09 septiembre, 2025

Las series más destacadas de 2025: Agosto-Septiembre

Una semana antes de la ceremonia oficial de los premios Emmy se han celebrado las dos entregas de premios que reconocen a las producciones nominadas en las categorías técnicas y artísticas. Los Creative Arts Emmy ofrecen pistas sobre las series que se posicionan mejor para recibir el mayor reconocimiento en las categorías principales. Y en este sentido, ya destaca la producción The Studio (Apple tv+, 2025-) como la mejor colocada en la categoría de comedia, tras haber recibido nueve premios, entre ellos Fotografía, Montaje, Diseño de producción y Actor invitado (Bryan Cranston), muy por delante de sus competidoras Hacks (HBO Max, 2021-), que ha logrado el de Mejor Actriz Invitada (Julianne Nicholson) y The Bear (Disney+, 2022-), que podría pasar de su récord de once premios Emmy a quedarse algo relegada. En Drama, Separación (Apple tv+, 2022-) ha conseguido seis galardones, entre ellos Fotografía, Música, Diseño de producción y Actriz invitada (Merritt Wever), mientras que Andor (Disney+, 2022-2025) ha logrado cuatro premios en Montaje, Vestuario, Diseño de producción y Efectos visuales, y The Pitt (HBO Max, 2024-) consiguió dos por su Reparto y el Actor Invitado (Shawn Hatosy). Por su parte, entre las series que compiten como Serie Limitada las categorías técnicas han destacado a The Penguin (HBO Max, 2024) con ocho premios, entre ellos Vestuario, Peluquería, Maquillaje y Música, mientras que la favorita Adolescencia (Netflix, 2025) ha sido premiada en Reparto y Fotografía, aunque su fortaleza está en las categorías principales. También hay que destacar el premio al Mejor Tema Principal para el compositor chileno Cristóbal Tapia de Veer por The White Lotus (HBO Max, 2021-), que fue una de las tensiones que acabó rompiendo su relación profesional con Mike White, y el premio a la Mejor Película para Televisión fue para Rebel ridge (Jeremy Saulnier, 2024), un thriller del que ya pocos nos acordábamos. 

También se han entregado estos días pasados los premios Kristallen que reconocen a la industria de la televisión en Suecia, destacando Asalto en helicóptero (Netflix, 2024) como Mejor Drama e Intérprete Secundario (Ardalan Esmaili), mientras que la sátira Whiskey on the rocks (SVT/Disney+, 2024) ha sido premiada como Mejor Comedia. El premio al Mejor Actor principal ha sido para Jakob Oftebro por su papel en la miniserie Stenbeck (Vanguard) (SVT, 2025), que ya fue reconocido en el Festival de Montecarlo. Se da la circunstancia de que es un actor noruego que dio vida a un personaje muy reconocido en Suecia, pero que domina las principales lenguas nórdicas por lo que suele trabajar tanto en Dinamarca como en Noruega y Suecia. Asimismo, Helena af Sandeberg recibió el premio Kristallen como Mejor Actriz Principal por Meaning of life (Pr1meran, 2022-), y la conmovedora película El último viaje (Filip Hammar, Fredrik Wikingsson, 2024), que en España se puede encontrar en alquiler VOD, fue reconocido como Mejor Programa Documental. 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Everyone is fucking crazy
  
★★★☆
Arte - 7 de agosto
Alemania, 2023 - 8x30'
Creada por Luzie Loose, John-Hendrik Karsten
Dirigida por Luzie Loose
German Screen Actors '24: Mejor Promesa (Luise von Stein)

Después de su estreno en la televisión pública alemana ARD hace dos años, la presentación europea de esta serie juvenil llega a través del canal Arte como un acercamiento muy particular a las enfermedades mentales a través de un grupo de jóvenes que deciden continuar su terapia entre ellos después de que su psicóloga, la Dra. Thomalla (Jeanette Hain), se haya quitado la vida arrojándose por el balcón de su consulta. Una de estas pacientes, Chloë (Maja Bons), ha observado la caída mortal y permanece ella misma inmóvil en el suelo de la consulta. Ella sufre ansiedad extrema y obsesiones, hasta el punto que cruzar un paso de cebra se convierte en un desafío, no solo porque debe pisar cada línea con un número de pasos determinados, sino porque se enfrenta a la impaciencia y los insultos de los conductores que esperan a que termine de cruzar. Otra de las pacientes de la doctora, Derya (Via Jikeli), acaba de llegar al lugar, donde encuentra a la policía retirando el cuerpo de la fallecida, y decide hacerse pasar por su asistenta, tomando el cuaderno de notas de la terapeuta y haciendo creer también al resto de pacientes que ella les va a ayudar a continuar sus terapias. A lo largo de la serie, descubrimos que Derya se enfrenta a sus propios problemas, que están provocados por su trastorno bipolar, y es precisamente encontrarse en el momento de mayor euforia lo que ha provocado que decidiera adoptar la personalidad de una asistente con estudios en psicología, aunque no sepa nada de eso. Los otros dos componentes del grupo son Malik (Arsenij Walker), un joven con ansiedad que trata de controlar mediante el consumo de sustancias tóxicas, lo que ha acabado en adicción, y Schröeder (Luise von Stein), que experimenta ataques de ira que la llevan a situaciones de violencia incontrolables. La joven actriz consiguió por este personaje el premio de la Asociación de Actores Alemanes como Mejor Promesa. Establecido el curioso planteamiento inicial de Everyone is fucking crazy (Arte, 2023), la serie creada por John-Hendrik Karsten (1987, Alemania) y Luzie Loose (1989, Alemania), que también ejerce como directora, se despliega en una estructura narrativa que dedica los primeros episodios a cada uno de los pacientes, a través de sus historias personales. El episodio que toma el título Everyone is fucking crazy (T1E4) se desarrolla durante una fiesta familiar en casa de Malik a la que acude el resto del grupo sin avisar. Malik vive con sus dos padres, una pareja homosexual, que sin embargo se sienten frustrados porque no parecen entender las necesidades de su hijo, y la visita inesperada acaba siendo liberadora cuando Derya propone demostrar que todos, incluso los aparentemente cuerdos, pueden hacer auténticas locuras, sobre todo si se le añade un ingrediente sorpresa a las bebidas. 

Hay un tratamiento interesante de las enfermedades mentales, sin profundizar demasiado pero ofreciendo una mirada comprensiva, que establece que el entorno familiar puede acabar ejerciendo también una presión adicional sobre las personas que las sufren. En El elefante en la habitación (T1E6), Derya propone una sesión de terapia de grupo con la familia de Chloë, lo que quizás no sea lo más adecuado teniendo en cuenta que sus padres dan por hecho que ellos le han dado a su hija las comodidades necesarias para que sea feliz, aunque quizás falte la estabilidad emocional. Y su hermana no soporta las aparentes excentricidades de Chloë, incluso avergonzándose de su forma de comportarse, cuando está delante de sus amigos. La terapia acaba siendo un desastre que termina con Chloë tratando de tirarse por el balcón como hizo su terapeuta, y también demuestra que la estrategia terapéutica de Derya como psicóloga puede que no sea la más acertada. A veces la serie puede parecer una checklist de todos los problemas que pueden surgir en el entorno de una persona que sufre un trastorno psicológico, y en este sentido puede resultar algo simple en su desarrollo. Pero los personajes tienen la suficiente solidez como para resultar convincentes, y el cuarteto de jóvenes protagonistas elabora un retrato realista. Entre ellos, la que ha desarrollado una carrera más sólida en estos dos años es Maja Bons (Choë), que ha protagonizado las películas Die Akademie (Camilla Guttner, 2024) y Babystar (Joscha Bongard, 2025), que se presenta estos días en el Festival de Toronto; mientras que a Luise von Stein la hemos visto más recientemente en la segunda temporada de la serie de época La Emperatriz (Netflix, 2022-), y Via Jikeli acaba de estrenar la serie High stakes (ZDF, 2025), sobre una estudiante de astrofísica que se inicia en el póker por necesidades económicas. Lo más destacado de Everyone is fucking crazy es un sentido del humor sutil que nace de las situaciones en las que se ven envueltos los personajes, como cuando deciden pasar una noche en un cámping junto a un río en Amigos con beneficios (T1E5), lo que no resulta tan idílico como pensaban. Son jóvenes que tratan de adaptarse a una sociedad en la que no se sienten comprendidos, y que terminan intercambiando sus posiciones: cuando Derya desaparece en el episodio Detrás de la nada (T1E7), y se ve envuelta en la fase más depresiva de su bipolaridad, son los otros tres los que se convierten en su apoyo y le ofrecen su ayuda para salir de la oscuridad. Everyone is fucking crazy es una amable comedia que se acerca sin embargo a la enfermedad mental con suficiente seriedad. La serie cuenta con una excelente banda sonora de canciones en las que hay referencias a la serie Euphoria (HBO, 2019-), y como curiosidad, en los créditos iniciales de cada episodio suena la canción "SOS" de Timothy Fleet y Wayne Murray, que también se usó en los créditos finales del episodio El centro de salud (T3E8) de Lo que hacemos en las sombras (HBO, 2019-2024).

Mujeres con hombreras
  
★★★☆
HBO Max - 18 de agosto-22 de septiembre
México-Ecuador, 2025 - 8x11'
Creada por Gonzalo Cordova
Dirigida por Fernanda G. Manzur

Cuando comenzamos a ver esta serie de animación en stop-motion hace falta un periodo de adaptación para captar lo que estamos viendo: entre el melodrama y la comedia, entre la telenovela y el cine queer, presenta una variedad de personajes femeninos en un mundo en el que los hombres no tienen voz. Surge rápidamente la influencia de Pedro Almodóvar en la representación de la protagonista española Marioneta Negocios (Pepa Pallarés), que es la Pepa de Carmen Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) trasladada a la ciudad de Quito, y después descubrimos a su amante Espada Muleta (Kerygma Flores), una torera que no lidia con toros sino con cuyos (cobayas) gigantes, en la que la relación entre la pasión del ruedo y la pasión romántica nos remite a Matador (1986), cuya versión restaurada se estrenó en el pasado Festival de Venecia. Esta mezcla entre la estética almodovariana de los ochenta y las referencias a la cultura ecuatoriana conforman una puesta en escena tan peculiar que es difícil compararla con cualquier otra serie de animación reciente, incluso las producidas por Adult Swim, la productora detrás de este proyecto que por primera vez trabaja desde su marca latinoamericana Adult Swim Latam. La idea también surge de los espectáculos de marionetas que Gonzalo Cordova veía en el teatro de artes escénicas The Bob Baker Marionette Theater, situado en Los Angeles. De hecho, al principio iba a ser una serie de animación con marionetas, pero después derivó hacia la técnica de stop-motion, menos complicada, a través de la productora mexicana Cinema Fantasma, fundada por los hermanos Ambriz, que están a punto de estrenar en México su primer largometraje, Soy Frankelda (Arturo Ambriz y Roy Ambriz, 2025), premiado en Fantasia Festival. La directora de esta serie, Fernanda G. Manzur, proviene precisamente de su trabajo como directora de fotografía en esa película. Como en toda telenovela, en la historia hay un enfrentamiento entre dos mujeres: la española Marioneta Negocios, una socialité que promociona a las cobayas como animales de compañía, y la mujer de negocios Doña Quispe (Laura Torres), directora ejecutiva del restaurante El Cuchillo, cuyo plato principal es la cobaya asada, que de hecho forma parte importante de la gastronomía ecuatoriana. Pero la historia deriva a partir del episodio Corazón retorcido (T1E3) en una mirada hacia las relaciones entre madres e hijas, cuando Marioneta Negocios utiliza a Nina (Nicole Vazquez), la hija de doce años de Doña Quispe, para reforzar su enfrentamiento, porque la joven es vegetariana y está en contra de la costumbre de comer cobayas. Mujeres con hombreras (HBO Max, 2025) toma las formas de un melodrama exagerado, pero presentado con ironía y sentido del humor. El propio Gonzalo Cordova ha comentado que cuando recibe comentarios de espectadores latinoamericanos destacan su tono de comedia, pero que en Estados Unidos la reciben como un drama. Sin embargo, esa es una de las virtudes de la historia, situarse en un término medio que recoge la tradición de los dramas exagerados latinos y le incorpora las referencias almodovarianas, así como los recuerdos de infancia de su creador en Ecuador. 

Gonzalo Cordova pasó poco tiempo en su país, solo hasta los tres años, cuando su familia se trasladó a Panamá y a Florida. Ha desarrollado una notable carrera como monologuista y guionista de series como Adam ruins everything (Tru tv, 2015-2019) y Undone (Prime Video, 2019-2022), y sobre todo en la serie de animación Tuca y Bertie (Netflix, 2019-2022), producida por Adult Swim. Una vez que hemos pasado el proceso de adaptación a lo que estamos viendo, Mujeres com hombreras encuentra una lógica interna que hace que los personajes se comporten con seriedad dentro de un contexto absurdo y surrealista en muchos momentos. Y eso le proporciona un tono especial que la diferencian de muchas de las producciones de animación recientes, muy enfocada al público adulto, pero suficientemente rica en la cromática puesta en escena y en su libertad creativa como para que en realidad sea apropiada para todos los públicos. Los mismos títulos de los episodios remiten de manera divertida al melodrama, como en La misma noche que anoche (T1E5), en el que Nina comienza su campaña a favor de las cobayas "En tu brazos, no en tu plato", mientras Marioneta Negocios le encarga a su secretaria Coquita Buenasuerte (Gabriela Cartol) que organice una fiesta de fin de año. La relación de Nina con su madre Quispe se ha distanciado y adopta como una figura materna a Marioneta, pero la niña comienza a darse cuenta que solo es un elemento de confrontación entre ambas. En este episodio, la "quema del Año Viejo" como tradición ecuatoriana revela la soledad de la socialité española frente a la toma de conciencia de Nina, Coquita y Espada. Mujeres con hombreras reivindica el melodrama latinoamericano como un género eminentemente queer, destinado a espectadoras femeninas pero abrazado también por la comunidad homosexual como una catarsis melodramática que al mismo tiempo puede ser muy divertida. En el apartado técnico, estas marionetas sin hilos, con sus movimientos en stop-motion, ofrecen una textura que refuerza la estética ochentera de la historia, pero también proporciona una sensación de personajes liberados y descontrolados. Y sorprende introduciendo algunos trucos estéticos como los primerísimos planos de los personajes, mostrados con manos y labios en acción real. Desde Los Spookys (HBO Max, 2018-2022), la plataforma se ha animado a estrenar producciones en español para el público internacional, porque hasta hace poco series como Los sustos ocultos de Frankelda (HBO Max, 2021) se limitaban al mercado latinoamericano. Afortunadamente, hay una mayor apertura, incluso para presentar producciones tan peculiares como Mujeres con hombreras, una historia exagerada y telenovelera que solo en español adquiere su auténtico sentido, su condición de mezcla de referencias ochenteras y latinas que la convierten en una propuesta arriesgada y valiente. 

Rey y conquistador
  
★★☆☆
HBO Max - 28 de agosto-9 de octubre
Reino Unido, 2025 - 8x50'
Creada por Michael Robert Johnson
Dirigida por Baltasar Kormákur, Bálint Szentgyörgyi, Nikolaj Coster-Waldau, Erik Leijonborg

En la pasada edición de Séries Mania, el actor británico James Norton acudió en su faceta de productor junto a su socia y amiga Kitty Kaletsky, con la que fundó la productora Rabbit Track Pictures en 2021, para llevar a cabo proyectos en los que él no necesariamente tiene que aparecer como actor. Pero lo cierto es que casi todos los que han producido hasta la fecha están encabezados en el reparto por el propio James Norton, una necesidad para darle mayor visibilidad al proyecto, como el endeble drama Dos familias (Movistar Plus+, 2025). En este encuentro celebrado en Séries Mania, dedicaron tiempo a explicar el proceso de producción de la serie Rey y conquistador (HBO Max, 2025), que es sin duda la más ambiciosa que han abordado, lo que para una productora joven como la suya es todo un logro. Entre otras cosas hablaron de la decisión de rodar en Islandia en vez de en las localizaciones naturales de Inglaterra donde se desarrolló la batalla de Hastings, principalmente por las exenciones fiscales más beneficiosas que tiene el país nórdico, y la implicación del director Baltasar Kormákur (1966, Islandia), que se ha encargado de dirigir el episodio La invitación (T1E1). De hecho, algunas decisiones de producción pueden ser discutibles y en cierto modo afectan a la representación de la historia: las localizaciones islandesas, mucho más oscuras y secas, pueden restar cierta credibilidad al relato, y tratar de abarcar decenas de años en ocho episodios sin que parezca que cambie el vestuario o los propios personajes transmite una sensación extraña. Aunque en Inglaterra ha sido estrenada en BBC, la distribución internacional a cargo de Paramount Global Content Distribution (por la participación de CBS Studios) ha conseguido venderla a un centenar de territorios, cerrando acuerdos a principios de agosto con Prime Video para Estados Unidos y HBO Max para los países nórdicos, España y Portugal y parte de Asia. Desde el punto de vista de la producción la serie es un éxito, aunque está por ver si resulta rentable, pero quizás el mayor problema que tiene es si transmite verosimilitud, porque se mueve en un terreno peligroso, que no siempre supera, entre la ficción adaptada a los usos de los dramas contemporáneos y su fidelidad histórica. A pesar de que los responsables han manifestado su intención de ser realistas, la serie nunca lo parece del todo, y precisamente ha recibido numerosas críticas sobre la inadecuada representación histórica que lleva a cabo. Pero por otro lado resulta curioso que en esta serie se reclame tanto la fidelidad histórica y nadie hable de los peinados perfectos y las barbas anacrónicas de otra serie pretendidamente realista como El gran guerrero (Apple tv+, 2025). De manera que quizás es más adecuado mirarla desde una perspectiva de drama medieval fantástico que desde una intencionalidad de revelar partes de una historia que no se ha contado desde esta perspectiva. Lo que también puede resultar decepcionante, en ese empeño de cambiar los hechos históricos para acomodarse a una narrativa más actual, cuando precisamente las crónicas reales contienen más tensión e imprevisibilidad. 

La historia comienza cuando, tras años de guerra civil, tres naciones inglesas rivales (Wessex, Mercia y Northumbria) se unen para aceptar un solo rey: Eduardo el Confesor (Eddie Marsan). Pero la inestabilidad de este personaje, obsesionado con la religión y controlado por su madre Lady Emma (Juliet Stevenson), aleja al clan de Wessex, liderado por el conde Godwin (Geoff Bell), que tiene rencillas internas con su segundo hijo Harold (James Norton). En el exilio, entabla amistad con William de Normandía (Nikolaj Coster-Waldau), quien también se enfrenta a sus luchas dinásticas. Aunque esta relación no parece corresponderse con la realidad histórica, permite desde el punto de vista dramático establecer una conexión entre los dos personajes antes de que terminen enfrentados en la batalla de Hastings en 1066. James Norton quería interpretar inicialmente a William, pero una cuestión práctica (no poder comprometerse en el caso de que hubiera una segunda temporada), hizo que finalmente interprete a Harold. Pero la paz en aquella época resulta frágil, y una cuestión relacionada con la dinastía acaba provocando que Wessex y Normandía entablen una disputa que les lleva a buscar numerosos aliados. El rey Enrique de Francia (Jean-Marc Barr) manifiesta en una escena: "Cómo se nos escapa el tiempo". Y precisamente uno de los problemas de los primeros episodios es lo rápido que pasa el tiempo y lo poco que cambian los personajes. Pero cuando se asienta, Rey y conquistador no tiene problemas para ser una historia entretenida, aunque los diálogos sean algo básicos y las relaciones entre los personajes resulten a veces muy superficiales. El episodio La bestia en el espejo (T1E5), el único dirigido por el actor Nikolaj Coster-Waldau, asienta bien la historia y equilibra las posiciones de los personajes (de los que quedan vivos), y es especialmente interesante en la construcción de las protagonistas femeninas, las esposas de Harold y William: Edith (Emily Beecham), más lógica y cerebral, y Matilda (Clémence Poésy), adecuadamente sádica cuando se trata de arrancar confesiones mediante tortura. Hay más tensión (y está lograda desde el punto de vista de la dirección) en la escena en la que conversan entre ellas, utilizando el juego psicológico, que en los enfrentamientos masculinos: "Tenemos la capacidad para leer el peligro en los ojos de los demás", dice Matilda. Para entonces, ya hemos renunciado a que la serie sea creíble históricamente y se puede disfrutar de un ritmo más equilibrado hasta la batalla final, representada en los episodios El coste de la guerra (T1E7) y La mano de Dios (T1E8), dirigidos por el sueco Erik Leijonborg. Uno de los problemas de la serie es la forma en que precipita los acontecimientos como si quisiera pasar rápidamente para llegar al siguiente enfrentamiento. Así, el encuentro con los vikingos noruegos en Stamford Bridge se muestra sin detenerse demasiado, cuando es importante para entender cómo llegaron las tropas de Wessex a la posterior batalla de Hastings. Y aunque hay aspectos interesantes como el conflicto entre Harold y su hermano Tostig (Luther Ford), y la batalla de Hastings ocupa buena parte del último episodio, se sacrifica el rigor por algunas conveniencias para reforzar la pretendida descripción de los personajes: el destino inevitable frente a la estrategia militar. Rey y conquistador consigue ser entretenida si no se busca el reflejo de la Historia en su narrativa, a pesar de muchos desequilibrios en la puesta en escena y el desarrollo de los personajes. La batalla de Hastings está representada en el famoso Tapiz de Bayeux que sorprendentemente el gobierno francés decidió ceder este verano al Museo Británico, mientras el Museo Bayeux está en proceso de reformas. Pero el tapiz es tan delicado que muchos expertos franceses han advertido sobre el peligro de que el transporte pueda perjudicarle, iniciando una profunda controversia.  

¿Qué prefieres?
  
★★
Arte - 2 de septiembre
Francia, 2020 - 10x7'
Creada por Lise Akoka, Romane Gueret
Dirigida por Lise Akoka, Romane Gueret
Séries Mania '20: Competición de Comedia
Seriencamp '20: Mejor Serie de Formato Digital

La plataforma Arte ya estrenó esta serie en Francia en 2020, después de participar en el festival Séries Mania y ganar el premio a la Mejor Serie Digital en Formato Corto en el festival alemán Seriencamp, pero ahora ha regresado a la plataforma, estrenándose también en el resto de Europa, aprovechando quizás que se presentó en el Festival de Cannes su nueva versión como largometraje. Se trata de una de estas series de formato corto en las que participa Arte, centradas en la juventud y sus preocupaciones, que se ha concretado en excelentes títulos como Ceux qui rougissent (RTS/Arte, 2024), premiado también en Séries Mania. El planteamiento de ¿Qué prefieres? (Arte, 2020) es sencillo pero especialmente interesante: cuatro amigos adolescentes que viven en el entorno de las torres de Place de Fêtes, en un barrio obrero del Distrito XIX de París, tienen conversaciones sobre diferentes temas, jugando a plantearse preguntas que les colocan en la decisión de elegir entre dos opciones: ¿prefieres las tetas o el culo? ¿tener un hijo discapacitado o no tener hijos? ¿comer cerdo o no volver a ver a tu madre? ¿beber un vaso de menstruación o un vaso de semen?. Pero este juego les acaba conduciendo a hablar sobre temas como las relaciones sexuales, la religión, el racismo o la muerte. A lo largo de diez episodios de entre siete y diez minutos, se va conformando la relación entre estos jóvenes que se encuentran en un momento complicado porque ya no van juntos a clase y no tienen ese contacto diario, pero continúan formando un grupo de amigos que sin embargo comienzan a mostrar sus diferencias de opinión con respecto a temas relevantes. La serie se centra sobre todo en la amistad entre las dos chicas, Djeneba (Fanta Kebe), una adolescente judía, y Shaï (Shirel Nataf), una joven racializada de religión musulmana, pero suelen reunirse con Ismaël (Zakaria Lazab) y Aladi (Mouctar Diawara). Los mismos personajes forman parte del largometraje Ma frère (Summer beat) (Lise Akoka, Romane Gueret, 2025), que se presentó este año en el Festival de Cannes y que se puede considerar una continuación en formato cinematográfico de esta serie, aunque la película se desarrolla durante un campamento de verano en el que las dos protagonistas, que ya tienen 19 años, son monitoras de un grupo de niños. Las creadoras y directoras de la serie conocieron a los jóvenes intérpretes cuando tenían once años durante el proceso de casting de una película, y posteriormente comenzaron a tener conversaciones que grabaron en audio, planteando cuestiones relacionadas con su experiencia y sus opiniones. A partir de estas grabaciones no se escribieron diálogos, sino que se planteaban los temas de cada episodio y los actores improvisaban, dirigidos por las realizadoras a través de un auricular. De esta forma, ¿Qué prefieres? es una mezcla entre drama de ficción e improvisaciones en la que los actores expresan sus propias opiniones personales sobre determinados temas. Y así se aborda la incertidumbre sobre el futuro, el matrimonio, las aspiraciones y, sobre todo, la forma de enfrentarse a la madurez mirándose en el espejo de los adultos con los que se encuentran. En este sentido, es interesante el episodio ¿Devolver el dinero o crear más felicidad en la Tierra? (T1E5), en el que Djeneba y Shaï ofrecen trozos de una tarta entre sus vecinos, pretendiendo que pertenecen a una asociación del Centro Social del barrio, pero en realidad es para conseguir algo de dinero. No solo es un episodio muy divertido, sino que muestra cómo miran las jóvenes a los vecinos adultos con los que se encuentran, incluso haciendo comentarios gordofóbicos sobre una de ellas, hasta que se produce un desenlace demoledor. 

En el contexto de las conversaciones que mantienen y los debates sobre cuestiones esenciales de la vida como la fe, la amistad, el amor, la sexualidad, el dinero y la familia, las relaciones entre estos adolescentes que crecieron juntos se aclaran pero también se reconfiguran. El episodio ¿Atún con mayonesa o pollo al curry? (T1E7), comienza con los cuatro planteando preferencias en un local de comida rápida que va derivando hacia la sexualidad y cómo se enfrentan a temas como la homosexualidad desde sus perspectivas religiosas y sociales. Lo que establece uno de los principales puntos de fricción en una amistad que ya se revela como frágil, que no se sostiene ya en visiones parecidas del mundo que les rodea. Precisamente la amistad entre Djeneba y Shaï se pone a prueba, quizás dándose cuenta de que ya no tienen la inocencia de unas niñas que jugaban y olvidaban rápidamente sus discusiones, sino la madurez de personas cuyos puntos de vista adquieren ya una responsabilidad más profunda. De hecho, comienza a plantearse una diferencia entre los intereses de los chicos y los de las chicas, y hay elementos de atracción sexual que no habían aparecido anteriormente. ¿Qué Prefieres? puede cambiar radicalmente en un mismo episodio, pasando de una opción específica como no comer cerdo para los jóvenes de religión musulmana, a cuestiones que tienen un alcance filosófico y metafísico, como preferir los bienes materiales al amor o ser capaces de morir por quienes amamos. Muy a menudo, una pregunta trivial o infantil da lugar a debates mucho más profundos, como la fertilidad femenina y su papel en la sociedad.  Y este marco dramatúrgico, al alternar entre lo individual y lo general, ofrece el retrato progresivo de la personalidad de cada personaje a lo largo de la temporada. Quizás por el propio método de trabajo o porque, especialmente las protagonistas Fanta Kebe y Shirel Nataf son también amigas desde niñas, se transmite una naturalidad fresca en las interpretaciones. Ambas han desarrollado carreras profesionales posteriores: Fanta Kebe ha participado en series como Nona et ses filles (Arte, 2021) y películas como Por puro placer (Lucie Borleteau, 2022), mientras que a Shirel Nataf la hemos visto en Nudes (Prime Video France, 2024), versión francesa de la serie noruega que también tuvo un remake en España. ¿Qué prefieres? es una excelente aproximación a las preocupaciones juveniles a través de un planteamiento sencillo y un sentido del humor contagioso, que utiliza en algunos momentos la música de Lesley Barber para la película Manchester frente al mar (Kenneth Lonergan, 2016). 

Contra la ley
  
★★☆☆
Filmin - 9 de septiembre
Reino Unido, 2025 - 4x50'
Creada por Jamie Crichton
Dirigida por Erik Richter Strand

La actriz Sheridan Smith está tan acostumbrada a participar en dramas británicos en los que interpreta a personajes basados en la realidad que uno de los memes más habituales que circulan por las redes sociales en Inglaterra es el del rostro de ella sobre el cuerpo de un personaje conocido al que podría interpretar en el futuro. Incluso el año pasado llegó a circular uno en el que se la adjudicaba el papel protagonista de una serie sobre Kate Middleton titulada La princesa perdida. Al margen de esta bromas, lo cierto es que la carrera de Sheridan Smith se ha caracterizado por este tipo de dramas basados en hechos reales, o no, pero en los que interpreta a mujeres enfrentadas a situaciones extremas, desde Mrs. Biggs (ITV, 2012) y  The moorside (BBC, 2017) hasta Four lives (BBC, 2022) y La profesora (Lionsgate+, 2022). Sin duda, es la actriz apropiada para dar vida a Ann Ming, una madre que vivió un largo proceso judicial después de que su hija fuera asesinada y la justicia británica absolviera a su asesino, logrando cambiar incluso una ley de 800 años de antigüedad según la cual no era posible volver a celebrar un juicio por el mismo delito contra un acusado que ya había sido absuelto. La verdadera Ann Ming, que contó su historia en el libro For the love of Julie (I fought the law) (2008), ha servido como consultora en esta adaptación escrita por Jamie Crichton (1976, Inglaterra), que ha escrito guiones para series como Todas las criaturas grandes y pequeñas (Filmin, 2020-), y está dirigida por Erik Richter Strand (1974, Noruega) que ha sido el realizador de series noruegas como Valkyrien (NRK, 2017) y británicas como Detrás de sus ojos (Netflix, 2021) y The Crown (2016-2023). Aunque la historia es conocida, quizás es mejor no desvelar demasiados aspectos para los espectadores que no conozcan el desarrollo real, pero hay que decir que, por muy sorprendente que pueda parecer, todo lo que sucede en la ficción se corresponde con la realidad, lo que se demuestra claramente en el documental I fought the law: The Ann Ming story (ITV, 2025), que se estrena en Gran Bretaña esta semana, aunque en España seguramente no podremos verlo. Es curioso, por cierto, que esta miniserie se haya estrenado en nuestro país cuando en el canal original ITV se está emitiendo todavía, lo que no suele ser habitual en el caso de las series inglesas. Desde el punto de vista narrativo, la historia está bien estructurada, dedicando el primer episodio a la desaparición de Julie Hogg (Victoria Wyant) y la búsqueda intensa que llevan a cabo Ann Ming (Sheridan Smith) y su esposo Charlie Ming (Daniel York Loh), presionando a la policía para que no permita que la investigación desfallezca. Precisamente un error fatal cometido por los responsables de la investigación provoca una de las situaciones más sobrecogedoras de una historia que, como muchas otras, está marcada por un cuestionamiento del funcionamiento de los protocolos de búsqueda respecto a las desapariciones. Pero en esta ocasión, el empeño de Ann Ming por no permitir que el caso se traspapele entre otros muchos, es lo que diferencia a este relato de otros, aunque tengan que transcurrir 15 años hasta que ella finalmente pueda conseguir una parte de la justicia que reclamaba.  

Se muestran algunos detalles de la vida de Ann Ming a través de flashbacks, como al comienzo del Episodio 4 (T1E4), en el que hay un apunte sobre el racismo que sufrió la familia por el origen chino de su marido Charlie, reflejando la fuerte personalidad de ella en todo momento. De alguna forma, la serie quiere destacar que es esta personalidad que no se intimidaba ante oficiales de la policía o representantes políticos, la que consiguió algunos de sus logros a lo largo de tantos años. Pero es en esta veneración del personaje donde la serie pierde fuerza, utilizando recursos demasiado burdos para reflejar la confrontación entre el sentimiento de impunidad del asesino y la necesidad de justicia de la madre. El director usa primeros planos enfáticos en el primer juicio en el que es absuelto el culpable para mostrar la maldad de él y la desesperación de ella, lo que no parece tan necesario para subrayar el dramatismo de la historia. Incluso el desarrollo, por mucho que se pueda circunscribir a la realidad, acaba resultando tópico en el tratamiento que se hace de él, sobre todo en el reflejo del distanciamiento de la protagonista de su familia, colocando por delante su dedicación a buscar justicia por su hija, pero olvidando que tiene otros hijos, que se sienten invisibles. Frente a otras historias que han reclamado la importancia de una lucha social, estrenadas recientemente por ITV como una especie de servicio público comprometido con las realidades sociales, Contra la ley (Filmin, 2025) se siente melodramática y superficial. Aunque está latente esa denuncia de unas fuerzas policiales que no se entregaron con suficiente dedicación a la búsqueda de la hija de Ann Ming, y una justicia que no consiguió ejercer su auténtica función en un caso flagrante (el asesino llegó a bromear en un pub sobre cómo la había matado), esta miniserie no puede evitar trasladar una sensación de programa de sobremesa en el que predomina la representación del drama personal sobre una reflexión más profunda en torno a los desaciertos del sistema judicial británico. Y eso perjudica notablemente a sus resultados, por mucho que Meredith Smith se esfuerce en construir un personaje complejo, que sin embargo se parece demasiado a otros que ya ha interpretado, como el de la madre en duelo de Four lives (BBC, 2022). Desgraciadamente, Contra la ley no tiene la contundencia de Mr. Bates contra Correos (Movistar Plus+, 2024) ni la excelencia en la construcción de personajes de El quinto mandamiento (Filmin, 2023). 

Los amos de la ciudad
  
★★★☆
Movistar Plus+ - 9 de septiembre
Reino Unido, 2025 - 8x50'
Creada por Stephen Butchard
Dirigida por Saul Dibb, John Hayes, Eshref Reybrouck

Las historias sobre mafias se han convertido en tendencia en la televisión británica, y a la lista de miradas hacia los entresijos del crimen organizado podemos añadir Los amos de la ciudad (Movistar Plus+, 2025-), de la que ya está confirmada una segunda temporada, y que tiene una tonalidad más shakesperiana de lo que solemos encontrar en este tipo de dramas criminales. En este caso los protagonistas pertenecen a la mafia de Liverpool con ramificaciones en la Costa del Sol, donde transcurre el decisivo Episodio 2 (T1E2), rodado en la villa de lujo Casa Cuiabá, en Benahavís (Málaga). La historia es básicamente un conflicto de sucesión, cuando Ronnie Phelan (Sean Bean) toma la decisión de que es el momento de retirarse y tiene que elegir a su sucesor. Parece evidente que el nuevo liderazgo de su imperio de narcotráfico será Michael Kavanagh (James Nelson-Joyce), quien le ha servido fielmente como mano derecha y tiene esa prestancia de negociador que se maneja con tranquilidad aunque esté planeando matarte. Frente a él, el impulsivo Jamie Phelan (Jack McMullen) no parece tener los nervios tan templados ni tomar las decisiones más inteligentes, pero se ha acercado cada vez más a su padre. Los problemas que tiene Michael para garantizar una sucesión pueden ser un aspecto importante para decantar la decisión de Ronnie: "No solo tengo un recuento bajo de espermas, sino que los muchachos que estoy lanzando ni siquiera saben nadar", le dice a su pareja Diana Williams (Hannah Onslow) al comienzo del Episodio 1 (T1E1). Pero antes de dejar su reinado, Ronnie debe resolver un problema dentro de su organización: la frustrada entrega de un cargamento colombiano de cocaína, posiblemente por la existencia de un informador de la policía dentro de su imperio criminal. El creador de la serie es uno de los guionistas más solventes del panorama televisivo británico: Stephen Butchard es responsable de series tan destacadas como House of Saddam (HBO Max, 2008), The last Kingdom (Netflix, 2015-2022), Las buenas madres (Disney+, 2023) y Matthew Shardlake (Disney+, 2024). 

Está claro desde el principio que Los amos de la ciudad es una historia que aborda el carácter tóxico de una masculinidad que lucha por mantener el poder, y el enfrentamiento entre Michael y Jamie conforma buena parte de la temporada, impulsada por una interpretación compleja y matizada de James Nelson-Joyce, al que hemos visto últimamente en series como Mil golpes (Disney+, 2025-), Black mirror (Netflix, 2011-) y Sospechoso: El asesinato de Jean Charles de Menezes (Disney+, 2025). Pero es cuando los personajes femeninos toman un mayor protagonismo cuando la serie destaca por encima de otros dramas criminales. De la misma forma que en Las buenas madres el liverpuliano Stephen Butchard construyó la historia a partir de las experiencias de las mujeres de los mafiosos de la 'Ndrangheta calabresa, Los amos de la ciudad se enfoca cada vez más en las figuras secundarias representadas por Diana, que tiene dudas sobre las consecuencias de su integración en la familia, Melissa (Darcy Shaw), la novia de Jamie, Elaine (Julie Graham), la esposa de Ronnie que debe tomar decisiones importantes, y Rachel Duffy (Laura Aikman), la esposa del lugarteniente Bobby Duffy (Kevin Harvey). La resistencia de Diana a ser absorbida por la violencia y las traiciones de la familia Phelan parece un espejo opuesto a la aceptación de Elaine como una mujer que ha tenido que adaptarse a la vida criminal de su marido. Pero también es un personaje que tiene algunos paralelismos con el de Jan Da Souza (Joanne Froggatt), la esposa de Harry (Tom Hardy) en Tierra de mafiosos (SkyShowtime, 2025-), como un elemento disociado de la dinámica familiar mafiosa. Pero aquella tiene más interés en la violencia superficial y los giros de guión absurdos, y en este caso Diana es más activa y más compleja, aunque represente algunos clichés del género. Calificada en algunas críticas inglesas como "Los Soprano de Scouse", haciendo referencia al acento característico de Liverpool, no se trata de una comparación demasiado justa, aunque Los amos de la ciudad tenga ambiciones de drama épico. La serie amplifica bien la tensión conforme se desarrollan los episodios, especialmente por la presión que ejercen Ricardo Guzmán (Daniel Cerqueira), el jefe del cártel colombiano cuya droga ha sido requisada, y Cheryl Crawford (Saoirse-Monica Jackson), que investiga la desaparición de su marido. Dentro del panorama de dramas criminales, Los amos de la ciudad encuentra elementos que la definen y la distinguen, desde la mirada femenina hasta la representación de un conflicto que recuerda mucho a los dramas regios de William Shakespeare, especialmente por la aceptación de la ambigüedad moral de todos sus personajes. 

Dexter: Resurrección
  
★★★☆
SkyShowtime - 12 de septiembre-7 de noviembre
Estados Unidos, 2025 - 10x50'
Creada por Clyde Phillips
Dirigida por Marcos Siega, Monica Raymund

Después de precuelas ridículas como Dexter: Pecado original (SkyShowtime, 2024) y continuaciones lánguidas como Dexter: New blood (SkyShowtime, 2021), que trataba de corregir el terrible final de la octava temporada, el universo del asesino en serie de Miami continúa su camino a través de una resurrección que puede ser claramente forzada. Pero, al fin y al cabo, ¿cuántas veces ha resucitado Jason de Viernes 13 (Sean S. Cunningham, 1980)? La idea de regresar al personaje como protagonista puede provocar pereza, pero acaba mereciendo la pena porque consigue ser la mejor temporada de todo el universo Dexter desde aquella tercera estrenada en 2009. Es al mismo tiempo una secuela que encaja con el tono de la serie y esa reflexión sobre el sentido de justicia, pero al mismo tiempo introduce suficientes novedades, desde una nueva localización en Nueva York, donde los crímenes pueden pasar más desapercibidos, y elabora un arco narrativo para Dexter Morgan (Michael C. Hall) que lo transforma en algo diferente a lo que era, especialmente en el episodio Y justicia para todos... (T1E10). La incorporación de actores conocidos en papeles destacados también juega a favor de Dexter Resurrección (SkyShowtime, 2025-), que comienza como una continuación más o menos lógica del final de la secuela anterior, para ir avanzando hacia un terreno mucho más complejo y entretenido a partir del decisivo episodio Llámame Red (T1E4), que es donde despliega realmente el verdadero sentido de esta continuación. Con guión de los escritores habituales de la última etapa, Alexandra Franklin y Marc Muszynski, introduce personajes que ya forman parte del universo Dexter con letras mayúsculas: el millonario Leon Prater (Peter Dinklage) y su guardaespaldas Charley (Uma Thurman), además de otro puñado de personajes que convierten los siguientes episodios en ese tipo de microhistorias de ajusticiamiento psicópata que están a la altura de las primeras temporadas. Es cierto que en las tramas de Dexter la suspensión de la incredulidad es un elemento habitual, y muchas situaciones resultan demasiado convenientes, pero Dexter: Resurrección consigue ser muy entretenida a pesar de sus episodios de más de 50 minutos y relativamente lógica dentro de su narrativa interna. Pero, al mismo tiempo, Harrison (Jack Alcott), que parece muy secundario al principio, se convierte en el impulso de una transformación en Dexter Morgan que sin duda es uno de los elementos más interesantes de esta propuesta, y que apunta a una nueva temporada ya confirmada. A lo largo de la historia hay una constante lucha interna del protagonista respecto a seguir manteniendo el código transmitido por su padre Harry (James Remar) o renunciar de alguna manera a él. Pero al mismo tiempo la figura del padre que le conecta con su pasado se va desviando hacia la figura del hijo, que es quien le recuerda que sigue habiendo humanidad bajo la máscara del monstruo. La familia ya no es una tapadera para esconder al Pasajero Oscuro, como era su hermana Deb, sino un punto de conexión con su responsabilidad como padre que debe transmitir un código moral. Y hay otro sentido de familia que se refleja a través de la relación de Dexter con Blessing Kamara (Ntare Guma Mbaho Mwine, al que hemos visto recientemente en Smoke (Apple tv+, 2025)), quien le abre las puertas de su propia casa. 

Pero a pesar de los cambios, Dexter: Resurrección también consigue traer de vuelta con habilidad y lógica a personajes emblemáticos de la serie original (cada vez quedan menos), en este caso a través de la incorporación de Ángel Batista (David Zayas), antiguo compañero de Dexter y ahora perseguidor, que trata de encontrar una explicación a los acontecimientos ocurridos en el pasado. Es un acierto y resulta de nuevo un personaje de la etapa original que ha sufrido una transformación, perdiendo su optimismo característico para convertirse en un policía retirado y amargado que también trata de encontrar una forma de justicia. En la parte policial, uno de los errores de la temporada es la introducción de una pareja de investigadores que resulta innecesaria y molesta. Especialmente la detective Claudette Wallace (Kadia Saraf), que tiene una especie de fijación con la canción "Stayin' alive" de la película La fiebre continúa (Sylvester Stallone, 1983), lo que funciona como broma recurrente que acaba resultando cansina. Y el detective local Melvin Oliva (Dominic Fumusa), que en realidad tiene escasa relevancia, al menos por ahora, porque circulan en las redes teorías un poco locas sobre él. Dexter: Resurrección tiene algunos desequilibrios y puede ser tan absurda y conveniente como lo ha sido en otras ocasiones, pero funciona perfectamente a través de una estructura adecuada en la que incluso algunas subtramas secundarias sirven para alimentar los conflictos internos del personaje principal, como la que le une al personaje de Blessing. Pero sobre todo consigue guardar para los episodios centrales sus mejores momentos con invitados especiales como Krysten Ritter y David Dastmalchian. El episodio final, emitido esta semana en Estados Unidos y que en España se verá en noviembre, parece planteado como un desenlace completo de la historia, y en este sentido cierra adecuadamente las tramas de los personajes principales, pero dejando ese hilo del que tirar en próximas temporadas. Ya se ha confirmado la segunda y a estas alturas ya sabemos que Michael C. Hall y Clyde Phillips están dispuestos a continuar con la serie hasta el infinito, pero sin duda se plantea una interesante línea narrativa que tiene variantes realmente atractivas. La serie sitúa a Dexter en uno de esos escenarios tan habituales que hemos visto en anteriores temporadas, haciendo lo que mejor sabe hacer, pero incorpora un elemento diferenciador: la estatua de la Libertad permanece borrosa al fondo, representando una liberación del personaje: "Solía desear ser diferente, normal. Una vida sin mi Pasajero Oscuro. ¿Pero a quién quiero engañar?", dice Dexter Morgan. 

La puta ama
  
★★★☆
SundanceTV -  16 de septiembre
Finlandia, 2025 - 6x55'
Creada por Tiina Lymi
Dirigida por Tiina Lymi

El gran éxito de la televisión pública finlandesa este año ha sido esta comedia dramática que se estrenó en los primeros meses y ha acumulado 9'6 millones de espectadores entre el canal lineal Yle TV1 y la plataforma Yle Areena. Pero a pesar del interés de la productora en poner en marcha una segunda temporada, la televisión pública decidió no continuar la serie debido a los procesos demasiado largos de desarrollo y producción que debe llevar a cabo por cuestiones de presupuesto, lo que conduciría a un estreno que como mínimo se produciría en 2028, argumentando el responsable de Dramas de Yle, Jarmo Lampela, que "la brecha entre la primera y la segunda temporada no tendría sentido". Finalmente, el pasado mes de junio la productora Rabbit Films llegó a un acuerdo para producir la segunda temporada con la plataforma de streaming privada Ruutu, en un plan que también incluye un largometraje que se estrenará en salas de cine con una historia independiente basada en los personajes de la historia. La creadora de La puta ama (SundanceTV, 2025) es la reconocida guionista Tiina Lymi (1971, Finlandia), que ya ha conocido el éxito en su país con otras series como Sisäilmaa (Yle, 2021), que tenía en común con ésta la crisis de una mujer de mediana edad, y la repercusión internacional con películas como El destino de Maya (Tiina Lymi, 2024), que ganó varios premios Jussi del cine finlandés, entre ellos el de Mejor Película y Dirección, y el premio a la Mejor Película en el BCN Film Fest. El planteamiento de la serie puede sonar conocido, teniendo como protagonista a Linda (Laura Malmivaara), una mujer que ve desmoronarse toda su vida centrada en el materialismo y el lujo cuando su marido Mikael (Jussi Nikkilä) desaparece tras declarar en bancarrota su empresa y dejando tras de sí una deuda de tres millones de euros que Linda ha garantizado personalmente. No solo está a punto de perder todos los bienes que posee sino que su buen sueldo como agente inmobiliaria de pisos de lujo será embargado en parte hasta que pague la deuda: "Es decir, durante el resto de tu vida laboral", le dice Lars (Kari Heiskanen), su asesor financiero, que se sorprende de que una mujer como ella se haya dejado engañar tan fácilmente: "Tienes estudios, Linda. Eres economista civil. ¿En qué estabas pensando?". A partir de entonces comienza una comedia negra con elementos absurdos en la que Linda trata de disimular su situación financiera mientras busca una forma de hacer frente a la deuda que pasará, inevitablemente, por actividades ilegales que la introducen en los círculos más oscuros de las mafias locales de Helsinki. 

Al margen de la trama principal, La puta ama consigue tener éxito por el retrato de los personajes, a los que dedica suficiente tiempo como para conformar un entorno humano que evita los estereotipos, incluso aportando rasgos de humanidad al jefe mafioso Börje Stenberg (Kristo Salminen), que se enamora de la protagonista. Linda acude a su amiga de la infancia Marke (Katja Küttner) y a su novio Sporo (Joonas Heikkinen), un delincuente de poca monta casi caricaturesco porque está sometido continuamente a la violencia de los mafiosos que le rodean, para que la ayude a crear una empresa de reformas de casas a la que llama Queen of Homes. Pero en realidad se trata de una tapadera para blanquear dinero después de haber escuchado una conversación telefónica de un cliente de su inmobiliaria, Jouni Koistinen (Miro Lopperi), que trabaja para Börje Stenberg, en la que revela el lugar donde se esconde un alijo de drogas. Linda decide robarlo y viaja hasta Vélez-Málaga en Reina de los hogares (T1E3) para venderlo a unos traficantes españoles liderados por una mujer (Cornelia Reinfeld Meinhardtl), que tiene su centro de ventas en los aparcamientos de El Corte Inglés. La puta ama utiliza el humor negro llevado al extremo para reflexionar sobre la crisis de una clase media que ha perdido la seguridad que parecía tener, como Linda ha perdido la suya. Y son reconocibles los grandes rasgos de los problemas sociales a los que se enfrenta esta clase media: las deudas que nunca se llegan a pagar, hipotecando toda una vida, la pérdida de poder adquisitivo y la economía sumergida a la que conduce. Pero también en la propia actitud de Linda quien, a pesar de haberlo perdido casi todo, se aferra a querer seguir manteniendo el nivel de vida que tenía antes, como muchas familias se han aferrado a las segundas viviendas a pesar de no poder pagarlas. Este subtexto se plantea de una forma inteligente por parte del guión de Tiina Lymi, aunque la segunda mitad de la temporada puede ser un poco más desequilibrada, a partir del momento en el que la protagonista asume su doble perfil como trabajadora y estafadora. En Rezonificación (T1E5), hay una trama relacionada con una reestructuración urbanística, que implica el soborno a un funcionario, que quizás puede resultar menos comprensible para el espectador internacional, a pesar de que incluso en Finlandia promovió un debate público sobre si este tipo de fraudes podrían llevarse a cabo en la realidad. Uno de los personajes que ayudan a Linda a llevar a cabo su estafa es Laurin (Janne Reinikainen), un exempleado de la agencia inmobiliaria que fue despedido y que recibe el silencio por respuesta cuando saluda a sus antiguos compañeros, quien junto al genio informático Salman (Mazdak Nassir), crea una pantalla de redes de empresas para evitar que el dinero sea localizado por la agencia tributaria finlandesa, que cree que Linda sigue en la ruina. La actriz Laura Malmivaara consigue mantener el lado tragicómico de un personaje que no actúa para sobrevivir, sino para mantener su estilo de vida, pero que al mismo tiempo acaba involucrándose en un mundo criminal con la intención de vengarse de los problemas que le ha acarreado su exceso de confianza. Y la serie gravita bien entre el humor y el drama, a veces desequilibrándose un poco pero en general manteniendo el tono sarcástico adecuado. 

What it feels like for a girl
  
★★
Filmin - 23 de septiembre
Reino Unido, 2025 - 8x45'
Creada por Paris Lees
Dirigida por Brian Welsh, Marie Kristiansen, Ng Choon Ping

La periodista Paris Lees (1986, Inglaterra) publicó en Gran Bretaña su autobiografía What it feels like for a girl (2021) describiendo su adolescencia en un barrio obrero de Nottingham y su proceso de transición de género a través de un relato que reflejaba sus experiencias de una manera clara y sin rodeos. Ella misma ha confesado que nunca sintió que su adolescencia marcada por sus inicios como trabajadora sexual fuera explotación de menores hasta que leyó una crítica sobre su propio libro. Pero su historia no es un melodrama sobre la aceptación, sino un relato de descubrimiento y de crecimiento que se desarrolla a través de una historia que puede resultar incómoda y ya provocó controversia en su estreno el pasado mes de junio en Gran Bretaña. La BBC recibió críticas por el título What it feels like for a girl (Filmin, 2025), para una serie estrenada en fechas cercanas al dictamen del Tribunal Supremo de Gran Bretaña que estipuló que "la decisión unánime de este tribunal es que los términos ‘mujer’ y ‘sexo’ de la Ley de Igualdad de 2010 se refieren a la mujer biológica y al sexo biológico", pero también trataba de aclarar que "no se entendiera este fallo como un triunfo de uno o más grupos de nuestra sociedad a expensas de otro", y que las personas trans seguirían teniendo protección contra la discriminación en virtud de la característica protegida de “reasignación de género” y no de sexo. Pero esta sentencia ha sido utilizada por algunas asociaciones para discriminar a las personas transexuales: el grupo activista For Women Scotland presentó una demanda contra el gobierno argumentando que las protecciones basadas en el sexo solo debían aplicarse a las mujeres de nacimiento, mientras que la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos (EHRC) publicó una guía para que a las mujeres trans no se les permitiera el uso de instalaciones femeninas. También fue discutido el título de la serie "Cómo se siente una chica" por definir a la protagonista como mujer, en contra del dictamen del Tribunal Supremo, mientras que para otros sectores, el hecho de que esté protagonizada por un actor queer no transexual también fue considerada una decisión polémica. La propia Paris Lees, que ejerce como productora de la serie, ha comentado que buscaron primero una actriz transexual para interpretar a la protagonista, pero cuando encontraron a Howard Ellis, ella sintió que era el  más adecuado para el personaje. En todo caso, What it feels like for a girl es una historia absolutamente apasionante y diferente a los habituales acercamientos a las identidades trans. Byron (Ellis Howard) es un adolescente que no se identifica con la identidad femenina al principio porque ni siquiera sabe lo que es. Vive en un barrio obrero de Hucknall, Nottinghamshire junto a su padre Steve (Michael Socha), que encarna el tipo de masculinidad propia de principios de los 2000 y no acepta demasiado bien la feminidad que expresa su hijo, mientras su madre Lisa (Laura Haddock) tiene una actitud de indiferencia. Byron solo encuentra un apoyo incondicional en su abuela, a la que llama Mommar Joe (Hannah Walters), que se convertirá en su principal cómplice cuando decide llevar a cabo la transición de género en la segunda parte de la miniserie. Pero cuando Byron conoce una noche a Lady Die (Laquarn Lewis), una joven bailarina, y ella le pregunta si es transexual, él responde: "¿Qué es transexual?". Estamos a principios de 2000 cuando aún no se han desarrollado las redes sociales y la visibilidad trans todavía no se ha producido. 

En un entorno de hostilidad hacia la homosexualidad, Byron encuentra un alivio económico haciéndole pajas a hombres mayores en un servicio público, hasta que conoce a Max (Calam Lynch) un joven que se dedica a la prostitución y que se convertirá en su pareja momentánea, y después a Liam (Jake Dunn), quien ejerce como una especie de proxeneta que utiliza los servicios sexuales de Byron para robar a clientes con dinero. Pero Byron nunca siente estas relaciones como una forma de explotación, sino como una manera de supervivencia y también como una diversión. Cuando conoce al grupo de jóvenes transexuales y queer que se hacen llamar Divas Caídas, al que pertenece Lady Die, encuentra cierto sentido de protección y un referente principal en Sasha (Hannah Jones), una exuberante mujer trans. Dentro de esta familia escogida los conceptos de identidad y de expresión se multiplican y se abren a un mundo diferente que Byron abraza con absoluta dedicación, hasta el punto que acaba compitiendo con Sasha por conseguir los mejores clientes. Este nuevo entorno de amistad es todo menos idílico, y pronto surgen conflictos que también empujan a Byron a sobrevivir y rebelarse. No hay lugares ideales en esta historia, pero tampoco melodramas sentimentales, incluso cuando Byron debe pasar un tiempo en la cárcel, que le recuerda a la película Escoria (Alan Clarke, 1979), una representación cruda del interior de una institución para delincuentes juveniles. La historia describe la vida de Byron a través de su mirada, y por tanto no introduce juicios de valor, lo que refuerza su ambigüedad y su interés. El Episodio 7 (T1E7) que describe su estancia en prisión es espléndido, dirigido por Marie Kristiansen (1982, Noruega), creadora de la serie Delete me (Disney+, 2021-2023). Entre los directores también se encuentra Ng Choon Ping , quien dirigió la excelente película Femme (2023). La descripción de los ambientes en los que se mueve Byron puede parecer sórdida, pero están descritos con la exaltación con la que él mismo los experimenta, y esa puede ser una de las perspectivas más incómodas que ofrece una serie que no trata de representar la realidad con filtros. What it feels like for a girl tiene esa capacidad de ser absolutamente oscura pero al mismo tiempo tener grandes escenas de luminosidad, sobre todo en la relación entre Byron y su abuela, a la que interpreta Hannah Walters, esposa de Stephen Graham y productora de Adolescencia (Netflix, 2025). Ellos le dieron uno de sus primeros papeles al actor Ellis Howard en el telefilm Help (Mark Munden, 2021). Cuando Byron comienza a vestirse de mujer adquiere una personalidad diferente, incluso en la manera en que maneja su sexualidad, transicionando progresivamente hacia su identidad predominantemente femenina. Sin embargo, lo más interesante de What if feels like for a girl es que al mismo tiempo que habla de la transición de género, también es muy certera al abordar la transición de clase social, desde la adolescencia de un joven en un barrio obrero sometido a las hostilidades del entorno por su definición sexual, hasta la madurez que le permite traspasar la línea invisible de clase. Y cómo la marginalización económica se convierte en una doble discriminación para las personas transexuales, y la identidad de sexo anula en cierto sentido la identidad de clase, como afirma Byron: "Algunos momentos en la vida son un cruce en el camino. Una oportunidad para decir: '¿Sabes qué? ¡A la mierda!'. Quiero más que esto. Puedo SER más que esto. Puedo ser una estrella del pop. Puedo ser modelo. Joder, estamos en los 2000. ¡Podría ser la primera transexual en llegar a la luna!".

Atomic
  
★★★☆
SkyShowtime - 26 de septiembre-17 de octubre
Reino Unido, 2025 - 5x50'
Creada por Gregory Burke
Dirigida por Shariff Korver

El escritor William Langewiesche (1955-2025, Connecticut) está considerado como uno de los periodistas y autores de no ficción más destacados de su generación, aunque en España solo se ha publicado su libro Mares sin ley (2004, Ed. Debate), en el que analizaba el comercio marítimo internacional. Fue definido por un crítico literario como "el Steve MacQueen del periodismo estadounidense", por la relevancia de los temas que trataba en sus artículos de una forma apasionada. Nominado en numerosas ocasiones a los premios más destacados por sus reportajes, también protagonizó alguna controversia cuando publicó el libro Fly by wire (2009), sobre el famoso amerizaje de un avión de pasajeros en el río Hudson de Nueva York, en el que ponía en duda el heroísmo del capitán Sully y concedía el principal mérito a la tecnología aeronáutica moderna. Fallecido el pasado mes de junio de un cáncer de próstata, una de sus publicaciones más celebradas fue The Atomic Bazaar: Dispatches from the Underground World of Nuclear Trafficking  (2008), una investigación sobre la posibilidad de que una organización criminal pudiera acceder a una cabeza nuclear a través del contrabando internacional, que fue una ampliación del artículo Cómo conseguir una bomba nuclear (The Atlantic, 12/2006). Este libro es el que inspiró al guionista Gregory Burke (1968, Escocia), que recientemente se encargó del reboot del tartan noir Rebus (Movistar Plus+, 2024-), para desarrollar una historia que en 2017 se presentó como una serie de 10 episodios de una hora de duración, y finalmente ha quedado en una miniserie de cinco episodios de poco más de 45 minutos. Pero esto permite que Atomic (SkyShowtime, 2025) sea mucho más directa, lo que se refleja en un comienzo lleno de tensión en el que no hacen falta explicaciones para situar a los dos protagonistas como unos improbables compañeros de viaje metidos en una persecución a través del desierto africano (la serie se ha rodado en Marruecos y en Malta). En los primeros minutos de Al Britani (T1E1), el personaje de Max (Alfie Allen) es presentado en pocas frases: viaja con Carlos (Nezar Thalal) en un 4x4 lleno de drogas y dinero, con destino a un cártel de la droga latinoamericano que actúa en Argelia, proclamando en un monólogo (Carlos dice no hablar inglés pero parece que simplemente no quiere escuchar a Max), que solo cree en el amor, y enseñando la foto de su novia Laetitia (Charlie Murphy), aunque más tarde sabremos que la relación no es tan idílica como él pretende. Sufren una emboscada que está liderada por JJ (Shazad Latif), nombre que le adjudicará Max porque se niega a decirle su identidad real, y debido a determinadas circunstancias se convertirán en compañeros de viaje con un cargamento de drogas con destino a Bengasi. Los dos primeros episodios de la serie pueden parecer demasiado recargados de personajes y escenarios: hay una oligarca rusa llamada Oksana Shirokova (Avital Lvova) que transporta un material peligroso, un jefe del cártel latino, Antonio Lam (el actor venezolano Franklin Virgüez), una científica, Cassie Elliott (Samira Wiley) asignada a la CIA bajo el mando de Mark Ellis (Brian Gleeson) y un mercenario que lidera un grupo militar, el escocés Rab Makintosh (Stuart Martin, al que recientemente hemos visto en dos thrillers absurdos, In flight (Channel 4, 2025) y Rehén (Netflix, 2025)). Aunque parezcan muchos elementos, antes de mitad de temporada ya conocemos todas las conexiones entre estos personajes, equilibrando la narrativa de la historia. 

A pesar de que Atomic se promociona como una comedia de acción al estilo de El turista (HBO Max, 2022-2024) o cualquier series de los hermanos Williams, en realidad no hay demasiados momentos humorísticos y el tono de comedia proviene principalmente de las situaciones peligrosas en las que se ven involucrados los dos protagonistas, algunas de forma involuntaria y otras por tomar decisiones equivocadas. Incluso no se trata de una buddy movie en el sentido estricto, porque Max y JJ no son amigos, sino que están unidos por circunstancias externas. El primero solo quiere llevar a cabo su trabajo de mensajero de contrabando sin meterse en líos, mientras que el segundo no ofrece demasiadas explicaciones sobre sus motivaciones, pero averiguaremos que tienen relación con una fatídica bomba. Pero la violencia que se muestra en la serie no está caricaturizada, sino que es tratada con seriedad, incluida una muerte inesperada en el primer episodio, demostrando que el peligro al que se enfrentan los personajes principales es demasiado contundente como para tomárselo a broma. Cuando Max está empeñado en recoger el cargamento que debe entregar, dos estatuas que tienen relación con la oligarca rusa mencionada antes, acaba descubriendo que contienen uranio enriquecido, lo que podría generar una explosión nuclear devastadora. Si la serie es vertiginosa en los primeros episodios, consigue mantener el ritmo a pesar de que se asienta a partir del tercero, mientras revela aspectos del pasado de los protagonistas sin abusar de los flashbacks, y ofrece un grupo de perseguidores de agencias de inteligencia de diferentes países, dispuestas a colaborar mientras sus propios intereses no les obliguen a traicionarse mutuamente. Y para las que el término "daños colaterales" simplemente forma parte de su vocabulario diario. Funciona bien la relación entre los actores: Alfie Allen, recordado por Juego de tronos (HBO Max, 2011-2019) y protagonista del mediocre thriller holandés Safe Harbor (Videoland, 2025), y Shazad Latif, el último capitán Nemo en la serie Nautilus (AMC+, 2024). Sus personajes encuentran un cierto sentido de solidaridad que les acaba uniendo aunque se mientan y traicionen a lo largo de toda la historia. En una historia que habla sobre la redención puede resultar poco justificable una giro de guión en el episodio The path of totality (T1E5), pero no es tan problemático como para desequilibrar una buena miniserie de acción que funciona con la agilidad necesaria. 

El dinero de otros
  
★★★☆
Filmin - 30 de septiembre
Alemania-Dinamarca-Austria, 2025 - 8x60'
Creada por Jan Schomburg
Dirigida por Dustin Loose, Kaspar Munk
Festival de Berlín '25: Panorama
Fernsehpreis '25: Nominada Mejor Guión

Dándole la categoría de estreno mundial dentro de la sección Panorama, el Festival de Berlín ha bendecido esta coproducción que aborda una de las mayores estafas bancarias de las últimas décadas descubierta en 2017, cuando una red global de banqueros, abogados e inversores defraudaron a los gobiernos europeos 146.000 millones de euros. La propia serie no tiene ningún pudor en implicar directamente al ex-canciller alemán Olaf Scholz en las estrategias para ocultar información sobre algunos bancos como el M.M. Warburg, cuyo compromiso de devolución de 47 millones de euros fue condonada por las autoridades fiscales de Hamburgo cuando el líder de la CDU era alcalde de la ciudad. Actualmente hay 1.500 sospechosos y 130 bancos implicados, entre ellos algunos españoles como el Banco Santander. La estrategia es difícil de explicar y la serie trata de hacerlo con ejemplos sencillos: un banco aceptaba vender acciones de una compañía, por ejemplo, a un fondo de pensiones antes del pago de dividendos, pero las devolvía después de la remuneración a los accionistas. Tanto el banco como el fondo reclamaban devoluciones de impuestos, lo que suponía un reembolso doble por parte del Estado. "Es como si una familia cobrara dos prestaciones por la misma persona", es la conclusión a la que llega el padre del protagonista Sven Lebert (Nils Strunk), un abogado que se convierte en uno de los arquitectos principales de una estafa que se situaba en una zona gris entre la legalidad y la ilegalidad hasta que se modificaron las leyes. El otro responsable de la estrategia es el ex-inspector fiscal Bernd Hausner (Justus von Dohnányi), que será quien explique a los inversores la forma de ganar millones de la Hacienda pública alemana sin tener que pagar impuestos. Creada por Jan Schomburg (1976, Alemania), guionista de películas de la directora austríaca Maria Schrader como Stefan Zweig: Adiós a Europa (2016) y El hombre perfecto (2021), la serie está basada en el libro de no-ficción Die Cum-ex-files (2021), que recoge la investigación realizada por el periodista Oliver Schröm, que aparece representado en la última parte de la historia. Sin tener el ritmo trepidante de Sangre y dinero (Filmin, 2023), otra serie reciente que abordaba una importante estafa fiscal, El dinero de otros (Filmin, 2025) adopta un tono irónico introduciendo textos en pantalla que describen de una manera más gráfica a algunos de los implicados, y mantiene el interés gracias a una estructura que se centra en diferentes puntos de vista. La serie ha obtenido una nominación en la categoría de Guión a los prestigiosos Fernsehpreis que reconocen las producciones de televisión alemanas, aunque no ha logrado otras nominaciones importantes. Curiosamente, el documental Systemfehler: Der Cum-Ex Skandal (Judith Lenze, 2025) que explica cómo los abogados de los bancos construyeron una maraña de argumentos jurídicos para justificar el fraude, que acompañó en ZDF a la emisión de la serie de ficción, también ha conseguido una nominación a los Fernsehpreis  2025 como mejor reportaje.

Los primeros episodios describen el desarrollo de la idea y del fraude desde 2005, aprovechando la crisis de 2008, y teniendo como protagonistas a Sven Lebert y Bernd Hausner, pero se incorpora una trama paralela que se desarrolla en Dinamarca, protagonizada por empleados de la inspección fiscal interpretados por dos espléndidos actores: el funcionario Niels Jensen (David Dencik, al que hemos podido ver recientemente en Asesina a sueldo (Telecinco, 2025)) y su jefa Inger Brøgger (Karen-Lise Mynster), que se acaba de incorporar a las oficinas de la autoridad fiscal Skat. Pero lo que encuentra recuerda a una época pasada: oficinas anticuadas, procesos de trabajo ineficientes y empleados amistosos pero no particularmente ambiciosos. Ambos descubren que se están produciendo compraventas de acciones que están provocando dobles devoluciones de impuestos, pero se enfrentan a las reticencias de los políticos por aceptar que se pueda considerar como un fraude. Al mismo tiempo, Niels Jensen conoce por internet a la emigrante Olga Garovic (Dia Jovanovic), con la que inicia una relación, y comienza a sentirse tentado por la posibilidad de sacar beneficios de ese tipo de inversiones. Aunque nunca se cruza con la trama principal en Alemania, es una historia especialmente emocional en la que se cuestionan las lealtades, incluso la perspectiva estereotipada en torno a una relación sentimental aparentemente interesada. Por otro lado, desde el Episodio 4 (T1E4) se incorpora la fiscal de Colonia Lena Birkwald (Lisa Wagner), quien comienza a investigar posibles fraudes, pero se encuentra con la opacidad de los bancos suizos. Allí mismo se produce una reunión para establecer el alcance de la estafa, que recibe las reticencias de los órganos reguladores bancarios: "Está hablando como si se tratara de un sindicato criminal internacional. Me gustaría conocer cuántas entidades están involucradas", dice uno de ellos en el Episodio 5 (T1E5). A lo que sigue un travelling circular mientras Lena Birkwald nombra los 130 bancos implicados, entre ellos los españoles Banco Urquijo, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Banco Popular y Banco Santander. Aunque a veces da la impresión de que pretende ser más entretenida que profundizar en los entresijos del poder económico y la impunidad de los sistemas bancarios, la serie acierta al incorporar una trama más humana en Dinamarca, que aporta una dimensión distinta a la historia. La investigación en torno a este fraude refleja las protecciones de los legisladores a los poderes bancarios, mientras los funcionarios encuentran obstáculos en aquellos que deberían ser los principales defensores de la legalidad: "Elegimos a los políticos para que nos protejan, por ejemplo, del poder de los bancos. Ese es su trabajo. Porque en una democracia no tenemos a nadie más que nos proteja. Pero si no lo hacen, estaremos a merced de los bancos", afirma la fiscal Lena Birkwald. 

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Películas mencionadas (disponibles en la fecha de publicación):

Mujeres al borde de un ataque de nervios se puede ver en Movistar Plus+ y Netflix.
Matador se puede ver en Arte, FlixOlé y Movistar Plus+.
Manchester frente al mar se puede ver en Netflix. 
El destino de Maya se puede ver en Filmin. 
Escoria (Scum) se puede ver en Acontra+, Movistar Plus+ y Tivify.
Femme se puede ver en Prime Video. 
Stefan Zweig: Adiós a Europa se puede ver en Filmin y Prime Video.
El hombre perfecto se puede ver en Prime Video.   

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