En nuestra tercera parte, seguimos repasando las bandas sonoras más interesantes del panorama cinematográfico actual, deteniéndonos en la segunda mitad del año, y enfocándonos en los álbumes editados entre los meses de junio y agosto. Nuestro particular repaso pretende acercar a nuestros lectores aquellos trabajos musicales que nos parecen más destacados en este año 2019.
Rhino 6 / 9 / 2019
Nick Laird-Clowes, miembro de la banda de música de los ochenta The Dream Academy, y en los últimos años implicado en la composición de música de cine, especialmente en documentales y en los últimos proyectos de Nick Broomfield, entre ellos el irregular Whitney: Can I be me (Nick Broomfield, Rudi Dolezal, 2017), colabora de nuevo con el documentalista británico en otro retrato sobre un músico, en este caso la relacion entre Leonard Cohen y su musa, Marianne Ihlen en la película Marianne & Leonard: Words of love (Nick Broomfield, 2019). El compositor opta por una banda sonora que se construye con elementos sencillos: la guitarra como instrumento principal, creando esa sensación de intimidad en la pareja, y una voz solista femenina que otorga el componente de inspiración mística que supuso la protagonista para el músico canadiense. Es en esta vertiente más intima, más sensual también, en la que funciona mejor el trabajo musical de Nick Laird-Clowes. Y es ese su principal logro como creador de una atmósfera especial, como en el precioso tema solista "On the roof terrace", o en la introducción del acordeón Y la voz solista masculina en "Accordion", contrapunto perfecto a la femineidad que desprende el resto de la banda sonora.
Marianne & Leonard: Words of love - Nick Laird-Clowes
Nick Laird-Clowes, miembro de la banda de música de los ochenta The Dream Academy, y en los últimos años implicado en la composición de música de cine, especialmente en documentales y en los últimos proyectos de Nick Broomfield, entre ellos el irregular Whitney: Can I be me (Nick Broomfield, Rudi Dolezal, 2017), colabora de nuevo con el documentalista británico en otro retrato sobre un músico, en este caso la relacion entre Leonard Cohen y su musa, Marianne Ihlen en la película Marianne & Leonard: Words of love (Nick Broomfield, 2019). El compositor opta por una banda sonora que se construye con elementos sencillos: la guitarra como instrumento principal, creando esa sensación de intimidad en la pareja, y una voz solista femenina que otorga el componente de inspiración mística que supuso la protagonista para el músico canadiense. Es en esta vertiente más intima, más sensual también, en la que funciona mejor el trabajo musical de Nick Laird-Clowes. Y es ese su principal logro como creador de una atmósfera especial, como en el precioso tema solista "On the roof terrace", o en la introducción del acordeón Y la voz solista masculina en "Accordion", contrapunto perfecto a la femineidad que desprende el resto de la banda sonora.
La película de Alfonso Cortés-Cavanillas está situada en el año 1944, en la posguerra española de los maquis que aún trataban de sobrevivir en los montes. Pero está construida como si se tratase de una historia del Oeste, homenajeando a los spaghetti-westerns. En este sentido, Carlos M. Jara construye también una banda sonora que deambula entre la épica y el intimismo para rendir homenaje a Ennnio Morricone y sus trabajos más recordados. La introducción de instrumentos solistas como la harmónica o la trompeta son claros ejemplos de este tributo. Y excelentes composiciones melódicas como "Rose's Theme", nos recuerdan asimismo al maestro italiano. Sordo. The silent war es una banda sonora de gran calado musical, y sin duda ha debido ser una experiencia emocionante el estreno de la película con música en directo, acargo de la orquesta Mad4Strings, de la que es fundador y titular. El principal problema, no obstante, no está en la música en si misma, sino en su aplicación en la película, que resulta excesiva y anti-narrativa en ocasiones, lo que difumina el buen resultado de un trabajo de gran calidad musical.
MovieScore Media 20 / 9 / 2019
El joven compositor alemán Christoph Zirngibl se enfrenta a su trabajo más ambicioso en este documental que reflexiona sobre el final de una era política con la práctica desaparición del comunismo a través de hitos importantes como la muerte de Fidel Castro o la caída del muro de Berlín. Se trata de un documental con cierto aire melancólico, y a esto contribuyen también diferentes pasajes de la banda sonora,como el tema principal, "Finis Terrae", que subraya en buena manera esa tonalidad ambiental. Pero el compositor propone asimismo cierta esperanza de futuro en creaciones como "The secret City", que introduce elementos vocales femeninos para aportar el lado humanista a través de esos sueños de supervivencia no cumplidos en muchas ocasiones. Con una estructura minimalista, en contraposición encontramos también la descripción musical de los paisajes y las construcciones que han contribuido a la evolución política de las últimas décadas, reflejado también en el triste pero hermoso pasaje "Requiem for a Century". Excelente trabajo que nos descubre a un compositor a tener en cuenta.
Lakeshore Records 20 / 9 / 2019
A la espera de su aportación la serie de películas de James Bond con su banda sonora para la película Sin tiempo para morir (Cary Joji Fukunaga, 2020) (*), uno de los trabajos más interesantes del compositor Dan Romer publicado este año es la adaptación del cortometraje Skin (Guy Nattiv, 2018) que ganó el Oscar el año pasado. Basada en una historia real en torno a un componente de bandas callejeras que decide cambiar su vida, la música compuesta por Dan Romer comienza con contundencia, apoyada en un uso poco convencional de los violonchelos y creando así una atmósfera enrarecida y violenta. Así, "Permanent marks" es uno de esos temas que nos transmite la sensación de peligro, al igual que las percusiones en "In a place of prayer". Pero cuando el protagonista comienza su proceso de transformación, la música también se hace más melódica y emocional, y desaparecen los elementos violentos, como en ese hermoso "Letting go of the wheel" que transmite una sensación de esperanza, casi etérea, con el uso de las instrumentaciones electrónicas. Estamos ante una banda sonora corta, de unos 17 minutos, pero que transmite muchas más sensaciones que otros trabajos más ambiciosos de esta temporada.
El compositor francés Rob vuelve a trabajar para la television en la serie Les sauvages (Canal +, 2019-), un thriller en totno a dos familias enfrentadas en las altas esferas de la política. Aunque la serie no ha cosechado buenas criticas, sí resulta destacable su banda sonora, una nueva incursión de Rob en las sonoridades electrónicas con cierto aire minimalista y en algunos momentos, como en el tema principal, "Overture aux sauvages" algunas reminiscencias al excelente trabajo de Anthony Britell para la serie Succession {HBO, 2017-). Pero en buena medida podemos considerar Les sauvages como una comtinuacion estilística de las composiciones de Rob para la aclamada serie Le bureau des légendes (Canal +, 2015-), porque sigue utilizando utilizando caminos similares en la creación de cierto inquietante acercamiento a los entresijos de la alta sociedad política francesa, aquí con una tendencia más marcada hacia el minimalismo, como en las diferentes variaciones que te encontramos en torno al tema principal, como en "Zawaj". Si bien es cierto que en otros trabajos de Rob hay una intención más cercana a la creación de temas ambientales, aqui funcionan especialmente bien aquellas composiciones que introducen elementos de acción, como en el espléndido "Nerouche", que aportan las dosis de suspense necesarias a las imágenes.
A pesar de la repercusión que obtuvo su trabajo musical para la película The artist (Michel Hazanavicius, 2011), por la que ganó el Cesar francés, el BAFTA, el Globo de Oro y el Oscar, la trayectoria cinematográfica posterior del compositor Ludovic Bource ha sido escasa, y solo ha intervenido en contadas producciones, la mayoría comedias francesas de escaso interés. Afortunadamente, el músico nos ofrece en Le dindon (Jalil Lespert, 2019), otra comedia con criticas nada complacientes, un regreso a ese estilo que en The artist funcionó a la perfección. Se trata de una banda sonora que bebe directamente de las fuentes del cine clasico francés, y en ocasiones tiene reminiscencias de Georges Delerue y Michel Legrand, no por casualidad, ya que esta historia de enredos entre parejas se desarrolla en los años sesenta. De esta forma, Ludovic Bource nos ofrece una muestra de lo que mejor se le da, bucear en ñas sonoridades de la comedia clásica para construir una partitura que se divierte entre pasado y presente con un ramillete de temas inspirados e irónicos, desde ese entretenido tema principal que vemos desarrollado en fragmentos excelentes como "Il flagrante delicto".
No abandonamos Francia para hablar de otra película estrenada este otoño, en este caso el drama Au nom de la terre (Edouard Bergeon, 2019), que cuenta con un espléndido trabajo del compositor Thomas Dappelo. La historia, basada en la vida familiar del director, se desarrolla en el campo francés, y tiene una primera parte de construcción familiar basada en la unidad, pero se adentra en la segunda parte en caminos más oscuros que tienen que ver con la dificultad del patriarca para mantener económicamente su patrimonio. En este sentido, se trata de un homenaje a las dificultades que viven los agricultores franceses, y este apego a la tierra está muy presente en la banda sonora de Thomas Dappelo, que en ciertos momentos tiene sonoridades a cine del Oeste, con la utilización de guitarras y acordeones. Resulta en esta parte una banda sonora delicada y hermosa ("Au nom de la terre"), que conforme se desarrolla se va adentrando por sonidos más oscuros ("En ruine") introduciendo elementos electrónicos casi como una amenaza para la supervivencia tradicional en el campo. Estamos ante un excelente ejemplo de una banda sonora que funciona tanto en el terreno emocional como psicológico.
Sin duda es el año de esta compositora a la que pudimos conocer en la última edición del World Soundtrack Awards. Y sin duda, frente a competidores que para nosotros elaboran trabajos más convencionales, merece conseguir el Globo de Oro y el Oscar por saber elaborar una banda sonora eminentemente psicológica que contribuye notablemente a entender la evolución del protagonista. La música de Hildur Guðnadóttir se desarrolla al mismo tiempo que el personaje y, mas que en otros casos, es absolutamente inseparable de él, pero manteniendo un estilo muy personal que ha convertido a esta compositora en una rara avis en el panorama cinematográfico de Hollywood. Más que cualquier otra banda sonora de este año, el trabajo musical de esta película es notable e hipnótico, y contribuye de manera esencial a construir una cinta insólita. Ese inquietante y al.mismo tiempo de envolvente tema "Meeting Bruce Wayne" o por supuesto esa ya clásica escena de transformación del personaje principal en "Bathroom dance" con composiciones que se nos quedan en la retina más que cualquier otra esta temporada. Y, sí, está John Williams con el cierre de las nueve películas de Star Wars; y estarán posiblemente Alexandre Desplat y Alberto Iglesias, pero este año debe ser el año de una compositora que ha construido una forma insólita de acercarse a la música para una película.
Lakeshore Records 20 / 9 / 2019
A la espera de su aportación la serie de películas de James Bond con su banda sonora para la película Sin tiempo para morir (Cary Joji Fukunaga, 2020) (*), uno de los trabajos más interesantes del compositor Dan Romer publicado este año es la adaptación del cortometraje Skin (Guy Nattiv, 2018) que ganó el Oscar el año pasado. Basada en una historia real en torno a un componente de bandas callejeras que decide cambiar su vida, la música compuesta por Dan Romer comienza con contundencia, apoyada en un uso poco convencional de los violonchelos y creando así una atmósfera enrarecida y violenta. Así, "Permanent marks" es uno de esos temas que nos transmite la sensación de peligro, al igual que las percusiones en "In a place of prayer". Pero cuando el protagonista comienza su proceso de transformación, la música también se hace más melódica y emocional, y desaparecen los elementos violentos, como en ese hermoso "Letting go of the wheel" que transmite una sensación de esperanza, casi etérea, con el uso de las instrumentaciones electrónicas. Estamos ante una banda sonora corta, de unos 17 minutos, pero que transmite muchas más sensaciones que otros trabajos más ambiciosos de esta temporada.
El compositor francés Rob vuelve a trabajar para la television en la serie Les sauvages (Canal +, 2019-), un thriller en totno a dos familias enfrentadas en las altas esferas de la política. Aunque la serie no ha cosechado buenas criticas, sí resulta destacable su banda sonora, una nueva incursión de Rob en las sonoridades electrónicas con cierto aire minimalista y en algunos momentos, como en el tema principal, "Overture aux sauvages" algunas reminiscencias al excelente trabajo de Anthony Britell para la serie Succession {HBO, 2017-). Pero en buena medida podemos considerar Les sauvages como una comtinuacion estilística de las composiciones de Rob para la aclamada serie Le bureau des légendes (Canal +, 2015-), porque sigue utilizando utilizando caminos similares en la creación de cierto inquietante acercamiento a los entresijos de la alta sociedad política francesa, aquí con una tendencia más marcada hacia el minimalismo, como en las diferentes variaciones que te encontramos en torno al tema principal, como en "Zawaj". Si bien es cierto que en otros trabajos de Rob hay una intención más cercana a la creación de temas ambientales, aqui funcionan especialmente bien aquellas composiciones que introducen elementos de acción, como en el espléndido "Nerouche", que aportan las dosis de suspense necesarias a las imágenes.
Pathe Productions 25 / 9 / 2019
A pesar de la repercusión que obtuvo su trabajo musical para la película The artist (Michel Hazanavicius, 2011), por la que ganó el Cesar francés, el BAFTA, el Globo de Oro y el Oscar, la trayectoria cinematográfica posterior del compositor Ludovic Bource ha sido escasa, y solo ha intervenido en contadas producciones, la mayoría comedias francesas de escaso interés. Afortunadamente, el músico nos ofrece en Le dindon (Jalil Lespert, 2019), otra comedia con criticas nada complacientes, un regreso a ese estilo que en The artist funcionó a la perfección. Se trata de una banda sonora que bebe directamente de las fuentes del cine clasico francés, y en ocasiones tiene reminiscencias de Georges Delerue y Michel Legrand, no por casualidad, ya que esta historia de enredos entre parejas se desarrolla en los años sesenta. De esta forma, Ludovic Bource nos ofrece una muestra de lo que mejor se le da, bucear en ñas sonoridades de la comedia clásica para construir una partitura que se divierte entre pasado y presente con un ramillete de temas inspirados e irónicos, desde ese entretenido tema principal que vemos desarrollado en fragmentos excelentes como "Il flagrante delicto".
Nord-Ouest Films 25 / 9 / 2019
No abandonamos Francia para hablar de otra película estrenada este otoño, en este caso el drama Au nom de la terre (Edouard Bergeon, 2019), que cuenta con un espléndido trabajo del compositor Thomas Dappelo. La historia, basada en la vida familiar del director, se desarrolla en el campo francés, y tiene una primera parte de construcción familiar basada en la unidad, pero se adentra en la segunda parte en caminos más oscuros que tienen que ver con la dificultad del patriarca para mantener económicamente su patrimonio. En este sentido, se trata de un homenaje a las dificultades que viven los agricultores franceses, y este apego a la tierra está muy presente en la banda sonora de Thomas Dappelo, que en ciertos momentos tiene sonoridades a cine del Oeste, con la utilización de guitarras y acordeones. Resulta en esta parte una banda sonora delicada y hermosa ("Au nom de la terre"), que conforme se desarrolla se va adentrando por sonidos más oscuros ("En ruine") introduciendo elementos electrónicos casi como una amenaza para la supervivencia tradicional en el campo. Estamos ante un excelente ejemplo de una banda sonora que funciona tanto en el terreno emocional como psicológico.
MovieScore Media 27 / 9 / 2019
Leon Gurvitch es un pianista, compositor y director de orquesta bielorruso que reside en la ciudad alemana de Hamburgo desde 2001. Sus trabajos para el cine incluyen pocas bandas sonoras, entre las que se encuentra este drama del director turco Cenk Ertürk. Su aportación, que se estructura en suites, aporta una belleza melódica a las imágenes, apoyando la difícil relación entre padre e hijo protagonistas, y también introduciendo elementos que se sostienen en el paisaje rural turco. Al margen de la creación de hermosos temas melódicos como "Noah Tree Suite", que se divide en tres partes, las creaciones más interesantes las encontramos en diversas improvisaciones que realiza el compositor al piano, incorporando usos diversos y nada convencionales a las teclas, como en "Improvisation I". Sin duda, se palpa en la banda sonora la formación y desarrollo clásico del compositor, que conforma aquí una estructura diferente a la convencional para una banda sonora. En este sentido, Leon Gurvitch aporta una sólida creación musical que nos ofrece espléndidos ejercicios de coposición melódica como en "Melody for cello and piano", una intimista interpretación con la que se cierra el álbum.
Leon Gurvitch es un pianista, compositor y director de orquesta bielorruso que reside en la ciudad alemana de Hamburgo desde 2001. Sus trabajos para el cine incluyen pocas bandas sonoras, entre las que se encuentra este drama del director turco Cenk Ertürk. Su aportación, que se estructura en suites, aporta una belleza melódica a las imágenes, apoyando la difícil relación entre padre e hijo protagonistas, y también introduciendo elementos que se sostienen en el paisaje rural turco. Al margen de la creación de hermosos temas melódicos como "Noah Tree Suite", que se divide en tres partes, las creaciones más interesantes las encontramos en diversas improvisaciones que realiza el compositor al piano, incorporando usos diversos y nada convencionales a las teclas, como en "Improvisation I". Sin duda, se palpa en la banda sonora la formación y desarrollo clásico del compositor, que conforma aquí una estructura diferente a la convencional para una banda sonora. En este sentido, Leon Gurvitch aporta una sólida creación musical que nos ofrece espléndidos ejercicios de coposición melódica como en "Melody for cello and piano", una intimista interpretación con la que se cierra el álbum.
WaterTower Music 2 / 10 / 2019
Sin duda es el año de esta compositora a la que pudimos conocer en la última edición del World Soundtrack Awards. Y sin duda, frente a competidores que para nosotros elaboran trabajos más convencionales, merece conseguir el Globo de Oro y el Oscar por saber elaborar una banda sonora eminentemente psicológica que contribuye notablemente a entender la evolución del protagonista. La música de Hildur Guðnadóttir se desarrolla al mismo tiempo que el personaje y, mas que en otros casos, es absolutamente inseparable de él, pero manteniendo un estilo muy personal que ha convertido a esta compositora en una rara avis en el panorama cinematográfico de Hollywood. Más que cualquier otra banda sonora de este año, el trabajo musical de esta película es notable e hipnótico, y contribuye de manera esencial a construir una cinta insólita. Ese inquietante y al.mismo tiempo de envolvente tema "Meeting Bruce Wayne" o por supuesto esa ya clásica escena de transformación del personaje principal en "Bathroom dance" con composiciones que se nos quedan en la retina más que cualquier otra esta temporada. Y, sí, está John Williams con el cierre de las nueve películas de Star Wars; y estarán posiblemente Alexandre Desplat y Alberto Iglesias, pero este año debe ser el año de una compositora que ha construido una forma insólita de acercarse a la música para una película.
Lakeshore Records 4 / 10 / 2019
Se esperaba con interés el debut en el largometraje de Noah Hawley, creador de series como Legión (FX, 2017-2019) o la adaptación televisiva de Fargo (FX, 2014-). Y, aunque finalmente decepciona como relato cinematográfico, sí es cierto que encontramos algunas de las características visuales de estas series. Como la utilización del cambio de formato para ofrecernos los momentos de liberación psicológica de la protagonista o aquellos en los que se encuentra más oprimida, que son los de una vida familiar que resulta asfixiante, y que tendrá consecuencias dramáticas. El habitual colaborador de Noah Hawley, Jeff Russo, que ha compuesto la música de casi todas sus series, elabora también un trabajo "bipolar", que contiene elementos más liberadores cuando la protagonista está desarrollando su trabajo como astronauta, que encontramos desarrollado en "Lucy's Theme (Theme 4)", una suite de 9 minutos que nos introduce en la mente de la protagonista (con esa flauta solitaria que también define la soledad placentera en la que se encuentra). Y al mismo tiempo encontramos sonidos más graves y más constreñidos cuando el personaje de Natalie Portman se siente atrapada psicológicamente, como en "Feel it all". Hay excelentes aportaciones casi diríamos que experimentales en composiciones como "Lucy's pressure (Theme 1 H&M Test)" que ahondan en el carácter eminentemente psicológico de la banda sonora, que complementa a la perfección el estudio de personaje que realiza el director.
Se esperaba con interés el debut en el largometraje de Noah Hawley, creador de series como Legión (FX, 2017-2019) o la adaptación televisiva de Fargo (FX, 2014-). Y, aunque finalmente decepciona como relato cinematográfico, sí es cierto que encontramos algunas de las características visuales de estas series. Como la utilización del cambio de formato para ofrecernos los momentos de liberación psicológica de la protagonista o aquellos en los que se encuentra más oprimida, que son los de una vida familiar que resulta asfixiante, y que tendrá consecuencias dramáticas. El habitual colaborador de Noah Hawley, Jeff Russo, que ha compuesto la música de casi todas sus series, elabora también un trabajo "bipolar", que contiene elementos más liberadores cuando la protagonista está desarrollando su trabajo como astronauta, que encontramos desarrollado en "Lucy's Theme (Theme 4)", una suite de 9 minutos que nos introduce en la mente de la protagonista (con esa flauta solitaria que también define la soledad placentera en la que se encuentra). Y al mismo tiempo encontramos sonidos más graves y más constreñidos cuando el personaje de Natalie Portman se siente atrapada psicológicamente, como en "Feel it all". Hay excelentes aportaciones casi diríamos que experimentales en composiciones como "Lucy's pressure (Theme 1 H&M Test)" que ahondan en el carácter eminentemente psicológico de la banda sonora, que complementa a la perfección el estudio de personaje que realiza el director.
Decca Classics 11 / 10 / 2019
Para la película en torno a la última etapa de la carrera de Judy Garland, Gabriel Yared ha elaborado uno de esos trabajos elegantes y de gran belleza que suelen ser característicos de su música. Y ciertamente no es fácil apoyar musicalmente un biopic en torno a una cantante, porque la inclusión de algunas de sus interpretaciones más conocidas podía haber dejado en segundo plano la labor del compositor. Pero el concepto intimista de la historia hacía necesario el apoyo de una banda sonora con buen armazón, y en eso Gabriel Yared acierta plenamente. Su música en todo caso está más imbricada con los flashbacks que se van incorporando a lo largo de la historia, mostrando la etapa de juventud de Judy Garland como estrella del cine, experiencia que resulta más traumática que emocionante. Ahí es donde brilla especialmente la música de Gabriel Yared, porque es donde adquiere principal protagonismo, en temas como "Birthday flashback", hermoso y al mismo tiempo tremendamente triste. El soporte de este tema se encuentra en el leitmotiv protagonista, el que define desde el punto de vista melódico y también psicológicamente, a la estrella de la película. Suponemos, a tenor de la diferencia entre la música editada y la presencia de ésta en la película, que parte de las contribuciones de Gabriel Yared se quedaron en la sala de montaje, porque en la película no aparecen, especialmente en los pasajes que conciernen al presente. Pero eso no desmerece el trabajo del compositor.
Para la película en torno a la última etapa de la carrera de Judy Garland, Gabriel Yared ha elaborado uno de esos trabajos elegantes y de gran belleza que suelen ser característicos de su música. Y ciertamente no es fácil apoyar musicalmente un biopic en torno a una cantante, porque la inclusión de algunas de sus interpretaciones más conocidas podía haber dejado en segundo plano la labor del compositor. Pero el concepto intimista de la historia hacía necesario el apoyo de una banda sonora con buen armazón, y en eso Gabriel Yared acierta plenamente. Su música en todo caso está más imbricada con los flashbacks que se van incorporando a lo largo de la historia, mostrando la etapa de juventud de Judy Garland como estrella del cine, experiencia que resulta más traumática que emocionante. Ahí es donde brilla especialmente la música de Gabriel Yared, porque es donde adquiere principal protagonismo, en temas como "Birthday flashback", hermoso y al mismo tiempo tremendamente triste. El soporte de este tema se encuentra en el leitmotiv protagonista, el que define desde el punto de vista melódico y también psicológicamente, a la estrella de la película. Suponemos, a tenor de la diferencia entre la música editada y la presencia de ésta en la película, que parte de las contribuciones de Gabriel Yared se quedaron en la sala de montaje, porque en la película no aparecen, especialmente en los pasajes que conciernen al presente. Pero eso no desmerece el trabajo del compositor.
Deutsche Grammophon 18 / 10 / 2019
Estamos ante un caso muy particular en el terreno de las bandas sonoras. Las circunstancias que rodearon al estreno de la película provocaron la incorporación del compositor Lorne Balfe para complementar el trabajo previo de Max Richter. La película, tras los nefastos comentarios en los pases previos, sufrió una nueva edición, que incorporaba algunas escenas y daba más fuerza a ciertos personajes en el tramo final, y esta reedición fue la que provocó la necesidad de nuevos temas musicales que, ante la imposibilidad de contar con Max Richter por problemas de agenda, recayó en Lorne Balfe. Lo mejor que podemos decir de este añadido musical es que este último consigue mantener el tono y el estilo que ya ha sembrado Max Richter en la banda sonora, pero incorpora elementos menos ambientales y más descriptivos. La mayor parte de la banda sonora, no obstante, viene firmada por Max Richter, que ha creado una de esas composiciones que casi podríamos describir como una suite electrónica en torno a la vida en el espacio. Los que conocen el trabajo del compositor encontrarán algunas de sus constantes, como esos etéreos temas con alto contenido melódico y buenas dosis de amargura, que aquí encontramos en "Event Horizon", por ejemplo. Richter incorpora las sonoridades eminentemente electrónicas a esta historia especial, pero en ocasiones las confronta con instrumentos tradicionales y con pinceladas vocales que en cierta medida conectan este trabajo con la música religiosa clásica, especialmente la obra de Johan Sebastian Bach, que aquí es citada con "Erbarme Dich", de La Pasión según Mateo (c. 1727-1729). La banda sonora se completa con la aportación de Nils Frahm con el tema "Says", una de sus composiciones más conocidas, incluida en el album "Spaces" (2013, Erase Tapes).
Estamos ante un caso muy particular en el terreno de las bandas sonoras. Las circunstancias que rodearon al estreno de la película provocaron la incorporación del compositor Lorne Balfe para complementar el trabajo previo de Max Richter. La película, tras los nefastos comentarios en los pases previos, sufrió una nueva edición, que incorporaba algunas escenas y daba más fuerza a ciertos personajes en el tramo final, y esta reedición fue la que provocó la necesidad de nuevos temas musicales que, ante la imposibilidad de contar con Max Richter por problemas de agenda, recayó en Lorne Balfe. Lo mejor que podemos decir de este añadido musical es que este último consigue mantener el tono y el estilo que ya ha sembrado Max Richter en la banda sonora, pero incorpora elementos menos ambientales y más descriptivos. La mayor parte de la banda sonora, no obstante, viene firmada por Max Richter, que ha creado una de esas composiciones que casi podríamos describir como una suite electrónica en torno a la vida en el espacio. Los que conocen el trabajo del compositor encontrarán algunas de sus constantes, como esos etéreos temas con alto contenido melódico y buenas dosis de amargura, que aquí encontramos en "Event Horizon", por ejemplo. Richter incorpora las sonoridades eminentemente electrónicas a esta historia especial, pero en ocasiones las confronta con instrumentos tradicionales y con pinceladas vocales que en cierta medida conectan este trabajo con la música religiosa clásica, especialmente la obra de Johan Sebastian Bach, que aquí es citada con "Erbarme Dich", de La Pasión según Mateo (c. 1727-1729). La banda sonora se completa con la aportación de Nils Frahm con el tema "Says", una de sus composiciones más conocidas, incluida en el album "Spaces" (2013, Erase Tapes).
Milan Records 18 / 10 / 2019
Una de las películas más inquietantes del año es esta nueva incursión del director Robert Eggers en los terrenos del terror psicológico, tras su aclamada película The witch (Robert Eggers, 2015). Le acompaña en este segundo largometraje como director el compositor canadiense Mark Korven, que explora nuevamente sonoridades oscuras y absorbentes. El comienzo, con "The arrival" nos recuerda a ese inquietante "Fog Tropes" del músico Ingranm Marshall con el que Martin Scorsese rodeaba la llegada a la isla en Shutter Island (Martin Scorsese, 2010), especialmente en el uso de los instrumentos de viento. De hecho, la primera intención de director y compositor era la de no utilizar ningún instrumento de cuerda en la banda sonora, aunque finalmente el director cedió ante la necesidad de introducir elementos de cuerda que funcionan siempre en el universo del género de terror. No obstante, predominan las sonoridades de viento en un trabajo eminentemente experimental, que a través de la creación de sonoridades extrañas e incómodas en ocasiones, consigue adentrarse en este viaje a la locura que protagonizan los dos personajes aislados en una isla desierta y misteriosa. Esta introducción de instrumentos de cuerda funciona especialmente bien en temas como "Stranded", intenso y contundente, o con la introducción del instrumento de origen sueco nyckelharpa en "Curse your name/Dirty weather". No es una banda sonora fácil de escuchar aislada de la película, pero junto a ella consigue, al igual que la excelente fotografía en blanco y negro, un efecto aterrador.
Mercury Classics 25 / 10 / 2019
La última película del actor y director Xavier Dolan es una pequeña historia sobre cómo dos amigos desde la infancia comienzan a replantearse su relación tras participar en un cortometraje en el que tienen que interpretar a dos amantes. La banda sonora supone el debut en el cine del pianista y compositor canadiense Jean-Michel Blais, que crea un trabajo eminentemente apoyado en el piano. Inspirado en las composiciones de Schubert, según declaraciones suyas, la música es al mismo tiempo delicada y emocional, y en este uso del piano como instrumento único otorga un aire de intimidad al proceso vital que viven los personajes protagonistas. Hay ciertas sonoridades casi diríamos que minimalistas en temas como "Les feuilles mortes", pero también encontramos esa cadencia clásica en "Le solitude". Quizás le sobra a la banda sonora la constante presencia de elementos sonoros de fondo, provenientes del sonido directo de la película, que a veces funcionan como contrapunto realista, pero que en otras acaba siendo molesto. Especialmente intenso es el romanticismo desbordante que encontramos en el precioso tema final, "Un autre amour", que en cierta medida conecta directamente con el álbum autónomo que editó Jean-Michel Blais también en 2019, "Dans ma main" (2019, Arts & Crafts), absolutamente recomendable.
Mon chien Stupide (Buenos principios) - Brad Mehldau
Una de las películas más inquietantes del año es esta nueva incursión del director Robert Eggers en los terrenos del terror psicológico, tras su aclamada película The witch (Robert Eggers, 2015). Le acompaña en este segundo largometraje como director el compositor canadiense Mark Korven, que explora nuevamente sonoridades oscuras y absorbentes. El comienzo, con "The arrival" nos recuerda a ese inquietante "Fog Tropes" del músico Ingranm Marshall con el que Martin Scorsese rodeaba la llegada a la isla en Shutter Island (Martin Scorsese, 2010), especialmente en el uso de los instrumentos de viento. De hecho, la primera intención de director y compositor era la de no utilizar ningún instrumento de cuerda en la banda sonora, aunque finalmente el director cedió ante la necesidad de introducir elementos de cuerda que funcionan siempre en el universo del género de terror. No obstante, predominan las sonoridades de viento en un trabajo eminentemente experimental, que a través de la creación de sonoridades extrañas e incómodas en ocasiones, consigue adentrarse en este viaje a la locura que protagonizan los dos personajes aislados en una isla desierta y misteriosa. Esta introducción de instrumentos de cuerda funciona especialmente bien en temas como "Stranded", intenso y contundente, o con la introducción del instrumento de origen sueco nyckelharpa en "Curse your name/Dirty weather". No es una banda sonora fácil de escuchar aislada de la película, pero junto a ella consigue, al igual que la excelente fotografía en blanco y negro, un efecto aterrador.
La última película del actor y director Xavier Dolan es una pequeña historia sobre cómo dos amigos desde la infancia comienzan a replantearse su relación tras participar en un cortometraje en el que tienen que interpretar a dos amantes. La banda sonora supone el debut en el cine del pianista y compositor canadiense Jean-Michel Blais, que crea un trabajo eminentemente apoyado en el piano. Inspirado en las composiciones de Schubert, según declaraciones suyas, la música es al mismo tiempo delicada y emocional, y en este uso del piano como instrumento único otorga un aire de intimidad al proceso vital que viven los personajes protagonistas. Hay ciertas sonoridades casi diríamos que minimalistas en temas como "Les feuilles mortes", pero también encontramos esa cadencia clásica en "Le solitude". Quizás le sobra a la banda sonora la constante presencia de elementos sonoros de fondo, provenientes del sonido directo de la película, que a veces funcionan como contrapunto realista, pero que en otras acaba siendo molesto. Especialmente intenso es el romanticismo desbordante que encontramos en el precioso tema final, "Un autre amour", que en cierta medida conecta directamente con el álbum autónomo que editó Jean-Michel Blais también en 2019, "Dans ma main" (2019, Arts & Crafts), absolutamente recomendable.
WaterTower Music 25 / 10 / 2019
El debut como director y guionista del actor Edward Norton es una incursión en el universo del cine negro de los años cincuenta que, aunque no termina de cuajar, consigue esa necesaria ambientación claramente "noir" que le otorgan excelentes labores técnicas como la fotografía de Dick Pope y la música de Daniel Pemberton. El compositor británico consigue una espléndida banda sonora con aires de los años 50, que se plasma en magníficos pasajes como "Fire it up", con la utilización principal de instrumentos de percusión y de viento. La intención de Daniel Pemberton en este sentido es la de interpretar el estilo de la época, pero utilizando instrumentos más modernos y sin duda se trata de un acercamiento original y absolutamente efectivo. La película tiene como parte de los escenarios un club nocturno de Harlem en el que uno de los personajes secundarios es un trompetista, y para esas escenas Pemberton ha contado con la colaboración de Wynton Marsalis y su banda, además de contar con una canción escrita por Thom Yorke para la película. Pero donde realmente brilla la banda sonora es en aquellos temas que describen los momentos de acción, como en "Emergency room", y también en las escenas más intimistas, como el hermoso "Motherless Brooklyn" que interpreta Daniel Pemberton al piano.
Brad Mehldau 28 / 10 / 2019
La última comedia dirigida por el actor y realizador francés Yvan Attal se centra en un escritor de novelas que se replantea su vida cuando un enorme perro acaba instalándose en su casa. Aunque irregular, la película cuenta con una excelente banda sonora que firma el pianista de jazz Brad Mehldau, nominado al Grammy, que aquí se incorpora por primera vez al mundo del cine. Por supuesto, su contribución musical gira en torno al jazz, con espléndidas y complejas composiciones, como "Henri's lament". Pero la aportación de Brad Mehldau se construye también en torno a delicados temas de piano como el que dedica a la protagonista femenina (interpretada por Charlotte Gainsbourg), "Cecile" o "Paranoid android", pero también con un toque de nostalgia en la composición para piano y trompeta que está presente en temas como "Pauline's departure" , más desarrollado en "Peace". Para la representación del caos que supone la llegada del perro a la vida del protagonista, Brad Mehldau opta por improvisaciones al piano que representan la anarquía `pero al mismo tiempo tienen una estructura bien definida.
La última comedia dirigida por el actor y realizador francés Yvan Attal se centra en un escritor de novelas que se replantea su vida cuando un enorme perro acaba instalándose en su casa. Aunque irregular, la película cuenta con una excelente banda sonora que firma el pianista de jazz Brad Mehldau, nominado al Grammy, que aquí se incorpora por primera vez al mundo del cine. Por supuesto, su contribución musical gira en torno al jazz, con espléndidas y complejas composiciones, como "Henri's lament". Pero la aportación de Brad Mehldau se construye también en torno a delicados temas de piano como el que dedica a la protagonista femenina (interpretada por Charlotte Gainsbourg), "Cecile" o "Paranoid android", pero también con un toque de nostalgia en la composición para piano y trompeta que está presente en temas como "Pauline's departure" , más desarrollado en "Peace". Para la representación del caos que supone la llegada del perro a la vida del protagonista, Brad Mehldau opta por improvisaciones al piano que representan la anarquía `pero al mismo tiempo tienen una estructura bien definida.
El joven compositor francés Valentin Hadjadj sorprendió el año pasado con su trabajo para la película Girl (Lukas Dhont, 2018), y de nuevo nos ofrece una hermosa y elegante banda sonora para este drama algo exagerado que dirige Fabienne Berthaud. La historia, que comienza cuando la protagonista debe superar la muerte del amor de su vida, tiene un leitmotiv triste pero al mismo tiempo elegante, en el tema "Paul" con el que se abre la banda sonora. Por su parte, la llegada a Mongolia de la protagonista, que supondrá su liberación como persona y su constatación de que existe "un mundo más grande", se nos presenta con la flauta solista como acompañamiento de un viaje que en cierto sentido supone no solo una transformación física sino también moral ("Arrivée en Mongolie"). Es a partir de este momento que la banda sonora toma un carácter casi etéreo y mágico, especialmente en temas como "Dans la forêt" o "Chaman", que proponen un acercamiento más psicológico. Esta liberación que supone para la protagonista el descubrimiento de otro mundo diferente se palpa especialmente en el tema con el que se cierra la banda sonora, "Corine", que es una variación del tema de "Paul" que abría el álbum pero con un aire mucho más optimista y liberador.
Los salvajes se puede ver en Movistar+.
Judy se estrena en España el 31 de enero.
Skin se estrena en España el 6 de marzo.
Matthias & Maxime se estrena en España el 4 de abril.
(*) Actualización 8 de enero: Según fuentes de la revista Variety, el compositor Dan Romer fue despedido de la producción de Sin tiempo para morir, siendo sustituido por Hans Zimmer.
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