La última entrega de nuestro repaso a las mejores bandas sonoras de 2020 se dedica a las grabaciones editadas entre los meses de octubre y diciembre. Aunque en la primera mitad del año la edición discográfica se vio afectada por las medidas impuestas por el coronavirus, estas ediciones se han ido incrementando en los siguientes meses, y ciertamente esta última parte de 2020 nos ofrece algunos de los trabajos más interesantes. Aunque la ceremonia de los Oscar se ha retrasado hasta abril de 2021, algunos de los trabajos que comentamos en esta crónica suenan con fuerza para liderar la lista de candidatos.
Somos un blog dedicado al audiovisual en todos los sentidos. Hablamos de cine, televisión, videojuegos, teatro, música... Siempre desde una mirada abierta y la intención de descubrir a nuestros lectores nuevas perspectivas.
04 enero, 2021
Las mejores bandas sonoras de 2020 (Octubre-Diciembre)
El compositor regresa al mundo del cine de la mano de su compañera, Julie Taymor, con la que ha colaborado exclusivamente en los últimos años, ya sea para los escenarios o para el cine. Tras su paso por Sundance, la película ha tenido buenas críticas, y la banda sonora de Goldenthal es una incursión ecléctica en la trayectoria de la activista Gloria Steinem. Hay toques de funk para el personaje de Bette Midler en temas como "Bella's hat", pero sobre todo una referencia al sonido de Django Reinhardt en "Steinemite jukebox", y el uso de guitarras eclécticas en el tema principal, "The Greyhound". Quizás la composición que más se acerca al estilo que Elliot Goldenthal desplegó en sus anteriores trabajos para el cine es la tarantella "The witch's brew", que nos recuerda a su contundente sonido en Entrevista con el vampiro (Neil Jordan, 1994). Goldenthal vuelve a demostrar su especial talento con las cuerdas en otros temas de gran belleza como "Other side of the mountain" que desemboca en el majestuoso "We are people", incursión en los sonidos del estilo Americana del que es exponente Aaron Copland. Resulta satisfactorio poder disfrutar de nuevo del talento de Elliot Goldenthal, sobre todo teniendo en cuenta que su anterior trabajo para el cine, en la película Nosotros en la noche (Ritesh Batra, 2017), ni siquiera se ha editado.
22D Music 14 /10/2020
La compositora uruguaya es la encargada de poner música a una de las películas de animación más destacadas de 2020. Ganadora del Premio a la Mejor Película en Annecy, se centra en los años de infancia de Martha Jane y su banda sonora bucea en las sonoridades del western norteamericano, a través del uso de la guitarra, el violín y ese sonido característico del ronroco, instrumento de cuerda de Los Andes, que es uno de los reconocibles en las bandas sonoras de Gustavo Santaolalla, por ejemplo. En temas como "Becoming Calamity" esta mezcla de instrumentaciones y orquesta está perfectamente fusionado en una composición que es emocionante y que desarrolla el tema principal. La música de Florencia di Concilio discurre por las sonoridades del bluegrass, pero también bucea en tonos más oscuros, como en "The vein", introduciendo elementos electrónicos. Pero donde gana principalmente es en la conexión con la música andina a través de flautas y el ronroco que mencionábamos antes, como podemos escuchar en el tema "Calamity, Epilog", uno de los más contundentes de la banda sonora.
Varèse Sarabande 16/10/2020
Para su última película, el director Aaron Sorkin colabora por segunda vez con el británico Daniel Pemberton tras Molly's game (Aaron Sorkin, 2017) y el resultado es notable. La confianza de Sorkin en el músico se deja notar a través de las diferentes secuencias-montaje que tienen a la composición musical como eje central, y que vemos en fragmentos como "We're going to Chicago" o en "Take the Hill", con el uso de guitarras eléctricas y percusiones que tienen una cierta sonoridad jazzística. Los mejores logros, en todo caso, están en los temas que fusionan este ritmo con el uso de orquesta, en escenas de tensión como "The trial", o en ese magnífico "Blood in the streets" que se va desarrollando en diferentes tonalidades, hasta llegar a un crescendo que pone los vellos de punta. Tras algunos trabajos menos logrados, Daniel Pemberton recupera el pulso en una banda sonora que contribuye al ritmo trepidante y tenso de la película. Hay que hacer notar también las canciones interpretadas por Celeste, en temas como "Hear my voice", que también tienen una participación destacada en la historia.
22D Music
Digital: 21/10/2020 Vinilo: 13/11/2020
Las películas de animación este año destacan por sus excelentes bandas sonoras. Es el caso de esta película francesa que también pasó por el Festival de Annecy. El compositor francés crea una ecléctica banda sonora que suena a veces napolitana, a veces celta, pasando de una a otra pero manteniendo una coherencia formal. El "Générique debut" tiene algo de las composiciones de las películas de espadachines clásicas, de los sonidos de Korngold, pero matizadas con la introducción de instrumentos solistas como el ukelele. En otras creaciones, como en "Petite valse swing", introduce otros instrumentos como la flauta irlandesa y de percusión como el bodhrán, que también aporta esas sonoridades célticas que mencionábamos antes. Pero en otros pasajes, como "Dans la lande", la introducción del acordeón aporta un sonido más afrancesado. La utilización de la orquesta en algunas ocasiones añade un carácter épico a la banda sonora, como en "A l'abordage!", que es un tema eminentemente de acción.
Esta producción francesa es, básicamente, una historia de amistad entre una joven y un poni, que inician un viaje juntos cuando ella intenta salvarle del maltrato que sufre en un circo ambulante. Y la banda sonora del siempre interesante compositor Eric Neveux se detiene precisamente en esa relación de amistad, a través de temas melódicos que componen un hermoso trabajo, y que utiliza la guitarra como principal instrumento. En composiciones como "Les belles âmes" (hermosas almas), la conjunción de la guitarra con la orquesta conforma un diálogo que representa esta relación entre la joven y el animal, en su primer encuentro. El viaje comienza con "La route de l'Italie", que es un precioso tema en el que la guitarra toma absoluto protagonismo, hasta que al final se contextualiza esta relación de amistad con el paisaje, que se representa a través de la orquesta. Hay algunos temas de acción que se resuelven, de nuevo, con la introducción de la guitarra, pero en este caso eléctrica, como en "Les rapides". Lo que demuestra la coherencia de la construcción de una excelente banda sonora.
Este documental en torno al descubrimiento de avances importantes para el tratamiento del Alzheimer ha conseguido importantes reconocimientos en diversos festivales. El compositor británico Adam Peters ha realizado algunas bandas sonoras destacadas para documentales como Snowden (Oliver Stone, 2016) o Icarus (Bryan Fogel, 2017), y se encuentra cómodo en el género, no solo subrayando, sino proporcionando también una textura sonora de gran profundidad. Para Turning point (James Keach, 2018), el compositor crea una partitura en la que se mezclan los sonidos electrónicos con la incorporación de instrumentos como el piano, el violín o el arpa. Esta unión entre lo digital y lo orgánico representa bien el contraste entre la investigación científica (lo electrónico) y la exploración del cerebro (lo orgánico). Estos elementos siempre van unidos, porque están intrínsecamente relacionados. Así, surgen composiciones de textura melódica como "Evolution of chemistry" o el casi minimalista "The art of understanding", que utiliza las cuerdas y los instrumentos de viento. La banda sonora se hace más intimista cuando la experiencia personal de los entrevistados se revela, en el hermoso tema al piano "My mother's Alzheimer", y casi misterioso en "Drugs companies", pero acaba siendo vitalista en "We think it might work", con los pizzicatos introduciendo un mensaje de optimismo.
WaterTower Records 23/10/2020
Sin duda, este trabajo musical tiene el sello característico de su autor, que se refleja desde los primeros compases, "Witches are real", que nos presenta ya el tema principal a través de la introducción de los instrumentos de viento. Desde el comienzo, Alan Silvestri nos muestra el camino que va a seguir, y aunque es un camino que no aporta grandes novedades, dentro de su estilo es tremendamente efectivo. Destacan temas inolvidables como "Enter the witches", que está construido sobre una estructura perfecta, desde la presentación de los violines hasta la incorporación progresiva de los vientos que marcan ese carácter de misterio y brujería, o el tema que dedica a la Gran Bruja en "Grand High Witch". Funcionan especialmente bien, dentro de la experiencia y el talento que suele demostrar Alan Silvestri, los temas de acción, que se suceden sin solución de continuidad en la parte central de la banda sonora, destacando "A stolen key", que introduce el sonido de un reloj como elemento temporal. Y por supuesto es soberbia la suite final que nos ofrecen los "End Credits (The Witches)".
Schole 23/10/2020
Para la última película de la cineasta japonesa Naomi Kawase, el joven compositor Akira Kosemura ha creado una banda sonora intimista, que se sostiene principalmente en temas interpretados por el piano, pero incorporando otros instrumentos solistas como la guitarra y algunas sonoridades electrónicas. El tema principal, "True mothers", que escuchamos en diferentes variaciones, tiene un aire misterioso al comienzo, casi etéreo, que establece las bases de una partitura que se mueve principalmente en el terreno emocional de la historia, un drama que cuestiona el sentido de familia. La banda sonora no se corresponde exactamente con la partitura tal como suena en la película. El compositor ha elaborado para la edición discográfica una estructura diferente, en la que muestra una cohesión sonora que funciona al margen de su fusión con las imágenes. Una decisión que puede ser discutible pero que funciona como un trabajo independiente, una especie de representación musical del universo sonoro de la película. Casi podríamos considerarla más como una adaptación de la banda sonora, pero eso no elimina valor ni interés al trabajo realizado por el compositor Akira Kosemura.
22D Music 27/10/2020
Esta exploración de los orígenes argelinos de la directora Maïwenn cuenta con una íntima banda sonora del compositor británico que también bucea en algunas sonoridades africanas, a través de instrumentos característicos como el mondol, de la familia del laúd, en temas como "Le parc", de una gran belleza. El músico ha colaborado anteriormente con la directora francesa en sus películas anteriores, y en este caso realiza un trabajo más introspectivo, con creaciones de gran profundidad íntima como "Algérie", en la que la utilización de la orquesta ofrece una envoltura que arropa en cierta manera al instrumento principal. Se trata de una banda sonora de estructura sencilla, con dos temas principales sobre los que se desarrollan casi todas las composiciones, uno personal y el otro ligado a las raíces. La presencia del duduk, el oboe armenio, ofrece también sonoridades étnicas en composiciones como "Le livre", y hay también una presencia coral en creaciones más etéreas como "Le consulat".
Because Music 28/10/2020
Nicolas Maury es un actor francés que decidió dar el salto a la dirección con este primer largometraje seleccionado para la Sección Oficial del cancelado Festival de Cannes. La música corre a cargo del cantante Olivier Marguerit que desde 2016 lleva a cabo una carrera en solitario bajo el seudónimo "O", y que ha hecho algunas incursiones anteriores en la composición de música para películas. Su trabajo para Nicolas Maury es intimista, y de alguna forma tiene algunas referencias sonoras a Yann Tiersen, sobre todo en los temas que dedica al protagonista, como "Jérémie", en el que utiliza el piano como instrumento solista. Pero también destacan otras composiciones como "Motocross", que conectan con la música francesa de los años setenta y ochenta, especialmente con esa sonoridad de las películas de François Truffaut. Olivier Marguerit construye leit-motivs que están ligados a personajes concretos, pero que se forman como variaciones del tema del personaje principal, alrededor del cual circulan los demás. El propio Nicolas Maury, actor y director de la película, también interpreta la intimista canción "Garçon velous".
Deathbomb Arc 4/11/2020
Jonathan Snipes y David Rothbaum colaboraron juntos en la banda sonora de la película Trespassers (Orson Oblowitz, 2018). Ambos tienen en común un especial interés por los sonidos electrónicos, y sus trabajos juntos o en solitario se mueven con comodidad en este terreno. En el caso de Murder bury win (Michael Lovan, 2020) esta inclusión de los sintetizadores se acopla a una historia que tiene que ver con el desarrollo de un juego de rol que de alguna manera se hace realidad, y que introduce a tres amigos treintañeros en una comedia negra de misterio. El sonido evoca a las bandas sonoras de los años ochenta, especialmente en temas como "The game", pero es más interesante cuando introduce distorsiones que de alguna forma muestran también una distorsión de la realidad ("The pigs have arrived", "The phone call"). Se introducen también composiciones más ligeras y humorísticas, como "House rules", variación alegre del tema principal, y creaciones en las que cada uno de los compositores demuestran sus habilidades con el bajo y el clarinete, en un tema referencial a Michael Nyman como "Tweaking the difficulty". Es especialmente brillante el tema principal, "Determine starting player", que introduce como elemento principal algunas sonoridades vocales.
Air-Edel Records 6/11/2020
Aunque la edición de la banda sonora incluye solamente 14 minutos de música, lo cierto es que las composiciones de Alex Heffes para Regreso a Hope Gape (William Nicholson, 2019), un drama sobre la separación en la madurez, espléndidamente interpretado por Annette Bening, Bill Nighy y Josh O'Connor es de una belleza absorbente. El tema principal se sostiene sobre el piano, con la introducción de la flauta al comienzo, que evoca el magnífico paisaje de Sussex, con una sonoridad bucólica que en realidad pronto se manifiesta como falsa. El arpa dialoga con el piano en "Jamie's memory", dedicado a los recuerdos de una familia feliz, mientras que la soledad de la protagonista tras el abandono, "Grace alone", es de una nostalgia y una melancolía absolutas. La variación del tema principal en "I have been here before", que cierra el álbum, introduce algo de esperanza en el personaje, un aliento de vida que parece insondable, pero que se manifiesta con la aparición de la orquesta, que rodea al piano como una especie de liberación.
22D Music 12/11/2020
En su última colaboración con los responsables de El secreto de libro de Kells (Tomm Moore, Nora Twomey, 2009) y La canción del mar (Tomm Moore, 2014), el músico francés vuelve a ofrecer un trabajo emocionante, hermoso, que bucea en las sonoridades celtas, de nuevo con la colaboración del grupo Kila, que ya participó en las anteriores películas. La banda sonora se sostiene en varios leit-motifs que acompañan a los personajes principales: los que están dedicados a Mebh ("Mebh's tune") y Robyn (Robyn's tune"), las niñas protagonistas, introducen directamente las sonoridades celtas, y subrayan la conexión entre la tradición pagana y las percusiones con el escenario del bosque, el ambiente de los lobos en su libertad. Pero sobre todo destaca el tema que está conectado a la amistad entre las dos protagonistas en relación con el bosque, ese espacio de libertad donde pueden mostrar su identidad libremente. "Follow me", en este sentido, es un tema de gran belleza, una conversación entre el violín y el violonchelo que resulta emocionante. Es, básicamente, un apasionante tema de amor que culmina con la incorporación de otros instrumentos y de la voz solista, para conformar un sentimiento de comunidad.
Milan Records 13/11/2020
Aunque la película tiene una duración de dos horas, la banda sonora solamente alcanza los 23 minutos, lo cual puede hacerla no apta para las candidaturas de los Oscar. Pero se trata de un trabajo sutil, que aparece solo en los momentos precisos, dentro de una historia en la que los silencios son fundamentales. Los compositores crean una serie de temas que no definen a las protagonistas por separado, sino que están indisociablemente ligados a su relación. La música es la que une a los personajes desde un punto de vista emocional. La primera vez que suena es a los 25 minutos ("Fossiles"), que es también la primera vez que Charlotte y Mary salen juntas a la playa. Se trata de un hermoso tema básicamente interpretado por el piano, hasta que la aparición de las cuerdas establece un nexo de unión, más claro e íntimo en "Dig", cuando las dos protagonistas excavan juntas en el barro, casi como una representación de las raíces de su relación. En "Boat", la expresividad de la música se hace más abierta, en relación con una cierta pérdida de ese retraimiento de la protagonista. Es una banda sonora sutil, exquisita y hermosa.
Lakeshore Records 13/11/2020
Esta absurda revisión de los cuentos de Alicia en el país de las maravillas y Peter Pan, planteada como una especie de precuela, cuenta sin embargo con uno de los dos trabajos especialmente inspirados del compositor para 2020. La banda sonora de Érase una vez... (Brenda Chapman, 2020) es preciosista, bella en su contenido melódico y profunda en su descripción de los personajes. La música se estructura en base a dos temas principales, el de Peter y el de Alice, el primero más dinámico, conectado con las aventuras de piratas ("Opening/Peter's Theme"), mientras que el de Alice es más sosegado ("Alice Theme/Main Title"), pero habitualmente están unidos, como lo están los personajes, con el uso del piano y la flauta como instrumentos principales. En la película encontramos un predominio del tema de Peter en la primera parte, pero se cambia a un predominio del tema de Alice en la segunda parte. John Debney utiliza una banda irlandesa para representar a lo Niños Perdidos ("Lost boys"), una música más primitiva, más folclórica para definir la libertad absoluta, la conexión con la naturaleza y la imaginación. Y también usa instrumentos singulares como la armónica de cristal ("Mirror/Orphanage story") que, junto a la utilización de una voz soprano ("Thru the rabbit hole/Off to Neverland, Pt. 1") ofrece cierto aire de misterio y de magia. Es una banda sonora brillante, emocionante y épica.
OONA Soundtracks 13/11/2020
La colaboración entre la compositora noruega Rebecca Karijord y el músico sueco Jon Ekstrand es un retrato musical íntimo de la joven activista Greta Thunberg. El documental, que ofrece una mirada al entorno de la adolescente, también refleja su carácter introvertido. Y la música lo refleja perfectamente, porque se trata de una banda sonora que tiene un perfil más interiorizado, menos dinámico de lo que se pudiera intuir en un documental en torno al cambio climático. Así lo comprobamos en temas de gran fuerza emocional, casi minimalista, como "Grief", que es además el que suena en los Créditos finales, o "Depression", que utiliza la guitarra y el piano como un dúo de instrumentos que marcan la personalidad de la protagonista. La banda sonora se enmarca también en otros dos elementos temáticos: la voz de la naturaleza, en temas como "The wind", y la descripción del movimiento medioambiental en composiciones más dinámicas como "Fridays for Future", que se sostiene en un cuarteto de cuerdas. El trabajo conjunto de estos dos compositores crea una banda sonora que parte de lo personal para establecer un sonido más universal.
Globe Productions 13/11/2020
El compositor británico vive uno de sus mejores momentos creativos, con trabajos destacados como las dos temporadas de La materia oscura (HBO, 2019-). Y en esta banda sonora consigue quizás su mejor trabajo hasta la fecha, en una cadencia más intimista de lo habitual. Jungleland (Max Winkler, 2019) es una película protagonizada por dos hermanos, uno de ellos boxeador. Pero sobre todo la historia se construye sobre estados de ánimo, es una historia de supervivientes, de animales heridos. La banda sonora, por tanto, proviene del interior de los personajes, que se ven a sí mismos con orgullo a pesar de una vida que sólo les da golpes. Para esta descripción del pundonor, Lorne Balfe se sostiene en los instrumentos de viento para acercarse a la música de la corte del Renacimiento, como la de William Byrd, que introduce una lectura de los personajes atemporal y les da prestancia. Una banda de viento de madera y metales sostiene la descripción musical de los personajes, en temas como "It's fate". Pero el compositor también introduce una parte orquestal, con cuerdas que definen los momentos de boxeo, como en "Fight", que también tienen un cierto tono majestuoso. También en su encuentro con el antagonista hay un cierto tono lúgubre y triste, con predominio de oboes y clarinetes en el magnífico "Yates". Lorne Balfe en estado de gracia.
Digital 17/11/2020
Para esta producción canadiense, el joven compositor Jim McCarroll ha elaborado una partitura que es básicamente un homenaje a las producciones de detectives de los años sesenta. Con una trayectoria aún corta, el músico de Ontario ha trabajado en series de televisión principalmente, pero consigue en este largometraje sobre un detective que fue conocido por hacer algunas investigaciones cuando era niño, crear una banda sonora llena de sonoridades que nos son familiares. El primer tema, "Willowbrow then", ya es una declaración de intenciones, y se apuntan en él las referencias a la música de John Barry en su etapa "beat". La inclusión del bajo en "Abe's Theme" nos recuerda a algunas de las incursiones de Barry en las películas de James Bond. Pero Jay McCarrol logra dotarlas de una personalidad propia, alejándose de la simple imitación, y consigue una sonoridad muy particular, que apunta a la comedia y la intriga al mismo tiempo. Un buen ejemplo de esto en "Melody interview", que tiene esa cadencia jazzística, o temas de acción como "Origami". Es una banda sonora llena de matices que consigue imbuir al homenaje al pasado con la sonoridad del presente.
The Control Room
Digital: 20/11/2020 Vinilo: 29/1/2021
El compositor británico Michael Price es más conocido por sus colaboraciones con David Arnold para series de televisión como Sherlock (BBC, 2010-2017) y Dracula (Netflix, 2020). En esta película, que bucea en la depresión que sufre la protagonista, con una mirada que en algunos momentos recuerda al director Michel Gondry, el músico introduce un trabajo perfecto, unido principalmente a la psicología de la protagonista (una espléndida Sally Hawkins). Así, la banda sonora se mueve principalmente en dos caminos paralelos, que reflejan los estados de ánimo de la protagonista: una música suave, sosegada, con aires románticos, que se muestra en temas como "Eternal beauty", y una incursión en el lado oscuro de la depresión, que se presenta casi como una película de terror en composiciones como "Cannibals". También hay un tono romántico en la relación de la protagonista con un hombre que también sufre depresiones, que se refleja en temas como "Marry me". El compositor consigue equilibrar bien estas dos miradas interiores del personaje y logra pasajes de un romanticismo desbordante, como en "A walk and a wedding".
Silva Screen Records 23/11/2020
Para esta crónica mordaz en torno al mundo de la política, el británico ha escrito una espléndida banda sonora que tiene toques de jazz, pero al mismo tiempo una sinuosidad hipnótica. Los elementos son sencillos, apoyándose principalmente en el piano, el clarinete y el vibráfono, que van construyendo la personalidad de los protagonistas poco a poco. "Chess game shuffle", con el piano como principal protagonista, tiene esa cadencia seductora pero al mismo tiempo misteriosa del personaje al que interpreta Hugh Laurie. A veces el clarinete parece tener un cierto aire judío, como en "The comb", mientras que en "Running over deer" tiene una tonalidad más oscura, más tétrica. El jazz se desliza a través de las teclas del piano en "The game's play", teclas que se interpretan con cierta picardía, y en "Charmian pepper" el clarinete toma de nuevo el protagonismo, un tema que tiene algo de esa melancolía que también atraviesa al personaje. Aunque la serie se queda a medio camino en la presentación del juego de la política, el trabajo de Harry Escott es sobresaliente y es sin duda una de sus mejores composiciones.
MovieScore Media 25/11/2020
Esta serie belga de ciencia-ficción se desarrolla en un período de diez días en el que algunas personas descubren que son invisibles. La forma en la que cada uno de ellos se enfrenta a la invisibilidad, algunos usándola como venganza, otros aislándose, es el tema central de la serie. Eloi Ragot es un compositor francés al que conocemos de su trabajo para otra serie producida en Bélgica, La trêve (Netflix, 2016-). Aquí utiliza dos elementos principales, un quinteto de cuerdas, que se relaciona principalmente con el ambiente familiar y con personajes concretos, como en "Becoming invisible", que introduce el elemento de fantasía pero con un tono melancólico; y la música electrónica, que se dedica más a la ambientación de suspense, a la parte más oscura de la historia, como podemos escuchar en el siniestro "John Steel". Hay una sensación de repetición en las composiciones, una descripción de la historia que se desarrolla en círculos, que abraza los elementos realistas al mismo tiempo que introduce los de ciencia ficción. Este camino híbrido se manifiesta de forma clara en espléndidos temas como "Lawrence was right".
Lakeshore Records 4/12/2020
Siguiendo el camino marcado por su anterior banda sonora, Come away (Brenda Chapman, 2020), que comentamos más arriba, John Debney vuelve a crear una hermosa y colorista partitura llena de magia y de logrados pasajes melódicos. La referencia no es baladí, porque el director de La Navidad mágica de los Jangle (David E. Talbert, 2020) llamó a John Debney tras escuchar aquella banda sonora. La partitura comienza con un espléndido tema inicial ("By the fire with grandma/Jangle's and things") que nos sitúa en el ambiente de cuento, y que despliega ya el sonido intenso de la orquesta de noventa músicos, con coros que aquí tienen una textura de gospel. El problema es que, al tratarse de un musical, se da protagonismo a las canciones escritas por Philip Lawrence y Davy Nathan, no son demasiado interesantes. Así, predominan en la presentación de personajes, pero las introducciones de John Debney para personajes como el torero ("Don Juan comes to life") o la pretendienta ("Ms. Johnston"), con ese aire sureño, están más logradas que las canciones que los definen. Cuando se le da absoluta libertad a la música es cuando la partitura brilla, en las escenas animadas o en el primer encuentro con el robot ("Flying with Buddy"). Y es entonces cuando John Debney muestra su posición como un compositor de gran inspiración melódica.
The Null Corporation 4/12/2020
El director David Fincher pidió a los compositores que utilizaran principalmente instrumentos de los años cuarenta para conseguir una sonoridad cercana a la época (el sonido también se ha creado siguiendo la misma idea). De esta forma, Trent Reznor y Atticus Ross abandonan sus composiciones electrónicas para imbuirse de la música de los años cuarenta, con vientos de madera y cuerdas que consiguen su propósito, en temas como "All this time". Es una banda sonora, sin embargo, de toques eminentemente jazzísticos, con referencias a Count Basie en "A fool's paradise", utilizando el sonido de unas teclas de máquina de escribir, o en "Cowboys and Indians". La descripción del Hollywood de la época está mostrada con sonoridades de thriller, de cine negro lleno de intrigas, como en el tema inicial "Welcome to Victorville". Es quizás una banda sonora más interesada en la representación del ambiente que en la interiorización de los personajes, pero se trata de un ingente trabajo de 90 minutos que no solo crea atmósferas sino que se apoya en composiciones originales incluso para la música diegética.
Sony Classical 11/12/2020
En esta cuarta temporada de Fargo (FX, 2014-), el músico realiza un trabajo extraordinario que encaja con la grandilocuencia de esta historia de mafias. Jeff Russo es posiblemente uno de los mejores compositores para series de televisión, y aquí desarrolla una banda sonora que se apoya en algunos clásicos como el "Caravan" de Duke Ellington, en una extensa versión con la que comienza la temporada ("Open (Meet the families)"), una muestra del tono jazzístico que adoptará la envoltura musical de toda la temporada. Pero Jeff Russo, en esta historia que retrocede hasta los enfrentamientos de diferentes bandas mafiosas en los años 50, despliega una variada conjunción de composiciones que van desde el clásico ("The Spanish Italian") hasta el tono operístico, como en "Mayhem (Cannon)". La música juega un papel fundamental en esta épica de la violencia que se va construyendo lentamente, y Jeff Russo utiliza instrumentos solistas como el piano, en "Hands", que parece un homenaje a Ennio Morricone, los palillos en "Wood blocks" o la trompeta, muy presente en solos como "Trumpet for Lemuel". Además, utiliza coros masculinos para recrear standars como la canción navideña "El tamborilero" o el himno patriótico "Battle Hymn".
MovieScore Media 11/12/2020
Los créditos finales de este interesante documental incluyen una composición coral de Arvo Pärt, que es la principal referencia también de la música original. Iván Palomares construye un tema principal para el personaje de Unamuno que resulta reflexivo, pero también parece anticipar la tragedia que vivirá el escritor en sus últimos años. Usando el estilo de música tintinabular creado por Arvo Pärt, compuesto por dos voces que tienen un ritmo minimalista y pausado, Iván Palomares crea un sonido característico que surge de la grabación con varios pianos como la base del tema dedicado a Miguel de Unamuno. Para la investigación y el descubrimiento de la manipulación de los hechos históricos, el compositor usa un sonido de manecillas de un reloj que presenta una urgencia y un camino inevitable hacia la tragedia, pero también hacia el descubrimiento de la verdad en torno a los últimos días del escritor. Este recurso se hace más severo, más presente y contundente, más infortunado y angustioso en el tema final "December 31, 1936", fecha de la muerte de Miguel de Unamuno.
Lakeshore Records 11/12/2020
El joven compositor Alex Weston, conocido sobre todo por su trabajo en The farewell (Lulu Wang, 2019), se encarga de la música de este drama romántico que camina entre lo sobrenatural y la realidad, cuando una pareja sufre un accidente y a partir de ahí recorremos su trayectoria sentimental como una especie de recuerdo previo a la muerte. Esta relación está descrita principalmente a través del piano ("Narrative therapy I"), en un hermoso tema de reminiscencias románticas pero al mismo tiempo con cierta melancolía, porque se refiere a una pareja en proceso de desintegración. A partir del momento en el que la realidad se confunde con la memoria, y quizás con el anhelo, la música también se hace más etérea ("I'm not really here"), casi con reminiscencias de Jóhann Jóhannsson, compositor al que Alex Weston admira especialmente. Y también es cuando aparecen las cuerdas pero, al igual que en la narración se confunde la realidad con los recuerdos, en la música también hay una fusión entre instrumentos orgánicos y electrónicos, de forma que esa confusión también se traslada a la banda sonora ("Signs of life"). Las composiciones están unidas al personaje de Adrianne, el punto de vista que adopta la historia, y se desborda de forma emocional en "For better or worse", el momento de la eclosión de la realidad, dramática y dolorosa.
Warner Music 16/12/2020
Si hay algo que puede salvar a la mediocre secuela de Wonder woman (Patty Jenkins, 2017) es la partitura de Hans Zimmer, quizás el único de todo el equipo que asume la épica de la historia. Muy pendientes de este trabajo, después de la apática banda sonora de Rupert Gregson-Williams para la primera entrega, Hans Zimmer nos regala una de sus mejores composiciones, llena de grandes temas y un sonido espectacular. Desde la introducción del tema principal en el soberbio "Themyscira" hasta la creación de espléndidos temas de acción en "Games" o "1984". Hay una sensación en la película de querer (sin conseguirlo) imitar el estilo socarrón de Supermán (Richard Donner, 1978), por ejemplo en la construcción de un villano que pretende ser divertido y maléfico al mismo tiempo. En cierto modo, "Black gold", el tema de Max Lord, está conectado con el de "Lex Luthor's lair" de John Williams. También acierta Hans Zimmer en el romanticismo del tema de amor ("Wish we had more time") que luego se hace trágico en "Already gone". Esta es una de las referencias a Ennio Morricone en la partitura, como en lo coros de "Themyscira". Hans Zimmer consigue un banda sonora que eleva a intensidad de las secuencias más allá de lo que la directora consigue.
Walt Disney Records 18/12/2020
La segunda temporada de esta exitosa serie ha permitido al compositor expandir el trabajo musical que realizó para la primera. Y de alguna forma, debido a la decisión de los creadores de renunciar a cierta independencia, reforzando la conexión de la serie aún más con el universo Star Wars, también ha dado a Ludwig Goransson la ocasión para crear composiciones más clásicas, como ese magnífico "Open the door", que abraza la épica orquestal de John Williams. Aunque en general su trabajo para toda la temporada ha estado a la altura (incluso por encima) del que se realizó para la primera tanda de episodios, destacamos este segundo volumen porque es el que incluye más claramente esta evolución musical. Temas como "Activated" subrayan ese nuevo camino iniciado por el compositor, y conforme entramos en el episodio final, la música se va haciendo más orquestal, va estableciendo una conexión más profunda con la saga de las galaxias, concluyendo en ese trío de temas finales ("A friend", "Open the door" y "Come with me") que establecen ya el camino que seguirá la serie.
El compositor inglés Guy Farley firma la banda sonora de este melodrama histórico ruso que está producido por Nikita Mikhalkov y dirigido por el norteamericano Michael Lockshin. Esta historia de amor entre un joven proletario y la hija de un alto funcionario, tiene como trasfondo el San Petersburgo de principios del siglo XX. Una historia que además tiene elementos de aventura y drama histórico, que necesita de una música también contundente, con una fuerte base orquestal. Guy Farley realiza un trabajo notable, en el que encontramos pasajes épicos como "The Grand Bakery", la presentación de Matvey en el entorno de los canales congelados de la ciudad, que también le une con su amada Alice en otras composiciones como "Alice escapes". El tema de amor, muy hermoso, se sostiene sobre el "Clair de lune" de Debussy, y su influencia también está presente en el precioso tema de piano "Miss Jackson". Otro momento brillante es "Secrets and earrings", que tiene un aire aristocrático que nos hace recordar a las bandas sonoras de Richard Robbins para James Ivory. Guy Farley introduce instrumentos del folklore ruso como la balalaica (laúd de tres cuerdas muy popular), la domra (instrumento de cuerda bielorruso), el gusli (instrumento de una sola cuerda) o el bayán (acordeón ruso), un acordeón ruso, en temas relacionados con personajes gitanos como los magníficos "Ice gang" y "The sting". Estamos ante una banda sonora llena de matices, épica y romántica al mismo tiempo, que consolida a Guy Farley como uno de los mejores compositores del momento.
WaterTower Music 18/12/2020
Hay tan solo 20 minutos de música en una película que dura casi dos horas. Pero el trabajo de Thomas Newman es notable. Se sostiene sobre unas composiciones de jazz que rememoran los años 60, sobre todo con el uso del órgano Hammond B3, que tuvo su apogeo precisamente en las décadas de los 60-70. Un vals dedicado a la protagonista es el tema sobre el que gira buena parte de la banda sonora ("Waltz for Alice"), que está ligado a un cierto aire de despreocupación, en su primera aparición cuando el Queen Mary 2 zarpa del muelle hacia Southampton. Pero esta ligereza es solo superficial, porque los personajes esconden otros sentimientos. Lo interesante de la propuesta es que en cierto modo actúa en sentido contrario a lo habitual, no pretende capturar el interior de los personajes, sino su representación externa. La música actúa como una mirada lejana, sobre todo en las secuencias en las que hay una conversación pero no escuchamos los diálogos ("You always", "Southampton water"), excepto en algunos momentos íntimos en los que sí refleja emociones internas, pero en esos momentos se hace atonal, con sonoridades electrónicas disonantes ("Bees"). Es un trabajo a contracorriente, pero realmente certero.
Walt Disney Records 18/12/2020
La banda sonora de esta espléndida película de Pete Docter se mueve en dos terrenos diferentes. Por un lado, la música de jazz compuesta por Jon Batiste, que refleja el espíritu del personaje principal, y por otro lado las composiciones electrónicas de Trent Reznor y Atticus Ross para reflejar ese limbo entre el espacio y el tiempo en el que se mueven las almas. En su versión digital, ambas músicas se han editado unidas, pero en la versión de vinilo, se ha decidido separarlas en dos LP. Y ciertamente funciona mejor en la película la parte jazzística que la electrónica, porque aporta una mayor evolución en su conexión con los personajes, mientras que ésta resulta casi meramente ambiental. Por eso es justo reconocer el trabajo de Jon Batiste, aprovechando además su "liberación" de las composiciones de Reznor-Ross en la edición en vinilo. Las aportaciones del músico de Nueva Orleans no solo se ciñen a lo diegético, sino que aportan calidez al personaje principal. Las primeras introducciones musicales de Joe son con instrumentos solistas, el piano ("Born to play Reprise") y la batería, pero la música se expande cuando es invitado a la banda de Dorothea ("Collard greens and cornbread strut"). Y, cuando regresa a la Tierra, vuelve también la introducción con batería ("22's Gateway"), pero también una cierta musicalidad más sosegada ("Looking at life", "Fruit the vine"). Hay un regreso también al piano, pero que conecta con las almas, por lo que corresponde a Reznor-Ross. El trabajo de Jon Batiste es delicado y riguroso en su conexión con el personaje principal y con la descripción de la vida, de esos pequeños detalles que la hacen atractiva.
El pequeño vampiro se estrena en cines el 6 de enero.
El juicio de los 7 de Chicago, La Navidad mágica de los Jangle y Mank se pueden ver en Netflix
Wolfwalkers se puede ver en Apple TV+.
Yo soy Greta, Roadkill y Fargo: Year 4 se pueden ver en Movistar+.
Belleza eterna se puede alquilar en Amazon Prime.
Palabras para un fin del mundo se puede ver en Filmin.
The Mandalorian y Soul se pueden ver en Disney+.
Déjales hablar se puede ver en HBO España
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario