30 diciembre, 2016

Series que nos han decepcionado esta temporada

La producción de series de televisión es inabarcable y resulta más que complicado hacer un seguimiento más o menos exhaustivo a los estrenos que cada temporada proponen las cadenas de televisión y plataformas digitales. 

Habitualmente se elaboran listas de las mejores series del año, y sin duda 2016 ha presentado una buena cantidad de producciones destacables. Entre ellas reseñamos algunas propuestas que ya resultaban interesantes de partida como el excelente drama judicial American crime story: The people v. O.J. Simpson (FX, 2016-), la ochentera historia de ciencia-ficción Stranger things (Netflix, 2016-), el drama familiar This is us (NBC, 2016-), la maravillosa locura de Paolo Sorrentino The young Pope (HBO, 2016-) o la perfecta trama de falso culpable de The Night of (HBO-BBC, 2016) y algunos descubrimientos como Baskets (FX, 2016-), una de las comedias absurdas más melancólicas que hemos visto, Trapped (Rúv, 2015-), policíaco islandés gélido y contundente, Berlin station (Epix, 2016-), una espléndida historia de espías, The OA (Netflix, 2016-), radical propuesta en torno a la muerte, Atlanta (FX, 2016-), ingeniosa comedia con más de una segunda lectura, Quarry (Cinemax, 2016-), drama psicológico perfecto y violento, o esa deliciosa muestra de anti-televisión (repleta de silencios y planos fijos) que es Horace and Pete (Louis C.K., 2016), que su autor ha publicado directamente en su página web, además de series ya conocidas de espléndida continuidad como The Americans (FX, 2013-), que se crece aún más en la evolución de sus personajes o American Crime (ABC, 2015-), una nueva disección enérgica de la sociedad norteamericana. 

Pero este año hemos preferido destacar esas otras producciones que venían precedidas de buenos augurios pero que finalmente se han quedado en algo más que una decepción.  

Westworld
Lisa Joy y Jonathan Nolan para HBO

Sin duda tenía todos los ingredientes para ser una serie con repercusión. Jonathan Nolan en el guión, J.J. Abrams en la producción y HBO poniendo toda la carne en el asador para intentar convertirla en la sustituta de Juego de tronos (HBO, 2011-2018). Un buen plantel de actores y una historia atractiva, aunque tampoco diera para mucho en la irregular versión cinematográfica Westworld (Michael Crichton, 1973) parecían completar las claves del éxito. El resultado a nivel de espectadores no ha podido ser mejor: con los 2.2. millones que vieron el capítulo final y sus 3.2. millones acumulados, se trata de la serie de más éxito en la historia de HBO. Pero a nivel de producción los resultados nos han parecido decepcionantes. La historia, que se cuenta en varios planos diferentes, resulta cansina en su desarrollo, con personajes atractivos como el que interpreta Ed Harris desaprovechados, que podrían haber necesitado mayor consistencia. Da la impresión de que, con el peso que suponen sus 100 millones de dólares de presupuesto y la responsabilidad de, al menos, preparar la sustitución de una serie antológica para HBO, Westworld se dilata en su desarrollo para extenderse a lo largo de sus 10 capítulos, innecesarios, lo que resta ritmo y tensión a las diferentes tramas, aunque hay que reconocer que los últimos dos capítulos levantan el vuelo. HBO ya ha confirmado una segunda temporada, y lo que apunta el capítulo final resulta atractivo y abre posibilidades interesantes de futuro.  

The crown
Peter Morgan para Netflix

La gran apuesta de Netflix por las series de calidad se presentó este año con la serie dedicada al reinado de Isabel II de Inglaterra. Con la pericia habitual en las buenas producciones inglesas, su creador, Peter Morgan, que ya llevó a la gran pantalla otro retrato de Isabel II en la magnífica La reina (Stephen Frears, 2006), The crown tiene una impecable factura. Sin embargo, aun reconociendo su excelente puesta en escena y buenas interpretaciones, tiene dos grandes defectos, que lastran en buena medida sus resultados. Por un lado, resulta excesivamente complaciente con la realeza, y plantea una escasa mirada crítica hacia la poliédrica figura de su protagonista, muchas veces justificada por los requerimientos oficiales. Da la impresión de que Netflix ha querido hacer una serie que no moleste a nadie, especialmente a la familia real británica, lo cual le resta interés. Por otro lado, la excelente interpretación de John Lithgow como el primer ministro Winston Churchill acaba fagocitando a la propia protagonista. Y no solo porque el actor norteamericano esté espléndido (ya suena como merecedor del Emmy), sino porque el propio desarrollo narrativo le da los mejores momentos. Los dos mejores episodios son, precisamente, los que dejan en segundo plano a la reina y le dan protagonismo al político: "Smoke and marros", centrado en la niebla contaminante que acabó con 12.000 londinenses en 1952 y que estuvo a punto de costarle su carrera política, y "Assassins", que cuenta la anécdota sobre el retrato de Winston Churchill. Viendo The crown, uno tiene la impresión de que hubiera sido más interesante una serie centrada en el primer ministro.    

The exorcist
Jeremy Slater para Fox

No cabe duda que las adaptaciones de películas en formato televisivo no han dado resultados especialmente sobresalientes en los últimos años. Esta temporada se presentaba otra de esas fallidas traslaciones del universo de terror cinematográfico a la televisión con Damien (AE, 2016), que trataba de adaptar La profecía (Richard Donner, 1976) con tan malos resultados que ni siquiera tendrá nueva temporada. Con El exorcista (William Friedkin, 1973) se podía haber realizado una lectura más fiel a la novela original de William Peter Blatty, pero finalmente se ha quedado en una especie de secuela de la versión para cine con poco acierto en el retrato de la exorcizada y de los exorcistas. Acabada su primera temporada, y con serias dudas sobre su continuidad (aunque Fox no se caracteriza precisamente por mantener una política muy coherente en torno a sus producciones televisivas), El exorcista es una oportunidad perdida que en ocasiones uno se imagina que hubiera dado mejores resultados en otras manos. Hay capítulos que parecen sacados del universo metafórico que tan bien desarrolló Bryan Fuller en Hannibal (AXN, 2013-2015), probablemente la mejor adaptación televisiva de una película en los últimos años. Pero aquí se queda en la superficie, y profundiza menos de lo que hubiera sido deseable en la psicología de los personajes, principal elemento de interés de la novela original. 

Outcast
Robert Kirkman para Cinemax

En los primeros capítulos, la nueva serie desarrollada por Robert Kirkman, autor de los cómics en los que se basa The walking dead (AMC, 2010-), esta nueva incursión en el género de terror, aquí más cercano al mundo de las posesiones, parecía que iba a ser una interesante muestra de horror psicológico, más adulto que la franquicia zombi, y mucho más centrado en el desarrollo de los personajes. Pero finalmente ha ido deambulando entre episodios inanes e idas y venidas de los personajes que no terminan de encontrar coherencia en su desarrollo narrativo. Aunque el perfil de sus dos protagonistas, el reverendo frustrado por su vano enfrentamiento con Satán, y el joven Kyle, también defraudado por la fatuidad de sus exorcismos, resulta interesante de partida, y se presenta como una lectura menos complaciente de lo habitual del terror basado en las posesiones demoníacas, el desarrollo acaba siendo poco satisfactorio, especialmente por su incapacidad de dar la entidad suficiente a la presencia de las fuerzas ocultas que aquí se presentan en su perfil más amenazador solo en ocasiones contadas, y la contundencia de su primer episodio se queda en una mera anécdota. Cinemax, que suele apostar por la continuidad en sus producciones, ya ha anunciado una segunda temporada, en la que esperamos que Robert Kirkman presente una historia mucho más congruente con las expectativas. 

American Horror story: Roanoke 
Brad Falchuk y Ryan Murphy para FX

En su sexta temporada, los creadores de la franquicia American horror story han querido dar una vuelta de tuerca a sus historias bizarras para plantear un acercamiento, aparentemente más clásico, hacia el terror, en cierto modo recuperando la esencia que convirtió a la primera temporada en un referente en el género para televisión. Los primeros capítulos, ciertamente, se desarrollan con contundencia y logran buenos resultados en esta historia que vuelve a tener una casa encantada como principal protagonista, pero llevando incluso a mayor extremo las escenas de violencia. Y la idea de plantear la historia como si se tratara de un docudrama, con recreaciones y entrevistas a los personajes principales, resulta interesante y atractiva. El problema es que, quizás por la imposibilidad de sostener la trama durante mucho tiempo, la serie sufre una vuelta de tuerca a mitad de temporada, anunciada por Ryan Murphy como algo sorprendente, pero que finalmente se convierte en su peor lastre. A partir del sexto episodio, esta nueva temporada se convierte una mezcla entre El proyecto de la bruja de Blair (Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999) y Paranormal activity (Oren Peli, 2007), y acaba cayendo en una incoherente y gratuita sucesión de escenas gore que dilapidan en buena medida el interés de la historia. Sin duda, el éxito de la franquicia está asegurado, pero haría falta una nueva perspectiva para sustituir el agotamiento de la propuesta. 

Crisis in sex scenes
Woody Allen para Amazon

El director Woody Allen prometió después de esta serie que nunca más iba a trabajar en televisión. Desde luego, si sus posibles proyectos televisivos los realiza con la desgana con la que parece haber afrontado su primera (y parece que última) serie, mejor que siga dirigiendo películas. En realidad, Crisis in six scenes (Amazon, 2016) contiene todos los elementos característicos de las buenas historias de Woody Allen, especialmente los dos personajes principales que interpretan él mismo y su esposa en la vida real, la guionista y actriz Elaine May, aparte del caramelo comercial que supone introducir a una poco creíble Miley Cyrus en el reparto. Pero, tras un primer episodio atractivo, la serie se acaba estancando en una especie de círculo vicioso que pone en entredicho la capacidad del director y guionista para desarrollar historias que vayan más allá de la escasa hora y media que suelen durar sus largometrajes. Hay buenos momentos de comedia, sin duda, y resulta entrañable esta pareja de ancianos metidas a activistas antisistema (especialmente logrado es el episodio 5, cuando ambos se ven envueltos en una trama de intercambio de maletines), pero son destellos que no consiguen eclipsar la insatisfactoria primera incursión de Woody Allen en la televisión. 

Luke Cage
Chet Hodari Coker para Netflix

Tras los estrenos de Daredevil (Netflix, 2015-) y Jessica Jones (Netflix, 2016-), parecía que el tándem Netflix-Marvel podía dar excelentes adaptaciones televisivas sobre superhéroes más mundanos que los habituales. Pero el personaje de Luke Cage, que resultaba interesante como partenaire de Jessica Jones, ha acabado resultando poco atractivo como protagonista. Especialmente porque su historia, deudora del universo de los héroes negros de los setenta que capitaneó el actor Richard Roundtree en Shaft. Las noches rojas de Harlem (Gordon Parks, 1971), no termina de desprender el interés que el retrato de sus antecesores, realista y pegado a la calle, sí que tenía. Y la lucha interior entre el humano que quiere ser normal y el héroe que debe acabar con la delincuencia aquí aparece menos interesante que en aquellas. Los antagonistas tampoco juegan a favor de los buenos resultados, y parecen borradores de personajes que podrían haber sido más interesantes. Ciertamente, si Luke Cage se hubiera quedado en la primera mitad de la temporada podría haber sido una serie no especialmente deslumbrante pero sí al menos acertada. Pero la historia estirada hasta los 13 episodios, con la división entre dos antagonistas a cual más insustancial (si acaso el primero al menos tiene un perfil más acorde con la historia que se nos cuenta) acaba zozobrando por agotamiento. 


The Walking dead - 7ª Temp.
Scott M. Simple, Gregg Nicotero, Robert Kirkman para AMC

El final de la sexta temporada es quizás uno de los más impactantes de los últimos años, y despertó numerosos comentarios en las redes y ciertamente una expectación sin precedentes. Pero el primer capítulo de la nueva podríamos decir que fue un preámbulo en negativo de lo que encontraríamos a lo largo de toda ella. Casi una hora para resolver el misterio planteado, con la aparición de un nuevo personaje, Negan, y su inseparable Lucille, que sin embargo nos acaba resultando más cargante que amenazador (dan ganas de pegarle un tiro para que se calle). A lo largo de los nueve episodios de la midseason nos hemos encontrado de nuevo con esa dilatación en el tiempo que posiblemente desembocará en un festival de violencia, pero si una serie necesita ir sembrando durante nueve episodios para desarrollar en toda su plenitud en los siete siguientes, es que algo falla en su desarrollo. Los personajes evolucionan a trompicones, mientras las tramas acaban resultando en algunos casos soporíferas, y lo que en otras temporadas funcionaba, con la separación de personajes en historias paralelas, aquí resulta ineficaz y parece un recurso más para ralentizar el avance de las tramas principales. Esperemos que en febrero encontremos mejores resultados. 



The man in the High Castle - 2ª Temp. 
Frank Spotnitz para Amazon

Fue uno de los grandes descubrimientos de 2015. La adaptación libre del relato de Philip K. Dick consiguió desarrollar una trama entre bélica y de ciencia-ficción que nos sorprendía en cada capítulo.  Aunque la base estructural de la temporada ya estaba diseñada, parece que la salida de su creador, Frank Spotnitz, por desavenencias con Amazon pero sobre todo por la imposibilidad de dedicar el tiempo necesario a la producción, enfrascado en otro nuevo proyecto, el drama histórico Medici: Masters of Florence (Rai 1, 2016-), parece que ha afectado negativamente a la serie. De hecho, el rodaje de esta segunda temporada se interrumpió durante algunas semanas. Lo cierto es que, lo que nos parecía más interesante en la primera entrega, las dualidad de sentimientos que se establecen en los personajes, desde el alto mando de las SS que se debate entre la lealtad al Führer y la supervivencia de su hijo, hasta la dicotomía entre el amor a un soldado nazi y la lucha junto a la resistencia de la protagonista, aquí se diluyen en tramas secundarias. Hay menos consistencia en los personajes, y menos giros argumentales que despierten nuestra atención. A la espera de la posible llegada a España del servicio de Amazon Prime Video (siguiendo las políticas de expansión de otras plataformas como Netflix y HBO), la serie por el momento no está disponible en nuestro país. 

Expediente X - 10ª Temp.
Chris Carter para Fox

Uno de los regresos más esperados del año ha sido el de los agentes Mulder y Scully en una nueva temporada oficial de uno de los clásicos de la televisión. Fox ha quedado encantada, gracias a los más de siete millones de espectadores de su último capítulo, y anuncia que podría haber continuidad. Pero, a tenor de los resultados en pantalla, tenemos serias dudas de que fuera necesario realmente rescatar esta serie, especialmente cuando posteriormente se han realizado muchas otras siguiendo su estela y, en muchos casos, superándola. Esta nueva tanda de episodios (solo seis), no ha descubierto grandes misterios, y de hecho ha planteado algunos más, por lo que al final ha acabado siendo, no solo irrelevante, sino innecesaria. El principal problema de esta nueva incursión en los expedientes X es que, tratando de mantenerse fieles al original, hemos acabado viendo una continuación desfasada y poco acorde con el actual formato televisivo. Expediente X nos ha sonado, en 2016, a antigua y el principal responsable parece ser su creador Chris Carter, que se ha convertido en su peor enemigo. Si se pretende resucitar el formato, que tampoco es necesario, lo interesante sería que tuviera una visión nueva a través de otro showrunner que pudiera darle otra perspectiva. Si no es así, mucho nos tememos que estaremos ante un bluff mal calculado.   

Las mejores:

American crime story: The people v. O.J. Simpson, Stranger things The OA se pueden ver en Netflix España
The young PopeThe Night of y Quarry se pueden ver en HBO España
Trapped y American Crime se pueden ver en Movistar +
Atlanta se puede ver en Fox España
The Americans y This is us se pueden ver en Fox Life

Las decepciones:

Westworld y The exorcist se pueden ver en HBO España
The crown y Luke Cage se pueden ver en Netflix España
OutcastAmerican Horror Story: Roanoke, y Expediente X se pueden ver en Fox España
The Walking dead se estrena el 17 de febrero en Fox España




27 diciembre, 2016

Oscar 2017: Shortlist Películas Extranjeras

La categoría de Película Extranjera suele venir precedida de ciertas polémicas en torno al proceso de selección. Este año han vuelto las críticas a la idoneidad de este procedimiento, teniendo en cuenta que se han quedado fuera de la preselección algunas películas tan reconocidas como la chilena Neruda (Pablo Larraín, 2016), la rumana Sieranevada (Cristi Puig, 2016) o la española Julieta (Pedro Almodóvar, 2016), que aunque en nuestro país ha pasado algo desapercibida, en el extranjero ha sido recibida como uno de los mejores estrenos del cineasta manchego. 

Pero sobre todo ha sorprendido la ausencia de la francesa Elle (Paul Verhoeven, 2016), una de las favoritas para entrar en la lista de nominaciones, lo cual no le resta méritos a Isabelle Huppert para una posible nominación como Mejor Actriz. Según algunas revelaciones hechas por miembros de la Academia pudo jugar en su contra el comienzo de la película, con la violación que sufre la protagonista, y en general la sensación que tenían muchos votantes de que se trata de una macabra comedia sobre la aceptación de la violación, algo que Isabelle Huppert se ha encargado de negar en numerosas entrevistas durante la precampaña de los Oscar. 

También es cierto que Paul Verhoeven envió el guión a numerosas actrices de Hollywood que rechazaron el papel, por lo que finalmente se vio obligado a realizarla en Francia. Quizás esa era una anticipación de lo que finalmente pasaría.    

Pero, ¿cómo elige la Academia de Hollywood la lista de finalistas a los Oscar entre las 85 películas presentadas este año? 

El Comité de Películas Extranjeras está presidido por el productor Mark Johnson, responsable de series como Breaking bad (AMC, 2008-2013) y su spin off Better call Saul (AMC, 2015-) o Rectify (Sundance Channel, 2013-2016), y un ferviente defensor del apoyo de la Academia al cine hecho fuera de los Estados Unidos. El proceso de selección comienza con los visionados de películas que se llevan a cabo hasta mediados de diciembre por parte de unos 300 miembros de la Academia de Hollywood. Ni qué decir tiene que, puesto que deben ver un buen número de películas, la mayor parte de estos miembros está obligado a tener el suficiente tiempo para llevar a cabo las votaciones, y por lo tanto el perfil de éstos suele ser el de artistas o técnicos ya retirados. 

En todo caso, tampoco tienen que ver todas las películas, ya que a cada uno de los miembros presentados se les asigna uno de cuatro grupos que se reparten para votar sólo una parte de las películas. Aproximadamente son entre 13 y 15 los filmes los que cada uno de los académicos está obligado a ver y votar. De estas votaciones salen finalmente seis de las nueve películas que formarán la lista de preseleccionadas a los Oscar. 

El Comité se reserva tres opciones para completar la lista. ¿Por qué? Simplemente, parece que Mark Johnson no se fía demasiado de la capacidad de los miembros de la Academia para incluir aquellos títulos más relevantes. Razón no le falta, porque el año pasado la ganadora del Oscar, El hijo de Saúl (László Nemes, 2015) fue una de las tres películas que no fue elegida en primera instancia y finalmente fue incluida por el Comité en su lista adicional. Este grupo está formado por 20 miembros seleccionados por el propio Mark Johnson. El problema se plantea cuando algunos académicos han comentado que estas tres películas se reservan a títulos acordes con los gustos personales del presidente, y que los miembros en realidad tienen poca capacidad de elección. 

Este año por ejemplo, antes de que se publicara la lista de nueve películas, muchos ya tenían claro que la gran favorita, la alemana Toni Erdmann (Maren Ade, 2016), iba a estar entre las preseleccionadas, porque si no la elegían los 300 votantes, el Comité la incluiría, no solo por su casi unánime buen recibimiento crítico, sino también por el respaldo de la Academia de Cine Europeo, que le concedió sus cinco premios principales en una ceremonia celebrada el 10 de diciembre, dos días antes de que se cerraran las votaciones para seleccionar la shortlist. Curiosamente, en el Festival de Cannes la película se fue de vacío, mientras que uno de los títulos más controvertidos que forman parte de los preseleccionados, el excesivo drama canadiense Solo en el fin del mundo (Xavier Dolan, 2016), se llevó el Gran Premio del Jurado, formado por algunos miembros de la Academia de Hollywood como el director George Miller o los actores Kirsten Dunst y Donald Sutherland. Sin embargo, la película de Xavier Dolan fue recibida con encontradas opiniones por parte de la crítica.

Quizás el filme de Maren Ade hubiera logrado mejores resultados en la Berlinale, un festival mucho más heterogéneo y en el que hubiera jugado en casa, pero el embarazo de la directora le impidió tener la película lista para el mes de febrero. Toni Erdmann es una excelente comedia donde el absurdo se da la mano con el drama, y de hecho, Miren Ade reconoce influencias del cine de Andy Kaufman  en la construcción de los personajes.   

El complicado proceso de preselección se cierra con estas nueve películas, que finalmente van a ser  visionadas por 30 personas, divididas en tres grupos: 10 en Nueva York, 10 en Los Angeles y 10 en Londres, que serán los que finalmente elijan las cinco nominadas. El año pasado, por ejemplo, formaron parte de estos grupos nombres tan destacados como Meryl Streep, Jesse Eisenberg, Hugh Grant o el dramaturgo Richard LaGravenese. 

Cada año hay títulos que se "cuelan" entre las candidatas sin que parezcan tener grandes posibilidades en un principio, lo cual no quiere decir que no sean películas destacables. En esta edición encontramos algunas sorpresas como la australiana Tanna (Martin Butler y Bentley Dean, 2015), una hermosa historia de amor protagonizada por miembros de una tribu aborigen que hablan la lengua Nauvhal, con música de Antony Partos y Lisa Gerrard, y que forma parte de esa cuota de cine indígena que parece formar parte de la lista de películas extranjeras en los últimos años (la edición pasado fue la colombiana El abrazo de la serpiente (Ciro Guerra, 2015)). 



También ha sorprendido la inclusión de una película de animación, la suiza La vida de Calabacín (Claude Barras, 2016), lo que podría restarle posibilidades en la categoría de Película de Animación. Teniendo en cuenta la lista de películas que se han quedado fuera, y a pesar de que su historia tiene una lectura más adulta, relacionada con los traumas infantiles, es difícil pensar que vaya a formar parte de las cinco nominadas al Oscar. 

La cuota de cine en torno al Holocausto la pone el intenso y poético drama ruso Paradise (Andrei Konchalovsky, 2016), que viene precedido por el León de Plata al Mejor Director que recibió en el Festival de Venecia. 

Más previsibles han sido la inclusión de títulos que ya estaban entre los favoritos, como la última película del iraní Asghar Farhadi que ganó el Oscar por Nader y Simin, una separación (Asghar Farhadi, 2011) y este año presenta otra historia sobre relaciones de pareja, basada en la obra teatral Muerte de un viajante (Arthur Miller, 1949), trasladada al difícil contexto social y político de su país.

Y, frente, a la ausencia de cine latinoamericano este año entre las candidatas al Oscar a Mejor Película Extranjera, sorprende la presencia notable de los países nórdicos, nada menos que con tres representantes: el contundente drama bélico danés Land of mine (Martin Zandvliet, 2015), que recibió tres premios del Cine Europeo, la amable y negra comedia sueca Un hombre llamado Ove (Hannes Holm, 2015) y el drama de época noruego The King's choice (Erik Poppe, 2016).  



El 24 de enero se darán a conocer las cinco películas nominadas, que formarán parte del proceso de votación general entre todos los miembros de la Academia de Hollywood. Algunas de ellas parecen claras favoritas, y aunque todo apunta a que el Oscar podría ir para Alemania, en categorías como ésta no hay que descartar sorpresas de última hora. 

Shortlist de Películas Extranjeras:


El viajante (Asghar Farhadi, 2016), Irán

La vida de Calabacín (Claude Barras, 2016), Suiza
Land of mine (Bajo la arena) (Martin Zandvliet, 2015), Dinamarca
Paradise (Rai) (Andrei Konchalovski, 2016), Rusia
Solo el fin del mundo (Xavier Dolan, 2016), Canadá
Tanna (Bentley Dean y Martin Butler, 2015), Australia
The King's choice (Erik Poppe, 2016), Noruega
Toni Erdmann (Maren Ade, 2016), Alemania
Un hombre llamado Ove (Hannes Holm, 2015), Suecia






Solo el fin del mundo se estrena el 6 de enero

Toni Erdmann se estrena el 20 de enero
Land of mine (Bajo la arena) se estrena el 17 de febrero
La vida de Calabacín se estrena el 24 de febrero
El viajante se estrena el 3 de marzo



25 diciembre, 2016

Las 40 mejores bandas sonoras de 2016 (2ª parte)

Como cada año, os proponemos las bandas sonoras más destacadas publicadas a lo largo de 2016. Como decimos habitualmente, se trata de una lista orientativa que lo que pretende principalmente es descubriros aquellos trabajos que quizás han pasado algo desapercibidos, a pesar de sus valores, y por supuesto, colocar en su justa medida aquellos otros que, con su trascendencia o popularidad, han encontrado un hueco en nuestra memoria. Estas son las bandas sonoras que más nos han gustado de un año que comienza a dar sus últimos pasos. 


Scott Walker - The childhood of a leader
4AD   22 / 8 / 2016

La colaboración entre el director debutante de 28 años Brady Corbet (que como actor ha trabajado con cineastas como Lars Von trier y Michael Haneke) y el músico de 73 años Scott Walker ha dado como resultado una de las banda sonoras más impactantes de 2016 para la película La infancia de un líder (Brady Corbet, 2016), que aquí ha llegado directamente en DVD/VOD. Esta oscura parábola sobre los fascismos que gira en torno a un déspota niño de 9 años, nos presenta un trabajo musical que enlaza con otros discos de Scott Walker, especialmente con Bish Bosch (2012), en la construcción de sonoridades experimentales, con instrumentos electrónicos y sonidos a veces chirriantes, introducidos como distorsiones de la estructura principal. También nos recuerda a Tilt (1995) en la creación de explosiones musicales que provocan desasosiego, emulando a clásicos del atonalismo como György Ligeti.   


Jo Young-wook - The handmaiden
CJ Entertainment   25 / 8 / 2016

La otra gran banda sonora romántica de este año es la de la película La doncella (Park Chan-wook, 2016), uno de los títulos más apasionantes que hemos visto. El director Park Chan-wook consigue trasladar la historia victoriana en la que se basa a la Corea de los años 30, y lo hace con un fresco romántico y sensorial de altura, lleno de matices y de belleza formal. Y por supuesto el trabajo musical de Jo Young-wook, habitual colaborador del realizador, que en este caso sí se acerca a las sonoridades casi victorianas para regalarnos una de las bandas sonoras más hermosas del año. A lo largo de la extensa edición encontramos varias texturas musicales que nos van derivando hacia los distintos escenarios de la historia, con predominio de un violín solista que transmite esa pasión y esa sensualidad que desprenden las imágenes.   

Alexandre Desplat - The light between the Oceans
Lakeshore Records   2 / 9 / 2016

Entre los trabajos que este año ha publicado el prolífico Alexandre Desplat, desde la comedia Florence Foster Jenkins (Stephen Frears, 2016) hasta la película de animación Mascotas (Chris Renaud, Yarrow Cheney, 2016) pasando por la serie de televisión Marseille (Neflix, 2016), destacamos especialmente el drama La Luz entre los océanos (Derek Cianfrance, 2016), una tragedia romántica que nos ofrece al Desplat que más nos gusta, el que utiliza sus recursos para crear pasajes de auténtico lirismo que, en este caso, va quebrándose a medida que se desarrolla la historia para desembocar en composiciones más oscuras, que subrayan la condición de melodrama que tiene la historia.  Alexandre Desplat juega con ventaja, ofreciendo un repertorio de melodías románticas en las que se encuentra cómodo, pero descubriendo también facetas menos previsibles.  

Nicolas Errèra - Mountain cry
Enka   6 / 9 / 2016

El compositor francés Nicolas Errèra se viene implicando en los últimos años en producciones asiáticas que han dado como resultado interesantes trabajos para películas como Shaolin (Benny Chan, 2011) o The White storm (Benny Chan, 2013). Sin abandonar sus trabajos para producciones francesas, este año nos ha vuelto a ofrecer una composición destacada para el drama rural Mountain cry (Larry Yang, 2015), en torno a un pequeño poblado chino en el que un aldeano es obligado a cuidar de la viuda del hombre que murió debido a un accidente. La música evoca, a través de la voz solista y el piano, esas imágenes repletas de poesía que muestra la película, haciendo puntuales incursiones en los instrumentos de origen chino, pero siempre para elaborar hermosas melodías que conforman una banda sonora de gran belleza. 


Anne Dudley - Elle
Sony Classical   23 / 9 / 2016

Aunque finalmente se ha quedado fuera de las candidatura a Mejor Película de habla no inglesa, este drama sexual de Paul Verhoeven es uno de los títulos más interesantes del año. Y su banda sonora nos devuelve el mejor perfil de una compositora que se mueve con soltura tanto en la comedia como en el drama. La británica Anne Dudley elabora aquí un trabajo de perfecto ensamblaje con el complicado universo psicológico de la protagonista, y sus composiciones, llenas de matices, se sostienen en la implicación de las cuerdas como elemento principal. Estamos ante una música que hace pocas concesiones, y por eso no se trata de una música que acaricie los oídos, sino que tiene un discurso coherente y poco complaciente, arriesgado y seductor al mismo tiempo. Y se trata, junto a American history X (Tony Kaye, 1998), de una de las mejores composiciones de la compositora. 


Fernando Velázquez - Un monstruo viene a verme
Quartet Records   26 / 9 / 2016

El cine de Juan Antonio Bayona es contundente y visualmente exquisito, pero con tendencia al pasteleo, a lo cual contribuye el lacrimógeno acompañamiento musical de su colaborador Fernando Velázquez, este año firme candidato a llevarse su primer Goya tras cuatro nominaciones. Un monstruo viene a verme (J.A. Bayona, 2016) tiene esos elementos, sin duda, pero aquí al menos consigue crear una atmósfera de ensoñación que resulta atractiva. Y, frente a otros trabajos menos logrados como Gernika (Koldo Serra, 2016) o Zipi y Zape y la isla del capitán (Oskar Santos, 2016), aquí construye un lenguaje con aires de romanticismo decimonónico que ya nos atrapó en La cumbre escarlata (Guillermo del Toro, 2015). La música de cine español ha dado pocas alegrías este año, y por eso resulta esperanzador encontrar compositores que tienen un estilo propio, aunque sea por caminos ya transitados. 


Clint Eastwood, Christian Jacob, The Tierney Sutton Band - Sully
Varèse Sarabande   7 / 10 / 2016

Es cierto que Clint Eastwood no es un director muy sutil a la hora de utilizar la música en sus películas, especialmente sus propias composiciones, de una languidez a veces exasperante. Pero en su última película ha logrado pasar a un segundo plano y, sobre una base melódica suya, ha pasado el testigo a auténticos especialistas en el easy jazz, Tierney Sutton y Christian Jacob, que han dado aires nuevos a sus composiciones. La música está escasamente presente a lo largo de la película, pero en los momentos necesarios funciona como apuntalamiento de este drama basado en una sorprendente historia real. Reconocemos que la banda sonora funciona de forma más completa en su edición discográfica (la mitad de la música no aparece en la película), pero nos permitimos cierta libertad a la hora de juzgar este trabajo porque su escucha de forma autónoma resulta absolutamente fascinante. 


Jeff Grace - In a valley of violence
Back Lot Music   21 / 10 / 2016 

Una de las muestras del género western producidas este año, que en España se edita directamente en DVD/VOD, es El valle de la venganza (Ti West, 2016), un homenaje al spaghetti western que no termina de cuajar, protagonizado por Ethan Hawke y John Travolta. Entre sus alicientes está el trabajo de Jeff Grace, músico formado a la sombra de Howard Shore, una contundente composición que remite a Ennio Morricone en el uso de guitarras eléctricas, silbidos e instrumentos de viento..., compartiendo vocación con la película como tributo al cine de los 70. La banda sonora funciona con contundencia, especialmente cuando es más intrínsecamente violenta, con grandes momentos como ese potente tema principal, o determinadas secuencias de acción, especialmente en la última media hora, en la que el opulente trabajo orquestal brilla con luz propia entre cuerdas rasgadas y pizzicatos tajantes.


Henry Jackman - The birth of a nation
Atlantic Records   21 / 10 / 2016

A pesar de su contundente paso por el Festival de Sundance, finalmente esta crónica sobre la esclavitud parece que se va a quedar fuera de sus pretensiones de cara a los Oscar. Lo cual puede pasar factura, injustamente, a uno de los mejores trabajos de su compositor, Henry Jackman. Habituado a trabajar en grandes superproducciones para las que siempre aporta dosis de calidad, este año en La quinta ola (J Blakeson, 2016) o Capitan América: Civil War (Anthony Russo, Joe Russo, 2016), en El nacimiento de una nación (Nate Parker, 2016) elabora una banda sonora al mismo tiempo intimista y épica, con ese aire mesiánico que el director y protagonista da a su personaje principal. Henry Jackman consigue momentos memorables como "On to Jerusalem", una perfecta simbiosis de la épica y el sentimiento que acompaña a la rebelión de esclavos promovida por este libertador. 


H. Scott Salinas - The ivory game
Red Bull Media   4 / 11 / 2016

Buena parte de la espectacularidad que desprende el documental The ivory game (Kief Davidson, Richard Ladkani, 2016) se lo otorga el excelente trabajo del compositor H. Scott Salinas, que lleva a cabo un perfecto ejercicio de ambientación de thriller, también con referencias evidentes a los sonidos africanos. El documental, con serias posibilidades de cara a los Oscar, se centra en la lucha contra la indiscriminada caza de elefantes para el mercado negro del marfil. Y lo hace, como ya hemos comentado en alguna ocasión, con una perfecta estructura de investigación que nos mantiene pegados a la pantalla. H. Scott Salinas, habituado a comedias y películas de acción, se nos revela aquí como un maestro en la creación de melodías suntuosas y atmosféricas, y maneja con acierto los resortes del cine de acción para determinadas escenas. Es una de esas bandas sonoras que, imbricada con las imágenes, pone los vellos de punta.  


Rupert Gregson-Williams - Hacksaw ridge
Varèse Sarabande   4 / 11 / 2016

La banda sonora de esta película ha pasado por diversos nombres: primero con James Horner, cuyo fallecimiento inesperado dejó a la película huérfana musicalmente; después con John Debney pero, a un mes de su estreno, su música fue rechazada, siendo sustituido finalmente por Rupert Gregson-Williams con poco tiempo para componer este trabajo que le podría reportar una nominación al Oscar. Hasta el último hombre (Mel Gibson, 2016) es una película sobre todo religiosa, y en este sentido se trata de un encargo complejo que maneja resortes que hasta el momento no habíamos escuchado en el compositor británico. El tema central, la fe y la fuerza de las convicciones, está presente a lo largo de una composición sobria, que se centra en el carácter introspectivo del protagonista, pero sin eludir la carga bélica, y que también contiene esos elementos corales, celestiales, que profundizan aún más en su carácter religioso. 

Jóhann Jóhannsson - Arrival
Deutsche Grammophon   11 / 11 / 2016

Mucho se ha hablado de la injusticia de la descalificación de este trabajo de Jóhann Jóhannsson para las candidaturas de los Oscar. Y sin duda lo es. Porque se trata de una de las composiciones más sobresalientes del año. No solo porque se imbrique absolutamente en las imágenes, siendo la base principal del espléndido universo sonoro de La llegada (Denis Villeneuve, 2016), sino porque el compositor islandés ha conseguido crear un lenguaje musical propio, insólito, utilizando loops a diferentes velocidades e incorporando voces solistas hipnóticas como la del cantante Robert Aiki y el Theater of Voices en los momentos más intensos de la banda sonora. Se trata de un trabajo complejo, repleto de hallazgos que no solo pretenden crear una atmósfera determinada para las imágenes, sino que en su desarrollo acompaña también el viaje personal de la propia protagonista.  


James Newton Howard - Fantastic beasts and where to find them
WaterTower Records   18 / 11 / 2016

David Yates es el director que más veces ha contribuido a la saga de Harry Potter, y si en las anteriores contó con la colaboración de Nicholas Hopper y Alexandre Desplat, para la primera entrega de este spin-off ha elegido a James Newton Howard, que este año ya nos ofreció un excelente trabajo sinfónico en Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina de hielo (Cedric Nicolas-Troyan, 2016), pero que aquí despliega todos sus recursos como uno de los mejores compositores del momento. La banda sonora recupera el espíritu mágico de Harry Potter sin desdeñar el universo sonoro creado por John Williams, pero revelando una personalidad propia con numerosos leitmotivs que tienen vocación de continuidad. Es, por tanto, el trabajo perfecto para una nueva saga que utiliza todos los elementos a su alcance (gran orquesta, coros, incluso referencias jazzísticas...) para elaborar una perfecta envoltura musical. 


Lesley Barber - Manchester by the sea
Milan Records   18 / 11 / 2016

Otro de los trabajos descalificados por la Academia de Hollywood es esta composición de la canadiense Lesley Barber cuyo trabajo finalmente se ha visto eclipsado por la decisión del director de utilizar música del repertorio clásico en varias escenas. Pero sus creaciones, que beben de la tradición calvinista del siglo XVII en Nueva Inglaterra, brillan especialmente a pesar de no ocupar más de 20 minutos en la edición discográfica y poco más en la película. Con esta base coral (la voz solista está interpretada por su hija, la cantante de ópera Jacoba Barber-Rozema), la banda sonora es una magnífica composición intimista que tiene también sonoridades minimalistas con influencias de Philip Glass. Ciertamente, podemos decir que las incorporaciones clásicas aportan poco al conjunto, que tiene una entidad propia lo suficiente poderosa como para no necesitar artificiales acoples.

Abel Korzeniowski - Nocturnal animals
Silva Screen   18 / 11 / 2016

Tras su incursión en la televisión con la serie Penny dreadful (Showtime, 2014-2016), el compositor polaco Abel Korzeniowski nos ofrece de nuevo uno de esos apasionados conjuntos melódicos en su segunda colaboración con el director de Animales nocturnos (Tom Ford, 2016). En consonancia con su condición de thriller romántico, el músico desarrolla un trabajo que gira en torno a un opulento tema principal, lleno de ardiente desenfreno, para ir desembocando en pasajes más opresivos, con sonoridades cercanas al Bernard Herrmann de Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958). En estos dos frentes se va componiendo el conjunto musical, entre el suspense y el romanticismo, que Abel Korzeniowski maneja con sabiduría, no sin transitar por terrenos conocidos, que acaba desembocando en ese tema "Table for two", que nos evoca al mejor Elmer Bernstein. 

Dustin O'Halloran, Hauschka - Lion
Sony Classical   25 / 11 / 2016

Cómo la colaboración entre dos compositores aparentemente opuestos, el pianista norteamericano Dustin O'Halloran y el compositor alemán Volker Bertelmann, más conocido como Hauschka, puede dar lugar un conjunto musical tan arrebatador como éste, resulta sorprendente. Quizás porque han sabido acoplar a la perfección la sensibilidad melódica del primero con las sorprendentes ideas musicales del segundo. En un principio, el director Garth Davis iba a encargar escenas por separado a cada uno de ellos, pero tras una semana de trabajo, los tres estuvieron de acuerdo en unificar sus propuestas y crear una banda sonora unidireccional. El concepto musical se sostiene en un tema emocional que funciona como ADN del protagonista, y que va apareciendo en diversos momentos, mientras reconocemos la huella de Hauschka especialmente en aquellos pasajes más evocadores, más asfixiantes. 


Mica Levi - Jackie
Milan Records   2 / 12 / 2016

Entre la nueva generación de compositores de música de cine, destacan algunos nombres como el de Mica Levi que, con solo dos trabajos cinematográficos, y con su particular concepción experimental, ya se encuentra a las puertas del Oscar. La inglesa Mica Levi se dio a conocer como cantautora como Micachu y después formó el grupo Micachu and the Shapes, y aunque siempre ha tenido un sonido electrónico, tiene una formación musical principalmente clásica. En Under the skin (Jonathan Glazer, 2013), ya demostró su talento como creadora de atmósferas psicológicas. Y en este biopic nada convencional sobre Jackie Kennedy vuelve a demostrar su capacidad para retratar a través de la música los conflictos emocionales de un personaje. Mica Levi utiliza una formación de cámara, con instrumentos de cuerda y piano, para elaborar una banda sonora de gran personalidad, llena de matices a pesar de su sencillez.



Justin Hurwitz - La La Land
Interscope Records   9 / 12 / 2016

Para muchos es la próxima ganadora del Oscar. Y si La ciudad de las estrellas (Damien Chazelle, 2016) cumple los pronósticos en número de nominaciones, nos atrevemos a darles la razón. Méritos no faltan a este optimista trabajo del compositor Justin Hurwitz. Encontramos a veces sonoridades que nos recuerdan al Nino Rota más felliniano, aunque el músico reconoce la influencia del tándem Michel Legrand/Jacques Demy en Los paraguas de Cherburgo (Jaques Demy, 1964) y Las señoritas de Rochefort (Jaques Demy, 1967). Aunque editadas por separado, no es posible juzgar la música incidental sin las optimistas canciones con letra de Benj Pasek y Justin Paul, y la colaboración de John Legend. Es un trabajo soberbio que, desde su propia audición sin la película delante, despliega una seductora fascinación y nos provoca, en su acompasada envoltura jazzística, una vitalidad exultante. 


Roque Baños - 1898. Los últimos de Filipinas
Meliam Music   12 / 12 / 2016

Aunque ha conseguido nueve nominaciones a los Goya, la gran apuesta comercial del cine español, 1898. Los últimos de Filipinas (Salvador Calvo, 2016) se ha quedado a medio camino, tanto en taquilla como en su presencia en los premios de la Academia. Curiosamente la banda sonora, uno de sus principales méritos, no ha logrado nominación. En un año con proyectos internacionales de resultados menores, como Resucitado (Kevin Reynolds, 2016) o No respires (Fede Álvarez, 2016), Roque Baños nos propone una lectura épica que demuestra su capacidad para manejar los más diversos elementos (gran orquesta, coros, instrumentos étnicos...), y su talento para construir secuencias musicales de acción y melodías envolventes. Es sin duda la banda sonora que necesitaba esta película, con sus dosis de grandilocuencia y de impostura, pero en el sentido positivo. Y Roque Baños lo ha resuelto con maestría.  


Jed Kurzel - Assassin's Creed
Verve Music   16 / 12 / 2016

Lo mejor que se puede de la música de Jed Kurzel es que no tiene nada que ver con la línea marcada por Jesper Kyd, sobre todo, y continuada por Brian Tyler o Lorne Balf en las ediciones del juego. Curiosamente, en una película que se pretende de acción, encontramos una banda sonora oscura, casi podríamos decir que tenebrosa, que huye de las referencias ambientales de época para centrarse en el viaje mental que inicia el protagonista. Jed Kurzel, que colabora por tercera vez con su hermano, el director Justin Kurzel, sabe construir sonoridades vanguardistas, nada complacientes, bordeando lo experimental. Hay, por supuesto, esa dicotomía entre la música del pasado y del presente, el clasicismo frente a los sonidos industriales, como ya ocurría en el juego, pero aquí todo está envuelto en cierta aura lúgubre que nos remite al oscurantismo de la España inquisitorial. Y resulta enriquecedor encontrar propuestas tan arriesgadas.



The ivory game se puede ver en Netflix España
La ciudad de las estrellas (La La Land) se estrena el 13 de enero
El valle de la venganza se edita en DVD el 18 de enero
La Luz entre los océanos se estrena el 20 de enero
Lion se estrena el 27 de enero
Manchester frente al mar se estrena el 2 de febrero
Jackie se estrena el 17 de febrero