01 octubre, 2025

Investigadores alrededor del mundo - Parte 2: El auge del misterio acogedor

En nuestro repaso a las series protagonizadas por investigadores que se han estrenado en todo el mundo en los últimos meses, solemos incluir propuestas muy amplias, desde thrillers oscuros hasta investigadores que ni siquiera pertenecen a las fuerzas del orden, sino que son detectives amateurs o incluso periodistas. Pero uno de los subgéneros que mayor auge están teniendo en el formato de series es el denominado "cozy mystery" o misterio acogedor, un término literario que se acuñó a finales del siglo XX cuando un grupo de escritores trataron de reproducir las características de las novelas policíacas de la denominada Edad de Oro, la que se desarrolló en el período de entreguerras por autores como Agatha Christie, Ngaio Marsh, Dorothy Sayers o Georges Simenon. Las particularidades de los crímenes acogedores es que están protagonizados por detectives aficionados, suelen tener lugar en una pequeña localidad y, sobre todo, no hay violencia y sexo aunque se cometan asesinatos, que en los libros suelen mencionarse sin describirlos con detalle. El apodo del género, "cozies", proviene del lenguaje norteamericano, y algunos autores prefieren utilizar definiciones como "traditional mystery" (misterio tradicional), porque los crímenes acogedores muchas veces se relacionan con un tipo de escritura y tramas demasiado trilladas, así como misterios poco elaborados. Resulta significativo que los cozy crimes estén viviendo un resurgimiento en los últimos años teniendo en cuenta que su origen, cuando aún no se utilizaba esa definición, proviene de los turbulentos años de entreguerras, un período de crisis e incertidumbre en el que los lectores buscaban consuelo en historias amables sin violencia, lo que quizás diga algo de la época que estamos viviendo, donde las noticias y la desinformación están marcadas por todo lo contrario. Nuestra selección de series protagonizadas por investigadores no está compuesta solo por crímenes acogedores, pero hay algunos ejemplos recientes. 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Death Valley

Penarth - Gales

Reino Unido, 2025 | Temporada 1, 6x45' | BBC |  

Creada por Paul Doolan | Dirigida por Simon Hynd


La geografía de la pequeña localidad ficticia en la que se desarrolla esta serie la ha aportado el pueblo de Penarth, situado al oeste de Cardiff, cuya actividad comercial de transporte de carbón sufrió una grave crisis que obligó a cerrar el muelle, solo utilizado en la actualidad para actividades turísticas. En los últimos años la localidad galesa también ha servido como escenario de algunos episodios de series como Doctor Who (BBC, 2005-2022) y Sex education (Netflix, 2019-2023). Pero la principal característica de esta serie creada por Paul Doolan no es solo que se desarrolle en un pueblo ficticio de Gales, sino que utiliza la comedia y una cierta metanarrativa para ironizar sobre el tipo de género al que la propia serie pertenece. 

De esta forma, la detective Janie Mallowan (Gwyneth Keyworth) está analizando un cadáver junto a la forense Helen Baxter (Alexandra Riley) mientras en una pantalla se reproduce la enésima reposición de la serie de misterio acogedor protagonizada por el detective Caesar, el personaje más popular que ha encarnado el actor John Chapel (Timothy Spall). Lo que ella no imagina es que el aparente suicidio del promotor inmobiliario Carwyn Rees (Kristian Arthur) se ha producido en una casa cuyo vecino es su ídolo John Chapel, retirado después de la muerte de su esposa y enclaustrado en una vieja casa llena de recuerdos. Al contrario de lo que puede parecer, él está convencido de que la muerte de su vecino ha sido un asesinato, gracias a una capacidad de observación que ha desarrollado en sus largos años como actor, citando a Aristóteles: "La acción de una persona siempre es consistente con su carácter". Cuando el examen forense demuestra que la víctima ha sido asesinada, Janie Mallowan propone a John Chapel que colabore en la investigación aportando sus teorías y su conocimiento. Es la justificación para una relación profesional entre dos personajes que chocan por sus diferentes características, pero que van adquiriendo progresivamente un respeto mutuo. Death Valley (BBC, 2025) ha sido el estreno más exitoso que ha tenido la BBC en la franja de los domingos en los últimos cinco años, con un promedio de 4,6 millones de espectadores en 28 días, mientras que en BBC One Wales fue la comedia más exitosa de este año, con 400.000 espectadores, y en BritBox Norteamérica ha sido la segunda serie más vista de 2025. La acogida ha sido tan positiva que, tras su estreno a finales de mayo, la serie fue renovada para una segunda temporada que ha comenzado a rodarse desde finales de este mes de agosto. La colaboración entre la agente Janie y el ex-actor John Chapel es ocultada al Inspector Jefe Barry Clarke (Steffan Rhodri), entre otras cosas porque Janie está buscando una promoción que peligraría si se supiera que necesita del asesoramiento de un ciudadano para resolver los casos que investiga: "Eres una buena detective. No necesitas detectives ficticios para que te ayuden", le dice su jefe cuando acaba enterándose. La química entre los actores funciona especialmente bien, con Timothy Spall recuperando su talento para la comedia después de abordar dramas como El quinto mandamiento (Filmin, 2023) y Wolf Hall: El trueno del reino (Movistar Plus+, 2024).

Pero la historia, y esta misma relación, se sostiene sobre todo en diálogos acertados que adoptan un tono irónico, y la utilización de una antigua serie de detectives protagonizada por un actor retirado cuya depresión solo es despertada por la sugestiva colaboración en la resolución de casos, también establece un interesante metacomentario sobre el género. "Yo soy la inspiración, tú eres la sudoración", le dice John Chapel a Janie Mallowan cuando ella reconoce que forman un buen equipo al final del primer episodio. Pero al mismo tiempo mantiene una estructura clásica de crímenes acogedores, con misterios alrededor de la muerte de un excursionista o una reunión de antiguos alumnos, introduciendo a veces elementos que juegan con la representación ficticia, en escenarios como un grupo de teatro amateur en el que John Chapel se introduce para averiguar quién es el culpable de un asesinato en el Episodio 4, o una "Murder party" en el Episodio 5, una fiesta organizada para resolver un crimen ficticio que acaba siendo demasiado real, en el que John se reencuentra con un antiguo amor, Helena Hart (Patricia Hodge), cuyo marido Anthony es la víctima. Es el episodio que más referencias tiene a las novelas de Agatha Christie, con una reunión de amigos dentro de una mansión en la que se ha cometido un crimen misterioso. La aproximación de Paul Doolan, que fue nominado al BAFTA por la comedia Bloods (Sky, 2021-2022) está hábilmente basada en un conocimiento de los clichés del género y lo que el espectador espera de los personajes, que incluso utilizan recursos que parecen aprendidos de este tipo de historias, como la resolución de los casos en los que John Chapel suele reunir a todos los implicados para descubrir al culpable, de la misma manera que hacía el detective Caesar al que interpretaba en televisión. De esta forma, Death Valley tiene una cualidad diferente a otros misterios acogedores porque también los mira desde una perspectiva externa, usando los elementos tópicos no solo como recurso narrativo sino también para ironizar sobre ellos, sin llegar a ser una parodia exactamente. Y eso la hace especialmente entretenida. 

Bergerac

Jersey - Islas del Canal

Reino Unido, 2025 | Temporada 1, 6x45' | U&Originals |  

Adaptada por Toby Whithouse | Dirigida por Colm McCarthy, Sean Spencer

Jersey es la más grande de las islas que forman parte de lo que se denomina como Islas del Canal. Situada en el Canal de la Mancha, se encuentra más cerca de Francia que de Gran Bretaña, por lo que culturalmente se la considera más francesa que británica. Además cuenta con un estatus político particular: con poco más de 100.000 habitantes, nunca fue parte de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo y tiene la consideración de democracia parlamentaria autónoma, con poder de autodeterminación y sus propios sistemas financiero, legal y judicial, lo que de hecho la convierte en un paraíso fiscal. Pero depende de Gran Bretaña en cuanto a su representación internacional y defensa, siendo también el rey Carlos III su monarca. Entre sus habitantes, la mezcla de culturas es constante: se conduce por la izquierda como en Inglaterra y la lengua principal es el inglés, pero también se habla un dialecto francés particular que procede de la lengua normanda. En algunas ocasiones es objeto de controversia, como en 2021, cuando se desplegaron fuerzas navales de Gran Bretaña y Francia por una disputa pesquera. 

En la isla de Jersey se desarrollaba la serie Bergerac (BBC, 1981-1991), protagonizada por el inspector Jim Bergerac (John Nettles), alcohólico y recién divorciado, que fue un éxito destacado desde su estreno, considerado un policíaco más glamouroso de lo habitual, aunque el coste de su producción, al estar rodada fuera de Gran Bretaña, era tan alto que se tuvo que recurrir a la coproducción entre BBC y Channel Seven de Australia. Ahora se ha recuperado para llevar a cabo un reboot que actualiza al personaje, lo sitúa en nuestros días y tiene un nuevo protagonista, pero mantiene la localización principal en Jersey y algunas de sus características. El episodio Person of interest (T1E1) comienza con Jim Bergerac (Damien Molony) en una reunión de Alcohólicos Anónimos, aunque él no parece demasiado rehabilitado cuando se dirige al cuarto de baño y bebe de una petaca. La novedad de Bergerac (U&Original, 2025-) es que el protagonista no está divorciado sino que es viudo, quizás porque el divorcio ya no tiene un efecto tan dramático, y también tiene una hija adolescente, Kim (Chloé Sweetlove), de la que cuida mejor su suegra Charlie Hungerford (Zoë Wanamaker). Dispuesto el entorno familiar, el caso escogido por el creador de la serie Toby Whithouse (1970, Reino Unido), nominado al BAFTA por Casi humanos (BBC, 2008-2014) y responsable de una de las series que más nos gustaron el año pasado, The red King (U&Original, 2024), no adapta ninguna investigación de la serie original. Cate Wakefield (Anna Mawan), la nuera del magnate Arthur Wakefield (Philip Glenister) es asesinada en un complejo familiar, y el caso comienza a ser investigado por el inspector Barney Crozier (Robert Gilbert), que ha sustituido a Jim Bergerac durante los últimos seis meses. Pero éste quiere regresar al trabajo y consigue ser admitido como consejero, manteniendo el liderazgo de Crozier. 

Como es habitual en los últimos tiempos, el formato procedimental de la serie original es sustituido por una investigación que ocupa los seis episodios de la temporada. No solo se trata de una tendencia actual para desarrollar una investigación mucho más compleja, sino que también permite disponer de más tiempo para abordar el carácter psicológico del protagonista y su entorno personal. Sin embargo, en cierta manera se pierde en variedad y en ocasiones acaba queriendo ser tan compleja que termina resultando enrevesada, como en las dos últimas temporadas de Shetland (Filmin, 2013-), sin su creador ni su protagonista originales. En el caso de Bergerac, hay distintas ramificaciones como la del psicólogo Pete Benedict (Aidan McArdle), que tiene como paciente a Jim Bergerac al mismo tiempo que también está relacionado con la familia Wakefield. La respuesta del espectador a esta nueva versión depende del grado de conocimiento que se tenga de la serie de los años ochenta, y en Gran Bretaña ha convencido menos a los seguidores de aquella que a los que ni siquiera se acordaban de ella. Pero en general, Bergerac funciona adecuadamente dentro del panorama de series policíacas británicas, tiene un personaje suficientemente interesante y una dinámica familiar que no entorpece a la investigación, aunque no puede evitar los lugares comunes. La diversidad cultural de la isla de Jersey está presente, sobre todo a través de algunos personajes secundarios, pero da la impresión de que no aprovecha demasiado las posibilidades de un entorno tan particular. La serie ha sido confirmada para una segunda temporada, por lo que tendrá una nueva oportunidad para resolver algunas de las flaquezas de esta primera entrega. 

Brennero (Pale Mountains)

Bolzano - Tirol del Sur

Italia, 2024 | Temporada 1, 4x90' | Rai |  

Creada por Carlo Mazzotta, Andrea Valagussa

Dirigida por Davide Marengo, Giuseppe Bonito


La provincia de Bolzano se encuentra en el llamado Tirol del Sur, limitando con Austria, Suiza y la provincia autónoma de Trento, un espacio principalmente montañoso en el que se encuentra el llamado paso del Brennero, un camino de montaña que se suele conocer como el "puente de Europa", porque es el principal punto de conexión entre el Sur de Europa y Europa Central a través de la frontera entre Italia y Austria. Como todo lugar fronterizo, mantiene una tradición que se encuentra a medio camino entre ambos países, con una mezcla de italiano y alemán, aunque está más suavizada en los últimos años. 

Precisamente en la pequeña localidad de Brennero se sitúa esta serie, ambientando la historia durante el movimiento nacionalista surtirolés que llevó a cabo varios ataques terroristas contra monumentos fascistas a principios de los años sesenta, y que desembocó en la llamada Noche de los Incendios cuando en 1961 fueron destruidos varios suministros eléctricos. Pero la serie Brennero (Rai, 2024-) también toma elementos del llamado Monstruo de Bolzano, un violador que asesinó a cinco mujeres en esa provincia durante los años ochenta, añadiendo también algunos aspectos que hacen referencia al Monstruo de Merano, que actuó en Tirol del Sur en los años noventa, pero con motivaciones racistas. Una mezcla de ambos es el asesino que acaba uniendo en una investigación a Eva Kofler (Elena Radonicich), que se ha hecho cargo de la fiscalía de Bolzano después de la jubilación de su padre, el ex-fiscal Gerhard Kofler (Richard Sammel), y al inspector Paolo Costa (Matteo Martari), que con su pasado misterioso y sus modales algo bruscos forma un contraste notable con la estricta legalidad que representa la fiscal. En la zona se ha producido la muerte de Hans Meier (Manuel Vetsch), asesinado a tiros cuando se dirigía a su casa en la Piazza Vittoria después de ver un partido de hockey del equipo de Bolzano en un bar cercano. La colocación de un Corazón de Jesús de metal en su pecho parece indicar que el Monstruo ha comenzado a actuar de nuevo después de algunos años en silencio. Con un formato de cuatro episodios de 90 minutos, que es como se estrenó en la Rai, pero con la posibilidad de dividirlo en ocho episodios de 45 minutos, la serie mezcla una estructura procedimental, que dedica una hora y media a una investigación concreta, mientras la búsqueda de El Monstruo se desarrolla como trama horizontal a lo largo de toda la temporada. 

Uno de los elementos que se subrayan es la mezcla de las culturas alemana e italiana, y cierta confrontación entre los habitantes de ambos orígenes, lo que en la provincia de Bolzano ha suscitado controversia, al sentirse retratados desde el estereotipo de los conflictos de tipo lingüístico y cultural. De hecho, el asesino principal de la historia solo mata a víctimas alemanas, lo que establece la sospecha de que hay motivaciones racistas, como las que tenía el verdadero Monstruo de Merano, aunque en ese caso hacia los italianos. En todo caso, este tipo de conflictos fronterizos alimentan la trama de la ficción y subrayan la complejidad de los personajes, incluso en la propia relación entre Eva Kofler, de origen alemán, y el inspector Paolo Costa. Los directores Davide Marengo (1972, Italia) y Giuseppe Bonito (1974, Italia), que dirigen dos episodios cada uno, aportan una atmósfera fría y oscura que en cierto modo se acerca más a los nordic noir que a los habituales policíacos italianos. El primero también dirigió episodios de la serie El cazador (Rai, 2018-2021), mientras que el segundo es el director del largometraje Hijos (2020) y de la serie Bang Bang Baby (Prime Video, 2022). La historia ofrece una interesante relación entre los dos investigadores, que parecen sentirse atraídos sentimentalmente, pero al mismo tiempo deben hacer frente a sus propias lealtades institucionales, especialmente en el episodio Terzo livello (Tercer nivel) (T1E3), lo que permite que haya una cierta ambigüedad en la dinámica personal y profesional entre ambos protagonistas. También hay una relación compleja entre Paolo Costa y el ex-fiscal Gerhard Kofler relacionada con una decisión tomada por éste en el pasado. Aunque se ha comentado que los personajes de origen germano hablan un alemán neutro, no el alemán tirolés, y que algunos diálogos relacionados con estos conflictos lingüísticos resultan demasiado simples, Brennero mantiene bien el ritmo pausado de las investigaciones, mezclando los casos episódicos y la investigación horizontal, aunque algunos elementos introducidos como la Noche de los Incendios acabe siendo más atmosférico que relevante. En Gran Bretaña, donde la serie se ha estrenado bajo el título Pale Mountains (Channel 4, 2024-), ha conseguido un notable éxito.

Art detectives

Londres - Belfast

Irlanda, 2025 | Temporada 1, 6x45' | Acorn Tv |  

Creada por Dan Gaster, Will Ing, Paul Powell

Dirigida por Jennie Paddon, Declan Recks

Algunas series funcionan desde la modestia, y uno de los éxitos más sorprendentes del verano ha sido este drama criminal que podría definirse como cosy crime (crimen acogedor) si no fuera porque la mayor parte de las investigaciones giran a un asesinato. Art detectives (Acorn Tv, 2025) se convirtió el pasado mes de junio en el estreno más visto de todos los tiempos en la plataforma Acorn TV, un servicio de streaming británico-norteamericano propiedad de AMC Networks, que también opera en España. Los visionados superaron con mucho a la serie que hasta ahora ocupaba el primer lugar, otro cosy mystery, Harry Wild (AMC, 2022-) protagonizado por Jane Seymour. Surge entonces la pregunta de cuáles son los valores de esta serie que ha atrapado a los espectadores y la crítica norteamericanos que, por otro lado, también se han entregado este verano a la mediocre comedia negra Irish blood (Acorn TV, 2025-), protagonizada por Alicia Silverstone. En el caso de Art detectives, consigue utilizar la fórmula tradicional de los dramas criminales para situarla en un contexto algo diferente, en torno a coleccionistas de objetos artísticos cuyos crímenes son investigados por la Unidad de Delitos del Patrimonio que, aunque pueda parecer curioso, no investiga robos o fraudes en el mundo del arte, sino asesinatos en la mayor parte de los episodios. Este procedimental clásico encuentra en la estructura tradicional su principal fortaleza, aunque a veces resulte demasiado previsible, pero tiene un encanto especial en la relación profesional que mantienen el inspector Mick Palmer (Stephen Moyer) y la agente Shazia Malik (Nina Singh) que le acompaña en sus investigaciones representando a la policía. Aunque los casos no sean demasiado elaborados, el contexto funciona con especial eficacia, abordando temas como el contrabando de piezas prehistóricas en Muerto y enterrado (T1E2) o el coleccionismo de objetos de naufragios como el Titanic en Frio glacial (T1E5). Este último es el único episodio que se desarrolla en Belfast, aunque la serie es irlandesa y está completamente rodada en Irlanda, pero representando sobre todo escenarios ingleses. El primer episodio, Cuadros en una exposición (T1E1), se desarrolla en Yorkshire, pero en realidad está rodado en Ballywater Park, una mansión privada en Irlanda del Norte: "Este es el perfecto ejemplo de Victorian Italianate Palazzo. Es como una casa de muñecas con esteroides", la describe Mick Palmer. La agente Shazia Malik está encargada primero de vigilar al investigador, pero acaba convirtiéndose en su compañera permanente. Uno de los elementos peculiares de la serie, y quizás en ese sentido la distingue de otras que han abordado las investigaciones en torno al mundo del arte, es que no se centra en los habituales robos, fraudes o blanqueo de dinero, sino que éstos son elementos catalizadores de lo que, en la mayor parte de los casos, acaba en un asesinato. Mick Palmer no acude a una ciudad para investigar un robo, sino cuando ya se ha producido un crimen que quizás está impulsado por un robo. Esto la distancia de los cozy crimes en los que habitualmente no hay crímenes de sangre, pero sin perder el lado amable que transmiten sus protagonistas, en una especie de término medio que resulta peculiar.

En particular, Mick Palmer es descrito como un hombre con un gusto exquisito, que en muchos casos rechaza la impostura de los compradores de obras artísticas que no aprecian del todo su valor, y que puede resultar un poco nerd en sus referencias históricas y estéticas. Su relación sentimental con la conservadora de museos Rose Conaghan (Sarah Alexander) se presenta desde el primer episodio y tiene cierto encanto, aunque en el segundo, que implica el hallazgo de un tesoro vikingo en cuya investigación ella colabora, deja claro que se trata de una relación ocasional todavía sin aclarar en qué punto se encuentra. Mientras que la mala relación con su padre Ron Palmer (Larry Lamb) que reaparece en su vida después de varios años de ausencia, se debe a que ambos están en dos lados opuestos: Mick es policía mientras que su padre es falsificador.  Y se va desarrollando hasta el último episodio, Oferta final (T1E6), en el que la trama horizontal de la relación familiar se mezcla con el caso procedimental. Art detectives tiene la capacidad de introducirnos en un mundo del arte que no resulta tan superficial y tópico como hemos visto en otras ocasiones, e incluso ofrece una perspectiva más amplia que incluye el coleccionismo musical y la cata de vinos antiguos, de manera que consigue introducir en cada episodio elementos que la hacen interesante, con algunas curiosidades históricas a las que hace referencia Mick Palmer cuando habla con Shazia (que adopta el punto de vista neófito del espectador). Ella está menos desarrollada, aunque se apunta una relación al principio, se introduce una familia controladora que la llama constantemente y hay un atisbo de interés amoroso con el agente de la policía irlandesa Rory White (Warren McCook) en el episodio cinco, que se desarrolla en Belfast. Pero ella queda algo desdibujada en relación con el protagonista. Creada por Dan Gaster, que ha trabajado en The thick of it (BBC, 2005-2012) y Paul Powell y Will Ing, que escribieron guiones para la sitcom Miranda (BBC, 2009-2015), esta serie no tiene tantos elementos de humor, pero sí consigue transmitir un encanto especial. E introduce una puesta en escena que está especialmente cuidada en el aspecto visual, desde el vestuario de los personajes hasta el entorno generalmente lujoso de las mansiones y escenarios en los que se desarrollan unas investigaciones, que claramente presentan el mundo del arte como un espacio privilegiado en manos de propietarios que no saben valorar lo que poseen.  

Surface

Región de Occitania - Francia

Francia-Bélgica-Suiza, 2025 | Miniserie, 6x50' | France Tv |  

Escrita por Marie Deshaires, Catherine Touzet, Laura Piani, Gaëlle Bellan

Dirigida por Slimane-Baptiste Berhoun


El escritor Olivier Norek (1975, Francia), ex-teniente del departamento judicial de Sena-Saint Denis (París) durante quince años, ha llevado a cabo una exitosa carrera literaria, con novelas publicadas en España como Efecto dominó (2016, Ed. Grijalbo) e Impacto (2020, Ed. Plataforma Editorial). En septiembre se ha publicado en nuestro país su último libro, Los guerreros del invierno (2024, Ed. Istoría), pero permanecen inéditas obras importantes como Surface (2019), que ahora ha sido adaptada en Francia en formato de miniserie, convirtiéndose en el mayor éxito de audiencia del canal France Télévisions, con más de 3 millones y medio de espectadores en la emisión de sus primeros episodios semanales, además de conseguir récord de visionados en la plataforma France.tv, donde las series se estrenan completas. La historia se desarrolla en un pequeño pueblo de la región de Occitania llamado Avalone-Le-Haut, que surgió después de que el cercano Avalone-Le-Bas fuera hundido bajo las aguas tras la construcción de una presa hace veintitrés años, lo que coincidió con la desaparición de tres niños de la localidad que nunca han sido encontrados. En todo este tiempo, la comunidad ha tenido tan pocos acontecimientos policiales que la llegada de la inspectora Noémie Chastain (Laura Smet) principalmente tiene como objetivo elaborar un informe que sirva como base para la decisión sobre la continuidad de la comisaría situada en esta localidad. Ella está por el momento apartada de las investigaciones oficiales después de que una intervención fallida acabara con su rostro marcado por una profunda cicatriz, provocada por un sospechoso que le disparó en la cara. Al parecer, el escritor Olivier Norek creó este personaje para su novela como un homenaje a una ex-compañera de la policía que fue herida de forma similar. Esta representación de la herida superficial es un reflejo de otra herida psicológica más profunda que ha sufrido la agente, que en cierta manera establece una conexión con el trauma permanente que se mantiene todavía entre los habitantes del pueblo, como una especie de cicatriz que nunca se ha cerrado. La comisaría está formada por un grupo de policías no muy habituados a investigaciones criminales: Romain Valant (Théo Costa-Marini) es un teniente profundamente conectado con el pueblo en el que nació y con la desaparición de los jóvenes, de los que era amigo en su infancia. Su carácter tranquilo choca con la seriedad y el comportamiento abrupto de la comisaria Noémie Chastain, mientras siente la amenaza de un informe que podría dejarle a él y a sus compañeros sin trabajo. Cuando desde la profundidad del lago artificial, entre las ruinas del antiguo pueblo sumergido, sale a la superficie un bidón que contiene restos humanos, el fantasma de las desapariciones de los niños que nunca fueron resueltas también emerge desde el pasado. 

Hay que agradecer al director Slimane-Baptiste Berhoun (1985, Francia) que no haya envuelto a la historia del habitual tono oscuro de este tipo de thrillers. Director de series como Las amistades peligrosas (Netflix, 2022) y Vórtice (Netflix, 2022), ha elegido un tono más luminoso, envolviendo al pueblo en una atmósfera calurosa que recuerda al western más que al thriller dramático, incluso desde la primera aparición de la protagonista bajándose de un tren en este pequeño pueblo rural, lo que se subraya asimismo con el uso del formato panorámico que amplía el campo de visión. O en el tono más relajado del retrato de un grupo de policías que forman parte de una comisaría aparentemente ineficaz, y que en algunos casos aportan cierto alivio cómico, como el brigadier Bousquet (Otis Ngoi), que nunca parece decir la frase correcta delante de la comisaria Noémie Chastain, que se coloca al frente de la investigación sobre el misterioso hallazgo, o el ingenuo Milk (Quentin Laclotte Parmentier), que aporta un humor sutil y un toque conmovedor en algunos momentos. El aspecto visual de la serie y su entorno montañoso en medio de un paisaje espectacular puede recordar a otras series policíacas francesas como Rivière perdue (TF1, 2024), remake de la serie española La caza: Monteperdido (Movistar Plus+, 2019), pero el desarrollo de la investigación es menos enrevesado, lo que se agradece. La llegada de dos buzos que son hermanos para investigar el fondo del lago entre los restos del antiguo pueblo Avalone-Le-Bas también introduce un elemento amoroso entre Noémie Chastain y Hugo Massey (Tomer Sisley), que resulta algo forzado. Pero Surface es sobre todo una historia de redención: la que tiene la inspectora de policía con su pasado, y la que comparten algunos habitantes del pueblo, que se encuentran enfrentados a decisiones que tomaron años atrás. Las escenas submarinas aportan tensión, pero también algunos recursos para establecer cliffhangers de final de episodio bastante superficiales, que funcionan solo como impulsos artificiales de la trama. Y la adaptación no siempre acierta en la introducción de elementos que no estaban en el libro, como algunos personajes o un trauma de la protagonista más allá de la fallida intervención que la dejó marcada. Surface, sin embargo, consigue mantener el interés dentro de su desarrollo irregular y su ritmo desequilibrado. 

Murder most puzzling (The puzzle lady)

Ballymena - Condado de Antrim (Irlanda del Norte)

Reino Unido, 2025 | Temporada 1, 3x90' / 6x45' | Channel 5 |  

Creada por Dominique Moloney sobre la novela de Parnell Hall

Dirigida por Tom Dalton

Italian Global Series Festival '25: Mejor Actriz (Phyllis Logan)


Aunque la historia de este procedimental transcurre en la ciudad ficticia de Bakerbury en Inglaterra, el rodaje se llevó a cabo principalmente en Belfast y en la ciudad de Ballymena, situada en el condado irlandés de Antrim, una localidad con poco más de 30.000 habitantes que se vio afectada por el cierre de las fábricas en los años ochenta, que se reprodujo en los años 2000 con el cierre de JTI Gallaher y de Michelin, aumentando el desempleo. La ciudad se ha visto envuelta recientemente en una serie de disturbios raciales cuando en el mes de junio dos jóvenes romaníes fueron acusados de un intento de violación, provocando varios días de ataques antiinmigrantes organizados por grupos ultras (al estilo de Torre Pacheco), que atacaban indiscriminadamente propiedades y casas de inmigrantes, alegando la necesidad de proteger a mujeres y niños (un eslogan claramente machista). Elaine Crory, de la Agencia de Recursos y Desarrollo de la Mujer, calificó esta aparente atención a la protección de las mujeres como falsa, porque la mayor parte de los feminicidios han sido cometidos por hombres irlandeses: "Si en este país no hubiera inmigrantes, de los 28 asesinatos cometidos contra mujeres en los últimos cinco años, se hubieran producido 27". 

La historia de Murder most puzzling (Channel 5, 2025), transcurre en la ficticia Bakerbury, una localidad tranquila que se ve alterada por el asesinato de una joven, en cuyo cuerpo hay una pista de crucigrama que confunde al agente de policía Derek Hooper (Adam Best). Así que decide pedir ayuda a la estrella local Cora Felton (Phyllis Logan), conocida como The Puzzle Lady por el éxito que ha tenido como crucigramista, que acaba de mudarse al pueblo junto a su sobrina Sherry Carter (Charlotte Hope). Su capacidad para inventar crucigramas le permitirá descifrar el enigma dejado en el cadáver, pero la imagen recatada de Cora Felton en realidad esconde una personalidad que se aleja de la abuelita amable que transmite en anuncios de galletas: es una señora entrometida, bastante caótica y casi alcohólica que tiene más de un secreto. Pero es demasiado tarde cuando el detective se da cuenta de que ella no le va a ser de gran ayuda, porque Cora Felton se ha empeñado en convertirse en investigadora y está decidida a colaborar en el caso aunque nadie quiera que lo haga. Al mismo tiempo que se desarrollan las averiguaciones en torno a cada caso, que ocupan episodios de 90 minutos, Cora Felton también se debe enfrentar al periodista Anton Grant (Alistair Brammer), que parece estar adivinando algunas de las verdades que ella no quiere que se conozcan. El planteamiento puede recordar a Ludwig (Movistar Plus+, 2024-), mucho más lograda en cuanto a originalidad y encanto, aunque la comparación no parece demasiado apropiada cuando ambos personajes tienen enfoques tan dispares. John Taylor (David Mitchell) utiliza los crucigramas para resolver misterios, pero en realidad Cora Felton no solamente no los usa, sino que odia todo lo que tenga que ver con un crucigrama; es más bien una investigadora amateur que utiliza cierta capacidad de deducción (y algún Bloody Mary) para enfrentarse a los casos. Murder most puzzling mantiene ese espíritu de los misterios acogedores clásicos, que no pretende tanto ofrecer originalidad como situarse en un término medio entre lo que se espera de una señora dedicada a resolver crímenes y el personaje protagonista, que no es precisamente Miss Marple. La interpretación de la actriz Phyllis Logan, toda una institución en Gran Bretaña a la que veremos de nuevo como Mrs. Hughes en Downton Abbey: El gran final (Simon Curtis, 2025) y hemos visto recientemente en The Bombing of Pan Am 103 (Netflix, 2025) y Miss Austen (Movistar Plus+, 2025), aporta calidez a su personaje aunque no sea lo que parece, y en buena medida impulsa el atractivo de la serie. 

Murder most puzzling tiene potencial para convertirse en uno de esos duraderos misterios acogedores que Channel 5 suele producir, como Los misterios de Madame Blanc (AMC+, 2021-). Desde luego, la referencia en el título para su estreno en Gran Bretaña a la serie Se ha escrito un crimen (Murder, she wrote) (SkyShowtime, 1984-1996), que también emite esa cadena, no parece casual. De hecho, el título internacional es The puzzle lady, que es el nombre que el personaje principal tiene en la serie de libros que escribió Parnell Hall (1944-2020, California), un autor del que en España no se ha publicado ninguna novela aunque cuenta con dos personajes que ocupan cada uno una veintena de libros: el investigador Stanley Hastings y la Dama de los Crucigramas. Aunque los casos pueden ser algo enrevesados a lo largo de los noventa minutos de cada uno de los tres episodios de la primera temporada, las investigaciones de Cora Felton juegan a veces con ciertas casualidades que surgen por un lado de la fama que ha cosechado el personaje, lo que le permite ser más confiable que el inspector de policía, pero al mismo tiempo de la conocida invisibilidad de la tercera edad, esa que en algunas series como Matlock (Movistar Plus+, 2024-) también se puede utilizar para acceder a espacios no permitidos. En el segundo episodio se ha formado un equipo que ayuda a la protagonista a inmiscuirse en las investigaciones de la policía, como su sobrina y el periodista Anton Grant, y en el tercero se introduce una leve relación sentimental entre Cora Felton y Gilbert Sullivan (Kevin McNally) que tampoco es lo que parece. La serie posiblemente resuelve demasiado pronto el secreto que guarda la protagonista, incluso haciéndolo público en el episodio 3, de manera que en realidad los crucigramas no juegan un papel determinante en las historias (en los libros también se revela, pero utiliza la excusa de los puzzles para elaborar juegos de palabras y referencias constantes). Y también le podría beneficiar que los episodios duraran una hora en vez de una hora y media, porque pueden resultar algo repetitivos, pero Murder most puzzling acaba siendo un misterio acogedor que asume el género con sus características tradicionales, sin tratar de mezclarlo con otros. 


Downton Abbey: El gran final se estrena en cines el 10 de octubre 
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Películas mencionadas (disponibles en la fecha de publicación):

Hijos se puede ver en Filmin.