Si en nuestro comentario sobre
Memento Mori (Prime Video, 2023), otro comienzo de una serie literaria llevada a la pantalla con ambición de continuidad, decíamos que el problema de fondo de estas producciones estaba en el origen mismo, la adaptación de las novelas escritas por Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero es la representación más clara de un tipo de series que necesitan rodearse de una atmósfera envolvente porque, en realidad, el material principal tiene escasa consistencia.
La red púrpura (2019, Ed. Alfaguara) es la segunda de las cuatro novelas que están protagonizadas por la inspectora Elena Blanco, metida en un caso de snuff movies que tienen relación con la desaparición de su hijo. Y al menos dejaba a un lado esa representación tan chusca y estereotipada de la comunidad gitana que se mostraba en
La novia gitana (2018, Ed. Alfaguara), (en la serie continúa este retrato), pero para adentrarse en una trama igualmente convencional de altas esferas de la sociedad metidas en una red de violencia y torturas protagonizada por jóvenes secuestrados. En la presentación en el Festival de San Sebastián del primer episodio de
La red púrpura (atresplayer, 2023), Paco Cabezas (1978, Sevilla) comentó que era la serie más violenta que se ha visto en televisión en España. Lo que puede funcionar como una forma de atraer el morbo de los espectadores, pero en realidad acaba cayendo en lo mismo que la novela, una especie de representación de las bajezas de la condición humana utilizando precisamente las mismas herramientas para atraer la atención de los lectores. Y el libro, todo hay que decirlo, va infinitamente más allá en esta violencia, a veces gratuita, que en la serie se acaba quedando en un término medio entre
El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991) y
A Serbian film (Srdjan Spasojevic, 2010), una de las muchas películas que se hicieron a finales de la década de los noventa sobre snuff movies, especialmente en
Tú eres el mensaje (T1E6), que se distancia de la trama literaria. Porque utilizar descargas eléctricas como instrumento de tortura no parece precisamente ir demasiado lejos en la representación de la violencia.
En pleno 2023 estamos de vuelta con esta leyenda urbana sobre grabaciones que se transmiten a través de la dark web para diversión de espectadores morbosos, pero hay que decir que al menos en los primeros momentos parece desprenderse una cierta reflexión sobre la atracción hacia la violencia de nuestra sociedad, cuando la Brigada de Análisis de Casos (BAC) consigue localizar, gracias a una nube solitaria en el único lugar de España en el que llueve durante una noche, el lugar en el que se ha realizado la grabación de unas torturas.
En el país de los ciegos (T1E1) muestra a un espectador adolescente de esta grabación, mientras su madre niega rotundamente que su hijo se haya sentido atraído voluntariamente por la brutalidad de la violencia, lo que dibuja un perfil interesante en torno a cuál es el poder de seducción de este tipo de manifestaciones. Pero Paco Cabezas está más interesado en construir una atmósfera desasosegante que en desarrollar una narrativa consistente, así que pronto regresamos a los personajes circunspectos, los diálogos susurrados y las discusiones internas entre Elena Blanco (Nerea Barros) y los componentes de la BAC, especialmente Manuel Orduño (Vicente Romero), que piensa que ella está utilizando el grupo para una investigación personal. José Rodríguez, (1944, Sevilla), que debutó como guionista en la película
Adiós (Paco Cabezas, 2019) y la segunda temporada de
La peste (Movistar+, 2018-2019), ejerce como coordinador de guión tras su trabajo en
La novia gitana (atresplayer, 2022), y hay que reconocer una clara intención de distanciamiento de la novela original, especialmente en la segunda mitad de temporada, hasta el punto que se ha publicado una "edición serie de tv" de
La red púrpura (2023, Ed. Debolsillo).
Pero los cambios no mejoran la historia original, sino que incluso empeoran a personajes como la protagonista Elena Blanco, tan sosa en la serie que resulta difícil imaginarla bebiendo grappa y cantando canciones italianas en el karaoke Cher's como el personaje de los libros. En La red púrpura resulta más soportable el personaje de Chesca (Lucía Martín Abello), que en la primera parte de la temporada se aleja ya del enfrentamiento constante con Zárate (Ignacio Montes), ganando en una representación más relajada, que en realidad busca la identificación con el espectador para acontecimientos posteriores. Pero también hay algunas decisiones de producción equivocadas, como la incorporación del director Juan Miguel del Castillo (1975, Jerez de la Frontera) para los cuatro episodios centrales de la temporada. Habituado a dramas sociales algo jabonosos como Techo y comida (2015) y La maniobra de la tortuga (2022), se trata de un perfil de director que parece querer subrayar el planteamiento dramático de la historia, pero se nota una falta de pulso y de tensión, especialmente en los episodios más inquietantes como Todas las hijas (T1E5), para un thriller que necesitaba mucha más contundencia si al final acaba siendo una construcción formal con escasa profundidad temática. La red púrpura contiene los interrogatorios más ridículos que se han visto últimamente en la televisión, especialmente en los episodios La caza (T1E2) y La sangre de los olvidados (T1E7), dirigidos por Paco Cabezas, mientras la propuesta narrativa en los episodios finales sacrifica el drama materno-filial en favor de un thriller convencional sin demasiadas ambigüedades, lo que se manifiesta sobre todo en el personaje de Lucas (Unai Mayo).
El final de una serie longeva siempre se siente como algo distinto, ligada como suele estar a la evolución de la producción audiovisual. Cuéntame cómo pasó (RTVE, 2001-2023) nació cuando no existía, ni se esperaba, el desarrollo de las transmisiones en streaming, y se benefició de una televisión lineal en la que la cadena pública aún ejercía cierto predominio frente a la consolidación de las televisiones privadas. La casualidad hizo que el estreno de la serie se produjera el 13 de septiembre de 2001, dos días después de los ataques del 11-S que provocaron una transformación radical en las sociedades occidentales. Ese año, también se estrenaron clásicos de la televisión como Hermanos de sangre (HBO Max, 2001), A dos metros bajo tierra (HBO Max, 2001-2005) o 24 (Disney+, 2001-2010), series que llegaban a España hasta con años de retraso mientras que aquí se desataba en octubre el fenómeno de Operación Triunfo (RTVE, 2001-). El destino ha querido que uno de los creadores de la serie, Eduardo Ladrón de Guevara, falleciera el mismo día que se estrenaba el último episodio. Hace unas semanas el guionista madrileño participaba en las jornadas Guionistas en Serie que organiza el sindicato ALMA, recordando que el título inicial era Nuestro ayer y de hecho la productora registró otros títulos provisionales como Mirando atrás y Cuéntame, que fue el que permaneció, ligado a la canción de Fórmula V con la que se inician los episodios con la voz de Ana Belén. Aunque el título tuvo que cambiarse de nuevo en 2002 debido a conflictos por derechos de autor. "En aquella época recuerdo que todos nos llevábamos bien, no había conflictos ni cuchillos por la espalda. Luego sí", comentaba Eduardo Ladrón de Guevara.
Era una referencia a una entrevista con María Galiana en la que afirmó que "
les hemos leído la cartilla a los guionistas muchas veces, no solamente yo, sino los demás. La idea que los protagonistas, sobre todo la familia, tenían de lo que era Cuéntame se ha impuesto siempre, y es lo que nos ha hecho perdurar. Porque si no, nos hubiéramos ido a la porra en tres o cuatro años, o menos"
(VerTele!, 7/11/2023). Algo que molestó especialmente a Eduardo Ladrón de Guevara, quien afirmó en estas Jornadas que le parecía "
una falta de respeto para los guionistas", y recordando que "
los actores se convirtieron en los grandes inquisidores" y que la productora, creada por Miguel Ángel Bernardeau, marido de Ana Duato, no siempre había respondido adecuadamente frente a sus imposiciones. Jacobo Delgado, que ha ejercido como showrunner en esta última temporada, recordaba que en la época en la que Antonio y Mercedes Alcántara se separaban, Imanol Arias no estaba conforme con algunas de las decisiones tomadas por los guionistas respecto a su personaje: "S
e creó una especie de producción ejecutiva paralela por parte de los actores, sobre todo cuando había tensiones por la caída de las audiencias". En el sentido contrario, hay que recordar la salida de Juan Echanove en 2017, tras doce años interpretando a Miguel Alcántara, el hermano de Antonio, cuyo personaje dejó de interesar a los guionistas, y de la que el actor comentó que "
no me han dicho ni adiós, ya por supuesto gracias ni te cuento".
Cuéntame cómo pasó es la serie más longeva de la historia de la televisión en España y la sexta a nivel mundial. Para muchos seguidores, una última temporada de siete episodios sabe a poco, acostumbrados a temporadas de veinte, y en principio la idea original del equipo de guión fue presentar a TVE una temporada de doce episodios. Pero el canal público rechazó esta idea y pidió una reducción, barajando entre cuatro y ocho capítulos, hasta que finalmente se quedaron en siete, que repasan la trayectoria de los años 1994 hasta 2001. Siete años que ofrecen una visión de los siete personajes principales de la serie.

Cuéntame cómo pasó se ha reafirmado como reflejo de la evolución histórica de España, a través de una familia tradicional que, eso sí, estaba metida en todos los acontecimientos políticos y sociales importantes desde 1968. Y a lo largo de esta última temporada, que ha ido saltando por diferentes años, se ha notado la menor relevancia de algunos personajes, como el episodio María. La rebeldía (T23E4) que en realidad estaba dedicado al secuestro de Miguel Ángel Blanco en 1997 y el efecto que tuvo en la sociedad española. Esa conexión con la realidad de nuestro país es el punto de anclaje emocional que ha tenido una serie que ha sufrido también los cambios radicales en la evolución de las audiencias, precipitándose hacia sus peores datos que se han recuperado, ya en otro contexto, con esta última temporada. La serie llegó a tener más de 7 millones de espectadores al final de la tercera temporada en Tocando fondo (T3E13) y hasta 2014 no bajaba de los 4 millones, alcanzando la temporada pasada sus peores datos. Pero el último episodio, Carlos. El heredero (T23E7) recuperó una audiencia de más de 2 millones de espectadores que se siente merecida para una serie que ha sobrevivido a tantos vaivenes y que, sorprendentemente, ha podido concluir de la manera más adecuada. Porque Cuéntame cómo pasó tiene el final que se merece, recordándose a sí misma y mirando hacia atrás para conectar la narrativa de ficción con su propio comienzo en 2001, que ahora sabemos que es el año de la muerte de Herminia (María Galiana), quien protagoniza los momentos más emotivos de los dos últimos episodios, bajo la dirección de Óscar Aibar. Que el estreno de la serie se produjera en un contexto internacional tan relevante como el ataque a los torres gemelas ha permitido redondear de forma inteligente el desenlace proponiendo que la ficción acabe el mismo día que comenzó la serie, el 13 de septiembre de 2001, con un epílogo en el que un televisor muestra la cabecera de inicio del primer episodio, El retorno del fugitivo (T1E1), dirigido por Tito Fernández, que incluía en su reparto a nombres como Fernando Fernán-Gómez, Tony Leblanc, José Sancho y Quique San Francisco. Esta especie de paradoja temporal en la que se cruzan realidad y ficción es una excelente idea para concluir una serie que ha acabado convirtiéndose en uno de esos acontecimientos sociales que ha venido retratando como trasfondo. La familia Alcántara se ha quedado en la memoria de muchos espectadores españoles y latinoamericanos, pero también simboliza en cierta manera la transformación radical que la televisión ha sufrido a lo largo de dos décadas, siendo uno de los últimos reductos de un tipo de producción que solo una televisión pública ha podido permitirse.
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Karambolage EspañaDocuserie de animación, 12x5' | Arte | ★★★☆☆Escrita por Marieta Frías, Chloe Merccion, Suzanne BonnerotDirigida por Clémence Gandillot, Stéphanie Cazaentre, Anne-Sophie Raimond, Luis Bustamante,Bérangère Lallemant, Nicolai Troshinsky, Mélody Da Fonseca
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La plataforma Arte.TV presentaba hace unos días las líneas principales de su programación, en una estrategia de comunicación que trata de acercar este canal a los espectadores españoles. Manteniendo todavía el espíritu informativo y documental que ha tenido siempre, su plataforma de streaming está abierta a formatos diversos como las series de ficción, una muy notable selección de conciertos y óperas, y una programación cinematográfica con secciones permanentes como ArteKino Classics, que ofrece películas clásicas europeas a veces poco conocidas, o temporales como el ArteKino Festival, que propone una selección de diez películas del joven cine europeo reciente, y que este año se podrán ver en la plataforma entre el 1 y el 31 de diciembre. En cuanto a series, hemos hablado en este blog de producciones interesantes como
Casa Kummerveldt (Alemania, 2023),
Five years (República Checa, 2022) o
Desnudo sobre Berlín (Alemania, 2023), pero la principal apuesta española de la plataforma, de acceso gratuito y sin publicidad, es la serie documental
Karambolage España (Arte, 2023), que en realidad es una producción franco-alemana que se estrenó en el Canal Arte de Francia y Alemania en 2004, y que ofrece semanalmente episodios de 12 minutos en los que se muestran diferencias culturales entre ambos países. Creada por Claire Doutriaux (1954, Francia), una economista que vivió durante más de diez años en Alemania, donde fue responsable de dos salas de cine de autor, hasta que regresó a su país en 1986 para incorporarse al departamento de documentales del incipiente Canal Arte. En 2017 Claire Doutriaux recibió el título de Caballero de la Legión de Honor, la más alta consideración cultural en Francia.
Estrenada el pasado 15 de noviembre, la versión española Karambolage España propone seis episodios cada seis semanas que se centran, al contrario que la versión original, en aspectos únicamente relativos a la sociedad española. La serie está compuesta actualmente por doce episodios de entre cinco y ocho minutos que abordan diferentes aspectos curiosos de nuestro país, mostrados sobre todo a través de animaciones humorísticas. Cada episodio cuenta con guionistas y directoras diferentes, abordando cuestiones tan características de nuestra sociedad como la lotería de Navidad o los colores de la bandera española, con guiones en su mayor parte escritos y narrados por Marieta Frías, redactora jefe del canal de televisión francés CNews, enfocándose principalmente en el significado y el trasfondo histórico, de forma que se menciona cómo la lotería fue utilizada como propaganda y como forma de recaudar fondos durante la Guerra Civil española, en la que hubo dos sorteos diferentes, uno en la zona controlada por los republicanos y otra en la zona franquista; o cómo el fondo blanco original de la bandera española fue modificado por Carlos III debido a que se confundía con la bandera inglesa y se producían ataques no deseados en alta mar. Chloé Merccion escribe el episodio dedicado a la herencia árabe, que muestra la diversidad de una España "con siete siglos de influencia romana y ocho siglos de dominación árabe". En el episodio dedicado a la fregona, un invento del ingeniero Manuel Jalón Corominas en 1958, Marieta Frías recuerda su llegada a Francia hace veinte años y lo imposible que le resultó encontrar una en las tiendas francesas, pero otros objetos característicos como el abanico provienen de otras culturas como la japonesa.
Algunos de los episodios que más se parecen al planteamiento original de la serie son los escritos por autoras francesas o alemanas refiriéndose a aspectos que les sorprenden de la cultura española, como el que está dedicado a El Zorro, en el que Suzanne Bonnerot menciona algunas diferencias lingüísticas que le sorprendieron cuando vivió en Salamanca, o aquel en el que Celia Schütt habla sobre su experiencia con las naranjas amargas de Valencia. Karambolage España tiene el formato adecuado para descubrir a través de breves episodios aspectos curiosos de nuestra cultura, con un enfoque que trata de encontrar un equilibrio entre los espectadores de fuera de España y los de nuestro país, incorporando anécdotas y aspectos insólitos que a veces resultan sorprendentes y divertidos, como la manera en que los alemanes denominan al calimocho.
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Ellas primero. Pioneras de la gastronomía vascaDocumental, 3x20' | Pr1meran | ★★★☆☆Escrita y dirigida por Marian Gerrikabeitia
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La nueva propuesta en formato de serie que ha estrenado la plataforma Pr1meran del canal autonómico vasco se centra en el mundo de la gastronomía, un tema lógico para una comunidad que tantos nombres ha dado a la evolución de la que está considerada como una de las mejores cocinas en el mundo. De hecho, en la plataforma se puede encontrar una amplia variedad de documentales sobre cocineros como Eneko Atxa, Pedro Subijana o Martín Berasategui. Pero esta serie pretende recordar cómo el predominio de los hombres dentro de la gastronomía profesional ha eclipsado la verdadera raíz de la cocina vasca, hasta el punto que hay una creencia general de que no ha habido mujeres destacadas en los fogones profesionales. Bajo la guía de la periodista gastronómica Ana Vega se recuerdan los nombres principales de las mujeres que llegaron a tener negocios de éxito a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, pero que se han olvidado y ni siquiera se las estudia en las escuelas de hostelería. En realidad, Ellas primero. Pioneras de la gastronomía vasca (Pr1meran, 2023), que está disponible tanto en euskera como en castellano, es un largometraje documental dirigido por Marian Gerrikabeitia estrenado el pasado mes de septiembre en EITB, que ahora se emite en formato de miniserie de tres episodios de poco más de 20 minutos, y en general da la sensación de que podría haber profundizado más. El documental entrevista a algunas destacadas cocineras vascas como Zuriñe García, Nieves Barragán y Elena Arzak, algunas de ellas emigradas a otros países, pero recuerda que la primera persona vasca que consiguió dos estrellas Michelin fue una mujer, Emilia Dañobeitia, quien las recibió en 1936 por el restaurante La Taberna Vasca que se encontraba en Barcelona. Las hermanas Úrsula, Sira y Vicenta de Azcaray y Eguileor fueron las cocineras del famoso restaurante El Amparo que se inauguró en Bilbao en 1879, y que a pesar de encontrarse en un barrio obrero, ofrecía los primeros pasos de lo que se denominó más tarde la alta cocina. Ana Vega recuerda que "las pioneras impulsaron, mejoraron y codificaron las cuatro salsas sobre las que descansa la cocina vasca: la salsa negra de chipirones, la salsa verde, la vizcaína y el pil pil".
Entre los datos más curiosos se encuentra la referencia a Nicolasa Pradera, quien regentó la famosa Casa Nicolasa y posteriormente el restaurante Andia en San Sebastián, pero cuya relevancia dentro de la historia de la cocina se debe a la publicación del libro La cocina de Nicolasa (1933, Ed. Txertoa), que contaba con un prólogo del médico Gregorio Marañón, gran aficionado a la cocina vasca, de la que este libro se considera uno de los recetarios históricos imprescindibles, siendo reeditado a lo largo de los años. La estructura de un documental que parece claro que se ha producido tanto para su versión de largometraje como para el formato de docuserie, permite que cada episodio esté protagonizado por una chef de renombre actual y una pionera. En los últimos años se ha venido reivindicando la importancia de la mujer en una actividad que siempre ha ejercido en los hogares, como una imposición en muchos casos, pero que cuando se ha profesionalizado, y por tanto ha recibido beneficios de prestigio y económicos, ha sido monopolizado por los hombres. No solo el desarrollo de la gastronomía en general y la cocina vasca en particular, se ha impulsado desde una perspectiva masculina, sino que la formación y los relatos históricos han eclipsado la relevancia de las mujeres. "De puertas para adentro, la cocina era el único lugar donde la mujer llevaba la voz cantante, un espacio para la creatividad. Fuera de casa, la cultura, la experiencia y la creación correspondían a los hombres. Había que ser muy brava en la sociedad de aquel entonces para saltarse las normas, o estar en una posición económica privilegiada para tener un negocio propio", comenta Ana Vega. Ellas primero. Pioneras de la gastronomía vasca es una aproximación interesante, aunque transmite la sensación de ser solo un apunte que debería haberse producido como serie con más episodios para profundizar mejor en las razones de este olvido y dedicar más tiempo a otras pioneras de la gastronomía del País Vasco.
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Películas mencionadas:
El espíritu de la colmena se puede ver en FlixOlé, HBO Max, Movistar+ y Netflix.
Cría cuervos se puede ver en FlixOlé, Movistar+ y Netflix.
Mysterious skin se puede ver en Mubi.
Mujeres al borde de un ataque de nervios y La piel que habito se pueden ver en Netflix.
Sé quién eres se puede ver en Disney+ y Prime Video.
El silencio de los corderos se puede ver en Filmin y Prime Video.
Adiós se puede ver en Netflix y Prime Video.
Techo y comida se puede ver en Acontra+, Disney+, Filmin, FlixOlé y Movistar+.
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