23 diciembre, 2016

Las 40 mejores bandas sonoras de 2016 (1ª parte)

Como cada año, os proponemos las bandas sonoras más destacadas publicadas a lo largo de 2016. Como decimos habitualmente, se trata de una lista orientativa que lo que pretende principalmente es descubriros aquellos trabajos que quizás han pasado algo desapercibidos, a pesar de sus valores, y por supuesto, colocar en su justa medida aquellos otros que, con su trascendencia o popularidad, han encontrado un hueco en nuestra memoria. Estas son las bandas sonoras que más nos han gustado de un año que comienza a dar sus últimos pasos. 

Ibrahim Maalouf - Je vous souhaite d'être follement aimée
Mi'ster   1 / 1 /2016

Tras una interesante carrera discográfica, el trompetista francolibanés Ibrahim Maalouf se ha incorporado en los últimos años al terreno de las bandas sonoras con algunos trabajos que le han reportado buenas críticas, como Yves Saint Laurent (Jalil Lespert, 2014). Este año ha diversificado su presencia en películas como La vaca (Mohamed Hamidi, 2016) o Dans les forêts de Sibérie (Safy Nebbou, 2016), pero nos gustan sobre todo los sonidos urbanos, con predominancia de la trompeta y el piano, que aporta a este drama sobre una joven que decide buscar a sus padres biológicos. La banda sonora deambula entre atmósferas minimalistas que se incorporan en hermosas melodías al piano y percusiones de corte electrónico que aportan una ambientación más modernista. Quizás es de los trabajos de Maalouf para cine más cercanos a sus discos autónomos, con esa trompeta característica de sonoridad arábiga.


Ennio Morricone - La corrispondenza
Warner Chappell   14 / 1 / 2016

En un año en el que ha celebrado el Oscar por Los odiosos ocho (Quentin Tarantino, 2015) y los sesenta años de su trabajo en el cine, Ennio Morricone se ha dedicado más a los conciertos y la grabación de su disco recopilatorio Morricone 60 (Decca Records, 2016). Pero entre sus últimas bandas sonoras encontramos esta nueva colaboración con Giuseppe Tornatore, que se acerca a un drama romántico protagonizado por Jeremy Irons y Olga Kurylenko, y para el que incorpora una composición etérea (en consonancia con la relación amorosa propuesta por la película), que contiene algunos de los pasajes más románticos que nos ha dado Ennio Morricone en los últimos años. La banda sonora se sostiene principalmente en dos temas leitmotivs principales que se desarrollan en los temas "La casa sul lago" y "Una Stella, miliardi di stelle", éste último estableciendo una lánguida conversación entre piano y guitarra eléctrica.



Federico Jusid - Misconduct
Varèse Sarabande   5 / 2 / 2016

Aunque la película no pasaba de ser un discreto thriller, Misconduct (Shintaro Shimosawa, 2016) al menos aportaba con el trabajo del español Federico Jusid un acercamiento espléndido al género, con un potente tema principal que tiene reminiscencias de las sonoridades de Alberto Iglesias. Federico Jusid ha tenido un año especialmente prolífico, tanto en televisión como en cine, y sin duda se afianza como uno de los nombres destacados en la música de cine en España, con incursiones en producciones de Hollywood. Misconduct contiene algunos momentos de trepidantes hallazgos musicales, que se acercan también a sus logros para El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009) y, en menor medida, a su también acertado reciente composición para Capitán Kóblic (Sebastián Borensztein, 2016).



Mark Korven - The witch
Milan Records   19 / 2 / 2016

Es una pena que trabajos destacados, tanto en el terreno cinematográfico como en el musical, se queden sin presencia en los galardones que se otorgan cada año, quizás por su temprano estreno. La bruja (Robert Eggers, 2015) es una de las mejores películas estrenadas en 2016, y buena parte de sus logros se encuentran en la precisa ambientación musical creada por Mark Korven. Su banda sonora, que se mueve por el terreno de la música experimental deudora de compositores como György Ligeti, está lejos del típico recurso del cine de terror que utiliza la música como herramienta de jump scares. Aquí, la banda sonora contiene un subtexto anclado en la tradición que dibuja perfectamente el submundo de horror que se nos describe. Podríamos definir el trabajo de Mark Korven como música "de la imperfección", porque va creando líneas discordantes que desembocan en la representación del terror más puro.


Grégoire Hetzel - Agnus Dei
Bayard Music   13 / 2 /2016

Las inocentes (Anne Fontaine, 2016) describe la historia real de un grupo de monjas polacas violadas por soldados rusos durante la II Guerra Mundial. El conjunto de la banda sonora se sostiene en cantos religiosos procedentes del medievo (motetes y magnificats), recurso lógico en una historia que se desarrolla dentro de un convento. Pero la elección de estos cánticos religiosos no solo busca transmitir la espiritualidad, rota aquí por la guerra, sino que provoca un sentimiento de desolación ante el conocido final de la historia. Se trata de una banda sonora básicamente diegética, pero con elementos emocionales contundentes. El trabajo de Grégoire Hetzel, conciso y preciso, transita también por el mismo terreno, con cuerdas y piano, que marcan una progresión dramática que desemboca en ese melancólico "On the nature of daylight", de Max Richter, también presente en La llegada (Denis Villeneuve, 2016).  


Marco Beltrami - Gods of Egypt
Varèse Sarabande   26 / 2 / 2016

En muchas ocasiones el trabajo musical está por encima del resultado final de una película. El caso más patente este año es el de Dioses de Egipto (Alex Proyas, 2016), un extravagante péplum repleto de tantos efectos visuales como carente de talento. Si exceptuamos la música de Marco Beltrami, un esplendoroso encuentro con los sonidos más característicos del cine clásico, con reminiscencias de Alfred Newman o Miklós Rózsa, que elabora a la perfección un recorrido por los resortes más característicos del cine de gran espectáculo. Sin escatimar en recursos, tanto corales como sinfónicos y electrónicos, Marco Beltrami se desenvuelve con soltura en cierta grandilocuencia que, sin embargo, no es fatua, sino que consigue establecer una coherencia temática por encima incluso de la que propone la película.


Bear McCreary - 10 Cloverfield Lane
Sparks and Shadows   11 / 3 / 2016

El compositor Bear McCreary ha demostrado su solvencia en el campo televisivo, donde ha creado el universo sonoro de series como Galáctica (Scifi, 2004-2009), The walking dead (AMC, 2010-) o Agentes de SHIELD (ABC, 2013-). Su salto al cine se ha producido recientemente, y este año nos ha ofrecido una banda sonora tan contundente como la de Calle Cloverfield 10 (Dan Trachtenberg, 2016). Para esta historia de terror posapocalíptico, Bear McCreary ha manejado una orquesta de más de 90 intérpretes, incorporando también instrumentos de origen turco que dan cierta sonoridad inquietante al conjunto. Como esas primeras cinco notas que marcan al principio, en unos pocos segundos, el ambiente claustrofóbico que encontraremos a lo largo de toda la banda sonora, a pesar de su conjunto de elaborado sinfonismo.



Gaute Storaas - Birkebeinerne
Lydmuren   17 / 3 / 2016

La última película de Nils Gaup, responsable de éxitos como El guía del desfiladero (Nils Gaup, 1987) es una ambiciosa aunque irregular historia que se desarrolla en las disputas entre reinos que conformaron Noruega como país en el año 1206. Titulada en su estreno internacional El último rey (Nils Gaup, 2016), cuenta con excelente trabajo del compositor Gaute Storaas, reconocido músico de jazz que ha realizado numerosas incursiones en la música de cine desde los años noventa, y este año también ha estrenado un interesante trabajo para la película A man called Ove (Hannes Holm, 2015), candidata al Oscar. La banda sonora destaca por espectaculares sonidos sinfónicos junto a instrumentos de origen céltico que sitúan la acción en el siglo XIII. La vocalista Helene Bøksle aporta aporta un aire etéreo y romántico a las escenas más intimistas, que son las que funcionan con mayor acierto en la película. 



Alberto Iglesias - Julieta
Quartet Records   4 / 4 / 2016

Nominada al Goya como Mejor Banda sonora, la última colaboración entre Alberto Iglesias y Pedro Almodóvar nos ofrece de nuevo un preciso trabajo de acoplamiento entre imagen y música. Alejado de las melodías reconocibles que suelen caracterizar sus aportaciones a otras películas del director, en este caso nos presenta una arriesgada composición que juega "a la contra", enfocándose más en el perfil psicológico de la protagonista que en el más convencional subrayado de la acción. Por eso quizás se trata de una de las bandas sonoras menos agradecidas del compositor, pero al mismo tiempo de una de las más arriesgadas y, para nosotros, más acertadas de toda su carrera. Alberto Iglesias publicó este año también Archipiélago (Quartet Records, 2016), un amplio recorrido por su espléndida filmografía.
 


Theodore Shapiro - The invitation
Lakeshore Records   8 / 4 / 2016

Theodore Shapiro es un joven compositor ecléctico que lo mismo se enfrenta a comedias insustanciales como a producciones más ambiciosas, con resultados efectivos aunque tampoco especialmente destacados. Este año ha dado un salto cualitativo con proyectos de mayor calado como Cazafantasmas (Paul Fieg, 2016) o Belleza oculta (David Frankel, 2016). Pero cuando Shapiro se enfrenta a sonidos más experimentales es cuando más nos gusta, como el año pasado con Trumbo (Jay Roach, 2015) o este año con el excelente thriller La invitación (Karyn Kusama, 2015). Apoyado en sonidos de cuerdas rasgados junto a ambientaciones electrónicas, aporta esa atmósfera cada vez más opresiva que experimentan los protagonistas, y consigue crear momentos de tensión sobrecogedores. 



Johnny Klimek, Tom Tykwer - A hologram for the king
Lakeshore Records   22 / 4 / 2016

El tándem formado por Johnny Klimek y Tom Tykwer suele dar mejores resultados musicales que cinematográficos. Para Esperando al rey (Tom Tykwer, 2016), un drama protagonizado por Tom Hanks que se desarrolla en el desierto de Arabia Saudí, los compositores han creado una imaginativa banda sonora con recursos amplios que nos sumergen en esta historia con cierto aire de fantasía. Desde el tema principal, con esas voces corales que dan cierto aire de fantasmagoría, y las sonoridades arábigas que subrayan el trasfondo de la primavera árabe en mitad de esta trama de desencuentros y desolación. Los 40 minutos de la banda sonora son absolutamente hipnóticos, y confirman a los compositores como uno de los más interesantes, también demostrada en sus recientes colaboraciones con las hermanas Wachowski.  


Pascal Gaigne - El olivo
Quartet Records   6 / 5 / 2016

El músico francés Pascal Gaigne es un habitual del cine español con sus colaboraciones con directores como Icíar Bollaín y Fernando Trueba. Ahora vuelve a estar nominado al Goya con este trabajo para una historia poco sutil en torno a la crisis económica y los sueños. Con ese aire minimalista que suele caracterizar a las bandas sonoras de Pascal Gaigne, El olivo (Icíar Bollaín, 2016) se sostiene sobre una base melódica bien construida que se enfoca principalmente en el personaje principal y su viaje iniciático. Se trata de un trabajo de gran economía de recursos, pero preciso y acertado, que se publicó en forma de varias suites dentro de una edición que incluye otras  colaboraciones del compositor con la directora, como Flores de otro mundo (Icíar Bollaín, 1999) y Katmandú (Icíar Bollaín, 2011). 



Danny Bensi, Saunder Jurriaans - Last days in the desert
Lakeshore Records   13 / 5 / 2016

El año pasado cuatro de las películas que se presentaron en el Festival de Sundance tenían música del tándem formado por Danny Bensi y Saunder Jurriaans, lo cual da muestras de su notable implicación en la industria, con espléndidos trabajos para películas como La autopsia de Jane Doe (André Øvredal, 2016) series como The OA (Netflix, 2016-). La última película de Rodrigo García es un minimalista acercamiento a los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto enfrentado al demonio, ambos interpretados por Ewan McGregor. Una película sencilla que busca también en su subrayado musical la economía de medios, con el uso de una pequeña formación de cuerda y percusiones que se alejan conscientemente de la ambientación religiosa para dibujar un retrato más intimista de la transformación interior del personaje, y que busca sus principales referencias en Paganini y sus caprichos para violín. 



John Ottman - X-men: Apocalypse
Sony Classical   20 / 5 / 2016

El compositor y montador John Ottman parece en los últimos años especialmente dedicado a su colaboraciones con el director Bryan Singer, lo que quizás le ha permitido trabajar con mayor tiempo y dedicación a sus bandas sonoras. Este año solo ha publicado dos composiciones: la entretenida colaboración con David Buckley en Dos buenos tipos (Shane Black, 2016) y la espectacular partitura que nos ocupa, que es, de lejos, la mejor banda sonora de la franquicia de X-men. Desde el comienzo en ese grandilocuente tema que da título a la película, sabemos que nos encontramos ante una composición majestuosa que rentabiliza la gran orquesta y el coro de voces que nos irán acompañando a lo largo del metraje. Con cierto aire wagneriano y referencias a Beethoven en determinados pasajes, John Ottman se revela aquí como un compositor que vuelve a demostrar su gran capacidad como creador de atmósferas mayestáticas. 


Adam Cork - Genius
Milan Records   10 / 6 / 2016

El británico Adam Cork ha desarrollado su carrera principalmente en el campo teatro, con varias nominaciones a los Premios Tony de Broadway y los Laurence Olivier del West End londinense. Tras el musical London Road (Rufus Norris, 2015), esta es su segunda incursión en el cine, en torno a la figura del editor de escritores como Ernest Hemingway y Thomas Wolfe. La banda sonora de El editor de libros (Michael Grandage, 2015) es un magnífico fresco musical en el que el sinfonismo y el jazz se dan la mano; el primero para subrayar las relaciones entre los personajes, y El Segundo para situar la historia en la Europa anterior a la I Guerra Mundial. Los pasajes sinfónicos resultan apasionados y certeros, conectando con la tradición clásica de músicos ingleses como Malcolm Arnold, y sosteniendo sobre instrumentos de viento la relación indisoluble entre el editor Max Perkins y el escritor Thomas Wolfe.  



Andy Hull, Robert McDowell - Swiss army man
Lakeshore Records   24 / 6 / 2016

Una de las películas más sorprendentes de este año, entre el humor flatulento y los hallazgos visuales, es esta historia protagonizada por Paul Dano y Daniel Radcliffe que consiguió varios premios en el Festival de Sitges. Su banda sonora está compuesta por Andy Hull y Robert McDowell, componentes de la banda británica Manchester Orchestra, que hacen su primera incursión en el cine, con resultados igualmente extraordinarios. La banda sonora está planteada como si surgiera de la mente de los dos protagonistas, y de hecho apenas utiliza instrumentos en su desarrollo, teniendo las voces de los propios actores, y del cantante Andy Hull como principales elementos. De esta forma, se construye una estructura basada en una sucesión de "canciones" que van subrayando los estados de ánimo de los personajes. Y contienen algunos de los momentos más imaginativos que hemos escuchado este año en una película. 



Laurent Perez del Mar - La tortue rouge
Quartet Records   24 / 6 / 2016

Esta producción en la que están implicados los estudios Ghibli japoneses, pero dirigida por un veterano realizador holandés, tiene serias posibilidades de estar nominada al Oscar. Ganadora del Gran Premio del Jurado en la Sección Un Certain Règard del Festival de Cannes, La tortuga roja (Michael Dudok De Wit, 2016) es una hermosa fábula que se desarrolla sin diálogos, pero que atrapa e hipnotiza desde las primeras imágenes. A ello contribuye también la hermosa partitura del compositor francés Laurent Pérez del Mar, con orquesta, voz solista y coros. Para esta fantasía sobre un náufrago que encuentra el amor en una isla aparentemente desierta, el músico crea una partitura de corte clásico repleta de melodías arrebatadoras que, a pesar de su sinfonismo impetuoso, sabe elaborar un discurso íntimo, deudor del romanticismo apasionado de Claude Debussy.



Alex Somers - Captain Fantastic
Lakeshore Records   8 / 7 / 2016

Al compositor Alex Somers le conocemos por el dúo Jónsi y Alex, que forma con su pareja, el vocalista Jón Thór Birgisson, del grupo Sigur Rós. Ambos han trabajado juntos en la banda sonora de la película Aloha (Cameron Crowe, 2015), pero ahora lo hace en solitario para esta singular comedia protagonizada por Viggo Mortensen. Las sonoridades son parecidas a las del grupo islandés y sus incursiones en el dúo Jónsi y Alex, pero aquí Alex Somers elabora un viaje emocional personal a través de esta particular historia familiar. Y lo hace con esa atmósfera etérea que transmiten los sonidos sintetizados y la voz solista que va dibujando líneas musicales que, al contrario de lo que puede parecer, va desarrollando un discurso coherente que ensambla perfectamente con las imágenes de la película y con la evolución de sus personajes. Es sin duda uno de los trabajos más ricos desde el punto de vista sonoro que hemos escuchado este año.


Michael Giacchino - Star Trek beyond
Varèse Sarabande   22 / 7 / 2016

Sin duda es uno de los compositores más destacados del momento, implicado en las producciones más ambiciosas. Junto a trabajos funcionales como Doctor Extraño (Scott Derrickson, 2016) o la reciente Rogue One: Una historia de Star Wars (Gareth Edwards, 2016) (aunque hay que decir que en esta última tuvo poco más de un mes para componer la partitura tras los problemas de agenda de Alexandre Desplat), el trabajo más sobresaliente es su tercera incursión en el universo de Star Trek. Si los anteriores eran notables, los supera con creces gracias a ese elegante sinfonismo clásico de grandes proporciones con referencias a Jerry Goldsmith, y composiciones elaboradas de forma milimétrica. Hay grandes hallazgos de inspiración a lo largo de esta banda sonora, que incluso se aprecian mejor en la edición Deluxe de dos horas que ha lanzado Varèse Sarabande este mismo mes.  



Jay Wadley - Indignation
Netwerk America   29 / 7 / 2016

Para esta adaptación de la novela de Philip Roth Indignación (Mondadori, 2009), se ha encargado de la música el debutante Jay Wadley, joven concertista que consigue con su debut dotar a la película de ese aire de romanticismo melancólico que la historia transmite. Se trata de un trabajo clásico interpretado por una orquesta pequeña en la que predomina el uso de las cuerdas para otorgar el intimismo que requiere este drama romántico. Jay Wadley, que este año también ha colaborado en la serie The OA (Netflix, 2016-), se ha implicado totalmente en el proyecto, componiendo, orquestando, dirigiendo y escribiendo también una canción de aires de los 50 que interpreta la cantante Jane Monheit. El compositor norteamericano consigue sin duda uno de los trabajos más románticos que hemos escuchado este año, con un logrado tema principal que va desarrollando esta historia de amor con inspiradores resultados. 







La tortuga roja se estrena el 13 de enero
Últimos días en el desierto se estrena el 31 de marzo



20 diciembre, 2016

Oscar 2017: Shortlist Documentales

Los premios anuales comienzan a dar sus resultados, las nominaciones ya están en marcha y las quinielas inician su andadura con la vista puesta en los Oscar. La Academia de Hollywood ha dado a conocer hace unos días la shortlist de los 15 documentales que finalmente optarán a las nominaciones .

En anteriores posts hemos repasado los documentales que tenían más posibilidades de ser finalistas en los Oscar. Como ocurre en otras categorías, la de Largometraje Documental presenta primero una lista de 15 preseleccionados que finalmente son los que se someten al escrutinio de los académicos. La lista que se ha dado a conocer por parte de la Academia incluye muchas de esas producciones que ya venían precedidas de importantes premios y repercusión en festivales, en un año en el que la producción de documentales ha sido excelente, pero cuenta ya con algunas claras favoritas, encabezadas por O.J. Made in America (Ezra Edelman, 2016), serie de cinco episodios convertida también en largometraje para su estreno en cines, que ya ha recibido los premios del New York Film Critics, National Board of Review y Critics Choice; Enmienda XIII (Ava DuVernay, 2016), ganador en el Critics Choice o Gleason (Clay Tweel, 2016) y Weiner (Josh Kriegman, Elyse Steinberg, 2016), premiado como Mejor primer documental en el Critics Choice, y entrando con fuerza en las predicciones I am not your negro (Raoul Peck, 2016), Premio de la Crítica de Chicago y Los Angeles, y con la importante presencia también de Fuego en el mar (Gianfranco Rosi, 2016), Oso de Oro en el Festival de Berlín que, al no ser preseleccionada en la categoría de Película de Habla no Inglesa, podría tener alguna posibilidad en ésta, aunque será difícil.

Destaca, como ya apuntábamos en nuestros posts anteriores, la incorporación ya definitiva de las televisiones como principales productores de documentales: Netflix está detrás de tres producciones, mientras que el canal deportivo ESPN es el favorito para lograr el Oscar con la historia de O.J. Simpson, y también está presente Showtime, pero resulta sorprendente la ausencia de HBO este año, que parece haberse enfocado más en sus producciones de ficción, abandonando en cierto modo la competencia en el terreno documental.

Entre las incorporaciones que en principio no parecían previstas se encuentran Hooligan sparrow (Nanfu Wang, 2016), en torno a la persecución de una activista china que trataba de investigar el acoso sexual de varias universitarias, The witness (James D. Solomon, 2015), sobre el asesinato de una joven en Nueva York en 1964, delante de 37 testigos que no hicieron nada, dirigido por el guionista de La conspiración (Robert Redford, 2010), y Tower (Keith Maitland, 2016), que cuenta, con técnicas de animación, la historia real de un francotirador que mató a 16 personas en 1966 disparando desde la Torre central de la Universidad de Texas. Y que comienza a situarse también entre las favoritas tras conseguir el Critics Choice Award al Mejor Documental Innovador.



Shortlist de Largometrajes Documentales candidatos al Oscar:

Cameraperson, Kirsten Johnson (Big Mouth Productions, 2016)
Command and control, Robert Kenner (American Experience Films/PBS, 2016)
The eagle huntress, Otto Bell (Stacey Reiss Productions/Kissiki Films/19340 Productions, 2016)
Fuego en el mar, Gianfranco Rosi (Stemal Entertainment, 2016)
Gleason, Clay Tweel (Dear Rivers Productions/Exhibit A/IMG Films, 2016)
Hooligan Sparrow, Nanfu Wang (Little Horse Crossing the River, 2016)
I am not your negro, Raoul Peck (Velvet Film, 2016)
The ivory game, Kief Davidson, Richard Ladkani (Terra Mater Film Studios/Vulcan productions, 2016)
Life, animated, Roger Ross Williams (Motto Pictures/AE IndieFilms, 2016)
O.J.: Made in America, Ezra Edelman (Laylow Films/ESPN Films, 2016)
13th, Ava DuVernay (Forward Movement, 2016)
Tower, Keith Maitland (Go-Valley, 2016)
Weiner, Josh Kriegman, Elyse Steinberg (Edgeline Films, 2016)
The witness, James D. Solomon (The Witnesses Films, 2015)
Zero days, Alex Gibney (Jigsaw Productions, 2016)


Para mayor información sobre los documentales finalistas, podéis ver nuestros posts:

Predicciones Oscar 2017: Documentales (1ª parte)

Predicciones Oscar 2017: Documentales (2ª parte)

16 diciembre, 2016

Premios 2017: Preguntas sin resolver

Esta semana hemos tenido una buena sesión de nominaciones a premios cinematográficos: que si los Globos de Oro, que si los Screen Actor Guild, que si los Premios Forqué, que si los Goya..., además de las muy esperadas listas de candidatos al Oscar a Mejor Banda Sonora y Film de Habla no Inglesa. Como cada año nos sorprenden algunas decisiones que se supone que vienen amparadas por los reglamentos... o no. Lo cierto es que en esta última tanda de nominaciones han surgido algunas preguntas con difícil respuesta.

Pregunta 1. ¿Qué es una canción original?

El reglamento de la Academia de Cine de España, en el apartado de Mejor Canción dice: "Podrán optar a la Mejor Canción Original aquellos compositores de las canciones de las películas candidatas a los 31 Premios de la Academia que estén compuestas de letra y música en la que ambas sean originales y que hayan sido creadas expresamente para la película". La norma parece clara, ¿no? Pues este año nos han colado dos canciones nominadas que carecen de letra, aunque estén interpretadas por voces solistas. 

Por un lado, el tema "Descubriendo India", de Luis Ivars para la película Bollywood made in Spain (Ramón Margareto, 2016), cuya letra es algo así como "deerenaaa", que tiene reminiscencias hindúes. Al menos, esta canción tiene más "letra" que el tema "Muerte", compuesto por Zeltia Montes para el documental Frágil equilibrio (Guillermo García López, 2017), que podríamos resumir en un lacónico "eeeeaaaa". Está claro que, o los académicos no tienen ni idea de lo que es una canción o se pasan el reglamento por el forro. En todo caso, debería ser la propia Academia de Cine, cuyos premios de nuevo están patrocinados por una empresa de piratería de fragancias (con condena ratificada por el Tribunal Supremo), la que estableciera el filtro necesario para evitar que, como otros años, la más que innecesaria categoría de Mejor Canción (por el escaso nivel que cada año se presenta) cayera en el ridículo más espantoso. 



Pregunta 2: ¿Qué es un guión adaptado?

Los Globos de Oro han dejado este año algunas dudas en determinadas categorías, especialmente de cara a las posibilidades de algunas películas en las nominaciones de los Oscar. En el apartado a Mejor Guión se encuentra nominado Barry Jenkins por su trabajo para la muy destacada en la carrera de los Oscar Moonlight (Barry Jenkins, 2016), si bien es cierto que los Globos de Oro se han quitado el sambenito de discernir entre qué es un guión original y qué es uno adaptado. Moonlight no puede competir en los Oscar como Guión Original, según decisión de la Academia de Hollywood. El guión está basado en un tratamiento inacabado de una obra teatral que ni siquiera llegó a estrenarse; pero ello se supone que la descalifica para competir en la categoría de Guión Original. La productora, A24, sin embargo, no ha apelado la decisión porque parece que considera que la película podría tener, en el caso de nominación, más posibilidades en la categoría de Guión Adaptado, dadas las probables competidoras, que en la de Guión Original. 


También ha ocurrido algo parecido con Loving (Jeff Nichols, 2016), el drama interracial escrito por  Jeff Nichols, que se inspiró en el documental The loving story (Nancy Buirski, 2011), pero que se trata de la traslación de una historia real, lo cual en principio no debería haberle influido negativamente en su consideración de Guión Original. Bien es cierto que la directora de aquel documental, Nancy Buirski, aparece como productora ejecutiva de la película, lo cual da a entender una relación más estrecha con aquella película. Pero la productora, Focus Entertainment, ha decidido apelar la decisión de la Academia de Hollywood.



Pregunta 3: ¿Qué es una banda sonora original?

Esta semana se ha dado a conocer la lista de las 145 bandas sonoras que finalmente podrán optar a las nominaciones de los Oscar. Y, al igual que el año pasado sorprendió la descalificación de la música de Alva Noto y Ruichi Sakamoto para El renacido (Alejandro González Iñárritu, 2015), que podría haber supuesto un cuarto Oscar, este año se ha quedado fuera de las nominaciones, por descalificación, el espléndido trabajo del islandés Jóhann Jóhannsson para La llegada (Denis Villeneuve, 2016), que muchos ya vaticinaban como probable ganadora. 

La culpa de la decisión de la Academia de descalificar el trabajo de Jóhann Jóhannsson parece que la tiene Max Richter, que pasaba por allí. O, mejor dicho, el uso que el director ha hecho de su tema "On the nature of daylight", que forma parte importante de la película, como apertura y cierre de la historia. Para la Academia de Hollywood, una banda sonora no podrá ser candidata si: "1. Ha sido diluida por el uso de música preexistente; 2. Ha disminuido su impacto debido al uso de canciones o cualquier música no compuesta específicamente por el compositor candidato; y 3. Se ha elaborado con la música de más de un compositor."

El problema que plantea este reglamento es saber hasta qué punto la utilización de una música preexistente ocupa un lugar predominante en la relación entre la música y la película, por encima de la que se ha compuesto originalmente para la misma. En este caso, no lo creemos sinceramente, ya que el tema de Max Richter (usado en otras bandas sonoras) no menoscaba las composiciones de Jóhann Jóhannsson para la película. 

La Academia de Hollywood ha justificado la descalificación diciendo que los académicos podrían no distinguir realmente entre la música de Max Richter y la de Jóhann Jóhannsson, y podrían verse influídos por esta circunstancia. La productora de la película, Paramount, ha respondido que la música original ocupa el 85% de la película. Pero aquí la decisión es inapelable. Pues vale.


Las otras bandas sonoras descalificadas lo son con más coherencia. Por un lado, la de Lesley Barber para la película Manchester frente al mar (Kenneth Lonergan , 2016) debido al uso que, finalmente, decidió hacer el director de composiciones de música clásica que han dejado poco espacio para el espléndido trabajo realizado por Lesley Barber. En declaraciones a Variety, Lesley Barber se mostraba decepcionada: "Aunque entiendo que el uso de música del repertorio clásico puede ser consumo para que los miembros de la Academia puedan distinguir la música original, es obvio que no se trata de la base musical de la película." 


El trabajo de Kim Allen Kluge y Kathryn Kluge para la película Silencio (Martin Scorsese, 2016) también ha sido descalificado porque no parece estar lo suficientemente presente a lo largo de la historia. La Academia de Hollywood justifica la descalificación, en este caso, basándose en que, según su reglamento, "la música en una película debe servir de forma sustancial para subrayar la historia dramática". Pero no se sabe muy bien a qué se refieren con eso. 

Curiosamente, el año pasado el Oscar fue para Ennio Morricone por su trabajo para Los odiosos ocho (Quentin Tarantino, 2015), una banda sonora que estaba formada, en buena parte, por fragmentos que el director utilizó de la música de Morricone para La cosa (John Carpenter, 1982).  


Bonus track: Shortlist Oscar Film de Habla no Inglesa

Las previsiones no daban buenos presagios para Pedro Almodóvar este año, cuya película Julieta (Pedro Almodóvar, 2016) no ha terminado de cuajar ni siquiera en las nominaciones de los Goya, muy por debajo en número de nominaciones. En nuestros próximos posts comentaremos esta shortlist que la Academia de Hollywood dio a conocer ayer mismo, y en la que encontramos algunas sorpresas interesantes, como la ausencia de títulos latinoamericanos, a pesar de la destacada representación de títulos como la chilena Neruda (Pablo Larraín, 2016) por Chile, la mexicana Desierto (Jonás Cuarón, 2016) o la colombiana Desde allá (Lorenzo Vigas, 2016), y de títulos tan relevantes como Elle (Paul Verhoeven, 2016), aunque su actriz, Isabelle Huppert podría estar nominada como Mejor Actriz, o Fuego en el mar (Gianfranco Rosi, 2016).


El caso de la película francesa dirigida por Verhoeven es especialmente sangrante, dado que se trata de uno de los títulos con mayor relevancia a nivel de premios y por la que su protagonista, Isabelle Huppert, suena incluso como probable candidata al Oscar. El comité de selección de Películas Extranjeras, que vota la primera ronda, encabezado por Mark Johnson (productor de series como Breaking bad (AMC, 2008-2013)), ha argumentado que a los académicos les resultó demasiado impactante la primera escena de la película, la violación que sufre la protagonista, y esto ha jugado en su contra. Pero ¿es ésta una razón suficiente para dejar fuera de las candidaturas a uno de los filmes más premiados este año? 

Esta es la lista de nueve títulos candidatos al Oscar, entre los que parte como favorita, tras arrasar en los Premios del Cine Europeo y cosechar galardones en numerosos festivales, la película alemana:


Tanna (Bentley Dean y Martin Butler, 2015), Australia

Solo el fin del mundo (Xavier Dolan, 2016), Canadá
Land of mine (Martin Zandvliet, 2015), Dinamarca
Toni Erdmann (Maren Ade, 2016), Alemania
El viajante (Asghar Farhadi, 2016), Irán
The king's choice (Erik Poppe, 2016), Noruega
Ray (Paradise) (Andrey Konchalovskiy, 2016), Rusia
A man called Ove (Hannes Holm, 2015), Suecia
La vida de Calabacín (Claude Barras, 2016), Suiza




09 diciembre, 2016

Grammy 2017: Entre la música y la imagen


Las nominaciones a los premios Grammy se han dado a conocer esta semana. La pugna entre tres grandes divas, Beyoncé (9 nominaciones), Rihanna (8 nominaciones) y Adele (5 nominaciones) demuestra la contundente presencia femenina en la música internacional frente a sus oponentes masculinos como Kanye West (8 nominaciones), Drake (8 nominaciones) o Chance the Rapper (7 nominaciones), que sin embargo no brillan especialmente en las categorías principales. A lo largo de sus más de ochenta categorías, los premios más populares de la industria discográfica norteamericana encuentran espacio para grabaciones que están relacionadas con el cine, la televisión y el teatro musical. A continuación repasamos algunos de los nominados en estas categorías.

Cuatro nombres propios de la música se han acercado este año al mundo del cine y el teatro musical a través de discos recopilatorios. El tenor Andrea Bocelli publicó en octubre del año pasado Cinema, en el que realiza su particular homenaje a las canciones más destacadas de la música de cine. Producido por David Foster, Humberto Gatica y Tony Renis, es un recorrido poco arriesgado por temas que se han convertido en estándars de las bandas sonoras, con canciones de películas como West Side Story (Jerome Robbins, Robert Wise, 1961), Doctor Zhivago (David Lean, 1965), Desayuno con diamantes (Blake Edwards, 1961), Sombrero de copa (Mark Sandwich, 1935) o El padrino (Francis Ford Coppola, 1972). El disco fue nominado ya como Mejor Album en los Grammy latinos, y ahora vuelve a probar suerte en los Grammy. 

El cantante de country Willie Nelson, que a estas alturas ya ha probado todo tipo de géneros musicales con su particular voz cascada, realiza en Summertime: Willie Nelson sings Gershwin un repaso a algunos de los temas tradicionales escritos por los míticos George e Ira Gershwin. Publicado el pasado mes de febrero, cuenta con colaboraciones de Cyndi Lauper y Sheryl Crow, y la selección de temas está inspirada en la que interpretó Frank Sinatra en su album Sinatra sings Gershwin (1953).

También se acerca Barbra Streisand al mundo del cine en su último disco, pero para establecer un nexo de unión con el teatro musical. Como una especie de continuación de su disco Partners (2014), la cantante norteamericana publica ahora Encore: Movie partners sing Broadway, editado el pasado mes de agosto, en el que se rodea de algunos de los actores y actrices más destacados del momento para interpretar temas de musicales de Broadway. Así, tenemos la oportunidad de escuchar a intérpretes poco habituados a cantar como Anne Hathaway, Patrick Wilson, Alec Baldwin o Chris Pine, con resultados sorprendentes en algunos casos, y a otros algo más curtidos en esto de los musicales, como Hugh Jackman, Jamie Foxx o Antonio Banderas. Sin duda se trata de una curiosa incursión en el musical más tradicional. 

El guitarrista, por su parte, Bill Frisell nos ha ofrecido este año un delicioso recorrido por la banda sonora de algunas de las películas que marcaron su infancia en el disco When you wish upon a star, publicado en febrero. Una espléndida reinterpretación de temas de películas como Matar a un ruiseñor (Robert Mulligan, 1962), Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960), Castillos en la arena (Vicente Minnelli, 1965) o Hasta que llegó su hora (Sergio Leone, 1968), que resulta absorbente y que se encuentra entre los mejores álbumes del año, ahora nominado en la categoría de música instrumental contemporánea. 

Los premios Grammy también tienen espacio para las grabaciones de musicales de Broadway, en esta ocasión dando paso a algunas de las obras que estuvieron presentes en las nominaciones de los premios Tony del pasado año. Como el disco del musical Hamilton (2015), se publicó en el mes de septiembre del año pasado, pudo entrar en la edición anterior, y de hecho se llevó el Premio Grammy. Pero no ha sido el caso de otras obras ahora reconocidas como Bright Star, del actor Steve Martin, o Kinky boots, de la compositora y cantante Cyndi Lauper. 

El hecho de que en los Grammy solo puedan entrar aquellos álbumes publicados hasta el mes de septiembre de cada año, las categorías relacionadas con el cine y la televisión suenan a cierto "déjà vu". De esta forma, en la de Mejor Banda Sonora se reedita el duelo entre Ennio Morricone y John Williams que ya vivimos en la pasada edición de los Oscar, con sus trabajos para Los odiosos ocho (Quentin Tarantino, 2015) y Star wars: El despertar de la fuerza (J.J. Abrams, 2015), lo cual no despierta demasiado interés a estas alturas. Destaca la inclusión en esta categoría de la banda sonora de Ryuichi Sakamoto y Alva Noto para El renacido (Alejandro Pérez Iñárritu, 2015) que no pudo estar nominada a los Oscar por su absurdo reglamento, y los dos volúmenes de la música original de Kyle Dixon y Michael Stein para la serie Stranger things (Netflix, 2016).

En la categoría de Mejor Recopilatorio, el Grammy parece seguro para el album del documental Amy (Asif Kapadi, 2015), aunque con serios competidores en la banda sonora de Suicide squad (David Ayer, 2016) y la defenestrada serie musical Vinyl (HBO, 2016). 

Las nominaciones a Mejor Canción están más actualizadas y de hecho se encuentran entre ellas finalistas que tienen serias posibilidades de cara a los Oscar, como el tema interpretado por Shakira para la película Zootrópolis (Byron Howard, Rich Moore, 2016) o la canción de Peter Gabriel para el film Snowden (Oliver Stone, 2016).

Estas son las principales nominaciones a los Grammy 2017 de álbumes que tienen relación con el cine, la televisión o el teatro musical. 

Mejor Album de Pop tradicional

Andrea Bocelli - Cinema (Verve)
Barbra Streisand - Encore: Movie Partners sing Broadway (Columbia Records)
Willy Nelson - Summertime: Willie Nelson sings Gershwin (Legay Recordings)

Mejor Album Instrumental Contemporáneo

Bill Frisell - When you wish upon a star (Okeh Records)

Mejor Album de Musical

Steve Martin, Eddie Brickell - Bright Star (Ghostlight)
Stephen Bray, Brenda Russell, Allee Willis - The color purple (Broadway records)
Jerry Bock, Sheldon Harnick - The fiddler on the roof (Broadway Records)
Cyndi Lauper - Kinky Boots (Masterworks Broadway)
Sara Bareilles - Waitress (DMI Soundtracks)

Mejor Recopilatorio

Amy (Republic Records)
Miles ahead (Columbia/legacy)
Straight outta compton (Capitol Records/UMe)
Suicide Squad (Collector's education) (Atlantic/Watertower Music)
Vinyl: The Essentials Season 1 (Atlantic/Warner Bros. Records)

Mejor Banda Sonora

Thomas Newman - Bridge of Spies (Hollywood Records)
Ennio Morricone - The hateful eight (Decca)
Alva Noto, Ryuichi Sakamoto - The revenant (Milan Records)
John Williams - Star Wars: The Force awakens (Walt Disney Records)
Kyle Dixon, Michael Stein - Stranger things vol. 1 (Lakeshore Records)
Kyle Dixon, Michael Stein - Stranger things vol. 2 (Lakeshore Records)

Mejor Canción

Max Martin, Shellback, Justin Timberlake - "Can't stop the feeling" - Trolls (Villa40/RCA)
Tyler Joseph - "Heathens" - Suicide Squad (Atlantic/Watertower Records)
Oscar Holter, Max Martin, Pink, Shellback - "Just like fire" - Alice through the looking glass (RCA/Walt Disney Records)
Shamann Cooke, Sonny Moore, William Roberts - "Purple lamborghini" - Suicide Squad (Atlantic/Watertower Records)
Mikkel S. Eriksen, Sia Furler, Tor Erik Hermansen - "Try everything" - Zootopia (Walt Disney Records)
Peter Gabriel - "The veil" - Snowden (Real World Records/Peter Gabriel Ltd.)

Mejor composición contemporánea

Thomas Newman - "Bridge of spies (End Title)" - Bridge of spies (Hollywood Records)
Ennio Morricone - "L'ultima diligenza di Red Rock" - The hateful eight (Decca)



Los premios Grammy se entregan el 12 de febrero de 2017. 





02 diciembre, 2016

Arrebatando la infancia: La voz de los supervivientes

"¿Queréis saber cómo arrebatar a un niño todo lo que le hace ser niño? Folláoslo. Folláoslo de forma continuada. Pegadle. Dejadlo inmovilizado contra el suelo y metedle cosas en el interior del cuerpo. Contadle cosas de sí mismo que solo pueden ser ciertas en las mentes más jóvenes, de antes de que la lógica y la razón se hayan formado del todo; esas cosas se adueñarán de él, y se convertirán en una parte integral e incuestionable de su ser". 

James Rhodes, convertido en ídolo de masas gracias a su capacidad para "desencorsetar" la imagen habitual del concertista de piano, escribe estas duras palabras en su libro Instrumental: Memorias de música, medicina y locura (Blackie Books, 2015), una crónica sobre los abusos sexuales que sufrió en su infancia contada con el lenguaje de la calle, esa forma de naturalizar sus vivencias de la misma forma que lo ha hecho con su mayor pasión, la música clásica. A James Rhodes no le gusta, sin embargo, la palabra "abuso". 

"Abusos. Menuda palabra. Violación es mejor. Abusar es tratar mal a alguien. Que un hombre de cuarenta años le meta la polla por el culo y a la fuerza a un niño de seis años no se puede considerar abuso. Es muchísimo más que un abuso. Es una violación con ensañamiento, que provoca múltiples operaciones, cicatrices (internas y externas), tics, trastorno obsesivo-compulsivo, depresión, ideación suicida, enérgicos episodios de autolesiones, alcoholismo, drogadicción, los complejos sexuales más chungos, confusión de género (...), confusión sexual, paranoia, desconfianza, una tendencia compulsiva a mentir, desórdenes alimenticios, síndrome de estrés postraumático, trastorno disociativo de la personalidad (...), etcétera, etcétera, etcétera". No es fácil leer el libro que publicó James Rhodes en 2014 a pesar de los intentos de parte de su entorno porque su historia no saliera a la luz. El pianista londinense habla de su infancia destrozada con la misma naturalidad con la que nos contagia su amor por la música clásica, esa que le ayudó a salir de un infierno provocado por el violador que le arrebató su infancia. Y esa misma a la que ha dado un empujón formal eliminando toda barrera intelectual para presentarse en el escenario con vaqueros y contar al público anécdotas sobre Bach o Beethoven en medio de sus actuaciones. Esa renuncia a los corsés de la imagen del concertista es lo que le ha abierto las puertas de un público nuevo, joven y hasta ahora alejado de la música clásica:

"La industria de la música clásica solo se dirige a una parte pequeña de la población, sobre todo en el Reino Unido; la gestionan, en su mayor parte, gilipollas ampulosos y anticuados a los que parece procurar un placer perverso seguir garantizando que la música "de verdad" sea el privilegio de una escasa élite a la que consideran lo bastante rica (y, por tanto, lo bastante inteligente) para entenderla...".

Las víctimas de maltrato (las mujeres que lo sufren en sus casas, los niños o adolescentes que son abusados en sus colegios...) acarrean siempre dos condenas: la que la justicia otorga al maltratador, y la que sufren ellas mismas. No se puede entender el abuso sexual o el maltrato si no se entienden sus consecuencias, físicas pero sobre todo psicológicas. Mientras el verdugo tiene la posibilidad, en muchos casos, de salir de su encierro al cabo de unos pocos años (en España, de dos a seis años), las víctimas sufren una cadena perpetua psicológica que les acompañará toda su vida. Especialmente cuando estos abusos se producen en la infancia. 

La escritora Haya Yanagihara lo describe también con dureza en su imprescindible libro Tan poca vida (Lumen, 2016), una de las lecturas más acongojantes que se han publicado en los últimos meses. La escritora revelación de este año, afincada en Nueva York, consigue que nos duelan los golpes y las violaciones que sufre uno de sus protagonistas, pero también habla de las consecuencias. Del miedo constante, de las tendencias suicidas, de la desconfianza hacia cualquier clase de ser humano, de la soledad y el desconsuelo de una vida rota para siempre. 

Pero no se trata solamente de describir el dolor. James Rhodes habla de la música, y de su hijo, como sus principales tablas de salvación. En la novela de Haya Yanagihara, el protagonista encuentra en la amistad el recurso para huir de sus fantasmas, aquellos que se han impregnado en su cabeza desde que sufrió el maltrato: 

"...desesperado por salir del piso que de pronto parecía lleno de tentaciones irresistibles: cuchillas, por descontado, pero también cuchillos, tijeras y cerillas, y escaleras por las que arrojarse. Sabe que si ahora se va a la habitación, no podrá frenar el impulso de entrar en el cuarto de baño, donde hace tiempo que guarda una bolsa con el mismo contenido que la que tiene en Lispenard Street, pegada al armazón del lavabo; le duelen los brazos a causa de la ansiedad, pero está resuelto a no ceder". 

En el documental Audrey y Daisy (Bonni Cohen, 2016), nos cuentan cómo una de las protagonistas escribió en Facebook "no tienes ni idea de lo que es ser una chica", minutos antes de que su madre la encontrara colgada en el cuarto de baño de su casa. La película, producida por Netflix, se centra en los abusos, sexuales y a través de las redes sociales, que sufren muchas jóvenes en institutos de Estados Unidos. Abusos que en ocasiones son justificados por ciertos sectores de la sociedad norteamericana, y que en la mayor parte de ellas son ignorados por la comunidad educativa que, cuando reacciona, es demasiado tarde.

Quizás Audrey y Daisy no resulta tan contundente como lo era The hunting ground (Kirby Dick, 2014), en el que se describían los abusos sexuales vividos por estudiantes en campus universitarios convertidos en perfectos escondites para los abusadores. En aquélla, el director ofrecía una visión casi catastrófica de un sistema educativo reacio (como lo es también la iglesia católica) a reconocer la podredumbre en sus propias cloacas. Nominada al Oscar a la Mejor Canción, su tema principal, "Till it happens to you", escrito por Diane Warren e interpretado por Lady Gaga, se presentó con un videoclip rotundo en el que se muestran varios ejemplos de estos abusos sexuales que se producen en las universidades norteamericanas, con una lectura final positiva sobre la necesidad de exorcizar los demonios interiores a través del relato de la propia experiencia. 



Una de las principales consecuencias de los abusos sexuales a jóvenes o adolescentes es el sentimiento de culpabilidad, algo de lo que hablan tanto James Rhodes como Haya Yanagihara en sus respectivos libros. Y que termina siendo la peor enfermedad que azota a las víctimas: una culpabilidad que permanece en su interior a lo largo de los años. La tragedia de los abusos sexuales, a pesar de la necesidad de que se dé voz a las víctimas, es que sus consecuencias son perennes. El estigma permanece a pesar de los tratamientos médicos. 

James Rhodes dice en su libro: "El acto físico de la violación solo es el principio: cada vez que me hacía aquello, parecía que él se quedaba con una pequeña parte de mí, hasta que me dio la impresión de que no me quedaba nada mío que fuese real. Y esas partes que él se quedaba yo no las recuperaba pasado un tiempo. Lo que demasiadas veces nadie denuncia, nadie examina y nadie reconoce, es el legado que le queda a la víctima". 



¿Quién es James Rhodes? se emite el domingo 4 de diciembre en La Sexta.
Audrey y Daisy se puede ver en Netflix.