El comienzo de temporada en Francia está marcado por la celebración del Festival de La Fiction, un gran evento dedicado a series de televisión en lengua francesa que se sitúa estratégicamente en mitad del mes de septiembre, lo que ofrece la posibilidad a los principales canales de televisión franceses y plataformas de streaming, de presentar sus estrenos para los próximos meses, además de celebrarse mesas redondas para reflexionar sobre el sector audiovisual en Francia. El Festival de la Fiction nació en 1999 en la ciudad de Saint-Tropez, en la Costa Azul, pero desde 2007 se trasladó a La Rochelle, una ciudad portuaria a orillas del Atlántico. Al margen de la celebración de uno de los mayores eventos dedicados a las series que acoge Francia, donde también tienen lugar los festivales Séries Mania y Canneseries, el Festival de la Fiction tiene actividades todo el año, como la Résidence des Écritures Francophones (Residencia de Escritura Francófona) que se organiza desde 2018 con cuatro sesiones al año. En su edición número 26, que se ha celebrado del 10 al 15 de septiembre, el festival ha acogido unas 50 producciones y se han celebrado también medio centenar de mesas redondas, con una asistencia de 15.000 espectadores y profesionales.
El Festival de la Fiction se inauguró con la serie Les enfants son roi (Disney+, 6x45'), un thriller basado en la novela de Delphine de Vigan sobre el secuestro de una niña de 6 años a plena luz del día, que aborda el tema de los niños influencers y su fragilidad ante los seguidores anónimos, y que se estrenará el 27 de octubre. Las categorías del festival se dividen por duraciones de las series, la mayor parte de lengua francesa pero con una sección de producciones europeas en la que este año compitió la española Dieciocho (RTVE Play/À Punt, 6x29'), aunque en esta sección el premio a la Mejor Serie Europea ha sido para la británica Lost boys and fairies (Filmin, 3x60'). En la categoría de Series de 52 minutos, la ganadora ha sido Nismet (Arte France, 4x40'), un drama protagonizado por una adolescente que decide huir de su casa ante los acercamientos sexuales de la pareja de su madre. Como Mejor Serie de 26 minutos se ha premiado a Iris (Canal+, 6x26'), creada y protagonizada por Doris Tillier, sobre una joven con una personalidad demasiado extrovertida que inicia una relación con un hombre casado, sin saber que su esposa es la editora que quiere publicar su libro. Mientras que en la de menos de 20 minutos ha ganado Des gens bien ordinaires (Canal+, 8x12'), en su segunda temporada, sobre un joven que decide iniciar una carrera como actor porno. Los premios de interpretación recayeron en Nicolas Duvauchelle y Guillaume Gouix, que interpretan a dos hermanos hugonotes en la producción Fortune de France (France Télévisions/Max, 6x52') y en Cécile Bois por Signalements (France Télévisions, 95'), sobre una mujer que se enfrenta a un sistema asociado con el abuso infantil para tratar de salvar a su sobrina. También se premió al compositor Eric Neveux por la música de Sentinelles-Ukraine (OCS, 6x52'), segunda temporada de la serie Soldados (SundanceTV, 2023), que ahora se desarrolla en la guerra de Ucrania. A l'épreuve (France Télévisions, 90') consiguió los premios a Mejor TV Movie y el Premio de la Prensa Extranjera. Se trata de una comedia sobre una madre que solo encuentra trabajo en el servicio de recogida de basuras en París, y el drama de ciencia-ficción Flashback (TF1, 6x52'), en torno a una agente de policía que tiene la oportunidad de evitar el asesinato de su padre 30 años atrás, logró el Premio Especial del Jurado.
El festival también sirve para que los canales presenten sus proyectos. En relación con España, Arte France anunció el rodaje a partir del 21 de octubre de la serie Alguien debería prohibir los domingos por la tarde (Arte, 8x30'), que dirige Isabel Coixet, que toma su título del libro que publicó en 2011, pero cuenta la historia de cuatro mujeres que comparten piso en París. Arte France también anunció que estrenará en Francia la serie de Rodrigo Sorogoyen Los años nuevos (Movistar Plus+, 2024), en la que ha participado como coproductora. France Télévision ha demostrado su consolidación como el canal que más apuesta por la ficción, con éxitos antes del verano como Tout cela je te le donnerai (2024), miniserie basada en la novela de Dolores Redondo. Este año ha alcanzado un récord de siete producciones a competición en el festival, entre las que estaba el thriller L'éclipse (France Télévision, 6x52'), que finalmente cayó de la programación al estrenarse el pasado 4 de septiembre. Y el anuncio de numerosas series para la próxima temporada, entre ellas Des Vivants (France Télévision, 6x52'), el último proyecto de Jean-Xavier de Lestrade después del éxito de El caso del Sambre (Movistar Plus+, 2024), que se centra en los atentados de la sala Bataclan. Además anunció que su miniserie La peste (France Télévision, 4x52'), una actualización de la novela de Albert Camus, ha sido adquirida por AMC Networks International Southern Europe, que la estrenará en España a través de SundanceTV. Por su parte, Netflix anunció su apuesta por la producción francesa con la presentación de cinco series nuevas, entre ellas Bandi, creada por Eric Rochant, responsable de Oficina de infiltrados (Canal+, 2015-2020), y la segunda temporada de Furias (Netflix, 2024), que fue un éxito en Francia, así como Super mâles (Netflix, 2025), el remake francés de Machos alfa (Netflix, 2022-). A continuación comentamos algunas de las series premiadas en la 26 edición del Festival de La Fiction en La Rochelle.
Fortune de FranceFrancia 2024 | 6x52' | France Télévision | ★★★★☆Creada y dirigida por Christopher ThompsonFestival de la Fiction '24: Mejor Interpretación (Nicolas Duvauchelle, Guillaume Gouix) |
El guionista Christopher Thompson (1966, New York) no parece temer los grandes retos, como demostró el año pasado al enfrentarse junto a su madre Danièle Thompson (1942, Mónaco) a la adaptación de la juventud de Brigitte Bardot en la miniserie Bardot (SundanceTV, 2023), con resultados algo irregulares. Pero llevar a la pantalla una de las obras más populares de la literatura francesa es un desafío todavía mayor, no solo por el volumen de la historia, sino por los acontecimientos históricos que abarca. Fortune de France fue publicada entre 1977 y 2003 por el escritor Robert Merle (1908-2004, Francia), contando en 13 libros la crónica de la familia Siorac en medio de las guerras de religión, extendiéndose entre 1547 y 1654, cuando comenzó el reinado de Luis XIV. La primera temporada, que se estrena desde el 16 de septiembre en France 2, se concentra principalmente en el primer libro, y ya se está preparando una segunda temporada. La historia se sitúa en 1557 en el Périgord noir, donde el castillo de Mespech se alza sobre las tierras de Jean Siorac (Nicolas Duvauchelle) y su hermano Jean de Sauveterre (Guillaume Gouix), herido en la batalla de Cerisoles (1544), que se mantienen fieles a sus creencias protestantes, aunque se hacen pasar por cristianos. La serie muestra desde la primera escena cuál es el destino de los hugonotes, como se denominaba a los protestantes franceses, cuando dos de ellos son quemados en la hoguera. La esposa de Jean Siorac, Isabelle de Caumont (Lucie Debay), es católica pero respeta las creencias de su marido, aunque le insiste en que se convierta al catolicismo para evitar las continuas sospechas que pesan sobre ellos. En el episodio L'enquête (T1E1), el barón de Fontenac (Grégory Fitoussi) instiga una investigación de un enviado del rey sobre la familia Siorac, aunque su objetivo principal es quedarse con sus tierras y propiedades una vez sean condenados. Los antagonistas en este sentido son algo estereotipados, pero Fortune de France (France Télévisions, 2024) muestra sus ambiciones como gran producción, con un entorno privilegiado que se desarrolla en la región de Périgord, donde se conservan numerosas edificaciones medievales (se dice de ella que cuenta con 1001 castillos).
Aunque los primeros episodios se desarrollan principalmente en el entorno de la finca de la familia Siorac, la apertura hacia las guerras de religión entre los católicos (papistas) y los protestantes (hugonotes) amplía la perspectiva más allá, a partir del episodio La guerre (T1E2), y abordando grandes pandemias como La peste (T1E5). Pero la historia se centra principalmente en el entorno familiar, concretamente en la relación entre Jean e Isabelle, que se ve perturbada por sus diferentes formas de fe: "Tu religión tiene 50 años, la mía tiene 15 siglos", le dice Isabelle. Es un período de enfrentamientos religiosos marcado por la regencia de Catalina de Medici, la llamada "reina serpiente", que es precisamente la protagonista de otra serie, The serpent Queen (MGM+, 2022-). Fortune de France ofrece una visión compleja de la época, desde el punto de vista de los hugonotes perseguidos por la Iglesia Católica, pero también les muestra a ellos como igualmente intolerantes. Distanciándose de la novela en la manera en que refuerza los personajes femeninos, ofreciendo una perspectiva más actualizada en la que, sobre todo en el caso de Isabelle, no ocupa una posición secundaria sino que cuestiona ella misma la actitud de su marido. Hay en la serie el nivel de producción que se puede esperar de una adaptación histórica de estas características, y en general parece bastante fiel a la obra original, aunque el hecho de que buena parte de las secuencias se desarrollen en interiores le quita algo de épica a una historia en la que progresivamente van adquiriendo mayor importancia los hijos del matrimonio Siorac, una vez se convierten en jóvenes y a partir de un acontecimiento importante que ocurre en la familia en el episodio La conversión (T1E3). Cuando Jean Siorac parte para Calais, la acción no transcurre en la batalla de Gravelinas, que en 1558 acabó con la guerra entre Francia y el Imperio español, sino que se mantiene en torno a los miembros de la familia, enfrentados a la amenaza de los saqueos en los castillos ante la ausencia de los hombres que han partido hacia el frente. La serie cuenta con una excelente banda sonora de Arthur Simonini, que subraya el carácter romántico de la historia con composiciones clásicas y melódicas muy destacables. En su segunda parte, se desarrolla una historia de amor adolescente que ralentiza algo la historia, pero mantiene el interés a través de los vaivenes políticos durante la regencia de Catalina de Medici. La segunda temporada abarcará una familia dividida y una nueva generación enfrentada a las guerras de religión entre católicos y protestantes, que se libraron hasta casi entrado el año 1600.
Esta serie toma como punto de partida la caótica vida de Abel (Jean-Désiré Augnet), un joven que trabaja en la empresa de reparto a domicilio Enjoy! tratando de conseguir el dinero para pagar el alquiler cada vez más abusivo del piso en el que vive con su madre, mientras compagina el trabajo con los estudios y trata de acceder a prácticas profesionales que le ofrezcan mayor estabilidad. Su historia funciona como una trama transversal que acaba afectando a los otros personajes principales de la serie: Yass (Camille Moutawakil), una joven periodista en prácticas que acaba de comenzar en un programa de H24, un canal de noticias de tendencia conservadora y populista, e Igor (Baptiste Carrion-Weiss), un abogado progresista que acaba involucrado en un programa de debate en televisión donde importan más los gestos y las discusiones que el fondo de los argumentos. La serie adapta la novela Tous complices! (Todos cómplices) (2021) de Benoit Marchisio, quien también se ha encargado del guión, y ofrece una perspectiva de una sociedad que devora a sus habitantes, en la que los personajes principales se encuentran en una encrucijada en la que tienen que valorar si merece la pena renunciar a sus ideales a cambio de progresar en sus trabajos. El director Lionel Méta utiliza la velocidad para darle un ritmo trepidante a la historia, desarrollando una especie de thriller social en el que Abel acabará siendo retratado en las noticias de extrema derecha como el ejemplo de las amenazas de la inmigración, el lema favorito de los populistas y del presentador del programa de debate, Paul (Bruno Salomone). Es un personaje peligroso porque juzga desde un plató de televisión con una cierta actitud cínica y ofrece el tipo de noticias no contrastadas en las que la opinión está por delante de la información, no importa el contexto o las circunstancias de la noticia.
Enjoy! (France tv Slash, 2024) es una excelente parábola de una sociedad devoradora que se representa a través de los arcos de los tres protagonistas, con un cierto tono irónico pero también una especie de pesimismo: el abogado idealista Igor quiere alertar sobre un sistema capitalista cruel, pero cuando consigue una plataforma para transmitir su mensaje, acaba dándose cuenta que solo accediendo al debate acalorado y teatral puede introducir al menos algún aspecto relevante de su discurso; la periodista Yass aspira a cambiar la perspectiva unidireccional de un programa de televisión muy popular, pero acaba utilizando la manipulación para mejorar su imagen frente al presentador estrella; Abel es un excelente estudiante de economía social, pero su camino está lleno de obstáculos que le impiden progresar en una Francia que es permanentemente hostil, incluso aunque pueda demostrar su capacidad para adaptarse. Los personajes se ven envueltos en un torbellino del que les resulta difícil escapar, y esa construcción de la impotencia es una de las virtudes de una serie que mantiene un ritmo constante, aunque a veces pueda llegar a ser demasiado radical en sus planteamientos. El título del libro se hace presente a lo largo de la historia, planteando que esta uberización de la sociedad no solo la han construido las multinacionales de la precariedad con el permiso de la clase política, sino que la complicidad se extiende a todos los que participan de esta vorágine que solo busca la comodidad.
Des gens bien ordinairesFrancia 2024 | 8x15' | Canal+ | ★★★★☆Creada y dirigida por OvidieFestival de la Fiction '24: Mejor Serie menos 20 minutos, Premio La Charente-Maritime |
Después de escribir dos libros sobre la industria del porno, y estrenar algunos documentales como Pornocracy (2017), la directora Ovidie (1980, Francia), que ha participado como actriz en películas dirigidas y protagonizadas por Rocco Siffredi, abordó el tema en el que ella ha desarrollado lo que se denomina porno feminista, a través de una historia distópica que imagina un mundo en el que los roles de dominación se han intercambiado. Esta serie amplía el planteamiento del cortometraje Un jour bien ordinaire (Ovidie, Corentin Coëplet, 2021) para presentar al joven Romain (Jérémy Gillet) iniciando una carrera como actor porno en un mundo en el que la pornografía está dominada por las mujeres y es consumida mayoritariamente por mujeres, siendo los hombres los que representan sus fantasías sexuales. De esta forma, Romain, al que adjudican el nombre artístico de Buck Love, es un efebo que quiere introducirse en el cine porno como un acto de rebeldía, pero que acaba siendo explotado y utilizado como carne fresca por un entorno femenino que devora las películas que protagoniza. Incluso con su novia Linda (Agathe Bonitzer), es ella la que domina las relaciones sexuales, buscando su único placer. La primera temporada de Des gens bien ordinaires (Canal+, 2022-) recibió buenas críticas y ganó en 2023 un premio Emmy Internacional como Serie de Formato Corto. A veces más interesante en su planteamiento que en su desarrollo, esta serie tiene la virtud de saber representar, sin forzarlo, la explotación del cuerpo y el sexo dominante solo intercambiando los roles: colocando a un hombre en la posición habitualmente ocupada por las mujeres y a éstas en los puestos de poder tradicionalmente dominados por los hombres dentro de la industria pornográfica.
Así surge todo el sentido de una fantasía distópica que en ocasiones es una comedia con situaciones divertidas pero incluso puede llegar a ser incómoda en determinados momentos. Como cuando Romain/Buck Love hace un casting para la famosa directora Josette Rigaud (Anne Benoît), considerada "la Godard del cine porno". Acompañado por su mejor amiga, Isaure (Raïka Hazanavicius), solo ella parece ver la situación de explotación en la que se convierte ese encuentro, sobre todo cuando la directora le pide a Romain que se masturbe. En otro momento de la primera temporada, el joven es convencido para que acepte participar como bailarín erótico delante de un grupo de mujeres cincuentonas, y nuestra propia educación como espectadores capta la vergüenza de una situación que habitualmente, con los roles cambiados, podemos interpretar como normal. Des gens bien ordinaires también plantea el efecto en el entorno del joven, un estudiante de sociología que comienza a ser popular por las películas pornográficas que protagoniza, abordando en la serie temas como la cosificación del cuerpo y el slut-shaming, la etiqueta habitualmente adjudicada a las mujeres por su actividad sexual o porque tienen muchas parejas. Ambientado a finales de los años noventa, en uno de los momentos de mayor auge de la pornografía, la serie a veces tiene problemas para expresar con nitidez su propuesta, al margen del hilo principal, pero su formato corto (la duración total es casi la de un largometraje) permite exponer las situaciones en poco tiempo. La segunda temporada, que se estrena próximamente en Canal+, encuentra a Romain convertido en un director de películas porno feministas, lo que aporta un interesante giro a la historia.
Mientras en Estados Unidos se entregaban los premios Emmy el pasado 15 de septiembre, en Canadá se celebraba la ceremonia de entrega de los Premios Gémeaux a la mejor producción de televisión en Quebec, con la cuarta temporada del drama fantástico Plan B (Series+, 2017-) logrando el premio Gémeaux como Mejor Serie Dramática por encima de las favoritas L'Empereur (Crave, 2023-) y Avant le crash (ICI Radio-Canada, 2022-), mientras que la popular serie juvenil con tintes de thriller Complètement Lycée (Craven, 2023-) repitió el premio del año pasado como Mejor Serie de Comedia. También estaba nominada en la categoría de drama FEM (TV5 Unis, 2024), y aunque no consiguió ningún premio, es un reconocimiento importante para una serie pequeña y de formato corto. La historia está protagonizada por Zav (Lenni-Kim Lalande) un adolescente que está comenzando a explorar su identidad sexual a través de la música, con la intención de convertirse en cantante. La llegada de Nathalie (Émily Bégin), una vecina de la comunidad franco-ontaria que tuvo una cierta carrera de éxito en el mundo de la música (al menos publicó un disco), permite a Zav comenzar a descubrir su propia voz, que él a veces fuerza hacia una tesitura que no es la suya. Esta búsqueda del lugar en el que colocar su voz también es una búsqueda del espacio en el que quiere estar dentro de la identidad de género. Tiene novia, pero cuando canta se siente más cómodo en su vulnerabilidad femenina. Aunque no es solamente una serie sobre la transidentidad, explora muchos matices en un adolescente que todavía no ha encontrado su lugar porque el entorno que le rodea está inevitablemente marcado por la mentalidad binaria. Hay apuntes muy interesantes a lo largo de la temporada, como cuando la familia organiza una fiesta para su hermana mayor (Willaia Ferland-Tanguay), que está embarazada de una relación casual, para celebrar el género del bebé, usando vasos de color azul y de color rosa.
Creada por Maxime Beauchamp, la serie está dirigida por Marianne Farley, que fue nominada al Oscar por el cortometraje Marguerite (2017), además de ser una de las actrices principales de la serie médica Transplant (AXN, 2022-2024). Lo que consigue FEM es transmitir las incertidumbres de la adolescencia, incorporándolas a un entorno que no es estrictamente hostil, aunque hay algunos momentos de bullying en el instituto. Pero Zav tiene una especial complicidad con su madre Kim (Marie-Soleil Dion), y recibe un apoyo total de su padre Patrice (Danny Gilmore), la relación más interesante y conmovedora de la serie. Él se siente profundamente incómodo cuando su hijo muestra su lado femenino, en una actuación infantil en la escuela para la que decidió disfrazarse de princesa, o ya adolescente, cuando actúa en una fiesta familiar. Pero al mismo tiempo le ayuda a conseguir su sueño de dedicarse al mundo de la música, quizás una aspiración frustrada de Patrice. Aunque a veces este apoyo también es una forma de control: Zav está acostumbrado a vivir como los demás quieren, en vez como él desea, hasta que durante una audición decide no interpretar la canción que había elegido con su padre, sino una propia. La banda sonora y las canciones han sido compuestas por Emmanuel Alias y Camille Poliquin, en un estilo electro-pop que interpreta el debutante Lenni-Kim Lalande, un cantante más conocido por su nombre artístico Lennikim (en agosto publicó el primer sencillo de su próximo album), y que aporta una vulnerabilidad y una fragilidad a su personaje absolutamente emocionante. La noche que su hermana rompe aguas y todos la acompañan al hospital, Zav encuentra un momento de liberación, solo en su casa, cuando adopta la personalidad de un avatar de identidad no binaria cuyas canciones comienzan a ser populares. Esta exploración de los códigos masculinos y femeninos por parte de Zav a lo largo de los episodios es una de las virtudes de una serie que no se limita a ser un reflejo solamente de la transexualidad, sino que mira a la identidad de género de una manera más diversa.
Basada en la historia real de la creadora Nadia Louis-Desmarchais, que fue apartada de sus padres biológicos por la Dirección de Protección de la Juventud (DPJ) en Quebec, este drama cuenta la historia de dos hermanas de origen haitiano que son separadas de su madre y trasladadas a una familia de acogida blanca, nativa de Quebec. Uno de los aspectos más sorprendentes que se resaltan en los primeros episodios es cómo la protección social de los niños no tiene en cuenta su identidad, de forma que dos niñas de raza negra acaban en un entorno familiar y social predominantemente blanco en el que no existe una comprensión de sus orígenes ni de su propia personalidad. A lo largo de diez episodios de 15 minutos la serie se desarrolla en 2002, pero hay flashbacks hasta mediados de los años noventa en los que se revelan las razones por las que las dos hermanas han sido separadas de su madre biológica, Kamila (Nadine Jean). La mayor, Maëlle (Anaïs Ceus) quiere seguir manteniendo contacto con su madre, y mantiene una actitud protectora con su hermana Léna (Heaven Jayne Fenelon-Jean), que sufre los efectos de la separación. Para la familia de acogida, Sophie (Noémie Godin-Vigneau) y Adrian (Jean-Sébastien Courchesne) es una oportunidad de tener los hijos que nunca han podido tener. Y también acogen a la adolescente Alexa (Maïka Ferron), sin entender que su rebeldía proviene de su pasado de abusos sexuales por parte de su padre. Durante el primer verano en casa del matrimonio Lachance, todas tratan de encontrar una forma de adaptarse a la nueva situación sin perder su identidad, algo en lo que los servicios sociales han fallado.
El título de la serie proviene de la condición efímera de un meteorito cuando cruza el cielo, representando la situación que viven los niños que son enviados a familias de acogida en las que no existe la posibilidad de arraigo ni se puede medir el tipo de impacto que esta situación puede tener en ellos. Esta realidad experimentada por la propia creadora de la serie, se refleja sobre todo en la hermana más pequeña, Léna, que acaba asistiendo a una escuela donde el resto de los alumnos son blancos. Pero al mismo tiempo la serie no trata de ofrecer una mirada solamente dramática, sino exponer todas las contradicciones que provoca la protección de menores. Nadia Louis-Desmarchais ha comentado en alguna entrevista que cuando decía que había sido separada por la DPJ, muchos consideraban su historia con lástima, pero también hay historias de jóvenes que han tenido un desarrollo brillante. Lo más interesante de Les Météorites (ICI Tou.tv, 2024) es que intenta entender a todos los personajes, tanto la actitud de las hermanas y la adolescente como la de los padres de acogida y la madre biológica, aunque sus posicionamientos no puedan ser compatibles. Y consigue ser una historia muy conmovedora pero al mismo tiempo esperanzadora. Curiosamente, Nadia Louis-Desmarchais menciona la serie This is us (Disney+, 2016-2022) como una de las que más influyó en esta historia, "porque fue la primera vez que vi a un niño negro criado en una familia blanca". Además del Festival de la Fiction, la serie fue seleccionada en la pasada edición del Festival Cinema Jove, donde ganó una Mención Especial por su valor social.
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Películas mencionadas:
Pornocracy se puede ver en Filmin.
Pornocracy se puede ver en Filmin.
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