La última edición del Festival de Berlín ha demostrado que la producción cinematográfica vive un buen momento, reforzado por los buenos resultados en taquilla de 2009 en el mercado internacional.
La película ganadora, la turca Bal (que ya tiene distribuidora en España, aunque no sabemos si, como en otras ocasiones, tardará más de un año en estrenarse), merecía el Oso de Oro porque se encontraba entre lo mejor de la Sección Oficial.
No sorprendió, aunque tiene su dosis de morbo, el Oso de Plata al Mejor Director para Roman Polanski por El escritor, mientras se encontraba retenido en su domicilio en Suiza por mor de uno de los juicios más rocambolescos y absurdos que se han celebrado nunca.
El Gran Premio del Jurado y el Premio Alfred Bauer fue para la producción titulada If I want to whistle, I whistle, de Florian Serban, uno de esos títulos procedentes de Rumanía que tratan de encontrar cierto equilibrio entre las historias de temática social y unas obvias pretensiones comerciales, con el apoyo de esas instituciones europeas que juegan cada año a promocionar cinematografías desnutridas.
Quizás por la presencia de Werner Herzog como presidente del Jurado, hubo también galardones para la estática estética de la película rusa How I ended my summer, de Alexei Popogrebsky que logró el Oso de Plata al Mejor actor (ex-aequo para sus dos protagonistas) y a la Mejor Fotografía, quizás gracias a su preciosista colección de paisajes árticos. Y el Oso de Plata a la Mejor Actriz fue para la producción china Caterpillar, de Koji Wakamatsu, historia erótica y bizarra en un contexto bélico.
La presencia española se limitó a la Sección Panorama, donde Miguel Albaladejo repitió presencia con su remedo fallido del cine de Berlanga titulado Nacidas para sufrir, el thriller escrito por Daniel Sánchez Arévalo y producido por Alejandro Amenábar El mal ajeno, que dirige Oskar Santos, así como el documental de la realizadora chilena Renate Costa Cuchillo de palo, sobre la represión de la dictadura paraguaya al colectivo homosexual. Otro documental con producción española presente en Berlín fue How much moes your building weigh, Mr. Foster?, de Norberto López y Carlos Carcas sobre el arquitecto británico Norman Foster, mientras que el cortometraje de Beatriz Sanchís Mi otra mitad fue proyectado en la Sección Generation.
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