27 mayo, 2024

Cannes '24 - Parte 3: Premios

El 77 Festival de Cannes concluyó el pasado sábado con una entrega de premios que, si bien se han repartido considerablemente entre las películas presentadas, no ha recibido la unánime respuesta que el año pasado logró la Palma de Oro concedida a Anatomía de una caída (Justine Triet, 2023). Desde que Terrence Malick lo consiguió por El árbol de la vida (2011), el premio principal del festival no había recaído en una producción norteamericana, un vacío que este año se ha cerrado con la decisión del jurado de conceder la Palma de Oro a la película Anora (Sean Baker, 2024). El director independiente de títulos como The Florida project (2017) y Red rocket (2022) se consolida así como un cineasta de prestigio, rompiendo la habitual ausencia de las comedias en  los premios importantes y logrando un respaldo destacado hacia la carrera de los Oscar. Aunque la película no ha recibido la unanimidad de la crítica, en cierta manera es la conclusión lógica a una edición que ha abrazado a Hollywood, con un jurado presidido por la directora Greta Gerwig y en el que estaban presentes la también norteamericana Lily Gladstone y el director español J.A. Bayona, muy conectado a la industria de Hollywood. Y sobre todo con los homenajes a la actriz Meryl Streep en la inauguración y George Lucas en la clausura, que ofreció la imagen de su encuentro con Francis Coppola. En las secciones paralelas, a las que hemos dedicado nuestras crónicas, la producción española Volveréis (Jonás Trueba, 2024) ha conseguido el premio a la Mejor Película Europea en la Quincena de Realizadores, donde la canadiense Universal language (Matthew Rankin, 2024) ha logrado el Premio del Público. La película más galardonada de Un Certain Regard ha sido L'histoire de Souleymane (Boris Lojkine, 2024), consiguiendo el Premio del Jurado, el Premio de Interpretación para su protagonista Abou Sangaré y el Premio FIPRESCI, mientras que Holy cow (Louise Courvoisier, 2024) recibió el Premio de la Juventud. En la Semana de la Crítica, el Gran Premio ha sido para la producción argentina Simón de la montaña (Federico Luis, 2024). 

All we imagine as light

Payal Kapadia

Francia, India, Países Bajos, Luxemburgo 2024 | Sección Oficial | 

Cannes '24: Gran Premio del Jurado


Presentada el penúltimo día del festival, lo cual puede ser un inconveniente o una ventaja, esta producción india sonaba como una firme candidata a la Palma de Oro y para algunos críticos que han seguido la competición oficial hubiera sido merecedora del galardón principal. En todo caso, lograr el segundo premio más importante de Cannes es un impulso decisivo para una de esas películas que los festivales consiguen descubrir. Porque se trata de una emocionante historia sobre mujeres en el entorno de una gran ciudad como Mumbai, debut en la ficción de la directora Payal Kapadia (1986, India), que ganó el Lœil d'Or al Mejor Documental del Festival de Cannes por A night of knowing nothing (2021), presentado dentro de la Quincena de Realizadores, y por tanto era uno de los nombres más destacados de la selección oficial. También porque desde hace 30 años ninguna película de origen indio había sido seleccionada para competir en el Festival de Cannes, desde que lo hiciera Swaham (Saji, N. Karin, 1994), el año que Pulp fiction (Quentin tarantino, 1994) ganó la Palma de Oro. La directora plantea una compleja visión en torno a la vida de tres mujeres en Mumbai, proponiendo temas como la gentrificación, la inmigración interior en el país, la feminidad y las relaciones sentimentales controladas por la religión y el sistema de castas. Pero lo hace con una belleza visual y un aliento poético que resulta sobresaliente, en una película que consigue imbricar todos los elementos técnicos para construir una historia emocionante, pero que al mismo tiempo resulta profundamente política. La historia se centra en tres enfermeras de diferentes generaciones, de manera que representan en cierto sentido una sola posible vida, la de las inmigrantes que han llegado a Mumbai procedentes de pequeñas poblaciones, en una ciudad que está arraigada en sus contradicciones: por un lado ofrece muchas oportunidades de trabajo y posibilidades de cierta independencia para las mujeres, pero por otro lado es opresiva y demasiado cara para salir de un círculo económico en el que también se impone el sistema de castas característico de la India.

Parvaty (Chhaya Kadam) es una mujer madura que lleva trabajando en Mumbai desde hace años, procedente de las emigraciones que llegaban para trabajar en las fábricas de algodón, que tuvieron un papel muy importante en la zona donde vive. Después de que cerraron las fábricas, se reconvirtieron en viviendas que fueron cedidas a los trabajadores, pero la hostil reurbanización de parte de la ciudad ha provocado una gentrificación que obliga a estos trabajadores a abandonar sus casas, porque en su mayor parte no cuentan con documentación que pruebe que son habitantes de esos apartamentos. El anuncio publicitario de la próxima construcción de un nuevo edificio reza: "La clase es un privilegio reservada para los privilegiados". Enfrentada a la posibilidad de ser desalojada, Parvaty comenta: "Construyen edificios cada vez más altos, como si quisieran sustituir a Dios". Prabha (Kani Kusruti) se enfrenta al abandono de su marido, quien emigró a Alemania para trabajar, pero que progresivamente ha ido distanciando las llamadas telefónicas hasta dejar de tener contacto con ella, después de haberle prometido que iba a encontrarle un trabajo. Aunque para Prabha es casi un alivio no tener noticias de su marido, su condición de mujer casada le impide iniciar otra relación. Hay una hermosa secuencia en la última parte de la película, que puede interpretarse como una alucinación, que es uno de los momentos más emocionantes que hemos visto recientemente. La joven Anu (Divya Prabha) acaba de llegar a Mumbai y no solo es compañera de trabajo en el pequeño hospital sino que también convive con Prabha. A pesar de pertenecer a una generación posterior, está sometida a la decisión de sus padres de buscarle un marido, pero ella mantiene una relación secreta con Shiaz (Hridu Haroon), un joven musulmán, lo que despierta rumores dentro del hospital. 

Cuando Prabha recibe desde el extranjero una olla arrocera, que en cierta manera es una metáfora de la vida familiar y una señal de que parece no haber sido olvidada, su primera reacción es rechazarla, porque posiblemente es una vida que no le gustaría vivir. Las tres mujeres se enfrentan por tanto a situaciones complejas que están marcadas por la tradición, la religión y la familia, pero lo hacen en una ciudad como Mumbai en la que el bullicio y el ruido alimentan un cierto tipo de soledad. Utilizando los colores azulados y el gris de la temporada del monzón, All we imagine as light (Payal Kapadia, 2024) tiene a veces textura de no ficción, cuando se escuchan voces de mujeres que hablan superpuestas a una visualización de la ciudad que a veces resulta poética, o cuando algunas secuencias están rodadas con estilo documental utilizando pequeñas cámaras que se ocultan entre la gente. La segunda parte de la película se desarrolla fuera de la ciudad, en la región de Ratnagiri, de donde proviene Parvaty, adoptando una cadencia más lenta y contrastando el azulado de las luces de neón de la capital con las rocas rojizas de la zona rural. Las tres mujeres experimentan un reencuentro con sus orígenes y un proceso de sanación, enfrentadas a sus propios sentimientos. En cierto modo, puede verse como una especie de fábula que tiene algunos momentos alucinatorios, un reencuentro personal que subraya los efectos de la sororidad entre mujeres de generaciones muy diferentes. Hay una constante confrontación entre la oscuridad y la luz, como se mostraba en la ciudad, cuando Anu se introduce en una cueva donde se reflejan en inscripciones sobre las rocas los amores secretos de quienes han estado en su interior. Pero la película apuesta por la luz, siendo absolutamente optimista aunque no sea resolutoria para sus protagonistas. Hay también un inteligente uso de la música, desde la utilización de temas de la pianista etíope Emahoy Tsegué-Maryam Guèbrou, cuya composición "The homeless wanderer" era la base musical de la película Passing (Claroscuro) (Rebecca Hall, 2021), hasta las creaciones originales del músico Topshe, un artista de R&B de Calcuta que ofrece la mirada optimista que finalmente desprende esta maravillosa película. 


Volveréis se estrena en cines el 30 de agosto. 
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Películas mencionadas: 

Anatomía de una caída se puede ver en Filmin y Movistar+.
El árbol de la vida y A night of knowing nothing se pueden ver en Filmin. 
Red rocket se puede ver en Prime Video. 
Pulp fiction y Passing (Claroscuro) se pueden ver en Netflix. 


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