01 diciembre, 2018

La televisión en las mesas de debate

La espectacular repercusión de las producciones televisivas en el actual panorama audiovisual ha convertido a este sector en uno de los que más atención despierta en los foros internacionales. De esta forma, junto al desarrollo de los proyectos de ficción que en cierto sentido han acabado desplazando en el gusto de los espectadores a otro tipo de formatos, están adquiriendo cada vez más importancia las iniciativas que tratan de establecer un diálogo y un debate en torno al presente y, sobre todo, el futuro de esta especie de boom de la ficción "televisiva" que se viene produciendo en los últimos años. 

Dos de los foros más interesantes en este sentido son el C21 International Drama Summit que se ha celebrado estos días pasados en Londres y, con un enfoque más local, pero no menos interesante, los Nordiske Seriedager que tienen lugar en Oslo a comienzos de la temporada. Mientras en España se siguen celebrando encuentros audiovisuales que tienen como principal reclamo la entrega de premios, el formato que se está estableciendo con mayor éxito en los mercados internacionales es el de los encuentros  entre creadores y productores que, si bien no están exentos de la habitual ceremonia de premiados, ésta no resulta sin embargo su vertiente más destacada, sino que forma parte de un programa más extenso de análisis, conferencias y paneles que muestran al público y entre los propios profesionales de qué forma se está desarrollando el sector.  

Mrs. Wilson (BBC, 2018)
Por supuesto, estos debates vienen acompañados de las presentaciones en primicia de las producciones más recientes que se están preparando o tienen previsto estrenarse en los próximos meses. El programa oficial del reciente International Drama Summit de Londres presentaba en su sesión de inauguración el pasado lunes, un día antes de su premiere en la BBC, la miniserie Mrs. Wilson (BBC1, 2018), producción de tres episodios dirigida por Richard Laxton, que tiene como protagonista a la actriz Ruth Wilson, una de las intérpretes principales de la serie The affair (Showtime, 2014-), acompañada por veteranos actores como Iain Glenn y Fiona Shaw. La actriz interpreta a su propia abuela, Alison Wilson, cuya vida estuvo rodeada de descubrimientos sorprendentes tras la muerte de su esposo, un agente de la inteligencia británica que parecía llevar una doble vida. La miniserie, que se presenta como una de las novedades más destacadas de finales de 2018, tiene una factura impecable, y está bien dosificada en la introducción de elementos cada vez más insólitos, beneficiándose de un buen trabajo de Ruth Wilson, una actriz especialmente dotada para dar vida a personajes complejos y de cierta intensidad dramática. Aunque solo hemos podido ver el primer episodio, Mrs. Wilson es una de esas producciones de la BBC que merecen la pena verse. 

Entre las futuras producciones en torno a las cuales se ha hablado en este foro londinense se encuentra Uspjeh (Success) (HBO, 2019-), la primera serie producida por HBO en los países del Este de Europa, un thriller de seis episodios que dirige el croata Danis Tanović, realizador de películas como En tierra de nadie (Danis Tanović, 2001). HBO también se introduce en los países nórdicos con su primera producción de ficción noruega, la serie Fremvandreme (Beforeigners), (HBO Nordic, 2019-), una historia de ciencia-ficción en torno a personas del pasado que aparecen de pronto en el Oslo del presente; una especie de refugiados del tiempo. Creada por Anne Bjornstad y Eilif Skodvin, responsables de la exitosa Lilyhammer (Netflix, 2012-2014), consta de seis episodios de 45 minutos y tiene su estreno previsto para el próximo año. Por su parte el guionista y director sueco Måns Mårlind, responsable de la exitosa Bron/Broen (The bridge) (SVT, 2011-2018), trabaja en el desarrollo de una nueva producción, Shadowplay (ZDF-Viaplay-Canal +, 2019-), que tiene previsto rodarse la próxima primavera. Se trata de un drama policíaco que se desarrolla en el Berlín de 1946, ciudad a la que llega un detective norteamericano para crear una fuerza policial que mantenga la ciudad en orden en mitad del caos de la guerra. 

También estuvieron presentes en el International Drama Summit los responsables de la nueva serie cómica State of union (Sundance TV, 2019-), el guionista Nick Hornsby y el director Stephen Frears, que hablaron sobre esta nueva producción que, a lo largo de sus 10 episodios de tan solo 10 minutos de duración, nos introduce en la relación de una pareja desde que se conocen hasta que contraen matrimonio. En torno a esta serie, se habló sobre los nuevos formatos que tratan de desembarazarse de la típica producción de larga duración a la que estábamos acostumbrados hasta hace poco. Porque la apertura de los canales audiovisuales a televisiones presentes también en internet, y con la posibilidad para el espectador de visionados "a la carta", permite la posibilidad de explorar nuevos formatos, con diferentes duraciones, presentaciones y desarrollos, o al menos formatos que no permitía la televisión más tradicional. 

La presencia española en este destacado foro internacional ha sido más bien escasa, a pesar del éxito en todo el mundo de producciones realizadas en nuestro país como La casa de papel (Antena 3-Netflix, 2017-). Únicamente Movistar+ ha estado presente a través de su delegado Ismael Calleja. Lo cual resulta algo preocupante en cuanto a la trascendencia de la producción de series españolas fuera de nuestras fronteras. 

De forma parcial al menos, sí encontramos participación española en otra de las novedades que se han presentado: la serie Into the dark (Hulu, 2018-), un proyecto producido por Blumhouse Television, filial de la productora que ha dado lugar a algunos de los títulos más representativos del último cine de terror, y cuya división televisiva ha firmado acuerdos con plataformas tan dispares como Amazon Studios, Netflix o Facebook Watch. Recién estrenada en la plataforma Hulu, Into the dark es una propuesta singular que presenta doce largometrajes vinculados a alguna celebración especial que se emiten a razón de uno por mes. Así, los dos primeros capítulos, The body (Halloween) y Flesh & Blood (Acción de Gracias) ya se han podido ver, con una recepción tibia por parte de la crítica. Y aunque ciertamente no son historias comparables en interés y calidad a otras propuestas de argumentos independientes como Black Mirror (Netflix, 2011-), consiguen un entretenimiento sin grandes pretensiones. El 7 de diciembre se estrena la tercera película, Pooka (Navidad), que dirige el español Nacho Vigalondo, ahora inmerso en el rodaje de los tres episodios de los que es responsable para la serie española Justo antes de Cristo (Movistar+, 2019-), una de las apuestas más ambiciosas de la plataforma para el próximo año.  

Las que sí parece que han encontrado un buen nicho de repercusión internacional son las producciones televisivas escandinavas. El éxito de numerosas series, con adaptaciones a la televisión norteamericana incluidas, viene respaldado por el intenso trabajo que realizan los canales de televisión públicos de países como Suecia, Dinamarca, Islandia y Noruega. de esta forma, los aficionados y los profesionales del audiovisual están siempre atentos a las últimas producciones que llegan desde el Norte de Europa. Es el caso de los próximos estrenos producidos en Islandia y Suecia. Del primero podremos ver Flateyjargátan (The Flatey Enigma) (RUV-Sky Vision, 2018-), una miniserie de misterio que se desarrolla en la solitaria isla de Flatey en 1971, donde una joven profesora que viaja desde París para acudir al funeral de su padre, se ve inmersa en un caso de asesinato. Por su parte, Suecia estrenará el próximo año Honour (Viaplay, 2019-), en torno a un bufete de abogadas que está liderado por cuatro mujeres que deben enfrentarse al aún machista mundo de la judicatura, especializándose en la defensa de víctimas de abusos sexuales. 


Pero entre estos países posiblemente sea Noruega, frente al habitual predominio de Dinamarca y Suecia, el que ha desarrollado en los últimos años un mayor nivel de producción que ha desembocado también en una mayor trascendencia internacional. En Londres algunas de las productoras noruegas más importantes presentaron las series más destacadas de esta temporada. Entre ellas se encuentra la ya prestigiosa Lykkeland (NRK, 2018-), ganadora de los premios a Mejor Guión y Mejor Música en el Festival de Cannes. Precisamente en el encuentro Nordiske Seriedager, celebrado en Oslo, pudimos ver los dos primeros episodios de esta nueva serie centrada en la reciente historia de éxito petrolífero que en los años sesenta convirtió a este pequeño país casi sin recursos en uno de los más ricos del mundo. Realizada con un nivel de producción espectacular, recrea a la perfección la época, y tiene un nivel técnico y de interpretación que resultan realmente notables, al margen de una narración con buen ritmo que, al menos en su dos primeros episodios, mantiene la atención en todo momento. También pudimos ver los primeros capítulos de Kielergata (TV Norge, 2018-), un drama de misterio en torno a un hombre que esconde un pasado peligroso. Aunque se trata de una de las producciones más exitosas en estos momentos en Noruega, el resultado nos parece más bien convencional y excesivamente obsesionado con sorprender al espectador mediante giros de guión, lo que al final acaba restando eficacia a su supuesta dosis de suspense. 

La repercusión de las producciones televisivas noruegas tiene como uno de sus principales baluartes a la serie juvenil Skam (NRK, 2015-2017), un éxito sin precedentes en la televisión de ese país que nació precisamente como un encargo de la televisión pública NRK para atraer a un público adolescente que se les estaba escapando debido a la proliferación de los canales y redes sociales en internet. De esta forma, el objetivo era producir una serie que no solo respondiera al formato estrictamente televisivo, sino que también tuviera una traslación a ese mundo virtual que en buena medida era el que estaba resultando un fuerte competidor para la televisión. Este nuevo formato, que ya había sido experimentado en menor medida en otras series anteriores, usando las redes sociales como un vehículo de actualización de las tramas y los personajes mientras se emitían los capítulos, y el hecho de contar historias que conectaban con la realidad social de los adolescentes noruegos, ha acabado convirtiendo a Skam en una de las series icono de la televisión de ese país. 

Panel en torno a la serie Skam (NRK, 2015-2017)
Curiosamente, NRK se negó a emitir la serie en su página web con subtítulos en inglés (ante la demanda de espectadores de todo el mundo que comenzaron a oír hablar de ella) argumentando problemas de derechos musicales. Pero la proliferación de descargas en todo el mundo por parte de espectadores jóvenes que también se reconocían en la problemática de sus protagonistas, hizo que la serie, a pesar de la falta de visión de la propia NRK, se convirtiera también en un éxito en todo el mundo. 

Dos de los responsables de Skam hablaron en los Nordiske Seriedager de la estrategia de venta de derechos para que se realizaran versiones en distintos países, y así han nacido Skam Austin (Facebook Watch, 2018-), Skam Italia (TIMvision, 2018-), la versión alemana Druck (Funk, 2018-), Skam France (France Télévision, 2018-), Skam España (Movistar +, 2018-) y otras muchas versiones, hasta casi convertirse en la producción que más derechos ha vendido en la historia de la televisión europea. Sin embargo, las adaptaciones en otros países han resultado en general poco acertadas en su traslación y de resultados más bien mediocres en cuanto a repercusión. De las que hemos visto, solo Skam Austin (que de hecho se puede ver en la propia página web de NRK) y Skam Italia (que propone una visión más radical de los personajes) resultan interesantes en comparación con la serie original. Skam España, por ejemplo, refleja con poco acierto las tramas originales, y se ve especialmente perjudicada por un generalizado error de casting. Su paso por Movistar + (una plataforma por otro lado con escaso perfil de espectadores adolescentes) ha sido más bien inefectivo. 

Repercusión international de Skam (NRK, 2015-2017)
Otro de los éxitos recientes de la televisión noruega ha sido Heimebane (NRK, 2018-), cuya segunda temporada se estrena el año que viene con cierto retraso respecto a la fecha prevista debido a una huelga de técnicos que se vivió el pasado mes de agosto (sí, en Noruega también se reclaman subidas salariales) y que interrumpió el rodaje de algunas de las producciones que se estaban realizando. Este drama futbolístico que tiene como protagonista a Ane Dahl Torp, una de las estrellas cinematográficas del país, plantea la posibilidad de que una mujer acabe siendo la entrenadora de un equipo de fútbol masculino de divisiones inferiores. La serie no solo conecta con un público más o menos aficionado al deporte, sino que introduce temáticas sociales que resultan interesantes y acaban construyendo una ficción de complejidad argumental más allá de la propia anécdota deportiva. 

En la primavera de 2019 también está previsto el estreno de Wisting (Viaplay, 2019-), otro drama de misterio con un policía muy carismático al que da vida el actor Sven Nordin, prestigioso actor de teatro al que hemos visto en interesantes producciones como Valkyrien (NRK, 2018-). La ambientación invernal de unos paisajes nevados en plena época navideña, en la que se producen dos asesinatos, sirve como trasfondo para las investigaciones del detective William Wisting, protagonista de una serie de exitosas novelas del autor Jørn Lier Horst quien, junto a Jo Nesbø, es uno de los escritores noruegos de mayor repercusión. 

Nordiske Seriedager también es un foro para el mercado internacional, aunque primordialmente está enfocado a las producciones noruegas. Pero también hay cabida para interesantes debates con invitados de fuera de Escandinavia. Este año el director Jeremy Podeswa, uno de los más aclamados realizadores de televisión para series como The Pacific (HBO, 2010), Boardwalk Empire (HBO, 2010-2014) o The handmaid's tale (Hulu, 2017-) fue invitado para hablar de su trabajo en Juego de tronos (HBO, 2011-), de la que es uno de sus habituales realizadores. Aunque no habló de ningún aspecto relacionado con la última temporada, cuyo estreno está previsto para la primavera de 2019, en parte por cuestiones contractuales y en parte porque él no ha intervenido en ningún episodio de esta octava temporada, sí mencionó algunas anécdotas de su trabajo en la séptima temporada, para la que dirigió el primer y el capítulo final, éste último rodado en parte en las sevillanas ruinas de Itálica como escenario principal. Aunque ciertamente en proyectos de este tipo que está sometidos a un estricto secreto resulta difícil que los que están involucrados puedan hablar de temas particulares que pudieran resultar más atractivos. 
Jeremy Podeswa habla de su trabajo en Juego de tronos (HBO, 2011-)
Otra de las series presentadas en Nordiske Seriedager fue la producción documental Convicting a murderer (Shawn Rech, 2019), un proyecto independiente que tiene previsto su estreno para el otoño de 2019, aunque aún no cuenta con el respaldo de ningún canal de televisión. El documental, que pretende estar compuesto de 10 episodios, es una especie de respuesta a la conocida serie Making a murderer (Netflix, 2015-), cuya segunda temporada se ha estrenado recientemente. La serie plantea un trabajo de investigación en el que se establecen determinadas conclusiones respecto a la condena de un acusado de asesinato, haciendo hincapié en la inocencia del convicto. Pero el director de Convicting a murderer, Shawn Rech, explicaba en el encuentro audiovisual noruego que, tras ver la primera temporada de Making a murderer y comenzar a investigar, encontró numerosas lagunas en el relato que realizaban los responsables de ésta, incluidas determinadas manipulaciones de los hechos, por lo que decidió poner en marcha esta especie de respuesta que cuenta con las declaraciones de algunos implicados que no quisieron participar en la producción de Netflix. Y es que la repercusión de las producciones televisivas supone que también están abiertas al escrutinio de los espectadores y de otros cineastas que, de alguna forma, tienen la capacidad de ofrecer un punto de vista diferente. 
Shawn Rech presenta la serie documental Convicting a murderer (2019)
Encuentros como Nordiske Seridager o International Drama Summit son una buena plataforma para captar el pulso de la producción televisiva actual y, sobre todo, de descifrar en alguna medida el futuro próximo de las tendencias de ficción a nivel internacional. Los nuevos formatos, las plataformas que han revolucionado el sector audiovisual en los últimos años, y que afecta también a esa cada vez más delgada línea entre la televisión y el cine (prácticamente ya deberíamos solo hablar de ficción audiovisual, sin distinguir los vehículos de exhibición, porque no existe prácticamente diferencia), o las tendencias argumentales que marcan la producción de los diferentes países (como hemos visto, en los países escandinavos funciona especialmente bien el género policíaco como elemento de internacionalización de sus producciones), son factores fundamentales para entender la deriva de un sector que parece inacabable. 

También son importantes para analizar el comportamiento de los espectadores que, en cierta medida, han ido adaptándose a las nuevas fórmulas de presentación de estas producciones, pero manteniendo aún comportamientos más "tradicionales". En el International Drama Summit se habló de un estudio realizado por Parrot Analytics en torno al comportamiento de los espectadores de estos medios audiovisuales, y una de las conclusiones es que la tendencia hacia la selección de las series funciona más a través del boca a boca que siguiendo intensas campañas publicitarias o estudios de mercado. De este modo, la base del éxito se sigue construyendo aún sobre metodologías más o menos convencionales. 



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