31 julio, 2008

Programación Especial Agosto 2008

En Primera Fila continúa con su programación especial durante el verano de 2008, con algunos de los mejores compositores actuales del mundo del cine.

En agosto nos centramos en los nombres propios: la obra autónoma de un destacado músico argentino que ha colaborado con Francis Coppola; la de uno de los grandes clásicos fallecido este año o la de algunos de nuestros músicos de cabecera.

Julio 2008

Miércoles 6/Sábado 9
Wall-e - Thomas Newman
El excelente trabajo de uno de los miembros de la saga Newman para la última obra de animación de Pixar, con la incorporación de algunas canciones del musical Hello, Dolly!, protagonizado por Barbra Streisand, Michael Crawford y Louis Armstrong en 1969.

Viernes 8/Domingo 10
Hancock - John Powell / Superagente 86 - John Debney
Dos trabajos musicales de dos recientes estrenos de éxito. La potente banda sonora de John Powell para la incursión de Will Smith en el universo del héroe "antihéroe" y el trabajo de mixtura de John Debney para la irregular adaptación de la clásica serie de Mel Brooks.

Miércoles 13/Sábado 16
Leonard Rosenman
Fallecido el pasado mes de marzo, le dedicamos un homenaje en su día a uno de los autores más importantes de la música de cine de los 50, creador además de algunos trabajos menos conocidos que sus colaboraciones con James Dean, que escuchamos en este programa.

Osvaldo Golijov

Osvaldo Golijov ha realizado algunas incursiones en el mundo del cine en Vidas furtivas, de Agnieszka Holland, en el cortometraje de Alejandro González-Iñárritu en 11/09/01, junto a su compatriota Gustavo Santaolalla o en la última película de Francis Coppola: Youth without youth. Nosotros conoceremos algunas de las obras autónomas de este músico argentino, con grandes composiciones para ópera y ballet consideradas algunas de las mejores obras contemporáneas.

Viernes 15/Domingo 17
Ainadamar





Miércoles 20/Sábado 23
La pasión según San Marcos





Viernes 22/Domingo 24
Oceana





Miércoles 27/Sábado 30
Mar Dulce - Bajofondo Tango Club
Siguiendo en Argentina, nos acercamos al último lanzamiento del grupo que lidera Gustavo Santaolalla. Mar Dulce es un disco estrenado en 2008 que nos ofrece de nuevo un repaso electrónico por los sonidos del tango.


Viernes 29/Domingo 31
Alan Silvestri
Alan Silvestri volvió a colocarse en el punto de mira de los aficionados con su nueva colaboración con Robert Zemeckis en Beowulf, en la que mezcla sonoridades electrónicas con esa contundencia que Silvestri sabe dar a sus composiciones más espectaculares.

Septiembre

Viernes 5/Domingo 7
Wanted - Danny Elfman
Último trabajo de Danny Elfman en 2008, para la excesiva cinta de acción futurista que protagonizan Angelina Jolie y James McAvoy. Aunque en la película, con tanto destrozo resulta casi imperceptible, en nuestro programa podemos escucharla completa.

Miércoles 10/Sábado 13
Czech Phil plays Ghibli Studio
Una curiosidad editada solamente en Japón. Se trata de la interpretación de bandas sonoras de producciones de los Estudios Ghibli como Mis vecinos los Yamada, La princesa Mononoke o El castillo ambulante a cargo de la Orquesta Filarmónica de Checoslovaquia.

Viernes 12/Domingo 14
The legend - Joe Isaishi
Una de las últimas obras de Joe Isaishi para la superproducción The legend, editada exclusivamente en Japón y que ya estrenamos hace unos meses en nuestro programa.



22 julio, 2008

Mirando a la realidad de frente

Tres propuestas de “documental-discurso político” se enfrentan a sus ideas rodeados de polémica pero desplegando invitaciones a reflexionar sobre la sociedad que nos ha tocado vivir y los políticos-monstruos que hemos fabricado. Y ninguna de estas películas ha necesitado una distribución convencional para llegar a millones de espectadores.


Se dice que
el género documental es un reflejo de la realidad desde el punto de vista, claro está, de todos aquellos que están involucrados en su realización. Otra cuestión es que se denomine “documental” a un trabajo audiovisual que en realidad lo que hace es apoyarse en la realidad (o en la irrealidad) para construir un discurso personal que tiene como soporte principal la opinión del realizador. Por eso a las películas de Michael Moore, por ejemplo, difícilmente se les puede catalogar de documentales, ya que distorsionan, manipulan y construyen toda su envoltura de imágenes en torno al discurso que el cineasta nos quiere dar cuyas conclusiones no surgen de su investigación, sino que ya son premeditadas.

Esto no es
una crítica. De hecho, en los últimos años el “discurso audiovisual” está dando algunas de las producciones más interesantes en este sentido. O, por lo menos, nos está ofreciendo la oportunidad de asistir a propuestas que sin duda provocan la reflexión. Ya hablamos en su día de Zeitgeist. The movie, una brutal realización dividida en tres partes que pone en duda las bases del cristianismo (Part I: The greatest Story ever told), abunda en la teoría de la conspiración gubernamental en los atentados del 11 de septiembre (Part II: All the world’s stage) y repasa todas las grandes crisis económicas provocadas por los poderes fácticos para desestabilizar naciones, lo que resulta particularmente aterrador en estos meses de “recesión” (como diría algún político cínico español) que vivimos (Part III: Don’t mind the men behind the curtain).

De Zeitgeist se anuncia ya una continuación titulada Zeitgeist. Addendum, que se podrá descargar a través de internet a partir del mes de octubre.

Siguiendo con la conspiración gubernamental, el documental Loose change. The final cut, realizado por un joven estudiante, Dylan Avery, se presenta en su versión definitiva (tiene dos versiones anteriores), para remover las conciencias de todos aquellos estadounidenses que se sienten engañados por las explicaciones de la administración Bush sobre el 11-S. En realidad, Loose change es anterior a Zeitgeist, ya que su primera versión se publicó en 2005, y en los años sucesivos Dylan Avery ha ido construyendo con una profusión de datos que a veces resulta excesiva, un “documental” de 130 minutos en el que, sin embargo, no se encuentran algunos datos relevantes que se incluían en su segunda versión, que comenzaba con una serie de hechos sospechosos que tuvieron lugar años y días antes de los atentados. Pero en definitiva se trata de un impresionante muestrario de incongruencias y falsedades que producen pavor. Ver, por ejemplo, cómo una reportera de la BBC transmite desde Nueva York la noticia de que el tercer edificio acaba de derrumbarse, cuando aún no había sucedido, produce escalofríos. “De dónde obtenían la CNN y la BBC sus informaciones, teniendo en cuenta que el edificio aún se encontraba en pie, justo detrás de sus reporteros?”.

Si bien es cierto que se ha criticado en muchos foros la veracidad de lo que cuentan Zeitgeist y Loose change, se ha puesto en entredicho la documentación en la que sostienen sus teorías e incluso se puede encontrar un versión de L
oose change en la que se puede ver la película con comentarios que refutan sus afirmaciones, lo cierto es que este tipo de producciones provocan en el espectador un desasosiego que quizás nos haga despertar de un cierto letargo en el que estamos sumidos y que, por ejemplo, nos lleva a aceptar sin dudas ni discusiones una situación de crisis que nadie nos ha explicado de dónde surge. Las afirmaciones de Loose change. The final cut son claras: “Nos han mentido continuamente sobre los hechos del 11-S, y elementos dentro del gobierno de Estados Unidos y de los grandes medios de comunicación continuamente encubren la verdad”.

Por supuesto, estas dos producciones están disponibles para ser vistas a través de internet sin ningún tipo de contraprestación económica y los DVD se pueden comprar a precios simbólicos.


Otra propuesta para la reflexión. El cineasta mexicano Alfonso Cuarón y la escritora canadiense Naomi Klein, para apoyar el lanzamiento del último libro de la autora, The shock doctrine, han realizado un cortometraje con el mismo título que es una patada en el estómago, y que encaja perfectamente con la situación que estamos viviendo. Haciendo un paralelismo con determinados procesos de interrogación a prisioneros, la doctrina del shock consiste en provocar un efecto devastador en una población para acabar promoviendo medidas impopulares que, tras el shock, se nos venden como protectoras. ¿Suena eso al 11-S y la política militar de Estados Unidos a partir de entonces? ¿Suena eso a la crisis económica y la propuesta de la UE, y especialmente de Francia, de aumentar la jornada laboral?

Proyectos sin ánimo de lucro que mueven a la reflexión y que, esperemos, consigan lentamente su propósito de promover una revolución ideológica que cada vez resulta más necesaria frente a los payasos que nos gobiernan.


18 julio, 2008

Retazos de la guerra

Mientras en nuestros canales de televisión las novedades veraniegas se limitan a concursos de reciclaje cutre como Valanota y Canta!Singstar o comedias resabidas como Lalola, en Estados Unidos HBO estrena una de las series que más va a dar que hablar en los próximos meses.

Hace unos años, un periodista de la revista Rolling Stone acompañó a las tropas de marines destinadas a la frontera con Irak para vivir en primera persona el comienzo de una invasión cuyos resultados, con el paso de los años, se han demostrado desastrosos. Sus vivencias entre casi adolescentes ignorantes de la situación real que les rodeaba, fueron narradas primero en una serie de tres artículos publicados en la revista y después en un libro. El autor, Evan Wright, se convirtió así en uno de los primeros cronistas que describían esa cierta sensación de caos que invadía a los invasores.

El canal por cable HBO, responsable de algunas de las producciones más interesantes que se han hecho para televisión en los últimos años, ha puesto todo su arsenal económico de producción para una serie, Generation Kill, que se estrenó el 13 de julio con una buena recepción entre crítica y espectadores. Rodada en Sudáfrica, la serie nos introduce en un batallón de los marines expectantes ante la inminencia de la guerra. Los creadores de Generation Kill son Ed Burns (no confundir con el actor y director) y David Simon, creadores de la que está considerada como una de las mejores series sobre policías antidroga que se han realizado en mucho tiempo, The wire (lo siento, no he visto ningún capítulo, trataré de ponerme al día este verano). Lo que da sin duda buenas garantías a esta nueva incursión en el terreno de la ficción televisiva.

Por lo que he visto en el primero de los siete episodios de los que está formada esta miniserie, Generation Kill puede darnos alguna sorpresa, pero puede caer también en algunos lastres que ya son palpables en su primera entrega.
Uno de los principales es esa cierta confusión que se apodera de uno cuando lleva veinte minutos viendo el capítulo. Por mor de lograr transmitir esa sensación de caos que viven los soldados, se yuxtaponen situaciones, subtramas y personajes en un batiburrillo que a veces resulta cargante. Hay subtramas que se abren y cierran en poco tiempo, pero sin ofrecer una explicación verosímil. Hay, en definitiva, una especie de erupción de ideas sin desarrollar. Como si quisieran contarnos tantas cosas que no fueran capaces de hacerlo con coherencia.

En el lado positivo, Generation Kill ofrece una visión poco complaciente con la guerra, como no podía ser menos. Eso sí, con la guerra, no con los marines. Aquí los soldados no son bestias violentas como en La batalla de Hadiza o sanguinarios mastuerzos como en Redacted. Al contrario, si bien es cierto que hay en palabras de algunos soldados comentarios racistas y homófobos, que la escena en la que leen las cartas que les envían jóvenes adolescentes desde sus hogares puede herir la sensibilidad de cierto sector del espectador medio yanqui, HBO se cuida mucho de poner siempre en contraposición lecturas dúctiles con los soldados Una de cal y otra de arena. Para que nadie se moleste.

Pinta bien esta serie por lo que hemos visto. Tiene un buen nivel de producción, como no podía ser menos, y logra transmitir una sensación de realidad bastante verosímil, casi cercana al documental. Lástima que resulte tan condescendiente.


09 julio, 2008

¿Dónde están los delincuentes?

Según un estudio reciente, el número de empresas audiovisuales inscritas en el ICAA aumentó en un 14%, y los beneficios de la industria audiovisual un 32,9%. Criminalizar al espectador es una vergonzosa carrera hacia adelante que oculta en realidad una brutal reconversión laboral con el objetivo de obtener mayores beneficios con menores recursos humanos.

La beligerante posición que están adoptando las distribuidoras y productoras de medios audiovisuales con el tema de los derechos de autor resulta preocupante y, por qué no decirlo, peligrosa. Ante la incapacidad para ganar la batalla frente a la libertad de los espectadores por compartir, sin ánimo de lucro, películas o música (algo que está amparado por nuestras leyes), se han producido en las últimas semanas iniciativas ridículas para rascar hasta el último céntimo por lo que las productoras defienden como derechos de autor, cuando la mayor parte de los guionistas (los verdaderos autores) de España se quejan de las condiciones pantagruélicas que deben firmar con las productoras para poder ver sus historias llevadas a la pantalla, lo que supone un beneficio abusivo de su trabajo.

Ahora resulta que todos defendemos los derechos de autor. Paolo Vasile demanda a Youtube en nombre de Telecinco por atentar contra los derechos de autor. La distribuidora Filmax se ampara en un estudio ¡norteamericano! que sitúa a España entre los países con mayor índice de piratería (incluyendo en el término piratería al uso compartido sin ánimo de lucro de material audiovisual, algo completamente falso). Quizás para poder compararnos con el cine hecho en Estados Unidos deberíamos tener también una industria que no dependiera de los presupuestos generales del Estado, es decir, de los contribuyentes.

Un grupo de varias distribuidoras, Vértice 360, ha realizado un estudio entre los profesores según el cual el 75% apoya la proyección legal de películas en los colegios e institutos. Legal significa que, para que un aula de unos 30 alumnos pueda ver una película, el colegio debe pagar unos 300 € por cada proyección. ¿Estamos locos?

Tanto hablar de los derechos de autor, que se nos olvida que son los derechos de los espectadores (esos que con sus impuestos mantienen a la industria viva) son sistemáticamente despreciados. El público, el receptor de las obras audiovisuales, no tiene sus derechos protegidos, por ejemplo, por los plazos de explotación de los de los autores. En España, se establece que una obra audiovisual pasará a dominio público sólo a partir de 70 años después de la muerte de su autor, mientras que en directivas europeas se establece un máximo de 50 años y en países latinoamericanos solo de 30. Esto significa que, por el momento, ninguna película puede ser de dominio público. ¿Por qué se establece este plazo desde la muerte del autor, y no desde la exhibición pública de la obra, que sería lo más sensato? ¿Y por qué, siendo una obra colectiva, no se considera como autores de una obra audiovisual a todo el equipo técnico y artístico de una película? ¿Por qué se protegen determinados derechos de determinados colectivos solamente?

Que el sector audiovisual se encuentra en una crisis importante está claro pero, ¿resulta la situación tan catastrofista como nos la pintan? En un reciente estudio hecho público por FAPAE, la Federación de Productoras Audiovisuales, se nos revela que se ha producido un incremento de productoras cinematográficas inscritas en el ICAA, aumentando en un 14% en 2006 con respecto a 2005. A uno le asaltan las dudas: si el sector está desfalleciendo, ¿a qué se debe este aumento significativo de 183 empresas nuevas en un solo año? Según este estudio, la facturación del sector audiovisual aumentó entre 2001 y 2006 un 32,9%. ¿De donde viene entonces el catastrofismo? ¿Por qué un sector cuya facturación ha sufrido un aumento considerable culpa a los usuarios de las pérdidas de empleo? ¿No será una cortina de humo para aumentar los beneficios?

Tratar de contrarrestar los cambios que la revolución de internet supone en la industria audiovisual con reivindaciones abusivas no es, desde luego, adaptarse a los tiempos que se avecinan. Seguir utilizando las vías tradicionales de distribución y exhibición de obras audiovisuales es un error que muchas empresas pagarán caro.


02 julio, 2008

Programación Especial Julio 2008

Llega el verano y continuamos nuestra programación En Primera Fila, a través de la Onda Local de Andalucía. Pero, aunque no descansemos, sí os proponemos una serie de programas monográficos para soportar el calor.

Nuestra programación especial de Julio se centra sobre todo en Broadway y los musicales de actualidad. Aprovechando la reciente entrega de los Premios Tony, os presentamos algunas de las obras que han triunfado... y también algunas que se se han quedado a las puertas. Y habrá espacio también para los sonidos electrónicos de algunos destacados compositores del momento.

Julio 2008

Miércoles 2/Sábado 5
Metal Gear Solid 4 - Harry Gregson-Williams
Os presentamos la banda sonora de la recién presentada cuarta entrega de Metal Gear Solid, a cargo, de nuevo, de Harry Gregson-Williams y otros compositores japoneses.

Viernes 4/Domingo 6
Paul Oakenfold - Vexille
Ahora que está por retirarse para dedicarse a las bandas sonoras, os traemos uno de los últimos trabajos de Paul Oakenfold. Música sinfónico-electrónica para una película de animación recién estrenada en DVD.

Miércoles 9/Sábado 12
In the Heights 1ª Parte

Viernes 11/Domingo 13
In the Heights 2ª Parte
La obra que ha triunfado como Mejor Musical del año, en la primera ocasión que una obra hecha por latinos se lleva el máximo galardón. Producida por los responsables de Rent o Avenue Q, In the Heights es una obra llena de ritmo y espectacularidad.

Miércoles 16/Sábado 19
Fados
Aprovechando su edición de lujo en DVD y la promoción que tendremos regalando ejemplares, dedicamos un programa a la música del alma de Portugal a través de la banda sonora de este musical cinematográfico de Carlos Saura.

Viernes 18/Domingo 20
A catered affair
La última obra como autor de Harvey Fiernstein, el triunfador de los Tony gracias a su papel en el musical Hairspray. Su escaso éxito le ha llevado anunciar su última representación para finales de julio, a pesar de las buenas críticas.

Miércoles 23/Sábado 26
Disney's The little Mermaid. The musical
Os ofrecemos la adaptación para Broadway de La sirenita, para la que Alan Menken y Glen Slater han compuesta nuevas canciones. No ha conseguido convencer a la crítica, pero es uno de los musicales de mayor éxito en Broadway.

Viernes 25/Domingo 27
Winona Project - Craig Armstrong
En los descansos de su trabajo para el cine (El increíble Hulk), Craig Armstrong y Scott Fraser han creado un album de música electrónica con una cantante virtual que acaba de publicarse en julio.


Miércoles 30/Sábado 2

Xanadu
La adaptación a Broadway del musical kitsch que protagonizó Olivia Newton-John en los ochenta ha convencido a todos. Con cierto tono de ironía, Xanadu es uno de los musicales más divertidos que se pueden ver en Broadway actualmente.