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29 mayo, 2024

Denver SeriesFest '24: Season 10

Durante este mes se celebran en Estados Unidos algunos de los festivales de series más relevantes, entre los Upfronts de Nueva York y los LA Screenings de Los Angeles, aunque su planteamiento se diferencia de los festivales europeos como Séries Mania o Canneseries en que no están tan centrados en la competición de estrenos, sino en la organización de paneles y encuentros entre los creadores y los aficionados. Esta semana se celebra ATX TV Festival (Austin, Texas) entre el 30 de mayo y el 2 de junio, con un calendario en el que predominan estos encuentros, aunque también hay proyecciones de estrenos recientes acompañadas de Q&A: la segunda temporada de Entrevista con el vampiro (AMC+, 2022-) con su creador Rolin Jones, la quinta temporada de Fargo (Movistar+, 2014-2024) con el guionista Noah Hawley, el último episodio de la tercera temporada de Hacks (Max, 2021-) con el actor Mark Indelicato, la segunda temporada de Billy el Niño (Movistar+, 2022-) o el comienzo de la tercera temporada de Industry (Max, 2020-) con los creadores Mickey Down y Konrad Kay, una serie británica que sin embargo tiene numerosos seguidores en Estados Unidos, un dato curioso porque tradicionalmente se adjudica a los espectadores norteamericanos un escaso interés por las producciones extranjeras. Aunque es una realidad que ha cambiado en los últimos años, y en este sentido hay un cierto distanciamiento entre la crítica, que solo dedica atención a los estrenos estadounidenses, y los suscriptores de plataformas, que las cifras demuestran que están cada vez más interesados en series más allá de sus fronteras. 

Un ejemplo de este distanciamiento lo hemos visto esta semana,  cuando el crítico de The Hollywood Reporter, Daniel Fienberg, afirmaba en su podcast que no había oído hablar de la serie Mi dulce niña (Netflix, 2023), la exitosa producción alemana que aparece como la segunda más vista en Estados Unidos dentro del informe What we watched the Second Half of 2023, que se acaba de publicar. Se trata de un informe semestral que desde el año pasado presenta Netflix para dar una apariencia de transparencia, aunque la falta de contexto y el hecho de que se circunscriba solo al territorio norteamericano lo hace poco representativo de la audiencia real de la plataforma. Sin embargo, ofrece algunos datos significativos: los tres idiomas de habla no inglesa con más éxito en Netflix USA son el coreano (9% de visionados), el español, que incluye series tanto españolas como latinoamericanas (7%) y el japonés (5%). Según los datos de este informe, las diez series de habla no inglesa más vistas durante el segundo semestre de 2023 en Netflix USA fueron la mencionada Mi dulce niña (53 millones de visionados), seguida por la francesa Lupin: Parte 3 (50 millones), la coreana King the land (33 millones), la sueca Una familia normal (28 millones), la española Un cuento perfecto (24 millones), la noruega Ragnarok. Temporada 3 (23 millones), la también española El cuerpo en llamas (22 millones), la mexicana Pacto de silencio (21 millones), la brasileña El ADN del delito (20 millones) y la coreana La chica enmascarada (19 millones). Otras series españolas destacadas son la séptima temporada de Élite, que sigue atrayendo espectadores con 15 millones, mientras que la gran apuesta Berlin, ha logrado 11 millones de visionados, aunque se estrenó el 29 de diciembre, por lo que no es un dato relevante. Para terminar, también se extrae de este informe que los principales éxitos de Netflix son los programas de telerrealidad y los deportivos, de manera que a la plataforma de streaming le está funcionando bien la renuncia a su propio concepto inicial y su reconversión en una televisión tradicional. 


Entre el 1 y el 5 de mayo se celebró el Denver SeriesFest (Denver, Colorado), uno de los festivales de televisión más veteranos en Estados Unidos, que ha alcanzado 10 ediciones, y que tiene la particularidad de proponer secciones competitivas, no para series completas, sino para episodios pilotos independientes, cuyos ganadores reciben apoyo económico para la postproducción. Lo cual resulta curioso teniendo en cuenta que esta práctica de encargar pilotos por parte de las cadenas de televisión norteamericanas se rompió con la llegada de las plataformas de streaming. En la llamada Independent Pilot Competition, la producción canadiense Potluck ladies (Shazia Javed, 2024), la historia de tres mujeres asiáticas que viven en Canadá mientras sus maridos trabajan en otros países, logró el premio a Mejor Piloto Dramático. El premio a Mejor Piloto de Comedia fuera para Broken toilets (Jesse Toledano, 2023), un cortometraje que se ha presentado como episodio piloto en el que un administrador de propiedades judío jasídico y una pareja de inquilinos se reúnen para formar un grupo de hip hop. Y el premio a Mejor Piloto de No Ficción fue para Breakthrough (JaMar Jones, 2024), que recibió también el Premio Level Forward Impact para el desarrollo de la serie. Se trata de un cortometraje documental diseñado en formato episódico que se centra en deportistas de fútbol americano luchando contra la depresión, los pensamientos suicidas y las crisis de identidad después de su paso por la NFL. Este cortometraje/episodio piloto, rodado con una gran fuerza visual, tiene como protagonista al ex-cornerback (esquinero) de los Indianapolis Colts, D'joun Smith, quien describe por primera vez su experiencia en una terapia de grupo.

Breakthrough

Estados Unidos, 2024 | 12' | Dirigido por JaMar Jones 

Denver SeriesFest '24: Mejor Piloto Independiente Unscripted | Level Forward Impact Award


En Denver SeriesFest se dedica una especial atención a las producciones independientes que están teniendo cierto crecimiento en los últimos años frente a la maquinaria de los streamers, que de ser la más innovadora se ha convertido en la más tradicional en los últimos años. Al margen de los pitch ante ejecutivos que se quedan dormidos, como denunciaba Brian Helgeland al describir la reacción que tuvieron en Netflix cuando presentó su proyecto de continuación de la película L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997), algunos cineastas están produciendo series de manera independiente para posteriormente venderlas a las plataformas. Es el caso de Mark Duplass, al que podemos ver como actor en The Morning Show (Apple tv+, 2019-), pero que junto a su hermano Jay Duplass es uno de los más destacados productores independientes. Ellos han financiado completamente la serie dramática Penelope (2024), sobre una adolescente que se siente más conectada con la naturaleza que con su propia familia, estrenada en el pasado Festival de Sundance y presentada también en Denver SeriesFest, aunque todavía no tiene distribución. Numerosos paneles sobre la industria audiovisual se mezclaron con proyecciones de series como Resident alien (SyFy, 2021-) que acaba de estrenar su cuarta temporada, o Harry Wild (AMC+, 2022-), que también ha estrenado hace unas semanas su tercera temporada, y que contó con la presencia de su protagonista, la actriz Jane Seymour. De hecho, Denver SeriesFest dedica amplio espacio a las producciones internacionales, lo que es una muestra de ese interés creciente del público norteamericano por las historias contadas en otros idiomas. En la programación de la sección International Spotlight se presentaron dos series españolas: Esto no es Suecia (RTVE Play, 2023) y Zorro (Prime Video, 2024), que tuvieron una buena acogida. En esta sección también se pudieron ver algunas producciones de las que hemos hablado como el thriller franco-belga De grâce (Arte, 2023) o la finlandesa Estonia (C More, 2023), basada en una historia real. A continuación comentamos algunas de las series premiadas y proyectadas dentro de la programación de la Temporada 10 del Denver SeriesFest. 

Potluck Ladies

Canadá 2024 | 4x25' | yesTV | ★ 

Creada y dirigida por Shazia Javed

Denver SeriesFest '24: Mejor Piloto Independiente de Drama


Aunque se ha presentado a competición con el primer episodio, consiguiendo el premio a Mejor Piloto de Drama, esta serie ya se ha estrenado completa en Canadá, llegando a principios de mayo a yesTV, una plataforma de streaming gratuita de contenido religioso que transmite desde Toronto. Gestionada por Crossroads Christian Communications, una organización sin ánimo de lucro, la programación de la plataforma es principalmente de carácter cristiano, con programas de televangelistas y espacios de entrevistas, pero en los últimos años ha adquirido los derechos de concursos y realities de carácter familiar como Jeopardy, cuya versión española está desarrollando RTVE, o La ruleta de la fortuna, cuya veterana versión sigue emitiendo Antena 3. Asimismo, yesTV ha iniciado una línea de producción propia, y una de las primeras ha sido Potluck ladies (yesTV, 2024), una dramedia escrita y dirigida por Shazia Javed, responsable del documental 3 seconds divorce (2018), que abordaba una práctica en algunas regiones de la India que permite a los hombres divorciarse simplemente pronunciando tres veces seguidas la palabra "talaq" (divorcio), lo que deja a muchas mujeres indefensas socialmente. La serie tiene como protagonistas a un grupo de mujeres que viven en los llamados Wives' condos, una comunidad de condominios en Mississauga (Ontario), destinados a las esposas de hombres de Asia del Sur que trabajan en otros países. Pero se centra sobre todo en la relación entre tres de ellas: Sumaira (Natasha Krishnan) es una joven que al margen de su condición de esposa, quiere trabajar como periodista, aunque recibe cierto menosprecio en su primera entrevista de trabajo. Sin embargo, un medio de comunicación se interesa por un reportaje que prepara sobre los Wives' condos, haciendo entrevistas a las mujeres que los habitan. Esto sirve a la creadora para explicar las particularidades de estas emigrantes que prefieren permanecer en un país donde algunas explican que tienen más libertad, pero recibiendo el soporte económico desde los países árabes. Los hombres encuentran oportunidades de trabajo más acordes con sus carreras universitarias fuera de Canadá que dentro, estableciendo un tipo particular de emigración que generalmente los países occidentales aceptan con agrado porque es de alto poder adquisitivo.

Azra (Elisa Moolecherry) oculta a su hija Tooba (Alisha Camryn) que está divorciada de su padre, lo cual comienza a ser un problema cuando tiene que hacerse cargo de la preparación (y los gastos) de la próxima boda de Tooba. Mientras que Ruby (Kavita Musty) está obsesionada con el sobrepeso, y se estresa cuando su marido le dice que va a regresar unos días de vacaciones. Con los hombres en países como Qatar o Emiratos Árabes ganando altos sueldos, las mujeres que forman parte de este condominio se dedican principalmente a su cometido como madres, a actividades lúdicas y a reuniones alrededor de los platos tradicionales de sus respectivos países. Y aceptan el machismo verbal que reciben a través de sus comunicaciones por videoconferencia: "Solo te pido una cosa, que seas una buena madre", le dice su marido a Ruby, limitando las posibilidades de independencia de sus mujeres. Procedentes de Pakistán, Bangladesh o la India, conforman sin embargo una comunidad que, aunque se rige por costumbres tradicionales (donde una mujer divorciada está mal vista), también mantienen un sentido de solidaridad: "Detrás de la vanidad y la ingenuidad hay calidez y bondad. ¿Y no es eso suficiente para hacer de este mundo un lugar mejor?", dice Sumaira en su reportaje. La creadora de la serie habla de temas como la separación en los matrimonios, la problemática del cuerpo en las mujeres asiáticas y la cultura patriarcal, pero siempre adoptando un punto de vista femenino. Sumaira, que conecta las diferentes historias de la serie, representa sin embargo a la mujer joven que tiene otras ambiciones, y parece no encajar dentro de ese ambiente más tradicional. Hay algo de ese retrato de las familias asiáticas emigrantes que hemos visto en películas como El club de la buena estrella (Wayne Wang, 1993), con la que Potluck ladies comparte ciertas narrativas sobre la familia. Y resulta una agradable historia, bien contada, que quizás se queda algo corta en sus cuatro episodios de 25 minutos. 

A brief history of the future

Estados Unidos 2024 | 6x53' | PBS | ★ 

Escrita y dirigida por Andrew Morgan

Denver SeriesFest '24: Inauguración


La inauguración del festival tuvo como protagonista a una de las series documentales estrenadas en las últimas semanas por el canal público norteamericano PBS, que cuenta con una excelente producción propia en este formato. Escrita y dirigida por Andrew Morgan, A brief History of the future (PBS, 2024) está presentada por Ari Wallach (1974, México), un reconocido futurista cuya trayectoria personal es bastante curiosa. Nacido en la ciudad de Guadalajara, es hijo de un superviviente judío-polaco del holocausto que primero se asentó en Cuba, posteriormente vivió en México y finalmente se trasladó a San Francisco. El pensador estadounidense fundó la compañía Synthesis Corp., ofreciendo asesoramiento sobre innovación sostenible para organizaciones como ACNUR y fue un activo impulsor de una corriente de votantes en la campaña de Barack Obama, lo que resulta singular teniendo en cuenta que la comunidad judía se suele situar más cerca de los republicanos. La serie no se centra tanto en las nuevas tecnologías que se desarrollan para el futuro, sino que trata de reflexionar desde una perspectiva humanista. Como se afirma en Human (T1E4), se trata de saber "lo que significa ser humano en la era digital". Uno de los primeros destinos de la serie es la ciudad de Córdoba, cuya Mezquita-Catedral sirve a Ari Wallach para referirse al concepto conocido como "Cathedral thinking": "Trata de explicar la manera de tomar decisiones de la misma forma que pensaban quienes construyeron las antiguas catedrales. Porque cuando las diseñaba, la mayoría de las veces el arquitecto ni siquiera vivía para verla terminada. Así que tenía que tomar decisiones que estuvieran colocando la piedra angular de algo que en realidad nunca vería completado, pero que estaba construyendo para la próxima generación". En Beyond the Now (T1E1), el historiador Rafael Soldevilla Cantueso explica que la primera mezquita fue construida por Abderramán I y sucesivos emires y califas fueron ampliándola durante siglos, hasta que se convirtió en una catedral cristiana. Para el futurista, "este es un ejemplo perfecto de cómo el futuro se construye a partir de nuestras acciones de ahora. El futuro necesita que adoptemos el punto de vista de quienes van a vivirlo". 

Visitando numerosos proyectos que miran hacia la construcción de un mañana mejor para el ser humano, Ari Wallach recorre países de todo el mundo para elaborar un discurso en torno a la necesidad de una coexistencia entre las tecnologías y la sostenibilidad. En Rotterdam, Boyan Slat ha fundado The Clean Ocean, una organización no gubernamental que se dedica a eliminar los elementos plásticos de  los océanos, y asegura que podría limpiar el 90% de la polución de plástico. En Nueva York, la empresa Ecovative utiliza un elemento denominado mycelium que proviene de los hongos, y con los que puede fabricar cuero y también elaborar productos alimenticios como el bacon sin procedencia animal. Pero la serie es más interesante cuando reflexiona sobre el ser humano y su posicionamiento de cara a un futuro marcado por la tecnología. El escritor Douglas Rushkoff comenta que "tenemos que cambiar el registro en el que se desarrolla la vida humana. Ahora tenemos un registro industrial: cuánto gano, cuántos seguidores tengo... Debemos ser conscientes de quiénes somos sin necesidad de justificar nuestra existencia". Eso incluye también enfrentarse a la idea de una vida perecedera. En Los Angeles, Alua Arthur es lo que se denomina una matrona de muerte o doula de la muerte, cuya empresa Going with Grace ha formado a miles de profesionales que ayudan a superar la ansiedad que provoca pensar en la idea de morir, la conocida como tanatofobia. 

Ari Wallach reflexiona sobre el futuro en la Mezquita-Catedral de Córdoba

En los planteamientos de la serie, el futuro también está conectado con el conocimiento del pasado. Ari Wallach regresa a España en Once upon a time (Érase una vez) (T1E3), concretamente a la provincia de Málaga donde se encuentra la Cueva de Ardales, con grabados que están considerados los más antiguos de Europa, como explica el historiador Pedro Cantalejo: "Estas marcas se conocen desde hace años, pero no sabíamos su antigüedad. En 2018 descubrimos que se remontaban a 65.000 años, y esa no es la época de los homo sapiens, sino de los neandertales". La serie aborda el desarrollo de nuevas formas de energía como la que se estudia en el Lawrence Livermore National Lab en Estados Unidos o la energía geotérmica en Islandia, y ofrece una visión más positiva sobre el futuro de la que solemos tener, cuya representación se puede ver en la evolución del cine de ciencia-ficción: "Nuestros sentimientos hacia el futuro han cambiado desde la emoción al miedo". También es cierto que algunos entrevistados son discutibles, como cuando el presidente francés Emmanuel Macron habla de una necesidad de consenso, precisamente cuando él ha impuesto sin consenso una reforma sobre pensiones por decreto, y otros cuya aportación es insulsa, como el futbolista Kylian Mbappé. Se le puede perdonar a Ari Wallach cierto proselitismo religioso, recordando sus orígenes judíos, porque propone ideas más innovadoras, como las de la periodista británica Gaia Vance, quien en su libro El siglo nómada (2023, Ed. GeoPlaneta), que ha sido publicado este año en España, aborda la inevitable migración climática, y la necesidad de que nuestras sociedades se adapten y aprovechen este flujo migratorio: "Levantar muros y devolver a personas, ha demostrado ser demasiado costoso e ineficaz. Hay suficiente espacio para todos si conseguimos adaptar nuestras sociedades". 

C*A*U*G*H*T

Australia 2023 | 6x30' | Stan | ★ 

Escrita y dirigida por Kick Gurry

Denver SeriesFest '24: Spotlight International


Aunque solo sea por ver a Sean Penn bailando Macarena de Los del Río, esta serie australiana merece nuestra atención. Creada por el actor Kick Gurry (1978, Australia), que también interpreta uno de los personajes principales, C*A*U*G*H*T (Stan, 2023) tiene como protagonistas a cuatro soldados australianos que son enviados a una misión de rescate de dos prisioneros norteamericanos en el ficticio país de Behati-Prinsloo, devastado por la guerra, pero acaban siendo igualmente atrapados por un grupo revolucionario. Rowdy Gaines (Ben O’Toole), Albhanis Mouawad (Lincoln Younes), Phil Choi (Alexander England) y Dylan Fox (Kick Gurry) protagonizan un video en el que piden un rescate que se vuelve viral, pero en realidad se trata de una grabación fingida porque ellos se sienten más importantes como rehenes que como héroes. En este sentido el comienzo de esta comedia satírica y el tratamiento de los terroristas recuerda a la serie francesa Bajo control (Filmin, 2023), solo que en este caso se recalca desde el episodio Everybody loves Australians (T1E1) que los australianos le caen bien a todo el mundo. De hecho, son atrapados porque les confunden con soldados norteamericanos, pero cuando los secuestradores descubren que son australianos no saben qué hacer con ellos: "Somos igual que Cocodrilo Dundee. O Cate Blanchett. O Mel Gibson... pero el de antes". Tomando como referencia más evidente comedias bélicas como M*A*S*H (CBS, 1972-1985), pero también Los héroes de Hogan (CBS, 1965-1971) o la más desconocida Gomer Pyle, U.S.M.C. (CBS, 1964-1969), el sentido del humor es bastante absurdo, a veces un poco tonto y con una extraña fijación por el tamaño de los penes (una fotopolla del Ministro de Defensa australiano provoca un conflicto geopolítico). Es el tipo de series que pueden provocar tantos comentarios positivos como reacciones negativas. 

Pero la serie tiene a pesar de sus altibajos algunos momentos divertidos, especialmente a través de los flashbacks en los que se cuentan en cada episodio las historias personales de los protagonistas, con un Ben O'Toole, al que hemos visto recientemente en la miniserie Chico come Universo (Netflix, 2024), especialmente acertado. También tiene el aliciente de contar con algunas intervenciones de conocidos actores australianos como Travis Fimmel y Bryan Brown, y estrellas de Hollywood como Matthew Fox, Susan Sarandon o Sean Penn que se entregan con soltura a la parodia. Este último, que también ejerce como productor ejecutivo, se interpreta a sí mismo como un actor comprometido, una referencia a su intervención en los primeros momentos de la guerra de Ucrania, cuando visitó el país para participar en el documental War through the eyes of animals (Sviatoslav Kostiuk, Andriy Lidagovskiy, 2024). En este caso, Sean Penn decide acudir al rescate de los prisioneros, proponiéndose a los secuestradores para un intercambio, y pronuncia la mejor frase de la serie: "Si piensan que me dan miedo los terroristas, yo he estado casado con Madonna". La serie funciona bien como una comedia satírica en torno a la obsesión por la fama, pero en la que también se introducen referencias a las políticas intervencionistas de Estados Unidos. C*A*U*G*H*T, sin embargo, se ha visto perjudicada precisamente por la misma realidad que parodia. Cuando la distribuidora internacional Fremantle tenía previsto presentarla en octubre del año pasado en el Mipcom, el mayor mercado de contenidos audiovisuales que se celebra en Cannes, se produjo el atentado terrorista de Hamás contra Israel. Al tratarse de una parodia sobre secuestrados, Fremantle consideró que podía herir sensibilidades y decidió retirar la serie de las ventas internacionales. También el estreno previsto en Reino Unido, a través de ITVX, se pospuso sin fecha concreta, aunque recientemente se ha anunciado que se estrenará finalmente el 13 de junio.

Lost boys & Fairies

Reino Unido 2024 | 3x60' | BBC | ★ 

Escrita por Daf James | Dirigida por James Kent


La nueva miniserie estrenada en el canal público británico tiene como protagonistas a una pareja gay que decide adoptar un hijo, y su historia está inspirada por el propio proceso de adopción que experimentó el creador Daf James junto a su pareja. Es un divertido y emocionante relato que está lejos de ser una versión queer de Ciclos (Apple tv+, 2020-), aunque es cierto que hay algunos momentos reconocibles para quienes han visto la serie, como el denominado Activity day que vimos en el episodio Coge la bandera (T3E3), una reunión temática de los padres, disfrazados con trajes ridículos, con los niños y niñas para establecer si se produce alguna conexión emocional. Este momento característico de los procesos de adopción en Gran Bretaña se muestra también en We're all just children (Todos somos niños) (T1E1), en el que Gabriel (Sion Daniel Young) y su pareja Andy (Fra Free), que tienen una relación de ocho años pero no están casados porque consideran el matrimonio una imposición heteronormativa, tratan de encontrar a su futura hija. Pero a pesar de que, especialmente Gabriel, se niega a adoptar un niño, el encuentro con Jake (Leo Harris), de siete años, les hará cambiar de opinión, aunque supondrá un desafío importante debido a los traumas de violencia doméstica que ha vivido, que le han llevado a desarrollar una personalidad compleja. Especialmente el primer episodio muestra el nivel de intrusión en la vida privada que suponen las entrevistas con los padres que quieren adoptar, pero también la conexión que se establece entre la trabajadora social Jackie (Elizabeth Berrington) con los adoptantes. En este sentido Gabriel es el más reticente a contar su experiencia como un joven cuya homosexualidad no fue aceptada por su padre Emrys (William Thomas), el acoso escolar sufrido y el círculo de promiscuidad y alcoholismo en el que acabó desembocando. De alguna manera, cuenta una realidad alternativa que tiene cierto paralelismo con ese mundo de fantasía que representa en sus actuaciones como drag queen en su local Neverland, una de las referencias permanentes al personaje de Peter Pan que hay en al serie. 

Situada en Cardiff, uno de los elementos importantes de la personalidad de Gabriel es su origen galés, y la propia serie hace una defensa de la utilización del bilingüismo, que en los últimos años ha sido impulsado por el gobierno y que recientemente también está presente en producciones como The way (Filmin, 2024) y Bienvenidos al Wrexham Football Club (Disney+, 2022-). Lost boys and fairies (BBC, 2024) tiene éxito en la representación de la dificultad de ser padres, especialmente de niños que atesoran un bagaje emocional muy problemático, y describe el proceso de aprendizaje del joven Jake pero también de Gabriel y Andy en ese camino complejo de la paternidad. Es una serie que está muy enfocada en capturar las emociones del espectador, pero al mismo tiempo incluye elementos de humor y cierto realismo mágico a través de las performances de Gabriel, que permiten desplegar la experiencia teatral en el West End de Londres por parte del actor Sion Daniel Young, y ese mundo mágico que supone el club Neverland, con personajes tan característicos como Fanny Ample (Arwel Gruffydd) y Celyn (Shaheen Jafargholi), que representan dos generaciones diferentes. Con un estreno previsto para comienzos de junio en Gran Bretaña, se trata de una serie que aborda temas difíciles como la salud mental o el acoso, pero con un acercamiento tan respetuoso y sutil que envuelve rápidamente al espectador dentro de ese entorno especial que consigue construir. 

Split

Francia 2023 | 5x30' | Francetv | ★ 

Escrita y dirigida por Iris Brey

Séries Mania '23: Mejor Música

Denver SeriesFest '24: Spotlight International


La escritora Iris Brey (1984, Francia) aborda por primera vez una historia de ficción que explora, en un formato desprovisto de tabúes, el cambio que sufre su protagonista en relación con sus deseos sexuales, en una propuesta que juega con las duplicidades y las pantallas divididas a las que hace referencia en un doble sentido el título Split (France tv, 2023). La serie plantea esta representación dual desde el propio escenario, el rodaje de una adaptación de la vida de la actriz Musidora, protagonista de Los vampiros (Louis Feuillade, 1915). Anna (Alma Jodorowsky) es la doble de riesgo de la popular actriz Eve Callac (Jehnny Beth), en un rodaje en el que también trabaja su novio Natan (Ralph Amoussou), el director de fotografía de la película. El acercamiento entre ambas provoca que Anna comience a plantearse su sexualidad, sintiendo una atracción especial por Eve. La serie rompe la habitual representación del descubrimiento de una nueva sexualidad que se adjudica tradicionalmente a personajes en su adolescencia, para construirla en una joven de treinta años que nunca se había planteado esta posibilidad. De manera que hay un proceso de deconstrucción que afecta a los personajes principales: Anna accediendo a otro tipo de placer, pero también Eve transformando su mirada femenina y la forma en que aborda una relación. 

Proponiendo una manera diferente de acercarse a la sexualidad lésbica, Iris Brey, que dirige y co-escribe el guión junto a Clémence Madeleine-Perdrillat (1988, Francia), guionista de series como Las gotas de Dios (Apple tv+, 2023) e Irresistible (Disney+, 2023), defiende que la mirada femenina está mal representada en el cine y la televisión, ofreciendo más atención a los detalles y a las actividades cotidianas, pero también una visión optimista sobre la sororidad, en episodios como One way to dyke land (T1E5), en el que algunas mujeres reconocen enseguida una problemática personal de una de ellas y tienen un gesto inmediato de comprensión y solidaridad. Pero asimismo evita plantear grandes conflictos en torno a la separación de Anna y Natan, aunque se produzca en un momento especialmente emocional, cuando se conmemora un año de la muerte del hermano de éste. Split muestra en su título la separación de la pareja, pero también refleja un estilo visual que utiliza la pantalla dividida para mostrar las interacciones de los personajes, estableciendo que el deseo surge de una forma de compartir. Premiada en el festival Séries Mania '23 en la categoría de Mejor Música, compuesta por Maud Geffray, con canciones escritas e interpretadas por Rebeka Warrior, que envuelve a las escenas de una atmósfera etérea que nos acerca a los personajes, Split se ha podido ver en España dentro de la programación de la XIII Muestra de Cine Lésbico de Madrid y se estrenará en SundanceTV. 

Penelope

Estados Unidos 2024 | 6x25' | Netflix | ★ 

Escrita por Mark Duplass, Mel Eslyn | Dirigida por Mel Eslyn


El formato de series ha adquirido un camino tradicional que se sostiene en las plataformas de streaming como principal soporte de la producción, pero en ocasiones algunos creadores se adentran en la producción independiente con la intención de vender posteriormente sus series, lo que les permite por otro lado mantener el control sobre los derechos de autor. Mark Duplass, a quien como actor podemos ver en el drama The morning show (Apple tv+, 2017-), y su hermano Jay Duplass, que ha participado como intérprete en series como Industry (Max, 2020-), tienen experiencia en el terreno de la producción al margen de los circuitos tradicionales, y ambos se han embarcado en un proyecto singular para el que no han contado con ningún apoyo financiero al margen de su productora Duplass Brothers, con la que han producido la comedia Somebody somewhere (Max, 2022-2024). Co-escrita por Mark Duplass junto a Mel Eslyn, que también se encarga de la dirección, esta historia comienza con la adolescente Penelope (Megan Stott) saliendo de una fiesta y dirigiéndose hacia una tienda en la que compra diferentes suministros para sobrevivir en la zona boscosa de Arlington (Washington). El hecho de que Megan Stott interpretara la versión joven de Reese Witherspoon en la miniserie Little fires everywhere (Prime Video, 2020) enseguida nos hace pensar que estamos ante una versión juvenil de Wild (Alma salvaje) (Jean-Marc Vallée, 2014), aunque también se puede comparar con Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007), ambas historias de individuos enfrentados a la soledad de la vida en la naturaleza. Antes de Denver, Penelope (Netflix, 2024) se ha presentado en circuitos de festivales como Sundance y SXSW, hasta que hace unas semanas se anunció la compra de los derechos de emisión en Estados Unidos por parte de la plataforma Netflix, que la estrenará próximamente, aunque la serie por el momento no tiene distribución internacional. 

Que lo primero que haga Penélope cuando llega al bosque sea abrazar un árbol es una representación un poco obvia de su intención de adentrarse en el contacto directo con el entorno natural, aunque hasta el último episodio no se ofrece una posible explicación de la razón por la que ha decidido aislarse del resto del mundo. Penelope se construye así en torno a este personaje principal y su convivencia con la naturaleza que la rodea, con una comunidad de seres humanos generalmente amables que encuentra a su alrededor. Quizás por eso la serie ofrece una perspectiva eminentemente optimista, incluso cuando la protagonista se encuentra en situaciones que ahora mismo pueden resultar perturbadoras, especialmente al tratarse de una adolescente sola: el guitarrista Sam (Austin Abrams) la invita a dormir en su caravana, un grupo de jóvenes se cruza en su camino... pero ninguna de estas situaciones termina donde pudieran suponer nuestras mentes perversas contagiadas por los efectos de los true crime. Al contrario, Mark Duplass defiende que en la comunidad de campistas suele producirse este tipo de solidaridad, y que el guión pretende huir de los tópicos que se podrían construir alrededor de una joven solitaria. Incluso cuando Penelope contacta con un osezno demasiado interesado en su campamento (y posteriormente con una madre osa no tan juguetona), hay una representación casi de cuento, que se manifiesta a través de la etérea música de Danny Bensi y Saunder Jurriaans con voces de Julia Piker, que a veces nos hace dudar si lo que estamos viendo es una versión soñadora de la realidad. Penelope siempre desemboca en el lado positivo, como cuando se enamora de Peter (Rhenzy Feliz), uno de los jóvenes cristianos excursionistas, o cuando contacta con Helena (Krisha Fairchild), una activista que vive en un árbol para evitar que sea talado, porque piensa que la supuesta enfermedad de los árboles que esgrimen las autoridades es una excusa para deforestar la zona. La serie está bien rodada y provoca ganas de lanzarse al bosque más cercano a vivir una aventura como la de Penélope, pero no está muy claro si realmente es tan interesante ver lo que le sucede a la protagonista en episodios cortos pero insuficientes. Porque incluso cuando la historia propone una explicación que nos permita conectar con la adolescente, acaba planteando más preguntas que respuestas. 


Billy el Niño (Temporada 2B) se estrena en Movistar+ el 10 de junio. 
Split se estrena en Sundance TV el 28 de junio. 
Industry (Temporada 3) se estrena en Max el 12 de agosto.
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Películas mencionadas: 

L.A. Confidential se puede ver en Disney+ y Movistar+.


27 mayo, 2024

Cannes '24 - Parte 3: Premios

El 77 Festival de Cannes concluyó el pasado sábado con una entrega de premios que, si bien se han repartido considerablemente entre las películas presentadas, no ha recibido la unánime respuesta que el año pasado logró la Palma de Oro concedida a Anatomía de una caída (Justine Triet, 2023). Desde que Terrence Malick lo consiguió por El árbol de la vida (2011), el premio principal del festival no había recaído en una producción norteamericana, un vacío que este año se ha cerrado con la decisión del jurado de conceder la Palma de Oro a la película Anora (Sean Baker, 2024). El director independiente de títulos como The Florida project (2017) y Red rocket (2022) se consolida así como un cineasta de prestigio, rompiendo la habitual ausencia de las comedias en  los premios importantes y logrando un respaldo destacado hacia la carrera de los Oscar. Aunque la película no ha recibido la unanimidad de la crítica, en cierta manera es la conclusión lógica a una edición que ha abrazado a Hollywood, con un jurado presidido por la directora Greta Gerwig y en el que estaban presentes la también norteamericana Lily Gladstone y el director español J.A. Bayona, muy conectado a la industria de Hollywood. Y sobre todo con los homenajes a la actriz Meryl Streep en la inauguración y George Lucas en la clausura, que ofreció la imagen de su encuentro con Francis Coppola. En las secciones paralelas, a las que hemos dedicado nuestras crónicas, la producción española Volveréis (Jonás Trueba, 2024) ha conseguido el premio a la Mejor Película Europea en la Quincena de Realizadores, donde la canadiense Universal language (Matthew Rankin, 2024) ha logrado el Premio del Público. La película más galardonada de Un Certain Regard ha sido L'histoire de Souleymane (Boris Lojkine, 2024), consiguiendo el Premio del Jurado, el Premio de Interpretación para su protagonista Abou Sangaré y el Premio FIPRESCI, mientras que Holy cow (Louise Courvoisier, 2024) recibió el Premio de la Juventud. En la Semana de la Crítica, el Gran Premio ha sido para la producción argentina Simón de la montaña (Federico Luis, 2024). 

All we imagine as light

Payal Kapadia

Francia, India, Países Bajos, Luxemburgo 2024 | Sección Oficial | 

Cannes '24: Gran Premio del Jurado


Presentada el penúltimo día del festival, lo cual puede ser un inconveniente o una ventaja, esta producción india sonaba como una firme candidata a la Palma de Oro y para algunos críticos que han seguido la competición oficial hubiera sido merecedora del galardón principal. En todo caso, lograr el segundo premio más importante de Cannes es un impulso decisivo para una de esas películas que los festivales consiguen descubrir. Porque se trata de una emocionante historia sobre mujeres en el entorno de una gran ciudad como Mumbai, debut en la ficción de la directora Payal Kapadia (1986, India), que ganó el Lœil d'Or al Mejor Documental del Festival de Cannes por A night of knowing nothing (2021), presentado dentro de la Quincena de Realizadores, y por tanto era uno de los nombres más destacados de la selección oficial. También porque desde hace 30 años ninguna película de origen indio había sido seleccionada para competir en el Festival de Cannes, desde que lo hiciera Swaham (Saji, N. Karin, 1994), el año que Pulp fiction (Quentin tarantino, 1994) ganó la Palma de Oro. La directora plantea una compleja visión en torno a la vida de tres mujeres en Mumbai, proponiendo temas como la gentrificación, la inmigración interior en el país, la feminidad y las relaciones sentimentales controladas por la religión y el sistema de castas. Pero lo hace con una belleza visual y un aliento poético que resulta sobresaliente, en una película que consigue imbricar todos los elementos técnicos para construir una historia emocionante, pero que al mismo tiempo resulta profundamente política. La historia se centra en tres enfermeras de diferentes generaciones, de manera que representan en cierto sentido una sola posible vida, la de las inmigrantes que han llegado a Mumbai procedentes de pequeñas poblaciones, en una ciudad que está arraigada en sus contradicciones: por un lado ofrece muchas oportunidades de trabajo y posibilidades de cierta independencia para las mujeres, pero por otro lado es opresiva y demasiado cara para salir de un círculo económico en el que también se impone el sistema de castas característico de la India.

Parvaty (Chhaya Kadam) es una mujer madura que lleva trabajando en Mumbai desde hace años, procedente de las emigraciones que llegaban para trabajar en las fábricas de algodón, que tuvieron un papel muy importante en la zona donde vive. Después de que cerraron las fábricas, se reconvirtieron en viviendas que fueron cedidas a los trabajadores, pero la hostil reurbanización de parte de la ciudad ha provocado una gentrificación que obliga a estos trabajadores a abandonar sus casas, porque en su mayor parte no cuentan con documentación que pruebe que son habitantes de esos apartamentos. El anuncio publicitario de la próxima construcción de un nuevo edificio reza: "La clase es un privilegio reservada para los privilegiados". Enfrentada a la posibilidad de ser desalojada, Parvaty comenta: "Construyen edificios cada vez más altos, como si quisieran sustituir a Dios". Prabha (Kani Kusruti) se enfrenta al abandono de su marido, quien emigró a Alemania para trabajar, pero que progresivamente ha ido distanciando las llamadas telefónicas hasta dejar de tener contacto con ella, después de haberle prometido que iba a encontrarle un trabajo. Aunque para Prabha es casi un alivio no tener noticias de su marido, su condición de mujer casada le impide iniciar otra relación. Hay una hermosa secuencia en la última parte de la película, que puede interpretarse como una alucinación, que es uno de los momentos más emocionantes que hemos visto recientemente. La joven Anu (Divya Prabha) acaba de llegar a Mumbai y no solo es compañera de trabajo en el pequeño hospital sino que también convive con Prabha. A pesar de pertenecer a una generación posterior, está sometida a la decisión de sus padres de buscarle un marido, pero ella mantiene una relación secreta con Shiaz (Hridu Haroon), un joven musulmán, lo que despierta rumores dentro del hospital. 

Cuando Prabha recibe desde el extranjero una olla arrocera, que en cierta manera es una metáfora de la vida familiar y una señal de que parece no haber sido olvidada, su primera reacción es rechazarla, porque posiblemente es una vida que no le gustaría vivir. Las tres mujeres se enfrentan por tanto a situaciones complejas que están marcadas por la tradición, la religión y la familia, pero lo hacen en una ciudad como Mumbai en la que el bullicio y el ruido alimentan un cierto tipo de soledad. Utilizando los colores azulados y el gris de la temporada del monzón, All we imagine as light (Payal Kapadia, 2024) tiene a veces textura de no ficción, cuando se escuchan voces de mujeres que hablan superpuestas a una visualización de la ciudad que a veces resulta poética, o cuando algunas secuencias están rodadas con estilo documental utilizando pequeñas cámaras que se ocultan entre la gente. La segunda parte de la película se desarrolla fuera de la ciudad, en la región de Ratnagiri, de donde proviene Parvaty, adoptando una cadencia más lenta y contrastando el azulado de las luces de neón de la capital con las rocas rojizas de la zona rural. Las tres mujeres experimentan un reencuentro con sus orígenes y un proceso de sanación, enfrentadas a sus propios sentimientos. En cierto modo, puede verse como una especie de fábula que tiene algunos momentos alucinatorios, un reencuentro personal que subraya los efectos de la sororidad entre mujeres de generaciones muy diferentes. Hay una constante confrontación entre la oscuridad y la luz, como se mostraba en la ciudad, cuando Anu se introduce en una cueva donde se reflejan en inscripciones sobre las rocas los amores secretos de quienes han estado en su interior. Pero la película apuesta por la luz, siendo absolutamente optimista aunque no sea resolutoria para sus protagonistas. Hay también un inteligente uso de la música, desde la utilización de temas de la pianista etíope Emahoy Tsegué-Maryam Guèbrou, cuya composición "The homeless wanderer" era la base musical de la película Passing (Claroscuro) (Rebecca Hall, 2021), hasta las creaciones originales del músico Topshe, un artista de R&B de Calcuta que ofrece la mirada optimista que finalmente desprende esta maravillosa película. 


Volveréis se estrena en cines el 30 de agosto. 
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Películas mencionadas: 

Anatomía de una caída se puede ver en Filmin y Movistar+.
El árbol de la vida y A night of knowing nothing se pueden ver en Filmin. 
Red rocket se puede ver en Prime Video. 
Pulp fiction y Passing (Claroscuro) se pueden ver en Netflix. 


24 mayo, 2024

Las series españolas de 2024: Parte 4

Esta misma semana, OpenAI se ha visto obligada a retirar la voz Sky de ChatGPT porque es muy similar a la de Scarlett Johansson en la película Her (Spike Jonze, 2013), tras hacer pública la actriz una petición de explicaciones, a través de sus abogados, señalando que hace unos meses el CEO Sam Altman quiso contratarla precisamente para utilizar su voz. Ante la negativa por parte de ella, la aparición de Sky con bastante similitudes y la publicación de Sam Altman en sus redes sociales de un mensaje con la palabra "Her" haciendo referencia a esta nueva implementación, hace sospechar que ha habido una intencionalidad clara de imitar la voz de Scarlett Johansson sin su permiso. Esta polémica llega después de que el equipo encargado de supervisar el desarrollo de una IA responsable, creado el año pasado bajo la denominación de "superalineación", haya sido desmantelado con denuncias de varios ex-empleados sobre falta de cumplimiento de las condiciones pactadas. Un resumen de los últimos acontecimientos fue descrito por la escritora Kelsey Piper hace unos días en la revista Vox (18/5/2024).

Precisamente hace unas semanas la Academia de Televisión y de las Artes y Ciencias del Audiovisual y Madrid Film Office organizaron las III Jornadas sobre IA en el Audiovisual, que este año tenía como lema "Desafíos de la última gran herramienta", un interesante encuentro que se celebró los días 7, 8 y 9 de mayo, y que está disponible en el canal YouTube de la AcademiaTV. Por destacar algunos de estos paneles, el titulado La nueva Ley de Inteligencia Artificial se acercaba a la iniciativa de la Unión Europea para regular el uso de la IA, que todavía tiene un largo camino y además está pendiente del resultado de las próximas Elecciones Europeas. Ibán García del Blanco, Ponente de esta Ley en el Parlamento Europeo, destacaba que "la ley no es un mecanismo para imponer sanciones, es una herramienta para regular los usos de la IA. Hay leyes de propiedad intelectual que ya establecen las sanciones". Y a este respecto, Carmen Páez, Subsecretaria del Ministerio de Cultura, comentaba que "la cuestión es si realmente es necesaria una ley específica para IA, porque se trata solo de una tecnología. Ya existen mecanismos para preservar los usos de la propiedad intelectual. España tiene la intención de liderar el debate a nivel europeo". Clara Ruipérez de Azcárate, directora de estrategia jurídica de contenidos de Telefónica, ponía un ejemplo de uso de la IA en una serie como La Mesías (Movistar+, 2023): "Hicimos una labor de entender qué quiere decir IA generativa, que no es solo ChatGPT. Nuestra experiencia es con creadores que saben dónde quieren llegar y quieren saber cómo se puede usar esta herramienta. Eso requiere la contratación de un equipo de cuatro o cinco personas para que se dediquen exclusivamente a eso". 

© Santi Burgos / AcademiaTV

Uno de los desafíos es que los outputs que se generan por Inteligencia Artificial de forma autónoma, o con escasa participación humana, no tienen propiedad intelectual y pasan inmediatamente al dominio público. Recientemente, Canal Sur produjo a través del programa Andalucía en Semana Santa (Canal Sur, 2021-) cuatro cortometrajes sobre diferentes leyendas tradicionales realizados completamente con software IA, tanto el guión, como la música, la voz y la imagen, que están disponibles en su plataforma CanalSurMás. Miguel Langle, director de asuntos regulatorios y relaciones institucionales de Atresmedia, afirmaba que: "En estos debates hay dos grandes inquietudes: que no nos engañen y que no nos roben. Y eso solo se soluciona con la transparencia. Porque lo que ya hemos vivido es que las grandes compañías digitales primero usan, luego ofrecen servicios maravillosos e innovadores, y después descubrimos los problemas que se traducen de esos servicios. En Francia se ha sancionado a Google porque no comunicó que estaban utilizando medios de comunicación franceses para generar su IA". Por su parte, Ibán García del Blanco señalaba que "en Estados Unidos hay una situación de bloqueo regulatorio en el Congreso, con más de un centenar de iniciativas legislativas que están paralizadas. Algunas ciudades y Estados están comenzando a plantearse regular por sí mismos, pero ahora las empresas tecnológicas, para evitar ese infierno de fragmentación jurídica, están planteando que Estados Unidos elabore un marco general semejante al europeo". 

En la mesa redonda La inteligencia artificial en la Animación, Nico Matji, fundador de Lightbox Animation Studios y productor de las películas de Tadeo Jones, comentaba las dificultades de llevar a cabo proyectos autónomos dentro de la industria de la animación: "La industria se sostiene por el uso de unas herramientas que utilizamos todos los estudios de animación, y por un monopolio, que es el que tiene Autodesk sobre todos los softwares de imagen de síntesis, y establece el estándar de la industria. Si intentas salirte de esa rueda, no puedes hacer películas para otros. Hasta que estos jugadores, que controlan la industria, no abracen totalmente la inteligencia artificial, es muy difícil salir del círculo. Hay un software libre de generación 3D creado en Europa, que es Blender, pero que nadie utiliza en la industria porque no es el estándar". Una de las complejidades de la IA es la manera en que ofrece resultados que han provocado respuestas sesgadas y poco inclusivas. Verónica Buide, presidenta de la asociación Mujeres en la Industria de la Animación (MIA), destacaba que "estas herramientas de IA te devuelven resultados con sesgos porque los que las han programado tienen sesgos. Pero tú también puedes pedirles que no los tengan. Y creo que es fundamental la auditoría de algoritmos. A día de hoy es un sello de calidad que utilizan algunas empresas, pero bajo mi punto de vista debería ser obligatoria". Nathalie Martínez, fundadora de Wise Blue Studios y presidenta de la asociación DIBOOS, apuntaba algunas amenazas de la IA respecto a la educación de los niños: "La homogeneización de los contenidos que apuntaba Nico está educando su forma de consumir contenido audiovisual, la está desvinculando de su propia cultura, y por tanto estamos borrando las diferencias y lo que nos enriquece. Y esas herramientas que no se están legislando están creando espectadores de futuro que consumen el mismo tipo de productos". Todos los paneles celebrados durante las III Jornadas sobre IA en el Audiovisual se pueden visionar en el canal YouTube de la AcademiaTV.

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Las largas sombras

Miniserie | Ficción, 6x50' | Disney+ | ★☆☆ 

Adaptación de José Manuel Lorenzo | Dirigida por Clara Roquet 

Guión de Clara Roquet, Miguel Sáez Carral, Adrià P. Xancó, Lucía Carballal, Estíbaliz Burgaleta


La tercera producción española que Disney+ ha estrenado este año, tras las excelentes Cristóbal Balenciaga (Disney+, 2024) y Nos vemos en otra vida (Disney+, 2024), viene precedida por algunos elementos interesantes como la presencia de un reparto de actrices destacadas y la dirección de Clara Roquet (1988, Malla, Barcelona) ganadora del premio Goya a Mejor Dirección Novel por su película Libertad (2021), aunque su trayectoria como guionista es más notable. Ha participado en los guiones de películas como Petra (Jaime Rosales, 2018), Los días que vendrán (Carlos Marques-Marcet, 2019), Costa Brava, Líbano (Mounia Akl, 2021), Creatura (Elena Martín, 2023) y Que nadie duerma (Antonio Méndez Esparza, 2023), además de la serie Galgos (Movistar+, 2024). Inspirada en la novela Las largas sombras (2018, Roca Editorial), de la escritora Elia Barceló (1957, Alicante), la serie está producida por DLO Producciones, fundada por José Manuel Lorenzo, a quien se acredita como autor de la adaptación a la pantalla, aunque el guión está firmado por cinco guionistas. La historia comienza cuando se encuentran los restos de un cadáver en una gruta de Mallorca, que son los de Mati (Laura Wedel), una adolescente que desapareció en los años setenta durante un viaje de fin de curso y que, casualmente, es la hermana mayor de Paula (Irene Escolar), inspectora de Delitos Violentos de Elda, que siempre había sospechado que Mati no se había fugado. El regreso de Rita (Elena Anaya) a la localidad alicantina, tras una exitosa carrera como directora de cine en Londres, supone el reencuentro con sus amigas de juventud, Candela (Itziar Atienza), Lena (Lorena López), Carmen (Ana Rayo), Teresa (Belén Cuesta) y Sole (Marta Etura), pero el descubrimiento del cadáver de Mati también conlleva recordar un verano en el que ocurrieron algunos sucesos que todas hubieran querido olvidar. De hecho, solo Rita mantiene la curiosidad por saber qué ocurrió el día que desapareció Mati, y el descubrimiento de sus restos refuerza este interés. De manera que las relaciones, a veces distantes, entre estas mujeres que ya tienen cuarenta años, y las experiencias como adolescentes durante aquel viaje de 1974 se mezclan en un relato fragmentado que puede recordar a Yellowjackets (Movistar+, 2021-), con la que comparte la exploración de la culpa en la madurez y los secretos guardados a partir de una experiencia traumática. Uno de los aspectos que diferencia a la serie de la novela es la introducción del personaje de Paula, investigadora y hermana menor de Mati, que se utiliza para establecer una mirada externa hacia la historia, pero no solo resulta innecesario sino que la identificación del espectador sufre porque se trata de un personaje incómodo y además está usado de una forma demasiado conveniente para el guión (cuando ya no hace falta, un hecho fortuito provoca que pierda protagonismo). 

Claramente, el interés de Clara Roquet no es tanto la investigación de los sucesos que llevaron a la muerte de Mati, sino centrarse en el drama alrededor de las protagonistas, con una participación casi anecdótica de personajes masculinos como César (Roger Casamajor), Gerardo (Juan Blanco) y Manolo (Jorge Usón), de manera que Las largas sombras (Disney+, 2024) trata de encontrar un equilibrio entre el drama de personajes y el thriller, sin que en ninguno de los dos géneros consiga destacar demasiado. El primero tiene problemas con la definición de los personajes y, de forma muy conveniente también, mantiene a algunos en un segundo plano durante casi toda la historia. El segundo carece del pulso necesario para establecer el suspense con eficacia, tratando de difuminar la definición de víctimas y culpables, pero sin conseguir desarrollar una trama creíble, con demasiadas incoherencias (todo lo que sucede con el cadáver de Mati es totalmente inverosímil). La directora consigue rodearse de algunas actrices notables que sin embargo tienen altibajos en sus interpretaciones: mejor Itziar Atienza y Lorena López que Elena Anaya, Belén Cuesta y Marta Etura. Y tampoco encuentra el equilibrio con las secuencias que transcurren en Mallorca durante los años setenta, en las que, si bien se consigue un buen reflejo de los personajes maduros en las actrices adolescentes: Rita (Isa Montalbán), Teresa (Lucía Caraballo), Candela (Marina Orta), Sole (Andrea López), Carmen (Ana de Alva) y Lena (Miriam Rubio), pierde consistencia en las interacciones, recurriendo al trazo grueso en la descripción del acoso. Da la impresión de que Mati no es relevante como un personaje en sí mismo, sino que solo sirve para definir al resto. Hay, además, un problema de casting por el hecho de incluir entre actrices poco conocidas a una intérprete que ha participado en varias producciones destacadas, lo que da demasiadas pistas sobre la relevancia que finalmente tendrá su personaje. Clara Roquet utiliza las dualidades en la puesta en escena, jugando con la idea de Rita como directora de cine, y por tanto con la construcción de ficciones en torno a la realidad, lo cual es una idea interesante. Hay espejos y reflejos que tratan de mostrar la luz y la oscuridad que rodea a los personajes principales, pero Las largas sombras termina siendo un drama insulso y un thriller soporífero.

Operación Barrio Inglés

Miniserie | Ficción, 8x60' | RTVE Play | ★☆☆☆☆ 

Idea de Alejandro Torres | Escrita por Manuel Ríos San Martín, Victoria dal Vera, José Ortuño,

Tatiana Mª Rodríguez, Pablo Tobías, Virginia Yagüe

Dirigida por Chiqui Carabante, José Ramón Ayerra "Tapi"


La televisión pública sigue dando quiebros con su producción propia, estrenando las series en condiciones poco apropiadas y sin una estrategia clara. Todavía está pendiente el estreno de la anunciada Detective Touré (Pr1meran, 2023), que se puede ver en la plataforma Pr1meran del canal autonómico vasco, pero de la que TVE parece haberse olvidado. Con Operación Barrio Inglés (RTVE Play, 2024), se ha planificado una cierta promoción, presentándola en el Festival de Málaga, quizás más por el empeño de los productores andaluces y porque parecía una serie que tenía cierto perfil ambicioso, ambientada en 1940, en una ciudad de Huelva como enclave estratégico para los alemanes y los británicos, propietarios de las minas de Rio Tinto. Pero ha vuelto a ser una de las damnificadas de esta falta de estrategia: estrenada en lineal el 9 de abril, obtuvo una baja audiencia de 5,9% de share (634.000 espectadores), siendo retirada de la programación hasta que fue reubicada en el prime time de los domingos con doble episodio semanal, y trasladada al late night con los dos últimos episodios, el 19 de mayo, que lograron menos de 200.000 espectadores. Desde el principio, el planteamiento tiene ambición de drama histórico con ramificaciones de thriller de espionaje, y ciertamente el trasfondo es interesante, con España jugando la carta de la neutralidad, pero al mismo tiempo más cómoda con los nazis que de los ingleses. Pero Operación Barrio Inglés quiere volar demasiado alto sin tener un soporte firme, perjudicada por un desarrollo largo por el que han pasado seis guionistas en diferentes momentos. Lo que tampoco puede ser una justificación para una historia que cumple con todos los lugares comunes de una narración que está entre El tiempo entre costuras (Antena 3, 2013) y Amar en tiempos revueltos (RTVE, 2005-2012). Porque, aunque tiene impostura de gran producción, no puede evitar una apariencia de serie diaria, no solo por su descuidado trabajo de dirección, sino por la propia estructura de la historia. 

Cada episodio comienza con una lección histórica en la que una voz en off de documental de Canal Historia trata de contextualizar la acción, pero lo hace con escasa credibilidad, con un texto que a veces parece sacado de un video de promoción turística: "El Führer pasea victorioso por las calles de París. La ciudad de la luz se ha rendido". La música es constantemente intrusiva, pero más por un problema de realización que de composición, como si el suspense o la tensión estuvieran apoyados principalmente en el uso de la banda sonora en vez de en el ritmo interno de las secuencias. Es algo así como si se escuchara la música de Pearl Harbor (Michael Bay, 2001) en una escena de La promesa (RTVE Play, 2022-), ineficaz e histriónica porque, simplemente, los directores no han sabido dotar a las escenas de la tensión necesaria. Hay una ineficacia sorprendente en la planificación de las secuencias de acción, como una penosa emboscada en la Plaza de España de Sevilla, no digamos ya el entrenamiento físico de la protagonista, Lucía (Aria Bedmar), que desemboca evidentemente en un enfrentamiento ridículo. Aunque en las intrigas políticas el guión utiliza los tropos del género de espías con cierta eficacia, no puede evitar caer en la tentación de introducir recursos de telenovela, con padres secretos, hermanos que no deberían serlo... etc., mientras que Operación Barrio Inglés compite seriamente con El tatuador de Auschwitz (Movistar+, 2024) en la representación más caricaturesca de los nazis que hemos visto en los últimos años. Los actores hacen lo que pueden con unos personajes mal desarrollados, pero Aria Bedmar tiene todavía los tics de su paso por Acacias 38 (TVE, 2015-2021) y no cuenta con suficientes recursos interpretativos como para dar profundidad a un personaje que está siempre en medio de las tramas políticas, mientras que Peter Vives sigue encasillado en los papeles de protagonista con acento inglés que demuestra lo poco imaginativos que son los directores de casting en nuestro país. El resto del reparto cumple igual que cumple el charcutero del barrio, con profesionalidad y poco más. 

La serie está coproducida por Onza Entertainment y Magnetika Producciones, fundada por Pilar Crespo, que hasta el momento ha estrenado documentales como La residencia de señoritas (Juan Miguel del Castillo, 2022) y Val del Omar. Poeta audiovisual (Jesús Ponce, 2022). Pilar Crespo y Gonzalo Crespo, productores ejecutivos, protagonizaron una usurpación de créditos incluyéndose ellos mismos como creadores de la serie, lo que fue denunciado a través de las redes sociales por Virginia Yagüe, una de las primeras guionistas del proyecto y presidenta de DAMA (Derechos de Autor de Medios Audiovisuales). Es una práctica muy extendida en los últimos años que el Sindicato de Guionistas ALMA también ha denunciado reiteradamente, considerando que solo son creadores los que escriben los guiones. En todo caso, al apropiarse del crédito de creadores y ser también productores de la serie, hay que adjudicar a Gonzalo Crespo y Pilar Crespo toda la responsabilidad de este desastre. 

Red flags

Miniserie | Ficción, 8x25' | atresplayer | ★ 

Creada por Nando López, Estel Díaz 

Dirigida por Estel Díaz, Ian de la Rosa


La edad de la ira (atresplayer, 2022) fue una de las series más interesantes estrenadas hace dos años, adaptando la novela y posterior obra teatral de Nando López (1977, Barcelona), y ahora es él mismo quien ha creado una serie que también habla de jóvenes adolescentes, adentrándose en cuestiones más amplias sobre las violencias afectivas, protagonizada por un cuarteto de jóvenes que se enfrentan a un entorno permanentemente hostil. El prolífico dramaturgo y escritor catalán ha publicado también hace un mes la primera parte de la trilogía "Más que sexo", que comienza con Algo más que sexo. Otoño (2024, Ed. SM), pero ésta es la primera serie escrita por él junto a Estel Díaz, que ha trabajado como directora de segunda unidad en Bienvenidos a Edén (Netflix, 2022- 2023). Como suele ser habitual en las obras del escritor, el protagonismo se extiende a varios personajes, en este caso cuatro adolescentes que se enfrentan a diferentes tipos de violencias. El punto de partida que les une se produce cuando Érika (Mar Isern) publica una foto de su cuerpo no normativo en las redes sociales, mostrando la normalidad de todo tipo de físicos, pero comienza a recibir mensajes con insultos y violencia verbal. Sin embargo, esta publicación también llama la atención de otros tres jóvenes que de alguna manera están viviendo situaciones parecidas. Toni (Diego Rey) es un joven homosexual algo obsesionado con su imagen física, que utiliza Grindr para tener citas sexuales, una de las cuales, la que mantiene con Igor (Xoán Fórneas) deriva hacia un acto de violación, aunque no es interpretado como tal en este acuerdo de intercambio sexual en el que se difumina el concepto de consentimiento. Walter (Ibrahima Kone) es un joven de raza negra que intenta integrarse dentro de un grupo de amigos que sin embargo tienen un trato vejatorio hacia él, practicando episodios de racismo. Luna (Iria del Valle) parece que tiene una vida más estable, pero en realidad se encuentra atrapada entre una amistad tóxica y una relación sentimental que es opresiva. Si las redes sociales son mostradas en relación con Érika como un enemigo, el contacto entre estos cuatro personajes también las retrata como un lugar de encuentro en el que, a través del hashtag #redflags, se comunican y conectan. 

La serie está estructurada centrándose en cada episodio en los viernes, cuando ya han terminado las actividades escolares, para proponer una mirada hacia las experiencias de estos jóvenes fuera del entorno educativo, lo que es un planteamiento interesante porque evita la habitual representación del instituto que hemos visto en muchas series juveniles. Aunque también se muestran algunas interacciones entre los alumnos en el caso de Walter, que forma parte de un equipo de baloncesto. Asimismo se elimina en buena parte la representación del mundo adulto alrededor de los protagonistas, aunque cuando se muestra ofrece respuestas muy discutibles hacia las problemáticas de acoso escolar, como cuando Walter enseña a su entrenador algunos de los mensajes racistas que ha recibido en el móvil y éste únicamente exige al resto del equipo que borren los mensajes del grupo de conversación para evitar una posible denuncia. Es una de las preocupaciones que hemos visto en otras obras de Nando López, en cuanto a qué tipo de respuesta adulta se da al bullying, a veces tratando de ocultar en vez de visibilizar. Es interesante el tratamiento de una serie que trata apropiadamente de ser más clara desde lo visual que desde lo textual, evitando ser demasiado explicativa. Los protagonistas se expresan a través de los mensajes en las redes sociales, pero al mismo tiempo se reflejan desde las miradas y los gestos más que desde la verbalización de sus conflictos, algo que los cuatro jóvenes actores protagonistas consiguen expresar de una forma notable. Red flags (atresplayer, 2024) se apoya en los personajes, y construye una historia que tiene credibilidad, desde un conocimiento profundo en torno a determinadas realidades de una Generación Z, cuya definición como "generación de cristal", acuñada por la filósofa Montserrat Nebrera, ha sido malinterpretada como un reflejo de una fragilidad emocional, pero que en realidad es la representación de una mayor visibilidad, como comenta la psicóloga Sofía Calvo en su libro Generación de cristal. Sociedad, familia y otros vínculos del siglo XXI (2022, Ed. Librería Sudestada): "Somos la generación que entendió que disfrutar nuestra sexualidad, construir una identidad libre, separarse de una pareja, renunciar a un trabajo, hacer lo que amamos e ir a terapia no es un fracaso sino que, en realidad, es nuestra gran conquista". 

Hay algunas resoluciones de las problemáticas de los protagonistas que sin embargo no son convincentes, una especie de "castigo" a los acosadores que resulta demasiado simplista, como la que protagoniza Toni, pero Red flags ofrece una inteligente representación de algunas problemáticas que permanecen habitualmente ocultas, rodeadas de un silencio que no se rompe porque la sociedad no ha sabido construir un espacio seguro en el que no sea necesario justificar determinados comportamientos, a veces con cierta tendencia a la revictimización, lo que provoca el rechazo a la denuncia y la visibilidad. Y en este sentido es una serie bien estructurada que se acerca a muchas de las propuestas juveniles que provienen de los países nórdicos y que están especialmente sensibilizadas con la exposición de las amenazas que provienen de los entornos que rodean a los jóvenes, desde las noruegas Nudes (NRK, 2019-) o Delete me (Disney+, 2023) hasta la danesa Boys (SundanceTV, 2022), conectando también con la realidad de la desinformación sexual que proviene de los medios tecnológicos como sustitutos de una educación real, como hemos visto en la notable serie documental Generación Porno (Prime Video, 2023). 

El caso Asunta

Miniserie | Ficción, 6x60' | Netflix | ★☆☆ 

Creada por Ramón Campos, Jon de la Cuesta, Gema R. Neira, David Orea 

Dirigida por Carlos Sedes, Jacobo Martínez

El productor Ramón Campos (1975, Noia) parece estar especialmente interesado en este crimen real al que ya dedicó, a través de su productora Bambú Producciones, la exhaustiva miniserie documental El caso Asunta (Operación Nenúfar) (Atresmedia, 2017), que consiguió contar la misma historia en dos horas menos. La razón quizás está en el hecho de seguir manteniendo un contacto a través de cartas con Alfonso Basterra, el padre de la niña asesinada en 2013, como afirmaba recientemente en el encuentro junto a Tristán Ulloa que protagonizó en el Festival Crossover Series. También hay una intención de ampliar la mirada hacia el entorno creado por los medios de comunicación y una instrucción que se plantea como discutible, en una especie de juicio paralelo en el que se consideró culpables a los padres Rosario Porto y Alfonso Basterra antes de que comenzara el juicio real. Y aunque la sentencia fue ratificada por dos órganos judiciales superiores, incluido el Tribunal Supremo, la serie parece defender que se les condenó sin pruebas concluyentes, aunque evita hacer hipótesis sobre su inocencia. En este sentido, la representación más tendenciosa es la que hace del juez instructor José Antonio Vázquez Taín, que aquí se disfraza bajo el personaje ficticio del Juez Malvar (Javier Gutiérrez), pero cuya función es la de un antagonista de trazo grueso que parece obsesionado con inculpar a los padres, por encima de las pruebas que se van extrayendo de la instrucción. Curiosamente, la serie evita toda mención a la actuación de fiscal Jorge Fernández de Aránguiz, que no quiso participar en la miniserie documental, y que cambió sus conclusiones en el juicio. El propio Ramón Campos considera que Vázquez Taín fue el responsable de filtrar detalles de la investigación a la periodista Cruz Morcillo para la publicación de un libro que salió a la luz antes incluso de que se celebrara la vista pública, una escena que está representada en el episodio El juicio (T1E6). Sin embargo, esta reflexión interesante sobre la tendencia de los medios de comunicación a crear juicios paralelos (que hemos visto también estos días con el caso de Daniel Sancho), es el camino menos explorado de la propuesta, sin que como espectadores tengamos demasiadas pistas sobre qué impulsa y cuáles son las consecuencias de estas actitudes (en realidad, la condición de personas conocidas en Galicia o la repercusión en los medios gallegos que tuvo la adopción de Asunta nunca se muestra de forma clara). Los medios de comunicación aparecen en la serie como una masa de micrófonos invasores de la intimidad, pero se queda en una representación colectiva y superficial.

En este sentido, El caso Asunta (Netflix, 2024) se acomoda en el perfil de las series documentales true crime de Netflix, en las que hay una fascinación por los culpables, mientras que las víctimas parecen elementos adicionales a la historia. Una tendencia que afortunadamente está cambiando en otras producciones fuera del entorno del gigante rojo, como las espléndidas The long shadow (SkyShowtime, 2023) y El caso del Sambre (Movistar+, 2023). De manera que la atención se centra en dos padres que desde el comienzo de la instrucción judicial son considerados probables autores del asesinato, no solo porque no hay pistas que puedan considerar la posibilidad de un tercer implicado, sino sobre todo por las continuas contradicciones en sus declaraciones y por el relato de los hechos que transcurrieron en los días previos a la muerte de la niña Yŏng Fāng, abandonada cuando solo tenía semanas en un orfanato de la ciudad de Yongzhou, siendo adoptada por la familia gallega a los nueve meses, dándole el nombre de Asunta Basterra. La serie se centra principalmente en ellos: Rosario Porto (Candela Peña) es una abogada que proviene de buena familia pero que sufre problemas de depresión, mientras que Alfonso Basterra (Tristán Ulloa) tiene una personalidad seria e indescifrable que refleja una apariencia fría y dominante. Pero la serie acaba siendo un relato de los sucesos ya conocidos que no la diferencian demasiado del documental estrenado en 2017, e incluso algunos sucesos como el supuesto ataque nocturno que sufrió la niña y la ausencia de denuncia (que en realidad fue un error policial) no terminan de estar bien explicados. 

En el episodio 24 horas (T1E5) el guión entra directamente en el terreno de las hipótesis, lo que refuerza cierta hipocresía sobre pretender denunciar a los medios por utilizar el morbo, pero al mismo tiempo acabar haciendo elucubraciones. Se rodaron cuatro teorías, pero se mantuvieron solamente dos, ambas considerando a los padres como los asesinos de Asunta, que es la verdad judicial. Tristán Ulloa mencionaba como principal razón del malestar de Candela Peña con el productor el hecho de haber editado un plano secuencia de siete minutos rodado con cámara en mano, con un estilo cercano a Una mujer bajo la influencia (John Cassavetes, 1974), que se ha quedado en la versión final en algunos planos sueltos de escasa duración. Pero este planteamiento hacia la esencia del drama interno de una paternidad que se siente atrapada por las necesidades de una hija no parece explorarse demasiado, en favor de una narrativa expositiva de los hechos. El caso Asunta es menos interesante cuando se distancia de la pareja que cuando se acerca a ella, y un ejemplo claro es el último episodio, una monótona exposición de las pruebas que inculpan o exculpan a los protagonistas, por mucho que se introduzca la contaminación del jurado popular al dejarse influir por grabaciones publicadas por los medios de comunicación pero que no fueron admitidas en el juicio. Con un gran reparto de actores destacados, Candela Peña asume un compromiso profundo por acercarse a la personalidad de Rosario Porto, aunque el personaje parece en un constante estado de confusión y depresión que no contribuye a entenderlo realmente. Resulta más interesante la forma en que Tristán Ulloa adopta la personalidad distante y desafiante de Alfonso Basterra, porque es un personaje más interiorizado y más indescifrable, que hubiera merecido una mayor atención por parte del guión. El caso Asunta pierde la oportunidad de desentrañar algunas claves de un caso que ya fue exhaustivamente tratado en la recomendable miniserie documental. Queda la impresión de que se apuntan ideas interesantes que finalmente no se desarrollan, bajo la obsesiva pretensión de reflejar la realidad como si se tratara de un espejo, y resulta llamativa la ausencia casi absoluta de la víctima dentro del relato. 

Lucía en la telaraña

Temporada 2 | Documental, 2x58' | RTVE Play | ★ 

Creada por Tomás Ocaña Urwitz, Rafa González

Escrita por Antonio Díaz Pérez, Elisa Botticella, Sara Molina León 

Dirigida por Santi Aguado, Sofía Urwitz


Avalada por el reconocimiento de la crítica y algunos premios como el Globo de Oro al Mejor Documental True Crime en el World Media Festival 2022 de Hamburgo y el Premio API de Periodismo de Investigación 2022, Lucía en la telaraña (Tomás Ocaña Urwitz, Rafa González, 2021) es una docuserie que se beneficia precisamente de ese enfoque eminentemente periodístico, evitando el sensacionalismo que caracteriza a los documentales true crime. De manera que un complejo entramado de conexiones entre narcotraficantes y miembros de la Guardia Civil en la Costa del Sol de Málaga se va revelando como una tela de araña que, más allá de la investigación sobre un asesinato, despliega una mirada hacia la corrupción sistemática en las instituciones encargadas de mantener el orden: no solo la Guardia Civil sino también su Servicio de Protección de la Naturaleza ( SEPRONA). La red de corrupción comenzó a desvelarse a raíz del asesinato de Lucía Garrido en 2008, dentro de la finca Los Naranjos en Alhaurín de la Torre, que pertenecía a su expareja Manuel Alonso. La finca servía como centro neurálgico del tráfico de animales exóticos, que debería controlar el SEPRONA, y también como "guardería", lugar donde se escondían alijos de drogas antes de su distribución, estando asimismo relacionada con el tráfico de armas. De manera que el asesinato de Lucía tenía una relación directa con la información que podía tener sobre las actividades que se desarrollaban allí, como siempre defendieron su hermana Rosa Garrido y el  ex-agente de la Guardia Civil Ignacio Carrasco. Ellos fueron los principales protagonistas de la serie de cinco episodios que iba desgranando las diferentes conexiones de Manuel Alonso con bandas criminales y miembros de las fuerzas del orden, que siguió con otro suceso extraño en 2010, el supuesto asalto a la finca por parte de dos delincuentes que acabaron muertos. 

Lucía en la telaraña II (RTVE Play, 2024) no es una continuación gratuita del éxito de aquella docuserie, sino que a través de sus dos episodios completa la historia que terminó con un juicio contra Manuel Alonso por el asesinato de Lucía Garrido en el que se detectaron numerosas irregularidades. La celebración de un nuevo juicio en 2023, 15 años después del crimen, y su resolución conforman esta nueva entrega para ofrecer un cierre a la historia, aportando algunos testimonios nuevos, como el del agente 510, responsable de la investigación de campo, así como ofreciendo imágenes grabadas durante el juicio. Pero sobre todo sirve como un homenaje a Lucía Garrido y también a su hermana Rosa Garrido, quien estuvo luchando el resto de su vida para conseguir que se hiciera justicia, pero falleció de cáncer antes de poder ver cumplido su deseo. La serie aporta siempre una perspectiva que se enfoca en la víctima y quienes estuvieron constantemente dedicados a preservar su memoria, de manera que nunca pierde el foco de la necesidad de reconocer los sacrificios personales y las consecuencias que se derivaron del asesinato que dio origen a la investigación. Dirigida en esta ocasión por Sofía Urwitz y Santi Aguado, la propuesta visual introduce de nuevo elementos que definen metafóricamente el concepto de la serie. Si en la primera entrega se representaba a través de la elaboración de una telaraña que hacía referencia a las conexiones de la corrupción en la Costa del Sol y la congelación de objetos relacionados con el poder judicial, en esta ocasión se utiliza el deshielo de algunos de estos elementos para mostrar la forma en que se han ido esclareciendo los hechos, concluyendo con un esfuerzo casi solitario de Ignacio Carrasco y Rosa Garrido. Aunque en esta ocasión la necesidad de recordar ciertos acontecimientos hace que la narrativa resulte algo repetitiva, la introducción de los elementos humanos proporciona solidez a una docuserie que se completa con estos dos nuevos episodios, necesarios desde el punto de vista judicial y personal. Lucía en la telaraña II está producida por CAPA España, la marca de documentales del Grupo iZen, fundada en 2022. Desde 2023 está dirigida por Santi Aguado, quien sustituyó al entonces director general, Tomás Ocaña Urwitz, que fue contratado como Manager de Contenidos de No Ficción por la plataforma Netflix España. 

Marbella

Temporada 1 | Ficción, 6x50' | Movistar+ | ★☆☆ 

Creada por Alberto Marini, Dani de la Torre | Escrita por Alberto Marini 

Dirigida por Dani de la Torre, Oskar Santos


Hace unas semanas dio la vuelta al mundo el error judicial cometido en España que ha dejado libre al líder de la llamada Mocro Mafia holandesa, Karim Bouyakhrichan, que llegó a amenazar a la princesa de Holanda. Marbella (Movistar+, 2024), la nueva serie de Dani de la Torre y Alberto Marini, responsables de La Unidad (Movistar+, 2020-2023), comienza en el puerto de Rotterdam y lleva hasta la costa marbellí a Yassim (Khalid El Paisano), uno de los líderes de la mafia marroquí asentada en los Países Bajos, que solo tiene por encima al gran jefe que actúa desde Dubai. La idea de la serie surgió de una noticia real, cuando en 2021 los periodistas Nacho Carretero y Arturo Lezcano publicaron en El País el reportaje titulado Marbella, sede global del crimen organizado, en el que describían el mundo de ostentación de las diferentes organizaciones mafiosas internacionales que actúan en Marbella. La localidad malagueña ha tomado un protagonismo especial en la última producción española, con Los Farad (Prime Video, 2023) describiendo el auge del tráfico de armas en los años ochenta, mientras que la nueva serie producida por Daniel Écija, Eva & Nicole (atresplayer, 2024), se mueve en los círculos de la jet set marbellí, también en esa época. Producida por Buendía Estudios Canarias, parte de la serie ha sido rodada en Las Palmas de Gran Canaria, que se beneficia de un incentivo fiscal especial, y los interiores en Madrid, pero consigue transmitir ese lujo macarra de chándales coloristas con relojes de marca que reflejan la ostentación de los líderes de las mafias. El giro que la diferencia es un punto de vista externo a través del abogado César Beltrán (Hugo Silva), un profesional pragmático que encuentra en ese entorno el medio apropiado para llevar él mismo una vida de lujo, pero manteniendo las distancias. Tiene una capacidad innata para minimizar las consecuencias legales de los excesos de algunos mafiosos violentos como John White (Michael John Treanor) del clan de Liverpool, y pone su punto de mira en Yassim, un recién llegado que puede girar la balanza dentro de su particular competición con el abogado Esteban Setién (Fernando Cayo).

Los creadores de la serie hablan de referentes como el cine de Martin Scorsese, especialmente Uno de los nuestros (1990) y El lobo de Wall Street (2013), lo cual es apuntar muy alto, porque Marbella nos recuerda más a esas series británicas de gánsteres horteras como A town called Malice (SkyShowtime, 2023) o las primeras películas de Guy Ritchie como Lock & stock (1998). Dani de la Torre comentaba en la presentación en Crossover Series que "pensamos en una protagonista femenina pero nos dijeron que no era creíble, que los mafiosos de Marbella nunca confiarían en una abogada. Es un mundo machista en el que ven a las mujeres al mismo nivel que sus relojes o sus coches". Y como afirma César en el Episodio 4: "Un coche en Marbella es más que un medio de transporte. Un coche te define, te sitúa, te marca". De manera que son las parejas de los protagonistas, Anne (Aurora Moroni) y Katy (Ana Isabelle Acevedo) las que representan ese poder femenino en la sombra, emprendedor pero asumiendo un papel secundario, mientras que el contrapunto de César es la inspectora Marta (Elvira Mínguez), una veterana policía que ha llegado a cierta desilusión porque no solo resulta imposible acabar con las mafias, sino que se introducen nuevas organizaciones como la Mocro Mafia, aumentando la violencia, aunque Marbella sea una ciudad segura a niveles de criminalidad urbana. Este entorno está bien descrito, aunque el recurso de la ruptura de la cuarta pared por parte de César le da a la historia un tono que parece buscar protección en un aspecto de fábula, mientras lanza algunas frases que muestran su cinismo, como en el Episodio 3: "Yo sé de dónde viene mi dinero, no lo escondo. Pero te digo que es el mismo lugar de donde probablemente viene también el tuyo, trabajes en Correos, o seas médico dentista o fontanero. La diferencia es que yo lo asumo". 

A pesar de cierto aire despreocupado sin ser exactamente una comedia, Marbella nunca llega a parecer demasiado relevante en sus planteamientos, adoptando tal fascinación por la representación del lujo histriónico que le impide profundizar en el mundo que retrata. Mientras se plantea un personaje interesante como el de la policía desilusionada Marta, a la que no saca mucho partido, evita las referencias a la corrupción política y se mantiene siempre en un nivel superficial. Sin ser aburrida, carece de elementos que la hagan realmente destacable, mientras construye una trama principal que involucra a César de manera cada vez más peligrosa en la criminalidad, una línea que siempre se había propuesto no cruzar. Mejora con el crescendo, con un plano secuencia en el Episodio 5 que transforma la habitual persecución en un ejercicio de tensión muy logrado, mientras el recurso de las serpientes refleja esa amenaza que se desliza bajo un entorno de opulencia, como la descripción que un abogado de la zona hizo de Marbella: "Un jardín del Edén donde hay cien manzanas, pero también doscientas serpientes". Hugo Silva se encuentra cómodo en este abogado, que tiene esa simpatía cínica de su personaje en Nasdrovia (Movistar+, 2020-2022) una serie con un tono muy parecido a ésta, incluidas las rupturas de la cuarta pared, lo cual indica que Movistar+ está comenzando a repetir fórmulas. El rapero Khalid El Paisano es un mafioso convincente en su primer papel, y en la presentación de la serie hacía una referencia irónica al hecho de que interpretaba "a un marroquí malo, que no suele ser habitual", reflejando esa tópica representación racializada en el audiovisual español. Y sorprende la naturalidad de Manuela Calle como Alexandra, la hija de Katy, que consigue interpretar a una adolescente sin que resulte irritante, el único elemento de la familia que intenta ser una persona normal. Entretenida sin mucho más, Marbella prefiere flotar sobre la realidad de la costa malagueña antes que bucear en ella. 

La pasión turca

Miniserie | Ficción, 6x50' | atresplayer | ☆☆☆☆  

Creada por Irene Rodríguez, Esther Morales 

Dirigida por Iñaki Peñafiel 


Basar el modelo de producción audiovisual en las tan recurrentes IP (Propiedad Intelectual), de manera que casi siempre tiene que haber un referente de éxito, ya sea un libro, videojuego o producto audiovisual precedente, acaba provocando casos como el de esta serie, que utiliza como reclamo la novela de Antonio Gala La pasión turca (1990, Ed. Planeta), pero solo tiene en común con aquella que se desarrolla en Turquía. El resto es una historia reinventada que ni siquiera respeta las intenciones originales de un libro que construía un relato en torno a la liberación de una mujer absorbida por su vida intrascendente. Lo que encontraba Desideria en su amor pasional era una forma de dejar atrás un matrimonio aburrido, aunque este nuevo amor también acabará siendo decepcionante. En La pasión turca (atresplayer, 2024), Olivia (Maggie Civantos) es una mujer independiente, soltera y experta en arte bizantino, que en Estambul se enamora de Yaman (Ilker Kaleli), el dueño de una tienda de antigüedades. Como si las guionistas Irene Rodríguez y Esther Morales, que también son las responsables de Beguinas (atresplayer, 2024), fueran claramente conscientes de lo difícil que resulta justificar las decisiones de su protagonista, a lo largo de la serie sus amigas, su hermana y hasta su vecina le recuerdan constantemente que es una mujer independiente y que no es comprensible lo que está haciendo. Pero parece más bien una forma de justificación narrativa sobre una decisión que rompe el planteamiento de la historia original. De manera que si el viaje emocional de Desideria va desde la sumisión a una cierta forma de liberación, el de Olivia discurre en sentido contrario, desde la libertad hasta la dependencia, lo que obliga a tomar decisiones de guión francamente incomprensibles. La historia comienza en el presente, con Olivia en un hospital y agentes de la Interpol decididos a inculparla en una trama de tráfico de objetos de arte, utilizando un recurso ya demasiado recurrente en los thrillers. 

Cuando se estrenó La pasión turca (Vicente Aranda, 1994), el escritor Antonio Gala, que mantuvo desde el principio una actitud de distancia respecto a la película, la calificó como "una historia de cama y encoñamiento superficial que nada tiene que ver con mi novela", mostrando su disgusto especialmente por el cambio que introdujo el director en el final de la historia, mucho más dramático en el libro. La versión de Atresmedia también se distancia de la obra original de forma notable, y aunque solo se centra en la relación amorosa en los dos primeros episodios, acaba cayendo en el recurrente uso del thriller para tratar de conectar con el espectador. Ya se sabe que en el audiovisual español solo se abordan dos géneros en la actualidad: el thriller y la comedia, una imposición de la visión estrecha y compartimentada de las plataformas internacionales. Y mientras que en la novela la subtrama relacionada con las actividades ilegales de Yaman ocupa un plano secundario, en esta adaptación se convierte en la trama principal. Lo cual no beneficia a una historia que nunca se encuentra cómoda como relato romántico de una relación tóxica, pero mucho menos en el terreno de la ficción de suspense. Especialmente en los últimos episodios, en los que se convierte en una mediocre historia de espías y traiciones, mientras el perfil psicológico de la protagonista se limita a convertirla en una especie de heroína poco creíble. Ni Maggie Civantos ni Ilker Kaleli, al que hemos visto en series interesantes como Dip (Puhu TV, 2018) y La serpiente (Netflix, 2021) pueden hacer mucho con unos personajes mal construidos. 

Atresmedia tenía hace poco tiempo una estrategia clara de diferenciación de los contenidos entre Antena 3 y atresplayer, pero en los últimos meses este planteamiento se ha ido difuminando, de manera que series como La pasión turca, que claramente tiene un perfil generalista y de canal lineal, acaban lanzándose a la plataforma de streaming para impulsar las suscripciones al Plan Premium, que además también incluye publicidad. La serie ya ha comenzado a emitirse en Antena 3 con un primer episodio el pasado 9 de mayo que consiguió un share del 10,7% (1.097.000 espectadores), un comienzo poco alentador teniendo en cuenta que anteriormente Una vida menos en Canarias (atresplayer, 2024) tuvo un registro del 12,2% en su primer episodio antes de caer en el abismo, terminando con un 7% de share y perdiendo más de medio millón de espectadores (es decir, el público se sintió atraído por la serie pero no terminó convencido). Igualmente, La pasión turca ha ido perdiendo espectadores, con un mínimo del 7,6% de share (704.000 espectadores) en la emisión de ayer de su tercer episodio, que está muy alejado del buen rendimiento que ha tenido el estreno de El Marqués (Telecinco, 2024), el true crime de Mediaset que ha logrado esta semana un satisfactorio 13,9% de share (1.373.000 espectadores). Es una estrategia extraña, porque no tiene en cuenta la fragmentación del perfil de la audiencia y parece querer atraer al streaming un tipo de público que tradicionalmente está más cómodo en la televisión lineal. No sabemos cómo está resultando el experimento, pero lo cierto es que atresplayer está perdiendo progresivamente su identidad para convertirse en un cajón de sastre donde cabe un poco de todo, sin que nada tenga realmente demasiada trascendencia. 

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Películas mencionadas: 

Libertad se puede ver en RTVE Play.
Petra se puede ver en Filmin y RTVE Play. 
Los días que vendrán se puede ver en Filmin, Mubi y RTVE Play. 
Costa Brava, Líbano se puede ver en Filmin y Netflix. 
Creatura y Uno de los nuestros se pueden ver en Filmin y Movistar+. 
Que nadie duerma se puede ver en Prime Video. 
Una mujer bajo la influencia se puede ver en Filmin y Mubi. 
El lobo de Wall Street se puede ver en Movistar+, Netflix, Prime Video y SkyShowtime.