El escritor y creador norteamericano David Simon (1960, Washington) visita estos días Barcelona para asistir a los Roca Awards en su primera edición, una iniciativa de la agencia de marketing T.O.P. que está apadrinada por el Celler de Can Roca de los hermanos Roca. Los premios que se conceden en diferentes categorías tienen el objetivo de reconocer el valor de la literatura gastronómica. La publicación de este género ha disminuido en los últimos años en España porque las editoriales ofrecen adelantos tan escasos a los escritores que no merece la pena el trabajo de investigación, también porque las tiradas de este tipo de libros no suelen sobrepasar los 3.000 ejemplares, con algunas excepciones. Los premios Roca Awards, que en esta primera edición están patrocinados por Turkish Airlines, se entregan hoy mismo en el Esperit Roca (Girona), aprovechando la semana del libro que en Cataluña coincide también con la festividad de Sant Jordi el 23 de abril, y tienen como invitados a otros nombres relacionados con las series como el productor ejecutivo Brian McGinn (1984, California), responsable junto a David Gelb de la serie documental sobre gastronomía Chef's table (Netflix, 2015-2024) y sus variantes, y de la franquicia Street food (Netflix, 2019-2022). El escritor David Simon también ha sido el invitado del encuentro Serielizados Presenta, que organiza el Serielizados Fest. El creador de The wire (Max, 2002-2008), Treme (Max, 2010-2013) o La ciudad es nuestra (Max, 2022) alertó sobre las consecuencias del autoritarismo en Estados Unidos en su ucronía La conjura contra América (Max, 2020), una realidad alternativa en la que Franklin D. Roosevelt era derrotado en las elecciones de 1940. Un tema relacionado con su proyecto nunca realizado que estaba desarrollando junto a The MediaPro Studio, The dry run, ambientado en la Guerra Civil española, y que el autor menciona que ahora mismo es difícil que interese a las televisiones. En una entrevista reciente, David Simon ofrecía una visión pesimista del estado de la creación audiovisual, mencionando que a las plataformas de streaming ya no les interesa hacer buenas producciones: "La burbuja del streaming ha explotado y lo que queda sólo son series derivativas y vulgares. (...) Es difícil vender algo que no sea formulaico, que no trate de policías, médicos o abogados o que tenga un IP reconocido" (ABC, 19/4/2025).
La presencia de David Simon en este encuentro de Serielizados Fest se ha presentado como una entrevista seguida de una sesión de preguntas, lo que es una forma honesta de plantear la actividad. Pero en los últimos meses hemos estado viendo cómo se han promocionado como Masterclass actividades que en realidad son actos de promoción. Hace una semanas, el sindicato de guionistas ALMA anunciaba una Masterclass de Craig Mazin (1971, Nueva York), que en realidad era una entrevista que hacía un recorrido por su trayectoria, y finalmente un acto de promoción de la segunda temporada de The last of us (Max, 2023-). La clase magistral es en realidad una conferencia en la que se ofrecen herramientas de aprendizaje que han sido preparadas por el ponente. Pero muchas organizaciones y festivales, para ahorrar el coste que supondría pagar por la preparación de una conferencia, aprovechan la promoción de un lanzamiento para organizar encuentros que básicamente son entrevistas. Algo parecido ocurre en Séries Mania, donde en la pasada edición el creador Charlie Brooker fue protagonista de lo que se anunció como una Masterclass, lo que en realidad solo era una actividad de promoción de la última temporada de Black Mirror (Netflix, 2011-). Es evidente que aprovechar el lanzamiento de una serie para organizar un encuentro con su creador permite que la actividad sea gratuita, pero sería interesante que se le llamara por lo que es, en vez de disfrazarlo con lo que no es.
Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.
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Norats
Miniserie | Ficción, 4x40' | IB3 | ★★★☆☆ Creada por Toni Bestard, Ferran Bex | Basada en la novela de Mateu MorroDirigida por Toni Bestard, Ferran BexEvolution Mallorca Film Festival '24: Proyección EspecialVersión en mallorquín con subtítulos en mallorquín
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Alrededor de esta serie estrenada el pasado 30 de marzo en el canal autonómico IB3, han surgido algunas circunstancias políticas que han dado un giro inesperado a su repercusión en la televisión mallorquina. Una semana después de su estreno, cuando se acababa de emitir el segundo episodio, un acuerdo entre PP y Vox permitió la elección del nuevo director de IB3, Josep Codony, que ya había ejercido ese mismo cargo con anterioridad. Entre sus primeras decisiones ordenó la emisión de los dos últimos episodios en un solo domingo, lo que se interpretó como una forma de censura de una serie sobre dos huidos republicanos por parte de un directivo elegido por la derecha y la extrema derecha. Pero aunque se justificó debido a los malos datos de audiencia, y de hecho es una práctica que TVE ha realizado con algunas series, lo cierto es que sonaba bastante extraña la precipitación en el final de la serie cuando solo quedaban dos semanas para que concluyera. El resultado es que los dos últimos episodios, emitidos en lineal el 13 de abril, han alcanzado un share del 11,6 % (28.000 espectadores), convirtiendo a Norats (IB3, 2025) en la serie de producción propia más vista en la historia de IB3, y posiblemente despertando el interés de otras audiencias a través de la plataforma de streaming que está disponible para todo el territorio español. La miniserie está basada en el libro Els Norats (1936-1949). Dos antifeixistes a les muntanyes mallorquines (2021, Ed. Illa Edicions), en el que Mateu Morro i Marcé (1956, Mallorca) contaba la historia de Honorat (Rodo Gener) y Jaume (Toni Gelabert), un padre y un hijo que huyeron a las montañas cuando estalló la Guerra Civil y el pueblo fue tomado por el ejército nacional, sobreviviendo durante 13 años. Los primeros episodios, dirigidos por Toni Bestard (1970, Mallorca), se centran en la búsqueda más intensa de los fugitivos por parte de la Guardia Civil, principalmente por el comandante Maldonado (Àlvar Triay), quien se encarga de dirigir las operaciones militares y después de la guerra continúa obsesionado con Los Norats, en una figura antagónica algo simple a la que le falta cierta profundidad como personaje, aunque se rodee de una familia en la que su hija Núria (Paula Verdera) pretende tener cierta independencia.
Hay un buen diseño de producción para tratarse de una serie que cuenta con las limitaciones presupuestarias de un canal autonómico, y resulta convincente la historia, a pesar de que puedan llegar a ser algo repetitivas las idas y venidas de Los Norats por las casas del pueblo, donde reciben la ayuda de sus habitantes, convertidos en unas leyendas como indica el episodio La llegenda (T1E2) en el que comienzan a adaptarse a la vida en la montaña. Padre e hijo tienen diferentes ideas sobre la forma de defenderse de los militares y de sus colaboradores: mientras el primero lamenta tener que matar a un soldado, el segundo está convencido de que merecen morir, no solo por condenarles a huir constantemente, sino por los interrogatorios y torturas que llega a sufrir Catalina (Neus Cortés), la esposa de Honorat. Las montañas de Coanegra se convierten en un refugio, y fueron descritas por Mateu Morro en otro libro, Muntanyes de Coanegra (2018, Ed. Edicions Documenta Mallorca), en el que se basó un episodio de la docuserie Desconeguts (IB3, 2017) dedicado también a los fugitivos. Los Norats tiene más interés cuando se enfoca en la relación entre padre e hijo que cuando trata de elaborar tramas paralelas que no terminan de funcionar, como la relación entre Jaume y Núria, la hija del comandante Maldonado, que parece demasiado conveniente para reforzar los conflictos. Y consigue más impulso en el último episodio, La fugida II (T1E4), dirigido por el cocreador Ferran Bex (1986, Mallorca) cuando introduce un salto temporal de 13 años para situarse en 1949, y mostrar cómo el paso de los años ha hecho mella tanto en los huidos como en sus perseguidores. De hecho, solo Maldonado está ya interesado en capturarles, pero al mismo tiempo ha perdido poder de decisión frente al gobernador. Podríamos ver en Los Norats un cierto planteamiento visual que conecta a la serie con los westerns clásicos, especialmente en la composición de los planos y la fotografía, pero le falta más profundidad en los personajes como para que nos interesemos por ellos y la secuencia final tenga mucho más impacto. La serie nació por separado cuando Toni Bestard y Ferran Bex estaban preparando cada uno un largometraje basado en la historia de los Norats, hasta que finalmente decidieron unir los proyectos y plantearlo como una miniserie. Pero posiblemente hubiera sido más efectiva si hubiera mantenido el formato de largometraje, porque es una producción cuidada que sin embargo se siente algo estirada. CEF Producciones, con sede en Mallorca, es la responsable del proyecto, después de estrenar algunos thrillers como Treufoc (Filmin, 2017-2019) o Fúria (IB3, 2021), y ganar el Goya por el cortometraje de animación Woody & Woody (Jaume Carrió, 2017).
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El jardinero
Temporada 1 | Ficción, 6x45' | Netflix | ★☆☆☆☆ Creada por Miguel Sáez Carral | Escrita por Miguel Sáez Carral, Isa SánchezDirigida por Mikel Rueda, Rafa Montesinos |
La suspensión de la incredulidad fue introducida como concepto por el filósofo Samuel Taylor Coleridge (1772-1834, Inglaterra) en su Biographia Literaria (1817), en la que elaboraba una mezcla de autobiografía y planteamientos filosóficos que trataban de explicar la teoría poética, refiriéndose a "esa suspensión voluntaria de la incredulidad por el momento, que constituye la fe poética". Esta forma de renunciar voluntariamente al sentido crítico sobre la credibilidad de lo que se está representando también está relacionada con la idea de la necesaria verosimilitud en la creación de historias, una definición que directores como Alfred Hitchcock negaban, a pesar de que en realidad su cine es raramente inverosímil. El jardinero (Netflix, 2025) es el ejemplo perfecto de una suspensión de la incredulidad llevada hasta el extremo, de manera que la mayor parte de lo que sucede en la pantalla no solo necesita que renunciemos al sentido crítico sino que requiere que nos olvidemos completamente de él. La serie presenta a un personaje como Elmer (Álvaro Rico), un joven que no tiene emociones debido a una rara enfermedad, pero que las recupera cuando se enamora perdidamente de Violeta (Catalina Sopelana), la que teóricamente debería ser su próxima víctima por encargo de Sabela Costeira (Emma Suárez), una madre que la considera culpable de la muerte de su hijo. Aprovechando la insensibilidad de Elmer, su madre La China Jurado (Cecilia Suárez) le ha convertido en un sicario que mata por encargo, aunque no se explica demasiado bien cómo funciona el negocio. Es un planteamiento intrigante que podría haber desembocado en un thriller oscuro, pero su creador Miguel Sáez Carral (1968, Madrid), que ha adaptado algunas series basadas en sus novelas, como Apaches (Netflix, 2017) y Ni una más (Netflix, 2024), prefiere mezclarlo con un drama de enamoramiento que utiliza canciones de la playlist de comedias románticas como Valeria (Netflix, 2020-2025) sin mucho convencimiento. La enfermedad que provoca la falta de emociones del protagonista, que es lo más interesante de la historia, es utilizada como un resorte conveniente de guión para provocar determinados impulsos y decisiones, sin profundizar demasiado y contagiando a la serie de esa misma ausencia de emociones, porque la relación entre Elmer y Violeta es todo menos emocionante. De hecho, se trata solo de una vuelta de tuerca a la historia ya conocida del asesino a sueldo que se enamora de su víctima, aunque el planteamiento se basa en enfermedades reales como la alexitimia, que impide poner palabras a las emociones, o la anafectividad, que conlleva una incapacidad para sentirlas.
Una histriónica Cecilia Suárez interpreta a una madre que utiliza a su hijo para sus fines (comprarse una casa en México), mientras el personaje de Violeta se construye con una cierta ambigüedad que en realidad impide la identificación con la relación que mantiene con Elmer, un personaje que es retratado como el asesino obligado a serlo, una mezcla entre la dependencia maternal de Norman Bates en Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) y la cotidianidad asesina de Joe Goldberg en You (Netflix, 2018-2025). Hay también una referencia a una escena de Perdidos (Disney+, 2004-2010) en un montaje del episodio Sustrato orgánico (T1E3), que utiliza la misma canción "Make your own kind of music" (1969), de Cass Elliot. Pero si el drama romántico queda enterrado por una falta de emoción, el thriller se marchita con un desarrollo inconsistente, sobre todo representado por la pareja de policías más absurda que se ha visto en una serie reciente. Hay una subtrama que se detiene demasiado tratando de elaborar una relación más que profesional entre la agente Carrera, interpretada por María Vázquez, excelente en la película Matria (Álvaro Gago, 2023), por la que fue nominada al Goya, y Torres, al que da vida Francis Lorenzo, que suele trabajar en casi todas las producciones de su hermano José Manuel Lorenzo. Pero es una trama incoherente que se mueve por impulsos convenientes y que nunca termina de encajar con el resto de la serie, como si se tratara de dos historias separadas que se han unificado para incluir el proceso de investigación (que por lo demás resulta poco creíble) y una amenaza policial para los protagonistas. Con la participación en el guión de Isa Sánchez (1977, Málaga), que también ha escrito guiones para series como Malaka (RTVE, 2019) y Cuando nadie nos ve (Max, 2025), la historia desemboca en Calendario de podas (T1E6) con un final que pone a prueba la suspensión de la incredulidad y ofrece un desenlace abierto que convierte en fraude la presentación de El jardinero en la plataforma de Netflix como una miniserie, cuando parece evidente que tiene prevista una segunda temporada. La serie está producida por DLO Producciones, fundada en 2011 por el productor José Manuel Lorenzo (1959, Pontevedra), y participada desde 2013 por la multinacional francesa Banijay. Actualmente tiene pendiente de estreno La caza. Irati (Movistar Plus+, 2025), la cuarta temporada de la serie que nació en TVE y que ha decidido continuar la plataforma Movistar Plus+.
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Manual para señoritas
Temporada 1 | Ficción, 8x45' | Netflix | ★★☆☆☆ Creada por Gema R. Neira, María José Rustarazo
Escrita por Gema R. Neira, María José Rustarazo, Salvador S. Molina, Paula Fernández, Curro SerranoDirigida por Carlos Sedes, Claudia Pinto |
La última serie del productor Ramón Campos (1975, Noia), tras el éxito de El Caso Asunta (Netflix, 2024), es una comedia romántica decimonónica que tiene algo de la estética de La crónica francesa (Wes Anderson, 2021) y mucho de la tontería narrativa de Los Bridgerton (Netflix, 2020-). De forma que, para alejarse del relato tradicional, introduce todos los recursos anacrónicos posibles que le proporcionen dinamismo: textos en pantalla, música contemporánea, ruptura de la cuarta pared y doble narración en off, de manera que parece tan ensimismada en tratar de mantener un ritmo constante que se olvida de construir personajes con cierta complejidad. Manual para señoritas (Netflix, 2025) también quiere recuperar el tono de Las chicas del cable (Netflix, 2017-2020), que fue el primer gran éxito de Ramón Campos en Netflix y la primera serie española producida por la plataforma norteamericana, pero con un carácter más desenfadado. Podríamos continuar encontrando referencias en esta serie porque son interminables, pero entre tanta paja hay una historia de amor que resulta clara desde el episodio Lección I: Prohibido enamorarse (T1E1) entre Elena, una escasamente divertida Nadia de Santiago, y el caballero Santiago, interpretado por Álvaro Mel, que parece creer que darle ritmo a una escena consiste en hablar lo más rápido posible. El problema es que, en realidad, las escenas no tienen un ritmo interno, lo que algunos llaman el latido de la historia, y por tanto los numerosos elementos externos no pueden evitar un tono languideciente. Como en Hello, Dolly! (Gene Kelly, 1969), ya estamos otra vez con las referencias, la protagonista es una casamentera que está encargada de encontrar marido a las tres hijas de Pedro Mencía (Tristán Ulloa), pero ella a su vez no puede evitar enamorarse del pretendiente de Cristina (Usa Montalbán), una de las hijas. Lo que podría haber sido una hábil comedia de enredos, se ve perjudicada por la intención constante de introducir anacronismos en algunos casos bastante ridículos, como el comienzo del episodio Lección II: No contar mentiras (T1E2) con la canción "Locomía" (1989). Hay algunos aspectos interesantes en la serie que está ambientada en 1880, principalmente en su concepción formal, a través del reflejo de un Madrid decimonónico que le da la mano a los comienzos del siglo XX a través de su arquitectura modernista, representada por los edificios utilizados del Recinto Modernista de Sant Pau, en Barcelona, aunque también se han rodado exteriores en Aranjuez y la Granja de San Ildefonso, que está muy presente últimamente en otras series españolas como La vida breve (Movistar Plus+, 2025).
Hay que reconocer el esfuerzo de la producción española por evitar la utilización de CGI o platós virtuales en favor del rodaje en escenarios naturales que muestran nuestro patrimonio, lo que evidentemente proporciona una textura a los escenarios que difícilmente se puede reproducir de una manera virtual. También destaca el vestuario de Pepe Reyes, uno de los especialistas en series de época como Un asunto privado (Prime Video, 2022), La Catedral del mar (atresplayer, 2018) o Isabel (RTVE Play, 2011-2014), lleno de un colorido que está inspirado en las pinturas impresionistas de Renoir y Monet. El diseño de vestuario no pretende adecuarse a la época sino construir una estética propia, vitalista y optimista, casi como un cuento que recuerda a Alicia en el país de las maravillas (Tim Burton, 2010), aunque a veces la puesta en escena se siente algo recargada con tantos macarrones rosas y verdes en la mesa. El problema de Manual para señoritas es que se arriesga a crear una dinámica de sentido del humor facilón que es difícil equilibrar para que no llegue a resultar infantil, y en este caso no consigue frenar antes de traspasar la línea que la separa de la simple bobería. Siendo plenamente consciente de la inevitable referencia a Los Bridgerton, o quizás nacida de ahí precisamente, esta serie trata de diferenciarse en lo visual y en el tono desenfadado, pero nunca puede evitar caer en los recursos tradicionales y parecerse por momentos a una serie diaria, quizás porque últimamente en España solo se ruedan series diarias de época. Pero a pesar de que su reflejo modernista consigue darle una textura particular, el armazón es demasiado endeble y rutinario, los actores son poco adecuados para este tipo de comedia y el resultado acaba siendo insípido. La serie tiene todas las características de su productora Bambú Producciones, participada por el grupo francés Studiocanal, que recientemente ha conseguido éxitos con series diarias como La promesa (RTVE, 2023-) y Valle salvaje (RTVE, 2024-), y actualmente tiene en producción la película Rondallas (Daniel Sánchez Arévalo, 2026) y el true crime La viuda negra (Carlos Sedes, 2025), basada en el crimen de Patraix, que se estrenará en mayo en la plataforma Netflix.
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Punto Nemo
Miniserie | Ficción, 6x45' | Prime Video | ★☆☆☆☆ Creada por Daniel Martín Sáez de ParayueloDirigida por Denis Rovira |
El Polo de inaccesibilidad del Pacífico, también conocido como Punto Nemo, es el lugar del mar más alejado de cualquier tierra firme y toma su nombre como homenaje al personaje creado por Jules Verne en sus novelas 20.000 leguas de viaje submarino (1870, Ed. Blume Naturart) y La isla misteriosa (1875, Ed. Cátedra). Toda la región alrededor del Punto Nemo es bien conocida por las agencias espaciales, que la denominan oficialmente "Zona Deshabitada del Pacífico Sur", y la han venido utilizando como vertedero espacial, con más de un centenar de objetos desmantelados, como fragmentos de satélites y de la estación espacial Mir. A este lugar llega una expedición oceanográfica en el buque Pentonkontors, capitaneado por Máximo (Óscar Jaenada) con una tripulación que mezcla a miembros de las fuerzas armadas y tripulantes civiles científicos, aunque pocos de ellos tienen aspecto de serlo realmente. Después del ataque de unos piratas poco preparados, el buque se adentra en una tormenta para evitar ser perseguidos, arrastrándoles hacia el Punto Nemo que, a pesar de ser el lugar más alejado de tierra firme, se encuentra cerca de una isla. Durante mucho tiempo se creyó que la zona podía habitar criaturas extrañas, aunque el oceanógrafo Steven D'Hondt, de la Universidad de Rhode Island, ha descartado que en el Punto Nemo se den las condiciones para que haya mucha diversidad de especies, dada su situación en medio de una enorme corriente giratoria, que la convierten en "la región menos biológicamente activa del océano en el mundo", según Steven D'Hondt. Otra cosa es la inspiración del guionista Daniel Martín Sáez de Parayuelo (1975, Madrid), que ha imaginado en la isla una especie de estación militar rusa para el estudio de algunas criaturas extrañas. La llegada de la tripulación del Pentonkontors ofrece todas las posibilidades para construir una historia de ciencia-ficción y terror que a veces se parece a The head (Max, 2020-2025) y otras veces a Perdidos (Disney+, 2004-2010), pero sin conseguir ser demasiado relevante. El creador fue también responsable de la interesante Matadero (atresplayer, 2019) y co-guionista del largometraje Las olas (Alberto Morais, 2011), pero en este caso pierde el tono tratando de mezclar tantos elementos que termina siendo bastante ridícula, y solo si se contempla como una comedia no pretendida puede tener algo de interés.
El problema principal es que Punto Nemo (Prime Video, 2025) se toma demasiado en serio a sí misma, y la escasa habilidad del director Denis Rovira para crear tensión se une a la incapacidad de un reparto formado por algunos intérpretes con pocos recursos, como Maxi Iglesias, Michelle Calvó o Alba Flores, pero que parecen convencidos de la importancia de unos personajes superficiales y sin apenas trasfondo. Denis Rovira, director de la película La influencia (2019), también realizó la mayor parte de los episodios de la segunda temporada de Bienvenidos a Edén (Netflix, 2022-2023), con la que podríamos encontrar más de un punto en común. Pero esta serie sufre el mal de la trascendencia que tienen algunas producciones españolas, que consiste en creerse tan dramática que no transmite dramatismo por ninguna parte, perdiendo el tiempo en tratar de sorprender con algunos giros que pueden ser inesperados (unos más que otros), pero acaban entregándose a unos efectos visuales más mediocres de lo que se esperaría en una producción de 8 millones de euros, y en última instancia incapaces de elevar el tono irregular de la historia. Hay una aparición tan breve como irrelevante de Najwa Nimri, que parece la madrina de todas las series españolas que pretenden tener una proyección internacional, pero el esfuerzo del creador, que hay que reconocer, por abordar otros géneros menos habituales en la ficción española termina siendo vacío y fallido. La serie se rodó en la playa de Canelas (Galicia) y parte de Madeira, pero sobre todo consiguió permiso para rodar por primera vez en las instalaciones militares de San Vicente do Mar. Está producida por la compañía gallega Ficción Producciones, que también es la responsable de Operación Marea Negra (Prime Video, 2022-2024), en colaboración con la FORTA, donde se está emitiendo actualmente, y la productora portuguesa Ukbar Films. En Portugal se transmite tanto en Prime Video como en la televisión pública RTP, mientras que las ventas internacionales corren a cargo de Mediterráneo, filial de Mediaset, fuera de los territorios de España y Portugal.
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Sala Polivalent
Miniserie | Ficción, 6x25' | 3Cat | ★★★★☆ Escrita por Joan Yago, Israel SolàDirigida por Joan Yago, Israel SolàVersión en catalán con subtítulos en castellano
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La incursión del grupo teatral La Calòrica al mundo audiovisual no es nueva, encargándose del episodio Snegovik (T1E1) de la serie Incidents (3Cat, 2022), en la que cuatro compañías teatrales catalanas trasladaban al formato serie historias creadas por ellos mismos con las características habituales de sus puesta en escena. El episodio se centraba en una crisis diplomática surgida alrededor de un barco cargado con toneladas de gas, estableciendo las dinámicas conflictivas que caracterizan a las propuestas teatrales de la compañía que surgió en 2010 a partir de la colaboración entre un grupo de alumnos del Instituto del Teatro de Barcelona. Pero en Sala Polivalent (3Cat, 2025) tienen la oportunidad de desarrollar a lo largo de seis episodios diferentes historias que tienen lugar en un Centro Cívico donde, a pesar de su nombre, las situaciones conflictivas son habituales. Son episodios autoconclusivos que se desarrollan todos en el mismo espacio y que pueden recordar en su concepto a la serie británica Inside Nº 9 (Filmin, 2014-2024), no tanto por el género que se aborda, sino por la idea de unos relatos que van escalando en tensión progresivamente, incluso llegando a un desenlace algo sangriento como en Tècniques de supervivència i preparacionisme (T1E1), que posiblemente es el que más se pueda asemejara a la serie de Steve Pemberton y Reece Shearsmith. Esta primera entrega se desarrolla durante un taller de supervivencia en el que Irati, una mujer embarazada, no termina de integrarse del todo, aunque su objetivo es precisamente alejarse de todos y criar a su bebé en una casa en la montaña. "¡La gente es insoportable! Pero al final es lo que tenemos", dice Andreu (Aitor Galisteo-Rocher), mientras Maite (Júlia Truyol) trata de sacar algo del espíritu de resistencia de sus alumnos. Cada episodio termina en un conflicto entre los personajes, como en Iniciació a la ceràmica (T1E4), en el que durante un taller de cerámica se reflejan las diferencias de pareja entre Íngrid (Júlia Truyol) y Fran (Xavi Francés), que está rodado en un plano secuencia, lo que muestra también cierta vocación de hacer uso de los recursos narrativos audiovisuales para escapar de la teatralidad que puede suponer la utilización de un solo escenario.
Los temas que aborda la serie intentan ser amplios abordando los conflictos internos en determinados círculos, como las diferentes percepciones dentro de la comunidad LGTIBQ+ en Voguing (T1E2), o las distintas formas de afrontar la paternidad en Ludoteca per a infants i famílies (T1E5), uno de los más divertidos en el retrato de esos padres hippi-progres muy característicos de la sociedad catalana, como ya reflejó Aina Clotet en Esto no es Suecia (RTVE Play/3Cat, 2023). Pero los episodios más interesantes son los que abordan reflexiones sobre la propia creación, como Trobada de fans "L'hora d'en Puki" (T1E3), en el que se produce un encuentro de aficionados a un antiguo programa de televisión que ha congregado a menos seguidores de los que se esperaba. Además, la intervención de una periodista cuestiona la ética de determinados comportamientos de la estrella del programa, Puki (Aitor Galisteo-Rocher), reflejando un exagerado cambio de perspectiva más contemporáneo. O el episodio final, Nit d'estrena (T1E6), en el que se representa la obra musical "L'illa dels dinosaures" que se ha venido anunciando durante el resto de los episodios, y que se enfrenta a algunos conflictos de derechos de autor. Pero mientras los participantes en la obra tienen preocupaciones más o menos superficiales, la limpiadora habla con una amiga a través del móvil de problemas más reales que tienen que ver con el duelo y la forma de comenzar de nuevo a vivir tras una pérdida, introduciendo a las estupendas Roser Batalla y Francesca Piñón como invitadas en los personajes centrales. Sala Polivalent (3Cat, 2025) a veces tiene problemas para escapar de la órbita teatral y trazar una narrativa mucho más audiovisual, algo que consiguen otras series de escenarios únicos a través del tratamiento visual y de la propia escritura. Pero aunque se sienta como una extensión más que como una obra autónoma, consigue abordar reflexiones en clave de humor en torno a la sociedad y su vida en comunidad. La serie está producida por Filmax, veterana productora barcelonesa que acaba de estrenar en cines Parenostre (Manuel Huerga, 2025), sobre el legado político-corrupto de Jordi Pujol. La corporación audiovisual catalana ha estrenado Sala Polivalent solamente en su plataforma 3Cat, pero con proyección internacional, eliminando el geobloqueo y con subtítulos en varios idiomas, aunque a través de una herramienta de inteligencia artificial que en castellano suele dar traducciones bastante mediocres.
La viuda negra se estrena en Netflix el 30 de mayo.
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Películas mencionadas:
Woody & Woody se puede ver en Filmin y Filmzie.
Psicosis y Hello, Dolly! se pueden ver en Filmin.
Matria se puede ver en Rakuten TV.
La crónica francesa y Alicia en el país de las maravillas se pueden ver en Disney+.
Las olas se puede ver en Disney+, Filmin y Netflix.
La influencia se puede ver en Netflix.