A lo largo de este año hemos estado en algunos de los principales festivales de televisión, como Séries Mania y Canneseries, encuentros que presentan las producciones listas para su estreno. Pero hay otros foros que tienen un alcance más amplio en la fase de desarrollo de las futuras series. Conecta Fiction & Entertainment es un mercado profesional e internacional enfocado en las distintas etapas de la puesta en marcha de una serie, pero una de sus actividades principales son los pitchings, presentaciones de proyectos por parte de sus creadores con el objetivo de buscar financiación. En un momento en el que se cuestiona la efectividad de los mercados tradicionales, con la habitual crisis del MIP TV y la cada vez menor presencia de grandes productoras en el Cannes Film Market, Conecta Film & Entertainment se ha consolidado desde 2017 como un encuentro que aglutina durante cuatro días a numerosos profesionales del sector televisivo para promover los acuerdos y las inversiones.
Este año Conecta Fiction & Entertainment, regresa a la ciudad de Toledo, donde entre el 26 y el 29 de junio se celebrarán las diferentes actividades programadas, especialmente networking, paneles, keynotes y talleres, así como un seminario think tank en el que ejecutivos y profesionales reflexionarán sobre el futuro de la industria. La séptima edición de Conecta tiene como países foco a México en la parte americana y Polonia en la parte europea, profundizando en sus principales retos, y también se presentará el habitual Spanish Showcase con algunas de las series españolas de próximo estreno. Sin duda estamos en un momento propicio para reflexionar sobre la industria, cuando hay quien vaticina la progresiva retirada de las plataformas de streaming de la producción propia, pero la celebración de este año también se enmarca en el contexto del apoyo del gobierno español al desarrollo audiovisual, con el Spain Audiovisual Hub, dentro de la estrategia España Digital 2025, que tiene un presupuesto de 1.603 millones de euros con el objetivo de aumentar en un 30% la producción audiovisual realizada en España.
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Los guardaespaldas de Supermán (Fabula) |
Una de las partes centrales de Conecta Fiction & Entertainment es la presentación de proyectos que han sido previamente seleccionados por un comité en cinco apartados: Series para coproducción, Series de gran formato, Series docudrama, Formatos Feelgood y Series musicales. Esta semana se han anunciado los proyectos que se presentarán a finales de junio, entre los que destacan Los guardaespaldas de Supermán, una serie documental sobre el intento de Christopher Reeve de salvar a 78 actores chilenos durante la dictadura de Pinochet, que está producida por Juan de Dios Larraín y Pablo Larraín; Mujica es una ficción sobre los primeros años como guerrillero Tupamaro del que fue posteriormente presidente de Uruguay José Mújica; Chopin, la serie es es una coproducción entre México, Chile y Alemania sobre la relación entre Frederic Chopin y Franz Liszt; Hildur es un nordic noir del novelista finlandés Matti Laine, creador de la serie Kosta (El paraíso) (2020, Orange Tv), que se desarrollaba en la Costa del Sol, con Fran Perea como coprotagonista.
Entre los proyectos españoles seleccionados se presentan propuestas de series de las productoras Pausoka con La gota, sobre un hombre acusado de asesinato; Zebra producciones con Planta 13, un thriller sobre nueve personas secuestradas en un moderno edificio; Bixagu Entertainment con Tinta urbana, un drama social de Ángeles Reiné, la directora de Héroes de barrio (2022); D'Sierto con Chicos, la serie, adaptación de la popular instagram-serie que consiguió más de 2 millones de visitas en 2019; Fontana con Favàritx, la primera serie de ficción ambientada y rodada en Menorca; Inga Films con Ponte guapa, Barcelona, un drama adolescente ambientado pocos meses antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992; Minoría Absoluta con Marcados de rojo, sobre dos doctoras que detectan en 1981 el primer caso de Sida en España; Grupo Ganga con El lago, sobre el secuestro de un hombre suizo aparentemente anónimo que muchos quieren ignorar; Chulada Cine con Esta noche deberías ir a ver al jefe, una docuserie sobre un grupo de jornaleros que huyeron de una plantación de fresas tras sufrir abusos sexuales por parte de sus empleadores, llevando el caso a los tribunales; y Vértice 360 con la serie Border Station, un thriller musical coproducido con Alemania sobre una cantante de jazz que viaja en el tiempo hasta 1941.
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La gota (Pausoka) |
Para el pitching dedicado a Formatos Feel Good se han seleccionado solamente cuatro proyectos como la coproducción entre mexicano-española Tu vida en 3 minutos, un formato de entrevistas en el que el compositor español Lucas Vidal pone música a la trayectoria de diez personajes famosos entre Madrid y México; ¡Limpiar!, un concurso de talentos en el que varias celebridades deben demostrar que son las personas más ordenadas y limpias; Héroe local, un docu-reality que aborda las necesidades de los pequeños pueblos de España; y finalmente Carbono 14, un eco-reality en el que los contendientes se deben enfrentar a pruebas deportivas relacionadas con el medio ambiente.
A continuación, hacemos nuestro habitual repaso a las series españolas estrenadas en las últimas semanas.
Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.
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Juan Carlos. La caída del reyDocumental, 4x45' | SkyShowtime | ★★★★☆ Escrita por Christian Beetz, Pedro Barbadillo, Anne von PetersdorffDirigida por Anne von Petersdorff, George TschurtschenthalerCANNESERIES '23: Competición Documental
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Aunque no se trata exactamente de una producción española esta docuserie se enfoca en un tema central en torno a la escandalosa revelación de informaciones sobre el rey honorario Juan Carlos I. La serie está rodeada de algunas controversias, como las afirmaciones del productor Christian Beetz (1968, Suiza), premiado por documentales como
Gaza (Garry Keane, Andrew McConnell, 2019) y
Aurora's sunrise (Inna Sahakyan, 2022), sobre las amenazas que recibieron al comenzar la producción: "
Después de hacer nuestra primera ronda de entrevistas con periodistas, recibimos una llamada anónima que decía 'Cuidado con lo que estáis haciendo'”, comentaba en una entrevista. “
Este fue el comienzo de un viaje de pesadilla"
(Deadline, 16/04/2023). Esta pesadilla que menciona implica sospechas de que sus correos electrónicos fueron hackeados y la sensación de que estaban siendo seguidos. Este relato refuerza el tratamiento de thriller que se le da a
Juan Carlos. La caída del rey (SkyShowtime, 2023), y se amplía con la cancelación por parte de Sky UK del estreno en Gran Bretaña, debido a una solicitud de un despacho de abogados que no se sabe a quién representa. Se ha especulado que detrás de este bufete podría estar Corinna Larsen, que no parece haber quedado contenta con la imagen que se ha transmitido de ella en la serie. Pendiente de un juicio por una demanda contra Juan Carlos I por acoso, hostigamiento y difamación, ella ha negado en un comunicado su relación con esta cancelación.
A lo largo de cuatro episodios se repasan algunos de los acontecimientos principales de la caída en desgracia del rey honorario que desembocó en su abdicación en 2014 y su huída a los Emiratos Árabes en 2020, empezando por el safari en Botswana que supuso el principio de la serie de revelaciones que se sucedieron a lo largo de los años. Al final de cada episodio se indica que las entrevistas se concluyeron en diciembre de 2022, por lo que incluye información actualizada de los acontecimientos. Lo interesante de la serie es que ofrece un punto de vista externo en un formato de thriller que está claramente subrayado en la cuidada y elegante introducción, y en los aspectos técnicos de una producción ambiciosa, que ha viajado a los principales países donde se han extendido las informaciones, desde Gran Bretaña hasta Suiza, pasando por los Estados Unidos. La impresión general es que la historia entre Corinna y Juan Carlos sufrió un grave revés a partir de la polémica con la fotografía del elefante cazado en Botswana, pero también que los puntos de vista están marcados por los intereses personales. El primer marido de Corinna, Philip Adkins, y el ex-banquero Mario Conde son los defensores del rey honorario, mientras que Corinna es la principal entrevistada y la perspectiva de los medios de comunicación la aportan sobre todo periodistas de El País, incluido Javier Ayuso, que fue Director de Comunicación de la Casa Real y posteriormente director adjunto del periódico. Aunque no falta Jaime Peñafiel, se agradece que no estén los habituales Zarzalejo, Ansón y Gabilondo que están presentes en todos los documentales sobre la reciente historia de España. HBO Max, que ya estrenó el año pasado
Salvar al rey (HBO Max, 2022), ha anunciado el estreno de la docuserie dirigida por David Trueba
Sofía y la vida real (HBO Max, 2023), que abunda en los retratos de la familia real española.
A pesar de que está bien documentado, Juan Carlos. La caída del rey tropieza en algunas imprecisiones que parecen más bien temas que han sido evitados conscientemente para no perjudicar la narrativa que se quiere relatar. Se pasa por encima de la condena a siete años de prisión a Mario Conde en el episodio Dirty money (T1E3), que solo se menciona para hacer referencia a la traición de Juan Carlos I al ex-banquero, o se presenta a José Manuel Villarejo como ex-colaborador del CNI, descrito por José María Olmo, jefe de investigación de El Confidencial como "un caso extrañísimo. Un comisario que se convirtió en enemigo del Estado", aunque la serie no menciona las acusaciones por organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales y sus ya habituales visitas a los juzgados por casos como la Operación Cataluña. Su aportación es necesaria, porque se incluyen algunos de los audios que grabó secretamente a Corinna Larsen, pero pierde interés cuando se da credibilidad a un personaje tan poco confiable. También se muestran algunas protestas en contra de la monarquía que están evidentemente extraídas de manifestaciones nacionalistas catalanas. La ex-amante del rey se convierte en protagonista, con algunas afirmaciones destacadas, como la posesión de ocho cajas negras que contienen información confidencial, que muestra en el episodio Hidden boxes (T1E2), o la afirmación de que Juan Carlos pidió al príncipe saudí Mohammed bin Salman, al que internacionalmente se señala como responsable del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, que incluyera el nombre de ella en una lista negra de personas non gratas. Se establece un interesante paralelismo entre el actual rey y su padre cuando se menciona la luna de miel oficial de Felipe y Leticia a ciudades como Cuenca, y la segunda luna de miel que se ocultó a los medios y destapó el diario británico The Telegraph, que les llevó por países exóticos con un coste de 450.000 €. Este comportamiento, junto a la manera de separarse de la figura de su padre, es parecido al que en su momento llevó a cabo Juan Carlos con sus mejores amigos.
Los dos últimos episodios adquieren un tono de thriller más acentuado, con una marcada fotografía de claroscuros, mientras se centran sobre todo en los famosos 65 millones que Corinna Larsen afirma que fueron un regalo del rey. Pero en Poisoned gift (T1E4) también se ofrecen diferentes versiones sobre la personalidad de Corinna, quien no consigue convencer como víctima de una conspiración del Estado español. Se hace referencia a la revelación de que había contratado a un detective para encontrar alguna información personal que pudiera utilizar en contra del fiscal Yves Bertossa, quien la investigaba en Suiza, mientras que su ex-marido Philip Adkins la califica como obsesionada con el dinero. Contada a lo largo de estos cuatro episodios, la historia parece sacada de una serie como House of cards (Netflix, 013-2018), pero quien resume con mayor claridad toda esta trama es el periodista Ernesto Ekaizer: "Esta es la historia de un rey delincuente". Y aunque se presenta a la figura de Juan Carlos como un personaje inmune ante la justicia, lo cierto es que también se transmite la sensación de que Corinna Larsen disfruta de cierta inmunidad gracias a sus contactos. Juan Carlos. La caída del rey fue estrenada en la competición de la sección de documentales de la pasada edición del festival Canneseries. Con buena documentación, pero con algunas imprecisiones y entrevistados poco confiables que le restan credibilidad, esta docuserie es una mirada desde el exterior que ofrece algunos comentarios jugosos, y que está realizada con un planteamiento visual y una textura de thriller muy logrados.
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La Unidad KabulFicción, 6x45' | Movistar+ | ★★☆☆☆ Creada por Dani de la Torre, Alberto Marini | Dirigida por Dani de la Torre, Oskar Santos
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Cuenta Dani de la Torre, co-creador de la serie, que
La Unidad (Movistar+, 2020-2023) tenía previsto concluir con la segunda temporada pero la retirada de los países occidentales de Afganistán en agosto de 2021 provocó la idea de continuar con una temporada más: "E
l cierre de las embajadas en Kabul y la colaboración de la Policía y del Ejército españoles para sacar a miles de refugiados y colaboradores afganos para que no los mataran nos abrió la luz", respondía al diario Público. "
Por dos razones: ir al origen del problema, que no había sido tratado in situ, y contar el conflicto humanitario".
(Público, 17/05/2023). De esta forma,
La Unidad Kabul (Movistar+, 2023) se propone como una adenda a la serie, trasladando a los principales miembros del grupo antiterrorista a la capital afgana cinco días antes de la recuperación del control por parte de los talibanes. Miriam (Marián Álvarez), Najwa (Fariba Sheikhan) y Marcos (Michel Noher) se encuentran en Kabul tratando de recabar información sobre el tráfico de armas en Europa, aunque pueda resultar poco verosímil que todos los componentes de la unidad se desplacen a la capital afgana. Pero de esta forma los guionistas Dani de la Torre (1975, Monforte de Lemos) y Alberto Marini (1972, Italia) se permiten construir las diferentes líneas narrativas que necesitan para ofrecer su punto de vista sobre los acontecimientos reales.
Por un lado, Miriam, Najwa y su contacto Massud (Mehdi Regragui) acaban siendo secuestrados en el camino de regreso a la Embajada española, mientras que Marcos huye de una emboscada adentrándose en el desierto en solitario. La desaparición de sus ex-compañeros y del padre de su hija llevan a Carla Torres (Nathalie Poza), que ahora trabaja en una empresa de seguridad privada, a dirigirse también a Kabul para tratar de rescatarles. Y por último, se construye una trama que protagoniza Fazela (Shabnam Rahimi), la esposa de Massud, con la que la serie trata de adentrarse en la realidad de las mujeres afganas frente al regreso de la opresión talibán, pero sin hacer un análisis demasiado profundo. Es la trama que les permite introducir los mensajes más críticos sobre la retirada de las tropas internacionales, pero también los más estereotipados: "Ustedes regresan a España, pero nosotros nos quedamos aquí", frases hechas que no ahondan en la problemática real. Porque ante todo La Unidad Kabul tiene vocación de serie de acción, aunque esté envuelta en cierta reflexión, y tampoco tiene tanto interés en analizar los porqués y los cómo de una situación política determinada. En las temporadas anteriores, los terroristas eran antagonistas acartonados y unidimensionales, y aunque a veces se la haya comparado con Homeland (Disney+, 2011-2020) y Oficina de infiltrados (Canal+, 2015-) nunca ha logrado la complejidad de los análisis políticos de ambas, seguramente porque tampoco lo ha pretendido. Pero lo cierto es que se ha convertido en una de las series españolas más exportadas a nivel internacional, y recientemente Movistar+ anunciaba el próximo estreno de esta última temporada en el mercado norteamericano a través de Max.
La Unidad Kabul tiene habitualmente problemas para mantener el equilibrio entre una propuesta de acción que necesita por tanto elaborar una historia con buenos y malos para resultar más efectiva, y el intento por ofrecer una mirada más o menos realista que se enfoca sobre todo en unos personajes principales más humanos, que se enfrentan a decisiones equivocadas y relaciones personales complejas. Pero en esta tercera temporada ese desequilibrio se hace más patente, porque precisamente el foco en trasladar unos acontecimientos reales con verosimilitud convierte a Miriam, Marcos y Carla en personajes sin desarrollo, centrados en rescatar o ser rescatados, pero en una narrativa que se enfoca en su entorno más que en ellos. De forma que, al contrario que en las temporadas anteriores, ahora los personajes acartonados son los protagonistas. En contraposición se construyen las habituales set-pieces con secuencias de persecución inspiradas en Indiana Jones y la última cruzada (Steven Spielberg, 1989), al mismo tiempo que se reproduce el caos en el aeropuerto cuando Fazela trata de acceder al avión español que la saque del país. Usando una toma aérea que se utiliza en varias ocasiones, la escena acaba siendo repetitiva y pierde eficacia porque quizás el presupuesto no le permite elaborar encuadres más variados, excepto planos cercanos que transmiten la sensación de claustrofobia. La dirección de Dani de la Torre, responsable de los largometrajes El desconocido (2015) y La sombra de la ley (2018), con Oskar Santos como director de segunda unidad, funciona mejor sin embargo en el enfoque amplio que en la mirada íntima.
Hay una intención clara de celebrar la colaboración del ejército y la policía españoles en la evacuación de los afganos que trabajaban en la embajada, subrayando en los créditos finales que ayudaron a evacuar a más de 3.000 colaboradores. Aunque también es cierto que posteriormente más de 1.200 ex-colaboradores de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) denunciaron que habían sido completamente abandonados por el gobierno español, obligados a intentar salir por sus propios medios a través de Pakistán y ocultar su identidad para evitar represalias
(El País, 9/2/2022). Si la intención era construir una serie de acción adecuadamente verosímil, se consigue a veces gracias a un buen diseño de producción de Juan Pedro de Gaspar que hace creíble la recreación de Afganistán en Almería y Pakistán, pero el intento de reflejar una realidad dramática se queda en un ejercicio estereotipado y parcial que no tiene tiempo para analizar realmente las causas.
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El silencioFicción, 6x47' | Netflix | ★☆☆☆☆ Creada por Aitor Gabilondo | Escrito por Aitor Gabilondo, Joan Barbero, Iñaki GonzálezDirigida por Gabe Ibáñez, Esteban Crespo
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Esta producción tiene la garantía de la firma de Aitor Gabilondo (1974, San Sebastián), creador de algunas de las series de más éxito de la reciente ficción española, como Entrevías (Netflix, 2022-), Patria (Movistar+, 2020), Madres. Amor y vida (Prime Video, 2020-), Vivir sin permiso (Netflix, 2018), Allí abajo (ATRESPlayer, 2015-2019) o El príncipe (Mitele, 2014-2016). A la nueva apuesta española de Netflix hay que reconocerle su capacidad para atraer a los usuarios de la plataforma, alcanzando niveles de éxito que la colocan en la misma posición que sus grandes producciones internacionales. Según datos del Top 10 de Netflix para la semana del 22 al 28 de mayo, El silencio (Netflix, 2023) se mantiene, tras dos semanas de estreno, entre las diez series más vistas en 80 países, levemente superada por La reina Carlota (Netflix, 2023) en 84 países y más ampliamente por FUBAR (Netflix, 2023) y Besos, Kitty (Netflix, 2023), ambas en el Top 10 de 90 países. De forma que no se le puede negar su poder de atracción, a pesar de que las críticas han sido unánimemente negativas. Porque el planteamiento de la historia es tan absurdo como su desarrollo, con el protagonista Sergio Ciscar (Arón Piper) recién salido de la cárcel después de cumplir condena por la muerte de sus padres y siendo monitorizado constantemente a través de cámaras en el interior de su casa y CCTV para un estudio psicológico que pretende analizar sus posibilidades de reinserción. Es un proyecto de la joven psiquiatra Ana Dussuel (Almudena Amor) que parece tener implicaciones personales, pero en realidad para el guión no es prioritario explicar qué interés tiene para el resto del mundo seguir cada uno de los pasos de Sergio, aparte del que pueda tener para la psiquiatra. El personaje está interpretado de forma inexpresiva por Almudena Amor, nominada al Goya como Actriz Revelación por El buen patrón (Fernando León de Aranoa, 2021), una forma equivocada de abordar el trauma interior a partir de una incapacidad emocional exterior, que quizás no sea tanto problema de la actriz como de las pautas marcadas por los directores.
El silencio utiliza bien los escenarios de la ciudad de Bilbao para elaborar un thriller psicológico que se envuelve en colores apagados, de tonalidad azulada que aporta la fotografía de Octavio Arias y Cuco Ferreira. Es un entorno hostil e industrial, en mucha ocasiones envuelto en un clima lluvioso que contribuye a elaborar un aspecto visual oscuro y adverso, a la manera de thrillers como The killing (Disney+, 2011-2014). Es el aspecto más interesante de una serie que bajo la dirección de Gabe Ibáñez, director de la película Autómata (2014) y Esteban Crespo, realizador de Black beach (2020), intenta ser estilizada, pero también reforzar la sensación opresiva que sufre un ambivalente protagonista del que no sabemos si es culpable o víctima, a través de flashbacks que siembran dudas. El propio guión bromea sobre este escenario cuando en una de las reuniones del subinspector Cabrera (Aitor Luna) con un misterioso personaje (Pep Tosar) para intrigar en contra del experimento psiquiátrico, hace una referencia irónica al "espectacular" paisaje de la ría de Bilbao. La historia también aborda la llamada hibristofilia, una parafilia que provoca interés sexual por personas que han cometido un crimen, a través del personaje de Marta (Cristina Kovani), pero en realidad ella parece más enamorada que atraída sexualmente, aunque no se profundiza demasiado en este aspecto. Hay algunas coincidencias con el caso real de Benno Neumair, un joven italiano condenado a cadena perpetua en 2021 por asesinar a sus padres. Cuando se abrió una página de Facebook para fans del criminal, la Doctora Denise Pasquarelli, Maestra en Investigación, Crimen y Seguridad por la Universidad de Roma, dedicó un estudio a la hibristofilia en relación con Benno Neumair. Los casos más conocidos de esta parafilia son el de Carole Ann Boone, que se casó con el asesino en serie Ted Bundy, y también se considera como tal la relación entre Bonnie Elizabeth Parker y Clyde Chestnut, que hizo que ella participara en sus crímenes, adoptando el sobrenombre de Bonnie y Clyde. Aunque el término surgió en los años cincuenta abarcando una mayor amplitud de sentimientos, en la actualidad se considera hibristofilia solo la excitación sexual que provoca la relación con un criminal.
Pero el problema de El silencio es que el desarrollo resulta demasiado absurdo e inverosímil, personajes como el del evangelista Natanael (Ramón Blas) parecen solo sujetos útiles al guión para hacer avanzar la trama en torno al protagonista, se entiende poco la capacidad de Ana Dussuel para utilizar al equipo del proyecto a su antojo, y en general hay una escritura débil y perezosa que la hace parecer una historia desarrollada por principiantes que tienen claro cómo terminar la trama pero no cómo llegar hasta el desenlace de una forma coherente. A lo largo de sus seis episodios, la serie acaba siendo repetitiva y anodina, envuelta en una seriedad que acaba provocando sonrojo. Es un intento fallido de elaborar un thriller psicológico que atrape al espectador a través de algunos giros de guión, pero para ello hubiera necesitado una mayor identificación con unos personajes que, a pesar de su ambigüedad, resultaran de alguna manera empáticos, algo que todos los implicados parecen incapaces de conseguir.
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Las pelotaris 1926Ficción, 8x55' | ViX+ | ★☆☆☆☆ Creada por Marc Cistaré | Escrita por Adriana Rivas, Javier Naya, Marc CistaréDirigida por Jesús Rodrigo, Jacob Santana
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A lo largo de las crónicas de este año estamos hablando de algunas series de producción española que, curiosamente, aún permanecen inéditas como
Noche de chicas (ViX, 2023) o la segunda temporada de
Express (Lionsgate+, 2022), lo cual puede parecer sorprendente en un contexto en el que la oferta de series es considerablemente superior a otras épocas. Sin embargo, se producen estas circunstancias peculiares en las que el mercado latinoamericano tiene un acceso mayor a las producciones realizadas en España que nuestro propio país. Otra de las historias inéditas es
Las pelotaris 1926 (ViX+, 2023), que de hecho se ha presentado en diferentes mercados dentro del paraguas de la producción española del año, pero aún no tiene fecha de estreno ni plataforma que la acoja, a pesar de ser una producción de The Mediapro Studio. La empresa audiovisual fundada por Jaume Roures y Tatxo Benet sufrió un endeudamiento durante la pandemia que le llevó a acogerse al fondo de rescate del gobierno español y a poner en manos del fondo de inversión Southwind Group, dueño de la matriz china Orient Hontai Capital, la mayor parte del accionariado tras una refinanciación para hacer frente a sus problemas económicos, de forma que controlan el 80% de Mediapro frente al 10% de la agencia de comunicación británica WPP y el 10% en manos de los fundadores catalanes.
La serie ha sido creada por Marc Cistaré, responsable del thriller La víctima número 8 (Netflix, 2018) y guionista de Los hombres de Paco (Atresmedia, 2005-2021), con un planteamiento que en principio resulta interesante, enfocándose en la popularidad que llegaron a alcanzar las deportistas femeninas de pelota vasca a principios del siglo XX, desde que el empresario donostiarra Ildefonso Anabitarte vislumbró en 1917 las posibilidades que ofrecía la pelota vasca disputada por mujeres, consiguiendo que destacaran nombres de raquetistas que alcanzaron gran popularidad como Maria Antonia Uzcudun, cuya carrera se desarrolló en gran medida fuera de España, y Agustina Otaola Zaplain. En 1940 el régimen franquista dejó de proporcionar licencias y la pelota vasca se desarrolló en países como México, Cuba y Estados Unidos. La repercusión de las raquetistas casi desapareció, hasta el punto que no se constituyó hasta 2021 el primer Club femenino profesional de pelota vasca, encabezado por Maite Ruiz de Larramendi e Iera Aguirre, que hoy en día siguen luchando por profesionalizar la pelota vasca femenina. Es curioso el arraigo en México, donde en el estado de Toluca se celebró en 2014 el XVII Campeonato del Mundo de Pelota Vasca, al que se refiere el interesante cortometraje documental Las pelotaris (Daniel Burgui Iguzkiza, Andrés Salaberri Pueyo, 2015).
El guión de la serie utiliza la popularidad de las deportistas durante los años 1926 y 1927, destacando la relevancia del deporte en México, y tiene como protagonistas a tres destacadas pelotaris: la mexicana Chelo Barbosa (Zuria Vega) y las españolas Idoia Rekalde (Claudia Salas) e Itzi Galarrán (María de Nati). Pero el negocio, especialmente la gestión de los clubes deportivos y frontones, sigue estando en manos de los hombres, como Agustín Galarrán (Jesús Castejón), padre de Itzi, quien se niega a trabajar para él en condiciones de inferioridad frente a los deportistas masculinos. Cuando las españolas deciden regresar desde México, la historia se desarrolla en dos escenarios diferentes: una trama de empoderamiento de Chelo en México y una de lucha constante por tener los mismos derechos que los hombres en San Sebastián. A nivel de producción Las pelotaris 1926 resulta vistosa, especialmente en los luminosos exteriores de la capital donostiarra, aunque parte de los interiores se rodaron en Madrid. El problema es que los guionistas Adriana Rivas, Javier Naya y Marc Cistaré parecen dejar de tener interés en el tema de la pelota vasca a mitad de la temporada, construyendo una subtrama de maltrato y asesinato en México, con algunos chistes algo racistas sobre el cadáver de un hombre chino, y una especie de thriller incompetente en España. De forma que Las pelotaris 1926 acaba siendo una mezcla poco consistente entre Ellas dan el golpe (Prime Video, 2022-2023) y Vis a vis (Prime Video, 2015-2019).
Tampoco ayuda que uno de los personajes que podría tener más interés, el de Idoia Rekalde, una ambiciosa joven que quiere ser dueña de su propio frontón cueste lo que cueste, utilizando su popularidad como la mejor pelotari del mundo, esté interpretada por una actriz con escasos recursos como Claudia Salas, que proviene de Élite (Netflix, 20128-2022), y a la que este papel de personalidad fuerte y ambivalente le queda grande. Mucho más cómoda se encuentra María de Nati, una actriz que cuenta con una mayor solidez interpretativa, como hemos visto en personajes tan diferentes como los de Entrevías (Tele 5, 2022-) y Nacho (Atresmedia, 2023), y que tiene la suficiente valentía a la hora de afrontar sus papeles, aunque en el caso de Itzi tenga que protagonizar una previsible y aburrida historia de amor lésbico imposible con Ane (Alejandra Onieva), una mujer casada. Hay algunos momentos que provocan vergüenza ajena, como una secuencia paralela entre una escena de sexo y una escena de violencia en el episodio Lo que hay que tener (T1E4). Pero la mirada masculina no se refleja solo en introducir una historia romántica para elaborar un cierto erotismo desfasado, sino sobre todo en el intento de modernizar a unas mujeres que ya eran revolucionarias en su época, introduciendo canciones pop durante los partidos de pelota vasca y desarrollando un lenguaje actual. Pensar que, para que se entienda la relevancia de un grupo de mujeres rebeldes a principios del siglo XX hay que "actualizarlas", solo puede surgir de una equivocada perspectiva masculina. Y que una serie desaproveche un tema tan interesante como el de las primeras pelotaris populares en los años veinte para elaborar un thriller absurdo en el que las protagonistas se enfrentan a asesinos a sueldo, secuestros, persecuciones y huidas de prisión, dice poco en cuanto al verdadero interés que había en abordar este tema.
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Los pacientes del doctor GarcíaFicción, 10x60' | RTVE Play / Netflix | ★★★☆☆ Escrita por José Luis MartínDirigida por Joan Nogueras, Salvador García Ruiz, María Togores
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Las nuevas formas de distribución de contenidos ofrecen una diversidad de propuestas que permiten probar fórmulas para establecer su éxito o fracaso, aunque a veces pueden provocar efectos contraproducentes. La serie Los pacientes del doctor García (RTVE Play/Netflix, 2023) ha sido una de las apuestas más ambiciosas del canal público para esta temporada, pero su singular forma de emisión ha demostrado ser un error. La serie estrenó su primer episodio en Televisión Española el 17 de abril, con una aceptable cuota del 10.1% de share (1.115.000 espectadores), pero ha acabado perdiendo progresivamente audiencia hasta alcanzar su mínimo de 3.6% (460.000 espectadores) esta misma semana. Es decir, más de la mitad de los espectadores que vieron el primer episodio la han abandonado, al menos en sus emisiones lineales, porque el experimento consistía en el estreno en paralelo de la serie completa en la plataforma Netflix, lo que se ha justificado como una forma de captar a los espectadores tradicionales que quieren ver un episodio semanal y a los que prefieren la disponibilidad completa. A pesar de que también están disponibles los episodios emitidos en RTVE Play de forma gratuita, Los pacientes del doctor García parece haber conseguido mayor repercusión en Netflix España, aunque según los datos de FlixPatrol su proyección internacional, incluidos los países latinoamericanos, ha sido bastante escasa, consiguiendo solo en Uruguay mantenerse durante un máximo de ocho días. La fórmula ha demostrado que el estreno en paralelo entre una plataforma de streaming y una emisión lineal solo perjudica a ésta última, y al final la víctima ha sido una serie que prometía ambición y ha acabado siendo una decepción.
Esta producción adapta la novela Los pacientes del doctor García (2017, Ed. Tusquets), que forma parte de la colección Historias de una guerra interminable, compuesta por otros cuatro libros y la obra Mariano en el Bidasoa, en la que estaba trabajando Almudena Grandes antes de morir en 2021. La autora madrileña ha sido generosa con la posibilidad de adaptación de sus novelas y cuentos, que en su gran mayoría han sido llevadas al cine con resultados irregulares: Las edades de Lulú (Bigas Luna, 1990), Malena es un nombre de tango (Gerardo Herrero, 1995), Aunque tú no lo sepas (Juan Vicente Córdoba, 1999), Los aires difíciles (Gerardo Herrero, 2006), Atlas de Geografía humana (Azucena Rodríguez, 2007) y Castillos de cartón (Salvador García Ruiz, 2009). Pero ninguna de ellas se ha adaptado en formato de serie de televisión, al menos en España, ya que en Chile se produjo la miniserie Geografía del deseo (TVN, 2004), basada en el libro Atlas de Geografía humana (1998, Ed. Tusquets). Pero hay una dificultad principal en la adaptación de cualquiera de las novelas que forman parte de Historias de una guerra interminable, por su condición de reconstrucción de hechos históricos enlazados con personajes de ficción, aunque algunos de los que se reflejan en la propia novela no están demostrados, como la colaboración de Perón con los refugiados nazis, idea que también se plantea en la adaptación. El guión es de José Luis Martín, experimentado en proyectos ambiciosos sobre la historia de España como 14 de abril: La República (RTVE Play, 2011-2019) o Isabel (RTVE Play, 2012-2014), mientras que la dirección se reparte entre Joan Nogueras, Salvador García Ruiz y María Togores.
La historia tiene una complejidad especial debido a los personajes, especialmente el doctor Guillermo García (Javier Rey) y el activista Manuel Arroyo (Tamar Novas), que irán adoptando diferentes nombres a lo largo de un relato que ocupa varias décadas. Son republicanos que sin embargo se mueven dentro de los círculos falangistas y nazis, bien como investigación o por interés, de forma que muestran personalidades diferentes que en general están bien reconstruidas. Pero el aspecto visual, a pesar de presentarse como una producción ambiciosa, está más cerca de las series de sobremesa que del prime time, con una textura en el diseño de escenarios cercana a Amar en tiempos revueltos (Antena 3, 2007-), y una representación del Madrid asediado y posteriormente ocupado por los falangistas en el que las consecuencias de la guerra solo se reflejan a través de breves planos generales con efectos visuales que resultan más o menos efectivos en los primeros episodios. Da la impresión de que se pretendía un comienzo de cierta espectacularidad que lentamente se va desvaneciendo en una puesta en escena convencional de presupuesto medio. Entre el drama romántico de telenovela y el thriller de cazadores de nazis, Los pacientes del doctor García encuentra a veces un equilibrio adecuado, pero la escasa entidad de algunos personajes, especialmente Amparo Priego (Verónica Echegui) perjudica notablemente a la narrativa. No sabemos si es el enfoque de la interpretación o la propia construcción del mismo, pero el personaje parece estar en una serie diferente, y la transformación que sufre es poco convincente.
La novela de Almudena Grandes se recrea en los detalles y, aunque no es especialmente extensa (768 páginas), abarca una gran diversidad de personajes, épocas y escenarios, desde España hasta Argentina (que en la serie parecen el mismo lugar). La adaptación intenta incorporar todos esos detalles pero a pesar de sus casi diez horas de duración, transmite la sensación de que algunas tramas son excesivamente lentas mientras otras, especialmente en los episodios finales, ocurren de forma precipitada. Hay una falta de equilibrio narrativo porque no parece haberse seleccionado lo importante para descartar lo menos relevante, o al menos darle una personalidad propia que se enfoque adecuadamente. A pesar de que la figura de Almudena Grandes ha sido apropiada por los partidos de izquierdas (se consideraba de izquierdas pero en varias ocasiones manifestó que no se sentía representada por ningún partido) y al mismo tiempo que las derechas han manifestado cierto desprecio por su relevancia literaria, los personajes de sus libros no se sienten como arquetipos. Pero en la serie, la representación de los personajes falangistas o nazis acaba siendo ridícula, especialmente Claudia Staffer (Eva Llorach, ganadora del Goya por Quién te cantará (Carlos Vermut, 2018)), convertida en una antagonista de cartón piedra. Los pacientes del doctor García pierde la oportunidad de ofrecer un espectáculo que al mismo tiempo refleje la incertidumbre de una época marcada por la guerra y la dictadura.
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El pueblo - Temporada 4Ficción, 8x70' | Tele 5 / Prime Video | ★★★☆☆ Creada por Alberto Caballero, Nando Abad, Julián SastreDirigida por Mario Montero
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A pesar de que la conclusión de la cuarta temporada parece un cierre adecuado para los principales personajes, lo cierto es que la decisión de que ésta sería la última de la serie El pueblo (Prime Video, 2019-2023) se produjo después de terminarla, según Alberto Caballero, uno de sus creadores, porque la conclusión era lo suficientemente apoteósica que se decidió junto a Mediaset dar por terminada la historia. También comentaba en un hilo de twitter que se hizo viral por su prepotencia y falta de respeto al contestar a un usuario, que "se nos acumulan proyectos muy potentes y creativamente no había mucho más que contar". Es fácil imaginar que la decisión proviene más por la primera razón que por la segunda, sobre todo viniendo de un guionista que ha repetido fórmulas durante 13 temporadas en La que se avecina (Prime Video, 2007-). Pero la buena relación con Netflix tras el éxito local de Machos alfa (Netflix, 2022-) y la preparación de la nueva serie Muertos S.L. (Movistar+, 2024-), además de otros proyectos, mantendrá ocupada a la productora Contubernio Films que fundaron Laura y Alberto Caballero en 2013. La serie fue un ejemplo de la forma en que estaban cambiando los hábitos de consumo de los espectadores, cuando en 2021 su emisión en lineal fue un relativo fracaso mientras en Prime Video había conseguido aparentemente buenos índices de audiencia. De hecho, el estreno hace unas semanas de la tercera temporada en lineal se ha beneficiado de la emisión de la cuarta en Prime Video, con un dato del 11.6 % (1.124.000 espectadores), convirtiéndose en la ficción de Telecinco que ha tenido el mejor debut en el año 2023, incluso por encima de series que han funcionado bien como Escándalo. Relato de una obsesión (Tele 5/Prime Video, 2023).
La fórmula humorística de El pueblo es tan sencilla como eficaz, muy en la línea de las series corales que han venido ofreciendo los hermanos Caballero desde hace años, aunque en este caso hay que recordar que detrás de la idea del proyecto también están Nando Abad y Julián Sastre, guionistas de series tan emblemáticas como Siete vidas (Prime Video, 1999-2007) y Aída (Mitele, 2005-2014). Pero, como comentamos cuando hablamos de su tercera temporada, en esta historia que tiene como trasfondo la España vaciada, el carácter crítico y mordaz es mucho más afilado, lo que permite abordar temas dispares y a veces incómodos. Se podría pensar que hay una representación de lo rural que bordea la caricatura, y sobre todo en las dos primeras temporadas aprovechaba la confrontación entre los personajes urbanos y los habitantes originarios del ficticio pueblo soriano de Peñafría con una singular eficacia, incluso anticipando en cierta manera una tendencia reciente en el cine español sobre historias que convierten esta tensión entre la ciudad y el campo en espléndidos thrillers como As bestas (Rodrigo Sorogoyen, 2022) o en dramas psicológicos algo tibios como Suro (Mikel Gurrea, 2022). Hay un cambio notable en la concepción de la serie a partir de la tercera temporada, cuando ya podía resultar repetitivo incidir en extraer el humor de las diferencias, de forma que El pueblo adoptaba una dinámica diferente, con una variedad de personajes a cual más extravagante que se ven involucrados en todo tipo de situaciones absurdas. Fue un movimiento inteligente que proporcionaba una mayor amplitud a la comedia, pero al mismo tiempo se alejaba de la auténtica personalidad de una serie que acababa pareciéndose demasiado a La que se avecina, con la escritura de dos de los guionistas de aquella, Daniel Deorador y Araceli Álvarez de Sotomayor.
El pueblo funciona mejor cuanto más se atreve a pasarse de la raya. Cuando Juanjo Soler (Carlos Areces) instala en el antiguo hotel de Peñafría un centro de desintoxicación para famosos, a su hermana Mariajo (Laura Gómez-Lacueva) se le ocurre la idea de nombrar las habitaciones como personajes famosos conocidos por sus adicciones, como Amy Winehouse, Antonio Flores y Carmina Ordóñez. O cuando Amaya (María Hervás) decide que quiere ser guionista y directora, no se le ocurre otra cosa que escribir el guión de una película de época con numerosos anacronismos, y que recuerda en la estética a las películas históricas de Albert Serra como La muerte de Luis XIV (2016) o Liberté (2019). Si bien este tipo de bromas punzantes se mezclan con los habituales gags de humor grueso y repetitivo, la serie mantiene un nivel adecuado de mordacidad. En la subtrama que protagoniza Cándido (Ángel Jodrá) como representante del partido Ahora Soria, que hace referencia directa al éxito de la plataforma Soria ¡Ya! en las pasadas elecciones autonómicas, el posible candidato es acosado por los partidos tradicionales de izquierdas y derechas para que les apoye en la legislatura, con todo tipo de chantajes y corruptelas. Mientras Ruth (Ingrid Rubio) sigue representando al ecofeminismo y Clara (Elena Gallardo) al lenguaje inclusivo, El Ovejas (Javier Losán) busca "tropezar" por primera vez con una mujer y Arsacio (Vicente Gil, quien recientemente participaba en la película belga L'autre Laurens (Claude Schmitz, 2023), presentada en el Festival de Cannes) se enfrenta a todos los estereotipos cuando inicia una relación con una inmigrante cubana. Aunque algunos episodios resultan agotadores por su excesiva duración, todavía deudora del prime time tradicional, la temporada mantiene un buen nivel con un sentido del humor muy quevediano, que puede ser tan zafio como afilado.
Sofía y la vida real se estrena en HBO Max el 23 de junio.
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Películas mencionadas:
Indiana Jones y la última cruzada se puede ver en Disney+ y SkyShowtime.
El desconocido se puede ver en Disney+, HBO Max y Prime Video.
La sombra de la ley, Black beach y Quién te cantará se pueden ver en Netflix.
Las edades de Lulú se puede ver en Disney+ y FlixOlé.
Malena es un nombre de tango, Los aires difíciles, Atlas de Geografía humana y Castillos de cartón se pueden ver en FlixOlé.
Aunque tú no lo sepas se puede ver en Filmin y FlixOlé.
As bestas se puede ver en Movistar+.
Suro, La muerte de Luis XIV y Liberté se pueden ver en Filmin.
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