Los festivales de cine suelen ser generosos en sus homenajes, pero el Sevilla Festival de Cine se lleva la palma. Esa tendencia de dar una estatuilla a cualquiera que pase por aquí ha acabado resultando este año un auténtico despropósito.
El debate sobre si los festivales de cine sirven para descubrir cinematografías, directores, películas que difícilmente serán vistas en nuestras pantallas por mor de unos distribuidores que se las dan de innovadores cuando en realidad sólo compran con criterios de cine conservador, o si los festivales simplemente son un escaparate de caras más o menos conocidas y representantes de una industria maltrecha por no haber sabido adaptarse a las nuevas formas de ver cine, lo dejaremos para otra ocasión.
En el Sevilla Festival de Cine se le ha dado un homenaje este año a todo Cristo. Que Carlos Saura y Vittorio Storaro estaban rodando en Sevilla, pues homenaje a Vittorio, no vaya a ser que no vuelva por aquí; que el cine invitado es el de Gran Bretaña, pues homenaje a la principal responsable del British Film Institute, para que así venga y eche una mano en traer a personajes conocidos. Que se estrena la segunda parte de la saga de Millenium, pues homenaje a su productor, Sören Staermose, por haber conseguido sacar los frutos de unas novelas a base de parir churros y engañar de camino a los espectadores ¿quién va a ir a ver la tercera entrega en los cines cuando ya se ha anunciado que se va a producir una serie de televisión? El propio Antonio de la Torre se sorprendía de que le dieran un premio a su trayectoria, cuando prácticamente está empezando.
Al final, en los festivales los homenajes son excusas para traer a actores o directores conocidos que de otra forma difícilmente vendrían. Esa es la realidad, especialmente en muestras que aún no tienen el prestigio necesario. Y aún teniéndolo: todos sabemos que el Festival de San Sebastián homenajeó a Robert DeNiro a golpe de talonario. La pregunta surge entonces: ¿para qué se hacen los homenajes? La respuesta es difícil, pero en Sevilla, si sirve para que un alcalde mediático se haga una foto, pues adelante, estatuillas para todos: Ben Kingsley, John Hurt, Fernando Trueba, Amanda Nevill, Rafael Azcona, Maurizio Escaparro, Antonio de la Torre, ... Menos mal que Tom Cruise y Cameron Díaz no ruedan en Sevilla hasta la semana que viene, porque si llegan a coincidir con el festival, se acaban sacando un homenaje de la manga por la promoción de Sevilla en sus películas.
El debate sobre si los festivales de cine sirven para descubrir cinematografías, directores, películas que difícilmente serán vistas en nuestras pantallas por mor de unos distribuidores que se las dan de innovadores cuando en realidad sólo compran con criterios de cine conservador, o si los festivales simplemente son un escaparate de caras más o menos conocidas y representantes de una industria maltrecha por no haber sabido adaptarse a las nuevas formas de ver cine, lo dejaremos para otra ocasión.
En el Sevilla Festival de Cine se le ha dado un homenaje este año a todo Cristo. Que Carlos Saura y Vittorio Storaro estaban rodando en Sevilla, pues homenaje a Vittorio, no vaya a ser que no vuelva por aquí; que el cine invitado es el de Gran Bretaña, pues homenaje a la principal responsable del British Film Institute, para que así venga y eche una mano en traer a personajes conocidos. Que se estrena la segunda parte de la saga de Millenium, pues homenaje a su productor, Sören Staermose, por haber conseguido sacar los frutos de unas novelas a base de parir churros y engañar de camino a los espectadores ¿quién va a ir a ver la tercera entrega en los cines cuando ya se ha anunciado que se va a producir una serie de televisión? El propio Antonio de la Torre se sorprendía de que le dieran un premio a su trayectoria, cuando prácticamente está empezando.
Al final, en los festivales los homenajes son excusas para traer a actores o directores conocidos que de otra forma difícilmente vendrían. Esa es la realidad, especialmente en muestras que aún no tienen el prestigio necesario. Y aún teniéndolo: todos sabemos que el Festival de San Sebastián homenajeó a Robert DeNiro a golpe de talonario. La pregunta surge entonces: ¿para qué se hacen los homenajes? La respuesta es difícil, pero en Sevilla, si sirve para que un alcalde mediático se haga una foto, pues adelante, estatuillas para todos: Ben Kingsley, John Hurt, Fernando Trueba, Amanda Nevill, Rafael Azcona, Maurizio Escaparro, Antonio de la Torre, ... Menos mal que Tom Cruise y Cameron Díaz no ruedan en Sevilla hasta la semana que viene, porque si llegan a coincidir con el festival, se acaban sacando un homenaje de la manga por la promoción de Sevilla en sus películas.
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