10 febrero, 2012

Españoles en Hollywood: Apollo 18 / The river


Hollywood llama a las puertas de los directores españoles. Pero da la impresión que el interés de los estudios norteamericanos está principalmente enfocado a lograr dóciles responsables de producciones de terror. Gonzalo López-Gallego y la reciente incorporación de Jaume Collet-Serra al nuevo proyecto televisivo de Steven Spielberg son los dos últimos ejemplos.

Algunos jóvenes directores españoles, especialmente aquellos que han hecho incursiones en el género de terror, han sido tentados por Hollywood. En ocasiones con resultados mediocres, como The new daughter (2009), extraño thriller protagonizado por Kevin Costner y dirigido por Luis Berdejo, guionista de Rec (2007). Otros con variopintos resultados, como Juan Carlos Fresnadillo con la espléndida 28 semanas después (2007) y la irregular Intruders (2011). Directores como J.A. Bayona o el cordobés F. Javier Gutiérrez, director de Tres días (2008), ya han sido tentados. Éste último, a la espera de dirigir el remake de The monkey’s paw, película de terror que recupera la versión de 1933, y que coproducen Maestranza Films y RKO Pictures, ya ha sido anunciado como director del remake de El cuervo (1994).  

Otros casos son los de directores que han iniciado su carrera en el mercado norteamericano tras su formación en escuelas de cine. Como los hermanos Álex y David Pastor, que debutaron con la interesante Infectados (2009) y ahora andan dando tumbos en España dirigiendo capítulos de la serie El barco, aunque con el interesante proyecto Los últimos días (2012), que se desarrolla en una Barcelona apocalíptica, en ciernes. O el de Jaume Collet-Serra, que se ha afianzado en Hollywod con títulos de terror como La huérfana (2009) y películas de acción poco solventes como Sin identidad (2011) (y del que se ha anunciado su posible incorporación a la adaptación cinematográfica del mítico cómic Akira (2013)).

Las dos últimas producciones dirigidas por españoles dan la impresión de ser, como en la mayor parte de los casos, productos prefabricados que solo necesitan cierto criterio de dirección, pero desprovistos de personalidad autoral.

Apollo 18 (2011). Gonzalo López-Gallego debutó en la dirección con una interesante muestra de cine de “perseguido”: El rey de la montaña (2007), que contenía momentos contundentes de thriller pero descalabraba en su desarrollo. Tras alguna incursión en la televisión (Ángel o demonio) hizo su primer proyecto en Hollywood con esta película de terror que pasó con más pena que gloria por la taquilla norteamericana. Apollo 18 utiliza el recurso (ya prácticamente agotado) de falso documental con supuestas grabaciones recuperadas (al estilo El proyecto de la bruja de Blair (1999)), pero con la particularidad de acompañar en este recorrido terrorífico a un grupo de astronautas en una misión a la luna. Aunque contiene un buen trabajo de montaje, el recurso de las cámaras de video no siempre funciona ni resulta verosímil, y la última parte de la película acaba siendo un disparate que no lleva a ninguna parte. López-Gallego no ha tenido mucha suerte con sus películas: El rey de la montaña sufrió algunos retrasos en su estreno, y a Apollo 18 le ha ocurrido lo mismo, por mucho que estuviera en la producción el exitoso director ruso Timur Bekmambetor (Wanted) y los hermanos Weinstein.

The river (2012). Nueva producción de Steven Spielberg para televisión (lo cual, dados los resultados de Falling skies y Terranova, tampoco es una garantía), este thriller sobrenatural tiene como responsables a Oren Peli, director de Paranormal activity (2007) y a Michael L Perry, productor de aquel fiasco que empezó bien pero no llevaba a ninguna parte que era Persons unknown (2010). Los primeros dos episodios, dirigidos con cierta eficacia por Jaume Collet-Serra y estrenados esta semana en la cadena ABC y la próxima en la española Fox, plantean de nuevo el recurso de la grabación documental que aquí acaba resultando aleatorio y completamente innecesario. La primera impresión es que nos encontramos ante una mezcla excesivamente descarada de Perdidos (primer episodio) y El proyecto de la bruja de Blair (segundo episodio), así que la principal duda es saber a qué serie se parecerá el tercer capítulo. Aunque se han anunciado solamente ocho episodios, la trama comienza a dar señales de flaqueza ya en la segunda parte, así que mucho nos tememos que The river vaya a ser otro de esos proyectos de planteamiento curioso y desarrollo imposible (al estilo de Persons unknown y Flashforward). 

Tenemos la impresión que los directores españoles manejan con más soltura proyectos personales que encargos. Este año se estrenan varios proyectos de aspecto internacional que prometen darnos muestras de cierta personalidad. J.A. Bayona estrenará Lo imposible, con Ewan McGregor y Naomi Watts, incursión en el cine de catástrofes que en realidad es una producción española. Del mismo estilo de producción es la última película de Rodrigo Cortés tras Buried (2011): Luces rojas es también una producción española pero con actores de marca internacional como Robert DeNiro, Cilliyan Murphy o Elizabeth Olsen. Pero ésto es lo más difícil: mantener cierta independencia de los grandes estudios pero utilizando parecido sistema de producción.


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