26 febrero, 2010

La música de cine se ve

Frente a la escasez de acontecimientos de música cinematográfica en nuestro país, la única opción que queda a los aficionados es cobijarse en los DVD editados recientemente de conciertos de música de cine o de obras autónomas de músicos conocidos por sus aportaciones a la gran pantalla. 

Asistir a un concierto del único maestro clásico de la música de cine que sigue trabajando con creatividad es siempre un placer. Ennio Morricone es posiblemente el autor de bandas sonoras más influyente de la historia de la música cinematográfica, por no decir uno de los más populares (con permiso, claro, de John Williams, últimamente más dedicado a sus obras autónomas y responsabilidades como director de orquesta). Pero tener la oportunidad de ver el concierto que ofreció en la Plaza San Marco de Venecia en 2007, con el estreno de su obra Voce dal silenzio dedicada a las víctimas del atentado del 11 de septiembre, que había presentado meses antes en la sede de las Naciones Unidas y en su única gira de conciertos por Estados Unidos, el año que recogió su Oscar Honorífico. 

El DVD incluye el concierto completo en una Plaza bellamente iluminada y con la Sinfonietta di Roma, habitual orquesta del compositor, y nos transporta a aquellos sonidos clásicos del Morricone de siempre, el de las bellas melodías y sus frases musicales de perfecta construcción. No faltan los temas de siempre (El bueno, el feo y el malo, La Misión, Los intocables, Cinema Paradiso, Érase una vez en América...), pero también hay tiempo para otros trabajos menos conocidos (Maddalena, La batalla de Argel, Queimada...). Y todo ello en un concierto que, viéndolo en DVD, debió ser inolvidable para los que asistieron en directo. 

Sólo hay que hacer algunas matizaciones decepcionantes: 1. Que, según el propio Ennio Morricone confiesa, la obra Voci dal Silenzio no se interpretó el día que se grabó el concierto en Venecia por lo que la grabación que se incluye es la que tuvo lugar en las Naciones Unidas, de calidad bastante inferior. 2. Sobra la entrevista al director del Casino de Venecia, por mucho que fueran los patrocinadores. Es una concesión que maestros como Morricone no necesitan. 3. La inclusión de imágenes de Venecia a lo largo del DVD le da un carácter "turístico" que también sobra, y más si se hace de la forma tan cursi como lo hace su hijo Giovanni Morricone, responsable de estos fragmentos poéticos. 

Sorprendente éxito de ventas estas Navidades en España, Ennio Morrricone in Venice (en sus tres ediciones, la de lujo incluyendo los 2 CD, el DVD y un libro con comentarios del compositor, sólo en inglés) ha sido una de las ediciones más gratas de los últimos meses.

En España son pocos los compositores de música de cine que tienen su propio concierto en DVD, y no es extraño que quien lo tenga sea Roque Baños, quizás uno de los autores que mejor saben promocionar su propia obra. También se ha editado en los últimos meses un concierto que Roque Baños dirigió en Córdoba, con la espléndida Orquesta Sinfónica de Córdoba y el Coro Ziryab, que se grabó en 2008 en el Teatro de la Axarquía. La grabación, realizada con menos recursos técnicos que la de Morricone, en su mayor parte con planos fijos contiene en 1 DVD y 2 CD buena parte de la obra de Roque Baños, incluído el estreno de la Sinfonía Aragonesa, una obra autónoma del autor. 

Roque Baños en concierto ofrece un buen repaso, de cuidada selección, a las bandas sonoras más conocidas de un compositor que tiene esa capacidad para adaptarse sin aparente esfuerzo a cualquier estilo. Como material adicional, incluye algunas entrevistas al propio compositor, al director del Coro Ziryab y al director de la orquesta que, aunque no aporta mucho, sí es justificable en este caso por la implicación de la Junta de Andalucía en la edición. Sorprende sin embargo, la decisión de eliminar, tanto en los CD como en el DVD parte de los aplausos del público, lo que le da un carácter algo soso a la grabación. 

Por último, nos referimos a la edición en DVD de dos conciertos del compositor chino Tan Dun, conocido por sus colaboraciones con Zhang Yimou y Ang Lee en El banquete, Tigre y dragón o Hero, lamentablemente editados por separado, cuando se podría haber hecho una edición conjunta de sus Paper Concert and Water Concert, dos propuestas presentadas en 2007 con la Royal Stockholm Philharmonic Orchestra. Utilizando como instrumentos de percusión fragmentos de papel o cubas de agua, Tan Dun consiguió el reconocimiento de la crítica gracias a esta singular composición sinfónica que tiene un origen casi filosófico, como reflejo de la influencia de los sonidos recreados por la propia naturaleza. Se dice en uno de los extras del DVD que Tan Dun es un músico visual, y él repite constantemente que le gusta que la música también se vea. Y desde luego lo consigue, con una puesta en escena cuidada y un sonido espectacular. 

Estos DVD cuentan con una calidad de imagen y sonido espléndidos, superior a los anteriores, y sorprende que aún no se publiquen este tipo de obras en bluray. Es interesante el material adicional, con entrevistas al compositor, al que da gusto escuchar, y a los solistas que consiguen sacar del agua y el papel los sonidos más envolventes. Y con un curioso fragmento en el que el propio Tan Dun muestra cada uno de los instrumentos de agua y papel que forman parte de los conciertos. Pero como decía, y para lamento de nuestros bolsillos, la editora Opus Arte parece haber querido rascar algo de dinero y ha decidido publicarlos por separado, cuando lo más lógico es que se hubieran editado juntos.


24 febrero, 2010

Berlinale 2010: Cinco días de febrero (I)

Crónica de la 60 edición del Festival Internacional de Cine de Berlín. Cinco días de febrero en los que las imágenes cinematográficas se convirtieron en el referente de una realidad por la que tomaron partido los protagonistas de las distintas secciones de un festival que analizamos desde la mirada geográfica y cultural.  

Durante la tercera ola de frío de este invierno se ha celebrado la Berlinale. La ciudad estaba cubierta con una capa de nieve de más de 5 cm. y el aire helado te empujaba decididamente hacia las salas de cine. Desde tu butaca, confortablemente instalado, podías tomarle el pulso a la producción cinematográfica y apreciar el estado mediático del mundo… El Mundo es un puzzle que se deshace cada noche con el viento de los sueños y el cine un juego de lentes que agranda las huellas del pasado. Un festival de cine es una instantánea del mundo, un presente virtual gigantesco. Hoy hemos perdido la inocencia para creernos que las imágenes pertenecen al espacio concreto y real de las salas de cine. Hoy sabemos que las huellas del tiempo fijadas para siempre forman una plataforma que nos conduce a otro mundo/imagen y así sucesivamente. Si podemos imaginarnos al homínido anterior a la palabra, como conocemos la prehistoria por los restos arqueológicos, una vez adquirida la palabra y establecidos los signos que permiten la escritura, el homínido se convierte en hombre y la prehistoria en Historia. El conocimiento está íntimamente ligado con el medio por el que accedemos a dicho conocimiento. El hombre planetario de hoy habita un mundo/imagen tal y como se puede (y se debe) descriptar en un festival de cine como el de Berlín.

Primera etapa: El mundo anglosajón

The ghost writer (El escritor), de Roman Polanski (Francia, Alemania, Gran Bretaña)
Shutter island, de Martin Scorsese (USA)
Exit through the gift shop, de Banksy (Gran Bretaña)
Please give, de Nicole Holofcener (USA)

Si buscamos el hilo rojo que pasaría de un film a otro de los cuatro mencionados, apostaríamos por el tema con el que se enfrentan todos: la inevitable/imposible disolución del héroe.

Para Scorsese es el tema central. Di Caprio, con aires de un Clark Gable anterior a Lo que el viento se llevó, se debate entre la locura heroica y el imposible duelo de la ilusión familia/sueño americano… Con imágenes de una fuerza alucinatoria deslumbrante, Scorsese nos hace visitar tanto el relato de aventura (siguiendo los pasos de Peter Jackson), como los ásperos corredores de la locura (en referencia a Fuller y la RKO). Seca, profunda, original, esta película laberinto enfrenta las figuras tutelares venidas de un cine europeo reflexivo y consciente (Ben Kingsley y Max Von Sydow) con la repetición y la huida hacia delante. El héroe americano tiene la piel dura.

Por el contrario, para Polanski, el héroe es un fantasma que no debe exponerse a la tentación de existir. Viene a ocupar el lugar de un muerto y debe contentarse con observar la vida alrededor sin poderse escapar de la casa encantada que lo aprisiona. 


Las mentiras y verdades ocultas entran y salen sin más preocupación de sus muros transparentes, pero él, el héroe polanskiano, no puede ocultarse ni siquiera de los simples segundones. Jamás será el que provoque la acción, la soporta como una repetición de lo que sucedió con su antecesor y probablemente sucederá a quien siga sus pasos. Inútil decir que el “caso Polanski” que ocupó recientemente las páginas de los periódicos, está constantemente planeando como consecuencia del guión. Juego de espejos entre el autor y su héroe. La puesta en escena es elegante pero sin relieve, el casting un tanto perezoso. Ninguna idea brillante, ningún tesoro escondido. El espacio, minimalista y funcional, es el reflejo del espesor moral de los personajes. Si la tarea manifiesta del héroe es suprimir la retórica de su antecesor, la de Polanski parece tan inútil y desesperada como la del barrendero que barre contra el viento.


Nada extraño que Banksy, director de Exit through the gift shop, artista graffitero conocido, con obras en museos (el MoMA), héroe a cara oculta de “un film sobre un hombre que intenta rodar un film sobre mí”, insista en conservar su identidad secreta para evitar los procesos por sus iconoclastas incursiones. El héroe convencional se disuelve y el artista rechaza ocupar su lugar. La textura del artista víctima, del artista comprometido, del artista icono (Van Gogh, Picasso, Warhol), da paso al doble del artista. El doble no es sólo quien soporta los tiempos muertos, las acciones arriesgadas o las tomas desagradables… hoy el doble ocupa permanentemente el lugar del autor. No héroe significa no autor, sólo un doble para testimoniar la disolución del arte en lo mediático, en lo virtual…


Véase Please give de Nicole Holofcener. La película no se articula ni gracias al héroe ni gracias a la progresión dramática. Como un capítulo aislado de una serie televisiva, identificamos a los personajes, pero no su implicación en la historia. La muerte y el sexo están vistos del lado rutinario: mamografías, compra-venta del mobiliario de las personas fallecidas, el sexo como prolongación de la limpieza de cutis… los acontecimientos se suceden con la previsibilidad de la puesta en escena:

--¡Como!, ¿vas a ir a trabajar? ¡Murió la abuela!...

Pausa. Mira a la abuela recién muerta, sentada aún en su sillón habitual.

--Sí, ¿ves? Sigue muerta…¡me voy a trabajar!


Por Antonio Figueredo
Enviado especial

22 febrero, 2010

Berlinale 2010: Premios

La última edición del Festival de Berlín ha demostrado que la producción cinematográfica vive un buen momento, reforzado por los buenos resultados en taquilla de 2009 en el mercado internacional.  

La película ganadora, la turca Bal (que ya tiene distribuidora en España, aunque no sabemos si, como en otras ocasiones, tardará más de un año en estrenarse), merecía el Oso de Oro porque se encontraba entre lo mejor de la Sección Oficial. 

No sorprendió, aunque tiene su dosis de morbo, el Oso de Plata al Mejor Director para Roman Polanski por El escritor, mientras se encontraba retenido en su domicilio en Suiza por mor de uno de los juicios más rocambolescos y absurdos que se han celebrado nunca. 

El Gran Premio del Jurado y el Premio Alfred Bauer fue para la producción titulada If I want to whistle, I whistle, de Florian Serban, uno de esos títulos procedentes de Rumanía que tratan de encontrar cierto equilibrio entre las historias de temática social y unas obvias pretensiones comerciales, con el apoyo de esas instituciones europeas que juegan cada año a promocionar cinematografías desnutridas. 

Quizás por la presencia de Werner Herzog como presidente del Jurado, hubo también galardones para la estática estética de la película rusa How I ended my summer, de Alexei Popogrebsky que logró el Oso de Plata al Mejor actor (ex-aequo para sus dos protagonistas) y a la Mejor Fotografía, quizás gracias a su preciosista colección de paisajes árticos. Y el Oso de Plata a la Mejor Actriz fue para la producción china Caterpillar, de Koji Wakamatsu, historia erótica y bizarra en un contexto bélico.

La presencia española se limitó a la Sección Panorama, donde Miguel Albaladejo repitió presencia con su remedo fallido del cine de Berlanga titulado Nacidas para sufrir, el thriller escrito por Daniel Sánchez Arévalo y producido por Alejandro Amenábar El mal ajeno, que dirige Oskar Santos, así como el documental de la realizadora chilena Renate Costa Cuchillo de palo, sobre la represión de la dictadura paraguaya al colectivo homosexual. Otro documental con producción española presente en Berlín fue How much moes your building weigh, Mr. Foster?, de Norberto López y Carlos Carcas sobre el arquitecto británico Norman Foster, mientras que el cortometraje de Beatriz Sanchís Mi otra mitad fue proyectado en la Sección Generation. 

17 febrero, 2010

Cannes 2010: Predicciones

La web Ioncinema! ha publicado una lista de serias candidatas a estar presentes en la competición oficial del Festival de Cannes. Si la predicción se cumple, la próxima edición puede ser espectacular. 

El artículo que publica Eric Lavellee Ioncinema! ofrece una amplia lista de títulos que podrían estar en el Festival de Cannes, cuyo jurado presidirá Tim burton. Entre ellas encontramos los últimos títulos de algunos directores destacados: 


Another life, de Mike Leigh
Presente en Cannes en tres ocasiones, su última película podría retrasarse y acabar formando parte de la programación de Venecia, pero por el momento tiene fecha para la cita francesa.

Aurora, de Cristi Puiu
Tras el éxito de La muerte del señor Lazarescu, el rumano Cristi Puiu presentaría esta historia policíaca. 

Biutiful, de Alejandro González-Iñárritu
La última película del mexicano, rodada en Barcelona con Javier Bardem como protagonista, está ya lista para su estreno. 

Carancho, de Pablo Trapero
El director argentino también presentaría su última película, un drama sobre una mujer encarcelada que da a luz en la prisión. Podría incluirse en la Sección Un Certain Regard.

The certified copy, de Abbas Kiarostami
Protagonizada por Juliette Binoche, ésta sería la última visita de Kiarostami tras haber estado en dos ocasiones y haber conseguido la Palma de Oro por El sabor de las cerezas

Challenges of reconciliation, de Michael Henry Wilson
Este documental sobre la forma de dirigir de Clint Eastwood podría ser un complemento perfecto en el caso de que la última película del director no pudiera estar lista. 

Hereafter, de Clint Eastwood
Especialmente prolífico estos años, y reciente el estreno de Invictus, Eastwood podría presentar este drama sobre tres personas influidas por la muerte de distintas formas protagonizado por Matt Damon, Bruce Dallas Howard y Jay Mohr.

The Exodus - The fortress, de Nikita Mikhalkov
Esta secuela de Quemado por el sol, que ganó el Gran Premio del Jurado en 1994, se desarrolla tras la guerra de Rusia y recupera a los protagonistas de la anterior. 

Faust, de Alexander Sokurov
La versión que hace este particular realizador ruso del mito de Fausto tiene todas las papeletas para estar en la sección oficial de Cannes, teniendo en cuenta que ya ha participado en cuatro ocasiones. 

The Frankenstein Project, de Kornel Mundruczo
Otra revisión de un mito clásico es la que hace el director húngaro de películas como Johanna (2005) o Delta (2008).

Fair game, de Doug Liman
Sean Penn y Naomi Watts protagonizan este biopic sobre el embajador Joseph Wilson y su esposa, que entablaron una demanda contra el vicepresidente Dick Cheney por sentirse engañados en relación con la justificación de la guerra de Irak. 

The grand Master, de Won Kar-Wai
Aunque hay dudas sobre la presencia del director en Cannes, podría suponer su regreso al festival tras 2046 (2004). La historia, sobre la relación entre Bruce Lee y su maestro Ip Man, parece lo suficientemente atractiva.

Habemus Papas, de Nanni Moretti
Habitual en Cannes, donde ha participado en ocho ocasiones, esta historia que protagoniza Michel Placido sobre un Papa que decide que no quiere el cargo cuando es elegido, parece que estará presente en la competición oficial. 

Lope, de Andrucha Waddington
Finalmente, y sin que sirva de precedente, también podría haber espacio para la producción española más ambiciosa del año: el biopic sobre Lope de Vega que dirige un joven realizador brasileño y protagonizan los recientes ganadores del Goya Alberto Ammann y Luis Tosar junto a Leonor Watling, Sonia Braga, Pilar López de Ayala, Antonio de la Torre, Juan Diego y Antonio Dechent. Lo que no se sabe es si irá a competición.


Para ler el artículo completo (en inglés) podéis acceder a: 

16 febrero, 2010

Goya 2010: Preguntas sin respuestas

Se entregaron los Premios de la Academia de Cine en la ceremonia que mayor número de espectadores congregó frente al televisor. Está claro que cuando la taquilla funciona los Goya también lo hacen. Pero nos quedan, como siempre, algunas dudas. 

- ¿Por qué la alfombra roja es verde? 

- ¿Por qué las ministras de cultura tienen tan poco gusto para vestir de gala? 

- ¿Por qué se necesita copiar a los Oscar (video inicial, sketch de Pocoyo, presencia de cuatro directoras para dar el premio al director novel) para tratar de ser entretenido?

- ¿Por qué Andreu Buenafuente le cae tan mal a tantos bloguistas, con lo buena gente que parece?

- ¿Por qué esa referencia al cine analógico frente al cine digital? ¿Quizás por el cantazo que pegaban las escenas de Celda 211 en televisión?

- ¿Por qué Mateo Gil (ganador de dos Goya) no pudo acudir a la ceremonia y Penélope Cruz sí?

- ¿Por qué este año no ha habido ni una sola reivindicación en el escenario cuando se ha publicado la Ley del Cine más polémica de los últimos tiempos?

- ¿Hay algo más patético que dar las gracias a Caja Granada por su participación en el corto "La dama y la muerte"? ¿Lo volverán a hacer si les dan el Oscar? "Thanks to Cajagranada!!"

- ¿A qué lumbreras de la productora de "El secreto de sus ojos" se le ocurrió presentar a Soledad Villamil como actriz revelación?

- ¿Por qué son tan malos los chistes de Santiago Segura últimamente?

- ¿Por qué los favoritos hacen como que están sorprendidos de llevarse el Goya, como Daniel Monzón?

- ¿Por qué Pedro Almodóvar acabó siendo el protagonista de la noche y parecía que le importaba un cojón el Goya a la Mejor Película?

- ¿Por qué Telecinco, que no creía en Celda 211, ahora se las da de gran productora de cine? 

13 febrero, 2010

Logorama: Genial visión del capitalismo

No cabe duda: el mejor cortometraje de animación entre los nominados al Oscar es esta fabulosa creación de una California literalmente cubierta de logos comerciales. Y encima resulta entretenido. 

Corriendo el riesgo de ser considerado "antipatriótico", y después de haber echado un vistazo a los cortometrajes de animación que este año ha seleccionado la Academia de Hollywood (se han quedado fuera magníficos ejemplos de creatividad en corto como The piano cat), hay que quitarse el sombrero ante esta producción francesa que no me canso de ver. Logorama parte de una idea magnífica que consigue recrear con extraordinaria calidad (y suponemos que con el beneplácito de las cientos de empresas que se reflejan en él) y además ¡es una historia de acción trepidante! Lo que hace de Logorama el mejor corto de animación de 2009 no es solamente el hecho de que resulte divertido ir descubriendo logos a lo largo de sus secuencias de perfecta ejecución, sino que encima resulta entretenido, bien escrito, con un desarrollo construido al milímetro. Y que después de varios visionados, sigue siendo igual de sorprendente. 


No le pasa lo mismo a La dama y la muerte, y que conste que me parece un buen corto, pero que al segundo visionado va perdiendo fuelle porque su impacto inicial (ese hermoso y sorprendente comienzo) se agota pronto. Y ya veremos si la buena gestión del "embajador" Antonio Banderas no consigue que finalmente se lleve el Oscar. Y nos alegraremos. 

Igualmente, tanto Granny O'Grimm's sleeping beauty (que no pasa de una divertida anécdota), como sobre todo The french roast (hermosísima planificación y diseño de personajes), y por supuesto con el permiso de la última aventura de Wallace y Grommit, que siguen siendo tan clásicos como siempre, alcanzan una altura que hacía tiempo que no veíamos en esta categoría. Y eso que también se ha quedado fuera el último cortometraje de Pixar. 


Pero Logorama es y seguirá siendo una perfecta producción que, sí, está realizada por una de las productoras de publicidad y videoclips más prestigiosas del momento (recordemos ese Citroen C4 patinador), pero que contiene una idea tan buena y creativa que independientemente de su presupuesto es innovadora y está bien desarrollada. El cortometraje incluye unos 2500 logos y marcas de empresas de todo tipo, principalmente de ocio, algunas de ellas clientes por cierto de H5, la productora. Y no es, como podría parecer, una visión acomodaticia ni mucho menos. Aquí los protagonistas son los muñecos de Michelín y el villano es ni más ni menos que Ronald McDonald, mientras el muñeco de la marca de caramelos Haribo enseña el culo al león de la Metro. 


Y el final de la historia casi se puede comprender como una especie de visión apocalíptica de la crisis que ha tambaleado el mercado financiero mundial. Eso es Logorama, algo más que un simple corto de entretenimiento. Merece ser el ganador del Oscar de este año. 

10 febrero, 2010

La guerra como telón de fondo

Tres interesantes películas se acercan al género bélico desde perspectivas muy diferentes, pero logrando extraer del absurdo que siempre supone un conflicto las consecuencias nefastas que provoca en quienes lo protagonizan.

El cine bélico está de actualidad, pero con una mirada mucho más cercana a los personajes. Si no que se lo digan a Kathryn Bigelow, que ha conseguido con The hurt locker (En tierra hostil) resucitar una visión realista de la guerra de Irak a través de las vivencias de un grupo de desactivación de bombas. Esta contundente película, de tensión constante, se acerca a la guerra sin elementos ideológicos, con la mirada puesta en el desgaste mental que produce estar metido en medio de las bombas. Y tiene la capacidad de transmitir en sus nerviosas imágenes, pero con la eficacia que la directora ha demostrado en otras ocasiones, el mareo emocional que la adrenalina en estado de ebullición puede provocar en los soldados (todos tienen un momento de desfallecimiento, de explosión interna, por muchos cojones que le pongan a  su trabajo). Y quizás sea esa la mejor forma de mostrarnos la sinrazón de la guerra.

Otra mirada a la desolación y la debilidad que produce un conflicto es el remake de la película de Susanne Bier Brothers (Hermanos). La traslación norteamericana ni siquiera necesita cambiar la zona de guerra (Afganistán), y tiene en su director, Jim Sheridan, y en un trío de actores que consigue traspasar la pantalla (Jake Gyllenhaal, Natalie Portman y Tobey Maguire, especialmente lucido) un soporte adecuado. No es que la cinta danesa fuera especialmente original (habría que revisar El cazador, por ejemplo), y en esta versión el "tic dogma" es sustituido por un concepto visual más tradicional, pero el desarrollo de la historia, con sus aciertos y sus defectos, sigue funcionando.

Pero entre los títulos bélicos (por llamarlo de alguna forma) que nos llegan estos meses destaca The messenger, una de las más impactantes películas que se han hecho sobre la trastienda de la guerra. Esta historia sobre dos soldados (perfectos Ben Foster y Woody Harrelson), que se encargan de comunicar a los familiares la muerte de sus hijos, hijas, esposos, mujeres..., y que se enfrentan al dolor (y la rabia) ajenas a través de un protocolo insensible, no es apta para estómagos delicados. Y es esta crónica de la guerra sin mostrar la guerra la que, curiosamente, consigue mejor su propósito de recordar nuestra incapacidad para entender qué coño hacemos en conflictos ajenos. 

07 febrero, 2010

Experimentos psíquicos en la CIA

La investigación de los fenómenos psíquicos con fines militares es un hecho demostrado que sabemos que la CIA desarrolló en los años 50 y 60. Dos películas se acercan a las consecuencias de estos experimentos desde propuestas muy diferentes.

El denominado como Proyecto Stargate es uno de los más conocidos en la experimentación del uso militar de determinados fenómenos psíquicos. Desarrollado entre los años 70 y 90 en la Universidad de Stanford, se centraba especialmente en la telequinesis, la visión remota y el hipnotismo, usando para ello diversos tipos de drogas, terapia de choque, radiación y otras lindezas. 

Basada en parte en este tipo de experimentos está la película Los hombres que miraban fijamente a las cabras, basada en la novela del periodista británico Jon Ronson, que protagonizan George Clooney, Ewan McGregor, Kevin Spacey, Jeff Bridges y Stephen Lang (encasillado en papeles de militar, tras su participación en Avatar). Esta comedia de tono absurdo, en la línea de otros títulos que tratan la actitud belicista de los Estados Unidos con ironía (véanse War, Inc. o In the loop), traslada a algunos sujetos de este tipo de experimentos a la guerra de Irak, aportando cierta sorna en torno a la presencia de fuerzas militares-psíquicas en pleno desierto. George Clooney, habitual en este tipo de proyectos más o menos comprometidos (Syriana, Tres reyes), se encuentra a gusto en su papel de descentrado ex-militar, mientras que Ewan McGregor aporta su cara de alelado periodista que no se cree nada de lo que ve (resulta divertida la constante referencia a los jedi en toda la película, cuando McGregor precisamente dio vida en su momento a un joven Obi-Wan Kenobi). No obstante, este tipo de películas de humor absurdo y algo desmadrado, pero de clara pretensión intelectual, me suelen resultar cansinas y repetitivas. Y ocurre lo mismo con Los hombres que miraban fijamente a las cabras: sus chistes a veces son efectivos, pero en conjunto acaban siendo una sucesión de ridiculeces que no tienen cohesión. 

Una serie de documentales que realizó Jon Ronson para Channel 4 al mismo tiempo que se editaba su libro incluía referencias al proyecto MK-ULTRA, una de las más abominables sesiones de experimentación que la CIA desarrolló en los años 50. Con el objetivo de lograr controlar a un individuo hasta el punto de hacerle obedecer en contra de su voluntad, se realizaron experimentos de "manipulación psíquica" en la Universidad McGill de Montreal, a cargo del psiquiatra (por llamarlo de alguna forma) Donald Ewen Cameron. Numerosas personas, sin su consentimiento, fueron sometidas a sesiones de borrado de recuerdos, repetición de ruidos y sonidos, terapia electroconvulsiva, LSD, provocando en ocasiones su muerte. Aunque, debido a que los archivos fueron deliberadamente destruidos en 1973 por orden del director de la CIA, nunca se sabrán las consecuencias reales de estas prácticas no tan alejadas de las que llevaron a cabo los doctores de la muerte durante el régimen nazi. 

The killing room, de Jonathan Liebesman, se acerca a este tipo de experimentos ofreciendo la posibilidad de que hoy en día se sigan desarrollando sin que lo sepamos. Intenso thriller psicológico, bien construido a base de puntos de giro sorprendentes y adecuados, The killing room recuerda por su eficacia y dosificados recursos a títulos como The cube. Puede resultar a veces que como espectadores estamos siendo manipulados también (alguna tendencia a engañarnos con fórmulas facilonas lastra en parte sus aciertos), pero en general consigue, con cuatro personas encerradas en una habitación, mayores dosis de interés y tensión que cualquier superproducción de acción. Buena parte de la eficacia de la película radica en el buen trabajo de sus actores, encabezados por Timothy Hutton, Peter Stormare, Nick Cannon, Clea DuVall, Shea Wigham y hasta Chloë Sevigny, en un papel que no parecía muy adecuado para ella, pero que resuelve con eficacia. 

Y por supuesto, sin que sirva sin precedente ya que no es uno de mis compositores preferidos, la espléndida e inquietante banda sonora de Brian Tyler, cercana a la sonoridad de Béla Bartók y György Ligety, de una elegante atonalidad que consigue crear la ambientación adecuada para introducirnos en el clima claustrofóbico que propone el director, sin duda inspirado en su planificación absorbente (en parte ya presente en su debut, la revisión de La matanza de Texas), aunque ahora con mejor soporte narrativo.

Películas como Los hombres que miraban fijamente a las cabras o The killing room nos desvelan algunas de las atrocidades más inhumanas realizadas por los "patrióticos" servicios de inteligencia.


02 febrero, 2010

Oscar 2010: Preguntas sin respuestas

Se han dado a conocer las nominaciones a los Oscar, lo que ha provocado, como de costumbre algunas preguntas sin respuestas. Estas son las primeras:

- ¿Por qué Up está nominada como Mejor Película y Mejor Película de Animación, mientras que Wall-e, que es bastante superior, no estuvo en la categoría principal el año pasado?

- ¿Por qué se han quedado fuera de las nominaciones actores como Viggo Mortensen (La carretera) y Sam Rockwell (Moon), que han sido capaces de sostener casi en solitario una película completa?

- ¿Por qué Christopher Plummer está nominado como actor secundario y Helen Mirren como actriz principal cuando ambos son protagonistas de The last station?

- ¿Por qué se han quedado fuera de las nominaciones a Mejor Banda Sonora trabajos tan solventes como los de Marvin Hamlisch para El soplón, Abel Korzeniowski para Un hombre soltero o Clint Mansell para Moon?

Ah!, y enhorabuena a las productoras andaluzas Kandor Graphics y Green Moon por la nominación de La dama y la muerte como Mejor Cortometraje de Animación. 


Vuestras "preguntas sin respuestas" las iremos añadiendo a la lista.