03 octubre, 2022

Las series españolas de 2022: Parte 6

El futuro del audiovisual en España es incierto. Los cambios recientes en la presidencia de RTVE con la dimisión de José Manuel Pérez Tornero después de un año y medio en el cargo, y el nuevo nombramiento como presidenta de la periodista Elena Sánchez no es una buena noticia porque reafirma la imposibilidad de alcanzar consensos políticos para una televisión pública que se encuentra en una grave crisis de imagen. También es cierto que la gestión de Pérez Tornero ha sido, cuanto menos, irregular, subrayada por los enfrentamientos internos y dejando a TVE en el nivel más bajo de audiencia de toda su historia. Sin embargo, su apuesta por la plataforma RTVE Play al comienzo de la presidencia parecía situarse al nivel de otras televisiones públicas como BBC, pero el impulso se acabó en unos pocos meses, los contenidos de RTVE Play han dejado de promocionarse y se han visto rodeados de algunas polémicas en cuanto a la adjudicación de programas sin retorno económico. La última noticia de la plataforma que hemos tenido ha sido la incorporación de series clásicas del archivo de TVE, como Calle nueva (TVE, 1997-2000), Goya (José Ramón Larraz, 1985), Blasco Ibáñez, la novela de su vida (Luis García Berlanga, 1997), Café con leche (Miguel Hermoso, 1998) o La virtud del asesino (Roberto Bodegas, 1998), un curioso thriller algo retórico producido por Patxi Andión, con Nacho Duato interpretando a un asesino en serie, en su incipiente carrera como actor. Pero la llegada de otras nuevas plataformas multinacionales como SkyShowtime también afectará a la estabilidad de algunos servicios de streaming nacionales como Movistar+ y Filmin, que tienen acuerdos con Paramount y Universal para incorporar sus contenidos. 

Bien es cierto que el sector de las telecomunicaciones vive actualmente una batalla comercial que dejará víctimas. Por el momento, la reciente fusión entre Orange y MasMóvil, y la estabilidad de Telefónica han dejado fuera de juego a Vodafone, que está inmersa en otra crisis a la que no ayuda el hecho de que sus activos estén en manos de fondos de inversión. Pero lo más significativo es que, mientras el número de usuarios de servicios de streaming crece en términos generales, los abonados a las plataformas españolas disminuyen. Telefónica ha perdido 218.000 suscriptores en 2021 y 70.000 en el primer trimestre de 2022, quedándose en 3,71 millones; Vodafone TV, que funciona más como agregador de contenidos, ha perdido 88.000 abonados hasta el mes de marzo, con una cifra actual de 1,5 millones; y Orange TV ha perdido 35.000 abonados, quedándose en 690.000. Lo que no sitúa en buena posición a la televisión de pago española, teniendo en cuenta que el consumo de televisión lineal ha seguido bajando hasta quedarse en la cifra más baja de las últimas décadas. Es decir, los espectadores ven menos televisión tradicional pero sus preferencias en streaming no están en las ofertas que proponen las compañías de telecomunicación españolas. Sin embargo, esto contrasta con el crecimiento en más de 500.000 suscriptores de las OTT de Atresmedia y Mediaset, aunque solo la primera hace una apuesta decidida por ofrecer contenidos exclusivos, como el reciente estreno de La novia gitana (Atresmedia, 2022). En nuestro repaso a las últimas series españolas estrenadas, destaca la principal apuesta de Movistar+ para 2022, pero también alguna sorpresa proveniente de plataformas internacionales. 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series mencionadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Apagón

Temporada 1 | Movistar+ | ★ 

Escrita por Isabel Peña, Raúl Arévalo, Alberto Marini, Fran Araújo, Isa Campo, Rafael Cobos

Dirigida por Rodrigo Sorogoyen, Raúl Arévalo, Isa Campo, Alberto Rodríguez, Isaki Lacuesta

En el reportaje Aquí vive gente (Kacho-López Mari, 2022), que se ha presentado junto al lanzamiento de la canción "El apagón" de Bad Bunny,  la periodista Bianca Graulau describe los continuos apagones que ha venido sufriendo Puerto Rico después de que el gobierno de Piero Pierluisi decidiera adjudicar la distribución de energía pública a una compañía privada de Estados Unidos y Canadá, LUMA Energy. Los apagones cada vez más frecuentes y cada vez más largos son una realidad constante en países como Cuba, Venezuela y Puerto Rico, mientras el precio de la energía eléctrica se utiliza como un instrumento de presión política. Esta situación cada vez más insostenible es tan actual que resulta preocupante, y la serie Apagón (Movistar+, 2022), aunque no se refiere a ella directamente, abunda en una mirada que evita el tono de ciencia-ficción para crear situaciones más realistas, quizás también por la posibilidad de que efectivamente se produzca un apagón global ya no es tan ficticia, sino que en determinadas zonas del mundo es una realidad, aunque por razones económicas. En el otoño de 2021 países como Austria y Alemania alertaron de la necesidad de estar preparados para un posible apagón generalizado: "La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuando", afirmaba la entonces ministra de Defensa austríaca, Klaudia Tanner (Deutsche Welle, 26/10/2021). La apuesta más ambiciosa de Movistar+, que produce Buendía Estudios, la joint venture participada al 50% por Atresmedia y Telefónica, y que tiene como director general a Ignacio Corrales, toma como inspiración el podcast El gran apagón (Podium Podcast, 2016-2018), pero en realidad podría haberse producido como una serie autónoma, ya que solo coincide el origen del apagón en una tormenta solar, imaginando cinco historias nuevas que no adaptan ninguna de las tramas de las tres temporadas del podcast y que evita la tendencia a construir thrillers a partir de la posibilidad de un apagón global, como ocurre habitualmente en series como Apagón (HBO Max, 2021) y en otros podcasts como Blackout (QCODE+/Endeavour Content, 2019-2021). La idea principal es la de crear situaciones realistas que muestran con verosimilitud las consecuencias de un corte general de energía, apoyándose en las diferentes fases de adaptación al fenómeno, lo que la acerca más a planteamientos como el de la producción francesa El colapso (Canal+, 2019). Y para ello el creador Fran Araújo, productor ejecutivo de Ficción de Movistar+ Originals, ha seleccionado a cinco  de los directores más destacados del panorama español.

Emergencia

Dirigida por Raúl Arévalo | Escrita por Raúl Arévalo, Alberto Marini, Fran Araújo

El primer episodio, Negación (T1E1), está escrito por Isabel Peña, ganadora del Goya al Mejor Guión por El reino (Rodrigo Sorogoyen, 2018) y guionista de la espléndida serie Antidisturbios (Movistar+, 2021), cancelada por la plataforma presionada por los sindicatos de la policía, así como de la última película del director, As bestas (Rodrigo Sorogoyen, 2022) que ganó el Premio del Público a la Mejor Película Europea en el Festival de San Sebastián. Hay un estilo visual que ya es característico en las historias que presentan ambos colaboradores. En este caso, el protagonista es Ernesto (Luis Callejo), un funcionario de la Dirección General de Emergencias y Protección Civil que está gestionando un grave accidente de tren cuando llegan noticias preocupantes sobre una tormenta solar que podría afectar a España. La superposición de complicaciones permite que la narración comience en un punto medio de tensión para ir creciendo progresivamente, lo que Sorogoyen/Peña suelen hacer con una habilidad sobresaliente. Prácticamente la acción no sale de las oficinas de Protección Civil, y las reuniones en los despachos, las decisiones rápidas y el suspense tienen cierto paralelismo con la maquinaria política que describieron en El reino, sobre todo cuando Ernesto trata de convencer a la Ministra (Eva Martín) de que tiene que tomar medidas extremas para hacer frente a un posible apagón que sin embargo no está confirmado. En este sentido, director y guionista juegan sobre terreno conocido, pero el crescendo está milimetrado, apoyado por una banda sonora presente a veces de forma muy solapada de su habitual colaborador Olivier Arson, ganador del Goya por El reino, que es el encargado de la parte musical de toda la serie. 

En Emergencia (T1E2), escrita y dirigida por Raúl Arévalo, la atención se centra en el funcionamiento de un hospital semanas después del apagón. La acción transcurre en el mismo hospital donde termina el primer episodio, pero el paso del tiempo ha provocado la cada vez mayor falta de suministros, por lo que Eva (Ainhoa Santamaría) debe tomar algunas decisiones importantes, como rebajar la edad de las personas que pueden ser admitidas, no aceptando a mayores de 60 años. Es el episodio de la aceptación de una situación que ya no se presenta como excepcional sino que tiene visos de durar varios meses. No se puede evitar pensar en las imágenes que se pudieron ver a través de los informativos durante la pandemia del coronavirus, con los centros sanitarios colapsados y una evidente falta de suministros básicos, aunque no hay una referencia directa. El guión co-escrito junto a Fran Araújo y Alberto Marini, nominado al Goya por El desconocido (Dani de la Torre, 2015), y guionista de La unidad (Movistar+, 2020-) y dos episodios de Historias para no dormir (Prime Video, 2021-) aborda también el incremento de las actitudes racistas y los desequilibrios sociales, aunque es demasiado obvia la representación de una mejor adaptación de los habitantes de barrios marginales para los que sufrir apagones es la realidad cotidiana. Menos angustioso que los primeros episodios de Después del huracán (Apple tv+, 2022) es una mirada verosímil a la necesidad de adaptación en tiempos de crisis. 

Supervivencia

Dirigida por Alberto Rodríguez | Escrita por Rafael Cobos

Se puede decir que la idea principal de la serie hace referencia a la transformación de los estamentos sociales a causa de un hecho que afecta a todos por igual. La diferencia de clases no la establece ya el poder y el dinero, que pierden su valor, sino la capacidad de supervivencia. Es una idea interesante pero que acaba resultando repetitiva, y en algunos casos demasiado discursiva. Hubiera sido más valioso explorar diferentes reflexiones en vez de contar cinco historias que básicamente plantean la misma idea. En el tercer episodio, Confrontación (T1E3), han pasado unos cuatro meses tras el apagón y se utiliza el contraste de una comunidad organizada en un barrio residencial de alto poder adquisitivo cuyos lujos sirven de poco en una sociedad que se basa en la supervivencia. Pero la comunidad creada por la guionista y directora Isa Campo, nominada al Goya por el guión original de Maixabel (Icíar Bollaín, 2021), necesita ser excluyente para mantener su cohesión, lo que se pone de manifiesto cuando un grupo de jóvenes sin familia hace su aparición, cuya rebeldía y libertad atrae a la adolescente Sofía (Zoé Arnao), hija de Marta (Patricia López Arnaiz) y Raúl (Miquel Fernández). Es una propuesta interesante, aunque predecible en su desarrollo, contada desde un punto de vista principalmente femenino, sobre las formas de organización de una comunidad de vecinos que han perdido sus privilegios y la insolidaridad que provoca la necesidad de sobrevivir. 

Estos temas también están presentes en Supervivencia (T1E4), escrito por Rafael Cobos y dirigido por Alberto Rodríguez, colaboradores habituales en la serie La peste (Movistar+, 2018-2019) y en películas como La isla mínima (2015) y El hombre de las mil caras (2016), por la que ambos obtuvieron el Goya, y Modelo 77 (Alberto Rodríguez, 2022), que inauguró el Festival de San Sebastián. La historia del pastor Cortelazor (Jesús Carroza), rodada en la sierra de Segovia, quien trata de proteger a su rebaño de cabras cuando un grupo de personas pretende que las comparta con ellos, muestra también el conflicto humano entre quienes necesitan adaptarse a una situación nueva y quien lleva sobreviviendo desde hace años. La aparición de la joven Diana (Naira Lleó) como una improbable compañera de pastoreo también establece un cierto suspense, aunque resulta poco verosímil la predisposición del pastor a ser acompañado por una desconocida. El episodio habla del regreso a la esencia del ser humano, apartado de los avances tecnológicos, que es otro de los temas en los que insiste la serie, y el descubrimiento de una forma de vida diferente para Diana. Y en su construcción como thriller de montaña, recuerda al clásico La caza (Carlos Saura, 1966). 

En el episodio final, Equilibrio (T1E5), Isaki Lacuesta dirige un guión de Fran Araújo e Isa Campo que vuelve al concepto de comunidad, pero en esta ocasión con un elemento de solidaridad. La historia regresa al día en el que se ha producido el apagón, y retoma al personaje de Ernesto (Luis Callejo) como secundario, apoyándose en la protagonista Alicia (María Vázquez), quien trata de recuperar el huerto que había dejado abandonado como una forma de abordar un nuevo comienzo. El apagón se convierte en una manera drástica de romper con la insatisfacción de su vida antes de que se produjera, lo que establece una mirada esperanzadora sobre el reinicio. También hay algunos temas presentes en la filmografía de Isaki Lacuesta, como Entre dos aguas (2018), quien recientemente ha presentado en el Festival de San Sebastián su película Un año, una noche (Isaki Lacuesta, 2022), premiada en Berlín. La convivencia con los inmigrantes que trabajaban en la cosecha expone las vicisitudes de su migración, pero lo hace en una secuencia que resulta tópica e incluso pueril en su exposición. Y de alguna forma este episodio contiene la principal flaqueza de una serie que a veces resulta innecesariamente discursiva. Pero que en la individualidad de sus historias encuentra momentos de brillantez que otorgan al conjunto una gran solidez. 

Santo

Temporada 1 | Netflix | ★☆☆ 

Creada por Carlos López | Escrita por Carlos López, Miguel Ángel Fernández, Gustavo Lipsztein 

Dirigida por Vicente Amorim

Está claro que la plataforma Netflix tiene una especial obsesión con las historias de narcotráfico: este mes ha estrenado la coreana Narcosantos (Netflix, 2022-), la decepcionante segunda temporada de la serie sueca Dinero fácil (Netflix, 2021-) y la coproducción hispano-brasileña Santo (Netflix, 2022-). Pero también parece claro que hay una plantilla que de alguna manera marca el tono y la estructura de las producciones a las que la plataforma da luz verde. Es el caso de esta serie creada por Carlos López, veterano guionista que comenzó escribiendo comedias como La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998) y Los años bárbaros (Fernando Colomo, 1998), y curtido en productoras como Plano a Plano, para la que trabajó en El príncipe (Telecinco, 2014-2016) y Bambú Producciones, para la que escribió La embajada (Antena 3, 2016) y En el corredor de la muerte (Movistar+, 2019), y posteriormente fue productor para Netflix del thriller de época Hache (Netflix, 2019-2021). Pero este es su proyecto más ambicioso, una historia que se desarrolla entre Salvador de Bahía y Madrid, y que alterna las investigaciones del agente infiltrado Cardona (Bruno Gagliasso) y el policía corrupto Milán (Raúl Arévalo), que acaban coincidiendo en la búsqueda de Santo, un misterioso narcotraficante cuya identidad es desconocida pero que parece haber llegado a la capital de España. Con la colaboración de los guionistas Miguel Ángel Fernández, con el que Carlos López ha trabajado en varias series y que fue jefe de guionistas de la primera temporada de Desaparecidos (Telecinco, 2020-), y del brasileño Gustavo Lipsztein, este thriller oscuro mezcla el narcotráfico con la santería y el sacrificio de niños para elaborar una trama que se dispersa y se sigue con dificultad, con una estructura caótica que ordena los acontecimientos de una forma poco efectiva.  

No obstante, Santo explora algunas ideas interesantes que se desarrollan en torno al mal invisible, un concepto que se representa a través de un antagonista sin identificar y que se diluye alrededor de los traumas de dos policías que se mueven casi siempre al margen de la ley. Hay una apuesta arriesgada por elaborar personajes que no buscan la identificación con el espectador, y tanto Milán como Cardona colaboran y se enfrentan en diversos momentos de la historia. Pero esto provoca también una falta de definición de los puntos de vista, perjudicando una estructura de saltos entre dos países que no está definida con suficiente claridad. Da la impresión de que los guionistas quieren ser demasiado ambiciosos, y ni siquiera aprovechan la oportunidad que les ofrece la incursión en el terreno del thriller y la santería, que ya exploraron con mejor fortuna películas como La serpiente y el arcoiris (Wes Craven, 1988). El director brasileño Vicente Amorim (1966, Austria) es el responsable de los seis episodios, y despliega su experiencia en thrillers como A divisão (Globoplay, 2019-), que fue creada como serie y como película. Pero elige un estilo que cae en algunos tópicos, como el tono visual que diferencia a Brasil (más ocre) de España (más frío), o un montaje efectista que no ayuda a dar coherencia a la narración. Santo se siente como una serie que utiliza recursos visuales actuales para construir una trama anacrónica, que crea personajes ambivalentes pero escasamente complejos. No hay demasiada profundidad en Milán, por ejemplo, que Raúl Arévalo interpreta con la misma expresión que viene utilizando en personajes para películas como La isla mínima (Alberto Rodríguez, 2014), y Bruno Gagliasso tampoco tiene mucho donde apoyarse entre amnesias y santerías. La productora española Nostromo Pictures, fundada en 2010 por Adrián Guerra (1984, Las Palmas de Gran Canaria), aporta una buena envoltura visual gracias a su experiencia en producciones internacionales para directores como Rodrigo Cortés con Buried (2010) o El amor en su lugar (2021). También ha producido la serie Los favoritos de Midas (Netflix, 2020) y el largometraje A través de mi ventana (Marçal Forés, 2021), del que prepara su secuela, A través del mar (Marçal Forés, 2023), y en cines tiene pendientes de estreno A ciegas (David Pastor, Álex Pastor, 2022), spin-off español de Bird box (Susanne Bier, 2018), Los renglones torcidos de Dios (Oriol Paulo, 2022) y la ópera prima como director de Mario Casas, Mi soledad tiene alas (2023). Nacida como un encargo de Netflix que tomaba como punto de partida una historia que se desarrollara entre Brasil y España, Santo se perfila como un producto estratégico más que como una serie con personalidad propia.  

Un asunto privado

Temporada 1 | Prime Video | ★ 

Creada por Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira 

Dirigida por David Pinillos, Maria Ripoll, Daniel Aranyó

La productora Bambú Producciones, creada en 2007 por Teresa Fernández-Valdés y Ramón Campos, se ha especializado en proyectos de época, con especial interés en los años 30 y 40, a través de series de éxito como Gran Hotel (Antena 3, 2011-2013), Velvet (Antena 3, 2014-2016) o Tiempos de guerra (Antena 3, 2017), convirtiéndose en la primera productora que realizó una serie española para Netflix, Las chicas del cable (Netflix, 2017-2020). Hay una intencionalidad en sus producciones de reflejar una puesta en escena ambiciosa utilizando escenarios naturales, y en los últimos años ha realizado series para las principales plataformas, también con un espíritu internacional: En el corredor de la muerte (Movistar+, 2019), Jaguar (Netflix, 2021), Now and then (Apple tv+, 2022) y el próximo biopic Nacho (Lionsgate+, 2023), sobre el comienzo del actor Nacho Vidal en la industria del porno. Se puede decir que Un asunto privado (Prime Video, 2022) tiene todas las características de las series producidas por Bambú: una comedia policial que se desarrolla en los años 40 en Galicia y que presenta una ambiciosa puesta en escena, más conveniente para el guión que rigurosa en cuanto a la representación. La protagonista es Marina Quiroga (Aura Garrido), una investigadora amateur (algo así como una Enola Holmes más madura) que se obsesiona con la investigación de una serie de misteriosos asesinatos, que investiga con la ayuda de su mayordomo Héctor (Jean Reno) y en contra de la opinión de su hermano policía Arturo Quiroga (Pablo Molinero). La serie adopta el tono de comedia trepidante en la que el ritmo es constante y se aprovechan los paisajes de Galicia. 

Creada por Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira y Carlos Ruano, es decir, el equipo habitual de Bambú Producciones, Un asunto privado requiere la complicidad del espectador para no caer en el ridículo, pero una vez que ha conseguido seducirnos a través de la impetuosidad de una protagonista que Aura Garrido interpreta con talento cómico, los episodios se desarrollan con fluidez y en general resultan entretenidos y lo suficientemente vistosos. También es cierto que Marina Quiroga es lo que los guionistas necesitan que sea: si hace falta una escena de acción, ella es la más intrépida; si hay una lucha, ella es experta en artes marciales; si hay que abrir una puerta, ella es una profesional de las cerraduras. Digamos que es un personaje construido, más que de forma verosímil, en base a la conveniencia de la historia, lo que disminuye su complejidad. Pero es interesante la transformación de Marina que se ve reflejada en su vestuario, cada vez menos elegante y más desordenado, y funciona adecuadamente la química entre Aura Garrido y un Jean Reno que saca partido de su profesionalidad pero que, sorprendentemente, casi desaparece en los últimos episodios. Ambos, por cierto, se doblan a sí mismos en la versión inglesa. Menos eficaz es el trabajo de otros actores como Gorka Otxoa y Álex García, pero sobre todo de una Ángela Molina que interpreta a la madre de Marina con poca gracia (este personaje en manos de una actriz más dotada para la comedia hubiera sido espléndido).  

Las referencias literarias y cinematográficas de Un asunto privado son evidentes, e incluso hay alguna escena en el Episodio 6 que "homenajea" al conocido prólogo de Indiana Jones y el templo maldito (Steven Spielberg, 1984), aunque determinadas secuencias de acción están desaprovechadas, como la persecución en el tren en el Episodio 5 que concluye sin demasiada creatividad. Tampoco ayuda la elección de algunos directores de la serie: María Ripoll, por ejemplo, es una directora dotada para la comedia, con películas como Ahora o nunca (Maria Ripoll, 2015) o No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas (Maria Ripoll, 2016), pero no especialmente curtida en el cine de acción, por lo que desaprovecha buena parte de las secuencias más intensas de los episodios centrales. Uno de los elementos destacables de la serie son las introducciones animadas que resumen los elementos principales que se verán en cada episodio, lo que contribuye a establecer en el espectador el estado de ánimo adecuado. Como decíamos, sorprende que, funcionando tan bien la química entre Héctor y Marina, éste se quede apartado de las secuencias principales de los episodios finales, y el desenlace excesivamente melodramático no encaja bien con el tono más liviano de la historia, concluyendo la serie en un clímax que en realidad se convierte en un anticlímax. Pero Un asunto privado (Prime Video, 2022) es una apuesta más entretenida de lo que se podría esperar y, con un poco de complicidad por parte del espectador para dejarse llevar, resulta lo suficientemente disfrutable.   

Las de la última fila

Temporada 1 | Netflix | ★ 

Creada y dirigida por Daniel Sánchez Arévalo 

Anunciada con especial promoción como la primera serie creada por Daniel Sánchez Arévalo (1970, Madrid), el director ya está curtido sin embargo en el género televisivo como guionista de series como Hermanas (Telecinco, 1998) y algunas temporadas de Hospital Central (Telecinco, 2000-2012), aunque quizás hay un mayor paralelismo con Ellas son así (Telecinco, 1999), la comedia dirigida por Chus Gutiérrez y protagonizada por cuatro hermanas. Pero el talento principal de Daniel Sánchez Arévalo nunca ha sido precisamente la construcción de personajes femeninos, que incluso en sus películas más logradas como su debut Azul oscuro casi negro (Daniel Sánchez Arévalo, 2006), adolecen de una textura sólida. Quizás por eso consigue mejores resultados cuando se centra en jóvenes recluidos, física y mentalmente, como el protagonista de Diecisiete (Daniel Sánchez Arévalo, 2019), un drama básico pero efectivo que ya estaba realizado bajo el amparo de Netflix. En esta ocasión, la recién estrenada Las de la última fila (Netflix, 2022-) se sostiene precisamente en dos de las principales flaquezas del guionista madrileño: la construcción de personajes femeninos y los diálogos poco naturales. Es de agradecer que, tomando como punto de partida el diagnóstico de un cáncer, luego se desembarace de él para crear una comedia vitalista sobre el encuentro personal de cinco amigas, aunque no puede (o no quiere) evitar el drama plañidero en el último episodio. 

Las cinco amigas deciden raparse la cabeza como solidaridad antes de que comiencen las sesiones de quimioterapia para una de ellas, y hacer una escapada a Cádiz durante varios días, escribiendo cada una en un trozo de papel un reto que consiste en hacer algo que nunca hayan hecho antes. De forma coherente con el punto de vista masculino que tiene el guión, el primer reto que se plantean es tener un episodio lésbico, como si cinco mujeres treintañeras no hubieran tenido una relación homosexual si hubieran querido. De hecho, el perfil de las protagonistas es tan básico como poco llamativo: la lesbiana que no encuentra su gran amor, la gordita que disimula su falta de autoestima con alcohol, la promiscua que no quiere comprometerse aunque está deseando tener a un hombre a su lado, la casada que no está feliz en su matrimonio y la secretamente enamorada de una de sus amigas. Los retos que se proponen dejan escapar sus verdaderas personalidades, aunque finalmente se revelará la razón por la que cada una de ellas ha desafiado a las otras. Y entre drogarse juntas y allanar la casa de Rigoberta Bandini, los personajes se envuelven en conversaciones cuya naturalidad resulta forzada por el esquematismo de sus diálogos, y en una banda sonora que es, como en casi todas las series modernas que se hacen en España, una playlist de los últimos éxitos de la música española para pijos. 

Hay que reconocer la empatía que proporcionan las actrices a la hora de interpretar a cada una de las amigas: Carol (María Rodríguez Soto), Sara (Itsaso Arana), Leo (Mariona Terés), Olga (Godeliv Van den Brandt) y Alma (Mónica Miranda) forman una pandilla que es creíble en sus interacciones y su extrovertida relación, aunque mantengan secretos entre ellas, y que resultan tan adorables en ocasiones como insoportables en otras. Pero sus diálogos hubieran necesitado ser pulidos con mayor precisión, condenados a un tono cursi en muchos momentos. Producida por Atípica Films, fundada en 2009 por José Antonio Félez y Cristina Sutherland que suele producir a directores como Daniel Sánchez Arévalo y Alberto Rodríguez,  Las de la última fila es una serie defectuosa que sin embargo encuentra un destello de brillantez en el Episodio 4, cuando las amigas asumen el reto de saldar cuentas pendientes y se dirigen a Béjar para reencontrarse con una antigua componente del grupo que dejó de asistir a sus encuentros. Precisamente es cuando la narración rompe con su propia estructura esquemática, cuando logra los mejores resultados. No es que este episodio esté exento del acartonamiento de la serie, pero la escena con Carmen Machi recuerda a los mejores tiempos de Almodóvar, y las torrijas se convierten para Las de la última fila en lo que fue el gazpacho para Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar, 1988). Si Daniel Sánchez Arévalo hubiera reducido la historia a este episodio, que funcionaría perfectamente como un cortometraje, nos hubiera ahorrado otros cinco más de sufrimiento.

Salvar al rey

Miniserie Documental | HBO Max | ★☆☆ 

Dirigida por Santi Acosta | Producida por Santi Botello, Álvaro García-Pelayo 

Ana Pastor se empeñaba en promocionar su serie documental Los Borbones: una familia real (Atresmedia, 2022) como la primera serie producida en España sobre la monarquía, unas declaraciones que, si fueran analizadas por su empresa de verificación Newtral, acabaría resultando una media verdad, porque hace algunos años el podcast XRey (The Story Lab España/Spotify, 2020-2021) ya realizó una investigación periodística muy interesante sobre la figura del rey Juan Carlos I. Pero sí es cierto que se ha adelantado a otros proyectos, como la nueva serie documental Salvar al rey (HBO Max, 2022), que la plataforma de Warner Bros. Discovery estrenó el 9 de septiembre sin apenas promoción previa, lo que parece indicar que su lanzamiento fue una decisión de última hora para aprovechar el tirón del interés informativo por las monarquías que ha supuesto el fallecimiento de la reina Isabel II de Inglaterra. El objetivo principal de esta serie de tres episodios de unos 50 minutos, es revelar las maquinaciones de los servicios secretos y los diferentes gobiernos españoles para tratar de mantener en secreto algunas de las aventuras amorosas y negocios ilícitos del rey Juan Carlos I, remontándose en el Episodio 1 a hechos pasados como la muerte accidental de su hermano o su posible complicidad en la trama del golpe de estado de 1981, hechos sobre los que no hay certezas absolutas, sino opiniones más o menos cualificadas. 

También se hace referencia al pacto de silencio sobre las actividades del rey que protagonizaron los medios de comunicación durante mucho tiempo, aunque curiosamente quienes hablan de falta de transparencia son algunos de los periodistas que participaron en ella, como Iñaki Gabilondo, Pedro J. Ramírez, José Antonio Zarzalejos o Juan Luis Galiacho, aunque en algún momento la rompieran por intereses empresariales. Hay pocas informaciones en este documental que no se conozcan, pero el interés principal de la serie no está en las cuestiones políticas sino en la información más relacionada con la prensa rosa. De hecho, algunas de las principales revelaciones provienen de las imágenes de archivo de la periodista Queca Campillo, una de las amantes del rey emérito, y determinadas grabaciones secretas realizadas por Bárbara Rey, otra de las mujeres que se relacionan con Juan Carlos I. Pero decepciona la escasa capacidad que tiene la serie para conseguir estos relatos de primera mano: ninguna de las mujeres nombradas participa directamente, y solo las vemos o escuchamos a través de entrevistas ya realizadas a otros medios de comunicación, especialmente en el caso de Bárbara Rey y Corinna Larsen. La primera ha firmado para protagonizar su propio documental, Una vida Bárbara (Atresmedia, 2023). Este amarillismo contrasta con la intención de dar a la serie un cierto tono de investigación periodística, pero sin poder evitar algunos tics de programas del corazón, como cuando se reúnen varios periodistas como Santiago García Abadillo y Rosa Villacastín para analizar algunos recortes de periódicos. Pero es una tendencia relativamente reciente de la plataforma HBO, habitualmente más centrada en documentales de interés político y social pero en los últimos años entregada a folletines como Allen v. Farrow (HBO, 2021) o House of Hammer (HBO Max, 2022). El director de la serie, Santi Acosta, es más conocido como presentador del programa Salsa rosa (Telecinco, 2002-2006), uno de los espacios del corazón pioneros en la televisión privada, mientras que el productor Álvaro García-Pelayo es hermano de la periodista del corazón Paloma García-Pelayo y ex-marido de la periodista Ángela Portero. Salvar al rey está producida por Campanilla Films, una empresa filial de Mandarina, productora participada por Mediaset, que ha producido series de ficción como Señoras del (h)AMPA (Telecinco/Prime Video, 2019-2021) y Todo lo otro (HBO Max, 2021). De esta forma, Salvar al rey acaba siendo una especie de reportaje rosa que explora poco los aspectos políticos y se detiene más en las infidelidades. 

Alma

Temporada 1 | Netflix | ★☆☆ 

Creada por Sergio G. Sánchez | Escrita por Sergio G. Sánchez, Teresa de Rosendo, Paul Pen 

Dirigida por Sergio G. Sánchez, Kike Maíllo

Resulta frustrante que en los últimos años la tendencia habitual en las producciones de misterio y terror que se realizan en España parezcan copias y aborden los mismos esquemas narrativos, que tienen que ver con las posesiones y los mundos sobrenaturales paralelos. Es cierto que en general es una temática que series como Dark (Netflix, 2017-2020) o Stranger things (Netflix, 2016-) han puesto de moda, pero que Feria: La luz más oscura (Netflix, 2022), 30 monedas (HBO Max, 2021-) y Alma (Netflix, 2022-) sigan caminos paralelos es preocupante para el nivel de creatividad. Si el aumento de la producción audiovisual gracias a la llegada de las plataformas streaming significa que se cuenten más historias similares, es que algo no se está haciendo bien. También es cierto que la entrada en la producción de estas empresas internacionales tiende a estandarizar las producciones, a establecer unos parámetros que encajen con un perfil amplio de espectadores. 

Alma (Netflix, 2022-), conocida en el mercado internacional como The girl in the mirror (La chica del espejo), supone también la primera serie escrita por Sergio G. Sánchez, guionista de las primeras películas de J.A. Bayona y director de la mediocre El secreto de Marrowbone (2017), un intento de dar el salto internacional que tenía como protagonista a Ana Taylor-Joy antes del éxito de Gambito de dama (Netflix, 2020). Pero quizás por la inexperiencia en la estructura narrativa de series, Sergio G. Sánchez ha construido la historia cometiendo el error habitual de hacer algo parecido a una película alargada, sin tener en cuenta la necesaria delimitación temporal y espacial de los episodios. O, lo que es lo mismo, ha llevado hasta los nueve capítulos una trama que podría haberse contado más adecuadamente en la mitad de tiempo, y que de hecho nació como una historia para un cortometraje. No se trata de que Alma no tenga un planteamiento atractivo, sino que está mal contada, muy mal interpretada y pésimamente dialogada. La historia comienza con un accidente de autobús en el que mueren varios jóvenes y que se revela como una estrategia de unas fuerzas sobrenaturales para capturar el alma de cinco de ellos para cumplir una profecía. La tan recurrente amnesia de la protagonista Alma (Mireia Oriol) permite dilatar la explicación hasta bien entrado el episodio Sombras (T1E4), ralentizando la trama de una forma innecesaria con subtramas que son poco interesantes. Si la historia toma fuerza en la segunda mitad no es porque esté construida como un crescendo, sino porque la primera parte es casi irrelevante. Incluso cuando utiliza un recurso narrativo que recuerda a A ghost story (David Lowery, 2017) en el episodio Umbrales (T1E7) la serie tiene dificultades para equilibrar sus elementos de misterio, usando la interacción entre el mundo sobrenatural y el mundo real de una forma arbitraria. Pero esto también está provocado por la intención del director y guionista de mezclar una trama de misterio con diferentes capas que se van desvelando, con un drama juvenil que prefiere seguir el camino de un romanticismo cursi en vez de desarrollar con mayor eficacia un apunte interesante sobre el proceso de duelo que acaba infrautilizado.  

En la dirección se alternan el propio Sergio G. Sánchez (1973, Oviedo) y Kike Maíllo (1975, Barcelona), director de ambiciosos proyectos como Eva (2011) e irregulares thrillers como Cosmética del enemigo (2020), y que ya fue director de segunda unidad en la película El secreto de Marrowbone. Es, precisamente, el trabajo de dirección el que impide que los jóvenes actores consigan hacer creíbles a sus personajes, con un problema añadido en unos diálogos inverosímiles, tan literarios como faltos de credibilidad, que actrices curtidas como Marta Belaustegui o Elena Irureta pueden solventar medianamente, pero que en actores menos experimentados como Álex Villazán o Claudia Roset resultan artificiales. En el aspecto positivo hay que mencionar el rodaje en Asturias, que ofrece un entorno natural espectacular lamentablemente no muy aprovechado en el cine español, demasiado obsesionado con las costas de Andalucía o la urbe de Barcelona. También destaca la banda sonora compuesta por Fernando Velázquez que, aunque utiliza recursos muy convencionales para este tipo de historias, apoya con solvencia las imágenes, a pesar de que a veces da la impresión de que el compositor se ha imaginado una serie más espectacular y ambiciosa de lo que Alma acaba siendo. La serie está producida por Sospecha Films, que nació de la unión entre Belén Atienza, habitual productora de las películas de J.A. Bayona, incluidos los tres episodios que ha dirigido para la serie El señor de los Anillos: Los anillos del poder (Prime Video, 2022-), Sandra Hermida, también colaboradora habitual del director catalán y productora de Rainbow (Paco León, 2022), y Jesús de la Vega, productor de la película Intruders (Juan Carlos Fresnadillo, 2011). Se trata del segundo proyecto realizado por Sospecha Films para Netflix, tras el estreno de la miniserie El inocente (Netflix, 2021). 

Tú no eres especial

Temporada 1 | Netflix | ★☆☆ 

Creada por Estíbaliz Burgaleta | Escrita por Estíbaliz Burgaleta, Sergio Granda, Alberto Grondona 

Dirigida por Laura M. Campos, Inma Torrente

De la serie producida por TV3 Las del hockey (Netflix, 2019-2020) han salido algunos nombres de jóvenes actrices que posteriormente se han destacado en nuevos proyectos. Es el caso de Mireia Oriol, la protagonista de Alma (Netflix, 2022-), pero también de Yasmina Drissi, que aparece en la segunda temporada de La Unidad (Movistar+, 2020-), Júlia Gilbert, a la que hemos visto en Ser o no ser (RTVE, 2022-) o Asia Ortega, que se incorporó al reboot de El Internado: Las cumbres (Prime Video, 2021-2023). También es el caso de Dèlia Brufau, que interpreta a Amaia, una joven que se ve obligada a abandonar Barcelona cuando su madre decide trasladarse a un pequeño pueblo navarro en la serie Tú no eres especial (Netflix, 2022-). Así que se puede decir que Las del hockey se ha convertido en una auténtica cantera para algunos de los nuevos rostros femeninos del audiovisual español. La creadora de esta historia protagonizada por adolescentes es Estíbaliz Burgaleta, que ya tenía experiencia en el retrato de la juventud como showrunner de Skam España (Movistar+, 2018-2020), una de las versiones internacionales que más se alejaba de la original noruega Skam (NRK, 2015-2017). La guionista, que es también tutora en el Master de Guión de Series en la ECAM, ha escrito recientemente Zorras (Atresmedia, 2023-), la adaptación de las novelas de Noemí Casquet. 

El personaje de Amaia (Dèlia Brufau) es retratado como una joven extrovertida que sin embargo guarda algunos complejos, y que debe defender en algunas ocasiones a su hermana pequeña (Hilary Yanela), la hija de la última pareja de su madre (Elia Galera), quien es objeto de algunas bromas por parte de sus compañeros por el color de su piel. Amaia aborda con naturalidad su proceso de adaptación al pueblo ficticio de Salavarría, al que representan las localidades navarras de Lekunberri y Leitza, y acaba formando parte del pequeño grupo de frikis del instituto, formado por Javi (Oskar de la Fuente), Lucía (Ainara Pérez) y Zhao (Jaime Wang), al que Javi describe como "el grupo del marica, la gorda, el oriental y la nueva". Y pronto descubrirá que su abuela era conocida en el pueblo por tener habilidades mágicas, era una especie de bruja que ayudaba a través del tarot a los habitantes de Salavarría. Amaia asume la herencia nigromántica de su abuela haciendo amarres y conjuros para algunos de sus compañeros de instituto, aunque no está claro si los resultados son fruto de sus poderes o de la casualidad. Aquí es donde la serie tiene un evidente paralelismo con las primeras temporadas de Sex education (Netflix, 2019-) de la que Tú no eres especial toma muchas ideas en cuanto a la relación de la protagonista con sus amigos y una cierta tensión con su madre, con la que adopta una actitud de rebeldía y de reproche por haberla llevado a un pueblo perdido en la montaña. 

Hay también un amor platónico en la figura de Asier (Gabriel Guevara), del que Amaia se enamora y utiliza algunas estrategias relacionadas con sus supuestos poderes para alejarle de su novia. La serie de seis episodios de media hora de duración construye los personajes con eficacia pero sin demasiada profundidad, habla de la sensación de sentirse extraño en un lugar y de las complicaciones emocionales de la adolescencia, y utiliza el elemento mágico para establecer una necesidad de adoptar un disfraz para encajar en la sociedad: "Tengo miedo porque si no echo las cartas, ¿quién voy a ser?", le dice Amaia a Javi en el episodio La fiesta no nos la va a joder nadie (T1E6). Dèlia Brufau, menos exagerada que en Las del hockey, construye bien su personaje a pesar de un elemento que pretende ser simpático y acaba siendo molesto, la voz de la conciencia de la propia Amaia que de hecho es la protagonista principal del episodio La voz cabrona (T1E3), pero su uso es demasiado constante y contribuye poco al desarrollo narrativo. Tú no eres especial es una serie agradable pero olvidable, con un guión co-escrito por Sergio Granda, del equipo de guionistas de Skam España, y Alberto Grondona, que trabajó con Estíbaliz Burgaleta en Las chicas del cable (Netflix, 2017-2020), que no tiene la habilidad cómica de Sex education ni la profundidad dramática de In my skin (Filmin, 2018-2022). La serie está producida por Oria Audiovisual, la productora fundada en 1999 por Montxo Armendáriz y Puy Oria, quien comenzó a trabajar en el cine como colaboradora de Elías Querejeta en la película Las cartas de Alou (Montxo Armendáriz, 1990), siendo nominada al Goya como Mejor Directora de Producción por Obaba (Montxo Armendáriz, 2005). 


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Dónde están disponibles las películas mencionadas: 

Los renglones torcidos de Dios se estrena en cines el 6 de octubre. 
Un año, una noche se estrena en cines el 21 de octubre. 
As bestas se estrena en cines el 11 de noviembre. 
Nacho se estrena en Lionsgate+ el 11 de diciembre.

El reino se puede ver en Prime Video.
El desconocido se puede ver en Disney+, HBO Max y Prime Video. 
MaixabelEl amor en su lugar se puede ver en Movistar+. 
La isla mínima se puede ver en Disney+, HBO Max, Movistar+, Netflix y Prime Video. 
El hombre de las mil caras, A través de mi ventana y Bird box se pueden ver en Netflix. 
La niña de tus ojos se puede ver en HBO Max y Netflix. 
Los años bárbaros, Azul oscuro casi negroLas cartas de Alou se pueden ver en FlixOlé.
La serpiente y el arco iris y Cosmética del enemigo se puede ver en Filmin. 
Buried se puede ver en Rakuten tv. 
No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas se puede ver en Disney+ y HBO Max.
Diecisiete, Mujeres al borde de un ataque de nervios y Rainbow se pueden ver en Netflix. 
El secreto de Marrowbone se puede ver en Disney+, HBO Max y Movistar+.
Obaba se puede ver en Filmin, FlixOlé, Netflix, y HBO Max.


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