27 enero, 2017

Análisis: Nominaciones Oscar 2017

La Academia de Hollywood planteó este año un cambio significativo en la presentación de sus nominaciones al Oscar, eliminando la presencia física de actores o actrices en una sala de prensa, y haciéndola mucho más sobria en su retransmisión en streaming, acompañándola de entrevistas a actores y actrices que han vivido una nominación, y hasta con un intermedio en el que pudimos ver por primera vez el trailer oficial de la ceremonia de los Oscar. A algunos les ha parecido una forma fría y distante de dar cobertura a las nominaciones, pero hay que reconocer que ha resultado mucho más clara y concisa, aunque ciertamente se echaron en falta esos aplausos de los periodistas que marcaban las alegrías y decepciones con los finalistas finalmente seleccionados. Y no faltaron algunos fallos polémicos, que la cadena de televisión ABC se atribuye a sí misma, cuando aparecieron en la página web los nombres de Amy Adams y Tom Hanks como nominados, lo que ha despertado ciertas sospechas de algunos medios de comunicación respecto a las votaciones. 

En todo caso, en el cómputo general están todas las películas que ya venían apareciendo en las quinielas sin grandes sorpresas, con la excepción de la práctica ausencia de Animales nocturnos, el film de Tom Ford que aparecía destacada en algunas quinielas. Las 14 nominaciones de La ciudad de las estrellas (Damien Chazelle, 2016) igualando los récords de Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz, 1950) y Titanic (James Cameron, 1997) la sitúan en el limbo de las grandes películas de los Oscar, y por definición en la gran favorita de la ceremonia que se celebrará el 26 de febrero. La pregunta es si finalmente los académicos decidirán otorgar el respaldo total a este musical que se refleja en el Hollywood clásico (y ahí puede tener su principal ventaja), o bien deciden repartir los galardones para reconocer, al menos, a tres películas cuyos valores cinematográficos, todo sea dicho, están por encima: Moonlight (Barry Jenkins, 2016) y La llegada (Denis Villeneuve, 2016), empatadas a 8 nominaciones y Manchester frente al mar (Kenneth Lonergan, 2016), con 6 nominaciones.

La película de Denis Villeneuve ha sido la más damnificada en estas edición, porque se le han "usurpado" tres nominaciones que deberían haber sido seguras: la de mejor banda sonora (descalificada injustamente por la utilización del tema "On the nature of daylight" de Max Richter como apertura y cierre, a pesar de que la música original ocupa el 80% de la película), la de Mejor Actriz, con la sorprendente ausencia de Amy Adams, y la de Mejores Efectos Visuales. De forma que, en justicia, debería haber tenido al menos 11 nominaciones.

En este cómputo global, destaca la presencia de Comanchería (David Mackenzie, 2016), ese thriller vigoroso que, si bien consigue colarse entre las nominadas a Mejor Película, no logra que su director, principal responsable de la fortaleza de un film ejemplar (con permiso del guionista y Jeff Bridges) acabe siendo nominado.


Pero la mayor sorpresa han sido las 6 nominaciones de Hasta el último hombre (Mel Gibson, 2016), que empata con Manchester frente al mar. Mientras ésta ya era favorita entre las destacadas, el film de Mel Gibson no había conseguido hasta el momento premios importantes, exceptuando las nominaciones a los Globos de Oro. El actor y director regresaba a Hollywood tras una larga ausencia, en cierto modo forzada por una serie de declaraciones desafortunadas, y ha protagonizado lo que ya denominan los medios norteamericanos como "la redención de Mel Gibson".

Películas: La taquilla no es importante

Una de las características de estas nominaciones es la casi ausencia de títulos realmente taquilleros entre las películas nominadas en la categoría principal. Como indica Los Angeles Times, ninguna de las nominadas como Mejor Película ha conseguido superar la barrera psicológica de los 100$ millones en taquilla (hablando solo del rendimiento en los Estados Unidos), circunstancia que únicamente se ha producido una vez en los últimos 10 años (concretamente en 2015). Lo curioso es que la Academia de Hollywood decidió ampliar en 2011 el número de películas con posibilidad de estar nominadas (de 5 a 10), precisamente para dar cabida a títulos destacados no solamente por su calidad sino también por su carrera comercial.

Por eso una de las sorpresas de estas nominaciones ha sido la no inclusión de Deadpool (Tim Miller, 2016), a pesar del respaldo que le dieron los Globos de Oro e incluso la PGA, la Asociación de Productores de Hollywood, más aún cuando no han sido 10, sino 9 las películas nominadas este año.


En todo caso, solo La ciudad de las estrellas (que acumulaba hasta el pasado fin de semana 89.7$ millones), Figuras ocultas (83.7$ millones) y La llegada (95.7$ millones acumulados pero ya con su carrera comercial casi terminada) son las únicas películas que podrían rebasar los 100$ millones este fin de semana. En el otro lado, títulos como Moonlight (15.8$ millones) o Lion (16.3$ millones) pueden verse aupados en taquilla gracias a sus nominaciones.

Este año se produce además una circunstancia a tener en cuenta frente a la actual tendencia de distribución. Por primera vez está nominada a Mejor Película un film distribuido por una plataforma digital, Amazon Studios, que consigue colocar Manchester frente al mar entre los títulos destacados. En este sentido, Amazon le gana la partida a Netflix, que ya intentó el año pasado que su largometraje Beasts of no nation (Cary Joji Fukunaga, 2015) se colara en los Oscar, sin conseguirlo. 

Actrices: Una de cal y otra de arena

En los apartados interpretativos no ha habido grandes sorpresas, pero sí nos hemos encontrado con alguna alegría inesperada y alguna decepción notable. En la parte positiva, la inclusión de la francesa Isabelle Huppert en el quinteto de las nominadas gracias a su espléndido trabajo en Elle (Paul Verhoeven, 2016). Decíamos en anteriores posts que la distribuidora había realizado una intensa campaña para que, al menos, la actriz tuviera posibilidades después de que la película fuera descabalgada de la shortlist en la categoría de Films Extranjeros. Y que lo tenía difícil dado que muchos académicos reconocían no haberla visto por ciertos prejuicios en cuanto al tratamiento del abuso sexual. El papel, rechazado según Paul Verhoeven por numerosas actrices de Hollywood, se ha convertido en uno de los que mayores alegrías ha dado a la veterana actriz francesa, que logró el premio de interpretación en el Festival de Cannes y en los Premios del Cine Europeo, es la favorita en los Premios César y ha sido premiada también por las más relevantes asociaciones de críticos en estados Unidos, como los Globos de Oro. Con este bagaje a sus espaldas, hubiera sido una injusticia no alcanzar la nominación.

También resulta positiva la presencia de Ruth Negga por su trabajo en Loving (Jeff Nichols, 2016), sobre todo porque es la única nominación que reconoce esta historia de amor interracial (resulta incomprensible que no esté nominado Joel Edgerton, la otra parte de la relación). En todo caso, al menos se reconoce un trabajo excelente para un film que hubiera merecido mejor tratamiento.

En la parte negativa, la ausencia de la actriz Amy Adams, una de las que partía como favorita por estar presente, además, en dos de películas destacadas en la carrera previa hacia el Oscar: La llegada (Denis Villeneuve, 2016) y Animales nocturnos (Tom Ford, 2016). Este año la actriz ha demostrado su capacidad para resolver personajes complejos, y su ausencia resulta inexplicable.

En todo caso, la categoría de Actriz Principal parece tener dos principales contendientes: Emma Stone y Natalie Portman. A la primera le beneficiará el huracán La la Land, y a la segunda no le vienen bien las escasas 3 nominaciones de Jackie (Pablo Larraín, 2016) y su ausencia de las categorías principales, pero su precisa construcción de un personaje difícil como el de Jackie Kennedy en los momentos inmediatamente posteriores al asesinato del presidente, le harían merecedora de su segundo Oscar.

Entre las Actrices de Reparto, la lista no ha sufrido grandes sorpresas respecto a las quinielas, y no está muy clara la favorita, especialmente entre la resucitada Nicole Kidman (Lion) y la cuatro veces nominada Michele Williams (Manchester frente al mar), con un personaje que, aunque ocupa escasamente 11 minutos en pantalla, desprenden en cada breve escena una fuerza emocional sobresaliente. Sin embargo, la principal apuesta está entre Octavia Spencer por su apreciado trabajo en la convencional Figuras ocultas (Theodore Melfi, 2016), pero recordemos que ya tiene un premio de la Academia por Criadas y señoras (Tate Taylor, 2011), y sobre todo Viola Davis, espléndida en Fences (Denzel Washington, 2016), que ya ha sido nominada en dos ocasiones anteriores sin conseguir el premio.

Actores: pocas sorpresas

Los cinco actores finalistas en la categoría de protagonistas ya tenían su asiento reservado para la ceremonia de los Oscar. Entre ellos, Ryan Gosling tiene la ventaja de formar parte de La ciudad de las estrellas, pero es a Casey Affleck (Manchester frente al mar) hacia el que se dirigen todas las miradas. Mientras su hermano Ben Affleck acapara nominaciones a los Razzies por Batman v. Superman, y se da de bruces contra la taquilla con su última película como director, Vivir de noche (Ben Affleck, 2016) Casey Affleck encuentra en su segunda nominación la oportunidad de conseguir su primer Oscar gracias a uno de esos personajes de pesada carga emocional que sabe construir con talento.

La mayor sorpresa se ha producido en la categoría de Actores de Reparto, en la que ya se predecía la presencia de uno de los intérpretes de Animales nocturnos. El joven Aaron Taylor-Johnson logró el Globo de Oro y una nominación al BAFTA, por lo que parecía encaminado a los Oscar, pero los académicos han decidido reconocer el trabajo de  Michael Shannon, única nominación de la película de Tom Ford. Se da la circunstancia de que con su anterior film, Un hombre soltero (Tom Ford, 2009) también se tuvo que conformar con una sola nominación a Mejor Actor Principal, en aquella ocasión para Colin Firth.

Aunque en esta categoría la principal disputa se va a producir entre la veteranía de Jeff Bridges (Comanchería) y la madurez de Mahershala Ali (Moonlight), siempre que el jovencísimo Lucas Hedges (Manchester frente al mar), hijo del director y guionista Peter Hedges, no sorprenda finalmente gracias a un personaje que borda.

Música y canciones: todo está dicho

Lo primero que hay que decir es que sería muy sorprendente (y diríamos que injusto) que el espléndido trabajo de Justin Hurwitz no se llevara de calle los Oscar a Mejor Banda Sonora y Mejor Canción. Porque sin duda es lo más destacado de una película que tiene sus virtudes y sus defectos, pero que brilla especialmente en el terreno musical, con ese aire al cine de Jacques Demy.

Dicho esto, las mayores sorpresas han sido la ausencia de John Williams (Mi amigo el gigante) y la inclusión de Thomas Newman (Passengers). El primero parecía tener plaza reservada sine die en los Oscar, y aunque su último trabajo no está entre sus creaciones más destacadas, es el profesional con mayor número de nominaciones, cincuenta, y casi todos sus trabajos en los últimos años han estado a las puertas del Oscar.

La nominación del segundo no la esperaba nadie, y en todo caso hubiera sido más justo reconocer su ecléctica banda sonora para Buscando a Dory (Andrew Stanton, Angus MacLane, 2016), mucho más interesante que la de Passenger, un trabajo que cae en ciertos lugares comunes del compositor.  Pero, a pesar de sus ya catorce nominaciones sin haber logrado el Oscar, no parece que este sea el año que lo consiga.

Nos alegra especialmente la nominación para una artista singular, Mica Levi, por su denso y complejo trabajo para la película Jackie (Pablo Larraín, 2016), una creación que transporta la música hacia un nivel psicológico, y que la colocan ya entre las pocas mujeres compositoras nominadas a un Oscar, junto a Rachel Portman, (un Oscar y dos nominaciones) y Anne Dudley (un Oscar). Mica Levi debutó hace solo tres años en el cine con la magnífica banda sonora de la película independiente Under the skin (Jonathan Glazer, 2013) y ahora se sitúa de forma destacada en la industria de Hollywood gracias a su primera nominación.   

En el apartado de canciones, es curiosa la inclusión del tema "Can't stop the feeling", escrito e interpretado por Justin Timberlake para la película Trolls (Walt Dohrn, Mike Mitchell, 2016), que fue elegida por la revista Times como la peor canción del año. Más lógica resulta la nominación de un tema de la película de animación Vaiana (Ron Clements, Don Hall, 2016), compuesta por Lin-Manuel Miranda, el responsable del gran éxito de Broadway Hamilton.

Pero la mayor sorpresa ha sido la canción "The empty chair", interpretada por Sting para el documental de HBO Jim: The James Foley story (Brian Oakes, 2016), "ese documental que nadie ha visto", según afirman maliciosamente algunos medios norteamericanos, que repasa el trabajo del periodista asesinado por el ISIS en 2014. Se trata de la tercera nominación para J. Ralph y la cuarta para Sting.

Entre las ausencias, la más destacada es la de Pharrell Williams por sus canciones para Figuras ocultas, que tienen una destacada importancia en el desarrollo de la historia, aunque consigue su primera nominación como productor de la película. Y nos decepciona especialmente no encontrar ni rastro de otro de los musicales destacados de este año, el maravilloso homenaje retro Sing Street (John Carney, 2016), que debiera haber tenido mayor reconocimiento, al menos para alguna de sus espléndidas canciones. 

La redención de Mel Gibson

Desde que consiguiera dos Oscar por Braveheart (Mel Gibson, 1995) hace 21 años, Mel Gibson no había vuelto a estar nominado. Y además, desde hace una década estaba condenado a cierto ostracismo, aunque él mismo afirma que siempre ha estado trabajando en diversos proyectos. Ciertas declaraciones y actitudes misóginas y racistas (incluida la filtración de una llamada telefónica a su exmujer con comentarios sexistas), pero sobre todo algunas salvajadas antisemitas como aquella que soltó mientras le arrestaban por conducir borracho: "Putos judíos. Los judíos son los responsables de todas las guerras del mundo", provocaron un destierro forzoso que ahora parece haber acabado (porque en Hollywood se puede ser misógino, racista, homófobo y hasta hijo de puta, pero a los judíos que no los toque nadie).

Y aunque los productores de Hasta el último hombre siempre han mostrado su apoyo al director, lo cierto es que evitaron convenientemente presentarse en "territorio enemigo" como el Festival de Nueva York y el Festival de Toronto, y tuvo su puesta de largo en "campo neutral", el Festival de Venecia, donde recibió 10 minutos de aplausos. La distribuidora ha diseñado una inteligente campaña de "redención" que ha llevado a Mel Gibson a todos los medios de comunicación que reclamaban su presencia, sin evitar hablar de aquellas declaraciones pasadas, lo que le ha catapultado hasta conseguir las 6 nominaciones.

Palabras más allá de la muerte

Las circunstancias han llevado al dramaturgo August Wilson, autor de la obra teatral escrita en 1983 en la que se basa la película Fences (Denzel Washington, 2016), a estar nominado al Oscar 12 años después de su muerte. August Wilson siempre quiso llevar a la pantalla su obra de teatro, y de hecho escribió el guión en los años 90, pero ningún productor quiso cumplir una de las principales condiciones del autor, que el director fuera negro. Así que hasta que Denzel Washington no se puso detrás de la cámara (tras su exitoso paso por Broadway, donde Fences fue interpretado también por Washington y Davis, que lograron los premios Tony), la obra no se convirtió en película. Y la nominación póstuma le ha llegado 12 años después.

Aunque tiene posibilidades, el Oscar por el Guión Adaptado debería ser para Barry Jenkins, que construyó una historia original solo inspirada en lo que no era más que un boceto de obra teatral escrito por Tarell Alvin McCraney (que comparte nominación). Muchos hubieran querido que Barry Jenkins estuviera nominado en la categoría de Guión Original, pero quizás la decisión de presentarse en Guión Adaptado le puede beneficiar, porque en la anterior las predicciones le dan el Oscar a La ciudad de las estrellas.

El guión de Damien Chazelle es, con diferencia, lo menos interesante de su película y su nominación no es merecida. Pero será difícil que otra película le arrebate el Oscar en la categoría de Guión Original, a pesar de tener como contrincantes a trabajos destacados como los de Comanchería (de Taylor Sheridan , no de los guionistas más notables del momento, autor del guión de Sicario (Denis Villeneuve, 2015)) o Manchester frente al mar, del veterano Kenneth Lonergan, que consigue con ésta su cuarta nominación.

Animación desanimada

El aumento en la producción de títulos de animación estrenados este año ha jugado una mala pasada a Pixar, que no ha logrado que la esperada secuela de Buscando a Nemo (Andrew Stanton, Lee Unkrich, 2003) haya conseguido ni siquiera la nominación a Mejor Película de Animación. Pero la competencia entre varios títulos de la misma productora ha dividido los votos y al final la que ha salido perdiendo ha sido la película más propiamente Pixar, Buscando a Dory, en favor de la nominación de dos títulos con un perfil más Disney: Vaiana (Ron Clements, Don Hall, 2016) y Zootrópolis (Bryan Howard, Rich Moore, 2016). 

Sin embargo, la película destacada en estas nominaciones es Kubo y las dos cuerdas mágicas (Travis Knight, 2016), un excelente ejercicio de fusión entre stop-motion y animación tradicional que demuestra una vez más que el estudio Laika ha tomado el relevo del mejor Pixar en la creación de películas de animación novedosas y más adultas. Kubo y las dos cuerdas mágicas consigue además una nominación en la categoría de Mejores Efectos Visuales, algo que solo había conseguido hasta la fecha Pesadilla antes de Navidad (Henry Selick, 1993), aunque aquella no logró ser nominada en el apartado de animación. 

#OscarsSoWhite vs. #OscarsSoMale

El año pasado la rabieta de Jada Pinkett-Smith por no ver a su marido, Will Smith, nominado al Oscar provocó una campaña de boicot hacia unos premios que no daban cabida a los profesionales de raza negra en las nominaciones. La campaña tuvo escaso seguimiento en cuanto a los invitados a la ceremonia, incluido el presentador Chris Rock, que lanzó algunos dardos críticos contra la esposa de Will Smith. Pero sí provocó un debate dentro de la propia Academia de Hollywood, que viene tratando desde hace 10 años de ampliar el perfil de sus miembros para que deje de ser visto como predominantemente blanco, octogenario y heterosexual, con la invitación a nuevos miembros más jóvenes y de amplia diversidad, a que formen parte de ella y participen en las votaciones. 

Lo que demuestra la importante presencia de artistas y profesionales de raza negra en las nominaciones de este año es que, cuando hay una producción destacada de títulos que reflejan la diversidad afroamericana, los Oscar tienen cabida para ellos. Películas como Fences, Moonlight, Figuras ocultas o Loving no solo contienen temáticas en torno a la lucha por el reconocimiento de la diversidad (racial o sexual), sino que están realizadas por profesionales afroamericanos asentados en la industria. Siete actores y actrices de color son finalistas entre las 20 nominaciones de interpretación, y tres de los cinco documentales finalistas tratan la temática racial: Enmienda XIII, I am not your Negro y O.J.: Made in America, todos ellos dirigidos por afroamericanos, al igual que Life, animated.

Así que este año, solventado el tema racial (relativamente, porque a los profesionales de raza negra poco les importa la escasa presencia latina en las nominaciones, solo representada por Lin-Manuel Miranda), las miradas están puestas en la ausencia prácticamente total de mujeres cineastas. Y aunque es cierto que solo la directora de Enmienda XIII, Ava DuVernay, representa a las mujeres realizadoras, parece un ejercicio de rizar el rizo cuando realmente no ha habido títulos destacados dirigidos por mujeres en 2016. 

El cine extranjero salpica las nominaciones

No ha habido tampoco grandes sorpresas entre las películas nominadas a Mejor Film de Habla no Inglesa, exceptuando la ausencia de la canadiense Solo el fin del mundo (Xavier Dolan, 2016) o la noruega The King's choice (Erik Poppe, 2016), que en las últimas semanas sonaba con fuerza para las nominaciones. La presencia escandinava, sin embargo, es notable, con la nominación de la danesa Land of mine (Bajo la arena) (Martin Zandvliet, 2016) y la sueca Un hombre llamado Ove (Hannes Holm, 2016), que además consigue otra nominación a Mejor Maquillaje.

Como ya comentamos en nuestro post dedicado a la shortlist de Películas Extranjeras, el Comité de Dirección se reserva la inclusión de tres de los nueve títulos seleccionados. Las tres películas no elegidas por los miembros de la Academia, pero sí por el Comité de Dirección este año han sido la alemana Toni Erdmann (Maren Ade, 2016), la australiana Tanna (Martin Butler, Bentley Dean, 2015), una bella historia de amor a lo "Romeo y Julieta" en una tribu aborígen, y la iraní El viajante (Asghar Farhadi, 2016), que ya logró el Oscar por Nader y Simin, una separación (Asghar Farhadi, 2011), por la que también estuvo nominado a Mejor Guión Original. 

El año pasado, la ganadora del Oscar, El hijo de Saúl (László Nemes, 2015), también fue incluida por el Comité de Dirección entre sus tres propuestas. Y este año el humor bizarro de Toni Erdmann tiene todas las papeletas para llevarse el Oscar. Por lo que nuevamente se pone en duda el sistema de votación de las películas nominadas en la categoría de Mejor Film de Habla no Inglesa, excesivamente influenciadas por los gustos del Comité de Dirección por encima de las votaciones de los miembros de la Academia, sean o no acertadas.  


Lo que sí destaca en esta edición es la presencia de películas extranjeras a lo largo de varias de las categorías: ahí está la nominación de Isabelle Huppert a Mejor Actriz por la francesa Elle (Paul Verhoeven, 2016); la de Yorgos Lanthimos y Efthimis Filippou a Mejor Guión Original por la griega Langosta (Yorgos Lanthimos, 2015); la de la suiza La vida de Calabacín (Claude Barras, 2016) y la holandesa-japonesa La tortuga roja (Michael Dudok De Wit, 2016) a Mejor Película de Animación; la de la italiana Fuego en el mar (Gianfranco Rosi, 2016) a Mejor Documental; la de Eva von Bahr y Love Larson a Mejor Maquillaje por la sueca Un hombre llamado Ove (Hannes Holm, 2016), que ya consiguieron una nominación en la misma categoría el año pasado por El abuelo que saltó por a ventana y se largó (Felix Herngren, 2013); y por supuesto la presencia del español Juanjo Giménez con su cortometraje Timecode.

Se trata, por tanto, de una edición de los Oscar que apuesta por la diversidad, en lo que ha sido calificado por algunos medios de comunicación norteamericanos como los "Oscar de Obama", frente a la política proteccionista que ya comienza a desarrollar el nuevo presidente, Donald Trump. 





Enmienda XIII se puede ver en Netflix España
O.J.: Made in America se puede ver en Movistar+
Timecode se puede ver en Movistar+ y Filmin

Lion se estrena hoy en España

Manchester frente al mar se estrena el 3 de febrero
Moonlight se estrena el 10 de febrero
Jackie se estrena el 17 de febrero
Fences y La vida de Calabacín se estrenan el 24 de febrero
El viajante y Un hombre llamado Ove se estrenan el 24 de marzo
Land of mine (Bajo la arena) se estrena el 5 de mayo



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