019), colaborando en todas ellas con el director Guillaume Lonergan (1972, Montreal), que consigue crear esa atmósfera de realismo matizado con elementos oníricos que le da a la serie una textura especial. Destaca el uso de una excelente selección musical, que la productora Trio Orange ha recopilado en la playlist Empathie: Bande originale, con canciones de Sia, Ingrid St-Pierre, Son Lux o Linda Roan, pero que se apoya en la parte instrumental en las creaciones electro-sinfónicas de Simon Leoza, sobre todo para la banda sonora de L'enfer d'un monde (2023, Rosemarie Records) de la compañía de danza ZemmourBallet. Mientras que el tratamiento de las patologías psiquiátricas parece profundo y documentado, con personajes con los que es fácil conectar. La serie ha publicado también un podcast oficial, Empathie: Le balado (Spotify, 2025), en el que en cada episodio se analizan las características clínicas de cada personaje, invitando a los actores que los interpretan y a profesionales de la psiquiatría. El estreno de Empathie en la plataforma Crave, la única canadiense que tiene producción propia en francés y en inglés, ha sido un éxito sorprendente, superando incluso los visionados de The white lotus (HBO, 2021-) y The last of us (HBO, 2023-), que emite también Crave para Canadá. En este sentido, Empathie es una de las grandes series de este año, abordando la salud mental de una manera tan cercana y conmovedora que resulta hipnótica y emocionante. Una historia que reivindica la empatía como un elemento fundamental de las relaciones humanas.
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Cimetière indienTemporada 1 | Francia, 8x52' | Canal+ | ★★★★☆Creada por Thomas Bidegain, Thibault VanhulleDirigida por Stéphane Demoustier, Farid Bentouimi |
Entre el pasado y el presente, una de las últimas series de Canal+ ha llegado con más expectativas que satisfacción completa en los resultados, pero el planteamiento es lo suficientemente intrigante como para componer un thriller oscuro que se desarrolla en dos líneas temporales entre crímenes que están vinculados por las consecuencias del racismo. La utilización del paisaje de lo que se denomina Source de l'Infernet (fuente que sale del infierno), un paraje natural cerca de Marsella que se caracteriza por su entorno de tierra rojiza, al estilo de los paisajes de Arizona, es utilizado como la simbología de los fuegos subterráneos que arden bajo una superficie aparentemente tranquila. Cimetière indien (Canal+, 2025) habla precisamente de la creación de un monstruo como producto de la discriminación y que conecta con las consecuencias de la guerra de Argelia en el sur de Francia. La historia comienza en la actualidad, en un pequeño pueblo ficticio de Perenne, a las afueras de Marsella, cuyo ex-alcalde es asesinado, arrancándole la cabellera. En ese mismo lugar, en 1995, Lidia Achour (Mouna Soualem), una joven y ambiciosa agente de la unidad antiterrorista, es enviada para investigar la decapitación de un imán junto a Jean Benefro (Olivier Rabourdin), un gendarme local, desilusionado y atormentado por su pasado en Argelia. Los dos casos parecen conectados cuando Lidia, convertida en el presente en una alta funcionaria del Estado, comienza a investigar la desaparición de su ex-compañero Jean Benefro, que podría tener relación con el asesinato del ex-alcalde, a su vez investigado por el nuevo teniente Adrien Caron (Denis Eyriey). Las dos parejas de policías en el pasado y en el presente encuentran rastros de acontecimientos que parecen relacionados también con los llamados pieds-noirs, los franceses que vivieron en Argelia durante la colonización hasta la independencia en 1962, obligados a exiliarse pero con un sentimiento de exclusión de la sociedad francesa. De alguna manera, los personajes principales de la historia están conectados por esa ebullición interior que, en diferentes aspectos, acaba reproduciendo el trauma de la falta de una identidad propia y los fantasmas que permanecen escondidos, pero que siguen atormentándoles.
Con una estructura narrativa que a veces se puede sentir confusa, especialmente en los primeros episodios, Cimetière indien va revelando progresivamente los secretos ocultos mientras se reproducen de forma paralela ambas investigaciones. La serie tiene defectos en algunos aspectos de su ejecución, especialmente en la forma en que resuelve las escenas de acción, pero consigue equilibrarse cuando el misterio no es tan opaco y se empiezan a vislumbrar algunas zonas más claras del relato. En este sentido, destaca la introducción en el Episodio 4 (T1E4) del personaje de Nicolas, interpretado con tono atormentado por el actor Idir Azougli, que recientemente presentó en el Festival de Cannes la película Météors (Hubert Charuel, 2025), y su conexión con un misterioso grupo denominado Patria Nostra, formado por ex-soldados franceses en Argelia. Aunque la investigación policial circula a veces con dificultad, Cimetiére indien destaca más por su trasfondo y el subtexto de una historia que habla sobre cuestiones no resueltas, sobre la transmisión del odio racial y la construcción de una sociedad francesa que en los años noventa se enfrentaba a los sentimientos encontrados del giro en las migraciones: ya no eran franceses los que iban a las colonias africanas, sino africanos los que buscaban el reconocimiento identitario en Francia. El título hace referencia a esos cementerios indios que representan en el cine norteamericano el regreso de las víctimas del genocidio, y el gesto de desollar el cuero cabelludo es un acto de venganza que tiene connotaciones espirituales. Los indios americanos practicaban el escalpelamiento, no solo para poseer un trofeo de victoria sino también para llevar a cabo danzas rituales que absorbían la fuerza del enemigo. A través de un relato lento pero que desvela el complejo trazado narrativo en el que se mezclan diferentes desarrollos temporales, Cimetière indien construye una historia sobre el trauma y el odio que acaba resultando especialmente lograda en su última parte.
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Plaine Orientale (The Corsican line)Temporada 1 | Francia, 8x52' | Canal+ | ★★★★☆Creada y dirigida por Pierre LecciaCanneseries '25: Fuera de Competición |
Ha pasado más de una década desde final de la exitosa serie criminal Mafiosa (Canal+, 2006-2014), en la que estaban nombres destacados de la creación audiovisual francesa como Hugues Pagan y Eric Rochant, que posteriormente sería el principal creador de la reconocida Oficina de infiltrados (SkyShowtime, 2015-2020). El guionista y director Pierre Leccia (1962, Francia), que se hizo cargo de las dos últimas temporadas de aquélla, regresa al entorno de la mafia en Córcega para plantear una nueva historia que tiene elementos de thriller pero introduce temas como la identidad y la familia. Precisamente diez años son los que ha pasado el protagonista Reda Campana (Raphaël Acloque) en la prisión de Borgo en Córcega, cumpliendo su condena completa después de negarse a delatar a su cómplice Jean-Do Guerrieri (Henri-Noël Tabary). Ahora acaba de salir de la cárcel coincidiendo con la petición de su hermanastra Inès Amrani (Lina El Arabi) de ser trasladada a Córcega para comenzar su trabajo como magistrada en la unidad antimafia de Bastia. Ambos no han tenido contacto desde la infancia, pero coinciden ahora, desde dos lados opuestos de la ley, en un objetivo común: acabar con el liderazgo de César Carlotti (Éric Fraticelli), que controla las actividades mafiosas en Córcega, cuya mano derecha es su antiguo cómplice Jean-Do. El creador y director de Plaine orientale (Canal+, 2025), Pierre Leccia, ha comentado en alguna entrevista que no existe una mafia piramidal como la de Sicilia en Córcega, sino un sistema mafioso horizontal compuesto por distintas bandas que operan de forma paralela, y que en ocasiones se enfrentan entre ellas en guerras territoriales. Esto ofrece una oportunidad para establecer alianzas entre los personajes que en cierta manera recuerdan a una narrativa shakesperiana que representa la lucha por el poder, pero también la búsqueda de una identidad. Reda encuentra a su regreso una ciudad muy cambiada, sobre todo en el entorno criminal en el que se ha movido, y debe hacer frente a las dinámicas racistas entre los grupos principales. De padre corso y madre norteafricana, ahora parece demasiado árabe para la organización criminal que controlan los corsos, relegándole a actividades menores dentro de un punto de tráfico de drogas dominado por marroquíes y argelinos, pero éstos también desconfían de su doble identidad. El actor Raphaël Acloque, que habla español con fluidez, comparte este origen corso y árabe, aunque nació en París, y volverá a coincidir con Lina El Arabi en la segunda temporada de la serie Furias (Netflix, 2024-). Las actividades de la banda liderada por César Carlotti están relacionadas con la obtención de contratos públicos de gestión de residuos, que se ha convertido en uno de los sectores más rentables, permitiendo el blanqueo de dinero en connivencia con la corrupción política. Este interesante contexto sirve para abordar temas de actualidad, al mismo tiempo que se construye una historia de venganza, ajustes de cuentas y control territorial.
Los hermanos que crean una alianza contra el crimen organizado al mismo tiempo desarrollan esa relación familiar que no habían tenido hasta ahora, pero también se enfrentan a problemas personales. La hija de César Carlotti, Alexandra Guerrieri (Antonia Desplat), fue una antigua relación sentimental de Reda, pero ahora está casada con otro hombre, mientras que la relación familiar de Inès provoca la desconfianza de la jueza antimafia Eva Maertens (Veerle Baetens), cuyo personaje está inspirado en la magistrada francesa Eva Joly, quien no le permite acceder a datos sensibles de su propia investigación. La historia se desarrolla en la llanura oriental de Córcega a las afueras de Bastia, un territorio turístico y agrícola en el que operan las bandas criminales. Un escenario que marca la textura visual de la serie, pero también representa las tensiones entre comunidades, las rivalidades familiares y los conflictos raciales. La propia cualidad de mestizo que tiene Rada refleja la división identitaria de una isla en la que coexisten la tradición y la modernidad. Se podría decir que Plaine orientale , que ya ha confirmado una segunda temporada, se acerca más al polar francés que a una historia de organizaciones criminales, porque en realidad retrata a una ciudad posterior a la mafia tradicional que se mostraba en Mafiosa, en la que el crimen organizado se ha imbricado con los poderes económicos y forma parte de la textura social de la isla. Ya no se trata solo del tráfico de drogas, sino de controlar sectores estratégicos que permitan utilizar la corrupción para conseguir beneficios, y la gestión fraudulenta de residuos se ha convertido en una actividad especialmente lucrativa: "Vas a montar una empresa y nosotros vamos a conseguir la concesión del tratamiento de residuos. ¿Qué prefieres? ¿Aceptar este trato y crear el mayor centro de Córcega de clasificación de basura o acabar metido en una bolsa?", amenaza César Carlotti a un empresario en el Episodio 2. Aunque no puede evitar algunos clichés del género que seguramente son necesarios, Plaine orientale trata de desarrollar personajes con mayor profundidad y por eso tiene un ritmo más cercano al thriller psicológico que a una trama de acción. Pero consigue mantener una progresiva tensión y construir una historia que utiliza el entorno criminal para abordar otros temas como las brechas generacionales y el peso de los orígenes.
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La rebelle. Les aventures de la jeune George SandTemporada 1 | Francia, Bélgica, 4x52' | France tv | ★★★☆☆Creada por Georges-Marc Benamou, Henri HelmanDirigida por Rodolphe Tissot |
El escritor y productor Georges-Marc Benamou (1957, Argelia) viene realizando en los últimos años interpretaciones de personajes y textos clásicos desde una perspectiva actual, a veces con éxito como en Les aventures du jeune Voltaire (France tv, 2021), y otras con menos fortuna como en la equivocada adaptación de La peste (Sundance TV, 2024), siempre en el formato de miniseries de cuatro episodios. Una de las figuras a reivindicar en un contexto de recuperación de algunos discursos antifeministas es la escritora George Sand (1804-1876, Francia), que está considerada como una de las pioneras de la lucha por los derechos de las mujeres a través de su conflicto judicial con su marido maltratador y su libertad sexual en la Francia del siglo XIX. Desde hace tiempo hay una corriente que pide que George Sand sea incluida dentro del Panteón de París, donde se encuentran los féretros de 81 personalidades ilustres de las artes y las letras, 75 hombres y 7 mujeres. La primera personalidad femenina que se incluyó fue Marie Curie en 2004, y la petición es que George Sand sea también incorporada en 2026, en el 150 aniversario de su muerte, como una figura simbólica de la República francesa a través del depósito de un cenotafio, un féretro que no contiene el cuerpo sino solamente tierra. En La rebelle, les aventures de la jeune George Sand (France tv, 2025), que comienza en 1830, se narra la historia de Aurore Lucile Dupin (Nine d'Urso) antes de adoptar el seudónimo con el que firmaba sus libros. Los primeros episodios muestran su matrimonio con el barón Casimir Dudevant (Vincent Londez), que le proporciona una posición privilegiada pero en el que se resiste a ser reducida al papel de esposa sumisa, a pesar del carácter violento de su esposo, quien en una de las primeras escenas, alcoholizado, la viola. Aurore sin embargo se muestra desafiante y llega a mantener una relación secreta con Jules Sandeau (Aymeric Fougeron), con el que huye a París perseguida por un espía del barón. Hay algunos aspectos que pueden resultar sorprendentes para los que no conozcan la trayectoria de la escritora: ayudada por Honoré de Balzac (Anton Csaszar) y un grupo de intelectuales, publica una de sus obras más conocidas, Indiana o las pasiones de Madame Delmare (1832), en la que retrata precisamente a una aristócrata con un marido violento. Dentro de una sociedad principalmente controlada por hombres, Aurore adopta el seudónimo de George Sand para poder publicar y obtiene un permiso oficial para "travestirse", es decir, vestir con pantalones y chaqueta sin ser detenida. Y su impulso vital la lleva a tener una vida sexual considerada poco apropiada para la época, con amantes como el escritor Alfred de Musset (Oscar Lesage), la actriz Marie Dorval (Barbara Pravi) y su propio abogado, Michel de Bourge (Yoann Blanc), lo que despierta la animadversión de una parte de la sociedad francesa.
Para un personaje tan complejo como George Sand, La rebelle resulta demasiado academicista, y se ha discutido en Francia la elección de la actriz Nine d'Urso interpretando a la escritora, porque con su físico esbelto y alto no parece representar exactamente a la imagen real de George Sand, descrita como de baja estatura y poco esbelta. Pero precisamente esta elección refleja lo que pretende hacer la serie, más interesada en la figura simbólica del personaje como una pionera del feminismo, que en su faceta como autora, a la que apenas se hace referencia. De hecho, su aspecto recuerda más al del personaje de Gentleman Jack (HBO Max, 2019-2022) que a la propia George Sand. Aceptando que la miniserie no pretende ser una traslación exacta de los hechos históricos, podemos encontrar una forma novelada de interpretar la vida temprana de la escritora, algo que ella misma hizo en sus libros, revelando siempre su carácter desafiante frente a los convencionalismos de la época. Hay algunas descripciones demasiado caricaturizadas como la del barón de Dudevant que podrían haberse suavizado con mayor habilidad, lo que no hubiera eliminado el retrato transgresor de la protagonista. Pero resulta interesante la descripción del concepto de la sexualidad femenina desde un punto de vista masculino que no parece entenderlo, y la representación de los encuentros sexuales de George Sand define en cierta manera esta mirada diferente hacia el sexo como el reflejo de la libertad personal. Lo que también estás subrayado en la dirección de Rodolphe Tissot (1974, Francia), director también de la miniserie Les espions de la terreur (M6, 2024), a través de unas imágenes en las que predomina la transmisión de las sensaciones, tanto en las acciones de violencia como en las sexuales, más que en la propia descripción de las palabras. La última parte de la miniserie está enfocada en el juicio en el que George Sand pide que el tribunal le conceda la separación de su marido por "graves insultos, abusos y malos tratos", lo que en una época en la que no existía el divorcio era otra forma de desafiar las normas. La rebelle, les aventures de la jeune George Sand ofrece una interpretación de la escritora como una rebelde feminista, aunque el personaje hubiera necesitado precisamente una visión menos clásica y más transgresora que lo que propone finalmente la serie.
En los últimos años se ha producido en la literatura y, por extensión en el audiovisual, una interpretación de la Historia que trata de dar a los personajes femeninos el lugar que merecen dentro del relato histórico. Aunque en series recientes a veces da la sensación de que hay un cierto reduccionismo en el retrato de sus protagonistas que acaba limitándolas a representaciones de una belleza contemporánea para justificar su capacidad de seducción como una de sus principales armas de estrategia política. Algo parecido ocurre en Une amitié dangereuse (France tv, 2024), que ganó el premio al Mejor Actor de la Competición Francesa en la edición de Séries Mania de 2024. La escritora Juliette Benzoni (1920-2016, Francia) recuperó algunas de estas personalidades femeninas de la historia de Francia a través de sus novelas históricas, y dedicó dos volúmenes a la figura de Marie de Rohan, en su díptico Marie formado por Marie des intrigues (2004) y Marie des passions (2005). En estas obras se basa la nueva adaptación histórica realizada por Alain Tasma, que fue precisamente el director de Les aventures du jeune Voltaire (France tv, 2021) que mencionábamos antes. Marie de Rohan (1600-1679) fue una parte importante de la corte de Luis XIII, especialmente gracias a su amistad con la reina española Ana de Austria, casada con el rey cuando ambos solamente tenían 14 años. Los libros de Historia la sitúan en buena parte de las intrigas palaciegas de la época, y llegó a ser desterrada después de que un incidente provocara el aborto de la reina, pero consiguió regresar a la Corte y siguió maniobrando incluso a nivel geopolítico, implicándose en el llamado "affaire Buckingham". La adaptación de esta parte de la Historia sigue el formato habitual en la televisión francesa como miniserie de cuatro episodios, lo que puede resultar demasiado limitado para contar una trayectoria tan extensa. La serie comienza cuando Luis XIII (Jérémy Gillet) toma el poder, ordenando el exilio de su abusiva madre Maria de Médicis (Maya Sansa), quien le había subestimado. Al mismo tiempo, Marie de Rohan (Kelly Depeault) se casa con Charles d'Albert, Duque de Luynes (Arthur Dupont), uno de los principales asesores del rey, y se traslada a la Corte. El formato obliga a acelerar toda esta parte de la historia, lo que perjudica a la narración y el desarrollo de los personajes. Dotada de una personalidad alegre, Marie de Rohan descubre que Luis XIII y Ana de Austria (Stephanie Gil) todavía no han consumado el matrimonio después de cuatro años casados (la noche de bodas cuando solo tenían 14 años fue traumática), y comienza a organizar una estrategia para garantizar la sucesión de la corona, entre otras cosas ofreciendo educación sexual a la reina, con la que inicia una gran amistad. La serie retrata a Ana de Austria, interpretada con acierto por la actriz española Stephanie Gil, que ha participado recientemente en Física o química: La nueva generación (Atresplayer, 2025), como una joven algo mojigata pero que se libera a partir de la relación con Marie de Rohan, marcando sus propios términos e incluso enfrentándose a su suegra Maria de Medicis, que vuelve a tener influencia en la Corte.
Une amitié dangereuse se beneficia de una puesta en escena lujosa y de los escenarios de Borgoña y el Castillo de Fontainebleau, pero sufre los habituales presupuestos ajustados de estas producciones históricas de France tv: casi todas las escenas se desarrollan en interiores y cuando el rey Luis XIII acude a la guerra para contrarrestar la rebelión de los hugonotes, el relato se limita también al interior del puesto de mando, de manera que queda la sensación de una serie visualmente modesta. También tiene una estructura tan sencilla como limitada, dedicando cada episodio a una intriga de Marie de Rohan, pasando de los esfuerzos por lograr que haya intimidad sexual entre Luis XIII y Ana de Austria, en el primer episodio, al exilio obligado de la protagonista y su segundo matrimonio con Claude de Lorraine, Duque de Chevreuse (Stanley Weber), lo que le permite regresar a la Corte en el segundo episodio. El affaire Buckingham en el que Marie de Rohan maniobró para que el Duque de Buckingham (Freddie Dennis) pudiera conocer a Ana de Austria, de la que estaba enamorado, y su propia relación como amante con Henry Rich, Conde de Holanda (Jack Laskey) centran el Episodio 3, y las intrigas políticas para impedir que Maria de Medicis aproveche el mal estado de salud de Luis XIII para llevar a su otro hijo Gaston (Florian Lesieur) a la corona francesa, ocupan el último episodio. En este sentido, la serie acaba siendo solvente en su relato pero demasiado académica, y no siempre encuentra la forma de equilibrar esta estructura con el interés que despiertan los personajes. La limitación de los episodios obliga a que, cuando se centra en las relaciones de Marie de Rohan con algunos amantes, se olvide de otros protagonistas principales, como el propio Luis XIII, que a través de la lograda interpretación del actor Jérémy Gillet consigue expresar sus debilidades, o Ana de Austria que, a partir del segundo episodio se convierte en un personaje secundario y solo instrumental para acompañar la narrativa. Incluso en la protagonista, a veces quedan difusas sus motivaciones y está encorsetada en una figura que utiliza a sus amantes para maniobrar políticamente: "Los pretendientes están destinados a suspirar. Pagan por el sufrimiento infligido por los amantes", dice en el Episodio 4. Hay que destacar, sin embargo, la excelente banda sonora de Cyrille Aufort (1974, Francia), reconocido compositor ganador del premio Emmy por la música del documental El Emperador (Luc Jacquet, 2017). Estrenada en Suiza hace unos meses, Une amitié dangereuse se podrá ver en Francia a partir del 18 de junio en el canal lineal de la televisión pública.
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FlashbackTemporada 1 | Francia, 6x52' | TF1 | ★★★☆☆Creada por Clélia Constantine, Julie-Anna GrignonDirigida por Vincent Jamain, Stephen CafieroFestival de la Fiction '24: Premio Especial del Jurado |
Algunas series asumen los estereotipos de género con especial dedicación, y los elementos referenciales como una parte destacada de su construcción narrativa. El planteamiento de Flashback (TF1, 2024-) no tiene ningún problema en apoyarse en las referencias al pasado y a títulos concretos como Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985) sobre todo, y cualquier historia sobre viajes en el tiempo. Esto le da a la propuesta un tono retro que no solo se transmite porque se desarrolla en la década de los noventa, sino porque reconoce sus referencias con absoluta entrega. Hay que recordar que el cine francés ha proporcionado clásicos de los viajes temporales como Los visitantes (Jean-Marie Poiré, 1993), cuyo presente se desarrollaba precisamente en 1993, y posteriormente series como Las 7 vidas de Léa (Netflix, 2022), en la que la protagonista se despertaba cada día en un cuerpo diferente en 1991. En este caso, la serie creada por Clélia Constantine, responsable del exitoso procedimental policíaco Balthazar (Calle 13, 2018-2023), apuesta por un tono más clásico a partir de una historia protagonizada por la agente Elsa Letellier (Constance Gay), que se incorporó al cuerpo policial como homenaje a su padre, Josselin Letellier (Michaël Youn), una leyenda entre los investigadores franceses que murió asesinado en acto de servicio cuando su hija solo tenía seis años. El caso permanece sin resolver treinta años después y está a punto de prescribir, pero el día de su 36 cumpleaños, Elsa es herida durante un arresto, perdiendo la conciencia y despertando en 1994, tres meses antes del asesinato de su padre. Haciendo caso omiso de las recomendaciones de nuestro Ministerio del Tiempo (RTVE, 2015-2020), la protagonista está empeñada en cambiar los acontecimientos del pasado y evitar que su padre muera, aunque sin pensar en las consecuencias que podría tener. A partir de entonces, Elsa se hace pasar por una agente enviada desde Canadá llamada Beyoncé, y comienza a colaborar con su padre en algunos de los casos que está investigando, aunque en realidad también trata de averiguar quién podría estar interesado en matarlo. Flashback adquiere entonces la estructura de un procedimental con una trama horizontal, y apoya su comedia en la confrontación entre los métodos de trabajo de Elsa, científicos y comprometidos con el reglamento, que se tienen que adaptar a la inexistencia de pruebas decisivas como el ADN, y una técnica menos acorde con las normas por parte su padre.
Como policíaco de género fantástico, Flashback toma prestados muchos elementos para establecer guiños con los espectadores, algunos más locales como las referencias a Jean-Paul Belmondo en El profesional (Georges Lautner, 1981), cuyo personaje también se llamaba Josselin, y del que el policía protagonista adopta la forma de vestir y el cigarrillo permanente. Otras referencias son más universales como el uso de los relojes o la paradoja temporal que recuerdan a Regreso al futuro. Y los elementos característicos de los noventa, desde el cubo de Rubik hasta la Gameboy, se utilizan para crear esa atmósfera nostálgica de una época en la que Elsa tratar de encajar cada vez más. Pero al margen de los casos que se investigan en cada episodio, resueltos con habilidad y buen ritmo, Flashback encuentra su mayor virtud en la forma en que construye el encuentro de Elsa con su propia familia, y las decepciones que afronta. Solo tenía el recuerdo de su padre cuando era niña y la forma en que su entorno le hablaba de él como un héroe, pero cuando comienza a trabajar en su equipo se encuentra con un tipo misógino, malhablado, que suele contar chistes homófobos y que utiliza las bofetadas para sacar la información en los interrogatorios. Josselin es todo lo políticamente incorrecto que puede llegar a ser un hombre de la época, pero esa "caída del mito" que experimenta Elsa es uno de los mejores hallazgos de la serie, al margen de proporcionar al actor Michaël Youn la posibilidad de incorporar a un personaje cómicamente incómodo, y alejado de las habituales caricaturas que suele crear. Especialmente conmovedora es la relación que establece Elsa con su madre Anouk (Vanessa David), de la que comienza a entender el amor que siente por Josselin, pero también los sacrificios que ha tenido que hacer para dedicarse a la familia. Flashback consigue de esta forma ser una comedia eficaz, un procedimental entretenido y una historia de género fantástico solvente. Aunque el guión resuelve de una forma demasiado simple lo que supone para Elsa encontrarse consigo misma cuando tenía seis años, la paradoja temporal está bien resulta sin tratar de ser demasiado compleja, y el final invita a una posible continuación que por el momento no ha sido confirmada.
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QuiproquoTemporada 1 | Bélgica, 8x52' | RTBF | ★★★★☆Creada por Christophe Beaujean, Etienne Bloc, Simon Delecosse, Camille DidionDirigida por Maxime Pistorio, Benjamin Viré |
Con la compra de los derechos internacionales por parte de la multinacional Mediawan Rights, esta producción de la televisión pública belga parece asegurarse una adecuada distribución internacional, formando parte de esos procedimentales en tono de comedia tan habituales en los territorios francófonos. Pero en este caso, Quiproquo (Malentendido) (RTBF, 2025) tiene una capacidad especial para hacer entrañables a sus dos protagonistas casi desde su primera aparición en pantalla, a pesar de sus complejidades. Por azares del destino, las vidas de la abogada mercantil Giulia Di Pietro (Myriem Akheddiou) y el rapero Lykoz (Amine Hamidou) se cruzan en un momento decisivo para ambos. Él está intentando reconvertir una sala de conciertos abandonada en un de música urbana llamado Street Tease, mientras que ella acaba de perder su trabajo en un importante bufete de abogados. Lyoz necesita sacar a un amigo de la cárcel y Giulia, que es tan brillante como antisocial, necesita seguir ejerciendo su trabajo como abogada para tratar de recuperar la confianza de su antiguo bufete. Así que deciden montar una oficina como anexo a la sala de conciertos, al estilo de Saul Goodman en Breaking bad (Netflix, 2008-2013), aunque ella le deja claro que es una relación "solo temporal". Ambos tiene personalidades muy diferentes pero que se complementan perfectamente: Giulia tiene problemas para socializar, Lyoz es un extrovertido e ingenioso buscavidas que llevará a cabo las investigaciones necesarias para que la abogada tenga toda la información sobre el demandante, incluso aunque tenga que rozar la ilegalidad. Y tras algunos titubeos al principio, comienzan a ganar algunas demandas, como el reparto de un tesoro de monedas entre dos amigos en el episodio Win-win-win (T1E2), lo que les permite conseguir una cartera de clientes cada vez mayor. Quiproquo se perfila así como un procedimental judicial en el que, sin embargo, no se abordan casos criminales sino sobre todo litigios laborales o enfrentamientos personales, pero lo interesante es cómo la colaboración entre dos personajes tan dispares se va reforzando a lo largo de la primera temporada, que ha tenido un notable éxito en Bélgica. Se trata de una comedia divertida que funciona por el contraste entre el carácter retraído de Giulia y la extrovertida personalidad de Lykoz, que consigue mantener el equilibrio entre una estructura serializada y una procedimental, con episodios cerrados y otros que se centran en el desarrollo de los personajes como Lilian (T1E6), protagonizado por el padre de Lykoz, un antiguo saxofonista de jazz llamado Charlie (Lotfi Yahya Jedidi).
En este sentido, la serie no pretende ser especialmente original, pero funciona gracias a sus personajes principales. Y se beneficia del entorno de la ciudad de Charleroi, cuyo nombre deriva de "Charles-Roy", haciendo referencia al rey Carlos II de España. La ciudad fue construida por tropas españolas en 1666 como una fortaleza, pero es conocida sobre todo por ser la cuna de algunos de los grandes dibujantes de cómics belgas, como Jijé, Franquin, Peyo o Morris, el creador de Lucky Luke (1946). Charleroi es interesante como trasfondo de la historia porque es una ciudad que está sufriendo en los últimos años una transformación, con importantes remodelaciones de su fisonomía urbana, de forma que hay un paisaje de zonas industriales, plazas en remodelación y lugares históricos. La ciudad representa el momento de transición en el que también se encuentran los personajes, por lo que los espacios en los que se desarrolla la serie están especialmente elegidos. El club Street Tease se encuentra en el barrio del Triangle, que fue un pulmón de la ciudad porque los viajeros de la Estación del Sur lo atravesaban para llegar al centro, pero sufrió el abandono y desde 2023 se ha comenzado a demoler parte de su estructura. "Este es el Triangle. Antes era conocido por la prostitución, pero ahora lo están demoliendo para ocultarlo. Como verás, en Charleroi no hay clase media, solo ricos y pobres, la mayor parte pobres", dice Lyoz a un periodista en el episodio Idées noires (Pensamientos oscuros) (T1E4), que se desarrolla durante una de sus principales tradiciones: el carnaval. En esta popular celebración los Carolos (como se llama a los habitantes de la ciudad), participan en un evento folclórico caracterizado por las naranjas y los desfiles con pífanos y tambores. La Quema del Cuervo es la purificación de los pensamientos oscuros, pero esa noche representa un punto de inflexión en la relación entre los dos protagonistas cuando se descubre un secreto. La serie aborda la especulación inmobiliaria que está detrás de la transformación del barrio en el divertido Donnant-donnant (Toma y daca) (T1E5), cuando Giulia representa a una empresa que quiere comprar el Street Tease. Entre el drama social y la comedia sencilla pero efectiva, Quiproquo introduce elementos de gran humanidad, como cuando Giulia prefiere dormir en una Food truck del restaurante de su padre, la Trattoria di Pietro, antes que reconocer delante de su familia el fracaso de haber sido despedida de su trabajo. El actor Amine Hamidou, que debutó en el cine de la mano de los hermanos Dardenne en El joven Ahmed (Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne, 2019) aporta frescura a su personaje, mientras que la reconocida actriz Myriem Akheddiou, a la que hemos visto en títulos como Titane (Julia Ducournau, 2021), ofrece una destacada composición de un personaje enfrentado a muchos complejos a pesar de ser especialmente brillante en los tribunales. Curiosamente, Myriem Akheddiou ha coincidido en los dos debuts de Amine Hamidou: interpretó un papel en El joven Ahmed, que fue su primera película, y ahora co-protagoniza la primera serie del actor. Esta inversión de personalidades eleva el nivel de una propuesta que mezcla un sentido del humor ligero con un reflejo de la realidad social belga.
Reinonas se estrena en Sundance TV el 28 de junio.
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Películas mencionadas:
Cantando bajo la lluvia se puede ver en Filmin y Movistar Plus+.
Regreso al futuro se puede ver en Filmin, Movistar Plus+, Prime Video y SkyShowtime.
Los visitantes se puede ver en Acontra+ y Prime Video.
El profesional, El joven Ahmed y Titane se pueden ver en Filmin.
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