27 abril, 2024

Crossover Series '24 - Parte 2: Realidad y ficción

El último fin de semana en Crossover Series ofrece una programación amplia con varias mesas redondas y estrenos de producciones que llegarán a las plataformas este mes de mayo, como Marbella (Movistar+, 2024), Without sin (AXN, 2022) y Las largas sombras (Disney+, 2024). Una de las series españolas de mayor éxito reciente ha sido Reina roja (Prime Video, 2024-), un thriller ambicioso que ha contado con un notable trabajo de efectos visuales, que se ha concretado en casi 1400 planos con efectos, recreaciones de espacios oníricos, monos 3D, explosiones y persecuciones de coches. Miopia FX es una empresa de efectos visuales fundada en 1999 que ha trabajado recientemente en producciones como La sociedad de la nieve (J.A. Bayona, 2023), Perverso (Prime Video, 2024) o Moscas (ViX, 2023) y en proyectos internacionales como Juego de tronos (HBO Max, 2011-2019) e Inside No. 9 (Filmin, 2014-), además de haber conseguido numerosos premios en el campo publicitario. 

La mesa redonda VFX: Recreando el universo de Reina Roja contó con la participación de Koldo Serra, uno de los directores de la serie, Fernando Guerrero, supervisor de Efectos Visuales, y Adriana Izquierdo, productora de Prime Video España. La serie planteaba un reto desde el principio, según Koldo Serra: "Yo entré en el proyecto cuando los guiones ya estaban escritos y me pareció muy ambiciosa visualmente. Así que cuando leí los guiones la primera pregunta que hice a Prime Video fue: '¿Esto se va a hacer bien?'. Porque alucino con lo que está escrito, es muy complicado de rodar, va a ser divertido afrontar este reto, pero quiero saber si se va a contar con un buen equipo y si vamos a tener tiempo para hacerlo". El granadino Fernando Guerrero es un técnico freelance que ha estado ligado a empresas de efectos visuales como Weta Digital, El Ranchito o Framestore, trabajando en producciones internacionales como Un monstruo viene a verme (J.A. Bayona, 2016), La bella y la bestia (Bill, Condon, 2017), Logan (James Mangold, 2017) o The Mandalorian (Disney+, 2019-): "Lo más difícil era recrear ese mundo psicológico de la protagonista. Porque todo el mundo sabe cómo son unos monos, pero el diseño de los efectos más abstractos sí que tuvimos que pensar bien cómo lo abordábamos, porque podía salir cualquier cosa". 

© Miopia FX
Reina roja (Prime Video, 2024-) Fotogrametría efectuada por un dron para escanear el espacio 

Reina roja ha contado con unos 1400 planos de efectos visuales, algo inusual en España, incluso en cine. "Yo rodé la película Gernika (2016), que tiene muchos efectos visuales, pero no llegaba a los 450 planos". A lo que Fernando Guerrero apunta que "es una cantidad parecida a una película de Marvel, que suele oscilar entre 1400 y 1600 planos de efectos visuales". En muchas secuencias se utiliza la técnica de la fotogrametría, como en el salón donde se encuentra la primera víctima en el episodio Un salto (T1E1), que fue recreado casi completamente de forma digital: "Lo que hacemos es escanear todo el espacio utilizando un dron que tira muchas fotos y después un software las une para sacar un modelo muy básico en 3D, sobre el que esculpimos el modelo tal como se necesita". Pero también hay efectos visuales en muchas secuencias en las que pasan más desapercibidos, como la persecución en una autopista en el episodio Un tatuaje (T1E2), en la que todos los elementos están creados en postproducción, como explicaba Koldo Serra: "Teníamos una persecución de cuatro páginas y encontramos una carretera cortada al público, pero que no tenía quitamiedos, radares, puentes, farolas, ni siquiera las líneas discontinuas. Todo eso hubo que hacerlo digitalmente. Otro problema que surgió es que el modelo de coche que describe Juan Gómez Jurado en la novela es el último modelo de Audi, que está preparado para que si se acerca otro coche, se detenga. De manera que no podíamos derrapar, no puedes acercarte a otros coches... así que utilizamos un modelo de Audi anterior y en todos los planos está sustituido digitalmente con el modelo correcto". El equipo de efectos visuales de Reina roja estuvo formado por unas 45 personas, algunas de ellas trabajando en remoto desde Polonia y Gran Bretaña. 

DINÁMICAS DE PODER

La realidad y la ficción están ligadas a uno de los géneros que ha proporcionado algunas de las mejores historias al formato de series. En la mesa redonda sobre Política y Ficción, se habló de esta relación que parece retroalimentarse no solo desde lo que ocurre en el mundo real sino también cuando éste adquiere ciertos tics que provienen de su propia representación en la pantalla. Uno de los temas tratados en este encuentro fue la manera en que la política ha acabado imitando a la ficción, como apuntaba el periodista Pedro Vallín (1971, Asturias), autor del libro ¡Me cago en Godard! Por qué deberías adorar el cine americano (y desconfiar del cine de autor) si eres culto y progre (2019 Ed. Arpa Editores). Las últimas temporadas de El ala Oeste de la Casa Blanca (HBO Max, 1999-2006) introdujeron al candidato demócrata Matt Santos (Jimmy Smits), que estaba inspirado en la convención demócrata que elige a John Kerry frente a Obama: "Así que para concluir la serie introducen un candidato que se parece a éste pero que es latino, porque no creían que un afroamericano podría llegar a la Casa Blanca. La temporada de la campaña entre el republicano moderado Arnold Vinick (Alan Alda) y Santos fue calcada dos años después en la campaña entre John McCain y Barack Obama, incluso en los debates". La mesa redonda, en la que también participó Emilio Doménech (1990, Alcoy), periodista que sigue las campañas electorales de Estados Unidos para medios como La Sexta y Newtral, comentaba que "para reflejar la política de hoy en día es difícil hacerlo mejor que con el sci-fi, y una serie como The Expanse (Prime Video, 2015-2022) habla de cómo la clase trabajadora está tirando hacia las derechas y la clase más profesional, la gente con estudios universitarios, está tendiendo hacia las izquierdas. Habla sobre cómo las desigualdades están permitiendo el ascenso de figuras neo-pseudo fascistas y mesiánicas". A este respecto, Pedro Vallín apuntaba que "la versión original de Galáctica (Richard A. Colla, Alan J. Levi, 1978), la de los ochenta, es belicista y promueve armarse para mantener la paz. La serie nueva le da la vuelta a esto, y la recomiendo como reflejo de la convivencia entre tres poderes: el militar, el civil y el religioso". 

Power play (Filmin, 2023) una premiada serie sobre el mundo de la política

La política española, estos días en jornada de reflexión sobre su futuro, ha sido reflejada en series como Vota Juan (HBO Max, 2019-2022), sobre la que Pedro Vallín recordaba una frase de Daniel Castro, uno de sus guionistas: "El ala Oeste de la Casa Blanca es lo que la política española querría ser, Barón Noir (Canal+, 2019) es lo que cree que es y Juan Carrasco es lo que en realidad es". Para Emilio Doménech, The good wife (SkyShowtime, 2009-2016) es un ejemplo de serie política "por todas las dinámicas de poder en el sistema judicial norteamericano. Es muy divertida, aunque más tarde perdió esa diversión con The good fight (SkyShowtime, 2017-2022). En las últimas temporadas los creadores Michelle y Robert King, se obsesionan demasiado con Donald Trump, que había ganado las elecciones en 2016, y representa un poco a esos votantes demócratas que se sintieron como atrapados". Para ambos, las series estadounidenses sobre política han experimentado una tendencia hacia la representación de las conspiraciones, desde Homeland (Disney+, 2011-2020) hasta The diplomat (Netflix, 2023-), que refleja el estado de paranoia en el que Estados Unidos vive actualmente. "A mi lo que me dan miedo son los evangélicos carismáticos y los pentecostalistas, que en Estados Unidos están vendiendo profecías de una manera muy ligada a la política. Y eso es un imaginario que puede dar un salto al mundo de la política, como cuando ven a Donald Trump como una especie de Mesías". Quizás la serie política más representativa en la actualidad es Shōgun (Disney+, 2024), que para Pedro Vallín es "un juego de poder que, al basarse en una novela de hace años, no está regida por la narración contemporánea, que necesita un giro de guión constante. Yo creo que en el episodio dos puedes saber exactamente hacia dónde va la historia". La mesa redonda estuvo muy enfocada en la producción de Hollywood, demostrando cierto desconocimiento de la importante producción de género político que se ha hecho en Europa, desde Yo, Claudio (BBC, 1976) o Castillo de naipes (House of cards) (BBC, 1990-1995) hasta ejemplos recientes como The Minister (Filmin, 2020), Exterior noche (Filmin, 2022) o Power play (Filmin, 2023). Cuando algunos asistentes nombraron series como Sí, Primer Ministro (BBC, 1980) o Borgen (Netflix, 2010-2022), a los dos invitados parecían sonarles a chino, pero lo cierto es que las dinámicas de poder están muy presentes en algunos proyectos que se presentaron este año en Séries Mania, como la francesa Dans l'ombre (France 2, 2024), sobre las primarias de un partido de derechas para las elecciones de 2025 o la australiana House of Gods (ABC, 2023), que aborda los entramados de poder dentro de una mezquita en Sidney, en la que se enfrentan una visión más progresista y otra más conservadora.  

Todos los encuentros se pueden seguir en directo y visionar posteriormente en el canal de YouTube Crossover Series Festival

ESTRENOS EN CROSSOVER SERIES

Marbella

España 2024 | 6x50' | Movistar+ | ★☆☆ 

Creada por Alberto Marini, Dani de la Torre | Dirigida por Dani de la Torre, Oskar Santos


Esta semana ha dado la vuelta al mundo el error judicial cometido en España que ha dejado libre al líder de la llamada Mocro Mafia holandesa, Karim Bouyakhrichan, que llegó a amenazar a la princesa de Holanda. Marbella (Movistar+, 2024), la nueva serie de Dani de la Torre y Alberto Marini, responsables de La Unidad (Movistar+, 2020-2023), comienza en el puerto de Rotterdam y lleva hasta la costa marbellí a Yassim (Khalid El Paisano), uno de los líderes de la mafia marroquí asentada en los Países Bajos, que solo tiene por encima al gran jefe que actúa desde Dubai. La idea de la serie surgió de una noticia real, cuando en 2021 los periodistas Nacho Carretero y Arturo Lezcano publicaron en El País el reportaje titulado Marbella, sede global del crimen organizado, en el que describían el mundo de ostentación de las diferentes organizaciones mafiosas internacionales que actúan en Marbella. La localidad malagueña ha tomado un protagonismo especial en la última producción española, con Los Farad (Prime Video, 2023) describiendo el auge del tráfico de armas en los años ochenta, mientras que la nueva serie producida por Daniel Écija, Eva & Nicole (atresplayer, 2024), se mueve en los círculos de la jet set marbellí, también en esa época. Producida por Buendía Estudios Canarias, parte de la serie ha sido rodada en Las Palmas de Gran Canaria, que se beneficia de un incentivo fiscal especial, y los interiores en Madrid, pero consigue transmitir ese lujo macarra de chandals coloristas con relojes de marca que reflejan la ostentación de los líderes de las mafias. El giro que la diferencia es un punto de vista externo a través del abogado César Beltrán (Hugo Silva), un profesional pragmático que encuentra en ese entorno el medio apropiado para llevar él mismo una vida de lujo, pero manteniendo las distancias. Tiene una capacidad innata para minimizar las consecuencias legales de los excesos de algunos mafiosos violentos como John White (Michael John Treanor) del clan de Liverpool, y pone su punto de mira en Yassim, un recién llegado que puede girar la balanza dentro de su particular competición con el abogado Esteban Setién (Fernando Cayo).

Los creadores de la serie hablan de referentes como el cine de Martin Scorsese, especialmente Uno de los nuestros (1990) y El lobo de Wall Street (2013), lo cual es apuntar muy alto, porque Marbella nos recuerda más a esas series británicas de gángsters horteras como A town called Malice (SkyShowtime, 2023) o las primeras películas de Guy Ritchie como Lock & stock (1998). Dani de la Torre comentaba en la presentación en Crossover Series que "pensamos en una protagonista femenina pero nos dijeron que no era creíble, que los mafiosos de Marbella nunca confiarían en una abogada. Es un mundo machista en el que ven a las mujeres al mismo nivel que sus relojes o sus coches". Y como afirma César en el Episodio 4: "Un coche en Marbella es más que un medio de transporte. Un coche te define, te sitúa, te marca". De manera que son las parejas de los protagonistas, Anne (Aurora Moroni) y Katy (Ana Isabelle Acevedo) las que representan ese poder femenino en la sombra, emprendedor pero asumiendo un papel secundario, mientras que el contrapunto de César es la inspectora Marta (Elvira Mínguez), una veterana policía que ha llegado a cierta desilusión porque no solo resulta imposible acabar con las mafias, sino que se introducen nuevas organizaciones como la Mocro Mafia, aumentando la violencia, aunque Marbella sea una ciudad segura a niveles de criminalidad urbana. Este entorno está bien descrito, aunque el recurso de la ruptura de la cuarta pared por parte de César le da a la historia un tono que parece buscar protección en un aspecto de fábula, mientras lanza algunas frases que muestran su cinismo, como en el Episodio 3: "Yo sé de dónde viene mi dinero, no lo escondo. Pero te digo que es el mismo lugar de donde probablemente viene también el tuyo, trabajes en Correos, o seas médico dentista o fontanero. La diferencia es que yo lo asumo". 

A pesar de cierto aire despreocupado sin ser exactamente una comedia, Marbella nunca llega a parecer demasiado relevante en sus planteamientos, adoptando tal fascinación por la representación del lujo histriónico que le impide profundizar en el mundo que retrata. Mientras se plantea un personaje interesante como el de la policía desilusionada Marta, a la que no saca mucho partido, evita las referencias a la corrupción política y se mantiene siempre en un nivel superficial. Sin ser aburrida, carece de elementos que la hagan realmente destacable, mientras construye una trama principal que involucra a César de manera cada vez más peligrosa en la criminalidad, una línea que siempre se había propuesto no cruzar. El recurso de las serpientes que reflejan esa amenaza que se desliza bajo un entorno de opulencia quiere representar la descripción que un abogado de la zona hizo de Marbella: "Un jardín del Edén donde hay cien manzanas, pero también doscientas serpientes". Hugo Silva se encuentra cómodo en este abogado, que tiene esa simpatía cínica de su personaje en Nasdrovia (Movistar+, 2020-2022) una serie con un tono muy parecido a ésta, incluidas las rupturas de la cuarta pared que hacía Leonor Watling, lo cual indica que Movistar+ está comenzando a repetir fórmulas. El rapero Khalid El Paisano es un mafioso convincente en su primer papel, y en la presentación de la serie hacía una referencia irónica al hecho de que interpretaba "a un marroquí malo, que no suele ser habitual", reflejando esa tópica representación en el cine y la televisión en España. Y sorprende la naturalidad de Manuela Calle como Alexandra, la hija de Katy, que consigue interpretar a una adolescente sin que resulte irritante, el único elemento de la familia que intenta ser una persona normal. Entretenida sin mucho más, Marbella prefiere flotar sobre la realidad de la costa malagueña antes que bucear en ella. 
 
Marbella se estrena en Movistar+ el 2 de mayo.
Las largas sombras se estrena en Disney+ el 10 de mayo. 
Without sin: Libre de culpa se estrena en AXN el 11 de mayo.
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Películas mencionadas: 

La sociedad de la nieve se puede ver en Netflix.
Un monstruo viene a verme se puede ver en Netflix y Prime Video.
La bella y la bestia y Logan se pueden ver en Disney+. 
Uno de los nuestros se puede ver en Filmin, HBO Max y Movistar+.
El lobo de Wall Street se puede ver en Netflix, Prime Video y SkyShowtime. 
Lock & Stock se puede ver en MGM+. 

25 abril, 2024

Crossover Series '24 - Parte 1: Guionistas e intimidad

La séptima edición de
Crossover Series, promovida por el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa y organizada en colaboración con la agencia cultural Kultur Factory, se celebra durante esta semana en Donostia San Sebastián con encuentros relacionados con la cultura de las series a través de mesas redondas y debates que abordan diferentes aspectos. Con temas como los dramas diarios, la intimidad y las redes sociales que se muestran en Red flags (atresplayer, 2024), los efectos visuales en Reina roja (Prime Video, 2024), el mundo de la política en la ficción, la representación de los abusos de poder en la televisión o la buena relación entre series y moda que estamos viendo en los últimos meses, el festival ofrece una buena panorámica del sector audiovisual. Como es habitual, también se presentan algunos adelantos de series como Un revés inesperado (SkyShowtime, 2024), Marbella (Movistar+, 2024), Without sin (AXN Now, 2022) y Las largas sombras (Disney+, 2024), que clausura el festival el sábado 27 de abril.

Crossover Series sin embargo tuvo un pequeño adelanto la semana pasada con la presencia de la escritora y guionista Robin Green (1945, Rhode Island), quien presentó la edición en español de su libro La única chica (2018, Ed. Liburuak) en el que repasa su trayectoria, primero como una reconocida articulista para la revista Rolling Stone y más tarde escribiendo guiones para series tan populares como Doctor en Alaska (Filmin, 1990-1995) y Los Soprano (HBO Max, 1999-2007), además de ser la creadora del drama policíaco Blue bloods (Movistar+, 2010-2024). El libro, que publicó originalmente en 2018, hace referencia a la circunstancia de que ella ha sido muchas veces "la única chica" en las redacciones y las mesas de guionistas en las que ha trabajado, pero afirma que "nunca he experimentado ningún tipo de sexismo. Me han tratado como a una igual. Y en televisión tampoco, no ha habido ninguna atmósfera sexista hacia mí como mujer. No sé por qué, pero en mi caso no lo he sufrido". Mientras trabajaba en Marvel Comics, cuenta que durante una pausa para almorzar leyó la revista Rolling Stone por primera vez: "Abrí un ejemplar de Rolling Stone en la esquina de la calle 57 de la 5ª Avenida, y vi que representaba una nueva voz, la voz de la juventud. Así que dejé mi trabajo e intenté conseguir un puesto de secretaria. Yo solo quería ser parte de aquello, no pensaba que podría acabar escribiendo para Rolling Stone. De manera que fue un sueño cumplido que ni siquiera había imaginado". Su primer reportaje fue precisamente sobre Marvel Comics, que conocía bien después de haber trabajado en sus oficinas, y se lo publicaron en portada. "Ese fue un buen comienzo. A lo largo de cuarenta años de carrera he escrito muchos reportajes, pero quizás el que me puso en el mapa fue un perfil de Dennis Hopper, que muchos escritores importantes consideran como uno de los artículos que sacudieron Hollywood". La entrevista, publicada en mayo de 1971, está considerada como una de las descripciones más agudas de la historia del periodismo cultural, un encuentro que se convirtió en un enfrentamiento con un actor prepotente que la despreciaba y una fotógrafa (Annie Leibovitz) que no la entendía, como se describió años después en una crónica en Rolling Stone (17/8/2018), con motivo de la publicación de su libro.

Después de dejar la revista tras negarse a escribir un artículo sobre la familia Kennedy, Robin Green comenzó a trabajar como guionista. "Mi llegada a la televisión fue progresiva, pero empecé a trabajar realmente cuando ya tenía cuarenta años. Para mí es más satisfactorio, porque el periodismo es más cerebral, mientras que el trabajo que hago para televisión está relacionado con los personajes, y tiene más relación con el corazón. Escribir un libro es una combinación de ambas cosas". Esto la condujo a participar en dos de las series más relevantes de los años noventa: "No fui la creadora de Doctor en Alaska, que ideó John Falsey, pero sé que la película Local hero (Un tipo genial) (Bill Forsyth, 1983) tuvo mucha influencia en ella, en el tipo de atmósfera. Algunos elementos como esa especie de calipso que compuso David Schwartz, le daban un tono encantador desde el comienzo de cada episodio". Anteriormente, había trabajado junto a David Chase en la serie Almost grown (Crecer en pareja) (Universal Television, 988-1989), que ella considera "una buena serie, pero que fue cancelada demasiado pronto", mientras que éste acabó como guionista en Doctor en Alaska, que según Robin Green, "era una historia que no le gustaba nada". 

© Crossover Series 

David Chase comenzó a desarrollar Los Soprano (HBO Max, 1999-2007) y rodó tres pilotos para HBO: "Los tres eran buenos, eran simplemente muy buenos", afirma Robin Green, quien se convirtió junto a su marido, Mitchell Burgess, en los primeros guionistas que escribieron para la serie. "La primera temporada la rodamos durante un año sin que se hubiera emitido ningún episodio todavía, así que realmente no sabíamos cómo iba a funcionar. Pero nos daba igual, fue muy divertido". En el libro ella menciona que David Chase le preguntó qué pensaba de la serie y le contestó: "Creo que puede cambiar la televisión para siempre o hundirse en lo más profundo como una piedra". Algunos meses después del estreno en 1999, Eric Harris y Dylan Klebold atacaron el instituto Columbine (Colorado), matando a doce estudiantes y un profesor. Robin Green está convencida de que "si el incidente de Columbine en el que muchas personas inocentes murieron a manos de uno de estos lunáticos con esas ridículas armas que permitimos que tengan, se hubiera producido antes del estreno de Los Soprano, la cadena no la habría emitido. Porque los estadounidenses no habrían aceptado entretenerse con la violencia". Después del éxito, el trabajo fue divertido hasta que la entrada de Terence Winter comenzó a cambiar el enfoque de la historia. "La serie giraba en torno a la posibilidad de que Tony pudiera redimirse de alguna manera, pero se transformó en algo más centrado en la mafia, más violenta y con menos humor del que a mi me había interesado introducir. Terry Winter y David Chase hicieron que fuera una serie sobre la mafia, y a mi eso no me gustaba. Así que me sentí distanciada y David me dijo que era una presencia negativa en la sala de guionistas". Aunque trabajó durante casi toda la serie, Robin Green fue despedida en mitad de la sexta temporada: "Catorce años después David me llamó una noche para lo que creo que era una disculpa, pero en realidad no fue una disculpa en toda regla. Mi marido Mitch me dijo: 'Robin, has conseguido una gran victoria con esta llamada, así que no seas estúpida y acéptala'. Pero yo siento cariño, gratitud y en cierto modo quiero a David Chase". 

La última serie en la que ha trabajado Robin Green junto a su marido Mitchell Burgess ha sido el drama sobre una familia de policías Blue bloods (Movistar+, 2010-2024), protagonizado por Tom Selleck, que crearon juntos en 2010. A pesar de estar aún entre las 10 series más vistas en los canales de transmisión norteamericanos, según los últimos datos de audiencia, el pasado mes de febrero la cadena CBS anunció que cancelaba la serie después de 14 temporadas, aunque todavía quedan por emitirse episodios hasta finales de año. A pesar de su popularidad, no parece ser una historia de la que se sienta especialmente satisfecha: "Mi marido y yo creamos la serie Blue bloods pero es una producción más convencional, una serie tradicional que ha tenido mucho éxito porque hemos llegado hasta la temporada 14, pero realmente no la ve nadie dentro mi círculo de amistades". 

EL ÉXITO DE LOS DRAMAS DIARIOS

La mesa redonda titulada Series diarias. La maquinaria perfecta ha tenido como invitado al guionista de series diarias como Amar es para siempre (Antena 3, 2013-) Borja Glez. Santaolalla (1982, Bilbao), co-creador de #Luimelia (Atresplayer, 2020-2021) y de la dramedia 4 estrellas (RTVE, 2022-2024), la primera serie diaria producida por Good Mood de Daniel Écija para el access prime-time (franja de media hora antes del prime-time) que ha confirmado su tercera temporada. Los 67 nuevos episodios la llevarán hasta las puertas de los Juegos Olímpicos y a partir de ahí no está claro su futuro, ya que el fichaje de David Broncano ocupará su espacio después del verano. Diego Soto (1972, Vitoria), uno de los guionistas que se incorporaron a 4 estrellas, escribió el guión de la película Vulcania (José Skaf, 2015) y está ligado a la gestión de redes sociales de Warner Televisión, siendo el responsable de la estrategia digital de Vota Juan (HBO Max, 2019) y Vamos Juan (HBO Max, 2020). Aunque no se trató en esta mesa redonda, ya comentamos en nuestras crónicas de Séries Mania que los dramas diarios están llamados a ser uno de los posibles formatos acariciados por las plataformas de streaming para fidelizar suscriptores, y de hecho Disney+ España anunció el estreno en otoño de la serie diaria Regreso a las Sabinas (Disney+, 2024-). Precisamente, Borja Glez. Santaolalla apuntaba esta capacidad de fidelización: "Yo creo que las series diarias tienen algo culturalmente que se asocia con el folletín, y que venía de la radio. El concepto de cliffhanger que hemos visto en las series de prime time lo incorporaron en las soap operas. Hay algo de conexión y fidelización con el gran público que no lo tienen otras series. Eso se vio hace tres o cuatro veranos cuando Antena 3 emitió una telenovela turca en prime time, la troceó como si fuera una serie semanal, y les funcionó muy bien".  

4 estrellas (RTVE, 2023-2024)

El concepto de maquinaria encaja perfectamente con un sistema de producción que está muy estructurado porque necesita rapidez y poco presupuesto. Aunque los participantes apuntaban que cada episodio de una serie diaria puede costar unos 80.000 €, lo cierto es que en 4 estrellas cada capítulo tiene un coste de 110.000 € en esta tercera temporada, tras haber sufrido un recorte con respecto a las anteriores. El equipo de guionistas que coordina Borja Glez. Santaolalla se divide en dos: "Siempre funcionamos igual, está el equipo de escaleta y el equipo de diálogos. El primero se reúne los lunes y saca las noventa secuencias que van a conformar los cinco capítulos de la semana. Cada episodio se reparte entre los escaletistas para que elaboren la escaleta (tratamiento sin diálogos) y se envía a los dialoguistas el viernes para que comiencen a escribir los diálogos, unas 10.000 palabras". El guión pasa después por los coordinadores, que terminan de ajustarlo y acaban el día de rodaje en el guionista de plató, una figura que no existe en todos los proyectos. "El guionista de plató es el que menos cobra pero el que tiene un trabajo más difícil, porque tiene que hacer los últimos retoques y adaptarlos a las necesidades de los actores", comenta Santaolalla. En una serie diaria como 4 estrellas trabajan entre dieciséis y dieciocho guionistas en total. 

La apropiación de créditos es una de las polémicas más recientes en torno al trabajo de los guionistas, lo que se puso de manifiesto en el estreno de la serie Operación Barrio Inglés (RTVE Play, 2024), que la cadena pública emite los domingos a partir de este fin de semana tras el mal resultado de audiencia y dos semanas sin que pareciera que supieran qué hacer con ella. Una de las guionistas de este proyecto que nació en 2018, Virginia Yagüe, presidenta de la entidad de gestión de Derechos de Autor (DAMA), denunciaba en la red social X la aparición en los títulos de crédito de los productores Gonzalo Crespo y Pilar Crespo como Creadores de la serie, cuando ellos no habían escrito una sola línea de guión. Algo parecido había hecho en 2023 el mismo Borja Glez. Santaolalla, que es miembro de la Junta Directiva del Sindicato de Guionistas ALMA, quien a través del perfil del sindicato en X también denunció la presencia de Daniel Écija, fundador de la productora Good Mood, como guionista en los créditos del primer episodio de 4 estrellas. La posición del Sindicato es que "solo si escribes puedes firmar como guionista. Si das notas, opinas o exiges cambios, eres otra cosa". Desgraciadamente, no se trató este tema en el panel, más enfocado a las anécdotas, pero González Santaolalla apuntó que "al título de creador, como suena muy bíblico, todo el mundo se apunta: los directores, los productores... Pero hay que tener claro que lo que hacemos nosotros es la primera piedra del proyecto". Una de las últimas ediciones de Esto ya se ha hecho (2024-), el podcast del sindicato ALMA, estuvo dedicada al tema de la visibilidad, otra reivindicación que está tomando fuerza, y a la que Borja Glez. Santaolalla se refirió: "Nosotros pedimos que los guionistas también estén en las alfombras rojas, que puede parecer algo muy frívolo, pero esa visibilidad ante los medios de comunicación nos permite que nuestro trabajo se reconozca como una parte importante y tener una posición de mayor fuerza cuando negociamos nuestros contratos".  

INTIMIDAD SEGURA

La coordinación de intimidad surgió en los medios audiovisuales a partir del movimiento #MeToo después del escándalo de abusos relacionado con el productor Harvey Weinstein en 2017, aunque dos años antes Alicia Rodis y Tonia Sinia habían fundado Intimacy Directors and Coordinators (IDC), una organización sin ánimo de lucro que pretendía que se establecieran estándares de seguridad para las escenas íntimas en cine, televisión y teatro. HBO fue la primera productora que incluyó un protocolo para el rodaje de escenas de intimidad, siendo The Deuce (HBO Max, 2017-2019) la primera serie en la historia que contó, a partir de su segunda temporada, con una coordinación de intimidad. Le siguieron otras productoras como Netflix, cuya primera serie en la que se acreditó a una coordinadora de intimidad fue Sex education (Netflix, 2019-2023). Se trata de una figura nueva que en algunos países como España no está regulada en cuanto a qué tipo de formación deben tener los coordinadores de intimidad, y a veces es considerada una función intrusiva. Una de las anécdotas más conocidas es cuando Tony McNamara, el creador de The Great (MGM+, 2020-2023) expresó su malestar: "Había una interrupción constante que molestaba a los actores porque siempre les preguntaban: '¿Estás bien?' en medio de las escenas. Nuestros actores decían: '¿Puedes dejarnos actuar?'". Algunas actrices también han manifestado cierta incomodidad, como Toni Collette cuando comentó que "simplemente sentí como si esas personas que vinieron para hacerme sentir más cómoda en realidad me hicieran sentir más ansiosa. No me estaban ayudando".

Crossover Series ya dedicó el año pasado una mesa redonda a hablar sobre el rodaje de las escenas de sexo, aprovechando el estreno de la serie Nacho (atresplayer, 2023). En nuestro país, la coordinación de intimidad surgió de una manera improvisada, con un precedente en la miniserie Instinto (Movistar+, 2019), cuando se utilizaron bailarines para realizar una coreografía en una escena que se desarrolla en un club de sexo en el que se practica una orgía. Pero la primera empresa dedicada de forma profesional es IntimAct, fundada en 2021 por las actrices Lucía Delgado y Tábata Cerezo, después de conseguir una certificación dentro del programa Grow Creative (Fondo para la Creatividad Inclusiva) desarrollado por Netflix. El panel Sexo, Intimidad y redes sociales ha contado con la participación del actor Diego Rey, uno de los protagonistas de Red flags (atresplayer, 2024), una interesante producción poco promocionada por Atresmedia que aborda temas relacionados con la sexualidad tóxica en la adolescencia. También participaron las fundadoras de IntimAct, que han trabajado en la coordinación de intimidad de esta serie, en la que hay una escena de violación en el primer episodio, que insisten en la necesidad de formarse continuamente en diversas especialidades: "Teoría del consentimiento, trauma, trabajo con menores, resolución de conflictos, primeros auxilios de salud mental porque, aunque no somos psicólogas, tratamos temas sensibles", comentaba Lucía Delgado. "Para nosotras es de vital importancia que las personas que se dedican a esto estén correctamente preparadas, porque tenemos una gran responsabilidad", según Tábata Cerezo. "Es un rol que está en un lugar muy delicado de mediación de información dentro de una dinámica de poder". 

Red Flags (atresplayer, 2024)

Ambas reconocen que su experiencia en el terreno de la interpretación les ha ayudado a ejercer esta profesión: "Creo que ayuda mucho, pero sobre todo tener un dominio del cuerpo y del lenguaje del cuerpo, porque la manera que tenemos de ayudar a los intérpretes proviene de entender qué está ocurriendo en sus cuerpos. El sexo es algo que hacerlo técnicamente simulado requiere de una destreza física". Pero todavía hay algunas lagunas en la industria audiovisual española: "No es obligatorio exigir una coordinación de intimidad, pero los intérpretes deberían incluirlo en sus contratos. A finales de mayo se va a publicar una Guía que creo que puede establecer un marco de referencia sobre lo que podemos esperar como industria. Es una guía que nace desde la Asociación Española de Coordinación de Intimidad y que la vamos a presentar de la mano de otras asociaciones del audiovisual". IntimAct ha ido creciendo hasta tener sedes en Barcelona, Bilbao y próximamente en Portugal, después de tres años de intenso trabajo, como comentaba Tábata Cerezo: "Hemos trabajado en muchos proyectos, pero Zorras (atresplayer, 2023) fue muy desafiante, porque las escenas íntimas marcaban el tono de la serie. Y además teníamos escenas dificilísimas, como un trío rodado en un plano secuencia de doce minutos". La coordinación de intimidad es una figura que está adquiriendo cada vez más importancia en el mundo audiovisual y en el teatro, quizás menos en España, donde se relaciona más con el cine y la televisión. A pesar de que a veces no se entiende su relevancia real, algo que algunos actores tienen más claro. En una entrevista reciente, el actor Ewan McGregor justificó el hecho de contar con una coordinadora de intimidad para las escenas íntimas con su propia esposa, Mary Elizabeth Winstead, en la serie Un caballero en Moscú (SkyShowtime, 2024): "Aunque sea tu esposa, es necesario, porque estás rodeado de un equipo, y resulta extraño estar desnudo frente a la gente, es extraño tener intimidad frente a la cámara. Si estuvieras haciendo una escena de baile, contarías con un coreógrafo. Es una parte importante del trabajo ahora, porque es alguien que se encuentra entre el director y los actores" (RadioTimes, 23/3/2024). 

Todos los encuentros se pueden seguir en directo y visionar posteriormente en el canal de YouTube Crossover Series Festival

ESTRENOS EN CROSSOVER SERIES
 

Un revés inesperado

Australia, USA 2024 | 7x60' | SkyShowtime | ★☆☆☆ 

Creada por Melanie Marnich | Dirigida por Chris Sweeney, Dawn Shadforth

Séries Mania '24: Mejor Actriz (Annette Bening)


Presentada en Crossover Series el mismo día que estrenaba su primer episodio en la plataforma, Un revés inesperado (SkyShowtime, 2024)  consiguió en Séries Mania el premio a la Mejor Actriz para Annette Bening, que posiblemente es lo mejor de este irregular drama con toques de misterio creado por Melanie Marnich habitual colaboradora suya de Zal Batmanglij, con el que ha trabajado en guiones para proyectos como The OA (Netflix, 2016-2019) y Asesinato en el fin del mundo (Disney+, 2023-), aunque la historia a la que más se parece es The affair (SkyShowtime, 2014-2019) en la que también fue guionista. Desde el comienzo, Un revés inesperado muestra algunas de sus flaquezas, con una secuencia de inicio en la que vemos al personaje de Joy Delaney (Annette Bening) paseando en bicicleta con una cesta de manzanas el mismo día que desaparece, aunque su familia no comenzará a tomárselo en serio hasta unos días después. Por un lado, su marido Stan (Sam Neill) no parece especialmente preocupado y tiene una sospechosa cicatriz en la mejilla, mientras que sus hijos Troy (Jake Lacey), Logan (Conor Merrigan Turner), Brooke (Eesie Randles) y Amy (Alison Brie) ni siquiera contestaron al teléfono cuando Joy les llamó el día que desapareció. Con una estructura narrativa de dos líneas temporales, el espectador descubre los secretos familiares (en realidad, casi todos son infidelidades) a través del relato de su relación con la madre. 

El trabajo de Annette Bening es particularmente notable porque su personaje está casi siempre descrito desde el punto de vista de sus hijos, y de hecho cada uno de los episodios centrales lleva el nombre de uno de los miembros de la familia Delaney. El matrimonio formado por Joy y Stan acaba de retirarse después de gestionar una escuela de tenis durante muchos años, en la que también ha habido fricciones sobre la manera en que algunos de los hijos no ha podido desarrollar una carrera deportiva. Pero el elemento principal de misterio no es solo la desaparición de Joy, sino la irrupción dentro de la familia de Savannah (Georgia Flood), una joven que aparece una noche tras haber tenido aparentemente un accidente de coche provocado por su novio maltratador, y que acaba viviendo en la casa y desestabilizando la ya de por sí poco tranquila vida familiar. Es un personaje intrigante al principio pero que se va haciendo progresivamente más previsible (efectivamente, acabará teniendo una relación prohibida con un miembro de la familia... o dos). La serie está llena de lugares comunes y de recursos simbólicos pobres, como cuando estalla un huracán en el episodio Brooke (T1E4), que por supuesto es una metáfora de la tormenta interior de la familia. Basada en el libro Un revés inesperado (2021, Ed. Suma de Letras), de Liane Moriarty (1966, Australia), autora también de las novelas en las que que se han basado Big little lies (HBO Max, 2017-2019) y Nine perfect strangers (Prime Video, 2021-), a veces puede recordar a aquellos en la descripción de esos entornos de alto poder adquisitivo pero moralidad dudosa. La guionista Melanie Marnich ha reconocido su inspiración en el estilo de la primera, algo que el director Chris Sweeney, menos inspirado que en la primera temporada de El turista (HBO Max, 2022-2024), se encarga de reforzar en los primeros episodios de una historia que tiene un desenlace tan absurdo como lo era en la novela, lo que acaba redoblando la debilidad de un estudio de personajes que se inicia con cierta ambigüedad pero se desarrolla con escasa credibilidad. 


Marbella se estrena en Movistar+ el 2 de mayo.
Las largas sombras se estrena en Disney+ el 10 de mayo. 
Without sin: Libre de culpa se estrena en AXN el 11 de mayo.
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Películas mencionadas: 

Local hero (Un tipo genial) se puede ver en acontra+, FlixOlé y Movistar+.


24 abril, 2024

Visions du Réel 2024 - Parte 6: Ausencias

La organización del Festival Visions du Réel ha dado a conocer algunos datos de espectadores , aunque la participación en números no se ofrecerá hasta que no concluyan la versión online de parte de su programación y el Film Market. Raymond Loretan, presidenta de Visions du Réel, indicó que se había conseguido una alta participación de espectadores, aunque sin revelar cifras concretas, haciendo hincapié sobre todo en que se había conseguido atraer a un público más joven, especialmente interesado en las visitas del cineasta norteamericano John Wilson y la directora francesa Alice Diop. Esto indica seguramente que las cifras de espectadores se mantienen casi igual que las de la edición de 2023, que supuso un aumento del 16% respecto a 2022, pasando de 45.000 espectadores a superar los 50.000. Pero este crecimiento parece haberse estabilizado en esta última edición, lo cual tampoco es necesariamente negativo. Tratándose de un festival dedicado al cine documental, es notable cómo Visions du Réel se ha convertido en la segunda muestra cinematográfica más importante de Suiza, siempre por detrás del Festival de Locarno, de programación genérica, que atrae cada verano a más de 13.000 espectadores.

Nuestra crónica está dedicada a películas, algunas de ellas premiadas, que hablan de las ausencias, a través de ciudades que conviven con sus fantasmas, viajes espirituales, procesos de duelo y familias dejadas atrás para iniciar un exilio incierto. 

My memory is full of ghosts

Anas Zawahri

Siria 2024 | Competición Internacional | ★☆

Visions du Réel '24: Mención Especial


El director Anas Zawahri (1987, Palestina) reside en Siria y califica su primer largometraje como "un poema de amor para la gente de Homs y sus fantasmas". La ciudad siria se convirtió en uno de los puntos de encuentro de los opositores al régimen de Bashar al-Ássad, y por tanto una de las que más sufrieron el asedio del ejército desde el comienzo de la guerra en 2011 hasta aproximadamente 2014. En Return to Homs (Talal Derki, 2013), ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance y segunda de la trilogía que el director Talal Derki (1977, Siria) dedicó a la guerra, que concluiría el año pasado con Under the sky of Damascus (Talal Derki, Heba Khaled, Ali Wajeeh, 2023), se muestra la resistencia de los combatientes detrás de las barricadas a través de los ojos de un joven soldado de 18 años. La ciudad que se presenta en My memory is full of ghosts (Ana Zawahri, 2024) mantiene esa imagen de destrucción, pero de alguna manera encuentra en sus habitantes una resiliencia permanente a pesar de estar envuelta en una especie de atmósfera de ciudad sin ley (el año pasado un ataque con drones mató a más de un centenar de personas en una ceremonia de ascenso de oficiales). A través de los relatos de siete residentes, la película refleja lo difícil que ha sido regresar y lo complicado que es sobrevivir en un lugar lleno de fantasmas del pasado, "como si no quisiera cambiar", dice uno de ellos. La cámara estática se detiene en la vida cotidiana entre comercios y negocios que resisten como pueden en un lugar que parece suspendido en el tiempo, rodeado de edificios destrozados, de ruinas persistentes. En los retratos de grupos de comerciantes o mecánicos que posan ante la cámara, el director parece querer encontrar una cierta normalidad, pero Homs "ya no es la ciudad de las risas", como afirma otro de los narradores. 

Esta disposición estática de las imágenes refleja la inmovilidad de una ciudad que parece abandonada a su suerte, y los relatos de estos residentes cuentan historias impregnadas de dolor. Un hombre ciego recuerda que cuando volvió a Homs, la percepción de la ciudad se la proporcionaron los llantos de quienes viajaban con él: "Yo era el más fuerte porque no podía ver nada".  Una joven recuerda que después de la muerte de su padre por Covid-19, vivió sola con su madre pero al regresar un día la encontró muerta, atacada por dos adolescentes que buscaban dinero. Los vecinos sin embargo la acusaron a ella del asesinato y tuvo que huir, viviendo desde entonces en las calles tras renunciar a sus sueños de futuro. La ciudad se ha convertido en una especie de prisión que ahora no está asediada por el ejército sino por la falta de perspectiva: "Lo que vivimos ahora es mucho peor que la guerra", sentencia uno de los narradores. Sin ofrecer los relatos directamente a cámara, solo escuchamos sus voces, pero a veces se intuye que algunos de los que se muestran frente al objetivo son quienes cuentan sus historias. El planteamiento visual puede llegar a ser demasiado estático, pero también aporta el suficiente espacio para que las historias que se cuentan adopten una mayor relevancia, aportando el trabajo de dirección algunas pausas en los relatos que permiten absorber emocionalmente algunas de las reflexiones. Elías, un ex-soldado, decidió renunciar a la vida militar después de ver cómo su compañero se desangraba delante suya. Estos habitantes de Homs, obreros, mecánicos, ancianos y jóvenes, tratan de encontrar la forma de llevar una vida cotidiana, mientras otros solo ven el tiempo pasar y algunos expresan su deseo de irse lejos para no volver. Anas Zawahri muestra con especial sensibilidad la relación de sus habitantes con la ciudad, en permanente contradicción: "Seguramente muchos vivimos el mismo conflicto. Amamos esta ciudad, pero ya no podemos quedarnos aquí". En el recorrido final por una avenida flanqueada por edificios destruidos se refleja el incierto camino que queda por delante. 

Mother Vera

Cécile Embleton, Alys Tomlinson

Reino Unido 2024 | Competición Internacional | ★☆


La hermosa estética de esta película rodada en blanco y negro que recuerda al cine de Andréi Tarkovski proviene de un proyecto titulado Ex-Voto (GOST Books, 2019) de la fotógrafa Alys Tomlinson (1975, Reino Unido), una extensión del trabajo que desarrolló en Lourdes, y que se acercaba a lugares de peregrinaje en Francia, Irlanda y Polonia. Una de las retratadas en este proyecto era Madre Vera, una monja ortodoxa en un convento de Bielorrusia que anteriormente, con su nombre real Olga, llevó una vida relacionada con las drogas y la criminalidad, considerándose culpable del encarcelamiento de su marido Oleg. La ausencia de su pareja y el sentimiento de culpa la llevó a tomar los hábitos cuando tenía 20 años, como una manera de rendir cuentas de un pasado en el que ella se confiesa responsable (el tono de la narración es precisamente el de una confesión susurrada) de haber introducido a otras jóvenes en la heroína y haber destrozado la vida de algunas personas cercanas. Pero también pesa el estigma del VIH: "Me contagié de la persona que amaba. No me arrepiento de nada", dice Vera. La elección de esta fotografía en blanco y negro a cargo de la directora franco-británica Cécile Embleton, apoyada en la co-dirección por Alys Tomlinson, y la ausencia de elementos externos como una banda sonora, refuerzan la condición de viaje interior de la película, un acercamiento confesional hacia la protagonista que funciona como un reflejo de su pasado desde su propia narración, mientras la vida monacal se muestra en su carácter repetitivo, que recuerda en textura a la película Ida (Pawel Pawlikowski, 2013). Y le da al entorno un cierto aire atemporal, como un tiempo detenido entre los caminos nevados del exterior y los claroscuros del interior del convento. 

Empujada por la ausencia de su pareja, Vera también sigue de alguna manera relacionada con el mundo de la delincuencia, porque el monasterio acoge a ex-presidiarios en rehabilitación: "La libertad se encuentra cuando tienes a Dios en tu interior", les dice un sacerdote, mientras intenta controlar el ostracismo al que el grupo ha sometido a un condenado que ha sufrido una agresión sexual, al que consideran en cierto modo contaminado. "Tenemos que creer que las personas pueden cambiar, que combatirán al demonio que les arrastra". También surge en este encuentro un perfil más cercano a Olga, cuando hace algunos comentarios sobre lo atractivo que es alguno de los asistentes. Y sin embargo, los auténticos momentos de liberación en Mother Vera (Cécile Embleton, Alys Tomlinson 2024) se producen cuando la protagonista visita a su familia o cuando comparte el cuidado de los caballos y otros animales. El travelling que acompaña a Vera cabalgando con su hábito negro en contraste con un blanco paisaje nevado no solo es particularmente hermoso sino significativamente representativo de la auténtica libertad que no está entre las paredes del convento o en la sensación que le proporcionaba la heroína, sino en ese espíritu independiente que le aporta el contacto con la naturaleza. La película contrasta una mirada espiritual con el reflejo de la realidad más terrenal, el mundo de la delincuencia y la pobreza con la búsqueda de la redención, lo que se expresa en esa naturaleza repetitiva de las imágenes y el ritmo lento de su desarrollo. Pero de alguna manera consigue trasladar ese viaje interior de Vera que sin embargo no parece tener una convicción religiosa muy profunda: "No tenía intención de ser monja", comenta. Cuando aparece el color en la película, Vera ha sufrido una transformación que en realidad es un punto de partida. 

After the snowmelt

Lo Yi-Shan

Taiwán, Japón 2024 | Burning Lights | ★☆


La promesa de una pareja atrapada durante 47 días en la cordillera del Himalaya toma forma como película en un relato que trata de honrar la memoria de quien no pudo sobrevivir. Durante una ruta de senderismo por el Monte Everest en 2017, Chen-Chun Liu y Sheng-Yueh Liang desaparecieron durante más de un mes. Después de estar perdidos en la montaña, decidieron cobijarse en una cueva, donde permanecieron con las subsistencias que tenían, pero Chen-Chun Liu murió tres días antes de que los equipos de rescate pudieran encontrarles. Ambos se prometieron que quien sobreviviera debería contar la historia, mientras que Chun dejó varias cartas escritas destinadas a las personas cercanas, entre ellas Lo Yi-Shan, que a través de este relato sobre la pérdida de su amiga, de alguna manera trata de mantener su memoria y cumplir la promesa. Se transmite a lo largo de esta película poética y conmovedora no solo una sensación de pérdida sino también un cierto sentimiento de culpabilidad, porque Lo Yi-Shan iba a encontrarse con ellos en Nepal para formar parte de esa ruta, pero contrajo malaria en la India y tuvo que regresar a su casa. La película adopta desde las primeras imágenes que muestran unas pisadas en la nieve una cadencia de ensoñación, una tonalidad melancólica que se sostiene en las reflexiones de Lo Yi-Shan sobre las palabras de su amiga, o en su intento de que Yueh salga de su estado de negación emocional. Evita hablar sobre aquellos días en la cueva junto a Chun y se protege con una cierta actitud despreocupada sobre dejar atrás el pasado, como cuando Yi-Shan trata de mostrarle imágenes grabadas por el equipo de rescate. También hay una cierta sensación de fatalidad, en las cartas que escribe Chun en las que reflexiona sobre la vida, o en las palabras de algunas amigas que hacen referencia a cómo ella había dicho que le gustaría morir en la montaña. 

After the snowmelt (Lo Yi-Shan, 2024) es un homenaje que se apoya en la ausencia para reconstruir una amistad que nació en una escuela católica para niñas, cuando Chun lidiaba con los comentarios de sus compañeras en torno a su identidad transgénero, aunque no se menciona en la película. La directora crea un trayecto que comienza en el trauma de la pérdida para ir construyendo un relato de crecimiento en el que ella misma asume la responsabilidad de la superviviente que debe compartir su historia. A través de las fotografías de otros viajes que realizaron juntas se refleja la conexión con la naturaleza, un estilo de vida aventurero que para su círculo de amigas resultaba demasiado peligroso, y una necesidad de agarrarse a la vida en su expresión más amplia. El trayecto acaba llevando a Lo Yi-Shan hasta Nepal, siguiendo las huellas del viaje que realizaron Chun y Yueh, desde una pequeña aldea en la que todavía la recuerdan cuando compartieron comida y cobijo con los viajeros, hasta la llegada a la cueva donde se refugiaron y de donde Chun no salió nunca. Hay una omnipresencia de ese entorno montañoso de la cordillera del Himalaya que a pesar de su belleza no puede evitar transmitir una sensación de aislamiento. Pero el trayecto que ha construido la directora termina en un encuentro silencioso con algunos restos de ropa que habían quedado en la cueva, y que al mismo tiempo da paso al lento proceso de curación del trauma por la pérdida y de reconciliación con la memoria. 

Save our souls

Jean-Baptiste Bonnet

Francia 2024 | Grand Angle | ☆☆

Visions du Réel '24: Premio Perception Change


El Parlamento inglés ha aprobado la controvertida Ley de Inmigración que permitirá al Reino Unido realizar deportaciones en caliente de solicitantes de asilo, pero no a sus países de origen, sino a Ruanda, un país que el gobierno de Rishi Sunak considera seguro a pesar de que el año pasado aprobó leyes homófobas que pueden llevar a condenas a cadena perpetua. Lo que los analistas consideran una medida desesperada por parte del actual primer ministro para contrarrestar las pocas posibilidades que parece tener para repetir mandato en las elecciones de finales de año, está sin embargo en la línea de otras medidas aprobadas en la Unión Europea que tratan de combatir la inmigración a través del cierre de fronteras. Sin embargo, ninguna de estas medidas en destino consiguen disuadir a los inmigrantes procedentes de África porque, básicamente, su situación no puede ser peor que la que tienen. El director francés Jean-Baptiste Bonnet grabó durante seis semanas a bordo del barco Ocean Viking, que fue fletado por la organización humanitaria SOS Méditerranée para rescatar a aquellos inmigrantes que cruzan el Mediterráneo procedentes de Libia. Enfrentándose a confiscaciones, abordajes ilegales y al rechazo de determinados sectores políticos europeos, a pesar de todo Ocean Viking ha rescatado a más de 40.000 personas desde 2016. Se trata de una labor que incluso llega a ser peligrosa debido a las constantes acciones de la guardia costera libanesa que vulneran la legalidad. En una de las primeras escenas de la película, estos guardacostas efectúan disparos al aire con fusiles kalashnikov, una práctica que está prohibida en aguas internacionales. Save our souls (Jean-Baptiste Bonnet, 2024) utiliza una estructura lineal para mostrar uno de los rescates que realiza esta embarcación en el Mar Mediterráneo, en colaboración con la Federación Internacional de la Cruz Roja. 

El primer acto muestra a los tripulantes del Ocean Viking coordinándose con informaciones externas sobre posibles naufragios. El mar se refleja como si se tratara de un desierto por el que deambulan perdidos grupos de inmigrantes que huyen de la violencia, del hambre y ahora también de las consecuencias del cambio climático, algo que podría convertir en exiliados en un futuro próximo a una parte de los habitantes de países occidentales. El encuentro con 92 solicitantes de asilo que se encuentran a la deriva en una pequeña barca en la que casi no caben, pone en alerta a los tripulantes del Ocean Viking. La cámara de Jean-Baptiste Bonnet, quien durante todo el tiempo fue el encargado de grabar con un equipo mínimo, sin técnico de sonido, adopta una posición de observación a lo largo del organizado y estructurado proceso de acogida de estos refugiados en el barco: se les proporcionan mantas, chalecos salvavidas y comida, se les asigna un número y se comienzan a realizar entrevistas individuales. Uno de los cometidos de la organización SOS Méditerranée también es ofrecer asesoramiento sobre el proceso de solicitud de asilo y responder a las posibles dudas. La película muestra desde dentro el trabajo de los tripulantes, que acaban convirtiéndose en receptores de las historias que quieren contar los inmigrantes, las escenas de violencia que han contemplado y las ausencias que han experimentado a lo largo de sus vidas, habiendo perdido a padres y hermanos a pesar de su juventud. SOS Méditerranée también realiza una recopilación de estas experiencias durante el trayecto hasta encontrar un puerto europeo que les acepte. Save our souls no necesita elaborar una narrativa demasiado compleja para mostrar una realidad que, desde el punto de vista más emocional, ya nos han ofrecido películas de ficción recientes como Yo capitán (Matteo Garrone, 2023). Por el contrario, su estructura tradicional elabora un relato claro y sin adornos sobre un rescate que forma parte de la cotidianidad solidaria del Ocean Viking, un barco construido en 1986 que también comienza a sufrir las consecuencias del paso del tiempo. 

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Películas mencionadas: 

Ida se puede ver en Filmin y Movistar+.


23 abril, 2024

Las series españolas de 2024: Parte 3

No parece que RTVE tenga demasiado empeño en cambiar su pretensión de ser una competidora de las televisiones privadas, algo que en principio no debería ser el objetivo de un ente público. Una de las primeras decisiones bajo la gestión de la nueva presidenta interina Conchi Cascajosa está en la línea del sinsentido y el desperdicio económico habitual en los últimos tiempos, especialmente con el maltrato a las producciones de ficción. Operación Barrio Inglés (RTVE, 2024) ha sido la primera víctima de la nueva presidencia, una serie que se estrenó con una pobre cuota de pantalla del 5,8% (634.000 espectadores), pero que el ente público decidió eliminar de la parrilla después de un solo episodio. El Director de Ficción y Cine de RTVE, José Pastor, ha aclarado en los últimos días que la retirada temporal de la serie "forma parte de una estrategia más amplia para equilibrar la ficción diaria con otros grandes proyectos de prime time". Pero él mismo la estaba presentando dos días antes de su estreno, por lo que no está claro si esta nueva idea brillante ha surgido de un día para otro, y en todo caso tiene poco sentido emitir un solo episodio para después poner en marcha la estrategia. Porque además, al contrario de lo que sucede en otras televisiones públicas, RTVE condiciona la presencia de la mayor parte de sus series en la plataforma RTVE Play a las emisiones lineales, algo que no tiene sentido en un mundo en que el streaming prevalece sobre la televisión tradicional. En algunos países como Finlandia, el canal público Yle estrena las producciones originales antes en su plataforma Areena, y solo las coloca en la televisión lineal dependiendo de su repercusión en streaming. Mientras que en Gran Bretaña la emisión semanal en cadenas como BBC o ITV se limita a sus canales lineales, mientras que en sus plataformas se pueden ver completas desde el día del estreno. En España, sin embargo, Operación Barrio Inglés permanece con un triste único episodio en RTVE Play a la espera de que retome sus emisiones en lineal el próximo domingo 28 de abril, con un doble episodio para compensar el desbarajuste.  

La serie ha venido acompañada por una polémica en torno a los créditos como creadores, en los que aparecen hasta ocho nombres. Una de ellas, Virginia Yagüe, actual presidenta de la entidad de Derechos de Autor DAMA, denunciaba a través de X (antes twitter) la usurpación de créditos, con la presencia de los dos productores ejecutivos, Gonzalo Crespo y Pilar Crespo: "Pilar y Gonzalo Crespo figuran en créditos como creadores de la serie Operación Barrio Inglés. ¿Diseñaron la historia, sus personajes o escribieron una coma de la serie? Adivinad la respuesta". La producción ha contado con seis guionistas repartidos en diferentes equipos que se han formado a lo largo de seis años, desde el comienzo del proyecto en 2018, y Gonzalo Crespo también ostenta el crédito como showrunner. Esta obsesión por aparecer en los títulos de crédito de las producciones audiovisuales españolas como si fueran medallas al mérito es una característica muy común en nuestro país. El sindicato de guionistas ALMA defiende que solo deben aparecer acreditados como guionistas o creadores aquellos que hayan escrito guiones, no todos los que han aportado ideas. 

Por otro lado, los Premios Platino de Cine y Series Iberoamericanos se entregaron el pasado 20 de abril con seis galardones para La sociedad de la nieve (J.A. Bayona, 2023). En el apartado de televisión fue premiada como Mejor Serie la excelente producción argentina Barrabrava (Prime Video, 2023); como Mejor Actor (Alfonso Castro) para la chilena Los mil días de Allende (RTVE Play, 2023); La Mesías (Movistar+, 2023) como Mejor Actriz (Lola Dueñas) y Mejor Actriz de reparto (Carmen Machi); como Mejor Actor de reparto (Andy Chao) por la también argentina El amor después del amor (Netflix, 2023), y Daniel Burman logró el Premio como Mejor Creador por Iosi. El espía arrepentido (Prime Video, 2022-2023).

Los siguientes comentarios se basan en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Perverso

Temporada 1 | Ficción, 8x47' | Prime Video | ★☆☆ 

Creada por Alonso Laporta | Dirigida por Gustavo Ron, Federico Untermann


Si Parot (Prime Video, 2021) era una serie olvidable, su spin-off es olvidadizo, porque no se acuerda de su precedente, construyendo una historia independiente que trata de evitar cualquier referencia a la anterior. De hecho, Onza Entertainment y Prime Video la anunciaron en noviembre del año pasado como spin-off pero posteriormente han ido eliminando las referencias a aquella serie hasta desaparecer en las últimas notas de prensa, lo cual es una forma bastante singular de desarrollar una IP (Propiedad Intelectual). Parot era una ficción de género policíaco que tomaba como elemento real la derogación en 2013 por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos del carácter retroactivo de la Doctrina Parot, uno de los grandes fracasos en política antiterrorista del gobierno de Mariano Rajoy, a pesar de estar amparado por el Tribunal Supremo. Pero solo servía como una referencia que impulsaba una trama policíaca mediocre en la que Haro (Iván Massagué) era un psicópata que consiguió la excarcelación solo para diseñar una venganza contra la agente que lo metió en la cárcel. Este personaje, creado por Pilar Nadal, Alonso Laporta, Luis Murillo Arias y Luis Murillo Moreno, se convierte ahora en el protagonista de Perverso (Prime Video, 2024), pero en esta ocasión solo con Alonso Laporta y el director Gustavo Ron repitiendo en sus cometidos. En este caso, la jueza Lucía Vergara (Kira Miró) será la responsable de que Haro vuelva a la cárcel, pero éste negocia un acuerdo para ayudar en la investigación contra un psicópata, Óscar Ortiz (Jan Cornet) que secuestra a miembros de la alta sociedad, sometiéndoles a un juego de serpientes y escaleras (evidente referencia al ascenso y descenso en la sociedad), pero con la intención real de asesinarlos. 

Con un comienzo lánguido, en el que la serie trata de construir un cierto suspense mientras presenta a los personajes, en realidad hasta que no conocemos la relación que une al protagonista Haro y la abogada Mariana Urbina (Esmeralda Pimentel), cuota latinoamericana de toda serie española para atraer al mercado latino, lo que se produce en el episodio La otra vida (T1E4), no comienza una historia algo más interesante, pero sin poder evitar caer en los tópicos previsibles del policíaco sin demasiadas ambiciones, y muy en la línea de un cierto estilo que caracteriza a los thrillers españoles producidos por Amazon, como Memento mori (Prime Video, 2023) o Reina roja (Prime Video, 2024), que parecen cortados por el mismo patrón estético y narrativo. Tampoco ayuda tener a un antagonista encerrado todo el tiempo en una casa y a una estafadora que conforme avanza la serie tiene cada vez menor interés. Así que parte de este guión descuidado se apoya en una subtrama romántica aburrida y previsible, que está claramente dirigida a utilizar un personaje como comodín para una situación de tensión en futuros episodios. Lo peor es que en la recta final los personajes comienzan a comportarse de manera tan absurda que resulta imposible entender qué intención tienen los guionistas. Pero esta olvidable historia policíaca tiene algunos elementos interesantes, como la interpretación de Iván Massagué en un registro siniestro que intenta difuminar las evidentes referencias a otros antagonistas como Hannibal Lecter, especialmente en su personalidad elitista e inteligente. Como no podía ser menos, le gusta el lujo y toca en el piano piezas de compositores clásicos como Mendelssohn, uno de esos lugares comunes que el guión no tiene el más mínimo rubor en abrazar sin contemplaciones. Parece haber una intencionalidad de convertir al personaje en una especie de IP para posibles regresos, pero para ello quizás sería necesario profundizar más y sucumbir menos a lo convencional. Por otro lado, mientras que en Parot la música compuesta por Vanessa Garde quedaba algo desdibujada, en Perverso adquiere una mayor presencia en conexión con el personaje principal, lo que permite a la compositora navarra desplegar una banda sonora de corte sinfónico que resulta muy destacable. La productora Onza Entertainment nació en 2014 de la mano de los empresarios José María Irisarri, Gonzalo Sagardía y Nicolás Bergareche, produciendo El ministerio del tiempo (RTVE, 2015-2020), y posteriormente ha puesto en marcha series como Hernán (Prime Video, 2019), Parot (Prime Video, 2021) y la malograda Operación Barrio Inglés (RTVE, 2024), además de largometrajes como Los Reyes Magos: La verdad (Víctor García León, 2022). Actualmente está desarrollando la serie Festival, una comedia creada por Marc Crehuet sobre los entresijos de un festival de música. 

Muertos S.L.

Temporada 1 | Ficción, 6x30' | Movistar+ | ★ 

Creada por Alberto Caballero, Daniel Deorador, Julián Sastre, Nando Abad

Dirigida por Laura Caballero


Hay que reconocerle a Alberto Caballero y Laura Caballero haber creado un estilo de comedia que se ha mantenido en constante éxito, hasta el punto que La que se avecina (Prime Video, 2007-), un formato pensado principalmente para la televisión lineal en duración y estructura, ha logrado adaptarse con más soltura que otras producciones a las transformaciones que ha ido sufriendo el audiovisual en la última década, estando de manera permanente entre las diez series más vistas en Prime Video, mientras que en Factoría de Ficción sigue siendo líder de audiencia, con cuatro episodios entre los programas más vistos de la TDT esta pasada Semana Santa (Fórmula TV, 30/3/2024). No resulta demasiado exagerado decir que, si en Estados Unidos Friends (HBO Max, 1994-2004) es la serie más revisitada por los espectadores, que disfrutan de episodios sueltos en reuniones familiares o de amigos, en España Aquí no hay quien viva (Prime Video, 2003-2006) y La que se avecina han conseguido ocupar un espacio parecido. También es cierto que algunos de los posteriores formatos que han creado a través de su productora Contubernio, que fundaron en 2013 tomando el nombre de la calle en la que se desarrolla su serie más longeva, se sienten como repeticiones de la misma fórmula, ya sea en un grupo de vecinos como El pueblo (Prime Video, 2013-2023) o en ese cuarteto de amigos machirulos que protagonizan Machos Alfa (Netflix, 2022-), cuyas aventuras son similares a las de algunos personajes de La que se avecina. Hasta el punto que en la segunda temporada, Luis (Fele Martínez) se parece cada vez más a Enrique Pastor (José Luis Gil) y Raúl (Raúl Tejón) es parecido a Amador (Pablo Chiapella). De manera que cuando comienza un nuevo proyecto de los hermanos Caballero está claro qué tipo humor vamos a encontrar, una especie de Matrimoniadas (Telecinco 2007-2009) inclusivo, con personajes caricaturescos. Sin embargo, hay cierta novedad en Muertos S.L. (Movistar+, 2024-) porque se alimenta de un sentido del humor negro que no suele ser tan habitual en sus series, en un formato de historias de oficina, lo que se denominan workplace comedies, que también resulta novedoso dentro de su trayectoria. 

La historia comienza con la muerte repentina de Gonzalo Torregrosa (Juan Miguel Bataller), el dueño de una funeraria que no estableció quién le sucedería en la gerencia, por lo que el director comercial Dámaso (Carlos Areces) considera que él es el sucesor natural, hasta que la viuda Nieves (Ascen López) decide ser ella misma la que se ponga en manos de la empresa, aunque nunca haya trabajado en su vida. Lo que la lleva a practicar el nepotismo con su yerno Chemi (Diego Martín) haciéndole responsable del inexistente departamento de marketing, pero que en realidad es un Caballo de Troya introducido por sus hijas, convencidas de que las nulas capacidades empresariales de Chemi serán capaces por sí solas de hundir la empresa y así poder venderla a la competencia. Mientras, Manuela (Adriana Torrebejano) está decidida a hacer públicas las prácticas de acoso del jefe difunto, tratando de conseguir la complicidad de la recepcionista Olivia (Aitziber Garmendia) y el tanatopractor Abel (Gerald B. Fillmore). En la funeraria también trabajan el conductor perezoso Nino (Salva Reina), el cremador semi-jubilado Anselmo (Manolo Cal) y el becario Morales (Roque Ruiz). La directora Laura Caballero hace referencia al uso de un estilo diferente para esta serie, incorporando recursos como "el zoom como un elemento imprescindible en la narrativa con el que enfatizamos muchas de las reacciones de los personajes que para nosotros son importantes. “Forzamos” a que la atención recaiga sobre lo que nosotros entendemos que, en ese momento provoca más comicidad". Quizás lo más fácil hubiera sido decir que han adoptado el estilo de The office (Prime Video, 2001-2003) y otras workplace comedies. La serie se beneficia de una duración de 30 minutos que ya han experimentado con fortuna en Machos Alfa y parece que se mantendrá como formato habitual de sus nuevos proyectos, y aprovecha el humor negro para introducir elementos absurdos en torno a los oficios funerarios, como cuando un amante despechado decide "enterrar" a la novia que le ha abandonado, un fallecido está demasiado obeso para adaptarse a cualquier ataúd o el último deseo de un hombre es ser enterrado vestido de payaso. Y en estas situaciones disparatadas encuentra sus mejores momentos cómicos, por mucho que se sienta más cómoda en las habituales subtramas de relaciones personales que hemos visto en otras series de los creadores. Tampoco consigue evitar caer en algunos chistes ya algo gastados como el que se refiere al lenguaje inclusivo, que formaba parte de uno de los personajes principales de El pueblo, lo que resulta algo repetitivo. La serie tiene la ventaja de que los actores se encuentran cómodos porque se han elegido sus mejores recursos, como Carlos Areces, que suele hacer muy bien este tipo de comicidad que transmite el humor a través del patetismo de su personaje. El actor tiene una curiosa relación con la muerte a través de su colección de fotografías post mortem, una práctica habitual en el siglo XIX, que mostró en el documental Mrs. Death (Silvia Ventayol, 2021). Muertos S.L. tiene tan confirmada una segunda temporada que se rodó el pasado mes de enero, antes del estreno de la serie, reafirmando la confianza de Movistar+. 

Tout cela je te le donnerai (Todo esto te daré)

Miniserie | Ficción, 6x50' | Francetv | ★ 

Adaptada por Françoise Charpiat, Pascal Fontanille | Novela de Dolores Redondo

Dirigida por Nicholas Guicheteau


Si anteriormente hemos hablado de Rivière perdue (TF1, 2024), el remake francés de La caza: Monteperdido (RTVE, 2019-2023), nos acercamos en esta ocasión a la adaptación, también francesa, de una novela de la escritora española Dolores Redondo (1969, San Sebastián), que en los últimos meses ha firmado varios acuerdos para próximas adaptaciones. Su exitosa Trilogía de Baztán (2012-2014, Ed. Destino) ya fue trasladada al cine en tres películas dirigidas por Fernando González Molina, pero recientemente la productora británica Pure Fiction anunció que también la adaptará, esta vez en formato de serie, incluyendo la precuela La cara Norte del corazón (2019, Ed. Destino). También su última novela, Esperando al diluvio (2022, Ed. Destino) será llevada al cine por la productora Zebra Producciones, mientras que Todo esto te daré (2016, Ed. Destino), que consiguió el Premio Planeta, ha sido adaptada como miniserie en Francia. Tout cela je te le donnerai (France 2, 2024) se ha mantenido con buenos niveles de audiencia a lo largo de sus emisiones en lineal desde principios de febrero en las noches de los miércoles, alcanzado un 20,4% de share, casi cuatro millones de espectadores, con sus dos episodios emitidos la primera semana, y permaneciendo siempre por encima de los tres millones, lo que no supera los 5 millones que obtuvo Riviére perdue en TF1 en diciembre, pero está en un nivel destacado. La historia mezcla los elementos comunes de las sagas familiares que tratan de mantener su legado, con una investigación que revelará secretos y mentiras. Y el trabajo de adaptación es destacable, manteniendo algunos elementos de la novela, como el nombre del protagonista, con un cambio de escenario a la Provenza francesa que aporta una tonalidad diferente pero igualmente majestuosa que la Ribiera Sacra de Galicia donde se desarrolla la novela. 

Manuel Ortigosa (David Kammenos) es un escritor de éxito que recibe la noticia de la muerte de su marido, Aymeric (Alexis Loret) en un accidente de coche. Cuando viaja a la Provenza, donde la familia terrateniente de su marido dispone de propiedades y viñedos, descubre sin embargo que Aymeric ha ocultado a su familia que era homosexual y estaba casado. Siendo el único dueño de las propiedades de la familia, su decisión de dejar en el testamento toda la herencia en manos de Manuel provoca un terremoto en las relaciones familiares, que no está dispuesta a permitir que su patrimonio recaiga en un desconocido. La Marquesa (Nicole Calfan) es una mujer fría que ni siquiera tiene aprecio por su hijos, debido a una razón que se descubre más adelante, en una familia que ha sufrido anteriormente la tragedia del suicidio de Enguerrand, hermano de Aymeric y Joffrey (Aurélien Wilk), el único que ha permanecido en la mansión familiar, quien piensa que es el legítimo heredero. Hay algunos personajes estereotipados de este tipo de sagas familiares, incluido un atractivo sacerdote llamado Lucas (Lionel Erdogan) que por supuesto tiene una relación romántica secreta, pero que juega un papel más secundario en la serie que en la novela. La adaptación resume en seis episodios una historia que resulta más interesante cuando el policía retirado Richard Saugier (Bruno Solo) tiene dudas sobre el accidente de Aymeric e intenta averiguar con la ayuda de Manuel cómo murió realmente su marido. El popular actor de comedia Bruno Solo, creador de clásicos de la televisión como Caméra Café (Calt, 2001-2007) que fue adaptado con gran éxito en España, interpreta con solvencia a un personaje complejo, que tiene algunos ramalazos homofóbicos y un pasado del que no puede sentirse orgulloso. A lo largo de la investigación, sin embargo, Manuel y Richard acaban formando un tándem adecuado que descubre el origen de la pesada carga que soporta la familia Castelmore.

La adaptación ha sido realizada por Françoise Charpiat, que ha trabajado en telenovelas como Plus belle la vie (France 3, 2002-2002) y Pascal Fontanille, uno de los responsables de Les bracelets rouges (TF1, 2018-2023), la versión francesa de Pulseras rojas (Filmin, 2011-2013) que acaba de estrenar su quinta temporada. Y consiguen elaborar una trama fluida que navega entre el típico drama de sobremesa y una mirada más contemporánea en torno a la manera en que una familia tradicional debe adaptarse a una sociedad que se sostiene menos en los privilegios de clase. Es interesante la relación de la sirvienta Hermine (Annie Gregório) con la Marquesa, sobre todo cuando sabe que no está directamente a su servicio. Mientras que la veterana actriz de 76 años Nicole Calfan, dama del teatro a la que hemos visto recientemente en Alphonse (Prime Video, 2023-), compone un personaje con tal desapego a la realidad y tan cruel en sus apreciaciones en torno a sus hijos, que acaba siendo la imagen de la decadencia de los Castelmore. Al principio no reconoce la verdad de que su hijo Aymeric se haya casado con un hombre: "Ningún miembro de la familia Castelmore se rebajaría a una relación tan repugnante", e incluso siente desprecio por su nieto Arsène (Alexander Mari-Mcsween), por haber nacido de la relación de Enguerrand con una mujer negra. Cuando su otra cuñada, Catherine (Louise Monot) le anuncia que está embarazada, comenta: "No sabes la alegría que me da tener un nieto que se parezca a nosotros", dentro de una historia de formato clásico en la que sobresalen unos personajes que comparten cierta fragilidad por el peso de su pasado. Tout cela je te le donnerai es una adaptación solvente de una novela con textura de culebrón que consigue traspasar el formato de saga familiar tradicional y que cuenta con una extraordinaria banda sonora de Erwann Kermorvant, uno de los mejores compositores de cine franceses, que transmite la desolación de unos personajes heridos emocionalmente. 

Nos vemos en otra vida

Miniserie | Ficción, 6x50' | Disney+ | ★★★ 

Creada por Daniel Sánchez-Cabezudo, Jorge Sánchez-Cabezudo

Dirigida por Jorge Sánchez-Cabezudo, Borja Soler


Mientras otras cinematografías suelen abordar los momentos traumáticos que se han vivido en sus países con relativa brevedad (en Francia los atentados de la sala Bataclan en 2015 han sido abordados en varias películas), la sociedad española parece más reacia a afrontar este tipo de historias, quizás porque siempre sobrevuela el fantasma de la disensión y de los extremismos ideológicos. Si bien se han realizado numerosos documentales, solo se ha tratado el atentado del 11M en la película Ilusiones rotas (Álex Quiroga, 2005), que contaba diferentes historias sobre personas que se verían afectadas por los atentados, y de manera más directa ahora en la última serie creada por los hermanos Sánchez-Cabezudo tras Crematorio (Movistar+, 2011) y La zona (Movistar+, 2017). Han pasado ya veinte años y quizás es el momento adecuado para tratar un ataque yihadista sobre el que todavía se pretenden sembrar incertidumbres respecto a la autoría, pero lo cierto es que el juicio de 2007 estableció los diferentes grados de culpabilidad. Precisamente en torno a tres fechas destacables se estructura esta serie: 2004, el año del atentado; 2007, el año en el que se celebra el macrojuicio; y 2014, cuando Gabriel Montoya salió de la cárcel después de cumplir su condena y concedió una entrevista al periodista Manuel Jabois, que convirtió en el libro Nos vemos en esta vida o en la otra (2016, Ed. Planeta), que muy astutamente se ha reeditado coincidiendo con el estreno de la serie, y en el que el periodista de El Mundo que ahora escribe en El País daba credibilidad al relato de su protagonista, quien había cambiado varias veces su declaración a lo largo del juicio, contrastándola con las actas del juicio que se había celebrado. Gabriel Montoya, al que en su barrio conocían como Baby pero los medios de comunicación apodaron El Gitanillo, fue el único menor de edad condenado en relación con los atentados, y nunca se ha arrepentido de lo que hizo, pero sí de lo que ocurrió (lo que no está claro qué significa realmente). 

A través de su historia se abunda en la idea de la banalidad del mal que había acuñado la filósofa alemana Hannah Arendt (1906, Alemania-1975, Estados Unidos), en su conocido ensayo Eichmann en Jerusalén (1963, Ed. Lumen), en el que a partir del juicio de 1961 contra los crímenes cometidos por el teniente coronel de las SS Adolf Eichmann, reflexionaba sobre la naturaleza del mal. El que ha sido descrito como uno de los mayores criminales del nazismo, no sentía remordimiento porque consideraba que había cumplido con su deber. Esa banalidad del mal está presente en la historia de este adolescente que, sin ideología concreta ni una personalidad malvada, acabó involucrado en el mayor atentado yihadista cometido en Europa. El primer episodio, Baby (T1E1) presenta al personaje en un entorno de delincuencia menor como el que se podría encontrar en cualquier ambiente de barrio obrero, hasta que conoce a Emilio Gutiérrez Trashorras (Pol López), quien le introduce en trapicheos cada vez más grandes. La interpretación de Pol López, ganador del Premio Gaudí como Mejor Actor por Suro (Mikel Gurrea, 2023) y al que hemos visto en Esto no es Suecia (RTVE Play, 2023) es sobresaliente, con capacidad para equilibrar cierta simpatía con una personalidad esquizoide que se refleja en las miradas y los gestos sin necesitar exhibirla plenamente. El director Jorge Sánchez-Cabezudo utiliza un adecuado estilo semidocumental que él mismo reconoce que bebe del cine social francés como Los miserables (Ladj Ly, 2019) y La cabeza alta (Emmanuelle Bercot, 2015), especialmente influyente dada la historia similar sobre un criminal menor de edad. La cámara captura el pulso del barrio y los menudeos de drogas alrededor de un personaje como Trashorras que parece esconder contactos más peligrosos. Mezclando las líneas temporales, también vemos a Gabriel Montoya adulto (Quim Àvila) recién salido y enfrentado a la reinserción en una sociedad que no le quiere reinsertado, hasta que el periodista Manuel Jabois (Jaime Zatarain) decide tratar de entender su historia. 

Perfectamente estructurada, Nos vemos en otra vida (Disney+, 2024) es otro éxito para los hermanos Sánchez-Cabezudo, porque consiguen mantenerse siempre al margen de interpretaciones sobre la cercanía o la empatía hacia el personaje principal. Y toman decisiones de dirección que funcionan incluso como posturas narrativas, cuando el grupo de yihadistas es siempre mostrado como un conjunto no individualizado, aunque tome cierta relevancia Jamal Ahmidan (Mourad Ouani), apodado El Chino, quien sirve como contacto con Trashorras, pero al que casi siempre vemos desde el punto de vista de Baby, al que la cámara al hombro acompaña en la primera parte de la historia, casi caminando junto a él para ir distanciéndose progresivamente conforme se implica más con los terroristas, en el espléndido episodio El corredor (T1E4) que transcurre durante una fuerte tormenta, mientras que Baby adulto es mostrado con cámara fija, ya completamente distanciada del personaje. Pero, independientemente de las consideraciones sobre la implicación en un atentado que provocó 193 muertes y muchas vidas marcadas por el trauma, la serie funciona como un thriller espléndidamente construido, manejando hábilmente el suspense y prescindiendo de los elementos innecesarios para centrarse en la historia. Hay en El silencio (T1E5) una presencia destacada de algunas víctimas durante el juicio de 2007, que son las que se encargan de describir el atentado sin que lo veamos, en otra decisión especialmente acertada y absolutamente respetuosa. Nos vemos en otra vida ha sido producida por Kubik Fims, la productora que fundaron los hermanos Sánchez-Cabezudo en 2016 y en la que a partir de 2023 se convirtió en socio mayoritario el Grupo francés Newen Studios, una compañía subsidiaria de TF1 Group, a la que también pertenecen otras productoras españolas como Grupo Zeta e Índalo y Media Producciones Audiovisuales, la productora de Juan y Medio. 

Mano de hierro

Temporada 1 | Ficción, 6x70' | Netflix | ★☆☆ 

Creada y dirigida por Lluís Quílez

Escrita por Lluís Quílez, Daniel Corpas, Arturo Ruiz Serrano, Asier Guerricaechebarria


Tras el éxito obtenido con Bajo cero (Lluís Quílez, 2021), Netflix ha proporcionado a su director todos los medios posibles para elaborar un nuevo thriller ahora con todo el tiempo disponible (la mitad de los episodios supera la hora de duración) y con carta blanca para reunir a los actores más destacados del panorama audiovisual español. De esta forma, Mano de hierro (Netflix, 2024) se plantea como un tour de force para intérpretes de alta solvencia, aunque posiblemente sea una de las producciones recientes que más desaprovecha la posibilidad de contar con un reparto tan sólido. La historia está protagonizada teóricamente por Joaquín Manchado (Eduard Fernández), aunque realmente el personaje deja de tener relevancia a partir del tercer episodio, el patriarca de una familia que controla el puerto de Barcelona, pero principalmente dirige con mano férrea (nunca mejor dicho) las actividades de narcotráfico que utilizan estas instalaciones como lugar de conexión criminal entre África y Europa. Para ello cuenta con la ayuda de su familia: su hermano Román (Sergi López), un hombre que adopta con resignación su posición en la sombra y que intenta ser el salvador de Cristina (Marta Belmonte), una prostituta de la que se ha enamorado, y su hijo Ricardo (Enric Auquer), un joven inestable que lucha por tener la posición que ha conseguido Néstor (Jaime Lorente), el yerno de Román que está casado con Rocío (Natalia de Molina). Aunque ella mantiene una relación con un nuevo componente del grupo, Víctor Julve (Chino Darín), quien en realidad es un infiltrado de la policía. 

Mano de hierro comparte con algunas series la representación de las organizaciones criminales que usan los puertos de entrada de grandes ciudades para desarrollar actividades criminales: es fácil recordar la segunda temporada de The wire (HBO Max, 2002-2008), pero también la serie Gomorra (HBO Max, 2014-2021) desarrollaba parte una de sus tramas en Barcelona y la recientemente estrenada miniserie francesa De grâce (Arte, 2023) tiene como protagonista a una familia en torno al puerto de El Havre y las redes de narcotráfico. Sin embargo, a Lluís Quílez (1978, Barcelona) parece interesarle menos enfocarse en las organizaciones criminales y su funcionamiento que en construir una historia clásica de mafias para desarrollar escenas de acción más o menos solventes, aderezadas con ciertos toques de violencia extrema al estilo de Martin Scorsese. Los personajes están constantemente al borde del desequilibrio mental, atraídos por una oscuridad que se manifiesta a veces de una manera brutal como en el caso de Ricardo, mientras la serie trata de explorar este lado tenebroso incluso introduciendo elementos de magia negra y brujería a través de los traficantes mexicanos Ariel (Raúl Briones) y Giannina (Lucía Ramírez-Pereira). Pero resultan todos los elementos tan gratuitos y plantea las situaciones de una manera tan superficial que el impacto de la violencia no se sostiene en la psicología de los personajes sino que se limita a ser una representación burda de la brutalidad, algo así como lo que también ocurre en la segunda temporada de El inmortal (Movistar+, 2022-). Si Bajocero era un thriller hábilmente dirigido pero torpemente escrito, en Mano de hierro ni siquiera es solvente un trabajo de dirección que busca el efectismo gratuito. Y la ausencia del personaje principal durante la mayor parte de la serie no hace más que reflejar la condición deslavazada de una historia que no consigue ser creíble en ningún momento. 

La Academia

Temporada 1 | Ficción, 8x45' | Prime Video | ★☆☆ 

Creada por Pablo Bartolomé, Jacobo Delgado, Laura León

Dirigida por Francesc Ollels


En la excelente comedia Soñando en negro (Filmin, 2023) se hacen muchas referencias a los micro-racismos, es decir, aquellos que pueden llegar a ser peores que las referencias racistas directas porque quienes los cometen no son conscientes de ello. El fútbol es muy característico de este doble lenguaje en el que se defienden valores de solidaridad e igualdad, y sin embargo es una institución profundamente machista e insolidaria. En la serie La Academia (3Cat/Prime Video, 2024) está presente esta característica sin que parezca ser demasiado consciente de ello. Jairo (Ton Vieira) ha llegado con su familia desde Colombia y como es habitual en los personajes latinoamericanos dentro del cine español es pobre, rebelde y machista, una representación estereotipada que parecen necesitar los guionistas para construir el conflicto principal en una serie que se mueve sin demasiado rubor entre tópicos sin tener conciencia de que en realidad está al borde de aquello que pretende denunciar. Adrián (Marc Soler) es un joven futbolista disciplinado del Apolo F.C. que sin embargo oculta su homosexualidad, un tipo de personaje que hemos visto recientemente en otra producción catalana, Jo mai mai (3Cat, 2024), como si el problema fuera la auto-aceptación en vez del aumento de las actitudes homófobas. Aunque se esfuerza por introducir el fútbol femenino de una manera equilibrada, los personajes de las futbolistas parecen espejos de los masculinos: Lara (Rita González) es la rebelde mientras que Meriem (Ebony Vidjrakou) es la deportista disciplinada. Y el conflicto que despierta la sororidad se representa utilizando un antagonista bastante tópico, el entrenador Patterson (Lukas Peros), en vez de profundizar en la concepción machista del propio sistema. En realidad, la actitud de Willy (Marc Martínez), el entrenador del equipo masculino es igual de insultante con sus jugadores, pero la serie parece considerar que los chicos están más preparados para recibir estos comentarios que las chicas, que tienen la piel muy fina. 

De forma que se produce una insurrección del equipo femenino encabezada por Lara (Rita González), un personaje que no es tan rebelde cuando necesita ineludiblemente una trama romántica que la sitúa en medio de Jairo y Adrián. No parece que la intención de La Academia, claramente inspirada en La Masia, sea la de reflexionar sobre el mundo del fútbol y la forma en que la presión puede afectar a los jugadores adolescentes, sino más bien elaborar una trama oportunista que se beneficia de la trascendencia del fútbol femenino para parecer progresista. Pero se trata de una propuesta que hace del estereotipo su principal herramienta para crear una narrativa tradicional de carácter juvenil que transcurre en un entorno futbolístico como podría hacerlo en un instituto de secundaria. De hecho, dos de las creadores, Pablo Bartolomé y Jacobo Delgado, y la veterana guionista Yolanda García Serrano vienen de escribir guiones para HIT (RTVE, 2020-). Tampoco vamos a pedirle a la producción que los partidos sean creíbles y no estén rodados como si se tratara de competiciones de futbolín, donde nadie corre y los espectadores no pasan de la docena. Pero sí hubiera necesitado algo más de desarrollo en los personajes, para que por lo menos no resulte todo tan previsible y perezoso. Desgraciadamente, esta desgana se traslada a la dirección de actores, de manera que hay un desequilibrio notable entre el nivel de interpretación de los jóvenes profesionales que ya tienen experiencia en otras series, como Marc Soler y León Martínez, y los debutantes como Ton Vieira y Rita González, que casi siempre parecen perdidos en la construcción de sus personajes. Como todo buen producto deportivo (y en la proliferación de documentales mediocres cortados por el mismo rasero que han impulsado tanto Prime Video como Netflix podemos apreciarlo), la serie también está llena de esos mensajes superficiales que caracterizan a ese negocio, aunque a veces haya algún resquicio de crítica al mercantilismo a través del personaje de Tomás (Diego Martín), el padre de Adrián, un ex-futbolista que ahora es representante de jugadores. Pero los elementos agitadores son bastante inofensivos, por mucho que se utilice a Toni (Bárbara Goenaga), la peleadora psicóloga del equipo, como una portavoz de todos los lugares comunes de la narrativa relacionada con la salud mental. Pero con un solo personaje el mensaje no resulta lo suficientemente efectivo. La Academia está producida por Brutal Media, empresa radicada en Barcelona que hace poco más de un mes anunciaba su incorporación a la red de producción de BBC Studios Global Entertainment, un conglomerado de productoras internacionales que han sido adquiridas por la televisión pública británica, y hace unos días también anunciaba la incorporación de Amparo Miralles, que ha trabajado en Secuoya, Buendía Estudios y Gestmusic Endemol, como nueva directora de ficción. 

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Películas mencionadas: 

Los miserables se puede ver en Filmin y Prime Video.
La cabeza alta se puede ver en Prime Video. 
Bajo cero se puede ver en Netflix.