30 septiembre, 2024

Seriedagene 2024 - Parte 1: Navegar en tiempos de crisis


Si hace una semana hablábamos del Festival de la Fiction como el comienzo oficial de la temporada en Francia, esta semana nos trasladamos hasta Oslo para comentar las jornadas profesionales que se pueden considerar como el comienzo oficial de temporada en Noruega. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, Seridagene es una cita reservada a profesionales del sector audiovisual que durante cinco días ofrece un espacio para la presentación de proyectos y el debate en torno al audiovisual en Noruega, pero con extensiones hacia el resto de países nórdicos. Series Days Oslo reúne cada año a unos 700 profesionales de diferentes países escandinavos, con invitados especiales que ofrecen conferencias, clases magistrales y talleres relacionados con el sector audiovisual. Este es un año especialmente complicado, sobre todo para las televisiones públicas de los países nórdicos. Como ya comentamos en nuestro reciente reportaje sobre Las series escandinavas que vendrán, la televisión pública sueca SVT está envuelta en un recorte presupuestario y un cambio de administración, mientras que la televisión danesa DR no tiene estrenos destacados para esta temporada, retrasando algunos de los proyectos que tenían previsto presentar en 2024. En este sentido, se podría decir que la televisión pública noruega NRK es la que en estos momentos cuenta con una mayor estabilidad y una producción de ficción original más continuada. Pero la jornada principal de este encuentro que no se puede considerar como festival de series porque no hay proyecciones, es el denominado Día de la Industria, un intenso programa en el que se suceden durante nueve horas charlas y encuentros protagonizados por destacados actores del sector audiovisual. 

Organizado por el periódico Aftenposten, Seriedagene (Series Days Oslo) cuenta con el apoyo de NRK, TV2, Instituto Noruego de Cine (NFI), Filmforbundet, Dramatikerforbundet, Virke Produsentforeningen, Warner Bros Discovery y Nordisk Film og TV Fond. Como cada año, la jornada concluyó con la fiesta de clausura y la entrega de los Premios de la Crítica, que se celebra desde 2020, en la que 18 críticos de televisión que escriben en medios de comunicación noruegos seleccionan las mejores series de la temporada pasada en tres categorías. No hubo demasiadas sorpresas, con predominio de galardones para el exitoso drama político Power play (Filmin, 2023-2024), sobre el ascenso de la política Gro Harlem Brundtland hasta convertirse en Primera Ministra en los años ochenta, que obtuvo dos premios como Mejor Serie Dramática y Mejor Interpretación (no hay distinción de géneros) para su protagonista Kathrine Thorborg Johansen. Mientras que el premio de la crítica a la Mejor Comedia fue para Føkkings Fladseth (TV2 Play, 2023), una autoficción protagonizada por el comediante Henrik Fladseth en la que se interpreta a sí mismo viviendo una crisis de identidad profesional después de sufrir las consecuencias de la cancelación, tras el escándalo surgido por una broma de mal gusto. Ofrecemos una crónica de Seriedagene en dos partes en la que nos enfocaremos en los invitados internacionales de esta edición, hablaremos de próximos estrenos y de coproducciones. 

BEAU WILLIMON: LA RESPONSABILIDAD DEL ESCRITOR


Uno de los invitados internacionales de esta edición de Seriadegene Oslo ha sido el guionista Beau Willimon (1977, Virginia), nominado al Oscar por Los idus de Marzo (George Clooney, 2011) y que en televisión ha sido el creador de la serie House of cards (Netflix, 2013-1018) y ha trabajado junto a Tony Gilroy en la primera temporada de Andor (Disney+, 2022-), trabajos que le han valido seis nominaciones a los premios Emmy. Su panel "El arte de contar historias", moderado por Ståle Stein Berg, Jefe de Desarrollo de la productora Maipo Film, tuvo una curiosa puesta en escena cuando decidió que prefería improvisar antes que elaborar un discurso estructurado, escribiendo diferentes ideas o frases de otros autores en trozos de papel que colocó en un sombrero y fue escogiendo aleatoriamente, aunque en realidada acabó abordando algunas de las cuestiones más esperadas, especialmente sobre sus trabajos en televisión. "House of cards comenzó con una idea muy sencilla, que era mi interés por el poder. Frank Underwood es alguien cuya relación con el poder se basa en una necesidad personal, que se representa en una necesidad de tener el control constantemente". Para este autor teatral y guionista, la necesidad de los personajes es lo que impulsa las historias, que considera la base del drama. Y llegó a Oslo con los deberes hechos, citando a uno de los autores noruegos más importantes: "El verdadero valor de las obras de Henrik Ibsen es profundizar en la complejidad de sus personajes". Pero también citó en su intervención a la escritora norteamericana Flannery O'Connor (1925-1964, Georgia) al referirse a la forma en que la escritura supone profundizar en las entrañas del autor: "Ella era muy católica y sufrió lupus, así que pasó la mayor parte de su vida recluida en una habitación escribiendo. Sin embargo, a pesar de su fe, escribía con profunda convicción sobre personajes deshonestos, sobre gente terrible, y sus novelas son incluso obscenas". Recientemente, el actor Ethan Hawke dirigió una película sobre Flannery O'Connor, Wildcat (2023), que protagonizó su hija Maya Hawke en el papel de la escritora. 

Beau Willimon en conversación con Ståle Stein Berg (Maipo Film)

Esta necesidad de encontrarse a sí mismo por parte de los autores de historias se traslada al trabajo de Beau Willimon: "En las primeras temporadas de House of cards teníamos la subtrama de Peter Russo (Corey Stoll), que giraba en torno al alcoholismo, la sombra de su pasado relacionado con las adicciones. Yo mismo llevo veinte años sobrio, mi pasado también tiene relación con la adicción al alcohol, así que esa subtrama era muy personal". Y recuerda las series en las que se inspiró para abordar el que fue su primer trabajo para televisión: "Estudié series como Breaking bad (Netflix, 2008-2013), Deadwood (HBO, 2004-2006) y Mad men (MGM+, 2007-2015). También aprendí que aunque tengas la idea más poderosa, debes saber delegar, dejar que la creación sea colectiva". Tras el final de la serie, provocado por las denuncias de abusos contra Kevin Spacey, Beau Willimon escribió junto a John Guy el guión de la película María, reina de Escocia (Josie Rourke, 2018) y fue contratado por Tony Gilroy para escribir la primera temporada de Andor (Disney+, 2022-), lo que fue para él una sorpresa. "Cuando me habló del proyecto pensé que estaba de broma, porque nunca he sido aficionado al universo de Star Wars. Pero me atrajo la idea de ocupar una mesa de guionistas sin ser el creador de la historia". La serie, aclamada por la crítica, contó al principio con solo tres guionistas: "Solo éramos Tony, su hermano Dan Gilroy y yo. Tony tenía escrito el tratamiento y la biblia (los datos principales para desarrollar a los personajes). Pero me dijo que solo teníamos una semana para escribir los guiones". Y recuerda que algunas subtramas como la de la prisión Narkina 5 que ocupa el bloque de episodios 7-9 (Beau Willimon fue nominado al Emmy por el episodio Una salida (T1E9)) surgió de una idea principal: "La idea de la cárcel surgió de una cosa tan estúpida como querer hacer una prisión que no se pareciera en nada a ninguna otra. Así que en vez de hacer una cárcel oscura y deprimente, decidimos que Narkina 5 fuera brillante y limpia. O pensar en cómo tendría que ser una prisión en la que los guardias no llevaran armas, así que hicimos que el suelo estuviera electrificado. Tampoco queríamos que estuviera rodeada de un muro, así que decidimos que fuera una especie de isla. Simplemente nos divertimos buscando lo opuesto a lo tradicional". 

La subtrama sirvió también como un elemento principal para el arco del protagonista: "Tony Gilroy nos dijo que la primera temporada era el proceso de educación de Casian Andor (Diego Luna), desde una persona que era al principio un mercenario egoísta, hasta llegar a ser alguien que es capaz de creer en algo y hacer un sacrificio. Y la prisión nos sirvió para crear un estado de opresión que aportaba el primer paso hacia su radicalización. Entonces pensamos en el personaje de Kino Loy (Ady Sarkis), alguien que podría ser un ejemplo al que Casian podría imitar". A pesar de su escasa relación con el universo de Star Wars, Beau Willimon está trabajando ahora en el guión de otra película de la saga, Star Wars: Dawn of the Jedi (James Mangold, 2025). Cuando se le preguntó sobre su opinión en torno a la Inteligencia Artificial, el guionista afirmó situarse en una posición ambigua: "Por un lado está la repercusión social, pero por otro lado hay un concepto casi filosófico sobre si la IA puede llegar a superar la conciencia humana y acabaremos siendo respecto a la tecnología lo que las hormigas son para los seres humanos. Pero no creo que la IA pueda crear algo parecido a la originalidad, porque ser original proviene de una experiencia personal y específica". 

THOMAS GOLUBIĆ: EL ARTE DE LA SUPERVISIÓN MUSICAL


Considerado como un referente en la supervisión musical para series de televisión, Thomas Golubić es un artista norteamericano de ascendencia croata y alemana que ha contribuido con la selección de canciones a algunas de las series más reconocidas del panorama internacional. La secuencia final de A dos metros bajo tierra (Max, 2001-2005), considerado uno de los mejores desenlaces de la historia de la televisión, no sería posible sin la canción "Breathe in" de la cantante Sia que eligieron Thomas Golubiç y su ex-socio Gary Calamar. El tema se convirtió en una referencia musical que posteriormente fue utilizado en otras series, y lanzó a la cantante australiana Sia al estrellato en Estados Unidos. Habiendo trabajado en numerosas series, entre ellas Ray Donovan (SkyShowtime, 2013-2020) o Grace and Frankie (Netflix, 2015-2022), entre sus últimas colaboraciones están Poker face (SkyShowtime, 2023-) y Silo (Apple tv+, 2023-). Pero la trayectoria de Thomas Golubiç destaca sobre todo por su relación con Vince Gilligan, con el que ha trabajado en Breaking bad (Netflix, 20008-2013) y Better call Saul (Netflix, 2015-2022), que fueron los proyectos centrales de su panel, en conversación con Joachim Alte de Ekko Agency, empresa dedicada a licenciar música para proyectos de televisión y cine en los países nórdicos. "Con Vince Gilligan siempre comienzo desde las fases iniciales del desarrollo. No vengo a resolver problemas de última hora, sino que participo en cómo se construye la historia desde el guión", afirmaba Thomas Golubiç, quien describe cuatro elementos de sonido importantes en una escena: "Tenemos el diálogo, los efectos de sonido, el silencio y la música. La labor del supervisor musical es establecer la jerarquía de cada uno de estos elementos para mejorar la historia". Uno de los ejemplos de Breaking bad que se pusieron en imágenes fue la escena del supermercado en el episodio ABQ (T2E10): "Este momento es fundamental porque es cuando Walter White se da cuenta de que ya no es un profesor, sino un traficante de drogas". Para el final de esta clásica secuencia se eligió la canción "DLZ" del grupo TV on the radio, que se refiere precisamente a un hombre que asciende en su estatus de poder y su conflicto interno: "Fue muy complicado conseguir ese tema, aunque el grupo no era muy conocido. Pero tuvimos que convencerles e incluso redujimos presupuesto de otros episodios para poder tenerla. En cada episodio de la serie teníamos 12.000 dólares de presupuesto". 

El supervisor musical Thomas Golubiç junto a Joachim Alte (Ekko Agency)

Para Thomas Golubiç la música original y lo que se denomina source, es decir, la selección de canciones no escritas para el programa, no se contradicen en una misma historia porque tienen funciones diferentes: "Las composiciones originales son una decisión editorial, y conectan con las emociones del espectador. Las canciones seleccionadas, sin embargo, construyen un mundo alrededor de los personajes". Y define la televisión como "un medio muy acelerado en el que hay que tomar decisiones muy rápidas". En el episodio Mijo (T1E2) de la serie Better call Saul, la secuencia-montaje del trabajo como defensor público de Jimmy McGill usa como soporte musical el Concerto alla rustica (1730) de Antonio Vivaldi: "En Better call Saul entramos en producción directamente, sin episodio piloto, así que no sabíamos realmente cómo estábamos construyendo la serie. Era como pintar un tren mientras está en movimiento. Usamos como referencia una secuencia de la película All that jazz (Empieza el espectáculo) (Bob Fosse, 1973), que muestra el comienzo del día de Joe Gideon, pero era demasiado corta, así que tuvimos que editar un cover e introdujimos otros instrumentos. En este momento Jimmy McGill aún no es Saul Goodman, pero lo interesante es que esta secuencia muestra cómo el personaje se ve a sí mismo, como una superestrella al estilo de Joe Gideon".

En contraposición, la secuencia que muestra a Jimmy McGill tratando de provocar que le despidan del bufete Davis & Main en el episodio Inflable (T2E7) utiliza el tema "Scorpio" (1971) de Dennis Coffey and the Detroit Guitar Band, una improvisación funk que sentó las bases de la música hip hop posterior, y que funciona como contrapunto al anterior: "Esta secuencia ya introduce algunos elementos de Saul Goodman. Lo primero que me dijo Vince Gillian cuando me habló de la serie es que pretendía mostrar qué tipo de problemas pueden surgir para que convertirse en Saul Goodman sea la única solución. Jimmy todavía tenía un aspecto funk, algo descuidado, y esta canción en una secuencia muy larga nos permitía contar una historia, era una canción que nos podíamos permitir para poder utilizarla completa"Uno de los problemas a los que se enfrenta en su trabajo es hacer entender que es necesario dedicar una parte del presupuesto a la supervisión musical: "El dinero siempre es un desafío en televisión. Todo el mundo quiere conseguir el mayor valor en pantalla como sea posible. Pero creo que muchas veces es más caro no tener un supervisor musical que tenerlo. Nuestro trabajo no es muy costoso teniendo en cuenta lo que cuestan las licencias de música. A veces el presupuesto de un episodio en televisión es el equivalente al coste de la licencia de varios fragmentos de canciones conocidas, que pueden llegar a alcanzar hasta un millón de dólares. Por eso es mejor tener a un supervisor musical desde el principio, establecer una tarifa determinada y que sea él quien maneje los tiempos y la selección de canciones para ajustarse a ese presupuesto". Y comenta algunos errores que se cometen desde la fase de guión: "A todo el mundo le gusta James Brown, les gusta que los personajes canten sus canciones, pero esos son 200 o 300 mil dólares gastados para nada".  

Una de las ideas que defiende Thomas Golubiç es que hay muchos ejemplos que demuestran que no es necesario contar con un gran presupuesto para que una selección musical funcione: "Recuerdo cuando estaba en la escuela de cine y se estaban estrenando las películas del Movimiento Dogma. Una de las que vimos fue Celebración (Thomas Vinterberg, 1998), que estaba rodada bajo las normas que indicaban que toda la música debía sonar desde el ambiente de las escenas, sin artificios. Este es un buen ejemplo de una película que 25 años después es igualmente efectiva, realizada musicalmente con pocos recursos. En Estados Unidos la mayor parte de las grandes productoras o cadenas de televisión tienen sus propias librerías de música. Yo accedo primero a ellas porque así puedo usarlas para escenas en cafeterías o en la calle, sonando de fondo, enfocando el presupuesto a aquellas canciones que son relevantes para la historia. Hay muchos recursos donde encontrar elementos musicales y a veces la gente utiliza temas de licencias muy caras que no necesariamente ayudan a construir la historia". 

LA PALMA: EL SCANDISASTER SE TRASLADA A ESPAÑA

© Manolo Pavón/Netflix Nordic

En los últimos años, la productora noruega Fantefilm se ha especializado en películas de catástrofes como La ola (Børgen) (Roar Uthaug, 2015), Terremoto (John Andreas Andersen, 2018) o El mar del Norte (John Andreas Andersen, 2021). Tanto es así, que han acuñado un nuevo nombre a este subgénero, el "scandisaster", de manera que era solo cuestión de tiempo que trasladaran la fórmula al formato de series. Por otro lado, Netflix también ha tenido éxito con grandes presupuestos para películas noruegas de monstruos como Trol (Roar Uthaugh, 2022), la película de habla no inglesa más vista en la historia de la plataforma, de la que el próximo año se estrenará su secuela. La miniserie de cuatro episodios La Palma (Netflix, 2024) reúne algunos de estos elementos que han sido populares, y traslada hasta la isla canaria a una familia noruega que viaja a España para pasar sus vacaciones y se encuentra en medio de la erupción de un volcán que causa un gran tsunami. Los creadores de la serie Harald Rosenløw Eeg y Lars Gudmestad, que han escrito todas las películas de catástrofes de Fantefilm, comentaron en la presentación de las primeras imágenes de esta serie que todavía está en postproducción, que la idea de ubicar un tsunami en la isla de La Palma surgió antes de la erupción volcánica de 2021, y que entonces incluyeron esta posibilidad también. Aunque El Instituto Canario de Vulcanología desmiente que pueda producirse este fenómeno, hay numerosos artículos que mencionan la posibilidad de que un desplazamiento tectónico alrededor de la isla provoque un gran tsunami. El territorio noruego sabe de ésto, porque fue protagonista del deslizamiento de Storegga hace 8.200 años que generó un gran tsunami en el Atlántico Norte, comprobado por restos encontrados en las islas Feroe y Noruega. Pero el tema es tratado en la serie como un elemento para construir un scandisaster que coloca a personas normales en situaciones de riesgo extremo. "Nos interesaba mostrar sobre todo cómo se comportaría una familia en un desastre como ése. Y nos enfocamos en ofrecer una descripción realista, como la dificultad de evacuar un complejo hotelero cuando acaba de estallar un volcán y no hay suficientes autobuses", comenta Harald Rosenløw Eeg. 

De izquierda a derecha: Lars Gudmestad y Harald Rosenløw Eeg (guionistas), Kasper Barfoed (director),
Arne Kaupang (supervisor efectos visuales) y la moderadora Marte Hedenstad.

La serie de Netflix tenía previsto su estreno este mes de septiembre, pero según la compañía "retrasos inesperados" han provocado que no se haya elegido aún la fecha de lanzamiento. La Palma está dirigida por Kasper Barfoed (1972, Dinamarca), que obtuvo algunos reconocimientos destacados con el interesante thriller en formato miniserie La enfermera (Netflix, 2023), que logró tres nominaciones a los premios Robert '24 del cine y la televisión en Dinamarca. Una de las cuestiones interesantes para los guionistas era cómo trasladar el formato de una película de catástrofes a una miniserie, puesto que se pierde la espectacularidad que ofrece una pantalla de cine frente a una pantalla de televisión: "Lo que nos propusimos fue trasladar situaciones de pánico y estrés alrededor de los personajes. En cierto modo, es como si hubiéramos hecho cuatro películas de catástrofes en una serie. No teníamos tampoco el presupuesto para elaborar muchas escenas espectaculares, así que las redujimos a momentos concretos y dedicamos más tiempo a las relaciones entre los personajes", afirma Lars Gudmestad. Pero también proporciona un mayor suspense la estructura de las secuencias, como indica el director danés Kasper Barfoed, que ya dirigió algunos episodios de la serie Bajo la superficie (Kanal 5, 2017). En la secuencia que pudimos ver protagonizada por un tsunami de 300 metros de altura, se establecen tres puntos de tensión que están protagonizados por diferentes miembros de la familia en distintas situaciones de peligro, lo que aumenta la sensación de suspense. La película La ola provocó un notable aumento de turistas en la región noruega de Stranda, y la isla de La Palma ha impulsado el apoyo a los rodajes en esta zona como un incentivo para recuperar la industria turística que en buena parte se perdió tras la erupción volcánica de 2021. La película de catástrofes sueca El abismo de Kiruna (Richard Holm, 2023), La madre (Niki Caro, 2023) o la miniserie británica The choice (2024) son algunas de las producciones que Netflix ha rodado en la isla recientemente, con la colaboración de La Palma Film Commission. 


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Películas mencionadas:

Los idus de marzo se puede ver en FlixOlé. 
All that jazz (Empieza el espectáculo) se puede ver en Filmin.
Celebración se puede ver en Mubi.
Terremoto se puede ver en Prime Video.
Trol, El abismo de Kiruna y La madre se pueden ver en Netflix.


28 septiembre, 2024

Vientos nórdicos 2024 - Parte 4: Las series escandinavas que vendrán

Aprovechamos el comienzo de temporada para repasar las producciones más destacadas que los países nórdicos ofrecerán en los próximos meses. En el repaso de hoy hablamos de series procedentes de Noruega, Finlandia, Suecia, Islandia y Dinamarca. 

NORUEGA

Aunque en unos días ofreceremos nuestra crónica habitual del encuentro profesional Seriedagene 2024, que se puede considerar el punto de inicio de la temporada de series en Noruega, hay algunos títulos que ya se han anunciado, al margen de los que ya reseñamos en esta crónica. Durante la celebración de Seridagene se entregan los Premios de la Crítica, que este año han nominado como Mejor Comedia a las series Føkkings Fladseth (TV2 Play, 2024-), sobre un cómico que se enfrenta a la cancelación por hacer una broma pintándose la cara de negro; MILF de Noruega (Max, 2024), una floja historia sobre una mujer que acaba metida en el mundo de las fotos eróticas por internet; y Evig singel (Still looking) (TV2 Play, 2024), sobre seis solteros adultos navegando en el mundo de las citas. En la categoría de Drama la crítica ha seleccionado como finalistas a la crónica política Power play (Filmin, 2023-2024), que podría estar también en la categoría de comedia; la segunda temporada de Furia (Filmin, 2024), el thriller sobre el auge de la ultraderecha en Europa; y la segunda temporada de Snøfall (NRK, 2023), la tradicional serie-calendario de Adviento, compuesta por 24 episodios para cada día de diciembre. En la categoría de interpretación, son finalistas Mariann Høle por MILF de Noruega (Max, 2024); Trond Fausa Aurvåg y Kristine Grændsen por Evig singel (Still looking) (TV2 Play, 2024); y la favorita Kathrine Thorborg Johansen por Power play (Filmin, 2023-2024). Los premios son elegidos desde 2020 por 18 críticos que escriben en medios noruegos y se entregan en la fiesta de clausura de Seriedagene. 

La televisión pública NRK apuesta por la ficción con estrenos importantes como la tercera y última temporada de su aclamada serie El tiempo de la felicidad (Filmin, 2018-), cuya acción transcurre entre 1987 y 1990, que llegará a finales de octubre, mientras que el drama juvenil Oro Jaska (NRK, 2024) tiene como protagonista a una adolescente de la comunidad sami que tras una noche de fiesta despierta sin recordar nada de lo que ocurrió y se enfrenta a la posibilidad de haber sido drogada y violada. El canal lineal TV2 y su plataforma de streaming TV2 Play tienen previsto el estreno en noviembre de la segunda temporada de su reconocida serie Kids in crime (Filmin, 2022-). Por su parte, Netflix acaba de estrenar la endeble dramedia sobre enfrentamientos familiares La isla del salmón y la discordia (Netflix, 2024), pero presentará también otros estrenos este año como La Palma (Netflix, 2024), una serie sobre una familia noruega que viaja a la isla canaria y se enfrenta a la erupción volcánica, aunque viniendo de los productores de películas de catástrofes como La ola (Børgen) (Roar Uthaug, 2015) y Terremoto (John Andreas Andersen, 2018), es fácil imaginar qué camino toma. También llegará en 2025 la tercera temporada de Navidad en casa (Netflix, 2019-), curiosamente después de tres años desde que se estrenara la segunda temporada.  

So long, Marianne

Miniserie | NRK | 8x45' ★★

Creada por Ingeborg Klyve, Øystein Karlsen, Tony Wood

Escrita por Øystein Karlsen, Jo Nesbø, Myanna Buring

Dirigida por Øystein Karlsen, Bronwen Hughes

Séries Mania '24: Competición Internacional


Uno de los proyectos internacionales más ambiciosos del canal público noruego es esta coproducción con Canadá, Reino Unido y Grecia, que se ha estrenado hace una semana. So long, Marianne (NRK/Crave, 2024) toma su título de una de las canciones que Leonard Cohen dedicó a Marianne Ihlen, una joven noruega a la que conoció en la isla griega de Hydra en 1960, antes de comenzar su carrera como músico, y con la que mantuvo una relación intermitente de siete años durante la que vivieron en Oslo y Montreal. La canción fue incluida en su primer album, Songs of Leonard Cohen (1967, Sony Music) y era una especie de despedida, aunque una fotografía de Marianne Ihlen aparece en la contraportada de su segundo disco, Songs from a room (1969, Sony Music). Se cuenta que fue la familia Ihlen la que contactó con el guionista y director Øystein Karlsen (1971, Noruega), uno de los creadores de la popular serie Exit (Filmin, 2019-2023), que actualmente está dirigiendo para Netflix la adaptación de la novela La estrella del diablo (2003, Ed. Reservoir Books), la quinta de la colección protagonizada por el personaje de Harry Hole, del reconocido escritor Jo Nesbø (1960, Noruega). Ambos fundaron la productora Redpoint Productions en 2021. Se da la circunstancia de que hay otros proyectos recientes que abordan esta misma historia: el libro So long, Marianne. Una historia de amor (2014, Ed. Next Door Publishes), escrito por la periodista Kari Hesthamar, que se editó en España en 2022, el soso largometraje británico So long, Marianne (Paul Wiffen, 2023) y, sobre todo, el conmovedor documental Marianne & Leonard: Words of Love (Nick Broomfield, 2019), que es el homenaje a Marianne Ihlen que esta serie no consigue elaborar, a pesar de contar con más tiempo de ejecución y la ventaja emocional que ofrece la ficción. 

Hydra (T1E1) comienza mostrando el éxito de Leonard Cohen mientras suena la canción "Hallelujah" y la voz en off del protagonista: "Sé que has escuchado esta canción antes. La escribí yo. Solo quería captar tu atención". Acompañado por el poeta Irving Layton (Peter Stormare) en una limusina, disfruta de su éxito como músico y con las mujeres, pero se pregunta sobre el amor: "¿Qué es el amor, de todos modos? Es aquel que va y viene sin dejar rastro. Pero existe otra clase. Aquel que permanece durante toda tu vida". Cuando vemos la imagen de una anciana Marianne Ihlen en Oslo en 2016, el año que falleció, empezamos a entender que la serie adoptará el camino clásico de los biopics que imaginan el pasado desde la memoria del lecho de muerte. Porque, aunque Leonard Cohen es el reclamo, la auténtica protagonista de la serie es Marianne Ihlen (Thea Sofie Loch Næss). Entre 1958 y 1960, hay algunos saltos en el tiempo que funcionan como prólogo para mostrar a los dos personajes en los años previos: ella recién casada con el escritor Axel Jensen (Jonas Strand Gravil) y él, envuelto en una fotografía en blanco y negro, recién llegado a la casa familiar en Montreal después de haber abandonado la universidad y sin saber qué hacer con su vida. La introducción de los dos protagonistas es tan solvente como convencional, pero hay decisiones creativas que no se entienden bien, como el uso de algunas canciones de Leonard Cohen en determinadas escenas, como "Happens to the heart" de su último album, Thanks for the dance (2019, Sony Music), en el episodio Foreskelt (Enamorado) (T1E2). También tiene problemas en la construcción de personajes como Axel Jensen, a quien se le muestra como un infiel crónico, incluso cuando Marianne está convaleciente en un hospital, un retrato que parece más destinado a subrayar la empatía hacia Marianne que en darle al personaje cierta entidad propia. Ocurre también con otros, como la escritora australiana Charmian Clift (Anna Torv), que parece más construida para completar a Leonard Cohen que para alimentar su propia personalidad. 

La serie se impulsa cuando se desarrolla en la isla griega de Hydra, describiendo un ambiente bohemio en el que conviven el marido de Charmian Clift, el también escritor George Johnston (Noah Taylor) o el autor sueco Göran Tunström (Simon Lööf), y donde Leonard decide comprar una casa "que tiene 200 años, que es la edad que siento que tengo la mayor parte del tiempo", escribe él a su madre. En las reuniones en los bares hay conversaciones sobre la vida, la muerte y Dios: "¿Crees en el diablo?", le preguntan a Cohen, quien responde: "El diablo es Dios cuando está borracho". Hay que agradecer al guión que no intente convertir a Leonard Cohen en un poeta permanentemente melancólico, y la interpretación de Alex Wolff trata de ampliar su especificidad sin que parezca una imitación, incluso cuando interpreta sus canciones. Pero So long, Marianne acaba siendo decepcionante porque nunca deja de ser un biopic previsible y convencional, nunca se desvía del camino asfaltado, siguiendo el piloto automático que nos llevará a su destino, pero sin demasiada pasión. Las continuas discusiones de pareja entre Marianne y Axel, o los ataques de celos de George Johnston durante una reunión de amigos, suenan a drama desganado y no muy emocionante. Incluso cuando en el episodio Oslo (T1E4) surge la oportunidad de que Leonard y Marianne compartan un viaje en coche desde Grecia hasta Noruega, sin elementos externos que les distraigan de su relación, la serie no consigue evitar la inanidad. Se cuentan historias personales, recuerdan sus infancias, comparten noches de amor y cenas románticas, incluso Leonard Cohen canta "Sisters of mercy", una de las canciones de su álbum de debut Songs of Leonard Cohen (1967), pero nunca consigue que sus sentimientos, forjados en dolor y decepciones, ("ese coche es como una nave lunar. Es temporal. Funciona porque sabemos que no durará siempre"), terminen de traspasar la pantalla. Los dos últimos episodios, uno de ellos escrito por Jo Nesbø, se centran en el comienzo de la carrera musical de Leonard Cohen, su estancia en el Hotel Chelsea de Nueva York y su contacto con representantes de la contracultura neoyorquina como Lou Reed, Andy Warhol o Judy Collins, la primera que interpretó su éxito "Suzanne" (1966). Pero los retrata con una tristeza sorprendente, mientras el guión no sabe muy bien qué contar de Marianne, que permanece en la isla de Hydra con su hijo Axel. La serie no refleja la libertad de las relaciones sentimentales de la época (aunque su relación duró siete años, Leonard Cohen tuvo otras amantes y la propia Marianne Ihlen mantuvo una relación con un jovencísimo Nick Broomfield), y ella aparece casi como una víctima constante del abandono de sus parejas en vez de una mujer independiente, tal como la retrataba el documental Marianne & Leonard: Palabras de amor

Våre beste år (Golden years)

Temporada 1 | NRK | 10x28' ★★

Creada por Eivind Holmboe, Ole-Martin Ihle | Dirigida por Eivind Holmboe

Serielizados Fest '24: Proyección Especial


El creador de la serie que actualmente emite la televisión pública noruega en su horario estelar de los sábados por la noche está estrechamente conectado con España. Eivind Holmboe reside desde hace años en nuestro país, donde fundó la productora Fish Film, que desarrolla principalmente rodajes de publicidad. Por su origen noruego, su madre le apodó "Salmón", que es el nombre artístico que ha incorporado a su nombre real, y en su trayectoria cinematográfica dirigió el cortometraje 
Diente por ojo (2007), ganador de más de treinta premios internacionales, que protagonizaron entre otros Fele Martínez, José Ángel Egido, Jordi Vilches y Aida Folch, y ha trabajado como director de segunda unidad en Los Andes para la película La sociedad de la nieve (J.A. Bayona, 2023). Ahora regresa a Noruega para adaptar la novela Da He-Man kom til Norge (Cuando He-Man llegó a Noruega) (2018), escrita por Ole-Martin Ihle (1977, Noruega), una historia semi-autobiográfica sobre la infancia del escritor en una familia socialista que trata de hacer frente a la influencia de la sociedad capitalista impulsada por Ronald Reagan y Margaret Thatcher en los años ochenta. Esta década se considera que fue la que produjo en Noruega cambios más profundos dentro de la sociedad, "los años en los que surgió la realidad noruega actual", como indicaba un artículo del periódico Aftenposten en 2010. Recientemente hemos comentado la serie In the name of love (Pr1meran, 2024), en la que su director Bård Breien narraba su infancia en una familia que se sostenía económicamente en el trabajo de su padre como editor de revistas pornográficas en los setenta y ochenta. Este tono de nostalgia también prevalece en Våre beste år (Nuestros mejores años) (NRK, 2024), que está protagonizada por Ole Martin Ihle (Tobias Solli Kaarfald) como el hijo menor de una familia cuya madre Siri (Pernille Sørensen) decide separarse de su pareja Svein (Bjørn Tomren), con la que vive en una comuna hippie en el campo, para trasladarse junto a sus dos hijos a la parte occidental de Oslo. En ese entorno sin embargo comprueba la influencia creciente de la americanización, y tanto Ole Martin como su hermana Simone (Cala Holmboe) se enfrentan a la tentación capitalista: para el niño resulta fascinante este mundo nuevo, mientras que su hermana percibe la ideología conservadora menos peligrosa de lo que su madre le ha dicho. 

Desde el comienzo de la serie con la canción "Sweet dreams (are made of this)" de Eurythmics, está claro que la propuesta utiliza la carta de la nostalgia para mostrar una visión humorística de los elementos que desplegaba una sociedad marcada por la explosión de la economía de mercado y la ausencia de ideologías para abrazar la llegada de las nuevas tecnologías. Cada episodio es una referencia a elementos que son reconocibles por quienes vivieron su juventud en esa década, ahora tan revisitada en las producciones noruegas. El episodio Titten Tei y el publicista (T1E2) hace referencia a una marioneta que triunfaba en programas infantiles en la televisión pública, mientras que en Madonna y Margaret Thatcher (T1E3) el joven Ole Martin se obsesiona con un anuncio de la marca de chicles norteamericana Juicy Fruit. Cuando también se siente atraído por los dibujos animados de He-Man en He-man y el niño modelo (T1E4), Simone dice: "Es emocionante ver cómo el materialismo se ha apoderado de mi hermano". Pero es el niño el que tiene las mejores frases: "He-man no es el símbolo del imperialismo americano. Es un vikingo o algo así. Mamá no entiende que me falta un referente masculino". En este sentido, las referencias al pasado, que pueden ser en algunos casos localistas pero también reconocibles para los espectadores internacionales, acaban funcionando como nexos de unión para la historia, aunque a veces pueden hacerse algo repetitivas. Los episodios mezclan los descubrimientos del joven Ole Martin de elementos como la cultura pop, con el acercamiento cada vez mayor de Simone hacia las políticas de derechas, especialmente el FpU, las juventudes del Partido del Progreso (FrP), que acabaría co-gobernando Noruega desde 2013 hasta 2020. Siri tiene que lidiar con estos brotes de rebeldía contra una ideología de izquierdas que ella misma impone también a sus hijos. 

En Videoviolencia y FpU (T1E6), Ole Martin descubre unos VHS que está usando su madre para el programa de debate de la televisión pública NRK, del que ella es productora, como objeto de estudio para mostrar la excesiva violencia que promueve el cine, con películas como Acorralado (1982, Ted Kotcheff) y La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974). Quizás la serie no saca suficiente partido al paralelismo con la actualidad respecto al auge de los extremismos de derechas y la negación de las ideologías de izquierdas por parte de los líderes políticos populistas. Pero es un recorrido divertido como ejercicio de nostalgia que a veces no resulta tan equilibrado como debería, y que funciona mejor desde la mirada de los jóvenes que cuando se enfoca en los adultos, a los que a veces caricaturiza demasiado, como cuando un publicista que viene de Estados Unidos introduce ideas mercantilistas en NRK. Hay episodios brillantes como Parabol-barn og bøllekurs (T1E9) en el que un debate entre grupos de jóvenes de izquierdas y de derechas en el programa Znikk Znakk decidirá cuál es el futuro de NRK como televisión pública: ser divertida e intrascendente o reflexiva y aburrida, y que termina con los protagonistas cantando "Why worry?" (1985) de Dire Straits. La televisión noruega ha encontrado un buen filón en la nostalgia del pasado, con series como In the name of love y la nueva temporada de El tiempo de la felicidad (Filmin, 2018-), que transcurren en los setenta y ochenta, Flus (NRK, 2023-) en los noventa o Kids in crime (Filmin, 2022-) a principios de los 2000. Lo que aporta Våre beste år es una mirada más paródica, que ha conseguido conectar con los noruegos, con una excelente audiencia de más de 800.000 espectadores en su estreno a finales de agosto, aunque progresivamente se ha ido reduciendo a la mitad, en parte afectada por algunos cambios de horario en la televisión lineal. 

FINLANDIA

Pocos días antes de celebrarse el MIPCOM en octubre de 2023, el mercado más grande de producciones audiovisuales, la industria finlandesa estaba pendiente de que el nuevo gobierno conservador de Coalición Nacional (Kokoomus) decidiera si mantenía el presupuesto para ayudas en el sector, con un incentivo del 25% de devolución del presupuesto en proyectos cinematográficos y de televisión. La victoria de los conservadores sorprendió debido a la popularidad de la primera ministra socialdemócrata Sanna Marín, que afrontó la pandemia del coronavirus y posicionó a Finlandia en contra de Rusia en la guerra de Ucrania, solicitando la adhesión a la OTAN, que se ratificó poco antes de las elecciones, en marzo de 2023. Pero la victoria fue para la Coalición Nacional mientras la extrema derecha del Partido de los Finlandeses (Perussuomalaiset) conseguía su mejor resultado. Finalmente, se confirmó que las ayudas gestionadas por Business Finland se mantenían, un respiro para un sector pequeño pero que tenía pendientes producciones importantes para los próximos años. Entre los estrenos de otoño, destacan series como Hildur (2024), un thriller basado en un best seller literario de 2022 que se enmarca dentro de lo que se conoce como nordic blue, un tipo de drama criminal finlandés que quiere separarse del tradicional nordic noir para reflejar personajes menos oscuros en un entorno criminal, con elementos místicos. Dentro de este subgénero también se puede catalogar Operation Valhalla (Ruutu+, 2024), en el que una científica del cambio climático es trasladada a Laponia para que continúa los experimentos secretos que su padre realizó para la Unión Soviética en 1991. En noviembre se estrena Konflikti (MTV3, 2024), una de las series más esperadas, sobre la ocupación de un pequeño pueblo costero por parte de una unidad militar cuyos objetivos no se conocen. Está dirigida por Aku Louhimies, responsable de la adaptación al cine de una novela muy popular en Finlandia, The unknown soldier (2017), que se convirtió en la película más taquillera de la historia en su país. Las coproducciones con España están funcionando bien y al estreno de la tercera temporada de Kosta: The Paradise (Yle, 2020-) se une otro proyecto, True North (2025), que se desarrolla en Marbella, donde un refugiado egipcio consigue trabajo en la empresa de catering de dos hermanas finlandesas, pero surgen secretos del pasado que las ponen en peligro. La serie, escrita y dirigida por Anna Blom, también cuenta con la participación de la directora española Chus Gutiérrez y el mexicano Horacio Alcalá, aunque tiene su estreno previsto para 2025. 

Limbo Zone (Epätila)

Temporada 1 | Yle Areena | 6x4' ★★★☆

Creada por Maarit Laaksoharju, Kiia Kuivalainen, Kaya Pakaslahti 

Dirigida por Kiia Kuivalainen

Séries Mania '24: Competición Formato Corto


Si las plataformas de streaming han acabado adoptando una posición conservadora, reconvirtiéndose en lo más parecido posible a una televisión tradicional, con telerrealidad, publicidad y factuals, algunos canales lineales públicos están experimentando diferentes formatos que les permiten ser transversales. Es el caso de Yleisradio, más conocida por la abreviatura Yle, la empresa pública de radiodifusión finlandesa, que viene impulsando desde hace años su plataforma Yle Areena, donde habitualmente estrena sus producciones originales antes que en el canal lineal, y adoptando formatos audiovisuales novedosos. La compañía utiliza su perfil de Instagram Yle Areena Stories como una especie de plataforma de difusión propia, en la que suele estrenar series de enfoque juvenil en formato corto, con historias de poco menos de 5 minutos en temporadas de no más de seis episodios. Algunas de ellas como Limbo Zone (Epätila) (Yle Areena Stories, 2024) han trascendido incluso hasta la selección en festivales de cine, como Séries Mania, donde esta producción participó este año en la competición de formatos cortos. La historia está contada en seis episodios de cuatro minutos cada uno, y se estrenó entre el 19 y el 24 de marzo al mismo tiempo que se presentaba en el festival francés, a través de Instagram, donde todavía está disponible con subtítulos en inglés, aunque unos meses después se incluyó también como contenido en la plataforma de streaming Yle Areena. Es un formato interesante que permite contar relatos cortos por episodios, al mismo tiempo que recibe la interacción de los espectadores, con comentarios sobre los personajes y su desarrollo. En este caso, la protagonista es Eevi (Linda Manelius), una joven de 21 años que desde que la echaron de su anterior piso compartido por provocar un incendio, duerme en el sofá de su amigo Ilja (Sulo Rahman). Pero en los próximos días regresará su novia, por lo que Eevi debe abandonar el piso, obligada a permanecer en la calle cuando no encuentra a nadie con quien pueda pasar la noche. El limbo es esa zona del subconsciente que se expande hacia el mundo de los sueños, y en cierta manera Eevi acaba viviendo en una situación incierta, como una persona sin hogar durante varias noches. 

Creada por Maarit Laaksoharju, Kiia Kuivalainen sobre una idea original de Kiia Kuivalainen que se titulaba Homeless (Sin hogar), Epätila muestra a la protagonista tratando de salir de esa situación extrema, acompañando a una anciana con las bolsas de la compra para poder cargar su móvil o utilizando una aplicación de citas para al menos pasar la noche bajo un techo, aunque cuando conoce a Valtteri (Sulo Siikaranta) "in real  life" (IRL) las cosas no salen como esperaba. Eevi también se encuentra en esa situación porque es incapaz de reconocer su realidad y la ayuda que necesita, dándose cuenta de que está más sola de lo que creía. Incluso hace un último esfuerzo por regresar a su vivienda antigua, pero Noomi (Ornella Angelillo) le deja claro que sus compañeros de piso no están dispuestos a darle una nueva oportunidad. A pesar de su corta duración, unos 24 minutos, el desarrollo de la historia permite ir descubriendo a Eevi a través de sus relaciones con diferentes personajes en cada episodio, lo que finalmente ofrece un retrato complejo de una joven que se resiste a pedir ayuda, que trata de ser autosuficiente aunque eso la lleve a deambular por las calles de Helsinki, tratando de grabar un video de presentación para un trabajo. Con una destacada interpretación de Linda Manelius, que ha participado en series como Bordertown (SundanceTV, 2016-2020), Epätila ofrece el retrato de una juventud que siente la inseguridad que provoca un presente incierto y futuro complicado, y coloca a la protagonista en una situación extrema para reflejar una dinámica de inestabilidad, reflexionando también sobre el concepto de hogar. Ese limbo del título también es una representación de una inquietud constante en los jóvenes de la Generación Z o centennials, aquellos que no han conocido el mundo sin internet pero a los que cada vez les resulta más difícil encajar en este mundo.   

Forgiven (Kaikki Anteeksi)

Miniserie | Ruutuu+ | 4x45' ★★★☆

Escrita y dirigida por Antti Heikki Pesonen 

Kultainen Venla '23: Nominada Director de Ficción


En el documental Smoke sauna sisterhood (Anna Hint, 2023) una sauna finlandesa servía para que un grupo de mujeres de Estonia compartieran sus experiencias en torno al abuso, desprendiéndose de la vergüenza que se convierte en la principal razón del silencio en las víctimas de este tipo de situaciones. La escritora Laura Manninen (1973, Finlandia) menciona tres niveles de vergüenza que experimentan las mujeres: en primer lugar la víctima se siente avergonzada por la violencia que ha sufrido, aunque el responsable sea el perpetrador; un segundo nivel de vergüenza es culparse a sí misma por haber cometido el error de involucrarse en esa relación sin darse cuenta de las señales de alarma; y el tercer nivel aparece cuando se comparte la experiencia del abuso y a la víctima se le pregunta por qué no abandonó la relación. Laura Manninen describió en su libro Kaikki Anteeksi (2018) su propia experiencia dentro de una pareja que acabó siendo violenta y desequilibrada. El título hace referencia a la expresión "lo siento" que utiliza habitualmente el abusador después de un episodio de violencia, y que acaba siendo la llave para seguir manteniendo la relación. La novela fue un éxito en Finlandia y provocó también un debate sobre el silencio que rodea a las víctimas de abusos, en un país en el que algunos estudios han concluido que una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia dentro de su relación. Especialmente porque el país nórdico se plantea desde hace tiempo incluir en el código penal como violencia doméstica el llamado control coercitivo, que implica la habilidad del abusador para imponer sentimientos de obligación o responsabilidad en su víctima. La miniserie de cuatro episodios Forgiven (Ruutuu+, 2023) adapta la novela para representar todo el arco de una relación que progresivamente deriva hacia momentos de violencia y abusos, una situación que también veremos representada en otra de las series que comentamos. De esta forma, el espectador experimenta el proceso de reconocimiento de la violencia que experimenta la protagonista, Vilma (Iida-Maria Heinonen) una mujer independiente con un trabajo estable, que comienza una relación Mikko (Joonas Saartamo), un hombre divorciado que transmite simpatía y dedica una atención especial a Vilma en los primeros momentos. Ella sin embargo comienza a percibir algunas disonancias que la preocupan, como el hecho de que Mikko se presente en su trabajo sin previo aviso, y que comparte con una de sus amigas, pero no lo suficiente como para abandonar una relación que sin embargo la está conduciendo por un camino contrario al que se había propuesto. 

Vilma nunca ha tenido intención de ser madre, pero Mikko tiene tres hijos de su relación anterior, por lo que ella acaba siendo parte de un tipo de familia que nunca quiso. El guión de Antti Heikki Pesonen (1982, Finlandia), que fue nominado como Mejor Director en los premios Kultainen Venla del año pasado, refleja el progresivo distanciamiento de la realidad que experimenta la protagonista, cada vez más aislada dentro de esta relación, lo que contribuye a que sea más dependiente de ella. En el Episodio 2 viajan hasta el Midnight Sun Film Festival, un festival que se celebra a mediados de junio en Finlandia y que tiene la peculiaridad de que realiza proyecciones las veinticuatro horas del día, aprovechando la permanente luz del sol. Y empiezan situaciones de celos y discusiones irrelevantes que sin embargo Mikko lleva hasta cierto grado de violencia. Forgiven trata de explicar el abuso desde el punto de vista de la víctima, cómo se ve envuelta en una dinámica que le resulta tan impactante que no es capaz de reaccionar. Y de qué manera la consideración de los episodios de violencia como una enfermedad comienza a justificar la permanencia en una relación que le provoca cada vez mayor ansiedad, mientras que el perdón que surge de Mikko después de cada ataque funciona como estímulo para no abandonarle. A la serie le perjudica una estructura que cuenta la historia en flashback, con Vilma narrando su experiencia de una manera algo fría y distanciada a una terapeuta, porque este formato a veces estorba la progresión de una situación que quiere reflejar cómo una mujer sin carencias se ve envuelta en este tipo de violencia, que no es tanto física como sobre todo psicológica y manipuladora. Pero consigue la identificación del espectador con Vilma, la comprensión de su permanencia en una relación que va adoptando una dinámica de dominio y sumisión, y su manera de justificar el control coercitivo como una situación inevitable provocada por algún tipo de trastorno en su pareja.  

SUECIA 

Con la plataforma Viaplay fuera de juego en cuanto a la producción de ficción en los países nórdicos, después de la crisis que le llevó a licenciar su larga lista de series producidas en 2022 a otras plataformas como Netflix, Prime Video y SkyShowtime, las previsiones de estrenos para este otoño en Suecia se han reducido, aunque mantienen cierto nivel. Actualmente Viaplay sigue envuelta en un plan de rescate con una casi inexistente producción de ficción, escasos estrenos y una programación enfocada a formatos más baratos pero más rentables, como telerrealidad y documentales, pero invirtiendo en deportes, uno de los contenidos que mejor le funcionan. Esta semana se anunció la compra de los derechos de transmisión de la Saudi Pro League, que le permiten ofrecer los partidos la liga de fútbol de Arabia Saudí, cuyo único interés está en la presencia de jugadores como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o Neymar. El cambio de decisión de Viaplay, que había manifestado el año pasado no estar interesada, ha provocado cierta controversia entre organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, que califica las inversiones en fútbol como un lavado de cara del reino saudí. En el terreno de series, sin duda el estreno más esperado este otoño es el de la tercera temporada de La delgada línea azul (Filmin, 2021-), el drama policial que sigue a una patrulla en la ciudad de Malmö, que acaba de esrenarse. El canal público ofrecerá también dos series basadas en acontecimientos del pasado: The pirate bay (SVT, 2024), que clausura Serializados Fest, sobre el nacimiento de la mayor red de intercambio de archivos, y Whiskey on the rocks (SVT, 2024), una coproducción entre SVT y Disney+ sobre una crisis diplomática entre Suecia y la Unión Soviética en 1981 cuando un submarino soviético encalló en aguas territoriales suecas. En noviembre se estrenarán el thriller político Doktrinen (TV4, 2024), que participó en Séries Mania, y el muy esperado The helicopter heist (Netflix, 2024), dirigido por Daniel Espinosa, sobre uno de los atracos más espectaculares realizados en Suecia. Y la plataforma norteamericana también estrenará en 2025 el thriller Synden (Netflix, 2025), creado y dirigido por Peter Grönlund, director de la película Goliat (2018). 

El pasado 5 de septiembre se entregaron los premios Kristallen, que reconocen la producción para televisión en Suecia. El excelente drama basado en hechos reales Smärtpunkten (Pressure point) (SVT, 2024) fue el esperado vencedor con los premios como Mejor Serie Dramática y Mejor Actriz, para la intérprete finlandesa Maria Sid. La serie participa en la competición del Serielizados Fest. Mientras que en la categoría de Comedia, la ganadora fue la estupenda Tore (Netflix, 2023), que también logró el premio al Mejor Actor para su creador y protagonista William Spetz. Como Mejor Intérprete de reparto (no hay distinción entre géneros), el premio fue para Bengt Braskered por su divertido trabajo en la original comedia All and Eva (Pr1meran, 2023), que en España se puede ver a través de la plataforma Pr1meran del canal autonómico vasco. Al margen de otros premios dedicados a realities y factuals, el premio al Mejor Drama Juvenil  fue para la serie Barracuda Queens (Netflix, 2023). 

Gaslight

Temporada 1 | SVT | 9x30' ★★★☆

Creada y Dirigida por Therese Lundberg 

Kristallen '24: Nominada Serie Dramática

Prix Europa '24: Mención Especial Mejor Serie de Ficción

 

Precisamente una de las nominadas a los premios Kristallen fue esta serie que consiguió ser el otoño pasado la más vista en la televisión sueca. Nominada también en la categoría de Serie de Ficción por los Prix Europa 2024 que se entregan el 11 de octubre en Berlín, compitiendo con la española Dieciocho (RTVE, 2024), esta historia dramática que a veces resulta angustiosa, está creada por Therese Lundberg, una veterana productora que se embarcó por primera vez en la escritura de guiones hace unos años. En aquella ocasión, Dör för dig (Die for you) (UR, 2021) abordaba el tema de la violencia doméstica enfocado hacia un público juvenil. Cuando el canal público sueco estaba buscando un drama young adult, la experiencia en aquella historia permitió que se desarrollara Gaslight (SVT, 2023), que en este caso tiene unos protagonistas de más edad, a punto de acceder a la universidad, y que se centra también en la violencia dentro de una relación de pareja, pero en este caso aquella que no deja huellas ni cicatrices físicas. Es interesante que se muestre al comienzo de la historia a la protagonista Nora (Julia Heveus) como una joven extrovertida que mantiene bajo control relaciones con chicos con los que no tiene claro si comprometerse del todo, porque no es el perfil estereotipado de la mujer insegura que puede ser fácilmente manipulada. Pero con las dudas sobre su futuro, una prueba de acceso a una universidad para la que no ha sido admitida y la incertidumbre sobre sus relaciones personales, hay cierto aspectos de vulnerabilidad que la llevan a enamorarse de Simon (Jankovic Adam), un joven algo mayor que ella, que parece proporcionar estabilidad emocional y una forma de tratarla que nunca ha encontrado en los chicos de su edad. Los primeros episodios muestran con acierto el proceso de enamoramiento, una etapa en la que hay muchos cuidados, una atención especial y una capacidad de seducción por parte de Simon. Pero se apuntan elementos de distorsión como la compleja relación con su madre (Jannike Grut), que funciona mejor en la serie cuando se produce en la distancia, por teléfono, que cuando se hace visible en el episodio Släpp meg (Déjame ir) (T1E8). O los mensajes de advertencia que una antigua novia de Simon envía a Nora, y a los que ella no hace demasiado caso, pensando que son reproches provocados por la separación.

No solo el carácter extrovertido de la protagonista es una aproximación al personaje desde una perspectiva distinta a lo que es habitual. Nora también está rodeada de un entorno de protección, conviviendo con sus mejores amigos, Sara (Ella Sandberg) y Charlie (Joakim Olsson), lo que no le proporciona necesariamente un vínculo de conexión con la realidad, a partir del momento en el que el enamoramiento la conduce a dejarse moldear por las sugerencias y las imposiciones de Simon. El aislamiento que sufre (y ella misma acepta) desde que decide ir a vivir con él, la aparta progresivamente de esa zona de protección, y los primeros indicios de una relación posesiva (tras una discusión Simon la deja bloqueada en el balcón durante varias horas) no la hacen percibir la deriva de su situación. Gaslight no es una serie fácil de ver, especialmente en la segunda mitad de temporada, cuando el maltrato psicológico se convierte en una constante, cuando Nora comienza a sentir una indefensión que la paraliza, sin entender lo que ocurre a su alrededor mientras pierde progresivamente su capacidad de reacción. La vergüenza y la culpa de una situación de violencia psicológica es una de las razones por las que las víctimas no denuncian a sus parejas, lo que la serie retrata con especial acierto. Cuando se produce una situación de celos en un bar que acaba con una violación en Du har blivit dumpad eller? (¿Te han abandonado o no?) (T1E6), el mundo alrededor de Nora se desvanece hasta casi desaparecer.  

El término "gaslighting" se utiliza en relación con la violencia doméstica como una descripción del proceso de manipulación del acosador a su víctima. La palabra surgió de la obra teatral de Patrick Hamilton Gaslight (1938) en la que un marido trata de conducir a su esposa hasta la locura provocando situaciones aparentemente reales. La obra fue adaptada al cine en la película Luz que agoniza (George Cukor, 1944) que, curiosamente, estaba interpretada por la actriz sueca Ingmar Bergman. El título de la serie hace referencia a aquella película y el término que ha quedado como definición de este tipo de situaciones. Precisamente, en el episodio Det bästa sexet jag haft (El mejor sexo que he tenido) (T1E4) Nora experimenta este tipo de manipulación psicológica, y es uno de los momentos en los que la actriz Julia Heveus transmite de manera espléndida esa indefensión que acaba apoderándose de su personaje. La creadora Therese Lundberg también ha ejercido como directora, utilizando cámara en mano para ir definiendo la inestabilidad de la vida de la protagonista, y primeros planos que son dolorosos, como en una violación que solo es mostrada a través del rostro de Nora. Gaslight tiene especial interés en evitar la pregunta habitual que se hace a las víctimas de violencia doméstica sobre por qué no abandonaron la relación desde los primeros indicios, reflejando la progresiva y absorbente manipulación a la que la protagonista se ve sometida. Pero también reflexiona sobre el papel que juega el entorno cuando hay sospechas de una situación extraña en una relación cercana. Aunque Therese Lundberg ya tiene escrita una sinopsis para una posible segunda temporada, no hay confirmación por parte del canal público sueco.  

La delgada línea azul

Temporada 3 | SVT | 6x55' ★★

Creada por Cilla Jackert

Dirigida por Jimmy Olsson, Saara Cantell, Olof Spaak 


La televisión pública sueca afrontó el año pasado el mayor recorte presupuestario de su historia, con un objetivo de reducción de 400 millones de coronas suecas, lo que supuso el despido de unos 80 trabajadores, un tercio de ellos subtituladores sustituidos por Inteligencia Artificial (Journalisten, 4/10/2023). Lo que ha provocado críticas al canal público por gastar más de 130 millones de coronas suecas en la organización del Festival de Eurovisión en Malmö este año, en medio de la grave crisis económica. Esto explica que la presencia de producciones de ficción de SVT en festivales internacionales haya sido casi inexistente en las últimas ediciones, pero quizás la que mejor refleja esta reducción presupuestaria sea La delgada línea azul (Filmin, 2021-), que ha pasado de tener 10 episodios en su primera temporada, a ocho en la segunda y finalmente solo seis episodios en la tercera y última temporada. También explica por qué la serie de más éxito de la televisión pública finaliza con esta última entrega, al margen de las justificaciones más o menos convincentes de un canal público que se ha enfrentado a progresivas deserciones en su junta directiva en los últimos años. La última de ellas, la directora ejecutiva Hanna Stjärne, que desde finales de este año ocupará un nuevo cargo en la dirección de los Premios Nobel, después de una gestión de diez años muy criticada por colaboradores que han sido despedidos o se han marchado debido a conflictos profesionales. La serie creada por Cilla Jackert (1968, Suecia) llega por tanto a su fin con la necesidad de estar a la altura de sus temporadas anteriores, aunque la segunda sufrió ciertos enfoques hacia las relaciones personales que le imprimieron menos contundencia que la primera temporada, algo parecido a lo que le ha ocurrido a la segunda temporada de Blue lights (Movistar Plus+, 2023-), con la que tiene muchos puntos de conexión. Lo mejor que consigue La delgada línea azul es ser convincente en su realismo: tanto, que el aumento de la violencia en Malmö que se retrata en esta tercera temporada se ha producido en las últimas semanas en la vida real. La policía ha desplegado una operación llamada Robert para contrarrestar una espiral violenta que comenzó a finales de agosto con el asesinato a tiros de un conocido criminal y a principios de septiembre con la detención de un joven que portaba granadas de mano por la calle. 

Así que la realidad que retrata la serie es igual de deprimente, y reflexiona en esta tercera temporada sobre cómo afecta esta violencia a los más jóvenes, a través de los programas educativos de apoyo a escolares que viven en entornos relacionados con las drogas, y que los propios policías miran con cierta incredulidad. Tras el impactante final de la segunda temporada, ésta no se recrea en él sino que se traslada a un año después con algunos cambios: la religiosa Sara (Amanda Jansson) y el imprevisible Magnus (Oscar Töringe) han consolidado su relación y tienen un bebé, lo que provoca que su mirada hacia la progresiva debacle social que está experimentando Malmö sea más horrorizada, especialmente en el caso de Magnus. Aunque el nuevo personaje de la comandante Josefin (Charlotta Björc) trata de animar a las patrullas de policías en las reuniones de trabajo con mensajes de autoayuda como "No rendirse jamás", Magnus no puede dejar de mirar un mapa de la ciudad en el que están señalados tantos puntos rojos como zonas de alta violencia que se les han acabado las chinchetas rojas para seguir indicándolos. Es una idea brillante que no solo refleja el aumento de la violencia en los barrios sino también la falta de recursos de la policía. "El 55% de la población entre 16 y 84 años está preocupada por la delincuencia en 2024", dice Josefin, retratando la sensación de inseguridad que se extiende cada vez más. Pero la policía también es acusada en las redes sociales de racista y agresiva, a pesar de la diplomacia que trata de desplegar el agente Khalid (Mustafa Al-mashhadani) en medio de una comunidad que conoce bien. Mientras Jesse (Per Lasson) lidia con una hija adolescente, la crisis de ansiedad y el desencanto de un trabajo que no consigue resultados claros se concentra esta temporada en Faye (Anna Sise). Si hay alguna serie que refleja con inteligencia cómo afecta la tensión y el estrés a los agentes de policía es sin duda La delgada línea azul. Y lo que diferencia a ésta de series como Blue lights es que los policías no se enfrentan a bandas de criminales malvados, sino a la desesperación de una ciudad desesperada, a la oscuridad de una sociedad que ha fracasado en integración, convivencia, solidaridad y concordia. 

La última temporada se enfoca más en el tráfico de drogas, después de una presentación en un espléndido episodio inicial en el que se muestra cómo las actuaciones de la policía son permanentemente filmadas por teléfonos móviles, juzgadas y sancionadas en las redes sociales. Dirigida en esta ocasión por Jimmy Olsson (1980, Suecia), Saara Cantell (1968, Finlandia) y Olof Spaak (1976, Suecia), que ha dirigido episodios de series como Sanningen (TV4, 2024) y la cuarta temporada de Darkness: Those who kill (Filmin, 2019-), que también se ha estrenado esta semana en los países nórdicos, mantiene el estilo documental con cámara en mano que ha caracterizado a la serie. Pero mejora respecto a la segunda temporada porque se enfoca menos en las relaciones amorosas, algunas de las cuales ya están consolidadas, y se concentra más en la impotencia y la frustración de la policía, mientras la "escuela segura" que ha iniciado el ayuntamiento como una campaña para contrarrestar la influencia de la violencia en los jóvenes no parece estar dando los resultados esperados. En realidad, la iniciativa política deja en manos de la policía la función de dispersar a los vendedores de drogas del entorno de las escuelas. Las adicciones también forman parte de la vida privada de los agentes, como la hermana de Magnus, Mari (Anja Lek Paulsson), ahora desintoxicada pero siempre con el riesgo de volver a ser tentada. La delgada línea azul mantiene el tono en esta última temporada, pero no puede evitar ser una visión muy oscura ofreciendo solo momentos puntuales de alivio: Sara en el coro de la iglesia o Dani (Sandra Stojiljkovic) con el deporte. A pesar de que hay algo de humor en el desarrollo de algunas situaciones (un hombre desnudo encerrado en un contenedor de recogida de ropa), la serie despliega una pregunta desalentadora sobre qué tipo de sociedad hemos construido para los jóvenes del futuro. 

ISLANDIA 

Si bien el cine islandés ha encontrado una posición destacada en el panorama internacional, con títulos recientes como la excelente When the light breaks (Rúnar Rúnarsson, 2024) que vimos en el pasado Festival de Cannes, el formato de series suele tener más dificultades para llegar a un público internacional. Y las coproducciones para un país de producción audiovisual escasa suelen ser el mejor camino para encontrar una mayor difusión. El canal francés Arte participa en la producción de la serie Reykjavík Fusion (Channel 2, 2024), la historia de un chef que fue encarcelado hace unos años y ahora trata de recuperar la confianza de su familia, pero para poder hacerlo debe aceptar dinero de la mafia para abrir un restaurante de alta cocina que es, en realidad, un negocio para el lavado de dinero. En coproducción con Alemania, otra próxima serie de misterio es Reykjavík 112 (Símmin, 2025), un drama policial centrado en una niña que presencia el asesinato de su madre y colabora con un detective y un psicólogo infantil para identificar al asesino. Sin embargo, el título más esperado este año es la segunda temporada de The Minister (RÚV, 2020-), el drama político protagonizado por el actor Ólafur Darri Ólafsson interpretando al Primer Ministro de Islandia, que tuvo mucha repercusión internacional (en España se emitió a través de Movistar Plus+), pero cuya producción se vio afectada por la pandemia. También regresará con una segunda temporada el nordic noir Black sands (Channel 2, 2021-), en el que la detective protagonista mantiene el trauma de los acontecimientos de la primera entrega mientras investiga la muerte de una mujer, en una temporada que se ha rodado entre otras localizaciones en Reynisfjara, la famosa playa de arena negra de Islandia. Entre las curiosidades se encuentra la serie Felix & Klara (RÚV, 2024), que se ha rodado esta pasada primavera, protagonizada por un oficial de aduanas retirado que se ve obligado a ingresar en una residencia de ancianos junto a su esposa. La particularidad es que la serie está interpretada por el humorista Jón Gnarr, que fue alcalde de la ciudad de Reikiavik entre 2010 y 2014 y se presentó como candidato a la presidencia de Islandia en las últimas elecciones del pasado mes de junio. Aunque finalmente fue elegida la independiente Halla Tómasdóttir, el comediante quedó como el tercer candidato más votado. 

Húsó

Temporada 1 | RÚV | 6x30' ★★★☆

Creada por Arnór Pálma Arnarson, Jóhanna Friđrika Sæmundsdóttir 

Dirigida por Arnór Pálma Arnarson


En 1975, Islandia fue el primer país del mundo en el que las mujeres se pusieron en huelga para reivindicar sus derechos. Denominado como el Día Libre de las Mujeres, casi el 90% de la población femenina islandesa se declaró en huelga el 24 de octubre de 1975 para reivindicar igualdad de género, lo que colocó a Islandia en la vanguardia de la lucha feminista en el mundo. En noviembre de 1980, una madre soltera divorciada, Vigdís Finnbogadóttir, se convirtió en la primera presidenta de un país europeo (la segunda del mundo). Aunque pueda parecer contradictorio, también es un país en el que desde los años cuarenta surgieron las llamadas Hússtjórnarskólinn (Escuelas de Amas de Casa), gestionadas por mujeres y en las que se formaba a sus estudiantes en actividades de la vida cotidiana como cocina, nutrición, lavado y limpieza, crochet y bordado. En la actualidad estas escuelas siguen existiendo, como la Housekeeping School de Reikiavik, aunque desde hace años pueden solicitar su acceso tanto mujeres como hombres. En una de estas escuelas se desarrolla Húsó (Casa) (RÚV, 2024), serie creada por Arnór Pálma Arnarson (1987, Islandia) y Jóhanna Friðrika Sæmundsdóttir, que tiene como protagonista a Hekla (Ebba Katrín Finnsdóttir), una joven que ha pasado por diferentes centros de tratamiento contra las adicciones durante su adolescencia y que ha perdido la custodia de su hija. Las autoridades de protección de menores le advierten que la única posibilidad de volver a verla es mantenerse sobria y acudir a una Escuela de Amas de Casa, donde no solo estará controlada sino que aprenderá actividades necesarias para la vida cotidiana. Aunque su idea de que será un hogar de mujeres que la recibirá con amabilidad es muy diferente a la realidad: la escuela tiene una disciplina estricta impuesta por la directora Guðrún (Edda Björgvinsdóttir), y un horario riguroso en el que se suceden diferentes clases, desde el crochet hasta la elaboración de productos típicos de la cocina islandesa como el slátur, una especie de morcilla que tiene una elaboración no apta para todos los estómagos, mezclando grasa de oveja, sangre y vísceras. 

Con algunos apuntes de humor, pero sobre todo con la descripción de una convivencia entre las protagonistas que también incorpora los trasfondos de sus vidas a través de un tono dramático, Húsó tiene la virtud de saber construir un personaje complejo que abandona el espacio cómodo del protagonismo plano para mostrar su carácter egoísta, en parte provocado por sus adicciones, al alcohol y a su poco recomendable novio Gústi (Jóhann Kristófer Stefánsson). Para Hekla, adaptarse a las normas de la escuela le resulta complicado, pero el impulso que le proporciona el objetivo de poder ver a su hija y quizás recuperar la custodia es más fuerte que sus enfrentamientos con algunas de las alumnas del centro y su falta de disciplina. Este carácter la lleva a ser acusada del robo de una vajilla que habían estado aprendiendo a limpiar en el Episodio 2, sobre todo cuando algunas alumnas la encuentran escondida debajo de su cama. Pero al mismo tiempo establece una relación de amistad con Snædís (Katla Njálsdóttir), una joven que la ayuda a adaptarse a ese nuevo ambiente. Mezclando episodios más divertidos con algunos momentos dramáticos, esta serie se desarrolla en un ambiente singular en el que también se proporcionan algunas indicaciones sobre las costumbres tradicionales islandesas, con el crochet como una de las actividades principales. El grupo de alumnos y alumnas está bien construido, con personalidades y trasfondos diversos, como Jóhanna (Berglind Alda Ástþórsdóttir), que tiene demasiada tendencia a practicar el bullying con otras alumnas, o Engilbert (Bjartur Örn Bachmann), el único chico de la escuela, que afirma estar teniendo una relación secreta con un famoso futbolista. Aunque puede encontrar dificultad para que los espectadores se identifiquen con la protagonista al principio, la comprensión de las aspiraciones de Hekla como madre suavizan la percepción en torno a ella, y el grupo de estudiantes de la escuela se conforma progresivamente hasta acabar siendo compacto, divertido e interesante. Pero destaca especialmente la relación entre la protagonista y la directora Guðrún, dos personajes completamente diferentes que sin embargo van encontrando puntos de conexión y protagonizan algunas escenas notables como en el Episodio 4, mostrando que tienen más cosas en común de lo que parece: "¿No crees a veces que la vida es una mierda?", pregunta Guðrún. "Siempre", responde Hekla. Aunque no es habitual encontrar series islandesas en plataformas o festivales españoles, Húsó es un ejemplo de comedia dramática que funciona con convicción y que tiene un final conmovedor. 

DINAMARCA

La aprobación de una nueva Ley de Cine antes del verano y otras circunstancias relacionadas con la producción han llevado al canal público DR a encontrarse con un vacío de estrenos importantes. La serie por la que apostaban para este otoño era la coproducción con la alemana ZDF titulada provisionalmente The CumEx Files (DR/ZDF, 2025), en torno a un grave caso de evasión fiscal ocurrido en Europa en 2017, pero las dificultades de la coproducción han llevado a trasladar la serie hasta 2025. De manera ques este otoño habrá ausencia de una gran serie en el canal público danés, aunque el año próximo se espera una recuperación de la normalidad, además de la preparación de nuevas temporadas de algunos de sus éxitos internacionales: la tercera para Carmen Curlers (Filmin, 2022-) y muy probablemente la segunda de Prisoner (Filmin, 2023-). También habrá segunda temporada de Behind every man (DR, 2024-), una entretenida comedia sobre la tensión laboral en un restaurante. Pero el gran estreno de este otoño es la primera serie de Thomas Vinterberg Familias como la nuestra (Movistar Plus+, 2024), que en España se estrenará en noviembre después de pasar por el Serielizados Fest con la presencia del director. Inédita en Dinamarca se encuentra la serie de Viaplay Secrets (Pr1meran, 2024), un excelente drama familiar que también se podrá ver en el festival catalán. Entre los estrenos más esperados está la cuarta temporada del thriller Darkness (Filmin, 2019-), aunque en España subtitularon la tercera como El caso final, y la sexta temporada de The new nurses (SundanceTV, 2018-).

Mysteriet på Bornholm

Temporada 1 | DR | 8x25' ★★★☆

Creada por Søren Balle | Dirigida por Christian E. Christiansen 


Aunque respecto a la producción de series en los países nórdicos se suele hablar principalmente de los nordic noir, lo cierto es que hay otras dos tradiciones muy extendidas: la producción de series y películas de género infantil o juvenil, y la tradición de contar historias de misterio durante las vacaciones de Semana Santa, lo que se denomina en Noruega Påskekrim. Se trata de una tradición que comenzó en 1923 cuando se publicó en el periódico Aftenposten una campaña publicitaria que promocionaba una novela de misterio como si se tratara de una noticia real. El éxito del libro fue tan grande que desde entonces las vacaciones de Semana Santa, que en Noruega tienen una duración de casi una semana y media, se han convertido en un tradicional encuentro con la lectura de obras de misterio en las cabañas a las que se retiran muchas familias. No tan extendida en otros países como Suecia o Dinamarca, en este último se está produciendo una tendencia basada en este concepto, y el canal público DR ha convertido en habitual estrenar series de misterio en Semana Santa, una costumbre que comenzó en 2022. Este año se ha estrenado Mysteriet på Bornholm (Misterio en Bornholm) (DR, 2024), que reúne el misterio de Pascua con las aventuras juveniles al estilo de Los Goonies (Richard Donner, 1985). Y el resultado en este caso es entretenido y más inteligente de lo que suelen ser este tipo de historias protagonizadas por adolescentes. Se trata de una nueva aventura en la que regresan los tres personajes principales de Det Forsvundne Ravkammer (La cámara de ámbar perdida) (DR, 2022), que fue la que inició los estrenos de historias familiares de misterio durante la Semana Santa de 2022. Ahora Niels (Bertil Karlshøj Smith), Tania (Cecilia Marcello Loffredo) og Charly (Marinus Refnov) viajan a la localidad de Bornholm junto a la madre de éste último (Marie Mondrup), que quiere visitar a su antigua amiga de colegio Helle (Ene Øster Bendtsen). Llegan el mismo día que acaba de recibirse un famoso cuadro que formará parte de una exposición en el museo local y que, por supuesto, será protagonista en la trama. Pero los personajes están más cerca ahora de la adolescencia y esto lo incorpora bien el guión dividiendo las investigaciones en dos tramas paralelas: mientras Charly quiere averiguar qué se oculta detrás de un farero (Henning Valin Jakobsen) que menciona la existencia de un mundo subterráneo en la isla llamado The Underground, Niels y Tania prefieren ayudar a la joven Silje (Lova Müller Rudolph) a demostrar su inocencia cuando la acusan de haber destrozado el cuadro. 

La serie está bien escrita y es entretenida, incorporando el crecimiento de los personajes, ahora más adolescentes, de una manera hábil, cuando Niels y Tania reprochan a Charly que siga interesado en cuentos infantiles sobre mundos ocultos cuando lo más importante es demostrar la inocencia de una amiga. En la tradición de novelas juveniles como Los Cinco (1940-1960, Ed. Editorial Juventud) estos personajes se enfrentan a un mundo de adultos que siempre esconden secretos. Y al contrario que otras series anglosajonas como Home before dark (Apple tv+, 2020-) o Asesinato para principiantes (Netflix, 2024-), la interacción entre los jóvenes y los adultos es mucho más realista, haciendo que éstos nunca les traten como iguales, sino que se muestren siempre incrédulos frente a los resultados de sus averiguaciones (aunque acaben siguiendo sus pistas). La edad más adolescente también está acompañada de ciertos acercamientos románticos entre los personajes, pero la introducción de estos elementos está adecuadamente equilibrada con las tramas principales de misterio, que no son demasiado elaboradas pero resultan lo suficientemente efectivas. La serie forma parte de una estrategia del canal público danés para producir más contenidos de tipo familiar en un futuro, con la realización de series y películas que tengan un target para todos los públicos y sea disfrutado por la familia durante las vacaciones, aprovechando no solo las series-calendario en Navidades sino también las historias de misterio en Semana Santa. Con Mysteriet på Bornholm se ha conseguido elaborar una historia de acción y humor que funciona perfectamente y que consolida a Soren Balle (1978, Dinamarca) como uno de los creadores daneses más interesantes del momento, productor de otras series como La ruta del dinero (Filmin 2016-2020), Equinox (Netflix, 2020) y The shift (DR, 2022-). Mysteriet på Bornholm ha tenido tanto éxito que incluso hay guías de turismo que permiten visitar algunos de los escenarios de la localidad de Bornholm que aparecen en ella, como el Museo Oluf Høst, el faro Hammeren, el lago Opalsøen o el teleférico, que tiene especial importancia durante una persecución que incluye referencias a algunas películas de aventuras norteamericanas. 

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Películas mencionadas:

Terremoto se puede ver en Prime Video.
La sociedad de la nieve se puede ver en Netflix.
La matanza de Texas se puede ver en Acontra+, Filmin, Mubi y Prime Video.
Luz que agoniza se puede ver en Filmin. 
Los Goonies se puede ver en Max y Netflix.