12 julio, 2023

Sheffield '23 - Parte 9: Retratos 2

Nuestra penúltima crónica del Sheffield Doc/Fest recupera documentales centrados en retratos de personalidades destacadas que abordan el mundo de la música y el deporte, pero también la obsesión por el true crime en formato podcast, el terrorismo y las adicciones a través de uno de los experimentos audiovisuales más audaces de la programación de Sheffield. 

Wham!

Chris Smith, 2023 | Rhythms | ★★★

Estrenada esta semana en Netflix, el documental de Chris Smith (1970, Estados Unidos) que se presentó mundialmente en Sheffield Doc/Fest presenta un recorrido por la trayectoria del dúo Wham! formado por George Michael y Andrew Ridgeley que se convirtió en un fenómeno mundial gracias a sus canciones rítmicas y un cierto desenfado juvenil. Pero el éxito del dúo solo se mantuvo durante cuatro años y medio, ante la necesidad de George Michael de desarrollarse como un músico más serio y mejor considerado, y ante la comprensión de un Andrew Ridgeley que parecía consciente de que la perspectiva de futuro de su compañero y la suya propia eran radicalmente distintas. Es por eso que Wham! (Chris Smith, 2023) tiene la capacidad de ser al mismo tiempo un reflejo de una formación juvenil y el nacimiento de un músico que tenía cosas que decir a través de su música. "Nunca sentí que mi música me definiera, como George", comenta Andrew Ridgeley, quien vive retirado y publicó el libro Wham!: George & me (2020) sobre este período de su relación de amistad. La existencia de una amplia grabación de entrevistas en las que George Michael hablaba de ese período permite al director establecer una especie de diálogo con la voz de Andrew Ridgeley, de forma que el documental evita las entrevistas y solo utiliza el relato alternando las grabaciones del primero y las declaraciones del segundo. La fortuna además ha permitido acceder a una serie de álbumes de fotos que la madre de Andrew comenzó a elaborar a partir de la primera firma de un contrato discográfico de ambos, cuando todavía no habían alcanzado la fama, junto a numerosos archivos de vídeo que conforman un material excelente no solo sobre el dúo sino también como reflejo de los ochenta. 

Chris Smith ha sido responsable de algunos de los éxitos más notables de Netflix en el género documental, especialmente la producción de la serie Tiger King (Netflix, 2020-2021), la película Fyre (2019), sobre el desastroso festival de música, y la reciente El misterio de Marilyn Monroe: Las cintas inéditas (Emma Cooper, 2022). Pero en este caso consigue ofrecer una mirada de conjunto al mismo tiempo que aborda la compleja personalidad de George Michael, enfrentado a los veinte años al descubrimiento de su sexualidad cuando ya era un joven cantante famoso que era promocionado como un ídolo de quinceañeras. "Nothing looks the same in the light" es una de las canciones introducidas en su primer album, Fantastic (1983), que abordaba precisamente esta confusión sexual, escrita durante su estancia en Ibiza para grabar el videoclip de "Club Tropicana". Fue también el lugar donde le dijo a su amigo de la infancia Andrew Ridgeley que era homosexual, pero sin posibilidad de hacerlo público: "En ese momento quería salir del armario, pero después perdí el valor completamente", comenta la voz de George Michael. Wham! se recrea en la estética nostálgica y las primeras canciones del dúo, en una época en la que Andrew era quien diseñaba la estética del dúo, que ahora nos puede parecer algo kitsch, y daba el principal impulso a la formación musical. 

Tras el éxito masivo de Wham!, la prensa sin embargo seguía burlándose de su aspecto y de sus canciones festivas e irrelevantes, provocando una necesidad cada vez mayor de George Michael por sentirse reconocido como músico. Es también el momento en el que toma las riendas, implicándose en el segundo disco: "Soy productor antes que compositor en muchas ocasiones", comenta, construyendo las canciones en el estudio de sonido más que en la composición. El documental plantea que el desarrollo de George Michael como músico no fue solo algo progresivo porque ya en los inicios había compuesto la significativa canción "Careless whisper", que se convierte en una especie de elemento principal de la narración. Cuando ya habían logrado el éxito como grupo, fueron a Estados Unidos a grabar, contratando al legendario productor Jerry Wexler, responsable de algunos de los éxitos de Aretha Franklin y Ray Charles, y podemos escuchar su versión de "Careless whisper", pero George Michael no estaba satisfecho y decidió controlar él mismo la producción, probando a una decena de renombrados saxofonistas hasta que Steve Gregory aportó esa cadencia sensual y melancólica. El documental Wham! se muestra así como una revelación de la efervescencia artística de George Michael mientras Andrew se retiraba progresivamente de los focos. Pero por el camino hay alguna anécdota significativa sobre cómo su canción navideña "Last Christmas" se vio ensombrecida por el éxito rotundo de la canción "Do they know it's Christmas?" cantada por un grupo de conocidos intérpretes, entre los que también se encontraba George Michael (aunque curiosamente la primera ha quedado con el tiempo más impregnada en el imaginario colectivo). Su reconocimiento llegó con el premio Ivor Novello y con su maravillosa interpretación a dúo con Elton John del tema "Don't let the sun goes down on me" en el concierto Live Aid en 1985. A partir de entonces, era cuestión de tiempo que George Michael volara en solitario. 

STEPHEN

Melanie Manchot, 2023 | Competición Internacional | ★★★

Desde que participara en una instalación creada por la artista alemana afincada en Inglaterra Melanie Manchot (1966, Alemania), Stephen Giddins se ha convertido en el centro de un proyecto posterior que se ha revelado como una de las propuestas más singulares que se han visto en Sheffield. La videoinstalación titulada Twelve (2015) representaba el diálogo que había establecido la artista con doce personas en rehabilitación del abuso de sustancias tóxicas que se encontraban en centros de Liverpool, Oxford y Londres, presentando escenas basadas en sus testimonios y escritos, y rodadas en planos secuencia que hacían referencia a escenas conocidas de películas de Michael Haneke, Béla Tarr, Gus Van Sant y Chantal Akerman. Entre ellos destacaba Stephen Giddins, un joven de 26 años que tenía tendencias suicidas que sin embargo establecía con la cámara una interacción especial, hasta el punto que se inscribió en una escuela de Arte Dramático que poco tiempo después abandonó. Pero de alguna manera STEPHEN (Melanie Manchot, 2023) le devuelve la posibilidad de convertirse en actor protagonizando una historia de ficción que cuenta al mismo tiempo su propia historia, y compartiendo escenario con otros ex-adictos en recuperación y algunos actores profesionales. 

La película abraza su condición meta-cinematográfica con Stephen Giddins viendo el cortometraje Arrest of Goudie (Mitchell & Kenyon, 1901), que muestra el momento del arresto de Thomas Goudie, un banquero de Liverpool que robó 170.000 libras para poder pagar sus deudas en las apuestas. La elección es significativa porque no solo se trataba de un adicto al juego, sino que esta es la primera película de la historia que recrea un true crime, mostrando durante seis minutos, sin intertítulos, algunas escenas de ficción en los escenarios reales donde se produjo la detención. A continuación Stephen realiza algunas pruebas para incorporar al personaje de Thomas Goudie en una supuesta película sobre su experiencia, conformando un ejercicio de metacine que al mismo tiempo conecta con las adicciones que se tratarán a lo largo de esta singular película. La cámara de Melanie Manchot se centra en primeros planos de un protagonista que transmite carisma ante ella, en algunos momentos recreando escenas que remiten a las experiencias reales de Stephen, como en una de ellas en las que él mismo manifiesta: "Me recuerda a las conversaciones que he tenido con mi hermano Karl", que también era adicto. La grabación de estas secuencias sugiere momentos ficticios de la vida de Thomas Goudie, pero manteniendo en muchos momentos un paralelismo claro con la vida real de Stephen Giddins, quien sin embargo parece encontrar justificaciones variadas sobre su adicción a diferentes tipos de estupefacientes, con referencias a las drogas y el alcohol, a partir de una infancia en la que la figura del padre estaba ausente. 

A lo largo de la película parece haber una intención clara de elaborar no solo una narrativa que mezcla realidad y ficción evitando el estilo habitual del falso documental, sino también una destacada manifestación artística que a veces no termina de ajustarse del todo bien con el resto de la historia, especialmente en las secuencias sin diálogos, marcadas por una música industrial pero contundente de Forest Swords, el proyecto musical de Matthew Barnes que utiliza samples atmosféricos, y de The Eye of Time, la formación del músico francés Marc Euvrie, como el de significativo título "Dreams are dead, but will reborn from the ground...". La recreación de coreografías interpretadas por miembros de la compañía de baile Fallen angels, dirigida por un ex-adicto a la heroína, a veces se sienten como añadidos que no encajan en el conjunto, mientras que un plano secuencia de Stephen caminando por la calles mientras se desprende de su ropa y se viste con otra nueva sugiere una transformación del personaje, marcando una línea divisoria cada vez más difusa entre el Stephen Giddins real y el Thomas Goudie ficticio. STEPHEN aborda problemáticas sobre adicciones y enfermedades mentales de una forma diferente, en la que se mezcla el pulso artístico con el ímpetu documental, consiguiendo una conexión especialmente lograda entre realidad y ficción. 

After the bridge

Davide Rizzo, Marzia Toscano, 2023 | Debates | ★★★☆☆

El 3 de junio de 2017, tres jóvenes yihadistas condujeron una furgoneta por el conocido Puente de Londres atropellando a numerosas personas, para posteriormente salir del vehículo con chalecos explosivos para disuadir a la policía y dirigirse a una zona de bares donde apuñalaron con cuchillos a varios transeúntes. En total, el atentado provocó 8 muertos y 48 heridos, hasta que los tres terroristas fueron abatidos por la policía. Uno de ellos era Youssef Zaghba, un joven de veintidós años de origen marroquí pero nacionalizado italiano. Su madre Valeria Collina es una mujer de Bolonia que se casó con Mohammed, un hombre marroquí y se trasladó a Fez para adoptar la religión del Islam, a la que se adhirió bajo el nombre de Khadija, incorporando el niqab que todavía es su prenda habitual. En 2015 decidió no vivir más en Marruecos y regresó a Italia, donde le acompañó su hijo Youssef durante un breve espacio de tiempo. La película After the bridge (Davide Rizzo, Marzia Toscano, 2023), estrenada en el Biografilm Festival que se celebra en su localidad, Bolonia, es un retrato de Valeria Collino, quien desde 2017 es conocida como madre de un terrorista. Ella recuerda que "cuando alguien me dijo que uno de los terroristas era amigo de Youssef, comenzó una de las peores agonías de mi vida". Hasta que las autoridades italianas le confirmaron que su hijo había participado en el atentado y había sido abatido por la policía, y los alrededores de su casa se convirtieron en foco de atención de los medios de comunicación. 

Valeria Collino siempre adoptó una posición de rechazo público al terrorismo yihadista, negándose a asistir al funeral de su hijo en Fez, Marruecos (la primera vez que visita su tumba, una piedra sin nombre ni fechas, está acompañada por las cámaras de este documental). En alguna entrevista ha manifestado que quiso ver las imágenes del atentado pero la policía le sugirió que no lo hiciera, aunque se arrepiente: "En mi mente no hay ningún momento, aunque sea borroso, en el que Youssef apuñale a alguien. Y eso me parece un insulto a las víctimas" (Vanity Fair Italia, 10/6/2023). Quizás por eso acepta el visionado de imágenes de archivo de un joven iraquí que habla delante de la cámara justo antes de cometer un ataque suicida inmolándose con explosivos. Los directores adoptan un acercamiento íntimo a la figura de Valeria Collino, introduciendo elementos poéticos que a veces pueden resultar algo confusos y poco apropiados. El documental mejora cuando aborda la figura de la madre y se acerca a la trayectoria de una mujer que siempre ha abrazado las manifestaciones artísticas y el teatro. Pero las dudas sobre su papel como madre asoman continuamente, preguntándose "en qué medida soy responsable de la transformación de Youssef en un terrorista". 

En 2016, cuando vivía en Italia, Youssef trató de tomar un vuelo desde Bolonia hasta Turquía para llegar a Siria e incorporarse al ISIS. Cuando las autoridades le detuvieron en el aeropuerto italiano, llegó a decir en el interrogatorio "Voy a ser un terrorista". Pero después abandonó Italia y se trasladó a Londres, donde compartió piso con su amigo Gabriel Annouka, artista italo-marroquí que sí afirma en la película que apreció cambios en el comportamiento de Youssef. El problema que tiene After the bridge como documental es que nunca llega realmente a profundizar demasiado en la personalidad de Valeria Collino, más allá del sentimiento de culpa por no haber visto en qué se estaba transformando su hijo. Incluso los monólogos de sus representaciones teatrales se sienten como recursos artificiales para elaborar un sentimiento de intimidad que no alcanza con las propias entrevistas con la protagonista. De forma que desaprovecha parte de sus posibilidades frente a una madre que finalmente tampoco tiene muchas cosas que decir sobre el proceso de contaminación moral de su hijo. 

Citizen sleuth

Chris Kasick, 2023 | Debates | ★★★★☆

Hay una tendencia que principalmente se ha desarrollado en los Estados Unidos hacia la proliferación de podcasts true crime que se basan en investigaciones propias sobre las informaciones que se publican en torno a determinados casos. En España los podcasts true crime como Crímenes ibéricos (Abbcast, 2021-) o Crims (Catalunya Radio, 2018-), que también se convirtió en la serie de televisión Crims (Movistar+, 2020-), son descripciones de casos reales, pero con un tono más periodístico que no pretende sacar conclusiones sino relatar el desarrollo de los hechos. En Citizen sleuth (Chris Kasick, 2023), el director se interesó por una joven podcaster, Emily Nestor, que consiguió trascender el entorno de los Apalaches cuando inició el podcast Mile Marker 181 (2018), que se convirtió en un éxito de audiencia. El título del programa hace referencia al lugar donde fue encontrado en 2011 el cuerpo de la joven de 20 años Jaleayah Davis en lo que la policía calificó como un accidente de tráfico. Pero, animada por su afición a los libros sobre crímenes reales y especialmente a películas como El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991), por su cercanía al lugar donde tuvo lugar el supuesto accidente y por la rumorología y la convicción de la familia de Jaleayah Davis de que se trataba de un asesinato, Emily Nestor decidió investigar por su cuenta y lanzar su propio podcast en el que narró durante 23 episodios el desarrollo de sus pesquisas. 

Chris Kasick (1978, Ohio), acababa de asistir en directo al desmoronamiento de la empresa farmacéutica Theranos y su fundadora Elisabeth Holmes, porque había sido contratado por la compañía para realizar un documental. La historia de Theranos fue contada en el documental The Inventor: Out for Blood in Silicon Valley (Alex Gibney, 2019), el podcast The dropout (ABC News, 2019-2022) y la miniserie basada en éste The dropout. Auge y caída de Elizabeth Holmes (Disney+, 2022). E inmediatamente se enfocó en Emily Nestor y el comienzo de su investigación, que rodó durante cuatro años. Ella es un personaje singular, segura de sí misma, que parece haber salido de la serie Solo asesinatos en el edificio (Disney+, 2021-), que precisamente se centra de forma irónica en la creación de un podcast true crime. Y la convicción de que estaba acercándose a la verdad, más allá de las investigaciones de la policía, reforzaban su interés en continuar aportando datos en los que parecía reflejarse que alguno de los amigos de Jaleayah Davis pudo estar implicado en su muerte, no precisamente de forma accidental. De forma que Citizen sleuth se convierte en su primera parte en una introducción muy certera de ese mundo extraño de las redes sociales, los investigadores amateurs y la búsqueda de conspiraciones. Lo interesante de la perspectiva, sin embargo, es que retrata a Emily también a través de sus propias debilidades, como cuando entrevista a un responsable de la policía de una forma agresiva, provocando que éste se marche, y posteriormente en su coche estalla emocionalmente reflejando arrepentimiento. 

Sus intervenciones en la CrimeCon, un encuentro entre podcasters e influencers dedicados al crimen, la muestran como una incipiente estrella mediática dentro de ese mundo que se retroalimenta con sus propias conspiraciones para seguir justificándose. Pero se podría decir que la cercanía que acaba conectando al director con su protagonista a veces parece perjudicar a un retrato que podría haber sido más profundo. Aunque se muestra reacia a incorporar patrocinadores y publicidad en su podcast que, dada la repercusión que está logrando, le reportaría buenos beneficios económicos, ella defiende su interés en reivindicar a la víctima y encontrar la verdad. Pero cuanto más profundiza en el caso, más comienzan a resquebrajarse las teorías de Emily, y en su segunda parte Citizen sleuth se transforma en otro documental, uno que reflexiona sobre la manera en que la resonancia mediática contamina la perspectiva de las investigaciones y la forma en que la tendencia a cuestionarlo todo se ha convertido en otra manera de conseguir audiencias. A lo largo de la película, Chris Kasick trata de conseguir otros puntos de vista, e incluso llega a entrevistar a quienes Emily acusa como posibles responsables de la muerte de Jaleayah. Pero al final lo que mejor consigue este documental es reflejar de qué manera la verdad se ha convertido en un concepto tan etéreo que resulta demasiado fácil de manipular. 

On the Line: The Richard Williams story

Stuart McClave, 2022 | Rebellions | ★★★★☆

Puede parecer poco seductor enfrentarse a una película que retrata al popular Richard Williams, padre de las hermanas Serena y Venus, un personaje del que han ido surgiendo informaciones en los últimos años, especialmente tras la retirada en 2022 de Serena Williams, y el estreno de la película El método Williams (Reinaldo Marcus Green, 2021), que le dio a Will Smith el Oscar al Mejor Actor en la ceremonia más agridulce de su carrera. Pero a pesar del conocimiento que se pueda tener sobre la figura del padre de las tenistas, especialmente su tenacidad para enfocar el trabajo de sus hijas en una forma especial de entender el deporte, muy conectada con las creencias religiosas, el documental On the Line: The Richard Williams story (Stuart McClave, 2022), que para su estreno en España se ha rebautizado como Los Williams, del tenis al cielo, consigue establecer un punto de vista más personal, una mirada que resulta conmovedora en ocasiones ante la presencia de un hombre mayor y enfermo que recuerda su vida más allá de su faceta como promotor del talento de sus hijas. De hecho, no hay entrevistas a ninguna de ellas ni a su esposa, Oracene Price, al menos no realizadas para la película, aunque se intercalan sus declaraciones en las documentadas imágenes de archivo. Al margen del retrato más o menos modélico que se realizó en la ficción, esta aproximación se acerca a la infancia de Richard Williams en Shreveport, una ciudad ubicada en el estado de Luisiana, en la que se mantiene todavía en pie la humilde casa en la que vivió con su familia. La visita del protagonista a esta zona y a su hogar de infancia se encuentra entre los momentos más emocionantes, sin caer en la sensiblería, y recuerda un entorno marcado en los años cuarenta y cincuenta por la amenaza del Ku Klux Klan, reforzado por las intervenciones de la socióloga Kenna Franklin, que contextualiza la época. 

En este sentido On the Line: The Richard Williams story está más cerca de la autobiografía escrita junto a Bart Davis Black and white. The way as we see it (2017), y se centra durante buena parte del metraje en el racismo sistemático contra el que la familia Williams se tuvo que enfrentar incluso cuando Venus y Serena ya eran estrellas fulminantes de un deporte predominantemente blanco. Como cuando en el torneo de Indian Wells en 2001, recibieron abucheos durante la final que mostraban un profundo prejuicio racista. Richard Williams confirma también un insulto recibido durante ese partido en el que parte del público utilizó la palabra más ofensiva contra las personas de raza negra. Que el documental esté coproducido por Chavoita LeSane, hijo de Richard Williams, demuestra que la perspectiva es generalmente positiva respecto al protagonista de esta película, hasta el punto que hay referencias inexistentes por petición expresa de él. Pero tampoco se trata de una hagiografía que evite necesariamente algunas controversias, sino que se enfoca con mayor interés en la forma en que su perseverancia consiguió sobrevivir en un entorno hostil. Para aportar el contexto deportivo, interviene Katrina Adams que fue la primera mujer y la primera persona de raza negra que presidió la Asociación de Tenis de Estados Unidos, o Dale G. Caldwell, fundador del Black Tennis Hall of Fame. Esta perspectiva eminentemente racial sin embargo tampoco es excluyente, y otro de los momentos destacados es el reencuentro de Richard Williams con Rick Macci, el entrenador que ha acompañado a las hermanas Williams desde sus primeros años en el deporte, al que interpretaba el actor Jon Bernthal en la ficción. Los Williams, del tenis al cielo, se estrena esta semana en Movistar+ aprovechando la cobertura del Torneo de Wimbledon. 


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Películas mencionadas:

Wham! se puede ver en Netflix.
Los Williams, del tenis al cielo se puede ver en Movistar+.

Fyre y El misterio de Marilyn Monroe: Las cintas inéditas se pueden ver en Netflix. 
Arrest of Goudie se puede ver en BFI Player. 
El silencio de los corderos se puede ver en Filmin, Movistar+ y Prime Video. 
The inventor: Out of blood in Silicon Valley se puede ver en HBO Max. 
El método Williams se puede ver en HBO Max y Movistar+. 

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