El principal objetivo de esta serie es tumbar la idea de que el gobierno español mintiera en los días posteriores a los atentados cuando creó dudas sobre la participación de ETA para evitar una derrota en las elecciones generales. Y el gran "villano" en este caso es Juan Jesús Sánchez Manzano, comisario jefe de los Tedax en 2004 (los autores del documental afirman que éste rechazó ser entrevistado), al que las teorías de la conspiración acusan de ocultar y fabricar pruebas, y que defendió la actuación de los artificieros en su libro Las bombas del 11-M: Relato de los hechos en primera persona (2013, Ed. CreateSpace). El episodio Guerra de divas (T1E7) está dedicado a desmontar la desinformación de los medios afines al PSOE, especialmente la cadena SER con Iñaki Gabilondo y Antonio García Ferreras, responsables de difundir la falsa noticia de los tres terroristas suicidas que supuestamente se habían inmolado en los trenes. Pero en el episodio no se analiza la información que los medios de comunicación afines al Partido Popular estaban difundiendo, ni se menciona "la convicción moral de que ha sido ETA" que manifestaba Mariano Rajoy, candidato del PP a la presidencia, el 12 de marzo (El Mundo, 12/3/2004), ni que este mismo periódico llevara a su portada el 13 de marzo, durante la jornada de reflexión, que el Ministro del Interior Ángel Acebes estaba "convencido de que las nuevas pistas probarán la autoría de ETA" (El Mundo, 13/3/2004).
El análisis que se hace en 11M: El principio del fin de las grabaciones del juicio no aporta nada especialmente novedoso a lo que se ha publicado en libros como La cuarta trama: Verdades y mentiras en el caso del 11-M (2009, Ed. Ciudadela Libros), en el que el abogado José María de Pablo Hermida, que actuó como acusación particular de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, pone en tela de juicio el propio juicio. A pesar de que se trata de un análisis muy exhaustivo, poniendo de manifiesto contradicciones y errores policiales evidentes, es una oportunidad perdida debido a la clara contaminación ideológica que establece un relato manipulado. La serie destaca en el episodio El arma del crimen (T1E4) las dudas sobre la composición de las bombas utilizadas, basándose en las contradicciones de los peritos policiales y en las incongruencias con un peritaje posterior que encargó el juez Javier Gómez Bermúdez. La composición de las bombas fue una de las primeras confrontaciones entre la autoría de ETA o la autoría yihadista, un debate que muchos defensores de las teorías de la conspiración consideran ficticio, pero en el que se sigue insistiendo, y que el perito Antonio Iglesias desarrolló en su libro Titadyn (2009, Ed. La Esfera de los Libros), prologado por el periodista Casimiro García-Abadillo.
El narrador del documental está completamente desatado en el episodio El carpetazo (T1E5), asumiendo otra de las teorías de la conspiración más sorprendentes, según la cual el cerco de la policía en el piso de Leganés el 3 de abril, donde se encontraban siete terroristas a los que se relacionó con los atentados, que acabó con la muerte de todos ellos y del GEO Francisco Javier Torronteras tras una inmolación, en realidad fue un montaje. Cinco acusaciones y una defensa promovieron durante el juicio la idea de que los supuestos terroristas ya estaban muertos cuando se produjo la explosión, y que su suicidio fue simulado por altos mandos policiales para respaldar la teoría yihadista. Esta teoría conspirativa es tan absurda que el narrador no la afirma directamente, pero tira la piedra: "Cualquier malpensado podría decir que el piso se conocía mucho antes, y que trataron de reunir allí a cualquiera que pudiera arrojar luz, ya no solo a lo que pasó el 11 de marzo, sino a todas las operaciones abiertas desde 2003. Para luego...". Y eso que los autores del documental afirman que su intención es mostrar los datos para que los espectadores saquen sus propias conclusiones, pero es evidente que no pueden evitar el adoctrinamiento, por si acaso alguien no capta el mensaje. El episodio Un final abierto (T1E8) está dedicado a desarrollar otra hipótesis que ya deja de apuntar a ETA e implica a los servicios secretos de países como Marruecos y Francia como autores intelectuales de los atentados, teoría que defendía el periodista Fernando Múgica en El Mundo, y que es la que se pretende presentar como más plausible, aunque realmente solo se sostiene sobre la negación de la "versión oficial". 11M: El principio del fin es una serie para acólitos de la conspiración, que insiste en teorías descartadas y que muchas veces se basa en medias verdades o informaciones incompletas para ajustar el relato que se quiere construir. Y es una pena, porque la idea de analizar el juicio celebrado en 2007 con la perspectiva del tiempo era interesante.
El desafío: 11M (Prime Video, 2022) es la serie documental más ambiciosa y la que consigue aglutinar a un mayor número de entrevistados, entre ellos el ex-presidente del gobierno José María Aznar y el periodista Pedro J. Ramírez, ausentes de la película de Netflix 11M. Terror en Madrid (José Gómez, 2022). Dirigida por Carlos Agulló, que había realizado anteriormente el documental Los demás días (Carlos Agulló, 2017) y producida por Luis Velo y Guillermo Gómez, socios de la productora Cuerdos de atar, se presenta como una continuación de la serie El desafío: ETA (Prime Video, 2020), que era una aproximación a la historia de la banda terrorista. Los cuatro episodios están temáticamente dedicados a las víctimas, la batalla política, el tratamiento en los medios de comunicación y el juicio celebrado en 2007. Pero desde el primero apunta a la utilización por parte de los partidos políticos del relato en torno a la autoría de los atentados para conseguir un rédito electoral, aunque en este caso, a diferencia de 11M. Terror en Madrid, al menos ofrece las dos versiones, con la participación del que fuera portavoz del gobierno Eduardo Zaplana y del Secretario de Presidencia Javier Zarzalejos, y por otro lado de los socialistas José Blanco, Elena Valenciano y José Bono. En este sentido, resulta significativo que la única portada de las ediciones especiales de los periódicos publicadas el mismo 11 de marzo de 2004 que expresamente hablaba de ETA fuera la de El País ("Matanza de ETA en Madrid"), frente a los titulares de periódicos como La Razón ("Asesinos"), ABC ("Masacre en Madrid") y El Mundo ("Más de 130 muertos en la mayor masacre terrorista de nuestra Historia"). Algo que Jesús Ceberio, por entonces director de El País, considera el mayor error que ha cometido en su carrera como periodista, aunque la autocrítica se detiene ahí.
Uno de los aspectos que destacan tanto esta serie como el documental de Netflix en las primeras horas después de los atentados es que el gobierno organizó un gabinete de crisis sin contar con Jorge Dezcallar, por entonces Director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que en sus intervenciones en ambas producciones afirma haberse sentido desplazado de la investigación, siendo el máximo responsable de los servicios secretos españoles, algo que él mismo describe en su libro Valió la pena: Una vida entre diplomáticos y espías (2015, Ed. Península). El episodio Ganar (T1E2) está dedicado precisamente a cómo el PP mantuvo la línea de la autoría de ETA hasta el mismo día antes de las elecciones, y cómo el PSOE se beneficiaría más de la autoría yihadista. Especialmente relevante fue el 13 de marzo, una jornada de reflexión que fue de todo menos de reflexión, con la ayuda de los medios afines ideológicamente. Mientras la Cadena SER interrumpía su habitualmente intocable programación deportiva para informar sobre las manifestaciones "espontáneas" ante la sede del Partido Popular en Madrid, alimentando su reproducción en otras ciudades, RTVE y Telemadrid reprogramaron también su programación para ofrecer la película Asesinato en febrero (Eterio Ortega, 2001) un docudrama sobre el coche-bomba colocado por ETA en el año 2000 que mató al Secretario General de los Socialistas Vascos, Fernando Buesa, y a su escolta Jorge Díaz Elorza. Mientras Mariano Rajoy aparecía en RTVE ofreciendo una declaración en contra de las manifestaciones contra las sedes del PP, Alfredo Pérez Rubalcaba contestaba con una intervención poco tiempo después. Significativa es la contradicción entre el periodista Lorenzo Milá y el director de los servicios informativos de TVE, Alfredo Urdaci sobre si se emitió o no una entrevista que el presidente George W. Bush y la primera dama Laura Bush concedieron en exclusiva a la cadena pública el 12 de marzo. De la entrevista de diez minutos se emitió 1 minuto el mismo 12 de marzo y cuatro minutos el 13 de marzo, pero TVE nunca la ha emitido completa, descartando los fragmentos en los que el presidente George W. Bush afirma: "Aún no sabemos quién hizo esto. No descartaría a nadie. Escuchará todo tipo de rumores y llevará un tiempo descubrir los hechos", y a la pregunta de Lorenzo Milá sobre si el hecho de que fuera Al Qaeda sería un castigo por el apoyo de España en la guerra de Irak, afirma: "La gente no debería especular ahora sobre quién lo hizo. Fue un ataque muy coordinado y será necesario un buen trabajo forense para llegar a una conclusión". (The White House, 12/3/2004).
El episodio Neutralizar (T1E3) es el relato "oficial" de la investigación policial que llevó al desmantelamiento de la célula yihadista que se considera autora material de los atentados, según la sentencia de octubre de 2007. De forma inteligente, no sostiene la narración en el comisario Juan Jesús Sánchez Manzano, el más cuestionado por las teorías de la conspiración, sino que el relato lo hace a través de un subteniente de la Guardia Civil anónimo. Pero también es un relato que deja fuera algunos datos importantes, como el hecho de que buena parte de los integrantes de la trama asturiana habían sido confidentes de la policía desde antes de los atentados. El último episodio, Condenar (T1E4) está dedicado al juicio de 2007 y dedica los primeros minutos a la furgoneta Renault Kangoo encontrada por la policía, y que utilizarían los terroristas para desplazarse hasta Alcalá de Henares y la llamada mochila de Vallecas, encontrada en una bolsa de basura con materiales que provenían de la estación de El Pozo, pero que fue descubierta cuando ya estaba en la comisaría de Puerta Vallecas, que las teorías de la conspiración consideran pruebas falsas. Los dos principales defensores de esta última tesis, Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos, participan también en la serie documental reafirmando la idea de que el juicio no resolvió la autoría real de los atentados. Según Federico Jiménez Losantos: "En este juicio se ha condenado a un moro porque había que condenar a alguien para que pareciera vagamente islamista, que ni siquiera era islamista", en referencia al único condenado como autor material, Jamal Zougam, ya que se considera que el resto de los autores materiales murieron en la explosión del piso de Leganés.
Es el episodio más interesante porque confronta las declaraciones del juez Javier Gómez Bermúdez y de algunos de los abogados participantes, entre ellos José María Fuster Fabra, abogado de la Asociación de Víctimas 11-M, y Eduardo García Peña, abogado de Jamal Zougam. La condena de éste ha sido cuestionada en base a la información de que fue el reconocimiento de dos testigos no fiables el que influyó en la sentencia, extremo que siempre ha negado el juez Gómez Bermúdez, afirmando que hubo hasta seis testigos que lo reconocieron, además de sus conexiones con otros condenados y su relación con Abu Dahdah, considerado líder de Al Qaeda en España. Precisamente fue el periódico El Mundo el que publicó un reportaje en 2018 sobre la participación de Jamal Zougam en una red yihadista de captación de nuevos miembros en las cárceles (El Mundo, 11/10/2018). El desafío: 11M aporta la versión más oficial de los atentados y de la posterior investigación y juicio, de forma bien estructurada pero de nuevo incompleta en su recorrido, que a veces abusa del efectismo en el aspecto visual, con una constante música de género compuesta por Sergio Jiménez Lacima que parece darle una textura ficcional al relato de una realidad. Pero al menos tiene la virtud, al contrario de las dos propuestas anteriores, de incorporar las opiniones de las dos partes enfrentadas en la interpretación de los hechos, lo cual es beneficioso para el documental, pero refleja desgraciadamente la eterna imagen de un país dividido incluso en la tragedia.
Es evidente que los atentados del 11 de Marzo de 2004 provocaron un cambio profundo en la sociedad española. El abogado José María Fuster-Fabra afirma: "La víctima del terrorismo es diferente a la de un asesino o un violador. Porque el terrorista lo que busca es alterar gravemente la paz pública o subvertir el orden constitucional. De tal manera que el terrorista utiliza a la víctima para provocarnos daño a todos. El destinatario del daño es la sociedad, y sin embargo quien lo padece directamente es la víctima." De estos dieciocho años que han transcurrido desde los atentados de 2004, se pueden extraer dos conclusiones: que todo el mundo ha escrito un libro sobre el 11M y que la sociedad española no parece preparada aún para realizar una mirada objetiva, sin contaminaciones ideológicas, en torno a estos hechos. Durante la Comisión de Investigación del 11M en el Congreso de los Diputados, las palabras de Pilar Manjón, presidenta de la Asociación de Víctimas 11M, ofrecía un discurso emotivo pero inapelable sobre la actitud de los representantes políticos en un país en el que todo, incluso las víctimas de un ataque terrorista o de una guerra, es utilizado para la confrontación. Es una de las lecciones no aprendidas del 11M.
Para mi es bastante revelador que usted ponga a un producto audiovisual hecho básicamente por 6 amigos con cero presupuesto, y un micrófono del sing star con un calcetín como filtro antipop al nivel de súperproducciones de Netflix y Amazon. Claro, la cosa de hacer eso es que nosotros no hemos podido llamar a Aznar o a Zapatero para que den su versión, y nos acusa de no hacerlo jeje. Y eso que a Manzano, nuestro "súpervillano", le invitamos a venir cuando se dedicó a vender su libro en los comentarios de nuestro documental y lo declinó porque según él "no hacía falta". O miembros de la policía cuyos superiores han prohibido su participación. Aún así, hemos reunido a varios protagonistas muy importantes para que nos hablen de esos días, cosa por la que pasa de puntillas, no se le fuera a escapar algún cumplido. Amén de las víctimas, cuyo tratamiento no menciona en su reseña de nuestro documental y que muchas de ellas se han puesto en contacto con nosotros para felicitarnos por el trabajo hecho, dato este que contrasta con el sentir de algunas de ellas sobre cómo han sido manipuladas en otros documentales. Lo de asociarnos (muy muy subrepticiamente) a la ultraderecha es esperable porque hoy en día todo es ultraderecha. Y más si se duda de una "versión oficial". Pero ocurre una cosa con el 11M, y es que no hace falta proponer una teoría de la conspiración para tumbar la versión oficial, solo basta con señalar las contradicciones y las irregularidades (e incluso las afirmaciones) del juicio para tumbarla. Hasta usted lo reconoce hablando de la teoría de Reinares. Hemos hecho un trabajo ingente que ordena, contextualiza y detalla las irregularidades, contradicciones y “misterios” alrededor de los atentados del 11M y los hechos posteriores. No voy a entrar en si a usted le parece normal que todo el caso pivote en torno a la mochila de Vallecas, la Kangoo, Mocejón y Leganés pero no sobre los trenes, porque si le parece normal que se desguazaran (y fundieran) a las 48 horas, pues poco más se puede hacer. Aún no sabemos quién dio la orden de hacer aquello, por cierto. Pero bah, minucias. El tren de Angrois estuvo 7 años a disposición judicial pero en el mayor atentado de la historia de Europa no llegó a 48 horas. Ok. Eso, y los explosivos... y las pruebas periciales... y los incumplimientos de protocolo... y en fin, todas las cosas turbias que no quedan resueltas en una sentencia que las deja abiertas deliberadamente, porque no puede cerrarlas. A eso nos referimos con que cada uno saque sus propias conclusiones, principio este que culmina con el capítulo 8, el cual creo que no ha entendido en absoluto. Usted ya tenía las conclusiones antes de acercarse a nuestro documental. La oportunidad perdida para mi es la suya, que se ha acercado al él con ideas preconcebidas haciendo el cherry-picking preciso para confirmarlas. Una pena.
ResponderEliminarEl 11M: "El principio del fin" no "sigue al pie de la letra ninguna teoría de la conspiración", ni principal ni secundaria. Expone hechos incuestionables, la mayoría de los cuales, desde luego, incompatibles con la verdad oficial que todos hemos de asumir por decreto bajo pena de ser insultados con calificativos como el de conspiranoico. Y te tiran a la cara ese insulto aunque no presentes ninguna teoría, ni de conspiración, ni de Eta, ni de nada, sino que te limites a exponer las incompatibilidades de los hechos reales, demostrados, incuestionables, con la versión judicial o con la verdad oficial
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