12 septiembre, 2020

Mostra FIRE!!: La identidad


La plataforma Filmin da cobijo estas semanas a varios festivales de cine que todavía se encuentran con la incertidumbre de la pandemia del COVID-19. Entre ellos, vamos a hacer un seguimiento estos días a FIRE!!: Mostra Internacional de Cinema Gai i Lesbià de Barcelona, el primer festival de temática LGTBI+ en España, que se celebra desde el año 1995 con la organización a cargo de Casal Lambda, asociación sin ánimo de lucro que viene funcionando desde 1975. El Festival, que hasta 2009 se llamaba Mostra Lambda, cambió su nombre ese año por el de Mostra FIRE!!, tomando su nombre de una revista neoyorquina dirigida por el escritor negro y homosexual Richard Bruce Nugent, y que se convirtió en un símbolo de la represión. Después de publicar su primer número en 1926, donde exploraba temas como la homosexualidad, las relaciones interraciales o los prejuicios raciales, su sede fue incendiada, y la publicación desapareció. La historia de la revista FIRE! es narrada en la película Brother to brother (Rodney Evans, 2004).

La Mostra FIRE!! se celebra del 10 al 20 de septiembre y su programación se puede visionar gratuitamente en Filmin si se está abonado a la plataforma, o con un abono de 25 euros que incluye tres meses de suscripción. 

Inauguración

El festival se inauguró con la película C'est ça l'amour (Claire Burger, 2018), que recibió el Premio Feodora en la sección Venice Days de la Mostra de Venecia 2019, y que se centra en la transformación en la vida de un hombre cuando su mujer decide acabar con su relación tras veinte años, y él debe enfrentarse en solitario a la educación de sus dos hijas. El protagonista se ve inmerso en un estado de desorientación frente al mundo femenino que se le presenta delante, en muchos casos incomprensible para él: "No se me dan bien las mujeres", confiesa en un grupo de teatro al que asiste, en parte para sentirse acompañado, y en parte para seguir viendo a su ex-mujer. Lo interesante de la propuesta es que la directora debutante consigue construir un universo eminentemente femenino a través de la figura de un protagonista masculino. Y aunque puede resultar algo tópica esta descripción del hombre como un auténtico inútil cuando la mujer le deja solo frente a las tareas del hogar y la educación de las hijas, la descripción está realizada con sutileza y sensibilidad. 


En esta virtud tiene especial importancia el protagonista, el actor belga Bouli Lanners, que consigue crear un personaje con el que el espectador se siente identificado a pesar de su incapacidad para tomar el control de su vida. Es únicamente fuera de la realidad, sobre las tablas de un escenario de teatro, donde consigue transmitir sus sentimientos reales, sus inquietudes como marido fracasado y padre desorientado. Resulta llamativa también la relación con las dos hijas, especialmente la más pequeña, que comienza a descubrir su orientación sexual cuando se enamora de una compañera de clase. Pero, a pesar de sus logros como película, quizás no parece la más representativa sobre la comunidad LGTBI+ para ser la película de inauguración de la Mostra FIRE!!. 

Oficial: Largometrajes

Otra de las películas que forman parte de la Sección Oficial también tiene a un padre como protagonista. Se trata de la producción eslovaca Let there be light (Mark Škop, 2019), ganadora de una Mención Especial y el Premio al Mejor Actor en Karlovy Vary 2019, y presente en la programación del Atlàntida Film Fest 2020. En este caso, el padre (perfecta transformación emocional del actor Milan Ondrik), regresa a Alemania donde ha estado trabajando para encontrarse con un hogar en el que el caldo de cultivo del extremismo comienza a asentarse. Su actitud optimista empieza a oscurecerse cuando un joven se suicida debido a los abusos a los que es sometido por su condición de homosexual. Y su hijo mayor parece tener alguna relación con el maltrato. 


Resulta interesante el reflejo que muestra la película de una sociedad enferma, sometida a la ley del más fuerte, obsesionada con la tiranía de la guerra aunque no haya guerra. El padre esconde también, dentro de ese optimismo ennegrecido por la tragedia, una cierta adoración de la violencia, representada en su colección de armas de fuego. Es un poco pavoroso el retrato de la indiferencia, de la justificación de los daños colaterales, de la condenación del que no comulga con el despotismo. Y resulta llamativa la confrontación entre los dos padres, el del posible abusador y el de la víctima, que por otro lado parece más interesado en averiguar si su hijo era realmente gay. 

La directora filipina Isabel Sandoval ejerce como productora, guionista y protagonista de su tercera película, Lingua franca (Isabel Sandoval, 2019), que estuvo presente en los Venice Days de la Mostra de Venecia 2019. Se trata de su primera película producida en Estados Unidos y trata una historia semiautobiográfica sobre la experiencia de un persona transexual, inmigrante indocumentada, en Nueva York. La película ciertamente transmite con bastante eficacia ese sentimiento de angustia del inmigrante ilegal, perseguido, sometido a una caza aleatoria que un día le puede llevar a la cárcel y a la expulsión. En este sentido, la descripción de esta situación de desasosiego, y de las maniobras a las que deben hacer frente para conseguir una "green card", especialmente bajo una administración que los persigue, está descrita con gran realismo. 


El problema de la película es que, al margen de esta descripción precisa y acertada, no encuentra una historia central que  resulte lo suficientemente contundente como para que trascienda la mera intención denunciadora. La introducción del personaje masculino, el soporte emocional de la protagonista y, posiblemente, de su situación legal en el país, acaba siendo tópica y poco interesante. Aunque trata un tema que es importante, la película en su conjunto no encuentra el vehículo adecuado para ir más allá. 

Oficial: Documentales

Dentro de la programación de Sheffield Doc Fest, comentamos el documental Aconchego da tua mãe (Adam Golub, 2020), un trabajo solvente que tenía como protagonista a la activista brasileña Indianara Siqueira. Ella es también la protagonista de Indianara (Aude Chevalier-Beaumel, Marcelo Barbosa, 2019), que se presenta en la sección de Documentales de la Mostra FIRE!. Pero ambas películas son complementarias porque, mientras la primera ofrecía una visión más política sobre la situación en Brasil, la segunda plantea un retrato más íntimo, más cercano a la vida cotidiana de esta mujer que se comporta casi como una madre con la comunidad que forma Casa Nem, un edificio ocupado que acoge a gays, lesbianas y transexuales que trabajan en la calle. Indianara es la que representa a los que no están representados, ni siquiera en la comunidad LGTBI+ de Brasil, la que tiene que esperar al último turno de palabra para poder hablar, la que se siente traicionada por partidos de izquierda que en realidad no asumen la lucha contra la homofobia, y la que se siente amenazada por partidos de derecha formados por ex-torturadores y ex-militares de la época dictatorial que han alcanzado el poder gracias a un golpe de estado institucional. 


En este sentido, el documental es un acercamiento a una realidad general a través de una mirada íntima. La película comienza con un funeral, el de una activista asesinada, y a lo largo de ella también se produce el asesinato de una representante política que reivindicaba los derechos de la comunidad gay, lesbiana y transexual. Por eso el activismo de Indianara es importante, incluso peligroso, porque ella representa también a las trabajadoras del sexo en las calles de Río de Janeiro. Comentan los directores en los encuentros virtuales que se pueden ver en la web de la Mostra FIRE! que el rodaje duró dos años, acompañando las actividades de Indianara durante la época más controvertida de la política brasileña, que desembocó en la elección de Jair Bolsonaro como presidente. Un mazazo que es recibido también por la comunidad LGBTI+ como una amenaza directa, y que es mostrado en el documental con una pesadumbre absoluta. 

También se centra en el retrato de un transexual latinoamericano el documental Un hombre nuevo (Aldo Garay, 2015), que recibió el Premio Teddy Bear al Mejor Documental en el Festival de Berlín 2015 y que tiene como protagonista a Estefanía, nicaragüense de nacimiento que decidió abandonar a su familia y fue adoptada por otra familia en Uruguay, donde vivió toda su transformación de identidad. Estefanía trabaja como aparcacoches en un barrio de Montevideo y realmente, ya adulta, no tiene un hogar, sino que vive en refugios donde trata de encontrar una forma de subsistencia. El director uruguayo realizó el cortometraje documental Yo, la más tremendo (Aldo Garay, 1995), que tenía también como protagonista a Estefanía, por lo que en cierta manera Un hombre nuevo supone un reencuentro con el personaje ya en su madurez, con la perspectiva de años difíciles en los que la transexualidad era una maldición, un viaje que no solo supone una transformación personal sino también colectiva. 


Estefanía, sin embargo, a pesar de este objetivo logrado de ser mujer, aparece como una persona solitaria, que sigue manteniendo un cierto distanciamiento social. La parte central del documental se produce cuando ella decide regresar a Nicaragua para reencontrarse con la familia a la que abandonó, una familia religiosa, que no aceptaba su comportamiento, con un padre alcohólico y violento. Pero el reencuentro se produce de una forma amable, sin rencores, aunque siempre nos queda la duda de si la presencia de la cámara de alguna forma acaba suavizando esta aceptación que en algunos casos parece insincera (en el caso del hermano, por ejemplo). Lo más interesante, en todo caso, es ver cómo esta aparente aceptación de la condición como mujer de Estefanía esconde aún algo de incomprensión, sobre todo en el momento en el que ella visita la iglesia evangelista a la que acude su familia, y acepta ser sometida a un acto de exorcismo; o cuando ellos se refieren siempre a Estefanía con el género masculino. En este sentido, el documental encuentra en esta difícil relación entre religión, educación e identidad de género su mejor punto de interés. 

El mediometraje Now you are a woman (Alba Muñoz, 2019) ganó el Premio del Público al Mejor Documental en la Mostra FIRE! 2019, y vuelve a programarse en esta edición online. En todo caso, se trata de una película que es necesario ver porque plantea una realidad absolutamente terrorífica. La protagonista, Geral Hayo, es una activista lesbiana que vive en Kenia y que sufrió una violación múltiple organizada por su madre y su hermano para tratar de "curarla" de su lesbianismo. Resulta terrorífico escuchar el relato de su violación, pero al mismo tiempo conmovedor comprobar que el rencor no forma parte de su vocabulario, aunque la relación con su familia esté rota definitivamente. Y que ejerce su condición de madre lesbiana con orgullo, en un país en el que ser madre significa, sorprendentemente, eliminar el estigma de la homosexualidad. Now you are a woman es uno de esos documentales que demuestran por qué sigue siendo necesaria la reivindicación y la lucha, especialmente en países donde las mujeres lesbianas son ninguneadas incluso dentro de la propia comunidad LGBTI+, cuyos recursos están principalmente dedicados a la reivindicación de la homosexualidad masculina.  





Indianara se puede ver en Filmin y MUBI.



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