22 junio, 2011

Centenario de un genio

Bernard Herrmann nació un 29 de junio de 1911 en Nueva York. Aquel día, poco podía imaginar su madre que estaba dando a luz a uno de los grandes genios (si no el mayor genio) de la música contemporánea. En primera Fila dedica una serie de programas especiales a su obra.

Bernard Herrmann fue, como suelen ser los genios, una personalidad difícil y casi enfermiza. No debe ser casual que su trayectoria esté unida a dos de los grandes directores de la historia del cine: Orson Welles (con el que en realidad trabajó en solo dos ocasiones, pero pariendo dos de las mejores bandas sonoras de todos los tiempos, al margen de su intensa colaboración en las emisiones radiofónicas del Mercury Theatre en la CBS) y Alfred Hitchcock. Tampoco estos realizadores tienen fama de ser muy equilibrados desde el punto de vista psicológico, y quizás por eso consiguieron mantener un difícil status profesional que evitó que se cruzaran sus personalidades.

La esencia de Herrmann está en su capacidad para imbricar la tradición de la música clásica norteamericana con el romanticismo tardío de compositores como Rachmaninoff y con la innovación que unos, aún primitivos, instrumentos electrónicos aportaban en su época. Bandas sonoras como Ultimátum a la Tierra (1951) provocan todavía admiración por la sabia utilización de sonoridades diferentes, novedosas, que difícilmente han podido ser imitadas en interpretaciones más actuales.

Ni qué decir tiene que esta búsqueda constante de nuevas formas de transmitir la psicología de los personajes o la atmósfera de las escenas cinematográficas (hoy en día sólo encontramos esta inquietud en el compositor Marco Beltrami) tiene su punto álgido en la banda sonora de Psicosis. Se trata de uno de esos trabajos que construyen en buena medida la esencia de una película, e incluso el propio Bernard Herrmann afirmaba que su música aportaba un buen porcentaje a la efectividad de la historia. Desde luego, no podemos negarlo.

Otra de las características más destacadas de Bernard Herrmann es que muchas de sus bandas sonoras son difícilmente reproducibles con la sonoridad con la que fueron grabadas originalmente. Su empeño en crear orquestaciones especiales que se salían del propio ámbito de las formaciones orquestales hizo que buena parte de los músicos fueran contratados exclusivamente para las sesiones de grabación. Usó 10 harpas en Duelo en el fondo del mar (1953), 12 flautas en Cortina rasgada (1966) o el serpentón, un instrumento de viento pocas veces utilizado en la música contemporánea, en La hechicera blanca (1953). Sus composicones aportan así esos sonidos característicos indisociables a las propias películas, que son casi imposibles de reproducir. 

Bernard Herrmann ha influido en buena parte de la música de cine actual. Músicos como Danny Elfman, Christopher Young, Graeme Revell o Brian Tyler han recogido las pautas sonoras de Herrmann, y las han adaptado a sus particulares estilos, con mayor o menor fortuna.

Después de cien años desde su nacimiento, tras setenta años de su primer trabajo para el cine, Ciudadano Kane (1941), Bernard Herrmann sigue siendo una de las figuras más importantes del universo musical cinematográfico. En primera Fila queremos dedicarle el homenaje que se merece con cuatro programas que hacen un repaso, no tan exhaustivo como quisiéramos, a su filmografía. Esta es la programación de las próximas semanas:

Miércoles 29 de junio / Sábado 2 de julio:

Ciudadano Kane
El hombre que vendió su alma
El cuarto mandamiento
Alma rebelde (Jane Eyre)
Concierto macabro
Ana y el rey de Siam
El fantasma y la Sra. Muir
Ultimátum a la Tierra
La casa en la sombra

Viernes 1 de julio / Domingo 3 de julio:

Las nieves del Kilimanjaro
Duelo en el fondo del mar
El capitán King
El jardín del diablo
El príncipe de los actores
Sinuhé, el egipcio
Pero... ¿quién mató a Harry?
El hombre que sabía demasiado
Falso culpable
El hombre de Kentucky
Williamsburg: The story of a patriot 

Miércoles 6 de julio / Sábado 9 de julio:

Vértigo
Simbad y la princesa
Con la muerte en los talones
Viaje al centro de la Tierra
Los viajes de Gulliver
Psicosis
La isla misteriosa
Jasón y los argonautas

Viernes 8 de julio / Domingo 10 de julio:

El cabo del terror
Marnie, la ladrona
Alegre amanecer
Cortina rasgada
Fahrenheit 451
La novia vestía de negro
Nervios rotos
La batalla del río Neretva
Las hermanas
Fascinación
Taxi driver

14 junio, 2011

Premios Tony 2011

La temporada de musicales en Broadway ha tenido como protagonista principal a las adaptaciones cinematográficas. Afortunadamente, The book of mormon y The Scottsboro boys han demostrado que aún es posible ser originales sobre los escenarios.

De las 9 obras musicales que se han repartido las principales nominaciones de los Premios Tony de esta temporada, 4 eran adaptaciones de películas (Catch me if you can, Sister act, Priscilla. Queen of the desert y Women on the verge of a nervous breakdown!) y otras 2 eran reposiciones (Anything goes, How to succeed in business without really trying). Esto significa que solamente The book of mormon, The Scottsboro boys y Baby you! (una biografía de la cantante de The Shirelles) han sido las obras originales que han merecido el reconocimiento de la profesión, aunque finalmente la primera ha arrasado con 9 galardones en detrimento de la segunda, que se ha ido de vacío a pesar de sus 12 nominaciones. Algo completamente injusto, dado el excelente trabajo musical de John Kander y Fred Ebb, dos de los autores más destacados en la renovación del musical, especialmente a partir de las décadas de los sesenta y setenta (Cabaret, Zorba, Chicago...), y de la mano del coreógrafo y director Bob Fosse.

Para algunos críticos, ésta no ha sido una buena temporada en Broadway, en términos artísticos. Porque si hablamos de cuestiones económicas, la venta de entradas ha subido desde la pasada temporada hasta llegar a recaudar más de 1 billón de dólares, gracias especialmente a éxitos de público como The book of mormon, la obra creada por Trey Parker y Matt Stone, responsables de South Park, y Robert López, coautor de uno de los musicales de mayor éxito reciente, Avenue Q, que continúa en cartel en Nueva York, triunfó en Londres durante cuatro años y ha sido visto por más de 80.000 espectadores en Madrid (actualmente la versión española se encuentra de gira por España con fechas cerradas en San Sebastián, Vitoria, Bilbao y Barcelona hasta finales de noviembre).

También ha contribuido, a pesar de su accidentado estreno, las ventas del musical Spider-man. Turn off the dark, que hoy precisamente abre el telón de nuevo tras una profunda reestructuración de la obra después de las críticas adversas y los cambios de producción drásticos como el despido de su directora, Julie Taymor. Esta semana también se publica la que se anuncia como banda sonora del musical, una selección de canciones que no respetan el orden narrativo y que además, con las modificaciones sufridas en la obra, ha quedado ya desde antes de su publicación, obsoleta además de incompleta, ya que Bono y The Edge han compuesto algunas canciones nuevas. No obstante, con las reservas necesarias ante una edición que no corresponde fielmente con la obra original (suponemos que la compañía tendrá bajo la manga la posibilidad de lanzar otra edición "completa" más adelante), En primera Fila tendremos ocasión de repasar algunas de sus canciones. 

Si el cine se ha beneficiado en muchas ocasiones de los éxitos de Broadway, desde hace unos años vivimos el fenómeno contrario. La repercusión de éxitos cinematográficos contribuye a la buena marcha del teatro musical. Y así adaptaciones como Shrek, Sister act, Priscilla. Queen of the desert, Billy Elliot, etc. han dado un nuevo impulso a las obras musicales. Y también la incorporación de estrellas cinematográficas a los escenarios, como ocurre este año con Daniel (Harry Potter) Radcliffe, protagonista de la reposición del musical mil veces versionado How to succeed in business without really trying.

La ceremonia de los Premios Tony este pasado fin de semana no deparó sorpresas importantes en los premiados, y demostró una vez más que resultaría más entretenido trasnochar para ver los Tony que hacerlo para ver los Oscar. Hay una diferencia clara entre el ritmo, la buena disposición, los guiones y por supuesto la calidad de los números musicales que se pueden ver en ambas ceremonias. Y el excelente trabajo como maestro de ceremonias de Nick Patrick (Cómo conocí a tu madre) Harris, acompañado en alguna ocasión por Hugh Jackman (hacemos una petición formal para que vuelva a los Oscar después del desastre de la última edición), nada tiene que ver con la escasa empatía de los últimos presentadores de los premios de la Academia de Hollywood. 

The Scottsboro boys fue el gran damnificado del triunfo de The book of mormon, porque compartía buena parte de las nominaciones. También se fue con las manos vacías la adaptación musical de la película de Pedro Almodóvar Mujeres al borde de un atque de nervios, así que no podrá tener una nueva oportunidad tras el desinterés del público en su estreno oficial en enero, que obligó a cancelar las representaciones antes de la fecha prevista. El resto de obras se quedó con las migajas, destacando el premio al veterano John Larroquette (el inolvidable fiscal Dan Fielding de la serie Juzgado de guardia), que acompaña a Daniel Radcliffe en How to succeed in business without really trying

La ceremonia, por cierto, no pudo celebrarse en su escenario habitual, el Radio City Music Hall, porque éste se encuentra reservado por el Cirque du Soleil para las representaciones de su último espectáculo, Zarkana, que se estrenó en Nueva York hace unos días y a partir de noviembre se podrá ver en Madrid.

A pesar de cierta falta de originalidad y algunos trabajos decepcionantes (Marc Shaiman no logra alcanzar la rotundidad de sus canciones para Hairspray con la adaptación de la película Atrápame si puedes (Catch me if you can), de Steven Spielberg), los musicales continúan atrayendo al público, tanto en los escenarios de Broadway o el West End como en Madrid o Sevilla (el paso de la obra Chicago por el Teatro Lope de Vega ha sido todo un éxito de público). 

Premios Tony 2011 (Musicales):

The book of mormon
9 Premios / 14 Nominaciones
Mejor Musical
Mejor Dirección (Casey Nicholaw y Trey Parker)
Mejor Libreto (Trey Parker, Robert López y Matt Stone)
Mejor Música (Trey Parker, Robert López y Matt Stone)
Mejor Actriz de Reparto (Nikki M. James)
Mejores Orquestaciones (Larry Hackman & Stephen Oremus)
Mejor Diseño Escénico (Scott Pask)
Mejor Diseño de Luces (Brian McDevitt)
Mejor Diseño de Sonido (Brian Ronan)

Anything goes
3 Premios / 9 Nominaciones
Mejor Reposición
Mejor Actriz Principal (Sutton Foster)
Coreografía (Kathleen Marshall)

Catch me if you can
1 Premio / 4 Nominaciones
Mejor Actor Principal (Norbert Leo Butz)

How to succeed in business without really trying
1 Premio / 8 Nominaciones
Mejor Actor de Reparto (John Larroquette)

Priscilla. Queen of the desert
1 Premio / 2 Nominaciones
Mejor Diseño de Vestuario (Tim Chappell & Lizzy Gardner)