Pocas son las mujeres compositoras que han encontrado un sitio destacado en el panorama cinematográfico. De hecho, la nominación al Oscar este año de la británica Mica Levi por su trabajo en Jackie (Pablo Larraín, 2016), no hizo más que poner de manifiesto la aún escasa presencia femenina en el sector cinematográfico, por la excepcionalidad de este reconocimiento de Hollywood. Anteriormente, y curiosamente en dos años seguidos, solo dos mujeres habían conseguido, no solo ser nominadas, sino llevarse el Oscar: Rachel Portman por Emma (Douglas McGrath, 1996) y Anne Dudley por Full Monty (Peter Cattaneo, 1997). Se nos vienen a la cabeza otros nombres destacados que han marcado un sonido característico y muy personal a sus composiciones para cine, como Eleni Karaindrou, Jocelyn Pook, Lisa Gerrard o Deborah Lurie, y en España Eva Gancedo o Zeltia Montes.
Entre ellas, una de las compositoras más notables es la inglesa Debbie Wiseman, cuyo trabajo en el cine y, especialmente, la televisión británicos, es quizás menos conocido de lo que debería. Nacida en Londres, ha desarrollado su carrera principalmente en Gran Bretaña, donde es una de las compositoras más destacadas, no solo en el campo audiovisual sino también en la música autónoma, además de ser profesora en Royal College of Music y una conocida colaboradora en programas de radio y televisión. En 2012, por ejemplo, presentó el programa "Backtracks" en Channel 4 dedicado a explicar cómo funciona la música en cine y televisión (un tipo de programa impensable ahora mismo en la televisión que se hace en España).
Silva Screen Records, 2017 |
La edición del disco Debbie Wiseman: Live at The Barbican nos permite redescubrir algunos de los trabajos más notables de esta compositora que tiene en su haber espléndidas bandas sonoras tanto para series como para películas. El álbum contiene la interpretación de algunos de sus trabajos a cargo de The Orchestra of the Guildhall School, bajo la dirección de la propia Debbie Wiseman. Guildhall School es precisamente la escuela de música en la que la compositora llevó a cabo parte de su formación. Y el hecho de tratarse de una orquesta formada en parte por alumnos de la escuela hace que en ocasiones la interpretación no sea del todo precisa, especialmente en algunos de los temas en los que predominan los instrumentos de viento o en aquellos en los que se requiere una contundencia sonora que, en muchos casos, aquí queda algo desdibujada.
El concierto comienza con dos temas pertenecientes a la película Wilde (Brian Gilbert, 1997), uno de los primeros trabajos para cine de la compositora. La suite que se incluye como segundo tema recoge precisamente algunos fragmentos de esta espléndida partitura, intensa y romántica, en la que Debbie Wiseman acertaba recreando al mismo tiempo la vida social del escritor Oscar Wilde, pero también la melancolía que le acompañó, mientras que el primer tema, "Wilde West", es un divertimento con sonoridades de western que sirve como una buena introducción al concierto. Continúa una rareza del género fantástico que resulta casi desconocida, Tom's Midnight Garden (Willard Carroll, 1999), una historia de viajes en el tiempo que sin embargo nos ofrece a través de la suite que escuchamos una partitura llena de sensibilidad que tiene una sonoridad eminentemente británica, introduciendo los instrumentos de viento como elementos que subrayan ese aire de género fantástico de la película, mientras que las cuerdas nos evocan una apacible descripción de ese misterioso secreto jardín que ofrece al protagonista un mundo lleno de sorpresas.
Pero quizás donde se ha desarrollado con mayor acierto la carrera de Debbie Wiseman es en la televisión, para la que es una habitual colaboradora en tvmovies y series de éxito crítico como la espléndida Wolf Hall (BBC2, 2015), que nos acercaba a la corte del Rey Enrique VIII y su secretario, Thomas Cromwell, magníficamente interpretados por Damian Lewis y Mark Rylance, respectivamente. Nos sabe a poco el tema que se incluye en este concierto, pero al menos es un ejemplo de ese notable trabajo de minimalismo que desarrolló la compositora, y que recomendamos escuchar en su banda sonora original, porque tiene en esa concisa creación para orquesta de cámara (con introducción de instrumentos medievales) su principal virtud. Y en los arreglos para una orquesta sinfónica pierde buena parte de su esencia.
La verdad sobre el amor (John Hay, 2005) es una de las escasas incursiones de Debbie Wiseman en Hollywood, y aunque esta comedia romántica protagonizada por la por entonces popular actriz Jennifer Love Hewitt no es precisamente una buena representación del trabajo de la compositora, sí al menos le permitió indagar en sonoridades que, sobre todo en su tema principal, desarrolla aires de tango y en cierto modo nos recuerda al estilo característico de otra de las destacadas compositoras británicas, Rachel Portman. Se trata por tanto de una creación que parece menos personal, y por eso sorprende que le dedique una suite de ocho minutos mientras que de otras partituras más destacadas como la anterior solo introduce su tema principal. En este sentido, se nos antoja como una propuesta de la compositora para mostrarnos su, por otro lado ya reconocida, capacidad para adaptarse a todo tipo de trabajos. Como la siguiente suite, dedicada a la miniserie también estrenada como película Inundación (Tony Mitchell, 2007), en torno a una serie de tormentas que provocan un maremoto que se acerca a las costas británicas. Aquí Debbie Wiseman desarrolla una composición que comienza con cierta cadencia amenazadora que nos hace presagiar la catástrofe, hasta ir expandiéndose en una explosión sinfónica que enfrenta los instrumentos de viento con los de cuerda (y aquí encontramos esa carencia que ya apuntábamos en la contundencia de los vientos, algo erráticos en esta interpretación).
Uno de los mejores trabajos de Debbie Wiseman para el cine es la comedia de terror Lesbian Vampire Killers (Phil Claydon, 2009), un homenaje a las películas británicas de horror de los años '60 que permitió a la compositora elaborar una poderosa banda sonora de corte gótico, notable especialmente en su tema principal que en la suite que escuchamos en esta grabación adolece de la ausencia de los elementos corales que tiene la partitura original, lo cual minimiza en buena medida la efectividad irónica de la propia composición. Más interesante es la interpretación del tema principal de la tvmovie A poet in New York (Aisling Walsh, 2014), que cuenta con un espléndido trabajo del actor Tom Hollander en la piel del poeta galés Dylan Thomas, una hermosa composición que, con la utilización de ese violín solista con el que comienza, ya describe Debbie Wiseman la soledad y depresión que llevó al poeta a un coma etílico en su último viaje a Nueva York en 1953, que acabó provocando su muerte. Hay que apuntar que en la banda sonora original este sentimiento de soledad lo aporta una guitarra solista, pero esta circunstancia no desmerece su interpretación en concierto.
De vuelta al estilo gótico, la compositora británica nos ofrece de nuevo un trabajo destacable para la película de terror Hechizados (Lewis Gilbert, 1995), que protagonizaron unas jovencísimos Kate Beckinsale y Aidan Quinn. Aunque en este caso encontramos la confrontación del misterioso y oscuro comienzo con el arrebatador tema romántico que conforma buena parte de la suite. En realidad, casi podemos decir que la película es de género romántico-fantasmal, y esta vertiente lírica está muy presente en la partitura original de la compositora, en la que predomina el uso del piano como instrumento principal. En este sentido, hay que destacar la capacidad melódica que Debbie Wiseman nos ofrece en sus trabajos para el cine y la televisión, que desemboca en partituras de gran belleza como ésta. El sello Silva Screen ha reeditado recientemente la banda sonora original de esta película, que está disponible también en plataformas de internet, por lo que no es difícil acercarse a su concepción original y disfrutar de un trabajo notable. Es lo que ocurre también con uno de sus recurrentes trabajos, la serie Father Brown (BBC, 2013-), basada en las historias de G.K. Chesterton sobre un párroco de un pequeño pueblo inglés de los años '50 con especial capacidad para resolver misterios. La serie lleva ya cinco temporadas de éxito (la última se emitió el pasado mes de enero) y Debbie Wiseman ha compuesto la música de todos sus capítulos. Fresca y muy estilo 'british', la partitura es un claro ejemplo de la versatilidad de su autora. También para la BBC compuso la música de la tvmovie The whale (Alrick Riley, 2013), uno de sus trabajos menos conocidos, y que aquí descubrimos en un lírico tema principal que tiene como elemento inicial una flauta con aires marinos que desemboca en una secuencia de acción con instrumentos de percusión y viento.
El concierto que se nos presenta en este álbum que comentamos, Debbie Wiseman: Live at The Barbican, dedica su parte más extensa a uno de los trabajos más destacados de la compositora, para la película francesa Arsène Lupin (Jean-Paul Salomé, 2004), adaptación de la novela de Maurice Leblanc que protagonizó Romain Duris en la piel de uno de los personajes de ficción más conocidos del universo literario francés. Desde sus primeros compases, estamos ante una contundente partitura que ya demuestra su prodigiosa inspiración en un tema principal poderoso, soportado principalmente en los instrumentos de viento, que se desarrolla a continuación. La suite en cuatro movimientos nos ofrece parte de una de sus mejores bandas sonoras, que aúna cierto aire de música con sonoridades francesas y, también es cierto, nos recuerda a algunos trabajos de Danny Elfman. Pero siempre manteniendo una personalidad que se expande especialmente en las secuencias de acción, que aúna misterio y espectacularidad, especialmente en el segundo y el cuarto movimiento, donde Debbie Wiseman comprime buena parte de sus creaciones para las escenas más dinámicas de la película.
La grabación se cierra con uno de los encargos más prestigiosos que ha tenido Debbie Wiseman en los últimos años, que demuestra precisamente su relevancia en la escena musical británica. Con motivo de la celebración del Jubileo de Diamante de la reina Isabel II, que conmemoraba el 60 aniversario de su subida al trono, Debbie Wiseman fue una de las compositoras que participó creando la música original del espectáculo "Jubilee Gigue", que por primera vez aparece en CD. Es un tema espectacular e impetuoso, con ese estilo barroco que toma como base la giga, danza clásica francesa, pero al mismo tiempo tiene un aire marcial que le otorgan las trompetas, pasando posteriormente a sonoridades tribales, lo que conforma una espléndida creación poliédrica que describe perfectamente el multiforme perfil de la realeza.
Debbie Wiseman: Live at The Barbican no es un disco perfecto debido en parte a la ejecución de The Orchestra of the Guildhall School (sin menospreciar el trabajo de esta orquesta, creemos que este mismo recopilatorio en manos de The Royal Philharmonic Orchestra, una de las que habitualmente colabora con Debbie Wiseman en la grabación de sus bandas sonoras, hubiera tenido una calidad muy superior), y también en buena medida a una selección algo sorprendente, con trabajos no especialmente destacables de la compositora, mientras que algunas de sus mejores partituras como la miniserie The promise (Channel 4, 2011) o la serie Dickensian (BBC1, 2015-) están ausentes. Pero, como ocurre en buena parte de los recopilatorios, su edición nos invita sobre todo a descubrir las versiones originales creadas por la compositora, aquí mucho más contundentes que su interpretación en concierto, como hemos comentado en los casos de Wolf Hall (BBC2, 2015) o Lesbian Vampires Killers (Phil Claydon, 2009). Afortunadamente, en el caso de Debbie Wiseman no es difícil encontrar buena parte de sus bandas sonoras, incluso aquellas menos conocidas, por lo que se trata de una interesante invitación a descubrir el talento de una de las compositoras más destacadas del panorama musical actual.
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