Nuestro repaso a la programación del Sheffield Documentary Festival se detiene en esta ocasión en los cortometrajes. Aunque algunos de ellos ya los hemos comentado, regresamos en esta penúltima crónica del festival al formato corto, presentando otros títulos que nos han parecido interesantes y la lista de los 10 mejores cortometrajes documentales de la programación de Sheffield.
La persecución por razones ideológicas está planteada en Away (Teeraphan Ngowjeenanan, 2019), que tiene como protagonista al escritor y activista tailandés Wat Wanlayangkool, que fue uno de los 400 personalidades que fueron convocadas por la Junta militar tras el golpe de estado encabezado por el general Prayuth Chan-ocha. Temiendo por su vida, el escritor decidió huir del país y vivir en la vecina Laos, donde se rodó el documental, mientras esperaba aún la respuesta de Francia a su petición de asilo. Se trata del perfil de un perseguido, la representación del acoso político de numerosos ciudadanos en sus países de origen. De tener una pequeña casa propia, Wat Wanlayangkool pasa a sobrevivir al lado de un río, donde se alimenta de los peces que pesca. En cierta manera, vemos a un hombre derrotado, que renuncia a su activismo para, simplemente tratar de sobrevivir. El documental nos muestra también, en la segunda parte, el lugar que abandonó el escritor, su casa tal como la dejó, los restos de una vida arrebatada. Es un documental sosegado, reflexivo, que nos hace pensar en la injusticia.
Away (Teeraphan Ngowjeenanan, 2019) |
Untold chaos (Giovanni Buccomino, 2020), que ha tenido su estreno mundial en Sheffield, nos introduce en las diferentes perspectivas en torno a la revolución de Libia que acabó con el asesinato de Gadafi y con una lucha de poder que todavía continúa, mientras los principales damnificados son los ciudadanos. De alguna manera se pone en duda la efectividad de una revolución que no es posible si no existe una estabilidad política que en el país parece inexistente. Mientras se van conformando gobiernos de apariencia democrática, en otras zonas del país un general mantiene la confrontación sin reconocer al gobierno. Es por tanto un escenario de guerra civil que se mantiene por intereses que posiblemente van más allá de las razones estrictamente políticas. El director italiano trata de ofrecer una visión variada del conflicto, dando voz a diferentes facciones, aunque el resultado acaba siendo, en lo narrativo, tan caótico como su propio título.
Diversos cortometrajes se acercan al retrato del artista entre los que forman parte de la programación de Sheffield. All the possibilities... Reflections on a painting by Vernon Pratt (Marsha Gordon, Louis Cherry, 2019) es un trabajo espléndido que presenta una de las obras más singulares del mundo del arte "All the possibilities of filling in sisteenths", del artista Vernon Pratt, un conjunto de 256 paneles en los que se presentan 65.536 cuadrados pintados de diferentes formas, que se completaron entre 1982 y 1986. La ingente obra se exhibió por primera y única vez en 2018 por el Gregg Museum of Art & Design de la Universidad de North Carolina. A través de entrevistas y de la representación animada de esta obra, con una espléndida música para batería compuesta e interpretada por Rich Holly para la muestra, se trata de una puerta de entrada al trabajo de Vernon Pratt, cuyas obras estaban creadas siguiendo fórmulas matemáticas. En sus 16 minutos se habla de arte y de números, de cómo la creación puede estar relacionada con la ciencia, y se nos muestra un collage vívido y fascinante de una obra singular.
All the possibilities... (Marsha Gordon, Louis Cherry, 2019) |
Por su parte, A cat is always female (Martina Meštrović, Tanja Vujasinović, 2019) es un perfil de la escultora croata Marija Ujević Galetović que nos muestra parte de su trabajo mientras escuchamos su voz en off hablando de cómo se inició en el mundo del arte y, sobre todo, de la dificultad de encontrar un espacio propio en un círculo artístico exclusivamente restringido a los hombres. Es una mirada feminista en torno al artista que quiere tener voz propia, y que en este caso consiguió, porque estamos hablando de una de las escultoras más importantes de su país. En Welcome to a bright white limbo (Cara Holmes, 2019), que ganó una Mención Especial en Tribeca Film Festival, la directora utiliza una pieza de danza, "Hope Hunt", creada e interpretada por la coreógrafa irlandesa Oona Doherty, una de las piezas más premiadas de su repertorio. El documental también utiliza la voz en off como reflejo de los pensamientos de la artista, en este caso describiendo su proceso de creación de esta obra, mientras vemos fragmentos de la pieza que Oona Doherty interpreta en las calles de Belfast. Como la propia "Hope Hunt", es un cortometraje que habla de los estereotipos y reflexiona sobre las definiciones de género, entre lo masculino y lo femenino.
También Irlanda es el escenario principal de Stop nineteen (Danielle Swindells, 2020), que nos acerca a algunos lugares en Belfast que fueron destacados espacios de resistencia durante el conflicto de Irlanda del Norte denominado The Trouble, desde los años sesenta hasta los noventa, y que ahora se han convertido en lugares de visita para turistas, rutas de lo que se denomina el "dark turism" (turismo oscuro), aquél que se centra en visitar espacios donde han tenido lugar conflictos violentos. El documental presenta la realidad (imágenes de archivo) y la invasión turística, los selfies de los visitantes que se hacen fotos en muros y paredes pintadas reconvertidas en atracción. Es un ejercicio parecido al que hemos visto en el largometraje Austerlitz (Sergey Loznitsa, 2016), que nos mostraba la representación turística de los campos de concentración nazis, y especialmente de Auschwitz. Y funciona con la misma efectividad, nos mueve a la reflexión sobre hasta qué punto es lícita esta banalización de la historia.
Stop nineteen (Danielle Swindells, 2020) |
Los directores, como ya comentamos en nuestro anterior post dedicado a Sheffield, a veces se convierten en protagonistas de sus propias historias. Lo vemos también en Back yard (Arlin Golden, 2019), breve cortometraje en el que la directora comparte esa sensación de dualidad que experimenta en el patio trasero de su nueva casa que es, al mismo tiempo, lugar de descanso, pero también de sorpresa cuando escucha continuamente gritos de un vecino que parece sufrir un evidente trastorno mental. Es un documental sencillo, pero también en cierto modo intrusivo, que no parece tomar demasiado en serio el problema real de las enfermedades mentales. Por su parte, en Outside (Danielle Arbid, 2020) la responsable de películas como Un homme perdu (2007) o Passion simple (2020) realiza una pieza breve rodada con su teléfono móvil durante el confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus. Desde el balcón de su casa en París, la directora graba a una joven que anda por las calles ajena a todo lo que sucede a su alrededor, y reflexiona sobre cómo sobrevivir en una sociedad que marca reglas constantemente.
Everyday greyness (Clara Kleininger, 2020) es un interesante mediometraje que tiene como protagonista a una joven polaca que vive la etapa posterior a su proceso de desintoxicación en una residencia que gestiona una ONG. Esta etapa tiene esos momentos de continuos "días grises" en los que en un minuto la tentación puede volver. Es una vida al mismo tiempo esperanzada pero también pendiente siempre de una posible recaída, una especie de camino por la cuerda floja constante. Esta etapa es la que la mantiene aún en el centro de desintoxicación antes de poder vivir definitivamente fuera de él. A través de otras entrevistas con algunos miembros de esta residencia que se encuentran en fases previas, conseguimos entender un cierto sentimiento de desasosiego, que tiene también algo de melancolía, de mirada a un futuro que resulta incierto.
Everyday greyness (Clara Kleininger, 2020) |
La sencillez es la principal virtud de Breadline (Carol Salter, 2020), que en solo nueve minutos nos presenta a un personaje que se nos hace absolutamente afectuoso: Dave, un hombre de setenta y ocho años que trabaja como voluntario en un banco de alimentos, y que muestra un trato amable con las personas sin recursos que acuden a buscar pan y comida para varios días. Es una representación sutil de Gran Bretaña, una sociedad en la que, como en muchos otros lugares, la separación entre pobres y ricos es cada vez mayor. En Isle of us (Laura Wadha, 2020) también se habla de la amabilidad de las personas por encima de los estados. El protagonista es Mounzer, un refugiado sirio que junto a su familia fue reubicado por las Naciones Unidas en pequeñas poblaciones de Escocia, y concretamente en la isla de Bute, situada en el fiordo de Clyde. Él ha montado un negocio de peluquería en el que la mayor parte de sus clientes son personas mayores residentes en estos pequeños pueblos en los que, curiosamente, la mayor parte de los jóvenes deciden abandonar para trasladarse al interior, donde encontrar mejores oportunidades laborales. Mounzer habla de la buena acogida que ha recibido, de la nueva vida en un lugar en el que puede disfrutar de paz, pero también de los recuerdos de su país antes de la guerra civil. Es un hermoso retrato de la inmigración y la generosidad sin contrapartidas.
Isle of us (Laura Wadha, 2020) |
Por último, en This means more (Nicolas Gourault, 2019), el director francés utiliza animaciones por ordenador para contar un hecho dramático que ocurrió en Sheffield durante un partido de fútbol en el estadio de Hillsborough en 1989, y que marcó un drástico cambio en la forma de concebir las gradas para los aficionados. La recreación de multitudes en el ordenador nos permiten entender cómo pudo producirse una avalancha que mató a varias personas, en un momento en el que no existían los asientos en las gradas. A partir de este hecho trágico se recomendó que los estadios solo tuvieran espacios para asientos, lo que también provocó un encarecimiento de los precios de las entradas y un cambio en el perfil de los aficionados que acudían a los partidos. El director realiza un trabajo perfecto que nos introduce la información primero a través de las imágenes y después sobre las voces en off, y que compone una visión compleja del mundo del fútbol.
LOS MEJORES CORTOMETRAJES DE SHEFFIELD DOC FEST
Stolen fish (Gosia Juszczal, 2020)
Volverte a ver (Carolina Corral, 2020)
All the possibilities... Reflections on a painting by Vernon Pratt (Marsha Gordon, Louis Cherry, 2019)
Lupita, que retiemble la tierra (Monica Wise Robles, 2020)
This means more (Nicolas Gourault, 2019)
Everyday greyness (Clara Kleininger, 2020)
Karabash (Ilya Komarov, 2019)
Uproar (Moe Najati, 2020)
Isle of us (Laura Wadha, 2020)
Galena (Ezzatollah Parvazeh, 2020)
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