09 marzo, 2019

Black Metal: Caos y crímenes en Escandinavia

Para muchos extranjeros, Noruega es un país que acoge con agrado a los turistas, atraídos especialmente por los hermosos paisajes nevados y la posibilidad de practicar deportes de invierno. Para otros, el peregrinaje a ciudades como Oslo y Bergen tiene otras connotaciones. Son los denominados blackpackers ("mochileros negros"), que tienen como principal objetivo visitar algunos de los lugares mas emblemáticos del movimiento musical Black Metal, que en su vertiente noruega tuvo algunos de sus más destacados (y sangrientos) representantes.

Los orígenes del Black Metal en los países escandinavos, principalmente Suecia y Noruega, resulta fascinante no solo para los seguidores de esta ramificación con tintes satánicos del rock duro, sino también para los amantes de las historias negras de crímenes, que acabaron rodeando a algunos de sus principales integrantes, y en cierta manera focalizando la atención en circunstancias ajenas a la propia música. Aunque los antecedentes del Black Metal están presentes desde los años ochenta en bandas inglesas como Venom e italianas como Death SS, el mayor desarrollo de este movimiento se produjo en Noruega. Precisamente fue el segundo album de Venom, Black metal (1982, Impulse Studios), el que inspiró el nombre genérico de esta nueva forma musical. Un album que ya tenía ese sonido rudo, casi primitivo que las bandas posteriores reivindicarían como elemento propio. De hecho, la baja calidad del sonido era, en algunos casos, consciente y deseada. Se trata de lo que Varg Vikernes definía como "necro-sound", ese sonido siniestro y desfigurado que era, también, una forma de rebeldía contra los parámetros tradicionales de la industria musical.

Una de las bandas precursoras de este movimiento fue Mayhem, formada por jóvenes músicos que se declaraban anticristianos y reivindicaban una sociedad más enraizada con los orígenes vikingos y paganos. Esta ideología se concretó algunos años más tarde en el denominado Inner Circle, un grupo ideológico formado por miembros de las primeras bandas de black metal noruego, y posteriormente responsable de profanaciones de tumbas e incendios de iglesias. Entre 1992 y 1995 se quemaron en Noruega 52 iglesias y se profanaron más de 15.000 tumbas. Muchos de estos actos, en realidad, fueron fueron provocados por seguidores del Black Metal, que en muchos casos ni siquiera conocían personalmente a los componentes de los grupos musicales. Pero en otros casos se demostró la participación de músicos como Varg Vikernes, que con estos actos rechazaba la opresión de la llegada del cristianismo a los países escandinavos. El más paradigmático fue el incendio en 1992 de la iglesia de Fantoft, en Bergen, construida en 1150, que en sus orígenes se alzó sobre un lugar sagrado pagano en el que se celebraban los ritos del solsticio. Esta imposición de la religión cristiana sepultando literalmente las tradiciones paganas era, en buena medida, la base ideológica que empujaba a estos jóvenes a actuar: "si la religión cristiana no respetó nuestras tradiciones cuando se impuso, ¿por qué vamos nosotros a respetarlos a ellos?". 

Resulta interesante comparar la representación de esta estética entre lo que se denominaba Black Metal, surgido y desarrollado en Gran Bretaña principalmente, y lo que finalmente se convirtió en Noruega. Mientras que en la escena inglesa el Black Metal era más satírico, utilizaba sangre artificial y camisetas con esloganes satánicos, en Noruega se convirtió en algo más serio y parte de sus integrantes se introdujeron en una espiral de caos que en buena medida se les fue de las manos. Pero el satanismo funcionaba al principio más como un reclamo y una puesta en escena que como una convicción real. A pesar de la mala prensa que tuvo en años posteriores, el Black Metal noruego no tiene nada que ver con la realización de actos satánicos. 

Uno de los primeros componentes de Mayhem fue Østein Arseth, "Euronymus", que es una de las figuras clave en este movimiento. Su historia, rodeada de violencia y locura, es uno de los principales objetos de reflexión en torno a este subgénero musical, y acabó rodeándolo de una cierta envoltura oscura que ciertamente fue decisiva para su posterior resonancia internacional. El primer vocalista del grupo, el sueco Per Yngve Ohlin, "Dead", un joven de personalidad extraña, obsesionado con la muerte, acabó suicidándose a los 22 años. Comentan sus compañeros de grupo en algunas entrevistas que estaba continuamente autolesionándose (lo hacía frecuentemente en los conciertos de Mayhem), y de hecho primero trató de suicidarse cortándose las venas pero, al ver que tardaba demasiado en morir, decidió darse un tiro en la cabeza con una escopeta.


La película Lords of chaos (Jonas Åkerlund, 2018), que protagoniza Rory Culkin interpretando a Euronymus, describe casi de forma absurda el momento en el que éste encontró el cuerpo sin vida del vocalista. Fascinado por la imagen de su imagen muerto, Euronymus, antes de llamar a la policía, cogió una cámara y fotografió el cuerpo destrozado de Dead, que posteriormente utilizaría como portada del album en directo de Mayhem Dawn of the black hearts (1995, Warmaster Records). Es una de las escenas macabras que rodearon la vida de Euronymus, y que el director sueco Jonas Åkerlund describe en esta película que se pudo ver en festivales como Sundance y Sitges. Quizás el acercamiento del realizador no acaba siendo tan oscuro como la historia merecería, y en su desarrollo se toma ciertas licencias sobre todo en cuanto a la relación entre los personajes principales (establece un vínculo de amistad entre Euronymus y Dead que parece que no existió en realidad), la película se plantea como un interesante anti-biopic musical, mucho más atractivo ahora que vivimos el resurgir de los dramas musicales "blancos" con películas como Bohemian rhapsody (Bryan Singer, Dexter Fletcher, 2018) o Rocketman (Dexter Fletcher, 2019).

Neseblod (antes Helvete) en la actualidad
Otra de las figuras clave del movimiento Black Metal noruego fue Varg Vikernes, especialmente a través de su proyecto Burzum, que publicó su primer album, Burzum (1992, Deathlike Silence Productions), bajo el sello discográfico de Euronymus, quien por entonces también regentaba una tienda de discos en Oslo. Este pequeño establecimiento, llamado Helvete ("infierno" en noruego) fue el punto de encuentro de los principales miembros del Black Metal en los años noventa y se dice que en su sótano tenían lugar las reuniones del movimiento Inner Circle, donde se gestarnos parte de las acciones de incendios de iglesias y profanaciones de tumbas. En al actualidad, la tienda está abierta, con el nombre de Neseblod ("hemorragia nasal"), y también es una discográfica especializada en música metal, en la misma dirección donde se encontraba Helvete, en Schweigaards gate 56, situado en Grønland, barrio habitado principalmente por población inmigrante de origen musulmán. En el sótano donde se reunía Inner Circle, ahora se puede encontrar una pequeño museo dedicado al Black Metal noruego, y sin duda es una de las tiendas de obligada visita para los amantes de la música.

La relación entre Euronymus y Varg Vikernes atravesó diferentes vaivenes, motivados en buena medida por la diferente visión que cada uno de ellos tenía del movimiento de Black Metal y una cierta pugna por considerarse cada uno el principal referente del movimiento. Euronymus era más un teórico, preocupado principalmente por ofrecer una imagen siniestra frente a la sociedad; Varg Vikernes, por su parte, reivindicaba una acción más contundente, principalmente con la quema de iglesias de origen cristiano. Pero, al contrario de lo que más tarde publicarían los medios de comunicación, el Black Metal no es un movimiento satánico. En el documental Once upon a time in Norway (Martin Ledang, Pål Aasdal, 2007), los miembros que quedan de la banda Mayhem afirman que las referencias satánicas eran básicamente "postureo", pero que nunca practicaron cultos satánicos ni estaban especialmente interesados en ellos. 

El momento de mayor distanciamiento entre Euronymus y Varg Vikernes se produjo cuando este último decidió conceder una entrevista a un periódico noruego reivindicando como propios del movimiento Inner Circle los incendios provocados de iglesias cristianas. En contra de la opinión del primero, que pretendía liderar un movimiento real, pero oculto a la sociedad, la entrevista de Varg Vikernes provocó, aparte de su propia detención como presunto autor de algunos de estos incendios, una oleada de artículos en medios de comunicación en los que se tergiversaba la realidad y se incorporan los elementos satanistas y de culto al diablo como fundamento principal del Black Metal. Varg Vikernes, aunque fue condenado por los incendios de tres iglesias, siempre ha negado su participación en los mismos. Fue quizás el momento decisivo de la popularidad del Black Metal noruego, pero con una imagen que no tenía nada que ver con la realidad y con imitadores que sí acabaron incorporando el culto satánico a sus acciones. Más allá de la música, el Black Metal acabó siendo etiquetado como un referente peligroso, más que como una reivindicación underground y antisistema. 

Ciertamente ocurrieron otros hechos delictivos alrededor del Black Metal, como el apuñalamiento de un homosexual en un bosque de Lillehammer, una localidad cercana a Oslo. Bård Eithun, "Faust", por entonces batería de la banda Emperor, fue el autor de este asesinato, cuando su víctima se le acercó con la intención de mantener relaciones sexuales. "Simplemente decidí acabar con la vida de este hombre. Quizá mi subconsciente me decía que tenía derecho a hacerlo porque él era gay", afirmaba el propio Faust años después en una entrevista. 

Tøyengata 40B
Pero el hecho decisivo para que el Black Metal se haya rodeado de cierta leyenda negra lo protagonizó de nuevo Varg Vikernes quien una noche se acercó al piso donde se acababa de trasladar Euronymus con la intención de firmar un contrato con su sello discográfico. En ese piso, situado muy cerca de la tienda Helvete, en Tøyengata 40B, Varg Vikernes asestó 23 puñaladas a Euronymus tras mantener una discusión sobre el contrato, acrecentada por su mala relación en aquellos momentos. El documental Until the light takes us (Audrey Ewell, Aaron Antes, 2008), una excelente reflexión sobre el movimiento Black Metal y los hechos macabros que le rodearon, muestra por primera vez la versión que daba Varg Vikernes del asesinato. Según él, Euronymus fue el primero que le atacó, y parte de las heridas se las produjo cuando cayó sobre cristales rotos. En realidad, en palabras de Vikernes, era el componente de Mayhem el que pretendía secuestrarlo y asesinarlo en un bosque cercano. En todo caso, la justicia le condenó a la pena máxima de prisión en Noruega, 21 años. Tras cumplir 16 años en prisión, Varg Vikernes salió bajo libertad provisional en 2009, y actualmente reside en Francia.

Until the light takes us no solamente describe los hechos macabros u oscuros que rodearon a la escena del Black Metal, sino que ofrece una interesante reflexión sobre cómo en determinado momento se acabó tergiversando la imagen de este movimiento musical, haciéndolo más popular pero también menos fiel a su orígenes. En este sentido, el documental resulta mucho más clarificador que la película Lords of chaos, que en cierto modo se limita a establecer un recorrido por algunos de estos acontecimientos que empañaron en buena medida el desarrollo de un subgénero musical que empezaba a aportar ideas brillantes al panorama de la música underground. Y lo hace tomándose algunas libertades que en cierta medida también han molestado a parte de los protagonistas de aquel movimiento precursor de Black Metal, como el hecho de "inventar" una novia para Euronymus. 

El propio Varg Vikernes ha publicado en su página web una serie de siete videos dedicados a a comentar falsedades de la película Lord of chaos (afirma no haberla visto pero sí leído el guión original). Entre ellas, habla de la inexistencia de este personaje femenino y afirma que Euronymus era en realidad homosexual. También califica al actor Emory Cohen, que le interpreta en el film, como un "gordo judío" que en nada se parece a él, y en uno de los videos comenta precisamente su alegato de autodefensa que la justicia le negó. En todo caso, la película, con sus aciertos y sus posibles falsedades, recupera la atención sobre el nacimiento de una de las más reveladoras corrientes musicales que han surgido en los países escandinavos en las últimas décadas, cuya ideología no tiene tanto que ver con el culto al diablo, sino más bien con la reivindicación de las tradiciones ancestrales. 



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