La pasada Mostra de Venecia reservó protagonismo a las series, o a ese formato que ya se comienza a denominar como film-serie, que construye historias que traspasan la tradicional estructura de televisión para narrarse de manera continua, evitando recursos que para muchos directores que provienen del cine resultan artificiales, como los cliffhangers. Disclaimer (Apple tv+, 2024) de Alfonso Cuarón, Familias como la nuestra (Movistar Plus+, 2024) de Thomas Vinterberg, M. Il figlio del secolo (Sky, 2024), la biografía de Benito Mussolini dirigida por Joe Wright, y Los años nuevos (Movistar Plus+, 2024) de Rodrigo Sorogoyen se proyectaron completas, lo que en el caso de la serie española se repitió también en la SEMINCI. Curiosamente, el único festival que pretendía proyectar solo dos episodios, como suele ser habitual, era un festival dedicado a series, Serielizados Fest, lo que no coincidía con el planteamiento de distribución que tenían los productores y el director, de manera que se quedó fuera de su programación. Al contrario que Cuarón, Vinterberg y Wright, Rodrigo Sorogoyen (1981, Madrid) ha realizado anteriormente incursiones en el formato de series con la excelente Antidisturbios (Movistar Plus+, 2020), cuya segunda temporada, posiblemente situada en el entorno del referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña, fue desestimada por Movistar Plus+ y en uno de los episodios de la antología Apagón (Movistar Plus+, 2022), y tiene pendiente un ambicioso proyecto sobre la Guerra Civil que tampoco quiso producir la plataforma de Telefónica, pero que Sorogoyen está empeñado en llevar adelante. La propuesta de contar la historia de una relación a lo largo de diez años tiene un referente confesado en Richard Linklater y su trilogía de películas iniciada con Antes de amanecer (1995), pero también mira de reojo a Normal people (Movistar Plus+, 2020). Este mismo año hemos visto narrativas parecidas en las series Siempre el mismo día (Netflix, 2024) y Alice & Jack (Filmin, 2023), pero que circulan por caminos diferentes. En este caso, acompañamos a Óscar (Francesco Carril) y Ana (Iris del Río) en diez Nocheviejas que muestran la evolución de su relación desde que se conocen en 2015 hasta el año 2024, un viaje que les muestra en momentos diferentes de sus vidas que también marcan sus sentimientos, aunque no se trata exactamente del reflejo de una relación permanente rota por una separación traumática como en Historia de un matrimonio (Noah Baumbach, 2019), porque como pareja solo están juntos dos años y medio, aunque permanece una conexión emocional que les hace volver a encontrarse.
Estrenada en dos partes que están divididas en cinco episodios cada una, los primeros reflejan el tono más desenfadado de dos jóvenes que se acaban de conocer y encuentran el vínculo que les convierte en pareja a pesar de sus diferencias. Ana cumple 30 años el día de Año Nuevo y es vitalista, con un amplio círculo de amigos, pero sin saber exactamente cuál va a ser su futuro laboral, puestas sus ilusiones en una visa para trabajar en Vancouver que tampoco tiene claro si realmente quiere usar. Mientras que Óscar cumple 30 años el día de Nochevieja, ejerce como médico en Urgencias, es hijo único y sufre una constante desconfianza hacia aquellos que le rodean, provocada por la mentira que mantuvieron sus padres separados durante varios años. En realidad, son dos personajes cuyos planteamientos vitales son tan diferentes que parece imposible que puedan estar juntos: la estabilidad como médico de Óscar contrasta con la inestabilidad vital de Ana, y sus puntos de vista respecto a una relación son casi contrarios. En el brillante episodio 2018 (T1E4), en torno a una Nochevieja familiar en la que coinciden la madre de Óscar, Carmen (Malena Gutiérrez) y los padres de Ana, Isabel (Ana Labordeta) y Fernando (Carlos Blanco), se habla sobre el tipo de concesiones que debe hacer cada uno de los miembros de una pareja, y se refleja la distancia entre los dos protagonistas. A veces, el guión escrito por Rodrigo Sorogoyen junto a Sara Cano y Paula Fabra, que trabajaron juntas en la miniserie Ángela (Atresplayer, 2024), no puede evitar que la estructura elíptica provoque algunos diálogos explicativos para que entendamos por qué Ana no se ha marchado a Canadá o por qué Óscar ha vuelto con Vero (Lucía Martín Abello) en 2016 (T1E2). Y en su intento de conformarse como un retrato generacional sobre las inseguridades de un futuro incierto es quizás demasiado previsible en sus planteamientos. La primera parte termina en 2019 (T1E5) con un viaje a Berlín para acudir a una fiesta en una sala que simula el acceso exclusivo que el club Berghain ha convertido en forma de marketing, mientras que la segunda parte comienza en 2020 (T1E6) durante la Nochevieja en la que se relajaron las medidas de confinamiento en España, lo que provocó una nueva oleada de contagios de coronavirus.
La historia se enriquece con otras subtramas, pero también con otras parejas. En cada episodio Óscar o Ana observan relaciones que no están directamente conectadas con ellos: los vecinos Tomás (Saturnino García) y Merche en 2017 (T1E3), dos personas maduras que parecen estar en un momento apasionado de su relación en 2019 (T1E5) o una mirada furtiva entre dos camareros de un restaurante en 2023 (T1E9). Son parejas que se miran y miran al espectador, mientras los protagonistas les observan, y recuerda a uno de los episodios de la serie alemana 30 days of lust (SWR, 2024) en el que una pareja externa a la historia hace comentarios en un bar sobre la relación que tienen los protagonistas de la serie. Hay más melancolía en esta segunda parte, aunque un reencuentro en Lyon en el episodio 2022 (T1E8) tenga la textura de una fantasía emocional cercana a Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), introduciendo algunos tópicos sobre la relación entre franceses y españoles que no tiene mucho sentido a día de hoy. Pero esos momentos casi de ensoñación, generalmente asignados a Ana, como el misterioso encuentro en Berlín, añaden una forma de desestabilizar la naturalidad que predomina en el resto de la serie. El viaje de Ana y Óscar también es musical, tan presente en sus vidas que incluso marca sus personalidades, como la melancolía pesadamente triste de Nacho Vegas o el estrés de un reparto a domicilio tardío por las calles de Lyon mientras aparece y desaparece un tema de Standstill; canciones que separan y que unen, que forman parte del recuerdo y conectan para siempre con la memoria de una relación: Silvia Pérez Cruz, La Bien Querida o Gabo Ferro. Hay una interesante confluencia entre el tiempo y la soledad a lo largo de la serie, muy habitada en los primeros episodios y progresivamente desprendida del murmullo de los personajes que rodean a los protagonistas hasta dejarlos solos. En 2023 (T1E9), Óscar y Ana se montan en el antiguo coche familiar para visitar a Guille (Pablo Gómez Pando), un viaje en carretera tan decisivo como el trayecto en taxi en Berlín de 2019 (T1E5). Como director, Rodrigo Sorogoyen se reserva el comienzo y final de la primera parte, y de la segunda el episodio en Lyon y el desenlace, rodado en un solo plano secuencia, pero se divide el trabajo con dos promesas destacadas del cine español, Sandra Romero (1993, Écija), directora de la muy interesante aproximación a la salud mental en Por donde pasa el silencio (2024) y David Martín de los Santos, que debutó en el largometraje con el hermoso retrato de la tercera edad La vida era eso (2020). Los años nuevos (Movistar Plus+, 2024) es un retrato necesariamente limitado que utiliza los resortes de una generación con la que no todos los espectadores se pueden sentir identificados, sobre todo si se tiene pereza a cuestiones como mantener la amistad con una ex-pareja. Pero tiene éxito en el reflejo del paso del tiempo y los anhelos encontrados o perdidos, las decisiones que marcan el futuro irremediablemente, la vida que pasa sin que se ajuste a como la habíamos planificado (si es que lo habíamos hecho), el camino de frustraciones y las ilusiones que tratan de evitarse para eludir el sufrimiento: "A veces por evitar el disgusto es como si nos anticipamos y vivimos precisamente el disgusto. Sin embargo, cuando te ilusionas por algo porque confías, te da fuerzas, te da ganas", dice Ana.
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Mamen Mayo
Temporada 1 | Ficción, 8x25' | SkyShowtime | ★★★★☆ Creada por Eduard Sola basada en una idea de Victòria Quintana, Eduard SolaEscrita por Eduard Sola, Pol Cortecans, Elisenda Gorgues, Daniel González, Miguel Angel FauraDirigida por Carmen Aumedes, Oriol Pérez Alcaraz, Miguel Ángel FauraPremios Feroz '24: Nominación Mejor Comedia
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Si hay una serie que se puede considerar una sorpresa en esta última parte de un año en el que la producción española ha sido muy abundante, es esta agradable historia que podríamos situar a medio camino entre The office (SkyShowtime, 2005-2013) y Paquita Salas (Netflix, 2016-2019). La plataforma SkyShowtime había estrenado algunas series producidas en España como Bosé (SyShowtime, 2022), Mentiras pasajeras (SkyShowtime, 2023) y Las invisibles (SkyShowtime, 2023), pero éstas provenían de un desarrollo que comenzó en Paramount+, de manera que Mamen Mayo (SyShowtime, 2024) es su primer encargo de una serie española bajo la marca SkyShowtime Original. Es también la primera decisión estratégica tomada por Kai Finke, nombrado responsable de Contenidos en 2023 y de Juan Mayne, responsable de contenidos para Iberia, quienes trabajaron juntos en Netflix. Tanto es así, que la serie se anunció en junio, concluyó su rodaje en agosto y se ha estrenado solo tres meses después, lo cual no suele ser habitual, aunque esta estrategia la ha llevado a colocarse dentro de las nominaciones de los Premios Feroz como Mejor Comedia (también es cierto que en una temporada en la que han predominado los dramas), aunque tiene difícil la competencia con Celeste (Movistar Plus+, 2024). El planteamiento de la historia es peculiar, situándose en el despacho de una mediadora de herencias, Mamen Mayo (Silvia Abril), que tiene una filosofía optimista que consiste en encontrar una solución que pueda satisfacer a las partes en conflicto, pero enfocándose en las relaciones personales. Para ella "Salomón es un referente", pero su empeño en utilizar estas disputas familiares para encontrar las conexiones emocionales tiene su origen en su propia experiencia dentro de una familia dividida, en la que ella misma no tiene contacto con su hermana, la prestigiosa abogada de divorcios Rebeca Mayo (Toni Acosta). Ambas actrices presentaron juntas el podcast producido por El Terrat El Grupo (Podium Podcast, 2020-2021), que luego pasó a llamarse Las del grupo (Podimo, 2022) cuando se trasladó a la plataforma Podimo. Para desarrollar su trabajo Mamen Mayo cuenta con la ayuda del asistente David Faura (Pablo Capuz), el hijo del abogado Miguel Ángel Faura (Óscar de la Fuente) con el que Mediaciones Mayo tiene un acuerdo. También forman parte de la oficina la joven abogada Clara Codina (Clara Sans, a quien también podemos ver en Celeste (Movistar Plus+, 2024)) y la tasadora Sebastiana (Mona Martínez, que utiliza su habitual perfil circunspecto que hemos visto en otras series como La red púrpura (Atresplayer, 2023) para construir un personaje muy divertido). Es este conjunto de personajes que tienen trasfondo y consiguen su propio espacio dentro de la historia lo que facilita que la comedia pueda fluir casi sin esfuerzo, de manera que hay episodios en los que brillan especialmente cada uno de ellos, como Pablo Capuz, uno de los protagonistas de Merlí. Sapere aude (Netflix, 2019-2021) que ofreció un registro diferente en Los mil días de Allende (TVN, 2023), como el asesor español del presidente Salvador Allende.
La historia está basada en una idea original de Victòria Quintana y Eduard Sola (1989, Santa Eulalia de Ronsana) que este año está destacando como creador de la serie Querer (Movistar Plus+, 2024) y guionista de las películas El bus de la vida (Ibon Cormenzana, 2024), La virgen roja (Paula Ortiz, 2024) y el éxito de taquilla Casa en llamas (Dani de la Orden, 2024). Desde el primer episodio, Un piso y un fondo de inversión (T1E1), la serie consigue presentar a sus personajes de una manera sencilla y concisa, utilizando el recurso de las entrevistas a cámara, y planteando ya el espacio en el que se desarrollarán las diferentes mediaciones. La estructura procedimental, con un conflicto diferente en cada episodio, permite abordar géneros distintos y contar con actores invitados, como Francisco Reyes, Javier Pereira, Ana Grass o Biel Durán, que se reúnen en el episodio Mediaciones Mayo (T1E6), un final inteligente que sirve igual como conclusión de la serie, cerrando los conflictos principales, incluido el de la trama horizontal relacionado con la familia Mayo, pero al mismo tiempo es un buen punto de partida de una posible, y deseable, segunda temporada. Si SkyShowtime ha renovado una serie tan irregular como el thriller sueco Veronika (SyShowtime, 2023-), que ni siquiera era una producción original suya, parece lógico que apuesten por continuar un proyecto que está siendo valorado, aunque por el momento solo se ha estrenado en la plataforma en territorio español. La incursión en distintos géneros ofrece episodios muy divertidos como Una casa encantada (T1E3), en la que el conflicto por la herencia de un palacio en el Montsant se produce entre la descendiente de una famosa bodega y el fantasma de su padre, que no parece dispuesto a dejarle vivir allí. Mientras que en Una cabaña en el bosque (T1E2), Mamen Mayo organiza un trayecto senderista por el lugar en el que se encuentra una cabaña que se disputan el nieto de Conchita y su cuidadora, para conseguir que se estreche la conexión entre ellos.
La serie, rodada entre Barcelona y Tenerife, compensa su sencillez en cuanto a producción, casi como si se tratara de una workplace comedy (comedia en lugares de trabajo), pero sin serlo exactamente, con un notable guión que utiliza la singularidad de algunos conflictos para desarrollar personajes atípicos, y que consigue la identificación del espectador con el carácter optimista de Mamen Mayo. Mientras en el "piso de arriba" buscan las soluciones legales, ella trata de encontrar la solución salomónica, teniendo como referente la historia del rey Salomón cuando se enfrentó a la disputa entre dos mujeres que pretendían ser la madre de un bebé. Un tapiz familiar que representa esta fábula y perteneció a su abuelo ocupa un lugar predominante en el despacho de Mamen, y de ahí proviene también la particularidad de una banda sonora que aporta un tono especial a la serie. Compuesta por Lluís Sellarès y Daniel Rodríguez, utiliza instrumentaciones medievales que conectan precisamente con el arte de la tapicería que se desarrolló en el siglo XIV, creando composiciones que se sostienen en instrumentos como la guitarra, el laúd, las panderetas y la flauta, para establecer ese vínculo con la tradición familiar. Lo que proporciona a Mamen Mayo una sonoridad peculiar que contribuye a la fluidez en los diálogos y las interacciones entre los personajes. La serie está producida por Nostromo Pictures, fundada en 2010 por Adrián Guerra (1984, Las Palmas) y Núria Valls tras el éxito conseguido con la película Buried (Rodrigo Cortés, 2010). Han producido miniseries como Los favoritos de Midas (Netflix, 2020) y Santo (Netflix, 2022), y entre sus últimos estrenos están los largometrajes Apocalipsis Z (Carles Torrens, 2024) y Escape (Rodrigo Cortés, 2024).
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El circo de los muchachos
Miniserie | Documental, 5x55' | Prime Video | ★★★☆☆ Escrita por Elías León Siminiani, Juan Alba con la colaboración de Pepe CoiraDirigida por Elías León Siminiani |
Hay algunas características curiosas en esta producción documental que trata de explicar los pormenores de un proyecto que nació con una intención educativa y humanista, y fue derivando hacia una confrontación política con las instituciones gallegas y un enfrentamiento interno que acabó explotando en torno a los terrenos de Benposta, a las afueras de Orense, donde se estableció la llamada "república de los muchachos". Entre ellas, una tendencia que se está convirtiendo en marca de la plataforma Prime Video (no siempre para bien), que consiste en construir los documentales en forma de metanarrativa en la que los propios responsables de la producción se convierten en co-protagonistas, explicando a los espectadores cómo ha sido su proceso de investigación, algo que hemos visto en propuestas supuestamente serias como Cómo cazar a un monstruo (Prime Video, 2024) y parodias como Medina. El estafador de famosos (Prime Video, 2024). Pero este recurso a veces puede resultar perjudicial y distraer del relato principal, que es lo que ocurre en El circo de los muchachos (Prime Video, 2024), una docuserie que a pesar de sus cinco episodios se siente demasiado larga y al mismo tiempo incompleta. Porque si bien el proyecto dirigido por Elías León Siminiani (1971, Santander) pretende ser muy exhaustivo en la narración de los hechos, a veces ofrece demasiados datos que lo hacen confuso y enrevesado, tratando de exponer todos los puntos de vista pero sin desarrollarlos completamente. Y al mismo tiempo quedan cuestiones sin explicar, como cuando en los primeros episodios cuenta el nacimiento del proyecto pero no describe de dónde provenían los menores de edad que formaron parte del primer Circo de los Muchachos y tampoco se adentra en el contexto histórico y político en el que surgió, en el año 1956 con la dictadura de Franco en pleno apogeo, estableciendo lo que se denominó una "república de los muchachos" autogestionada y autogobernada, incluso con moneda propia, algo sorprendente para el entorno político de la época. Pero si bien la serie dedica varios minutos en el episodio Somos los muchachos de la tierra (T1E3) a comentar los roces que tuvieron en su gira latinoamericana dentro del contexto de dictaduras como la chilena o la argentina, sin embargo, apenas aborda en ¡Único en el mundo! (T1E1) la relación entre la dictadura española y el proyecto del padre Silva. Tampoco ayuda la decisión de adoptar diferentes puntos de vista para el narrador, desde un niño en los primeros episodios hasta el propio director en los últimos, de manera que queda un relato fragmentado que nunca es del todo completo.
Al introducir el propio rodaje dentro de la narración, con la presencia del director junto a los entrevistados en algunas ocasiones, su autor se posiciona de forma clara repecto a la historia que está contando, adoptando una perspectiva subjetiva que lo convierte en algo más parecido a un ensayo que a un documental. Hay una creatividad en la construcción de los collages y en el aire circense de algunas transiciones que funciona con mayor desenfado en los primeros episodios, los que describen la etapa de éxito del Circo de los Muchachos, entre 1970 y 1975, un grupo de jóvenes que, con el padre Silva a la cabeza, llegaron a actuar en espacios como el Grand Palais de París o el Madison Square Garden de Nueva York. Aunque se cuenta en República de Niños (T1E2) que los medios de comunicación norteamericanos parecían demasiado empeñados en destacar que el circo estaba formado por niños huérfanos, algo que en la mayoría de los casos no era cierto. De todas formas, como el documental no describe realmente de dónde procedían estos niños y cómo eran seleccionados para formar parte del proyecto, el espectador tampoco tiene demasiada información sobre su origen. Resulta significativo que las primeras dificultades del proyecto en Benposta comenzaran a partir de la muerte de Franco, y en la serie se apunta que hubo cierta incapacidad del padre Silva y la propia institución que creó para adaptarse a la nueva España democrática. Pero si bien se intuye que el propio desarrollo de la Ciudad de los Muchachos puede tener cierto paralelismo con la transformación de España desde una imagen falsa de felicidad hasta una organización interna defectuosa que incluso escondió casos de maltrato (nunca se pregunta a los profesores entrevistados qué hicieron ellos para denunciarlo, sino que se culpa a la propia estructura organizativa), al final se trata una línea argumental que queda demasiado desdibujada.
Los episodios dedicados a la confrontación interna que incluyen algunas grabaciones en video que son bastante terroríficas, y el enfrentamiento personal del padre Silva con la Xunta de Galicia presidida por Manuel Fraga, debido a la gestión de los terrenos en los que estaba situada la ciudad de los muchachos, acaban resultando algo farragosos entre abogados, juristas, documentación institucional y dimes y diretes legales. Hay una intención tan obsesiva en ser exhaustivos que provoca una falta de síntesis que conduce al desinterés, a pesar de que la serie ha contado con el asesoramiento de Pepe Coira, responsable de guiones bien estructurados como Rapa (Movistar Plus+, 2022-2024). Pero al final queda una sensación de tanto caos en la forma de contar los acontecimientos como en el propio desarrollo de éstos. La conclusión principal es que un proyecto nacido como una idea pedagógica interesante, acabó siendo devorado por los personalismos y el descontrol en la organización. Y El circo de los muchachos se esfuerza por demostrar que si esa idea hubiera sido transformada en un proyecto bien organizado podría haberse integrado dentro de la sociedad española, mostrando la permanencia de Benposta Colombia, la única de las sedes surgidas en Latinoamérica que sigue en activo y este mismo año ha celebrado su cincuenta aniversario. Lástima que el camino de esta docuserie sea tan irregular y fallido. El circo de los muchachos (Prime Video, 2024) es una producción de Vaca Films, productora gallega con sede en La Coruña, fundada en 2003 por Emma Lustres y Borja Pena, que este año también ha estrenado el largometraje El correo (Daniel Calparsoro, 2024) y la serie Clanes (Netflix, 2024).
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Citas Barcelona
Temporada 2 | Ficción, 6x45' | 3Cat / Prime Video | ★★★★☆ Escrita por Eric Navarro, Clara Esparrach, Daniel González, Iván Mercadé
Dirigida por Gemma Ferraté, Nely Reguera, Eric Navarro, David Selva, Paco Caballero |
La polémica que suele rodear al estreno de esta serie en torno a la lengua en que se emite es bastante sintomática de un país que suele tener más problemas con las lenguas cooficiales que con los idiomas extranjeros, en el que muchos espectadores no tienen problema para ver series en coreano o japonés, pero se niegan a ver producciones en versión original en catalán o euskera. Y eso que en esta segunda temporada se ha intentado que haya episodios solo hablados en catalán y otros solo hablados en castellano, sin mezclar las versiones originales en un mismo episodio, que en la temporada anterior hacía algo engorroso poder verlos en versión original. De hecho, posiblemente para evitar polémicas tempranas, se ha cambiado el orden de los episodios en el estreno en 3Cat, que ha colocado como los dos primeros aquellos que han sido rodados en catalán: Pol/Mireia y Laia/Bruno (T2E1) y Susy/Yoly y Ingrid/Yuyu (T1E5), que en Prime Video ocupan los lugares 1 y 5. Sobre todo después de que la emisión de la primera temporada de Citas Barcelona (3Cat/Prime Video, 2023-) provocara controversias en dos sentidos: por doblar al catalán toda la serie, incluso aquellos episodios rodados en castellano, pero también por rodar en castellano una producción catalana de 3Cat, cuyo cometido es precisamente la difusión de contenidos en lengua catalana. Los creadores de la serie se han defendido recientemente comentando que 3Cat no aporta dinero a ninguno de los episodios rodados en castellano, cuyo presupuesto es solo de Prime Video, que decidió apostar por una recuperación de la popular serie Cites (3Cat, 2015-2016), aunque con cambio de título. La aprobación de la nueva Ley Audiovisual incorporaba la obligación de las plataformas de producir al menos un 6% de contenido en alguna de las lenguas cooficiales, pero solo para aquellas radicadas en España (Filmin, Movistar Plus+, FlixOlé), dejando fuera a las internacionales como Netflix, Prime Video, Disney+ o Max. En todo caso, es una cuestión difícil de resolver: al estar obligada 3Cat a emitir sus contenidos en catalán, debe doblar las versiones en castellano, y al incorporarse una plataforma como Prime Video, a ésta solo le interesa producir contenidos en el idioma oficial.
Con esta polémica acompañándola, la segunda temporada de Citas Barcelona (o cuarta temporada de Cites, según como se quiera considerar), mantiene la interesante fórmula de dos encuentros por episodio incorporando a un buen plantel de actores y actrices conocidos., y generalmente unas historias bien escritas, aunque quizás le falta algún relato que se salga de lo habitual, como aquel "día de la marmota" del episodio Abi y Murall (T1E3). Producida por Pau Freixas, la serie incorpora junto a los habituales Paco Caballero y David Selvas directores nuevos como Nely Reguera, que dirigió la película La voluntaria (2022), Gemma Ferraté y Eric Navarro, creador de la serie y guionista de Todos mienten (Movistar Plus+, 2022-2024). Siguiendo el orden de la versión que se ha emitido en Prime Video, el primer encuentro doble de esta temporada marca las pautas del tono de la serie: Pol (Joan Solé) y Mireia (Bruna Cusí) tienen una cita en un restaurante hasta que él se da cuenta de un aspecto que ella no le había comentado (quizás porque no era necesario), mientras que Bruno (Ricardo Gómez) interpreta mal unos mensajes de Laia (Anna Castillo), quien se encuentra en el tanatorio velando a su difunto tío. Las dos historias funcionan bien, una como reflejo de temas que permanecen a lo largo de la temporada, como los prejuicios y los convencionalismos de este tipo de encuentros que utilizan las redes sociales, y la otra como una comedia romántica en la que los dos personajes (con un acertado Ricardo Gómez hablando en catalán, que no es su primera lengua) descubren sus sentimientos en un lugar no especialmente apropiado para ello. El tema de los prejuicios está presente a lo largo de otros episodios como en la cita entre Sara (Mara Jiménez) y Buba (Arnau Puig), quienes quedan después de varios meses hablando por Tinder, para descubrir ella que él le había ocultado que había dejado atrás su sobrepeso, en Sara/Buba y Aitana/Hugo (T1E4). Pero Sara no se siente mal con su físico no normativo, sino que se enfrenta a otros problemas de afectividad para poder iniciar una relación. En este episodio se produce uno de esos momentos en los que las dos historias acaban conectando en un mismo espacio, que es una de las características de la serie.
Hay algún episodio demasiado largo para el formato, como Manu/Aroa y Ástrid/Mario (T1E3), que llega a casi una hora, precisamente con la dificultad de conectar con los personajes en uno de los encuentros que se produce solo a través de una conversación telefónica, cuando el AVE de Manu (Adrián Lastra) ha sufrido un retraso que le impide llegar a tiempo a la cita con Aroa (Natalia Tena) para ir a un concierto. También en este episodio regresa un personaje secundario de la anterior temporada que ahora se convierte en protagonista. A Ástrid (Aina Clotet) la vimos anteriormente como una secundaria en dos episodios, y ahora se convierte en protagonista de su propia historia, cuando tiene dudas sobre seguir adelante con Mario (Aitor Luna), un hombre atractivo pero con cierta tendencia machista. Otra de las secundarias de la temporada anterior, Susy (Betsy Túrnez), tiene también su historia personal en Susy/Yoly y Ingrid/Yuyu (T1E5), en la que su encuentro no es con una cita propia, sino con la amante de su marido, Yoly (Yolanda Ramos). Mientras que tampoco se desarrolla por el camino más amable la entrevista que Yuyu (Elisabet Casanovas) le hace en su pódcast a Ingrid (Asia Ortega), jugadora del Barça. Utilizar un tema central que de alguna forma conecta la dos historias, en este caso la música, funciona bien en el episodio final Alejandro/Joana y Marina/Joel (T1E6), en el que resulta especialmente llamativo el encuentro entre Alejandro (Asier Etxendía) y Joana (Leonor Watling), que pone de manifiesto que hay una química entre ellos que les atrae y les repele al mismo tiempo. Citas Barcelona continúa abordando temas diversos en torno a las relaciones humanas a través de historias que tienen la suficiente solidez como para mantener la atención a través de conversaciones y espacios únicos, sin necesidad de someterse a la tiranía del giro de guión. Lo hace bien y los encuentros abordan cuestiones relevantes a través de la interacción de unos personajes interesantes.
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Asalto al Banco Central
Miniserie | Ficción, 5x45' | Netflix | ★★☆☆☆ Escrita por Patxi Amezcua | Dirigida por Daniel Calparsoro |
Resulta inevitable que esta serie acabe comparándose con La casa de papel (Netflix, 2017-2021), un paralelismo que la propia plataforma ha subrayado con una promoción y un reparto que constantemente recuerdan a aquella. En todo caso, hay algunos elementos del atraco que se produjo en el Banco Central de Barcelona el 23 de mayo de 1981 que han influido en la creación de series como La casa de papel, como ocultar los nombres de los atracadores bajo un seudónimo: números en el atraco real y ciudades en la serie. Pero el guión escrito por Patxi Amezcua (1968, Pamplona), director de películas como Séptimo (2013), de la que Netflix ha estrenado este año el remake italiano, Desaparecidos en la noche (Renato De Maria, 2024), y guionista de thrillers de época como La sombra de la ley (Dani de la Torre, 2018), trata de mantener el equilibrio, sin conseguirlo del todo, entre la historia de robos de bancos más o menos tradicional y el retrato histórico de España en un momento complicado de la transición hacia la democracia. Tres meses antes se había producido el intento de golpe de estado el 23 de febrero (la elección del día del atraco no parece casual), porque los asaltantes trataron de ganar tiempo haciendo pasar el robo por una reivindicación de ultraderecha que buscaba la liberación de algunos de los implicados en la rebelión militar. Hay que decir que la serie hace pocos esfuerzos por situar los acontecimientos de una forma clara y describir con precisión cuál era el momento especial que estaba viviendo España, lo que resulta sorprendente teniendo en cuenta sus aspiraciones internacionales que sin embargo se ven lastradas por la falta de contexto histórico-político, de manera que Asalto al Banco Central (Netflix, 2024) funciona mejor para quienes conocen los acontecimientos que para los que se encuentran con esta historia por primera vez. En todo caso, este no es el mayor de los problemas de una serie cuya principal desventaja es precisamente formar parte del entorno de Netflix, que exige propuestas más generalistas para alcanzar una mayor proyección internacional. También es cierto que Daniel Calparsoro (1968, Barcelona) ha perdido algo del buen pulso que tenía en algunos de sus mejores thrillers, y sus últimas propuestas en cine como Todos los nombres de Dios (2023) y El correo (2024) han sido bastante convencionales, quizás también porque desde hace algún tiempo viene estrenando una serie y una película todos los años. La ambientación en los años ochenta podría hacer pensar que la serie hubiera podido alimentarse de buenas historias policíacas de la época, como Un diamante al rojo vivo (Peter Yates, 1972), Un botín de 500.000 dólares (Michael Cimino, 1974) o El mayor robo del siglo (William Friedkin, 1978).
Pero la propuesta se mantiene en un tono más convencional y despersonalizado, ofreciendo tres puntos de vista: el del Número 1 (Miguel Herrán), el líder de los atracadores que trata de evitar momentos de violencia; el del comisario de la Brigada Antiatracos, Francisco López (Isak Férriz), quien se encarga del operativo que intenta resolver el robo sin que los militares interfieran demasiado; y el del tándem formado por la periodista Maider Garmendia (María Pedraza), recién llegada a un diario de Barcelona, siguiendo los pasos de su padre asesinado, y un veterano fotógrafo, Bernardo García (Hovik Keuchkerian), personajes ficticios que de alguna manera ofrecen la visión del espectador, aquella que mira los acontecimientos desde fuera. Esta última perspectiva sirve al guión para validar la teoría que ofrece la serie sobre la realidad de los acontecimientos, que tiene relación con una conspiración política y se acerca más a la versión que siempre ha ofrecido el atracador José Juan Martínez Gómez, pero que nunca ha sido corroborada. A lo largo de sus cinco episodios, Asalto al Banco Central se detiene en los dos primeros en el desarrollo de un robo que mantuvo como rehenes a 300 personas, deriva hacia temas laterales relacionados con el momento histórico a partir de la mitad y se vuelve más político en el último tramo. Por el camino, se incorporan algunos cameos que de nuevo hacen referencia a La casa de papel, como Fernando Cayo interpretando al General Pajuelo, lo que no beneficia a la serie porque desvía la atención. E introduce, dentro de esta dinámica convencional, canciones populares de los años setenta al final de cada episodio: Miguel Bosé, Raffaella Carrá, Baccara o Antonio Flores. No es la primera vez que el tema ha sido llevado al cine, que se adaptó en la irregular película Asalto al Banco Central (Santiago Lapeira, 1983), protagonizada por José Sacristán e Isabel Mestres, que contaba con la dificultad de estar realizada solo dos años después de los acontecimientos, lo que le impedía profundizar demasiado en los aspectos controvertidos y se quedaba en un intento introspectivo francamente aburrido.
En realidad, da la impresión de que en este caso cinco capítulos son demasiados para contar este relato, de manera que el episodio El Número 1 (T1E4), por ejemplo, se detiene en la historia de fondo del atracador José Juan Martínez Gómez y su amigo Cuevas (Juan Antonio Ballesta), el atracador Número 2, que tampoco resulta demasiado necesaria. Mientras que, a pesar de que refleja ciertas tensiones entre militares y políticos, nunca termina de profundizar en la incertidumbre que provocó el intento de golpe de estado en 1981 y sus consecuencias. Recientemente la película Solos en la noche (Guillermo Rojas, 2024) también ha ofrecido una perspectiva lateral de esos acontecimientos que resulta igualmente fallida. A pesar de que la historia se desarrolla en Barcelona, la serie ha sido rodada en localizaciones de Madrid y Segovia, y ha contado con la participación de Brutal Media, productora fundada en 2009 por Raimon Masllorens y Nèlida Sánchez, que el pasado mes de marzo fue adquirida por BBC Studios, y que ha sido responsable de series como Bienvenidos a Edén (Netflix, 2022-2023) y La Academia (Prime Video, 2024). Asalto al Banco Central pierde la oportunidad de ofrecer un retrato de las dificultades de la transición democrática en España desde una mirada que permitiría un punto de vista diferente, un poco a la manera en que lo hace, con bastante más acierto, Las abogadas (RTVE Play, 2024). Pero en intento de alcanzar una mayor proyección internacional acaba siendo una propuesta convencional, que defrauda tanto a quienes esperaban una tradicional historia de atracos como a los que aspiraban a encontrar una reflexión más certera y mucho más profunda sobre las incertidumbres de una compleja transición democrática.
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SAC: En la mente criminal
Miniserie | Documental, 7x45' | Prime Video/RTVE Play | ★★☆☆☆ Escrita por Carmen Estirado, Fátima Subeh, Eduardo López-JamarDirigida por Eduardo López-JamarSouth International Series Festival '24: Premio Especial del Jurado (Serie de No Ficción)
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El género en el que se adscribe esta docuserie es tan claro que cuando aparece una claqueta en algunas escenas de presentación de los entrevistados, no está escrito el título de la serie sino las palabras "true crime".
SAC: En la mente criminal (Prime Video/RTVE Play, 2024) está producida por PLAYTheUNIT, productora fundada en 2019 como un cambio de marca de UEtv, empresa audiovisual del grupo Unidad Editorial, al que pertenecen cabeceras de medios de comunicación como El Mundo, Marca, Expansión, Telva o La Esfera de los Libros. De hecho, sus responsables la consideran heredera de ElMundoTV, fundada en 2000 por Melchor Miralles. PLAYTheUNIT ha producido numerosos proyectos de documental para National Geographic o Telemadrid, principalmente dentro del género de la biografía deportiva, pero también tienen interés en comenzar a producir ficción. La serie está coproducida por RTVE y Prime Video, aunque mientras en esta última plataforma se han estrenado completos los siete episodios de la temporada, en RTVE Play solo se pueden encontrar algunos capítulos. La estructura de la serie permite en cierta manera esta diferencia de emisión, porque está centrada en tres perfiles de criminales diferentes, dedicando dos episodios a cada uno de ellos. El planteamiento del documental se centra en el trabajo de la llamada Sección de Análisis de Conducta (SAC), un departamento de la policía creado en 2010 que está compuesto por psicólogos apoyados por sociólogos que analizan el comportamiento de los criminales para establecer un perfil que permita mejorar los interrogatorios o plantear el enfoque de las investigaciones. SAC proviene directamente de la llamada Behavioral Analysis Unit (BAU), que se creó dentro del FBI en 1972, que era la parte central de la serie
Mindhunter (Netflix, 2017-2019). Los componentes de la SAC son lo que en la criminología norteamericana se denominan perfiladores, analistas que establecen perfiles que permiten avanzar en la investigación y que recientemente también se ha tratado en el interesante procedimental sudafricano
Catch me a killer (BritBox, 2024-).
Pero, aunque SAC: En la mente criminal tiene como eje central el trabajo de esta sección de la policía, no hay un enfoque principal en cómo funciona o cómo se ha desarrollado a lo largo de los años, aunque introduce algunas entrevistas a responsables del FBI, sino que se utiliza como parte del trabajo de investigación de los tres casos, que ocupan la parte central de la narración, incluso con la participación de algunas víctimas, sobre todo en el caso del violador del búho. Aunque estas intervenciones pueden parecer una aproximación a su punto de vista, en realidad son utilizadas solo para describir el modus operandi del violador, y no se sienten muy necesarias dentro del relato, llegando a ser más que discutible que se sometan de nuevo a la descripción de sus propias violaciones para un documental que en realidad tampoco las necesita. Pero el desarrollo de la serie acaba pareciéndose más a un documental true crime bastante convencional, que se sostiene en entrevistas a víctimas, policías y periodistas alrededor de los casos tratados, pero sin que realmente se tenga la sensación de que la serie se adentra, como indica su título, en la mente criminal. Ganadora de un Premio Especial del Jurado en la pasada edición del South International Series Festival, SAC: En la mente criminal no encuentra nunca el elemento que la diferencie de cualquier true crime tradicional, y utiliza recursos clásicos de este tipo de producciones, como una banda sonora omnipresente y efectista del compositor Pablo Cervantes (1977, Sevilla), que se ha especializado en este tipo de documentales, aunque en su trayectoria hay colaboraciones con el director José Luis Garci en películas como You're the one (2000), Historia de un beso (2002) o Ninette (2005), por la que fue nominado al Goya.
La serie aborda tres casos distintos que establecen diferentes perfiles de investigados: Criminal en serie (episodios 1 y 2), se centra en el llamado violador del búho, quien se declaró culpable de la violación de 18 mujeres entre 2001 y 2007 en la ciudad de Madrid, siendo condenado a 243 años de prisión. Se trata de un caso destacado que, según Juan Enrique Soto, fundador del SAC en España, contribuyó a asentar el llamado Método VERA (acrónimo de Victima-Escena-Reconstrucción-Autor), un método de perfilación de criminales. El bloque Adicto a matar (episodios 3 y 4) se centra en el conocido como el asesino de la pensión Padrón, un personaje violento al que se adjudican dos asesinatos ocurridos entre 2009 y 2010 en Santa Cruz de Tenerife. Y el último bloque, El simulador (episodios 5 y 6) tiene como protagonista al llamado Crimen Elda, el asalto a una vivienda en la que murió un niño en 2017 en esta localidad alicantina. Se trata del caso más interesante en cuanto al grado de participación de la SAC, y cómo el análisis forense de la escena del crimen permitió descubrir algunos datos importantes de cara al enfoque de la investigación. Pero, aunque cuenta con la participación directa de algunos miembros de la SAC, a veces con el rostro oscurecido para evitar su reconocimiento, hay una oportunidad perdida en una serie que parece más interesada en centrarse en los casos que en analizar el trabajo de la Sección de Análisis de Conducta. En este sentido, resulta más interesante el último episodio, que está dedicado a repasar la historia de la Sección de Análisis de la Conducta, desde sus inicios en Estados Unidos hasta que surgió en España en 2010. SAC: En la mente criminal, dirigida por Eduardo López-Jamar (1976, Madrid), que fue subdirector de la miniserie Malaya: Operación secreta (RTVE Play, 2023), no consigue adoptar un enfoque más psicológico en la descripción de los casos y tiende a la representación efectista en la que se pierde el perfil diferenciador respecto a otras propuestas de este género.
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¿A qué estás esperando?
Miniserie | Ficción, 8x55' | Atresplayer | ★☆☆☆☆ Creada por Natalia Durán | Escrita por Natalia Durán, Marta Armengol Dirigida por David Martín Porras, Salvador García RuizSouth International Series Festival '24: Sección Panorama
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Atresplayer se ha convertido en los últimos años en algo parecido a una de esas antiguas secciones de videoclubes dedicadas a películas seudoeróticas, ahora presentadas en formato de series como
Toy boy (Atresplayer, 2019-2021),
La pasión turca (Atresplayer, 2024) o
¿A qué estás esperando? (Atresplayer, 2024). Pero se trata de un erotismo rancio, que transmite la sensación de que sus creadoras se han quedado estancadas en una década anterior, aunque ahora adoptando una perspectiva más femenina que masculina. Megan Maxwell, seudónimo de María del Carmen Rodríguez (Alemania, 1965), se ha convertido en los últimos años en una de las escritoras de novelas romántico-eróticas más populares, hasta el punto que ha sido comparada con la británica E.L. James, autora de
Cincuenta sombras de Grey (2011, Ed. Grijalbo), pero hasta ahora no ha empezado a ser adaptada al cine y la televisión. Esta semana se ha estrenado en salas el largometraje
Pídeme lo que quieras (Lucía Alemany, 2024), adaptación del primer libro de los ocho que forman parte de la serie Pídeme lo que quieras (2012-2018, Ed. Esencia (Planeta)). Por su parte, la historia de la que hablamos está basada en la llamada Serie Tampoco, que está compuesta por solo dos libros:
Tampoco pido tanto (2019, Ed. Esencia (Planeta)) y
¿A qué estás esperando? (2020, Ed. Esencia (Planeta)), una especie de spin-off del primero que se centraba en otros dos protagonistas pero también contaba cómo se había desarrollado la vida de los personajes de la anterior novela. La historia se centra en Can Drogo (Rubén Cortada), piloto y heredero de la empresa de aviación HighAirlines que dirige su padre Ayaz (Ramón Langa), y en Sonia Beched (Adriana Torrebejano), madre soltera que dejó su sueño de ser patinadora artística para dedicarse a su hija, y trabaja como diseñadora. Ambos forman parte de familias de clase social alta, viven en apartamentos de diseño y tienen una especial aversión por el compromiso, prefiriendo una vida de solteros con encuentros sexuales esporádicos y visitando frecuentemente el Club Zafiro para swingers. La representación de este club de intercambio de parejas es uno de los reflejos de hasta qué punto la serie tiene un tono rancio. Los clubes de swingers surgieron como lugares clandestinos en la década de los setenta, pero en la actualidad es un concepto asignado a los denominados boomers, con una media de edad de unos cincuenta años, y ni siquiera se identifican con él las actuales parejas poliamorosas
(Men's Health, 10/9/2022). Pero
¿A qué estás esperando? muestra el club poblado de hombres y mujeres de mediana edad de físico normativo, como una especie de recurso erótico que quiere ser provocador pero se queda en anticuado.
La adaptación a cargo de Natalia Durán, deja a un lado una cualidad importante de la protagonista, porque su condición de madre está apenas desarrollada, mientras que en la novela hay una interacción con su hija mucho más frecuente. Los personajes principales por supuesto se encontrarán, tratarán de renunciar a tener una relación sexual para demostrar que pueden ser simplemente amigos pero acabarán sucumbiendo al deseo. Y junto a ellos, Daryl (Francisco Ortiz) y Carol (Eva Ugarte), los protagonistas de la novela
Tampoco pido tanto, desarrollan su propia relación en la que el intento de compromiso se ve afectado por sus propias inseguridades. El tipo de provocación que plantea la serie se limita a comenzar cada episodio con una escena de sexo, pero resulta demasiado inofensivo como para que tenga ningún efecto, llegando a ser especialmente ridículo en algunos momentos (las tres asesoras de intimidad de la serie fracasan en dar credibilidad a las escenas sexuales). Lo que salva a la historia es su tono de comedia irreverente en la que los personajes hablan abiertamente sobre sus intimidades, frente a la intención de sus padres de conseguir que los hijos tengan una vida sentimental más estable. Se podría decir que
¿A qué estás esperando? adopta un tono cercano a
Valeria (Netflix, 2020-2025) en el carácter despreocupado de sus personajes, pero acaba decantándose por un desarrollo más convencional en el que el romanticismo se impone para situar a los protagonistas en una posición heteronormativa tradicional. La autora de la novela se inspiró en el actor Can Yaman (1989, Turquía), muy popular por su participación en telenovelas turcas, para describir al protagonista masculino de su historia, que aquí está interpretado con cierta soltura por el actor y modelo Rubén Cortada. Pero el trabajo de dos directores artesanales como David Martín Porras, que ha dirigido series como
Smiley (Netflix, 2022) y
Vintage (3Cat, 2024), y Salvador García Ruiz, responsable de películas interesantes como
El otro barrio (2000) pero últimamente dedicado a dramas diarios como
Retorno a las Sabinas (Disney+, 2024), no destaca especialmente por tener demasiada personalidad. Queda finalmente una serie de catálogo para una plataforma como Atresplayer que parece conformarse con ofrecer productos bien empaquetados pero escasamente relevantes.
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Películas mencionadas:
Antes de amanecer se puede ver en Filmin y Movistar Plus+
Historia de un matrimonio, Casa en llamas y La sombra de la ley se pueden ver en Netflix. .
El bus de la vida, Apocalipsis Z, Séptimo, Todos los nombres de Dios y Un botín de 500.000 dólares se pueden ver en Prime Video.
La vida era eso y El correo se pueden ver en Movistar Plus+.
La voluntaria se puede ver en 3Cat.
El mayor robo del siglo se puede ver en Filmin y Prime Video.
You're the one (Una historia de entonces), Historia de un beso, Ninette y El otro barrio se pueden ver en FlixOlé.