La última edición del Festival de Annecy concluyó el pasado sábado con la ceremonia de entrega de los premios principales después de haber sido anunciados los premios especiales un día antes. Con Wes Anderson como principal protagonista de la gala de clausura, los galardones se repartieron entre algunas de las producciones más esperadas, y aunque no consiguió el máximo galardón, se puede considerar como una de las grandes ganadoras del certamen la película Flow (Gints Zilbalodis, 2024), que consiguió hasta cuatro premios y acaba de recibir también este fin de semana el premio al Mejor Largometraje de Animación en el Festival de Cine de Guadalajara. El jurado de la muestra mexicana ha otorgado asimismo una Mención Especial a la película española Heavies tiernos (Carlos Pérez-Reche, Joan Tomas Monfort, 2023). Aunque de manera previsible el Premio Cristal fue para la producción australiana Memoir of a snail (Adam Elliot, 2024), el nuevo y esperado trabajo del realizador que ya había conseguido este máximo galardón por su extraordinaria Mary and Max (Adam Elliot, 2009). En cuanto a la representación española, El sueño de la sultana (Isabel Herguera, 2023), ha logrado el Gran Premio en la sección Contrechamp, después de haber recibido recientemente el Gran Premio en el Festival de Animación de Zagreb, Animafest. La próxima cita con Annecy será entre el 8 y el 14 de junio de 2025, en una edición que tendrá como país invitado a Hungría.
LARGOMETRAJES
Premio Cristal: Memoir of a snail, Adam Elliot (Australia)
Premio del Jurado: Flow, Gints Zilbalodis (Letonia, Bélgica, Francia)
Premio Paul Grimault: Totto-Chan: The little girl at the window, Shinnosuke Yakuwa (Japón)
Gran Premio Contrechamp: El sueño de la sultana, Isabel Herguera (España, Alemania)
Premio del Jurado Contrechamp: Living large, Kristina Dufková (República Checa, Eslovaquia, Francia)
CORTOMETRAJES
Premio Cristal: Percebes, Alexandra Ramires, Laura Gonçalves (Portugal, Francia)
Premio del Jurado: The car that came back from the sea, Jadwiga Kowalska (Suiza)
Premio Alexeïef-Parker: Beautiful men, Nicolas Keppens (Bélgica, Francia, Países Bajos)
Premio Jean-Luc Xiberras: [S], Mario Radev (Reino Unido)
Premio Off-Limits: Glass house, Boris Labbé (Francia)
Premio del Público: Hurikán, Jan Saska (República Checa, Francia, Eslovaquia, Bosnia y Herzegovina)
Premio Ciudad de Annecy: The meatseller, Marherita Giusti (Italia)
Premio André Martin Mejor Corto Francés: Papillon, Florence Miailhe (Francia)
Premio Mejor Música Original: Joko, Izabela Plucinska (Polonia, Alemania, República Checa)
Premio Festivals Connexion: Beautiful men, Nicolas Keppens (Bélgica, Francia, Países Bajos)
Premio France tv: The car that came back from the sea, Jadwiga Kowalska (Suiza)
TELEVISIÓN
Premio Cristal Mejor Producción: Une guitare à la mer, Sophie Roze (Francia, Suiza)
Premio Mejor Serie: La vie de château, Clémence Madeleine-Perdrillat, Nathaniel H'limi (Francia, Luxemburgo)
Premio Mejor Especial: Lola et le Piano à bruits, Augusto Zanovello (Francia, Polonia, Suiza)
Premio del Público: Une guitare à la mer, Sophie Roze (Francia, Suiza)
PercebesAlexandra Ramires, Laura GonçalvesPortugal, Francia 2024 | Competición Cortometrajes | ★★★★☆Técnica: Animación 2D, AcuarelaAnnecy '24: Premio Cristal Mejor Cortometraje |
En una edición dedicada a la animación portuguesa resulta casi lógico que el máximo galardón en el apartado de cortometrajes haya recaído en una producción de este país, lo que supone el primer premio Cristal para Portugal desde que lo ganara hace dieciocho años una de las protagonistas de este homenaje, la realizadora Regina Pessoa por su corto Historia trágica con final feliz (2005). Después de colaborar juntas en cortometrajes como Água mola (2017), las directoras Alexandra Ramires y Laura Gonçalves presentan un concepto diferente a través de pinturas en acuarela para componer un documental de animación que sigue el ciclo de captura de los percebes entre las rocas hasta llegar a los restaurantes y acabar de nuevo en el mar. Al centrarse en estos crustáceos que solo se consumen en España y Portugal, se enfocan en un entorno particular en el Algarve para retratar a sus habitantes a través de conversaciones grabadas con estilo documental que solo escuchamos en off. De manera que el proceso de captura y consumo del percebe que vemos en pantalla a través de una fluida animación cuya textura en acuarela conecta precisamente con esa relación estrecha con el mar que tienen los habitantes del Algarve, supone también un reflejo de la zona. Las conversaciones improvisadas que escuchamos muestran una mirada más allá de la postal turística, conformando una descripción que adopta las palabras de sus protagonistas para darles voz propia.
El cortometraje utiliza el doble sentido que tiene la palabra percebe en portugués: por un lado, se refiere al crustáceo, pero por otro lado el verbo "perceber" significa comprender, darse cuenta, "percibir" en español. Este significado dual está presente a través de la doble percepción que presenta la imagen, en la que vemos los percebes vendiéndose en el mercado o siendo entregados en los bares y restaurantes, mientras el sonido refleja las conversaciones de los algarveños. El turismo está muy presente en una zona donde se concentran dos de los mayores complejos turísticos de Europa, mientras sus habitantes resisten entre las transformaciones que ha provocado precisamente este impulso económico en la zona. Las figuras alargadas de los percebes se convierten en los altos edificios que ha traído la masificación turística al Algarve, mostrando las contradicciones de un sector que por un lado ha impulsado el crecimiento de la zona pero también ha modificado la fisonomía de la costa portuguesa.
Si en el largometraje Pelikan blue (László Csáki, 2023) veíamos una historia de amigos que utilizan ciertas tácticas no legales para poder viajar por toda Europa tras la caída del muro de Berlín, el cortometraje The car that came back from the sea (Jadwiga Kowalska, 2023) también está protagonizada por un grupo de amigos en el entorno de la Europa comunista. La historia comienza en 1981 en la ciudad de Świdnica (Polonia), donde seis jóvenes despreocupados deciden coger un coche para pasar un día en la costa báltica polaca. A su regreso, tienen problemas con un vehículo destartalado que comienza a desmoronarse, lo que acaba siendo una metáfora de la situación en todo el país, cuando en diciembre de 1981 el gobierno de la República Popular Polaca estableció una Ley Marcial para restringir los derechos de los ciudadanos, una situación de opresión que duró hasta julio de 1983, y que en Polonia se conoce como Stan Wojenny. Utilizando rotoscopia y dibujos sencillos, la directora muestra el país en blanco y negro, frente a la visión de la Europa Occidental que sueñan en alcanzar estos jóvenes, que se representa brevemente en color. Las protestas del sindicato Solidaridad se enfrentan a la policía que las reprime con contundencia, mientras las calles comienzan a ser ocupadas por tanques y vehículos blindados (el ejército desplegó más de 1700 tanques a lo largo de todo el país).
La directora Jadwiga Kowalska (1982, Suiza), que tiene doble nacionalidad polaca y suiza, ha recibido numerosos premios por sus trabajos anteriores, principalmente The bridge over the river (2016), que ganó el premio al Mejor Cortometraje Suizo en el Festival de Locarno. A través de sus personajes, la historia llena de humor transmite la alegría juvenil a pesar de la situación compleja que se vive en todo el país, un espíritu de resistencia contra la opresión que se muestra desde el optimismo en lugar de la desesperación, aunque ellos mismos aspiran a conseguir en algún momento salir de un país que perciben en tonos apagados. The car that came back from the sea fue nominada como Mejor Película de Animación en la pasada edición de los Swiss Awards.
HurikánJan SaskaRepública Checa, Francia, Eslovenia, Bosnia & Herzegovina 2024 | Cortometrajes | ★★★★☆Técnica: Animación 2D, Dibujo a mano en blanco y negroAnnecy '24: Premio del Público |
A partir de un cómic publicado en 2012, esta historia nos sitúa en Žižkov, un barrio obrero de Praga, a finales de los años noventa. El protagonista es un hombre con cabeza de cerdo que está en permanente estado de resaca, recorriendo los bares de la zona hasta que acaba llegando a un pequeño local en el que trabaja una camarera por la que se siente atraído. Cuando se termina el barril de cerveza, para su desesperación, él se ofrece a comprar otro, pero una serie de vicisitudes en un barrio que tiene fama de ser especialmente salvaje, le acaban metiendo en situaciones violentas y en una persecución con la policía. Hurikán termina admitiendo que nunca pasará nada con la camarera y que prefiere dejar que el alcohol nuble de nuevo su mente. Con mucho sentido del humor negro y secuencias de peleas y acción, esta historia es una divertida comedia que refleja la idiosincrasia de un barrio que se caracterizó por su bohemia a principios del siglo XX, pero siempre ha tenido un espíritu de rebeldía que le ha llevado a ser conocido, incluso en la actualidad, como la República Libre de Žižkov.
Admirador de obras como Acid rain (Tomek Popakul, 2019), un cortometraje polaco que recorrió festivales como Sundance, Rotterdam y Annecy, el director Jan Saska (1987, República Checa) destacó hace unos años con su cortometraje de graduación, Happy end (2016), una historia en torno a la muerte que también tenía mucho humor negro, seleccionado en el Festival de Cannes y preseleccionado para los Oscar. Hurikán (Jan Saska, 2024) tiene la textura de los cómics en blanco y negro, y consigue esa atmósfera de barrio obrero que necesita para situar las vicisitudes del protagonista. El guión co-escrito con Václav Hašek, surgió en un taller de guiones en el que se utilizó un método de narración que establece el desarrollo del personaje principal en relación con distintos giros argumentales. De esta forma, Hurikán se completa como un héroe que se enfrenta a diferentes retos mientras trata de llenar un barril de cerveza, asumiendo al final su condición de antihéroe.
JokoIzabella PlucińskaPolonia, Alemania, República Checa 2024 | Competición Cortometrajes | ★★★★★Técnica: Stop-motion con PlastilinaAnnecy '24: Mejor Música Original (Aliaksandr Yasinski) |
Como reflejo del buen momento que vive la animación en Polonia, con nombres destacados como Walerian Borowczyk y Jan Lennica, pero también nuevos creadores como Marta Pajek, Paulina Ziółkowska, Tomasz Siwiński y Tomek Popakul, este cortometraje supone el regreso al Festival de Annecy de la realizadora Izabella Plucińska (1974, Polonia), tras haber sido seleccionada con sus trabajos anteriores Sniadanie (2007), 7 More Minutes (2008), Esterhazy (2010) y Darling (2013). Y regresa también a una adaptación del trabajo literario del escritor de origen polaco Roland Topor (1938-1997, Francia), del que su novela más conocida es El quimérico inquilino (1964, Ed. Valdemar). El anterior cortometraje de la directora, Portrait en pied de Suzanne (2019), adaptaba la novela del mismo título, mientras que este último toma como base el libro Joko fête son anniversaire (1969), la historia de un hombre que acaba aceptando ser explotado a cambio de las ganancias que un trabajo humillante le proporciona. Utilizando plastilina que permite reforzar el carácter grotesco de la historia, el protagonista del cortometraje es Joko, que es el soporte económico de su familia. Cuando regresa de su trabajo, una persona salta sobre su espalda y le pide que le lleve al Hotel Concordia. Aunque al principio se niega a ser considerado como una bestia de carga por los notables de la ciudad, finalmente acaba aceptando el trabajo debido a las ganancias que le proporciona, dejando su dignidad a un lado para asegurarse el bienestar económico. Pero la dependencia entre Joko y sus clientes tomará formas completamente extrañas y monstruosas, arrastrando a él y a toda su familia a una auténtica pesadilla.
La novela está considerada como una de las obras más oscuras de su autor, una fábula cruel que habla sobre la alienación que provoca nuestra relación con el trabajo, y la teoría del amo y el esclavo. Partiendo de un proceso de creación de dibujos para definir las características de los personajes y de una posterior animática del storyboard, se crearon una veintena de muñecos de plastilina que ya en su diseño marcan de manera grotesca las formas de sus extremidades y sus rostros caricaturescos. Abordando a través de un sentido del humor macabro conceptos como la manipulación de la sociedad moderna y la explotación que ejerce el hombre sobre el hombre, la historia desemboca en una especie de pesadilla kafkiana en la que los personajes se superponen y se fusionan. La técnica de la plastilina permite crear estas texturas burlescas para construir una sátira que refleja cómo esta explotación proviene, no de cuestiones estructurales, sino del simple placer de ejercer el poder hacia otros seres humanos aprovechando sus necesidades. La banda sonora está compuesta por el acordeonista Aliaksandra Yasinski (1989, Bielorrusia), formado en el llamado bayán (acordeón con teclas), que desarrolla su trabajo en la República Checa, y recientemente publicó su primer album en solitario titulado Hlybini (2022, Ed. Riverboot Records). De manera que la música contribuye a subrayar también esa tonalidad de fábula kafkiana a través de las composiciones y la interpretación del bayanista bielorruso.
Beautiful menNicolas KeppensBélgica, Francia, Países Bajos 2023 | Competición Cortometrajes | ★★★☆☆Técnica: Stop-motion, marionetasAnnecy '24: Premio Alexeïef-Parker, Premio Festivals Connexions |
Estrenada en la pasada edición del Festival de Gante y seleccionada en festivales como Rotterdam, Zagreb y SXSW, esta historia está protagonizada por tres hermanos con alopecia que viajan a Estambul para someterse a un tratamiento de injerto capilar, aunque en el hotel-clínica en el que se hospedan solo les consta la reserva para uno de ellos. Como muchos de los viajes rápidos que se hacen a Estambul para este tipo de operaciones, los tres permanecen únicamente en sus habitaciones esperando que llegue el momento de la consulta para marcharse inmediatamente después. Solo hay una salida al exterior, pero se ve envuelta en una densa niebla que les impide ver nada. A lo largo de sus diecinueve minutos se muestran las diferentes personalidades de los hermanos, pero también su falta de comunicación. Koen (Peter De Graef) es el más predispuesto a expresar sus sentimientos, Bart (Peter Van den Begin) lleva siempre una camiseta deportiva, pero tiene problemas para comunicarse con su pareja, Lindsay, mientras que Steven (Tom Dewispelaere), debe tomar una decisión importante cuando le advierten que solo hay una reserva para la operación. Planteada primero como animación 2D, como el anterior cortometraje del director, Huevos de Pascua (2020), finalmente se decidió destacar la corporeidad de los personajes a través de marionetas y animación en stop-motion. Y efectivamente el carácter tridimensional de los muñecos subraya la soledad de los tres personajes en un hotel de diseño estándar, compuesto de habitaciones pequeñas que refuerzan también las limitaciones de sus personalidades.
Aunque se trata de un viaje express que no les permite ni siquiera hacer turismo en la ciudad, el tiempo de espera en el hotel acaba acercando a los hermanos. La historia está inspirada en los años en los que el director Nicolas Keppens (1989, Bélgica) estuvo trabajando en Turquía, y la imagen de un hotel lleno de hombres calvos durante el desayuno que reflejaban esa tendencia a viajar a Estambul para someterse a injertos capilares. Pero a lo largo del desarrollo de la historia hay tiempo para identificarse con unos personajes que están diseñados casi como dibujos animados, con cuerpos redondos y grandes cabezas alopécicas, en las que destacan las gafas pequeñas en el caso de Koen o la perilla de Bart, que en realidad acaban redondeando más sus caras. A este último le gusta pasear desnudo por su habitación o pasar el tiempo en la zona de Spa, como una forma en cierto modo primitiva de apropiarse del espacio seco y frío que le rodea. Con apuntes de humor, Beautiful men (Nicolas Keppens, 2024) hace referencia a las relaciones personales entre hermanos y las obsesiones e inseguridades de los hombres de mediana edad. Y cuenta con las voces de algunos actores destacados del cine belga como Peter De Graef y Peter Van den Begin, a los que hemos visto en la excelente serie 1985 (Filmin, 2023), y Tom Dewispelaere, uno de los protagonistas de Lost luggage (Equipaje perdido) (VRT/Arte, 2022).
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Películas mencionadas:
El sueño de la sultana se puede ver en Filmin y Movistar+.
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