25 diciembre, 2015

Las 30 Mejores Bandas Sonoras de 2015 (2ª Parte)

Continuamos repasando nuestra lista de las mejores bandas sonoras de 2015, en su formato de música original. Títulos que nos han sorprendido o directamente nos han impactado. Nombres nuevos de compositores que han destacado a lo largo de estos meses, y también el regreso de algunas firmas ya veteranas en perfecto estado de forma. Estos son los últimos 15 trabajos musicales del año.

Spotlight
Howard Shore

Esta incursión en el entramado periodístico de un gran rotativo como The Boston Globe y los escándalos en torno a abusos sexuales en la Iglesia, sin duda es uno de los títulos destacados en la carrera de los premios norteamericanos. Dirigida por el actor Tom McCarthy, Spotlight nos ofrece una certera banda sonora de Howard Shore, que navega con comodidad en los sonidos urbanos. Al igual que en otros trabajos anteriores, en los que la acción se sostiene en los diálogos, Shore se rodea de instrumentos solistas como las guitarras o los teclados electrónicos para construir la estructura musical de las secuencias y sus personajes. Y en ese ámbito, casi de la misma forma que en el de la gran orquesta y las voces corales, Howard Shore es uno de los maestros.

Trumbo
Theodore Shapiro

Aunque su nombre se relaciona más con el mundo de la televisión y con comedias más o menos intrascendentes, Theodore Shapiro es uno de los compositores jóvenes más interesantes del panorama actual. Y este biopic del escritor Dalton trumbo (segura nominación al Oscar para Bryan Cranston) que dirige Jay Roach, puede ser una de sus plataformas de lanzamiento al mainstream de Hollywood. Espléndido trabajo que utiliza los resortes del jazz para introducirnos en la mente de uno de los grandes autores de la literatura moderna. estamos sin duda ante una de las mejores bandas sonoras de los últimos años, apasionada en su carácter experimental, minimalista en sus pasajes emocionales... Una gran composición en la estela de los grandes maestros de la música de cine.

Bridges of spies
Thomas Newman

Desde que Quincy Jones creara la partitura de su película El color púrpura (1985) ningún otro compositor había roto la fructífera colaboración entre John Williams y Steven Spielberg. Pero un año con un proyecto de tanta envergadura como Star Wars. El despertar de la fuerza y algunos problemas de salud impidieron que el compositor participara en El puente de los espías. Thomas Newman coge el relevo y crea un trabajo sólido, que se sustenta en su hábil manejo de la gran orquesta, con introducción de voces corales e instrumentos étnicos. Newman sabe subrayar sin alardes esta trama de espías que nos devuelve al Spielberg más clásico, y abandona sus conocidos sonidos de piano etéreo, para adquirir hechuras de fortaleza sonora en pasajes de auténtica inspiración. 

Star Wars: The force awakens
John Williams

Sin duda, uno de los trabajos musicales más esperados de la última década (para muchos, el Oscar ya está preparado para John Williams). Pero, ¿confirma las expectativas? Aunque no encontremos en esta última banda sonora temas que resulten auténticamente identificativos de la nueva película, lo cual puede resultar algo decepcionante, el conjunto tiene toda la sonoridad y fuerza de la saga galáctica. Nadie como John Williams puede aportar con sus maestría característica y una grabación impecable esos vientos contundentes, esas cuerdas exultantes, esa intensidad en temas apabullantes como "March of resistence" o "The Jedi steps and Finale". Y las referencias a anteriores bandas sonoras ("Han and Leia") ponen literalmente los vellos de punta. Nada nuevo, pero en todo caso... Imprescindible. 

Concussion
James Newton Howard

Este drama deportivo puede volver a dar a Will Smith una posición perdida en el panorama cinematográfico, después de sonoras equivocaciones y fracasos cantados. Nominado al Globo de Oro (y quizás también lo esté al Oscar), también hay que destacar el trabajo de James Newton Howard, de nuevo aportando su gran habilidad para envolver a una historia dramática de un contenido musical espléndido. James Newton Howard se sabe manejar con soltura en el thriller, y aquí utiliza las herramientas que tan efectivas le suelen ser (percusiones contundentes, sonoridades electrónicas en los pasajes más oscuros) para ejecutar una sólida composición que ahonda en la psicología del protagonista mientras nos introduce sin matices en una trama insólita de intereses deportivos y económicos. 

The hateful eight
Ennio Morricone

Finalmente Quentin tarantino ha conseguido que el maestro Ennio Morricone componga música original para una película suya, después de haberle rechazado en otras ocasiones. A pear de ello, Tarantino solo ha conseguido que Morricone cree 25 minutos de música original, mientras que parte del resto de la banda sonora corresponde a temas no usados en la película La cosa (1982). Sin duda estamos ante un trabajo marca de la casa, en tonalidades nada melódicas, sino más representativas de la constante tensión que marca la trama de la película. Casi anticipándose al desenlace en algunas escenas, Morricone desmenuza el sonido de la violencia y el suspense. Y es una de esas composiciones atonales que hay que escuchar varias veces para valorar en toda su complejidad.

Inside out
Michal Giacchino

Es difícil seleccionar una banda sonora más destacada que otra en el caso de Michael Giacchino. Este año El destino de Júpiter, Tomorrowland o Jurassic World podrían estar entre las mejores composiciones. Pero hemos seleccionado Inside out por distanciarse en su estructura musical de las grandes masas orquestales que caracterizan a los otros títulos. Y encontramos esos destellos de auténtica genialidad a lo largo de una banda sonora que parece más sencilla en su ejecución de lo que realmente es. Como otros de sus trabajos de animación, Del revés está repleta de instrumentaciones singulares, de hallazgos musicales deliciosos, de melodías que enamoran y acaban reproducidas en nuestras cabezas, como ese magnífico medley "Nomanisone island/National movers".

Pan
John Powell

Aunque esta curiosa versión de Peter Pan no terminó de cosechar el éxito que se esperaba, no hay que negarle su vocación de dar a la historia una vuelta de tuerca, con un Capitán Garfio que hace su aparición a ritmo de Nirvana, nada menos. Y en esa línea de auténtico descaro podemos encontrar también un trabajo de John Powell (quien sustituyó a Dario Marianelli después de que su partitura fuera rechazada) que está entre lo más refrescante del año. Original y tan ausente de prejuicios como para incorporar sonoridades báltico-gitanas en escenas de lucha, esta banda sonora encuentra algunos de sus mejores pasajes en las escenas de acción, en las que Powell demuestra su versatilidad y su capacidad para manejar con astucia elementos dispares unidos a unas elaboradas orquestaciones.

Crimson's peak
Fernando Velázquez

Aunque esta historia de terror gótico escrita y dirigida por Guillermo del Toro no convenció ni a la crítica ni al público, tachándola de demasiado superficial y convencional, al menos La cumbre escarlata nos ha permitido escuchar uno de los trabajos más destacados de Fernando Velázquez, y de paso darle a conocer internacionalmente (tras el éxito de Lo imposible). Personalmente, nos gustan más los sonidos románticos y melódicos que los pasajes terroríficos, en los que el compositor juega con cartas marcadas e instrumentaciones muy convencionales. Pero es precisamente en los momentos en los que emerge la historia de amor cuando brilla especialmente el talento del joven músico español, en temas de gran clasicismo como "Allerdale Hall", de auténtica belleza gótica. 

The revenant
Ryuichi Sakamoto, Alva Noto, Bryce Dessner

Este elaborado y poético western dirigido por un Alejandro González Iñárritu en estado de gracia (sin olvidar el inmenso trabajo del director de fotografía Emmanuel Lubezki) es uno de los favoritos de los Oscar. Y eso que Iñárritu ya lo consiguió el año pasado con Birdman. Supone también el regreso de Ryuichi Sakamoto al cine de Hollywood, sobre todo después de un obligado receso en su carrera por el tratamiento de un cáncer. Aunque en esta ocasión no podrá optar al Oscar por no permitirse trabajos compuestos por más de un compositor, decisión polémica de la Academia que ha sido recurrida por la productora. Acompañado por el creador de música electrónica alemán Carsten Nicolai (más conocido como Alva Noto) y por el compositor minimalista Bryce Dessner, subraya las poéticas imágenes de esta violenta historia sobre venganza y supervivencia. Un trabajo intenso e hipnótico.

Victoria
Nils Frahm

Esta película alemana sobre una inmigrante española ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín por el trabajo de fotografía, un alarde técnico ya que el film está rodado en una sola toma. La banda sonora está compuesta por un músico al que recomendamos seguir la pista en sus trabajos autónomos, como el album de piano "Solo", distribuido este año de forma gratuita, o el más reciente "Screwes reworked". En Victoria, a pesar de la dura historia que se nos cuenta, Nils Frahm crea unas composiciones sosegadas que ponen el contrapunto a las imágenes, suavizando su contenido. Música ambiental, sostenida precisamente en instrumentos solistas como el piano o la guitarra, que dibujan una asimétrica visión de la inmigración surgida de la última crisis económica. 

Macbeth
Jed Kurzel

Este es otro de los jóvenes compositores a los que hay que seguir la pista. Sus trabajos este año en películas como Slow West o esta adaptación espléndida de la obra de Shakespeare con Michael Fassbender y dirigida por Justin Kurzel (hermano del compositor y actual realizador de la adaptación al cine de Assassin's Creed), le perfilan como un músico con talento e ideas nuevas. Oscura y desasosegante, la banda sonora de Macbeth encuentra en las cuerdas disonantes el elemento principal de ejecución para recrear este drama regio. Uno de los propósitos del músico australiano era otorgar a las cuerdas una sonoridad más moderna, sin perder la esencia clásica. Una revisión actual desde la banda sonora del clásico shakesperiano.

Carol
Carter Burwell

Uno de nuestros compositores de cabecera, colaborador habitual de los hermano Coen, vuelve a dar muestras de su gran capacidad para las sonoridades íntimas. Esta historia de amor lésbica dirigida por Todd Haynes es una clara candidata a acaparar nominaciones al Oscar. Carter Burwell deambula a lo largo de la banda sonora entre los instrumentos de viento y el piano para complementar esta historia de amor prohibido, pero cuando refleja los momentos más íntimos de la pareja formada por Cate Blanchett y Rooney Mara se apoya en el sosegado sonido de las cuerdas, y en ocasiones se acerca a un minimalismo que nos recuerda los mejores trabajos de Philip Glass.

The Danish girl
Alexandre Desplat

Del compositor francés no sabemos qué selección hacer cada año. Siempre perfecto en la ejecución de sus trabajos, en 2015 nos ha ofrecido efectivas partituras, desde sus colaboraciones con Wim Wenders (Everything will be fine), Matteo Garrone (Il racconto dei racconti) o Robert Guédiguian (Une histoire de fou) hasta las más comerciales Suffragette y The Danish girl. Esta prolífica producción no desmerece en calidad, y entre ellas elegimos La chica danesa no solo por ser la que más opciones tiene de cara al Oscar, sino sobre todo por la delicada ambientación musical de esta historia de transexualidad dirigida por Tom Hooper. La banda sonora se sostiene sobre un hermoso tema principal que se maquilla en distintas recreaciones, adquieriendo su máxima expresión en hallazgos emocionantes como "The mirror".

Junun 
Jonny Greenwood, Shye Ben Tzur, The Rajasthan Express

El multi-instrumentista componente de Radiohead Jonny Greenwood viene desarrollando en los últimos años una interesante carrera como músico autónomo, explorando los sonidos de la música experimental y la música para cine. Este documental de 52 minutos dirigido por Paul Thomas Anderson muestra el viaje realizado por Jonny Greenwood a la India para la grabación de temas junto al músico indio Shye Ben Tzur y la banda tradicional The Rajasthan Express. En realidad, el documental refleja el trabajo de grabación y no al contrario, pero nos parece que, moviéndose con comodidad entre los sonidos de origen indio y las instrumentaciones electrónicas, conforma una de las cohesiones de imágenes y música más interesantes de este año que termina.


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