27 diciembre, 2008

Cortometrajes equidistantes

La producción de cortometrajes nos presenta algunas sorpresas para bien y para mal. Dos cortos radicalmente distintos en concepto, medios y resultados, acaparan nuestra atención.

Tiene mérito conseguir que un cortometraje realizado con medios mínimos y casi en familia consiga ser seleccionado para el Festival de Sundance. El ataque de los robots de Nebulosa-5, de Chema García, lo ha hecho. Claro que su trayectoria viene avalada por un buen número de premios y de presencia en otros festivales como el de Gijón que de alguna forma subrayan el interés que despierta esta historia sencilla, de imágenes casi minimalistas, que sabe extraer sus mejores virtudes de la narración en off. Y contiene una reflexión más profunda de lo que pudiera parecer sobre la soledad y la alienación. A pesar de sus herramientas escasas, este es uno de esos cortos que, aunque no gusta a todo el mundo, sí al menos encuentra en cierta identificación cinéfila y del mundo del cómic un buen caldo de cultivo para hacerlo atractivo y hasta situarlo en la estela de esos trabajos surrealistas de la filmografía de David Lynch como cortometrajista.


En otro mundo diferente se encuentra The end, el último corto del director de moda en este género, Eduardo Chapero-Jackson que, tras llevarse todos los premios posibles (y algunos más) con Alumbramiento, se ha embarcado en una producción de gran calado rodada en Almería como proyecto, y patrocinada por Emasesa (ahí es nada). Lo mejor de este corto que plantea un futuro desalentador (y tampoco tan irreal como pudiera parecer) en el que la supervivencia depende de la gestión de la poca agua que queda en el planeta, radica en su propuesta como reinterpretación de un western apocalíptico. Rodada en inglés (no sé muy bien por qué) The end se ahoga (valga la gracieta tonta) en su propia ambición, y aunque es cierto que consigue en algunos momentos esa textura del cine del oeste sucio, también es cierto que Chapero-Jackson no parece el director idóneo para hacernos creer una historia con dosis de acción. Eso sí, se agradece que el corto te lo lleven a casa, aunque sea acompañado de una ridícula revistilla publicitaria de Emasesa y de un contenido extra en el que aparece el fantasma del alcalde de Sevilla.


Finalmente, el saludo y la enhorabuena para la productora sevillana Áralan que ha conseguido "colar" su corto Espagueti Western, de Sami Natsheh, entre los nominados al Goya al Mejor Cortometraje de Animación. Sus competidores son: El ataque de los Kriters asesinos, de Samuel Orti "Sam"; La increíble historia del hombre sin sombra, de José Esteban Alenda; Malacar y el misterio del bastón de roble, de Luis Tinoco; y Rascal's Street, de Marcos Valín, María Monescillo y David Priego. No les deseo suerte porque la calidad y la originalidad de la propuesta no la necesitan.



26 diciembre, 2008

Arte urbano (1ª Parte)

Un paseo por la ciudad nos descubre en ocasiones imágenes curiosas que engloban significados más complejos que la simple captación de la realidad. Aquí nos hacemos eco de algunas de ellas.

La Exposición urbana que presentaba un recorrido por las estrellas de cine que habían estado, rodado, pernoctado o simplemente deambulado por la ciudad de Sevilla, que se presentó durante la pasada edición del Sevilla Festival de Cine Europeo, tenía una clara vocación promocional (como todas las exposiciones que organiza el ayuntamiento). De todas ellas, sólo una fotografía, y además al día siguiente de su inauguración, fue objeto de una declaración de principios anónima. A la imagen de la cineasta Leni Riefenstahl le pintaron un bigotito como el de Hitler. Todo un discurso político resumido en una pincelada de rotulador.



La siguiente imagen refleja otra realidad del centro urbano de Sevilla. Mientras Lipasam (empresa municipal de limpieza) lanza campañas por una ciudad limpia, algunos dueños de establecimientos del centro ponen el dedo en la yaga con un cartel sencillo, pero lleno de contenido: "De esta manera deja Lipasan las puertas y escaparates tras el paso de sus operarios con la manguera". Efectivamente, quienes habitan, trabajan o aparcan en el centro de la ciudad, se acuerdan de lo que haya que acordarse cada vez que los que deben dejar las calles limpias, acaban ensuciándolas más de lo que estaban. La contradicción de una empresa municipal que hace aguas (y encima salpica mierda).


13 diciembre, 2008

¿Hay que saber inglés para ver un DVD?

Da la impresión de que existe poco control en el mercado del DVD. Igual que se exige que los aparatos que compramos tengan las instrucciones en español, debería exigirse a las distribuidoras de DVD que sus contenidos estén, al menos, subtitulados en nuestro idioma.

La SGAE anda últimamente haciendo el ridículo contratando detectives para espiar las fiestas de boda a ver si rascan algunos miles de euros (que luego tienen que devolver con creces para pagar sanciones de la Agencia de Protección de Datos), o exigiendo el pago del canon a las fiestas populares tradicionales como las Fallas, y esperando que no suene muy fuerte la carcajada que a uno le entran ganas de soltar en su jeta. Y digo yo, ¿es ésta la nueva política de José Luis Borau, presidente de la SGAE y reciente académico homenajeado en el Festival de Sevilla? Porque al fundamentalista Teddy Bautista ya lo conocemos de sobra.

Mientras tanto, nadie parece defender el derecho de los consumidores a que no nos den gato por liebre. Recientemente, AVEI (Asociación Videográfica Española Independiente) publicó una carta de protesta enviada al Ministerio de Cultura denunciando “la edición irregular” de DVD por parte de la empresa Producciones Naimara S.L. que distribuía, según la denuncia, “títulos sin la pertinente calificación por edades y sin el número de expediente del ICAA preceptivo; con números de expediente inexistentes; con calificaciones caducadas hace muchos años; sacar títulos con el certificado aún sin conceder o que no coinciden con los datos que contiene el listado del ICAA; usando números de expedientes y calificaciones copiadas de otros títulos o calificaciones y número de expediente copiado del que ha sido concedido a otra empresa; títulos que no indican las calificaciones por edades o calificaciones por edades inventadas.”

Esto está muy bien. Hay que denunciar las irregularidades para lograr un “mercado audiovisual de calidad”. Pero, si AVEI lucha por conseguir ésto, no se entiende que no denuncien igualmente la falta de información al consumidor cuando se publican, como hace Sony con muchos de sus clásicos, películas sin subtítulos en español o sin el formato adecuado, o como viene haciendo Warner incluso en ediciones especiales como Quo Vadis? o en ediciones de series como The wire.

¿Por qué no se denuncian desde AVEI estas prácticas, que vienen siendo habitualmente descritas en foros de aficionados como mundodvd? ¿Quizás porque algunos de los socios de AVEI, como Llamentol, son de los que habitualmente llevan a cabo esta práctica? ¿O porque los socios de AVEI no tienen cojones para enfrentarse a multinacionales como Sony y Warner, pero sí a empresas con menores recursos para defenderse?

Ya que la SGAE aboga por la absoluta legalidad, ya que AVEI y sus socios tratan de conseguir un mercado de calidad, no se entiende que la escasez de información en las ediciones en DVD (especialmente los clásicos, claro, que tienen un público más minoritario), sea todavía una asignatura pendiente en el mercado audiovisual español.

Sólo desde iniciativas personales de consumidores como la petición que pretende enviar a Sony Pictures Home Entertainment un grupo de aficionados en contra de sus lamentables ediciones de clásicos, se puede conseguir realmente que la calidad de los productos que se ofertan sea real. Las asociaciones de empresas que defienden una supuesta calidad acaban convirtiéndose en lobbies que sólo defienden lo que les interesa, porque entre ellos hay lobos con piel de cordero.

Por cierto, un mea culpa para los medios de comunicación que muchas veces actuamos más como elementos publicitarios, más que como informativos, cuando deberíamos ser los primeros en dar la correcta y completa información a nuestros oyentes-lectores.

Petición online contra Sony Pictures Home Entertainment