Una vez más, Apple tv ha cancelado una serie anunciada, ahora la producción francesa Furtivo (Traqués) (Apple tv, 2025) que, en un caso de incompetencia flagrante, las herramientas de análisis de guión a través de IA que suelen utilizar las productoras y plataformas de streaming, no consiguieron detectar que tenía muchas similitudes con una obra previa, el libro Shoot (1974) del escritor Douglas Fairbairn (1927, Nueva York-1997, Miami), ya adaptado al cine en la película Disparo (Harvey Hart, 1976). Aunque será en un juicio donde se tendrá que dilucidar si se trata de un plagio, ambas son historias sobre dos grupos de cazadores enfrentados en un bosque, y desde la sinopsis ya se detectan similitudes, por lo que la responsabilidad de este error se encuentra tanto en la productora francesa Gaumont como en la plataforma Apple tv. El caso fue destapado por el periodista francés Clément Garin, quien reveló que fue tras el lanzamiento del trailer de la serie cuando los equipos de Apple tv y Gaumont detectaron los parecidos. Pero lo cierto es que el primer episodio de la serie Furtivo, Shot on sight (Disparo a la vista) (T1E1) es prácticamente igual que el primer acto de la película Disparo, y a lo largo de los seis episodios hay numerosas similitudes y un desenlace idéntico, aunque se introducen tramas que no están en la historia original. Mientras Gaumont y Apple tv negocian un acuerdo de compra retroactiva con los herederos de Douglas Fairbairn, según revelaba el periodista Clément Garin, esto no quiere decir que la serie se vaya a estrenar necesariamente, porque Apple suele ser muy protectora con su imagen y el estreno de Furtivo inmediatamente sería destacado por las acusaciones de plagio. Es la tercera serie terminada que la compañía cancela o pospone este año, tras detener el estreno del thriller The savant (Apple tv, 2025) para evitar que su trama de investigación en torno a grupos de odio fuera relacionada con el asesinato del extremista Charlie Kirk, y el retraso sin fecha de estreno de la tercera temporada de Teherán (Apple tv, 2020-), que este año se ha estrenado en Israel, debido a los conflictos con Palestina e Irán. Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.
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Prisoner 951Miniserie | BBC | Reino Unido 2025 | 4x60' ★★★★☆ Creada por Stephen ButchardDirigida por Philippa Lowthorpe
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Algunas historias de trascendencia en Reino Unido han pasado más desapercibidas en el ámbito internacional, y seguramente es el caso de la detención en 2016 de Nazanin Zaghari-Ratcliffe, una mujer con doble nacionalidad iraní y británica, que acabó siendo utilizada como rehén por parte de Irán para exigir el pago de una deuda histórica que tenía Gran Bretaña con ellos. Acusada falsamente de cargos relacionados con espionaje y conspiración para derrocar al régimen iraní, pasó un calvario de varios años cuando la detuvieron en el aeropuerto de Teherán en el mes de abril, durante un viaje en el que pretendía visitar a sus padres junto a su hija pequeña. La historia será contada por sus protagonistas, Nazanin Zaghari-Ratcliffe y su marido Richard Ratcliffe en un libro titulado
A yard of sky (2026) que en principio se había anunciado para su publicación en octubre de 2023, pero aún no ha salido a la luz. El proyecto, que incorpora algunas de las repercusiones que tuvo el caso la inacción del gobierno británico, se ha desarrollado en secreto bajo el título provisional
Love story hasta que hace unos meses BBC anunció los nombres de sus protagonistas: la actriz Narges Rashidi, protagonista del episodio más sorprendente de la última temporada de la serie
Gangs of London (SkyShowtime, 2020-) y el reconocido actor Joseph Fiennes. Lo más terrible que revela esta adaptación es que el caso de Nazanin no es un hecho aislado, sino que es una práctica habitual por parte de la Guardia Revolucionaria iraní, que utiliza la detención ilegal de ciudadanos que viven en el extranjero para realizar exigencias a los países en los que se han asentado. El guionista Stephen Butchard, que este año también ha estrenado la excelente
Los amos de la ciudad (Movistar Plus+, 2025) viene trabajando en el proyecto desde que Nazanin aún era prisionera, principalmente en colaboración con el marido de ella, y ha necesitado tres años de producción incluso después de la liberación de la protagonista. En 2016, durante uno de sus viajes a Irán, Nazanin (Narges Rashidi) es detenida en el aeropuerto de Teherán (todas las escenas que transcurren en Irán se rodaron en Grecia) y sometida a un juicio secreto en el que es condenada a cinco años de cárcel por espionaje, sin ninguna prueba. Mientras su marido Richard Ratcliffe (Joseph Fiennes) trata de conseguir que el Foreign Office reclame la liberación de Nazanin, poco a poco se revela que la detención puede estar relacionada con la reclamación de Irán de una deuda de 400 millones de libras por la compra de unos tanques a Gran Bretaña en los años setenta, que el gobierno británico nunca entregó. La justicia internacional dio la razón a Irán, pero no recibió el pago hasta el mismo día en que Nazanin y otro prisionero fueron puestos en libertad, aunque el gobierno de Gran Bretaña sigue negando hoy en día que las dos circunstancias estén relacionadas.
Prisoner 951 (BBC, 2025) es ese tipo de historias que provocan más indignación conforme se desarrollan, sobre todo por la incapacidad de los sucesivos responsables de la Oficina de Exteriores, no solo para resolver el problema de un ciudadano británico detenido ilegalmente, sino por sus intentos de mantener a Richard Ratcliffe fuera del escrutinio público. Quien sale peor parado es Boris Johnson, quien durante el período de encarcelamiento fue Ministro de Relaciones Exteriores y posteriormente Primer Ministro, pronunciando una frase en el Parlamento sobre las actividades de Nazanin que pudo haberla puesto en peligro.
La excusa de la Guardia Revolucionaria iraní era el trabajo de Nazanin como directora de proyectos en la Fundación Thomson Reuters, que no estaba directamente relacionada con la agencia de noticias Reuters. Pero fue una excusa para acusarla de conspiración contra el régimen iraní y condenarla a cinco años de cárcel. Prisoner 951 cuenta la historia usando una estructura sencilla que se enfoca en los dos puntos de vista principales: la experiencia de Nazanin tras su detención, una aventura kafkiana en la que estuvo muchos meses en aislamiento sin saber de qué se la acusaba y posteriormente enviada a la Prisión de Evin en Teherán, donde encontró la solidaridad de sus compañeras de cárcel, entre ellas Narges Mohammadi (Melika Foroutan), activista a favor de los derechos de las mujeres iraníes que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2023. El otro foco está en Richard Ratcliffe y su campaña pública para dar a conocer la situación de su esposa, al mismo tiempo que las autoridades británicas le recomendaban que mantuviera un perfil bajo para no entorpecer las negociaciones. Cada episodio se desarrolla en diferentes momentos: los acontecimientos que rodearon a la detención de Nazanin, los días posteriores con la celebración del juicio y la condena, meses después en la prisión de Evin y en el último episodio las repercusiones de la pandemia del Covid, que provocó la liberación de 10.000 prisioneros de las cárceles iraníes, mientras la condena de Nazanin era conmutada por arresto domiciliario en casa de sus padres. La única figura que se evita representar con un actor es la de Boris Johnson, del que incluso se introduce un comentario jocoso por parte de una de las prisioneras cuando aparece en televisión. Esto refuerza el patetismo de su ineptitud como político, mientras el rostro de la última de los cinco Secretarios de Estado para las Relaciones Exteriores que pasaron por el cargo, Liz Truss (Vivienne Gibbs), refleja una incapacidad casi infantil cuando Richard Ratcliffe le tiene que recordar que "mi esposa no es una prisionera, es una ciudadana británica que está siendo usada como una moneda de cambio". La serie subraya los continuos cambios políticos en Gran Bretaña para mostrarlo como un país incapaz de enfrentarse a problemas internacionales dada la inestabilidad. La directora Philippa Lowthorpe, que ya trabajó con Stephen Butchard en la miniserie Five daughters (BBC, 2011), se apoya en planos fijos durante las comparecencias de Nazanin ante la justicia iraní, para reflejar el estatismo autoritario, mientras toma influencias de thrillers de los setenta como El último testigo (Alan J. Pakula, 1974). Pero sobre todo construye un relato sobrecogedor de una madre a la que privan el derecho de estar con su hija Gabriella (Mana Sayyah y Ava Rose) durante seis años, mientras la propia niña es objeto de negociación entre las autoridades británicas e iraníes para que regrese a Gran Bretaña con su padre. Prisoner 951 se encuentra entre las miniseries de denuncia más relevantes de los últimos años, una historia que refleja la incapacidad de un país para afrontar la defensa de uno de sus ciudadanos.
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Film ClubTemporada 1 | BBC | Reino Unido 2025 | 6x30' ★★★★☆ Creada por Ralph Davis, Aimee Lou WoodDirigida por Catherine Morshead
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En los últimos años ha surgido una especie de subgénero, especialmente dentro de la comedia, que tiene como protagonistas a personajes que conviven con la salud mental, generalmente femeninos. En un cambio de paradigma interesante dentro de la representación de la salud mental, ésta se muestra como una característica con la que conviven los personajes pero que no necesariamente tiene que provocar restricciones dentro de sus entornos sociales, y se evita la estigmatización y la ridiculización de los personajes. Aunque incluso en las historias no centradas en este tema se detecta una "sobreabundancia de protagonistas afectados por algún trastorno de orden psicológico o psiquiátrico", como se indica en el libro Imaginarios de los trastornos mentales en las series (2020, Ed. Universitat Oberta de Catalunya), de los profesores Jorge Martínez-Lucena e Irene Cambra-Badii. Film Club (BBC Three, 2025) es una de esas series modestas pero con grandes personajes, una clásica comedia romántica en la que los protagonistas están enamorados pero prefieren mantenerse en una relación de amistad porque tienen miedo a sentir un posible rechazo y por tanto distorsionar la conexión especial que mantienen. Evie (Aimee Lou Wood) es una veinteañera que ha tenido hace unos meses un ataque de agorafobia y ha regresado a casa de su madre Suz (Suranne Jones), desde donde no es capaz de cruzar ni siquiera la calle de enfrente. Alí Evie ha trasladado el cine-club que suele organizar todos los viernes para ver películas clásicas, y que se ha convertido en una forma de enfocarse en la creatividad y de camino seguir pasando tiempo con su mejor amigo Noa (Nabhaan Rizwan). No se trata solo de ver películas, sino de convertir el garaje de la casa en un entorno que recuerda a los escenarios del título de la semana, y la obligación de que los invitados lleven disfraces relacionados con ella. Así que en algunos momentos vemos a Eevi vestida con un mono parecido al de Ripley en Alien. El octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) o a Noa conduciendo una bicicleta por las calles de Manchester vestido como el hombre de hojalata de El mago de Oz (Victor Fleming, George Cukor, Norman Taurog, 1939). Hay una singularidad en los personajes y las situaciones que se crean a su alrededor que hacen que Film Club sea diferente a otras comedias románticas. Como la familia disfuncional de Evie, encabezada por una madre glamourosa y excesiva que ha convertido al novio de su hija, Josh (Adam Long), en su principal confidente, en una relación suegra-nuero bastante peculiar, que sin embargo acabará marcada por la decepción cuando Suz descubre que la familia de Josh ni siquiera sabe que tiene novia. También su hermana Izzie (Liv Hill) y sus amigos de la universidad Dominic (Ralph Davis), Samantha (Fola Evans-Akingbola) y Kamran (Arian Nik), que sienten amor por Evie, pero no terminan de comprender sus rarezas y ansiedades, al menos no con la seguridad que tiene Noa. Y que se sienten obligados a asistir a las sesiones de cine-club, pero aprovechándolas sobre todo para beber y comer. El único vecino con el que Evie conversa es el adolescente Callum (Owen Cooper), que la llama Miss Havisham, como la solterona abandonada en el altar que sigue vestida de novia en Grandes esperanzas (1861, Ed. Alma). Con él tiene un estupendo diálogo sobre su crisis mental en el Episodio 5 (T1E5), mientras Callum confiesa que acaba de ser expulsado del colegio: "Por lo visto, te pueden expulsar si arrancas todos los urinarios de la pared solo por estar cabreado".
Cada episodio de Film Club es una inmersión en el microcosmos de la psicología de Evie, y cada película de la semana está elegida para expresar sus miedos y su estado de ánimo, desde la claustrofobia de Cadena perpetua (Frank Darabont, 1994) hasta el vértigo de enfrentarse a un mundo desconocido que representa el personaje de Dorothy en El mago de Oz. Pero todo cambia cuando Noa acepta un trabajo en Bristol que le alejará del mundo de Evie, y que distorsiona ese equilibrio que ella había conseguido controlar, al menos una vez por semana. La historia surgió durante el confinamiento, cuando la actriz Aimee Lou Wood se refugió en las películas y co-escribió junto a su compañero de estudios de teatro Ralph Davis, que interpreta a uno de los amigos de la protagonista, esta peculiar serie sobre refugiarse en uno mismo y tratar de encontrar una salida. Inspirándose en la agilidad de los diálogos de comedias románticas como Cuando Harry encontró a Sally (Rob Reiner, 1989) o dramas como Al filo de la noticia (James L. Brooks, 1987), las interacciones entre Evie y Noa son deliciosas, aunque también están marcadas por el dolor de la posible separación. Nabhaan Rizwan, que ha estrenado recientemente la estupenda segunda temporada de la surrealista comedia Juice (BBC, 2023-), creada por su hermano Mawaan Rizwan, aporta una melancolía a un personaje al que tampoco le resulta fácil relacionarse con su entorno, mientras que Suranne Jones, que ha estrenado este año una serie creada por ella misma, el irregular thriller Frauds (ITV, 2025-), está especialmente entrañable con un personaje de madre enérgica y extravagante, pero profundamente comprometida con su hija. A medida que se desarrolla la historia, sin embargo, parece más claro que las excentricidades de Suz pueden haber contribuido al miedo de Evie a cruzar el umbral de su casa. La serie pertenece a ese tipo de comedia romántica melancólica que ha ido surgiendo en los últimos años, pero no se utiliza una narrativa ni unos diálogos que pretendan resultar especialmente divertidos o ingeniosos, aunque se hagan continuas referencias a personajes y actores famosos. Film Club es una comedia en un sentido menos humorístico que encantador, una historia de personajes cuyo arco narrativo puede estar más o menos claro desde el principio, sin que haya grandes sorpresas en su camino. Y a veces puede parecer que abandona algunas subtramas sin terminar de desarrollarlas, pero en parte es una característica de la propia elección argumental, con una intención de no descifrar del todo a los personajes, igual que no se muestra un diagnóstico claro de lo que provocó en Evie esa crisis agorafóbica. Si se acepta esta sensación de que no todo tiene que ser explicado, Film Club acaba siendo una introducción deliciosa en un entorno excéntrico en el que los personajes simplemente pretenden encontrar su equilibrio.
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House of BellevueTemporada 1 | ZDF | Alemania 2025 | 6x45' ★★★☆☆ Creada por Kai S. PieckEscrita por Kai S. Pieck, Toby Chlosta, Laura Tamoj, Raquel Kishori Dukpa, Lamin Leroy Gibba
Dirigida por Gabriel B. Arrahnio, Kai S. Pieck, Toby Chlosta
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Esta semana se estrena en la televisión pública alemana House of Bellevue (ZDF, 2025) que se desarrolla en la comunidad house-ballroom de Berlín, siguiendo la extendida forma de baile que surgió en Estados Unidos en los años setenta, a través de estilos como el voguing, que imitaba de manera exagerada los movimientos de las modelos de pasarelas, como una forma de satirizar las construcciones de género y las clases sociales. Pero desde el siglo XIX, los miembros de la comunidad LGBTIQ+ clandestina de las grandes ciudades ya organizaban bailes de máscaras conocidos como "drags" en desafío a las leyes que prohibían a las personas usar ropa asociada con el sexo opuesto y en los que se celebraban competiciones y desfiles. Sin embargo, el house-ballroom también era un movimiento contracultural que rechazaba el predominio de artistas de raza blanca, creando una comunidad específicamente queer y negra, que reclamaba el derecho a la diversidad. En Alemania, algunos programas de éxito internacional como Ru Paul's Drag Race (WOW, 2009-) no han tenido mucho éxito, y de hecho la versión alemana solo tuvo una temporada frente a la permanencia de Drag Race España (atresplayer, 2021-), de la que acaba de concluir la emisión de su quinta temporada y ha renovado para una sexta. Aunque House of Bellevue no es una serie sobre drag queens, muchas de ellas forman parte de la comunidad house-ballroom, pero la historia tiene como protagonista a Emm (Rico-Jarret Boateng), un afro alemán bisexual de diecinueve años que se marcha de la pequeña población de Spremberg, en Brandeburgo, sin informar a sus padres adoptivos, para perseguir su sueño de ser bailarín en Berlín. Es un chico extrovertido que al salir del autobús es aplaudido por los viajeros, en una especie de visión idealizada del recibimiento en la capital alemana de un joven queer, pero lo cierto es que solo consigue una pequeña habitación destartalada que el matrimonio formado por Yvonne (Inga Wolff) y Rolf Keller (Daniel Krauss) le alquilan a un precio desorbitado. Emm conoce a la coreógrafa Lia Bellevue (Nora Henes), Madre de House of Kiki, y es acogido dentro de sus clases de house-ballroom. Pero una antigua colaboradora suya, TJ (Ilonka Petruschka), le advierte que Lia solo busca el éxito personal y que suele utilizar a sus alumnos para su propio beneficio, aunque ayuda al joven iraquí Mohammed (Kawian Paigal), al que llaman Mo, acompañándole en sus citas para obtener la condición de refugiado. Mientras tanto, Emm conoce a otros miembros de la comunidad queer berlinesa como Djamal (Abed Haddad), con el que termina compartiendo piso, o João (Robin Cadet), con el que tiene su primera experiencia sexual en Sex Siren (T1E5). A partir de un trabajo que no solamente se expresa desde la diversidad en la representación que propone en la pantalla, sino también con un equipo detrás de las cámaras igualmente diverso, House of Bellevue es una serie amable que trata de configurar la condición familiar de la comunidad queer que forma parte del house-ballroom. De hecho, el primer título de la serie iba a ser We are family, en referencia a la canción del grupo Sister Sledge de 1979. Aunque la letra de Nile Rodgers solo se refiere a la familia que forman las cuatro hermanas Sledge, se acabó convirtiendo en un himno de la comunidad LGBTIQ+ porque refleja el sentimiento de hermandad dentro de ella. El guionista y director transexual Toby Chlosta (1984, Alemania) menciona en las notas de prensa que "en una sala de guionistas formada con diversidad es más fácil trabajar porque hay que dar menos explicaciones que en espacios heteronormativos". Entre los guionistas que han colaborado se encuentra Lamin Leroy Gibba (1994, Alemania), creador y protagonista de la exitosa serie Black fruit (ZDF, 2024) que abordaba la interseccionalidad a través de la historia de dos amigos queer en Hamburgo.
Pero House of Bellevue también tiene algunos problemas precisamente por la forma en la que ha sido desarrollada. Surgida en 2017 después de que el creador y showrunner Kai S. Pieck (1962, Alemania) descubriera la escena del house-ballroom, cuando se convirtió en mentor de un refugiado de origen iraquí, algunas de las historias que se cuentan en la serie surgen de experiencias reales que han protagonizado algunos de los actores y actrices. Pero esta conexión con la realidad a veces provoca que se destaque cierta inexperiencia en las interpretaciones y surjan dinámicas forzadas entre unos personajes en los que quizás no se termina de profundizar desde la elaboración de un arco narrativo claro. Sin embargo, también hay una intención de arriesgar y de romper algunos de los clichés de la ficción alemana: Emm, por ejemplo, es un joven de padre africano, bisexual, negro y de Alemania del Este, una combinación que generalmente es difícil encontrar en un país en el que se suelen elaborar personajes muy específicos y restringidos: si un personaje proviene de la zona Este, generalmente suele ser blanco y heterosexual. Y la serie logra expresar adecuadamente el contraste entre la alegría y el colorido de los bailes como una superficie que acaba siendo una liberación respecto a las experiencias personales de sus protagonistas, que se enfrentan a la discriminación, el abuso y un cierto aislamiento de una sociedad que parece oponerse cada vez más a la diversidad, como si se tratara de una amenaza, y también a la violencia. En el episodio Face (T1E2), un grupo de jóvenes agrede a Jay (Lie Ning) en el metro, pero la policía lo descarta como violencia de odio y lo considera simplemente una riña callejera. Aunque muchas veces los diálogos puedan sonar algo vacíos y superficiales, hay una pretensión muy loable de desafiar los estereotipos de los personajes que suelen aparecer en las ficciones de contenido LGBTIQ+, e incluso se apunta sin ningún problema el uso de la homosexualidad como una forma de acceder más fácilmente a medidas de protección social: el joven iraquí Mo confiesa que en realidad no es gay, pero que ha utilizado esta narrativa para legalizar su residencia en Alemania. El subtexto de la serie plantea que la diversidad es una expresión de libertad creativa y personal, y refleja una solidaridad que sin embargo está representada en personas que solo necesitan asumir sus identidades sin tener miedo a la discriminación y al odio. Los bailes que se representan han sido coreografiados por Etay Gülay, parte integral de la escena house-ballroom en Berlín durante más de una década, quien también imparte talleres de voguing a nivel internacional.
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Raul Seixas: Eu souMiniserie | Globoplay | Brasil 2025 | 8x45' ★★★★☆ Creada por Paulo Morelli | Escrita por Dennis Nielsen, Lívia Gaudencio, Marcelo MontenegroDirigida por Paulo Morelli, Pedro Morelli Séries Mania '25: Panorama Internacional
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La primera serie brasileña que compitió en el festival Séries Mania en la pasada edición fue esta ambiciosa producción de Globoplay que traslada la efervescencia del rock de los años setenta en Brasil a través de la figura de uno de sus principales representantes. Raul Seixas (1945-1989, Brasil) se convirtió en uno de los nombres más destacados de la revolución musical en los años de la dictadura, y muchas de sus canciones fueron escritas junto al joven escritor Paulo Coelho, subrayando el carácter poético y metafórico de sus letras. El propio Paulo Coelho, quien reside en Suiza desde hace años, afirmó en una entrevista reciente que Raul Seixas: Eu sou (Globoplay, 2025) cuenta la historia con bastante fidelidad a la realidad que él vivió junto al músico: "Cuando terminé de verla, me sentí emocionado, me puse a llorar, porque es muy fidedigna" (Rolling Stone Brasil, 25/7/2025). Creada y dirigida por Paulo Morelli y su hijo Pedro Morelli, esta producción se acerca a la trayectoria del compositor y cantante desde una mirada a veces surrealista, representando sus pensamientos y su experiencia emocional a través de escenas oníricas y juegos de puesta en escena que tratan de capturar el mundo interior del artista. Como al comienzo del episodio Let me sing (T1E1), cuando en 1982 fue confundido con un impostor de sí mismo durante un concierto en el que apareció en escena borracho y el público le echó del escenario, creyendo que no era él. A partir de ese momento, la historia retrocede hasta algunos apuntes de su juventud, para mostrar sus primeros años como músico, cuando Raul Seixas (Ravel Andrade) abandona su ciudad natal de Salvador de Bahia, junto a su novia Edith Wisner (Amanda Grimaldi) y se marcha a Río de Janeiro para probar suerte, comenzando a trabajar como productor musical en CBS. La narración salta en el tiempo constantemente, desde la niñez en la que imagina la figura de Don Quijote como una aprobación de su imaginación poética, hasta sus intentos fallidos de iniciarse en la música con su banda Os Panteras. Una secuencia de su niñez mezcla las dos influencias musicales del compositor, cuando en su casa se escucha música brasileña tradicional y en el patio de un vecino hay una fiesta en la que suena "Blue suede shoes" de Carl Perkins, fusionándose ambas. El título del episodio hace referencia a la canción "Let me sing, let me sing" con la que triunfó en el Festival Internacional de la Canción en 1972, de la mano del productor Marco Mazzola (Antônio Carrara), dando comienzo a su popular carrera musical. A partir de entonces, consigue un contrato con Philips para publicar un disco y empieza su colaboración con el joven poeta Paulo Coelho (João Pedro Zappa), cuya asociación creativa se muestra desde Mosca na sopa (T1E2), llena de referencias poéticas: "Paulo Coelho y yo nos conocimos en una playa, observando un platillo volante. Fue una cosa mágica, algo verdaderamente predestinado", dice Raul Seixas en una rueda de prensa. En comparación con el otro biopic musical brasileño estrenado este año, Sangre latina: La balada de Ney Matogrosso (Esmir Filho, 2025), la película consigue ser más precisa en la crónica de otro artista que cambió el panorama musical en Brasil durante los años setenta.
De hecho, Raul Seixas: Eu sou ha recibido críticas mixtas en Brasil, generalmente positivas pero también algunos comentarios contrarios, como la revista Rolling Stone Brasil, que la calificó de "lenta, defectuosa y caricaturizada". Es cierto que hay algunos elementos de representación de los personajes que se sienten falsos, especialmente en el caso de Paulo Coelho, pero hay un tono de teatralidad en la puesta en escena, en la que una habitación en la que componen ambos se convierte en una playa de arena, que refleja esa realidad paralela en la que vivieron ambos durante sus colaboraciones, mezclando los pensamientos de los personajes con la realidad. También contribuye un montaje dinámico que desestructura la narrativa para ofrecer pinceladas de diferentes épocas mientras se desarrolla la historia cronológica. Raul Seixas era un personaje complejo cuya obra combinaba rock, baião, ocultismo, crítica social, humor y poesía con naturalidad, incluso en una época en la que esto parecía extraño. Y esa complejidad se transmite a través de sus relaciones personales, especialmente con su esposa Edith, con la que tuvo una relación intermitente, y también de su contacto con la dictadura. El episodio Sociedade Alternativa (T1E4) toma su título de una canción escrita por Paulo Coelho y Raul Seixas que despierta la atención de la policía, donde ambos acuden para ser interrogados. Publicada en su álbum Gita (1974, Polygram), "Sociedade Alternativa" se convirtió en un himno generacional que propugnaba otro tipo de sociedad más libre ("aquellos que carecen de un presente deben conformarse con el futuro") y que Bruce Springsteen interpretó como homenaje a Raul Seixas en su espectacular concierto de Rock in Rio en 2013. Pero acabó censurada por el gobierno militar presidido por Ernesto Geisel. Aunque el relato se descompone en fragmentos, mantiene una cierta linealidad en su estructura central, destacando en As profecias (T1E5), cómo la publicación del álbum Gita acabó rodeando a Raul Seixas de una cierta envoltura de misticismo que casi le convierten a los ojos de muchos admiradores en una especie de profeta, sobre todo cuando se convierte en un éxito un videoclip que utiliza estos elementos místicos: "Queremos jugar con estos símbolos antiguos, con este tema místico, con este platillo volador". Pero esto también contribuye a su distanciamiento de Paulo Coelho. Hay una doble perspectiva de la vida del artista desde su faceta como músico y desde su realidad como esposo/padre, pero a Raul Seixas: Eu sou quizás le falta algo de contexto y profundidad. Sin embargo, es una miniserie bien construida que resalta la progresiva excentricidad del protagonista, envuelta en el alcoholismo que le provocó la muerte, que está capturada con fortaleza por una interpretación entregada del actor Ravel Andrade, quien también interpreta las canciones, como "Metamorfose ambulante" que incluyó en su álbum Krig-ha, bandolo! (1973, Polygram), a la que vuelve la serie en varias ocasiones. A la ruptura con Paulo Coelho le sigue su colaboración con Cláudio Roberto que desemboca en éxitos como "Maluco beleza" de su álbum O dia que em terra parou (1977, Warner Music). Pero el episodio Tente otra vez (T1E7) refleja las crisis médicas que va sufriendo Raul Seixa en la última etapa de su vida, que desembocan en el concierto con el que empieza la serie. El estilo visual en estos episodios de alucinaciones, puede resultar excesivamente recargado, pero también es emocionalmente potente cuando en Eu nasci há 10 mil anos atrás (T1E8) se refleja el legado de un músico que cambió la historia del rock en Brasil, con un entierro tan surrealista como su propia vida, en un país que había dejado atrás la dictadura y había recuperado la esperanza de una "sociedad alternativa".
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The American RevolutionDocuserie | PBS | Estados Unidos 2025 | 6x120' ★★★★☆ Escrito por Geoffrey C. WardDirigida por Ken Burns, Sarah Botstein, David SchmidtCritic's Choice Documentary Awards '25: Mejor Documental Histórico
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Las televisiones públicas norteamericanas NPR y PBS se encuentran bajo el ataque de la Casa Blanca por no estar en consonancia con la ideología de Donald Trump y, sobre todo en el caso de la segunda, por negarse a adoptar el revisionismo histórico supremacista que el nuevo gobierno ha impuesto en los centros públicos que recogen la memoria histórica. Al suprimir drásticamente el apoyo financiero del Congreso se pretende coartar la libertad de expresión y chantajear a los responsables de las cadenas para que se sitúen en la línea de pensamiento de la administración. La eliminación de una financiación de 1.100 millones de dólares para la Corporación para la Radiodifusión Pública a principios de este año ha afectado gravemente a las estaciones de radio y televisión, especialmente en las zonas rurales. Pero PBS sigue funcionando gracias a la financiación privada que surge de iniciativas como la subasta que llevó a cabo hace una semana el presentador John Oliver en su late night, con la que consiguió que se vendiera un cuadro de Bob Ross por un millón y medio de dólares para la televisión pública. Uno de los cronistas más destacados de la historia de Estados Unidos es el cineasta Ken Burns (1953, Nueva York), quien a través de sus series documentales ha venido trazando una mirada equidistante y nada sospechosa de partidismos alrededor de la guerra civil y la fundación de los Estados Unidos. Y ha instaurado un modelo de docuserie que tiene elementos comunes: el actor Peter Coyote como narrador y la participación de estrellas de Hollywood leyendo textos históricos de personajes relevantes: Hemingway (PBS, 2021), Benjamin Franklin (PBS, 2022), la imprescindible The U.S. and the Holocaust (PBS, 2022) o la reciente Leonardo DaVinci (Movistar Plus+, 2024) son algunos ejemplos de sus excelentes aproximaciones biográficas e históricas. Su último proyecto no sabemos si es el más ambicioso de su larga trayectoria, pero se acerca: contar el enfrentamiento con las colonias británicas desde el que surgió la creación de los Estados Unidos, rompiendo algunas de las ideas preconcebidas, como afirma el historiador Alan Taylor en el episodio Un asilo para la humanidad (T1E2): "Creo que la principal idea equivocada sobre la revolución americana es que fue algo que unificó a los norteamericanos y que solo fue una guerra entre norteamericanos y británicos. Obviando la realidad de que fue una guerra civil entre norteamericanos". The American Revolution (PBS, 2025) es una crónica necesariamente densa pero absolutamente precisa que tiene una duración total de doce horas, dividida en seis episodios de dos horas cada uno, con las voces de Adam Arkin, Claire Danes, Tom Hanks, Matthew Rhys, Liev Schreiber, Meryl Streep, Paul Giamatti, Laura Linney, Ethan Hawke, Samuel L. Jackson, Edward Norton y los británicos Kenneth Branagh, Hugh Dancy, Damien Lewis, Tobias Menzies y Domhnall Gleeson, entre más de noventa actores. Esta obra conecta, como si fuera una precuela, con la docuserie que dio a conocer al director Ken Burns, la monumental The Civil War (PBS, 1990), que está considerada como la mejor aproximación a la guerra civil norteamericana, también de extensa duración, con nueve episodios de noventa minutos cada uno. Y que marcó un estilo que parte de una narración principal que se apoya en documentos históricos, fotografías y pinturas de las que se extraen detalles que pueden haber pasado desapercibidos. También introduce recreaciones de ficción, pero no para incorporar personajes, sino para subrayar las palabras con planos detalle de acciones anónimas, creando un ritmo menos dinámico de lo habitual, porque pretende reforzar el poder de la palabra y de las imágenes originales. Es decir, acudir a las fuentes sin más intermediarios que la participación de historiadores en las entrevistas, entre los que hay un especial cuidado en la aportación de distintos puntos de vista de expertos blancos, afroamericanos y nativos americanos.
Al comienzo del episodio Los tiempos que ponen a prueba el alma de los hombres (T1E3), la historiadora Maya Jasanoff comenta que: "La imagen que tenemos de la Revolución Americana es la de esos hombres con pelucas en salones de paneles de madera. Y eso refuerza la idea de la Revolución Americana como únicamente una lucha por los ideales. Creo que le hacemos un flaco favor a la Historia y a quienes la padecieron, si tratamos de ocultar la violencia bajo esa imágenes idealizadas de los Padres Fundadores firmando documentos en Filadelfia. Estados Unidos se fundó sobre la base de la violencia". El guionista principal de los documentales de Ken Burns, el historiador Geoffrey C. Ward (1940, Ohio), ganador de seis premios Emmy, estructura hábilmente una narración en la que se mezcla la perspectiva militar y política con la mirada personal, como la descripción minuciosa de las estrategias de ambos bandos en los principales enfrentamientos, desde las Campañas de Nueva York y Nueva Jersey hasta la batalla de Trenton (1776-1777), representada en el cuadro George Washington's crossing of the Delaware River (1851), pintado por Emanuel Leutze. Pero también hay relatos concretos de personajes que han quedado en un plano secundario, como Margaret Corbin, esposa de un artillero de Pensilvania que estaba presente en el campo de batalla cuando su marido recibió un disparo mortal. Ella tomó su lugar y mantuvo un ataque tan letal que se convirtió en el punto de mira de los hessianos (soldados alemanes que formaban parte del frente británico), provocándole heridas en la mandíbula y el pecho, y perdiendo la movilidad de su brazo izquierdo: "Tres años después se convirtió en la primera mujer en recibir una pensión permanente de invalidez, pero por la mitad del dinero que solían recibir los hombres", concluye el narrador Peter Coyote. Esta combinación entre el punto de vista general y el particular contribuye a un relato sólido que se remata con anécdotas y curiosidades. Es una especie de clase de Historia en la que el profesor no solo describe los acontecimientos, sino que aporta detalles más personales. George Washington (Josh Brolin) aparece como el principal protagonista del éxito de las estrategias militares de los llamados Patriotas, los colonos que se levantaron contra los británicos, pero se le desmitifica haciendo referencia a la posesión de esclavos, al igual que Thomas Jefferson (Jeff Daniels) o Benjamin Franklin (Mandy Patinkin), pero sobre todo a la especulación con tierras indígenas, ordenando la destrucción de las aldeas de los senecas y los cayuga, que apoyaban a los británicos. Según el historiador William Hogeland, "mantenía una concentración despiadada e intensa de sus propios intereses, lo que lo hace exactamente igual a cualquier otro miembro de su clase; simplemente se convirtió en George Washington". La Revolución Americana está rodeada de una mitificación idealizada que algunos historiadores rebaten, como Kathleen DuVal: "Pensamos en la revolución como una guerra contra el imperio. Pero rápidamente se convirtió en una guerra por el imperio. Uno de los objetivos de la Revolución Americana era controlar el valle de Ohio y el Sur. Eso es lo que los estadounidenses querían. El gobierno británico había impedido a los colonos establecerse en tierras indígenas. Por tanto, para los indios establecidos en esas zonas la Revolución Americana fue una guerra para proteger sus tierras de un enemigo al que ya conocían". Un conflicto que es conocido sobre todo como el foco de la independencia del opresor británico adquiere lecturas más complejas que se extienden hacia una batalla colonialista.
The American Revolution establece las bases de lo que en el siglo siguiente se convertiría en la Guerra de Secesión (1861-1865), describiendo los conflictos internos que conducirían a la ruptura. De esta forma, cuando en El alma de toda América (T1E5) se abordan los combates en Carolina del Sur, como el asedio de Charleston (1780), la batalla de Kings Mountain (1780) o la batalla de Hobkirk's Hill (1781), se menciona también que las bajas de una quinta parte de los combatientes del bando independentista se produjo debido a conflictos internos, además de a la confrontación entre patriotas y lealistas. También se apunta que, aunque en la mayor parted e os cuadros post-revolución se representa la bandera de las barras y estrellas, no existe constancia de que en esos combates se hubiera alzado alguna vez esa bandera, cuyo origen es incierto. El próximo año se cumple el 250 aniversario de la Declaración de Independencia, dentro del contexto de una sociedad norteamericana dividida y sometida al revisionismo histórico que se apoya en el llamado "Informe 1776", un documento elaborado en 2020, sin la participación de historiadores, durante el primer mandato de Donald Trump, en el que se minimiza la relevancia de la esclavitud y se establece una narrativa supremacista, que se ha tomado como base para las modificaciones realizadas en siete museos que considera que se han centrado en aspectos negativos como la colonización. La política de Donald Trump se coloca en línea con la reformulación de la memoria nacional que llevó a cabo Mao Zedong durante la Revolución Cultural en China: controlando cómo se enseña la historia, qué narrativas se promueven y qué perspectivas se eliminan de la conciencia pública. Por eso es relevante que una serie como The American Revolution establezca un relato histórico que no esté contaminado por las ideologías que tergiversan la Historia.
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Películas mencionadas (disponibles en la fecha de publicación):
El último testigo se puede ver en Filmin.
Alien, el octavo pasajero se puede ver en Disney+ y Movistar Plus+.
El mago de Oz se puede ver en HBO Max.
Cadena perpetua se puede ver en Movistar Plus+ y Netflix.
Cuando Harry encontró a Sally se puede ver en Filmin, Movistar Plus+ y Prime Video.
Sangre latina: La balada de Ney Matogrosso se puede ver en Netflix.
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